Pluralismo económico y autogestión

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  • 7/29/2019 Pluralismo econmico y autogestin

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    Pluralismo econmico y autogestin

    La verdad rara vez es pura, y nunca simple. (Oscar Wilde)

    Actualmente est de moda al interior de algunos crculos el irse a los extremoPor ejemplo, algunos fanticos dentro de la nueva derecha plantean un

    solucin basada en los mercados y derechos de propiedad para casi cualquieproblema econmico, poltico o social. Esto, sin embargo, es totalmente invertidpor algunos dentro del crculo de la izquierda tradicional quienes proclaman unmeta colectiva de planeacin central integral y nacionalizacin de los mercado

    mayoristas.

    La literatura de autogestin administrativa ofrece una meta alternativaparentemente mucho ms atractiva y democrtica. Pero en esta tambin eposible "irse a los extremos": proponer una solucin completa y pura basada ela aplicacin universal de la autogestin y la coordinacin completa de lomercados por parte de los trabajadores (utpico y poco objetivo en el mundo dhoy). Uno de los ejemplos ms explcitos de esta tendencia se encuentra en lobra de Peter Jay (1980), donde l llama a una mayor ampliacin del mecanismde mercado en Occidente como en Oriente, (posiblemente incluso incluyendo lsalud, la educacin y los servicios sociales (p. 39)) y a una nada lenta y casuniversal constitucin de la cooperativa de los trabajadores. Por supuesto, ecuanto a las declaraciones de orientacin prctica se refiere, la mayora de lodems proponentes de esta solucin son ms mesurados y sofisticados en senfoque. A menudo se admite libremente que hay cierto papel para lplanificacin (planeacin?) central, que la coordinacin de mercado no puede ndebe ser universal, que hay un cierto papel para la industria nacionalizada atiempo que para un sector pequeo capitalista, y as sucesivamente. Ldeficiencia en muchos de estos casos no es causada a propsito; es de naturalezterica. Mientras que la teora de la economa auto-gestionada ha crecidrpidamente desde los aportes seminales de Jaroslav Vanek (1970) y Benjami

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    Ward (1958, 1967), ha habido relativamente poco trabajo relacionado con lestructura y el sistema basado en los problemas de la economa participativa y leconoma como un todo.

    Una versin anterior de este ensayo apareci en Avances en el anlisieconmico de las empresas participativas y auto-gestionadas (por sus propiotrabajadores)?, 1987. El autor agradece los comentarios de Fehr Ernst, EstriSal, Derek Jones y Bob Patn, as como dos rbitros annimos. El apoyo materiafue proporcionado por el Fondo de Investigacin Hallsworth en la Universidad dManchester.

    Pluralismo econmico y Autogestin

    El propsito de este ensayo no es silenciar el atractivo que tuviere la meta de lautogestin. Si tuviramos que cambiar nuestra vara de medir lejos detradicional socialismo estatista y del capitalismo hedonista, entonces la literaturacadmica a cerca de la "autogestin" y de "lo pequeo es hermoso" tiene un

    utilidad considerable. Una apata entre esta corriente de pensamiento y surivales estatistas y capitalistas no est siendo propuesta aqu. Como tampoco sofrece como alternativa una mezcla no estructurada de la llamada poltica "dcentro".

    A pesar de su loable radicalismo, Fritz Schumacher dej en claro su rechazo soluciones simplistas: no hay una nica respuesta. Para sus distinto

    propsitos el hombre necesita muchas estructuras diferentes, tanto pequeacomo grandes, unas exclusivas (excluyentes?) y otras penetrables (1973, p. 54).

    Este mismo argumento es pertinente a la cuestin de la autogestin. Adems, acomo hay peligro de diluir su mensaje y llamamiento, hay una posibilidad fcticde que si se presenta en trminos singulares o puristas, esta esperar hastofrecer una solucin viable a los problemas complejos y variados de uneconoma moderna.

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    Un escepticismo de respuestas simples a problemas complejos se justifica.

    Al postular este escepticismo no hay necesidad de que el radical vejete del cas

    de la autogestin sea desafiado. Podra decirse que es un arma ms fuerte de lque se cree, de ser los criterios para su aplicacin finos y no universales, y si spresenta junto a medidas complementarias para lograr la ampliacin de lparticipacin.

    Un enfoque pluralista como este ha sido evidente en las declaraciones polticade la revista Solidaridad en Polonia -organizacin que proclam reformademocrticas en Europa del Este- desde su fundacin en 1980. Al mismo tiempque destacaba la importancia global de la autogestin, Solidaridad propusreformas profundas y de gran calado a la estructura de la economa polacaincluyendo una descentralizacin sustancial de la planeacin (planificacin?) de las estructuras de toma de decisiones, y, sobre todo, de varios tipos dempresas, incluyendo un pequeo sector privado (tanto pequeos capitalistacomo empresas a cuenta propia), y que incluy diversas formas de propiedacomn, tales como cooperativas de trabajadores (la mayora de ella

    produciendo para el mercado), as como empresas pblicas y municipales. Ssostiene aqu que la idea de pluralismo econmico, segn lo expresado poSolidaridad, es una caracterstica esencial (parcial o completamente) de todeconoma democrtica y participativa.

    En la primera parte de este ensayo vamos a discutir algunas obras tericarelevantes no-neoclsicas sobre los mercados, y plantearemos algunas seria

    reservas de tipo prctica acerca de la extensin que el mercado debera tenesegn la escala sugerida por Jay. En la seccin siguiente un marco terico spropondr el cual abarcar el argumento anterior y entretendr una idea centray dominante a cerca de la autogestin y el socialismo participativo.

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    La teora neoclsica y los lmites del mercado.

    La definicin y demarcacin precisa del rea conocida como "econom

    neoclsica" es, por supuesto, problemtica. Sin embargo, para nuestropropsitos aqu tratados, la definicin la daremos en estos trminos: (a) ucomportamiento racional y maximizante por todos los agentes pertinentes, (b) lausencia de problemas de informacin substancial e incertidumbre verdadera, (c) el enfoque terico sobre el equilibrio; son suficientes definiciones.

    Mucho, o, de hecho, la mayora de la literatura terica que hay sobre empresauto-gestionada se arroja dentro del modelo neoclsico. Los agentes que regulalas empresas se suponen como racionales en el sentido de que exhiben ucomportamiento coherente maximizando recursos y oportunidades. Informacicrucial con respecto a ingresos y gastos se supone es obtenible sin muchdificultad.

    El comportamiento de maximizar ganancias en base a los ingresos conocidos curvas de costos nos conduce por lo tanto fcilmente a ambos equilibrios: d

    corto y largo plazo. La literatura de auto-gestin ha reproducido por lo tanto lteora neoclsica de la empresa conforme a la modificacinnatural (concepcique dicta como comportamiento natural el maximizar ganancias sin importams nada, la competencia como eje de calidad, la libertad de accin, etc) pero nconforme a la funcin equilibrante de la maximizacin. El modelo neoclsico dempresa as como el sistema de mercado, son sofisticados, elegantes, seductorey formalmente precisos. Pero son un error. Hay muchas razones diversas que da

    cuenta de este fallo, y solo es posible concentrarse en no ms que unos pocoaqu.

    Una fuente del problema para la teora neoclsica es su intento de anlisiuniversal de todos los fenmenos econmicos. El marco terico de elecciindividual, racional, se utiliza para describir los mercados, pero tambin, simucho compromiso, se aplica a otras estructuras econmicas y sistemas. Econsecuencia, la universalidad del anlisis neoclsico puede prestarse fcilment

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    para concluir soluciones puras y universales. En particular, si el marco neoclsicde eleccin es visto como una expresin adecuada de las relaciones de mercad(lo cual en realidad no es) entonces la universalidad del anlisis sugiere que lomercados tienen en la prctica una aplicacin potencialmente universal.

    As entonces, esta universalidad potencial que implicada directamente por l

    teora neoclsica, es independiente del grado de vinculacin que el tericneoclsico pueda tener hacia los mercados en trminos de factor determinantpara hacer poltica.

    No se sugiere aqu que la teora neoclsica es necesariamente pro-mercado. Dhecho, los tericos austriacos, como Von Mises y Hayek han argumentado questa es un vehculo terico pobre para avanzar dicha poltica (en serio? jeje).

    Adems, los supuestos informativos en la teora neoclsica se corresponden mcon un centralismo mtico de conocimiento que a la descentralizacin real demercado. Lo que se sugiere aqu es que debido a que la teora neoclsica es dben la descripcin y explicacin de las estructuras institucionales as como en epapel de la informacin y el conocimiento, por lo tanto es tambin dbil en scomprensin de las fuerzas relativas a las formas de mercado y de no mercado, en la obtencin de criterios de poltica adecuados para demarcar entre ellos.

    Para ilustrar esto vamos a plantear una pregunta pertinente. Si el mercado euna sociedad auto-gestionada debe ser tan omnipresente, entonces para qutener empresa cooperativa en absoluto? Despus de todo, si los mercados son tavaliosos, entonces parecera ser muy apropiado que cada trabajador debnegociar el producto de su trabajo nicamente con otros trabajadores. En otrapalabras, la forma apropiada de "auto-gestin" en estos trminos, parecer seun sistema de productores independientes (lo que Marx llam 'simple'

    'insignificante' produccin de mercancas) y no una cooperativa de lotrabajadores.

    Por supuesto, una pregunta similar a aquella del prrafo anterior se hizo en ucontexto diferente por Ronald Coase (1937) en su artculo clsico. Se preguntpor qu el mercado est ausente de los trabajos internos de la empresa ordinariSu respuesta est dada en trminos de los excesivos costos de transacci

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    involucrados en la organizacin de la produccin sobre la base de un mecanismde precios. En particular, sera demasiado engorroso y costoso de organizar ecomplejo proceso de produccin sobre la base de contratos repetitivos entrtrabajadores individuales. Los contratos no se eliminan dentro de una empresasino que se reducen en gran medida por su alta existencia.

    A pesar de los intentos posteriores para dar cabida a un tipo de enfoque Coaseiano dentro de la teora general neoclsica de empresa (por ejemplo Williamson1975, 1985), la pregunta de Coase es en ltima instancia destructiva para lteora neoclsica, Coase mismo hace injustificadas concesiones al marginalismen su artculo y critica la visin de Frank Knight (1921), donde la existencia de lempresa es relacionada con la incertidumbre. Como he indicado en otro luga(Hodgson, 1982, p. 191), en este punto Coase casi tira al beb junto con el agu

    de la tina. Si no hubiere incertidumbre, no habra entonces "costo de utilizar emecanismo de precios" o de "descubrir lo que los precios relevantes son, y lteora de Coase no sera aplicable. La existencia de incertidumbre y otroproblemas de informacin son una condicin necesaria (pero no suficiente) parla existencia de la empresa.

    La incertidumbre, por supuesto, se distingue de los riesgos. A esta ltima, ms na la primera, podemos adjuntar una significativa probabilidad calculada (Keyne1937). La teora neoclsica puede incluir riesgo, a menudo llamadincertidumbre, vase (Hirschleifer y Riley, 1979), pero como Paul Davidso(1978) y otros han sealado, bajo esta concepcin de incertidumbre no es fcabrazar la verdadera incertidumbre en el sentido de Knight (1921) y Keynes.

    La verdadera incertidumbre no se puede incorporar en la teora neoclsicporque impedira a los agentes la maximizacin en el sentido estndar. Sin u

    clculo de la probabilidad y el riesgo, los agentes no seran capaces de buscaincrementablemente un ptimo. La teora neoclsica exige que una probabilidase adjunte a cada resultado, y esto, por definicin, excluye la verdaderincertidumbre.

    Podra argumentarse que el concepto de riesgo por s solo no es suficiente parcomprender la empresa. Si probabilidades definidas se pueden unir a lacontingencias derivadas de la organizacin de la produccin, entonces abrimos l

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    puerta a su conceptualizacin completa en trminos individuales contractualistas. (Para un ejemplo ver Alchian y Demsetz, 1972, y para uncrtica ver Nutzinger, 1976). Si los contratos estn sujetos simplemente a riesgoentonces podemos definirlos en trminos ms precisos que lo habitual o lfactible, con el contrato acorde al mundo real entre la empresa (capitalista

    cooperativa) y el trabajador. Sin embargo, en la realidad se no es el caso (

    ).En consecuencia, no puede haber una teora adecuada de empresa -incluyendo la cooperativa de trabajadores- que no contenga incertidumbre. Como Keynesaba muy bien, el concepto de incertidumbre tiene consecuencias destructivapara la teora tradicional. En particular, como Neil Kay (1984) muestra, uanlisis de los problemas de informacin incluida la incertidumbre es cruciapara la teora de la empresa. La teora neoclsica al evitar la verdader

    incertidumbre se hace por tanto incapaz de construir una teora sustancial desta institucin, la empresa. Como Fritz Machlup (1967) admite, la teorneoclsica de empresa es en realidad una teora de los precios de mercado costos, no de empresa en lo absoluto.

    La consideracin de la incertidumbre que rige la relacin empleado-empleadoen la empresa capitalista llev a Alan Fox (1974) a argumentar de manerconvincente que un elemento de "confianza" supracontractual es esencial parlas relaciones laborales industriales, y que un sistema puramente contractual nera factible (como lo plantearan los neo-institucionalistas eso ya es de mcosecha, ;).

    La existencia de incertidumbre y de otros graves problemas de informacin dacuenta por (o causan) la limitacin de los mecanismos del mercado dentro de lempresa y la existencia misma de la estructura (jerrquica o cooperativa, pero n

    de mercado) de organizacin de la empresa.Un modelo purista basado en el mercado, de una sociedad autogestionariconstruida en trminos neoclsicos se presenta por lo mismo con un problemaSus suposiciones tericas que rebajan o ignoran los problemas de informacin la incertidumbre, sugieren que no hay ninguna razn para que la empres(cooperativa) exista en absoluto. Esto puede ser superado slo por al menos uabandono parcial de la teora neoclsica y la construccin de clara

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    demarcaciones y criterios para la aplicacin de sistemas de mercado y de nmercado de regulacin y organizacin. La poca atencin puesta al desarrollo y levaluacin de dichos criterios, y el uso generalizado del modelo neoclsico, epor tanto un defecto de gran parte de la literatura que hay a cerca de la autogestin.

    LMITES DE NUEVAS AL MERCADO

    Una segunda esfera donde hay limitaciones tericas y prcticas para efuncionamiento del mercado es en el hogar. Ha sido tradicional para la teoreconmica ortodoxa en el pasado o ignorar el hogar familiar como uninstitucin econmica o de tratarlo como si se tratara de una sola persona: el tapaternal 'cabeza de familia' que personifica el hogar en su conjunto. Hasta ciertpunto este mismo defecto se encuentra en la literatura econmica sobre la autogestin, al menos en el sentido de que los criterios de delimitacin entre laformas familiares de hogar y las no familiares de organizacin econmica, sevitan en el anlisis. La teora neoclsica ha comenzado a desarrollar su propimodelo de teora de familiar de hogar (vase Becker, 1965; y para una crticSawhill, 1977), pero por lo general esto supone que podemos tratar al hogacomo si l por s mismo fuera un mercado y una institucin basada en contrato.

    En mi libro La economa democrtica se sostiene que en el mundo real lpenetracin completa de las relaciones de mercado en el hogar no es posibl(menos mal!), incluso dentro de una sociedad capitalista. Una razn importantque lo explica es que la sobre-extensin del mercado y de las relacionepuramente contractualistas amenazaba con romper los lazos culturales y de otrndole, importantes, que son necesarios para el buen funcionamiento del sistemen su conjunto.