4
Número: 286 - Fecha: 18/01/2012 UN NUEVO MODO DE SER HERMANO. Hno. Antidio Bolívar Enríquez Oviedo. El Consejo Provincial de la Provincia Norandina, en su tarea permanente de ayudar a dar sentido a la vida y misión de los hermanos y comunidades, tiene como objetivo general, “fortalecer la animación de los hermanos y comunidades, a través de procesos de formación y acompañamiento que revitalicen la vida, espiritualidad y misión maristas”. Pues a partir de este propósito, el Consejo vio conveniente organizar un plan de formación, en el que estuvieran presentes tres áreas fundamentales: La Vida Comunitaria, la Espiritualidad Marista, el Acompañamiento y Discernimiento, asistidas cada una de ellas con sus temáticas específicas para un período de tres años, como bien puede observarse en el esbozo siguiente. Más o menos del corazón del plan de formación La primera novedad del encuentro de nuestros Hermanos Superiores Mayores con los hermanos de mediana edad (4570 años), la realizamos en el primer retiro en la población de los Chillos, Ecuador, en el mes de julio de 2011. La segunda novedad se hizo efectiva en el segundo retiro con nuestros Hermanos Mayores (71 – 90 años), en al población de Fusagasugá, Colombia, también en julio de 2011. Y en Chinauta, población cercana a Fusagasugá, a partir del 15 de diciembre de 2011, se hizo presente la esperada novedad en el último retiro con nuestros Hermanos Jóvenes, menores de 45 años. Las buenas intenciones, los buenos deseos de fraternidad, los puntos de vista y las distintas afirmaciones llenas de entusiasmo que suscitaron nuestros Hermanos Superiores a través de su

Pan de Casa No. 286- Retiro en Chinauta, profesiones y renovaciones de votos

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Las buenas intenciones, los buenos deseos de fraternidad, los puntos de vista y las distintas afirmaciones llenas de entusiasmo que suscitaron nuestros Hermanos Superiores a través de su Más o menos del corazón del plan de formación Hno. Antidio Bolívar Enríquez Oviedo.

Citation preview

Número: 286 - Fecha: 18/01/2012

UN NUEVO MODO DE SER HERMANO. Hno. Antidio Bolívar Enríquez Oviedo.

 

El Consejo Provincial de la Provincia Norandina, en su tarea permanente de ayudar a dar sentido a  la vida  y  misión  de  los  hermanos  y  comunidades, tiene  como  objetivo  general,  “fortalecer  la animación  de  los  hermanos  y  comunidades,  a través  de  procesos  de  formación  y acompañamiento  que  revitalicen  la  vida, espiritualidad y misión maristas”. Pues a partir de este  propósito,  el  Consejo  vio  conveniente organizar  un  plan  de  formación,  en  el  que estuvieran presentes tres áreas fundamentales: La Vida  Comunitaria,  la  Espiritualidad  Marista,  el Acompañamiento y Discernimiento, asistidas  cada una de ellas con sus temáticas específicas para un período de tres años, como bien puede observarse en el esbozo siguiente.  Más  o menos  del  corazón  del  plan  de  formación 

La  primera  novedad  del  encuentro  de  nuestros Hermanos Superiores Mayores con  los hermanos de mediana edad  (45‐ 70 años),  la  realizamos en el  primer  retiro  en  la  población  de  los  Chillos, Ecuador, en el mes de  julio de 2011. La  segunda novedad  se hizo efectiva en el segundo retiro con nuestros Hermanos Mayores (71 – 90 años), en al población  de  Fusagasugá,  Colombia,  también  en julio de 2011. Y en Chinauta, población cercana a Fusagasugá, a partir del 15 de diciembre de 2011, se hizo presente la esperada novedad en el último retiro  con  nuestros Hermanos  Jóvenes, menores de 45 años.  Las  buenas  intenciones,  los  buenos  deseos  de fraternidad,  los  puntos  de  vista  y  las  distintas afirmaciones llenas de entusiasmo que suscitaron nuestros  Hermanos  Superiores  a  través  de  su 

mencionado,  emerge  el  tema  sobre  la  necesidad de generar un nuevo modo de  ser hermano para nuestra sociedad y para nuestro mundo. Entonces, ¿Cómo  ayudar  a  hacer  realidad  esa  llamada capitular  entre  nuestros  hermanos?  ¿Cómo revestir creativamente de unas nuevas expresiones de vida este nuevo desafío para nuestros tiempos?  Ante  todo,  “ser  conscientes  de  que algunos de los problemas que nos afectan dependen  de  factores  externos  a nosotros,  pero  el  compromiso  con nuestro  crecimiento  espiritual,  tanto  a nivel  personal  como  comunitario, depende  básicamente  de  cada  uno  de nosotros”1 Durante los años anteriores, las distintas temáticas han  sido  trabajas  con  algún esmero  especial,  y  la respuesta de  los hermanos  y  las  comunidades,  la constatamos  llena de generosidad. Pero ante una llamada eminente:  “una vida  religiosa nueva que promueva un nuevo modo de ser hermano”, nos urgía  a  todos  encontrar  unas  nuevas  maneras, unos  nuevos  caminos  que  nos  ayudaran  a entusiasmar  a  nuestros  hermanos,  también,  de forma diferente. Por eso, tuvimos que adueñarnos por  unos  extraordinarios  momentos  de  las personas  que  estuvieron  presentes  y  tomaron parte en la construcción de una nueva vitalidad del Instituto,  como  lo  son  nuestros  Hermanos Superiores Mayores.  “Cremos  que  el  futuro  del  Instituto  está estrechamente  vinculado  a  nuestra capacidad  de  comprometernos  de manera seria y profunda en vivir nuestra espritualidad.  No  sólo  necesitamos ofrecer  respuetas a  futuras vocaciones a propósito  de  su  sed  de  Dios,  sino también, ayudarnos los unos a los otros a arraigarnos en nuestra vocacion.”2.  La  suerte  fue  tan  benévola  con  nosotros  los maristas de la Provincia Norandina, que nos ayudó a encontrar un espacio en el apretado  calendario de  nuestros  Hermanos  Emili  Turú,  Joseph María Soteras  y  Eugène Kabanguka para  colocarles una preocupación más,  la  orientación  y  animación  de nuestro retiro de año. 

sencillez, su apertura y delicadeza especiales para comunicarnos  los  contenidos  que  marcaron muchos momentos  de  reflexión  y  oración,  pero sobre  todo,  su capacidad humano‐espiritual para persuadirnos  sobre  los  nuevos  caminos  que tenemos que comenzar a recorrer, para ser fieles a  las  llamadas  que  Dios  nos  hace  en  cada momento.   Asimismo, motivarnos cálidamente para “cultivar la  vivencia  de  una  profunda  espiritualidad  en todas  las dimensiones de nuestra existencia, para que nos ayude a  transformarnos en hombres de Dios.  Vivificar  nuestras  vidas  a  la  manera  de María,  que  “guardaba  todas  esas  cosas  y  las meditaba en su corazón (Lc 2,19), para ayudarnos a promover un nuevo modo de ser hermano con una fuerte experiencia de Dios. “Tenemos que ser nosotros  el  cambio  que  queremos  ver  en  el mundo” (Gandhi).          Pero, además, qué profecía necesitamos hoy para despertar  las  mentes  y  el  corazón,  para  no ahogarlos  con  preocupaciones  poco  o  nada importantes, percibir  los destellos que nos ofrece la  vida  ordinaria,  para  ir  superando  la  tensión entre  el  ser  y  hacer;  construir  un  puente  entre ellos4.  “Nos  perdemos  lo  mejor  de  la  vida atrapados en emociones, sentimientos, tormentas, trampas. Nos  lo  impedimos para  despertar,  son  nuestras dependencias:  “La gran  tragedia de  la vida no es  tanto  lo que sufrimos como lo  que  nos  perdemos.  Los  seres humanos  nacen  dormidos,  viven dormidos  y  mueren  dormidos…  No despertamos  jamás.  Y  eso  es justamente  lo  que  pretende  la espiritualidad:  despertar”.  “Sí, necesitamos  corazones  nuevos. Sentimos  que  no  bastan  cambios cosméticos  para  afrontar  los formidables  desafíos  del  momento histórico  que  tenemos  el  privilegio  de vivir”5.  De algún modo y con cierta    ligereza, he  tratado de  describir  algunos  aspectos  que  los  considero 

1 Texto y diapositivas del Hermano Superior General Emili Turú, en su primer encuentro con los hermanos de la Provincia Norandina. 

2 Ídem. 

4 Aportes del Hermano Emili Turú, sobre su conferencia “Un nuevo modo de ser hermano”, a los hermanos de la Provincia Norandina en su retiro de año. 5 Ídem. 

 Verdaderamente  fue  una  gracia  especial  que,  los 135  hermanos  de  la  Provincia,  hayamos  podido gozar de la presencia de nuestros Superiores entre nosotros; pero además, contar con su vida, con su experiencia del  conocimiento del  Instituto,  con  la fuerza de sus mismos corazones para compartirnos las  novedades  de  una  vida  religiosa  marista, animada por la fuerza del Espíritu de Dios:  Por  lo  que  conocemos  del  Instituto, podemos  afirmar  que  nos  hemos encontrado  con  hermanos verdaderamente  comprometidos  con  su crecimien  to  espiritual;  con  otros  que “cumplen” con sus obligaciones, pero que no  van  mucho  más  allá  de  esto;  con otros,  finalmente,  que  viven  como engullidos  por  un  activismo  frenético. Globalmente,  tenemos  la  impresión  de que  no  nos  hemos  tomado  en  serio  la tarea  de  convertirnos  en  maestros espirituales    que  puedan  testimoniar desde su propia experiencia de Dios. Algo similar podríamos decir de nuestras comunidades actuales. Es verdad que, en general,  se  han  intentado  mejorar  las condiciones  de  la  oración  comunitaria, pero  nos  parece  que  estamos  todavía lejos  de  tener  una  oración  comunitaria más conectada con  la vida y con nuestra misión. No nos parece que la mayoría de nuestras comunidades puedan ser reconocidas “como escuelas de espiritualidad” por tantas personas sedientas de Dios y en búsqueda de un sentido para sus vidas”3.

importantes  en  esta  tarea  entrañable,  pero  a  la vez,  desafiante,  para  despertar  unas  nuevas  maneras de encontrar a Dios en nosotros mismos, en la sencillez de nuestros hermanos, en vitalidad transformante  del  cosmos.  Despertar  al  propio amanecer de nuestra  vida para  recrear una  vida comunitaria, en  la que sea posible  la plenitud del amor  fraterno. Despertar a  los dones que hemos recibido  en  el  camino,  y  al  precio  que  tenemos que pagar por  cada uno de ellos en el  servicio a los  demás.  Pero  ante  todo,  tomar  conciencia  de un  nuevo  mundo  que  está  naciendo  entre nosotros, una nueva  vida, una nueva manera de ser.   “Construir  lenguajes  y  diálogos  abiertos  e incluyentes”6, decía  con vehemencia el Hermano Joseph María  Soteras,  con  los  cuales  sea posible hacer  consciencia  de  que  somos  un  proyecto infinito,  que  puede  expresarse  indefinidamente, “para hacer nuevas las tierras de siempre”7, en las podamos  vivir  el  aquí  y  el  ahora  con  total confianza:  

 “Vive el hoy de Dios, Dios te lo da, 

Es tuyo vívelo en Él. El mañana pertenece a Dios, no a ti. 

No pases a mañana las preocupaciones de hoy. Mañana pertenece a Dios, entrégaselo. 

El momento presente es una frágil pasarela: Si las cargas con los reproches de ayer 

Y las inquietudes del mañana, La pasarela sede y tú te hundes. ¿El pasado? Dios lo perdona. ¿El futuro? Dios lo entrega. 

Vive el día de hoy en comunión con Él”8. 

3 Ídem. 6 SOTERAS, Joseph María. Conferencia sobre  la Espiritualidad y sus desafíos a los hermanos de la Provincia Norandina en   su retiro de año. 

7 Ídem. 

8 “Texto encontrado en una hermanita del Sagrado Corazón, asesinada en Argelia, el 10 de noviembre de 1995”. 

 

HERMANOS PROFESOS TEMPORALES 2011 CON EL H. SUPERIOR GENERAL 

  

RENOVACIÓN DE VOTOS DE LOS HERMANOS TEMPORALES http://www.youtube.com/watch?v=D5G77‐infQQ 

 

FELIZ año 2012 http://youtu.be/paWk‐1VnCpc 

Hno. Hernán Gómez Osorio (Secretario Provincial)