4
* 27 do, metido siempre en aventuras dudo- sas, del que el escritor tuvo· que - redar esa pesada carga de su mala fama. Una cosa es segura entre to- das: ei autor de "Boule de Suif", cualesquiera que sean sus orígenes y su lugar de nacimiento, es indudable que vino al mundo en el mes de agosto de 1850, precisamente diez días antes que muriese Honorato de Balzac. En ese año de 1850, que señala el fin de mu- chísimas cosas -primeramente del ro- manticismo-, el nacimiento de Mau- passant, uno de los maestros dei rea- lismo, atestigua la continuidad del genio intelectual de Francia y de su constante renovación. .' . La vida de Maupassant es sobrada- mente conocida. El último, por ahora, de sus biógrafos, M. R Dumesnil, nos ha contado con todo d talle la bre- vedad dolorosa d sa vida y nos ha he- cho coliocer su naturaleza vigorosa, sen ual y olitaria. Año de juventud pa ado en compañía el ca- maradas normando, 01 gid de Yvetot, "liceo de estudios superiores en Rou n y de pués Pari , donde I sorprend guerra dI 70. Maupassant tiC11 qu alistar e n el j 'rcito, y toma part una ampaña de la que no 01 idará jamá lo dolora os pi odio, La d• rrota, el recu rdo de la batalla p r- dida , la retirada en m dio d h rid y de milertos, ha marcado inconfundi- blemente a Jos escritores el u genera- ción. Desde Zola y Daud t - us ami- MEXICA OS T·ACIO UNIVERSIDAD DE MEXICO PETROLEOS CO TRA LA DESFORE PETROLEaS MEXICA o una institución al servicio d'! la Patria se preocupa por un grave problema nacional, "la desforestación". Si sólo se pretendi ra buscar ro rcado al petróleo y sus derivados para los diver oS' usos a que uno y otros están d stinado , PE X u.mpliría con su programa. pero le interesa tanto como la expansión de sus producto el que su utilización responda a una categórica pre encia del pairioti mo: la salvación del árbol, ya bien combatido por la incuria, la codicia y 1 ignorancia. Este triple énemigo de' nuestro bosques: la ignoran ia, porque de truye inconsciente; la indiferencia, porque no se da uenta de la riqueza que lIniqui. la, y la codicia, porque posterga un bien col tivo a uno parti ul r, es el que obliga a PEMEX a emprender una resuelta ampaña en d fen a del árbol, compañero inseparable del hombre desde la prehistoria y al ual debe, ntre otros elementos, su as enso en la escala de la ivi/ización. PEMEX hace años puso a la venta estufas de gas importadas a pre io excesivamente bajos lo que permitió la introduc ión del ga n el on umo nacional, desplazando al brasero de millares 'de hogare . Ahora el g:t de u o corriente en la Capital de la República y en muchas otra pobla ione del in- terior. En la industria se utilizaba gran cantidad de leña y ahora, on la con - trucción del gasoducto Poza Rica-Atzcapotzalco y la entr g:t dire t:l por tuberías de Rrandes cantidages de Ras a la industria hace que forzo am nte disminuya el consumo de leña. Las nuevas instalaciones de las refinerías: Atzcapotzalco, iudad Made- ro, Poza Rica y la construcción de la modern}sima refinería de alamanca, p rmiten producir mayores cantid:tdes de todos los producto pero muy es- pecialmente de petróleo diáfano para. que éste sea fácilmente adquirido por los millares de usuarios de las estuÍ:ts de petróleo que PEMEX distribuye a precio bajo a tmvez de sus agentes y distribuidores en todo el país. Además PEMEX hace ahora una campaña para la utilización de estufas de petróleo haciendo hincapié en la necesida'd nacional de proteger los bos- ques y en la conveniencia propia de la ustitución del carbón y la leña por pe- tróleo y sus derivados. Petróleos Mexicanos industria nacional de primerísimo orden, no pue'de ni debe mirar indiferente el proceso de destrucción de nuestros bosques, pues resultaría contradictorio que mientras que una de las riquezas de México prospera, otra tan importante como ella desaparece. Cultural La crítica posterior a la Constitu- ción pretende que se la ajuste a la rea- lidad para no violarla y, así, obra den- tro de la Constitución misma que prevé su reforma. La crítica es congruente con su legali mo. El substrato filosófico ele la concep- ción de una política científica es paten- te. Bien examinado el asunto, se des- cubre que el positivismo es más apa- riencia y andamiaje utilizado al ser- vicio de reaJidade intuídas, no dedu- cidas experimentalmente: la Justicia, en primer término, y la Bondad, que a su vez fundamentan el "deber ser". y éste, la técnica científica de Su cum- plimiento social. . Recuérdese el punto de partida en la exposición positivista de una política científica: la sociedad es un organis- mo cuya transformación normal es la evolución, y la anormal, la revolución. Pues bien, los escritos y actividades de Sierra demuestran que más al fondo se dan otros objetos sustentantes: la Pa- tria, cuyo bienestar exige la norma- ción de la libertad encaminada a la Jus- ticia. La política científica correspon- de a la idea de lo que debe ser la Repú- blica como realización de la Justicia, la Libertad y la Bondad. "Todo programa de gobierno cuyo eje no descanse so- El centenario' de Mau passant bre estos dos polos: educación y jus- ticia, nO quiere decir nada ni para la, En el mes de agosto de 1850, en un humanidad ni para la patria", dice la castillo de Normandía -en Tourville- final enunciacióri del pensamiento res- sur-Arques-, nacía un niño, que fué pectivo, en 1911, y allí mismo se reite- bautizado con el nombre de Guy: Guy ra el objeto más hondo de la de Maupassant. A decir verdad ese ni- "crear el alma nacional" que debe alen- ño, en realidad, nació en Fecamp; pero tar en el organismo social. su madre, la señora Laura de Mau- Otro punto de sabor positivista en la passant, deseaba que su hijo tuviera un instauración de la política científica es lugar de origen más noble que el la experimentación de los hechos como donde vino al mundo, y se apresuro expresión de las necesidade.s que debe a trasladarlo al castillo de Miromesnil, atender la política; pero esos hechos donde, como decimos, recibió las aguas son fenómenos cambiantes a través de bautismales. los cuales deben intuirse realidades Esa primera confusión o primer mis- profundas en que toman forma 'obje- terio sobre su nacimiento fué causa de tos ideales. "No porque nos atenemos otras incertidumbres cuando se convir-' a los hechos ... carecemos de ideal, y tió en un J10mbre célebr,e. Se pretendió nos preciamos de colocarlo más alto - entonces que era el' hijo de Gustave que la escuela revolucionaria", que así Flaubert. Sus relaciones afectuo as, la llamaba al liberalismo antiguo, al que identidad de ciertos gustos, dieron cré- también apodaba "metafísico". dito a esa hipótesis, que los hechos Las memorables batallas por la deu- desmienten. En' el més de octubr .de da inglesa, por la de un pro- 1849,. grama rigurosp de Gobierno, redactado'· to; VIaje que de un ano. El en la Convención en que se trató de. "25 de ago to el· escnto r se encontraba firmar el nuevo gran Partido Liberal;" J erus,!.lén Y.tres tarde, en por la inamovilidad ju licial. por las Ignorando que .Ia se- 't .. . 'deb'das del fl'sc' o y de nora de /[aupassant hubIese te11ldo un 111 romlSlOnes 1I1 I < la política corriente en los asuntos de hijo. Si esta dama --esposa desgracJa- ., b l' ela- hubiera buscado su con uelo cerca educaclOn, marcan etapas so resa len- < , tes del sentido que daba don Justo a la de Flaubert, ello se habna se ,. habría escrito, y algunas ca rtas, SIl1 pobtlca, de hacer lo que debe hacerse . 'P J d d . . da lo revelanan. ero no lay na a e para el cumpbmlento de valores supe- 'M toda , . eso: aupassant era, pues, con riores y al margen del eXlto personal. 1 1" d G t d Mau ' certeza, e liJO e us avo e - Lic. AGUSTfN YÁÑEZ. en La República. passant hombre ligero, despreocupa- México, octubre 1950. ' A CARGO M. P. P. Panorama Ideas políticas de Justo Sierra Un aspecto no suficientemente es- tudiado en la magna obra del maestro Justo Sierra, es el de sus ideas políticas. Pasada la etapa inicial en que cultivó el periodismo literario, don Justo fué periodista en la medida que operó co- mo sustentante de un ideario político. Esta es la nota capital de su labor en periódicos 'como El Federal'ista, La Tribww, El Bien Público y La Liber- tad. Lo que como escritor político singu- lariza a Sierra es la orientación por ideas fijas, puestas más arriba de las contingencias y de las conveniencias. Una frase suya define tal diferencia: "No entra el exito en nuestros cálcu- los." Liberal por afinidades, por edu- cación y. por convi<:ción, rompe con sus maestros y con el viejo partido li- beral en cuanto escucha el imperativo de las ideas y la intuición le descubre la distancia entre los valores y las preca- rias formas de su realización: ejemplo clarísimo del aserto anterior es Su in- tuición de la justicia comparada con la forma en que la realiza la Constitución de la República y demás instituciones de derecho consuetudinarias o de fic- ción las cuales se lanza en la o en la tribuna, con escándalo de muchos de sus amigos. Esa misma intuición lo impulsa a predicar formas políticas nuevas, nueva orientación del liberalismo, nuevo partido político li- beral. La fuerza de las ideas lo había he- cho tomar una actitud de rebeldía en vías de hecho, para oponerse a la re- elección de don Sebastián Lerdo de 'rejada, que juzgaba anticonstitucional. Caso en el que se trataba del "debe ser" de la ley, informando el pen- samiento y la acción. Ni puede afirmarse como contradic- toria la subsecuente actitud crítica de la' Constitución y resueltamente ad- versa a los trastornadores del orden. Se había sumado antes al legalismo para defender la vigencia de la Consti- tución que, buena o mala, mandaba lo que se trataba de burlar. El punto en peligro -----:-la esencia de la democra- cia-, por otra parte, no se incluía en- tre los que a su juicio debían refor- marse. Los alteradores del orden eran los detentadores del poder, 110 los que se les oponían con las armas en cumpli- miento de la ley, lo cual también laba en la convicción de don Justo su distancia con la actitud subversiva de don Porfirio Díaz, considerada como un cuartelazo más, con el agravante de sus perspectivas anárquicas; en cambio, don José María Iglesias debía asumir el poder por mandato de la ley.

Panorama Cultural PETROLEOS MEXICA OS...la, y la codicia, porque posterga un bien col tivo a uno parti ul r, es el que obliga a PEMEX a emprender una resuelta ampaña en d fen a del

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

* 27

do, metido siempre en aventuras dudo­sas, del que el escritor tuvo· que he~ ­redar esa pesada carga de su malafama. Una cosa es segura entre to­das: ei autor de "Boule de Suif",cualesquiera que sean sus orígenes y sulugar de nacimiento, es indudable quevino al mundo en el mes de agosto de1850, precisamente diez días antes quemuriese Honorato de Balzac. En eseaño de 1850, que señala el fin de mu­chísimas cosas -primeramente del ro­manticismo-, el nacimiento de Mau­passant, uno de los maestros dei rea­lismo, atestigua la continuidad del geniointelectual de Francia yde su constanterenovación. .' .

La vida de Maupassant es sobrada­mente conocida. El último, por ahora,de sus biógrafos, M. R né Dumesnil,nos ha contado con todo d talle la bre­vedad dolorosa d sa vida y nos ha he­cho coliocer íntima111C11t~ su naturalezavigorosa, sen ual y olitaria. Año dejuventud pa ado en compañía el ca­maradas normando, 01 gid de Yvetot,

"liceo de estudios superiores en Rou ny de pués Pari , donde I sorprend I~

guerra d I 70. Maupassant tiC11 qualistar e n el j 'rcito, y toma partuna ampaña de la que no 01 idarájamá lo dolora os pi odio, La d •rrota, el recu rdo de la batalla p r­dida , la retirada en m dio d h ridy de milertos, ha marcado inconfundi­blemente a Jos escritores el u genera­ción. Desde Zola y Daud t - us ami-

MEXICA OST·ACIO

UNIVERSIDAD DE MEXICO

PETROLEOSCO TRA LA DESFORE

PETROLEaS MEXICA o una institución al servicio d'! la Patriase preocupa por un grave problema nacional, "la desforestación".

Si sólo se pretendi ra buscar ro rcado al petróleo y sus derivados paralos diver oS' usos a que uno y otros están d stinado , PE X u.mpliría con suprograma. pero le interesa tanto como la expansión de sus producto el quesu utilización responda a una categórica pre encia del pairioti mo: la salvacióndel árbol, ya bien combatido por la incuria, la codicia y 1 ignorancia.

Este triple énemigo de' nuestro bosques: la ignoran ia, porque de truyeinconsciente; la indiferencia, porque no se da uenta de la riqueza que lIniqui.la, y la codicia, porque posterga un bien col tivo a uno parti ul r, es el queobliga a PEMEX a emprender una resuelta ampaña en d fen a del árbol,compañero inseparable del hombre desde la prehistoria y al ual debe, ntreotros elementos, su as enso en la escala de la ivi/ización.

PEMEX hace años puso a la venta estufas de gas importadas a pre ioexcesivamente bajos lo que permitió la introduc ión del ga n el on umonacional, desplazando al brasero de millares 'de hogare . Ahora el g:t de u ocorriente en la Capital de la República y en muchas otra pobla ione del in­terior. En la industria se utilizaba gran cantidad de leña y ahora, on la con ­trucción del gasoducto Poza Rica-Atzcapotzalco y la entr g:t dire t:l portuberías de Rrandes cantidages de Ras a la industria hace que forzo am ntedisminuya el consumo de leña.

Las nuevas instalaciones de las refinerías: Atzcapotzalco, iudad Made­ro, Poza Rica y la construcción de la modern}sima refinería de alamanca,p rmiten producir mayores cantid:tdes de todos los producto pero muy es­pecialmente de petróleo diáfano para. que éste sea fácilmente adquirido porlos millares de usuarios de las estuÍ:ts de petróleo que PEMEX distribuye aprecio bajo a tmvez de sus agentes y distribuidores en todo el país.

Además PEMEX hace ahora una campaña para la utilización de estufasde petróleo haciendo hincapié en la necesida'd nacional de proteger los bos­ques y en la conveniencia propia de la ustitución del carbón y la leña por pe­tróleo y sus derivados.

Petróleos Mexicanos industria nacional de primerísimo orden, no pue'deni debe mirar indiferente el proceso de destrucción de nuestros bosques, puesresultaría contradictorio que mientras que una de las riquezas de Méxicoprospera, otra tan importante como ella desaparece.

Cultural

La crítica posterior a la Constitu­ción pretende que se la ajuste a la rea­lidad para no violarla y, así, obra den­tro de la Constitución misma que prevésu reforma. La crítica es congruentecon su legali mo.

El substrato filosófico ele la concep­ción de una política científica es paten­te. Bien examinado el asunto, se des­cubre que el positivismo es más apa­riencia y andamiaje utilizado al ser­vicio de reaJidade intuídas, no dedu­cidas experimentalmente: la Justicia,en primer término, y la Bondad, quea su vez fundamentan el "deber ser".y éste, la técnica científica de Su cum­plimiento social. .

Recuérdese el punto de partida en laexposición positivista de una políticacientífica: la sociedad es un organis­mo cuya transformación normal es laevolución, y la anormal, la revolución.Pues bien, los escritos y actividades deSierra demuestran que más al fondo sedan otros objetos sustentantes: la Pa­tria, cuyo bienestar exige la norma­ción de la libertad encaminada a la Jus­ticia. La política científica correspon­de a la idea de lo que debe ser la Repú­blica como realización de la Justicia, laLibertad y la Bondad. "Todo programa

de gobierno cuyo eje no descanse so- El centenario' de Mau passantbre estos dos polos: educación y jus-ticia, nO quiere decir nada ni para la, En el mes de agosto de 1850, en unhumanidad ni para la patria", dice la castillo de Normandía -en Tourville­final enunciacióri del pensamiento res- sur-Arques-, nacía un niño, que fuépectivo, en 1911, y allí mismo se reite- bautizado con el nombre de Guy: Guyra el objeto más hondo de la ~ducación: de Maupassant. A decir verdad ese ni­"crear el alma nacional" que debe alen- ño, en realidad, nació en Fecamp; perotar en el organismo social. su madre, la señora Laura de Mau-

Otro punto de sabor positivista en la passant, deseaba que su hijo tuviera uninstauración de la política científica es lugar de origen más noble que el siti~

la experimentación de los hechos como donde vino al mundo, y se apresuroexpresión de las necesidade.s que debe a trasladarlo al castillo de Miromesnil,atender la política; pero esos hechos donde, como decimos, recibió las aguasson fenómenos cambiantes a través de bautismales.los cuales deben intuirse realidades Esa primera confusión o primer mis­profundas en que toman forma 'obje- terio sobre su nacimiento fué causa detos ideales. "No porque nos atenemos otras incertidumbres cuando se convir-'a los hechos ... carecemos de ideal, y tió en un J10mbre célebr,e. Se pretendiónos preciamos de colocarlo más alto - entonces que era el' hijo de Gustaveque la escuela revolucionaria", que así Flaubert. Sus relaciones afectuo as, lallamaba al liberalismo antiguo, al que identidad de ciertos gustos, dieron cré­también apodaba "metafísico". dito a esa hipótesis, que los hechos

Las memorables batallas por la deu- desmienten. En' el més de octubr .deda inglesa, por la ~dopción de un pro- 1849,. ~Iaubert ha~ía ~archado a~Eg,~­grama rigurosp de Gobierno, redactado'· to; VIaje que d~ro ~as de un ano. Elen la Convención en que se trató de. "25 de ago to el· escntor se encontrabafirmar el nuevo gran Partido Liberal;" C1~' J erus,!.lén Y.tres m~scs má tarde, enpor la inamovilidad ju licial. por las ~hod.es, Ignorando lem~re que .Ia se­'t .. . 'deb'das del fl'sc'o y de nora de /[aupassant hubIese te11ldo un111 romlSlOnes 1I1 I < •

la política corriente en los asuntos de hijo. Si esta dama --esposa desgracJa-., b l' ela- hubiera buscado su con uelo cercaeducaclOn, marcan etapas so resa len- < , •

tes del sentido que daba don Justo a la de Flaubert, ello se habna sabl~o, se, . habría escri to, y algunas ca rtas, SIl1 du~

pobtlca, de hacer lo que debe hacerse . 'P J d d. . da lo revelanan. ero no lay na a e

para el cumpbmlento de valores supe- 'M toda, . eso: aupassant era, pues, con

riores y al margen del eXlto personal. 1 1" d G t d Mau' certeza, e liJO e us avo e -Lic. AGUSTfN YÁÑEZ. en La República. passant hombre ligero, despreocupa-

México, 1° octubre 1950. '

A CARGO D~ M. P. P.

Panorama•

Ideas políticas deJusto Sierra

Un aspecto no suficientemente es­tudiado en la magna obra del maestroJusto Sierra, es el de sus ideas políticas.

Pasada la etapa inicial en que cultivóel periodismo literario, don Justo fuéperiodista en la medida que operó co­mo sustentante de un ideario político.Esta es la nota capital de su labor enperiódicos 'como El Federal'ista, LaTribww, El Bien Público y La Liber­tad.

Lo que como escritor político singu­lariza a Sierra es la orientación porideas fijas, puestas más arriba de lascontingencias y de las conveniencias.Una frase suya define tal diferencia:"No entra el exito en nuestros cálcu­los." Liberal por afinidades, por edu­cación y. por convi<:ción, rompe consus maestros y con el viejo partido li­beral en cuanto escucha el imperativode las ideas y la intuición le descubre ladistancia entre los valores y las preca­rias formas de su realización: ejemploclarísimo del aserto anterior es Su in­tuición de la justicia comparada con laforma en que la realiza la Constituciónde la República y demás institucionesde derecho consuetudinarias o de fic­ción contr~ las cuales se lanza en lapre~sa o en la tribuna, con escándalode muchos de sus amigos. Esa mismaintuición lo impulsa a predicar formaspolíticas nuevas, nueva orientación delliberalismo, nuevo partido político li­beral.

La fuerza de las ideas lo había he­cho tomar una actitud de rebeldía envías de hecho, para oponerse a la re­elección de don Sebastián Lerdo de'rejada, que juzgaba anticonstitucional.Caso en el que se trataba del "debe ser"e~1anado de la ley, informando el pen­samiento y la acción.

Ni puede afirmarse como contradic­toria la subsecuente actitud crítica dela' Constitución y resueltamente ad­versa a los trastornadores del orden.

Se había sumado antes al legalismopara defender la vigencia de la Consti­tución que, buena o mala, mandaba loque se trataba de burlar. El punto enpeligro -----:-la esencia de la democra­cia-, por otra parte, no se incluía en­tre los que a su juicio debían refor­marse. Los alteradores del orden eranlos detentadores del poder, 110 los quese les oponían con las armas en cumpli­miento de la ley, lo cual también se~a­

laba en la convicción de don Justo sudistancia con la actitud subversiva dedon Porfirio Díaz, considerada comoun cuartelazo más, con el agravante desus perspectivas anárquicas; en cambio,don José María Iglesias debía asumirel poder por mandato de la ley.

GABRLELA "MISTRAL, en Norte. México, no­viembre 1950.

La generación poéticadel rrCuarenta"

Con el .grupo de líricos que aflorade aquella revista de batalla que sellamó Martin Fierro, detonante y aU-

-- .. ~ .rebozo se apeg:e sabiamente a la cabeza.

Con él, la india ata sin dolor, ll~a 'bl~~d~mente su hijo a la espalda. Es lamujer antigua, no emancipada del hi­jo. Su r~bozo' lo envuelve como 10 en­volvió, dentro de su vientre, un tejidodelgado y fue~te hecho con su sangre.Lo lleva al mercado del domingo, mien­tras élla vocea, el piño juega con losfrutos o las baratillas brillantes. Hacecon él a cuestas, las. jornadas más lar­gas; quiere llevar siempre su cargadichosa. Ella no ha aprendido a liberar­se todavía.

La falda es generalmente oscura. Só­lo en algunas regiones, en la tierra ca­liente, tiene la coloración jubilosa de lajícara. Se derrama entonces la falda,cuando la levanta para caminar, en unabanico cegador.

Hay dos siluetas femeninas, que sonforma de corolas: la sí'Iueta ancha, he­cha por la falda de gJ:andes pliegues yla blúsa abullonada, es la forma de larosa abierta; la otra, se abre con la fal­da recta y la blusa simple; es la formadel jazmín, en qlle domina el peciololargo. La india casi siempre tiene estasilueta afinada.

Camina y camina, de la sierra dePuebla o de la huerta de U ruapan,hacia las ciudades; va con los pies des­'nudos, unos pies pequeños que no sehan deformado con las marchas. (Farael azteca, el pie grande era signo deraza bárbara.)

Camina, cubierta bajo la lluvia y f~n

el día despejado con las trenzas lozanasy oscuras en la luz, atadas en lo alto. A.veces hace con lana de color un glorio­so penacho de guacamaya.

Se detiene en medio del campo, y yola miro. No es el án fora, sus caderasson finas; es el vaso, un dorado vaso deGuadalajara, con las mejillas bien la­midas por la llama del horno - porsu sol mexicano.

A su lado suele caminar el indio:la sombra del sombrero inmenso caesobre el hombro de la mujer, y la blan­cura de su traje es un relámpago sobreel campo. Van silenciosos, por el paisa­je lleno de recogimiento; cruzan detarde en tarde palabra de la que recibola dulzura sin comprender el se,ntido.

Habrían sido una raza gozosa: lospuso Dios como a la primera parejahumana en un jardín. Pero cuatrocien­tos años esclavos les han desteñido lamisma gloria de su sol y de sus frutas;'les han hecho dura la arcilla de sus ca­'minos, que es suave, sin embargo,comopulpas derramadas.

y esa mujer que no han alabado lospoetas, con su silueta asiática, ha de sersemejante a la Ruth moabita, que tam­bién labraba y que tenía atezado elrostro de las mil siestas sobre la parva.

Ingenieros CivilesAsociados

s. A. J... C. v.

frente mediana como ha de ser la fren-'" '\te femenina; los labi.os, ni il1expresi-vamente delgados 'ni· espesos'; el acento'dulce y con dejo de pesadumbre; comosi tuviese siempre una gota ancha dellanto en la hondura de la garganta..

Rara vez es gryesa la india; delgaday ágil, ya con el cántaro a la cabezao contra el costado, o con el niño, pe­queño como el cántaro, a lq espalda.Como en su compañero, hay en el cuer­po de ella 10 acendrado del órgano enuna loma.

La línea sencilla y bíblica se la dael rebozo. Angosto, no le abulta el ta­lle con gruesos pliegues, y baja comouna agua tranquila por la espalda ylas rodillas. Una desflecádur~ de aguale hace también a l()s e~tremos el fleco,muy bello ;.por alarde de hermosura, esmuy largo y esfá exquisitamente entre·tejido.

Casi siempre lo Ueva de color azuly jaspeado de blanco; es como el máslindo huevecillo pintado que yo he vis­to. Otras veces está veteado con peque­ña,s rayas de color vivo.

La ciñe bien; se parece e~a ceñiduraa la que hace en torno del tallo grueso'del plátano, la hoja nueva y grande,antes de' desplegarse. Lo lleva puestoa -veces desde la cabeza. No es la man­tilla coqueta de ~uchos picos queprende uria mariposa oscura' sobre loscabellos rubios de la mujer; ni es elmantón floreado, que se parece al ta-.piz espléndido de la tierra tropical; el

.'

rana.

I

gas mayores de diez años-, hasta Oc- los lectores acostumbrados a una pene-hvio Miroeau, casi de su f(lisma edad, tración más' sutil y delicada. No hayla guerra i~spi.ró a tod9s. el 'naturalis- que ~uscar el estilo ni la poesía en losmo, y proporcionó ~ Maupa~sa¿t el ar- escritos de Maupassañt. Su obra es. ,gumento de sus famosos cuentos "Bou- esencialmente prosaica, escrita deján-le de' Suif" y "M~demoiselle Fifí", ' dose llevar por el impulso de su natura­entre' otros. leza, sin recurrir jamás a simbolismosAcabad~ la gu_erra., Maupassant en- I o análisis minuciosos. Lo que d.escu~

tra en el Mlnisterio ~e Marina. La brió, lo que vió lo mismo cuando eraad'ministracián én aquel momento era ':ln n,iño que un hombre, ·sus rápidasun buen camino para desembocar en impresiones, le han bastado. para pro­la literatura. Gity conoció' entonces a ducir una labor considerable, de launos cuantos. jóvenes. escritores,' 'que que quedan como obras maestras sushabían de~f~rn:'ir ur pOco I?ás tarde el extraordinarios cuéntos -novelas de"grupo de Meda,n". El periodismo, que. diez piginas-, q~e no han tenido, ypor aquella época daba fácil acogida a . probablemente no tengan jamás, posi­los Cronistas y-cuentistas; ·le abrió sus . ble parangón en nuestra literatura. Hapuertas; Flaubert, su amigo de Rouen, sido el pintor de ·ese fin de siglo' bur-

Je inició en-los. métodos de sú· negro gués y campesinC3, y si volvemos a leeroficio y Matipas'sant se impuso rápi- "Boule de' Suif", "Les' Co'ntes de ladamente-logrando destaca'r'-entre jos bé~~sse" o "La maison Tellier", noshombres de aquella. generación lite- en<;ont~aremos todavía con unos ser~s

reales, y veremos la.vida en.su fami­liaridád dulce y amarga:

GERARD BAUER, en Tribuna Israelita, Mé­xico,. noviembre 1950.

28 *

-Guy de 'Maupassant produjo su obra

'. entera -e.n: menos de trece' años, entre1880 y 1892. Y esos trece años esca~ós,de incesante trabajo, de vida intensa,.de éxitos grandes, -s~ t~rminaron ton. La india mexicanaun drama esp¡mtoso: el· de. la locura. La india, mexicana tiene una silueta

'Maupassant veía venir su enfermedad; llena de ,gracia. 'la analizaba ep..sus momentos de luci- Muchas vetes es bella, pero de otra

. dez; i!itentó huir de eÍla dándose un ~elleza que aquella que se ha hecho• " '{ajií' 'en la garganta, .para matarse, y,' cos.tumbre en iluestros ojos ... Su car-

.,.. - por fin, internaao en una casa de salud ., ., ne, sin, el sqnrosadó de las conchas, tle-del dó~tor Blache, murió el' 3 de julio neJa quemadura de la espiga bien

de 18?3. - "" lamida del sol. El ojo es de una dulzuraSi las drtun~t¡mcias parque atravesó d' t 1 "11 d f' d'b' 1ar len e; a meJI a e mo lUJO; a

en su vi~a marc?-ron con un, sello depesimismo su inspira:ci'ón, sin embargono ha sido éste el que <:lamina en 'todasu obra. El escritor normando, excelen-te .observador y enamorado de la vida,SllpO sobreponerse en sus esc~itos a losdolores y angustias. Es aGaso él el autorde todo aquel período que nos parecemás original Y- más auténtico. El cen-tenario ·de su nacimiento nos autorizaa revisar el juicio que se ha formuladosobre su labor y sobre su in'fluencia.

Esa influencia fué considerable, so­br'e todo en el extranjero, donde eramuy leído, y sigue siéndolo. Fué en élen quíen se inspiraron los escritoresanglosajones para esos modelos de"short-story" (historias cortas), espe­cie de cuentos: de los que Maupassantprodujo algunos admirables. Se respira'

,en esos cuentos la atmósfera de laFrancia de 1885, y se halla en ellos ladulce calma y la vibración luminosa delos maestros del impresionismo. Mau­passant reflejaba 10 que veía sin nin­guna preocupación estétiGa, con el solodeseo de rendir culto a la verdad, a ese

, espíritu de realidad y'de exactitud quele fué inculcado afectuosamente porFlaubert, el otro gran escritor.

¿Aquel talento conserva para nues-tros contemporáneos la misma atrac-

/ ción, el mismo valor que nuestros ami-gos le. acordaron? Es indudal?~e. quesigue siendo hoy" en algunos de sus,cuentos, uno de los maestros del rea­Íismo; pero toda su sensi1:¡ilidad acusacierta pesadez, un'á ligera rudeza cam-pesina; que .puede no ser del agrado de

*

que.no son sólo DOII!abr,esla historia de las Il ienco ellos tan vicomo para constituir la de la out-

g neraóón? Pregunta polémica qabr un in fin de ¡nt rropo y quen U va a bu r la contestación t ­Y odo a la liza la influenci q j.ren n la ctuaUdad r la nwnérOlllfalange de. adepto qu prolitlo cuatro lado d 1- t ritorio na-cional. juicio nuc tro ublar y de una "en raci6n d 1 uarta, aunqJJ poeta cara t rí tic no

ncu tr D bi d finido. n Juan• rr yra Ba o J n !fo jl-

cock -liTi o xtr mo d la j npoesía argc.ntina- m reh un bunúm ro d la d calidad. pri­mero trena una original trán figura­ción poética d I campo y sus 1 m n­to autóctono y ncabeza in lu r aduda, 1 grupo' d lo qu ~ntan conbuen regi tro J~ cosa nativas. '1gundo tiene }uerza ~pre iva comopara cont~r -ya con imitador _ O

dos poeta son 10 má vigoro o yper onales que ha Qroducido uue tralírica en los último diez años y tanto

/ '.el uno como el otro pu den figurar condignidad junto a lo mejor que tienennuestras letras. •

En 1943, 1944 Y 1945 aparecen otrasfig,uras ql.\e, i bien no llegan a clipsar

. a los iet< u ocho que inauguran la ge­neración, tienen en sí la fuerza sufi-~

"ciente para ser considerados aparté. "

Algunos 'de ellos traen a la 1\.}Z· ñu~yas ~~~m'influencias eUT.Opeas y asi oirnos can-

. tar a Alfonso Sola González con unto~o milagrosam~nte igual a Milósz;a Eduardo Jonquieres, quien con máspersonalidad dice, desde un mundO poé.¿tico puro, la aIabanz,a de los _elem -'~

tos naturales con la magistral resonan­cia de Holderlin. Y escuchamos elcanto de César Rosales, lleno tambiénde la nosta1giosa presencia del alemán.y la voz ligeramente velada por pro­saísmos de Alberto Girri, que -aportala Ínfluencia de la moderna lírica irt- •glesa_

E tos cuatro poetas traen a la lite­ratura argentina las corrientes nuevaseuropeas y con ellos se incorpora un'grupo cuya voz no gUi\rda parentescocon la de los maestros del "22".

Los años siguientes, es decir, 1946,1947 Y 1948, ven la apanción, o lamadurez, de otros lírico cuyo tonojuvenil implica rJ comprolni O tácito defutura perfecciÓn. Ello son HoracioArmalli, María Elena Wal5h, Ana Te­resa Fabani y Edgat Poo ·stá. •.

Junto a e to nomb'r ubiCar mo alresto oc la generación, d acu rdo con _

s:'":D,''-'". ll. provincias natale o donde de-arrollaron ti obra lit raria importante.

En la provin ia d Bu no irde tacan Julio ésar Avanza, 1 rtoPonce el' León, Ana Emilia'Labitte,El na Duncan, Raúl mai'al, MarFing- rit y Eduardo Calamaro.

En orri nt ,David Martinez;anta Fe, rlos Ca~li.oo; en rdoba,

Os\'aldo Cabral agna o, AJberto

UNIYERSIDAD DE MEXIeO * 29

de lo nu tro, poe~ grande inolvida-• do; HQracio' Rega olina, de ~I)cho

Plllmón, una de la voces mejor dotadade toda nuestra poesía; Jo é Gonzál~

Carbalho, confidencial y em 'onadopoeta, cuya lírica no sabe d parábola ysí de flechas, y el perdurable plateo.Franci o López Merino, el Uora$lo"Panchito", .locada por la <luhura de

-Samaill, . pero auténtico poeta d lo

arraigado y de 10 recóndit~.

Entramos, a í, a lo mi nz d 1año 1940. D aquella _ruidosa hortelírica poco quedan ya en la pal- tra,y los que trabajan aún on la lidadde icmpre ti nen la ¡ n blanca y

-copiosa la bibliografía. Son Jo mae­tras de hoy y a su alr dedor agru­pan 10 nuevo di ¡pulo o forman fi­la para nfr ntarlos 10 r belde, 10j6ven guerr ro que levantan n laspiras humeante lo d spojos del v,iejocanto con la garganta rota.

Lo diez o quince nombres de cali­<1.1<1, diseminados a lo largo y a lo an­cho de la patria, trabajan o combatencontra e ta gen ración que surge porI~y ineludible. Pero los tiempos son du­ro ; más duros que el oficio de e cribirsin tregua, En la Europa secular laguerra ideológica ha estallado cap vio­lencia inusitada y las i<leas nueva e­paran a los amigos de siempre y 10echan en brazo de enemigos que' n~olvidan.

Así crece 1a generación del cuarenta.Entre el ruido lejano del cañón y el olorvago de la pólvora sin humo. Entre elverbo decadente del hombre encaneci­do y el fustigar apasionado de los cé­sares lluevas.

La generación nace, pues, ~on el sig­no de Marte sobre su cabeza y, por ex­traña paradoja, sus poetas son de índo­le suave y manera romántica. Ningunode ellos trae un mensaje. inguno deellos tiene una personalidad ló sufi­cientemente fuerte como para que losdemás lo sigan. Es un grupo parejoque oye o combate a los maestros condesgano, pero del cual se destacan treso cuatro nombres con perfiles propios.

Juan Rodolfo Wilcock y María Gra­nata obtienen ese año el Premio Muni­cipal y, sugestivamente, el Premio Mar­tín Fierro, instituído por la S.A.D.E.Wilcock publica su Libro de poemas ycanciones y María Granata entrega uUmbral de ¡icna,

J unto a ello y con pareja calidad seencuentra Rob rto Paine, quien ya hapublicado La llama cn el melito; Vi­cente Barbieri con su Arbol total; é­sal' f<'rnánoez Moreno, que entrega uGallo ciego; Juan Ferreyra Ba so conRosa dc arcilla; Miguel ngel Gómczque publica en 1941 Amora; y EnriqueMolin:l (11.) que con su libr Las cosasv d delirio recibe e e año el PI' mioÚartin FicTro. E te peqtlt'ño núc1 oc..con alguna ami ión involuntaria, quieninicia la g-eneración llamada del Cua-...rcn/a.

La aparición de esto poeta marca,e\·idrntemente. una etapa n el caminoque recorre nuestra literatura. n'emo

Teléfono: 16-26·86.

Luis Bernárdez o Leopoldo Marechal,que buscaron en lo religioso poético lasalvación lírica. O como Ricardo Mo­linari, atento, siempre a la voz profun­da que le indica el sur de la patria. Losdemás no quedan. Fueron en su épocala fuerza de choque que se gastó con­tra la cota de malla de aquel titán quese llamó Leopoldo Lugones, contraquien bat?lló sin tregua esta genera­ción. Su mismo aclalid,:Ricardo Güiral­des, no existe ya como poeta y su. so-

. noro "Cencerro de cristal" no convoca,

como entonces, a las promociones lí­ricas.

Triste destino el de esta generacióntan bien dotada, casi genial en algunoscomo Raúl González Tuñón, perdido enel mar de las ideologías extremas. Ge­neración que no salva ni media docenade nombres y que sin embargq tuvosu lcadcr, su bandera y su combativomani fiesto.

Pero junto a Leopoldo Lugones que­daron varios grandes líricos; mejordicho', quedaron dos grandes lírico,Enrique I3anchs de profunda ra igam­ore castiza, pero nacional y muy nues­tro, y la inolvidable Alfonsina Storni,en cuya poesía fuertemente sexual yi­bra el alma y el cuerpo de una mujerverdadera. Y con ellos sci o iete poe­tas de ignificaciún, Conrado Nalé

Roxlo, a quien el maestro con agró al

prologar1e su Grillo: José Pedroni,

il!Ualmente exaltado a primer plano porh

Lugones; Fernández Moreno, cantor

INFORMES:

MÉXICO, D. F.Serapio Rendón 65.

*

CERTIFICADO DE SECUNDARIA.

Requisito de Ingreso para quienes deseen seguir la carre­

ra de Contador Público y Auditor:

*

Las inscripciones en dicha Escuela y las deJIlás del Ins­

tituto (Bachillerato de Humanidades, Economía- y Admi­

nistración de, Negocios), se recibirán desde el 2· de enero

de 1951.

,

ESCUELA DE ESTUDIOS CONTABLES

se complace en anunciar que 'para el día 19 de febrero

de 1951, comenzarán las clases en su nueva

.EL INSTITUTO- TECNOLOGICO DE MEXlCO. "',

daz, impregnada de sarcasmos, liberta­ria e iconoclasta, comienza el imperiode los poetas del "veintidós". Son elloslos herederos directos del novecientosy aunque rebeldes a su influencia, al­guno que otro ostenta la boh~mia in­dumentaria de los tenaces trasnochado­res del "Café de los Inmortales".

Nutridos eri las fuentes francesa yespañola, con un afán de asombrarmanifiesto, de espaldas casi siemprea lo nacional auténtico, estos poetas querespondían al llamado encendido de Ri­cardo Güiraldes, comienzan sus pirue­tas entre el fuego de artificio de lostropos ruidosos. Adalide? de una esté­tica discutible, precursores en un me­dio todavía resonante de estrofas aca­démicas, casi todos vuelven, a los po­cos años, por el camino sosegado delas viejas es'tuelas literarias.

De muchos de ellos ya no nos acor­damos. Quedan en los polvorientos ana­queles de las librcri~.c; de viejo o enalguna antología, dándose la mano conaquellos que combatieron y denigraronacerbamente a lo largo de sus vicias

pródigas.Pocos nombres se salvan de esta cé­

lebre generación, llamada de Martín

Fierro, 'Se salvan del corrosivo des­

O"aste del tiempo aún en el contorsionis-1:> • •

mo más descalabrado, como Ohveno

Girondo, conseryan ese adarme de sen­

satez suficiente para volyer en buen

momento a su propio yo, a su verda­

dera personalidad. O como Francisco

RAÚL CORDERO AMADOR, en La RePública~:México, octubre 1950. ' ,

. \,

AURELIO ORTEGA C'" El Marquesa­do de Sierra Nevada y condados deBuenavista y San .M iguel.-"LaCalandria", Orizaba, 25 de enero'de 1950.

(Viene ,de la página 12)'

ta, aunque haya sido preparada parala intimidad, es material hist6rico:pero tratándose de un escritor que ha-:bía 'encontrado un cauce de su expre-'sión en las cartas a' sus amigos, éstaslogran un interés del cual no es po­sible desentenderse.

Esta compilación será altamenteapreciada por quienes buscan en .talgénero literario- -.y Palma fué ungran interlocutor epistolar, dice Po­rras- una fuente viva de informa­ción y de opinión autobiográfica yun caudal inagotable de variadas no"ticias sobre personas y acontecimien­tos. Es sensible que no vaya al finalde cada volumen un índice onomás­tico y otro de t'emas; pero, afortu­nadamente, ésa podría ser una de lastareas de las que se encargaría la co­misióh del homenaje "que hasta aho'­ra le debían las generaciones estudio-

·sas del Perú."-RAFAEL HELIOOOROVALLE.

Esta información es valiosa para lahistoria de la heráldica en México. Serefiere a uno de los marqueses de Sie­rra Nevada, título que en 1524 fuévinculado con las tierras que recibióde Hernán Cortés. El autor de este

, 'trabajo advierte que en dicha familiafiguró la Marques~ doña Antonia Ma­ría de Noroña, quien fundó el Molinode Harinas en Orizaba, el cual ya en1555 proveía tal comestible no sóloa la comarca orizabeña sino tambiéna Veracruz y la capital del Virreina­to. "El Marquesado de Sierra Neva­da -concluye diciendo- se extin­guió seguramente en Orizaba con eladvenimiento de la independencia, ya

, ,

,que se pierde para nosotros en unaúltima efemérides que sitúa a su Ma'­yorazgo don Juan Mariano estableci­do en el Reino de Navarra por el añode 1822."-R. H. V.

"

:o' 'í!:

. "" ",,'~~ .~~' r§~' ~b. ~." :':¡·.t' ~ '~:~\ ~ .'t

~~ \ '. ' \1 ...,

, • \. \. :"1'" '" '~, I ~ , '~""i ~1 r~. .;'l "lO" <~:~ ': \:... "~" ' . l'" , ,:; '.

había 'dado u~a }(~y 'fundí'lmeñ~r."P.t~'s:"':'v' Esl:a,mtervénció~ la:hizo, pidiendo lil. ,,r.bien estos hombres han atentado con- instrUcción,primaria para la raza indí~~ t'

tra ~se gobierno y contra _esa ,¡~~" y'gi~a, -Y el estahlecimiento, del mayor '.han atentado, llenando de luto ydesolil\.. " nú~ero r~ escuelas. '~,ensaba que e~." J~ción y de sangre a' la na,fión entera. tablecer escuelas regIonales de agri- ' ",No hay un lugar en la República que ~ultura sería un reclamo más para la ,o,no esté señalado con la huella salv.aje ete'. empleolp.anía;, en cambio, la escuela' 'esa facción rebelde. No hay crimen que "'primaria para el indio, era una necesi­no haya cometido. ¿Se ne~esitará re-: dad.cordar los asesinatos de Tacubaya, de Ignacio M. Altamirano fué un cam­Cocula y de la Esperanza? ¿ Se necési- peón d~l pensamiento lib~ral en Méxi~

tará evocar las sangrientas imágenes de co, en una época,en la que los hombresLarios, de Oca~po, d~ Degollado y del fueron grandes en el pensamiento,Valle? ¿ Será preciso que véais las pro- ,gr¡uides en la acción, grandes e!1 el in~

piedades destruídas,:los campos talados," fortunio, ,y para quienes la, Patria ndlos pueblos pereciendo de ~iseria, la sólo tiene el' más profundo séntirri¡eQt~bancarrota en el erario, y nuestro sue- qe gratitud, sino que los sitúa en elJlo todo manchado con la sangre de 'altar mismo de la gloria. j

nuestros hermanos?"Vienen después los días de la Inter,

vención Francesa y dei Imperio; Al-

tamirano deja el cultivo de las letras y Por el Mundo de.,se consagra nuevamente a la' acción,para defender la Patria éof). las' armasen la mano.

En 1867, al establecers~ la Repúbli­ca, el orador exaltado, el soldado he­roico, se consagra a la cultura para'convertirse desde entonces en el maes­tro sereno y tolerante, pero 'sin renun­ciar un sólo momento a su gran calidadde predicador del pensamiento liberaLEs desde entonces cuando más le inte­resan los problemas de la educación de .México, pero no sólo la educación su­perior, en la que las· letras, la filosofíay la estética tienen su lucimiento, sinola educación del pueblo. El 31 de enerode 1871, decía:

"Es preciso trabajar, es preciso edu­car al pueblo, es preciso oponer a esasnumerosas escuelas que hay en Méxi­co, en las que 'en lugar de 'moral se en­seña el Ripalda, y en el que se habitúaa la niñez a odiar el progreso; es pre­ciso oponer, repito, otros tantos semi~

narios de civilización en que se enseñea practicar la virtud, a arriar a la patria,a adorar la libertad y a preparar elporvenir de este país destinado a sergrande por el trabajo y la ilustración:'

Su cultura aumentaba en forma ex­traordiriária, porque Ignacio Altamira~

no es un milagro del esfuerzo y del tra­bajo. Fincó su obra en una lucha cons­tante por el establecimiento de escuelasprimarias para los iridios, y así, en l~

Cámara de Diputados, el 13 de octubrede 1881, intervino en la discusión deeste 'problema, cuando se discutía lafundación de Escuelas Regionales deAgricultura.

"Yo no me enorgullezco de ser in­dio, ni me, siento humiIIado por. ello,porque nadie tiene la discreción denacer en tal o cual raza de las queconstituyen el género humano. El mé­rito consiste en confesar que se ha naci­do en esa raza y en confesar que encualquiera de ellas tiene uno el carác­ter de hombre; así eS que yo lo confie­S? siempre que pu~do, ingenuamente,sm orgullo como sin humillación; perotengo el gusto de diferenciarme de mu­chos que' perteneciendo a cierta raza,tienen'vergüenza de confesarlo."

1* ' UNIVERSIDAD DE MEXICO30

Altamirano~ paladín delpensamiento liberal

, Tod;¡.vía algunos de sus discípulos yamigos lo recuerdan bajo aquel aspec­to de peñasco suriano, ene1 que habían

, anticipádole carne.de estatua como unaespecie de actitud genial, los azares desu vida a veces violenta y en ocasionesde una gran serenidad. Formaba parte'de su entidad aquella fisonomía de ora­9-or, cuya fealdad de bronce pronuncia­ba la, tenacidad de su tipo; pero el re­poso de su mirada de pensador, aviva­ba el perfil severo.

Nació Ignacio M. Altamirano enTixtla,.e1l3 de noviembre de 1834. Defamilia humildísima, de tan pocas pósi­bilidades económicas, que Ignacio a

¡'

los catorc~ años ignoraba el castellanoy vivía una vida alejada de los centrosde población, en los bosques tropicalescontemplando e1 verdor de las ceibas y

i de las paratas, de cuyos ramajes salíael canto de los cenzontles.. ,

Seguir el desarrollo del pensamientoeri Ignacio M. Altamirano, es tomar elcamino seguro que nOS lleva al conoci­mjento de su personalidad, porque el

, .pensamiento de Altamirano sale contanta sinceridad, tan espontáneamentey con tanta claridad, que revela a lasclaras su propia vida.

"

~.~ ..

r ......

I

.j r

, "

~ '. " .('< -1'\" ,.: ~ l ~ • •

... ....... \ \ ~ \ ......,~".... ~~! ~- '.." t' '.~~. .. \.

" ... ~~ ¡" : DíazBág.ú Y"pir195 Voces,t:'as,~~ó, E~¡¡' ,;,~'rá ~ j~ven que po había'alcairza-'. ,". " M'eil.d<,)za, JUáh 'SplanQ,Luís :Amél'ico, 00 los veintioinc6 años cuando ,en el

',,~- ,'~':', ' ,:;&i~ y Vicente' NacaÍ'áto. 'En S~~ta, Ma~ Colegio de San, Juan de Letrán, él; 23, nIYel Castilla, Libertád 'Papadopóulos y' dfhoviembre de 1857, dijo:' , , "

,~', Raúl A'r,áoz An~~áte!nli~ En T,ucum~n,':' ~ Nqe'stios Iegisladores,e~ losnume-." \ ~:\;;,~eda";VaÚadaye~:-y Sai,i' S,an "Martí'~. ,rosos cambios de gobierno que se' su-

, :~\' t:\ Étr San 'l.uis, Antoh.,io Esteban', '.Agüe':: !!eden en la'República, .centuplican Jas- ,'" 4"'~ ro. En' Ent~e, ~tQ~, 9ar\6s Albetto Al:' leyes'; ora retrogradando, según sus'

,,,arez!y Ed,uardo,.Js)sé Sen. En San' creencias políticas; ora avanzando, co:,ju~, Antonio_ de la Torr~.;' en :]ujuy, 'mo lo demanda el espíritu del siglo, y

f Jorge Calvetti.. ' .' - cada día hay que est~diar una ley mo­Y:por~'últinío;'en la Capital Federal difieada que entraña grandes cambios

'pod~m9s' conside~r p~eta:s de cali'dad en el,derecho, o una antigua que resu­,a):.e6n Benarós, 'Basilio Uríbe, Gui- cita con t-odos los caracteres de la no­'~l~,~o Etchebehere, j ua¿ Carlos Cle- vedad. Estó hace que aun los abogados

:¡"'~,:-: .:::m,ente~ 'AÍ1&,el Maz?ei, Joaquín Gian- más ancianos tengan que decir como" "~~:," huzzi/ OIga ... Orozco, Juan ·E~ Acuña, S01órt: 'He envejecido y aprendo toda­

< ~ 7.J'osé María Castiñeiras de 'Dios; Mi- vía' ; porque os es notorio que nuestro',;"\~< giíel Etchébame, Gregori'o SantosHer~ estudio legal, hoy, comienza~n el Fue-

, ',.". ,;', nando y, en lugar de .preferencia, a los ro Juzgo y acaba en las últip1as pres­'"."- ,: .-~'" ; )am~ntados' Ana María Cho).lhy Agui- cripciones de la dictadura 'que no hace.,...~.~ .~. '- " .., ;-', ,,: : ,~. -<he y Jorge Eduardo Bosco, quienes a mucho expiró;"~'i':<." ~ Pesar dé su temprami desapar.ición te- En las últimas palabras dl':l párrafo¡,~(, ~o""" ~ nían y<,t un' lugar de privilegio con- que hemos citado, se refiere a la dic­" ,.';~t">quistad6'a fuerza de talento. ' , tadura de López de Santa Anna, la

!.<~"'::<..::Heriios nombraeÍo a, los poetas que, que fué derrocada por la Revolución"~/ ;': a titiéúo juicio, aportan una manera de Ayutla.

,~':'!;'>~~'!'.>'pu~vaeÍJ. la líÚé(del país. Hemos men- En realidad, sus afias y.sus estudios....:~'~~"'.;.... donado a.aqueIlós 'escritores cuyo con- eran pocos, pero profundo su'pensa­,. ,')' . te~jdo poético y cuyas vivencias ofre- miento, cuando al disertar sobre un te­

"'"cen ángul,os distintos y cuyas voces ma jqrídico decía con claridad y hon­o pronuncian metáforasdístantes de los dura dignas ya de un aventajado juris-

,~a~stros del "22". ta :: ,/ '.- '. TodO$ ellos podrían constituir la ge- ,''En los países en que el poder es un

":-,', '...., .., '. , " , . presente del nacimiento, ya la ciencia",'), "o,;: ' neraClOn del Cuarenta', pues son fI-~~~jf:;;,;/ ..,_g~·ras que traen un canto nuevo eleva- del derecho es grave de por sí; pero en'}V":., do,' un lenguaj~ personal y un modo los países democráticos, como el nues-~ ~::...., . poético que dista mucho de aquellos tro, aún hay más; este estudio llega a

¡"'" o , , sér ,interesantísimo porque tiene más. '.' q'ue en sU hora revolucionaron la lírica,_.~. ,",_: - ,nacional. ' consecuenci~s, porque el joven que es-"it't'· ro tudia las leyes. está llam~do o a patro-

~~ ~ , ," -- MARTíN A. BONlw. en Cultura, Ministerio,. de Educación de Buenos Aires, 1950, cinar a los desvalidos como abogado,

o a ser el' árbitro de la sociedad comojuez, o a hacer la felicidad de sus her­

'manos como legislador."A fines de 1847, estalla la guerra

civil; aquel grupo formado por Floren­cio M. del Castillo, Juan Díaz Covarru­bias, José' Rivera y Río, que teníancomo mae:;tros a don Melchor Ocam­po, a don Ignacio Ramírez, a don Fran­cisco Zarco y a don, Ponciano Aniaga,escribe versos y. artículos contra elPartido- Conservador. Luego se disper-,sa y va a los campos de batalla. Sonlos días de la Guerra de Reforma. Esentonces cuando Altamirano combate'en el Sur, pronuncia discursos, exaltan­do a los hombres de la Independenciay exponiendo la doctrina reformista.,

Triunfante la causa reformista, Al­tamirano es elegido Diputado al Con­greso de la Unión, el 10 de julio de1861 ; al intervenir en la discusión deldictamen acerca de un proyecto de leyde amnistía, pronuncia un discurso quele da el primer gr~n triunfo oratorio;el pueblo 10 lleva por las calles de laciudad en hombros. En este discurso,pide el castigo de los enemigos de lacausa liberal y hace una crítica del go­,bierno con un valor y una emociónextraordinarios:

"La República Mexicana se habíaconstituído; ella había elegido popular .y 'espontáneamente su' gobierno y se '