Método de Intelección Es

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  • MTODO DE INTELECCIN ESTRATGICA - Relacin Creencia, Cultura y Sociedad archivo del portal de recursos para estudiantes

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    enlace de origenLuis Heinecke ScottRegistro de Propiedad Intelectual N 147.524I.S.B.N. 956-299-729-42005

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    SEGUNDA PARTEMTODO DE INTELECCION ESTRATEGICA Captulo IIICategoras de InteleccinA.- Dimensiones de inteleccinEl pensar metafsico posee una estructura que evidencia su impacto trascendental en la vida humana y, a la vez, define nivelesvitales de inteleccin de la realidad humana. Slo su consideracin compleja y completa permite una aproximacin sustantiva ala realidad de las cosas. Sin ms, el pensar metafsico est compuesto por una dimensin teolgica, una dimensin filosfica,una dimensin ideolgica y una dimensin poltico formal. Dimensin teolgica. La dimensin teolgica corresponde a la racionalizacin sistemtica del orden religioso de la existenciahumana. La definicin de esta dimensin implica resolver el dilema de los supuestos necesarios en tanto principios primeros yoptar por uno de ellos como causa de toda la realidad, procediendo a asumir la totalidad de las consecuencias lgicas que deello derivan. Cualquiera sea la opcin asumida, la dimensin teolgica del pensar metafsico opera de hecho como principioprimero a partir del cual se concibe el orden racional de todas las cosas.Se considera que la religin es la forma ms alta de la inteligencia humana, que es la mayor fuerza cohesiva de la cultura y queconstituye la clave de bveda de toda gran civilizacin. Ello hasta el punto que, cuando una sociedad pierde su religin, tardeo temprano pierde su cultura.De hecho, con precisin se indica: La clave del declinar del espritu est en la religin. En este sentido, Oswald Spengleradvierte: Una religin es lo que es el alma de los creyentes. Adems, en Confesiones de un Revolucionario, Proudhomsentencia: Es cosa que admira el ver de qu manera en todas nuestras cuestiones polticas, tropezamos siempre con lateologa. Se precisa al efecto: El desarrollo de las fuerzas productivas no es el motor de la historia. Tampoco lo es la poltica niningn otro fenmeno social. La raz est en la religin en la prosecucin de la eternidad. La poltica, el poder, la economa ylas leyes slo son medios de la religin. J. J. Rousseau reconoca: La guerra poltica era tambin teolgica. SrenKierkegaard dir: Lo que tena rostro poltico, se desenmascarar, un da, como movimiento religioso.J. W. von Goethe explica: El tema ms esencial y profundo de la historia del mundo y de la humanidad, y al que todos losdems quedan subordinados, es el conflicto entre escepticismo y fe. En definitiva, Clarence Finlayson seala: El problema deDios desempea una funcin fundamental en la historia del hombre. Segn sean las distintas concepciones que sobre ladivinidad han tenido los humanos sern tambin distintos los tipos de cultura engendrados, los perfiles de las pocas, elespritu y la ley que norma la estructura de las sociedades.Dimensin filosfica. La dimensin filosfica corresponde a la racionalizacin sistemtica de los principios que derivan delsupuesto necesario o principio primero de todas las cosas. Las categoras filosficas son proyectadas como principio de larealidad y rigen el conjunto de la vida humana. La dimensin filosfica del pensar metafsico es consecuencia directa ynecesaria de lo establecido en la dimensin teolgica. Dimensin ideolgica. La dimensin ideolgica corresponde a la racionalizacin sistemtica de las ideas y valores que resultanlgicamente del principio primero y de los principios derivados de ste. La dimensin ideolgica del pensar metafsico esconsecuencia directa y necesaria de la integracin de lo establecido tanto en la dimensin teolgica como en la filosfica. Dimensin poltico formal. La dimensin poltico formal corresponde a la aplicacin social concreta de las racionalizacionessistematizadas, integradas y realizadas en el orden teolgico, filosfico e ideolgico. En la dimensin poltico formal sematerializan, expresan y resuelven concretamente las categoras metafsicas del orden teolgica, filosfico e ideolgico.En consecuencia, la explicacin racional de los actos humanos concretados en el orden social y poltico, encuentran sufundamento en las razones y motivos propios de las dimensiones teolgica, filosfica e ideolgica. As, la razn polticaencuentra su causa directa en una razn ideolgica, su fundamento en una razn filosfica y su origen en una razn

  • teolgica. Es por esta estructura del pensar metafsico que histricamente se considera que tras todo problema poltico, en elfondo, no subyace sino un profundo dilema religioso.De esta forma, el proceso de inteleccin de la realidad, para ser coherente y consistente y aspirar a constituir un saber superioral cual tiende por naturaleza, exige considerar de modo sistemtico, completo e integrado al conjunto de las dimensiones delpensar metafsico. El saber teolgico se convierte en fundamento del saber filosfico, ste en base del saber ideolgico y, a suvez, ste en causa del saber poltico. As entonces, el conocimiento y entendimiento cabal de lo poltico slo se logramediante un conocimiento y entendimiento suficiente de lo ideolgico, filosfico y teolgico que lo constituye. B.- Factores de inteleccinComprendiendo al ser humano como unidad sustancial de cuerpo y espritu, al tiempo como duracin de las cosas sujetas amudanza y al espacio como continente que ocupan los objetos sensibles que coexisten, se entiende que el ser humano es unsujeto concreto dado en tiempo y espacio determinado. En consecuencia, en toda operacin humana necesariamenteintervienen tres factores fundamentales: Hombre, Tiempo y Espacio. Precisamente, la historia est constituida por lasrealizaciones humanas dadas en tiempo y espacio determinados.Por lo tanto, al ser constante su naturaleza pero variable su manifestacin contingente, las realizaciones de los seres humanosestn referidas al entendimiento humano forjado en tiempo y espacio . De hecho, la conformacin del entendimiento deriva dela creencia que de modo dominante informa y configura el sistema cultural que se expresa en ese tiempo y ese espaciodeterminado. Efectivamente, el entendimiento opera como una expresin histrica fundamental ya que su configuracin esmediada por las categoras metafsicas que constituyen la creencia principal y que definen la cultura socialmente imperanteen ese tiempo y espacio particular. En este sentido, la naturaleza del sistema de creencia predominante confiere carcter a lapoca que configura. En razn de lo anterior, todo proceso de comprensin de la realidad histrica debe utilizar, como referencia principal, lacreencia dominante pues ste es el factor clave que constituye la cultura, forma el entendimiento y orienta elcomportamiento humano en tiempo y espacio. Una constatacin efectiva de la realidad histrica debe considerar de modoriguroso las categoras culturales que rigen la vida de los sistemas sociales sometidos a estudio, ya que, por s mismas revelantanto la manera de pensar como la de sentir de los hombres en tiempo y espacio determinado. De hecho, stas dan cuenta de sunimo y actitud general ante la vida.Si bien Benedetto Croce considera que el pasado siempre es mirado e interrogado desde fuera, desde otro tiempo, conpreguntas que seguramente no son las de la poca, desde universos culturales o experiencias colectivas diferentes y ste noes sino un ejercicio de anacrona y hay que conformarse con esta realidad... puesto que slo puede aspirarse a la historiografacomo reproduccin, es vital realizar el esfuerzo de conocer y entender los principios y valores que en tiempo y espaciosostienen un determinado sistema social. Jams se debe renunciar a la tarea de inteleccin significativa y profunda de la realidada fin de establecer en la mejor y mayor medida posible el alma de una poca o las atmsferas culturales o climas vitalesque experimentaban los hombres en un tiempo y espacio determinado y que permiten explicar racionalmente sus acciones . Ernst Jnger (1895 1998) ensea: Antes de poder actuar sobre un proceso es preciso haberlo comprendido. C.- Fenmeno histrico culturalEn esta perspectiva, es relevante considerar que las realidades histricas no acaecen en abstracto y que, obviamente, noconstituyen instancias vacas, inintencionales, intemporales e inespaciales. Todo acaecer histrico corresponde a unarealidad concreta, con un contenido, un significado, un valor y un sentido particular dado en tiempo y espacio pues el actohumano es expresin del canon o norma de lo real (anthropos mtron) correspondiente a su tiempo y espacio . En estesentido, el hacer humano de una poca histrica no es otra cosa que la historia de esa misma poca.En definitiva, la accin humana, sea sta individual o colectiva, tiene su base de significacin en la cultura de su tiempo y suespacio. Histricamente los actos humanos son formalmente los mismos pero su contenido, significado, valor y sentido semodifica durante el transcurso del tiempo en tanto se suceden las categoras metafsicas que constituyen sus categorasculturales y rigen la vida cotidiana de los seres humanos en un determinado espacio del mundo. Por lo tanto, si elcomportamiento humano es inspirado por las categoras metafsicas cultivadas en tiempo y espacio, las acciones de loshombres deben ser apreciadas conforme al contenido reconocido, significado asignado, valor imputado y sentido atribuidopor los sistemas sociales en un tiempo y lugar determinado. Ello por cuanto el contenido, significado, valor y sentidoconferido a la accin es indisociable del entendimiento estructurado en un determinado momento y lugar de la existenciahumana.Asumiendo una naturaleza humana no mutable y comn a todos los hombres, las acciones realizadas por stos es producto dela racionalizacin de la realidad efectuada por los seres humanos en tiempo y espacio determinado. La racionalidad de laaccin queda definida por el cruce, en tiempo y espacio, entre la racionalidad metafsica y la lgica de la situacin.Precisamente, el ser humano realiza el acto de concebir, discernir, valorar, deliberar, decidir y ejecutar en virtud de lo quehistricamente tiene conciencia. La ejecucin del acto humano est referida a la conformidad o inconformidad con lo queiluminaba, inspiraba y guiaba la conciencia humana, dimensionada en tiempo y espacio.Entonces, el hombre acta como piensa y siente; vive de acuerdo a ese pensamiento y sentimiento. Si en la historia se realiza lacultura y sta no es sino lo que se cultiva, en la historia se realiza lo que se cree y se vive como se concibe y valora la realidad.La historia es, por tanto, cultura realizada durante el transcurso del tiempo en distintos espacios del mundo. La historia y lacultura son vida humana realizada, esto es, principios y valores encarnados en la accin humana. Para efectos del proceso deinteleccin de la realidad histrica del hombre, siempre debe considerarse que la posibilidad de entender la compleja y tantas

  • veces dramtica realidad del mundo, depende de la capacidad de aprehender y comprender profundamente lo conocido ysistematizado por los seres humanos en tiempo y espacio determinado.En trminos intelectivos rigurosos, es decir, ms all del actual y personal juicio moral del intelector respecto de ciertosacontecimientos histricos, la validez y legitimidad analtica de una determinada realidad debe ser entendida en relacin altiempo y espacio especficos en que sus categoras se formulan y manifiestan. Las mismas mediaciones constituidas por teoras,conceptos, categoras o modelos y las predisposiciones o elementos que subyacen en el modo de pensar y hacer, y de loscuales no siempre se es consciente, como son los paradigmas y las cosmovisiones, deben ser apreciados segn su naturaleza yreferidos al momento y lugar en que tienen influencia. D.- Flujo Histrico CulturalLa historia humana se presenta como un proceso regido por la impronta del proceso de hominizacin del hombre, esto es, por lainstancia en que ste toma conciencia de su condicin espiritual, racional y libre. Es a partir de all que se produce la mutacinhistrica de conceptos, es decir, el proceso de metamorfosis de las ideas que cambian las condiciones de vida del hombre ytransforman dinmicamente en el curso de la historia.Este proceso genera un flujo histrico mayor, configurado por la realizacin, comunicacin y proyeccin de lo esencial de cadacosmovisin desarrollada a lo largo del tiempo en los diversos lugares del orbe. En el tiempo, las diversas expresiones culturalesy civilizacionales entran en contacto directo o indirecto, manifiesto o sutil, procediendo a transmitir contenidos sustantivos queson integrados a otros procesos culturales, logrando as una trascendencia histrica fundamental. Es de esta forma como losprincipios trascienden, van ms all de su propio tiempo, procediendo a constituir e iluminar realidades humanas posteriores.De esta forma, las etapas histricas se traslapan y permiten el fluir de las experiencias humanas que constituyen la historia.Es ese flujo el que constituye el movimiento en y de la historia. Las contradicciones y rupturas que se producen en su curso noson sino elementos de su dinmica; stas no interrumpen el flujo sino que lo activan y promueven.La figura que cabe considerar para comprender la idea de flujo histrico es la forma en que se instalan las tejas del techo de unacasa. Si stas fuesen dispuestas de tope, y lloviera, el agua filtrara y no escurrira. Es por eso que las tejas se traslapan,significando que una se monta sobre la otra, estableciendo una zona de contacto que en definitiva permite el fluir del agua. Silas culturas fuesen tejas no relacionadas entre s, cumpliran su ciclo de vida pero no se comunicaran ni transmitirancontenidos fundamentales. Pero en tanto las culturas, como las tejas, se traslapan, comunican contenidos vitales, sostienen unproceso de evolucin fundamental y permiten el fluir de la historia.En el campo de la historia de las ideas, este flujo es subsistente. Existe pues una singular analoga entre las ideas y aquelloscursos de agua que de pronto parecen evaporarse, hacindose invisibles pero, en realidad, slo se han sumergido y reaparecena decenas de kilmetros, como aguas purificadas que brotan de un manantial. Tal como las aguas, las categoras metafsicasesenciales subsisten y, como las corrientes que se crean desaparecidas para siempre, reaparecen, configurando un proceso deadaptacin, maduracin y continuidad histrica fundamental.De esta forma, Gustav Le Bon postula en trminos ejemplares: La cultura griega durante las pocas prximas al tiempo dePericles representaba la aportacin de varias civilizaciones, fundidas en una sola. Fue, pues, en Asia y en el norte de frica, yno en Grecia, donde la civilizacin griega tuvo su origen. E.- Dimensiones de Inteleccin Histrico CulturalEn virtud de lo expuesto, el fenmeno histrico cultural queda configurado por lo que resulta de la materializacin oconcrecin fsica de los principios metafsicos que imperan en trminos de sociedad durante un tiempo determinado. Sinembargo, cabe consignar que esa particular manifestacin fenomenolgica no es original, autnoma ni de generacinespontnea por cuanto sta es consecuencia del proceso histrico cultural que lo constituye.As, el proceso histrico cultural corresponde a la sucesin de contenidos, significados, valores y sentidos metafsicosesenciales que van confiriendo naturaleza, carcter y sentido a las realizaciones humanas concretadas en determinadosespacios al transcurrir el tiempo. Este se expresa o realiza integral y orgnicamente en las dimensiones del acontecimientohistrico cultural, del contexto histrico cultural y del devenir histrico cultural. Acontecimiento histrico cultural. Los acontecimientos histrico culturales corresponden a acciones humanassignificativas que poseen una entidad definida por un contenido metafsico particular y realizacin temporal concreta, queproduce sus efectos en un espacio determinado y dentro de un tiempo secular o siglo especfico.Los acontecimientos histrico culturales no son fenmenos que se reduzcan a su mera experiencia factual, vale decir, no seagotan en s mismos. Si bien cada acontecimiento constituye un hecho en s y presenta toda la fenomenologa que le es propia,su significacin profunda excede su realizacin contingente en tanto se le entiende como expresin de un contexto que, a suvez, es manifestacin del devenir que lo constituye. Es por esta causa que la mayora de los problemas no pueden entendersede modo significativo ni resolverse realmente en el nivel formal en que vienen planteados.La comprensin cabal de un acontecimiento histrico cultural depende de la capacidad que se posea para identificar elcontenido metafsico del contexto y del devenir del cual forma parte y es expresin . Esta alcanza su mayor profundidadposible en tanto el acontecimiento es comprendido como manifestacin de un determinado contexto histrico cultural y, a suvez, a ste, cual concrecin de una determinada etapa del devenir histrico cultural. Contexto histrico cultural. El contexto histrico cultural corresponde a la realidad constituida por el imperio de undeterminado contenido metafsico en un tiempo secular o siglo determinado y que condiciona y orienta los acontecimientos

  • que tienen lugar durante su vigencia en un espacio determinado.El contexto histrico cultural corresponde a la realidad trascendental que constituye la naturaleza y carcter de un siglo. Larealidad de cada siglo es constituida por las realidades de los siglos que le anteceden , de modo que la realidad secular no esde generacin espontnea ni autnoma, sino el producto del transcurso complejo y profundo de la experiencia de los siglosque han sucedido con anterioridad.An ms, el contexto histrico cultural es un medio en cuanto plasma ese contenido fundamental en la realidad de ese tiempoy tambin en cuanto agrega sus propias categoras al flujo de la historia. La clave para comprender cabalmente la realidad deun siglo depende de aprehender y comprender el proceso del devenir secular que le antecede y del cual es producto yexpresin. Oscar Wilde indica: Para comprender el siglo es preciso comprender todos los siglos que le precedieron y quecontribuyeron a su formacin. En esta perspectiva, Clarence Finlayson previene: Uno de los rasgos ms sobresalientes quecaracterizan al hombre moderno es la ignorancia en que permanece respecto de su poca Devenir histrico cultural. El devenir histrico cultural corresponde a un contenido, significado y sentido metafsico queplasma una tendencia derivada del complejo proceso de conjuncin de creencias y experiencias sociales desarrolladas en el transcurso de los siglos y que engloba, encuadra y orienta tanto los contextos seculares como los acontecimientos que enstos tienen lugar en un espacio determinado.El devenir histrico cultural es una sntesis metafsica sustantiva y vital que rene la experiencia total de la vida humana deun campo cultural y civilizatorio determinado, razn por la que opera como fuerza constituyente del sentido de la realidaddel presente y del futuro. El devenir es la expresin de aquella realizacin humana que ha acaecido pero que, al mismo tiempo, esy ser.El devenir es aquel proceso del pensar y sentir humano que en el tiempo, como los ros, se dirigen al mar y en este proceso vaarrastrando el sedimento de las verdades eternas de las montaas, y con ello va formado los terrenos de aluvin que, cuandosobreviene la crecida, sta barre la capa externa y la corriente se enturbia, pero sedimentado queda el limo que enriquece,fecunda y acrecienta el campo.De esta forma, el devenir porta y expresa el legado de los siglos que informa tanto el contexto como el acontecimientohistrico cultural presente y, por su intermedio, se proyecta al tiempo por venir, al porvenir. El devenir da curso a lascontinuidades subterrneas y se manifiesta como memoria involuntaria o inconsciente colectivo histrico que vaconstituyendo totalidades culturales y tejiendo la trama histrica que imprime carcter a lo contemporneo y sienta las bases delfuturo. El devenir histrico cultural alude al pasado inmemorial o pasado que est in memoriam, esto es, que est en lamemoria actual y que, al constituir sustrato del presente, consciente o inconscientemente se convierte en referente para lascategoras de pensamiento y patrones de conducta actuales y futuras. Es precisamente a travs de esta memoria que el pasadoposee una presencia en el hoy y, probablemente, en el maana.En consecuencia, siendo el devenir metafsico el sustrato de la realidad, constituye una instancia de informacin yconfiguracin de los escenarios futuro, siendo pues vital su consideracin en la comprensin prospectiva o intencinpredictiva de la realidad.Friedrich Nietzsche indica: El devenir arrastra tras de s todo el pasado . De esta forma, Gustav Le Bon indica: Del alma delos muertos est formada el alma de los vivos. Los que desaparecieron reposan en realidad, no en los cementerios, sino ennosotros mismos. Cada ser que sale a la luz tiene tras s muchos siglos de existencia y estar para siempre influido por supasado El estado presente de un pueblo est determinado por la sucesin de sus estados anteriores. El presente sale delpasado como la flor de la semilla. Entonces se debe considerar el estado presente del universo como efecto de su estadoanterior y causa del que seguir. De all que se ensee que el pasado est henchido de futuro. El emperador romano MarcoAurelio adverta al efecto: Todo lo que existe es como la simiente de lo que ha de venir. Friedrich Schiller estableci as comoverdad metafsica: En el da de hoy vive ya el maana el maana est presente en el da de hoy. Oswald Spengler sealaal respecto: Las fuerzas motrices del futuro no son otras que las del pasado... La magna tarea del historiador es comprenderlos hechos de su tiempo y, partiendo de ellos, presentir, interpretar y disear el futuro que ha de advenir, lo queramos o no.Clarence Finlayson evidencia el impacto actual del pasado: El pretrito queda en la sombra como umbral vivencial El pasadogravita con su enorme peso en la vida de cada hombre, en la existencia de cada pueblo. Por ende, Confucio enseaba: Estudiael pasado si quieres pronosticar el futuro. El principio est en la naturaleza: Las nubes de ayer sern la tormenta de maana.En este sentido, es el proceso de desarrollo del devenir lo que, en sus diversas etapas, va definiendo el correspondienteespritu de cada poca. Por tanto, el espritu de la poca no es sino la manifestacin de un determinado estadio dedesarrollo del proceso del devenir. Al decir de Jos Ortega y Gasset, se trata de la sensibilidad vital que permite comprendercada poca.El poeta checo Rainer Mara Rilke postulaba: No estoy solo No estoy slo jams. Muchos de los que vivieron antes queyo tejieron, tejieron lo que soy. Y si me siento a tu lado y dulcemente te digo: He sufrido Me oyes? Quien sabe quin lomurmurar conmigo. Si Wilhelm Ketteler (1811 1877) indica: El pensamiento tiene el don de penetrar hasta el fondo delalma, el jurista alemn Friedrich von Savigny (1779 1861) entiende que espritu e idea son una fuerza que trabaja ensilencio.Conforme a lo expuesto, como la razn definida por el devenir se convierte en fundamento del contexto y sustrato delacontecimiento histrico cultural, es el proceso de inteleccin del contexto y del devenir lo que permite determinar elsentido profundo de la accin humana particular dada en tiempo y espacio determinado. Por esta causa, la consideracin deldevenir constituye un indicativo fundamental para el proceso de inteleccin poltico estratgica de la realidad.En perspectiva intelectiva, el pensador Jos Ortega y Gasset (1883 - 1955) plantea que si bien no se trata de predecir los hechos

  • singulares, si considera que se posee la capacidad de determinar los senos histricos y el cuerpo de las pocas,estimando por ende que es perfectamente posible prever el sentido tpico del prximo futuro, anticipar el perfil general de lapoca que sobreviene Acaecen en una poca mil azares imprevisibles; pero ella misma no es un azar, posee una contexturafija e inequvoca. F.- Mtodo de Inteleccin Histrico CulturalLograr una comprensin integral y orgnica de los hechos de la historia es un desafo complejo que supone la aplicacin de unmtodo pertinente. El acceder a un saber sustantivo respecto del proceso de la historia y la cultura, exige la utilizacin de unmtodo especfico y eficaz de inteleccin histrico cultural. Entonces, para alcanzar un entendimiento sustantivo acerca de larealidad social pasada, presente y futura, se propone aplicar un mtodo de inteleccin histrico cultural consistente ensistematizar la correspondencia entre los contenidos y significados metafsicos de las dimensiones del acontecimiento,contexto y devenir del proceso histrico cultural para determinar el sentido de la accin humana en tiempo y espacio. Estopor cuanto es el sentido el factor que permite conferir un valor estratgico la accin humana.La determinacin del sentido de la accin humana resulta ser una categora vital para el proceso intelectivo de pasado, presentey futuro pues su identificacin y apreciacin permite establecer lo trascendente insito en la accin humana. De hecho, elsentido conferido a la accin resulta ser el principal indicativo de la razn, motivo e intencin profunda del procederhumano. Ms all de la contingencia inmediata, es el sentido lo que confiere direccin o rumbo a un cuerpo social enmovimiento, al orientar o encaminar las cosas hacia un fin ltimo ideolgicamente predeterminado, el cual es conciente oinconcientemente asumido.Al efecto, el criterio denominado sentido de la accin revela las razones e intenciones subyacentes en los acontecimientosdel pasado y del presente, permitiendo su explicacin racional. Pero, adems, de suyo se revela como factor constituyente derealidad futura pues es precisamente la persistencia del sentido aquello que final y objetivamente va generando las bases dela constitucin de una realidad futura coherente y consistente.Asimismo, la advertencia de un grado significativo de correspondencia entre los sentidos plasmados en los acontecimientos,los contextos y el devenir histrico cultural, permite la inteleccin comparada entre campos culturales y civilizacionalesdiferentes y faculta para visualizar un proceso histrico cultural realizado en trminos de toda la humanidad.Con todo, el criterio del sentido de la accin humana refiere especficamente el proceso intelectivo a la valoracin de la realidadque realiza el entendimiento. De esta manera, la accin intelectiva se centra en la sistematizacin de las categoras metafsicasque constituyen la creencia y la cultura de cada poca , es decir, en lo que de modo sustantivo fundamenta, confiere sentido yrealmente explica las acciones humanas. As, el proceso intelectivo se dirige a la causa principal de la accin humana y nose limita a lo que, an siendo muy importante, en realidad slo constituye una causa secundaria o simplemente esconsecuencia o efecto necesario . De hecho, un conocimiento acerca de las diversas manifestaciones del ser de las cosas, noes propiamente conocimiento del ser en s de las cosas.En definitiva, el mtodo de inteleccin propuesto procura una comprensin profunda y significativa de la realidad de todaagrupacin humana en cualquier momento de su historia, en tanto se centra en la consideracin de la gnesis, gestin, impactoy proyeccin de las categoras metafsicas cultivadas por los hombres a lo largo del tiempo, en diversos espacios del orbe. Alefecto, se sostiene claramente que un proceso histrico es un proceso de pensamientosEl mtodo de inteleccin histrico cultural en referencia, queda estructurado por la realizacin de una serie de precisasoperaciones bsicas:1) Determinacin de las matrices del sistema cultural base.2) Determinacin de la esencia metafsica del sistema cultural base.3) Determinacin de la evolucin del sistema cultural base.4) Determinacin de tendencias.5) Determinacin de implicancias.6) Determinacin de impactos.7) Determinacin de proyeccin. Determinacin de las matrices del sistema cultural base. En primer trmino, el mtodo considera identificar las matrices ocontenidos metafsicos que han sido sistemticamente realizados en tiempo y espacio determinado y que, mediante latrascendencia de sus principios y elementos esenciales, concurren a la constitucin de un campo cultural y civilizacionalnuevo, el cual es objeto de inteleccin. Esto implica determinar el contenido, el significado, los valores y el sentidofundamental de cada matriz cultural, entendindolas como factores que, si bien constituyen y moldean un contenido que llega aconvertirse en sistema cultural y civilizacional especfico y concretado en un tiempo y lugar determinado, tambin a la vezengendran nuevas racionalizaciones y creaciones humanas. Determinacin de la esencia metafsica del sistema cultural base. En segundo lugar, el mtodo propuesto consideradeterminar y comprender de modo sistemtico y profundo el contenido, significado y sentido metafsico trascendente de lascategoras fundamentales del cuerpo histrico cultural o campo cultural y civilizacional, estructurado a partir de las matricesconstituyentes e histricamente realizado en tiempo y espacio determinado, y que es objeto de inteleccin. Determinacin de la evolucin del sistema cultural base. En tercer lugar, el mtodo propuesto considera seguir de modoriguroso, exhaustivo y profundo la secuencia y curso de la evolucin interna del sistema histrico cultural o campo cultural

  • y civilizacional base, a objeto de determinar el proceso de rupturas y mutaciones categoriales que ste experimenta, establecersu radicalidad y proceder a advertir la gestacin de nuevos cnones o patrones metafsicos. Determinacin de tendencias. En cuarto lugar, el mtodo intelectivo propuesto considera inferir e identificar conceptualmentelas tendencias metafsicas que efectiva y orgnicamente derivan de la evolucin del proceso metafsico general del sistemahistrico cultural o campo cultural y civilizacional base y que intervienen como factores o fuerzas culturales estructuradorasde la realidad social. Determinacin de implicancias. En quinto lugar, el mtodo propuesto considera determinar las implicancias de las tendenciasdeducidas del proceso metafsico general . Procede determinar las implicancias para, mediante su rigurosa conceptualizacinsinttica, utilizarlas como categoras de contrastacin emprica de la realidad social. Determinacin de impactos. En sexto lugar, el mtodo propuesto considera determinar el impacto real y concreto que lasimplicancias derivadas de las tendencias tienen en un sistema social, dado en tiempo y espacio determinado. El impacto seestablece verificando empricamente el grado de realizacin social de las implicancias establecidas.Es esta ltima operacin la que objetiva y concretamente permite establecer el grado de influencia que efectivamente tieneel referido proceso cultural como factor constituyente de la realidad social y, por tanto, la capacidad que posee paraimprimirle un determinado sentido fundamental a sta . El grado de sistematizacin, coherencia, intensidad, extensin ypermanencia de la reproduccin social de estas categoras es indicativo de la profundidad, coherencia y consistencia conque stas influyen en la configuracin social a escala individual y colectiva.En definitiva, es la correspondencia entre pensamiento y comportamiento contingente respecto de las categoras implicadas ytendencias establecidas lo que permite consolidar un entendimiento cabal de la razn y sentido de la realidad actual, nicofundamento cierto para la emisin de un juicio de realidad. Determinacin de proyeccin. En sptimo lugar, el mtodo propuesto considera proyectar los flujos metafsicos del devenirpara establecer una continuidad histrica fundamental y visualizar posibles y probables escenarios culturales futuros, loscuales operan como factores constitutivos del sistema social por advenir.Para la verificacin de ese proceso de inteleccin debe tenerse presente que las matrices metafsicas subsistentes y las ideasculturales derivadas ejercen mayor o menor influencia, dependiendo de su lejana o proximidad espacio temporal respecto delsistema cultural objeto de estudio. La lejana o proximidad histrica de los contenidos de la idea cultural inserta en las matrices,es indicativa del grado de posibilidad y probabilidad de influencia social actual y futura. En este sentido, mientras ms lejana seubique en el tiempo, la matriz metafsica estar presente en la idea cultural pero con una influencia menor. Al contrario, mientrasms prxima se encuentre, la idea cultural dominante ejercer una influencia social mayor en el presente y probablemente tendruna manifestacin significativa en el futuro.Para los efectos de este mtodo intelectivo, no debe olvidarse que la realidad histrica y social es compuesta y compleja ya queson mltiples las categoras metafsicas e ideas culturales que concurren a su conformacin. De hecho, la realidad del presenteest conformada por la concurrencia e interaccin proporcional y simultnea tanto de las matrices del sistema histrico cultural vigente, como por los mltiples y sucesivos sistemas de pensamientos gestados a raz de la ruptura radical con elpatrn cultural principal. G.- Aplicacin del Mtodo Histrico - CulturalCon el propsito de acreditar la aplicabilidad, pertinencia y utilidad de l mtodo de inteleccin estratgico propuesto, ste essinttica y ejemplarmente aplicado al campo cultural occidental. Tal como se lo propone, siendo un mtodo til para determinarestados sociales, es conviccin que se revela como instrumento apto para lograr el objetivo de comprender de manerasustantiva la civilizacin occidental. Concreta y especficamente faculta para determinar los contenidos, significados y valoresque definen el sentido del actual sistema cultural, el cual se materializa en la vida social cotidiana de los pueblos que laconforman. Matrices del sistema cultural occidental. Conforme al conocimiento histrico general, las matrices del sistema cultural ycivilizacional de Occidente son:- Cultura y civilizacin Egipcia- Cultura y civilizacin Mesopotmica- Cultura y civilizacin Persa- Cultura y civilizacin Juda- Cultura y civilizacin Islmica- Cultura y civilizacin Griega- Cultura y civilizacin Romana- Cultura y Civilizacin CristianaEn el tiempo, cada una de las culturas y civilizaciones indicadas verifica su ciclo de existencia, proyectando ms all de s uncontenido esencial, el que en distinto grado y forma se integra a la experiencia cultural de las siguientes. Por tanto, las culturas ycivilizaciones egipcia, mesopotmica, persa, juda, islmica, griega y romana constituyen categoras metafsicas y experienciassociales y polticas que, considerndolas a cada una en la correspondiente medida, sirvieron de fundamento para la expresin

  • original de la cultura y civilizacin cristiana. As, en conjunto, todas ellas pasan a constituir matrices o fundamentos de lacultura y civilizacin occidental.Constituyendo un gran perodo histrico, el curso general de la cultura humana se desarrolla de Oriente a Occidente. En esteproceso de trnsito, los sistemas culturales y civilizacionales fundantes conforman, a causa de su particular orientacin, los ejesque constituyen la esencia de Occidente, entidad que asume el desafo de vivir plenamente la tensin entre el orden del esprituy el orden del mundo. Independiente del momento en que verifican su aporte, las culturas egipcia, mesopotmica, persa, juda eislmica, forman la tradicin de la vertiente religiosa que constituye a Occidente, mientras la vertiente cultural greco romanaproyecta la tradicin de la filosofa y el derecho como elemento configurador de Occidente, impulsos fundamentales que elcristianismo racionalizar, formando la base compleja y original de la llamada civilizacin occidental.En este contexto, debe advertirse cmo en el seno de cada matriz cultural, gradual y progresivamente emergi un principiometafsico que anticipaba el tiempo por venir. Se trata de un principio metafsico que, tras madurar, cristalizar y generar unacreencia que se agregar como factor constituyente del devenir histrico. Ser as como en el campo del politesmo seengendrar el monotesmo. Del mismo modo, en el campo del monotesmo se forjar el antropocentrismo y, en este mbito, seestablecer el estructuralismo. Esta constante histrica resulta ser una consideracin vital para el proceso de inteleccinestratgica de los sistemas culturales y civilizaciones en sus mbitos culturales, sociales, econmicos y polticos. Evolucin del Sistema Metafsico Occidental . En el marco de un intenso proceso de definiciones fundamentales, el cristianismoconsolida un sistema cultural y civilizacional fundado en un orden teocntrico que afirma los principios de humanidad, razn ylibertad como categoras esenciales. Sern stas las categoras metafsicas que esencialmente constituirn al mundo deOccidente.Sin embargo, asumiendo un impulso histricamente subsistente, en el marco de la cultura cristiana, emergen y se proyectanpotentes fuerzas que procuran una absolutizacin de tales principios metafsicos (humanidad, razn y libertad). Este accionarradical desencadena una dinmica que provoca graduales pero progresivas rupturas sustanciales con las premisas metafsicasdel cristianismo y, simultneamente, engendra un nuevo orden cultural. As, se actualizarn categoras filosficas histricas,sobreviniendo y sucedindose distintos sistemas de pensamiento, los cuales van modificando la constitucin cultural deOccidente. El cambio de la integridad categorial gesta nuevos sentidos y, por ende, engendra nuevas realidades.An ms, el complejo metafsico que se va estructurado en el transcurso de los siglos de la modernidad, decantar yproducir las consecuencias ideolgicas que le son propias, conduciendo a la subordinacin y abandono de las categorasconstitutivas del cristianismo, y a la simultnea entronizacin de principios metafsicos que implicarn, primero laabsolutizacin del hombre, su razn y su libertad, para luego, devenir en su aniquilacin y superacin por la estructura. Esteproceso se lleva a cabo de modo tan conciente e intencional, que se explicita a s mismo como constituyente de un nuevosistema cultural y civilizacional.En tiempos de la modernidad se configurarn mltiples sistemas de pensamiento, cada uno de los cuales constituye un sistemaen s mismo, distinto de los dems, y que operan como prismas a travs del cual se aprecia diferenciadamente la realidad. Cadauno de ellos implica un modo distinto de ver, valorar y vivir la realidad. Ya lo indicaba Aristteles: El ente se dice en variossentidos. En realidad, aunque sern expuestos como novedosos y de hecho provocarn tremendos impactos, estos sistemas depensamiento no se plasman como sistemas metafsicos originales ni puros. En rigor, corresponden a formulaciones histricasprevias que se actualizan y adaptan a las condiciones del tiempo en que se expresan. Asimismo, constituyen sntesisdiscursivas que articulan categoras metafsicas preexistentes, slo que mezcladas en proporciones distintas.En esta perspectiva, en el marco del sistema cultural y civilizacional del cristianismo, esto es, en el campo de Occidente, seproyectarn los siguientes sistemas filosficos:

    - Realismo Metafsico- Humanismo Racionalista- Racionalismo- Empirismo- Idealismo- Positivismo- Naturalismo- Materialismo- Utilitarismo- Pragmatismo- Vitalismo- Voluntarismo- Fenomenologa- Existencialismo- Estructuralismo- Deconstruccionismo

    De esta forma, no es posible comprender cabalmente la historia y realidad de Occidente, al margen de los influjos de estosmltiples sistemas de pensamiento. Si bien formalmente se habla de la civilizacin cristiana occidental, en rigor, losacontecimientos devenidos en el tiempo de la modernidad, no corresponden sino a las consecuencias que derivan de laprimaca de los sistemas de pensamiento que importan un grado de ruptura, parcial o total, con los principios del

  • cristianismo. Si bien es el cristianismo quien inaugura la modernidad, sta va adquiriendo su naturaleza y carcter en la medidaque se suceden las categoras de creencia que imponen las racionalidades que rompen con los principios y valores delcristianismo.Como se ha indicado, las acciones humanas de cada tiempo, son rigurosa expresin de las categoras metafsicas que lasinforman. La racionalidad de la accin queda definida por la razn metafsica que la configura. En razn de lo expuesto, esconviccin que no es posible realizar un proceso de inteleccin ntegra y estratgica de la realidad cultural, social, econmica ypoltica de un tiempo y espacio determinado, an en su situacin ms simple y contingente, al margen del estadio culturalhistrico cultural en el cual acaece. Ello por cuanto el sentido de la accin humana est referido a su contenido y significado,el cual es informado por el espritu de la poca en que esta tiene lugar.La realidad presente, y ciertamente la futura, es compleja en tanto es conformada por la concurrencia simultnea e interaccinsistemtica de mltiples sistemas de pensamiento que pugnan por el predominio social, pues cada uno se autoconcibe comocriterio de bien y verdad. As, no es posible aprehenderla, comprenderla y explicarla racionalmente sin una determinacinrigurosa de los contenidos, significados y valores que determinan su sentido.En el libro dcimo de La Repblica o el Estado, Platn precisa: Cada cual es responsable de su eleccin, porque Dios esinocente. Agrega Platn: Cada uno de nosotros, despreciando todos los dems estudios, debe dedicarse slo a aquel que lehaga conocer al hombre cuyas lecciones puedan ponerle en estado de discernir las condiciones dichosas y desgraciadas yescoger siempre la mejor. Al respecto, Johann Gottlieb Fichte apuntara reveladoramente: La filosofa que se elige dependedel hombre que se es. G.1. Matrices del sistema cultural occidentalG.1.1. Cultura y civilizacin egipciaLa cultura y civilizacin egipcia es un hito fundamental de las realizaciones humanas. Su realizacin constituy una de lasempresas ms elevadas, no solamente del pensamiento egipcio, sino de todo el pensamiento humano. Su concepto de vida noslo marc toda una poca, sino que tambin ejerci una innegable y profunda influencia sobre la filosofa griega y la moraljuda. Ms all de la magnificencia de sus propias realizaciones materiales, cabe considerar que en su seno se establecieroncategoras que trascenderan su propio ciclo de existencia y actuaran como factores configuradores de sistemas culturales ycivilizacionales posteriores.La cultura y civilizacin egipcia forj un sistema cultural, social y poltico fundado en una teologa solar. A partir de sta que seconstituy un sistema doctrinario con una trascendente perspectiva idealista de la realidad y se conform una correspondienteteora del poder. En consecuencia, al tiempo que el poder se fue centralizando, la religin evolucion hacia un monotesmopantesta.Se proclam que en el principio fue el caos, Nun, donde el espritu del mundo, Atum, yaca difuso e inconsciente. La materia y elespritu no han sido creados porque fueron en todo tiempo. La creacin no es sino la conciencia que el espritu del orbe tuvo des mismo, desgajndose as de la materia y dando a luz al ser puramente espiritual, simbolizado en el sol: Ra. De esta forma, elgran dios creador, Atum-Ra, est formado por dos entidades distintas: Atum, el espritu del mundo, que al desprenderse, danacimiento a Ra. Por tanto, Atum y Ra resultan un solo dios: el espritu del mundo y su conciencia creadora.Consciente de s mismo, el espritu se hace creador. La creacin del mundo es la conciencia separndose del caos, la luzapartndose de las tinieblas. Ra, conciencia del mundo, lo concibe. Y, al concebirlo, lo crea. El mundo creado no es ms que lamaterializacin del pensamiento divino. As, la genealoga de los dioses simboliza la evolucin de la materia al pasar del caos a laforma. Todo cuanto existe ha salido de los ojos y de la boca de Ra, lo que equivale a decir que los seres surgieron del caosinicial a medida que Ra los vio , es decir, los fue concibiendo y los nombr, o sea, quiso que fueran. As aparecieron, emanadosunos de otros, los elementos: el aire y el fuego, los dioses Chu y Tefnet; la tierra y el cielo, el dios Geb y la diosa Nut, a quienesel aire Chu, mantiene separados. Asimismo, desde que los elementos existieron, es decir, desde que el concepto divino se huboconcretado en forma material, el bien y el mal aparecieron, opuestos el uno al otro en lucha constante. El bien, el dios Osiris, esla vida, la fecundidad, la sabidura; el mal, el dios Set, es la muerte, la esterilidad y la injusticia.As, la obra de la creacin, una vez desprendidos los elementos, fue completada por realizaciones sucesivas de las queproceden todos los seres. Primeramente los dioses, quienes, como los astros, son espritus puros, es decir, conceptos; despuslos seres vivos, a cuya cabeza estn los hombres; y finalmente las cosas, dotadas de personalidad o forma, que les da laconciencia divina, sin cesar creadora, puesto que, por el mero hecho de su existencia, el pensamiento de Ra no cesa de concebiry, por consiguiente, de crear. De este modo, para los antiguos egipcios, las verdaderas realidades son los conceptos. Las cosassensibles no son sino realizaciones imperfectas y pasajeras del pensamiento divino. El mundo, proyeccin material de lasabidura y la voluntad del gran principio creador, identificado con el dios solar Ra, es por su esencia lo ms perfecto. Por ende,el bien, la sabidura y la vida se confunden. El idealismo egipcio desemboca, por lo tanto, en una visin optimista del mundo. Conforme al pensamiento egipcio, el mal existe y se debe al hecho de que la materia es finita. En Ra se concilian los contrarios,el ser y el no ser, el pasado y el por venir; es lo absoluto. Los seres sensibles, por el contrario, son materiales y, porconsiguiente, finitos. En ellos la vida pugna contra la muerte, es decir, la sabidura, contra la injusticia; el bien, contra el mal; laforma, contra el caos; el porvenir, contra el pasado. La conciencia divina crea la materia, pero la materia tiende a la nada. Y si emundo subsiste, es precisamente porque la conciencia que lo informa no cesa de recrearlo.Cada ser, partcula del todo, implica a la vez materia (ket) y espritu (ka), y de la unin de estos dos elementos nace la forma, laindividualidad del ser, su alma (ba). El hombre, microcosmos del universo, esta constituido por materia perecedera y esprituinmortal, pero estos elementos slo se hallan reunidos momentneamente. Su unin, realizada por la conciencia divina, danacimiento al alma individual. El alma tiene su origen en la voluntad divina; su fin es retornar al espritu absoluto del que

  • procede, que es Ra, despojndose de la impureza original de la materia y de la mancha que en todo hombre deja el pecado.Puesto que el espritu divino mora en cada ser bajo la forma del ka, el hombre, para granjearse la sabidura y practicar elbien, debe volverse hacia el gran dios ka. La sabidura y la moral emanan de Ra, y es l quien las inculca, esto es, lasrevela.Todo egipcio, para ganar la vida eterna, deba pues vivir segn la voluntad de Ra. El rey debe hacer triunfar la voluntad delka divino que est en l, procurando el reino de la justicia (tal es la justificacin de su absolutismo), as como cada hombredebe cumplir la voluntad divina, practicando la caridad, la cual se expresa en las obras de misericordia grabadas en las tumbas.Treinta siglos antes de Jesucristo se constata la inscripcin: Di de comer al hambriento, di de beber al sediento, vest aldesnudo, ayud a atravesar el Nilo al que no tena barca, enterr al que no tena hijos.Despus de esta vida, el alma del rey, lo mismo que la del ms humilde de sus sbditos, ser juzgada en el tribunal de los dioses,presidido por la justicia, en presencia del universo entero, representado por el dios Tierra y la diosa Cielo. Si el alma esconsiderada pura, perdurar eternamente, es decir, su personalidad, espiritualizada, subsistir en la gloria de lo absoluto divino;si se ha dejado corromper por la materia impura, desaparecer. En definitiva, las concepciones morales de Egipto se hallanfundamentalmente orientadas hacia el ms all, el cual se alcanza por la prctica del bien. Slo la conciencia individualpuede salvar a los seres humanos, revelndoles los valores universales que la divina sabidura ha inculcado en el manantial detoda vida.En razn de estos principios, la religin de los primeros egipcios evolucion a travs de diversas fases, desde el ms sencillopolitesmo hasta el monotesmo pantesta. En un comienzo, cada ciudad o distrito tena divinidades locales, dolos tutelares de lalocalidad o personificacin de poderes naturales. As, la unidad del pas bajo el antiguo reino se expres, no slo en laconsolidacin poltica y territorial, sino tambin en la fusin de las diferentes deidades. Finalmente, todas ellas se fundieron enuna sola, el gran dios del sol, llamado Ra. En tiempos posteriores, con el establecimiento de la dinasta de Tebas, este dios fuedesignado con el nombre de Amn-Ra, derivado del primer dios tebano. En tanto que el rey absorba todos los poderes de losantiguos prncipes feudales, Amon-Ra recobraba el rango de dios, agrupando en torno suyo a todos los dioses locales en unsistema renovado de la teologa heliopolitana. Pero si Ra haba sido el centro de este sistema, los sacerdotes menfitas habanelaborado su teologa en torno del dios Pta; a fin de amalgamar el culto, fraccionado en el curso del perodo feudal en una solaentidad, la teologa tebana asimil a Amn y, al mismo tiempo, a Pta y a Ra. Formaron estos dioses en lo sucesivo una trinidad:Pta-Amn-Ra o sea el cuerpo, el espritu y la conciencia del mundo, tres dioses en un solo dios.Simultneamente, aquellos dioses que representaban las fuerzas de la naturaleza se encarnaron en el dios Osiris, tambin diosdel Nilo. A travs de la historia de Egipto, estos dos poderes, smbolos del universo, rivalizaron entre s por la supremaca. Noobstante, tambin fueron reconocidas otras deidades, pero ocuparon un lugar subordinado.En el perodo del antiguo reino, la fe en el sol, patentizada en Ra, fue creencia predominante. Era centro de la religin oficial, ysus funciones principales consistieron en dotar de inmortalidad al Estado y, por aadidura, al pueblo. El faran era elrepresentante vivo de esta religin sobre la tierra; a travs de su gobierno se ejerca el gobierno de dios. Esta creencia indujo asuponer que la momificacin del cadver del faran y su enterramiento en monumentos funerarios de eterna duracin,garantizaran la eterna existencia del Estado. Pero Ra no era nicamente una deidad guardiana; era tambin el dios de lalegalidad, la justicia y la verdad, por tanto, sostn del orden moral. No ofreca a los hombres bendiciones espirituales nirecompensas materiales, ni se relacionaba con ningn aspecto del bienestar humano individual. La creencia solar no se concibipara el particular bienestar de las masas sino en tanto coincidiera ste con el Estado.El culto a Osiris tuvo su origen en la naturaleza. Este dios personificaba el crecimiento de la vegetacin y los poderes vitales delNilo. Acerca de Osiris la leyenda ensea de que en un pasado lejano hab reinado sobre la tierra como un gobernante benvoloque dictaba leyes y enseaba a su pueblo la agricultura. Sin embargo, fue muerto traicioneramente por su hermano Set, quiencort su cuerpo en pedazos y los distribuy por el reino. Entonces, la esposa de Osiris, llamada Isis, que era a su vez suhermana, busc las partes dispersas, las junt y restaur milagrosamente el cuerpo, infundindole nueva vida. El dios muerto yresucitado volvi a posesionarse de su reino y continu con su benfico gobierno por algn tiempo. Finalmente descendi almundo de los muertos para actuar como juez. Horus, su hijo pstumo, lleg a la edad viril y dio muerte a Set, vengando a supadre. Originalmente esta leyenda correspondi a un mito natural, donde la muerte y la resurreccin del dios simbolizaba labajante del Nilo en otoo y su creciente en primavera. Pero, con el correr del tiempo, la leyenda adquiri un significado msprofundo. As, la muerte y resurreccin de Osiris lleg a ser contemplado como una promesa de inmortalidad personal. Talcomo el dios haba triunfado sobre la muerte, as podra tambin el individuo, observando fielmente su credo, merecer la vidaeterna. De hecho, la victoria de Horus sobre Set anunciaba la superioridad del bien sobre el mal. Luego, el faran se convertiraen el hijo de Osiris, es decir, en el Horus viviente, hijo de dios.El culto de Osiris se convirti en la forma ms popular de religin egipcia. No obstante, Osiris, siendo el dios de la muerte, noconfera premios a los hombres en vida, proyectndose as la idea de un ms all. De esta forma, la concepcin egipcia acercade la vida ultraterrena lleg a su pleno florecimiento al finalizar el reino intermedio. Al comienzo se consider que los muertoscontinuaban su existencia en la tumba. Para asegurar su inmortalidad deba proveerse a sus cuerpos con artculos esencialespara la vida y con alimentos. Cuando la religin evolucion, se adopt la idea de vida ulterior, practicndose ritos demomificacin. Se supuso que los muertos comparecan ante Osiris para ser juzgados de acuerdo con sus actos terrenales. Eljuicio consista en que el difunto deba primero declarar su inocencia para despus declarar sus virtudes. Luego, el corazn delmuerto, smbolo de la conciencia, era pesado en una balaza y contrapesado por una pluma, smbolo de la verdad, a fin dedeterminar la exactitud de su testimonio. Los muertos que aprobaban entraban en un reino celeste de delicia y recreacin. Losque no aprobasen a causa de su vida licenciosa, eran condenados al hambre y la sed perpetuas en un lugar oscuro, privadaspor siempre de la luz de Ra.

  • La religin egipcia logr su mayor perfeccin hacia el final del reino intermedio y principios del Imperio. Durante este tiempo, lacreencia en el dios del sol, Amon Ra, y el culto a Osiris, se haban combinado en forma tal, que aseguraban la influencia deambos en forma inteligente. La influencia de Ra era equivalente y paralela a la de Osiris como dador de inmortalidad personal yjuez de los difuntos. Sin embargo, con el establecimiento del Imperio, esta forma religiosa experiment graves alteraciones. Sucontenido tico fue degradado y la magia y la supersticin ganaron ascendiente. Se produjo pues un marcado incremento delpoder sacerdotal, el cual cont con el temor de las masas. Codiciosos de bienes materiales, los sacerdotes iniciaron la prcticade vender atributos mgicos, de los cuales se supona que posean el secreto de impedir que se descubriera el verdaderocarcter del corazn del difunto. Tambin vendan frmulas escritas, las cuales surtan el efecto de facilitar al muerto el pasajehacia los grados celestiales. Siendo una coleccin de escritos funerarios, el llamado Libro de los Muertos contena toda lamateria relacionada con las frmulas mgicas. De esta forma, los buenos hechos y la conciencia libre de reproches seconsideraban anticuados.Esta degradacin de las instituciones religiosas, convertido gradualmente en un sistema de magia y fraude, condujo finalmentea una reforma. El dirigente de este movimiento fue el faran Amenhotep IV, que comenz su reinado en el ao 1375 antes deCristo. Tras vanos intentos de reprimir los flagrantes abusos, decidi barrer con el sistema entero. Ech a los sacerdotes deltemplo, borr de los monumentos pblicos las inscripciones relativas a las deidades tradicionales e impuso al pueblo ladevocin de un nuevo dios llamado Atn, antigua denominacin del sol en el sentido fsico. Cambi su nombre de Amenhoteppor el de Ikhnatn (Akenathn), que significaba Atn est satisfecho.Ms all de los cambios externos, la reforma del faran implic predicar una religin de universal monotesmo. Se declar queAtn era el nico dios existente, no solamente en el Egipto, sino en el universo entero. Restaur la categora tica de la religinnacional, al subrayar que Atn rega el orden moral del mundo y que premiaba a los individuos por su integridad y purezamorales. El nuevo dios era eterno, creador y sustentador de todo cuanto es beneficioso para el hombre y, como padre celestial,cuidaba con indulgente celo de todas sus criaturas. Concepciones como stas, de unidad, justicia y benevolencia divinas, no sevolvieron a presentar hasta el tiempo de los profetas hebreos, unos 600 as ms adelante.No obstante, la revolucin propiciada por Ikhnatn no tuvo efectos duraderos. Los gobernantes que le sucedieron en elgobierno del Imperio no se inspiraron en el mismo devoto idealismo. Fue pues Tutankamn, hijo poltico de Ikhnatn, quienpermiti que sacerdotes mercenarios ganaran nuevamente sus antiguas posiciones. Resurgieron las supersticiones y, para lasmasas, el ncleo tico de la religin se perdi para siempre. Sin embargo, entre las clases educadas, el influjo de las enseanzasdel reformador perdur por algn tiempo. Los atributos de Atn fueron transferidos por esta selecta minora a Amn-Ra,tradicional dios del sol que fue aclamado como el nico dios, personificacin de la justicia, la virtud y la verdad. Erareverenciado como ser eminentemente compasivo y afectuoso que escuchaba las oraciones, ayudaba al pobre y salvaba a losfatigados. Es ms, a esta religin de monotesmo tico se adicion un elemento de salvacin personal por medio delarrepentimiento.Sin embargo, la adhesin a estas ideas por parte de una minora no bast para preservar a la religin egipcia de su ruina. Lapopularidad y generalizacin de las prcticas mgicas y supersticiosas, ms la degradacin del sacerdocio, constituy unsistema formalista fuente de ignorancia y fetichismo, incluida la adoracin de animales y la nigromancia. Asimismo, elmercantilismo de los sacerdotes se mostr desenfrenado y la principal tarea de la religin organizada consisti en la venta deconjuros y encantamientos destinados a acallar la conciencia y embaucar a los dioses para que stos otorgaran al individuo laeterna salvacin. La corrupcin del sistema religioso implic el relajamiento de toda la cultura. La filosofa, el arte y el gobiernoestaban tan estrechamente ligados a la religin, que todos ellos se desmoronaron al unsono.De esta forma., los antiguos egipcios desarrollaron una concepcin del universo de un modo completo, analtico y racional. Elhombre fue comprendido como modelo a escala del universo; lo mismo es arriba que abajo. Se afirm que todo existe en unagran realidad, donde todo es uno y uno es todo. El progreso es concebido como proceso de comprensin del universo,estableciendo un vnculo fundamental entre ciencia, filosofa y religin. Determinan la no contradiccin entre religin yciencia; la ciencia es conocimiento y camino de la religin . Al efecto, al establecer que los astros determinan los ciclos de lanaturaleza y el hombre comprendiendo la existencia de un mundo dual, de luz y oscuridad, desarrollaron el estudio para elperfeccionamiento del hombre en un sentido espiritual.Las construcciones del antiguo Egipto, que datan del ao 9 mil aos antes de Cristo y que requirieron un conocimiento elevado,una depurada tcnica y esfuerzo conciente, sealan el tiempo para dar comienzo a una nueva civilizacin dedicada alperfeccionamiento espiritual. Los templos era el smbolo del proceso del hombre en su camino de reencarnaciones sobre latierra, siguiendo el recorrido del sol en el cielo. Explicaban pues la vida como parte de un camino de reencarnaciones sucesivasque permiten ir adquiriendo informacin sobre el universo, evolucionando de la ignorancia a la sabidura.Buscando expresar conceptos sobre la realidad y comunicar acciones, los egipcios desarrollaron sus ideas a travs de tres tiposde smbolos o de escritura hieroglfica, hiertica y demtica. Podan escribir indiscriminadamente en columnas o lneashorizontales para ser ledas en cualquier sentido. Las cabezas de las figuras simblicas miraban hacia donde comenzaba lafrase; as marcaban la direccin en que deban ser ledas. Al parecer constituyeron el primer alfabeto utilizado por el hombre, delcual derivara el alfabeto fenicio y, de ste, el alfabeto griego. Al convertir las ideas en historias, se facilita su entendimiento.Los sabios saban que suministrar informacin, sin que fuese comprendida, era un ejercicio intil.An ms, en el Egipto antiguo ya se concibe la idea de Neters o fuerza que es causa primera, entendindose que lamultiplicidad de dioses corresponden a las representaciones de los atributos o caractersticas de un solo ser. De hecho, losegipcios rendan culto al uno-nico-uno bajo el nombre de Nout. Fue precisamente de l de donde Anaxgoras sac suconcepto de Nous o la mente o espritu potente por s mismo , el motor principal o primum mobile de todo. Para l, elNous sera Dios, y el logos el hombre, su emanacin. Asimismo, significativo es que la aludida voz Amn, que significa

  • dios oculto o invisible, se convierte en el origen del final de las oraciones judas, cristianas y musulmanes: Amn. Adems, elculto a Atn, implica un culto monotesta de adoracin al sol que se encarna en el disco solar, el Atn (disco solarresplandeciente), que despus correspondi al disco solar usado por los reyes de Jud como sello real, se convirti en smbolofundamental del zoroastrismo y se proyect en las aureolas que coronan a los santos catlicos.A su vez, el concepto del dios y padre celestial de Ikhenatn, Atn, origin el nombre de Imram. Despus, el Moiss judo serllamado el hijo de Amram, su equivalente hebreo. An ms, el nombre de la deidad egipcia Atn fue transcrito al hebreo, seacomo Adn o el Seor, o bien como Adonai o mi Seor. Expresiones stas que se utilizaron junto con Yahv (Yhwh),que en tiempos ms antiguos era escrito pero nunca pronunciado. La imagenera egipcia mostrar a la diosa Isis amantando asu hijo Horus, concebido de manera milagrosa y dios real con el que se identifican los reyes. En esta misma lnea, en el templode Mut, en Karnak, construido por Amenofis III, restaurado por Ramses III y completado con nuevos relieves en la pocaptolemaica, presenta en la capilla de Amenofis, dedicada a Amn Ra, escenas del nacimiento de un nio real referidas a sucircuncisin y bautismo.En el campo del carcter mtico del nacimiento real, el relato de las bendiciones del dios Pta destinadas a Ramss II y Ramss II,constatados en papiro ledo al rey Keops, se inscribe un poema que describe la concepcin divina de la reina Hatshepsut:Entonces Thot se volvi... Esta mujer de la que t decas / que resplandezca entre los nobles / Es Amosis (nacida de la luna)...Entonces vino este rey magnfico / Amn, seor del trono de los dos pases, / Despus de haber tomado la apariencia de suesposo, / La encontr adormecida... Ella pudo verle / En su estatua divina, / Despus que se hubo acercado... / Su amor penetren su cuerpo / El palacio estaba inundado / Del perfume del dios... / Yo soy tu padre / Yo te he engendrado para que tu cuerporevista una naturaleza divina / Pues he cambiado mi apariencia por la del seor de Menes... / El pas ser saturado por tuespritu....Del mismo modo, el mito egipcio de Satmi narra la existencia de Mahituaskhit, mujer de Satmi cuyo nombre significa llena delarguezas o gracia, que no haba tenido ningn hijo varn, lo que les entristeca sobremanera. Un da ella se dirige al templopara rogar a Ptah y someterse al rito de la incubacin. De vuelta a casa, cuenta a Satmi que tuvo un sueo, el cual procede anarrar.La historia del sueo indica: 1) Satmi se acost una noche y so que se le hablaba dicindole: Mahituaskhit tu mujer haconcebido de ti (Referencia: Mateo 2, 20 25: 20 A Jos, en sueos se aparece el ngel del Seor, que le dijo: Toma en tu casa aMara, tu esposa; lo que se engendr en ella es el Espritu Santo). 2) Al nio que dar a luz (Ref.: Mateo 2, 20 25: 21 Dar a luzun hijo). 3) Se le llamar Senosiris; Se + Osiris, que significa Hijo del dios Osiris (Ref.: Mateo 2, 20 25: 21 Le pondrs pornombre Jess). 4) Y sern numerosos los (prodigios) (Ref.: Mateo 2, 20 25: 21 Porque l salvar a su pueblo). 5) Cuando Satmise despert de su sueo (Ref.: Mateo 2, 20 25: 24 Despierto Jos de su sueo). 6) Despus de haber visto estas cosas, sucorazn se alegr mucho. Cumplido los meses de gestacin, cuando el tiempo de dar a luz lleg (Ref.: Lucas 1, 46 47Magnficat, exulta de jbilo mi espritu; Lucas 1, 57: Lleg el tiempo de dar a luz). 7) Mahituaskhit dio a luz a un hijo varn (Ref.:Mateo 2, 20 25: 25 (Mara) dio a luz un hijo). 8) Se le comunic a Satmi y l le llam Senosiris, segn se le haba dicho en elsueo (Ref.: Mateo 2, 20 25: 25 Y l (Jos) le llam Jess).El mito egipcio en referencia agrega la nocin de filiacin divina al sealar: 1) Amn anuncia su intencin de dar un heredero altrono (Referencia: Mateo: de Dios parte la iniciativa de enviar al Mesas). 2) Amn enva su mensajero Thot a la reina (Ref.:Lucas 1, 26 28: El ngel Gabriel se aparece a mujer virgen llamada Mara). 3) Amn comunica su plan al rey (Ref.: Mateo 1, 20-23: Dios comunica su plan a Jos). 4) Amn se une a la reina e impone nombre al nio (Ref.: Mateo 1, 21: Le pondrs pornombre Jess; Lucas 1, 31: Le pondrs por nombre Jess). 5) Khnum forma al nio (Ref.: Mateo 1, 20: El nio es del EsprituSanto; Lucas 1, 35: El Espritu Santo vendr sobre ti y por eso el hijo ser santo). 6) Thot reaparece, saluda a la reina y anunciael prximo nacimiento divino (Ref.: Mateo 1, 23: El anuncio a Jos; Lucas 1, 26 28: La anunciacin a Mara).El mito egipcio adems indica un parto: 1) Isis y Nefertitis, diosas del parto, ayudan a la reina. 2) Los dioses y los espritusmanifiestan su alegra (Ref.: Lucas 2, 13 14: Se junt con el ngel una multitud del ejrcito celestial diciendo gloria a Dios). 3) Dos dioses alejan a los malos espritus (Ref.: Lucas 2, 13: El ejrcito celestial). 4) Este nio primognito est destinado a subir altrono de Horus el eterno (Ref.: Lucas 2, 7: Dio a luz a su hijo primognito; Lucas 1, 32 33: Le dar el Seor Dios el trono deDavid, su padre, y reinar en la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendr fin). 5) Un mago profetiza el nacimiento de tresreyes engendrados por Ra (Ref.: Mateo 2, 1 2: Los magos anuncian el nacimiento del rey de los judos). 6) El rey se entristece(Ref.: Mateo 2, 3: El rey Herodes se inquieta). 7) El rey pide precisiones sobre el da del nacimiento (Ref.: Mateo 2, 7: Herodespide precisiones sobre el tiempo de la aparicin de la estrella). 8) El rey quiere ver a los nios y el mago debe facilitarle eldesplazamiento (Ref.: Mateo 2, 8: Herodes quiere rendir homenaje al nio; los magos deben indicar el lugar donde se encuentra).9) La sirvienta de Reddjedet, madre de los tres nios, amenaza con explicar a Keops, el rey, la presencia de los tres futuros reyes.10) A la sirvienta la devora un cocodrilo; el peligro es evitado (Ref.: Mateo 2, 12 13: Por los sueos de los magos, Dios evita elpeligro).El mito narrado consigna as el reconocimiento del nio: 1) Amn visita al nio, lo toma en sus brazos, le dirige unas palabras debienvenida (Ref.: Lucas 2, 28: Simen va a ver al nio en el templo, lo toma en brazos y le bendice). 2) El nio real esamamantado por los Hathores. 3) Entronizacin y bautismo mediante ablucin (Ref.: Mateo 3, 13 17: Bautismo y ablucin;Lucas 3, 21 22: Bautismo y ablucin). 4) Proclamacin oficial del nuevo rey por enumeracin de sus nombres oficiales (Ref.:Lucas 3, 23 28 genealoga de Jess). 5) Proclamacin por primera vez del nombre solar o filiacin divina (Ref.: Mateo 3, 17: Estees mi Hijo amado a quin he elegido; Lucas 3, 22: T eres mi Hijo amado a quin he elegido). 6) El faran manda adorar a losdioses de su padre (Ref.: Mateo 4, 1 11: Tentacin y 4, 10: Al Seor tu Dios adorars; Lucas 4, 1 13: Tentacin y 4, 8: AlSeor tu Dios adorars).Relacin singular existe asimismo entre el Himno a Atn y el bblico Salmo 104: T te elevas esplndido en el horizonte...

  • (Salmo 104: Te has vestido de gloria y de magnificencia) T brillas en el horizonte del Oriente (Salmo 104: El que se cubre deluz como de vestidura) T colmas la tierra con tus dones (Salmo 104: Del fruto de sus obras se sacia la tierra... la tierra estllena de tus beneficios) Los hombres despiertan y saltan sobre sus pies a causa de ti. (S almo 104: Sale el hombre a su labory a su labranza hasta la tarde) Las ovejas brincan (S almo 104: Los montes altos para las cabras montesas) Tus rayospenetran hasta el fondo del mar (Salmo 104: Que estableces tus aposentos entre las aguas) T has creado el Nilo en elMundo Inferior y lo llevas sobre la tierra, donde T quieres, para alimentar a los habitantes de Tarneri (Salmo 104: Tu eres elque enva las fuentes por los arroyos... Dan de beber a todas las bestias del campo; mitigan su sed los asnos monteses) Thas colocado al Nilo en el cielo, para que caiga para ellos (Salmo 104: l riega los montes desde sus aposentos) Cunnumerosas son Tus obras y misteriosas a nuestros ojos (Salmo 104: Cun innumerables son tus obras, oh, Yaveh, hiciste todasellas con sabidura) Eres bello, grande, deslumbrante (Salmo 104: Yahv, Dios mo, t eres muy grande) T satisfaces susnecesidades,cada uno tiene su alimento (Salmo 104: Todos esperan de tique les des a su tiempo el alimento).El mito y el ritual egipcio no se reservaron slo para uso de los egipcios; ejercieron fascinacin sobre los griegos primero, ysobre los romanos despus. Herdoto consigna claramente: Los nombres de casi todos los dioses han venido a Greciaprocedentes tambin de Egipto. Que efectivamente proceden de los brbaros, constato que as es, merced a misaveriguaciones; y, en ese sentido, creo que han llegado, sobre todo, de Egipto.Con todo, Hermes Trimegisto advierte: Ignoras, oh Aslepios, que Egipto es la imagen del cielo, o mejor dicho, que es laproyeccin de aqu debajo de todo el orden de las cosas celestes? A decir verdad, nuestra tierra es el centro del mundo. Sinembargo, como los sabios deben prevenir todo, hay una cosa que debis saber: vendr un tiempo en el que parecer que losegipcios han observado en vano el culto a los dioses con tanta piedad... La divinidad se retirar de la tierra y subir al cielo,abandonando Egipto, su antigua morada, y dejndolo hurfano de religin, privado de la presencia de los dioses. El pas y latierra, se llenarn de extranjeros y no solamente se descuidarn las cosas santas, sino lo que es an ms duro, la religin, lapiedad y el culto a los dioses sern prescriptos y castigado por las leyes. Entonces esta tierra, santificada con tantas capillas ytemplos, quedar cubierta de tumbas y muertos. Oh Egipto, Egipto! No quedarn de sus religiones ms que vagos relatos enlos que la posteridad ya no creer, y palabras grabadas en piedra que cuenten tu piedad. G.1.2. Cultura y civilizacin mesopotmicaCronolgicamente, la segunda de las grandes civilizaciones del mundo fue la que naci en el valle delimitado por los ros Tigrisy Eufrates, alrededor de las centurias comprendidas entre 3500 y 3000 aos antes de Cristo. La civilizacin mesopotmica fuemuy diferente a la de Egipto. La cultura egipcia fue predominantemente tica y la mesopotmica fue legalista. Exceptundose elreino intermedio, la interpretacin de la vida por parte del egipcio se redujo a una contemplativa resignacin, relativamente librede supersticiones; en oposicin, la mesopotmica fue sombra, pesimista y esclavizada por mrbidos temores. El egipcio crea enla inmortalidad y se preparaba para una vida venidera; el mesopotmico viva el momento presente y contemplaba conindiferencia la vida ultraterrena. Si el sentimiento mstico y moral constituy en Egipto el fundamento de las concepcionesreligiosas, los sumerios primero, y los babilonios despus, concibieron el universo como surgido de la evolucin de la materia.Si Egipto conceba el mundo como realizacin de la conciencia divina, haciendo de las ideas puras las primeras realidades, lossumerios lo consideraban como producto de una evolucin inherente a la materia, informada por el principio vital. La divinidadno es sino la fuerza que informa esta evolucin, y los dioses, lo mismo que los hombres, obedecen a las leyes del universo. Elidealismo egipcio asignaba como fin supremo de la existencia, la bsqueda de Dios y el retorno del alma a la divinidad de dondehaba emanado, lo cual le condujo a hacer de la moral, considerada como revelacin divina, el principio regulador de la vida,tanto social como individual. El materialismo sumerio concibi la muerte como acabamiento de la conciencia humana, comoreintegracin al caos material, colocando el objetivo de la existencia terrena en las satisfacciones sensibles, se mantuvo fuera delas preocupaciones ticas y enteramente orientado hacia fines prcticos y hacia beneficios materiales, para cuyo alcance debacimentar las bases de los principios del derecho comercial que Occidente heredara siglos despus.Los iniciadores del desenvolvimiento de la civilizacin mesopotmica fueron los sumerios, de raza turania, quienes se asentaronen la parte baja del valle Tigres Eufrates entre 3500 y 3000 aos antes de Cristo, provenientes del Asia Central y disponiendode una cultura con rasgos de las culturas indias arcaicas. Alrededor del ao 2500 antes de la era cristiana, los sumerios fueronconquistados por Sargn, gobernante de un ncleo semita establecido en el valle de Akkad. Esto sera el preludio de lafundacin del primer gran imperio semita del Asia Occidental. La muerte de Sargn inici una serie de motines que debilitaron alEstado, preparando el advenimiento de los guti, pueblo brbaro del norte. Por ltimo, hacia el ao 2300 y bajo la direccin de laciudad de Ur, los sumerios se rebelaron contra los guti y gobernaron Sumer y Akkad. El ms famoso rey del nuevo estado fueDungi, rey de las cuatro regiones de la tierra.Sin embargo, el nuevo imperio sumerio no sobrevivi la muerte del rey Dungi. Fue anexado por los elamitas y conquistado haciael ao 2000 antes de Cristo por los amoritas provenientes del desierto de Arabia. Estos erigieron la ciudad de Babilonia comocapital de su imperio, siendo conocidos en adelante como antiguos babilonios para distinguirlos de los nuevos babilonios ocaldeos que mucho despus ocuparon el valle. La ascensin de los antiguos babilonios inaugur la segunda fase de lascivilizaciones del Tigris Eufrates. Los babilonios establecieron un gobierno autocrtico y, durante el reinado del reyHammurabi, extendieron su dominacin hacia el norte de Asiria, poca tras la cual el imperio declin paulatinamente, siendo alfin sojuzgado por los cassitas hacia el ao 1700 antes de Cristo.Con la cada de la antigua babilonia, el imperio entr en un perodo de involucin por espacio de seiscientos aos. Aunqueintrodujeron los caballos, los brbaros cassitas no manifestaron el menor inters por las realizaciones culturales de sus vasallos.

  • La antigua cultura se hubiera extinguido de no haber sido por otro pueblo semtico, los asirios, que unos tres mil aos antes deCristo, funda un reducido reino en la meseta de Azur, en el valle del Tigris. La ascensin de este pueblo marca la tercera fase dela evolucin cultural mesopotmica. Alrededor del ao 1300, los asirios comienzan a extenderse (Sargn II, Senaquerib yAsurbanipal) y llegan a apoderarse de los dominios cassita en Babilonia, y luego Siria, Fenicia, el reino de Israel y Egipto,resistiendo slo el reino de Judea a causa de una peste que diezm al ejrcito asirio.Al decaer los asirios, se rebelan e imponen los kaldi o caldeos, cayendo incluso el reino de Judea bajo la energa deNabucodonosor, siendo conducida su gente como prisioneros a Babilonia. Pero el imperio caldeo no sobrevive a su ms grandeemperador. En medio de confrontaciones entre el monarca y los sacerdotes, surgen los medos, nacin tributaria de la fronteraoriental. As, en el ao 539 a. C. cay el imperio caldeo y fue conquistado por Ciro, el persa, sin una batalla y sin pelea, merceda la ayuda que prestaron los judos y a conspiracin de los sacerdotes de Babilonia, quienes entregaron la ciudad para vengarsedel rey caldeo.En tanto la ley sumeria se rega por el principio de ojo por ojo, diente por diente, miembro por miembro, stos no constituyenuna religin exaltada, no obstante ocupar sta un importante lugar en sus vidas. La religin sumeria era politesta yantropomrfica, donde cada dios poda hacer tanto el bien como el mal. El dualismo religioso que implicaba una separacin entredivinidades representativas del bien y del mal no apareci en la civilizacin mesopotmica sino hasta mucho despus. Creyeronen un cierto nmero de dioses y diosas, cada uno con personalidad diferenciada y dotados de atributos humanos. En el ordenmesopotmico se produce la divinizacin de los monarcas, pues stos se consideraban elegidos y protegidos de stos ygobernaban en su nombre, convirtindose en objeto de adoracin religiosa. El rey, que recibe su poder del dios creadorMarduk, es el representante de la autoridad y de la ley entre los hombres. La ley del monarca es, pues, expresin de la leyuniversal. Por tanto, la autoridad real es, a la vez, divina y bienhechora.En esta perspectiva, la religin sumeria era una creencia dirigida a este mundo, no ofreciendo esperanza para un mundo futuro.La vida ulterior era una mera existencia temporal en un triste y sombro lugar, que ms tarde sera denominado Sheol. Allvagaban las almas de los difuntos por algn tiempo, para luego desaparecer. La victoria de la muerte era pues completa.Conforme a esta creencia, los sumerios no prestaron mayor atencin a los cadveres de los muertos; no preparaban mausoleoscon anticipacin ni practicaron la momificacin. Los restos eran inhumados y depositados sin atad y con slo algunos efectospersonales. En este sentido, en el mundo sumerio, la espiritualidad y la tica no tenan relevancia. Los dioses no eran entidadesespirituales, sino creaciones calcadas sobre el molde humano, que alentaban las debilidades y pasiones de los mortales. Lareligin no procur bendiciones en forma de solaz, elevacin del alma o unidad con el todo. Las obligaciones impuestas alhombre eran simplemente rituales.La creencia mesopotmica afirma la existencia de una poca catica primitiva, que se imaginaron semejante a una masa lquidaamorfa, de la cual se aislaron dos elementos iniciales que se convirtieron a travs de sucesivas generaciones en entidades cadavez ms organizadas. Dichos elementos, representados como dos seres monstruosos, fueron el Apsu u ocano primordial yTiamat o mar tumultuoso, de cuyo mezclado oleaje surgieron Mummu y dos serpientes sagradas, Lakhmu y Lakhamu, las cualesoriginaron a su vez a Anshar o el horizonte celeste y a Kishar o el horizonte terrestre. De esta pareja nacieron los grandesdioses y las dems divinidades que culminan en Marduk. De acuerdo a la tradicin sumeria, los dioses no haban existidosiempre, sino que tuvieron un comienzo que desemboc en la inmortalidad.As, en la creencia religiosa mesopotmica existe una diosa previa, Nammu, que equivale al agua primordial que es la gran matrizdel ser, de la cual proceden los mismos dioses, si bien el dios supremo puede ordenar el destino jerrquico de los dems dioses.El panten mesopotmico est constituido por dos tradas que corresponden a la mitologizacin de las tres dimensiones msnotables de la naturaleza csmica y astral. La trada csmica estaba constituida por Anu (cielo), Enlil (atmsfera y tempestad) yEa (agua). A esta trada le sigue la trada astral, mitologizacin de los tres astros ms sobresalientes: Sin o Nanna que es la luna,Shamash o Utu que es el sol (dios de corte astral y naturalstico, titular de la verdad y la justicia, que imparta sin piedad contralos transgresores de la ley, pero era siempre misericordioso con los dbiles y desgraciados), e Inanna o Ishtar que es Venus. Adiferencia de Egipto, la tierra no es divinizada, puesto que es la plataforma que emerge del agua primordial, expresada por losdos hijos de Ea, que son Tiamat (aguas saladas ocenicas que amenazan con la vuelta al caos y la muerte) y Apsu (aguasdulces fecundantes).Los sumerios consideraban el universo como un terreno reservado a los dioses, quienes desde las alturas dirigan al cosmos ymantenan en equilibrio las fuerzas que en l desplegaban. Sin embargo, los sumerios los conceban y representaban bajoformas humanas; hasta los ms poderosos y sabios de estos dioses eran reducidos a escala humana en sus pensamientos yactos. Igual que los hombres, los dioses hacan sus proyectos y los realizaban. Los dioses coman y beban; se casaban ycriaban a sus familias; mantenan un numeroso servicio domstico y se hallaban sujetos a todas las pasiones y debilidadespropias de los humanos. Aunque en general preferan la verdad y la justicia, sus motivos no siempre quedan claros.En el contexto del florecimiento de Babilonia a comienzos del segundo milenio antes de Cristo y en medio de un proceso decentralizacin poltica, los sacerdotes de los templos babilnicos constituyeron la supremaca del protector de la ciudad,llamado Marduk, y estructuraron una doctrina que podra llamarse monotesta, en tanto aseguran la existencia del dios Marduky que todos los restantes no son sino meras apariciones : Ninurta es el Marduk de la fuerza; Nergal es el Marduk de las batallas;Enlil es el Marduk del poder, etc.. Entonces, Marduk, dios de Babilonia, domina a los dems y es proclamado superior por todoslos dioses; crea los cielos, la tierra y los astros. De su propia sustancia forma el hombre para que rinda culto a los dioses.Marduk es llamado sabio entre los dioses, novillo del sol o hijo bueno, quien recibiera sus cualidades mgicas deAsallukhi, primognito de Ea, titular del Apsu. En himnos es proclamado como: Imponente seor... supremo... eminente en loscielos... juez de los cielos... el dios de las gentes... que absuelve todo, dios de liberacin... T apresuras el paso del rey deluniverso, a quien no se resiste... Acoge la imploracin.

  • Estaba tambin Ishtar o seora y luminaria del cielo de magna fuerza, titular del planeta Venus y diosa del amor, fertilidad y laguerra. A Ishtar se invocaba en himnos para solicitar: Es a ti a quien suplico, cancela mi deuda, absuelve mi falta... acoge miimploracin, sultame mis ataduras, devulveme la libertad... Ordena y que a tu orden el dios irritado se reconcilieconmigo... Es mi seora quien es mi reina. Los relatos sumerios consignan que Ishtar, tambin diosa de la sabidura, tena unrbol de la vida cuidado por una serpiente. Segn esta creencia, es Ishtar quien ensea a Ninnah, diosa del nacimiento, acrear a los hombres con barro.Tammuz, esposo de Ishtar, considerado por el mito como hijo de Apsu que es simbolizado como un toro fertilizante, era undios de la vida, debiendo para ello deba pasar por la muerte , localizada en el nfero o tierra sin retorno. Constituyendo unculto mistrico, Ishtar, la esposa de Tammuz, descenda del cielo a buscarlo, para ascender despus junto a l, unindose, as,en un rito fecundante de amor que permita el ciclo anual de las estaciones naturales, pasando de la muerte a la vida. Ese mito,conocido desde la poca sumeria como Akitil, se celebraba siempre en el da de ao nuevo. Tammuz es pues el dios queexperimenta el sufrimiento, la muerte y la resurreccin. Es ms, se le humilla y golpea hasta sangrar y, estando encerrado enun pozo, se le revela una buena nueva de salvacin para la humanidad.Asimismo, conforme al antiguo culto popular agrario que veneraba a la gran madre, la diosa de la fecundidad (despus conocidaen Asia Menor como Ma, Rea o Cibeles), sta tena un consorte, el joven dios de la fecundidad llamado Attis. El mito enseaque Attis se haba mutilado a s mismo para escapar a la persecucin amorosa de la diosa madre y que haba muerto bajo unroble (rbol sagrado). El dios fue luego resucitado por la diosa que lo amaba, de modo que la muerte y resurreccin de Attis secelebraba en primavera. Tambin Dumuz, dios de la agricultura, muere y resucita en el proceso agrcola.Asimismo, el mundo inferior era regido por Ereshkigal o princesa de la gran tierra, divinidad que registraba y juzgaba a cuantosarribaban a su reino infernal, junto con su pareja Nergal o furioso seor de la gran ciudad, rector del ms all o tierra de abajo ytitular de la guerra, la destruccin y la muerte. Ambos gobernaban el reino de los muertos, en contraposicin a Ishtar y Tammuzcomo divinidades de la vida y la fertilidad. El mensajero de Nergal fue Namtaru, demonio de la peste.Luego los caldeos dieron origen a una religin astral. Los dioses fueron desposedos de sus limitados atributos humanos,asumiendo la categora de seres trascendentes y omnipotentes, identificados con los planetas mismos. Marduk lleg a serJpiter; Ishtar llega a ser Venus y as sucesivamente. Aunque no se apartaron totalmente de los hombres, perdieron sucondicin de seres que podan ser lisonjeados, amenazados y presionados por la magia. Regan pues el mundo mecnicamentey, si bien sus intenciones inmediatas podan discernirse, sus fines ltimos eran inescrutables. Esta concepcin condujo aldesarrollo de una actitud fatalista. Entonces, como las sendas divinas no era conocidas, todo cuanto el hombre poda hacer eraresignarse a su destino. Al hombre slo quedaba someterse a la voluntad de los dioses y fiar totalmente de ellos, en la vagaesperanza de resultados satisfactorios. Tal circunstancia incidi entonces en el despertar de una fuerte conciencia espiritual.Ante dioses lejanos, el hombre estaba hundido en la iniquidad y la vileza, siendo indigno de aproximarse a los dioses. As, laidea de pecado, ya presente en las religiones asiria y babilonia, alcanz alta intensidad. En los himnos de aquel tiempo, seconsigna que el hombre era un prisionero languideciendo en la oscuridad, sintindose profundamente abatido.Dado su concepto de destino, este orden cultural cont con numerosas tcnicas de prediccin, cuya finalidad primordialradicaba en penetrar la voluntad de los dioses o mantener distantes a los demonios, causa de todos los males. La adivinacinconsista en la lectura de determinados signos y la ejecucin de complejos ritos en lugares apropiados, por parte de unsacerdote especialista, gracias a los cuales se poda deducir una norma de conducta individual o colectiva. Recurrieron pues aorculos o revelaciones del porvenir que eran comunicados a los hombres por los propios dioses o los videntes. Se daimportancia as a la evocacin de los difuntos desde el ms all (nigromancia), sobre todo a la interpretacin de los sueos tantonaturales como provocados. En este mismo contexto, hechiceros quemaban y enterraban imgenes con fines malficos. Laprediccin sumeria, babilnica y asiria descans por excelencia en la astrologa.Afirmaban que el universo todo era uno y sus manifestaciones eran armnicas y conexas. Si se lograba comprender susmovimientos, se poda penetrar en el secreto de la propia vida. Siendo que los astros son dioses que se revelan en losmovimientos astrales, su estudio permita deducir las leyes a que obedecen sus giros a objeto de presagiar, gracias a lainterdependencia existente entre todos los seres, la suerte futura de los hombres y sus empresas. El movimiento de los astrosera la escritura de los dioses, de modo que el cielo era una gran carta sobre la cual estaba escrito el destino. Leer los astros eraaveriguar aquello que iba a ocurrir en la tierra. Por tanto, mediante el horscopo o lectura astrolgica del nacimiento, crean en lainfluencia y el determinismo que los astros tenan sobre las personas y, en consecuencia, se poda predecir la vida de un sujeto.Fue esta interdependencia de los seres la que llev a los babilonios a admitir que la existencia de cada hombre estabadeterminada por un espritu adjunto, y tal nocin, trasplantada despus al dominio de la mstica, hara nacer la idea del ngel dela guarda. En la Mesopotamia, el anlisis de los astros se haca tanto bajo la perspectiva religiosa (astrologa) como unacientfica (astronoma).En las primeras pocas de Babilonia existieron mitos cosmognicos fundamentales. En siete tablillas de arcilla se registraEnuma elish o poema de la creacin, mito cosmognico, texto religioso dogmtico y manual de astrologa que habla delcomienzo del mundo, de los dioses y su lucha por crear el mundo. Segn la versin sumeria, Nammu cre al hombre con laarcilla del Apsu (ocano primordial), contando con la colaboracin de la diosa Ninmakh y de Enki. El poema mtico expone elllamado de la diosa Nammu a Enki: Oh, hijo mo, levntate de tu lecho haz lo que es sensato, forma los servidores de losdioses, para que puedan producir sus dobles. Ante tal requerimiento, Enki responde: Oh, madre ma, la criatura cuyo nombrehas pronunciado existe: Fija en ella la imagen de los dioses, amasa el corazn con la arcilla que est en la superficie del abismoT, haz nacer los miembros decide el destino del recin nacido, Ninmah fijar en l la imagen de los dioses: Es el hombre.En otro texto mitolgico se menciona que es el dios Ea quien crea al primer hombre, llamado Adapa, a quien le haba sidodada la eternidad pero que por un error ste pierde la inmortalidad. Otra narracin cuenta que el hombre brot de la tierra,

  • igual que las plantas; otra seala argumenta que los seres humanos fueron creados a partir de la sangre de un dios mezcladacon arcilla; y otra habla de la mezcla de la sangre de dos dioses artesanales inmolados para tal acontecimiento. Asimismo, l aepopeya de la creacin relata el triunfo mgico del dios Marduk sobre los dioses envidiosos y perversos que le dieron vida, lacreacin del mundo del cuerpo de uno de sus rivales muertos y, finalmente, para que los dioses fueran alimentados, elnacimiento del hombre, amasado con barro y sangre de dragn.El poema mtico El Ganado y el Grano precisa que el dios del ganado, Lahar, y su hermana Ashnan, la diosa del grano, habansido creados en la sala de creacin de los dioses para que los anunnakis, hijos del gran dios An, pudiesen tener alimento. Seproclama entonces: Cuando en la montaa del cielo y de la tierra, An hubo hecho nacer los annunakis Porque Uttu no habanacido an, porque la corona de vegetacin no se haba erguido an Como la humanidad en el momento de su creacin, losanunnakis ignoraban an el pan