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PERIÓDICO DIÓCESIS DE LA DORADA - GUADUAS ISSN 2590-6798 www.diocesisdeladorada.org La Dorada Enero-Marzo de 2018 Edición No. 56 Lancemos las Redes en el nombre del Señor La voz del pastor PÁGINA 3 LA PAZ SOCIAL NO ES POSIBLE DONDE UNA MINORÍA VIVE EN LA ABUNDANCIA Y EN EL CONFORT A COSTA DE PISOTEAR LA DIGNIDAD Y LOS DERECHOS DE LOS MÁS DÉBILES EL BIEN COMUN Y LA PAZ SOCIAL Formación PÁGINA 5 Educación, paz y cultura PÁGINA 6 adrar cuartilla PÁGINA 10 $1.000 Sociedad Los colombianos hemos soñado, desde hace muchos años, vivir en un país en Paz. Pero la paz no es posible donde reina la injusticia y la desigualdad social. La Paz no es la mera ausencia de violencia, la paz no se logra por la imposición de un sector sobre los otros. No trata simplemente de acallar los reclamos justos de los más pobres, con dádivas y regalos, para que aquellos que gozan de mayores beneficios puedan sostener un estilo de vida sin sobresaltos. La Paz que se edifica sobre el sufrimiento, el hambre y la pobreza de la mayoría es una paz quebradiza, efímera, pasajera y aparente. “La verdadera Paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres. En definitiva, una paz que no nazca como fruto del desarrollo integral de todo el hombre y de todos los hombres, tampoco tendrá futuro y siempre será semilla de nuevos conflictos y variadas formas de violencia”. EG. # 219. ¿Acaso no es esto lo que hemos vivido una otra vez en la historia de la sociedad colombiana? La Paz social no es posible donde una minoría vive en la abundancia y en el confort a costa de pisotear la dignidad y los derechos de los más débiles y vulnerables económica, social y políticamente. La Paz es un derecho consagrado en artículo 23 de nuestra Constitución Política, pero sin el derecho la vida digna y de calidad de todos, cosa que no se logra si todos no tienen acceso a la tierra, al capital, al trabajo, a la educación y a todos los demás bienes necesarios para su crecimiento armónico de todo su ser y de todos los seres, esto será una ilusión. Sería un deseo, que todos como ciudadanos, de modo especial, la clase política, nos empeñáramos en construir la paz, no mirando cómo conservar y arrebatar privilegios, sino cómo construir el bien común. Este compromiso arranca desde la familia donde sus miembros deben aprender a compartir y no a competir, a servir y no a ser servidos. El sistema educativo no puede seguir preparando a los ciudadanos para “salir adelante” aplastando y exprimiendo a los demás. La clase política no puede seguir buscando conservar sus prebendas y privilegios a costa de arrebatar a los demás su dignidad y sus derechos. Hay que dar no solo el primer paso, en esta cuaresma, sino los pasos que sean necesarios para que nuestros anhelos de Paz no sean solo añoranzas y suspiros que se lleva el viento. Como nos recomendó el Papa Francisco en su despedida de nuestro país: “Seamos esclavos de la Paz, para siempre”. Pbro. Jubal Castelblanco Romero. Párroco de San Miguel Arcángel Guaduas - Cundinamarca LA CUARESMA TIEMPO PARA VOLVER A DIOS Y A LOS HERMANOS CONVERSIÓN: VOLVER A DIOS ES VOLVER AL OTRO CATÓLICOS A PARTICIPAR EN LA POLÍTICA… EL ROSTRO DEL POBRE Y MARGINADO ES EL ROSTRO DE JESÚS

PÁGINA 10 cuadrar cuartillas para impresión€¦ · crecimiento armónico de todo su ser y de todos los seres, esto será una ilusión. Sería un deseo, que todos como ciudadanos,

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PERIÓDICO DIÓCESIS DE LA DORADA - GUADUAS ISSN 2590-6798

www.diocesisdeladorada.org La Dorada Enero-Marzo de 2018 Edición No. 56

Lancemos las Redes en el nombre del Señor

La voz del pastor

PÁGINA 3

LA PAZ SOCIAL NO ES POSIBLE DONDE UNA MINORÍA VIVE EN LA ABUNDANCIA Y EN EL CONFORT A COSTA DE PISOTEAR LA DIGNIDAD Y LOS DERECHOS DE LOS MÁS DÉBILES

EL BIEN COMUN Y LA PAZ SOCIAL

Formación

PÁGINA 5

Educación, paz y cultura

PÁGINA 6

cuadrar cuartillas para impresiónPÁGINA 10

$1.000

Sociedad

Los colombianos hemos soñado, desde hace muchos años, vivir en un país en Paz. Pero la paz no es posible donde reina la injusticia y la desigualdad social. La Paz no es la mera ausencia de violencia, la paz no se logra por la imposición de un sector sobre los otros. No trata simplemente de acallar los reclamos justos de los más pobres, con dádivas y regalos, para que aquellos que gozan de mayores beneficios puedan sostener un estilo de vida sin sobresaltos.

La Paz que se edifica sobre el sufrimiento, el hambre y la pobreza de la mayoría es una paz quebradiza, efímera, pasajera y aparente. “La verdadera Paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres. En definitiva, una paz que no nazca como fruto del desarrollo integral de todo el hombre y de todos los hombres, tampoco tendrá futuro y siempre será semilla de nuevos conflictos y variadas formas de violencia”. EG. # 219.

¿Acaso no es esto lo que hemos vivido una otra vez en la historia de la sociedad colombiana? La Paz social no es posible donde una minoría vive en la abundancia y en el confort a costa de pisotear la dignidad y los derechos de los más débiles y vulnerables económica, social y políticamente.

La Paz es un derecho consagrado en artículo 23 de nuestra Constitución Política, pero sin el derecho la vida digna y de calidad de todos, cosa que no se logra si todos no tienen acceso a la tierra, al capital, al trabajo, a la educación y a todos los demás bienes necesarios para su crecimiento armónico de todo su ser y de todos los seres, esto será una ilusión.

Sería un deseo, que todos como ciudadanos, de modo especial, la clase política, nos empeñáramos en construir la paz, no mirando cómo conservar y arrebatar privilegios, sino cómo construir el bien común.

Este compromiso arranca desde la familia donde sus miembros deben aprender a compartir y no a competir, a servir y no a ser servidos. El sistema educativo no puede seguir preparando a los ciudadanos para “salir adelante” aplastando y exprimiendo a los demás. La clase política no puede seguir buscando conservar sus prebendas y privilegios a costa de arrebatar a los demás su dignidad y sus derechos.

Hay que dar no solo el primer paso, en esta cuaresma, sino los pasos que sean necesarios para que nuestros anhelos de Paz no sean solo añoranzas y suspiros que se lleva el viento. Como nos recomendó el Papa Francisco en su despedida de nuestro país: “Seamos esclavos de la Paz, para siempre”. Pbro. Jubal Castelblanco Romero.Párroco de San Miguel ArcángelGuaduas - Cundinamarca

LA CUARESMA TIEMPO PARA VOLVER A DIOS Y A LOS HERMANOS

CONVERSIÓN: VOLVER A DIOS ES VOLVER AL OTRO

CATÓLICOS A PARTICIPAR EN LA POLÍTICA…

EL ROSTRO DEL POBRE Y MARGINADO ES EL ROSTRO DE JESÚS

www.diocesisdeladorada.org 2EDITORIAL

cuadrar cuartillas para impresión

INDICEEDICIÓN TRIMESTARL

EDITORIALLa familia cristiana: Lugar de encuentro con Dios.La liturgia: Un Encuentro entre Dios y el hombre.

LA VOZ DEL PASTORLa cuaresma tiempo para volver a Dios y a los hermanos

FORMACIÓNKoinonía: Una experiencia de encuentro y conversión con el otro.El encuentro de Jesús con la Hemorroisa: Una experiencia de fe que sana y libera.Conversión: Volver a Dios es volver al otro.

EDUCACIÓN, PAZ Y CULTURACatólicos a participar en la política.La pedagogía de Dios: Educar para el encuentro.Amarás a Dios y al otro como a ti mismo.El lenguaje escrito, en evolución permanente.Jóvenes... En camino a la conversión.Apología al Dolor: Una experiencia cuaresmal.

SOCIEDADEl rostro del pobre y marginado es el rostro de Jesús.

ENTRETENIMIENTO Y CUMPLEAÑOS

NOTICIAS Y PUBLICIDAD

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Nuestra vida está llena de encuentros. Desde el seno materno comenzamos ese recorrido de encuentros que culmina sólo cuando damos el paso de este mundo a la vida eterna; incluso, cuando damos ese paso, esperamos tener el encuentro personal y definitivo con nuestro Creador. En el largo recorrido por este mundo, tenemos encuentros de diversa índole. La mayoría de veces esperamos encontrarnos con los seres a quienes queremos. También hay que apuntar que en varias ocasiones sufrimos de “desencuentros” que hacen de nuestro caminar se haga un tanto pesado y penoso.

En medio de este panorama aparece el encuentro permanente que tenemos con el Señor y que se verifica de manera muy concreta en la Liturgia. Es precisamente en la celebración, especialmente de la Eucaristía, como podemos entender que El sigue viniendo a encontrarse con su comunidad y con cada uno de nosotros, ya que como dice el mismo Señor “donde hay dos o tres reunidos en mi nombre ahí estaré en medio de ellos” (Mt. 18, 20). Es la seguridad de la presencia del resucitado en medio de su pueblo lo que nos lleva a reconocer lo maravilloso de este encuentro con quien se nos ha adelantado en esta dinámica. Porque en este movimiento es Dios quien toma la iniciativa de acercarse y el hombre únicamente debe decidir, de acuerdo con su voluntad, si acepta o no este ofrecimiento. Porque nuestro Dios no impone su presencia, al contrario, El desea que cada quien tenga un encuentro personal y definitivo con Aquel de quien sabemos nos ama hasta el punto de dar su vida en rescate de todos (Cf. Mt. 20, 28).

Cada vez que nos acercamos a la celebración con afecto piadoso y corazón agradecido se vuelve a dar este encuentro de salvación. Es el mismo Señor quien se sigue entregando en nuestras manos como pan partido y sangre derramada. Pero además en cada celebración sacramental se da este intercambio admirable: Dios que nos transmite su gracia de manera objetiva y nosotros que de modo personal abrimos el corazón para acogerlo con alegría.

Podríamos decir que la Liturgia busca la glorificación de Dios y la salvación de los hombres. Es en este encuentro entre la grandeza de Dios y la humildad del hombre como se va obrando en el corazón de cada uno la redención que Cristo vino a regalarnos de una vez para siempre. El Dios que se abaja pide humildemente ser acogido por su creatura. Tal es su amor que no viene a aplastar a la persona, sino que de modo extremadamente respetuoso viene a ofrecer nuevamente su amor y su perdón. Tantos encuentros se dan cuantas veces le digamos al Señor: “sí”. Y en esta serie de encuentros salvíficos esperamos algún día llegar a la presencia de Dios para encontrarnos con El cara a cara y verle tal cual es (1 Jn. 3, 2).

En esta época de Semana Santa y de fiestas pascuales agradezcamos al Señor su infinita misericordia y bondad por permitirnos participar de su vida divina, regalándonos con ello la vida que anhelamos.

Pbro. Hugo Cortés Sepúlveda Formador Seminario Mayor Cristo Buen PastorPuerto Salgar-Cundinamarca

LA LITURGIA: UN ENCUENTROENTRE DIOS Y EL HOMBRELA LITURGIA BUSCA LA GLORIFICACIÓN DE DIOS Y LA SALVACIÓN DE LOS HOMBRES.

Los colombianos hemos soñado, desde hace muchos años, vivir en un país en Paz. Pero la paz no es posible donde reina la injusticia y la desigualdad social. La Paz no es la mera ausencia de violencia, la paz no se logra por la imposición de un sector sobre los otros. No trata simplemente de acallar los reclamos justos de los más pobres, con dádivas y regalos, para que aquellos que gozan de mayores beneficios puedan sostener un estilo de vida sin sobresaltos.

La Paz que se edifica sobre el sufrimiento, el hambre y la pobreza de la mayoría es una paz quebradiza, efímera, pasajera y aparente. “La verdadera Paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres. En definitiva, una paz que no nazca como fruto del desarrollo integral de todo el hombre y de todos los hombres, tampoco tendrá futuro y siempre será semilla de nuevos conflictos y variadas formas de violencia”. EG. # 219.

¿Acaso no es esto lo que hemos vivido una otra vez en la historia de la sociedad colombiana? La Paz social no es posible donde una minoría vive en la abundancia y en el confort a costa de pisotear la dignidad y los derechos de los más débiles y vulnerables económica, social y políticamente.

La Paz es un derecho consagrado en artículo 23 de nuestra Constitución Política, pero sin el derecho la vida digna y de calidad de todos, cosa que no se logra si todos no tienen acceso a la tierra, al capital, al trabajo, a la educación y a todos los demás bienes necesarios para su crecimiento armónico de todo su ser y de todos los seres, esto será una ilusión.

Sería un deseo, que todos como ciudadanos, de modo especial, la clase política, nos empeñáramos en construir la paz, no mirando cómo conservar y arrebatar privilegios, sino cómo construir el bien común.

Este compromiso arranca desde la familia donde sus miembros deben aprender a compartir y no a competir, a servir y no a ser servidos. El sistema educativo no puede seguir preparando a los ciudadanos para “salir adelante” aplastando y exprimiendo a los demás. La clase política no puede seguir buscando conservar sus prebendas y privilegios a costa de arrebatar a los demás su dignidad y sus derechos.

Hay que dar no solo el primer paso, en esta cuaresma, sino los pasos que sean necesarios para que nuestros anhelos de Paz no sean solo añoranzas y suspiros que se lleva el viento. Como nos recomendó el Papa Francisco en su despedida de nuestro país: “Seamos esclavos de la Paz, para siempre”. Pbro. Jubal Castelblanco Romero.Párroco de San Miguel ArcángelGuaduas - Cundinamarca

Podríamos preguntarnos: ¿Cuál es el primer lugar donde la persona se encuentra con Dios?, ¿cuál es el primer espacio de relación con el Señor?, ¿en dónde es que aprendemos, por primera vez, a orar, a ir a la Santa Misa, a confesarse, a rezar el Santo Rosario, a leer la Palabra de Dios?, ¿cuál es el lugar donde se aprende a dar los primeros pasos de conversión? Y a todas estas preguntas podemos contestar con certeza que ese lugar es la FAMILIA.La familia es ese lugar querido por Dios para que cada persona se encuentre con Él, lo conozca y lo ame, es el espacio donde todo ser humano experimenta sus mayores alegrías y aprende a crecer en un ambiente de amor, cariño, confianza y aceptación. En muchas familias surgen dudas de fe, hay crisis de esperanza y cansancio en el amor. También hay barreras y muros que romper: el deseo de dominio, competencia y rivalidad; el espíritu de desunión, rebeldía, maltrato físico o psicológico; infidelidades, matrimonios sin

compromiso, hijos que no honran a sus padres; individualismo, egoísmo, y otras adicciones que van haciendo del gran tesoro de la familia un sepulcro vacío, un hogar frío en donde ya nadie quiere habitar.Por eso quiero hacer un llamado especial para que la familia salga al encuentro del Señor, abra su corazón a Él, fortalezca su fe, su esperanza y caridad, sea templo vivo del Espíritu Santo y se convierta de verdad en un lugar de encuentro con Dios, donde reine su amor y su perdón, y a la vez broten esas buenas relaciones entre sus miembros. Una familia que experimenta su comunión con Dios es un hogar donde hay vida, unidad, fraternidad y amistad; hay esperanza, transformación, conversión, hay vino nuevo (Jn. 2, 1-10); hay reconciliación y paz.La familia, como lugar de encuentro con el Señor, es sacramento, es gracia de Dios, es santuario donde se superan los problemas, las dificultades y las adversidades que se nos presentan en el camino de la vida.

Una invitación para todos los padres y los hijos: “Padres, retomen la mirada hacia los hijos y trabajen por la espiritualidad y los valores que les deben dejar a ellos. Los padres son, evangelizadores naturales del hogar. Hijos volvamos la mirada hacia los padres, en obediencia y respeto, para aprender de la experiencia, y así reine en la unidad de la familia el fruto del amor, la alegría y la paz”.Algunas pautas sencillas para que la familia sea lugar de encuentro con Dios:

Organice su altar familiar: un crucifijo, una imagen de la Virgen María, la Palabra de Dios, un cirio… y convierta ese altar en un lugar de oración.Oren juntos: “Familia que reza unida, permanece unida”.Lean y mediten la Palabra de Dios, alimento del alma.Participen todos los domingos de la Santa Eucaristía. Si se puede en familia mucho mejor.Recen el Santo Rosario: “Familia que reza el Rosario, no le falta lo necesario”.Acérquense al sacramento de la Confesión. “No hay mejor almohada que una conciencia tranquila”.Practiquen las obras de misericordia.

Pbro. Nelson Alberto Buriticá EscobarDelegado Diocesano para la Pastoral Familiar

LA FAMILIA CRISTIANA: LUGAR DE ENCUENTRO CON DIOS

QUIERO HACER UN LLAMADO ESPECIAL PARA QUE LA FAMILIA SALGA AL ENCUENTRO DEL SEÑOR, ABRA SU CORAZÓN A ÉL.

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO: SANTA MISA, BENDICIÓN E IMPOSICIÓN DE LA CENIZA

LA CUARESMA TIEMPO PARA VOLVER A DIOS Y A LOS HERMANOS

www.diocesisdeladorada.org3 LA VOZ DEL PASTOR

Miércoles, 14 de febrero de 2018El tiempo de Cuaresma es tiempo propicio para afinar los acordes disonantes de nuestra vida cristiana y recibir la siempre nueva, alegre y esperanzadora noticia de la Pascua del Señor. La Iglesia en su maternal sabiduría nos propone prestarle especial atención a todo aquello que pueda enfriar y oxidar nuestro corazón creyente.Las tentaciones a las que estamos expuestos son múltiples. Cada uno de nosotros conoce las dificultades que tiene que enfrentar. Y es triste constatar cómo, frente a las vicisitudes cotidianas, se alzan voces que, aprovechándose del dolor y la incertidumbre, lo único que saben es sembrar desconfianza. Y si el fruto de la fe es la caridad —como le gustaba repetir a la Madre Teresa de Calcuta—, el fruto de la desconfianza es la apatía y la resignación. Desconfianza, apatía y resignación: esos demonios que cauterizan y paralizan el alma del pueblo creyente.La Cuaresma es tiempo rico para desenmascarar éstas y otras tentaciones y dejar que nuestro corazón vuelva a latir al palpitar del Corazón de Jesús. Toda esta liturgia está impregnada con ese sentir y podríamos decir que se hace eco en tres palabras que se nos ofrecen para volver a «recalentar el corazón creyente»: Detente, mira y vuelve.Detente un poco de esa agitación, y de correr sin sentido, que llena el alma con la amargura de sentir que nunca se llega a ningún lado. Detente de ese mandamiento de vivir acelerado que dispersa, divide y termina destruyendo el tiempo de la familia, el tiempo de la amistad, el tiempo de los hijos, el tiempo de los abuelos, el tiempo de la gratuidad… el tiempo de Dios.Detente un poco delante de la necesidad de aparecer y ser visto por todos, de estar continuamente en «cartelera», que hace olvidar el valor de la intimidad y el recogimiento.Detente  un poco ante la mirada altanera, el comentario fugaz y despreciante que nace del olvido de la ternura, de la piedad y la reverencia para encontrar a los otros, especialmente a quienes son vulnerables, heridos e incluso inmersos en el pecado y el error.Detente  un poco ante la compulsión de querer controlar todo, saberlo todo, devastar todo; que nace del olvido de la gratitud frente al don de la vida y a tanto bien recibido.Detente un poco ante el ruido ensordecedor que atrofia y aturde nuestros oídos y nos hace olvidar del poder fecundo y creador del silencio.Detente un poco ante la actitud de fomentar sentimientos estériles, infecundos, que brotan del encierro y la auto-compasión y llevan al olvido de ir al encuentro de los otros para compartir las cargas y sufrimientos.Detente ante la vacuidad de lo instantáneo, momentáneo y fugaz que nos priva de las raíces, de los lazos, del valor de los procesos y de sabernos siempre en camino.¡Detente para mirar y contemplar!Mira  los signos que impiden apagar la caridad, que

mantienen viva la llama de la fe y la esperanza. Rostros vivos de la ternura y la bondad operante de Dios en medio nuestro.Mira el rostro de nuestras familias que siguen apostando día a día, con mucho esfuerzo para sacar la vida adelante y, entre tantas premuras y penurias, no dejan todos los intentos de hacer de sus hogares una escuela de amor.Mira  el rostro interpelante de nuestros niños y jóvenes cargados de futuro y esperanza, cargados de mañana y posibilidad, que exigen dedicación y protección. Brotes vivientes del amor y de la vida que siempre se abren paso en medio de nuestros cálculos mezquinos y egoístas.Mira el rostro surcado por el paso del tiempo de nuestros ancianos; rostros portadores de la memoria viva de nuestros pueblos. Rostros de la sabiduría operante de Dios.Mira el rostro de nuestros enfermos y de tantos que se hacen cargo de ellos; rostros que en su vulnerabilidad y en el servicio nos recuerdan que el valor de cada persona no puede ser jamás reducido a una cuestión de cálculo o de utilidad.Mira el rostro arrepentido de tantos que intentan revertir sus errores y equivocaciones y, desde sus miserias y dolores, luchan por transformar las situaciones y salir adelante.Mira y contempla el rostro del Amor crucificado, que hoy desde la cruz sigue siendo portador de esperanza; mano tendida para aquellos que se sienten crucificados, que experimentan en su vida el peso de sus fracasos, desengaños y desilusión.Mira y contempla el rostro concreto de Cristo crucificado por amor a todos y sin exclusión. ¿A todos? Sí, a todos. Mirar su rostro es la invitación esperanzadora de este tiempo de Cuaresma para vencer los demonios de la desconfianza, la apatía y la resignación. Rostro que nos invita a exclamar: ¡El Reino de Dios es posible!Detente, mira y vuelve. Vuelve a la casa de tu Padre.¡Vuelve!, sin miedo, a los brazos anhelantes y expectantes de tu Padre rico en misericordia (cf. Ef 2,4) que te espera.¡Vuelve!, sin miedo, este es el tiempo oportuno para volver a casa; a la casa del Padre mío y Padre vuestro (cf. Jn 20,17). Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón… Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto y nuestro corazón bien lo sabe. Dios no se cansa ni se cansará de tender la mano (cf. Bula Misericordiae vultus, 19).¡Vuelve!, sin miedo, a participar de la fiesta de los perdonados.¡Vuelve!, sin miedo, a experimentar la ternura sanadora y reconciliadora de Dios. Deja que el Señor sane las heridas del pecado y cumpla la profecía hecha a nuestros padres: «Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne» (Ez 36,26).¡Detente, mira y vuelve!

www.diocesisdeladorada.org 4FORMACIÓN

KOINONÍA:UNA EXPERIENCIA DE ENCUENTROY CONVERSIÓN CON EL OTRO.

La Cuaresma es ante todo una invitación a la conversión a partir de la experiencia del encuentro personal con Jesucristo.La teología del encuentro ha sido una categoría clave en la Nueva Evangelización: no desencadena un proceso de evangelización sin conversión y no hay conversión sin una experiencia profunda del reconocimiento del otro como compañero de camino de discipulado.Por el pecado hacemos invisible al otro y nos alejamos del totalmente OTRO que es Dios, que ha tomado la iniciativa de acercarnos a todos. Sin aventura de comunión no reconocemos la cercanía de Dios en el sacramento del otro. La conversión es un encuentro personal y comunitario con Dios en el otro.Con el auge de los movimientos, experiencias de evangelización y los esfuerzos de los estudios bíblicos por volver a las fuentes, la palabra koinonía se ha puesto de relieve hasta en los ambientes más populares de la experiencia religiosa. El término griego koinonía se entiende hoy fácilmente para designar la experiencia

comunitaria de la vivencia de la comunión con Dios y con los demás en la vida del Reino de Dios en la Iglesia.Koinonía es comunión-comunidad de cristianos con Cristo, y entre sí, camino hacia la instauración del Reino de Dios en nuestros ambientes eclesiales, proponiendo a la sociedad la alternativa de contagiarse de una vida nueva.En el Sistema Integral de Nueva Evangelización se tiene claro que la efusión del Espíritu Santo tiene un fruto inmediato en la historia de la salvación que es la formación de la comunidad cristiana.La palabra koinonía conserva una fuerza interior dinámica que la hace útil para definir una realidad tan concreta y a la vez trascendente como la experiencia de la primera comunidad cristiana en sus dimensiones como proceso. La koinonía no es una realidad estática. Es más bien el proceso que permite construir la comunidad, prepara la integración de los evangelizados a una pequeña comunidad concreta. Ese proceso los exhorta y acompaña para que sea comunidad de discípulos misioneros.En Koinonía se busca permanecer y perseverar en Cristo como vid fecunda. Para ser discípulos por la práctica de la Oración, la Palabra, la Eucaristía y el testimonio de la cruz. Es una comunidad de apóstoles, por el compromiso misionero en la instauración del Reino de Dios.La koinonía nace de la conversión a la comunión de vida y amor que forma discípulos y envía apóstoles. Los que viven la koinonía tienen claro que no basta nacer es preciso crecer en la dinámica de ENCUENTRO PERMANENTE, discernimiento, conversión y compromiso misionero.Mediante la solidaridad y edificación espiritual, fraterna y humana mutua, la comunidad realiza el seguimiento sistemático y organizado de los discípulos misioneros en palabra, celebración, servicio y testimonio de vida hacia la comunión.Pbro. Daniel de Jesús Obando Gallego. Vicario de Pastoral Diocesana - La Dorada, Caldas

EL ENCUENTRO DE JESÚS CON LA HEMORROISA: UNA EXPERIENCIA DE FE QUE SANA Y LIBERA

Los evangelistas sinópticos nos presentan el relato de una mujer enferma de flujos de sangre, que por su condición debía permanecer en estado de impureza y por lo tanto, condenada a vivir sola, siendo excluida de la comunidad.

Una hemorroisa –mujer con hemorragia menstrual permanente–, es una persona sin familia ni amigos que puedan "convivir" con ella, compartiendo su casa ni mucho menos entrar en contacto físico con alguna persona. Conforme a la ley sacral judía de Lev 15, 19-30: “Cuando una mujer tenga flujo de sangre, y su flujo salga de su cuerpo, quedará impura durante siete días. Cualquiera que la toque quedará impuro hasta el anochecer…”

Esta norma obligaba a la mujer a estar fuera del contacto con otras personas, su condición de hemorroisa le expulsa de la sociedad: no puede casarse ni tener relaciones sexuales; no puede convivir con sus parientes ni tocar a los amigos, pues todo lo que toca se vuelve impuro a su contacto: el lugar donde se sienta, el plato del que come... Es una mujer condenada a la soledad, con una maldición social y religiosa. Pero no obstante, la mujer es modelo de una fe que persevera y que va más allá de toda imposibilidad humana o de toda norma ritual –según nos detalla San Marcos su relato–, desde hace doce años padecía esta enfermedad. Imaginemos la situación de la pobre mujer que

agota todos los recursos desde lo humano y por eso, se gasta su fortuna en tratamientos médicos sin lograr ningún efecto positivo para su salud. Pero no todo estaba perdido, ya que esta mujer era una persona creyente; y así pudo romper la barrera de la multitud que la condenaba como impura, de manera que tocó a Jesús, que se dejó tocar, y de esa forma "sucedió" la verdadera curación. Ésta es una historia del encuentro humano, que supera el nivel hormonal o legal de la pura "norma", ya que, gracias a la perseverancia en la fe, la mujer pudo lograr el milagro y recuperó su dignidad para reintegrarse a la comunidad.

En el Evangelio estamos en otro contexto social y ello se debe también al comportamiento de Jesús en este campo. Estamos ante una mujer que rompe los tabúes y ante un hombre que la acepta así como es, una mujer que sufre el dolor y el rechazo de la sociedad, pero ante todo, es una persona humana.

El milagro de Jesús consiste en dejarse tocar por ella, ofreciéndole un contacto purificador. En el fondo del relato hay un recuerdo histórico en la forma de actuar de Jesús y una experiencia eclesial en la comunidad cristiana que ha superado las normas de pureza humana y sexual del judaísmo.

Jesús no la ayuda para llevarla después a su grupo; no le dice que venga a sumarse la familia de sus seguidores, sino que hace algo previo: la valora como mujer, acepta el roce de su mano en el manto, ofreciéndole el más fuerte testimonio de su intimidad personal; la anima a vivir y la cura, para que sea sencillamente humana, persona con dignidad, construyendo el tipo de familia que ella misma decida. Más que convertirla en seguidora suya, la capacita para vivir como persona humana. Una mujer libre, una hija de Dios que ha recuperado su dignidad y por su fe ha encontrado la salvación.

Jesús ha destacado su valor como creyente que vive y despliega su humanidad a nivel de la fe. Jesús ha destacado así el valor de la mujer como persona, capaz de vivir en libertad, de amar en plenitud, sin las limitaciones que el contexto social quiere imponerle en nombre de una falsa religión. El encuentro de la mujer con Jesús, la sana y la libera de la situación en que vivía, por eso, desde ese momento, la mujer puede integrarse a la comunidad y vivir con libertad sin tener que cargar con la situación de su enfermedad.

Pbro Ramiro López Formador Seminario Mayor Cristo Buen Pastor Puerto Salgar - Cundinamarca

www.diocesisdeladorada.org5 FORMACIÓN

En el lenguaje bíblico de la conversión en el Antiguo Testamento sobresale el verbo “shub”, que significa “volverse”, “retroceder”, en el sentido de abandonar el camino seguido hasta ahora para retornar al punto de partida. De tal manera que la conversión es una decisión vital que marca la existencia total y consiste en la vuelta a la relación originaria con Yahveh (Am 4,6-12; 8,2; Os 2,8ss;Is 6,10; 9,12). Los libros proféticos son los que más insisten en esta necesidad de volver a Dios, pero no sólo en un sentido abstracto, sino en términos concretos y reales, que se expresa en niveles éticos, es decir, en el abandono del estilo de vida pecaminoso (Ez 3,19; 33,12.14.19) y en una vuelta al otro, al prójimo que urge de mi solidaridad y mi apoyo (Is 1,10-20).

Esta comprensión de la conversión en el Antiguo Testamento determina también el término que el Nuevo Testamento utiliza para hablar de conversión: metanoia, que consiste en el acto de “cambio de sensibilidad/mentalidad”. Jesús inicia su ministerio público invitando precisamente a la conversión (Mc 1,14-15), a una apertura al Reino de Dios presente en su persona y en su actuación, que pasa por una aceptación de los valores del reino que propone Jesús a través de su predicación y de sus actitudes hacia los pecadores, los enfermos y excluidos.

Dos maneras concretas de expresar la conversión, el cambio de mentalidad, de sensibilidad y de actitud que implica volver a Dios y a los valores del reino tienen que ver con el perdón de las ofensas que otro me infringe y con el reconocimiento del otro como presencia de Cristo. Por un lado, Jesús insiste en la condición de perdonar a los otros para ser perdonados de los propios pecados (Mt 5,23-26; 6,9-15). Y por otro, Jesús representa el juicio final como un examen acerca de lo que hicimos o dejamos de hacer al prójimo, pues cuanto hicimos o dejamos de hacer al otro lo

hicimos o dejamos de hacer a Jesús mismo (Mt 35,31-46).

Para vivir estas dos actitudes específicas se necesita conversión, cambio de mentalidad y de actitud y, una aceptación valiente de los valores del reino que Jesús proclama. En este tiempo de cuaresma y en la Semana Santa que se avecina, luchemos por cambiar nuestros esquemas mentales y abrirnos al perdón y la reconciliación en este país marcado por el círculo vicioso del odio y de la violencia. Volvamos a Dios y como consecuencia práctica de esa conversión volvamos al otro para reconocer en él la presencia de Cristo, para no dejarnos ganar por la indiferencia, la desconfianza o el temor que ven en el prójimo, ya sea un compatriota o un extranjero, una amenaza, un peligro o un estorbo.

De manera concreta, mostremos nuestra conversión, en primer lugar, perdonando a quienes nos han ofendido y pidiendo perdón a quienes hayamos hecho algún daño y, en segundo lugar, poniendo en práctica las cuatro acciones que el papa Francisco propuso en la Jornada mundial de oración por la paz del 1 de enero del 2018 con respecto a los migrantes: acoger, proteger, integrar y promover. Todos conocemos la delicada situación de los hermanos venezolanos y la afluencia masiva de migrantes de ese país al nuestro. Es urgente un cambio de mentalidad y de actitud para no ver este fenómeno como una amenaza, sino como un desafío y una oportunidad para comprobar de qué talante es nuestra vivencia cristiana, en un país que se dice, al menos en las cifras, mayoritariamente cristiano y católico.

Pbro. José Augusto OsorioFormador Seminario Mayor Cristo Buen Pastor Puerto Salgar - Cundinamarca

LA ENCARNACIÓN Y EL NACIMIENTO DE CRISTO ES UN HECHO HISTÓRICO QUE NOS TRAE LA PAZ.

CONVERSIÓN: VOLVER A DIOS ES VOLVER AL OTRO

Educar para el encuentro fijándonos en la pedagogía divina, significa fijar la mirada atenta y reflexiva sobre la obra de la creación, que representa el libro de enseñanza, nunca estudiado de manera suficiente. Solamente los santos, místicos y maestros del verdadero arte han logrado

advertir algunas maravillas de los contenidos de una obra que no tiene parangón en su amplitud y misterio.

El libro abierto de la creación con todo lo que ella encierra, es una invitación a contemplar la universalidad del amor de Dios, que no excluye ni descarta a nadie. Por el don de la creación el hombre se encuentra con Dios y consigo mismo donde descubre la iniciativa divina, para ofrecerle su misericordia y su amor que no tiene límites. La historia de salvación es la historia donde el hombre descubre la permanente presencia de Dios a través de sus bondades y maravillas, con exigencias que desvelan su pedagogía: Encontrarse con el hombre para hallar respuestas por el don y gratuidad recibidas, es decir, por la casa que es nuestro planeta, por los

demás, que son nuestros hermanos, y por las muestras de amor, fidelidad y gratitud al autor de la vida.

Esta es la misión fundamental de la tarea educativa: hacer surgir y modelar lo mejor en cada uno de nosotros, y en nuestros estudiantes, el asombro de la realidad, en el contexto de una relación interpersonal con Dios, inscrita en el corazón humano, para generar la cultura del encuentro, en una sociedad tecnológica, global y virtualizada, donde hay muchos avances , pero también, sus valores como el mercado y la competitividad, ha dejado a muchos hermanos excluidos y descartados convirtiéndolos en basura.

Pbro. Fabio Quintana MarínLa Dorada - Caldas

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LA PEDAGOGÍA DE DIOS: EDUCAR PARA EL ENCUENTRO

CATÓLICOS A PARTICIPAR EN LA POLÍTICA…

Esta afirmación no es una opción para los Católicos, es un deber; algunos aseguran que “un buen católico no se inmiscuye en la política”, esto no es cierto, no es un buen camino, ni un buen síntoma de su vivencia Cristiana, el mismo magisterio de la Iglesia así lo expone mostrando la participación en política como una de las formas de buscar el bien común y en la cual se deben participar todos, como lo enuncia el Catecismo de la Iglesia Nº 1913 “Es necesario que todos participen, cada uno según el lugar que ocupa y el papel que desempeña, en promover el bien común. Este deber es inherente a la dignidad de la persona humana”. De igual manera esta búsqueda del bien común está inscrita en la naturaleza social del hombre y añade el catecismo en Nº 1905 “«No viváis aislados, cerrados en vosotros mismos, como si estuvieseis ya justificados, sino reuníos para buscar juntos lo que constituye el interés común» (Epistula Pseudo Barnabae,  4, 10)”. La política, como decía el beato Paulo VI, “es la forma más alta y exigente de la caridad. Si los cristianos se desentendieran del compromiso directo en la política, sería traicionar la misión de los fieles laicos, llamados a ser sal y luz del mundo…”.

Y ha sido precisamente el Papa Francisco quien ha recordado esta misión de los católicos cuando ante la pregunta hecho por los jóvenes en una de sus audiencias en la ciudad de Roma el 7 de Junio de 2013, explicó sobre el tema de la participación de los laicos en la esfera pública, que "involucrarse en la política es una obligación para un cristiano. Nosotros no podemos jugar a Pilato, lavarnos las manos: No podemos"…"Debemos inmiscuirnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política", aseguró el Santo Padre ante los miles de niños y jóvenes presentes; y añadió "No se puede mirar desde el balcón. Mézclate. Haz política: te

hará sufrir, tal vez te haga pecar, pero el Señor está contigo. Pide perdón y avanza. Pero no dejes que esta cultura del descarte nos descarte a todos".

Atendiendo este llamado del Santo Padre el Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro, de la mano de sus líderes pobladores ha emprendido la “Campaña por la Democracia” que busca el compromiso de todos los pobladores de la región para hacer uso de uno de los mecanismos de participación ciudadana como lo es el VOTO, para que de manera consciente derrotemos la mala costumbre del abstencionismo como practica anti democrática, de esta manera podamos pasar de la palabra a la acción y hacer parte activa de la construcción de una nueva nación.

La invitación es a comprometernos y así nos lo pide el Papa Francisco "demos lo mejor de nosotros, ideas, sugerencias, lo mejor, pero sobre todo lo mejor está la oración. Oremos por los gobernantes, para que nos gobiernen bien, para que lleven a nuestra patria, a nuestra nación, y también al mundo adelante, para que exista la paz y el bien común". El Próximo 11 de Marzo y 27 de Mayo salgamos de nuestra indiferencia y nuestro individualismo, votemos y así construyamos desde esta tierra el reino de Dios y cumplamos el mandato de Jesús en el Evangelio de Lucas 20, 25 “Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.

Jersun Eliot Fetecua CastañedaCoordinador de Mesas Subregionales de TrabajoPrograma de Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro.

www.diocesisdeladorada.org7 EDUCACIÓN, PAZ Y CULTURA

El amor como lo expresaba Santa Teresita, “es una vocación, es la vocación de vivir en servicio, en entrega, en esperanza, en perdón y en todo lo bueno que pueda proveer un ser humano a otro, porque todo lo bueno proviene de Dios y Dios es amor”.

Ahora, esta frase de “Amar a Dios y al prójimo como a ti mismo” seguramente la hemos escuchado en repetidas ocasiones durante nuestra vida familiar, escolar y sobre todo en época de Semana Santa, ya sea en alguna lectura, en la homilía de la eucaristía o en las películas, puesto que son el primer y segundo mandamiento del nuevo testamento.

Desde la creación DIOS demostró su amor hacia los humanos, hechos a su imagen y semejanza, y hacia los demás seres vivos e inertes. Su doctrina central está basada en los 10 mandamientos, siendo el principal “Amarás a Dios sobre todas las cosas”; y envió a Jesús a cumplir con la Misión de evangelizar aquí en la tierra, y él de manera entendible lo explicó así: “Toda la actitud del discípulo de Jesucristo respecto a Dios queda resumida en un punto doble: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón» y «amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mc 12,31).

En la sociedad moderna y a pesar del avance en el desarrollo humano y de la tecnología, parece que es más difícil aplicar estos dos primeros mandamientos, pues en la cotidianidad y el domingo, no hay una lectura bíblica como en las familias tradicionales, y tampoco se asiste a la Santa Misa; además

muchos niños no conocen una Biblia y la asignatura de Religión es superficial en muchos planteles educativos.

Recordemos que desde la FAMILIA SE SIEMBRAN Y FORTALECEN LOS VALORES y al practicarlos se aumenta la FE y la AUTOESTIMA, que es el Amor A SÍ MISMO, y es desde aquí, donde SURGE EL AMOR AL OTRO.

Entonces en la auto-reflexión y tiempo de preparación al Misterio Pascual, nuestro propósito de AMOR A DIOS Y AL OTRO, es hacer una conversión espiritual y Psico-emocional, compartiendo con la Familia en el seno de la Iglesia, ofreciendo una penitencia de menos tecnología y más tiempo de calidad con los que nos rodean. También podemos pensar en donar algo a quienes lo necesitan, en especial a esos seres humanos que por su recorrido en la vida y en la sociedad, están en el ciclo evolutivo que llamamos la Tercera Edad, que muy posiblemente ya no tienen voz y voto en su familia y mucho menos en su comunidad.

Felices Pascuas y que DIOS bendiga nuestro Hogar.

Psc. María Cristina Rodríguez CortésPsicóloga CLÍNICA Y FORENSE

RECORDEMOS QUE DESDE LA FAMILIA SE SIEMBRAN Y FORTALECEN LOS VALORES Y AL PRACTICARLOS SE AUMENTA LA FE Y LA AUTOESTIMA, QUE ES EL AMOR A SI MISMO, Y ES DESDE AQUÍ, DONDE SURGE EL AMOR AL OTRO.

AMARÁS A DIOS Y AL OTRO COMO A TI MISMO

EDUCACIÓN, PAZ Y CULTURA

El Señor no se cansa nunca de tener misericordia de nosotros, y quiere ofrecernos una vez más su perdón. Todos tenemos necesidad de él, invitándonos a volver a Él con un corazón nuevo, purificados del mal, para tomar parte de su gozo. ¿Cómo acoger esta invitación? Nos lo sugiere San Pablo: «les suplicamos en nombre de Cristo: déjense reconciliar con Dios» (2 Cor 5:20). Este esfuerzo de conversión no es solamente una obra humana. La reconciliación entre nosotros y Dios es posible gracias a la misericordia del Padre que, por amor a nosotros, no dudó en sacrificar a su Hijo unigénito.

El camino de conversión en nuestra Iglesia Joven, está encaminada a Amar al prójimo que me acerca al Amor de Dios. Pero ¿qué implica amar al prójimo?

Amar al prójimo como a mí mismo, es TRATARLO COMO A MI ME GUSTARÍA QUE ME TRATARAN. El Evangelio nos dice: “Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédlo también vosotros a ellos”.

AMAR al prójimo es “RESPETARLO”, o sea, no querer que todos sean o piensen como yo. Aunque pensemos de manera diferente debemos amarnos y vivir en paz.

AMAR al prójimo es “SERVIRLE”, es decir, olvidarme de lo que yo quiero hacer o lo que yo necesito, para dar gusto y AYUDAR a los demás: a mis amigos, a mi familia, a todos mis hermanos.

AMAR al prójimo es también “PREOCUPARME” por los que están

más olvidados, por los que tienen hambre, por los que se quedaron sin casa, por mi amigo que tiene problemas...acompañar al triste y solitario.

AMAR al prójimo es SER AMABLE, es hablar bien y tratar a las personas con cariño, y no a gritos y regañadientes.

AMAR al prójimo es tener PACIENCIA con las personas, aceptar a los otros como son, entender sus errores o sus equivocaciones y corregirlos con amor.

La experiencia de Conversión en nuestra vida debe ser una oportunidad para acercarme a JESÚS DE NAZARET, a través del hermano que está a mi lado y me necesita… una experiencia cargada de sinceridad, amor y alegría.

Pbro. Luis Ignacio Arismendy LópezRector Colegio Parroquial La Consolata. Guaduas.

JÓVENES…EN CAMINO A LA CONVERSIÓN.

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El hombre siempre ha tenido la necesidad de comunicarse y dejar plasmada parte de su historia; esta es una acción innata que viene con el ejercicio de la interacción con el otro. Así lo ha hecho desde sus orígenes, empleando los recursos que ha tenido al alcance. Si bien, podemos recordar, a través del arte rupestre, cómo el hombre dibujaba los principales hechos de su cotidianidad, dejando en piedras aquellas imágenes y pictogramas que resumían su acontecer.

Más tarde, con el descubrimiento del papel y la invención de la imprenta, el lenguaje escrito tomó otro rumbo, siendo más preciso, más completo, estilizado y

cumpliendo con un conjunto de normas que derivaron en una lengua formal.

En la actualidad, ese lenguaje escrito ha cobrado un estilo diferente, con la llegada de la internet y los avances tecnológicos; esta parte escrita del lenguaje o del idioma sufre una evolución, marcada esta vez por una serie de imágenes llamadas emoticones o en la jerga juvenil, “emoji”. De tal manera que una imagen reemplaza una palabra. Si se quiere decir que se está feliz, simplemente se agrega una “carita feliz” o si se está triste, “una carita llorando” y así otras tantas que divierten la comunicación.

Algunos afirman que estamos en la era de la imagen, porque se es mucho más visual que en otras épocas, ahora cuenta considerablemente el color, la apariencia, y lo estético; a tal punto que sea crean prototipos y estereotipos que confunden a muchos.

Por medio de la web 2.0, las aplicaciones que se van sumando a los teléfonos inteligentes, ofrecen un sinnúmero de posibilidades para expresarse. ¿Será acaso que el lenguaje está sufriendo una evolución, pero tan sigilosa que el hombre en su afán no lo ha notado? Cabe sembrar la inquietud y preguntarse si vamos hacia un nuevo rumbo del lenguaje.

Paula VillanuevaEstudiante colegio Santa Teresita Puerto Boyacá, Boyacá

EL LENGUAJE ESCRITO, EN EVOLUCIÓN PERMANENTE.

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APOLOGÍA AL DOLOR: UNA EXPERIENCIA CUARESMAL

Durante esta cuaresma y en especial cuando rezamos el santo viacrucis hacemos remembranza del dolor de Jesús camino al calvario. Pero nos preguntamos ¿es posible hacer una Apología al dolor? ¿desde cuándo al dolor se le debe exaltar y rendir homenaje?

Esta postura es conciliable si tenemos en cuenta que estamos inmersos en una sociedad en donde el placer ha ganado todos los espacios de la vida del ser humano desplazando el dolor a una realidad que no debe estar presente en la vida humana. Precisamente las tendencias modernas desaparecen el concepto de dolor, lo malinterpretan y en su gran mayoría lo desprecian. Para nosotros los cristianos la palabra dolor debe estar asociada a la palabra padecimiento para que tenga sentido como realidad trascendental.

Padecer viene del Griego "πάσχω", verbo que significa sufrir o experimentar una contrariedad. Para san Pablo el padecer no se da como una realidad intermitente, es decir, que viene y se va, sino como realidad progresiva a la que le hace falta “completar” para llegar a su plenitud “Ahora me alegro de los padecimientos que he sufrido por vosotros, y voy completando en favor del cuerpo de Cristo”. Con esta frase, el apóstol, sin lugar a Dudas, hace una apología al dolor y lo presenta como un camino necesario de seguimiento a Cristo.

Entonces, Quien esté dispuesto a amar, ¿podrá no estar dispuesto a sufrir? Sólo aquel que ha amado es capaz de sufrir, solo aquel que ha amado es capaz de padecer, solo aquel que ha amado siente que su obra no ha sido terminada. Y es que precisamente San Juan Pablo II en su carta "Salvifici doloris", sintetiza el sentido del sufrimiento humano del siguiente modo: "EI sufrimiento está en el mundo, para que se manifieste, para que resplandezca el amor". ¿El amor de quién? ¿El amor a quién?... Podemos responder: el amor de quien sufre, el amor de quien comparte, acompaña y se compadece de ese sufrimiento, haciéndolo también suyo. El AMOR de Cristo, quien abrazó con su Cruz y en su Cruz todo sufrimiento humano, transformándolo en una ofrenda sublime de AMOR al Padre y de AMOR a todos los hombres y a cada hombre concreto, de todos los tiempos y para todos los tiempos. ¡Un AMOR, tantas veces, no correspondido!

Por ello, para nosotros Cristianos postmodernos el dolor, el padecer, el sufrir debería cobrar un sentido especial en nuestras vidas, yendo a contracorriente frente a un mundo indolente. Todo

dolor cobra sentido en la Cruz Redentora de Nuestro Señor; sin ella no hay Resurrección. Es por ello que las sociedades progresistas quieren desaparecerlas a la vista todos, porque la Cruz interpela, confronta, porque la Cruz nos recuerda el sufrimiento de UNO por la salvación de TODOS.

Hermosamente el arte y la poesía logran exaltar el poder que tiene el dolor y el sufrimiento cuando se padece por amor. Es inconcebible pensar en un cristiano sin Cruz no los recuerda Lope de Vega en uno de sus poemas:

“Sin cruz no hay gloria ninguna,ni con cruz eterno llanto,santidad y cruz es una,

no hay cruz que no tenga santo,ni santo sin cruz alguna.”

Una apología a la Cruz, al dolor, al sufrimiento también la encontramos en esa magnífica obra del arte figurativo renacentista de Miguel Ángel del siglo XV: La Pietá. Miguel Ángel tomó la escena que ha sido considerada como una de las escenas más dolorosas en la historia de la humanidad, cuando la Virgen María toma el cuerpo de su hijo Jesús, luego de que lo hicieran descender de la cruz donde murió.

¿Por qué la Virgen acepta el sufrir? Por qué se somete a un dolor tan agudo que ya lo había atestiguado por la profecía de Simeón cuando después de reconocer la grandeza del Hijo añadía ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones” Lc 2,35. La respuesta es una: Por Amor.

La misión de María habría quedado inconclusa, igual que la de Pablo, si en la Cruz no hubiese unido sus padecimientos a los de su Hijo. Bellamente lo describe San Bernardo Abad en sus sermones “En verdad, Madre santa, atravesó tu alma una espada. Por lo demás, esta espada no hubiera penetrado en la carne de tu Hijo sin atravesar tu alma”.

María es llamada mártir en el alma. Por eso su dolor se convierte en una apología, por eso su dolor se exalta contrariando al placer que nos propone nuestra sociedad. Porque su dolor, su padecer fue por Amor, un amor que como lo dice San Juan Eudes fue concebido desde el principio y materializado en el mismo momento de la anunciación, cuando su corazón se fundió en el corazón de su hijo formando una sola realidad misteriosa.

Por ello, el dolor es una escuela en donde se forman en la misericordia los corazones de los hombres. Una escuela que nos brinda la oportunidad de curarnos un poco de nuestro egoísmo e inclinarnos un poco más hacia los demás. Nos hace ver la vida de una manera especial, nos muestra un perfil más profundo de las cosas. El dolor nos lleva a reflexionar, a preguntarnos por el sentido cristiano que debe tener nuestra vida, nos advierte del error de las formas de vida superfluas que llevan al ser humano al egoísmo, nos vuelve más comprensivos, más tolerantes y nos va curando de nuestra intransigencia e indiferencia.

Que en este camino cuaresmal que hemos recorrido y próximos a vivir la pascua de Cristo, reconozcamos en medio de los sufrimientos cotidianos de la vida, la presencia viva de un Dios que permanece en nuestro corazón.

José Alfredo Aycardi JaimesSeminario Mayor Cristo Buen Pastor Etapa Configurativa IV Puerto Salgar- Cundinamarca

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.» Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas.» Mateo 22,34-40

«Amar al prójimo y amar a Dios», ha de convertirse en un proyecto personal de vida. Para poner en práctica este mandamiento, lo primero que tenemos que hacer es amarnos a nosotros mismos, porque quien no se ama a sí mismo es incapaz de darse a los demás, incapaz de descubrir a Dios en el prójimo, porque tampoco descubre a Dios en su interior.

Decía S. Agustín: «Ama y haz lo que quieras». Amar a Cristo es sencillo, es disfrutar cada día los detalles que la vida nos ofrece, buenos o malos; es enriquecer el amor porque un amor pobre, enclenque, no da fuerzas ni alegrías, amar es despreocuparte de todo y dejar que cada día tenga su afán, aceptar a los demás como son, poner voluntad en mejorar las relaciones con aquellas personas, amigos, vecinos, compañeros, jefes o familiares con los que no nos entendemos. Amar no es caer en la rutina, ni en el desánimo, amar es compartirse, darse, caminar al lado del anciano, del preso, del enfermo, del matrimonio o pareja con problemas, de las parejas separadas, de los jóvenes; es hacer a Cristo presente donde hay dolor, pero también donde hay alegría. El amor no es egoísta, no envidia, no es descortés, sino todo lo contrario: el amor es paciente, fiel, sencillo, soporta y busca el bien. 1 Corintios 13:4-7.

Cristo nos avisa de la importancia que tiene el amor en la vida personal y comunitaria. Por ello ¡Ama sin cansarte!

Era la compasión, la misericordia que sentía Jesús lo que le llevaba a actuar. Los evangelios nos hablan de un Jesús compasivo y misericordioso y así lo hace con el leproso (Mc 1,41); con la viuda de Naím (Lc 7,13); con los dos ciegos (Mt 20,34); con la muchedumbre que anda como ovejas sin pastor, sin comida por el desierto (Mt 14,14).

Jesús se acerca a la gente y se muestra misericordioso con los gestos, con la mirada; él toma siempre la iniciativa, se adelanta a sanar, a comer y alojarse con alguien o quedarse en tal pueblo. Sus palabras amables, consuelan, dan confianza, dan paz. Se sienta y acoge a los más débiles, a los más necesitados: leprosos, impuros: (Mc 1,40-45); sordomudos, ciegos, (Mc 7,31-37); los endemoniados ( Mc 5,1-20); pecadores (publicanos) (Mt 9,9-13); pecadoras (prostitutas) (Lc 7,36-50); mujeres marginadas (Mc 5,24-34); niños relegados, enfermos (Mc 10,13-16); samaritanos y paganos (Jn 4,4-42). Y la misericordia también la adopta en la postura con que expresa sus sentimientos, actitud y relación.

Nuestras ciudades, pueblos y veredas deberían caracterizarse sobre todo por la solidaridad que no consiste en únicamente ayudar al necesitado sino en ser responsables los unos de los otros, y generar una cultura del encuentro. Respondiendo al mensaje de la visita del papa Francisco en Colombia, para que los ancianos, marginados y las personas solitarias encuentren incluso en las grandes ciudades oportunidades de encuentro y solidaridad. Esta iniciativa de oración, pretende fortalecer la conciencia social sobre la necesidad de «salir al encuentro» de aquellos hermanos más desprotegidos y afectados por la pobreza y el desprecio del sistema globalizado en el que vivimos. (4 de septiembre 2017, Colombia).

Pbro. Nevio Alberto Gómez AlzateDirector Pastoral Social Cáritas La Dorada

EL ROSTRO DEL POBRE Y MARGINADO ES EL ROSTRO DE JESÚS

IMAGEN PENDIENTE

www.diocesisdeladorada.org 10SOCIEDAD

www.diocesisdeladorada.org11 ENTRETENIMIENTO Y CUMPLEAÑOS

¡Feliz Cumpleaños!

Encuentra las 10 diferencias.. Instrucciones Pintamos la casa y transcribimos las sílabas del cuadro de abajosiguiendo las coordenadas dadas. Una vez resuelto, se podrá leeren la pared de la casa un mensaje sobre una parábola.

CruciCatólico

Enero1-Ene P. Guillermo Arias Gómez 1-Ene P. José Javier Carmona Z.2-Ene P. Jorge Aristizábal Muñoz 2-Ene P. Rodolfo Velásquez E. 3-Ene P. José Libardo Flórez C. 3-Ene P. Rodolfo A. Delgadillo H.5-Ene P. Jorge Octavio Ramírez H. 10-Ene P. Jorge Alberto Vélez H. 14-Ene P. Jubal Castelblanco R. 18-Ene P. Carlos Isaac Salazar G.18-Ene Mons. Nelson J. Cardona R.21-Ene P. Jamer Harud Martínez P.23-Ene P. José Seil García G. 27-Ene P. Ovidio Giraldo V. 28-Ene P. Augusto Sepúlveda Q.

Febrero1-Feb P. Juan Pablo Gallo Z.1-Feb P. Carlos David Pinzón Q.5-Feb P. José Hernán Palacios V. 8-Feb P. Elkin Nemesio Montoya M. 10-Feb P. Jaime Alberto Gómez G. 24-Feb P. Martín Emilio Ortega C.27-Feb P. Ramiro Arias Q.

Marzo3-Mar P. Carlos Andrés C.16-Mar P. Fernán Ospina C.17-Mar P. Jorge Eduardo C.17-Mar P. José Augusto Osorio C.19-Mar P. Hugo Cortés Sepúlveda.20-Mar P. César Tulio Bedoya M.23-Mar P. Carlos A. Villamarín V.

31-Mar P. José Armando Girarlo G.

Abril1-Abr P. Víctor Adrian Gómez A.3-Abr P. Daniel de Jesús Obando G. 4-Abr P. Rubén Darío Gallo Giraldo.6-Abr P. José Gabriel Correa R.9-Abr P. José Francisco Infante C.12-Abr P. Marino Gómez Z.13-Abr P. Miguel Ángel Aragón G.16-Abr Santo Padre Emérito Benedicto XVI.27-Abr P. Huber Cardona Toro.

Mayo3-May P. José Ramiro Tabares T.11-May P. Orlando de J. Carmona C.21-May P. Yorman B. Gutiérrez A.

12-May P. Andrés Felipe López P.20-May P. Jimmy Rolando Corzo R.21-May P. Guillermo Parra G.24-May P. Luis Alfonso García G.28-May P. Hugo Alexander Florido.29-May P. Diego Cardona H.

Junio9-Jun P. Luis Carlos Cañón T.10-Jun P. Nevio Alberto Gómez A.11-Jun P. Jesús Henry Rincón R.14-Jun P. Bernardo Quintero G.15-Jun P. Diego León Ruiz F.17-Jun P. Joaquín Climent Abad.20-Jun P. Luis Ignacio Arizmendy.25-Jun P. Carlos Arturo Arias C.30-Jun P. Pedro Pablo Reinoso M.

HORIZONTALES1. ¿Qué estaba cerrado cuando Jesús se presentó y dijo a sus discípulos: "La paz con vosotros."? Juan 20,26 4. Abreviatura de la Carta a los Hebreos.6. Además de los profetas, que otra cosa creían que Jesús venía a abolir. Mateo 5,178. Especialista en la Biblia. Doctor de la ley. 9. ¿Qué fina arma encontró Sansón para derrotar a mil hombres? Jueces 15,1510. Ofrenda o elevación, en griego. Es la parte central de la celebración eucarística. Lleva una F a la mitad.12. ¿Qué tocaba la gente que se unió a Salomón en el desfile? 1 Reyes 1,40 13. Ejemplos eminentes de pasiones son el amor y el odio, el deseo y el temor, la alegría, la tristeza y la ___. Catecismo No.177214. El sexto de los siete hermanos que habitaron en la tierra de Basán. 1 Crónicas 5,13 17. ...pero ha de saber el mundo que ____ al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Juan 14,31 19. Ezequiel profetizó que se levantarían contra Jerusalén: los babilonios, caldeos, los de Pecod, de ____ y Coa. Ezequiel 23,2323. Del latín praelatus, de praeferre, poner delante, a la cabeza. Título honorífico dado a algunos clérigos que tienen jurisdicción ordinaria en el fuero externo.24. ¿Qué estaba haciendo María afuera del sepulcro? Juan 20,1125. Juan 19,19 Pilato redactó también una inscripción y la puso sobre la cruz. Lo escrito era: "Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos."26. Estas son seis de las muchas ciudades y aldeas de Judá: Halul, Bet-sur, Gedor, Maarat, Bet Anot y _______. Josué 15, 5828. "El sacerdote continua la obra de redención en la tierra". Santo Cura de ____. 

29. Tercer hijo de Yéter. 1 Crónicas 7,38 30. Relativo al firmamento. Celestial.

VERTICALES1. Si, pues, tu mano o tu ___ te es ocasión de pecado, córtatelo y arrójalo de ti. Mateo 18,82. ¿Qué tiene que ser quien quiera ser el primero? Mateo 20,273. ¿Dónde desembarcó Demetrio, hijo de Seleuco? 2 Macabeos 14,15. ¿Qué hacía David delante de Yahveh con todas sus fuerzas? 2 Samuel 6,5 6. Virtud consistente en el cumplimiento de lo que exigen las normas de fidelidad, honor y gratitud.7. De los hijos de Baní, es el que se menciona al final. Esdras 10,37 10. Profetisa, hija de Fanuel que servía en el Templo cuando Jesús fue presentado. Lucas 2,36 11. Rey que construyó una cisterna o estanque para prevenirse contra Basá, rey de Israel. Jeremías 41,912. Rostro o superficie de la tierra.15. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la _________. Mateo 5,4216. En la familia de Helí, cuando alguien ofrecía un sacrificio, un criado tomaba carne con un tenedor de tres _______. 1 Samuel 2,1317. Término canónico con que se designa a la persona que se separó o ha sido separada de la comunión de los fieles.18. ¿De qué tenía patas la bestia que vio el escritor del Apocalipsis? Apocalipsis 13,219. Jesús dijo a los que lo seguían que ellos eran un elemento importante de la tierra, ¿cuál?. Mateo 5,1320. Del griego Apostolos = enviado delante, comisionado. 21. Los vencedores no serán borrados del libro de la vida y ¿cómo serán sus vestiduras? Apocalipsis 3,522. ¿Qué hace el que hace oración?27. En la narración bíblica del diluvio, aparece un arca: una especie de barco. A esto acostumbramos darle el nombre de Arca de ____.

foto pendiente

www.diocesisdeladorada.org 12NOTICIAS

La Iglesia particular de la Diócesis de la Dorada – Guaduas está de Celebración. Dos nuevos diáconos fueron ordenados el pasado 10 de marzo; ceremonia que fue presidida por Monseñor Oscar Aníbal Salazar Gómez, acompañado por un grupo de sacerdotes, seminaristas, familiares y comunidad local, en la Catedral Nuestra Señora del Carmen de La Dorada. Felicitamos a los jóvenes Jhonatan Arnaldo Herrera y Carlos de Dios Montilla Rincón por este momento especial en sus vidas, y les deseamos bendiciones en su ministerio diaconal.

El Seminario Mayor “Cristo Buen Pastor” con sede en Puerto Salgar (Cundinamarca), desde el año 1993, haciendo eco al lema “Formando Pastores al estilo de Jesús”, ha acompañado a jóvenes que desean realizar su proyecto de vida como futuros pastores al servicio de la Iglesia particular de la Dorada-Guaduas. El Seminario es la escuela de Jesús cuyo camino de discipulado consiste en un encuentro vivo con Él, que se manifiesta en actitudes concretas para con el hermano; es la casa donde se comparte la experiencia de la primera comunidad cristiana en búsqueda de la santidad, desde la vida consagrada. Nos unimos a esta celebración, pidiendo a Dios, siga dirigiendo esta labor en nuestra Diócesis.

¡Felices Bodas de Plata!

Dirección GeneralMonseñor Oscar Aníbal Salazar Gómez

Delegación de comunicacionesSor Diana Paola Herrera Castañeda, OPJosé Alfredo Aycardi Jaimes.Seminarista. Etapa configurativa IV

ColumnistasPbro. Jubal Castelblanco Romero.Pbro. Hugo Cortés SepúlvedaPbro. Daniel de Jesús Obando Gallego.Pbro Ramiro López

Pbro. José Augusto OsorioProgramas de Desarrollo para la Paz del Magdalena CentroPbro. Fabio Quintana MarínPsc. María Cristina Rodríguez CortéPaula VillanuevaPbro. Nevio Alberto Gómez AlzatePbro. Luis Ignacio Arismendy López

Diseño y diagramación:Panorama Agencia Digital

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DOS NUEVOS DIÁCONOS PARA LA DIÓCESIS

25 AÑOS FORMANDO PASTORES AL ESTILO DE JESÚS