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EMILIANO AGUIRRE Notas patológicas en el Grupo-X norte de Argin (Nax), Sudán A comienzos de 1963, el que suscribe y Jesús Altuna se unían al equipo que excavaba la necrópolis al Norte de Argin (NAX), Sudán, dirigido por M. Pellicer conforme a un proyecto de la misión Española en Nubia, adscrita al Comité Español de la UNESCO y al programa internacional de este orga- nismo para el salvamento del patrimonio arqueológi- co de Nubia afectado por la proyectada nueva presa de Asuan (PELLICER, LLONGUERAS, 1965). En dicha campaña de 1962-63 se recuperaron res- tos esqueléticos y momias de 80 individuos de cistas en túmulos meroíticos, siglados con ED; de 217 indi- viduos casi todos del Grupo-X del conjunto NAX-A, y de 41 individuos del Grupo-X típicos o tardíos y cristianos de NAX-B, que Aguirre y Altuna pudieron examinar con poca detención. Todos ellos fueron siglados y preparados para su transporte con objeto de poderlos estudiar más detenidamente en laboratorio, y con técnicas adecuadas para obtener medidas antropo- métricas fiables y diagnósticos paleopatológicos pre- cisos. Se hizo una ficha provisional de campo de cada individuo observado, sumariamente, conforme a una pauta ecléctica, y se obtuvieron algunas fotografías de campo, además de medidas craniométricas y algunas osteométricas con compás de espesores. La dirección de la Misión Española de Nubia se opuso al traslado del mencionado material antropológico de las necró- polis ED, NAX-A y NAX-B. Ante la imposibilidad de verificar o corregir las medidas de campo con medi- ciones adecuadas mediante los instrumentos y orien- taciones conformes a norma en laboratorio, y de diag- nosticar alteraciones osteopatológicas y de momias mediante técnicas radiológicas y procedimientos ana- líticos exigibles, este firmante estimó preferible no publicar un estudio imperfecto y cifras con cierta pro- babilidad de error. El II Congreso Nacional de Paleo- patología ofrece una oportunidad de presentar alguna parte de aquellas notas de campo, con objeto de que no se perdiera totalmente una información en gran parte fiable y de observación directa aunque incom- pleta, que pudiera ser útil con las salvedades que se indican. De los 80 individuos meroíticos de ED sólo 4 esqueletos pudieron ser observados completamente, sólo 12 de 41 de NAX-B, y 76 esqueletos de los 271 individuos de NAX-A. A los demás les faltaba bien la mandíbula, o la columna vertebral, todos o parte de los huesos largos. No pocos cráneos faltaban o esta- ban fragmentados. Las momias conservadas y las envolturas funerarias en otros casos, permitirán el examen de sólo algunas partes del esqueleto: el resto, así como las manos y los pies de todos los individuos, no se examinaron, dejándose su estudio para después de su esperable traslado a un centro español de inves- tigación. El sexo de los individuos adultos se determi- nó atendiendo siempre que fue posible a los rasgos dimórficos de la pelvis; otros, si bien se anotaron, fue- ron tenidos por menos fiables. Para la determinación de edad de los adultos se consideraron más fiables, o únicamente fiables, los 17

Notas patológicas en el Grupo-X norte de Argin (Nax), Sudán · parte de aquellas notas de campo, con objeto de que no se perdiera totalmente una información en gran ... El sexo

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EMILIANO AGUIRRE

Notas patológicas en el Grupo-X norte de Argin (Nax), Sudán

A comienzos de 1963, el que suscribe y Jesús Altuna se unían al equipo que excavaba la necrópolis al Norte de Argin (NAX), Sudán, dirigido por M. Pellicer conforme a un proyecto de la misión Española en Nubia, adscrita al Comité Español de la UNESCO y al programa internacional de este orga-nismo para el salvamento del patrimonio arqueológi-co de Nubia afectado por la proyectada nueva presa de Asuan (PELLICER, LLONGUERAS, 1965).

En dicha campaña de 1962-63 se recuperaron res-tos esqueléticos y momias de 80 individuos de cistas en túmulos meroíticos, siglados con ED; de 217 indi-viduos casi todos del Grupo-X del conjunto NAX-A, y de 41 individuos del Grupo-X típicos o tardíos y cristianos de NAX-B, que Aguirre y Altuna pudieron examinar con poca detención. Todos ellos fueron siglados y preparados para su transporte con objeto de poderlos estudiar más detenidamente en laboratorio, y con técnicas adecuadas para obtener medidas antropo-métricas fiables y diagnósticos paleopatológicos pre-cisos. Se hizo una ficha provisional de campo de cada individuo observado, sumariamente, conforme a una pauta ecléctica, y se obtuvieron algunas fotografías de campo, además de medidas craniométricas y algunas osteométricas con compás de espesores. La dirección de la Misión Española de Nubia se opuso al traslado del mencionado material antropológico de las necró-polis ED, NAX-A y NAX-B. Ante la imposibilidad de verificar o corregir las medidas de campo con medi-ciones adecuadas mediante los instrumentos y orien-

taciones conformes a norma en laboratorio, y de diag-nosticar alteraciones osteopatológicas y de momias mediante técnicas radiológicas y procedimientos ana-líticos exigibles, este firmante estimó preferible no publicar un estudio imperfecto y cifras con cierta pro-babilidad de error. El II Congreso Nacional de Paleo-patología ofrece una oportunidad de presentar alguna parte de aquellas notas de campo, con objeto de que no se perdiera totalmente una información en gran parte fiable y de observación directa aunque incom-pleta, que pudiera ser útil con las salvedades que se indican.

De los 80 individuos meroíticos de ED sólo 4 esqueletos pudieron ser observados completamente, sólo 12 de 41 de NAX-B, y 76 esqueletos de los 271 individuos de NAX-A. A los demás les faltaba bien la mandíbula, o la columna vertebral, todos o parte de los huesos largos. No pocos cráneos faltaban o esta-ban fragmentados. Las momias conservadas y las envolturas funerarias en otros casos, permitirán el examen de sólo algunas partes del esqueleto: el resto, así como las manos y los pies de todos los individuos, no se examinaron, dejándose su estudio para después de su esperable traslado a un centro español de inves-tigación. El sexo de los individuos adultos se determi-nó atendiendo siempre que fue posible a los rasgos dimórficos de la pelvis; otros, si bien se anotaron, fue-ron tenidos por menos fiables.

Para la determinación de edad de los adultos se consideraron más fiables, o únicamente fiables, los

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Fig. 1. Cráneo de NAX 551 (norma lateralis), con morfología típica

y dentadura sana. Argin. Grupo X.

rasgos pelvianos. La edad de los jóvenes se determinó, siempre que fuera posible, por las sinostosis epifisa-rias; cuando no, por la erupción, situación germinal o atrición de los dientes. Este rasgo era menos fiable en adultos por las diversas alteraciones frecuentes en los aparatos dentarios; era en cambio el más decisivo y preciso en restos infantiles. Se observó que el progre-so en las sinostosis de las suturas craneales era no sólo variable, sino fuertemente incongruente en un buen número de individuos y posiblemente ligado a afec-ciones patológicas o síndromes complejos. No caben en los límites de este trabajo las exposiciones sobre cuestiones demográficas: edades, mortandad, esperanza de vida; tampoco las resoluciones sobre atribución racial de los individuos y muestras, con base a unos 70 rasgos organolépticos y 28 medidas craniométricas que se anotaron en la carpeta de campo. Se presentan aquí las observaciones sobre más de una veintena de anomalías y entidades nosológicas en adultos. Los máximos de casos observables para éstos son de N=21 en ED, N=28 en NAX-B y N=106 en NAX-A. Se ha de tener esto en cuenta para valorar la fiabilidad de cifras y estadísticas.

Llama la atención en las necrópolis del Norte de Argin la alta frecuencia de afecciones y anomalías maxilodentarias. Se han contado varios casos de mal-posiciones y aun de apiñamientos ligeros (Figura 1); las dentaduras sanas y completas chocan con la ten-dencia a la reducción de los huesos dentarios. Este problema se resuelve generalmente con prognatismo incisival en las poblaciones aquí estudiadas; los apiña-

mientos son raros en NAX-A: 6,5%; más frecuentes en NAX-B, donde alcanzan el 16.7%. El total de ano-malías posicionales registradas en esta última muestra es muy elevado, 16 casos sobre 28 observaciones. Las anomalías atricionales son asimismo frecuentes, entre atrición extrema, asimétrica, fuertemente inclinada hacia labial y abajo con algún caso raro de inclinación inversa. Presentan unas u otras anomalías atricionales la mitad de los individuos de NAX-A y ED, y el 56% de NAX-B.

Para obtener las frecuencias porcentuales de los síntomas patológicos bucodentales, los casos de caries se contabilizan sobre el total de dientes observados en cada posición, y los de áreas involucionadas sobre el total de maxiliares y hemimandídulas observados, así como los de alvéolos en proceso de reabsorción, de modo que estos dos casos puedan sumarse y obtener así el número de dientes perdidos en vida. Por esta razón, se descuentan los casos en que los dientes no llegaron a formarse y hacer erupción: 19 MM3 supe-riores, igual número de inferiores, un incisivo central superior y un segundo premolar inferior en NAX-A.

El total de dentaduras sanas es de 15 en NAX-A, lo que representa en torno a un 85% de bocas enfermas en la población: el 52.8% presentaban al menos un diente con caries; el 42.5% presentaban el signo exter-no de abscesos apicales; el 57.5% al menos había sufrido pérdida de uno o más dientes en vida, y el 31.1% estaban afectados por involución general de maxiliares o mandíbulas, o de ambos. De las 15 denta-duras sanas, 11 pertenecían a individuos de jóvenes a adultos (entre unos 20 y unos 40 años, 9), 2 a maduros y 2 a seniles (de más de 50 años). Estas últimas repre-sentan cerca del 2% del total y 8.3% de las dentaduras

Fig. 2 (a)

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NOTAS PATOLÓGICAS EN GRUPO-X NORTE DE ARGIN (NAX)

Fig. 2. (b) Cráneo de NAX 585-g adulto con abscesos periapicales

múltiples e involución maxilar parcial. Grupo X. -arriba (a): norma lateralis; abajo (b): norma frontalis.

conservadas de individuos seniles, mientras que las dentaduras conservadas de individuos no seniles representan un 17% de las de esta categoría. El total de dentaduras y regiones bucales seniles observadas, tanto superiores como inferiores, es un 24% de la población.

En 56 individuos de NAX-A se observaron caries; en 45, abscesos apicales (Figura 2): no todos eran los mismos, de modo que eran 70 los que presentaban caries o abscesos o unas y otros -los porcentajes res-pecto al total de la población, son 52.8%, 42.5% y 66.0% respectivamente-. De ellos, eran no seniles 40 con caries, 26 con abscesos y 45 con caries y/o ab-scesos, esto es 51.9%, 33.8% y 58.4% del total de no seniles. Un individuo presentaba 11 dientes con caries y otro, todavía no senil, 10. Los casos de caries múl-tiples (tres o más) eran 14 (13.2%), de ellos 8 (10.4%) no seniles: los de abscesos múltiples 15 (14.2%), de ellos 7 (9.1%) no seniles. Es normal que la perfora-ción alveolar debida al absceso aparezca en edad más tardía que la caries; pero en esta población ambas afecciones eran muy tempranas a la vez que extensas en la población. Las piezas más careadas o con más abscesos eran los M2 de uno u otro lado, en la denta-dura superior, los MI en la mandibular, si bien la cifra

total de abscesos enr4 supera la suma de los M2 en el arco maxilar. En los incisivos es muy rara la caries, y algo más frecuentes los abscesos en los superiores. La frecuencia de caries en los túmulos meroíticos del desierto (ED) es mucho menor que en NAX-A, con 14.3%, y la de abscesos bastante menor y algo más elevada que la de caries, con un 20%, y sin casos observados de caries ni abscesos múltiples. En los Grupo-X más tardíos de NAX-B, en cambio, la inci-dencia de caries se eleva hasta un 65.4% el total, con 19.2% de múltiples, mientras los abscesos periapicales ocurren en un 38.5%, alcanzando los múltiples el 15.4%. De modo semejante, en no seniles (cuento como no seniles a 15 individuos, de los cuales 7 tenían más, pero probablemente no mucho más de 50 años) las caries suben también al 63.6% con 22.7% de múltiples, mientras que los abscesos ocurren en un 38.5%, de los que 15.4% son múltiples, y 31.8% con 13.6% de múltiples en no seniles. Los casos con caries y/o abscesos en NAX-B llegan al 80% (Cuadro 1). Hay un infante sobre 7 con graves trastornos dentales y otros en ED; en NAX-B dos infantes sobre cinco presentan caries.

El total de dientes perdidos en vida, con reab-sorción alveolar al menos incipiente o involución del hueso en NAX-A es de 134 molares superiores que representan un 23.8%, de ellos más de la mitad, esto

Fig. 3. (a)

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Fig. 3. Cráneo de NAX 576-g, joven adulto, con reabsorciones al-

veolares e involución del hueso maxilar prematuras, y absceso apical. Grupo X. -arriba (a): norma f'rontalis; abajo (b): n. basalis.

es 79 (14%), en individuos no seniles; otros 134 mo-lares inferiores (23.1%), de los cuales 87 (casi las dos terceras partes, y 15% del total) son de individuos no seniles. Menor es la pérdida de premolares, 64 (16.6%) superiores y 28 (6.9%) inferiores, siendo el número de casos observados en individuos no seniles igual a la mitad en mandíbulas y superior a la mitad en maxilares. Notables son las cifras para los incisivos: 46 (11.9%) superiores, de los que sólo 14 son de in-dividuos seniles, y 58 inferiores (14.4%), de los que sólo 10 presentan involución y 48 sólo reabsorción, y sólo 26, menos de la mitad, corresponden a individuos no seniles. Se pierden, pues, más incisivos inferiores que superiores, pero más tardíamente. En NAX-B hay dos casos de pérdida solamente de los incisivos cen-trales superiores.

Las cantidades y proporciones de dientes caídos y de regiones alveolares involucionadas son en general superiores a las de caries y abscesos parodontales (periapicales) (v. cuadrol). De un total de 34 casos con más de tres involuciones o reabsorciones alveo-lares sólo en NAX-A, 10 son de individuos menores de 40 años (no maduros ni seniles) (Figuras 2 y 3), siendo 7 los casos de involución extensa sobre 4 de reabsorciones múltiples observadas (más de tres dien-tes), esto es un 29.4%, y 3 los de involución total de

ambos maxilares en adultos y jóvenes adultos, un 33.3% sobre los observados. En las mandíbulas, hay en no seniles un caso sobre tres. Las frecuencias de alvéolos en proceso de reabsorción son de 58.8% y 53.3% en no seniles, de ED, con 11.8% y 6.7% de múltiples respectivamente; en NAX-B se registran 73% y en no seniles 68.2%, y múltiples 26.9% y 22.7% respectivamente. La involución maxilar aparece en un 50.0% en ED, y 43% en no seniles; las frecuen-cias en NAX-B son 57.7% del total y 54.5% en no seniles, de los que es muy extensa en 5 casos que representan el 22.7%.

Se observa, pues, de los meroíticos a los Grupo-X y en la descendencia de estos últimos, un aumento no-table en la extensión de las caries. Son mayores las frecuencias de reabsorción alveolar e involución maxi-lar en estos meroíticos que en NAX-A. Sólo en absce-sos periapicales supera, en poco, la frecuencia de NAX-A a la de NAX-B. La gente de esta última necrópolis presenta la mayor incidencia de trastornos bucales, con sólo el 7.7% de bocas sanas; este porcen-taje es 14.1% y 16.9% no seniles en NAX-A y era 35.7% en ED.

Estos resultados no difieren notablemente de los obtenidos por otros autores. En el Grupo-C se señaló un 30% de caries (STROUHAL, JUNGWIRTH, 1984). En este mismo grupo se advierte la presencia de abscesos periodontales, que ARMELAGOS (1989) considera la enfermedad más frecuente en Meroe, Grupo-X y cris-

Fig. 4 (a)

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NOTAS PATOLÓGICAS EN GRUPO-X NORTE DE ARGIN (NAX)

tianos de Nubia. Un 50% de casos con reabsorción alveolar consiguiente a caída más o menos prematura de dientes se observa ya en el Grupo-C en la región (STROUHAL, JUNGWIRTH, o.c.). Comúnmente se piensa que la pérdida de dientes en vida obedece siempre a una enfermedad infecciosa de los tejidos periodontales de soporte, debida a una placa bacteriana. En una perspectiva etiológica más amplia, se toman en consi-deración factores que favorecen la agresión bacteriana, o que alteran la respuesta normal del huésped. En este sentido, se piensa en defecto de defensas y en influjo negativo de la dieta (RASCONES, 1992). Cuando el mal endémico afecta a una población regional extensamente y a lo largo de generaciones, incluso con movimientos y aportaciones demográficas distintas, cabe pensar no sólo en deficiencias dietarias regionales, sino también, bien como etiología alternativa o como factor

Fig. 4. (b)

Cuadro 1 Incidencias y frecuencias de enfermedades bucodentales en necrópolis al Norte de Argin

Nax-A Nax-B ED

Total (N=106) %

No senil (N=77) %

Total (N=26) %

No senil (N=22) % Total % No senil %

Caries 56 52.8 40 51.9 17 65.4 14 63.6 2(14) 14.3 2(13) 15.4- múltiples 14 13.2 8 10.4 5 19.2 5 22.7 0 0 - sólo superior o sólo inferior inf. 2 (5)

Abscesos periapicales 45 42.5 26 33.8 10 38.5 7 31.8 3(15) 20.0 2(13) 15.4- múltiples 15 14.2 7 9.1 4 15.4 3 13.6 0 0 - sólo superior

Caries y/o abscesos 70 66.0 45 58.4 21 80.8 18 81.8 4(15) 26.7 3 23.1- múltiples 33 31.1 - sin reabsorción/involución 19 17.9 17 22.1

Reabsorción alveolar 61 57.5 38 49.4 19 73.0 15 68.2 10(17) 58.8 8(15) 53.3- múltiple 28 26.4 22 28.6 7 26.9 5 22.7 1 6.25 0

Involución maxilar 33 31.1 19 24.7 15 57.7 12 54.5 8(16) 50.0 6(14) 42.9- múltiple 26 24.5 14 18.2 5 19.2 5 22.7 1. 6.25 0

Reabsorción y/o involución 72 67.9 48 62.3 20 76.9 16 72.7 10(17) 58.8 8(15) 53.3- sin caries/abscesos 18 17 16 20.8

Involución sólo región molar 16(No33)48.5

Involución sólo región incisival 3(No72) 4.2 1

Involución total o cuasi-total 4 3.8 2 2.6 - sólo maxilar 3 2.8 3 3.8 - unilateral 1 1

Pérdida total dientes, involuc. retrasada 2 1 TOTAL sanas y normales 15 14.1 13 16.9 2 7.7 5 35.7

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EMILIANO AGUIRRE

influyente, en una deficiencia sistémica con influjo hereditario.

El desequilibrio entre el material esquelético y den-tario es particularmente grave en estos casos de invo-

Fig. 4. (d) Cráneo de NAX 562, joven adulto, con involución maxi-

lar casi total y deformaciones asociadas. De izquierda a derecha, y de arriba a abajo: (a) n. frontalis; (b) n. latera-lis; (c) n. superior; (d) n. basalis.

lución, más leve en los de asimetrías, carencias, apiña-mientos y caries unilaterales o descompensadas, y puede haber influido en las frecuentes asimetrías en partes del neurocráneo y del esplancnocráneo por obvias reacciones biomecánicas. Sólo si el síndrome de involución maxilar temprana tuviera una compo-nente de disfunción metabólica podría ser relacionado con las anomalías observadas en el cierre de las su-turas craneales (Figura 4 y 5). Un estudio de corre-laciones entre estas manifestaciones de patología bucal, las anomalías recién mencionadas y otras pato-logías desborda el límite de este trabajo, pero puede valer la pena intentarlo.

Aparte las dentarias y periodontales, son pocas las enfermedades infecciosas registradas en partes del esqueleto o perceptibles en la momia. De las primeras, cabe mencionar tres de osteítis craneal una de ellas mastoiditis doble, un caso de osteítis mandibular y otro premaxilar, uno de osteítis poscraneal. Por con-juntos o necrópolis, en ED es el 7.1% de los casos observables, en NAX-A el 6% y en NAX-B el 8.7% por tanto sin variación sensible entre los periodos meroítico a cristiano en el entorno de Argin. El caso de NAX-565 B es el de una mujer, de más de 45 años, que presenta la contracción de la columna, cabeza y piernas hacia dorsal típica del shock tetánico (Figura 6). Parece extraño que no se haya producido des-contracción postmortem: ello puede atribuirse a la presteza en envolver el cadáver con doble sábana, lienzos y vendas, y enterrarlo con presteza, práctica cultural arraigada en pueblos saharianos y de África septentrional. Envolverían al cadáver en la postura letal, y así se habría impedido la descontracción.

Fig. 4(c)

Algunos casos de malformación fueron registrados en columnas vertebrales: 2 de escoliosis en NAX-A, una malformación en NAX-A y 3 en NAX-B; entre ellas, dos casos de sinostosis lumbo-sacra (NAX 105 y NAX 683).

Un caso de raquitismo se observó en los huesos de un niño meroítico de 8 años, ED-9H, y otro en el Grupo X, de poco menos de 12 años, NAX 574, en-terrado en cántaro y parcialmente momificado; el últi-mo fue interpretado como hidrocéfalo (AGUIRRE, 1972). Varios casos de osteomalacia se observaron en NAX-A, y uno dudoso por el posible influjo del ambiente exterior en la mala conservación de los hue-sos en ED. Osteofitos atribuibles a procesos dege-nerativos (PD) articulares se advirtieron en cóndilos

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NOTAS PATOLÓGICAS EN GRUPO-X NORTE DE ARGIN (NAX)

Fig. 5. (a)

mandibulares de 2 individuos de NAX-A, en cuerpos de apófisis vertebrales de 7 individuos de NAX-B, dos de éstos menores de 45 años, y en 2 sacros de NAX-A. En NAX 590 -individuo del que se volverá a tratar más abajo- se presenta anquilosis de dos vérte-bras cervicales, no por artrosis estricta quizás. Es rela-tivamente frecuente la presencia de llamativos osteofi-tos en la articulación del codo -faceta proximal de la ulna y/o tróclea humeral-, con 4 casos en NAX-A (4%) y uno en NAX-B. Típicas poliartrosis seniles se advierten en un individuo (7.1%) de ED, tres de NAX-B (13%) y en tres de NAX-A (3%). Estas cifras resultan algo más elevadas de las que anota Arme-lagos (o.c.), 2.1%, 3.0%, 3.1%, respectivamente para meroíticos, Grupo-X y cristianos de Wadi-Halfa, salvo en NAX-A (v. también KILGORES, 1984; 1986).

Una exostosis cartilaginosa múltiple se presenta en 5 casos de NAX-A (5%) y en uno (4.3%) de NAX-B. Este último y tres de NAX-A 60% ocurren en in-

Fig. 5. (b)

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de osteoma simple, dos de ellos en NAX-A (Figura 8) y otros dos en NAX-B; la frecuencia sobre el total es de 3.6%. Relativamente frecuente parece haber sido en NAX-A el osteosarcoma con seis casos (5.9%), en región del codo (2 casos), acromio-clavicular, coxofe-moral y ala ilíaca, sacro (2) mandíbula, frontal. Un caso de necrosis en ambas clavículas y parte de la co-lumna se presenta en NAX 480, varón senil, y descri-bimos como osteocondrolisis el caso de NAX 624A, hembra senil, con destrucción intensa del caput hu-men y de la región glenoide de la escápula (Figura 9). Hay un caso de hemangioma, NAX 81, en hembra de adulta a madura, y uno en NAX 104, infantil, cuya des-cripción corresponde a la de un mieloma múltiple, raro en esta edad. Un meningioma avanzado se observa en NAX 629, varón maduro, un osteocondroma en otro varón de edad semejante, NAX 626, en región postero-súpera tibial, y un caso sin diagnóstico de distrofias e hipertrofias en la parte interna del pubis de una hembra, NAX 570 B. Esta incidencia puede compararse con la que citan MARROCCO y ARMELAGOS (1984).

Fig. 5. (c)

dividuos no seniles; son varones en de NAX-B (NAX 71) y tres en NAX-A. Tres de los cinco casos en la necrópolis A corresponden a esqueletos de una misma tumba, NAX 585 B (varón senil), 585D (hembra senil) y 585C (hembra adulta). El adulto masculino NAX 590 yacía en tumba regia, presentaba también periosti-tis (Figura 7); en éste y NAX 71 se observó también espondilartritis con anquilosis, sin ser seniles. Por otra parte, tanto NAX 71 como NAX 585D presentaban fracturas traumáticas curadas. La exostosis múltiple no aparece como secuela de traumas. La relación sería contraria en todo caso. La exostosis múltiple puede ir ligada a un trastorno metabólico, y la propensión a éste podría estar influida por un factor hereditario. En el esqueleto NAX 590 se observaron, torsión humeral, una sinostosis sacroilíaca (que podría haber derivado de un proceso infeccioso), sinostosis de dos vértebras cervicales, exostosis ligamentosa múltiple (v. supra), y el frecuente síndrome de caída prematura de dientes con reabsorciones alveolares e involución maxilar: este personaje regio tenía al morir entre 33 y 39 años.

Con la limitación de las observaciones rápidas en el campo era difícil el diagnóstico preciso de neoplasias. Los totales anotados son de 2 casos, en los túmulos meroíticos del desierto (14.3%), 13 en NAX-A (12.7%) y 5 en NAX-B (21.7%). Cinco son los casos

Fig. 5. Cráneo de NAX 585-d, senil con involución extema del

maxilar y suturas no osificadas. Grupo X. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: (a) n. frontalis; (b) n. lateralis; (c) n. superior; (d) n. basalis.

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NOTAS PATOLÓGICAS EN GRUPO-X NORTE DE ARGIN (NAX)

Fig. 6. Momia NAX 565-b, femenina, en contracción patológica debida a una enfermedad mortal, supuestamente mantenida por las envolturas y ligaduras de las que se ven restos. Argin, Grupo X.

Encontramos síntomas de periostitis en 5 casos de NAX-A, sobre 100 individuos.

Entre los traumas, los observados en regiones cra-neales son: uno en ED (12.5%), once en NAX-A (11.3%) y cinco en NAX-B (20.0%). Los porcentajes observados por ARMELAGOS (o.c.) son: para Meroíticos 14.2%, para Grupo-X 13.2%, y cristianos

13.4%. Un 22.9% se cita de Sayala, en época romano-bizantina de la Nubia egipcia (STROUHALL, JUN-GWIRTH, 1980; 1982). Las erosiones no penetrantes en áreas limitadas, en general depresas y curadas, son el caso más frecuente -1 en ED (total observado), 3 en NAX-B, 7 en NAX-A (más la mitad de los casos siempre)-. Dos casos de incisiones u orificios perfo-rantes ocurren en NAX-B quizá 3, sobre 25 cráneos

Fig. 7. Dos vistas del húmero con diáfisis torsionada y el cubito y radio con periostitis de NAX 590. Grupo X de Argin, tumba regia.

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Fig. 8. Cráneo de NAX 578, de adulto mostrando osteomas basicraneales Argin, Grupo X. Arriba (a): n. lateralis; abajo (b): n. basalis.

Fig. 9. Escápula y húmero de NAX 624-a, senil, mostrando los efectos de un tumor blanco o condroma osteolítico. Argin, Grupo X.

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NOTAS PATOLÓGICAS EN GRUPO-X NORTE DE ARGIN (NAX)

Fig. 10. Cráneo de NAX 576-a, varón, joven adulto, Argin, Grupo X. A la izquierda (n. lateralis): corte producido por espada en parte posterior de parietal izquierdo; derecha (n. basalis): corte por la misma arma que el anterior, que rebana el basioccipital.

observados: no se descarta la práctica cultural o de in-tención terapéutica. El cráneo de NAX- 576 A presen-ta un corte de varios centímetros por hoja afilada en el parietal, que atraviesa todo el grosor del hueso, res-quebrajando un casquete que no llegó a desprenderse; un segundo golpe de espada rebanó el basioccipital por detrás del cóndilo izquierdo (Figura 10). Es un decapitado, quizás en tierra tras ser derribado en com-bate con un primer golpe. NAX 663 presenta una lesión incisa sanada con puente óseo en el parietal derecho (Figura 11). Fuera de éstas no se registran lesiones producidas por arma bélica, salvo el hun-dimiento de la tabla externa del parietal y desviación del curso de la línea temporal, debidos a golpe con objeto contundente, en NAX 595. Secuencias in-fecciosas tuvo la lesión de NAX 104, infantil.

Los traumas porcraneales incluyen varios casos de fractura: 2 en NAX-B, 1 en NAX-A y 2 en ED, uno de ellos fractura helicoidal de radio en individuo femeni-no de 19-20 años; todos ellos curados, con callo óseo que puede calificarse de normal. Las regiones afec-tadas son: el antebrazo en los dos casos de ED y uno en NAX-A; tibia y peroné en NAX 105, varón de 26-28 años, y en NAX 71, varón de 45-50 años, ambos de NAX-B y ambos casos curados, con callo que es sinos-tosante en el primero; en el segundo la tibia se astilló sin llegar a fracturarse, la lesión incidió en el cuarto proximal de ambos huesos. En NAX 356, hembra se-

nil, hubo fractura en dos costillas que se sinostosaron con el callo.

De lo dicho puede inferirse que entre los poblado-res del grupo X del área de Argin eran infrecuentes o poco frecuentes las deformaciones y malformaciones congénitas, las neoplasias y las enfermedades por deficiencia, así como las periostosis, las artrosis y las enfermedades infecciosas que afectan al esqueleto poscraneal.

Fig. 11. Cráneo de NAX 663. Argin, Grupo X. Se observa lesión

incisa curada en parte posterior de parietal derecho. Nótese la avanzada involución del maxilar.

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EMILIANO AGUIRRE

Fig. 12.(a) Fig. 12. (b)

Fig. 12. (c) Fig. 12 (d). Cráneo de NAX 595, individuo maduro, con un gran abs-ceso periodontal y avanzada involución maxilar. Presenta fuerte depresión traumática en parietal izquierdo y fron-tal. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: (a) n. frontalis; (b) n. lateralis; (c) n. superior; (d) n. basalis.

Frecuencias relativamente altas se encuentran para los procesos degenerativos, algo mayor que entre los meroíticos, y para los casos de exostosis cartilaginosa múltiple. Más de la mitad de los individuos del Grupo-X padecieron caries y cerca de la mitad abs-cesos periodontales, con cifras muy superiores a las que se consignan en meroíticos. La reabsorción al-veolar consiguiente a la caída prematura de piezas dentarias tenía ya alta frecuencia en el grupo C y en meroíticos; ésta aumenta en los dos conjuntos NAX. La secuela de involución de los huesos dentarios es igualmente alta en todos estos grupos: es forzoso in-

ferir una predisposición cuasi-endémica que por al-guna razón afectaba a las defensas de los tejidos que soportan el aparato dentario más que a otras partes del organismo y su esqueleto.

La gente del Grupo X enterrada en NAX-A sólo excepcionalmente muestra accidentes bélicos, menos que los meroíticos que les precedieron y mucho menos que los cristianos-bizantinos de la Nubia egip-cia. La incidencia más alta de lesiones traumáticas que se registra en NAX-B corresponde a individuos del mismo Grupo X, quizás de una época algo más tardía, según varios indicios.

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NOTAS PATOLÓGICAS EN GRUPO-X NORTE DE ARGIN (NAX)

Cuadro 2 Incidencias y frecuencias de diversas entidades noseológicas observadas en las necrópolis del Norte Argin.

(1) Según ARMELAGOS (1969); (2) Según STROUHAL, JUNGWIRTH (1982)

ED NAX-A NAX-B Wadi-Halfa % ( l) Sayala(2)

casos N % casos N % casos N % Meroe Grupo X Cristianos

1 . Artrosis 1 14 7.1 9 100 9.0 9 23 39.1 21 3.0 3.1 1.1. Vertebrales 0 3 6 1.2. Temporomandibular 0 1 0 1.3. Varias 0 2 0 1.4. Poliartrosis seniles 1 7.1 3 3.0 3 13.0

2. Otros procesos degenerativos 2 14 14.3 13 100 2 23 8.7 2.1. Mandíbula 0 2 0 2.2. Clavícula 0 3 0 2.3. Fósela hipotrocantérica 1 2 1 2.4 Otros ligamentos 1 6 1 Subtotal No-seniles 2 5 2

3. Exostosis cartilaginosa múltiple 0 14 5 100 5.0 1 23 4.3 - Subtotal No-seniles 3 60 1 100 - Subtotal Varones 3 60

4. Periostosis no observados 5 100 5.0 no observado 5. Otras infecciosas 1 14 7.1 6 101 5.9 1 23 4.3

5.1. Osteítis 1 5 0 5.2. Tétanos 0 1 0 5.3. Otras 0 0 1 5.0. Infección postraumática 1(7)

6. Neoplasias 2 14 14.3 13 102 12.7 5 23 21.7 6.1. Osteoma simple 1 2 2 6.2. Necrosis, osteocondrolisis 0 1 1 6.3. Hemangioma 0 0 1 6.4. Osteocondroma 0 1 0 6.5. No especificado 0 1 0 6.6. Osteosarcoma 1 7 0 6.7. Mieloma múltiple 0 0 1(?) 6.8. Meningioma 0 1 0

7. Traumas craneales 1 8 12.5 12 97 12.4 5(3) 2520(12) 14.2 13.2 13.4 22.97. 1 . Pequeñas erosiones/depresiones 1 7 3 7.2. Lesiones mayores no perforantes 0 2 0 7.3. Lesiones graves, arma cortante 0 2 0 7.4. Orificio perforante, cultural? 0 0 2 7.0. Quemado 0 1 0

8. Traumas poscraneales 2 13 15.4 2 100 2 4 25 16 5.6 3.1 11.3 51.48.1. Esquirlas, erosiones 2 8.2. Fracturas 2 1 1 8.3. Fracturas dobles

Costillas 1 Tibia+peroné 1

8.0. Quemado 1 9. Deficitarias 2 8 25 4 99 4 0 21 0

9. 1 . Osteomalacia 1 3 9.2. Raquitismo 1 1 ) mismo

e hidrocefalia 1) individuo

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EMILIANO AGUIRRE

AGRADECIMIENTOS Mucho del trabajo de campo aquí reseñado se debe

a Jesús Altuna, a quién reconozco aquí como coautor de este registro. Manifiesto también mi gratitud a D. Campillo y a A. Isidro por sus valiosas observaciones, a J.D. Villalaín por su amistoso estímulo, y muy es-pecialmente a P.J. Pérez por el tiempo y la atención que ha dedicado a la lectura de este trabajo, y a la dis-cusión de casos de interpretación problemática.

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