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Noviembre - Diciembre 2017 | www.SerCristianoMagazine.com GRATIS Viviendo cada Día en Acción de Gracias Navidad en Familia ¿ A QUIÉN Pertenece el Diezmo? “Dios tiene la Culpa”

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Noviembre - Diciembre 2017 | www.SerCristianoMagazine.com

GRATIS

Viviendo cada Día en Acción de Gracias

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PUBLISHER: Sergio Morales [email protected] | EDITORA: Mayra Rosich [email protected] PUBLICIDAD Y VENTAS: 321.377.9354 • 407.233.5350 [email protected] | P.O. Box 950286, Lake Mary, FL 32795

DIRECTORA CREATIVA: Sandra Martínez [email protected] | WEB MASTER Y REDES SOCIALES: Diego AgredaSer Cristiano es una publicación Gratis bi-mensual. Los artículos y avisos publicados son responsabilidad directa de los autores y anunciantes. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción parcial o total de esta publicación o su edición electrónica sin autorización. Ser Cristiano Magazine © 2017 Copyright. Para comentarios escríbanos un correo electrónico a: [email protected]¡SUSCRÍBETE GRATIS! Lea la versión digital de esta revista en: www.SerCristianoMagazine.com

¿En qué persona te quieres convertir y a quién quieres servir? …………………… 4¿Existe un futuro sin Cristo? ……………… 5Quienes avanzan van acompañados de Pasión y Acción ………………………… 6Vive tu vida como si fuese el último día …… 7Si Dios es amor… ¿De dónde proviene la maldad? …………… 8Dios tiene la culpa ………………………… 9Viviendo cada día en Acción de Gracias … 10¿A quién pertenece el Diezmo? ………… 11Un plan misionero ……………………… 12¿Eres cómplice o testigo de la indiferencia? 13Navidad en Familia ……………………… 14Noche de Paz …………………………… 15El árbol de Navidad ……………………… 16Diferencia de la Navidad con Jesucristo o sin Él …………………… 17¿Son los Reyes Magos y Santa Claus espíritus inmundos? …………………… 18

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¿En qué persona te quieres convertir y a quién quieres servir?

Todos tenemos sueños, metas y diferentes propuestas hacia la vida. Todos nacimos con un dispositivo llamado “propósito” por el cual vamos creciendo queriendo ser alguien o algo en la vida. Estos sueños y

metas no son malos, Dios mismo puso propósito en nosotros; sin embargo, Él espera que ese o esos sueños sean alineados a lo que él desea para nuestras vidas.

¿En que persona te quieres convertir? No hay nada malo con querer ser un profesional, un empresario y hasta presidente de la nación, más bien es la intención y el corazón con que se hacen las cosas lo que más le interesa a Dios. Muchos por la ambición caen en un sueño egoísta, entretenido por las pasiones y deseos al punto que se vuelven fríos, despiadados y hasta desconectados de las necesidades básicas de un ser humano. No les importa a quien se lleven por delante tan solo por alcanzar sus metas que hasta se pueden volver egoístas. También vemos a diario gente que por ambición y deseo de dinero fácil caen en la red del diablo y hasta asesinan por hacer un peso. Es claro entonces que podemos y debemos tener sueños desde una perspectiva saludable y sana. El problema comienza cuando el convertirnos en alguien, atrofia la vida de otros. Nunca quiera ser alguien maltratando o dañando la vida de otras personas. Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese así mismo, tome su cruz cada día, y sígame” Lucas 9:23. El Señor nos enseña a morir a nuestro egoísmo, deseos y pasiones para abrazar

su propósito y su deseo para nuestras vidas. Morir a nuestro sueño para recibir por Fe el que él tiene para nosotros. ¿Yo no se de usted? Pero yo prefiero el sueño de Dios para mi, antes que el mío, solo así seré exitoso.

¿En que te debes convertir? Conviértete en un amador de los sueños de Dios. Ayuda a otros a lograr sus sueños y verás que gozo y alegría inundarán tu corazón. Haciendo esto, Dios te entregará los deseos más profundos del corazón, esos que vienen conforme a su voluntad.

¿A quien quieres servir? Todos vamos a servir a alguien, al trabajo, a la empresa, a los sueños. Sí, usted servirá a aquello que dedique su atención, tiempo, su esfuerzo y su todo. A lo que usted más le dedica sus pensamientos es a lo que usted sirve. Le encarezco a que rinda su vida a Jesús y permita que Él gobierne su corazón. Sirvamos a Cristo, amemos a Cristo y vivamos para Él con todo el corazón.

Preguntas de Análisis:• ¿Para qué hago lo que hago?• ¿Para qué existo?• ¿Qué cosas debo cambiar? • ¿Qué quiero lograr en la vida? • ¿A quién quiero impresionar? • ¿Qué es realmente lo importante en mi vida? • ¿A quién quiero servir?

Consejos Prácticos:• Conforme una lista de cosas que necesita

cambiar.

• Pida perdón a aquellos que afectó camino a su sueño.

• Examine su corazón - Porque de él mana la vida

• Renueve su mente - Romanos 12:2• Examine sus intenciones – ¿Por qué o para qué

quiero lograr esto o lo otro? Lamentaciones 3:40 – Hebreos 4:12

• Haga cambios necesarios - Oseas 6:1 • Sustituya malos hábitos por buenos - Job

22:28 • Procure hacer el bien - Gálatas 6:9 • Ame, perdone y busque la paz - Juan 15:17;

Marcos 11:25; 1 Pedro 3:11

Pastor Alex CastroSanando la Tierra Internacional 236 S. Semoran Blvd.Orlando, Fl 32807

Teléfono: (407) 737-7771

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Dr. Pastor Agustín LópezIglesia Misión La Cosecha

(407)[email protected]

Lo primero que quiero dejar claro es, ¡No hay esperanza para el ser humano sin Cris-to Jesús! Como gente que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, somos de-pendientes de él a través de una relación

genuina y santa. Tristemente, este no es el caso de muchos dado a la naturaleza caída del hombre. A pesar de que el evangelio es predicado, la gente vive como si Dios no existiera y nunca hu-biera muerto por ellos. El pecado, junto a Satanás ha invadido la mente del mundo en todo tipo de creencias destructivas que apelan al orgullo de sus vidas. Esto rinde al hombre a creer que pueden vivir sus vidas separados de Dios, sin tomar en cuenta todas las implicaciones que vendrán junto a sus decisiones catastróficas. Honestamente, es una mentira del mismo infierno. Hay un viejo refrán que dice: “Puedes vivir tu vida sin Cristo, pero no puedes morir sin El”.

Desafortunada-mente, a través de la

historia humana muchos han escogido vivir sin El.

Lamentablemente hay tantas personas que viven engañadas

ignorando que Cristo Jesús es una necesidad absoluta; pero, llegara el día

en que esta verdad será obvia para todos. Es un error, el peor de todos, pensar que podemos vivir sin Dios y luego hacerle frente a la eternidad. ¿Por qué la humanidad necesita a Cristo? Usando una analogía simple, podemos ver que para que un componente eléctrico funcione, ne-cesita estar conectado a una fuente de poder. De la misma manera, esto se aplica a nosotros. No fuimos creados para vivir desconectados de Dios porque al hacerlo resultaría en muerte espiritual. Fuimos creados de una forma única que nos habi-lita relacionarnos con El, y es esto lo que nos hace distintos a toda la creación. La fuente de nuestra vida es Dios, por lo tanto, esta vida solamente puede ser sustentada y mantenida a través de una relación con El por medio de Cristo Jesús (1ra. Tes. 5:9, 2da. Tim. 1:9). Sorprendentemente, la perspectiva del hom-bre sobre la vida misma es superficial desde un punto de vista humanista. La creencia de muchos es que solo tienen una vida para vivir, por lo tanto, la idea de ellos es acumular placer, riquezas, presti-gio, fama, y otras cosas mundanas que están total-

mente vacías de eterno significado antes de ellos morir. Sin Cristo, el ser humano tiene una vista cor-ta y, por lo tanto, pueden ser fácilmente engañado. Esta es la razón principal por la cual muchos no se preocupan donde pasaran la eternidad. La gente hará lo posible por ir en pos de cosas que eventualmente le causarán problemas a la larga, o cosas que impedirán su caminar con respecto a su necesidad de un salvador. La vida significa más de lo que muchos falsamente creen desde un punto de vista bíblico (Juan 3:16, Juan 2:24-25). Reconozca esto, la condición del alma huma-na era tan corrupta dado al pecado, que todos íba-mos de camino al infierno y esto representa des-trucción eterna. Esta fue la razón por la que Cristo fue enviado por Dios para que a su llegada lidiara con el problema del hombre y así crear un camino en el cual todos nosotros fuésemos reconciliados con Dios. Esta misión fue tan crucial, que ella daría definición a la esperanza y futuro de la humanidad completa. Esto me dice a mí y a todos que, sin Cris-to, es salvo concluir que no hay esperanza ni futuro para el hombre, aunque quieren creer otra cosa.

¿Existe unfuturo sin

Cristo

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Quienes Avanzan Van Acompañados de Pasión y AcciónNo avanza todo el que cree que puede, sino el que quiere.

Fuimos creados para triunfar, avanzar y conquistar.

Dios, desde antes de nacer nos depositó de antemano un paquete llamado potencial, que vamos descubriendo día a día en me-dio de nuestros procesos y transiciones. Pero muchos de nosotros vivimos una vida

que no nos corresponde, Jesús dijo en Juan 10:10: “El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Aunque nacimos en victoria, porque, sólo el ha-ber nacido ya es un milagro grande, nos convertimos con el paso del tiempo en victoriosos intermitentes como las luces de navidad, y algunas de las razones son; el no querer hacer lo que nos permite alcanzar nuestra meta. Veamos cómo nosotros mismos podemos per-mitir que el ladrón que vino a la vez, a matar y a des-truirnos a veces lo logre, y cuáles podrían ser las causas y el efecto negativo.

1. Si vivimos como un caballo brioso, e impetuoso, pero no tenemos constancia ni somos persistentes, no lograremos cumplir nuestros objetivos, pues se necesita anexar también valentía, tenacidad, esfuerzo, y dedicación para avanzar.

2. Si actuamos ágiles como los jinetes de competencia, pero tan pronto nos rebase otro caballo, nos desanimamos, entonces nos falta una mayor pasión cada vez que busquemos accionar. El Señor no se deleita en los caballos briosos, ni se complace en la agilidad de los jinetes. Salmos 147:11 RVC

3. Si solo caminamos y/o corremos, pero sin competir, y nos cansamos, como podremos hacerle frente a las verdaderas guerras que de seguro se nos van a presentar en medio de la acción.

4. Si nos desesperamos cuando estamos en medio de la tranquilidad y el sosiego, ¿cómo nos relajaremos en medio de la tempestad o de la guerra?

Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo

competirás con los caballos? Y si en tierra de paz te caes al suelo, ¿qué harás en la espesura del Jordán? Je-remías 12:5 RVA 2015 Por estas y muchas razones no avanza todo el que tenga todos los recursos, sino el que pueda mag-nificar y sacar mayor provecho de lo poco que posea.Veamos … El apóstol Pedro sana a un mendigo inválido (Leer Hecho 3:1-8). Te daré lo que tengo le dijo Pedro al mendigo, y ese es nuestro mayor desafío para nues-tra propia vida, cuando tenemos un plan en mente, un proyecto a realizar, objetivos y metas para alcanzar; debemos decirle a ese alguien o a ese algo: “Te daré lo que tengo”. Esta historia nos muestra a un hombre que po-dría haber avanzado, pero su mentalidad se lo impe-día, hasta que éste mendigo se encontró en su camino a un apóstol llamado Pedro, que con poco hizo mucho, al punto que el milagro que recibió fue inesperado, pues el mendigo ni siquiera lo buscaba. Su forma de vivir a partir de ese momento cam-bió bruscamente, pues su medio de transporte hasta ese momento, era alguien que lo cargaba de un lado para otro, y ahora esa historia era renovada totalmen-te, pues a partir de ese encuentro con Pedro y con el

Jesús poderoso que sana mediante la oración, ya se pudo mover por sus propios medios. Sin lugar a duda muchas personas usan el me-dio para vivir, pero no viven una vida plena porque no quieren, no avanzan y han creado una cultura de con-formismo. Y no me refiero a los mendigos que deambulan por las calles, sino a muchos que aparentan estar posi-cionados, pero viven estancados y no avanzan porque no quieren. Hay gente que prefieren ser los que gritan el nombre del político de turno, que ellos mismos pre-pararse para ser los candidatos y no sólo hablo de la política. Los límites son necesarios para conocer nuestra fuerza interior. Si fallas bajo presión, tu fuerza es esca-sa. (Proverbios, 24:10 NTV) Amado lector tú puedes avanzar en la misma medida que creas en tu sueño y conozcas tu potencial. ¿Cuál es el mayor desafío que enfrenta un líder de avanzada cuando persigue su sueño? El mayor de-safío es tener sus prioridades claras. ¿Qué quiere decir tener las prioridades claras? Quiere decir que debes:

• Alinear tu sueño con el propósito de Dios para tu vida.

• Observar con detenimiento para ver las opciones que tienes para alcanzarlo.

• Escoger tu objetivo y trabajar con pasión y acción, buscando avanzar para lograr tu sueño.

• Mantener tu enfoque a pesar del ruido cotidiano, y de las distracciones que aparecen.

• Respetar tu propio proceso, y a quienes te asistan a tu alrededor, pues ellos creen como tú, que vas a lograrlo con ellos más rápido que si lo haces solo.

Dr. Carlos H. CampoPastor | Coach Ministerial

(407) [email protected]

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Alfred B. Nobel amasó su fortuna produciendo explosivos; entre otras cosas, inventó dinamita.

¿Qué motivó a este fabricante de municiones a dedicar su fortuna a honrar y recompensar a quienes benefician la humanidad? Cuando su hermano murió, un periódico pu-

blicó un largo obituario de Alfred Nobel, creyendo que era él quien había fallecido. Así, Nobel tuvo la

oportunidad de leer su obituario mientras estaba vivo. Lo que leyó le horrorizó: el periódico lo des-cribió como un hombre que había hecho posible matar a más gente más rápidamente que cualquier otra persona que hubiera vivido alguna vez. En ese momento, Nobel se dio cuenta de dos cosas: que así iba a ser recordado, y que no era así como quería ser recordado. Poco después, esta-bleció los Premios Nobel: el más famoso conjunto de premios del mundo, presentado para el logro excepcional en la literatura, la paz, la economía, la medicina y las ciencias. ¿Por qué las personas tienden a enfocarse en prioridades honorables cuando descubren que les quedan pocos días de vida o son confrontados con la muerte? El rey Salomón, uno de los hombres más sa-bios que ha existido, tiene una respuesta interesan-te a esta pregunta. En Eclesiastés 7:2 él dice: “Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón”. O sea que, al confrontarse con la idea o la experiencia de la muerte, la mayoría de las personas consideran se-riamente su estilo de vida, sus prioridades. Salomón disfrutó de bienes y lujos inimagina-bles: propiedades de inmenso valor, mujeres her-mosísimas, riqueza exorbitante, entretenimiento, un gran ejército para su seguridad, etc. Pero, cuan-do llegó a su vejez y consideró seriamente sobre su inminente muerte, se dio cuenta que existen, entre otras, tres prioridades de mayor valor en la vida: (1) Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre (Eclesiastés 12:13), (2) Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida (Eclesiastés 3:12) y (3) Goza de la vida con la mujer (esposa) que amas,

todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol (Eclesiastés 9:9). Moisés le hizo esta petición a Dios en Salmos 90:12: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. Cuando consideramos que nuestra vida es corta, tendemos a priorizar, a ponerle atención a lo que es de mayor valor. El apóstol Pablo nos aconseja, diciendo: “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son tempora-les, pero las que no se ven son eternas”. (2 Corin-tios 4:18) Las cosas materiales son de poco valor y temporeras, pero las espirituales son eternas y de gran valor: nuestra relación con Dios, nuestra comunión con los hermanos y familiares, y el ha-cer bien al prójimo. Jesús presentó esto como los dos grandes mandamientos: Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. (Mateo 22:37-40) Jesús nos enseñó a vivir un día a la vez, dicien-do: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. (Mateo 6:34) ¡Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas!

Vive tu Vida,Como si Fuese el Último Día

ADNEL PEÑA(407) [email protected]

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En una de sus definiciones filosóficas mas acertadas e históricamente reconocidas, el científico Albert Einstein, declaró, el frío es la falta de calor, la oscuridad es la ausencia de luz y la maldad es la ausen-

cia de Dios. Actualmente se sigue usando ese tipo de fórmula para definir las cosas que no existen por si mismas, y Jesús las había decla-rado desde un punto de vista espiritual, donde aparece la luz, las tinieblas huyen. Con este concepto podemos definir la maldad catastrófica que nos envuelve cada día con acontecimientos dolorosos, tanto los ejecutados por personas como las consecuencias de la naturaleza. Podemos remitir a que este tipo de ac-ciones viene a consecuencia de que el hombre dejó a Dios y tomó sus propios caminos, la Biblia declara que: “Al hombre hay caminos que le parecen derechos, pero su final es final de muerte”. Vivir de una manera propia, ignorando a Dios y sus directivas, su revelación y su oferta de bienestar sólo nos traerá más dolor y sustancialmente más exte-riorización de su ausencia en el emprendimiento que llevemos a cabo, es decir, mas exposición de la maldad y de las consecuencias de esta. Jesús declara al hombre cuestionado por las si-tuaciones que acontecen: “En el mundo tendrás aflic-ción, pero confiad, yo he vencido al mundo”. La más poderosa forma de enfrentar la maldad existente, las

consecuencias de la misma y los dolores de su mani-festación, es confiar en Jesús. Tener la presencia de Dios que hecha fuera el te-mor, nos pone bajo su soberanía y su cuidado perfec-to en su voluntad. La maldad ya no tendrá ocasión de manifestarse ni en nosotros, ni sobre nosotros. El libro de Hebreos en el capítulo 11 hace una descripción del hombre de fe, es decir, el hombre que tiene a Jesús en su corazón, deja su vida en total paz y bajo la soberanía de Dios, declarando asimetrías tan opuestas como que “por fe algunos murieron a espada y otros evitaron es-padas, por esa misma fe, algunos murieron en boca de leones y otros cerraron boca de leones”. ¿Cual es el resultado? Que si la presencia de Dios está en tu vida, si el Espíritu Santo está dentro de ti nada ni nadie te separará del amor de Dios y las

circunstancias siempre serán buenas, aunque algunas veces sean difíciles de entender en el momento. La Biblia declara con autoridad y total superioridad a cualquier situación que pueda acontecer, “A los que aman a Dios, TODAS LAS COSAS, ayudan a bien, conforme a los propósitos de Dios”. No hay lugar para la manifestación de la maldad, porque el corazón está lleno de la pre-sencia de Dios, no hay espacio para el rencor, la amargura, el dolor, etc. sino una dulce sensación de cuidado divino y trascendencia eterna en ma-nos de nuestro Salvador y Dios.

El mundo actual en su vorágine de informar, de mantener los niveles de atención de la gente expone las catástrofes en forma permanente, expone le ausencia de Dios en muchos ámbitos, en las personas que matan sin sentido, en las guerras, en las catástrofes naturales, en las personas que crean caminos nefastos para sus conciudadanos, etc. Y no ponen atención a la presencia y amor de Dios. Toma tu tiempo para llenar la ausencia de Dios con SU persona, palabra y revelación. Mira la ma-nifestación del amor, de los cui-dados y de la vida feliz con Dios en Jesucristo.

SI DIOS ES AMOR… ¿DE DÓNDE PROVIENE LA MALDAD?

Rev. Dr. Luis LopezPeniel Christian Church

[email protected]

www.luislopezministry.com

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“Dios tiene la Culpa”

Hace una década que participé en un evento de la Universidad Interamerica-na, Puerto Rico, bajo el tema: “¿Dónde estaba Dios en Vietnam?”. Un caballero dijo que Dios no existía porque no lo en-

contró allí. Otro veterano testificó como su fe cre-ció cundo encontró a Dios en Vietnam. Allí reafir-mé que de la manera positiva en que enfrentemos nuestras aflicciones nuestra fe se fortalecerá. Mientras oía a estos dos exponentes recordé la interrogante bíblica: ¿Dónde está Dios mi Hace-dor, que da cánticos en la noche? (Job 35:10), la cual reflejó mi estado de incomprensión y tristeza ante la situación que sufren las personas en las guerras y con los huracanes, terremotos, tornados e incen-dios. Job se hizo esa pregunta confundido por su crisis personal ante la debacle que acabó con sus hijos, bienes materiales y casi con su vida. Él repre-sentaba el modelo de la literatura sapiencial que postulaba que el individuo que era recto delante de Dios prosperaba materialmente con una fami-lia hermosa, y con una buena y larga salud física. El autor de este libro contradijo esas creencias y gestó un drama existencial que nos plantea la teodicea o el problema del sufrimiento humano. Ahora, ¿Dios tiene la culpa de las tragedias, sufrimiento y des-gracias de los seres humanos? Mi respuesta es No. Esa realidad está relacionada con el mal. En mis libros: ¿Dónde está Dios en el sufri-miento humano? y La Verdad Que Libera, Vol.1, declaro: “El sufrimiento es, en sentido lato, el re-sultado del mal. Dios no es culpable del mal en el

mundo”. Con Agustín defino el mal diciendo: «En consecuencia, dado que el mal es carencia de ser, no podemos acusar a Dios de su existencia, ya que Dios es responsable del ser, que es lo que ha crea-do, pero no del no ser, que no lo creó, porque el no ser no es». La visión cristiana sobre el origen del mal se ubica en el pasado cuando Luzbel, arcángel de Dios, anhelando ser igual a ÉL decide escoger aquello desconocido que va en contra del Crea-dor. Con su acción impropia genera el pecado que por medio de sus efectos se convierte en el mal (Ez.28:12-19). Aunque este pasaje se refiere al rey de Tiro, la inferencia es posible por la similitud en la descripción del personaje. El único verso escritura-rio que habla sobre el origen de satanás lo presenta Jesús en Juan 8:44, al decir: “El diablo ha sido un asesino desde el principio. No se mantiene en la verdad, y nunca dice la verdad. Cuando dice menti-ras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre de la mentira». El cristianismo, no le da tanta importancia al origen de esta criatura por no ser una religión bi-teísta, como el maniqueísmo que creía tanto en el dios de la luz o el bien y el de la oscuridad o el mal y ambos estaban en constante pugna. El pecado an-gelical produjo el mal, la segunda alternativa que Adán y Eva tuvieron cuando les fue dada la oportu-nidad para ejercer su libre albedrío. El deseo de que todas sus criaturas pudieran ser libres forzó a Dios a permitir el surgimiento del mal. Con dos posibi-lidades de elección, el género humano podía afir-mar su libertad. Desafortunadamente, la decisión

de nuestros primeros padres reafirmó la presencia del mal y la muerte se extendió a toda la creación (Ro. 5:12). En esa tragedia se destaca el predominio de un Dios bueno, que transformó la caída de sus criaturas humanas en un salto de realización re-dentora exclamando: «Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su des-cendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón» (Gn 3:15.). La tradición cristiana ha visto en esta men-ción de la descendencia de la mujer una referencia indirecta al Mesías en su lucha contra Satanás y en su victoria final contra las fuerzas del mal. Pues, el advenimiento de Jesucristo por amor marca la in-auguración de la dispensación de la plenitud del bien y la restauración de todas las cosas. Por eso “Jesús es el Emmanuel” Mt.1:23). Aunque la fe cristiana ha sido clasificada como una religión histórica, esto es que considera que Dios se revela y actúa dentro de la historia hu-mana, Él, que es amor (1Jn.4:8), no es responsable de la debacle que los seres humanos han creado con los conflictos bélicos fratricidas y la contami-nación y destrucción del ambiente. Pon ende, de-claramos junto al teólogo, Eberhard Jünger: “La omnipotencia de Dios ha de ser entendida como el poder de su amor. Sólo el amor es todopoderoso”.

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Dr. Rubén Pérez-Torres, D. Min.; Ph. D. (787)[email protected]

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Viviendo cada Día en Acción de Gracias

El agradecimiento es una respuesta perenne de alguien que ha recibido un favor, de parte de los seres que ama, el mundo, la sociedad e incluso de personas desconocidas que con su trabajo, hacen que la vida sea más tranquila, sencilla y agradable. Este valor es una cualidad que se debe po-ner en práctica, ya que el mundo moderno tiende a subvalorar el servicio,

el tiempo, el esmero y el sacrificio que algunas personas realizan incondicional-mente en beneficio de otros. La gratitud tiene un efecto multiplicador, que ge-nera recíprocamente felicidad, bienestar y regocijo. El agradecimiento es una forma de cruzar fronteras para llegar a un plano más emocional, personal e incluso espiritual. El agradecimiento es la memoria del corazón. Intento destacar cuatro pilares de la gratitud que sé que te motiva-ran a ser intencional en esta gestión. Primero, para practicar el agradecimiento, debemos ser capaces de abrir-nos emocionalmente, solo así podremos obtener conocimiento de nosotros mis-mos y de los demás, a través de un corazón activo, fuerte y sincero. No tengas temor a ser agradecido contigo mismo y sensible a esta misión. Recuerda que la gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos del ser humano. Cuando pienso en usted debo decir que yo te reconozco a ti por lo que eres, por tus virtudes, por tu forma de ser, y te doy gracias por formar parte de mi vida enriqueciéndola con tu presencia. Dios nos da la oportunidad de que hierro con hierro se afile dándonos el espacio para alimentar en otros esta dádiva divina que es el ser agradecidos. Es por ello que no necesitamos esperar el día de acción de gracias para reflexionar o compartir con otros, sino que hagamos del agradeci-miento un estilo de vida práctico, sencillo pero multidimensional. Tercero, ser agradecidos no es estar en deuda. El agradecimiento es una ac-titud que no exige obligaciones, es una forma de ser que trasciende todos nues-

tros actos. Este pilar me remonta a una historia bíblica muy conocida. Registra la biblia en el Libro de Lucas capítulo 17 y cito: “Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros. Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano”. El agradecimiento es un principio que nos lleva lejos y que está a un nivel más alto que la obediencia. Cuando hacemos del agradecimiento un método de transacción es uno que solo tiene la objetividad de seguir las reglas de ser obe-diente. La gratitud impulsó a uno de estos diez leprosos a mirarse no solamente sano, sino que se activó en él a desobedecer las órdenes de Jesús y regresar a Él con un perfume interno de agradecimiento que es para Dios como un perfume de alabastro para derramárselo a los pies de Jesús. Cuando no somos agrade-cidos no podemos ver lo que otros hacen por mí. La gratitud camina más lejos. Este samaritano se regresó a Jesús para luego volver su camino al encuentro del sacerdote que le daría permiso a regresar a su comunidad. Cuarto, los expertos en la sociología descubrieron que la gente agradecida es más feliz en su entorno y reflejan más longevidad que aquellos que no mo-delan esta virtud. El agradecimiento arriesga sin pretender tener ninguna perdida. Nos eleva a ver más clara-mente y disfrutar mejor la vida y sus destellos. Enchufa tu vida al conector de la gratitud.

Eric SerranoMinisterio Sanando el Alma Herida

(407)[email protected]

Doy gracias a Dios por ti amado lector de esta distinguida revista. Comparto con usted este ejemplar para que afirmemos la pasión por siempre ser agradecidos y que así veamos los

múltiples beneficios que esta actitud provoca como agente productor de longevidad.

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En esta ocasión me dirijo a ustedes para hablar de un tema muy mal interpretado en lo que concierne a su uso. Me refiero al aspecto Bí-blico sobre el diezmo. No voy a entrar en la interpretación sobre el mismo, simplemente

quiero disertar sobre el buen y mal uso del mismo. A través del tiempo, el diezmo se ha mal inter-pretado y en ocasiones se ha utilizado incorrecta-mente. La iglesia a pesar de ser una institución sin fines de lucro, muchos se han aprovechado para en-riquecerse no sólo del diezmo, sino de las ofrendas que depositan los feligreses. Es bien importante que entendamos que el propósito del mismo es sostener los gastos que incurre la iglesia tales como, utilidades, sostén pastoral, mantenimiento, ayuda a los feligre-ses y comunidad entre otros. (Hechos 20:35). Es lamentable que haya ministros, que se aprovechan de la buena voluntad de sus feligreses y despilfarran el dinero utilizando el mismo desme-didamente. La palabra de Dios es clara. En Tito 1:7 nos dice que el ministro debe ser irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codiciosos de ga-nancias deshonestas. El ministro está llamado a mi-nistrar la palabra de Dios tal como está escrita. Es cierto que cuando ofrendamos o diezmamos es, un aspecto voluntario y no obligatorio. El Apóstol Pablo escribiendo a los Corintios dijo: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” - 2nda Corintios 9:7. Hemos sido juzgados por individuos irrespon-sables que piensan que la iglesia es un negocio más y que ellos tienen el derecho de hacer y deshacer a su antojo. Dios nos ha llamado a ser administradores y no dueños. Nuevamente el Apóstol nos amonesta sobre los tales, cuando escribiendo a su hijo Timoteo les dice: “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias dañosas,

que hunden a los hombres en destrucción y per-dición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” 1ra Ti-moteo 6:9-10. No podemos descartar la realidad, que el ministro debe ser remunerado económicamente para poder vivir y más si tiene familia, eso es Bíblico. 1 Timoteo 5:18; 1 Corintios 9:13. La persona que aporta a las instituciones re-ligiosas tendrá la bendición de ser bendecido en la medida que utiliza sus finanzas, mire lo que dice la Palabra de Dios; el Apóstol Pablo hablando dijo: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también se-gará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”. 2 Corintios 9:6 - Es una ley inexorable estableci-da por Dios, que todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará; Gálatas 6:7. El dar es un asunto personal, y no debemos ser manipulados por hom-bres inescrupulosos, que han perdido la sensibilidad y se aprovechan de la benevolencia de otros. A la vez debemos entender, que cuando diezmamos y ofren-damos, lo hacemos para la obra de Dios y no para el hombre. Si los hombres despilfarran el dinero, ellos tendrán que dar cuentas a Dios por sus hechos. Cada pastor tiene el deber de instruir a su con-gregación tocante al aspecto de diezmar y ofrendar. Debemos de instruir responsablemente sin utilizar la manipulación. Debemos tener claro, que entre más obliguemos a las personas a dar, menos lo harán. Simplemente somos llamados a educar a las perso-nas y no a utilizarlos como medios para la codicia de ganancias deshonestas. Además, quiero añadir y exhortar a los ministros que aún no tienen sus iglesias incorporadas o han dejado de incorporarlas anualmente, que la iglesia a pesar de ser un organismo, para el gobierno es una institución más. Por lo tanto, debemos entender que independientemente, tenemos la responsabilidad de

someternos a las instituciones de gobierno y estar claros con las finanzas de la iglesia. Sin descartar todos los procesos y respon-sabilidades que se tengan con el Negociado de Rentas Internas o IRS (por sus siglas en inglés). Romanos 13:1 dice: “Sométase toda persona a las autorida-des superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido esta-blecidas. Mi testimonio personalmente durante mi mi-nisterio como Evangelista y Pastor he visto la provi-sión de Dios en mi ministerio y familia y nunca hemos tenido la necesidad de pedir o mendigar, porque he-mos aprendido el secreto de dar para la obra de Dios y los necesitados. Termino con estas palabras del apóstol Pedro en 1 Pedro 5:2-3-4: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplo de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorrupti-ble de gloria”. Seamos cartas abiertas como dice el Apóstol Pablo, y aprendamos a dar un testimonio de altura, para que aquellos que están a nuestro cuidado y es-pecial a los que nos rodean puedan confiar que so-mos lo que Dios nos llamó a ser.

Evangelista Víctor Morales(407)[email protected]

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¿A QUIÉN pertenece el Diezmo?

Es lamentable que haya ministros, que se aprovechan de la buena voluntad de sus feligreses y despilfarran el dinero utilizando el mismo desmedidamente.

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UN PLANMISIONERO

Quiero compartir contigo como acercarte efectivamente a los Empresarios para ob-tener fondos financieros para tu misión. Pero antes, todos sabemos que Jesús dejó una encomienda en Marcos 16:15 de

ID POR TODO EL MUNDO Y PREDICAD EL EVANGELIO. Esta labor debemos de hacerla todos en todo lugar que vayamos. Sin embargo, hay un grupo de personas con un llamado específico de salir de la co-modidad de sus hogares e ir a lugares remotos, sin lujos y sin recursos a llevar el evangelio de salvación. Muchas veces no comen bien, no duermen bien, es-tán expuestos a las condiciones críticas del tiempo. Dejan las familias, trabajos y la comodidad para ir a llevar la palabra de fe, esperanza y salvación. Estas personas las cuales son dignos de admirar, son los MISIONEROS. Es imprescindible que los misioneros tengan los recursos necesarios para poder mantener su ministe-rio y seguir su función tan importante. Los misione-ros no solo llevan la palabra de Dios y el evangelio de salvación a los confines de la tierra, sino que muchos llevan ropa, zapatos, medicamentos, agua, comida, biblias, ayudan a renovar viviendas, hospitales, igle-sias y escuelas. La labor del misionero es digna de admirar. Para que los misioneros puedan obtener los recursos y fondos necesarios necesitan acercarse a los empresarios, entidades y personas que tienen el patrimonio financiero, para obtener los mismos. El misionero necesita hacer estos tres pasos:

1. TENER UN PLAN (Habacuc 2:2). Tiene que escribir el plan, la visión, lo que quiere lograr en el lugar o territorio donde Dios lo ha asignado. El tener un plan te ayuda a estar enfocado y seguir los pasos. Cuando tienes un plan por escrito alcanzarás las metas. En este plan tiene que escribir y tener claro los posibles obstáculos y tropiezos que te puedes

encontrar en el camino. Considera el lugar, la tarea, la meta y otros factores. Dice un refrán: el que fracasa en planificar, está planificando fracasar. Incluye en el plan a las entidades o a los empresarios donde estarás yendo a solicitar ayuda económica para poder llevar a cabo tu llamado con éxito. Luego que tengas el plan vas continuar con lo siguiente.

2. COMPROMETE A ORAR POR ELLOS (Santiago 5:16). Es súper importante cuando se acerque a los empresarios que le estarán dando los recursos financieros, que les diga a ellos que los presentará en oración. Vas a orar por su negocio, empresa, su familia, sus empleados, sus finanzas. Además, le puedes preguntar en que área específica necesita oración. Recuerda que tienes que ofrecerles y darle algo que ellos también necesitan. No solo es pedirle dinero sin ofrecerles nada a cambio. La oración eficaz del justo puede mucho. Todos sabemos que hay poder en la oración y el empresario también la necesita. Vamos al próximo paso.

3. PROVEE UN INFORME (Hechos 1:8). Como misionero tienes que proveer a los empresarios que estas solicitando dinero, antes y después, evidencia, un informe de lo que estás haciendo en tu lugar de misión. Ellos tienen que ver los testimonios de lo que está sucediendo con las finanzas, que ellos aportan. Provéele fotos de personas, lugares, lo que se ha logrado, cuáles son tus retos futuros, que quieres lograr, etc. En fin, tienes que mantenerlos informado de todo. Esto les da más confianza y saben en que están utilizando sus recursos financieros y de esta

manera se sienten seguros y pueden dar más.

Estos han sido tres pasos bien importantes para que los misioneros puedan adquirir más recursos econó-micos y no tan solo estar solicitando finanzas a los empresarios sin ofrecerle nada a cambio. Aplica es-tos pasos o compártelos con alguien que tiene este llamado tan importante. El evangelio tiene que ser llevado a todo lugar. A lugares donde muchos no pueden ir físicamente, pero si pueden ir a través de sus donaciones. A todos los misioneros que están leyendo este artículo. Quiero dejarte saber que Dios te ha llama-do y ha puesto dentro de ti algo especial para que el evangelio sea expuesto a todo el mundo. No te rindas, ni tires la toalla. ¿Sabes algo? Eres muy impor-tante dentro del cuerpo de Cristo. Si tú no lo haces, muchos no se pueden salvar, ni sanar, ni rescatar de las garras del enemigo. Hoy decide mirar al frente, prosigue con tu llamado, recibe fuerzas y aplica estos pasos donde yo personalmente oro por ti para que Dios abra puertas a tu favor. Cielos abiertos y denue-do para que tu ministerio siga de gloria en gloria. Recuerda que con Dios lo tenemos todo y sin Él, nada. ¡Que Dios te bendiga más!

Pastor Raul Lugo(407)[email protected]

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La indiferencia nace de nuestro estado de ánimo y por ende es proyectado hacia personas y aún cosas inanimadas. Nos enfocaremos en tres ti-pos de indiferencia: la indiferencia religiosa, la indiferencia cultural, y la indiferencia personal.

Sin darnos cuenta, todos nosotros caemos bajo un tipo de categoría de indiferencia en algún momento. La indiferencia puede nacer de muchos lugares en la vida del individuo.

La Indiferencia Religiosa La indiferencia religiosa no está limitada a extre-mos de una religión u otra, como por ejemplo: Islam y Judaísmo. La indiferencia existe entre la misma de-nominación. Buscamos maneras de cómo explicar el éxito o el fracaso de una iglesia basado en como nos sentimos acerca de su manera de ministrar. El ver que

utilizan métodos no comunes para nosotros nos hace incómodos y por ende actuamos indiferentes.

La Indiferencia Cultural La mayoría de personas tenemos una afini-dad hacia nuestro país de origen. Consideramos que nuestra cultura es la mejor. Cuando enfrentamos un choque de cultura, la indiferencia resalta. Se nos hace difícil asimilar o acostumbrarnos a la cultura de otros.

La Indiferencia Personal Realmente la indiferencia nace de individuos y es proyectada a otros círculos al cual pertenecemos. Como individuos hacemos saber nuestros pensamien-tos acerca de grupos religiosos o diferentes culturas y sembramos semillas de indiferencia. Mayormente, la indiferencia personal nace por motivos egoístas. Como individuos queremos protegernos, crear espa-cio entre nosotros y los demás, o hasta causar daño. La raíz o motivación de la indiferencia personal viene de nuestro estado de ánimo producido por un momento de oscuridad en nuestra vida.

¿Cómo triunfar sobre la indiferencia? Hemos vistos patrones comunes en los tres tipos de indiferencias mencionados. Si lo fuéramos a resu-mir, lo podíamos hacer con una palabra: comparación. La comparación establece separación entre nosotros. Queremos ver un ganador y un perdedor. No pode-mos concebir que existe la posibilidad de todos jun-tos ganar. Se ha dicho que: “La comparación no es del enemigo. La comparación es el enemigo”. Si queremos triunfar sobre la indiferencia, el

primer paso es dejar de compararnos. Entender que todos nosotros tenemos una función en el reino. 1 Co-rintios 12:7 dice: “A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual para que nos ayudemos mutuamente”. En vez de comparar debemos colaborar. La colabora-ción nos llevará mas lejos como un cuerpo. El otro paso es ayudar aunque no haya un be-neficio para ti. Nosotros los seres humanos nos gusta la reciprocidad, pero desafortunadamente enfrenta-remos momentos donde eso no sea posible. En una ocasión vemos a Jesús en Mateo 5:41 diciendo: “Si un soldado te exige que lleves su equipo por un kilóme-tro, llévalo dos”. Todos hemos sido testigos y cómplices de la in-diferencia. Hemos sido parte de un problema que ha existido por miles de años. Ahora debemos procurar ser parte de la solución. ¿Cómo lo hacemos? Jesús dio las instrucciones para esto en Marcos 12:30-31: “Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es igualmente importante: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Ningún otro mandamiento es más importante que estos”. Cuando aprendemos a amar a Dios y amarnos a nosotros mismos, podemos ser libres de las garras de la indiferencia.

Rev. Jonathan IguinaIglesia Cántico Nuevo, IDPMI

(863)[email protected]

¿EresCÓMPLICE o TESTIGOde la Indiferencia?

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Llegó la Navidad, lo anuncia la alegría en el am-biente, el sol radiante y las noches estrelladas. Es un tiempo para disfrutar en familia, reflexio-nar sobre lo vivido, apreciar a los amigos y vivir con los nuestros tradiciones que se recordarán

siempre. Navidad es tiempo para disfrutar conversaciones amenas con las personas que amamos y divertirnos mientras jugamos con los más pequeños de la casa. Es un tiempo para reflexionar y encontrarnos con Dios y con nosotros mismos en un diálogo personal y profundo. Navidad es final y principio, porque realizamos el inventario del viaje recorrido y nos presentamos frente al nuevo año para encararlo con alegría, fuerza y más experiencia. Es una época para valorar los logros, aprender de los errores, rectificar el camino y amar como nunca. Por eso, un buen abrazo, una llamada in-esperada, un «te amo y te extraño», hacen la diferencia. Navidad es un buen tiempo para limpiar el cami-no de odio y amargura, por eso, ha llegado el momen-to para disculparnos, pedir perdón si hemos lastimado y perdonar a quienes nos han fallado. Es necesario sa-car el dolor que llevamos por dentro y buscar la liber-tad por medio del perdón. El perdón es cambiar el deseo de venganza por

buenos deseos para la otra persona. Es dejar sin efecto la ofensa y romper la lista de pendientes que hemos acumulado por años. El perdón nos permite dejar ir el dolor causado por la traición, el abandono, el abuso, la agresión y el menosprecio. Definitivamente, todos seremos decepcionados muchas veces en la vida, pero no vale la pena vivir como esclavo de otro o del pasado. Navidad es un tiempo para regresar a casa, al lugar a donde pertenecemos, a la familia que nos ha dado identidad, sentido de pertenencia, la que me otorgó un lugar seguro y fuerzas para crecer. En donde no todo ha sido perfecto, pero vale la pena luchar por estar al lado de los que amamos. Ella a sus 19 años dijo: «Como sufro por el hecho de pensar que en esta Navidad no estaré con mi fami-lia, a la que he decepcionado y menospreciado en el pasado por mi capricho y mi orgullo. Se me parte el alma al escuchar a todas mis amigas hablar de que pa-sarán esta celebración con sus familias y yo estaré sin ellos por la dureza de mi corazón. Cómo me gustaría que me llamara mi mamá para invitarme a regresar a casa, pero creo que es difícil por todo lo que hice. No se si es tarde, pero quisiera intentarlo; yo no sabía cuánto valor tenía la familia hasta que la perdí. Lloro por las noches y el dolor me mata por dentro, por el solo he-

cho de pensar que llegó Navidad y no estaré en casa. Cómo quisiera que todo fuera diferente. Si mi mamá me perdonara por lo que hice y me invitara a regresar a casa, no lo dudaría ni un segundo. Correría a sus brazos y lloraría sin parar. La extraño tanto y no sé cómo re-gresar a mi hogar… al que un día tuve. Ahora sé cuánto vale tener una familia con la cual pasar Navidad» Sí, Navidad es tiempo de regresar a casa para dis-culparnos por el error cometido, declinar nuestro or-gullo y restablecer la comunión con la familia. Es tiem-po de dejar la altivez a un lado para recobrar la alegría que dejamos al marcharnos de casa. Es el perdón, la humildad, la valentía y el otorgar la disculpa nos permite volver a ser la familia que todos deseamos tener. No depende de los demás, el primer paso lo damos nosotros, los que tendemos puen-tes para restablecer las relaciones rotas, distantes o lastimadas. Navidad es tiempo para reír y disfrutar la compa-ñía de las personas que amamos, las que han crecido con nosotros y que no son perfectos, pero al fin y al cabo son nuestra familia amada. Es elegir ser feliz en medio de la realidad que vivimos y dar gracias a Dios por todo lo que nos rodea. Navidad es Jesús, quien nació en una familia humilde de Nazaret, el hijo de José y María. Pero a la vez, el hijo de Dios quien vino a buscarnos para recon-ciliarnos con el Padre. Navidad es vida y perdón; una oportunidad para elegir hacer lo correcto. Es la mejor ocasión para recordar que Jesús nació, celebrar su amor por la humanidad, permitirle nacer en nuestros corazones para que sea el centro de nuestro hogar. Es Él quien nos une y nos permite disfrutar la paz y la es-peranza. En esta Navidad, el mejor de los regalos que po-demos dar, es entregarnos a nosotros mismos con un espíritu de humildad, amor y servicio, es compartir eso que nadie puede robar, que no se deteriora, que se convierte en un recuerdo preciado y arranca sonrisas. Por eso, valore más dar que recibir, viva en integridad, sea sincero, comparta su vida con un interés genuino, esté dispuesto a dar afecto, sea sensible a las necesida-des de los demás, y esté anuente a compartir, aun con aquellos que no le han hecho el bien. Un abrazo, un beso o una llamada inesperada solo para decir: «gra-cias por tu amistad», puede ser el mejor regalo que alguien puede recibir.

Sixto Porras – Fuente: Enfoquealafamilia.com

Navidad en

Famil ia

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“Una noche de paz, una noche serena”. Así se han inspirado los escritores para hablar de aquella noche en la cual el mundo re-cibiría en su seno al deseado de las naciones. El momento más preciado en la historia se acercaba. La profecía estaba a punto de

cumplirse. La hora había llegado, el cielo y la tierra se hacían uno; la escalera profética de Jacob tocaba tierra. El evento más glorioso para la humanidad desde su creación estaba a punto de suceder. Era el momento, el tiempo perfecto; el Padre se puso de pie y declaró: es el tiempo. El Espíritu Santo hizo sombra y el Rey de Reyes y Señor de Señores se vestía de esta humanidad. Contracción tras con-tracción, el hacedor del mundo entraría al planeta en un parto. El con-teo regresivo había comenzado y nuestra atmósfera recibiría al que sostuvo la tierra en la palma de su mano. Me gustaría decir que la ovación quedó grabada en el libro “Guin-ness”, pero no fue así. Me encantaría decir que se rompieron todos los récords de asistencia a la llegada del Mesías, pero esto no sucedió. Sólo dos personas, y un grupo de pastores presenciaron el aconteci-miento más grande de la historia. Mientras todo Belén dormía, el telón del cielo se abrió para el acto más maravilloso de la historia, y aquel lugar no pudo presenciar tal acontecimiento. ¿Qué había en las personas que si presenciaron el acontecimien-to? ¿Qué los hacía diferentes? Veamos: María... “El ángel se acercó a ella y le dijo: - ¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo”. (Lucas 1:28 NVI). Lo primero que debemos entender es que esta joven fue recipiente del favor de Dios; pero no solamente eso, sino que comprendió cuan va-lioso es y se entregó por completo al mismo. Ese favor le concedía la oportunidad para creer en el milagro de la nueva vida que se alojaba en ella por voluntad divina. Ella no tenía que hacer nada para lograr-lo, pero tenía que aceptar los cambios inherentes a la nueva vida que ahora crecería en ella. Esto es lo hermoso del favor divino; no tenemos que merecerlo, sólo tenemos que recibirlo. Isaías dice: “«Me di a conocer a los que no preguntaban por mí; dejé que me hallaran los que no me buscaban. A una nación que no invocaba mi nombre, le dije: “¡Aquí estoy!” (Isaías 65:1 NVI). Esta verdad proveniente del amor de Dios, nos permite a to-dos la oportunidad de presenciarle y relacionarnos con él. Su amor fue de tal manera que para todos envió a su hijo a morir. Sólo con creer, se acepta ese favor y accede Su presencia.

José... ¿Qué llevó a José a sentarse en primera fila y presen-ciar el nacimiento del Mesías? La Biblia nos dice que el primer instinto de José fue de huir del proceso que retaba su razón. Él quería separarse en secreto. Sin embargo, accedió a par-ticipar del proceso y casarse con María. José descubrió algo que se llama propósito. Él no era simplemente un hombre más en el planeta, él tenía un diseño que correspondía a un plan. Cuando el ángel le habló de ese plan (Mateo 1:19-24), él creyó y aceptó vivir según el mismo. Dios tiene un propó-sito y plan para cada uno de nosotros; cuando lo aceptamos y nos sujetamos a ese plan descubrimos cosas maravillosas que estarían fuera de nuestro alcance si no rindiéramos nuestra voluntad a la suya. El plan de Dios nos acerca a Él, pues está diseñado para acercarnos a Él. Los Pastores... Un coro de ángeles se escuchó cantar “gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz”. Sólo un grupo de pas-tores pudo verles y escucharles. Fueron instruidos para que fueran a ver al rey acabado de nacer. ¿Qué provocó aquel encuentro? Los pastores se mantenían vigilantes; estaban allí pues velaban por sus ovejas. Estaban alertas, despiertos mientras los demás dormían. El apóstol Pablo nos exhorta a despertar (Efesios 5:14), que vivamos como hijos de luz, prac-

ticando los principios enseñados por Jesús en la Biblia. Él aconseja: “Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragan-te para Dios”(Efesios 5:1-2 NVI). Ciertamente seguir este consejo nos mantendrá “vigilantes” como esos pastores.

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Noche de Paz

Pastor Aldo LópezMinisterio Internacional Vida Abundante

(407)963-7463Facebook.com/pastoraldolopez

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El Árbol deNavidad La documentación histórica acerca del árbol tal y

como lo conocemos y decoramos hoy en día, apare-ció en los últimos siglos. No hay duda de que estas tradiciones muestran la convergencia de muchas costumbres, algunas de ellas nacidas fuera de la

cultura cristiana y otras de origen cristiano. Desde tiempos muy antiguos, los pueblos introducían en sus chozas las plantas de hojas perennes. Los griegos y los romanos decoraban sus casas con hiedra. Los celtas y los escandinavos preferían el muérdago y otras plantas de hoja perenne pensando que tenían poderes medicinales. Cuando se evangelizó el centro y norte de Europa, los primeros cristianos de esos pueblos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo. No debemos vincular las fiestas de Navi-dad con nuestro Señor Jesucristo pues era una costumbre Nórdica que existía antes de Cristo. Tampoco, debemos caer en el error de que el árbol de Navidad es algo pagano, hay que darle la importancia que tiene y es una costumbre, ni buena ni mala, es un cúmulo de tradiciones. Los árboles han tenido a lo largo de la historia un significado especial en todas las culturas, poseen aspectos simbólicos de carácter antropológico, mís-tico o poético. ¿Deberíamos los cristianos tener un árbol de Navidad? Los primeros árboles navideños fueron decorados por cris-tianos protestantes en el siglo XVI en Alemania y Europa. Luego evolucionó de estas antiguas tradiciones llegando a los Estados Unidos con los emigrantes alemanes a Pennsyl-vania y Ohio y pronto, al resto del mundo cristiano. No hay nada en la Biblia que establezca o prohíba los árboles de Navidad. Algunos piensan, que Jeremías 10:1-16 prohíbe cortar árboles y decorarlos de la misma manera como lo hacemos en Navidad. Jeremías establece la pro-hibición de ídolos hechos de madera, cubiertos de plata y oro para luego adorarlos. Algo similar aparece en Isaías 44, donde el profeta describe la necedad de los idólatras, que cortan un árbol, queman parte de él en el fuego para calen-tarse, y usan la otra parte para tallar un ídolo, ante el cual se inclinan. Estos pasajes no deben ser aplicados a los árboles de Navidad ya que no lo consideramos un ídolo, ni nos incli-namos ante él, ni le oramos. No hay ningún significado espiritual en tener o no un árbol navideño. Cualquiera que sea nuestra elección, el mo-tivo detrás de la decisión del creyente acerca de esto, como en todas las cuestiones de conciencia, éste debe ser agradar

a Dios. Romanos 14:5-6 establece el principio acerca de la libertad de elección. “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor”. Es muy triste cuando algunos cristianos miran a otros con desprecio por poner un árbol de Navidad, se sienten espiritualmente superiores por hacer o no algo sobre lo que la Biblia calla, eso es mal uso de nuestra liber-tad en Cristo, creando así divisiones en Su Cuerpo, y de esta manera, deshonramos al Señor. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).

Decir que es un asunto pagano es total-mente equivocado. Antes bien el paganismo está vinculado con el hombre, cuando las tri-bus precolombinas mayas y aztecas sacrifica-ban vírgenes, esclavos y guerreros a QUETZAL-COATL SU DIOS, ESO ERA UN ACTO PAGANO. Vincular el árbol de Navidad con nuestro Señor Jesucristo también es una equivocación, ya que no existe ninguna vinculación. Si el pro-pósito es celebrar el nacimiento de Jesús, tene-mos otro problema ya que no se sabe cuándo

nació nuestro Señor Jesucristo. La Biblia no revela la fecha en que nació Jesús, ni dice que debamos celebrar ese acontecimiento. Una reconocida obra de consulta señala: “La celebración de la Navidad no es un mandato divino, ni tiene su origen en el Nuevo Testa-mento” (Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiasti-cal Literature, de John McClintock y James Strong). La iglesia católica, queriendo tomar un elemento de juicio para celebrar el nacimiento de Jesús, utiliza la fiesta saturnal. Las fiestas saturnales dedicadas a Saturno un dios latino que existía antes de Jesús, coincidían con el nacimien-to de Jesús de Nazaret y una simple y llana coincidencia con el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. El único elemento serio para determinar la fecha del nacimiento de Jesús de Nazaret es la condición de los ani-males recogidos en el pesebre, el ambiente y el clima, los cuales serían entre noviembre y enero, meses de frío. Lucas quien da los datos cronológicos de ello nos arroja luz en cuanto al elemento histórico. Dis f ru-temos de los tiempos que Dios nos da con amor y sabiduría.

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No hay nada en la Biblia

que establezca o prohíba los árboles de Navidad.

Rebecca OverstreetUniversidad Teológica El Camino

(407)[email protected]

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Es lamentable y triste que en todas las celebra-ciones del calendario cristiano el mundo dis-fraza o distorsiona el verdadero significado y terminamos muchas veces nosotros cayendo en esta trampa mortal haciendo lo que ellos

dicen, por esos dicen la escrituras en Isaías 5: 20: “Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno llaman malo, que hacen de la luz las tinieblas y de las tinieblas la luz, que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo”. Por ejemplo, cuando los cristianos celebramos la resurrección de Jesucristo, la fecha más importante de nuestro calendario, el mundo nos lleva a los conejitos, y a los huevos y vemos muchas iglesias “cristianas” ca-yendo en este gravísimo error y ponemos a nuestros niños a recoger huevos, en lugar de enseñarles el ver-dadero significado de esta gran fiesta, en donde Jesu-cristo resucitó y vive para siempre, El Alfa y El Omega, si Jesucristo no hubiese resucitado vana sería nuestra fe. Otro ejemplo muy desagradable, como es la gran celebración del día de acción de gracias, que aunque no aparece en las sagradas escrituras, tiene un gran significado como es darle gracias a Dios por todo lo que no da, dicen las sagradas escrituras, “en todo de-mos gracias porque es la voluntad de Dios”, pero lo hemos convertido en el día del pavo y me molesta grandemente cuando los “cristianos” me dicen: Pastor feliz día del pavo. ¡Que triste!, ¿verdad? Y ahora llega la fecha grande y alegre como es la Navidad, en donde celebramos el comienzo del plan de salvación que Dios tenía para el hombre desde la creación del mundo, el nacimiento de nuestro Salva-

dor Jesucristo, en donde todas las profecías se estaban cumpliendo, profecías escritas cientos de años escritas por los profetas inspirados por el Espíritu Santo; pero el mundo lo ha convertido en algo netamente comercial, un intercambio de regalos, muchos abrazos y comidas, pero lejos de lo que es el verdadero significado de este gran acontecimiento. Ya el mundo se inventó al personaje como es el papá Noel o Santa Claus, con el cual han invadido el co-mercio, la televisión y hasta en nuestras iglesias hemos

sacado a Jesucristo y le hemos dado la bienvenida a un personaje que nada tiene que ver con esta hermosa celebración. ¿Cómo usted se sentiría que su familia y amigos le celebraran sus cumpleaños y no lo invitaran o lo de-jaran fuera de la fiesta?, ¿verdad que se sentiría mal?, pero la realidad de todo esto es que así estamos cele-brando la Navidad. Para celebrar la navidad tenemos que empezar y entender que el centro de toda esta gran celebración es Jesucristo, es invitarlo a nuestra vida, abrir nuestro corazón y recibirlo como nuestro Salvador, que es el único regalo que Él quiere de nosotros. Recordemos que su Palabra nos dice que “Si vivimos, para Él vivimos y si morimos, para Él morimos, sea que vivamos o que muramos somos del Señor”. No nos dejemos engañar, por favor, celebremos nuestra Navidad con todo respeto y amor por nuestro Dios nuestro creador, que se hizo hombre en la deidad de Jesucristo. Él desea que todos nos salvemos, Él quie-re darnos este regalo solamente por el amor que nos tiene, así se escribió en Juan 3:16: “De tal manera amó Dios al mundo que ha dado su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga la vida eterna”. ¡Que esta Navidad sea diferente, sea la ver-dadera, Feliz Navidad! Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”

Pastor Enrique SanchezIglesia Bautista de la Trinidad

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Diferenciade la NavidadCon Jesucristo

o Sin Él

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¿Son los Reyes Magosy Santa Clausespíritusinmundos?

Estamos viviendo tiempos muy difíciles y de mucha confusión y falta de infor-mación. Entendiendo y conociendo, tanto como ustedes las sagradas es-crituras no podemos pasar por alto los

planes de Satanás que vino para confundir y distor-sionar la bendita palabra de Dios. Partiendo desde el libro de Mateos 2:7 pode-mos entender claramente el propósito de nuestro padre celestial al anunciar que estos varones cla-ramente eran llamados “magos” o “astrólogos”. El porque de esta declaración de nuestro padre celes-tial, fue para que el mundo de aquella época y ésta tuvieran muy claro el gran acontecimiento que ha-bía sido dado a este mundo. Dios se desprendía de lo mas apreciado que había en el cielo para enviarlo a nosotros. Tanto que el gobierno de ese entonces (Herodes) estaba muy interesado en conocer el lugar en donde este acontecimiento había tenido lugar. Lo demás lo podemos ver en las escrituras. Vamos a analizar la distorsión de un aconte-cimiento tan santo y puro, que no podemos negar. Estos tres varones fueron guiados por una estrella al lugar y las escrituras nos enseñan que entrega-ron al niño, oro, incienso y mirra. La distorsión de

este mensaje está en tomar la inocencia de los ni-ños para excusar un error de un hecho tan sagrado como el nacimiento de Jesús. El humanismo siempre ha tratado de ser mas bondadoso que el mismo Dios. El error está en to-mar la inocencia de un niño como excusa para cum-plir con los deseos humanos. Claramente no hay nada de malo en regalarle a un niño en cualquier época, pero es un daño tomar el nombre de nues-tro señor Jesús y su nacimiento para satisfacernos en algo que no es escritural y que no se registra en las escritura. Los regalos que le dieron al niño Jesús fueron en celebración de su nacimiento como el salvador del mundo, ya que ellos como astrólogos recibie-ron el mensaje de parte de Dios. La distorsión de este hecho tan santo y puro en américa latina, del llamado día de los tres reyes magos, es eminente-mente religioso y no tiene parte con la iglesia y no pertenece al pueblo de Dios. Lucas 2:8-18- “tam-bién los pastores se alegraron...” Otra desviación espiritual es la de “Santa Claus” también conocido como Papa Noel y San Nicolás. Su origen viene desde la época de los años 300 comenzado por un Jesuita Griego en Demre,

Turquia el cual históricamente es asociado con eventos paganos y la mitología germana pagana (el dios “Oden”). Mas tarde tomado por diversidades de religiones como el Catolicismo Romano y otros llamados cristianos. Aunque comenzó como una obra dadivosa de un religioso a los niños, ligeramente se convirtió en poder comercial controlado por las religiones y los gobiernos. Los pastores y las iglesias debiéramos informarles con mas diligencia a los creyentes lo que es en realidad entrar a la verdadera iglesia la costumbre mundana y pagana, ya que la sagrada escritura nos dice bien claro que conocerás la ver-dad y la verdad nos libertará de todos estos errores. Habiendo estudiado el libro de los Hechos, I & II de Corintios, es inaceptable que en estos tiempos todavía los líderes, las universidades y los institutos cristianos no hayan sabido aclarar estos errores que están afectando tanto la santidad de la iglesia.

Pastora Nury RiveraIglesia Centro Cristiano Por La Familia3226 Beach Boulevard, Jacksonville, FL 32207

(904)554-0391

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