Upload
rijardl
View
26
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Reseña sobre "Pequeña apología de la experiencia estética". Hans Robert Jauss
Citation preview
Pequeña apología de la experiencia estética.
Hans Robert Jauss
Richard Leonardo
“La obra de arte es solo secundariamente un documento. Ningún documento es, en cuanto tal, una obra de arte”.
W. Benjamin
Jauss considera que el postulado clásico de que la reflexión teórica sobre el arte
debe ser algo completamente separada de la mera recepción placentera es un
argumento tendencioso. A este postulado opone una serie de tesis que intentan
restituir de nuevo la conciencia del investigador que disfruta y reflexiona sobre el
arte.
En su primera tesis, Jauss, propone que la actitud de goce, que desencadena y
posibilita el arte, es la experiencia estética primordial; esta no puede ser excluida,
sino que ha de convertirse de nuevo en objeto de reflexión teórica. Este goce no
debe confundirse con el simple placer de lo sentidos, sino que en el hay una
elaboración que permite liberar al hombre de su quehacer cotidiano y le capacita
para otro tipo de experiencia.
En esta línea de reflexión, Jauss propone en su segunda tesis que dicha
liberación por medio de la experiencia estética puede efectuarse en tres planos:
para la conciencia productiva, al engendrar el mundo como su propia obra; para la
conciencia receptiva, al aprovechar la posibilidad de percibir el mundo de otra
manera y, finalmente, al aprobar el juicio exigido por la obra o en la identificación
con las normas de acción trazadas y que ulteriormente habrá de determinar.
A partir de la apelación de las categorías de poiesis, aisthesis y catharsis es que
explica la peculiaridad y la prestación de la experiencia estética, entendida esta
como un trabajo de elaboración que permite al ser humano un desarrollo
cognoscitivo y ético.
De las tres categorías, Jauss privilegia el estudio de la aisthesis o percepción
estética. La experiencia estética ha recibido, en el plano de la aistehesis, una tarea
contra el mundo de la vida cada vez más instrumentalizado que no se había
planteado hasta ahora en la historia de las artes: oponer a la experiencia atrofiada
y al lenguaje servil de la sociedad de consumo una función crítica y creativa de la
percepción estética y, a la vista de la pluralidad de funciones sociales y de las
versiones científicas del mundo, hacer presente el horizonte del mundo común a
todos y que el arte puede visualizar como un todo posible o realizable.
En su cuarta tesis, Jauss afirma que se estrecharía la función social primaria de la
experiencia estética si el comportamiento hacia la obra de arte quedara encerrado
en un circulo de la experiencia de la obra y la experiencia propia, y no se abriera a
la experiencia ajena, lo que desde siempre se ha llevado a cabo en la práctica
estética en el nivel de las identificaciones espontaneas como admiración,
estremecimiento, emoción, compasión, risa, y que solo el esnobismo estético ha
podido considerar como algo vulgar.
En esta línea de reflexión es que se debe considerar la importancia de la
historicidad y los marcos cognitivos que establece. La receptividad no radica
simplemente en la obra misma, sino en la tradición desde donde se la lee y ubica.
Para finalizar, Jauss propone en su quinta tesis que se recortan las funciones
sociales primarias de la experiencia estética cuando se sitúa en el marco
categorial de la emancipación y la afirmación, de la innovación y la reproducción, y
la negatividad constitutiva en la obra de arte no es articulada con su concepto
antagónico desde el punto de vista de la recepción estética: el de la identificación.
El ensayo de Jauss es un enunciado respuesta a las propuestas de Adorno. Esta
apología intenta demostrar que la experiencia estética es una elaboración que
permite reflexionar, producir conocimiento a partir del arte. No es mera
contemplación y deleite, sino es un trabajo de elaboración y llegada a otro tipo de
experiencia que sale de lo cotidiano y lo habitual.