4
Hola estudiosas y estudiosos de la realidad boliviana y de los conflictos sociales: Varios conflictos de trascendencia sucedieron desde la última publicación de El Pescador a fines de marzo: Una disputa por límites entre las provin- cias tarijeñas Gran Chaco y O´Connor causó duran- te casi dos semanas momentos de tensión e inesta- bilidad institucional y dejó como saldo una víctima fatal y una decena de heridos. La discordia regional por el cantón Chimeo, que pertenece al rico campo petrolífero Margarita, ha dejado en los analistas una preocupación por el incremento de los conflictos por el aprovechamiento de la renta petrolera: “El descubrimiento y comercialización de los recursos gasíferos llevó a Tarija una ola de conflictos socia- les sin salida aparente” . Especialistas ven ahora la necesidad de readecuar el diseño institucional en materia fiscal (por ejemplo “Bolivia: Hacia un Nuevo Contrato Social” ). Algu- nos observadores incluso temen que la “maldición de los recursos primarios” haya alcanzado el país, con los característicos estragos de ineficiencia y “pataleo por el pastel” que este mal suele dejar en otros lares. Entre estas voces de advertencia figura ciertamente Roberto Laserna, quien ofrece un gran menú de ideas y artículos en su página personal y en la plataforma de la Fundación Milenio . Aún más preocupante ha sido el conflicto institu- cional entre el Ejecutivo y el Tribunal Constitucio- nal . A propósito de un fallo sobre la constitucionali- dad del nombramiento de cuatro magistrados inter- inos de la Corte Suprema, el Tribunal Constitucio- nal, instancia última para controlar y salvaguardar la primacía de la Carta Magna, se encontró repenti- namente en el banquillo de los acusados, por “racista”, “corrupto” y “colonialistas. El Ejecutivo inició un juicio contra los magistrados que emitie- ron el fallo, entre otros por incumplimiento de deberes. Este conflicto entre poderes, que afortuna- damente parece procesarse a través de un trámite legalmente establecido, ha suscitado opiniones de diverso índole: Para unos , se trataría de un reajuste necesario y urgente de un sistema judicial con problemas estructurales, mientras otros temen la erosión del estado de derecho y de la división de poderes. Las continuas erupciones y los vaivenes de micro- y macroconflictos manifiestos, como el de Tarija, evidentemente se hacen sentir. Muchos temas están en juego, entre ellos el modelo económico, autono- mías (indígena y departamentales), inclusión y tierra, como comenta Marcelo Arandia del CIPCA (Centro de Investigación y Promoción del Campesi- nado) en La Prensa: “Los polémicos debates sobre todos estos problemas dejan poco espacio para la mediación y reconciliación. Si no se deponen cier- tas posturas radicales que están bordeando algunos fundamentalismos ideológicos —por parte de algu- nos dirigentes cívicos-regionales de la “media luna” y personeros del Gobierno—, avanzaremos hacia un escenario de alta conflictividad socioregional, perdiendo la dimensión de la unidad en la diversi- dad.” Pero más allá de esta conflictividad visible y casi cotidiana, que de todas formas en este momento todavía parece ubicarse en los umbrales acostum- brados en cuanto su frecuencia, intensidad y expan- sión geográfica, la opinión pública ha comenzado a discutir cuestiones más de fondo. Esto sobre todo porque desde el seno de las comisiones de la Asam- blea Constituyente trascendieron las diferentes propuestas y discusiones: ¿Quiénes somos los boli- vianos?, ¿cómo nos caracterizamos?, ¿qué nos separa y qué nos une?. Hay toda una serie de comentarios, publicaciones y documentos que han ido alimentando una discusión relacionada con la identidad nacional y su reflejo en el entramado institucional y el ordenamiento territo- rial: ¿Cuántos somos, cómo nos definimos? Diferentes ensayos y comen- tarios giran alrededor del dato censal sobre la po- blación indígena y sus implicaciones en la reestruc- turación del Estado: El censo poblacional de 2001 registró un 62 por ciento de población mayor de 15 años que se auto-identifica con algún pueblo indí- gena. “El 34 por ciento de los bolivianos vive en ayllus”, sostiene un equipo del Taller de Historia Oral en un artículo de La Época . “Bolivia no es indígena, es mayoritariamente mestiza”, responde Carlos Toranzo : “Censos y encuestas dan un pro- medio superior al 60 por ciento de mestizos, frente a no más de 20 por ciento de indígenas”. Algún comentarista cuestiona incluso la existencia de 36 pueblos indígenas. Una encuesta de la Fundación UNIR Bolivia realizada en 10 ciudades arrojó igualmente datos novedosos sobre la compleja realidad nacional y las dobles identidades: El 68,9 por ciento de los bolivianos se considera mestizos y, paralelamente, el 65,5 por ciento siente pertene- cer a un grupo indígena. Ya el año pasado Xavier Albó y Ramiro Molina habían explicado las múlti- ples facetas identitarias en su investigación “Gama étnica y lingüística de la población boliviana”. Pescador virtual La Fundación UNIR Bolivia contribuye a la construcción de una cultura democrática, inclusiva y deliberativa, a fin de trasformar los espacios de conflicto en otros de concertación entre la sociedad y el Estado, y al interior de sí misma. Abril-julio de 2007 Año 2 número 3

Pescador Virtual 3

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Abril-julio de 2007 Año 2 número 3 Hay toda una serie de comentarios, publicaciones y documentos que han ido alimentando una discusión relacionada con la identidad nacional y su reflejo en el entramado institucional y el ordenamiento territo- rial: La Fundación UNIR Bolivia contribuye a la construcción de una cultura democrática, inclusiva y deliberativa, a fin de trasformar los espacios de conflicto en otros de concertación entre la sociedad y el Estado, y al interior de sí misma.

Citation preview

Hola estudiosas y estudiosos de la realidad boliviana y de los conflictos sociales:

Varios conflictos de trascendencia sucedieron desde la última publicación de El Pescador a fines de marzo: Una disputa por límites entre las provin-cias tarijeñas Gran Chaco y O´Connor causó duran-te casi dos semanas momentos de tensión e inesta-bilidad institucional y dejó como saldo una víctima fatal y una decena de heridos. La discordia regional por el cantón Chimeo, que pertenece al rico campo petrolífero Margarita, ha dejado en los analistas una preocupación por el incremento de los conflictos por el aprovechamiento de la renta petrolera: “El descubrimiento y comercialización de los recursos gasíferos llevó a Tarija una ola de conflictos socia-les sin salida aparente”. Especialistas ven ahora la necesidad de readecuar el diseño institucional en materia fiscal (por ejemplo “Bolivia: Hacia un Nuevo Contrato Social”). Algu-nos observadores incluso temen que la “maldición de los recursos primarios” haya alcanzado el país, con los característicos estragos de ineficiencia y “pataleo por el pastel” que este mal suele dejar en otros lares. Entre estas voces de advertencia figura ciertamente Roberto Laserna, quien ofrece un gran menú de ideas y artículos en su página personal y en la plataforma de la Fundación Milenio. Aún más preocupante ha sido el conflicto institu-cional entre el Ejecutivo y el Tribunal Constitucio-nal. A propósito de un fallo sobre la constitucionali-dad del nombramiento de cuatro magistrados inter-inos de la Corte Suprema, el Tribunal Constitucio-nal, instancia última para controlar y salvaguardar la primacía de la Carta Magna, se encontró repenti-namente en el banquillo de los acusados, por “racista”, “corrupto” y “colonialistas. El Ejecutivo inició un juicio contra los magistrados que emitie-ron el fallo, entre otros por incumplimiento de deberes. Este conflicto entre poderes, que afortuna-damente parece procesarse a través de un trámite legalmente establecido, ha suscitado opiniones de diverso índole: Para unos, se trataría de un reajuste necesario y urgente de un sistema judicial con problemas estructurales, mientras otros temen la erosión del estado de derecho y de la división de poderes. Las continuas erupciones y los vaivenes de micro- y macroconflictos manifiestos, como el de Tarija, evidentemente se hacen sentir. Muchos temas están en juego, entre ellos el modelo económico, autono-mías (indígena y departamentales), inclusión y tierra, como comenta Marcelo Arandia del CIPCA (Centro de Investigación y Promoción del Campesi-

nado) en La Prensa: “Los polémicos debates sobre todos estos problemas dejan poco espacio para la mediación y reconciliación. Si no se deponen cier-tas posturas radicales que están bordeando algunos fundamentalismos ideológicos —por parte de algu-nos dirigentes cívicos-regionales de la “media luna” y personeros del Gobierno—, avanzaremos hacia un escenario de alta conflictividad socioregional, perdiendo la dimensión de la unidad en la diversi-dad.” Pero más allá de esta conflictividad visible y casi cotidiana, que de todas formas en este momento todavía parece ubicarse en los umbrales acostum-brados en cuanto su frecuencia, intensidad y expan-sión geográfica, la opinión pública ha comenzado a discutir cuestiones más de fondo. Esto sobre todo porque desde el seno de las comisiones de la Asam-blea Constituyente trascendieron las diferentes propuestas y discusiones: ¿Quiénes somos los boli-vianos?, ¿cómo nos caracterizamos?, ¿qué nos separa y qué nos une?. Hay toda una serie de comentarios, publicaciones y documentos que han ido alimentando una discusión relacionada con la identidad nacional y su reflejo en el entramado institucional y el ordenamiento territo-rial:

¿Cuántos somos, cómo nos definimos? Diferentes ensayos y comen-tarios giran alrededor del dato censal sobre la po-blación indígena y sus implicaciones en la reestruc-turación del Estado: El censo poblacional de 2001 registró un 62 por ciento de población mayor de 15 años que se auto-identifica con algún pueblo indí-gena. “El 34 por ciento de los bolivianos vive en ayllus”, sostiene un equipo del Taller de Historia Oral en un artículo de La Época. “Bolivia no es indígena, es mayoritariamente mestiza”, responde Carlos Toranzo: “Censos y encuestas dan un pro-medio superior al 60 por ciento de mestizos, frente a no más de 20 por ciento de indígenas”. Algún comentarista cuestiona incluso la existencia de 36 pueblos indígenas. Una encuesta de la Fundación UNIR Bolivia realizada en 10 ciudades arrojó igualmente datos novedosos sobre la compleja realidad nacional y las dobles identidades: El 68,9 por ciento de los bolivianos se considera mestizos y, paralelamente, el 65,5 por ciento siente pertene-cer a un grupo indígena. Ya el año pasado Xavier Albó y Ramiro Molina habían explicado las múlti-ples facetas identitarias en su investigación “Gama étnica y lingüística de la población boliviana”.

Pescador virtual

La Fundación UNIR Bolivia contribuye a la construcción de una cultura democrática, inclusiva y deliberativa, a fin de trasformar los espacios de conflicto en otros de concertación entre la sociedad y el Estado, y al interior de sí misma.

Abril-julio de 2007 Año 2 número 3

¿Naciones o pueblos? ¿Los indí-genas y originarios bolivianos son na-cionalidades, pueblos o naciones?, ¿y qué consecuencias acarrearía cada uno de esto términos en el reordenamiento del Estado? Mientras la comisión Vi-sión de País definió Bolivia como “Estado unitario plurinacional comuni-tario”, la polémica no ha cesado en los medios de comunicación.

La discusión ya se reflejó en varios números de la revista Tinkazos del PIEB (Programa de Investigación Estratégica de Bolivia), que lamentablemente no están en la web. Re-cientemente fue retomada por el semanario pulso. El argumento del asambleísta Jorge Lazarte es que un Estado multinacional es incompatible con un la unidad nacional: “Quien dice nación dice territorio, que es el Estado moderno territorial. Aquí territorio es soberanía, atributo del Estado”.

Un punto de vista contrario sostiene José Luis López Fuentes, quien nos hizo llegar el documento anexo: “En vista a la definición de Estado ‘plurinacional’ para Bolivia, su-pondría aceptar inherentemente al concepto de ‘nación’, el de ‘libre determinación’. Una definición de esta naturaleza no haría más que reparar el daño causado por la clásica y moderna condición colonial en la que viven los pueblos indígenas”.

No está demás revisar también el amplio espectro de documentos que difunde PNUD Bolivia sobre el tema inter- y multicultural, sobre todo en el último Informe de Desarro-llo Humano que ha tenido una difusión ex-traordinaria. De mucha utilidad resultan tam-bién los cuadernos de la Corte Nacional Electoral, por ejemplo, sobre Ciudadanías en Bolivia.

Mientras tanto, La Revista Nueva Sociedad de Buenos Aires le dedica un número espe-cial al país: “Bolivia mezcla, en dosis dispa-res, indigenismo, izquierda y nacionalismo, tres corrientes que conviven de modo pro-blemático en un contexto de polarización étnica, política y geográfica”.

¿Qué pasa en la Asamblea? Un seguimiento continuo del acontecer de la Asamblea Constituyente encontramos en su página oficial. También contiene los Infor-mes Finales de varias Comisiones.

Igualmente vale la pena revisar las diferentes propuestas que contiene la página Constitu-yente Soberana, incluyendo el planteamiento autonómico del Comité Pro Santa Cruz, Asamblea Provisional Autonómica de Santa Cruz y el del Pacto de Unidad.

El Banco Temático de UNIR, especializado en información de calidad para periodistas, realiza además un seguimiento continuo de la cobertura sobre la Constituyente.

Entender la interculturalidad. Esta temática se ha merecido varias iniciati-vas, además de ser eje transversal en UNIR. En este contexto preciamos el esfuerzo de la Red Internacional de Estudios Interculturales en la Universidad Católica del Perú, que difunde casi todas sus publicaciones, por ejemplo sobre pluralismo jurídico o cultura e identidad. Muy buenas pistas sobre temas interculturales y un boletín con publicacio-nes en red brinda el proyecto sobre conflic-tos interculturales de CEBEM (Centro Boli-viano de Estudios Multidisciplinarios).

El 21 de mayo pasado también celebramos el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, impulsado por la UNESCO y vale la pena revisar la página oficial de este evento, que contiene varios documentos que trazan un horizonte internacional.

También el Grupo Nacional de Trabajo so-bre la Participación (GNTP) en Santa Cruz propone reflexiones interesantes en su bi-blioteca virtual, por ejemplo sobre el multi-culturalismo.

El Programa venezolano sobre Cultura, Co-municación y Transformaciones Sociales da pautas más teóricas sobre el tema de identi-dades en sus publicaciones.

Página 2 Pescador virtual

“Las sociedades no mueren víctimas de sus contradicciones, sino de su incapacidad para resolverlas”, Octavio Paz, El Ogro filantrópico

Foto Internet

Página 3 Año 2 número 3

Concluyamos con una breve reflexión de Fernando Salazar Paredes en La Prensa, a propósito de la etimología de las palabras conflicto y cooperación: “Curiosamente las palabras conflicto y cooperación ambas empiezan con el prefijo ‘co’. En el caso de conflicto, el prefijo ‘con’ proviene del latín que significa reunión o agregación, mientras que el prefijo ‘co’ en cooperación da al vocablo operación una connotación de operación conjunta. De donde resulta que tanto el conflicto como la cooperación son relaciones de interdependencia. La primera resulta de una colisión de intereses y la segunda de una convergencia.”

La facilitación de diálogos e intercambios en contextos sociales difíciles es un área en la que han aparecido en los últimos años nuevas aproximaciones teóricas. Un texto casi clásico sobre expe-riencias de negociación de la fundación IDEA nuevamente está disponible en la web: “Democracia y conflictos profundamente arraigados”. Insumos también fundamentales facilita la red de diálogo democrático, por ejemplo el libro reciente “Dilemas y Retos en el Diálogo Democrático”, aunque todavía no plenamente traducido del inglés. ¿Qué es cultura para la paz? Una nueva Enciclopedia de Paz y Conflic-tos, editada por una Alianza colombiana, que recientemente organizó un Primer Foro In-ternacional en Resolución de Conflictos en Bogotá, ofrece una definición de este y otros términos clave en nuestro trabajo. “Consiste en la creación de nuevas formas de cultivar las relaciones entre los seres humanos mis-mos y entre estos y la naturaleza para incre-mentar las posibilidades humanas de vivir en paz.” La Escuela de Paz de Barcelona tam-bién atrae con un baúl de herramientas y ejercicios prácticos sobre cultura de paz.

Un sabio de la transformación del conflicto. John Paul Lederach, des-tacado conflictólogo y experto en interven-ción, siempre impulsa nuevas pistas para el desarrollo de la teoría y la práctica. El geren-te socio-político de UNIR, César Rojas, tuvo la oportunidad de compartir dos días con él en un taller en Buenos Aires (ver nota anexa que también está incluida en el núm. 3 de la Revista Lazos). Una entrevista reciente con Lederach en la Nación de Argentina aparece además en una página del innovador Proyec-to experimental de un Centro Virtual de Re-solucion de Conflictos. A propósito de nues-tro vecino país rioplatense, una fuente casi inagotable de ensayos y reflexiones sobre la mediación y conciliación se encuentra en la revista Mediadores en la Red.

La región latinoamericana en la mira. Un esfuerzo importante y punto de referencia de muchos navegadores cibernéticos es El Observatorio social de América Latina, asociado con la FLACSO Argentina, el que se interesa principalmente por las luchas y reivin-dicaciones en el contexto del neoliberalismo. El último número de análisis trata de movi-mientos sociales en América Latina. Un estu-dio compilado de José Seoane sobre conflictos sociales en la región de 2003 también da algu-nas pautas básicas de análisis.

¿Qué impactos tiene la violen-cia social en América Latina? El Instituto Latinoamericano de Análisis de Con-flictos con sede en Montevideo analiza en su estudio La sociedad sitiada los efectos de la violencia en la región, y en general tiene muy buenos materiales didácticos.

Recursos naturales. La generosidad caracteriza la página de la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) de Quito, Ecuador, que atrae con más de una veintena de publica-ciones especializadas, por ejemplo sobre con-flictos socio-ambientales, experiencias meto-dológicas de manejo de conflictos y consensos y equidad de Género. Referencia en este tema también es el documento Conflicto y colabora-ción en el manejo de los recursos naturales, publicado por IDCR Canadá.

Aprendizaje virtual. El centro de tesis, documentos, publicaciones y recursos Monografías.com invita a conocer algunos elementos básicos sobre mediación, lo que incluye un Manual de medios alternativos de resolución de conflictos. La Universidad vir-tual Transcend en Rumania, fundada por otro sabio en el tema, Johan Galtung, ofrece conti-nuamente cursos a distancia con tutoría perso-nalizada, también en español, como Transfor-mación Pacífica de Conflictos. También en la plataforma Global Campus 21, impulsada por InWent se brindan frecuentemente cursos so-bre paz y conflicto:. Por último, UNITAR, el programa de las Naciones Unidas para la capa-citación en sus intervenciones internacionales, ofrece ahora una variedad de cursos en español para personas interesadas en participar en mi-siones de paz.

Presentaciones de publicaciones

19 de julio: LIBRO “Democracia de alta ten-sión. Conflictividad y cambio social en la Bolivia del siglo XXI”, de César Rojas Ríos.

Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Av. 6 de Agosto Ed. Las 2 Torrez, mezz, hrs. 19:00.

25 de julio: LIBRO UNIR/PIEB “Modos Origi-narios de Resolución de Conflictos en Pue-blos Indígenas de Bolivia”, de Vincent Nico-las, Marcelo Fernández y Elba Flores.

Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF) , Ingavi #916, hrs. 10:00.

25 de julio: REVISTA UNIR LAZOS, #3 “Claves para redibujar Bolivia”, temas como interculturalidad, negociación marítima y diálogo interregional.

Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF) , Ingavi #916, hrs. 10:00.

Iniciativas UNIR Bolivia de sus áreas Información, Negociación, Diálogo y Deliberación

Inicio de postgrado “Especialidad en Análisis y manejo de conflictos”

Funcionarios públicos, periodistas e investi-gadores son los alumnos participan en la Especialidad de UNIR en acuerdo con la Uni-versidad Técnica de Oruro. Por otro lado, la Universidad Andina Simón Bolívar en la Capital de la República inauguró la Especiali-dad, en el marco del convenio con la Funda-ción. Finalmente, en la tierra chapaca son aproximadamente 25 estudiantes los que comenzarán las clases en la Universidad Católica Boliviana, Unidad Académica de Tarija, en base a la alianza UNIR-UCB.

Saludos y muchos éxitos, C. Gregor Barié Fundación UNIR Bolivia [email protected] [email protected] Diseño y edición: Gabriela L. Ugarte Nota: Agradecemos cualquier sugeren-cia o comentario sobre el Pescador Virtual. UNIR no asume responsabilidad alguna por los artículos o materiales de lectura recomendados o citados.

Lanzamiento de la nueva web de UNIR, véala a partir del

21 de septiembre en:

www.unirbolivia.org

Agenda UNIR Bolivia para Julio 2007

ONADEM (Observatorio Nacional de Medios): Presentaciones de informes en las ciudades de La Paz, Cochabamba, El Alto sobre medios de comunicación y per-cepciones de líderes sociales en diez ciuda-des capitales del país (incluyendo El Alto.

Banco Temático: Renovación en el por-tal www.bancotematico.org, más rápido y con información oportuna para las y los periodistas.

Fondo Concursable de Periodis-mo de Investigación: Miembros del Comité de Evaluación se reúnen para selec-cionar a los 74 participantes del Premio Nacional de Periodismo de Investigación 2006-2007.

Capacitación a Organizaciones de la Sociedad Civil. Talleres de “Análisis y negociación de conflictos” en Cochabam-ba, El Alto, Santa Cruz, Sucre y La Paz a representantes de organizaciones sociales .

Interculturalidad: Constitución de co-lectivos de análisis en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba.

Instituto de Capación Democráti-ca Talleres de capacitación a mandos medios de cuadros políticos, en acuerdo con la Corte Nacional Electoral.

Colectivos interculturales: Visitan los municipios de Valle Grande , Samaipata, Portachuelo, Cotagaita, Villazón y Tupiza.

Documentales para tv y radiodi-fusión “Información para la re-flexión”: Reuniones deliberativas en Su-cre, Tarija y Cobija, sobre doce temas de la agenda constituyente.

Para suspender el envío de este boletín, Es suficiente responder a este correo indicando “favor de cancelar suscrip-ción” en el rubro del asunto. Nuestros agradecimientos a José Luis López Fuentes (Centro Misionero Maryk-noll en América Latina) por facilitar el texto anexo. También a Ana María Ro-mero, César Rojas, Gaby Ugarte, Pedro Gómez, Patty Saravia y Luis Vásquez.