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32 LA VANGUARDIA OPINIÓN DOMINGO, 27 MARZO 2011 S i por el final de la crisis se entien- de que la economía española ha salido de la recesión, la respuesta sería positiva. Sin embargo, si se espera el inicio a corto plazo de una vuel- ta a las tasas de incremento del PIB exis- tentes en la precrisis, la contestación es negativa. El perfil del ciclo económico na- cional es el de una L casi perfecta: una brutal caída de la actividad seguida de un periodo de estancamiento. Este mediocre escenario se deteriorará si se materiali- zan una serie de hipótesis de fácil o proba- ble cumplimiento. El sexto plan de saneamiento del siste- ma financiero lanzado por el Gobierno no va a permitir ni normalizar el funcio- namiento del crédito ni sanear las entida- des de crédito. Forzará a nacionalizar a plazo fijo, septiembre del 2011, una parte sustancial de las cajas que no van a conse- guir inversores privados para recapitali- zarse. El Estado se verá obligado a absor- ber las pérdidas y las necesidades de capi- talización de un buen número de institu- ciones crediticias con un impacto alcista sobre el binomio déficit-deuda. Por otra parte, la política presupuesta- ria no existe como un proyecto a medio plazo. Los recortes aplicados son coyun- turales. Por añadidura, el objetivo de défi- cit para este año es incompatible con el crecimiento real de la economía españo- la. La ratio deuda/PIB seguirá aumentan- do y en una economía que no crece eso significa que se estabilizará en niveles in- sostenibles a lo largo de los próximos dos años. El denominado pacto social es un ejer- cicio de marketing político. Con una tasa de paro del 20% y con una inmigración potencial muy alta, como se reflejó en el ciclo expansivo 1996-2007, las pensiones no son el problema central en el corto pla- zo. La prioridad es crear empleo y la pseu- dorreforma laboral planteada hasta el mo- mento no sirve para lograr esa meta. En cualquier caso, el pacto social no aborda los problemas de fondo ni del modelo de retiro ni del lamentable esquema de rela- ciones laborales vigente, ni introduce nin- guna medida estructural para relanzar el crecimiento. La economía española puede encon- trarse en una situación dramática a lo lar- go del 2011: un problema financiero-ban- cario a la irlandesa con otro de cuestiona- miento de las cuentas públicas a la griega cuando en autonomías y ayuntamientos todavía gobernados por el PSOE cambien de gestores. Eso plantea serios riesgos de recaída...c La prioridad es crear empleo y la pseudorreforma laboral planteada hasta el momento no sirve para lograr esa meta Participe con su opinión en www.lavanguardia.es PUBLICACIONES Contra la cultura del subsi- dio. Microburguesía ‘low cost’. M. Vidal. Ediciones 2000, Grupo Planeta, 2010 ¿El final de la crisis?. L. Torralba. Lid, 2009 ¿Y después de la crisis, qué?: Claves para un nuevo rumbo económico en España. J. Trigo y J. Rosell. Deusto ediciones, 2009 El día después de la crisis. R. Tornabell. Ariel, 2010 Ha llegado la hora de montar tu empresa. A. Suárez Sánchez-Ocaña. Editorial Deusto, 2011 WEBS http://www.gregmankiw. blogspot.com/ http://www.johnbtaylors- blog.blogspot.com/ http://www.becker-pos- ner-blog.com/ http://www.marginalrevo- lution.com/ LA CLAVE Lorenzo Bernaldo de Quirós H ace pocos meses ofrecí una conferen- cia acerca del valor emprendedor. A todos los presentes les dije que tener un sueño y hacer todo lo posible por llevarlo a cabo es gratificante por el mero hecho de recorrer el camino. Mi charla se titulaba El club de los soñadores” y representaba el aprendiza- je en momentos difíciles. Al iniciar mi interven- ción comuniqué a los asistentes que les regalaba cien mil euros. Les pregunté qué harían con ellos. Unos dijeron viajar, otros pagar la hipoteca, una decena meterlo en el banco, pero la mayoría dijo montar un negocio”. Esa misma pregunta la hizo una televisión unos días antes y el resultado fue todo lo contrario. La mayoría no pensaba en afron- tar ningún reto empresarial. Es normal. La mayo- ría de la gente, sin darse cuenta, continúa esperan- do que el Estado los identifique como ciudadanos débiles, les reduzca su criterio individual, les con- ceda una plaza en la incubadora social, les mues- tre las ayudas posibles, les conceda soporte y les recorte libertades. Al depender de más ayudas, el ciudadano cada vez tiene menos opciones de auto- gestión. Dicen que llevamos en crisis cerca de tres años. Incluso hay quien habla de recuperación inmi- nente” como si estuviéramos en condiciones de re- cuperar algo. Pocos han aceptado la situación real. Nada queda por recuperar y mucho por afrontar. Afrontar una nueva situación tremendamente es- trecha, compleja y donde los que vean antes el nue- vo escenario más opciones de crecer tendrán. Esta no es una fase intermedia, ni un enlace con algo diferente, ni tan siquiera tiene que ver con la cura- ción de las heridas. La actual situación es a lo que vamos a tener que enfrentarnos en las próximas generaciones: es la desembocadura final. Me alegra haber llegado a la conclusión de que no hay nada que recuperar. Espero que no regrese el modelo insostenible que nos ha llevado a esta situación. No era más que un circuito cerrado que pretendía vender productos cerámicos que nadie necesitaba por el mero hecho de que, en la suce- sión de reventas, su valor ascendía hasta niveles que rozaban el insulto. Este país está frente al reto de generar una economía vinculada al conocimien- to y a las nuevas tecnologías, a los servicios con un alto valor añadido y a una industria sofisticada y de vanguardia. La otra opción es esperar el retor- no de un mecanismo económico que fue un artilu- gio retorcido para hipotecar el futuro. El nuevo modelo es una parada técnica que se alargará años y que se fundamenta en una atonía global que desincentiva la inversión privada e impi- de la pública por el asuntillo del déficit. Se ha dise- ñado muy bien el espacio donde debe desarrollarse todo ello. Se ha preparado a la sociedad, se la ha dormido adecuadamente. A medida que se insinúa que estamos a pocos metros de una mejoría inmi- nente, la buena gente espera con paciencia a que eso ocurra. Al mismo tiempo, por empatía, se trans- mite la impresión de que ser emprendedor es una actividad de suicidas en lugar de valientes, que es- tudiar oposiciones es una buena manera de asegu- rarse el futuro o que permitir que se escape el talen- to joven a Alemania es un mal temporal, puesto que en cuanto todo se arregle” volverán. Ya... En todos los territorios económicos aparece una oportunidad, y en este también. Lo importante es aceptarla, asumir sus condiciones, sus nuevas re- glas del juego y, sobre todo, ponerse en disposi- ción rápidamente. A los que anuncien recupera- ciones” futuras o mejores tiempos en breve, ¡ni ca- so!, esto se queda así y así será hasta que entre to- dos modifiquemos el sistema económico y las cláu- sulas que lo definen. El camino está plagado de pie- dras, pero hay que empezar de algún modo. ¿Có- mo lo hacemos? Enfrentándonos al protocolario discurso de estamos tocando fondo, a medio pla- zo todo se irá recuperando”. Es necesario descu- brir la verdadera oportunidad digital, la renovable, la de escuchar a los clientes en las redes sociales, la del talento global, la de ayudarse colectivamen- te para hacer ejecutivo el control de costes, la de acumular eficiencia, la de retener el talento alrede- dor del propio emprendedor, la de aliarse con el enemigo si es preciso, la de transaccionar con pro- veedores, la de revisar si un modelo de negocio no se ha quedado obsoleto y la de apostar por los cam- bios que lo puedan hacer viable cueste lo que cues- te, aunque lo cueste todo y te lleve al cierre. Del fracaso y de la ruina, se aprende. Si no hacemos nada, la clase media seguirá ce- diendo terreno a cambio de que otros aporten la solución. Somos la clase media menguante y lo so- mos en gran medida porque nos da la gana. Es posi- ble que no nos demos cuenta de que los primeros responsables de muchos de los males que vivimos somos nosotros mismos. La velocidad y la fortale- za con la que salgamos de ese tránsito complejo dependerá en gran medida de la voluntad y la liber- tad que tenga la gente para afrontar este reto.c L. BERNALDO DE QUIRÓS, economista; presidente de Freemarket Corporate Intelligence La realidad que debemos afrontar es compleja y los que vean antes el nuevo escenario más opciones de crecer tendrán PARA SABER MÁS Serios riesgos de recaída JOSEP PULIDO Dicen que llevamos en crisis cerca de tres años. Incluso hay quien habla de recuperación inminente”. Pero pocos han aceptado la situación real. Dicen los expertos que debemos asumir que no queda nada por recuperar y mucho por afrontar. Entonces, ¿cuál es el nuevo estadio económico? ¿Qué futuro nos espera? Poner fin a la crisis ANÁLISIS Marc Vidal M. VIDAL, analista económico y emprendedor; autor de ‘Contra la cultura del subsidio’, de Gestión 2000 TEMAS DE DEBATE El momento de los valientes

poner fin a la crisis

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32 LAVANGUARDIA O P I N I Ó N DOMINGO, 27 MARZO 2011

S i por el final de la crisis se entien-de que la economía española hasalido de la recesión, la respuestasería positiva. Sin embargo, si se

espera el inicio a corto plazo de una vuel-ta a las tasas de incremento del PIB exis-tentes en la precrisis, la contestación esnegativa. El perfil del ciclo económico na-cional es el de una L casi perfecta: unabrutal caída de la actividad seguida de unperiodo de estancamiento. Estemediocreescenario se deteriorará si se materiali-zan una serie de hipótesis de fácil o proba-ble cumplimiento.El sexto plan de saneamiento del siste-

ma financiero lanzado por el Gobiernono va a permitir ni normalizar el funcio-

namiento del crédito ni sanear las entida-des de crédito. Forzará a nacionalizar aplazo fijo, septiembre del 2011, una partesustancial de las cajas que no van a conse-guir inversores privados para recapitali-zarse. El Estado se verá obligado a absor-ber las pérdidas y las necesidades de capi-talización de un buen número de institu-ciones crediticias con un impacto alcistasobre el binomio déficit-deuda.Por otra parte, la política presupuesta-

ria no existe como un proyecto a medioplazo. Los recortes aplicados son coyun-turales. Por añadidura, el objetivo de défi-cit para este año es incompatible con elcrecimiento real de la economía españo-la. La ratio deuda/PIB seguirá aumentan-do y en una economía que no crece esosignifica que se estabilizará en niveles in-sostenibles a lo largo de los próximos dosaños.El denominado pacto social es un ejer-

cicio de marketing político. Con una tasade paro del 20% y con una inmigraciónpotencial muy alta, como se reflejó en elciclo expansivo 1996-2007, las pensionesno son el problema central en el corto pla-zo. La prioridad es crear empleo y la pseu-dorreforma laboral planteada hasta elmo-mento no sirve para lograr esa meta. Encualquier caso, el pacto social no abordalos problemas de fondo ni del modelo deretiro ni del lamentable esquema de rela-ciones laborales vigente, ni introduce nin-guna medida estructural para relanzar elcrecimiento.La economía española puede encon-

trarse en una situación dramática a lo lar-go del 2011: un problema financiero-ban-cario a la irlandesa con otro de cuestiona-miento de las cuentas públicas a la griegacuando en autonomías y ayuntamientostodavía gobernados por el PSOE cambiende gestores. Eso plantea serios riesgos derecaída...c

La prioridad es crear empleoy la pseudorreforma laboralplanteada hasta el momentono sirve para lograr esa meta

Participe con su opiniónen www.lavanguardia.es

PUBLICACIONESContra la cultura del subsi-dio. Microburguesía ‘lowcost’. M. Vidal. Ediciones2000, Grupo Planeta,2010

¿El final de la crisis?. L.Torralba. Lid, 2009

¿Y después de la crisis,qué?: Claves para unnuevo rumbo económicoen España. J. Trigo y J.Rosell. Deusto ediciones,2009

El día después de la crisis.R. Tornabell. Ariel, 2010

Ha llegado la hora demontar tu empresa. A.Suárez Sánchez-Ocaña.Editorial Deusto, 2011

WEBS

http://www.gregmankiw.blogspot.com/

http://www.johnbtaylors-blog.blogspot.com/

http://www.becker-pos-ner-blog.com/

http://www.marginalrevo-lution.com/

LA CLAVE Lorenzo Bernaldo de Quirós

H ace pocos meses ofrecí una conferen-cia acerca del valor emprendedor. Atodos los presentes les dije que tenerun sueño y hacer todo lo posible por

llevarlo a cabo es gratificante por el mero hechode recorrer el camino. Mi charla se titulaba “Elclub de los soñadores” y representaba el aprendiza-je en momentos difíciles. Al iniciar mi interven-ción comuniqué a los asistentes que les regalabacien mil euros. Les pregunté qué harían con ellos.Unos dijeron viajar, otros pagar la hipoteca, unadecena meterlo en el banco, pero la mayoría dijo“montar un negocio”. Esa misma pregunta la hizouna televisión unos días antes y el resultado fuetodo lo contrario. Lamayoría no pensaba en afron-tar ningún reto empresarial. Es normal. La mayo-ría de la gente, sin darse cuenta, continúa esperan-do que el Estado los identifique como ciudadanosdébiles, les reduzca su criterio individual, les con-ceda una plaza en la incubadora social, les mues-tre las ayudas posibles, les conceda soporte y lesrecorte libertades. Al depender de más ayudas, elciudadano cada vez tienemenos opciones de auto-gestión.Dicen que llevamos en crisis cerca de tres años.

Incluso hay quien habla de “recuperación inmi-nente” como si estuviéramos en condiciones de re-cuperar algo. Pocos han aceptado la situación real.Nada queda por recuperar y mucho por afrontar.Afrontar una nueva situación tremendamente es-trecha, compleja y donde los que vean antes el nue-vo escenario más opciones de crecer tendrán. Estano es una fase intermedia, ni un enlace con algodiferente, ni tan siquiera tiene que ver con la cura-ción de las heridas. La actual situación es a lo quevamos a tener que enfrentarnos en las próximasgeneraciones: es la desembocadura final.Me alegra haber llegado a la conclusión de que

no hay nada que recuperar. Espero que no regreseel modelo insostenible que nos ha llevado a estasituación. No era más que un circuito cerrado quepretendía vender productos cerámicos que nadienecesitaba por el mero hecho de que, en la suce-sión de reventas, su valor ascendía hasta nivelesque rozaban el insulto. Este país está frente al retode generar una economía vinculada al conocimien-to y a las nuevas tecnologías, a los servicios con unalto valor añadido y a una industria sofisticada y

de vanguardia. La otra opción es esperar el retor-no de unmecanismo económico que fue un artilu-gio retorcido para hipotecar el futuro.El nuevo modelo es una parada técnica que se

alargará años y que se fundamenta en una atoníaglobal que desincentiva la inversión privada e impi-de la pública por el asuntillo del déficit. Se ha dise-ñadomuy bien el espacio donde debe desarrollarsetodo ello. Se ha preparado a la sociedad, se la hadormido adecuadamente. A medida que se insinúaque estamos a pocos metros de una mejoría inmi-nente, la buena gente espera con paciencia a queeso ocurra. Almismo tiempo, por empatía, se trans-mite la impresión de que ser emprendedor es una

actividad de suicidas en lugar de valientes, que es-tudiar oposiciones es una buena manera de asegu-rarse el futuro o que permitir que se escape el talen-to joven a Alemania es un mal temporal, puestoque en cuanto “todo se arregle” volverán. Ya...En todos los territorios económicos aparece una

oportunidad, y en este también. Lo importante esaceptarla, asumir sus condiciones, sus nuevas re-glas del juego y, sobre todo, ponerse en disposi-ción rápidamente. A los que anuncien “recupera-ciones” futuras omejores tiempos en breve, ¡ni ca-so!, esto se queda así y así será hasta que entre to-dosmodifiquemos el sistema económico y las cláu-sulas que lo definen. El camino está plagado de pie-dras, pero hay que empezar de algún modo. ¿Có-mo lo hacemos? Enfrentándonos al protocolariodiscurso de “estamos tocando fondo, a medio pla-zo todo se irá recuperando”. Es necesario descu-brir la verdadera oportunidad digital, la renovable,la de escuchar a los clientes en las redes sociales,la del talento global, la de ayudarse colectivamen-te para hacer ejecutivo el control de costes, la deacumular eficiencia, la de retener el talento alrede-dor del propio emprendedor, la de aliarse con elenemigo si es preciso, la de transaccionar con pro-veedores, la de revisar si un modelo de negocio nose ha quedado obsoleto y la de apostar por los cam-bios que lo puedan hacer viable cueste lo que cues-te, aunque lo cueste todo y te lleve al cierre. Delfracaso y de la ruina, se aprende.Si no hacemos nada, la clase media seguirá ce-

diendo terreno a cambio de que otros aporten lasolución. Somos la clase media menguante y lo so-mos en granmedida porque nos da la gana. Es posi-ble que no nos demos cuenta de que los primerosresponsables de muchos de los males que vivimossomos nosotros mismos. La velocidad y la fortale-za con la que salgamos de ese tránsito complejodependerá en granmedida de la voluntad y la liber-tad que tenga la gente para afrontar este reto.c

L. BERNALDO DE QUIRÓS, economista; presidentede Freemarket Corporate Intelligence

La realidad que debemos afrontares compleja y los que veanantes el nuevo escenario másopciones de crecer tendrán

PARA SABER MÁS

Serios riesgosde recaída

JOSEP PULIDO

Dicen que llevamos en crisis cerca de tres años. Incluso hay quien habla de “recuperación inminente”. Pero pocos han aceptadola situación real. Dicen los expertos que debemos asumir que no queda nada por recuperar y mucho por afrontar. Entonces,¿cuál es el nuevo estadio económico? ¿Qué futuro nos espera?

Poner fina lacrisis

ANÁLISIS Marc Vidal

M. VIDAL, analista económico y emprendedor; autor de‘Contra la cultura del subsidio’, de Gestión 2000

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