Niños y adolescentes dificiles FIORENZA

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  • Biblioteca para Padres y Educadores

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    Andrea Fiorenza

    NIOS Y ADOLESCENTES

    DIFCILESSoluciones a problemas de conducta

    y de crecimiento mediante la terapia breve.

    V

  • La familia, como sistema complejo de interacciones entre padres e hijos, es una organizacin dinmica en continua evolucin, y quienes se ocupan de estudiar la problemtica y la forma idnea de intervencin deberan, antes que nada, tener en cuenta esta caracterstica. Esto, por desgracia, no ocurre a menudo, de hecho, si se consulta la bibliografa sobre el tema, raramente se hallan trabajos como el de Andrea Fiorenia, quien comienza desde la observacin emprica de cmo" padres e hijos pueden "construir* problemas mediante sus interacciones, para despus poner a punto soluciones eficaces. Habitual- mente, por el contrario, sobre estos argumentos se encuentran testimonios llenos de consejos "moralistas e ideolgicos o bien indicaciones que se refieren a estudios sobre las condiciones de las relaciones familiares propias del pasado; o que se refieren a realidades de otros pases, donde la estructura familiar es muy distinta de la italiana.

    Por lo tanto, el gran mrito del autor es. justamente, el de haber realizado una obra decididamente actual, en cuanto propone modelos de intervencin construidos ad hoc para la solucin de los problemas ms recurrentes que se destacan en la relacin entre padres e hijos. *'

    Es para m un gran placer, adems, redactar el prlogo de un libro de Andrea Fiorenza, ya que l, adems de ser un terapeuta e investigador de excepcin, es uno de los alumnos del Centro de Terapia Estratgica de Arezzo. que ha sabido superar este papel para convertirse en un estudioso y un colaborador que propone avances e innovaciones reates al modelo teraputico aprendido. En efecto, en el transcurso de un decenio ha sabido aplicar con xito este modelo de intervencin, primero en los contextos educativos y despus en la relacin entre padres e hijos.

    Concluyo este breve prlogo para no privar al lector del placer de la lectura, con la afirmacin de que pienso que este libro es una contribucin importante tanto para el especialista como para el pblico en general, por su brillante estilo y su claridad ejemplar.

    Giorgio NardoneArezzo. Italia

  • .1 antroplogo Gregory Bateson describe que, en la naturaleza, una pareja de animalescomo los erizos, al alojarse en una cueva tienen que buscar una adaptacin reciproca paraevitar pincharse. El macho espera a que su pareja se instale para colocarse en consecuencia.La hembra se reinstala mejor con relacin a la posicin del compaero y asi sucesivamente.Al final, los dos llegan a poder estar juntos, calentarse uno ai otro, y dormir.

    *

    De manera anloga, el recorrido de un hombre y una mujer que deciden casarse y tener hijos, presenta diferentes fases de ajuste y no siempre exentas de problemas. La pareja deber -al menos al principio* madurar una adaptacin reciproca en un vasto contexto de pequeas costumbres en apariencia banales, pero vitales: irse a la cama y levantarse ms o menos a la misma hora, preparar juntos tas comidas, repartirse el cuarto de bao, salir e ir a lugares de inters comn. Pequeas cosas que forman una red invisible de demandas que regulan muchas situaciones de la pareja. Adems, a pareja deber afrontar el deber de la separacin de sus respectivas familias y negociar una nueva relacin con stas y con los otros familiares. Se impone romper con el pasado porque el inters primordial concierne al matrimonio, y esta situacin aebera ser aceptaos y mantenida por las respectivas familias. Para muchas parejas, este asunto se convierte en un verdadero tab. Tambin la organizacin del trabajo, el entretenimiento, las obligaciones y todo lo que guarda relacin en general con la vida de pareja deber ser regulado e* novo. Cada uno de los integrantes deber coincidir con amigos del otro y relacionarse con ellos, juntos debern escoger amigos comunes, y muchas veces esto significar perder el contacto con los viejos amigos.

    Son muchas las parejas que. en este proceso de asimilacin y adaptaciencentran en crisis y deciden separarse. El placer y la responsabilidad viajan por caminos muy diferentes, y el amor ms grande puede ser herido de muerte por los golpes cotidianos de los deberes.

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    Para aquellas parejas que, por el contrario, consiguen superar esta fase natural, tas cosas pueden complicarse con la llegada de un hijo: un acontecimiento que marca un cambio radical para la organizacin de la pareja. El cuidado del pequeo impone una diferenciacin en las respectivas funciones de tos cnyuges, para adaptarse a las necesidades del nio. Esto implica, de manera necesaria, ser capaz de volver a negociar tas reglas de la relacin. En general, en el pasado esto suceda de un modo natural. Hoy, debido a una serie veloz de cambios sociales y culturales, ser padres se ha convertido en un "oficio" mucho ms difcil, comprometedor y, a menudo, fuente de frustraciones. Y si en el pasado, la falta de informacin obligaba a los padres a tener que "despabilarse ellos solos, hoy parece haber cambiado todo programas de televisin sobre el tema, estantes

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  • de libreras llenos de libros para uso y consumo de los padres, sitios en internet; aunque no ha cambiado mucho en realidad, ya que e1 exceso de informacin da como resultado a menudo el reajuste del conocimiento. Los "nuevos" padres leen mucho sobre el tema, siguen diversos programas de televisin y navegan en internet, pero -de manera sustancial- continan teniendo que "despabilarse ellos sotos** con la educacin y los problemas de sus hijos. Esto es y ser siempre asi. aunque cada da un educador diferente explica a los padres noveles cmo comportarse con la prole: si deben ser autoritarios o permisivos, y en general qu tipo de padres deben ser

    El presente trabajo ha nacido con diferentes intenciones. Ante todo, evitar ofrecer recetas destinadas al uso y consumo de "pobres padres incapaces"; tambin, evitar discutir sobre los grandes sistemas tericos de la educacin: finalmente, y no la menos importante, evitar la moda siempre actual de la culpabilizacin de los padres atacados en primera pgina** incluso cuando son victimas de sus hijos (robados por hijos drogodependientes. golpeados, y hasta muertos por sus bienes).

    . >El texto, por el contrario, intenta ofrecer indicaciones para resolver los problemas

    habituales, observados mediante la investigacin emprica en la evolucin de la familia y el crecimiento de los hijos. El texto ha sido redactado en un estilo accesible tambin al lector no especialista. Sin embargo, esto no debe inducir a juzgar de forma simple los contenidos, ya que son el fruto de una teora compleja y de laboriosas formas de investigacin dedicadas a poner a punto eficaces y, al mismo tiempo, "sencillas" (en apariencia

    . sencillas) soluciones para problemas complicados. De hecho, las formulaciones y tas estrategias propuestas no se deben a personales elucubraciones nocturnas de quien escribe, sino que pertenecen a un modelo reconocido a nivel internacional, sobre el que se profundizar en el transcurso de la obra.

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  • CAPTULO 1ft

    De la idea de enfermedad a la de problema

    El mundo es una representacin ma: una verdad vlida para cada ser viviente y pensante.

    ARTHUR SCHOPENHAUER. El mundo como voluntad y representacin.

  • l A menudo la teoria es el problema

    Consideremos el caso siguiente:Un nio de once aos comienza a dormir hasta muy tarde y a llegar con retraso al

    colegio. La madre, cansada de tener que empujarlo para levantarse y convencida de que no debe ser ella quien ha de sacarlo de la cama para ir al colegio, lo exhorta a comportarse como una persona responsable. Esta demanda deriva de la idea de la madre segn la cual su hijo debera querer ir al colegi para construir su propio futuro. Para demostrar esto y su importancia, (a mujer presenta una serie de ejemplos que segn ella deberan persuadirlo: Tu padre y yo nos despertbamos con rapidez todas las maanas para ir at colegio, no tenamos todo el material necesario y cuando volvamos a casa debamos hacer trabajos y encargos que nos quitaban mucho tiempo de estudio".

    Segn la mujer, estas exhortaciones y explicaciones deberan lograr convencer al hijo El hijo se encuentra ante la necesidad de elegir aceptar las sugerencias de Id madre e r al colegio, o bien continuar negndose y permanecer en (a cama. Si decide ir al colegio, ser nicamente no porque l as lo quiere sino como respuesta a la peticin de la madre y. por lo tanto, su relacin con ella tendr que definirse como en posicin inferior, secundaria respecto a la de la madre, que asumira la primara, o superior. A menudo esto no se verifica: el nio contina an ms reacio y rebelde, definiendo el vinculo con la madre como una relacin simtrica (basada en ta igualdad y en el rechazo de la posicin superior del otro) En el segundo caso, ta madre podra continuar "estando ms encima11, una reaccin que no hara ms que aumentar la tensin entre los dos.

    Los profesores, tambin incapaces de motivar al nio y preocupados por sus faltas, telefonean a U familia para comunicar su contrariedad y preocupacin, y crean una presin todava mayor. Cuando la tensin alcanza niveles elevados, la mujer solicita la intervencin del marido, quien basndose en su propia idea del problema le dice a su mujer que deje en paz al nio porque de esta forma empeorar las cosas. Asegura que comprende al nio porque de pequeo fue agobiado por sus padres, que en lugar de motivarlo lo volvan ms reacio y rebelde. Correctas o equivocadas, las afirmaciones del mando sacan a la luz (a escisin latente en ta pareja: por una parte, una actitud directa y autoritaria, la de la madre; por otra, una laxa y permisiva, la del padre. Uno de los dos est menos irritado y es ms protector, el otro est ms enfadado y es ms sancionador. Los dos, segn sus respectivas posiciones, adoptarn soluciones y tentativas en sincrona con aquello que

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  • respectivamente piensan acerca del problema y del modo de resolverlo, pero por completo diferentes el uno del otro.

    Sin embargo, es importante notar que el enfrentamiento de los padres no pone en conflicto sus problemas personales, ya que ellos estn en desacuerdo slo por el problema del nio: en esto no hay nada, por lo menos an no. de patolgico. Es una transaccin familiar dentro de la cual se manifiestan dos posiciones enfrentadas, dos actitudes distintas, con dos modos diferentes de intentar resolver el problema

    En una espiral creciente, al intensificar sus posiciones, los padres pueden, sin embargo, acabar por gritar y entrar en una fase de rabia insatisfecha. El hijo, dndose vuelta, se vuelve a dormir consiguiendo asi su objetivo: no ir al colegio.

    Desde el punto de vista de cada uno de los padres, sus reacciones son lgicas y apropiadas. Segn cada uno, el mtodo propio es funcional y todos los comportamientos son intentos de frenar los excesos destructivos del otro. La madre, por ejemplo, piensa que si insiste, su hijo ir al colegio, pero piensa tambin que su marido -no diciendo nada y perseverando en su conducta- legitima ai hijo a continuar comportndose del mode en que lo est haciendo y a no asistir al colegio. El padre piensa que el hijo ira al colegio si su mujer dejara de agobiarlo y que la mu|er -no dndose cuenta y perseverando en su conducta- empuja al hijo a persistir en su actitud La lucha entre ellos y el juego relacional que se ha instaurado estn orientados a convencer al otro de (a ineficacia de su posicin y de las soluciones puestas en funcionamiento. De manera habitual, el problema se resuelve si los padres consiguen superar sus diferencias y formar un frente nico. Si ambos, utilizando posiciones cercanas y en forma continuada, sin que ninguno de los dos afloje, lograran decir al hijo: "Vete al colegio y basta de caprichos, o bien: Haz lo que quieras, es tu vida, elige t y asume la responsabilidad", (a situacin podra modificarse. Sin embargo, muchas veces esto no se verifica, porque las posiciones de tos dos padres son tan discordantes y rgidas que contribuyen a exacerbar una dificultad hasta convertirla en un problema complejo y permanente, que requiere la intervencin de un psiclogo o de un psiquiatra. Intervencin que agravar posteriormente la situacin, a ca.isa del diagnstico psicopatolgico (este aspecto se trata ms adelante en este libro, al hablar de los tests)

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    que se construye sobre el nio. "Una dificultad inicial se transforma en un problema, comom

    consecuencia de aquello que se intenta hacer para resolverla (Watzlawick y cois., 1974: Nardone, Watzlawick. 1990: Fiorenza, Nardone. 1995).

    El nio, gracias a los beneficios que le proporciona la situacin, y encontrndose entre

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  • dos frentes en desacuerdo, podr intensificar el propio comportamiento de rebelda aadiendo -algunas veces de modo totalmente inconsciente, otras de modo ms consciente y deseado* sntomas. Por ejemplo, comenzar a desarrollar ataques de nuseas y vmitos por la maana, que naturalmente le impedirn ir al colegio. Los padres cada vez ms preocupados podrn intensificar sus esfuerzos discutiendo todava sobre si debe ir al colegio o si debe quedarse en casa, Lo que ocurre amenudo en estos casos, es que el nio se queda en casa

    Imagnese por un momento tener que intervenir sobre el problema expuesto: podra tratarse de un profesor o de un pedagogo llamado por el colegio, o incluso de un psiclogo consultado por los padres. De cualquier manera, resulta evidente que hay un problema y que es necesario intervenir. Entonces, la primera cuestin que se plantea es; cul es la situacin? delante de qu tipo de problema estamos? Se podra empezar por intentar descubrir las causas, con el fin de atribuir la responsabilidad y la culpa. Razonar sobre por qu el nio no acepta ir al colegio y llegar a la conclusin de que quizs est "enfermo*, o bien sencillamente es malo". O an ms. con simpleza preguntarse cul de ios dos padres se equivoca. La madre o el padre? La madre es demasiado dura y severa, o bien el padre es permisivo y dbil? Para buscar (as culpas o el porqu un problema existe, se utiliza ta lgica causal tradicional' que intenta resolver un problema partiendo de la clarificacin de sus causas. Pero proceder de acuerdo con tal lgica resulta ser, (a mayora de las veces, una desviacin en el intento de construir soluciones en cuanto que. como ahora bien se sabe, y la moderna epistemologa constructivista ha evidenciado desde hace tiempo (Heisemberg, 1958: Rosenthal y Jacobson. 1968: Watzlawick. 1981; Von Foerster, 1987: Arcuri. 1994}. el modo en que cada uno define tos problemas est estrechamente conectado a su percepcin de la realidad, a su teora de* referencia, y a su modo de comunicar ta percepcin y la teora. En otras palabras, cada ser humano, filtrando la realidad que lo circunda a travs de una lente propia, subjetiva e interpretativa, ofrecer su versin de las cosas que ta mayora de las veces ser distinta y estar en claro contraste con ta versin de tos dems. De manera normal, este asunto de base no se toma en consideracin en el campo de la psicoterapia. A menudo el terapeuta se desva por la propia teora de referencia, teora que se convierte en la clave interpretativa de la realidad, hasta llevarlo a creer que la realidad que ! est observando es la sola y nica realidad "real.

    t. Pr* profundizar, vase Nafdone. Waniawick. 1990; Nardone, 1991.1993; Watilawick. 1976,1980. i?5B.

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  • clarificar mejor este pasaje se puede reflexionar sobre una antigua historia. Cuatro un S encontraban sentadas sobre un tronco que flotaba en la orilla de un ro. De pronto, el tronco fue llevado por la corriente que con lentitud, empez a arrastrarlo. Las ranas, sorprendidas por lo que estaba sucediendo, observaban interesadas el movimiento del tronco y al cabo de un rato la primera, tomando la palabra, dijo: "Este tronco se mueve como si estuviese vivo, como si tuviera algo dentro que lo empujara a moverse La segupda, mirando con contrariedad a la primera y dirigindose a tas otras, dijo: No, queridas amigas y compaeras de viaje, este tronco no se mueve, es el rio que lo transporta y que lo hace mover" La tercera rana aadi: No se mueven ni el tronco ni el rio. queridas, son nuestras mentes las que se mueven y nos hacen ver el movimiento !. Las tres ranas en este punto comenzaron a discutir sobre qu era lo que en verdad se estaba moviendo; sin embargo, no lograban ponerse de acuerdo. Se dirigieron por ello a la cuarta rana, que hasta aquel momento haba escuchado en silencio, y le pidieron su opinin. Y la cuarta rana dijo: Se mueven el tronco, el rio y el pensamiento de ustedes. Ninguna se ha equivocado, todas tienen razn'. Entonces las tres ranas se encolerizaron, porque ninguna quera admitir que la suya no fuese la verdad completa y que las otras no se hubieran equivocado Sucedi que las tres ranas, todas a la vez, tiraron al agua a la cuarta. Esta antigua historia muestra cmo de la misma realidad se pueden tener percepciones y opiniones muy diferentes. A menudo, uno cree que la propia realidad es la real" y que la realidad de los otros est equivocada. En relacin con el caso expuesto en la presentacin, es interesante observar que segn el modo de interpretar la realidad y, por lo tanto, el problema, se deriva una reaccin diferente de cada una de las personas que intervienen en el mismo problema. La madre tiene una interpretacin propia que se contrapone a la del padre; el padre sigue y reacciona a una interpretacin del problema distinta de la de la madre, pero la conclusin es muy preocupante: en la gran mayora de las familias se dan posiciones diferentes respecto a la intervencin de los padres sobre sus hijos. El aspecto ms relevante es el modo en que estas teoras son defendidas por las personas que las sostienen, a pesar de que la persistencia de (os problemas demuestra la ineficaciade las intervenciones y, en definitiva, de la teora que ha producido la solucin intentada.

    *Segunda cuestin: Qu hacer? Cmo intervenir? Las alternativas son muchas. Se podra

    tomar en consideracin la eventualidad de intervenir sobre el nio con cualquier "cura (frmacos o psicoterapia) si se considera que est "enfermo, o bien liquidar el caso como "sin esperanza y convencer a los padres de que se resignen a la idea de que tienen a un

  • malvado en casa". Tambin se podra aconsejar psicoterapia a los padres para sus conflictos no resueltos y atribuirles la causa del problema: o incluso, intentar persuadir * la pareja de que seria oportuno que el hijo se alejara de la familia (quizas envindolo con los abuelos), con el fin de detener desde el origen un conflicto generacional que podra llegar a ser incontrolable. Si se esta ms cerca del modo de pensar y actuar cons- tructivista y estratgico, se podra, por el contrario, trabajar sobre las tentativas y los esfuerzos realizados hasta el momento para intentar encontrar algo diferente y ms eficaz, antes de pasar a soluciones ms fuertes y drsticas. La mayora de los problemas que se constatan en (a infanci y en la adolescencia, segn el enfoque estratgico (Watzlawjck y cois.. 1974: Nardone. Watzlawick. 7990; Watzlawick, Nardone. 1997; Fiorenza. Nardone. 1995) son problemas creados y perpetuados por soluciones disfuncionales.

    Pero antes de pasar al anlisis del punto de vista constructivista-estratgico sobre la formacin y solucin de problemas, quizs sera oportuno detenerse brevemente sobre algunas teoras y modelos psicoteraputicos basados en la lgica de la culpa y de la bsqueda del porque un problema existe, antes que del cmo un problema se puede resolver.

    U Tnai que crean problemas

    Segn la teora orgnica, que proviene de una tradicin de la psiquiatra europea delsiglo XIX. en los nios que presentan anomalas en el comportamiento existira untrastorno, orgnico o gentico, que actuara de causa. El nfasis en la determinacingentica y tambin en la idea de que exista cualquier tipo de determinacin biolgica enlos comportamientos definidos como 'excntricos', ha tenido consecuencias significativasen el tratamiento de muchos problemas en la edad evolutiva. A menudo ha determinadola institucionalizacin de muchos nios y |venes difciles, y ha incrementado lautilizacin de medicamentos, ms especficamente de psicofrmacos, con todos susefectos colaterales bien conocidos (Haley. 1976; Nardone. 1999). Adems los efectos dela medicacin y de la teora del terapeuta que cree que el trastorno -que forma parte delindividuo- no puede ser curado del todo, contribuyen en la fase teraputica a impedir

    *

    cualquier tipo de cambio, por el simple hecho de que la persona en tratamiento se encuentra frente a un especialista que intenta curarla, pero que sostiene una teora segn la cual el individuo, trastornado genticamente, es incurable; una contradiccin que induce, de manera a menudo inconsciente, al terapeuta a enviar al paciente un mensaje de tipo

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  • paradjico: Te curo porque debo curarte y lo hago con frmacos, pero fundamentalmente creo que t no puedes cambiar". Con frecuencia tal afirmacin provoca en el paciente un comportamiento, en apariencia de inexplicable excentricidad y una notable dosis de resistencia a cada tentativa
  • o una hermanita, esta afirmacin fuerza a los familiares -y a cualquier otro que forme parte del entramado familiar- a fijar la atencin en estas facetas hostiles del nio, lo que contribuye con el tiempo, a que esto ocurra justamente por el hecho de que son buscadas como objeto de la investigacin. Adems, la tendencia del terapeuta a explorar el pasado lleva a la censura de los padres, quienes quedan implcitamente acusados de haber causado el problema del nio y condenados por el terapeuta, que se coloca como salvador del pequeo paciente frente a los padres. Estas interpretaciones lo contraponen a los padres y hacen difcil ta cooperacin de estos ltimos, que se vuelven hostiles al terapeuta debido a las acusaciones lanzadas contra ellos. La hostilidad de tos padres se interpreta por el terapeuta como justificacin de su propia teora, esto es, que han sido los padres los causantes del problema, incentivando an ms su posicin como el salvador det nio de (a nociva influencia de sus padres. Sobre esta base, el terapeuta evita la implicacin teraputica de los padres y toma en tratamiento slo al nio, a quien etiqueta con una patologa; es decir, construyendo a travs de estas connotaciones la idea de que es un enfermo, que en l hay atgc que no marcha y que. por lo tanto, debe ser curado.

    Otro modelo de intervencin basado en la bsqueda de las causas es el que recurre a los tests psicolgicos con la finalidad de emitir un diagnstico. Un instrumento, ste, considerado por muchos terapeutas como indispensable para entender el tipo de pro* blema y, por lo tanto, para saber cmo intervenir. Por desgracia, los efectos colaterales' de los tests y de (os diagnsticos son, con mucho, superiores a los resultados que se quieren conseguir con relacin a la construccin de soluciones.

    Cuando se tiene ta impresin de que el paciente es esquizofrnico, lo que se espera de el es que se comporte como un esquizofrnico. Sobre la base de tal expectativa "leemos los comportamientos de la persona bajo la influencia de esta etiqueta, atribuyndoles significados distorsionados. La etiqueta es tan potente que muchos de los comporta mentos normales son ignorados por completo o mal interpretados, para hacerlos coincidir con ta realidad hipottica (Watlawick. 1976).

    En este contexto es emblemtica una historia real (Nardone, 1994); Una mujer presa de una crisis manaco-depresiva fue llevada a urgencias, donde los mdicos le suministraron una fuerte dosis de sedantes y la hospitalizaron. Como la mujer resida en otra regin fue atendida como desplazada; los enfermeros llamados para efectuar el traslado cometieron un error; encontraron a una seora sentada en la cama y la metieron en la ambulancia a pesar de sus violentas protestas. Adems, pensando que se las tenan que ver con una ma-

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  • naco-depresiva le suministraron altas dosis de sedantes. Durante el viaje, la ambulancia fue detenida por una patrulla de (a polica, avisada de que la persona que llevaban no era la correcta, sino una familiar que haba ido a visitar a la paciente.

    Cuando la seora, presunta trastornada mental, comenzo a rebelarse, paradjicamente confirm a los enfermeros que en verdad se las tenan que ver con una mujer afectada de alteraciones psquicas: en efecto, desde su punto de vista la mujer, en aquel momento, se estaba ''despersonalizando" Claro sntoma este, segn la tradicin nosogrfca psiquitrica. de graves alteraciones psquicas. Pero quien en el lugar de la seora no se habra rebelado, dando, por consiguiente, signos de despersonalizacion?

    En el libro titulado Pigmalion en clase el psiclogo Robert Rosenthal (1972) describe los resultados de sus experimentos en el Oak School. En esta escuela elemental de 650 alumnos y 18 maestros, se indujo una profeca autodeterminante a los profesores. Se les comunic a los maestros que los alumnos tban a ser sometidos a un test de inteligencia capaz de determinar el 20% de los escolares que durante el curso realizara progresos ms rapidos y alcanzara resultados por encima de la media. Se les comunico, ademas, que despus del test recibiran la lista con los nombres de los jvenes mejor dotados Los nombres que los investigadores dieron a los maestros fueron del todo arbitrarios. No exista pues ninguna diferencia entre estos y los otros nios, sino slo ia que se haba inducido de manera experimental en la mente de los profesores. Al final del curso escolar, se verific realmente un aumento por encima de la media, en los resultados de aquellos alumnos que habian sido sealados Adems, los informes de los maestros los destacaron como nios que se distinguan positivamente de sus compaeros tambin por su comportamiento y por su curiosidad intelectual.

    El experimento de Rosenthal. ya histrico, es un claro ejemplo de los potentes efectos de las expectativas, prejuicios, deseos y de todas las construcciones mentales, a menudo privadas de cualquier conexin con la realidad, en las relaciones interpersonales.

    Una vez que categorizamos o diagnosticamos a cualquiera (hacemos entrar a la persona en una categora patolgica), nos sentimos impulsados a buscar aquellas caractersticas y actitudes de la persona que pueden ser englobadas en la categora creada. Sobre esta base ponemos en movimiento una serie de mensajes.comunicativos que el otro registra y que lo llevarn a comportarse como prev el diagnstico. A su vez. nosotros registraremos los ajustes que confirmarn nuestra teora. Las etiquetas influyen tanto a la persona etiquetada como a todos los dems, actuando sobre todos como una profeca que se

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  • autodetermina: es decir, como una suposicin o justamente una profeca que. por el solo hecho de haber sido pronunciada, logra desencadenar el acontecimiento previsto, esperado o predicho. confirmando asi la propia veracidad ! Quien supone, por ejemplo 'por cualquier motivo- que es despreciado, asumir en sus relaciones con los dems un comportamiento susceptible, antiptico y desconfiado que acabar por suscitar precisamente desprecio, que a su vez se convertir en la 'prueba" del fundamento de su conviccin (Watzlawick, 1981).

    Una historia china cuenta, con este propsito, que un hombre no lograba encontrar su hacha. El hombre sospechaba del vecino, un joven que a los ojos del hombre se mova como un ladrn y hablaba como un ladrn. A medida que pasaban los das, ms se convenca el hombre de la culpabilidad de su vecino, Despus de algunos meses, el hombre encontr el hacha en su casa, que no haba sido robada sino que su mujer haba vuelto a guardar. Cuando el hombre encontr al vecino observ con gran sorpresa que se mova y hablaba como una persona honesta.

    En el caso del etiquetamiento psiquitrico, una parte esencial del efecto de autodeterminacin (Watzlawick. 1961) se basa en la inquebrantable conviccin de que todo aquello que tiene un nombre, un diagnstico, por ese mismo hecho debe existir.

    Para aclarar este ltimo punto, es til referir una investigacin. En un ensayo de David L Rosenhan (en Watzlawick. 1981) se informa de un interesantsimo experimento. Ocho personas sanas y diferentes entre ellas (uno era estudiante de psicologa, otros psiclogos, psiquiatras, y un ama de casa) fueron internadas en forma secreta, en diferentes hospitales psiquitricos. Despus de haber fijado una cita por telefono con el hospital, el seudopaciente llegaba a la consulta afirmando que oa voces. Durante la entrevista, tos acontecimientos significativos de su historia personal se presentaban tal como eran en realidad. Es decir, sin presencia alguna de patologa

    Enseguida, despues de ser admitidos en el hospital, los seudopadentes dejaron de simular cualquier sntoma de anormalidad, aparte de un ligero y natural estado de ansia y de nerviosismo. justificado por la novedad del ambiente. Nerviosismo que desapareci de inmediato para dejar paso a un comportamiento perfectamente normal A las preguntas del personal sobre su estado de salud, los seudopacentes respondan que estaban bien, seguan escrupulosamente las prescripciones mdicas, tomaban los farmacos (sin tragarlos) y se atenan a las instrucciones de comportamiento del hospital Mataban el tiempo escribiendo observaciones sobre la institucin, sobre el personal y sobre los pacientes. A pesar de esto, los seudopacientes, a causa de su etiquetamiento corno enfermos por pane del personal medico.

  • tuvieron que permanecer largo tiempo en el hospital antes de poder ser dados de alta.m

    En los problemas de comportamiento de los nios y de tos jvenes, el proceso de etiquetamiento es una constante que impide la evolucin natural y las fases espontneas de los cambios. Una vez categorizado alguien, por ejemplo como hiperactivo. o bien como provocador, o violento, el ambiente relacional tiende a sobreestimar tos comportamientos que forman parte de la categora y a subestimar aquellos que no forman parte. El individuo siempre ser visto como provocador, incluso aunque no lo sea.

    Terminado este breve anlisis, pasamos a delinear, por contraste, el enfoque estratgico- constructivista que. como se podr observar, se aleja netamente de los examinados antes

    13 Resolver los problemas interrumpiendo las soluciones

    Segn la perspectiva estratgico-constructivista (Von Foerster, 1973: Watzlawick. 1977. 1981; Stolzenberg. 1978: Maturana. Varela, 1980; Vrela 1981; Von Glaserfeld. 1981,1995. Nardone. 1991.1994,1997), el terapeuta debe intentar no valerse de ninguna teora sobre la naturaleza humana, y an menos de las relativas definiciones de normalidad o patologa, sino nicamente de una visin de los problemas humanos como producto de la interaccin entre individuo y realidad. Formulacin esta, dentro de la cual cada realidad puede ser funcional o disfuncional segn la perspectiva que se asume y los esfuerzos (intentos de soluciones) que ta persona hace en direccin al cambio. En otros trminos, no se persigue definir la formacin y la persistencia de los problemas como el resultado de causas intrapsquicas o de alteraciones biolgicas sino que. sencillamente, se debe intentar comprender la manera en que los seres humanos nteractan con la realidad y cmo intentan resolver el problema, con estrategias que normalmente se mantienen y exacerban en intensidad, incluso ante la evidencia de su ineficacia, produciendo de este modo un verdadero y propio circulo vicioso que alimenta el problema. La persistencia de un problema, segn el enfoque estratgico- constructi vista, se rige por las "soluciones intentadas1 puestas en prctica por el individuo y por las personas de su entorno para resolverlo, las cuates, si no funcionan, acaban por incidir sobre el problema, complicndolo (Watzlawick y cois., 1974; Nardone. 1994;

    3 lo de Las soluciones intentadas es un constructo bsico del enfoque estratgico en la terapia. Para profundizar

    mis en esta orientacin se remite a Watzlawick. 1977.1981. Warzlawick y cois.. 1974 Fiscf y col.. 1982. Nardone y

    WantawKk. 1990; Nardone. 1991,199). 1995a 1995b; Wattlawiclt, Nardone. 1997; Fiorenta. Na: don. 1995

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  • Watzlwick, Nardone. 1997). Un ejemplo clnico es el relativo a las soluciones intentadas puestas en prctica por los pacientes fbicos para combatir sus miedos Estas persona que viven su situacin relacional recibiendo un notable apoyo social por parte de amigos, parientes o cnyuges, lamentan no poder prescindir de este tipo de ayuda, gracias al cual se sienten protegidos y tranquilos. En realidad, este tipo de ayuda y sosten social funciona como una solucin intentada que no resuelve el problema, sino que lo hace persistir. En lugar de secundar al individuo a superar su propio miedo, esta ayuda lo sustenta y mantiene a la persona enjaulada en su convencimiento de que no puede valerse por si misma para reaccionar en forma positiva en su enfrentamiento con el miedo. Otro ejemplo puede referirse al caso de los trastornos obsesivos en los que las fijaciones compulsivas de la persona que tiene miedo a equivocarse la llevan a poner en practica la solucin intentada de controlar y volver a controlar hasta el infinito todo lo que piensa y hace. Solucin intentada que, si por una parte ayuda al individuo a reducir su propio nivel de ansiedad, por otra mantiene inalterado el problema y a menudo lo incrementa.

    La finalidad de una intervencin estratgica es la de romper el circulo vicioso que seestablece entre las soluciones intentadas y la persistencia del problema. Estas intervenciones se expresan, la mayora de las veces, como prescripciones de comportamiento directas que debern ser puestas en prctica por las personas implicadas en el problema, unas veces por el individuo portador del problema: otras, por ms personas implicadas y otras, incluso, por personas aparentemente alejadas del problema. La caracterstica fundamental, ya referida, del enfoque estratgico es adaptar siempre la solucin al problema y no al revs. Por lo tanto, existen problemas especficos para los que un enfoque resolutivo pasa a travs de una Intervencin sobre la misma persona, como por ejemplo en el caso de las fobias y las obsesiones. En otros casos, la intervencin preve un enfoque de tipo familiar, como en los trastornos alimentarios, en presuntas psicosis, etctera: o bien problemas que requieren intervenciones enfocadas sobre individuos que no estn de manera directa involucrados en el problema. A menudo este es el caso de los problemas escolares o de 1a infancia, donde se trabaja con los padres y rara vez con los nios (Fiorenza, Nardone. 199S)

    La otra caracterstica fundamental de una intervencin estratgica es que. para evitarm

    la resistencia al cambio -rasgo esencial de cualquier sistema-, las primeras maniobras deben ser algo en apariencia mnimo, algo que no alerte al sistema, que parezca una pequesima y banal intervencin, pero que, sin embargo, tenga la propiedad de instigar una reaccin en cadena que trastorne todo el equilibrio del sistema.

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  • De manera secuencial. se puede afirmar que el primer paso para actuar en forma eitratgica consiste en definir con claridad tos objetivos que se pretenden alcanzar. Una vez actarado esto, se procede a la definicin del problema y de las hiptesis sobre su funcionamiento, es decir, mediante la observacin de las soluciones intentadas Cuando se trabaja con una ptica estratgica, el pasado o la historia de un problema slo resultan tiles para conocer aquello que ta persona o las personas involucradas en el problema han intentado hacer para tratar de solucionarlo (todo aquello que en tugar de resolver mantiene el problema). El foco de la atencin se fija en cmo un problema persiste en el presente y no en cmo ha evolucionado desde el pasado al presente.

    La lgica que est en la base de la terapia breve estratgica es, por lo tanto, la de abandonar et estudio del pasado y concentrarse en el comportamiento presente, a travs de estratagemas y prescripciones sugestivas.-en desarrollar experiencias concretas y alternativas a las puestas en prctica hasta aquel momento. Esto, con el fin de anular las tentativas precedentes y hacer vivir una experiencia emotiva y correctiva*, capaz de cambiar la percepcin y las reacciones de la persona frente a la realidad. Por consiguiente. es una intervencin teraputica breve y orientada a la extincin de los trastornos presentados. Con esto no se pretende afirmar que se trate de una intervencin sobre los sntomas. sino una verdadera y propia intervencin profunda, ya que apunta a la reestructuracin radical deJ modo de construir la realidad patolgica. Por este motivo, el terapeuta estratgico no buscar, con este propsito, convencer al paciente de que ha de cambiar, llevndolo a ta conciencia del origen y de las causas de su problema, sino que a travs de la utilizacin de un lenguaje sugestivo lo empujar a tener experiencias concretas. capaces de modificar (a vivencia misma del paciente. Y como se puede imaginar, cambiando la vivencia (percepcin de si mismo y de la realidad) cambiarn tambin sus reacciones. Como continuacin a estas experiencias emotivas y correctivas, se proceder a (a redefinicin cognitiva y a la consecuente modificacin de tas representaciones disfuncionales.

    En consecuencia, la atencin teraputica estar enfocada sobre.a) Indagar sobre aquello que la persona y las personas implicadas han intentado hacer

    pora resolver el problema sin conseguirlo

    4 Las experiencias emocionales correctivas son aquellas que colocan a la persona delante de modos diferentes

    * percibir la realidad y de reaccionar (Nardonc. 1990,1994.1998.1999)

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  • b) Programar las estrategias capaces de romper el circuito entre problema y soluciones disfuncionales.

    La primera formulacin de un modelo de terapia breve estratgica se remonta al grupo de investigadores del Mental Research Institute. de Palo Alto (Watzlawick y cois..

    1974: Weakland y cois., 1974), quienes haban intentado aplicar a la prctica terapeutica*

    el punto de vista sistmico y las ideas sobre la naturaleza y la importancia de la comuni* cacin. basadas en los trabajos de Gregory Bateson (Watzlawick. Beavin. Jackson. 1967).

    Entre todas las interesantes evoluciones del enfoque, destacan la investigacin emprico- experimental. dirigida por el Centro de Terapia de Arezzo, para la puesta a punto de formas especificas de terapia breve para trastornos concretos, es decir, modelos avanzados de tratamiento construidos ad hoc para formas peculiares de patologia (Nardone. Watzlawick, 1990: Nardone. 1991.1993. 1994) La idea de fondo de la investigacin era estudiar la posibilidad de poner a punto protocolos de intervencin que contuvieran: desde el punto de vista de la estructura, una secuencia planificada de procedimientos tcnicos; desde el punto de vista de ia relacin con la persona y con el problema, la propiedad de adaptarse y corregirse basndose en la evolucin de la intervencin. El ejemplo ms explcito de este trabajo es la investigacin-intervencin para la implementacin de protocolos para el tratamiento de trastornos fbicos y obsesivos (Nardone. Watzlawick. 1990; Nardone, 1993,1995; Watzlawick, Nardone. 1997). y protocolos para los trastorno-s alimentarios (Nardone. Verbitz. Milanese. 1999). En el tratamiento de estos problemas particulares se han elaborado protocolos de intervencin que. analgicamente, recrean una situacin dentro de la cual la accin teraputica se autocorrige, aunque est estructurada en secuencias prefijadas En otras palabras; justamente como en el juego del ajedrez, se tiene un sistema de reglas de juego, un proceso de fases evolutivas y una serie de movimientos para situaciones especficas con el fin de llegar al final de la partida Cada partida individual, sin embargo, varia segn las caractersticas de tos jugadores y de sus interacciones. Por lo tanto, los modelos estn siempre encajados y adaptados a las caractersticas de las personas y de los contextos individuales.

    De la primera formulacin del modelo estratgico, que surge en la mitad de la dcada . d los setenta, resulta interesante destacar que este modelo de intervencin, no rgi

    damente clnico, encontr fecundas y eficaces aplicaciones en los contextos ms dispares de las relaciones internacionales a intervenciones de tipo empresarial, intervenciones en

    contextos deportivos, intervenciones en prevencin psicosocial. o bien por lo que respecta

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  • Ial tema de este libro, intervenciones en contextos escolares para los problemas de comportamiento (Fiorenza. Nardone. 1995) en los que. gracias a una investigacin-intervencin sobre algunos confitaos reiterados de conducta presentes en los contextos educativos, se ha podido elaborar un modelo de problem solving capaz de intervenir con xito sobre problemas persistentes y complicados como la hiperactividad, el trastorno opositivo- provocador, el mutismo selectivo, o el trastorno de aislamiento. La investigacin-intervencin, adems de que ha permitido poner de manifiesto los principales problemas de

    #comportamiento presentes en los contextos educativos y, por lo tanto, proyectar y experimentar tas estrategias y las tcnicas de intervencin valorando su eficacia y su eficiencia, ha evidenciado algunos aspectos muy importantes.

    Un primer aspecto hace referencia a la insatisfaccin de los profesores frente a las teoras psicopedaggicas -habituales en los mbitos educativos- que van a la bsqueda de las causas del comportamiento humano y de sus problemas relacionados, pero que demasiado a menudo no ofrecen respuestas pragmticas a los problemas de comportamiento que los alumnos individuales y el grupo de la clase presentan a diario.

    Un segundo aspecto que ha surgido tiene que ver con la idea del cambio en la percepcin de los profesores. En la cultura psicopedaggica y de la enseanza en general persiste la idea de que el cambio es algo difcil de alcanzar, si no es a travs de fatigosas y extenuantes introspecciones y teorizaciones sobre las causas y los orgenes de un estado indeseado y poco funcional. Para una posterior profundizacin sobre los problemas que s presentan en los contextos educativos y las soluciones que se pueden utilizar, se remite al lector al texto de referencia (Fiorenza, Nardone, 1995).

    Despus de esta parte introductoria, no queda ms que pasar at capitulo siguiente para descubrir la manera en que las personas -en su interaccin con la realidad y ante las dificultades a menudo presentes1 acaban por construir literalmente el problema y. en forma ms especifica, el modo en que muchas soluciones intentadas por los padres sobre sus hijos crean, alimentan y hacen persistir problemas que no se formaran sin ellas. Pero la identificacin de las soluciones intentadas disfuncionales (entre padres e hijos, asi como entre profesores y alumnos) no significa haber hallado al culpable", sino observar cmo las

    m

    interacciones mismas entre padres e hijos producen problemas. Por consiguiente, el objetivo de este trabajo no es. por cierto, el de hacer salir por la puerta la idea de que los padres se han equivocado para despus hacerla entrar de nuevo por la ventana, sino trabajar sobre la idea de que no hay padres malos ni incapaces, sino que slo hay interacciones disfuncionales.

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  • CAPTULO 2Cmo hijos y padres construyen sus problemas

    Necesitamos dos personas para descubrir la verdad: una que la revele y otra que la comprenda.

    K. GIBRAN, Las palabras del profeta

  • 2.1 De la dificultad a los problemas

    Como ya se ha anticipado, la tesis principal sostenida en este libro es que muchos problemas de comportamiento de nios y jvenes se forman justamente sobre la base de respuestas y tentativas de solucin que los adultos ponen en prctica. Estas respuestas, cuando no son eficaces, terminan por alimentar la dificultad que queran resolver. Con esto, sin embargo, no se quiere decir que las dificultades vayan a convertirse siempre en verdaderos problemas de difcil solucin. Para que esto se verifique es necesario que sean satisfechas dos condiciones (Waulawick, y cois., 1974):

    A) La dificultad se afronta de un modo inadecuado.B) Delante de la persistencia de la dificultad se aplica ms de la misma solucin,

    aunque no funcione.

    Pero veamoslo un poco ms de cerca.

    A)Una dificultad se afronta de un modo inadecuado y por lo tanto, se transform en un

    problema si no se acta cuando se debera actuar.

    En muchos casos se necesitara actuar pero no se acta: se niega que el problema sea un problema que haya que resolver. En algunas familias, por ejemplo, una actitud de este tipo algunas veces podra derivar del deseo de mantener a cualquier precio una fachada social aceptable. Antes que afrontar un problema, se evita, ya que el etiquetarniento de 'familia con problema" es visto como algo ms grave que el problema que habra que afrontar. O an mejor, se niega la idea misma de tener un hijo con problemas, ya queasumirla significara aceptar la idea de no haber sido padres capaces de tener y educar un hijo "normal" y sin problemas; y as se comportan como si el problema no existiese. El problema se simplifica dentro de una visin optimista desesperada, limitada y simple de las cosas. Y se termina por considerar, por ejemplo, al nio con dislexia (dificultad de aprendizaje de la lectura) no como un nio con un problema que hay que resolver, sino como un nio poco atento en el colegio.

  • Una dificultad se afronta de modo no adecuado cuando se acta y. por el contrario, no se debera

    Es el caso en el que se advierte de manera apremiante una dificultad y se intenta remediarla cuando no se debera hacerlo. En un atento anlisis, la dificultad se muestra inexistente o irremediable. El problema consiste muchas veces en pensar que se Vislumbra una solucin donde ni se ve ni la hay, y tambin en agarrarse a una seudoconviccin que lleva a la persona a pensar que puede encontrar una solucin perfecta

    Una solucin desastrosa, a este propsito, que se verifica a menudo en las familias, es aquella segn la cual los padres, convencidos de que un nio querido y bien educado debe ser necesariamente un nio feliz y sin problemas, exigen a su hijo un permanente estado de alegra. Delante de cualquier momento de tristeza por parte del nio, harn lo imposible por "levantarle" la moral, impidindole de esta forma ser espontneo en sus reacciones (no le ser posible al nio estar triste). Con el tiempo, ios esfuerzos pueden acabar desembocando en la pretensin de que el nio tenga ciertos sentimientos y no otros. Al nio lo invaden sentimientos de derrota est triste pero no debe estarlo, considerando su situacin de bienestar y sobre todo seria ingrato, si se tienen en cuenta los esfuerzos que se hacen por t. Con el tiempo se desliza de la tristeza a la depresin* gracias justamente a la escalada de esfuerzos realizados para que est alegre. Una tristeza momentnea, una dificultad inicial, se ha transformado en un problema duradero como consecuencia de (as intervenciones realizadas por los padres, preocupados ms de lo necesario. Los padres, asustados por la idea de que su hijo pueda deslizarse de la tristeza a la depresin, se esfuerzan en intervenir, cuando a veces bastara con comprender y pensar en la tristeza como en algo til como sostiene Toms de Aquino en su Summa Theologica: una tristeza moderada pertenece a una correcta conducta del espritu, dada la condicin de esta vida.Finalmente, se afronta una dificultad de modo no adecuado cuando se acta en un nivel equivocado. En estos casos el problema existe; sin embargo, la intervencin que se intenta para buscar remediarlo se efecta en un nivel equivocado.

    Para poner un ejemplo de este tipo de intervencin, tomemos el caso de un profesor que no utiliza su autoridad sino que espera que el nio realice sus deberes de manera

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  • espontnea. La demanda acta de modo paradjico, sobre todo si ante la negativa del nio el profesor interviene pidindole que. por su propia iniciativa, quiera hacer los deber Qe demandas paradjicas u rdenes paradjicas, las relaciones estn llenas. Algunas de ellas no producen problemas graves, como es el caso de algunas peticiones paradjica presentes en el mbito escolar (L Lumbellf, a cargo de, 1982). Veamos los ejemplos siguientes

    Profesor: Vamos, chicos, escriban todo aquello que quieran. Pero escriban cosas bonitas(Primero se les solicita a los nios que escriban lo que quieran, pero a continuacin se

    les aconseja que escriban cosas bonitas, es de suponer, que gusten al profesor).Profesor, Si quieres puedes salir, pero debes estar atento yo que podrios encontrarte

    con el director.(Aparentemente se concede el permiso para salir, pero al mismo tiempo se amenaza

    con posibles castigos), o bien:Profesor. Puedes irte, pero estoy explicando.Otras, como el ejemplo antes referido acerca de los padres que pretenden que su hijo

    sea feliz, o que muestre los sentimientos correctos (es decir, aquellos que los padres consideran correctos), si se prolongan y repiten, con el tiempo pueden causar graves y persistentes problemas. Una profundizaron sobre esto y ms especficamente sobre las situaciones paradjicas creadas por los mensajes y las demandas basadas en el doblevinculo, se puede encontrar en la abundante y especifica bibliografa al respecto (Bateson, 1972; Bateson y cois., 1956).

    B)En el segundo caso, un problema persiste cuando se aplica ms de la misma solucin

    aunque no funcione.

    Para aclarar-este principio se ofrece un cuento griego, ya citado en otros texto* (Nardone, 1994; Fiorenza, Nardone, 1995): Se cuenta que un mulo que estaba atravesando con su carga de lea un sendero habitual, encontr el camino bloqueado por un gran tronco que haba cado la noche anterior y que obstrua el paso. El mulo, despu d# un pequeo momento de desnimo, comenz a empujar con la cabeza el grueso tronco pero sin conseguir moverlo ni un centmetro. Decidi entonces aumentar sus Intentos tomando carrera y dndole fuertes cabezazos. Cabezazos que fueron cada vez ms violentos, hasta que el mulo muri.

  • De forma no muy diferente a (a catastrfica estrategia del mulo, muchas veces el que Interviene en los problemas, delante de soluciones que se muestran ineficaces, en lugar de sustituirlas por otras, las intensifica, convencido quizs de que no las ha aplicado lo suficientemente bien. Es el caso, por ejemplo, de los padres que frente al rechazo a la comida por parte de los hijos aplican la solucin basada en insistir, intensificndola aunque no funcione. Es decir, incitan de manera diferente a los hijos a comer, pensando que estn "probando por otros caminos", cuando en realidad el cuadro dentro del cual se mueven es siempre el de la exhortacin.

    Intentan persuadir a travs de explicaciones, solicitudes, amenazas y castigos. A cada rechazo de comida aumentan con intensidad y preocupacin creciente estas advertencias. A pocos padres se les ocurre prohibir al hijo que se siente a la mesa para comer. Es justamente una solucin en apariencia tan absurda, que cambia l rgida interaccin entre peticiones y rechazos, y coloca el problema en un ngulo nuevo donde el cambio llega a ser posible. Milton Erickson, uno de los principales inspiradores de las tcnicas utilizadas por el enfoque estratgico, ante el rechazo a comer verdura por parte de uno de sus hijos comenz a prohibir a su mujer que le sirviera verdura, diciendo que era an demasiado pequeo (el nio tenia cuatro aos) para poder comerla. Despus de un breve tiempo, el nio pregunt a su madre si ya era lo suficientemente mayor como paracomer verdura (M Erickson. 1979).

    En muchas circunstancias pues, los problemas pueden ser vistos justamente como el fruto de una tentativa errnea y reiterada de tratar una dificultad El contexto escolar, por ejemplo, puede proporcionar muchos ejemplos de dificultades tratadas en forma disfuncional.

    Un caso muy frecuente es el de los alumnos considerados difciles" alumnos que a diferencia de los otros parecen no seguir con provecho las clases. En estos casos, a menudo, se observa una secuencia de interacciones rgidas: frente al fracaso escolar del nio, el profesor avisa a la familia para informarle e intentar comprender, y asi se entera de que el alumno, debido a las obligaciones laborales de los padres, pasa mucho tiempo soto. El profesor, para intentar aliviar las presuntas carencias afectivas del nio, decide dedicarle la mxima atencin pero, paradjicamente, mientras ms trata de ayudarlo con manifestaciones de inters, menos obtiene en relacin con el aprovechamiento escolar. Ante los fracasos de sus tentativas, el profesor, en lugar de cambiar de estrategia y disminuir asi la atencin, la aumenta. La situacin continua agravndose, hasta el punto en que elaprovechamiento escolar desciende de manera considerable y el profesor comienza a

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  • dudar de sus propias capacidades educativas. En casos como ste basta con convencer at profesor para que abandone su tctica y, por consiguiente, dedique al nio la misma atencin que a los otros, para producir enseguida un pequeo cambio El alumno, en efecto, para volver a obtener la atencin perdida empezar a buscar al profesor, al principio por cosas de poca importancia y ms adelante, en cambio, intentando ganar so aprobacin con pequeas mejoras escolares. El profesor, en este punto, podr promover cambios posteriores premiando y felicitando al nio por los resultados obtenidos.

    Watzlawick (1974) afirma que a menudo, de manera contraria a lo que sugerira el sentido comn, son precisamente las desatenciones las que facilitan beneficios reales ms que su contrario, es decir, el exceso de atenciones.

    El lector podr encontrar en el captulo siguiente una serie de soluciones eficaces para utilizar en algunas tipologas particulares de problemas. En la parte restante de este captulo se expondrn, en cambio, las usuales soluciones disfuncionales presentes en el mbito de la familia. Es decir, aquello que los padres intentan hacer motivados por las mejores intenciones, pero que lleva a los peores efectos

    2.2 De los problemas (familiares y educativos) tradicionales a los modernos

    La tarea natural de una familia seria la de crear y formar individuos adultos y autnomos, capaces de separarse de la familia y recorrer su propio camino. Y si esto era un objetivo natural y casi siempre cumplido en la sociedad anterior a la nuestra, hoy es posible afirmar -y las diversas investigaciones sociologicas lo ponen de manifiesto- que esto no se verifica. Una investigacin de la OCDE (Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico), por ejemplo, destaca que Italia ocupa el triste liderazgo, entre los pases industrializados, del mayor porcentaje de jvenes que continan viviendo con sus padres hasta una edad avanzada {La Stampa, 1999). La investigacin revela que en la franja de edad comprendida entre los 25 y los 29 aos, el 72.5% de los hombres y el 51.8% de las mujeres continan viviendo con la familia, frente a una media relativa a 14 pases industrializados europeos donde las cifras son. respectivamente del 19.7 y del 24.8V

    La relacin entre padres e hijos tiende cada vez mas a cerrarse en este crculo viciosoen el que cuanto ms apoyan y aguantan los padres a sus hijos con el fin de facilitarles la vida, tanto ms ellos tienden a prolongar su permanencia, alimentada por la complicidad de los padres, que justifican este estado de cosas con explicaciones y teoras de natura

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  • leza social (no hay trabajo), econmica (no pueden pagar un alquiler, un alojamiento), y otras, Con el tiempo, se crea un tipo de relacin basada en la mutua dependencia, dentro de una lgica contradictoria "ni contigo ni sin ti'; Esta situacin se ha llegado a producir como consecuencia de un paso histrico en la evolucin de la familia, donde la ideologa moderna y antitradicional ha sustituido a la vieja lgica familiar. Esta ideologa se basa en la conviccin de que todo aquello que se haca en el pasado ya no debe hacerse ms. De ah, el hecho de cuestionarse todo el sentido educativo de las anteriores relaciones entre padres e hijos, y su sustitucin por nuevos modelos y nuevas culturas. Se trata de un camino basado en buscar una solucin de mejora que, por el contrario, en muchsimos casos ha empeorado las cosas.

    En definitiva, se ha producido un vuelco: la cultura y los modelos educativos de los padres del pasado han sido cuestionados por demasiado autoritarios y privativos desde un punto de vista afectivo y relacional; por lo tanto, se ha buscado un modelo educativo democrtico, amistoso y marcado por estilos permisivos. Un3 operacin basada en la idea de que los nuevos padres, para hacerse escuchar y obedecer por los hijos, no deben utilizar su posicin y autoridad, sino pedir explicando. Se ha intentado aplicar el principio de igualdad y de circularidad que. si bien funciona dentro de relaciones sociales y morales como reconocimiento de la reciprocidad, precisamente no funciona cuando se observa en un contexto como el familiar. El hecho es que la relacin padres-hijos es jerrquica y no reciproca. Intentar modificar este tipo de relacin significa mitificar la realidad y crear una paradoja, es decir, politizar un contexto que no se basa en reglas polticas e ideolgicas, sino en otras (sistmicas. relacinales). La visin del mundo basada en el principio democrtico antiautoritario y permisivo, asumido como evangelio pedaggico, ha conducido en estos ltimos aos a ta cultura de la culpabilizacin. Esta cultura, cada vez que algo no funciona, en lugar de intentar comprender y buscar soluciones, busca al culpable, persuade a ser dbiles, a no intervenir, a dejar que los hijos hagan lo que quieran, a no imponer sino a explicar y convencer. En este actual contexto cultural, los padres son culpabilizados en las pginas de los diarios, en los medios de comunicacin, en los tratados de psicologa y pedagoga. Los hijos no son nunca culpables de nada, ni cuando se rebelan y pegan a sus padres, ni cuando roban, o realizan otros actos de delincuencia: de estos comportamientos se buscan las causas en los padres, o en muchos otros casos en la sociedad y en su deshumanizacin. Este modelo cultural ha llevado, con el tiempo, a que los padres asuman actitudes y posiciones dbiles y privadas de autoridad

    En definitiva, se ha intentado actuar a travs de una solucin: transformar la relacin

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  • padres-hijo, de una relacin vertical y estructurada -con el vrtice en los padres y los hijos en la base-, a otra relacin diferente, antiautorttaria. con la apariencia de una relacin democrtica donde todo desemboca en la absoluta permisividad, los padres se abstienen de cualquier tipo de intervencin, o si intervienen lo hacen de forma dbil. De la estructura clara, sencilla y funcional anterior, la vertical *que es pues la natural, donde los padres estn en lo alto y los hijos, abajo* se ha intentado pasar a una estructura "en linea. Todos en el mismo nivel, con un estilo educativo que no educa para nada, sino ms bien construye personalidades arrogantes, inseguras, prepotentes y en absoluto incapaces de asumir responsabilidades. El error de fondo est en haber pensado que la relacin padres-hijos pueda ser una relacin basada en la reciprocidad, en la amistad, en el adecuar a los hijos para tareas y deberes sin tener que pedir, sino en dar para despus esperar tener Pero en la relacin padres-hijos los padres no son. no pueden ser, amigos o compaeros, sino sota y nicamente aquellos que guian, Dependiendo del adulto, tos hijos tienen necesidad de reglas claras y. sobre todo, de un contexto donde no se mitifique la realidad, sino donde los hijos perciban en cada momento que los adultos son las personas que hacen de gua, personas firmes, que saben lo que quieren y que establecen lo que se puede y lo que no se puede hacer. Dejar tomar las decisiones a los hijos no les ayuda a interiorizar las reglas y las normas a las que atenerse y a las que hacer frente Un ejemplo puede ser el problema de los estudios, donde una ver ms los padres intentan conseguir a travs de justificaciones y explicaciones que sus hijos encuentren agradable el estudio y el colegio, con palabras complejas y que son para los hijos carentes de significado. Explicar a un chico que el estudio un da aportara sus frutos porque le permitir ser una persona con un nivel cultural y profesional adecuado y gratificante, la mayora de las veces no sirve, ya que la nica cosa que parece importar es la de evitar cualquier forma de fatiga o esfuerzo Quiz sea mejor decir al nio: "El colegio no le ha gustado nunca a nadie, pero estudia y basta" Es claro que una solucin de este gnero, sin un contexto de referencia y sin otra explicacin puede parecer muy simplista, pero intentaremos profundizar en ella a continuacin, cuando en el captulo sobre casos concretos tratemos justamente este tipo de problema Otra usual solucin intentada por los padres contemporneos, al contrario de sus antecesores.

    es la de tratar con todas sus fuerzas de disminuir, o suprimir por completo la dificultad de los hijos, hiperprotegindolos. en la conviccin de que esto los puede preparar mejor para afrontar la vida. Un fenmeno en extremo negativo, que irnicamente lleva a afirmar que la adolescencia ya no empieza ni acaba donde empezaba y acababa antes.

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  • sino que se ha prolongado hasta los 30-3S aos, y en algunos casos hasta los 40. Asi. los hijos permanecen bajo el techo familiar, justificndose con la precariedad y las dificultades ulteriores, y los padres defienden esta eleccin apoyando las justificaciones de los hijos y continuando su proteccin y sostn. Una complicidad que tranquiliza a ambos pero que los obliga a continuar viviendo bajo el mismo techo, a veces ignorndose y otras veces desprecindose abiertamente. En una situacin como esta, los hijos se aprovechan de aquello que los padres les dan. como si fuese su derecho Usan la casa como un hotel donde comer y dormir, y entran y salen sin ninguna obligacin: los padres, por su parte, continan tratndolos como nios, ordenando su habitacin, preparndoles la comida, lavndoles laropa, sin imponer ningn tipo de regla.

    Todo se da gratis y todo lo reciben los hijos como si fuese siempre poco. Y cuanto msse acostumbran ellos a recibir sin ninguna contrapartida, ms exigentes y descontentosse vuelven, siempre protestando por aquello que no tienen y a lo que, segn ellos tienenderecho, Los padres, en este caso, en su intento por continuar siendo padres comprensivosy democrticos, en realidad impiden a sus hijos emanciparse. Convertirse en adultosimpone un camino: se debe saber renunciar al propio delirio de omnipotencia, al propioegocentrismo, a ocupar el centro del mundo obligando a los dems a dar vueltas alrededor;Se necesita renunciar a lo que es slo el principio del placer y asociarlo el principio de

    %

    deber. Convertirse en adultos significa redimensionar las exigencias infantiles, en consideracin al hecho de que. para satisfacer los deseos, es necesario trabajar, es necesario esforzarse, cansarse; solamente de esta manera se pueden satisfacer necesidades, satisfacer algunos deseos y llegar a. ser un poco felices, como afirma Laborit (1982), quien sostiene que la felicidad es la continuacin de la capacidad de desear, de obrar para alcanzar el estado ansiado y, finalmente, despus de haber disfrutado de haberlo alcanzado. el deseo de volver a comenzar. En este sentido la funcin de los padres es importantsima, en cuanto deben actuar de manera que los hijos experimenten ya de pequeos ta "verdadera'1 realidad, y no dejarlos en el limbo de la proteccin excesiva sustituyndoles e impidindoles que se enfrenten con las dificultades concretas que la vida presenta.

    La tarea de los padres es pues dejar que los hijos, movindose poco .a poco, vayan al encuentro de las cosas y reciban directamente aquellos pequeos golpes que los puedan fortalecer. Esto no quiere decir que se los deba exponer en forma intencional a experiencias duras, sino slo que tantas pequeas dificultades que hoy asumen los padres y que no dejan afrontar a sus propios hijos, serviran en cambio para formar y reforzar el carcter.

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  • Para los padres resulta ms sencillo decir s: es mucho ms fcil y gratificante, se es simptico, se consigue entusiasmo por parte de los hijos, se consigue su aprobacin.

    En esta ptica, la solucin intentada es la de eliminar el conflicto entre padres e hijos, que creemos no slo necesario sino incluso vital: cuanto ms sepan los padres decir no. tanto ms los hijos se tendrn que rebelar y tendrn que criticar a sus padres, pero este hecho ser indicativo de la fuerza y la salud de la relacin. Criticamos a alguien cuando estamos seguros de que la relacin entre nosotros y esa persona tiene buena salud; cuando no estamos seguros, no lo hacemos. El hijo que se rebela contra las directivas de sus padres, es un hijo que se comporta segn el orden natural de las cosas; es decir, una persona que lucha para intentar obtener beneficios sin esfuerzo, obligacin o fatiga. Y los padres dbiles, que ceden, que dan sin pedir ningn tipo de esfuerzo a cambio, permiten al propio hijo aprender el arte de conseguir con solo pedir y levantar la voz.

    Ser padres firmes, que imponen, que dicen que no. que piden y dan slo si hay esfuerzo y voluntad de la otra parte es una forma de respeto para los propios hijos, y de amor. Es un amor justo, que en el lenguaje clnico se llama amor responsable. A menudo, sin embargo, lo que ocurre es que los padres, persuadidos de la idea de que deben amar y dar continuamente, caen en la trampa de justificar todo con la palabra 'amor'! Citando otra vez a Henri Laborit (1982):1 Con esta palabra se explica todo, se perdona todo, se acepta todo... es la palabra que abre los corazones, los sexos, las sacristas y ta comunidad humana . El amor responsable de los padres, por consiguiente, debe ser un amor muy controlado, que tenga en cuenta con claridad los roles, pero tambin un amor justo que funcione como orientacin y guia. Y si esto es necesario con los hijos que no tienen problemas, se convierte en indispensable con aqullos que si los presentan. Uno de los errores mas frecuentes, por ejemplo, cuando un hijo empieza a dar seales de malestar, es el de adoptar un tipo de amor ms comprensivo, y aumentar las pruebas y manifestaciones de afecto en su relacin, Esta actitud est dictada por la conviccin de que la nica manera de volver a llevar al hijo al camino correcto es comprenderlo, darle ms afecto que antes, y ofrecerle demostraciones claras y directos de ternura y comprensin

    t

    2.3 La familia y las principales soluciones intentadas

    Concluida esta breve pero necesaria premisa sobre la evolucin de la familia italiana en los ltimos decenios y sobre alguna de las principales soluciones puestas en practica

    41

  • por los padres de "hoy" veamos ahora cules son aquellos comportamientos a los que hay que prestar atencin en el anlisis de (a relacin comunicativa y educativa entre padres e hijos, cuando uno es llamado como consultor para ayudar a la familia, y en el caso especifico de los padres, para reorganizar las relaciones y las comunicaciones familiares.

    Padres demasiado involucrados en los problemas de los hijos.

    Cada padre demuestra un gran inters por sus hijos y por todo lo que les sucede, positivo o negativo, sintindose involucrado en sus problemas. La mayora de las veces el modo de interpretar la situacin, y la disposicin general y natural de los padres a ayudar a sus hijos, los lleva a una implicacin excesiva y esto, que comporta la prdida de una perspectiva equilibrada, provoca una serie de dificultades La principal es el hecho de que, involucrndose demasiado, a menudo se corre el riesgo de no ser de utilidad. La implicacin excesiva es evidente cuando se verifican algunas condiciones determinadas que se comentan a continuacin

    Los problemas de los hijos se convierten en los problemas de los podres.

    Cuando se piensa de manera constante en los problemas de los hijos y no se logra distinguir entre cules es justo que ellos afronten por s mismos y cules, por el contrario, necesitan una ayuda real: entonces con toda probabilidad se est demasiado involucrado y se presta un mal servicio al propio hijo. Por cierto, es importante para un padre participar emotivamente en la vida de los hijos y en sus problemas; sin embargo, dejarse obsesionar hasta el punto de que la propia vida personal est condicionada, equivale a hiperproteger al hijo e impedirle vivir experiencias naturales y necesarias para su desarrollo. A menudo, los padres bienintencionados creen que la preocupacin o una preocupacin excesiva por los problemas de los hijos es un buen ndice de su humanidad y de su competencia como padres Por desgracia, es justo lo contrario: la medida en que tantos pequeos problemas de los hijos se convierten en problemas de los padres acostumbra a ser inversamente proporcional a la eficacia de las intervenciones que se pueden operar en sus relaciones

    Por d|r un ejemplo, tomemos el caso de aquellos padres que, preocupados de que su hijo pueda tener problemas con los estudios, se interesan hasta el extremo de esforzarse todo el tiempo en ayudarlo. Lo acompaan al colegio y hablan a menudo con los profesores para saber que pueden hacer para ser tiles. Buscan personas que le puedan dar

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  • clases particulares y rechazan obligaciones de trabajo o vacaciones para estar cerca y poder ayudar al hijo que tiene un problema tan grande. En casa no se habla de otra cota y por la noche, cuando los padres se van a dormir, la bsqueda de otras eventuales soluciones contina. Los hijos que tienen estos padres reciben un mensaje ambiguo porque es doble: por una parte se les comunica que se los ayuda porque se los quiere bien: pero por la otra se les dice que se los ayuda, porque se piensa que no pueden despabilarse sin ello Este segundo mensaje, esta conminacin secundaria (Bateson, 1972) contribuye con el tiempo a formar y alimentar un problema que. una vez instaurado, es complicado de resolver

    Padres ms preocupados de lo que estn los hijos.

    Otra seal de excesiva implicacin y de hiperproteccin es cuando los padres determinan problemas all donde los hijos no los ven. A menudo, en casos como ste, los padres se dirigen a los hijos diciendo: "Deberas preocuparte por esto, deberas preocuparte por esto otro; yo en tu lugar estara muy preocupado por esto y por aquello, y asi los padre* buscan convencerlos de la existencia de problemas que los hijos no advierten, con !o que instigan conflictos intiles y peligrosos, en un intento por convencer a sus hijos de que piensen como ellos creen que es correcto. En estos casos lo que es un problema para los padres no lo es para los hijos, ya que las diferentes perspectivas hacen ver cosas diferentes segn la posicin y los propios valores: en segundo lugar, el hecho de que los hjos nieguen la existencia de una situacin problemtica demuestra que no estn motivados para hacer nada per cambiarla, por lo que cualquier tentativa de los padres estar destinada a frustrarse. A menudo, para librarse de esta situacin, al padre le bastara con pedir directamente: Encuentro preocupante este asunto al que t pareces no dar importancia; me pregunto si se trata de temas que yo desconozco y que quizs te hacen ver las cosas de modo diferente a como yo las veo. Una formulacin asi produce efectos y resultados bien distintos de los usualmente utilizados por los padres, en cuanto crea un contexto comunicativo y relacional ms amplio y permite a los individuos implicados definir de una manera ms concreta cul es la percepcin-de la situacin

    Padres que hablan en lugar de sus hijos.

    Una ltima tentativa de sustitucin y de hiperproteccin la utilizan los padres que

  • hablan en lugar de sus hijos. A muchos padres el silencio de sus hijos les da miedo: presos del pnico frente a un silencio que parece ser eterno, tos padres sienten la imperiosa necesidad de ayudar a su hijo, pero como ya hemos dicho, cuanto ms aumenta la necesidad de hacer cualquier cosa para ayudar al hijo, ms disminuye la capacidad de hacer algo til. Los momentos de silencio no son del todo negativos, sino que a menudo son preciosos y esto por dos razones: primera, porque gracias a ellos puede surgir mucha informacin til para comprender ciertos aspectos del problema, asi como percepciones y emociones de los hijos, cuando ellos se decidan a hablar, segunda, con su propio silencio los padres se quitan del medio, dejando campo libre a los hijos que. de esta forma, pueden encontrar por s solos las soluciones apropiadas o las palabras ms adecuadas para manifestar sus sentimientos. Otro excelente motivo para dejar que sea el hijo el que diga lo que tiene que decir y el que haga lo que debe hacer, es que las soluciones que uno encuentra por s mismo son las que tienen mayores posibilidades de ser puestas en prctica. Con frecuencia, para los padres es muy difcil callar, ya que se les ha conminado a desarrollar una labor de profetas, de personas infalibles, ms que de guias capaces de indicar las diferentes alternativas posibles. La posicin preferida por los padres es la de indicar la alternativa correcta, nica, la que conocen ellos, pensando que de este modo gracias a la ayuda que ofrecen a sus hijos les estn prestando un buen servicio. Es una posicin que se justifica por el hecho de que a los padres les gusta ser considerados como tas personas que saben todas las respuestas y dan todas las soluciones correctas. Este papel que es muy til para uno mismo, no lo es en la relacin con los hijos. Al contrario, se es en verdad til cuando se asume el papel de guia. Para ser un buen gua no hace falta ayudar directamente a los hijos, sino contribuir a que sean ellos mismos los que encuentren las soluciones ms idneas para resolver sus problemas.

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    aprendiendo a recurrir con menor frecuencia a la ayuda de los padres. Este objetivo se puede alcanzar acompaando a los hijos hasta el punto en que las alternativas son visibles y, por lo tanto, donde sean capaces de elegir ellos mismos, sin necesidad de que los padres deban indicarles cul es la correcta.

    *

    Padres que explican demasiado. Discusiones con fines persuasivos.

    Una solucin ineficaz usada a menudo por los padres con el fin de persuadir a sus hijos a hacer algo o a dejar de hacerlo o. en todo caso, a seguir sus indicaciones, llega en

  • el momento en que los padres buscan imponer sus ideas u rdenes a travs de discusiones. El intento de persuadir llega a travs de repetidas e insistentes explicaciones, con las cuales los padres expresan un punto de vista distinto al del hijo, pero que difcilmente es acep- tado en primera instancia. Entonces, la lgica del hacer ms de lo mismo lleva a tos padres a repetir aumentando la dosis, convencidos de que obtendrn resultados; pero, como sabemos. esto no ocurre y, por lo tanto, se crea la solucin intentada de "ponerse a discutir".

    En general, la razn por (a cual se deben evitar las discusiones es que stas rara vez son tiles para obtener resultados; es ms. la mayora de las veces el hecho de ponerse a discutir tiene un efecto destructivo sobre la relacin. En efecto, lo que ocurre es que entre las personas implicadas en la discusin se expresa una vivencia negativa y descalificante. El hijo deja la discusin con la impresin de que el padre no lo entiende y es una persona insensible, mala y desptica. Los padres salen con la percepcin de tener un hijo sordo,tozudo y egocntrico.

    Pero, cmo nacen las discusiones entre padres e hijos?Cmo se da cuenta uno de que se ha dejado arrastrar a una discusin?Qu se debe hacer para salir?Para responder a la primera cuestin, se puede afirmar que ta base comn de las discu

    siones es la conviccin presente en cada uno de nosotros de que las ideas y soluciones

    propias son lgicas y racionales. Sobre ta base de esta conviccin, estamos firmemente convencidos de que si actuamos de buena fe. mostrndonos lgicos y utilizando explicaciones, conseguiremos allanar los problemas y persuadiremos a los dems de sus errores. Sin embargo, en la gran mayor a de los casos las cosas no funcionan de esta manera porque aquello que es racional y lgico para una persona no lo es para otra, ya que ser lgico y racional depende de los valores en los que uno cree. Las divergencias ms incurables y los contrastes ms violentos se dan en aquellos casos en que (as personas se comportan basndose en el propio modelo personal de valores, que en vez de modificar con el objeto de mantener una sana relacin-, sostienen con rigidez. En estas circunstancias interesa ms tener razn que resolver la cuestin. Esto es lo que sucede cuando los padres, en lugar de modificar su propia posicin con el fin de mantener una sana relacin de empatia con el hijo, lo que sera tambin til con fines educativos, pretenden hacerle adoptar su propia visin del mundo, en este caso, se pondrn a discutir, los hijos, por su parte, intentarn defender sus valores de referencia oponindose a la modificacin que los padres proponen.

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  • La discusin nace y se alimenta por el hecho de que tanto los padres como los hijos tienen razn, cada uno segn su propio sistema de valores. Cuando los dos respectivos sistemas de valores colisionan, padres e hijos se oponen a modificaciones y etiquetan negativamente a la otra parte con definiciones peyorativas como: "tozudo, incapaz, insensible, malo o enfermo" Dejarse arrastrar a una discusin tiene efectos ms profundos que impedir a los hijos la experiencia y el conocimiento que tienen los adultos. Con (as discusiones, lo que se pierde es el contacto emotivo entre los que discuten, porque se imponen al propio hijo sentimientos que si se aceptaran, negaran la validez de sus sentimientos. Con frecuencia, (a frase ms comn a la que se recurre entre padres e hijos es: "No debes pensar as. no debes decir esto, no debes comportarte asi'. En la mejor de las hiptesis, cuando uno se pone a discutir con los hijos, o se pierde o se acaba con un empate. Otras veces es posible ganar la discusin, pero slo a costa de perder en un terreno ms importante: el de la relacin. Lo que no se tiene en consideracin es un fenmeno sencillo y habitual, y es que a nadte le gusta perder la dignidad. A los hijos an menos que a los dems. Muchos padres que quieren a toda costa demostrar que tienen razn, se arriesgan a interponer entre ellos y sus hijos una distancia que no ser recuperable con facilidad

    Otro efecto inesperado que puede ocurrir en una discusin entre padres e hijos, adems - de la prdida de tiempo y la falta de respeto por los sentimientos de unos y de otros, es la influencia negativa que puede tener en el bienestar del propio hijo. De modo que la mayora de las veces, puede suceder que los argumentos de los padres empujen al hijo a asumir, por espritu de contradiccin, una posicin que no responde a su inters real. Peor an, podra tratarse de una posicin que el hijo no habra asumido nunca si la discusin no hubiese surgido. Este es el tpico caso que sucede cuando los hijos alimentan sentimientos ambivalentes o conflictivos sobre algo. Es clsica la lucha interior de los hijos entre el estado de necesidad y de dependencia; y por otra parte, el sentido de orgullo y de independencia. En este caso, los hijos alimentan sentimientos ambivalentes y la mayora de las veces si los padres se alinean de un lado, los hijos lo hacen del otro Un ejemplo muy simple que puede aclarar este concepto se da cuando los padres piden al hijo que haga algo, como por ejemplo ayudar en las tareas domsticas, y el hijo contesta: "No pienso hacerlo*. Por el contrario, s los padres hubiesen dicho: "Podras ayudar a hacer las tareas de casa pero no sabemos si eres ya lo bastante mayor para poder hacerlas", el hijo podra contestar por orgullo y deseo de autonoma: Soy lo bastante mayor como

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  • para poder hacerlas". Esta tpica reaccin resulta muy fcil de entender sobre la base de investigaciones sociopsicologicas desarrolladas en contextos individuales y de grupo, que han demostrado que los seres humanos tienden a convencerse con ms facilidad de algo, si se lo dicen ellos mismos que si ha sido cualquier otro quien se lo ha dicho. "Ordi* nanamente se persuade uno mejor con las razones que halla por s mismo que con las que provienen de otros espritus (Pascal, Pensamientos). Asi se explica que las discusiones entre padres e hijos que alimentan sentimientos ambivalentes nunca llegan a convencei al hijo de que. por ejemplo, la posicion sostenida por los padres es la correcta. En el ejemplo citado antes, cuanto ms intenten los padres convencer al hijo para que haga las tareas domsticas, ms argumentos encontrar l para rechazarlas. Si la discusin se prolonga, el hijo acabar por convencerse de la absoluta validez de sus propios argumentos, llegando a no hacer ni siquiera aquellas cosas que ya hacia antes. Como se puede ver, los padres creen que lo peor que puede suceder despus de una discusin es que el hijo no siga el ptimo consejo que le han dado. En realidad, las consecuencias son ms graves, porque la discusin puede dar al hijo el empujn para poner en prctica soluciones contrarias a su inters, que nunca habra siquiera considerado si no hubiese sido por el comportamiento de sus padres

    Para contestar a la segunda cuestin, la de cmo darse cuenta de haber sido arrastrado a una discusin, se puede decir fcilmente que hay seales seguras La principal es cuando ambos tienen la impresin de que el otro no lo escucha y. por ejemplo, a tas propuestas de los padres el hijo responde con un "Si. peroJ'. Este V pero" constituye la seal de que hay que dejar de discutir y detenerse a examinar con serenidad, con uno mismo, el propio comportamiento. Es verdad tambin que esta seal no se presenta de manera explcita y, por lo tanto, en apariencia el hijo da la razn sin rebatir nada, pero luego, al no cumplir tas propuestas de los padres, no se le induce a recapacitar y. sobre todo, a actuar de forma diferente.

    Cuando uno se da cuenta de que ha sido arrastrado a una discusin y quiere salir de ella, es necesario poner er> prctica un comportamiento que a menudo no se toma en consideracin, porque se cree que es indicativo de debilidad; pero en verdad, si se hace, se convierte en un comportamiento fuerte en cuanto se obtienen resultados. Para explicamos mejor, volvamos al ejemplo anterior, al de los padres que intentan persuadir al hijo para que realice las tareas domsticas. En un caso as, los padres podran decirle al hijo que se han dado cuenta de que lo han presionado para persuadirlo de algo, para con-

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  • *nmlo de que haga cosas que no quiere hacer y que. por lo tanto, se disculpan por su imlMeocia y les gustara saber cul es su posicin rea! sobre e! tema. O bien, podran Uraf que e han puesto a discutir con l en lugar de escuchar sus necesidades y que, por lo tanto, estn dispuestos a escucharlo si l est dispuesto a explicarse sobre aquello que U gustara o no le gustara hacer.

    l'tto, en ta gran mayora de los casos, bastara para modificar la situacin y abrir una ventana a nuevas y ms eficaces soluciones Sin embargo, es cierto que a menudo ocurre lo contrario. Se convierte en un tira y afloje entre las dos partes.

    Cuando lo ayuda de los padres no es de ninguna ayuda.

    Cmo se puede distinguir entonces entre ayudar y ser til? Ante todo, es necesario Subrayar que el mejor servicio que unos padres pueden hacer en las relaciones con sus propios hijos es el de ser tiles. Intentar ayudar a los hijos resolviendo directamente sus problemas crea, por una parte, dependencia de los hijos en su retacin con los padres y, por otra, incapacidad de tos hijos para gestionar su propia vida; por el contrario, serles tiles haciendo que sean ellos mismos los que resuelvan sus problemas se traduce en un esfuerzo ms eficaz y productivo. En efecto, cuanto ms se esfuerzan los padres en sus intervenciones educativas para ayudar a sus hijos, ms entra en juego su orgullo y el deseo de demostrar lo buenos que son. A tos hijos todo esto no les sirve de mucho. Lo que necesitan es alguien que, con gran paciencia, sea capaz de encuadrar to que sucede en su vida en una perspectiva ms objetiva y que les deje decidir lo que hay que hacer, de qu forma y en qu momento. Por poner un ejemplo, uno de los problemas ms frecuentes en que los padres se encuentran involucrados cuando tienen dos o ms hijos es ayudarlos a mantener una buena armona entre ellos. Sin embargo, la eleccin del tipo de relacin que quieren tener entre ellos ha de ser de su responsabilidad, Cuanto ms se entrometan los padres en esto, en el intento de ayudarlos, tanto ms impedirn que ettos resuelvan tas cuestiones

    Padres con posiciones discordantes entre eljos. Uno autoritario y el otro permisivo.

    Posiciones diferentes y discordantes en el seno de una familia, sobre todo entre los padres, crean una fuerte desunin, divisin e incapacidad de resolver los problemas de

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  • los hijos. Pero no solo esto, sino que la mayora de las veces justamente esta particular situacin relacional crea algunos problemas de comportamiento en los hijos

    n un estudio socioestructural de Stanton y Schwartz sobre una gran institucin.publicado en 1954 en el libro in the Mental Hospital. se encuentran ideas en verdad muyinteresantes que avalan la tesis arriba expuesta. El principal descubrimiento que hicieronlos autores, y que no era el objeto de su investigacin ya que estaban estudiando laestructura de la organizacin hospitalaria en sentido general, fue que se verificaban

    *

    inesperadas manifestaciones patolgicas en aquellas situaciones en que haba fuertes desacuerdos entre los miembros del personal. Lo descubrieron indagando sobre algunas situaciones de nimo decado entre el personal de una organizacin que pareca unida, a) crearse lo que ellos han llamado el problema del caso especial'', entendiendo con tal definicin un problema que se presentaba cuando se trataba a un paciente de modo tal. que era visto como el favorito por parte de cualquier miembro o de cualquier grupo. Los favoritismos obviamente no tenan nada que ver con los tratamientos individuales, que era necesario administrar en algunos casos, debido a las condiciones fsicas de algn paciente Pero tenan que estar presentes algunas caractersticas esenciales (en Hoffman. 1981):

    1. Un tratamiento de personas especiales.2. Alguien que administre el tratamiento.3. Otro que lo desapruebe.4. Un ambiente cuyas normas sean violadas.

    Los autores notaron que los problemas de caso especial, dadas las caractersticas

    arriba citadas, parecan manifestarse slo en algunas circunstancias, cuando en un departamento haba una desorganizacin fuera de lo normal y las cosas no funcionaban bien; slo entonces un componente del personal poda empezar a favorecer a un determinado paciente. A continuacin, los otros miembros del personal se oponan y empezaban a criticar al colega, asumiendo hacia el paciente sentimientos de aversin ms o menos intensos. Se poda notar una divisin en torno a dos potos: en uno se agrupaban los componentes del personal que representaban la linea oficial, invocaban los reglamentos y exigan su aplicacin: del otro formaban parte personas que se reagrupaban sobre la base de conductas ms permisivas, sosteniendo que cada caso haba de ser juzgado de manera Individual. Dentro de estos dos polos se encontraban dos miembros del personal que

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  • eran sus representantes, los otros se adaptaban y seguan aquello que sus respectivos representantes enunciaban y declaraban Se verificaba, por lo tanto, una polarizacin entre el personal que era partidario de una u otra direccin: una direccin autoritaria y otra permisiva. El paciente, forzado a responder a conminaciones divergentes por parte de dos personas para l importantes y que tenan un poder sobre su vida, reaccionaba volvindose extremadamente agitado. En consecuencia, se abandon la hiptesis segn la cual un paciente de este tipo era manipulador y lograba girar la situacin para su propia ventaja secundaria, y se pas a aquella segn la cual dos personas eran incapaces de afrontar directamente entre ellas los problemas que las separaban y. en vez de concentrarse en resolver problemas que no estaban en relacin directa con el cuidado del paciente, elegan enfrentarse en forma indirecta. La batalla, al no conducirse de modo directo, utilizaba una serie de comportamientos tendientes a atacar sobre frentes no abiertos ni declarados. Por ejemplo, el miembro cuyo estilo y actitud estaba ms cercano al polo permisivo, poda idear favores de todo tipo para el paciente y formar equipo con l contra la burocracia fra e insensible. El otro, por el contrario, apoyando las reglas y la jerarqua, insistira para que el paciente fuera tratado como cualquier otro. El resto del personal se poda alinear en un frente o en el otro, adoptando obviamente los comportamientos y las demandas de las dos diferentes polarizaciones.

    Todo el personal acababa por dividirse en dos campos beligerantes, con el paciente en medio: esto contribua a convertir ai paciente en alguien extremadamente disperso y. al mis