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Optimismo y Pesimismo
Vamos a hablar ahora de optimistas y pesimistas. Hay una fuerte corriente quepiensa que el desarrollo personal debería estar unido al pensamiento positivo.Herramientas como la Ley de la Atracción nos inducen a pensar que “el secreto”del éxito está en pensar en positivo.
No estoy de acuerdo.
El pesimismo tiene una clara utilidad. Imagina cuando nuestros antepasados erannómadas y estaban cazando en el bosque. Oían un ruido raro. “Seguramente nosea nada” pensaba el optimista, y seguía a lo suyo. “Seguramente sea un peligro”pensaba el pesimista, y salía huyendo. Si el ruido era porque se acercaba un oso,el pesimista se salvaba de ser devorado.
El pesimismo nos alerta de los peligros. Por esta razón hemos evolucionadopara ser “por defecto” pesimistas.
No obstante, este pesimismo evolutivo no es 100% útil en la vida moderna. Ya nohay osos amenazándonos en cada esquina. El mundo es un lugar más seguro, y lavida moderna tiende a recompensar a los valientes (con algunas precauciones).
El optimismo es útil en algunos casos. Y el pesimismo es útil en otros. Cruzar unbarrio de mala muerte de noche y borracho no es la mejor de las ideas, por muyoptimista que seas.
Entonces ¿qué es mejor, ser optimista o ser pesimista?
Es mejor ser optimista cuando te sea útil ser optimista.
Y es mejor ser pesimista cuando te sea útil ser pesimista.
Por ejemplo imagina que quieres realizar una obra: escribir un libro, pintar uncuadro, componer una canción. Si tú mismo no confías en ti a la hora de hacerlo,seguramente te desanimarás y abandonarás el proyecto. En este caso es más útilser optimista porque te dará mejores resultados.
En cambio imagina que decides jugarte todo tu dinero en el casino pensando quevas a vencer a la banca contra todo pronóstico. En este caso ser optimista tellevará casi con toda certeza a la ruina.
Si quieres jugar al casino por diversión es más útil ser pesimista, asumir que vas aperder todo lo que apuestes, y ponerte un límite: por ejemplo, voy a jugar sólo100 € (o la cantidad que sea que te puedas permitir perder).
Cuando se termine ese dinero, se acabó, y así tienes las pérdidas controladas. Ysi, contra toda probabilidad, terminas ganando dinero, pues es una feliz sorpresa,y eso que te llevas.
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Bien, tenemos claro entonces que hay diferentes situaciones: en algunas es másútil ser optimista y en otras ser pesimista, ¿cómo podemos sistematizar esto eintegrarlo con el resto de nuestro modelo?
Sabemos que nuestra Zona de Gestión depende exclusivamente de nosotros, esdecir, tenemos las claves para gestionar nuestros pensamientos, estado internoe intención de comportamiento. No necesariamente es fácil controlarlos, peroestá dentro de nuestro alcance.
Dentro de nuestra Zona de Gestión podemos ser totalmente optimistas, tanoptimistas como queramos. Podemos confiar plenamente en que desarrollandonuestras capacidades y recursos, tendremos siempre el control de nuestrosprocesos mentales, estados emocionales y decisión de comportamiento, paraque sean exactamente los que nosotros queramos.
Esto no es necesariamente cierto al 100% ya que determinados factoresexternos pueden alterar nuestro estado interno. Nadie está a salvo deaccidentes y desgracias, y de cómo nos afecten en nuestro estado emocional.
Pero siempre podemos ir desarrollando poco a poco la capacidad de gestionarnuestro estado interno y nuestras emociones, cada día un poco más, hasta quelos acontecimientos externos nos afecten lo menos posible.
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En tu Zona de Influencia puedes ser moderadamente optimista. Es decir, enaquellas cosas que dependan de ti puedes esperar unos resultados positivos, loque te motivará a intentar conseguirlos con todo tu empeño y energía. Perotienes que tener cuidado de no frustrarte si no los consigues, ya que tienes queser consciente de que no dependen enteramente de ti.
Para todo lo que está en la Zona Externa lo más útil es ser realista. Es decir,fuera de la influencia de tus habilidades, lo mejor es tener una visión de larealidad lo más precisa posible.
Por ejemplo a la hora de evaluar el mercado para invertir en bolsa: no dependede ti y (salvo que seas hiper millonario) lo que tú hagas no va a afectar almercado.
Yo quiero saber si una acción va a subir (para comprarla) o bajar (para venderla), yasí ganar dinero con la bolsa. No quiero comprar una acción al azar y esperar conoptimismo que suba, ¡porque al mercado mi optimismo le da igual!
Cuando las cosas no dependen de nosotros, lo más estratégico es ser realistas,para entender la situación de la forma más objetiva posible y tomar lasdecisiones que más nos acerquen a nuestros objetivos.
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Y si tenemos en consideración los posibles ataques que podemos sufrir desde elexterior (causados por otras personas o por accidentes) es el momento de serrazonablemente pesimista.
Digo “razonablemente” porque no es cuestión de ponerse apocalípticospensando que el mundo se puede acabar, ni dejar de salir a la calle por si nosatropella un barco, pero sí calcular cuál es el mayor riesgo que de formarazonable puede ocurrir, y prepararnos por si ocurre.
Por ejemplo si tienes una página web, un riesgo razonable es que te entre unhacker y la destruya. Pensar que nunca te van a hackear es un optimismo pocosaludable porque el día que suceda no podrás recuperarte.
Realizar una copia de seguridad de tus datos de forma periódica te protege deesta situación. Es posible que nunca llegues a utilizar esta copia de seguridad,pero si se da el caso de que destruyan tu página, estarás más que contento detenerla.
Los inversores tienen un mecanismo de control de pérdidas que se llama stoploss. Simplificando mucho, si han comprado unas acciones a un valor, estemecanismo las vende automáticamente si su precio baja de un porcentaje de suvalor. Si un inversor decide poner un stop loss al 10%, sus acciones se venderánautomáticamente cuando bajen un 10%.
Sí, ha tenido pérdidas, pero estas pérdidas están controladas. Si de formairracionalmente optimista el inversor piensa que sus acciones no pueden bajar, oque si bajan tienen necesariamente que volver a subir, se puede encontrar conpérdidas mucho mayores.
En resumen, el pesimismo es útil a la hora de tomar precauciones contra loscasos improbables pero posibles en los que factores externos nos pueden causarun gran perjuicio. O
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Pesimismo a corto plazo, optimismo a largo plazo
El optimismo y el pesimismo también tienen su calibración en el horizontetemporal.
Es útil pensar que para una acción repetida a corto plazo, con una bajaprobabilidad de éxito para cada una de las interacciones, dada una interaccióndeterminada las cosas no van a salir de la mejor forma posible, y sin embargo alargo plazo es útil confiar en que las cosas sí que saldrán como tienes en mente yfinalmente conseguirás tu objetivo.
Esto se conoce también como la Paradoja de Stockdale, por el vice almirante delejercito de USA James Stockdale, que fue prisionero de guerra en Vietnam.
En el campo de prisioneros, los optimistas que creían que pronto seríanliberados, veían como sus expectativas no se cumplían y finalmente sucumbían.Stockdale sabía que seguramente no sería liberado hoy, ni mañana, ni el mes queviene, quizá ni siquiera este año ni el año que viene... pero tenía la certeza de queconseguiría soportar la prisión y sus torturas y ser libre al final.
“Nunca debes confundir la fe en que al final prevalecerás – la cual no sedebe perder jamás – con la disciplina de afrontar los hechos másbrutales de tu realidad actual, los que quiera que sean” - JamesStockdale
Afortunadamente la mayoría de nosotros no tenemos que afrontar el terror deser prisioneros de guerra, pero sí que es cierto que la mayoría de las veces lascosas no salen como a nosotros nos gustaría. Es rara la persona queconsistentemente tiene éxito en todas y cada una de las actividades que sepropone.
Si somos exageradamente optimistas, seguramente nos demos de bruces con larealidad una y otra vez. En algunos casos es especialmente típico el fallar una yotra vez hasta que tenemos éxito.
Se me ocurre el ejemplo de aprender a tocar un instrumento musical: al principiointentarás aprender melodías fáciles y te equivocarás en una cosa, luego en otradistinta y sólo tras muchos intentos y muchas horas de práctica empezarás atocar las canciones sin fallos. En el corto plazo no te saldrán las cosas pero alfinal lograrás tu objetivo.
Otro ejemplo es la venta a puerta fría. Puede ser muy descorazonador recibir unrechazo tras otro, pero realmente ¡no necesitas cerrar todas las ventas paratener éxito! Conque cierres un porcentaje de tus ventas – que dependerá de tusector, de tu producto, de tu margen... - ya serás un vendedor de éxito.
En su libro “Ser o no ser intimidado”3, Robert Ringer nos habla de este principioaplicado a las ventas:
3 “To Be or Not to Be Intimidated: That is the Question”, Robert Ringer. M. Evans & Company, 2003.
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Teoría de la sustentación de una actitud positiva a través de laasunción de un resultado negativo:
Debido a factores más allá de nuestro control, la mayoría de los tratosno se cierran. Por tanto, la clave para mantener una actitud mentalpositiva es asumir siempre un resultado negativo. En otras palabras,espera e intenta conseguir lo mejor, pero asume lo peor.
Anticipar continuos reveses a corto plazo tiene el impacto positivo dedesinflar su impacto en tu estado mental cuando ocurren, lo que a suvez prepara el camino para el éxito a largo plazo.
Robert Ringer - “Ser o no ser intimidado”
En mi experiencia esta forma de pensar resulta muy útil, sobre todo para seguirpersistiendo en aquellos objetivos que suelen conllevar una serie de rechazoshasta que se tiene éxito, como pueden ser por ejemplo buscar un empleo yrealizar entrevistas de trabajo, encontrar pareja, montar un negocio y vender tusproductos, etcétera.
En estos casos, venirse abajo por los pequeños fracasos en el camino es un error,hay que aceptar que en todas estas iniciativas fracasemos muy a menudo,especialmente cuando estamos empezando.
La motivación tiene que surgir de la confianza en tus capacidades a largo plazo, yde saber que si aplicas tu inteligencia, tus habilidades y tu perseverancia, al finallograrás tu objetivo.
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Distorsiones del Optimismo y el Pesimismo
Ya hemos visto que, como diferentes herramientas, en determinados casos esmás útil el optimismo y en otros el pesimismo.
El optimismo es más útil mientras más dependen las cosas de nosotros, por elefecto de profecía autocumplida. Además sabemos que en una situacióndesfavorable es más útil a largo plazo.
El realismo va siendo más útil cuando las cosas van dejando de depender denosotros, y el pesimismo es útil para prevenir ataques y otros riesgos, y a cortoplazo para sobrellevar situaciones desfavorables o interacciones en las que en lamayoría de las veces fracasaremos pero que las pocas veces en las tenemos éxitolo compensa con creces.
Si existe una distorsión en nuestra aplicación del optimismo y el pesimismo, noestaremos utilizando adecuadamente estas estrategias de pensamiento: enlugar de sernos útiles, nos perjudicarán.
Por ejemplo un optimismo exagerado con respecto al mundo que nos rodea seconoce como Prejuicio Positivo o Principio de Pollyanna4. Este optimismoexagerado nos puede hacer pecar de ingenuidad, o de no querer aceptar larealidad de una situación perjudicial o arriesgada.
Una persona excesivamente optimista podría por ejemplo perder todo su dineroapostando en el casino, o invirtiendo en bolsa de forma inconsciente. O confiardemasiado en otra persona que no tiene sus mejores intereses, y puedeengañarle, estafarle o hacerle daño.
La solución es estar alerta y calibrar las situaciones en la que nos encontramos,así como ejercer el Pensamiento Crítico para no creernos todo aquello que noscuentan sin evaluarlo racionalmente.
4 Por el libro “Pollyanna” de Eleanor Porter donde la protagonista del mismo nombre muestra un optimismo inquebrantable por mal que le vayan las cosas.
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De la misma forma un pesimismo exagerado con respecto al mundo, lo que sedenomina Visión Catastrófica, tampoco es nada útil. Aunque ahí fuera haymuchos peligros y mucha gente que, si pudiese, se aprovecharía de nosotros onos haría daño, en general vivimos en sociedades más o menos civilizadas dondecon unas dosis razonables de precaución podemos sortear más o menos losdistintos peligros del día a día.
Por supuesto esto depende mucho de la situación en la que te encuentres: no esigual de peligroso el centro de una ciudad cosmopolita que una zona de guerra. Ytodos los días suceden accidentes, se cometen delitos y en general pasan cosasque nos gustaría que no pasasen.
Pero estar paranoicos acerca de si nos podría suceder tal o cual desgracia sin queexista una probabilidad real de que suceda, lo único que va a conseguir esasociarnos a un estado emocional de miedo que nos paralizará y nos impediráactuar para conseguir nuestros objetivos.
Por ejemplo si piensas que todos los hombres o todas las mujeres tienen comoobjetivo manipularte y hacerte daño, te costará trabajo establecer relacionessentimentales porque el miedo a que te manipulen o te hagan daño te detendráa la hora de relacionarte con las personas.
Nuevamente, estar alerta y calibrar las situaciones es la receta para combatir elpesimismo con respecto al mundo. Si sabes que eres capaz de detectar unaamenaza a tiempo, no tendrás la necesidad de estar constantemente en tensiónporque todo pueda ser una amenaza potencial.
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Y quizás la peor distorsión de todas sea el pesimismo exagerado sobre ti mismo.
Cuando en nuestra Zona de Gestión domina el pesimismo en lugar deloptimismo, no tendremos una concepción adecuada de nosotros mismos ni denuestras capacidades.
No nos querremos lo suficiente, ni tendremos la confianza de que somos capacesde hacer aquello que nos hemos propuesto hacer.
Como consecuencia, emprenderemos acciones que en lugar de ir a nuestro favorirán en nuestra contra, como pueden ser no cuidarnos física o mentalmente,entrar o permanecer en relaciones destructivas, abandonar nuestros objetivos ynuestros sueños o autosabotearnos para impedir nuestro propio éxito.
Un pesimismo interno conlleva una fuerte necesidad de validación.
Es un vacío interior que nos hace sentir que hay algo inherentemente malo,incompleto o incapaz en nosotros mismos.
Este pesimismo interno también nos lleva a una Autoestima Condicionada: sólonos sentiremos bien cuando nos salgan las cosas bien, y cuando las cosas nosalgan como nosotros queremos, nos sentiremos mal con nosotros mismos.
Como nuestra autoestima está condicionada a nuestros resultados, intentamosllenar este vacío interno con cosas externas, pero es un agujero negro que nuncase sacia.
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Si te pregunto: ¿te quieres a ti mismo?, normalmente me contestarás que sí,¿quién no querría quererse a sí mismo?
Pero para saber si te quieres de verdad, incondicionalmente, y no sólo depalabra, tendrías que plantearte las siguientes cuestiones:
• ¿Me exijo demasiado a mí mismo? ¿Tengo que tener éxito enprácticamente todo lo que me proponga, o de lo contrario me siento mal?
• ¿Cuando comento un error, asocio ese error con algo malo de miidentidad? Si me equivoco en algo, ¿me digo cosas como “qué torpe soy” o“qué tonto soy”?
• ¿Necesito demostrarme constantemente que soy bueno en algo? ¿Que soyhábil, inteligente, creativo, atractivo...?
¿En el momento en que no me lo demuestro, dejo de creérmelo?
• ¿Mi estado de ánimo fluctúa con mucha intensidad dependiendo de losresultados obtenidos? ¿Si consigo un logro me vuelvo eufórico, y si fracasome siento inútil?
• ¿Me autosaboteo con frecuencia? Por ejemplo, hago planes acerca de loque voy a hacer y luego me puede la pereza, o busco excusas para nohacerlo.
• ¿Siento que me hacen falta una serie de cosas o logros para encontrarme agusto conmigo mismo? Y al mismo tiempo, ¿hay una parte de mí quesiente que no merezco esas cosas que necesito para ser feliz?
Si te sientes identificado con estas cuestiones planteadas, es posible que en elfondo, consciente o inconscientemente, no te quieras del todo a ti mismo, y no teveas a ti mismo ni a tus capacidades con optimismo y positividad.
En este caso tu vacío interior, como un agujero negro, está tirando de ti,lastrándote e impidiéndote desarrollar tu máximo potencial. O
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Quiérete de Verdad
En nuestro taller de fin de semana Quiérete de Verdad trabajamos con elconcepto que tenemos acerca de nuestra propia imagen, y de los sentimientosque tenemos hacia nosotros mismos.
Es un taller intensivo en el que utilizamos diversas técnicas de desarrollopersonal, entre ellas la Programación Neuroingüística, la Hipnosis y otrasherramientas, para atajar de raíz el problema de sentir ese pesimismo interno,ese vacío interior que nunca se llena.
En este taller cerraremos el agujero negro que nos consume por dentro, y en sulugar encenderemos una fulgurante estrella.
Cambiaremos una autoestima condicional, dependiente de nuestros resultados,desarrollando una Autoestima Incondicional, para querernos a nosotrosmismos independientemente de que las cosas nos salgan mal o bien.
Si quieres participar en nuestro taller Quiérete de Verdad, puedes encontrarmás información en:
www.exito-personal.com/quierete-de-verdad
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