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MODALIDADES DE LA EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS UNIDAD 2: LA ACCIÓN DOCENTE EN LA EDUCACIÓN A DISTANCIA

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MODALIDADES DE LA EDUCACIÓN DE PERSONAS

ADULTAS

UNIDAD 2: LA ACCIÓN DOCENTE EN LA EDUCACIÓN A DISTANCIA

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Índice

1. Concepto y contexto de la educación a distancia.......................................................... 3

1.1. Concepto de enseñanza a distancia ......................................................... 3

Sistema tecnológico ......................................................................................... 5

2. Características del alumnado de educación a distancia......................................... 6

3. Aspectos diferenciales de la acción docente en educación a distancia............... 10

Tipos de docentes.......................................................................................... 10

3.1. Los sistemas de comunicación en educación a distancia. ...................... 11

4. La tutoría en educación a distancia: concepto y tipos. ......................................... 12

4.1. Funciones del profesor-tutor.................................................................... 14

Funciones didácticas.......................................................................................... 15 Funciones de enlace.......................................................................................... 16

4.2. Tipos de tutoría ....................................................................................... 16

Finalidad de la tutoría......................................................................................... 17 Organización de la tutoría en función de los destinatarios................................. 18 Tipos de tutoría en función de la interacción alumno-tutor................................. 21

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1. Concepto y contexto de la educación a distancia

El desarrollo de la educación a distancia está ligado a dos grandes avances de la

modernidad. El primero de ellos es la generación de sociedades complejas, en las

que las necesidades generadas primero por la industrialización y después por la

irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación (televisión-video,

informática y telecomunicaciones), supusieron inicialmente la universalización de la

educación básica para los niños y posteriormente la necesidad de extender la

educación permanente a toda la población. El segundo gran avance es el vertiginoso

avance de las tecnologías informativas y comunicativas que, de seguir a este ritmo,

puede que marque a corto plazo nuevos escenarios para la educación a distancia.

1.1. Concepto de enseñanza a distancia

(García Areitio, 1994: 1006) define la enseñanza a distancia como:

Un sistema tecnológico de comunicación bidireccional, que puede ser masivo y que

sustituye la interacción personal en el aula de profesor y alumno como medio

preferente de enseñanza, por la acción sistemática y conjunta de diversos recursos

didácticos y el apoyo de una organización y tutoría, que propician el aprendizaje

independiente y flexible de los estudiantes.

La definición de García Areitio caracteriza a la educación a distancia como

sistema tecnológico de comunicación bidireccional. Estos términos subrayan su

naturaleza sistémica, es decir organizada precisamente para la consecución de sus

objetivos de aprendizaje. Pero además indican que dicha organización es

necesariamente tecnológica, en un doble sentido: relacionada con tecnologías

comunicativas y específica, propia de la educación a distancia.

La idea de que este sistema tecnológico de comunicación puede ser masivo

tiene una consecuencia directa sobre sus costes. La educación a distancia requiere

fuertes inversiones iniciales, pero al poder aplicársele la denominada economía de

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escala (cuantos más usuarios mayor abaratamiento) resulta ventajosa en este

sentido frente a la educación presencial.

El hecho de que la educación a distancia pueda ser masiva no implica

necesariamente masificación en su funcionamiento. Si el sistema está ajustado

convenientemente la interacción alumno-profesor puede ser individualizada. La

ventaja está en la posibilidad de extender el mensaje educativo a muchas personas

situadas en muchos, muy diversos y muy dispersos lugares.

La característica más evidente de la educación a distancia es que sustituye

la interacción personal en el aula de profesor y alumno. Esto podría enunciarse

de otra manera, indicando que la educación a distancia modifica el sistema

tradicional de interacción profesor-alumno, que tiene al aula como ámbito específico

y simbólico. Dicha interacción, característica de la educación presencial, implica que

el proceso de enseñanza-aprendizaje se produce en un espacio y en un tiempo

compartidos por docente y discente. La educación a distancia permite separar los

espacios y diferir los tiempos en los que ambos intervienen.

Lo indicado anteriormente no implica ausencia de interacción personal entre

alumnos y profesores en esta modalidad. El hecho de que no interaccionen

directamente en el mismo espacio y en el mismo tiempo, no significa que no lo

hagan. Supone simplemente que, en la mayoría de las ocasiones, se han sustituido

los métodos de interacción directa (propios de la modalidad presencial) por métodos

de interacción indirecta característicos de la modalidad a distancia.

Estos métodos de interacción indirecta entre alumno y profesor suponen la

acción sistemática y conjunta de diversos recursos didácticos y el apoyo de

una organización y tutoría. No hay modo de llevar a cabo procesos de enseñanza-

aprendizaje eficaces separando a los actores de los mismos en el espacio y en el

tiempo, sin poner en juego una serie de recursos didácticos específicos, organizados

sistemáticamente. Entre estos recursos didácticos específicos conviene resaltar el

de la tutoría, por ser de todos ellos aquél en el que tiene lugar una interacción directa

entre docente y discente, aunque su función sea diferente de la clase tradicional

propia de la enseñanza presencial.

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El resultado de esta acción sistemática y

conjunta es la consecución de un aprendizaje

independiente y flexible. La independencia en el

aprendizaje está íntimamente relacionada con el

nivel de conocimientos que posea el estudiante: será

más factible cuantas mayores habilidades cognitivas

haya alcanzado y cuantos mejores aprendizajes previos específicos haya realizado.

La posibilidad de flexibilidad en el aprendizaje es el gran activo de la

educación a distancia. La propia naturaleza de esta modalidad implica partir de la

idea de que cada alumno ajustará su ritmo de progreso en el aprendizaje a sus

propias características, ya sean éstas de tipo estructural (habilidades cognitivas,

aprendizajes previos...) o de tipo coyuntural (tiempo disponible, dificultades

imprevistas...).

En suma, puede decirse que la educación a distancia tiene las siguientes

características:

Sistema tecnológico

Masivo (puede serlo)

Separación alumno-profesor: en el espacio y en el tiempo

Interacción indirecta alumno-profesor: acción sistemática muy organizada de medios y recursos didácticos

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Dis

tan

cia

Aprendizaje independiente y flexible

La educación a distancia se enmarca en el concepto global de educación

permanente. En alternancia con la educación presencial puede contribuir al proyecto

de aprendizaje permanente de una persona. Como es sabido, el aprendizaje

permanente puede ser de tipo formal, no formal e informal. También puede llevarse

a cabo presencialmente y a distancia. Las tecnologías de la información y la

comunicación ofrecen oportunidades para la enseñanza y para el aprendizaje

permanente a distancia de cualquiera de los tres tipos indicados, incluido el de tipo

informal, para el que Internet ofrece posibilidades efectivas.

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2. Características del alumnado de educación a distancia.

El análisis del sistema de educación a distancia debe partir de la consideración

de cuáles son las características-tipo de los estudiantes que lo utilizan. La primera

característica de los estudiantes que utilizan la modalidad a distancia es su condición

de adultos, al menos desde un punto de vista legal. Por ello todos los agentes que

intervienen en esta modalidad deben de tener en cuenta, en todas y cada una de las

fases de la acción docente, las características que diferencian los procesos de

aprendizaje de las personas adultas (ver Unidad 1).

Los adultos que en un determinado momento deciden seguir un curso de

enseñanza a distancia añaden a esta condición otras que los caracterizan

diferencialmente. Las características más relevantes son las siguientes:

• No comparten el espacio con los sistemas presenciales correspondientes

• No comparten el tiempo con los sistemas presenciales correspondientes

• Disponen de las destrezas imprescindibles para enfrentarse de forma autónoma a procesos de aprendizaje formal

• No son estudiantes profesionales

• Son estudiantes motivados

• Suelen tener una motivación de logro muy determinada

• Suelen enfocar sus estudios con gran realismo y sentido práctico

• Suelen experimentar una sensación de aislamiento en relación con su

actividad estudiantil

No queremos decir que todas estas condiciones correspondan a todos los

alumnos que estudian a distancia. Pero muy probablemente la práctica totalidad de

ellos compartirán más de una de ellas, lo que les habrá impulsado a tomar la

decisión de utilizar esta modalidad para estudiar.

Muchas personas adultas que han tomado la decisión de seguir unas

determinadas enseñanzas, no pueden compartir el espacio con los centros

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presenciales correspondientes. La posibilidad de compartir el espacio con un

centro presencial de enseñanza (seguir un curso cotidianamente) está relacionada

con la proximidad o alejamiento del alumno respecto del mismo. Este tipo de

alumnos alejados de los lugares donde se llevan a cabo los cursos son los primeros

que saltan a la consideración cuando se implantan sistemas de enseñanza a

distancia. Sin embargo, no son necesariamente los más numerosos.

La otra tipología clásica de estudiantes a distancia la constituyen las personas

que no pueden compartir el tiempo con los centros presenciales

correspondientes. Suelen ser los más habituales usuarios de los sistemas de

educación a distancia. La ausencia de disponibilidad de tiempo para compartir con

los sistemas de enseñanza presencial puede deberse a muy diferentes causas. La

más habitual tiene que ver con la condición subsidiaria del estudio respecto de otras

ocupaciones profesionales o familiares: horarios laborales, viajes, trabajo a turnos,

atención de hijos y de otros miembros de la familia, etc.

Una condición imprescindible del estudiante a distancia es una cierta

capacidad para el aprendizaje autónomo. Esta capacidad se adquiere normalmente

mediante el aprendizaje mediado, esto es el aprendizaje realizado en contextos

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formales de enseñanza. En términos generales, cuanto mayor nivel de aprendizaje

mediado tenga un estudiante, mayor facilidad de aprovechamiento tendrá de las

enseñanzas del sistema de enseñanza a distancia. Esto hace que, pese a

experiencias puntuales de enseñanza a distancia dirigida a personas de muy baja

cualificación académica, la enseñanza a distancia se desarrolle mayoritariamente

con personas de niveles medios y altos. Por ello podemos afirmar que, en líneas

generales, estos estudiantes disponen de las destrezas imprescindibles para

enfrentarse de forma autónoma a procesos de aprendizaje formal, lo cual

resulta una condición específica de este tipo de estudiantes adultos.

Otra condición de los estudiantes adultos es que no son estudiantes

profesionales. Dicha condición está muy acentuada en el caso de los estudiantes a

distancia por razones de tiempo. Éste es un asunto que a menudo se olvida por

parte de muchos profesores acostumbrados a trabajar con niños y adolescentes. La

ausencia de dedicación plena al estudio tiene algunas consecuencias de interés. Los

variados roles que desempeñan en los distintos ámbitos de su vida les impiden

centrarse preferentemente en el de estudiante.

Al no ser el rol de estudiante el que desempeñan prioritariamente, no suelen

desarrollar las conductas asociadas típicamente al mismo: pasividad, ausencia de

motivación de logro. Podría decirse que la ausencia de profesionalismo en el estudio

los hace muy aficionados al mismo. Esta condición tiene sin embargo una

consecuencia negativa. Al no ser el estudio una actividad central en sus vidas (por

muy interesados que estén en llevarla a cabo), puede convertirse en una de las

primeras que abandonen cuando surge alguna dificultad. Esta es una de las

principales razones que parecen justificar las significativas tasas de abandono de los

estudios a distancia.

Otra de las características diferenciales de los estudiantes adultos a distancia

es que son estudiantes motivados. Su motivación deriva genéricamente de su

condición adulta, pero sobre todo específicamente de su condición de estudiantes

adultos a distancia. En la modalidad presencial es frecuente encontrarse con

personas adultas que realizan estudios con un interés poco definido. En el caso de

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estudiantes adultos que estudian a distancia la motivación suele ser inequívoca y

estar centrada en objetivos de logro académico muy determinados.

..\RECURSOS\DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA\La motivación en los

entornos telemáticos.pdf

La propia naturaleza de la modalidad elimina otro tipo de motivaciones que

pueden encontrarse asociadas a los aprendizajes presenciales. Los adultos que

estudian a distancia suelen tener una motivación de logro muy determinada.

Orientan toda su actividad estudiantil a conseguir las metas de índole académica

que se hayan trazado. No suelen distraer ni su atención ni su tiempo en actividades

complementarias que ellos consideran que no afectan al núcleo central de su

proceso de aprendizaje.

Por lo indicado anteriormente suelen enfocar sus estudios con gran

realismo y sentido práctico. A diferencia de los estudiantes adolescentes, suelen

tener un claro sentido del valor del tiempo, que para ellos es un bien escaso. Debido

a su condición de adultos suelen ser también muy conscientes de su propio valor (de

sus capacidades y limitaciones) en relación con los estudios que realizan, y de su

situación personal (en relación con el resto de roles que desempeñan). Por ello

tienden a adoptar decisiones realistas y prácticas relacionadas con la planificación

de su actividad estudiantil: continuidad, aplazamiento, abandono, etc.

Debido a las especiales características de esta modalidad, las personas que

estudian a distancia suelen experimentar una sensación de aislamiento en

relación con su actividad estudiantil. Las dificultades para interaccionar con

compañeros son muy grandes y cuando estas interacciones se producen suelen

estar muy centradas en aspectos académicos. Por eso es difícil que se sientan

miembros de un grupo de aprendizaje. Las dificultades para la socialización en

contextos estudiantiles son muy notables.

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3. Aspectos diferenciales de la acción docente en educación a distancia.

Los resultados obtenidos en los sistemas presenciales de educación dependen

en una gran medida de la actuación concreta de los profesores. Cualquiera de éstos

lleva a cabo personalmente las tareas de programación, dirección del proceso de

enseñanza-aprendizaje y evaluación. En la educación a distancia todas estas tareas

están repartidas. Puede decirse entonces que la acción docente en esta modalidad

comprende diferentes facetas y agentes, que pueden agruparse en la siguiente

tipología de docentes:

Tipos de docentes

a. Especialistas en la materia de que se trate

b. Expertos en la producción de materiales didácticos

c. Tutores

En el ámbito de la educación universitaria a distancia esta tipología se amplía con

una figura intermedia entre el especialista responsable de los contenidos y el tutor,

(responsable de animar el aprendizaje y de solucionar los problemas que a este

respecto se le vayan presentando al estudiante). Esta figura es la responsable última

del desarrollo y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Debe considerarse plenamente como docentes de un determinado curso o

materia a los especialistas encargados de redactar los contenidos, aunque nunca

vayan a tener una interacción directa con los alumnos. Es preciso tener en cuenta

que, en esta modalidad, el enfoque científico y buena parte del didáctico de una

determinada materia quedan determinados casi completamente por los materiales.

Pero para presentar adecuadamente los contenidos son precisos otro tipo de

expertos, encargados de dar un formato a estos contenidos, de producir materiales

didácticos. La importancia de los materiales didácticos en cualquier situación

educativa parece fuera de duda. Pero en el caso de la educación a distancia esta

importancia es decisiva. Por ello lo es también la acción de este tipo de

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profesionales: tecnólogos educativos, especialistas en comunicación en distintos

soportes (impreso, audiovisual, informático..), cuya función también puede

considerarse parte de la acción docente, y técnicos en las tecnologías mencionadas.

Los tutores son el último eslabón de esta cadena. Constituyen la parte más

evidente de la acción docente, pues de algún modo, la interacción física con los

alumnos recuerda mucho a la interacción que tiene lugar entre profesores y alumnos

en la enseñanza presencial, aunque como veremos presenta claras diferencias con

ésta. El peso relativo de su figura se acrecienta si ostentan la responsabilidad de

evaluar el proceso de enseñanza-aprendizaje y de tomar decisiones sobre la

promoción de los alumnos. Pero en la educación a distancia no debe adjudicárseles

la responsabilidad exclusiva sobre la dirección del proceso de aprendizaje de los

alumnos.

3.1. Los sistemas de comunicación en educación a distancia.

El sistema de comunicación docente-discente en la enseñanza presencial es

evidente. Está basado en la interacción personal entre ambos. Dicha interacción

puede ser reforzada o complementada con diferentes apoyos tecnológicos.

Si consideramos la enseñanza a distancia desde una perspectiva genérica,

advertimos que, a diferencia de la presencial, el sistema de comunicación no está

definido de antemano. La expresión educación a distancia evoca separación, lejanía

entre profesor y alumno. Pero no induce a pensar en un sistema concreto de

comunicación entre ambos. Y sin embargo la utilización de uno u otro es un

condicionante de primer orden de la acción docente y del discurrir del proceso de

enseñanza-aprendizaje.

Los sistemas de comunicación a distancia tienen una dependencia casi

absoluta de las tecnologías que los propician. Hoy día estos sistemas son el

resultado de una integración de las diferentes tecnologías que proliferan y se

perfeccionan aceleradamente. Se los conoce con el nombre de sistemas multimedia.

Para autores como (Ramonet, 1998: 9) la irrupción del multimedia, cuyo impacto se

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ha equiparado al de la invención de la imprenta por Gutenberg, sitúa al sistema

informacional en el umbral de una profunda revolución, que coincide con su

progresiva pérdida de fiabilidad.

Esta pérdida de fiabilidad de que habla Ramonet no es tecnológica sino

ideológica. En lo que atañe a la educación a distancia la extensión de los sistemas

multimedia tiene todavía un considerable camino por recorrer. Hasta que los

contenidos de los cursos de educación a distancia se faciliten simultáneamente en

distintos soportes articulados entre sí, será necesario tener en cuenta cuáles son las

tecnologías dominantes y cuáles las subsidiarias que van a utilizarse en el sistema

de comunicación establecido para un determinado curso.

Los sistemas de comunicación de la educación a distancia utilizan:

• Materiales impresos en soporte papel

• Materiales y sistemas audiovisuales

• Materiales y sistemas informáticos

• Sistemas telemáticos

• Entornos o plataformas virtuales

• Sistemas de interacción personal directa

4. La tutoría en educación a distancia: concepto y tipos.

La tutoría en educación a distancia tiene una serie de características específicas

que la diferencian del resto de los roles docentes. Se trata del único sistema

prolongado de interacción personal directa entre la institución académica y el

alumno. De todos los sistemas de comunicación utilizados en la educación a

distancia es, pues, el más flexible y capacitado para adaptarse a las necesidades

planteadas por cada alumno. Esto es lo que confiere a la función tutorial a distancia

una importancia decisiva.

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En el ámbito de la enseñanza a distancia no universitaria, el profesor-tutor es la

figura básica en la dirección y el mantenimiento del proceso de enseñanza-

aprendizaje. Desarrolla entre otras funciones las de orientación, seguimiento y

evaluación de dicho proceso. Ocupa un lugar clave; es un punto de referencia.

Ofrece la posibilidad de orientación relativa a cualquiera de los aspectos que pueden

afectar el aprendizaje del alumno.

El alumno dispone de la opción de relacionarse directamente con la institución

docente en la que estudia, puede llevar a cabo su aprendizaje mediante un uso

completamente autónomo de los materiales, y puede abordar en solitario las

dificultades para desarrollar sus estudios derivadas de su situación personal. Pero

también tiene la posibilidad real en los tres casos de utilizar el recurso más versátil

de la educación a distancia: el profesor-tutor.

Las características de la acción tutorial en la educación a distancia son las

siguientes:

• Se desarrolla alrededor del alumno. Es éste quien decide el ritmo de

aprendizaje, la profundidad o el sentido de las orientaciones, aclaraciones o

refuerzos que necesita.

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• No es imprescindible para que el aprendizaje se produzca.

• Actúa como mecanismo potencial de intermediación entre los materiales y

sistemas de comunicación didáctica y los alumnos.

• No controla los aspectos básicos de diseño y planificación del curso, aunque

puede influir en ellos mediante su actividad mediadora.

• Lleva a cabo la evaluación de acuerdo con procedimientos previamente

establecidos

• Orienta en aspectos no estrictamente didácticos (administrativos, de relación

con la institución docente, de apoyo ante las dificultades que plantea el

estudio...)

4.1. Funciones del profesor-tutor

Las funciones que debe desarrollar el profesor-tutor tienen que ver con los tres

ámbitos de intermediación en los que realiza su tarea: el ámbito personal, el ámbito

académico y el ámbito administrativo. A cada uno de estos tres ámbitos

corresponden respectivamente las funciones orientadoras, las funciones

didácticas y las funciones de enlace. Las principales funciones son las siguientes:

Funciones orientadoras

La componente tecnológica sobre la que se desarrolla habitualmente la

educación a distancia no debe hacernos olvidar que el tutor es fundamentalmente un

educador. Esta condición confiere a las funciones orientadoras una importancia

capital, pues en ellas se fundamenta una parte esencial de la relación educativa. Las

más relevantes son las siguientes:

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Funciones orientadoras

• Dar a conocer el funcionamiento del sistema de educación a distancia • Reforzar el esfuerzo del alumno, tratando de evitar la sensación de

soledad

• Clarificar el uso de los materiales y sistemas de comunicación

• Regular el ritmo de trabajo del alumno, vinculándolo a sus metas y a sus posibilidades efectivas

• Ayudar a controlar sentimientos de ansiedad ante dificultades del

estudio.

• Favorecer la comunicación entre los alumnos, mediante iniciativas de trabajo grupal

Funciones didácticas

La preponderancia del trabajo individual y solitario del alumno en los sistemas de

educación a distancia no supone la inexistencia de un proceso de enseñanza

aprendizaje. La dirección de dicho proceso corresponde obviamente al tutor, que

debe desarrollar las siguientes funciones didácticas:

Funciones didácticas

• Aclarar los objetivos, contenidos y criterios de evaluación • Orientar sobre la organización y desarrollo del proceso de aprendizaje

• Prevenir posibles dificultades de aprendizaje y aclarar las dudas que

aparezcan

• Adaptar los contenidos y actividades a las características del alumno

• Complementar las posibles lagunas y suplir las posibles deficiencias del material didáctico

• Enmarcar los aprendizajes realizados por el alumno en contextos más

amplios

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• Fomentar el uso de recursos educativos y culturales complementarios

• Evaluar el proceso de enseñanza-aprendizaje

Funciones de enlace

El alejamiento espacial y temporal del alumnado del centro docente tradicional.

La inexistencia en algunos casos de este tipo de centros, como en el caso de las

universidades, organizaciones docentes y curso virtuales, por ejemplo, obligan al

tutor a ejercer una serie de funciones de enlace entre cada participante y la

institución docente a la que pertenece. Este tipo de funciones permiten

contextualizar los procesos de enseñanza-aprendizaje a distancia y les otorgan un

cierto sentido colectivo. Las más importantes son las siguientes:

Funciones de enlace

• Conocer la estructura y los mecanismos de funcionamiento de la

institución docente que ofrece la enseñanza a distancia

• Informar a los alumnos de las posibilidades de acceso a instalaciones y

sistemas de información, derivadas de su condición de tales.

• Facilitar información sobre las gestiones de tipo administrativo que

deban llevar a cabo los alumnos con la institución docente.

• Vincular al alumnado con la institución docente, informándole y

animándole a participar en actividades no lectivas.

..\RECURSOS\DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA\Blended learning o el

peligro de trivializar el aprendizaje.pdf

4.2. Tipos de tutoría

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Existen diversas formas de apoyo tutorial en educación a distancia, que

pueden clasificarse atendiendo a los siguientes puntos de vista:

Finalidad de la tutoría

Como cualquiera de las iniciativas que se llevan a cabo en la educación a

distancia, las sesiones de tutoría deben estar sujetas a una minuciosa planificación.

Esta planificación debe tener en cuenta el tipo de interacción, el agrupamiento de los

alumnos y su finalidad. En el caso de los dos primeros criterios la planificación

realizada por el tutor será determinante en el formato que adopte la tutoría. Pero en

el caso de la finalidad, las intenciones y necesidades del alumno tendrán una

importancia considerable.

¿Quién toma la decisión sobre la finalidad de la tutoría? En cuanto a las líneas

generales de planificación lo hará el tutor. Se pueden programar sesiones tutoriales

para orientar sobre procedimientos específicos para el aprendizaje a distancia (a

comienzos del curso) o sobre elección de alternativas de continuidad en los estudios

(cuando el curso declina). Pero en el desarrollo concreto del curso serán las

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demandas del alumno las que irán determinando la finalidad de cada una de las

sesiones de tutoría.

En líneas generales puede decirse que las tutorías que tienen finalidad

didáctica son aquellas destinadas a resolver dudas sobre los contenidos, a la

corrección de actividades o ejercicios realizados por el alumno, a la ampliación de

determinados aspectos de un tema, al refuerzo de cuestiones sobre las que se han

realizado aprendizajes insuficientes o erróneos, a la puesta en común de trabajos,

etc.

Las tutorías que tienen finalidad orientadora son las dirigidas a la

adquisición o mejora de técnicas de estudio, a la utilización adecuada de los

sistemas de comunicación y de los materiales didácticos correspondientes al curso,

al asesoramiento sobre itinerarios educativos o formativos que den continuidad a los

estudios que realiza el alumno, al apoyo y consejo sobre dificultades personales

externas que influyen sobre la dedicación o la continuidad en el estudio, etc.

No obstante lo indicado anteriormente, es difícil encontrar tutorías con una

sola finalidad. Puede haber sesiones tutoriales específicamente diseñadas para

cubrir determinados objetivos concretos en momentos muy determinados del curso,

tales como las que pueden plantearse con carácter orientativo a comienzos del

mismo. Pero en general las buenas tutorías (como las buenas clases presenciales)

deberían compartir la finalidad didáctica y la finalidad orientadora. Esto supone

partir del principio de educación individualizada:

La enseñanza individualizada parte de una organización y de unos programas que

pueden tener carácter general y aplicarse a un grupo de participantes pero que a la

hora de su aplicación tienen en primer lugar en cuenta las características de cada

individuo. (Puente, J. M., 1990: 38)

Organización de la tutoría en función de los destinatarios

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La concepción más clásica de la atención tutorial a distancia supone una

atención individualizada. Esta es una de las mayores ventajas de esta modalidad

educativa. La naturaleza de la educación a distancia supone necesariamente un

proceso de enseñanza-aprendizaje muy flexible e individualizado. Esto supone que

los diferentes alumnos del grupo pueden encontrarse en momentos y situaciones

muy diversos en cuanto al estudio de los contenidos del curso. Por ello la atención

personalizada que ofrece la tutoría individual es la que más se ajusta a las

necesidades de aquellos.

Desde el punto de vista de la planificación, las tutorías individuales se

organizan como periodos de tiempo en los que es posible una comunicación

interpersonal entre tutor y alumno. Una vez establecida la planificación, la iniciativa

para dicha comunicación suele corresponder al alumno.

La comunicación personalizada entre tutor y alumno puede coincidir o no en

el tiempo. Si esta interacción está sincronizada, es decir si (como se dice ahora) la

comunicación se realiza en tiempo real, las tutorías individuales pueden ser

presenciales (comunicación cara a cara), telefónicas o telemáticas (utilizando

herramientas de mensajería instantánea y videoconferencia).

Si la comunicación no tiene lugar en tiempo

real, es decir si se produce una comunicación

asíncrona, diferida en el tiempo, las tutorías

individuales pueden ser por correspondencia, si se

utiliza la escritura en soporte papel o telemáticas, si

se utiliza el correo electrónico.

Page 20: PDF. Unidad 2

20

Además de las tutorías individuales pueden organizarse tutorías colectivas.

Las tutorías colectivas tienen un doble sentido. En primer lugar pretenden cumplir un

papel socializador, del que tan necesitados están los estudiantes a distancia. En

segundo lugar pretenden atender los aspectos más prácticos de la materia (sesiones

de laboratorio, taller, puestas en común, etc.)

Las tutorías colectivas deben ser planificadas de acuerdo con estos dos

aspectos básicos, tratando de plantear encuentros cara a cara entre alumnos que

permitan promover algunos intercambios entre ellos en determinados aspectos de su

proceso de aprendizaje.

En la actualidad, el formato básico de las tutorías colectivas es el de un

encuentro presencial entre los miembros del grupo. Pero cada vez resulta más

asequible la puesta en marcha del formato de videoconferencia, creando las

denominadas aulas virtuales. Dichas aulas pueden ponerse en marcha de un modo

poco costoso utilizando algunos programas gratuitos de mensajería instantánea y de

telefonía IP. Las dificultades para la utilización efectiva de este tipo de tecnologías

radican en la escasez de infraestructuras telemáticas a disposición de los usuarios.

Page 21: PDF. Unidad 2

21

Las tutorías colectivas presenciales pueden

adoptar distintas fórmulas. Pueden utilizarse para

exponer un determinado tema o cuestión de

especial dificultad mediante una exposición de tipo

magistral; pueden adoptar la estructura de un

seminario entre los alumnos para la realización de

pequeñas investigaciones, trabajos colectivos o

puestas en común; pueden consistir en la realización de prácticas (de laboratorio, de

taller, de conversación entre alumnos en el caso del aprendizaje de idiomas, etc.);

pueden ser foros de discusión, debate e intercambio.

Dentro de las tutorías colectivas presenciales cabría distinguir entre las de

gran grupo, (que suelen ser las más utilizadas) para la realización de actividades

como las indicadas en el párrafo anterior, y las de pequeño grupo, centradas en

grupos de alumnos formados en torno a determinados tipos de trabajo, inquietudes,

e incluso a ritmos y actividades de estudio compartidos. No siempre es posible

conformar este tipo de grupos en esta modalidad. Su creación depende siempre de

las características del alumnado y suele propiciarse en las tutorías presenciales de

gran grupo. Aun teniendo presentes las dificultades para lograrlo, es interesante

fomentar este tipo de agrupamientos que, en ocasiones, mitigan un tanto la

sensación de soledad de los estudiantes.

Tipos de tutoría en función de la interacción alumno-tutor

Teniendo en cuenta el tipo de interacción entre los alumnos y el profesor tutor

las tutorías pueden ser presenciales o a distancia.

Las tutorías presenciales son las de mayor relevancia en los actuales modelos

de educación a distancia, aunque no las más frecuentes necesariamente. El déficit

de interacciones cara a cara entre alumnos y tutor las confiere un triple valor. En

primer lugar admiten una acción flexible por parte del docente. Éste puede aportar

su conocimiento científico y pedagógico en función de las necesidades que vaya

detectando (aclarando dudas, volviendo atrás, reforzando o ampliando, utilizando

diferentes tecnologías o medios didácticos, etc.).

Page 22: PDF. Unidad 2

22

En segundo lugar permiten un refuerzo personal instantáneo y directo por

parte del principal referente y recurso que posee el alumno en cuanto al proceso de

enseñanza-aprendizaje se refiere. Este tipo de refuerzo es preciso en la educación a

distancia, en la que el alumno siente un cierto aislamiento y desasosiego en relación

con los resultados efectivos de su esfuerzo en orden al logro de aprendizajes reales.

En tercer lugar suponen una puerta al aprendizaje socializado, al permitir

una interacción con otras personas que se hallan jugando el mismo rol. El refuerzo

de la función socializadora del aprendizaje es importante en cuanto aprendemos

siempre con los otros y para los otros. Esto, que es una evidencia, no siempre es

percibido adecuadamente por los estudiantes a distancia, en los que predomina una

sensación de aislamiento que a veces anula cualquier otra referencia.

Las tutorías prototípicas de la educación a distancia son las tutorías a

distancia. Éstas tienen diferentes características según que el medio de interacción

que se utilice sea oral o escrito. Las tutorías telefónicas, suelen ser utilizadas para

resolver dudas o dificultades puntuales que tengan los alumnos. Estas dudas o

dificultades pueden referirse a aspectos didácticos o de orientación, pero para ser

resueltas por este medio no deben ser de una gran magnitud. A veces se utiliza la

tutoría telefónica para evaluar una situación o resolver una dificultad de mayor

amplitud que haya sido planteada previamente por escrito por el alumno.

Las tutorías a distancia que utilizan el lenguaje escrito tienen mayor sentido

cuando se refieren a aspectos centrales del proceso de enseñanza-aprendizaje. La

más clásica y más utilizada tradicionalmente es la tutoría por correspondencia.

Este método de intercambio de información suele ser el más empleado para la

evaluación de las actividades previstas en las unidades didácticas (remisión de los

ejercicios al tutor, análisis, corrección y valoración, por parte de éste, y devolución al

alumno de las sugerencias de actuación derivadas de este proceso). Tiene el

inconveniente de la lentitud, lo que a veces lo hace inadecuado para la evaluación

de actividades puntuales, que son imprescindibles para la continuación del proceso

de aprendizaje. Por eso a veces se complementa, como hemos indicado, con

llamadas telefónicas.

Page 23: PDF. Unidad 2

23

Para paliar estas dificultades se vienen utilizando de manera creciente las

tecnologías de la información y la comunicación. Estas tecnologías tienen la

dificultad de que el acceso a las mismas es escaso, aunque esto puede no ser así a

medio plazo. Para consultas e intercambios de información no muy extensa se usa el

fax. Pero el hecho de que su contenido tenga algunas dificultades para procesarse

digitalmente lo está arrinconando en beneficio de otras tecnologías telemáticas.

Las tutorías telemáticas están alcanzando una importancia creciente en la

educación a distancia. Cabría distinguir aquí las enseñanzas a distancia en soporte

telemático que utilizan plataformas virtuales y materiales diseñados para un

acceso a los mismos a través de Internet, de los cursos a distancia en soportes

convencionales que pueden utilizar tecnologías telemáticas (singularmente el correo

electrónico) para la comunicación entre alumnos y tutores.

El presente curso pertenece a la primera clase. Como puede comprobar el

lector, el curso se aloja en una plataforma virtual a través de la cuál puede

gestionarse y llevarse a cabo el proceso de formación. El curso funciona en dicha

plataforma como un entorno exclusivo, que contiene entre otros recursos, un sistema

de mensajería interna y otro de foros, diseñados para llevar a cabo tutorías

individuales y colectivas.

Este tipo de plataformas ofrece una gran versatilidad ya que permite transferir

con suma rapidez grandes cantidades de información, que pueden ser manipulada

directamente y devuelta al emisor en el mismo formato que éste utilizó.