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BICICLUB | 7 2 Matías Flocco ha construido recien temente una bici- cleta con cuadro de pinotea de 1930 e incrustaciones en hueso y ébano. Desde su taller Salvador, ubicado en el barrio porteño de Villa Pueyrredón, res- taura y arma mue- bles con materiales reciclados. De buena madera CREACIONES

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Nota realizada para la Revista BiciClub (Argentina)

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Matías Flocco ha

construido recien

temente una bici-

cleta con cuadro

de pinotea de 1930

e incrustaciones

en hueso y ébano.

Desde su taller

Salvador, ubicado

en el barrio

porteño de Villa

Pueyrredón, res-

taura y arma mue-

bles con materiales

reciclados.

De buena madera

CREACIONES

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n los 10 años que lleva incur -sionando en carpintería y di -seño con objetos reciclados,

Matías Flocco (27) ha construido unos cuantos muebles, bastidores y marcos para cuadros. También ha pintado y ha sido músico de tres bandas distintas, de punk, de rock y de cumbia. Sin embargo dice que de todas sus obras la bicicleta de made -ra es la que más despertó la atención de la gente. Y también asegura que con ella ha logrado su diseño mejor desarrollado. Las razones: no es sólo un objeto con ambiciones estéticas, sino un vehículo que debe funcionar a la perfección: “A una bici se le da un uso exigente –explica el artesano. No es sencillo que esté alineada, que no se rompa, que resista.” El proyecto nació en 2012, como parte del acercamiento de Flocco al taller popular La Fabricicleta, en Villa Urquiza. Si bien siempre había usado la bici como medio de trans -porte en Villa Pueyrredón, su barrio, allí conoció a personas con amor por el ciclismo. Después de saber que se dedicaba a la carpintería con mate -riales reciclados, uno de los compa -ñeros le hizo llegar un video europeo de una bici de madera. Ese fue el disparador que lo llevó a buscar más ejemplos de creaciones similares en otros lugares del mundo. DISEÑO DE AUTOR A pesar de que el video de la bici europea fue un impulso, Flocco no se basó en el modo de construcción que sus creadores proponían: “Era una forma de trabajo totalmente dis -tinta a la mía –explica-, con multila -minado y otras tecnologías. No usan materiales reciclados ni a palos. Y te dicen que es laburo manual pero tie -nen máquinas impresionantes, todo por computadora y después un robo -tito que hace las piezas.”

¿Cómo diseñaste la bicicleta?El diseño salió bastante a ojo, sin pla -nos. En un principio traté de cons -truir el cuadro del video. Imposible, las máquinas que emplean son de avanzada. Entonces volví a empezar con las posibilidades que me brin -da mi taller y mi forma de trabajo,

% Texto: R ocío Cortina | Fotos: Julián Carrara

siempre con material reciclado. En 15 días obtuve el primer prototipo, estuve concentradísimo, obsesivo, laburando todo el día y toda la no -che. Me movía la ansiedad por ar -marla y probarla. Cuando llegó el momento tenía miedo de salir y que se rompiera en la esquina. Y no. An -duve, di vueltas, se la presté a ami -gos, y no sólo no se rompió sino que tampoco le encontré movimientos a la madera. Se la re-bancó. Ahora la uso habitualmente, dejé la otra que tenía para probar ésta.

¿Y la construcción?, ¿cómo la llevaste adelante?Como siempre laburé con pinotea traté de irme para ese material a la hora de hacer el cuadro. Es la misma madera que tenían los pisos antiguos. Lo fraccioné, lo fui com -binando y el primer modelo lo hice un poco a ojo. El sistema de cons -trucción es similar a uno que se usó en galpones ferroviarios, donde grandes piezas son ensambladas con chapas de fierro atravesadas por bulones pasantes. Esa técnica la empleé en todos los encuentros del cuadro. Es la solución más sen -cilla y resistente que encontré, y es -téticamente me gusta.

A l no ser mecánico de bicicle -tas, ¿cómo te arreglaste frente

Siempre fui autodidacta. En el proceso de trabajo aparecen las problemáticas. Con la bicicleta fue así: fui preguntando, viendo, resolviendo. Y es ahí donde uno va haciendo un camino personal. Además creo que la mecánica tiene una lógica. Si desarmás una rueda o una caja, te das cuenta cómo está construida. Hay un montón de du -das que me las voy aclarando en La Fabricicleta o con Santiago Oliver, de Born in Garage, con quien traba -jé haciendo accesorios en madera. Es ir aprendiendo poco a poco otro oficio. Opero sin miedo, agarrando las herramientas, equivocándome, haciendo cosas mal a veces.

HABILI DA D La carpintería es uno de los tantos

E oficios que suelen aprenderse de generación en generación. El abue -lo de Flocco —Salvador, el mismo nombre que lleva su taller— era carpintero y trabajaba en una fá -brica de radios. Su papá heredó la habilidad con las manos, aunque no trabajaba en eso. “Mi viejo estaba peleado con mi abuelo, nunca tuve mucha infor -mación suya —cuenta Flocco. Lo conocí de grande. Una vez en -contré fotos donde estaba con un grupo de carpinteros arriba de un montón de maderas.” El primer contacto de Flocco con las herramientas fue de chico, cuando su padre compró una casa para reciclar y la levantaron entre los dos. A los 11 años empezó a ha -cer música. A los 15 incursionó en pintura, otra actividad que heredó de su padre. Cursó un secundario industrial que no terminó y ya a los 18 montó su primer taller en Sa -avedra, donde construía bastido -res y enmarcados de madera para pintores. Allí se fue a vivir entre máquinas y maderas. Se convirtió en carpintero a fuerza de autodisciplina, golpeando puer -tas de personas experimentadas cuando tenía dudas y, ni bien la tecnología lo hizo posible, buscan -do información en internet. “Con la pintura es complicado ha -cer un recorrido y laburar de eso. No le dediqué el tiempo que sí le di a la carpintería”, explica Floc -co, quien recuerda que una vez montado su taller, en el corto pla -zo empezaron a entrar pedidos de muebles: “Un día una persona en -tró y me preguntó si podía hacerle un mueble. Le dije que sí. Tomé las medidas, le hice un dibujo y lo armé con material reciclado. Fue natural, casi ni me di cuenta de lo que había hecho.” Así, a los 19, Flocco dejó de lado los bastidores y los marcos. Sen -tía que, siendo él también pintor, siempre armaba encargos para otros y dejaba de lado lo suyo.

¿Cómo se cruza el reciclaje con la carpintería? ¿Por la necesidad de obtener materia -

“En 15 días obtuve el primer pro -totipo, estu -ve concen -tradísimo, obsesivo, laburando todo el día y toda la noche. Me movía la ansiedad por armarla y probarla.”

“El material es espe -cial, tiene una carga romántica. No reciclo simplemen -te por no comprar o porque me resulta más económico.”

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les o por una convicción de usar lo que está siendo desechado?Las dos cosas. En principio por juntar ma -terial de la calle y usar lo que encuentro. Siempre lo hice, en mis pinturas y cuando enmarqué. No fue una idea ecológica a prio -ri. La madera que usé para la bici es de 1920 ó 1930. Se complica conseguirla y comprar -la, pero también es muy buena. Cuanto más tiempo está estacionada es mejor, no se do -bla. El ébano que utilizo es de una fábrica de guitarras, es sobrante de diapasones. No reciclo simplemente por no comprar o por -que me resulta más económico. El material es especial, tiene una carga.

¿Cuál es la carga que le encontrás?En principio una carga romántica, al haber sido antes un piso o un marco. Y el otro tema de la madera es que cuanto más tiempo tie -ne, más valor adquiere, especialmente la pinotea, que tiene mucha resina. Cuando la cortás parece que está recién talada. Es in -creíble.

-diendo. ¿Crees que en la carpintería hay continuidad en este sentido? Hay una intención de volver a los laburos ar -tesanales. Sin embargo no hay grandes talle -res haciendo oficios “pulenta”. Son más los que se cierran que los que se abren. La gente joven está afilada con la imagen. Los objetos salen al mercado con una movida de diseño y difusión, pero no tienen mucho de oficio. Se sigue yendo a lo seriado, a producir algo de la forma más sencilla, rápida y econó -mica. Antes las cosas se pensaban para que durasen de manera infinita. En el caso del reciclado, no veo un desarrollo, pero me en -cantaría que lo haya. Con la madera tendría que pasar ya porque es una locura seguir ta -lando árboles.

PIEZA P OR P IEZA Desde su inauguración en Saavedra hasta la actualidad, Flocco mudó seis veces su ta -ller, siempre por Villa Pueyrredón, el barrio donde vivió su infancia y aun reside. Tiene planes de cambiarlo de lugar una séptima vez durante este año. La idea es separar su vivienda del espacio donde trabaja, a veces, hasta las 10 u 11 de la noche. En la actualidad el taller Salvador está in -tegrado por otros dos carpinteros que se reparten tareas y a quienes Flocco intenta compartirles el conocimiento que ha adqui -rido en estos años. Sin embargo él reconoce que el oficio ha sido siempre muy solitario:

“Ir por la calle y tener una devolución instantánea con un objeto, un diseño de uno, para mí es maravilloso como artista y es la primera vez que me pasa”, dice Flocco, quien no se cansa de responder preguntas sobre cómo armó la bici, si está en venta y qué precio tiene. El carpintero explica que a pesar de que le gusta pensar a su bici como un objeto de colección que es lindo tener, es fundamental que responda en su andar. El cuadro que creó es de madera de 1930 que fue parte de un piso y tiene piezas de aluminio de 4 mm, cortadas, biseladas y pulidas a mano. Los detalles negros con incrustaciones de ébano de Madagascar son sobrantes de una fábrica de guitarras, mientras que los rombos blancos están tallados en hueso, una so-lución que se usa mucho en carpintería. La bici tiene además suspensión delantera. La luz trasera lleva un marco de detalle hecho con cromado de un auto antiguo, y detrás del acrílico hay un sistema de iluminación led. El manubrio y la bocina son de estilo inglés. Los guardabarros son de madera reciclada de palets. Para lograr la curvatura se empleó una técnica de multilaminado.

LOS MATERIALES

La bici de Flocco

-na de diciembre pasado, Matías Flocco expuso su primera bicicleta de madera

la gente de Carne Hueso, un grupo de diseñadores y artistas que desde su taller en Villa Luro (Capital Federal), fabrican y

distintas manifestaciones de arte inde-pendientes. Flocco mostró sus creaciones en madera y dio una charla acerca de su trabajo. También estuvo Santiago Oliver, de Born in Garage, también mostró sus bicis restauradas y habló de mecánica con la gente que pasó por allí. s www.carnehueso.com

EXPOSICIONES

“Recién el año pasado comencé a vincu -larme con el entorno, con otros diseña -dores y mecánicos de bicis. Se abrieron un poco las cosas. Si no, lo mío era estar en el taller solo.”Otra constante en su formación ha sido la dificultad para acceder al conocimien -to sobre carpintería, cuestión que hoy se agiliza, en parte, gracias a internet: “Cuando empecé, los carpinteros no te tiraban ni una técnica si no estabas todo el día barriendo el piso durante un año. Sin embargo hoy, como es algo medio perdido, la gente te ayuda bastante, dán -dote herramientas y materiales o hasta ofreciéndote trabajo.”

¿Cuál ha sido tu técnica para trabajar?“El oficio consta de horas de trabajo, y eso por años —asegura. Cuando uno arranca tiene la idea realizada de lo que es ser un pintor o un carpintero, pero no, tiene que ver con el taller. Algo original sale de la práctica y con tiempo. No hay fórmulas, cada camino es propio y dis -tinto, pero en carpintería hay un méto -do que sería el más racional posible de construir algo. Trato de buscar la forma más sencilla para llegar a la terminación que quiero. Y no tiene por qué ser la más rápida. Eso va apareciendo también en el taller, tratando de perfeccionarse todo el tiempo.” En busca de esa perfección perdida se encuentra Flocco ahora, ajustando sus diseños en bicicletas de madera recicla -da. Lo que se viene: una bici de paseo y otra más “pistera”: “Armé los primeros planos para mejorar la técnica —adelan -ta él— y obtener mejores resultados en la estructura de la bicicleta. La termina -ción y las incrustaciones van a ser más especiales, depende para quién sea la bi -cicleta. Pero estoy viendo cuestiones de ángulos, de horquillas, haciendo piezas un poco más pequeñas, seleccionando más la madera.” Mientras que la bici de paseo lucirá ca -nasto y accesorios diseñados para la oca -sión, la “pisterita” tendrá freno contra -pedal y manubrio de madera. En ambos casos Flocco se propone hacer un trabajo cercano al de un luthier, pieza por pie -za, de acuerdo a la persona que haga el encargo. Y que cada bici toque su propia música. 2

s matias�occo.com.ar.