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POR QUE EL DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MÉXICO FUE EN REALIDAD DESESTABILIZADOR Algunas consecuencias para el futuro* Clark W. Reynolds I. EL CARÁCTER DE LA CRISIS RECIENTE La catastrófica declinación experimentada recientemente por el peso, de 8 a 4 centavos de dólar o menos en cuestión de meses, combinada con la salida casi histérica de fondos, constituyó uno de los desórdenes más graves de la economía mexicana en decenios. Es probable que nunca llegue a saberse con precisión las dimensiones de la salida de capital ni las fuentes de los múltiples rumores que circularon en México y el extranjero acerca de invasiones campesinas, repartición de tierras por el saliente presidente Echeverría, recriminaciones intercambiadas entre el Presidente y los representantes de empresarios, banqueros y agricultores. Todo esto ha dejado a los observadores con una extraña sensación de azoro. Y el hecho de que el peso haya subido hasta cerca de 5 centavos de dólar es escaso consuelo para quienes en gran número experimentaron p)érdidas de capital muy superiores a las previstas por los estimadores más serios del riesgo cambiarlo antes de agosto. ¿Cuan fundamentales fueron las causas de la crisis en términos de la estruc- tura básica de la economía, la sociedad y el sistema político único desarrollado por México durante el medio siglo transcurrido desde la Revolución? Y ¿cuál es la probabilidad de que con el gobierno entrante continúen los problemas estructurales, de los cuales la crisis del peso fue sólo un síntoma? Por último, ¿hasta dónde afectan estos factores a los Estados Unidos, en términos de comercio, finanzas, inversión ex- tranjera y migración, así como en términos de la estabilidad política de * Documento presentado ante el Congreso de los Estados Unidos, Comité Económico Conjunto, Sul)comité sobre Relaciones Económicas Interamericanas, Audiencias sobre "Aconte- cimientos recientes en México y sus implicaciones económicas para los Estados Unidos", Washington, D.C., 17 de enero de 1977. Deseo agradecer a Héctor Sánchez Sepúlveda y Gerardo Espinosa el auxilio de investigación que me prestaron para la preparación de este documento. [Traducción del inglés de Ejduardo L. Suárez; EL TRIMESTRE ECONÓMICO, vol. XLIV, núm. 176, 1977, pp. 997-1023.] 653

por que el desarrollo estabiliazdor de México fue en realidad desestabilizador

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Consecuencias dado el desarrollo estabilizador de México.

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  • POR QUE EL DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO FUE EN REALIDAD DESESTABILIZADOR

    Algunas consecuencias para el futuro*

    Clark W. Reynolds

    I. EL CARCTER DE LA CRISIS RECIENTE

    La catastrfica declinacin experimentada recientemente por el peso, de 8 a 4 centavos de dlar o menos en cuestin de meses, combinada con la salida casi histrica de fondos, constituy uno de los desrdenes ms graves de la economa mexicana en decenios. Es probable que nunca llegue a saberse con precisin las dimensiones de la salida de capital ni las fuentes de los mltiples rumores que circularon en Mxico y el extranjero acerca de invasiones campesinas, reparticin de tierras por el saliente presidente Echeverra, recriminaciones intercambiadas entre el Presidente y los representantes de empresarios, banqueros y agricultores. Todo esto ha dejado a los observadores con una extraa sensacin de azoro. Y el hecho de que el peso haya subido hasta cerca de 5 centavos de dlar es escaso consuelo para quienes en gran nmero experimentaron p)rdidas de capital muy superiores a las previstas por los estimadores ms serios del riesgo cambiarlo antes de agosto. Cuan fundamentales fueron las causas de la crisis en trminos de la estruc- tura bsica de la economa, la sociedad y el sistema poltico nico desarrollado por Mxico durante el medio siglo transcurrido desde la Revolucin? Y cul es la probabilidad de que con el gobierno entrante continen los problemas estructurales, de los cuales la crisis del peso fue slo un sntoma? Por ltimo, hasta dnde afectan estos factores a los Estados Unidos, en trminos de comercio, finanzas, inversin ex- tranjera y migracin, as como en trminos de la estabilidad poltica de

    * Documento presentado ante el Congreso de los Estados Unidos, Comit Econmico Conjunto, Sul)comit sobre Relaciones Econmicas Interamericanas, Audiencias sobre "Aconte- cimientos recientes en Mxico y sus implicaciones econmicas para los Estados Unidos", Washington, D.C., 17 de enero de 1977. Deseo agradecer a Hctor Snchez Seplveda y Gerardo Espinosa el auxilio de investigacin que me prestaron para la preparacin de este documento. [Traduccin del ingls de Ejduardo L. Surez; EL TRIMESTRE ECONMICO, vol. XLIV, nm. 176, 1977, pp. 997-1023.]

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    nuestro vecino del sur? Aqu tratar de colocar estos interrogantes en una perspectiva histrica y de iluminar los principales aspectos eco- nmicos.

    Antecedentes

    Despus de la segunda Guerra Mundial el ingreso per capita de Mxico se aproximaba a 150 dlares anuales, y casi el 60% de la pobla- cin viva en el sector rural con ingresos muy por debajo de ese nivel. La guerra haba impulsado las manufacturas mexicanas, y los gober- nantes decidieron continuar tal impulso por medios artificiales que incluan la proteccin arancelaria, los contratos de licencias que res- tringan las importaciones competitivas, las exenciones y los subsidios fiscales, el establecimiento de empresas pblicas en sectores estratgicos, as como la provisin de energa elctrica, caminos, sistemas de comu- nicacin y combustible a precios subsidiados. Los gastos del programa de industrializacin del gobierno, y los proyectos de infraestructura relacionados, se cubrieron en parte con financiamiento deficitario. Dado que los bonos pblicos de bajo rendimiento atraan poco a los inversio- nistas nacionales o extranjeros, el resultado fue gravemente infiacio- nario. Entre 1948 y 1954 aument el ndice de precios al mayoreo al 8.4% anual. Mientras tanto, el nivel de precios de los Estados Unidos creca al 2.0% anual. En virtud de que las dos economas estaban tan estrechamente ligadas por corrientes comerciales y financieras, esta brecha creciente entre los precios en pesos y en dlares se reflejaba en presiones sobre el tipo de cambio. En suma, el desequilibrio interno proveniente de los dficit de la poltica fiscal condujo al desequilibrio externo y a presiones sobre el tipo de cambio. El peso se devalu entre 1948 y 1954, de 4.85 a 12.50 por dlar y esta ltima paridad se man- tuvo hasta agosto de 1976.

    En ese momento haba un debate importante acerca de las polticas "infiacionarias" de los gobiernos mexicanos de la posguerra, y sobre todo acerca de la industrializacin forzada que algunos observadores ms conservadores, nacionales y extranjeros, consideraban inadecuada para la ventaja comparativa fundamental del pas en la produccin de materias primas y productos primarios. Estos observadores afirmaban que la infiacin no reflejaba slo el programa financiado con dficit,

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    sino tambin la incapacidad de Mxico para crear una adecuada base de produccin industrial que pudiese competir eficazmente en el mer- cado internacional. Sin embargo, muchas empresas extranjeras, sobre lodo norteamericanas, invertan en Mxico para aprovechar la filosofa del crecimiento y la expansin de los mercados internos que podran abastecer tras las barreras comerciales protectoras. I^ actuacin posterior de la economa pareci dar la razn a los optimistas, quienes sostenan que una vez instalada la capacidad la nueva estructura econmica sera capaz de satisfacer la demanda durante aos sin inflacin importante. En efecto, los aos cincuenta y sesenta constituyeron un periodo de estabilidad creciente, medida por las tasas de inflacin y las presiones sobre el tipo de cambio (vase Reynolds, 1976, y Sols, 1970).

    II. FUE UN ERROR EL DESARROLLO ESTABILIZADOR DE 1960-1970?

    Los gobiernos de Lpez Mateos y Daz Ordaz (diciembre de 1958 a noviembre de 1964 y diciembre de 1964 a noviembre de 1970, respec- tivamente) fueron periodos de polticas econmicas relativamente con- servadoras que favorecan al sector privado. Examinaremos ms de cer- ca el segundo sexenio (1965-1970), aunque sus polticas fueron una continuacin de la primera mitad del decenio. La imagen global de los aos sesenta muestra una actuacin aparentemente coherente y afor- tunada de la economa, si slo se observan los indicadores agregados (cuadro 1). El producto interno bruto creci al 6-7% anual y los precios se mantuvieron relativamente estables, creciendo slo ligeramente en- tre los dos periodos de 2 a 2.9% anual. Al mismo tiempo, el tipo de cambio permaneca fijo a 12.50 pesos por dlar, lo que ayudaba a con- servar la estabilidad de precios al evitar un aumento del costo en pesos de las importaciones. I^ agricultura dio muestras de debilidad, pero todava estaba produciendo la mayor parte de los productos bsicos requeridos por el mercado urbano y los vitales ingresos de divisas. Pero debajo de la superficie se estaban gestando varios problemas:

    i) Tasa de desempleo elevada y creciente, originada en el incremento de la productividad agrcola y manufacturera, en el rpido crecimiento demogrfico experimentado desde los aos cuarenta, la urbanizacin masiva y en la creciente participacin femenina en la fuerza de trabajo.

    ) Presin creciente a favor de la reparticin de tierras, debida al

  • 656 EL TRIMESTRE ECONMICO

    CUADRO 1. Tasas de crecimiento de la economa mexicana. 1955-1975

    1955-1960 1960-1965 1965-1970 1970-1975

    Tasas compuestas de crecimiento a precios constantes

    anual

    Producto interno bruto 6.1 6.9 6.7 5.5 Produccin agrcola 4.3 4.6 2.7 1.4" Produccin manufacturera 7.3 8.8 8.3 6.2" Minera y petrleo 5.3 6.8 7.9 9.1*

    Tasas compuestas de crecimiento anual

    ndice de precios al mayoreo 6.4 2.0 2.8 10.3 1970 a 1974.

    estancamiento del ingreso naral, la concentracin de la tierra en granjas comerciales a expensas de los pequeos terratenientes y promesas incumplidas de reforma agraria.

    iii) Deterioro de la distribucin del ingreso, debido al crecimiento desproporcionado de los ingresos ms altos, combinado con el creciente resentimiento por la brecha que separa a ricos y pobres.

    iv) Presiones en pro de aumentos salariales, que cada vez resultaban ms difciles de afrontar por los medios tradicionales tales como la coop- tacin de los lderes sindicales y el encarcelamiento de los disidentes.

    v) Dficit comercial crnico y creciente, financiado por la depen- dencia creciente del capital externo, por una balanza de turismo posi- tiva pero declinante, y los "errores y omisiones" (corrientes de capital y transacciones relacionadas no identificadas).

    vi) Base anmica de ingresos del sector pblico, dadas las deman- das grandes y crecientes de gastos corrientes y de capital del gobierno, provocadas por el rpido crecimiento demogrfico, la urbanizacin y el desarrollo.

    En suma, la capacidad productiva instalada durante los aos infla- cionarios de los decenios de los cuarenta y los cincuenta permiti la continuacin del crecimiento en los aos sesenta con mayor estabilidad de precios, y el sector privado sigui respondiendo a los incentivos de los beneficios; pero el patrn del crecimiento no se adecuaba a las cre- cientes necesidades sociales del pas, ni las polticas que lo promovan eran capaces de asegurar el mantenimiento de las condiciones mismas

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    de que dependa su xito. La poltica de desarrollo estabilizador no estaba resolviendo los mltiples problemas bsicos afrontados por M- xico, unos pocos de los cuales se han enumerado antes. Su solucin efi- caz habra requerido grandes cambios de la poltica tributaria y de gastos pblicos, y un equilibrio a largo plazo del sector extemo. Infor- tunadamente, la apariencia de estabilidad hizo que los gobernantes pospusieran las necesarias reformas de la poltica fiscal y del tipo de cambio, pues sus beneficios parecan inciertos y los gobernantes teman que toda alteracin del statu quo asustara al sector privado e hiciera huir el capital nacional y extranjero, lo que acabara con el "milagro". En seguida nos ocuparemos de los problemas vyvi antes mencionados porque se relacionan ms de cerca con el equilibrio interno y externo y porque habran respondido muy bien a los cambios de la poltica fiscal y comercial. Los datos indican la medida en que el desarrollo estabi- lizador llevaba en su seno las semillas de la inestabilidad.

    1. La balanza de pagos, 1965-1970

    La balanza de pagos proporciona un barmetro de las condiciones econmicas generales como reflejo de la estrategia global del desarro- llo. Durante los aos sesenta, y especficamente durante el periodo 1965-1970, la balanza en cuenta corriente (balanza de bienes y servicios) mostr un continuo dficit creciente (cuadro 2). El dficit ascenda a 367 millones de dlares en 1965 y aument a 946 millones de dlares en 1970. Durante ese periodo, el dficit se financi bsica- mente con prstamos extranjeros directos e indirectos, y las entradas de "capital a largo plazo" representaron el 68% del dficit de la cuenta corriente entre 1965 y 1970. El financiamicnto a corto plazo, cuyas cifras estn ocultas en "errores y omisiones", provey el resto del dfi- cit, y todas las entradas de capital permitieron un aumento moderado de las reservas.

    Mxico estaba atrapado en un dilema tpico. Su rpido crecimiento requera la importacin de materias primas y bienes intermedios para que las crecientes demandas internas no ejercieran graves presiones sobre el nivel de precios. Las exportaciones no podan crecer un ritmo adecuado para satisfacer los requerimientos de importaciones, en parte porque la nueva capacidad industrial no era todava suficientemente

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  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 659

    competitiva para permitir un crecimiento rpido de las exportaciones de manufacturas, mientras que las crecientes necesidades internas y el estancamiento del desarrollo agrcola estaban limitando la potenciali- dad de exportacin de ese sector. El tipo de cambio fijo no permita que los precios relativos se movieran a favor de mayores exportaciones y del consumo de productos internos en lugar de importaciones, como hubiese ocurrido con una devaluacin. En suma el problema funda- mental se encuentra en la balanza comercial, cuyo dficit creci a una tasa compuesta de 16% anual, porque las exportaciones de mercancas slo crecan al 3% mientras las importaciones lo hacan al 9% anual (cuadro 2). Debido a una balanza de servicios crecientemente favora- ble, 13% anual, el dficit de la balanza comercial se cubri en parte du- rante esos aos, pero a un ritmo decreciente, de modo que el dficit de la cuenta corriente creci al 19% anual, lo que constitua una ten- dencia alarmante. Varios observadores urgan al gobierno a actuar me- diante ajustes del tipo de cambio, impuestos a los renglones intensivos en importaciones, planes para aumentar la competitividad de las manufacturas nacionales en el exterior y otras medidas para aliviar el dficit, pero en lugar de ello se dej la mayor parte de la carga a los prstamos externos. Esta era la lnea de menor resistencia. El crdito externo estaba fcilmente disponible durante el periodo de desarrollo estabilizador, de modo que flotaron grandes prstamos en el exterior.

    Como resultado de los prstamos externos destinados a cubrir el dficit de la cuenta corriente, las entradas netas de capital a largo plazo aumentaron desde una base relativamente pequea en 1965, a una tasa asombrosa de 90%, hasta llegar a 2 200 millones de dlares en 1970 (cuadro 2). Dentro de este total, los prstamos aumentaron 34% anual y la inversin extranjera directa slo 5.5%. La mayor parte de los prstamos fue contratada por el sector pblico, aprovechando la repu- tacin de estabilidad de la economa. Para 1970 la deuda pblica externa acumulada pasaba de 7 mil millones de dlares, y los pagos de intereses se haban cuadruplicado en relacin con la situacin existente en 1965. Sin considerar los pagos del principal, el servicio de la deuda represent durante el periodo del 35 al 95% de los prstamos nuevos. El pas estaba corriendo de prisa para permanecer en el mismo lugar. Desde el punto de vista Je la balanza de pagos, la apariencia de esta- bilidad era cada vez ms engaosa.

  • 660 EL TRIMESTRE ECONMICO

    Una parte importante de la estrategia global era el tipo de cambio fijo. Se ha sostenido que la fijeza del tipo de cambio era una medida conveniente en el sentido de que constitua una seal para los diversos grupos de la sociedad, de que el gobierno no deseaba alterar el patrn de produccin y de distribucin con el sector privado (Bazdresch, 1974). El libo de cambio "pegado" no era slo un precio fijo de la divi- sa, sino tambin una forma de subsidio para la produccin y el consumo del sector privado mediante importaciones baratas, mientras el dficit resultante se financiaba con deuda pblica. Por lo menos a corto plazo el gobierno asumira la carga de la deuda y del riesgo del tipo de cam- bio. Cualquiera que fuese la eficacia de este paliativo, era un remedio temporal. A menos que se declarara en moratoria de pagos, la sociedad tendra que pagar finalmente la deuda externa mediante la exportacin de bienes y servicios. Por lo tanto, el problema real consiste en deter- minar si los prstamos sirvieron para aumentar la capacidad de pago de Mxico a largo plazo, en trminos de la capacidad de exportacin y de sustitucin de importaciones. Y se habr usado el tiempo comprado mediante la posposicin de las reformas necesarias para mejorar la capacidad de accin de los gobiernos futuros que habrn de afrontar- las? La poltica econmica seguida produjo graves ineficiencias estruc- turales, provocadas por una industria altamente protegida (aunque la proteccin efectiva era menor que en otros pases en desarrollo), lo que permita a los productores moverse en un mercado cautivo con costos altos y productos de baja calidad. En consecuencia la poltica del tipo de cambio no favoreci a las exportaciones de productos manufactura- dos, mientras que las polticas de licencias y aranceles protegan a los productores nacionales de las importaciones relativamente ms bara- tas. Dado el grado de la proteccin efectiva, la relativa sobrevaluacin del peso hizo que el tipo de cambio fijo (vase el cuadro 4) subsidiara las importaciones y gravara las exportaciones, cuando se requera precisamente lo contrario para restablecer el equilibrio externo.

    2. La poltica fiscal, 1965-1970 Durante la ltima mitad de los aos sesenta la poltica fiscal con-

    tinu favoreciendo la inversin privada interna y externa para mantener la ruta de crecimiento establecida en aos anteriores. Esto comprenda

  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 661

    incentivos fiscales y gastos pblicos en infraestructura e industrias bsicas (como el petrleo y la energa elctrica) necesarias para la rentabilidad de las inversiones del sector privado. Se rompieron estran- gulamientos y monopolios mediante la creacin de empresas pblicas y la admisin selectiva de empresas extranjeras que competan en los mercados privados, a menudo a pesar de las objeciones de los empre- sarios nacionales, aunque el impulso general fue favorable para el crecimiento de la produccin del sector privado y sobre todo de las manufacturas. Durante ese periodo el gobierno obtuvo la mayor parte de sus ingresos adicionales del ingreso de los trabajadores, de los impuestos indirectos (gran parte de los cuales eran regresivos) y de los prstamos internos y externos. I^ poltica fiscal se tradujo en su mayor parte en el subsidio a los ingresos del capital, el estmulo al ahorro y la inversin privados y la limitacin del consumo mediante impuestos a ingresos y gastos de los asalariados. Algunos productos de asalariados, y en particular los alimentos bsicos, se subsidiaron a travs de la CONASUPO (la dependencia comercializadora del Estado) y se vendieron a precios menores que los del mercado entre la clase obrera. Tambin se extendieron mucho los beneficios de la seguridad social y los programas educativos por todo el pas.

    As pues, el gobierno de Daz Ordaz (diciembre de 1964-novicmbre de 1970) se caracteriz por polticas fiscales relativamente conserva- doras, al igual que en relacin con la inversin privada y extranjera, por "gastos fiscales" (sacrificio de ingresos mediante incentivos fisca- les y la ausencia de imposicin de una tributacin muy progresiva para favorecer el clima de la inversin). Fueron muy innovadoras las polti- cas financieras que proveyeron incentivos a los ahorradores para la acumulacin de activos financieros (bonos y depsitos de ahorro) en los bancos y financieras mexicanos. Estos ahorros voluntarios se em- plearon luego para financiar el dficit pblico y programas de inversin del sector privado sin incurrir en presiones infiacionarias. Este progra- ma tuvo tanto xito que ms tarde adoptaron versiones similares el Brasil, Colombia y otros pases en desarrollo, con resultados importan- tes. El mtodo mexicano consisti en ofrecer una tasa de inters nominal de 9% o ms sobre depsitos (o bonos) totalmente lquidos en instituciones financieras. Advirtase que los pesos eran libremente convertibles a dlares en condiciones (hasta fines de los aos sesenta)

  • 662 EL TRIMESTRE ECONMICO

    de mnimo riesgo de cambio a un tipo de cambio fijo mantenido por el banco central. En virtud de que el nivel de precios creca entonces slo al 2 o 3% anual, esto significaba que la tasa real de inters para los ahorradores era de 6 o 7%, slo 10% de cuyo monto se gravaba en la fuente independientemente de la situacin econmica del ahorrador.

    Esta combinacin de polticas de conservadurismo fiscal y financia- miento del dficit pblico por el sector privado mediante transferencias de ahorros financieros (basadas en las crecientes tenencias de deuda pblica por los bancos y financieras) constituy un elemento fundamen- tal de la estrategia del desarrollo estabilizador. El modelo mexicano recibi publicidad muy favorable como instrumento autocontrolado de estmulo al crecimiento en condiciones de infiacin decreciente y en ausencia de una reforma fiscal importante. Pero el resultado fue la pos- posicin de polticas que habran permitido la expansin de la base fiscal a un ritmo adecuado a las necesidades de la economa. Por lo contrario, la actuacin fiscal del gobierno mexicano marchaba muy atrs de la de la mayora de los pases en etapas similares de desarrollo. Pero en vista de que tambin se restringan los gastos, el dficit resul- tante promediaba slo el 2% del PIB (cuadro 3) y, como hemos visto, en gran parte se financiaba con ahorros financieros privados.

    Adems de usar el ahorro financiero voluntario para el financia- miento de su dficit, el gobierno incurri en gastos relativamente res- tringidos durante los aos sesenta. En suma, la restriccin fiscal del lado de los impuestos se aunaba al conservadurismo del lado de los gastos, de modo que se asignaba al sector privado la mayor responsa- bilidad del crecimiento y el sector pblico se encargaba del resto. En el periodo de 1965-1970 hubo una ligera disminucin de los gastos corrientes del gobierno en relacin con sus gastos de inversin; cerca del 24% de los gastos del gobierno federal y de los gastos de los gobiernos estatales y municipales en bienes y servicios poda clasifi- carse como inversin. Estos gastos de inversin pblica representaban en promedio el 1.8% del producto interno bruto durante el periodo, al que se sumaba otro 2.4% del PlB de las inversiones de las empresas pblicas (ferrocarriles, petrleo, electricidad, fertilizantes, azcar, se- guro social y servicios de salud), lo que haca un total de 4.2% del PIB en gastos de inversin directa.

    En aos anteriores la participacin de la inversin en los gastos

  • 1965 7.97 1966 1.11 1967 7.43 1968 8.06 1969 8.06 1970 8.09

    1965-1970 7.90

    1971 8.02 1972 8.26 1973 8.69 1974 8.97 1975 10.37 (1976) n.a.

    1971-1975 8.86

    DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 663

    CUADRO 3. Ingresos, gastos y dficit del gobierno federal como porcentaje del producto interno bruto

    , . Total de los ingresos Total de los gastos Dficit como porcentaje federales federales' del PIB

    11.21 3.24 9.41 1.64 9.15 1.72 9.61 1.54

    10.54 2.48 9.60 1.51 9.92 2.02 9.07 1.05

    11.53 3.26 13.11 4.42 12.81 3.84 14.60 4.23 n.a. n.a.

    12.22 3.36 ' No incluye los gastos de inversin de las empresas pblicas y los organismos semiautnomos

    que ascendieron en promedio al 2.4% del F'IFt durante 1965-1970 y al 2.2% tlurante 1970 y 1971, periodos para los que se dispone de infonnacin.

    pijblicos totales en bienes y servicios haba sido mayor, ascendiendo en promedio al 43% del total de la inversin del pas en 1951-1955, al 35% en 1956-1960, al 30% en 1961-1962 (Reynolds, 1976, cuadro 7.2, pp. 260^5.), mientras que en el periodo de 1965-1970 solamen- te ascendi al 24%. Por lo tanto, la estabilidad de los gastos pblicos como proporcin del PiB se acompa de una participacin decreciente de los gastos de inversin pijblica durante el gobierno de Daz Ordaz. En esos aos, el sector privado compens con creces la declinacin, de modo que la inversin bruta como proporcin del PiB autnent de 16.9% en 1960 a 17.5% en 1965, y continu aumentando hasta alcanzar un promedio de 18.9% en el periodo de 1965-1970. As pues, la estrategia del desarrollo estabilizador consistente en la posposicin del aumento de impuestos y la devaluacin del tipo de cambio pareca estar funcio- nando al atraer una tasa creciente de ahorro e inversin privados.

    Sin embargo, haba algunos indicios de que el equilibrio interno y externo era crecientemente amenazado por las polticas de 1965-1970. En lo interno se estaban posponiendo reformas fiscales muy necesarias.

  • 664 EL TRIMESTRE ECONMICO

    de modo que la participacin del gasto pblico segua siendo una de las ms bajas del mundo. El dficit fiscal an segua superando a la participacin de la inversin directa del gobierno en el PIB, de modo que tal inversin deba financiarse con prstamos internos y externos. Los prstamos internos dependan del crecimiento del ahorro financie- ro privado voluntario, que, a su vez, reflejaba las tasas reales de inters relativamente elevadas de los bonos y depsitos de las instituciones financieras nacionales. El gobierno aprovechaba estas fuentes de fon- dos para cubrir su creciente dficit. Sin embargo, las tasas de inters elevadas dependan de la estabilidad relativa de los precios, porque los precios de los bonos y las tasas de inters estaban fijadas por el banco central, de modo que no podan ajustarse para contrarrestar la inflacin. Los rendimientos dependan tambin de la estabilidad del tipo de cambio, porque en su ausencia el riesgo de cambio se disparara, eliminando la atraccin de los bonos y depsitos en pesos.

    Se recurri al sector externo en busca de prstamos, no slo para salvar el dficit de la cuenta corriente, sino tambin para completar el financiamiento del dficit interno. Por supuesto la acumulacin de deuda externa haca peligrar ms an la estabilidad cambiaria, porque las exportaciones se estancaban mientras que las importaciones se aceleraban. Y la favorable balanza de servicios mostraba signos de debilitamiento, a medida que los mexicanos aumentaban sus compras en los Estados Unidos, donde los precios eran cada vez ms favorables gracias a la fijacin del tipo de cambio. A estos problemas de desequi- librio interno y externo deben aadirse las necesidades ms fundamen- tales derivadas del enorme crecimiento demogrfico, la escasez de tierras, la demanda de empleos bien remunerados y la generalizacin de la pobreza.

    Algunos miembros de las poblaciones de pobres y de estudiantes que obtenan escaso beneficio del sistema y virtualmente no tenan in- fluencia sobre su comportamiento se mostraban cada vez ms cnicos e inquietos, dado que no tenan nada que perder. Surgieron movimientos en el rea rural que exigan reformas a la tenencia de la tierra y el con- trol poltico. Los lderes locales estaban perdiendo control sobre los campesinos en muchas reas, y cuando se enviaron partidas militares a reforzar el control, las tcticas de pega y huye de los campesinos hicie- ron dudar de la justificacin del costo de estos sistemas de represin.

  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 665

    A largo plazo es posible que alguna reforma del sistema hubiese resultado menos cara.

    Mientras tanto, se multiplicaba la inquietud estudiantil. En 1968, siguiendo tendencias observadas en Nueva York y Pars, los estudian- tes universitarios se lanzaron a las calles de la ciudad de Mxico en protesta contra el Presidente y sus polticas. El resultado fue un en- frentamiento con unidades paramilitares que caus muchas muertes en la Plaza de Tlatelolco, episodio que conmovi al mundo en vsperas de la Olimpiada. Daz Ordaz fue severamente criticado y su Secretario de Go- bernacin se vio frente a un volcn social en peligro de erupcin. Este Secretario habra de ser el siguiente Presidente de Mxico. A las difi- cultades econmicas del desequilibrio interno y externo se aadan problemas ms fundamentales de descontento social. Podra resolver el gobierno siguiente los problemas de la pobreza, el desempleo y la carencia de tierras, cuya solucin es indispensable para el logro de la verdadera estabilidad?

    III. LA PROMESA DEL DESARROLLO COMPARTIDO: 1971-1976

    El gobierno de Echeverra inici sus labores en diciembre de 1970. En lugar del juego acostumbrado de seguir utilizando a funcionarios experimentados en puestos distintos se coloc a una nueva generacin de tcnicos en posiciones estratgicas del gobierno. Se reconoci que para corregir los grandes desequilibrios econmicos y sociales deba formularse e implantarse una estrategia a largo plazo. Haba gran subempleo y desempleo y una distribucin muy desigual del ingreso. El dficit comercial empeoraba cada ao, y muchos sectores de la economa seguan operando con ineficiencia, lo que provocaba precios altos e ingresos bajos. Los ingresos fiscales eran insuficientes para financiar las inversiones requeridas para la destruccin de los estran- gulamientos existentes en sectores fundamentales y para proveer los necesarios servicios sociales a una poblacin en rpido crecimiento. El presidente Echeverra invoc una etapa de desarrollo compartido e introdujo varias medidas para el efecto (Banco Nacional de Comercio Exterior, 1971, pp. 198-292).

    Sin embargo, aun los observadores que simpatizaban ms con el nuevo idealismo se mostraban escpticos acerca de la capacidad del

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    gobierno para armonizar las expectativas de beneficios requeridas por la inversin del sector privado con las necesidades fiscales de la reforma de las polticas. La tarea sera especialmente difcil para un equipo de tecncratas poco experimentados, recin egresados de las universidades y escasamente familiarizados con el pas y sus habitan- tes. En 1970 el pas careca todava de un marco de planeacin com- prensiva a largo plazo, un lujo que los Estados Unidos haban podido darse desde mucho tiempo atrs pero que pareca una grave deficiencia en un pas con recursos limitados y necesidades abundantes. Se tema que las medidas de poltica a corto y mediano plazo no se materializaran en forma compatible con la meta del desarrollo compartido a largo plazo. Las necesidades del presupuesto anual desempearan proba- blemente un papel principal en la determ.inaein de la poltica fiscal y monetaria, y los intentos tendientes a alcanzar un equilibrio interno y ex- terno seran marginales a lo sumo.

    1. FA problema de la distribucin del ingreso

    Para entender el hincapi hecho por el gobierno de Echeverra en el desarrollo compartido basta mencionar algunos de los problemas de la distribucin de la riqueza nacional. El crecimiento ha sido rpido despus de la segunda Guerra Mundial. El ingreso per capita pas de 150 dlares en 1950, o 375 dlares de valor corriente, a la cifra actual muy por encima de los mil dlares a precios corrientes. Pero esta triplicacin del ingreso per capita no se distribuy de modo uniforme entre la poblacin, que desde 1950 aument a ms del doble y ahora pasa de 60 millones de habitantes (cuadro 4).

    Los datos del cuadro 4 implican que si el ingreso per capita de Mxico asciende ahora a cerca de mil dlares, los 6 millones de habitan- tes ms pobres reciben slo cerca de 400 dlares anuales; los siguientes 24 millones de habitantes reciben 550 dlares; los siguientes 24 mi- llones, 925 dlares, y los 6 millones de ocupantes del estrato superior, 3 700 dlares, un ingreso medio igual a siete veces el de la mitad ms pobre de la poblacin. La brecha es enorme en trminos del nivel de vida de los mexicanos pobres. Pero los mexicanos ricos no juzgan su bienestar en tales trminos, sino en comparacin con el nivel de vida de sus vecinos del norte, cuyo ingresoper capita est, en promedio, muy

  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 667

    CUADRO 4. La distribucin del ingreso en Mxico y el Brcisil ajines de los ax)s sesenta

    Participacin de las familias

    (orden descendente)

    Porcentaje del ingreso disponible

    Mxico-1968 Brasil-1970

    4 1 22 13 37 40 37 46

    10% de las familias ms pobres 40% siguiente 40% siguiente 10% de las familias ms ricas

    FUENTE: Reynolds (1973). En 1970 el ingreso/xrca/Jit de Mxico era 60% mayor que el del Brasil, pero apenas llegaba a un sptimo del nivel correspondiente de los Estados Unidos.

    por encima del ingreso per capila del 10% ms rico de la poblacin mexicana. Tampoco Iqs trabajadores mexicanos comparan slo los sala- rios urbanos con la situacin de su pas; lo hacen ms bien con los sa- larios del otro lado de la frontera, donde pueden ahorrar en pocos meses tanto como ganan en su pas en todo un ao. En suma, el problema de la distribucin del ingreso de Mxico, tan grave como es, no termina en la frontera (en forma similar, los trabajadores rurales de Guatemala miran a Mxico como una fuente de salarios mayores que los obtenidos en su pas, a pesar de que el sur de Mxico es una de las regiones ms pobres del pas). Ix)s norteamericanos son mucho ms miopes en cuanto a sus propios beneficios econmicos en relacin con las condiciones prevalecientes en Mxico, que a la inversa. Por lo tanto, a los nortea- mericanos nos resulla difcil entender los problemas que afrontan los gobernantes mexicanos, aunque las consecuencias de su incapacidad para resolver la desigualdad de la distribucin sean el incremento de la emigracin a los Estados Unidos, la depresin de los niveles de sa- larios y el empeoramiento de los problemas de distribucin del ingreso en este pas.

    2.1 AL balanza de pagos 1971-1976

    Durante el periodo 1971-1976 sigui empeorando el dficit en cuen- ta corriente (cuadro 2). El nivel de 726 millones de dlares en 1971 aument a 3 769 millones de dlares en 1975, y la tendencia continu en 1976. Delirante el periodo 1971-1975 el dficit aument a una tasa

  • 668 EL TRIMESTRE ECONMICO

    compuesta anual superior al 40%, debido sobre todo a la continuacin del empeoramiento de la balanza comercial. Las exportaciones de bie- nes aumentaron 19% anual, debido en parte al impresionante creci- miento repentino de las exportaciones de manufacturas de las nuevas plantas maquiladoras y a la creciente eompetitividad de las industrias del interior del pas, pero las importaciones aumentaron 23% anual, lo que destruy las ganancias de las exportaciones e hizo aumentar el dficit comercial al 27% anual. Al mismo tiempo, el supervit tradi- cional de la cuenta de servicios, proveniente del turismo, que continu aumentando hasta 1974, se invirti en 1975 tras el voto mexicano sobre la resolucin "sionista" de los Estados Unidos. El boicoteo de los turis- tas judos, aunado al efecto de la recesin norteamericana, asest un golpe devastador a este sector fundamental de la economa, mientras los gastos del turismo mexicano en los Estados Unidos seguan crecien- do, de modo que entre 1971 y 1975 hubo, en efecto, una declinacin de 9% anual en la balanza del sector de servicios. Esta situacin continu en 1976, cuando los informes acerca de la violencia y la ines- tabilidad presentes en Mxico afectaron la industria turstica. Ni si- quiera la gran devaluacin del peso, a partir del primero de septiembre, pudo invertir esta tendencia, y aun durante la acostumbrada bonanza de Navidad los aviones volaban semivacos.

    Cmo se financi el dficit de la cuenta corriente durante 1971- 1976? Esencialmente en la misma forma que antes: se acudi a la inversin extranjera directa, pero slo para complementar la fuente principal de los prstamos extranjeros, sobre todo al sector pblico. Las entradas de capital "a largo plazo" aumentaron 47% al ao (cuadro 2); los prstamos extranjeros al gobierno pasaron de 286 millones de dlares en 1971 a 3 054 millones en 1975 (la misma tendencia con- tinuaba a mediados de 1976). Aun el sector privado se vio obligado a recurrir en medida mucho mayor a la deuda externa: su deuda regis- trada pas de 61 millones de dlares en 1970 a 164 millones en 1971 y 424 millones en 1975. Los pagos de intereses se dispararon a con- secuencia de este endeudamiento, pero las tasas de crecimiento de los crditos externos era tan grande que la relacin de los intereses a la entrada neta de capital disminuy en realidad. En cuanto al servicio de la inversin extranjera directa, aunque las entradas y salidas apenas son comparables, los datos indican que las salidas aumentaron, como

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    proporcin de las entradas, de 85% durante el periodo de 1965-1970 a 98% durante 1971-1975.

    En realidad ha sido el capital a corto plazo, reflejado en la balanza de "errores y omisiones", el que ha dejado de impulsar a la balanza de pagos. Hemos visto que la estrategia de desarrollo estabilizador de los aos sesenta condujo a grandes entradas netas de capital a corto plazo que trataban de aprovechar las tasas de inters reales relativamente mayores de los activos financieros mexicanos, en condiciones de un riesgo cambiario insignificante. Pero los aos setenta fueron muy dife- rentes: el astuto inversionista a corto plazo empez a deshacerse de sus tenencias en pesos a medida que las tasas de inters mundiales aumen- taban en relacin con las prevalecientes en Mxico, porque la inflacin mexicana superaba ampliamente a la tasa de inters nominal de los bonos financieros y a los depsitos mexicanos, mientras el peligro de una de- valuacin aumentaba. No podemos dejar de repetir que las semillas de este problema se sembraron antes de 1970, porque el valor de estos activos financieros no se relacion con el ndice de inflacin, ni se ofrecan tasas de inters que compensaran la posible devaluacin del peso. (Aqu puede resultar interesante una comparacin con la poltica brasilea. El Brasil sigue una poltica de minidevaluacin del tipo de cambio y relaciona el valor de las tasas de inters de muchos de sus bonos y depsitos a plazo con la inflacin y el riesgo cambiario. As puede mantener cierto equilibrio en el sistema financiero al mismo tiempo que experimenta tasas de inflacin relativamente mayores que las mexicanas. Slo recientemente ha quedado esta relacin atrs de la tasa de inflacin, lo que tendr consecuencias infortunadas para su ahorro financiero, similares a las observadas en Mxico.)

    Vemos as que entre 1970 y 1975 se cuadruplic el dficit en cuenta corriente, los errores y omisiones pasaron de un saldo positivo de 499 millones de dlares a un saldo negativo de 136 millones de dlares y las entradas de capital a largo plazo pasaron de 500 millones de dlares a 4 300 millones. Esto preparaba el escenario para el desastre de 1976. La devaluacin estaba fuera de duda. Slo su momento de aparicin se debata. Aqu los expertos estaban confundidos, ya que pocos de ellos crean que Echeverra dejara caer el peso durante los ltimos meses de su ejercicio, aunque no haba duda de que tal accin sera inmen- samente favorable para su sucesor, ya que impedira que la carga

  • 670 EL TRIMESTRE ECONMICO

    poltica de la devaluacin recayera sobre el nuevo gobierno. En reali- dad la devaluacin debi haber ocurrido mucho tiempo atrs. Y me parece que una sana poltica de cambios para Mxico, dadas sus nece- sidades de grandes gastos de desarrollo interno y de polticas fiscales y financieras relativamente independientes, debe ser la de una tasa flexible (dentro de una banda sujeta a la intervencin del banco central y con apoyo de la Tesorera de los Estados Unidos, el FMI y otras ins- tituciones financieras internacionales). En suma, una estrategia de "minidevaluacin", o una flotacin limitada como la del dlar cana- diense, es esencial para que Mxico no regrese a la trampa desestabi- lizadora de los ltimos aos.

    3. Cunto es suficiente? El grado de sobrevaluacin o subvaluacin del peso

    La necesidad de devaluar el peso para reducir el grado del desequi- librio externo ha sido un tema popular en los debates desde los aos sesenta. Al igual que en la mayora de los pases en desarrollo la dis- cusin se centra en el grado de sensibilidad de las exportaciones y las importaciones ante los cambios de los precios relativos dentro y fuera del pas, conocido en la terminologa de los economistas como "el op- timismo o pesimismo acerca de la elasticidad". Un primer paso consiste en determinar la medida en que los precios relativos se separaron du- rante el periodo siguiente a la devaluacin de 1954 (que en opinin de la mayora de los observadores dej el peso considerablemente subva- luado). Aunque los precios de los bienes que participan en el comercio internacional se reflejan slo de modo indirecto en el ndice de precios al mayoreo, el cuadro 5 establece una comparacin entre los niveles de precios de Mxico y los Estados Unidos desde mediados de los aos cincuenta para dar una indicacin burda del grado probable de la sobrevaluacin secular del peso. Es evidente que, tras un brinco inicial que en alguna medida modific las expectativas a fines de los aos cincuenta, el problema slo volvi a agravarse durante los setenta. El continuo deterioro de la balanza en cuenta corriente, experimentado durante los aos sesenta, evidentemente fue provocado tanto por las entradas exgenas de capital destinado a la expansin de la capacidad de la economa como por alguna creciente falta relativa de competiti-

  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO

    CUADRO 5. Movimientos de los precios relativos de Mxico y los Estados Unidos y tipos de cambio ajustados,

    1956 a 1976 (1956 = 100)

    671

    Ao Tipo de cambio nominal

    (pesos/dlar)

    Movimiento de los ndices de precios al mayoreo

    , . Estados Mx.lEstados Unidos Unidos

    Tipo de cambio ajustado al final

    del periodo (pesos/dlar)

    Margen de sobrevaluacin al final del periodo

    (porcentaje)

    1956 12.50 100 100 1000 12.50 1960 12.50 115 105 1095 13.69 9.5 1965 12.50 127 107 1 187 14.84 18.7 1970 12.50 146 123 1 187 14.84 18.7 1971 12.50 152 126 1206 15.08 20.6 1972 12.50 156 132 1 182 14.78 18.2 1973 12.50 180 149 1208 15.10 20.8 1974 12.50 221 178 1242 15.53 24.2 1975 12.50 244 194 1258 15.72 25.8 Ene/ag. 76 12.50 277 201 1378 17.23 37.8 Ag./dic. 76 20-26-20 316" 205" 1541 19.26 -3.7''

    FL'ENTE: Para Mxico: Banco deMxico, Indicadores Econmicos. Para los Estados Unidos: Departamento de Comercio, Survey ofCurrenl Business.

    " Estimacin basada en 14% de inflacin en Mxico, en agosto-diciembre, y 2% en los Estados Unidos.

    '' Basado en un tipo de cambio de 20 pesos/dlar. Un tipo de 25 pesos/dlar, como la vigente en diciembre de 1976, habra estado subvaluada en 23%.

    vidad de los bienes y servicios mexicanos. Por eso resulta comprensible la resistencia a la devaluacin, y el desequilibrio interno parece haber sido un problema ms grave que el desequilibrio externo en estos aos.

    Aun durante los primeros aos del gobierno de Echeverra el peso mexicano pudo mantener su paridad con el dlar, junto con el cual se devalu frente a las divisas de la mayor parte del resto del mundo a raz de la "Devaluacin Nixon" de 1971. Pero durante el tiltimo ao los signos eran evidentes. La sobrevaluacin, que haba aumentado cinco puntos de porcentaje entre 1973 y 1975, se dispar con otros doce pun- tos en la primera mitad de 1976, para llegar al 37.8% en agosto. La subsecuente flotacin del peso ("como una piedra", segijn comentaban con irona los mexicanos) hizo que su precio en dlares bajara ms de la mitad antes de estabilizarse finalmente en cerca del 60% de su valor anterior al terminar el ao. La medida aproximada de la ltima columna

  • 672 EL TRIMESTRE ECONMICO

    del cuadro 5 indica que un peso igual a cinco centavos de dlar est slo ligeramente subvaluado en relacin con las paridades de 1956.

    La sensibilidad futura del actual tipo de cambio del peso depender de dos factores principales: la medida en que contine el desequilibrio fiscal interno, que ejercer presin sobre los precios mexicanos en relacin con los extemos, y el grado en que respondan las exportaciones e importaciones mexicanas a un aumento de casi 40% del precio en pesos de los bienes intercambiados. Es de esperarse que los compra- dores potenciales de las exportaciones mexicanas contemplen favora- blemente la situacin, mientras que las importaciones mexicanas de materias primas y bienes intermedios y de capital tendern a ser inelsticas ante el cambio de precios, porque constituyen insumos vitales para el proceso productivo, por lo menos a corto plazo. Aqu la devaluacin se trasmitir en forma de aumentos de los precios internos. El comercio de invisibles es el rengln en que los resultados deben ser ms importantes, porque el turismo y las compras relacionadas de bienes de consumo en el exterior se volvern mucho ms caros para los mexicanos. Del lado de las exportaciones de la balanza de turismo la experiencia ha demostrado que los norteamericanos responden muy favorablemente, pero con lentitud, ante los costos comparativos de los viajes. Sin embargo, en ambos casos las ventajas de la actual devalua- cin dependern, en ltima instancia, del comportamiento de los precios internos. El gobierno ha anunciado que los precios aumentaron ya 14% entre agosto y diciembre. Esta ha sido la tasa mensual ms elevada de que se tenga memoria, pero casi seguramente es un reflejo del ajuste de los precios internos ante la expectativa de aumentos del costo de las importaciones y no puede esperarse que contine al mismo ritmo. Sin embargo, la experiencia de los pases en desarrollo que requieren, como Mxico, importaciones intermedias para sectores vi- tales de la economa, sugiere que muchos de los beneficios de la devaluacin se perdern pronto si no aumenta el equilibrio interno y disminuye grandemente el dficit gubernamental no financiado.

    4. La poltica fiscal, 1971-1976 El nuevo gobierno, que inici sus actividades en diciembre de

    1970, se encontr en el dilema de continuar el ritmo del crecimiento

  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 673

    econmico de los aos anteriores, a riesgo de la continuacin del endeu- damiento gubernamental y el desequilibrio extemo, o frenar la economa restringiendo los gastos pblicos, con lo que se reducira el dcvsequili- brio extemo a costa de un incremento de la tasa de desempleo que ya se consideraba demasiado elevada para ser compatible con la meta del desarrollo compartido. El gobierno opt por la segunda alternativa, disminuyendo la tasa de crecimiento del PIB y de los precios al mayoreo, con lo que el dficit de la balanza de pagos en cuenta corriente baj a 726 millones de dlares (cuadro 1). El desempleo aument y muchas actividades econmicas se vieron afectadas. I^s manufacturas crecie- ron slo 2.1% y la construccin 1.1 por ciento.

    En 1972 se tom la decisin de aumentar los gastos pblicos para expandir la produccin, disminuir el desempleo y mejorar la distribu- cin del ingreso. Se pens que entre mayor fuese la tasa de crecimiento ms tenderan las presiones de la demanda a aumentar los salarios y la participacin de la clase trabajadora. Haba ocurrido lo contrario en periodos inflacionarios anteriores, como el de los aos cuarenta cuando la demanda hizo que los precios aumentaran ms de prisa que los salarios, pero esos eran tiempos de inmensas reservas de mano de obra en el sector mral, que provean una oferta abundante de trabajadores a salarios de subsistencia. El rpido crecimiento de los aos cuarenta, cincuenta y sesenta haba empezado a disminuir este "ejrcito de reser- va" de mano de obra empobrecida, y la emigracin (legal e ilegal) a los Estados Unidos haba ayudado en el proceso, de modo que para 1970 se trataba menos del desempleo que de una oferta y demanda relativas de mano de obra por nivel educativo y de calificacin. En otras pala- bras, el problema era el subempleo. Los trabajadores mexicanos estaban laborando en tareas difciles durante largas jornadas, a menudo con tanta productividad fsica como los trabajadores norteamericanos, pero por salarios extremadamente bajos. Por lo tanto se pens que lo nece- sario para mejorar la participacin de los trabajadores era un creci- miento mayor de las actividades empleadoras de mano de obra en las manufacturas, la construccin, el comercio y los servicios, lo que mejo- rara los precios relativos en tales sectores y, en consecuencia, el nivel del ingreso real de la clase trabajadora (Keesing, 1975, y Trejo, 1974).

    Sin embargo, la poltica de gastos pblicos de 1971-1972 no fun- cion muy bien en la fase ascendente, porque al aumentar los gastos

  • 674 EL TRIMESTRE ECONMICO

    del sector pblico disminuy la inversin privada. En consecuencia, el gobierno no pudo aumentar sus ingresos tributarios (que dependan del nivel y de la tasa de crecimiento de la produccin privada) al ritmo requerido, de modo que se encontr con un dficit multiplicado por tres como proporcin del PIB y con la necesidad de prstamos internos y extemos mucho mayores. I^ inflacin mundial subsecuente y la rece- sin econmica de 1973 y 1974 tuvieron un efecto adverso sobre la economa en forma de precios mayores y una menor demanda de exportaciones. En medio de un elevado subempleo, esto haca necesa- rios aumentos todava mayores de los gastos pblicos, financiados en formas tradicionales. Aunado a los proyectos de inversin ya iniciados en los campos de la electricidad, el petrleo y la petroqumica, los fer- tilizantes y el azcar, que se requeran con urgencia para evitar los estrangulamientos y permitir el crecimiento sostenido, el nuevo gasto increment las presiones inflacionarias.

    A su vez, la inflacin interna fren el crecimiento de las exportacio- nes en 1975 y 1976 que, como vimos, ya se enfrentaba a un estanca- miento de la demanda extranjera. La necesidad de divisas escasas oblig al gobierno a continuar endeudndose en el extranjero a ritmo cada vez mayor, y de nuevo se encontr con grandes dficit presupus- tales y comerciales y con una deuda muy incrementada que finalmente condujeron a la devaluacin del 1- de septiembre de 1976. Las polticas del gobierno se parecan cada vez ms a las de fines de los aos cuarenta y principios de los cincuenta, cuando la economa se aceler para expandir la infraestructura y la capacidad productiva. Se esperaba que el crecimiento subsecuente de la produccin y la productividad permi- tira apagar la lumbre de la inflacin. El cuadro 2 revela que el dficit haba aumentado, en relacin con el PiB, de un promedio de 2.02% en el periodo 1965-1970 a otro de 3.36% entre 1971 y 1976. En relacin con los ingresos del gobierno, el dficit haba aumentado de 26 a 38% entre ambos sexenios, y el financiamiento voluntario del dficit con fuentes internas estaba disminuyendo, como hemos visto.

    Del lado del ingreso, entre 1971 y 1975 siguieron aumentando las percepciones federales; su participacin en el PiB aument dos puntos de porcentaje entre 1971 y 1975 (cuadro 2). Esto se debi al mejora- miento de la recaudacin tributaria y a moderadas reformas fiscales en 1973 y 1974. Pero los cambios eran pequeos y la participacin del

  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 675

    gobierno segua siendo baja de acuerdo con los patrones internaciona- les. Otros factores contribuyeron a las ganancias fiscales observadas, dado que la inflacin de 1973, 1974 y 1975 alcanz niveles de 12.5, 23.8 y 17%, respectivamente. Estos aumentos generales de precios, seguidos por considerables incrementos salariales, permitieron que el gobierno obtuviera mayores ingresos fiscales por los ms altos estratos del impuesto al ingreso nominal aplicables. Adems, el "impuesto de la inflacin" (ahorro inducido por la disminucin de los saldos reales en efectivo) liber sin duda recursos para su empleo por el gobierno, ya que los aumentos del nivel de precios eran en gran medida inespe- rados en virtud de que Mxico no haba experimentado tasas de infla- cin superiores al 6% durante ms de un decenio.

    Al examinar el periodo 1971-1976 podemos considerarlo un perio- do de "desarrollo desestabilizador", ms bien que de desarrollo com- partido. El gobierno de Echeverra haba heredado sin duda muchos problemas de sus antecesores, pero no implant las medidas fiscales y financieras necesarias para alcanzar los objetivos buscados de un crecimiento econmico ms igualitario e independiente. Adems, al posponer hasta el ltimo minuto los ajustes del tipo de cambio, exacer- b la inestabilidad posterior. Tampoco estableci un nuevo mecanis- mo de tipo de cambio que pudiera afrontar los cambios futuros de los precios relativos internos y externos. En 1971 el gobierno decidi, quiz con razn, moderar el crecimiento de la economa para disminuir las dificultades financieras del gobierno y aliviar el dficit comercial. Pero dado que se propona aumentar el empleo y redistribuir el ingreso, algo urgentemente necesario, no pudo permitir que las restricciones de la economa continuaran indefinidamente. Lo que ocurri despus fue una recuperacin demasiado rpida de la tasa de crecimiento, unida a un dficit presupuestal muy elevado. Los gastos pblicos grandes y cre- cientes, que aumentaron del 9.07 al 14.70% del PIB entre 1971 y 1975, habran requerido grandes reformas fiscales. Por lo contrario, como era de esperarse, las reformas implantadas fueron demasiado f)equeas y tardas. Al mismo tiempo, los acontecimientos mundiales hicieron que los precios de las importaciones y el costo de la deuda extema crecieran an ms de prisa que lo esperado, elevando el dficit a niveles cada vez mayores e incrementando las presiones inflacionarias internas.

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    IV. LA SITUACIN ACTUAL, LAS PERSPECTIVAS FUTURAS Y LAS IMPLICACIONES PARA LOS ESTADOS UNIDOS

    El gobierno actual conserva muchos de los miembros del equipo de Echeverra. Sin embargo, es poco probable que se repitan los efectos externos de la inflacin desatada por la OPEP y la recesin mundial, y ya se promete un cambio de estilo, si no de sustancia, en las polticas econmicas del nuevo gobierno. El estilo puede ser en verdad parte de la esencia, en vista de la volatilidad de las relaciones ahora existentes entre las empresas y el gobierno, sobre todo en centros regionales tales como Monterrey, Guadalajara y la regin Pacfico Norte, tradicional- mente suspicaces ante los mandatarios de la ciudad de Mxico. Se ha rumoreado durante largo tiempo que el gobierno de Echeverra estaba convencido de la necesidad de establecer polticas similares para im- plantar la reformas fundamentales de la estructura de la economa y la sociedad por lo menos durante dos sexenios. La eleccin de Lpez Portillo, compaero de filosofa y amigo personal del Presidente salien- te, cre condiciones propicias para un puente de poltica entre ambos periodos.

    Lo que ahora resulta esencial para el xito del nuevo gobierno, si ha de lograrse un verdadero milagro de crecimiento con distribucin, es un entendimiento con los sectores ms progresistas de las comuni- dades empresariales privadas, nacionales y extranjeras. Adems, el gobierno necesita un amplio margen de maniobra para sus polticas, concedido por su socios comerciales y prestamistas extemos, sobre todo en vista de los 4 mil millones de dlares de deuda externa que debern pagarse este ao [1977], y del total de la deuda externa superior a los 20 mil millones de dlares. El primer objetivo, la mayor armona entre el gobierno y elementos estratgicos del sector privado, no debe resultar imposible. As como haba un "nuevo grupo" de empresarios que des- pus de la segunda Guerra Mundial deseaba seguir las estrategias de sustitucin de importaciones del gobierno de Alemn (Mosk, 1957), hay ahora elementos importantes del sector privado capaces de advertir las ventajas a largo plazo de la elevacin de los ingresos de la clase trabajadora y el ensanchamiento de los mercados que supone esa elevacin. As pues, la aceptacin del gravamen fiscal de los beneficios excedentes a corto plazo es compatible con planes de inversin renta-

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    bles a largo plazo, en la medida en que tales impuestos se canalicen hacia actividades que permitan la elevacin de la productividad y el poder de compra de la poblacin. Sin embargo, no debe subestimarse la dificultad que afronta el gobierno para alcanzar esta meta ni el grado de la resistencia tenaz de muchos crculos a cualquier intento de elevacin de los impuestos o redistribucin del ingreso. La tarea que Lpez Portillo ha fijado para su gobierno no es menos ingente ni difcil que la de Franklin D. Roosevelt en los aos treinta agobiados por la depresin, y es probable que los obstculos opuestos a sus polticas sean igualmente severos.

    Por ltimo, la posicin de los Estados Unidos es determinante para el xito del nuevo gobierno. En parte debido al programa de "maquila- doras" que ensamblan piezas provenientes de los Estados Unidos para su rexportacin a este pas, mediante el empleo de la mano de obra mexicana ms barata, las exportaciones de Mxico a los Estados Unidos han cambiado en gran medida de los productos alimenticios y ganade- ros a las manufacturas. I^ participacin de los "alimentos y animales en pie" en las exportaciones baj del 47% del total de las exportaciones a los Estados Unidos al 26% entre 1970 y 1974, mientras que los productos manufacturados duplicaron su participacin al pasar del 31 al 59%. Mientras tanto, la proporcin de las exportaciones mexicanas destinadas a los Estados Unidos ha permanecido elevada y constante, alrededor del 69% en promedio. La participacin de las importaciones mexicanas provenientes de los Estados Unidos es casi tan alta, alrede- dor del 61%. El cambio principal de la composicin de las importacio- nes provenientes de los Estados Unidos es una duplicacin de la participacin de los "alimentos y animales en pie", del 6 al 13%, entre 1970 y 1974, lo que refleja la falta de atencin al sector rural mexicano, por lo menos hasta hace poco tiempo, al igual que la emigracin del campo a la ciudad y el rpido crecimiento urbano. Entre las importa- ciones provenientes de los Estados Unidos la de "mquinas y equipo de transporte" es con mucho el grupo ms importante, lo que refleja la medida en que el crecimiento de la capacidad de la economa mexicana depende de las provisiones de bienes de produccin procedentes de ese pas. Es de esperarse que la sustitucin de importaciones en la manufactura de bienes de capital haga disminuir esta proporcin (que ya baj del 48% en 1970 al 42% en 1974).

  • 678 EL TRIMESTRE ECONMICO

    Es probable que la devaluacin reciente favorezca la balanza en cuenta corriente de Mxico con los Estados Unidos, la que durante decenios ha tendido a mostrar un fuerte dficit, y los productos de las maquiladoras de la frontera y otras exportaciones de manufacturas de- ben resultar ms atractivos para los consumidores norteamericanos. La inversin directa de los Estados Unidos se duplic durante los aos setenta, al pasar de 1 200 millones de dlares en 1970 a 2 400 millones en 1975, lo que refleja la confianza de los inversionistas norteamerica- nos a pesar de las dificultades del periodo, conocidas fx)r todos. Es probable tambin que esta confianza est justificada, pues es seguro el ensanchamiento del mercado mexicano, sobre todo si se permite que aumenten el nivel del ingreso de la masa de la poblacin y su partici- pacin en el ingreso total. Una ventaja de la baja base del ingreso de donde debe partir la poltica de distribucin consiste en que redistri- buciones relativamente moderadas de las ganancias en el margen, provenientes de beneficios y rentas de los grupos de ingresos ms altos en favor de los sueldos y salarios, podran aumentar considerablemente los niveles absolutos del ingreso de los pobres. Por lo tanto, los inver- sionistas extranjeros que deseen participar en el programa de gobierno encontrarn probablemente muy atractivas las nuevas "reglas del jue- go" en la lnea de partida.

    Har una ltima observacin en relacin con los otros dos nexos bsicos que unen a Mxico y los Estados Unidos, en trminos de la poltica crediticia y la migracin. Se ha mostrado con algn detalle cmo los problemas del desequilibrio interno condujeron al crecimien- to de la deuda extema, gran parte de la cual est representada por crditos a plazo relativamente corto, y una quinta parte de la cual deber pagarse en el trmino de un ao. Sin duda habr necesidad de extender esta deuda a un periodo ms largo, compatible con la capaci- dad de pago del pas en la forma de mayores exportaciones de bienes y servicios. Se han anunciado grandes descubrimientos petroleros que podran colocar al pas en posicin envidiable dentro de un decenio, dependiendo de la decisin del gobierno de perforar y expandir las instalaciones de refinacin y distribucin. Estas reservas petroleras podran emplearse para el pago eventual de la deuda y para comprar las importaciones necesarias para expandir la base productiva de la economa en direcciones ms compatibles con la distribucin social.

  • DESARROLLO ESTABILIZADOR DE MXICO 679

    Sin embargo, la historia de Mxico aconseja en contra de todo intento precipitado por renunciar al control de la explotacin de sus recursos minerales. Las polticas petroleras deben seguirse con paciencia y cui- dado si no se quiere que los recursos permitan posponer an ms las reformas fiscales y financieras necesarias para la consecucin de las me- tas del gobierno. Adems, la creciente demanda de tierras formulada por campesinos de muchas regiones del pas deber afrontarse con polticas que tendern a perjudicar la produccin de cultivos de expor- tacin, por lo menos a corto plazo. La historia demuestra tambin que la redistribucin de la tierra no ha significado en modo alguno una dis- minucin de la produccin y la productividad a mediano plazo, pero los costos iniciales de la dislocacin y la incertidumbre pueden ser elevados. Por lo tanto, hay necesidad de contar tambin con los grados de libertad financiera requeridos para que el gobierno inicie tales programas antes de que sea demasiado tarde.

    En el terreno de la migracin no hay informacin segura sobre la medida en que los mexicanos estn participando en el mercado de trabajo de los Estados Unidos, en forma estacional o como inmigrantes permanentes. Las cifras sugeridas por los programas de intercepcin del Servicio de Inmigracin y Naturalizacin implantados en la frontera indican que la entrada anual asciende a ms de medio milln de perso- nas. Algunos observadores sostienen que el total de trabajadores mexi- canos en los Estados Unidos, legales e ilegales, es de dos a tres millones de personas, o sea la mitad del total de ocupados ahora en este pas. Dada una fuerza de trabajo superior a 14 millones de personas en Mxico, este es un nmero importante de trabajadores representativo del 13% o ms de la fuerza de trabajo. Es claro que todo intento brusco de repatriacin de los trabajadores mexicanos en los Estados Unidos cons- tituira un golpe demoledor para la poltica de empleo de Mxico, y casi seguramente tendra un efecto adverso sobre los salarios y la par- ticipacin de la clase obrera en los ingresos. Esto podra perjudicar el xito de la estrategia de crecimiento compartido de Mxico, en mayor medida que cualquiera otra poltica, y adems desestabilizara la situa- cin poltica. Apenas pueden exagerarse las consecuencias de una gran inestabilidad econmica y poltica en Mxico para los Estados Unidos.

    En vista de las dificultades afrontadas por los gobernantes mexica- nos y de los lazos que unen a Mxico y los Estados Unidos en los campos

  • 680 EL TRIMESTRE ECONMICO

    de comercio, la inversin directa, el financiamiento y la migracin, para no mencionar los problemas relacionados que se originan en una fronte- ra comn y de fuertes lazos sociales e histricos, recomiendo la creacin de una Comisin Permanente integrada por representantes de ambos pases que se encargue de proveer un intercambio continuo de informacin entre ambos gobiernos sobre estas cuestiones, de plantear problemas dignos de la atencin de los gobiernos respectivos y de proponer solu- ciones a los problemas bsicos que afectan las relaciones econmicas, financieras, laborales, territoriales y de otra ndole entre los dos pases. En ltima instancia, es de desearse que se unan tambin los repre- sentantes del Canad para formar una Comisin Norteamericana Tri- partita que propicie el desarrollo econmico y el progreso social del continente en su conjunto.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

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