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Servir a Dios en el Altar es un gran privilegio, y estas notas te ayudarán a entender algunas responsabilidades y expectativas. La primera verdad que tenemos que creer y vivir es que servir a Dios en el altar es un privilegio, no una tarea. Si no entendemos esto, es mejor no servir. Entender esta verdad implica: Tener el servicio ante el Altar de Dios como un tesoro preciado, y no una actividad cualquiera. Prepararme con oración y reverencia para el servicio. Ser fiel a Cristo y la Iglesia. La palabra servicio es importante. Se refiere a hacer algo libremente por el bien de otro. Así, reconocemos que el máximo modelo del servicio es Nuestro Señor Jesucristo, quien vino a la tierra no para ser servido, sino para servir (Cf. Mt. 20:28). Vemos en la vida de Nuestro Señor que todas sus palabras y obras son para salvarnos. Cuando Satanás lo tentó diciéndole que convirtiera piedras en pan, Jesucristo negó servirse a sí mismo aunque tenía poder para hacerlo. Sin embargo, cuando se acercan a Nuestro Señor los leprosos, ciegos y pobres, Él usa su poder para sanarlos y salvarlos. El Evangelio cuenta todo lo que Jesucristo ha hecho para nuestra salvación: amarnos hasta la muerte. Este es nuestro ideal más grande y lo que celebramos en cada Misa, donde, por ministerio del Sacerdote, se hace presente de nuevo el Sacrifico de Cristo en la cruz. La Santa Misa es, entonces, el centro de nuestra vida. En la Misa Jesucristo se comunica dona a nosotros de una manera especial: con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Entendemos, entonces, que aquí recibimos todo: Nuestra identidad Nuestra vocación Nuestra santificación Nuestra felicidad Nuestra paz Con todo esto empezamos a reconocer que al acercarnos al Altar de Dios no estamos haciéndole un favor a nadie, sino más bien,

Notas Para Los Acolitos

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Page 1: Notas Para Los Acolitos

Servir a Dios en el Altar es un gran privilegio, y estas notas te ayudarán a entender algunas responsabilidades y expectativas.

La primera verdad que tenemos que creer y vivir es que servir a Dios en el altar es un privilegio, no una tarea. Si no entendemos esto, es mejor no servir. Entender esta verdad implica:

Tener el servicio ante el Altar de Dios como un tesoro preciado, y no una actividad cualquiera.

Prepararme con oración y reverencia para el servicio. Ser fiel a Cristo y la Iglesia.

La palabra servicio es importante. Se refiere a hacer algo libremente por el bien de otro. Así, reconocemos que el máximo modelo del servicio es Nuestro Señor Jesucristo, quien vino a la tierra no para ser servido, sino para servir (Cf. Mt. 20:28). Vemos en la vida de Nuestro Señor que todas sus palabras y obras son para salvarnos. Cuando Satanás lo tentó diciéndole que convirtiera piedras en pan, Jesucristo negó servirse a sí mismo aunque tenía poder para hacerlo. Sin embargo, cuando se acercan a Nuestro Señor los leprosos, ciegos y pobres, Él usa su poder para sanarlos y salvarlos.

El Evangelio cuenta todo lo que Jesucristo ha hecho para nuestra salvación: amarnos hasta la muerte. Este es nuestro ideal más grande y lo que celebramos en cada Misa, donde, por ministerio del Sacerdote, se hace presente de nuevo el Sacrifico de Cristo en la cruz. La Santa Misa es, entonces, el centro de nuestra vida. En la Misa Jesucristo se comunica dona a nosotros de una manera especial: con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Entendemos, entonces, que aquí recibimos todo:

Nuestra identidad Nuestra vocación Nuestra santificación Nuestra felicidad Nuestra paz

Con todo esto empezamos a reconocer que al acercarnos al Altar de Dios no estamos haciéndole un favor a nadie, sino más bien, estamos recibiendo un inestimable beneficio. Esto nos debería poner en la correcta disposición.

Puesto que la Santa Misa es el centro de nuestra vida, meditaremos sobre tres momentos o aspectos de nuestra vida:

Antes de Misa: Mi vida como preparación para la Santa Misa Durante Misa: Mi vida dentro de la Santa Misa Después de Misa: Mi vida cristiana

Page 2: Notas Para Los Acolitos

Antes de Misa: Mi vida como preparación para la Santa Misa

Este aspecto abarca todo lo que, de algún modo, ocurre antes de Misa. Incluye dos momentos:

Actividades remotas (mucho antes de la Santa Misa) Actividades próximas (poco antes de la Santa Misa)

Actividades Remotas

Esta parte de mi vida se refiere a todo lo que yo hago para prepararme para poder estar firme ante Dios cuando esté ante su gloriosa presencia en la Santa Misa.

Formacióno Catecismo

¿Aprendo con gusto lo que enseña la Iglesia? ¿Intento investigar más allá de lo que me proponen mis maestros en la

Fe? ¿Trato las verdades de la Fe con reverencia? ¿Soy un modelo de vida cristiana en clase, de tal modo que todos me

puedan reconocer como un fiel servidor?o Escuela

¿Integro el conocimiento de la escuela a mi vida personal o sólo memorizo para pasar?

¿Me doy cuenta que el conocimiento también me ayudará a ser fiel servidor?

¿Estudio con gusto, paciencia y diligencia, o más bien me dejo llevar por la flojera?

¿Prefiero el conocimiento y el crecimiento a la ignorancia y mediocridad? Servicio

o Casa ¿Soy obediente con mis padres, recordando que honrándolos a ellos

honro a Dios? ¿Soy acomedido con los deberes de la casa, o más bien me escondo del

servicio? ¿Escojo el tiempo con mi familia por encima de mis propios gustos

egoístas? Oración

¿Aparto tiempo específico diario para dirigirme a Dios como a un amigo? ¿Encomiendo todas mis actividades a Dios? ¿Hago todo para la Gloria de Dios y no para mi propia ganancia? ¿Estoy consciente de que Dios está conmigo en todo momento y en todo

lugar?

Page 3: Notas Para Los Acolitos

¿Pido a Dios diario y que me revele mi vocación y el modo en que debo vivir?

¿Leo la biblia? ¿Me he confesado como lo pide la Iglesia?

Pasos: o Examen de consciencia o Dolor por los pecadoso Propósito de enmiendao Confesióno Cumplir penitencia

Actividades Próximas

Este apartado se refiere a todo nuestro proceder inmediatamente antes de misa.

¿Llego temprano a la Iglesia para ponerme en la presencia de Dios? ¿Medito, antes de Misa, sobre el glorioso misterio del cual seré parte, es decir, la

representación del Sacrificio de Cristo y de la Comunión con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad? Esto no es un juego.

Al entrar en la sacristía, ¿Guardo el silencio necesario para el servicio del Altar? ¿Saludo al sacerdote con respeto y reverencia, reconociendo que él, durante Misa,

actúa en la persona misma de Jesucristo? ¿Me preparo en la sacristía con modestia y reverencia, recordando que no debo

distraer a los demás y recordando que la Santa Misa no es un juego? ¿Humildemente acepto mis responsabilidades y tareas para Misa sin pelear por

posiciones como si la Misa fuese un espectáculo y no un acto sublime de adoración? o Esto implica recordar que yo no soy el protagonista en misa sino Jesucristo. o Si no entiendo esto, es mejor no servir en el Altar. Estamos ahí para la Gloria de

Dios, no la nuestra. ¿Me aseguro que todo parar Misa esté donde debe estar, del modo en que debe estar,

cuando debe estar? N ¿Me aseguro de haber llegado a la sacristía limpio?

o Esto incluye nuestra ropa, como también nuestro cuerpo y nuestra boca. Tenemos que estar presentables para Dios.

¿Respeté el ayuno que manda la Iglesia?o El ayuno implica no comer nada al menos una hora antes de Misa. o También incluye jamás mascar chicle en la sacristía y mucho menos en Misa.

Durante Misa: Mi vida dentro de la Santa Misa

Una vez que nos hemos preparado con nuestra vida cotidiana en casa y escuela y que también estemos0 listos para entrar a Misa propiamente, es necesario darnos cuenta de cómo debe ser nuestra vida durante la misma celebración.

Page 4: Notas Para Los Acolitos

Disposicióno ¿Guardo un silencio reverente durante la Misa, poniendo especial atención a lo

que dice y hace el Sacerdote? o ¿Me comporto reverentemente, lo cual es digno del lugar y del momento en el

que estoy? o ¿Me paro derecho y me siento correctamente, no como si estuviera en el sofá de

casa sino en un templo de Dios?o ¿Me preocupo sólo por lo que está pasando en el presbiterio, ignorando lo que

haga o deje de hacer el pueblo? o ¿Guardo silencio con los demás servidores y sólo hablo lo estrictamente

esencial? Oración

o ¿Me preparo antes de la Santa Misa con oración privada? o ¿Presento ante Dios conscientemente mi servicio?o ¿Pido a Dios por mi familia, amigos, maestros, compañeros, como también por

los sacerdotes de mi parroquia? o ¿Medito la Palabra de Dios que es proclamada, como también la homilía del

sacerdote? o ¿Participo en la Misa recitando las oraciones y respuestas apropiadas con un

tono claro y firme?o ¿Hago los gestos apropiados para cada parte de la misa con reverencia y

dignidad? Incluye la señal de la Cruz, inclinaciones, genuflexiones, etcétera.

o ¿Doy gracias a Dios por los dones recibidos con oración privada después de Misa?

Servicioo ¿Atiendo al sacerdote en los deberes que se me han asignado con prontitud y

reverencia? o ¿Pregunto si tengo dudas sobre lo que he de hacer antes de Misa para no

interrumpir la celebración? o ¿Estoy consciente de que lo que hago es un servicio y no un espectáculo? o ¿Hago todo con limpieza y orden? o ¿Me aseguro, antes de dejar la sacristía, que todo esté en orden?

Después de Misa: Mi vida cristiana

Sabemos muy bien que nuestra vida como católicos no solamente es el domingo en Misa, sino cada momento de la semana. Como Jesucristo debe ser el centro de nuestra vida entera, y es en la Misa donde Jesucristo se hace presente de manera Real, entonces debemos de considerar nuestra vida como preparación para recibir a Jesús en la Misa. Así, cuando Cristo sea Rey de

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toda nuestra vida, podremos ver más claramente su plan para nuestras vidas y vivir en la plena felicidad a la que nos invita.

He aquí algunas áreas a las que debemos poner especial atención:

Mandamientos de la ley de Dios:

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.2. No tomarás el Nombre de Dios en vano.3. Santificarás las fiestas.4. Honrarás a tu padre y a tu madre.5. No matarás.6. No cometerás actos impuros.7. No robarás.8. No dirás falso testimonio ni mentirás.9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

10. No codiciarás los bienes ajenos.

Mandamientos de la Iglesia

1. Oír Misa entera los domingos y fiestas de guardar2. Confesar los pecados graves cuando menos una vez al año, en peligro de muerte y

si se ha de comulgar.3. Comulgar por Pascua de Resurrección.4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia.5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

Bienaventuranzas 1. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.

2. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.

3. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

5. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

6. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

7. Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Page 6: Notas Para Los Acolitos

8. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.

9. Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.

10. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos. Obras corporales de misericordia

1. Dar de comer al hambriento.

2. Dar de beber al sediento.

3. Vestir al desnudo.

4. Visitar a los presos.

5. Dar albergue al que no lo tiene.

6. Visitar a los enfermos.

7. Enterrar a los muertos.

Obras espirituales de misericordia1. Enseñar al que no sabe.

2. Dar consejo al que tiene duda.

3. Consolar al triste.

4. Sufrir con paciencia las flaquezas del prójimo.

5. Perdonar las ofensas.

6. Corregir al que lo necesite.

7. Rezar por los vivos y los muertos.