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JULES MICHELET. HISTOIRE DE FRANCE vol. IX (France) 1855. Sentido y alcance del Renacimiento La agradable palabra Renacimiento no recuerda a los admiradores de la belleza sino el advenimiento de un nuevo arte y el libre desarrollo de la fantasía. Para el erudito, es la renovación de los estudios de la Antigüedad; para los legistas, la luz que comenzó a relucir sobre el caos discordante de nuestras viejas costumbres. ¿Es eso todo? A través de las brumas de una teología combativa, el Orlando, los arabescos de Rafael, las ondinas de Jean Goujon, divierten a los caprichos del mundo. Tres espíritus muy diferentes, el artista, el sacerdote y el escéptico, se pondrían fácilmente de acuerdo en creer que tal es el resultado definitivo de ese gran siglo. El escepticismo de Montaigne es todo 10 que veía en él Pascal; y con semejante pensamiento escribió Bossuet sus Variaciones. De tal manera el colosal esfuerzo de una revolución tan compleja, tan vasta y tan laboriosa, no habría dado a luz más que la nada. Una inmensa voluntad habría quedado sin resultados. ¿Qué puede haber de más descorazonador para el pensamiento humano? Tales espíritus tan prejuiciosos han solamente olvidado dos cosas, pequeñas en realidad, que pertenecen a esta edad más que a todas las que la precedieron: el descubrimiento del mundo y el descubrimiento del hombre. El siglo XVI, en toda su amplia y legítima extensión, va de Colón a Copérnico, de Copérnico a Galileo, del descubrimiento de la tierra al del cielo. En este período el hombre se reencontré con sí mismo. En tanto que Vesalio y Servet le revelaron la vida; a través de Lutero y de Calvino, de Dumoulin y Cuyas, de Rabelais, Montaigne, Shakespeare, Cervantes, penetró en su misterio moral. Sondeé las bases profundas de su naturaleza. Comenzó a asentarse sobre la Justicia y la Razón. Los escépticos vinieron en ayuda de la fe y el más audaz de todos pudo escribir en el pórtico de su Templo de la Voluntad: ‘Entrad a fundar aquí la fe profunda”. Profunda es en efecto la base sobre la cual se apoya la nueva fe, cuando la antigüedad reencontrada se reconoce idéntica de corazón con la edad moderna, cuando el recién descubierto Oriente tiende la mano a nuestro Occidente, y cuando en el espacio y en el tiempo comienza la feliz reconciliación de los miembros de la familia humana. La era del Renacimiento

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JULES MICHELET. HISTOIRE DE FRANCE vol. IX (France) 1855.

Sentido y alcance del RenacimientoLa agradable palabra Renacimiento no recuerda a los admiradores de la belleza sino el advenimiento de un nuevo arte y el libre desarrollo de la fantasa. Para el erudito, es la renovacin de los estudios de la Antigedad; para los legistas, la luz que comenz a relucir sobre el caos discordante de nuestras viejas costumbres.

Es eso todo? A travs de las brumas de una teologa combativa, el Orlando, los arabescos de Rafael, las ondinas de Jean Goujon, divierten a los caprichos del mundo. Tres espritus muy diferentes, el artista, el sacerdote y el escptico, se pondran fcilmente de acuerdo en creer que tal es el resultado definitivo de ese gran siglo. El escepticismo de Montaigne es todo 10 que vea en l Pascal; y con semejante pensamiento escribi Bossuet sus Variaciones.

De tal manera el colosal esfuerzo de una revolucin tan compleja, tan vasta y tan laboriosa, no habra dado a luz ms que la nada. Una inmensa voluntad habra quedado sin resultados. Qu puede haber de ms descorazonador para el pensamiento humano?

Tales espritus tan prejuiciosos han solamente olvidado dos cosas, pequeas en realidad, que pertenecen a esta edad ms que a todas las que la precedieron: el descubrimiento del mundo y el descubrimiento del hombre.

El siglo XVI, en toda su amplia y legtima extensin, va de Coln a Coprnico, de Coprnico a Galileo, del descubrimiento de la tierra al del cielo.

En este perodo el hombre se reencontr con s mismo. En tanto que Vesalio y Servet le revelaron la vida; a travs de Lutero y de Calvino, de Dumoulin y Cuyas, de Rabelais, Montaigne, Shakespeare, Cervantes, penetr en su misterio moral. Sonde las bases profundas de su naturaleza. Comenz a asentarse sobre la Justicia y la Razn. Los escpticos vinieron en ayuda de la fe y el ms audaz de todos pudo escribir en el prtico de su Templo de la Voluntad: Entrad a fundar aqu la fe profunda.

Profunda es en efecto la base sobre la cual se apoya la nueva fe, cuando la antigedad reencontrada se reconoce idntica de corazn con la edad moderna, cuando el recin descubierto Oriente tiende la mano a nuestro Occidente, y cuando en el espacio y en el tiempo comienza la feliz reconciliacin de los miembros de la familia humana.

La era del Renacimiento

El estado extrao y monstruoso, prodigiosamente artificial, que fue el de la Edad Media, no posee otro argumento en su favor sino es el de su extrema duracin, su resistencia obstinada al retomo de la naturaleza.