Narrativa cubana: el cuento y el relato. La novela de los ... · PDF fileras narraciones indianistas y Anselmo Suárez y Romero ... La producción literaria de Celedonio González

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    Narrativa cubana: el cuento y el relato. La novela de los cubanosJos Abreu Felippe, Luis de la Paz y Uva de Aragn

    El cuento y el relato cubanoJos Abreu Felippe y Luis de la Paz

    Arte de contar y sus primeras manifestaciones

    El arte define el alma de un pas. Independientemente de la forma en que se expresen lasideas o los sentimientos, y se recoja el acontecer cotidiano con sus tribulaciones y sus me-jores instantes, este va configurando, como si se tratase de la mejor savia, un legado que setransforma, casi espontneamente, en historia vivida, en historia narrada pintada, can-tada, representada, en historia recreada por su gente.

    Poco a poco, con el esfuerzo mental y fsico de esa misma gente, de los criollos en este caso,se va forjando su literatura y va naciendo adems ese espacio tan frecuentado por los es-critores cubanos, La Habana, con sus problemas y necesidades, con sus esclavos y aquel no-table grupo de exiliados que recogan en papel sus quejas y sus dolores, como Jos Mart,Flix Varela, Juan Clemente Zenea, Cirilo Villaverde y Jos Mara Heredia. Ah quedan Petro-na y Rosala, de Flix Tanco; la Autobiografa de un esclavo, de Juan Francisco Manzano;Francisco: el ingenio o las delicias del campo, de Anselmo Surez y Romero; Sab, de GertrudisGmez de Avellaneda; El Ranchador, de Pedro Jos Morillas, y la ms conocida obra sobre laesclavitud, Cecilia Valds, de Cirilo Villaverde, las huellas ms slidas sobre el tema.

    Pero todo lugar habitable suele a veces ser un sitio terrible, y ese espanto, ese sentir se re-coge tambin en su literatura. En la colonia, Ramn de Palma (1812-1860) escribe las prime-ras narraciones indianistas y Anselmo Surez y Romero (1818-1878) la obra citada, que se hacatalogado como la primera novela negrista del continente (Fornet, 1967). Un exiliado a losEstados Unidos, Esteban Borrero (1849-1906), escribe Lectura de Pascuas (La Habana, 1899),considerado el primer libro de cuentos de la literatura cubana. Este ltimo, hijo de un hom-bre distinguido, Esteban Borrero Echeverra, aprendi las primeras letras en una escuelaque abri su propia madre, la misma donde aos ms tarde ejercera como profesor. Al es-tallar la guerra de 1868 se alza en armas con sus alumnos y en el monte llega a fundar dosescuelas. Cae prisionero y sufre prisin. En 1879 publica, en compaa de Enrique Jos Varo-na y otros amigos y poetas, Arpas amigas. A las tertulias de su hogar asistan, entre otros,Julin del Casal y los hermanos Uhrbach. En 1895 se ve forzado a emigrar a Cayo Hueso,donde dirige la escuela del Club San Carlos. En 1902, al proclamarse la Repblica, regresa a Cuba, donde ocupa importante cargos, funda revistas, publica varios libros y deja otrosinditos, entre ellos un tomo de poesa. Se suicida a los 57 aos en una habitacin de hotelen San Diego de los Baos. Haba nacido en Puerto Prncipe, Camagey.

    El quehacer literario de los exiliados de Cuba

    El quehacer literario durante la etapa colonial haba sido bastante limitado y una parte desus autores haba realizado su obra en el destierro. Y este es uno de los componentes mscuriosos en la literatura cubana, la sombra del exilio siempre rondando a sus creadores. Des-de sus fundadores, pues los primeros textos literarios, incluidos los escritos en la isla, los hi-cieron gentes desarraigadas, en este caso conquistadores. Luego, la guerra de los diez aos y

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    la de 1895 provocaron una avalancha de intelectuales al exilio. Alcanzada la independencia,an cuando el pas no era gobernado enteramente por cubanos, pues la Enmienda Platt es-tableca una desagradable huella en la estructura del naciente poder poltico, muchos de es-tos escritores exiliados regresaron a la isla, fomentndose una creciente creatividad artstica.

    Al pas regresan Miguel de Carrin y Carlos Loveira, dos de los ms conocidos escritores cu-banos de finales del siglo XIX, que se haban establecido en los Estados Unidos. Por el veci-no del norte pasaron figuras como Luis Rodrguez Embil y Juana Borrero hija de Este-ban, joven y bella, que dej su vida en Cayo Hueso. Otro notable creador, Ramn Meza,autor de Mi to el empleado, pas por Canad y los Estados Unidos, mientras que Jess Cas-tellanos vivi en Mxico, donde adems trabaj, como algunos de los anteriores, por la cau-sa de la libertad de Cuba.

    El vivir fuera de la patria por motivos polticos es lo que permite apuntar que la literatura cubana est marcada profundamente por el exilio de sus escritores, y aunque para algu-nos la expresin resulte una aseveracin innumerables veces escuchada, la realidad de esapoderosa palabra, exilio, se impone y ha acompaado durante toda su historia a los escri-tores cubanos.

    El exilio desde 1959

    A finales de los aos cincuenta ocurre en Cuba un proceso de transformacin poltica e ideolgica denominado Revolucin encabezado por Fidel Castro. El proceso revolucionariotena la peculiaridad de politizar y polarizar la sociedad cubana. Eran cambios radica-les, dictatoriales y ms que antidemocrticos, dirigidos en contra del individuo, en el senti-do de que obligaban al ciudadano a participar forzosamente del proceso revolucionario, yquien no se sometiera pagara las consecuencias, como prdida del trabajo, la posibilidadde realizar estudios superiores, etc. El estado contra el individuo. En el aspecto intelectualesa poltica despach al exilio a muchos escritores y artistas, y el futuro de la intelectuali-dad cubana qued marcado con una frase lapidaria pronunciada por el dictador Castro el30 de junio de 1961 en la Biblioteca Nacional, dentro de un discurso que ha pasado a ser co-nocido como Palabras a los intelectuales: Dentro de la Revolucin, todo; contra la Revolu-cin nada. La suerte del quehacer literario quedaba de esa manera sellada.

    Contrariamente a las etapas sociales anteriores, donde los preceptos constitucionales nose respetaban del todo, pero s se permita y toleraba la oposicin poltica, con peridicosindependientes, imprentas privadas y libre circulacin de las personas, el nuevo rgimenreprimi de inmediato a la clase intelectual, interviniendo los peridicos, nacionalizandolas imprentas y cerrando las fronteras. De repente el mundo civilizado y capitalista era elenemigo de la sociedad cubana, y la rbita comunista, de economa centralizada y rgidoscontroles sobre el ciudadano, el aliado incondicional. Toda esta involucin social envi alexilio a miles de cubanos de todos los estratos sociales. Se estima que en casi cinco dca-das ms de un milln y medio de cubanos han abandonado el pas como exiliados.

    Los libros que se publicaban en la isla tenan que ser, con alguna que otra excepcin, canta-tas al rgimen, redactadas en el ms riguroso y latoso estilo del realismo socialista, siendotal vez La ltima mujer y el prximo combate, de Manuel Cofio Lpez, el ms triste ejem-plo de esa etapa. Quienes no funcionaran en esos cnones eran enemigos de la Revolucin.

    Los escritores que haban nacido en los aos treinta y principios de los cuarenta, y que ha-ban publicado sus obras antes de la llegada del castrismo al poder, tenan la memoria deun pasado, una cultura universal y amplia, mientras que los nuevos escritores, los que na-cieron en los cincuenta, se convertan en fruto de la nueva realidad denominada el hombrenuevo. Esas personas se hicieron adultos y escritores en una realidad delirante, en una

  • X LA PRODUCCIN LITERARIA EN ESPAOL

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    suerte de realidad virtual. Lo ms turbador sufrido por esas generaciones fue la falta de in-formacin, el cierre prcticamente de las fronteras cubanas, la maldicin insular y la repre-sin creciente del rgimen.

    Narradores cubanos en los Estados Unidos. Despus de 1959

    El nuevo exilio, el que huye del castrismo, lo encabezan figuras como Lydia Cabrera (La Ha-bana, 1900-Miami, 1991)1, que se haba dado a conocer con sus Cuentos negros de Cuba (LaHabana, 1940) aparecido primero en francs en 1936, bajo el sello Gallimard y queabandona Cuba muy al principio del nuevo rgimen. En el destierro, comienza a publicar suextensa obra, siendo Ayap: cuentos de jicotea (1971) su primer libro de relatos publicado enMiami. La cuantiosa obra de esta autora se prolonga hasta su muerte. Otros libros suyosincluidos en esta categora son: Por qu?: cuentos de negros de Cuba (La Habana, 1948), Iti-nerario del insomnio, Trinidad de Cuba (Miami, 1977) y Cuentos para adultos, nios y retrasa-dos mentales (Miami, 1983). Es imprescindible destacar que la obra de Cabrera se nutretambin de numerosos diccionarios y estudios de temas afrocubanos y no puede dejar demencionarse su obra monumental, El monte. La escritora y antroploga Lydia Cabrera, au-tora de ms de veinte libros, es una de las figuras centrales de la cultura cubana que supocombinar como nadie el rigor de la investigacin con la belleza de su prosa. De ella, el escri-tor Reinaldo Arenas dijo:Tocada por una dimensin trascendente, Lydia Cabrera encarna elespritu renacentista en nuestras letras: la curiosidad incesante (Arenas, 1986).

    Si la figura literaria de Lydia Cabrera tuvo un peso determinante en el inicio del exilio, otroscreadores, como Lino Novs Calvo (Man, La Corua, 1905-Nueva York, 1983), uno de los tresgrandes cubanos nacidos en Espaa, junto a Carlos Montenegro y ngel Gaztelu, tambinsentaron pautas. Novs Calvo se estableci en Nueva York, ejerciendo el periodismo y el ma-gisterio. En la Babel de Hierro public Maneras de contar (Nueva York, 1970), un texto anto-lgico de su narrativa que inclua relatos aparecidos en otros libros suyos, as como textosnuevos. Novs Calvo es considerado un precursor del realismo mgico y del lenguaje colo-quial. Entre sus relatos particularmente conmovedores se encuentran La noche de RamnYenda, Long Island y Trnquenme ah a ese hombre. El escritor es tambin autor de una nicanovela, por dems excelente,