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teologia
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LA PERSPECTIVA ESCATOLGICA
DEL
NUEVO TESTAMENTO
FUNDAMENTOS DOGMTICOS, LITRGICOS Y PARENTICOS
TESINA PRESENTADA EN
LA FACULTAD DE TEOLOGA ASAMBLEAS DE DIOS
COMO ASPIRANTE AL TTULO DE
GRADO EN TEOLOGA
CURSO INSTITUCIONAL
POR
Jess Javier Gmez Gmez
La Carlota (Crdoba), abril de 2011
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
2
FICHA TCNICA
Grado Acadmico:
TTULO DE GRADO EN TEOLOGA PASTORAL
Tesina sometida a la disciplina de:
TEOLOGA DOGMTICA
Seccin:
ESCATOLOGA
Ttulo:
LA PERSPECTIVA ESCATOLGICA DEL NUEVO TESTAMENTO
Fundamentos dogmticos, litrgicos y parenticos
Director de Tesina:
Don Jos Manuel Daz Yanes
Doctor en Filosofa. Doctor en Teologa.
Alumno:
Don Jess Javier Gmez Gmez
La Carlota (Crdoba) abril de 2011
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
3
Pgina para las observaciones del Director de Tesina
Calificacin: 9,75 = Sobresaliente
Observaciones:
Por decisin y comisin de la Facultad de Teologa Asam-bleas de Dios, he podido dirigir esta tesina y ledo detenida-
mente los resultados de la misma. Investigacin realizada por el
estudiante don JESS JAVIER GMEZ GMEZ, me ha parecido, no sola-
mente digna de aprobacin, puesto que nada contiene contrario a
la ortodoxia, sino merecedora de toda alabanza y encomio, por
ser oportuna y de importante utilidad para la iglesia, para la
comunidad acadmica y para los estudiantes en general.
La tesina que he tenido la satisfaccin de dirigir trata un
tema importante: La Escatologa y que, como a lo largo del
trabajo su autor subraya, es tema que est muy abandonado y de-
jado de la mano en nuestras comunidades cristianas evanglicas
en general. Naturalmente, el tema escogido no es completamente
indito, pero dado que se trata de una tesina o trabajo de
grado, y que en estos casos no se espera que sea del todo
original en el sentido de que no se pretende descubrir algo
que los dems no hayan dicho todava. Sin embargo, en una tesina
o trabajo de grado el estudiante debe demostrar que ha revisado
crticamente la mayor parte de la literatura existente; es de-
cir, los escritos publicados sobre su tema, y que ha sido capaz
de exponerla con claridad y de intentar interrelacionar los di-
versos puntos de vista, ofreciendo as una panormica inteli-
gente, quiz til desde el punto de vista informativo para los
no especialistas que no hayan estudiado en profundidad tal pro-
blema en particular; pues bien, en este sentido el trabajo rea-
lizado por don Jess Javier Gmez Gmez es muy meritorio.
De especial importancia son muchas de sus reflexiones para
regresar a la praxis cristiana de los primeros tiempos del cris-
tianismo; tales como por ejemplo: el tema del aspecto escatol-
gico de la Cena del Seor y el de la liturgia y el culto cris-
tiano en general.
Enriquece esta investigacin la infinidad de notas cortas,
pero sustanciosas, lo bastante para aclarar el sentido del texto
y exponer las ltimas y ms racionales opiniones de la exgesis
y la teologa contempornea, tanto catlica como protestante;
pero sin dejarse en el olvido a los santos padres de la iglesia,
ni a los grandes telogos del pasado. Encomiable la extensa bi-
bliografa con la que ha investigado, pues ha trabajado nada me-
nos que con 123 libros diferentes. Siendo enriquecedora las no-
tas al calce, pues registra 291 notas a pie de pgina en todo el
aparato crtico de su investigacin.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
4
Las conclusiones a las que ha llegado, aunque ms parece
ser el final exhortativo de un sermn, las considero muy oportu-
nas y conforme a las enseanzas de la Sagrada Escritura en
cuanto al tema que ha desarrollado.
Por todo lo cual juzgo esta tesina un trabajo magistral que
honra al CSTAD, y merece ser calurosamente recomendada tanto al
Censor como al Tribunal calificador.
La Carlota, a 25 de abril del ao del Seor de dos mil once.
Dr. Jos Manuel Daz Yanes
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
5
Pgina para las observaciones del Censor
Calificacin del Censor:
Observaciones:
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
6
Pgina para las observaciones de la Facultad de Teologa Asambleas de Dios
Calificacin Final
Reunido el Tribunal de Evaluacin con fecha _________________________________
ACUERDA, otorgar al alumno/a la calificacin global de _______________________
PRESIDENTE SECRETARIO/A VOCAL VOCAL
Fdo.
Fdo.
Fdo.
Fdo.
V B
Rector
Facultad de Teologa Asambleas de Dios.
Fdo. Jess Carams Tenreiro
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
7
LA PERSPECTIVA ESCATOLGICA
DEL
NUEVO TESTAMENTO
FUNDAMENTOS DOGMTICOS, LITRGICOS Y PARENTICOS
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
8
DEDICATORIA
A todos aquellos que buscan la ciudad futura (Heb. 13:14).
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
9
Contenido
INTRODUCCIN .......................................................................................................... 12
1. ASPECTOS GENERALES SOBRE LA ESCATOLOGA BBLICA .................... 16
1.1. Concepto e importancia de la escatologa ........................................................ 16
1.2. Caractersticas de la escatologa en el Nuevo Testamento .................................. 19
1.2.1. Escatologa vs. apocalptica .......................................................................... 19
1.2.2. El futuro escatolgico.................................................................................... 21
1.2.3. La escatologa como prolpsis ...................................................................... 23
1.2.4. La orientacin escatolgica del Nuevo Testamento ...................................... 25
1.2.5. La luz de la escatologa ................................................................................. 28
2. ESCATOLOGA Y DOGMA ................................................................................... 30
2.1. Escatologa y conversin ..................................................................................... 30
2.2. Escatologa y nuevo nacimiento ......................................................................... 35
2.3. Escatologa, fe y esperanza. ................................................................................. 39
2.3.1. El optimismo de la fe. ................................................................................... 39
2.3.2. La esperanza del cristiano ............................................................................. 42
2.3.3. El dinamismo de la fe y de la esperanza cristiana ......................................... 44
2.4. Aspectos escatolgicos de la esperanza cristiana ................................................ 46
2.4.1. La esperanza de la resurreccin .................................................................... 46
2.4.2. La esperanza de la vida eterna ....................................................................... 54
2.4.3. La esperanza de la Parusa............................................................................ 61
3. PRAXIS DE LA ESCATOLOGA EN LA VIDA CRISTIANA .............................. 67
3.1. Lo escatolgico como aspiracin y anhelo del creyente .................................. 67
3.2. Lo escatolgico como objeto de lucha ........................................................... 72
4. ESCATOLOGA Y LITURGIA ............................................................................... 78
4.1. El aspecto escatolgico en la liturgia y el culto cristiano .................................... 78
4.2. El aspecto escatolgico de la cena del Seor ...................................................... 81
4.3. El da escatolgico ............................................................................................... 84
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
10
4.4. El aspecto escatolgico de la oracin .................................................................. 85
4.5. El aspecto escatolgico del canto litrgico ......................................................... 91
5. ESCATOLOGA Y PARNESIS ........................................................................... 96
5.1. Concepto de parnesis ......................................................................................... 96
5.2. Implicaciones ticas derivadas de lo escatolgico .............................................. 97
5.3. La virtud escatolgica de la vigilancia .............................................................. 101
5.4. La visin del mundo a la luz de la escatologa .................................................. 104
5.5. La consolacin de las Escrituras ........................................................................ 105
CONCLUSION ............................................................................................................ 109
BIBLIOGRAFA .......................................................................................................... 115
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
11
GLOSARIO DE TRMINOS
RVR60 1 Versin de Casiodoro de Reina revisada por Cipriano de Valera
1960 - American Bible Society.
NVI Nueva Versin Internacional. [Versin digital para e-sword].
BJ Biblia de Jerusaln. [Versin digital para e-sword].
VULG Vulgata Latina. [Versin digital para e-sword].
BNP La Biblia de Nuestro Pueblo. Texto: La Biblia del Peregrino.
Traduccin de Luis A. Sckkel. Bilbao: Ediciones Mensajero, 2009.
LXX Septuaginta. Editada por Alfred Rahlfs. [Versin digital para e-
sword].
LXX (tr.) Traduccin al espaol de la Septuaginta por Guillermo Jnemann.
[Versin digital para e-sword].
1 A lo largo de toda esta tesina emplearemos principalmente el texto de la Biblia RVR60 (Versin Reina-
Valera Revisada de 1960), que es la ms extendida entre los creyentes protestantes o evanglicos de
lengua castellana de la actualidad. La hemos preferido a otras por su castellano elegante y clsico, as
como por la precisin de su traduccin de los textos originales. De todas formas, cuando ha sido necesa-
rio, hemos acudido a otras versiones, que sealamos en el texto.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
12
INTRODUCCIN
Absolutamente nada tiene que ver con Cristo un cristianismo que no sea del
todo escatologa2. As de rotundo se expresaba Karl Barth en su Carta a los Romanos.
Esta afirmacin es representativa de la tendencia teolgica de las ltimas dcadas en la
que los telogos, tanto catlicos como protestantes, enfocan la escatologa no como
tema aislado, sino como parte de un cuadro global3. Es preciso redefinir bien el
concepto de escatologa para comprender bien el alcance y propsito de esta
investigacin. No intentamos aqu hacer un tratado de los Novsimos4 sino ahondar en
la escatologa en relacin a su aspecto salvfico en su forma dogmtica y tambin como
fundamento de la exhortacin pastoral. En el libro Teologa de la Esperanza, escrito en
1968, Jrgen Moltmann haca notar cmo lo escatolgico se fue relegado a un segundo
plano convirtindose en un apndice suelto que simplemente se estudia pero que no
afecta sustancialmente a la vida cotidiana5. Esto ha contribuido deca l a una
desfiguracin del evangelio que se predicaba en esa poca.
Hoy da, ms de cuatro dcadas despus, seguimos observando esa desfiguracin
en muchos plpitos evanglicos en los que se est presentando un evangelio defectuoso
alejado del mensaje apostlico con las fatales consecuencias que eso conlleva.
Evidencia de ello son las modernas formas litrgicas en las que lo superfluo gana
terreno a lo que es la esencia del culto cristiano. El reconocido comentarista pentecostal,
Gordon Fee, afirma que: posiblemente el rasgo que ms nos distancia de la Iglesia del
Nuevo Testamento es la perspectiva completamente escatolgica con que los creyentes
de aquel periodo vean todo lo que Dios haba llevado a cabo por medio de Cristo y el
2 BARTH, K. Carta a los Romanos. Madrid: BAC, 1998, p. 381.
3 ALVIAR, J. Escatologa, balance y perspectivas. Madrid: Cristiandad, 2001, p.18.
4 Novssimus es el trmino latino que traduce al griego sjaton. El concepto escatologa lo utiliza
por primera vez A. Calov (f 1686) en el volumen XII de su Systemalocorum theologicorum, que lleva por
ttulo Eschatologia sacra, donde se ocupa de la muerte, la resurreccin, el juicio y la consumacin del
mundo. La denominacin comn y ms extendida tanto en la teologa catlica como en la luterana fue De
novissimis, aunque en los siglos XIX y XX fue ganando terreno el trmino escatologa. Citado en TAMAYO-ACOSTA, J. Para comprender la escatologa cristiana. Estella (Navarra): Verbo Divino,
1993, p. 13. 5 MOLTMANN, J. Teologa de la esperanza. 7 ed. Salamanca: Sgueme, 2006, p. 19.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
13
espritu6. Lo escatolgico afirma Moltmann no es algo situado al lado del
cristianismo, sino que es, sencillamente, el centro de la fe cristiana, el tono con el que
armoniza todo en ella [] pues la fe cristiana vive de la resurreccin de Cristo
crucificado y se dilata hacia las promesas del futuro universal de Cristo [] El carcter
de toda predicacin cristiana, de toda existencia cristiana y de la iglesia entera tiene una
orientacin escatolgica7.
Es necesario y urgente, pues, recuperar la enseanza apostlica tal cual la
predicaron los apstoles, no como simple informacin dirigida a la mente, sino como
realidades ciertsimas que deben ser constantemente objeto de nuestra reflexin, de tal
manera que transformen nuestro pensamiento y con ello nuestra manera de vivir,
ayudndonos a valorar nuestra vida en la tierra y a conducirla adecuadamente pues el
evangelio no es solamente una comunicacin de cosas que se pueden saber, sino una
comunicacin que comporta hechos y cambia la vida8. La puerta oscura del tiempo, del
futuro, ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha
dado una vida nueva9. La espiritualidad y la madurez cristiana requieren este enfoque.
Nuestro estudio estar centrado en el Nuevo Testamento y trataremos de
demostrar que tanto la enseanza del Seor Jesucristo como la de los apstoles tuvieron
esta orientacin escatolgica vital a que nos estamos refiriendo. No queremos significar
aqu que esto sea lo nico importante, pues como hicimos notar al principio, lo
escatolgico no se puede desvincular nunca de las dems disciplinas teolgicas. Si
Cristo es la esperanza de gloria (Col. 1:27) all se unen cristologa, soteriologa y
escatologa. Todo est estrechamente vinculado. La escatologa bblica no se puede
separar de lo anterior, ni tampoco de otros aspectos tan vitales como la eclesiologa, la
cosmologa cristiana, la antropologa o la pneumatologa10
. Por otro lado, el sjatos
(), lo ltimo nos lleva necesariamente al prtos (), principio. Las
promesas futuras de Dios nos llevan al pasado, a su origen; y a conocer e interesarnos
por toda la historia de la salvacin, desde el Alfa a la Omega, desde el principio al fin, 6 FEE, G. Pablo, el Espritu y el pueblo de Dios, Miami (Florida): Vida, 2007, p. 50.
7 MOLTMANN, J. Teologa de la esperanza, p. 20.
8 ALVIAR, J. Escatologa. (2 ed). Pamplona: Eunsa, 2007, p. 24.
9 BENEDICTO XVI. Encclica Spe Salvi. [en lnea].
[Consulta: 10 oct. 2010]. 10
Para un estudio ms detallado sobre el sentido global de la economa divina, vase ALVIAR, J.
Escatologa, pp. 13-36.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
14
de eternidad a eternidad. Las palabras de K. Barth que mencionamos al principio no
significan que el mensaje cristiano sea puramente escatologa, sino que est impregnado
esencialmente del olor escatolgico orientado hacia la meta final del hombre, que es su
plenitud como hijo de Dios: la salvacin plena.
Por otro lado, trataremos de demostrar tambin la importancia de lo escatolgico
como el principal fundamento y aliciente para vivir una vida santa y agradable a Dios.
Moltmann afirmaba que lo escatolgico transforma el presente. De ah su mxima:
Llega a ser [S] lo que sers11. En su integridad, y no slo en un apndice, el
cristianismo es escatologa; es esperanza, mirada y orientacin hacia adelante, y es
tambin, por ello mismo, apertura y transformacin del presente12
. En forma anloga
se expresa E. Ksemann diciendo: Es verdad que en el Nuevo Testamento se describe
y se exige toda la accin de los cristianos a partir de una perspectiva escatolgica; del
mismo modo, el conjunto de la predicacin est determinado por la escatologa13
. A la
pregunta: Por qu es importante la escatologa? W. Pannenberg respondi: Porque
Dios y su seoro forman el contenido central de la salvacin escatolgica, la
escatologa no es el tema de un simple captulo en la dogmtica; ella determina la
perspectiva de la doctrina cristiana como un todo14
. Para probar lo dicho
anteriormente, realizaremos un estudio de los conceptos escatolgicos en la enseanza
de Jess, en el kerygma apostlico y en las cartas y otros escritos novotestamentarios,
prestando especial atencin al fundamento parentico o pastoral. Todos los escritos del
Nuevo Testamento estn impregnados en una u otra forma del olor escatolgico; as
pues, la fuente principal en la cual indagaremos ser la Escritura misma, apoyndonos
tambin en los escritos y opiniones de telogos de renombre que han visto la
importancia de este tema y lo han tratado con amplitud segn sus propsitos.
Creemos que podemos y debemos aprovechar el debate teolgico que desde las
ltimas dcadas se ha llevado a cabo hasta el da de hoy en materia de escatologa, para
reflexionar con ms amplitud de miras sobre nuestro cristianismo actual con el fin de
volvernos a la espiritualidad bblica y a una profundizacin mayor de nuestra fe. En este
11
MOLTMANN, J. Teologa de la esperanza, p. 210. 12
bid., p. 20. 13
KSEMANN, E. Ensayos exegticos. Salamanca: Sgueme, 1977, p. 29. 14
Citado por ROLDN, A. Escatologa: Una visin cristiana desde Amrica Latina. Buenos Aires:
Kairs, 2002, p. 46.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
15
trabajo presentamos una perspectiva escatolgica en clave soteriolgica, esto es,
teniendo principalmente como centro la salvacin del individuo en el marco del ya
pero todava no, pero especialmente buscando una vuelta al deseo y anhelo de los
bienes futuros reorientando al creyente en esta dimensin escatolgica como parte
esencial de la vida cristiana. Esta es, en resumen, la idea fundamental que queremos
hacer alcanzar: recuperar en la predicacin y en la enseanza la dimensin escatolgica
como parte esencial, transformadora y renovadora de la vida cristiana.
Pretendemos que este trabajo pueda servir de ayuda a los estudiantes del
Seminario y, en general, a todos aquellos que sirven ya en el ministerio de la Palabra.
Intentaremos contribuir a dar una perspectiva global del mensaje del Nuevo Testamento
para retener la forma de la sana doctrina y poder as transmitir con fidelidad el glorioso
evangelio de nuestro Seor Jesucristo huyendo de la vana palabrera, de exgesis
imaginativas y de extravagantes ocurrencias hermenuticas como, a veces,
lamentablemente omos en algunos plpitos. La mayor bendicin que Dios da a su
pueblo es levantar hombres fieles al mensaje y consagrados a Dios (Am. 2:11)15
. La
perspectiva escatolgica es, segn pretendemos demostrar, el fundamento que
transforma, renueva, consuela, fortalece y orienta la vida del creyente. Lo escatolgico
debe estar presente en la enseanza, en la liturgia y en la vida cristiana.
15
Y levant de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jvenes para que fuesen nazareos.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
16
1. ASPECTOS GENERALES SOBRE LA ESCATOLOGA BBLICA
1.1. Concepto e importancia de la escatologa
A las realidades y acontecimientos que aguardan al hombre despus de su
muerte (el juicio individual, el cielo o el infierno) y que ponen fin a la historia universal
(el retorno de Cristo, la resurreccin de los muertos y el juicio universal) se les llam
antiguamente Tratado de los Novsimos. Este trmino tuvo su origen en la traduccin de
la Vulgata de Eclesistico 7:36 que dice: En todas tus obras piensa en el fin
[novissima] y no pecars. Con la palabra novissima se traduce el trmino griego t
sjat ( ) y de esta palabra griega surgi el trmino ms actual de
escatologa. Etimolgicamente, escatologa deriva de sjatos (), lo ltimo y
de logos () discurso, y significa literalmente: la doctrina sobre las ltimas
cosas.
Los grandes telogos concuerdan en afirmar que el redescubrimiento del
carcter escatolgico del mensaje de Jess hay que agradecrselo al telogo protestante
alemn, consagrado msico y premio Nobel de la Paz en 1952, Albert Schweitzer16
. En
sus obras critic al cristianismo, el cual, segn su manera de ver, se haba desviado de
los objetivos y la misin de Jess17
. Schweitzer deca que el mensaje de Jess fue
radicalmente escatolgico; que su proclamacin de la cercana del Reino de Dios fue el
anuncio de que el fin del mundo estaba prximo, de la irrupcin del nuevo mundo de
Dios y de su soberana. El Reino de Dios se deba entender, por tanto, en sentido
estrictamente escatolgico. Despus de l ha habido en el panorama teolgico de las
ltimas dcadas una mayor toma de conciencia en materia escatolgica. Como dice
16
A. Schweitzer radicaliz la postura teolgica de J. Weiss y su escatologa ha venido en llamarse
Escatologismo consecuente. Segn esta lnea de interpretacin, Jess ha proclamado el futuro reino de
Dios y el fin del mundo presente como un acontecimiento que iba a realizarse muy pronto, en los mismos
das de su vida. Pero Jess se equivoc y su prediccin no se cumpli. Al no llegar el reino de Dios
anunciado por Jess, surgi la iglesia como comunidad que debe su origen, no a la voluntad de Jess de
instituirla, sino al hecho de que la parusa esperada por los discpulos de Jess no lleg. 17
ROLDN, A. Escatologa, p. 23.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
17
Geoffrey W. Bromiley: Por una rara y fructfera accin conjunta del desarrollo
teolgico y de los acontecimientos actuales, el problema de la escatologa se ha tornado
crucial tanto para el mundo cristiano como para el mundo en general. La historia
humana ha sido y ha tenido que ser reconsiderada a la luz de la escatologa18.
La falta de enfocar adecuadamente el tema de las cosas ltimas dentro de
todo el consejo de Dios puede llegar a suponer una mutilacin del contenido de la fe,
producindose como dice Cndido Pozo, un desdibujamiento de la esperanza
cristiana19
y, por lo tanto, de la vida cristiana. El mensaje central en torno al cual gira
la Biblia es la redencin. Judas, el hermano del Seor, en la carta que lleva su nombre
les dice a sus destinatarios que tena un gran inters en escribirles. No precisamente
acerca de la guerra espiritual, de cmo atar al hombre fuerte o de sanidad interior. No.
Su inters era hablarles del gran tema de la Biblia: de la salvacin, de nuestra comn
salvacin (Jud. 1:3). Cuando hablamos de parte de Dios a los hombres es para enfocar
sus vidas hacia la promesa de la salvacin. La que ya disfrutamos desde ahora y la que
todava tenemos en esperanza. Esta ltima, es la salvacin escatolgica, sinnimo de
vida eterna, de inmortalidad y del reino escatolgico al que estamos llamados. Debemos
cuidar este enfoque pues como bien dice Emiliano Jimnez: la fe, sin su dimensin
escatolgica, no es fe, est muerta. De aqu la necesidad urgente de que la dimensin
escatolgica penetre la fe y la teologa en todos sus aspectos20
.
Uno de los telogos que ms influencia ha tenido en la poca contempornea ha
sido el alemn Jrgen Moltmann. Para l, entender la escatologa tan slo como el fin
de las ltimas cosas es pensar rectamente en sentido apocalptico, pero no es entender
la escatologa en sentido cristiano21
. Si bien la escatologa tiene que ver con las
ltimas cosas, estas no hay que verlas desligadas de la realidad actual, de lo contrario
se echan a perder el gusto por las penltimas cosas22. El final, el principio!23 es
su slogan. En su libro El Dios Crucificado, Moltmann escribe: En la lnea de la
18
bid., p. 19. 19
POZO, C. La venida del Seor en la gloria: Escatologa. Vol. XXII. (3 ed.) Valencia: Edicep, 2002,
p. 18. 20
JIMNEZ, E. Aleluya! Maranath! Madrid: Caparrs editores, 2008, p. 13. 21
MOLTMANN, J. La venida del reino: Escatologa cristiana. Salamanca: Sgueme, 2004, p. 13. 22
bid. 23
bid., p. 14.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
18
anticipacin escatolgica lo ltimo tiene que ser lo primero, el futuro precede al pasado,
el final explica el principio y se cambian las relaciones objetivas del tiempo24
.
El problema que sugiere la escatologa es que pudiera parecernos que hablar de
las cosas eternas har que tengamos la cabeza en el cielo alejndonos de las
obligaciones de esta tierra. Pero, precisamente, estaremos cometiendo un gran error y
una grave irresponsabilidad. Ms que estar edificndonos sobre nuestra santsima fe
(Jud. 1:20), estaremos mutilando la fe que ha sido una vez dada a los santos (Jud.
1:3) pues la certeza de vivir eternamente con Dios no enfra al hombre en la aceptacin
de sus compromisos temporales, sino que, al contrario, le ayuda a dar a los mismos su
verdadero valor y su debida importancia25
. Dnde radica fundamentalmente la
importancia de la escatologa? En palabras de Jos Alviar:
La misin de la escatologa es ms bien aportar una luz que permite
trascender lo efmero para poder contemplar, desde Dios, el sentido de la
marcha de la historia. De la percepcin de la meta preparada por Dios a las
criaturas brotar un impulso que sirve para mantenerse gozosamente
despierto, a la espera de la segunda venida del Seor. La escatologa, en
definitiva, est llamada a aportar una slida base para que los hombres en la
historia puedan vivir vigilantes y esperanzados. Es ste el test decisivo de
una escatologa vlida: si incide verdaderamente en el corazn humano26
.
Lo escatolgico debe, por tanto, ser parte continua de nuestra meditacin
personal y nuestra responsabilidad es hacer meditar en ello a los que nos escuchan. De
esta forma estaremos dirigiendo las iglesias en los propsitos de Dios y llevndolas
hacia una mayor plenitud en el Espritu, pues tanto el vigor espiritual, como el gozo,
como la renovacin interior, nacen de la esperanza (Is. 40:31; Ro. 12:12; 2 Co. 4:16-
18). La consolacin de las Escrituras es para que tengamos esperanza (Ro. 15:4) y la
esperanza que se nos revela en las Escrituras es para nuestra consolacin.
La importancia de la escatologa radica, por tanto, en su influencia en el presente
constituyendo una dimensin esencial de la experiencia humana y cristiana. No se trata
de postrimeras que hay que entender independientemente de nuestra realidad presente.
Son, ms bien, aquellas realidades definitivas que llevarn a su plenitud lo que ahora
24
MOLTMANN, J. El Dios crucificado. Salamanca: Sgueme, 1975, p. 159. 25
PONS, G. (ed.). El ms all en los Padres de la Iglesia. Madrid: Ciudad Nueva, 2001, p. 28. 26
ALVIAR, J. Escatologa, pp. 28-29.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
19
poseemos inicialmente en espera de su realizacin final. Por eso, la vida cristiana tiene
siempre puesta su mirada en las cosas de arriba, donde est Cristo (Col. 3:1).
1.2. Caractersticas de la escatologa en el Nuevo Testamento
1.2.1. Escatologa vs. Apocalptica
Es preciso aqu hacer una diferenciacin entre escatologa y apocalptica27
.
Estos trminos son aparentemente similares y, por lo tanto, fciles de confundir. Hablar
de escatologa no es especular sobre ciertos acontecimientos futuros: no es entretenerse
en descifrar a qu personaje actual corresponde al 666, quin ser el Anticristo o
cuando vendr el Armagedn. Esto, ms que edificacin puede traer controversias y
disensiones, apartndonos a vana palabrera (1 Tim. 1:6) y enredndonos en
discusiones intiles28
. Lejos de esto, la escatologa mira al futuro salvfico [...] y
empuja al creyente a orientar su vida hacia esa meta final, animndolo continuamente a
caminar hacia ese objetivo que est ms all del horizonte de la historia mundana 29
.
Hablar de escatologa es, por tanto, hablar de la meta final del hombre y de la
historia; del plan de salvacin no como simple conclusin, sino como su consumacin y
comienzo de la vida inmortal en toda su plenitud. Es clavar la mirada en lo eterno, es
caminar para alcanzar la salvacin a la cual hemos sido llamados por el evangelio (1
Tes. 5:9; 2 Tes. 2:14; 1 Pe. 1:5). La apocalptica, en cambio, se deleita con frecuencia
en una descripcin detallada y minuciosa de los acontecimientos y del estado final,
describe con el estilo de un reportaje anticipado y se esfuerza especialmente por ofrecer
una reproduccin exacta de exuberantes visiones 30
. La apocalptica, pues, se recrea
ms en las visiones del final del mundo, pero a expensas de la orientacin hacia la meta
27
La apocalptica como tal hace referencia principalmente a una categora de literatura judaica
compuesta a lo largo de un perodo que va desde el 250 a.C. hasta el 200 d.C. Los textos de la
apocalptica ofrecen predicciones grficas de eventos que preceden al fin del mundo, presentados en un
lenguaje simblico, lleno de color, con la finalidad de producir en el lector la impresin de una fuerte
exigencia tica. Entre los libros bblicos de la apocalptica estaran algunos pasajes de profetas y
especialmente Daniel. 28
Versin NVI. 29
BCKLE, F., et al. Mysterium Salutis: Manual de teologa como historia de la salvacin. Vol. V. (2
ed.). Madrid: Cristiandad, 1992, p. 683. 30
bid., p. 683.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
20
final. No hay que restar importancia a la apocalptica31
y a su lenguaje. De hecho,
Ksemann se refera a la apocalptica como la madre de toda la teologa cristiana32
.
Pero no debemos obviar que principalmente su finalidad [es] producir en el lector una
impresin de exigencia tica fuerte e inflexible33
. Los signos apocalpticos dice
Schnackenburg no se usan nunca para indicar los acontecimientos futuros concretos,
en satisfaccin de su curiosidad, sino slo para pertrechar a sus discpulos para las
prximas conmociones y pruebas, para precaverlos y ponerlos alerta y para fortalecer su
fe34
. El lenguaje apocalptico nos pone sobre aviso de las catstrofes que vendrn, pero
no debemos tomar estas figuras literalmente. Lo que hemos de entender con ellas es la
llegada del final de un orden actual que dar paso a un orden nuevo35
.
La escatologa entonces trata acerca de lo ltimo, pero como comienzo de lo
nuevo y es precisamente a este nuevo comienzo hacia donde el creyente debe dirigir
constantemente su mirada con profundo anhelo y expectacin. La revelacin bblica nos
muestra que el mundo camina hacia su ocaso. Al igual que el Seor Jesucristo tuvo que
pasar por la muerte para volver a una nueva vida en plenitud, el cosmos tendr que
pasar por su propia muerte para renacer a una nueva vida gloriosa. Jess habl de la
regeneracin, palingenesa36
() del mundo, esto es, del nuevo
nacimiento del cosmos que tendr lugar cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono
de gloria (Mat. 19:28). El mundo actual llegar a su trmino para dar lugar al mundo
futuro de plenitud lo cual fue y ha sido siempre el proyecto y el objetivo de Dios37
.
Todo aquello que tiene que ver con la naturaleza en su estado cado ser consumido,
dando lugar a una restauracin csmica y a la restauracin moral del hombre
reconciliando a ambos. Habr cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la
justicia (2 Pe. 3:13). El Dios que en el principio cre38
los cielos y la tierra (Gen.
31
Un interesante estudio acerca del tema de la apocalptica cristiana primitiva lo podemos encontrar en
KSEMANN, E. Ensayos exegticos. Salamanca: Sgueme, 1977, pp. 217-246. 32
bid., p. 211. 33
OCALLAGHAN, P. Apocalptica y escatologa: Una reflexin a partir del Evangelio de San Mateo. Navarra: SPUN, 2004, p. 401. 34
SCHNACKENBURG, R. Existencia cristiana segn el Nuevo Testamento. Vol. II. Estella (Navarra):
Verbo Divino, 1971, p. 207. 35
Los cielos, encendindose, sern deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirn (2 Pe.
3:12); el sol se oscurecer, y la luna no dar su resplandor, y las estrellas caern del cielo, y las potencias
de los cielos sern conmovidas (Mat. 24:29). 36
Palingenesa () es un vocablo compuesto de palin, nuevo y gnesis origen, generacin o nacimiento. 37
SCHMAUS, M. Sobre la esencia del cristianismo. Madrid: Rialp, 1952, pp. 369-371. 38
Epoiesen ().
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
21
1:1) los crear de nuevo: He aqu yo hago39
nuevas todas las cosas (Ap. 21:5). Este
anuncio, que todava no ha tenido lugar en el tiempo, es tan cierto que ocurrir que ya se
considera como realizado. Por eso el texto de Apocalipsis habla en presente y no en
futuro, presentando los designios de Dios como ya cumplidos y dndonos absoluta
garanta para dar un fuerte fundamento a nuestra fe y esperanza. El acontecimiento
escatolgico clave en el Nuevo Testamento es el retorno glorioso de nuestro Seor
Jesucristo que supondr el fin del en actual y el comienzo del en futuro. Como afirma
W. Pannenberg: Los cristianos esperan estas dos cosas como un nico y mismo
acontecimiento: la vuelta de Cristo que traiga consigo la plenitud del reinado de
Dios40
. Mirar hacia all es mirar escatolgicamente.
1.2.2. El futuro escatolgico
La escatologa tiene que ver fundamentalmente con el futuro, pero no con un
futuro utpico, sino con el futuro de Dios que se nos presenta como algo ciertsimo. La
palabra futuro proviene del latn futurum, forma neutra de un participio del verbo
sum, esse (ser, estar). Futuro significa entonces lo que ha de ser41
. Aparece as a
menudo en la Vulgata traduciendo al trmino griego mell. El participio de mllo
() expresa lo futuro, lo inminente, lo por venir, transformndose as en una
importante frmula de afirmaciones escatolgicas en el Nuevo Testamento42
. En griego,
lo presente, enstemi () es lo que ya es, lo que ha llegado; y lo futuro,
mllo es lo venidero, lo que ha de llegar. Hay una diferencia entre la perspectiva latina y
la griega. El latn nos habla de lo que ha de ser y el griego de lo que ha de llegar, de lo
venidero. Ambas ideas estn incluidas la una en la otra. Desde nuestra perspectiva
humana, nosotros vamos hacia el futuro. Desde la perspectiva divina, el futuro viene a
nosotros. Dios tiene un futuro de salvacin preparado para sus hijos a los cuales quiere
llevarlos. En la perspectiva bblica, el mundo futuro o venidero tiene que ver con todas
las realidades que ya estn preparadas y reservadas para los fieles, de ah nuestra certeza
y seguridad. Podemos confiar en que estas realidades futuras sean ciertas? S, puesto
que estn basadas en la promesa de Dios, en lo inmutable de su consejo y en la
imposibilidad de que Dios nos engae. Es interesante notar que cuando los escritores
39
Poi ( ). 40
LOHFINK, G., et al. Pascua y el hombre nuevo. Santander: Sal Terrae, 1983, p. 205. 41
Extrado de [Consulta: 30 mar. 2011]. 42
COENEN, L.; BEYREUTHER. E. y BIETENHARD, H. Diccionario Teolgico del Nuevo Testamento.
Vol. IV (3 ed.). Salamanca: Sgueme, 1994, p. 324.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
22
bblicos testifican de la veracidad de Dios haciendo ver que es imposible que mienta, es
en relacin con la promesa de las realidades futuras, bien sea la vida eterna (Tito 1:2) o
bien la esperanza de la salvacin (He. 6:17).
Segn la fe cristiana, la redencin, la salvacin, no es simplemente un
dato de hecho. Se nos ofrece la salvacin en el sentido de que se nos ha dado
la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar
nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir
y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si
esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino43
.
El Nuevo Testamento nos habla, por tanto, del siglo venidero (Mat. 12:32)
para referirse al en futuro, al mundo futuro de Dios que ciertamente ha de llegar. El
futuro para el hombre natural puede presentarse como algo incierto, lleno de
preocupaciones, incertidumbres y temores. Muchos quisieran saber lo que les deparar
el futuro ms o menos inmediato. Se consultan adivinos y toda clase de agoreros para
conseguir un conocimiento que les d alguna esperanza y optimismo para seguir
adelante. Pero todo esto es engao por cuanto el hombre no puede conocer lo que ha de
acontecer en la vida. Frente a esta incertidumbre, el futuro de Dios que ha revelado en
su Palabra se nos presenta como algo conocible y totalmente cierto. La fe es la certeza
de lo que se espera, la conviccin de lo que no se ve (Heb. 11:1). Dios es el Seor del
futuro que ya ha revelado todos sus planes que tienen que ver con la salvacin plena del
hombre. Ya no es necesario que revele individualmente a cada hombre su destino como
hizo con Nabucodonosor a quien revel lo que ha de acontecer en lo por venir44
(Dan.
2:45). El futuro ya ha sido revelado por la Palabra de Dios y esta revelacin nos muestra
que ya est todo preparado; todo est listo para que podamos alcanzarlo y disfrutarlo. La
escatologa bblica es entonces una mirada hacia el futuro cierto, que Dios tena previsto
y que ya ha preparado para los suyos por medio del sacrificio de Cristo. Los cristianos
debemos cultivar una mente escatolgica mirando continuamente hacia estos bienes
futuros. Hemos de mirar ms all de este cielo. Este es el mensaje del evangelio que
debe estar presente continuamente en nuestra predicacin y enseanza! Pues, como dice
el profeta Isaas: Quin proclamar lo venidero, lo declarar, y lo pondr en orden
43
BENEDICTO XVI. Encclica Spe Salvi. [en lnea].
[Consulta: 10 oct. 2010]. 44
NVI, lo que tendr lugar en el futuro.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
23
delante de m, como hago yo desde que establec el pueblo antiguo? Anncienles lo que
viene, y lo que est por venir (Is. 44:7)45
.
1.2.3. La escatologa como prolepsis
Prolpsis viene del griego prolambno (), que significa
anticipacin46
. Esto significa que los creyentes ya podemos anticipar y saborear el
futuro. La escatologa bblica mira al futuro eterno de Dios pero tiene implicaciones en
la vida presente. En palabras de Gordon Fee, la iglesia es un pueblo completamente
escatolgico que vive la vida del futuro en el presente mientras espera la
consumacin47
. El creyente, segn lo ensea el Nuevo Testamento, est ya en la era
escatolgica anticipada por los profetas en el Antiguo Testamento, pero no ha llegado
todava a su estado final. Es la tensin entre el ya y el todava no, frmula que se le
atribuye a Oscar Cullmann y que es caracterstica de la escatologa del Nuevo
Testamento. Los dos aspectos de este dualismo escatolgico son importantes. Ya
podemos disfrutar de las primicias de la salvacin; ya tenemos las primicias del Espritu
Santo pero an no ha llegado la consumacin plena. La hermenutica bblica tiene, por
tanto, un carcter prolptico, es decir, anticipatorio. Como tambin dice G. Fee:
En una suerte de trueque temporal divino, la condenacin futura que tanto
merecemos todos nosotros, ha sido transferida del futuro al pasado cuando
Cristo la llev sobre s (Ro. 8:1-3). Por ello, hemos sido salvos (Ef. 2:8).
Puesto que nuestra salvacin final an no se ha llevado a cabo plenamente,
el apstol puede hablar igualmente de la salvacin como de algo que est en
proceso pues estamos siendo salvos (1 Co. 1:18) y que todava aguarda
pleno cumplimiento: seremos salvos (Ro. 5:9). La redencin es tanto ya
(Ef. 1:7) como "todava no (Ef. 4:30), y lo es tambin nuestra adopcin
(Ro. 8:15 y 23) y justificacin (Ro. 5:1 y G. 5:5)48
.
Todos estos bienes los disfrutamos ya por el Espritu que mora en nosotros, que
igualmente lo tenemos en primicias pero un da lo tendremos en plenitud cuando por la
resurreccin seamos cuerpos espirituales; es decir, totalmente movidos por el Espritu
Santo. Por el Espritu experimentamos ya los poderes del siglo venidero, ya saboreamos
anticipadamente estas glorias venideras. Por medio de la presencia del Espritu, los
45
VULG, ventura et quae futura. 46
Derivado de pro: antes, y lambano: tomar. 47
FEE, G. Pablo, el Espritu y el pueblo de Dios, p. 53. 48
bid.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
24
creyentes han gustado la vida venidera y estn ahora orientados hacia su
consumacin49
. El autor de Hebreos habla de aquellos que gustaron [...] los poderes
del siglo venidero (Heb. 6:5). Este gustar es el verbo genmai () que significa
saborear, probar o experimentar; un saborear semejante al de Jonatn cuando confes a
Sal que haba gustado un poco de miel (1 Sam. 14:43)50
. En forma figurada los
creyentes tambin hemos saboreado ya el don celestial (Heb. 6:4). La hermenutica
bblica no puede soslayar este aspecto si quiere ser fiel a su cometido. Como dice J.
Moltmann:
La clave de la hermenutica [] de la Biblia es el futuro de la Escritura [] El centro de las Escrituras del nuevo testamento es el futuro del Cristo resucitado, futuro que ellas anuncian, anticipan y prometen. As, pues, para
entender las Escrituras bblicas en su predicacin, en su concepcin de la
existencia humana y en su concepcin del mundo, hay que mirar en la
misma direccin en que ellas mismas miran. En cuanto testimonio histrico,
las Escrituras estn abiertas al futuro, de igual manera que todas las
promesas estn abiertas al futuro51
.
J. Alviar propone este esquema que refleja el sentido de la historia desde la
perspectiva bblica:
Esto es, con la venida de Cristo se inaugura la era de salvacin, se implanta el
Reino de Dios y se abren las puertas de la vida eterna aunque lo hace de forma incoada,
esto es, iniciada, no consumada. Jess trae los bienes mesinicos en forma de semilla,
dejando para un momento posterior el de su Retorno la consumacin de la historia
salvfica y la forma definitiva del Reino52
. Los cristianos vivimos en este estado
intermedio que es una era de anticipacin y expectacin donde ya disfrutamos de
49
bid., p. 64. 50
En los LXX se usa el mismo vocablo. 51
MOLTMANN, J. Teologa de la esperanza, p. 367. 52
ALVIAR, J. Escatologa, p. 23.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
25
los bienes mesinicos. En este tiempo, el creyente puede gozar ya de los bienes de
salvacin, pero a la vez anhela su realizacin ms completa53
.
Mucha de la hermenutica actual ha dejado prcticamente de lado este aspecto
dualista del ya pero todava no. No que se ignore este aspecto, sino que no se
aplica correctamente en la praxis cristiana. Celebramos que ya somos salvos pero
olvidamos que todava no lo hemos alcanzado. Muchos se creen ya salvos y seguros
en su salvacin como si nada ni nadie pudiera evitar que lo consigan. Tendramos que
reflexionar para saber si hemos cado en el pecado de presuncin del que hablaban los
telogos antiguos. Quien ya se cree salvado, peca contra la esperanza porque ya no
espera el don de la salvacin como don definitivo, sino que piensa que est ya en
posesin de ese don54
. La teologa medieval llamaba a esta actitud presuncin []
El otro pecado contra la esperanza es la desesperacin, que cree haber perdido en
forma definitiva el objeto de la esperanza55
. La presuncin dice Moltmann, citando
a J. Pieper es una anticipacin inoportuna, arbitraria, del cumplimiento de lo que
esperamos de Dios. La desesperacin, es la anticipacin inoportuna, arbitraria, del no
cumplimiento de lo que esperamos de Dios56
. En mucha de la cristiandad actual la
salvacin no es algo objeto de anhelo y esperanza. Sin embargo, ste era el nfasis de la
enseanza apostlica y la actitud de los cristianos en la iglesia primitiva. Convenimos
con Moltmann cuando afirma que ni en la presuncin ni en la desesperacin, sino slo
en la esperanza perseverante y cierta, reside la fuerza de la renovacin de la vida57
.
1.2.4. La orientacin escatolgica del Nuevo Testamento
Hemos titulado este trabajo as: La perspectiva escatolgica del Nuevo
Testamento. En su etimologa latina, la palabra perspectiva deriva del
verbo perspicere que significa ver claramente. Cuando hablamos de perspectiva
escatolgica queremos referirnos a una visin clara en toda su globalidad del plan de
salvacin para el hombre as como las actitudes que se derivan del conocimiento del
mismo. La vida del creyente est orientada hacia un destino futuro de gloria inmortal
53
bid., p. 24. 54
LONA, H. El Evangelio de Juan. Buenos Aires (Argentina): editorial Claretiana, 2000, p. 132. 55
bid., p. 132. (Nota a pie de pgina). 56
MOLTMANN, J. Teologa de la esperanza, p. 29. 57
Ibd.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
26
que Dios ha prometido. El Dios de toda gracia, nos ha llamado a su gloria eterna en
Jesucristo (1 Pe.5:10). Por ello, esperamos su manifestacin gloriosa. Deseamos que
llegue el momento de la venida de nuestro Seor Jesucristo, y nuestra reunin con l
(2 Tes. 2:1) Esperamos por completo en la gracia que se [nos] traer cuando Jesucristo
sea manifestado (1 Pe. 1:13). Perseveramos esperando la misericordia de nuestro
Seor Jesucristo para vida eterna (Jud. 1:21) y hacemos nuestra la oracin de la iglesia
primitiva que deca: que venga la gracia, y que pase este mundo58
.
La palabra orientacin proviene de oriente59
, que a su vez proviene del latn
oriris que significa empezar, surgir o nacer. El sol sale por oriente y desde all alumbra
todas las cosas. Nuestro oriente, quien orienta nuestra vida cristiana, es el Seor
Jesucristo mismo. l es la luz verdadera, que alumbra a todo hombre (Jn. 1:9). La
profeca de Zacaras deca: He aqu, yo traigo a mi siervo el Renuevo (Zac. 3:8) que
los LXX traducen: he aqu yo traigo a mi siervo el Oriente60
, anatoln ().
Su predicacin siempre estuvo dirigida a manifestar la voluntad salvfica de Dios para el
hombre. La enseanza de Jess fue escatolgica teniendo como ncleo de su enseanza
el mensaje de salvacin del reino de Dios61
. Su mensaje apuntaba, en gran medida, a la
participacin en el reino futuro, simbolizado a menudo con la imagen del banquete
mesinico y con l el pensamiento de una eternidad bienaventurada marcada por el
signo de la alegra. Lo que nos alumbra, lo que orienta nuestra vida cristiana, es el
pensamiento de la eternidad, las promesas futuras de participar en este reino futuro
bienaventurado. Bien lo expres Tihamer Toth diciendo:
El pensamiento del reino de Dios es aquel peso de eternidad que equilibra
y orienta la vida por el recto camino. El que lo tiene presente sabe orientar
segn el mismo todas sus actuaciones, planes y deseos. Los que no lo tienen
se desorientan y son seducidos por el atractivo engaoso del dinero, del
prestigio humano y de los goces terrenos, a los cuales rinden homenaje como
si su disfrute fuese lo ms importante y el fin nico de la vida. Por tanto, el
alma en que no ha penetrado el reino de Dios anda desequilibrada, dando
traspis, sin objetivo alguno por este mundo mientras que el alma en que
reina Dios pregusta ya de alguna manera en esta vida la paz y la felicidad de
la vida eterna62
.
58
DIDACH, 10:6 [en lnea] [Consulta: 20 nov. 2010]. 59
En griego es anatol (). 60
Versin al espaol de Guillermo Jnemann. 61
THEISSEN, G.; MERZ, A. El Jess histrico. Salamanca: Sgueme, 1999, p. 274 . 62
TOTH, T. Venga a nosotros tu reino. Madrid: Sociedad de Educacin Atenas, 1943, p. 60.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
27
La vida cristiana est orientada hacia todas estas promesas que tendrn lugar en
la parusa. Por eso, los cristianos miramos al oriente, de donde ha de venir nuestro gran
Dios y salvador Jesucristo pues la venida del Hijo del Hombre ser como el relmpago
que sale del oriente (Mat. 24:27). Su estrella va delante de nosotros guindonos (Mat.
2:9). Su estrella es la esperanza puesta delante de nosotros (Heb 6:18). Su estrella es
la promesa de la vida eterna que nos guiar hasta que lleguemos a nuestro destino
cuando finalmente se detenga sobre Jess (Mat. 2:9b). La Palabra del Seor nos gua
siempre a poner la mirada fija en la meta de nuestra peregrinacin humana. Por cuanto
nuestra verdadera patria est en el cielo, hacia all debemos orientar siempre nuestros
pensamientos y los afectos de nuestro corazn. Por el contrario, nuestro mal deca
tambin T. Toth es precisamente que buscamos el camino, la solucin [a nuestros
problemas], en medio de la noche sin orientarnos por la estrella. Necesitamos saber
claramente hacia dnde vamos y ensear claramente la voluntad de Dios a este respecto.
La escatologa es como la brjula que orienta toda la vida63
. La perspectiva
escatolgica, como orientacin de nuestros pensamientos y nuestra voluntad hacia Dios
y sus propsitos, es absolutamente esencial en la vida cristiana. La verdadera
perspicacia espiritual o visin, como algunos gustan de llamar, consiste en ver
claramente los propsitos de Dios en toda su amplitud desde la eternidad hasta la
eternidad y ensear de acuerdo a esta visin, que siempre apunta a lo invisible y eterno.
Lo que unifica, sobre todo la teologa de todos los libros del Nuevo Testamento
afirma Oscar Cullmann es su comn espera del fin64. Los hagigrafos inspirados
apuntan hacia un fin de gloria que es objeto de expectativa: Dios nos ha llamado a la
vida eterna (1 Tim. 6:12); a su gloria eterna en Jesucristo (1 Pe. 5:10); a alcanzar
la gloria de nuestro Seor Jesucristo (2 Tes. 2:14) a heredar bendicin (1 Pe. 3:9).
Slo en esta perspectiva de futuro es que entendemos nuestra condicin individual y
corporativa. Como dice Schillebeeckx: la Iglesia est todava orientada
escatolgicamente, es una Iglesia peregrinante en la historia, una Iglesia que est en
camino hacia el reino de Dios65
.
63
SNCHEZ DE ALVA, J.; MOLINERO, J. El ms all: Iniciacin a la Escatologa (3 ed.). Madrid:
Rialp, 2000, p. 85. 64
CULLMANN, O. El Nuevo Testamento. Madrid: Taurus, 1971, p. 190. [cursivas del autor]. 65
SCHILLEBEECKX, E. Dios futuro del hombre. (2 ed.). Salamanca: Sgueme, 1971, pp. 132-133.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
28
1.2.5. La luz de la escatologa
La luz que nos proporciona la Biblia es la luz de la revelacin escatolgica. En
la Biblia, el concepto teolgico de luz tiene diversas connotaciones, una de ellas est
unida a lo escatolgico. Luz y salvacin estn unidas: Jehov es mi luz y mi
salvacin (Sal. 27:1). Tambin, el simbolismo de luz y de tinieblas hay que verlo en su
perspectiva escatolgica66
. Cuando el apstol Juan habla de la luz de la vida (Jn.
8:12) es para referirse a la vida misma en su calidad salvadora escatolgica. La luz
comenta Schnackenburg sigue siendo imagen de la salud [salvacin] que se inicia
escatolgicamente en Cristo y tiene su consumacin en el Reino de Dios67
. La luz que
nos proporciona la revelacin en su aspecto escatolgico es la que nos hace ver con
claridad nuestro destino y adems nos orienta en la direccin espiritual en la que
debemos movernos. Es mediante esta luz que podemos ver a dnde vamos y podemos
saber el camino. Bien deca el salmista: En tu luz vemos la luz68
(Sal. 36:9). La luz
tiene el propsito de orientarnos. Jess dijo: El que me sigue, no andar en tinieblas,
sino que tendr la luz de la vida (Jn. 8:12).
El hombre natural se gua por la luz de la razn, pero el creyente se gua por la
luz de la revelacin que se esclarece con lo escatolgico. Dice J. Jeremas: Que el
Logos era la luz de los hombres ha sido frecuentemente mal entendido en cuanto se
pens que significaba que el logos imparta la luz interior, la luz de la razn y del
discernimiento a todos los seres humanos. Pero es claro que no es eso lo que significa
[] Ms bien esa luz es la luz de la nueva creacin, la luz escatolgica69. Ms adelante
sigue diciendo el mismo autor: Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre,
vena a este mundo quiere decir que la luz escatolgica que brill en las tinieblas tiene
un poder total revelador70
. En la teologa joanina queda claro este concepto: el hombre
que se decide por Dios est ya decididamente en camino hacia la salvacin escatolgica
(Jn. 8:12; 12:46), mientras que el hombre que prefiere las tinieblas tiene una existencia
orientada ya hacia la perdicin. Dentro de la historia secular el hombre no puede hallar
para s mismo sentido, pues no hay una meta a la que dirigirse. El hombre natural vive
66
LEON-DUFOUR, X. Vocabulario de Teologa Bblica. Barcelona: Herder, 1991, p. 432. 67
Citado en BAUER, J. B. Diccionario de Teologa Bblica. Barcelona: Herder, 1985, p. 603. 68
Versin BJ. 69
JEREMAS, J. Abba: El mensaje central del Nuevo Testamento. (5 ed.) Salamanca: Sgueme, 2005, p.
311. 70
Ibd., p. 312.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
29
pues desorientado con respecto a su futuro pues no va a ninguna parte y no tiene
destino. De ah que el apstol Pablo diga de los incrdulos, de los dems (1 Tes. 5:6)
como l los llama que duermen, es decir, que viven ajenos e indiferentes a las
realidades futuras de la revelacin bblica, especialmente a la parusa del Seor
Jesucristo.
Qu significa vivir en luz o andar en la luz? Pues significa, ante todo,
mantener los ojos fijos en el futuro y caminar en una manera digna del Seor, en pureza
y santidad. La luz del cristiano es la luz de la salvacin escatolgica. Los cristianos
estn marcados por la luz del da futuro de Cristo. Tienen ya en s algo de esa luz de
Cristo, algo de aquello que es propio del da futuro del Seor71
. Aquel que conoce la
revelacin de los planes futuros de Dios, es decir, que conoce la voluntad salvfica de
Dios reorienta su manera de vivir conforme a esa voluntad72
. Quien vive en la luz, es
tambin l luz. El que tiene esta luz, el que ha credo la Palabra de Dios, vive de forma
agradable a Dios en todo tiempo esforzndose con una conducta que glorifique a Dios
(Mat. 5:14,16).
Lo escatolgico, por tanto, constituye la luz orientadora para quienes son
peregrinos y que dirigen sus pasos hacia un reino de felicidad eterna. La vida cristiana
nace de esta perspectiva. Dice Schnackenburg: La orientacin de la vida cristiana al
estado perfecto [de gloria] no brota en primer lugar de una relacin de deseo o de
mrito, sino ms bien de la conciencia de esas realidades que han sido comenzadas ya
admirablemente por Dios73
.
71
CHURMANN, H. 1 Carta de San Pablo a los Tesalonicenses. [en lnea].
[Consulta: 7 dic. 2010]. 72
Este punto lo desarrollaremos ms tarde en el aparatado escatologa y tica. 73
Citado por HRING, B. La vida cristiana a la luz de los sacramentos. Barcelona: Herder, 1972, p. 135.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
30
2. ESCATOLOGA Y DOGMA
2.1. Escatologa y conversin
El arrepentimiento y la conversin a Dios tienen un componente escatolgico
pues apuntan hacia el futuro. Dar la vuelta hacia Dios es escribe Moltmann una
conversin al futuro74
porque el que as se vuelve a Dios, se vuelve a las promesas
futuras de Dios comenzando as una vida de fe y esperanza en l. La conversin en
palabras de B. Hring est dominada por la espera de las realidades ltimas, propia
del fin de los tiempos, con la certidumbre de que con la muerte y resurreccin de Cristo
el tiempo ha empezado ya. El fin se ha inaugurado75
. Segn el Nuevo Testamento,
estamos viviendo en un estado intermedio que va desde la resurreccin del Seor
hasta su parusa; un tiempo en el cual los creyentes estamos esperando para alcanzar la
salvacin que est preparada para ser manifestada en el tiempo postrero76
(1 Pe 1:5).
Este es el tiempo de la salvacin, un tiempo caracterizado por el llamamiento a la
conversin.
El Antiguo Testamento usa la palabra shub () para referirse a la conversin.
Los LXX lo traducen por apstrefo (), el trmino que traducimos a nuestro
idioma como conversin. Convertirse significa volverse y supone un cambio de
estado y de destino; y con ello, un cambio de la orientacin de la vida. De hecho,
algunas versiones traducen shub como cambiar la suerte. As, por ejemplo, el Salmo
126 dice: Cuando Jehov hiciere volver la cautividad de Sin seremos como los que
suean (Sal 126:1). L. Schkel lo traduce as: Cuando el Seor cambi la suerte de
Sin, nos pareca estar soando77
(Sal 126:1). Nuestra condicin antes de la conversin
era de esclavitud. Si el Seor es nuestro Redentor esto significa que antes estbamos en
esclavitud. Efectivamente, estbamos cautivos a voluntad del diablo (2 Tim. 2:26), y
74
MOLTMANN, J. La Iglesia fuerza del Espritu. Salamanca: Sgueme, 1978, p. 106. 75
HRING, B. Pastoral del pecado. (3 ed.). Estella (Navarra): Verbo Divino, 1970, p. 102. 76
Eis soterian hetoimen apokalypthenai en kair esjat 77
SCHKEL, L. La Biblia de nuestro pueblo. Bilbao: Ediciones Mensajero, 2009.
Tesina de grado: La perspectiva escatolgica del Nuevo Testamento
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ramos esclavos del pecado (Ro. 6:20), esclavos de concupiscencias y deleites (Tit.
3:3); pero ahora ha cambiado nuestra suerte al ser libertados por el Seor. Ahora somos
los redimidos (Ap. 14:4) gracias a la muerte de Jess quien nos ha obtenido eterna
redencin (Heb. 9:12) y gracias a la cual nuestro pecados han sido perdonados (Ef. 1:7;
Col. 1:14). No obstante, aunque ya hemos sido redimidos, todava esperamos la
redencin final escatolgica. Sabemos que nuestra redencin est cerca (Lc. 21:28),
por ello, la esperamos con expectativa (Ro. 8:23) hasta que la tengamos en posesin (Ef.
1:14). Mediante la redencin en la cruz tenemos la promesa de una herencia eterna
(Heb. 9:14) garantizada por el Espritu que Dios nos ha concedido ya, como prenda y
anticipo hasta que llegue el da de la redencin (Ef. 4:30). Entonces, por medio de la
conversin, Dios ha cambiado nuestra suerte y nuestro destino. Antes estbamos
destinados a la muerte, pues si no os arrepents, todos pereceris (Lc. 13:3); sin
embargo, ahora nuestro destino es entrar en la vida (Mat. 18:8-9; 19:17). Hemos
pasado de muerte a vida (Jn. 5:24). Vamos camino de nuestra patria y cuando
culmine nuestro peregrinaje y lleguemos a nuestro destino, cuando nuestros ojos vean
por fin la ciudad celeste, nos parecer un sueo y nuestra boca se llenar de alegra y
nuestra lengua de alabanza78
(Sal. 126:1-3). La vuelta (conversin) a Dios significa
entonces un cambio completo del corazn y del destino. La conversin es el resultado
de una viva esperanza79
.
El llamado a la conversin tiene tambin un carcter escatolgico porque apunta
al futuro del reino de Dios. Arrepentimiento y conversin son la libre opcin de Dios a
todos los hombres para que stos puedan participar de los bienes futuros de la salvacin
que vendrn con el establecimiento del reino del Seor. Como bien explica B. Hring:
Este carcter escatolgico de la metanoia [...] le confiere un ntimo
dramatismo: al temor se une la esperanza, al sufrimiento el canto jubiloso,
que presagia la venida triunfante de Dios a establecer definitivamente su
reino. La predicacin evanglica de la conversin anuncia, pues, el jbilo de
la victoria alcanzada por Cristo con su advenimiento, el de la gracia, y canta
la gloria de su muerte y resurreccin triunfante; mas nos pone tambin en el
corazn el temor y temblor de su ltima venida, en su reino y majestad
(Mat. 16:28; 24:30; 26:64). Las exhortaciones a la conversin que se apoyan
en el pensamiento de la muerte y del juicio particular van todas iluminadas
por esta luz escatolgica (cf. Hch. 3:19ss; 17:30ss; Ap. 2:5.16; 3, 3.19ss)80
.
78
Parfrasis nuestra. 79
HRING, B. El mensaje cristiano y la hora presente. Barcelona: Herder, 1968, p. 335. 80
HRING, B. La ley de Cristo. Vol. I (4 ed.). Barcelona: Herder, 1965, pp. 454-455.
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Por otro lado, el llamado a la conversin tiene un carcter escatolgico porque
apunta al juicio de Dios. El llamado al arrepentimiento se fundamenta en la crisis
escatolgica que todo hombre tendr que enfrentar. Pablo, en el discurso de Atenas,
apel al juicio de Dios. El mandato de Dios la razn por la cual manda a todos los
hombres que se arrepientan es por la certeza del juicio venidero: por cuanto ha
establecido un da en el cual juzgar al mundo con justicia, por aquel varn a quien
design (Hch. 17:31). Hay un tiempo futuro ya fijado por Dios: Est establecido para
los hombres que mueran una sola vez, y despus de esto el juicio (Heb. 9:27).
Establecido aqu es la palabra griega apkeimai () que significa estar
reservado. sta es pues la suerte que les compete y les espera a los hombres: pues
polvo eres, y al polvo volvers (Gen. 3:19) y despus de ello el juicio (en gr. krisis).
La Escritura dice Calvino muchas veces, cuando nos exhorta al arrepentimiento, nos trae
a la memoria este juicio de Dios81
.
El llamado al arrepentimiento se fundamenta, por tanto, en la crisis escatolgica
que todo hombre tendr que enfrentar. Frente a esta realidad se propone la conversin
como medio eficaz para superar esta crisis final en la cual cada uno se enfrentar a un
juez inexorable82
en el da en que Dios juzgar por Jesucristo los secretos (krypt) de
los hombres (Ro. 2:16). El Seor juzgar lo oculto, lo profundo, lo escondido; todos
los pensamientos, hasta los ms ntimos quedarn expuestos a la vista de Dios. Yo
desnudar a Esa, descubrir sus escondrijos (krypt)83
. As har el Seor con cada
uno de los hombres.
Por otro lado, el llamado a la conversin tiene un carcter escatolgico porque
apunta al don de los bienes futuros: la herencia como hijos de Dios. La conversin,
unida a la fe, trae el perdn de los pecados y la bendicin escatolgica de la herencia
que pertenece a los hijos de Dios. El propsito con el que Dios envi a Pablo a los
gentiles fue, entre otras cosas, para que reciban [...] herencia (Hch. 26:18).
Convertirse es un abrir los ojos a una nueva realidad, un volverse de las tinieblas a la
luz, pasar del reino de la muerte a la vida, de la mentira a la verdad, de la perdicin a la
81
CALVINO, J. Institucin de la Religin Cristiana.2 vol. Rijswijk (Pases Bajos): Felir, 1968, p. 452. 82
Inexorable viene del latn inexorabilis, negativo de exorabilis, derivado del verbo latino exorare, que
significa rogar, derivado a su vez de orare, orar, rogar o suplicar. In-ex-orabilis significa, por tanto,
que no se ablanda ante los ruegos. 83
Versin de los LXX.
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salvacin, y ser liberados del poder del diablo para ponerse al servicio de Dios. Pero a
esto hay que aadir que la bendicin aadida a la conversin es la herencia futura. Por
medio del arrepentimiento dice Calvino quiere el Seor restituir a todos aquellos
que l adopta el goce de la herencia de la vida eterna.84
Por ltimo, tenemos que sealar que el llamado a la conversin tiene tambin un
carcter escatolgico porque apunta a la espera de la parusa : Os convertisteis de los
dolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero (1Tes. 1:9). La conversin significa
pasar de un estado a otro, de servir a los dolos a servir a Dios. Pero, adems, la
conversin conlleva una dimensin escatolgica, en tanto el convertido pone su mirada
en el futuro de Dios y, en especial, fija la mirada en los cielos, en la parusa: os
convertisteis para [] esperar de los cielos a su Hijo (1Tes. 1:10). La conversin,
pues, est unida a la esperanza. As, la conversin conlleva una dimensin escatolgica,
en tanto que el convertido pone su mirada en el futuro de Dios. No hay conversin sin
esperanza, por cuanto la conversin supone la aceptacin de la Palabra de Dios y de su
plan de salvacin, que tendr su consumacin en la venida del Seor. As, la conversin
aparece unida a la fe y al arrepentimiento, y en ambos conceptos confluyen lo
escatolgico. As lo expresa Hring:
Porque la metanoia [...] consiste tambin en una espera gozosa y nostlgica
de la manifestacin definitiva del reino de la gloria de Dios. En el mensaje
bblico de la conversin escuchamos a la vez el canto triunfal de la venida de
Cristo por la gracia, de su victoria sobre la muerte, de su resurreccin; pero
tambin la advertencia urgente, insistente, decisiva, de que l va a venir en la
manifestacin de su reino y su majestad (Mat. 16:28; 24:30; 26: 64). Las
exhortaciones a la conversin, basadas en la muerte de cada uno y el juicio
particular, se deben transportar siempre a esta perspectiva escatolgica
general85
.
Es este el enfoque que damos en nuestra predicacin? Est la esperanza y el
juicio en el centro de nuestro testimonio? Compartir el evangelio es compartir la
esperanza que ahora tenemos en Dios por medio de sus promesas, y el principal
argumento para tomar la decisin de la conversin debe nacer de la abundancia de
salvacin de los tiempos escatolgicos86
; de la inmortalidad que nos ofrece el evangelio
(2 Tim. 1:10); de la vida eterna, de la vida que ser transformada por la resurreccin y
84
CALVINO, J. Institucin de la Religin Cristiana, p. 454. 85
HRING, B. Pastoral del pecado, p. 107. 86
bid., p. 103.
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tantas otras bendiciones futuras. Tenemos una esperanza puesta delante de nosotros
(Heb. 6:18) a la que nos hemos aferrado fuertemente y es la que queremos compartir
con los que an no la conocen. Como bien dice R. Aguirre: la conversin surge de la
experiencia del tesoro ya descubierto, de la alegra del encuentro con el don. La
reorientacin de toda la existencia hacia Dios, la conversin, procede de la seduccin
que previamente Dios ejerce con su proyecto de amor (cf. Jer. 20:7)87
. Nuestro
testimonio debe dar a conocer tanto nuestra esperanza como tambin el juicio venidero.
Es as que debemos predicar el arrepentimiento sobre la base escatolgica de los bienes
venideros y del juicio. Podemos decir con tristeza que, en muchos crculos evanglicos,
hemos venido a convertirnos en un teatro para el mundo, pero no en el sentido que lo
deca el apstol de s mismo y de los dems apstoles, que por no quitar el escndalo
de la cruz [...] eran objeto de bofa y de burla (1 Co. 4:9), sino porque hemos tomado
costumbres evangelsticas que no se parecen a los modelos bblicos.
Espectculo viene del latn spectaculum, derivado del verbo spectare = mirar,
contemplar. Los que observan son los espectadores que no participan de manera
activa, sino que se limitan a presenciar una escena. Pero no era esta la forma que tena la
iglesia primitiva de dar testimonio del Seor. No tenan actividades de entretenimiento!
Sencillamente, hablaban al pueblo (Hch. 4:1), y qu es lo que predicaban?
Anunciaban en Jess la resurreccin de entre los muertos (v.2); compartan el
evangelio dando razn de su esperanza.
El mensaje que tenemos es el mismo que el que tenan los apstoles. Es el
mismo mensaje que tena Jons y lo que tenemos que hacer nosotros es lo mismo que
haca Jons: Predicar! Y predicar es llamar al arrepentimiento y a la conversin, no en
tono amenazante y carente de amor y respeto; no un llamado a que el mundo se vista de
saco y de cilicio, sino a que se vuelva a una esperanza futura de bendicin que ya
comienza ahora; que los hombres se vuelvan a una esperanza viva; que se vuelvan
porque un da sern llamados a cuentas delante de l (2 Co. 5:10-11).
87
AGUIRRE, R. La mesa compartida: Estudios del Nuevo Testamento desde las ciencias sociales.
Madrid: PPC, 1997, p. 154.
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2.2. Escatologa y nuevo nacimiento
Segn Moltmann, la teologa ha prestado poca atencin al carcter escatolgico
de la regeneracin. La idea bblica es que el creyente regenerado vive en la esperanza y
anticipa el final glorioso prometido por Dios. Su vida ya no est centrada en s mismo,
sino en el destino hacia el que se dirige. El creyente se ha renovado, ya que l,
orientado hacia la nueva creacin, vive las primicias de la gloria en la presencia y
bajo el influjo del Espritu88
. Por lo tanto, el concepto de renacimiento o regeneracin
hay que entenderlo desde una perspectiva escatolgica89
.
En el Nuevo Testamento aparece en dos ocasiones el trmino griego
palingenesia () que se traduce como regeneracin. Una que hace
referencia a la regeneracin (nuevo nacimiento) del creyente (Tit. 3:5) y otra en boca de
Jess hace referencia a la regeneracin del cosmos. Hay, por tanto, un nuevo nacimiento
y una nueva creacin en el hombre; y habr, con la manifestacin gloriosa del Seor
Jesucristo, un nuevo nacimiento del cosmos. En el judasmo helenstico la palabra
palingenesia era utilizada con mucha frecuencia. Filn se sirve de ella, tanto para
expresar el renacimiento del mundo despus del diluvio como el renacer en un sentido
individual. Josefo la usa en relacin al resurgir de la vida del pueblo de Israel tras el
exilio, denominndolo palingenesia de la patria90
. Pablo menciona el nuevo
nacimiento91
que experimenta el creyente por la misericordia de Dios. Y Jess, en
Mateo 19:28, habla de la regeneracin en respuesta a la pregunta de sus discpulos sobre
qu recompensa recibirn por haberle seguido. All les dice que en la regeneracin,
esto es, cuando llegue el mundo nuevo os sentaris sobre doce tronos (cf. Lc. 23:30).
Regeneracin en los sinpticos es pues un trmino escatolgico con el que se designa
la renovacin del mundo que tendr lugar cuando el Hijo del Hombre aparezca en toda
su gloria para juzgar al mundo92
. En Pablo, la regeneracin apunta a la herencia
escatolgica segn la esperanza de la vida eterna (Tit. 3:7). Esto significa que la
renovacin del espritu reorienta al creyente hacia el futuro. Es comienzo de su
salvacin y aspira a su consumacin final. J. Guhrt afirma que el hombre regenerado es
88
MOLTMANN, J. La Iglesia fuerza del Espritu, p. 330. 89
bid., p. 330. 90
COENEN, L., et al. DTNT. Vol. III, p. 158. 91
RV60, regeneracin. 92
bid., p. 159.
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el que vive de la esperanza de ser heredero y partcipe de la vida futura a travs de la
justificacin divina. En esta renovacin es creada una nueva vida, opuesta a la
anterior93
. En Mateo 19:28, la regeneracin ha de entenderse en relacin con la
salvacin de un modo universal y escatolgico. Sin embargo, la regeneracin
macrocsmica de Mat. 19:28 y la microcsmica de Tit. 3:7 aparecen muy vinculadas
entre s. El creyente experimenta ya ahora una transformacin, una renovacin por
medio del Espritu que no es una meta en s misma sino que se convierte en una
orientacin de la vida hacia la salvacin final que tendr lugar en la parusa cuando
aparezcan los cielos nuevos y la tierra nueva. La palingenesia en el creyente es el
comienzo de la salvacin que tendr su final en la palingenesia del cosmos. En aquel
momento se cumplirn los anhelos del hombre y de la creacin. Ahora los cristianos
gemimos (Ro. 8:23) esperando la redencin de nuestro cuerpo (v.23b), y la creacin
aguardando la manifestacin de los hijos de Dios (v.19). As, el regenerado es un
hombre orientado hacia la obra universal de la salvacin94
.
El carcter escatolgico del nuevo nacimiento se manifiesta entonces en una
orientacin hacia la esperanza futura. El apstol Pedro hace referencia al nuevo
nacimiento vinculndolo directamente a la esperanza. En lugar de palingenesia, se
refiere al nuevo nacimiento con el verbo anagennao: Bendito el Dios y Padre de
nuestro Seor Jesucristo, que segn su grande misericordia nos hizo renacer
(anagnnesas) para una esperanza viva (1 Pe. 1:3). El texto griego original usa el
modo indicativo y dice literalmente: nos ha regenerado en esperanza viva. Renacer
es en gr. anagennao () que proviene de ana = otra vez, de nuevo; y de
gennao = engendrar o nacer. Este nuevo nacimiento es posible al recibir la simiente,
spor ()95 que es la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 Pe.
1:23). La simiente es el evangelio que tiene como centro la muerte y la resurreccin de
Cristo96
. En la resurreccin de Jess, Dios ha manifestado su misericordia para con
nosotros de un modo omnipotente, soberano y gratuito, de tal manera que, en Jesucristo,
l ha superado de una vez para siempre la realidad total de la muerte, ha rechazado
nuestra vida en su pretensin de ser vida, nos ha abierto el acceso a una vida nueva,
93
bid. 94
bid., p. 160. 95
Relacionado con la palabra griega sperma. 96
Este era esencialmente el mensaje que predicaban los apstoles (Cf. Hch 4:2). A Pablo se le juzg
acerca de la esperanza y de la resurreccin de los muertos (Hch 23:6) y ms adelante dio testimonio de
su esperanza en Dios de que ha de haber resurreccin de los muertos (Hch 24:15).
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eterna e inmaculada y nos ha hecho posible abrazar lo nuevo y abandonar lo viejo97
. El
proceso de conversin y con l el nuevo nacimiento es este: or, creer y recibir (Ef.
1:13). Despus de escuchar y creer el acontecimiento de la resurreccin, Dios derrama
en el creyente el don del Espritu (Ef. 1:13) y con ste viene la salvacin (Cf. Hch. 2:16-
21; Ro. 10:9). All donde el evangelio mesinico es escuchado y provoca la fe, la vida
renace a una esperanza viva y es anticipada la regeneracin del mundo, aunque sea de
un modo fragmentario98
. Tanto Pablo, como Pedro vinculan el nuevo nacimiento con
la esperanza futura de salvacin y vida eterna. Dios dice Pablo nos salv [] por
el lavamiento de la regeneracin [] para que justificados por su gracia, vinisemos a
ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna (Tit 3:5-7). Dios dice
Pedro nos hizo renacer para una esperanza viva (1 Pe. 1:3). La nueva vida
terminar en la salvacin definitiva, que todava es considerada como futura. Pero la
esperanza de conseguirla es una esperanza viva, que no engaa, sino que sostiene y
conduce a la vida eterna; y el modelo y garanta de nuestra esperanza es la resurreccin
de Cristo sabiendo que el que resucit al Seor Jess, a nosotros tambin nos
resucitar con Jess (2 Co. 4:14). El cristiano que vive animado con la esperanza de la
resurreccin de Cristo, mira ya confiado y anticipadamente a este da glorioso con la
conviccin de que los muertos en Cristo resucitarn (1 Tes. 4:16). As pues, cuando
nacemos espiritualmente, lo hacemos orientados hacia una meta y con el anhelo de
alcanzarla. As dice Moltmann:
El nuevo nacimiento [] se comprende como un acto orientado hacia el futuro de la vida eterna: es el derecho de herencia de los hijos de Dios al
futuro comn con Dios en la vida eterna, en el reino eterno, en la nueva
eterna creacin. El que tiene la certeza de esta herencia en el futuro de
Dios, vive ya aqu en una esperanza viva. sta es una esperanza que
vivifica y una esperanza que ya jams puede ser defraudada o rota []. El recuerdo de la resurreccin de Cristo despierta una esperanza viva en el
futuro de Dios, y en esta consonancia de recuerdo del pasado y esperanza del
futuro se percibe la eternidad en el tiempo []. Segn estas orientaciones bblicas queda claro que en la fe comienza una vida totalmente nueva en
comunin con Cristo. No se trata de una vida restaurada, ni de una vida
rejuvenecida, ni siquiera de una vida que renace desde su primer origen. La
resurreccin de Cristo es algo absolutamente nuevo en la historia, sin ningn
modelo histrico, es el comienzo de la nueva creacin de todas las cosas. As
es tambin el nuevo nacimiento a una esperanza viva99
.
97
COENEN L., et al. DTNT. Vol. II , p. 154. 98
MOLTMANN, J. La Iglesia fuerza del Espritu, p. 330-331. 99
MOLTMANN, J. El Espritu Santo y la teologa de la vida, p. 43.
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Por el nacimiento natural estamos abocados hacia la muerte, pero por el
nacimiento espiritual tenemos la esperanza de una vida inmortal como meta final.
Nacemos por el Espritu no para morir sino para vivir. El fruto nace conforme a la
simiente. Si la simiente de la Palabra de Dios vive y permanece para siempre, el fruto
que nace de ella ser tambin eterno; por lo cual tambin los creyentes viviremos y
permanecemos para siempre, pues si morimos con Cristo, creemos que tambin
viviremos con l; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no
muere ms: la muerte no se enseorea ms de l (Ro. 6:8-9). La meta de nuestra
esperanza es una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible (1 Pe. 1:4),
esto es: la recompensa eterna en el cielo.
Todo lo dicho anteriormente significa que todo aquel que ha nacido de nuevo
alberga en su interior la esperanza de participar de las glorias venideras que en nosotros
han de manifestarse (Ro. 8:18). El cristiano las cree, las desea y vive de acuerdo a ellas.
Esta perspectiva da una enorme fortaleza al cristiano para enfrentar las pruebas de la
vida. Para aquellos que estn a la espera de la salvacin futura, esta esperanza es motivo
de alegra (1 Pe. 1:6): la agalasis100
caracterstica de los cristianos, el gozo que
proviene de la salvacin (Sal. 9:14). Como deca David: El rey se alegra en tu poder,
oh Jehov. Y en tu salvacin, cmo se goza!101
(Sal. 21:1). El apstol Pedro no est
disertando en estos pasajes simplemente acerca del nuevo nacimiento, como si de un
estudio bblico se tratara. No. Los dogmas cristianos influyen en la vida cristiana bien
consolando, exhortando o edificando. La intencin de Pedro apstol es fortalecer y
consolar a los cristianos que estn enfrentando o van a enfrentarse en poco tiempo
pruebas tremendamente duras; les est previniendo de que lo peor est por venir de tal
manera que no deben sorprenderse sino prepararse para poder hacer frente a los ataques
y permanecer firmes. Cmo fortaleceramos nosotros a una iglesia que est pasando
por sufrimientos y pruebas? Los escritores bblicos siempre llevaron la mirada de sus
destinatarios a poner su esperanza en Dios (1 Pe. 1:21), en el Dios de la esperanza (Ro.
15:13).
El nuevo nacimiento no es un fin en s mismo. Es el comienzo de una nueva
creacin de Dios orientada hacia el futuro escatolgico. Es una obra, fruto de la
100
Agalasis proviene del verbo agaliao ( ) que propiamente dicho significa saltar de gozo. 101
LXX, agalliasetai.
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misericordia de Dios, que significa el comienzo de una vida la cual, si bien ahora acta
en lo oculto, un da se manifestar en toda su gloria. En nuestro medio eclesial hacemos
mencin del nuevo nacimiento como principio de la salvacin. Esto es correcto, pero no
hemos de desvincularlo de su aspecto escatolgico, el cual es fundamento de gran
consuelo y fortaleza para el creyente.
2.3. Escatologa, fe y esperanza
2.3.1. El optimismo de la fe
Toms de Aquino defini a la fe como: un gusto anticipado del conocimiento
que nos har bienaventurados en la vida futura102
. Hoy en da se ha confundido mucho
lo que es la fe bblica. No hay texto que haya sido ms malinterpretado que Hebreos
11:1 y 2. La fe se ha confundido con el optimismo humano y con el aventurarse a
empresas arriesgadas. La esperanza se ha confundido con la expectativa y el deseo de
que todos nuestros problemas vayan a solucionarse y en la confianza de que las cosas
cambien a mejor. Ahora bien, la fe es optimista y tampoco hay esperanza sin
optimismo. De hecho, el nico optimismo legtimo es el que mora en la esperanza. El
verdadero optimismo no es un optimismo cualquiera, sino el que est abierto hacia el
futuro de Dios. La fe bblica es optimista por cuanto se basa en la confianza en un Dios
que no miente; y los hombres de fe se aventuraron a empresas arriesgadas no
impulsados por un carcter atrevido e irresponsable, sino de nuevo por la confianza que
tuvieron en las promesas de Dios. Abraham sali sin saber a dnde iba y Moiss rehus
su puesto en Egipto con todos sus tesoros. Pero el motivo que impuls a ambos fue la
certeza de la promesas de Dios. Abraham sali de Ur porque esperaba una ciudad;
Moiss prefiri sufrir aflicciones porque tena puesta la mirada en el galardn. Todos
los llamados hroes de la fe de Hebreos ca