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ABRIL 2011 GRATIS Primera Conferencia Bienal de Cooperativismo Nuevo integrante en Junta Rectora CDCOOP Con nueva cara COSSEC 7 20 21 22 Diez años de la Cooperativa Madre Tierra Frágil el cimiento de la reforma contributiva P. 4-5

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ABRIL 2011 GRATIS

Primera Conferencia Bienal de Cooperativismo

Nuevo integrante en Junta Rectora CDCOOP

Con nueva cara COSSEC

7 20 21 22

Diez años de la Cooperativa Madre Tierra

Frágil el cimiento de la reforma contributiva P. 4-5

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Mildred Santiago OrtizDirectora Ejecutiva Liga de Cooperativas

CRÉDITOS Comité de Periódico

Aida L. Torres CruzCarmen M. Lugo Colón

José Aníbal González RiveraJuan Rodríguez Cordero

Luis Velázquez Vera

EditoraMildred Santiago Ortiz

Coordinación editorialJosé Julián Ramírez

Coordinadora editorial para Prensa Comunitaria

Carla Minet

Colaboradores de esta edición Laura Candelas

Luis Velázquez VeraMiguel A. Torres

Roberto Castro HiraldoAlexie M. Lugo Canales

Ángel Serrano

Prensa ComunitariaNaisha Yaney Feliciano Moragón

Edenmarí Class MontijoMarcos Brenes

José Antonio Rosario

Diseño Gráfico y DiagramaciónLuis R. Hernández Rivera

Puerto Rico Cooperativista y su suplemento COOPOLIS es una publicación de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico. Las opiniones aquí vertidas no representan ne-cesariamente la opinión oficial de la Liga de Coope-rativas de Puerto Rico. La publicación de anuncios en este periódico tampoco implica un endoso, de parte de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico, al producto o servicio anunciado. Aceptamos colaboraciones que aporten al debate ciudadano y a la discusión sobre economía cooperativa y solidaria. Nos compromete-mos a revisarlos, pero no necesariamente a publicar-los, ni contestar correspondencia relacionada. Puerto Rico Cooperativista se reserva el derecho de editar los textos por razones de espacio y hacer correccio-nes de estilo. Para más información comuníquese a:

Liga de Cooperativas de Puerto RicoApartado 360707

San Juan, Puerto Rico 00936-0707Ave. Américo Miranda Núm. 400

Tel. 787-764-2727Fax. 787-250-6093

[email protected]

Derechos Reservados © 2008-2011

Si usted quiere hacernos alguna consulta sobre cooperativismo

puede dirigirla a nuestra dirección postal o electrónica. En la próxima

edición de Puerto Rico Cooperativista contestaremos su interrogante.

3cooperativistaPUERTO RICO

ABRIL 2011

El panorama económico del país continúa siendo incierto al cabo de cinco años de recesión. Las políticas gubernamentales neoliberales cada día nos agobian. Una reforma contributiva en proceso con la cual hay incertidumbre, crimen, desem-pleo, inflación, consumismo y ahora el éxodo de nuestra gente, invaden el pano-rama. El deterioro social y económico es evidente y cada día se palpa con mayor

fuerza. En el futuro no se atisban soluciones a una economía que necesita con urgencia un plan de desarrollo viable y que propicie un desarrollo auto sostenible para nuestra nación. En ese mismo entorno coexistimos organizaciones que pertenecemos a la llamada economía

social. En ellas se destacan personas que día a día dan vida a experiencias distintas en las cuales se posiciona al ser humano sobre el capital, se practica la democracia y se desarrolla todo un accionar comprometido con un ideario que afirma el compromiso con un futuro mejor y un desarrollo auto sostenido. Es por esto que en esta edición reseñamos los temas discutidos en la Primera Bienal de Desarrollo Cooperativo y Economía Social, auspiciada por la Comisión de Desarrollo Cooperativo, el Instituto de Cooperativismo y la Liga de Cooperativas. Los temas allí dicutidos son indicios fehacientes de que existen experiencias diferentes que necesitan un impulso mayor. La experiencia cooperativista, su legado y apor-taciones al desarrollo socioeconómico del país demuestran el potencial de nuestra gente que ha dirigido organizaciones autogestionarias, que hoy por hoy mantienen la confianza del pueblo. Organizaciones como la Cooperativa de Seguros Múltiples que en estas páginas nos muestra, una vez más que se puede ser exitoso y socialmente responsable con el entorno.

El éxito, en especial del sector financiero del cooperativismo (ahorro y crédito y seguros), no es suficiente, por lo que reconocemos que es vital vencer obstáculos para posicionarnos en el desarrollo de otros sectores de producción y trabajo. Esa agenda ya está identificada por los cooperativistas que nos disponemos a aceptar ese reto. Para hacerlo no necesitamos nada más que voluntad y confianza en nosotros mismos para continuar demostrando más efectivamente que hay una manera distinta de resolver las necesidades en nuestras comuni-dades. Esa confianza es nuestra mejor aliada para anteponer nuestra agenda como sabemos hacerlo: construyendo y edificando con lo que hemos levantado y reclamando autonomía y respeto para continuar la jornada. El cooperativismo, hoy más que nunca, dice presente para afianzar la fe en el ser humano y su potencial mediante la acción transformadora del consenso social y la práctica de los valores y principios cooperativos. Tenemos que volver a nuestras comunidades, a los nuestros, a sus necesidades, identificando talentos y virtudes y propiciando soluciones a sus carestías. Asistidos por el éxito alcanzado y revestidos de la con-fianza del pueblo que nos dio vida podremos encaminar la esperanza con rostro de justicia social para alcanzar el Puerto Rico que anhelamos.

El Cooperativismo puede desplegar una renovada eficiencia económica y nuevas fuerzas propias de respuesta a la crisis económico-social contemporánea, y hacer un aporte sustancial a un proceso de transformación histórica de la sociedad; pero ello supone enfrentar –en la teoría y en la práctica- sus insuficiencias y limitaciones.

Mildred Santiago Ortiz

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Por Laura CandelasFotos por José Antonio Rosario

Si todo funcionara bien con la Re-forma Contributiva de la actual ad-ministración, el que rinde planillas tendría, en la “primera etapa” de esta

Reforma $3.17 más en sus bolsillos diaria-mente, tres dólares y 17 centavos adicionales. Según la Reforma Contributiva planteada,

en la planilla del 2011, el primer año de su puesta en vigor, habría un alivio contribu-tivo de $1,200 millones, que repartidos en las poco más de 1 millón de planillas que se rinden, producirían para cada contribuyente $1,200 en ahorros anuales, unos $100 por mes o los $3.17 diarios mencionados. “En la estructura más baja serían 68 centavos diarios”, advirtió el economista y profesor universitario, José Alameda.Poquísimo alivio, y con el agravante que

la política del gobierno es que ese dinero se utilice para consumo como una manera de mover la economía y sin mucha esperanza de recobrar algo a través de la captación del IVU, como ha sido la experiencia.Así las cosas, los beneficiados serían, en su

mayoría, las grandes tiendas como Walmart, que es como decir Amigo, o en general los vendedores de productos que no se produ-cen en Puerto Rico. ¿No sería mejor que el gobierno invirtiera los $1,200 millones que convertirá en alivios contributivos en in-versión social, en educación y la salud, por ejemplo?“Es más propaganda política que una ver-

dadera reforma, no representa grandes aho-rros, ni grandes cosas”, añadió Alameda.No sería la primera vez en años recientes _en 1984 la ad-

ministración de Rafael Hernández Colón y en 1994 la de Pedro Rosselló_ que los gobernantes promueven reformas contributivas para aumentar los fondos del erario sin éxito. En ambas ocasiones mencionadas falló el estimado de recau-dos y Hernández Colón impuso impuestos que todavía se le reclaman como la “crudita” y Rosselló tuvo que vender la Telefónica. El economista y también profesor universitario Argeo Qui-

ñones, cuestionó que “si la pregunta es qué va a pasar con ese dinero (de los alivios contributivos), si lo gastan en Walmart o Kmart, se irá al exterior, en consumo de bienes que no se producen en Puerto Rico”.Apuesta arriesgada al arbitrio de 4%Ambos expertos coincidieron por separado en que la Re-

forma Contributiva está predicada sobre bases muy frágiles. El gobierno apuesta a que las corporaciones foráneas, unas 35, cumplan con el pago del 4% de arbitrio que se le impo-ne el primer año pero que irá gradualmente disminuyendo durante los seis años para los que está diseñada la Reforma. Estas empresas han solicitado una opinión al Servicio federal de Rentas Internas (IRS por su siglas en inglés) cuestionan-do si podrán obtener un crédito contributivo por el arbitrio que pagan aquí. No es arriesgado concluir que sin ese crédito algunas de esas empresas podrían decidir mudar sus opera-ciones de Puerto Rico pues ya han expresado inconformidad por el arbitrio que, según dicen, encarece su producción o merma sus ganancias.

Según una fuente, la situación se agrava toda vez que ese 4%, las empresas establecidas en Puerto Rico y protegidas por un decreto que les concede exención contributiva, se lo retienen a las compañías foráneas a las que le compran la materia prima para producir sus productos en la lsla. Hacien-da, según la fuente, no tiene la capacidad para auditar a esas empresas que están fuera de Puerto Rico. “Los libros no están aquí. (Hacienda) están confiando en que esas compañías que venden a las empresas aquí van a hacer el cálculo correcto de una fórmula que es bien complicada”.La situación podría ser similar a lo ocurrido en 1996, cuan-

do se eliminó la Cláusula 936. Las empresas manufactureras buscaron mejores condiciones para operar. Ahora, por el ar-bitrio, podrían hacer lo mismo. “La economía global les da esa ventaja”, añadió la fuente un abogado y contador público autorizado que prefirió no identificarse.Por otro lado, el Gobierno estaría apostando a que el dinero

que dejara de recibir progresivamente cada año que dure la Reforma por concepto del 4%, se compensaría con el au-mento del IVU que estarían pagando los consumidores que aumentarían el consumo porque tienen más dinero en su bolsillo. “Es una apuesta arriesgada”, advirtió la fuente.Números de Hacienda indican que por concepto del IVU,

en diciembre, por las ventas hechas en noviembre se reportó que el recaudo fue de 97.3 millones. En enero, reflejando las ventas del periodo navideño, el recaudo por el IVU fue de $124 millones. Ya en febrero, por las ventas de enero el recaudo volvió a normalizarse y decaer alcanzando sólo $91.7 millones.

Frágil el cimiento de la Reforma Contributiva4 cooperativista

PUERTO RICOABRIL 2011PORTADA

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5cooperativistaPUERTO RICO

ABRIL 2011 PORTADA

Los últimos números de Hacienda, correspondientes a febrero indican que por concepto del arbitrio de 4% a las corporaciones foráneas se recaudaron $125.1 millones, lo que representa $16.4 millones más que el mes anterior. El gobierno estima que por este concepto recaudaría, en los seis años que debe durar esta reforma, unos $6,000 millones. Según Hacienda, al 15 de marzo no tenían los números nuevos que recibe el día 10 de cada mes. “Ahora están pagando (el arbitrio) porque esto fue de la noche a la mañana y no se van a ir

corriendo”, indicó la fuente.Por su parte, Quiñones indicó que liberar $1,200 millones para que la gente los gaste en

bienes de consumo “es una ironía muy grande. La Universidad de Puerto Rico necesita $200 millones para salir de su crisis, al Centro Médico hubo que darle una línea de crédito para que se mantenga en pie, la cuota impuesta a los estudiantes de la UPR suma $40 millones”. Y en medio de esto se le están dando $1,200 millones a los consumidores para que lo gasten en las tiendas.La fuente coincidió señalando que el gobierno pudo, por ejemplo, “cuadrar el déficit que

dice que heredó. Por qué, por ejemplo, no le pagan a la UPR los $180 millones que el propio gobierno y sus agencias le deben?.”El economista Elías Gutiérrez, en declaraciones recientes durante un foro de la Asociación

de Industriales, coincidió indicando que nuevamente se premia el consumo y no la creación de medios de producción. Quiñones recordó que en el ve-

rano de 2008 la administración Bush inyectó $1,200 millones a la economía de Puerto Rico y que eso no evitó que la situación continuara más grave cada día.Francisco Catalá, otro economis-

ta consultado, recordó los fondos ARRA de Obama que recibieron los individuos en Puerto Rico. “Se hicieron sal y agua, no hubo un estímulo para la actividad produc-tiva”.Cuáles son los aliviosLa Reforma Contributiva prome-

te créditos contributivos para todos los individuos que rinden planillas. Habrá bajas en las tasas contribu-tivas de todos. Para la planilla del 2011, por ejemplo, las personas que tengan ingresos menores de $20,000 no tendrán que rendir pla-nillas. Los que rindan por ingresos entre $20,000 y $40,000 tendrán una tasa de 15%; los de ingresos entre $40,000 y $100,000, pagarán 10% y los de 100,000 a $150,000, 7%.“Casi todo el mundo se beneficia, qui-

zás no tan marcadamente como se es-peraba… unos ganan y otros pierden”, dijo la CPA María de Lourdes Rivera, de la firma Kevane Grant Thornton.“El que no tenía muchas deducciones

y tiene ingresos moderados o bajos, esos van a ver una reducción”, en la retención, añadió Rivera.En el caso de personas que tienen inversiones, en el futuro no podrán utilizar las pérdidas de

las sociedades especiales contra otros ingresos. “Antes podían deducir hasta un 50% de esas pérdidas”, explicó Rivera.El primer vicepresidente del Colegio de CPA, Kenneth Rivera Robles, advirtió que en la

planilla que se radicará este 15 de abril aplican sólo los cambios introducidos por la Ley 171 de noviembre de 2010.“El cambio más importante (para la planilla que estamos llenando) es la concesión de varios

créditos que reducen la obligación contributiva de las personas. En el caso de individuos, el crédito será de 15% cuando el ingreso bruto ajustado de la persona sea menor de $40,000. El crédito se reduce a 10% cuando dicho ingreso bruto ajustado exceda $40,000 pero no $100,000 ($150,000 en el caso los casados). Finalmente, cuando el ingreso bruto ajustado sea mayor de $100,000 ($150,000 para los casados) el crédito se reduce a 7%”, dijo Rivera

Robles.Sobre el crédito a las corporaciones dijo que siempre será del 7% de la obligación contri-

butiva.Intereses hipotecarios

Rivera Robles explicó también los cambios en la deducción de intereses hipotecarios. “La deducción se está limitando al 30% de un ingreso bruto modificado. Le llamamos modifica-do porque se le tiene que sumar el ingreso exento y los ingresos sujetos a tasas preferenciales (i.e, intereses, dividendos y ganancias de capital). O sea, que si una persona tiene solamente salarios de $40,000 e ingreso exento de $10,000, lo más que podrá deducir por concepto de intereses hipotecarios será $15,000 ($40,000 + $10,000 = $50,000 x 30%). Si una persona tiene intereses en exceso a la limitación antes descrita, puede volver a computar la limitación utilizando, si éste fuera mayor, el ingreso bruto ajustado modificado de cualquiera de los tres años anteriores. Las personas que hayan cumplido 65 año o más no estarán sujetas a la limitación”.La Reforma Contributiva, que inicia en el año preelectoral del 2011 y que será revisada en el

año post electoral de 2013, tendrá además un crédito por trabajar, si se rinde, de entre $300 y $600 lo que, según el gobierno, beneficiará a 217,000 contribuyentes adicionales a los que se benefician de esto en la actualidad.

Las personas mayores de 65 años con ingresos menores de $15,000 anuales, recibirán un alivio contri-butivo de $400.El profesor Quiñones ofreció el

siguiente ejemplo para ilustrar lo que describió como la inequidad de la llamada reforma: una familia que reporta dos ingresos y un de-pendiente y que tenga ingresos de $100,000, en los seis años para los que está predicada la reforma reci-biría $38,000 en alivios contributi-vos. Mientras, el que gane el salario mínimo y recibe $15,000 anuales obtendrá sólo $6,000 de alivio contributivo en esos seis años.“Sí hay alivio”, dijo Catalá, el pro-

blema, explicó, es que si esos alivios dependen de los recaudos por con-cepto del arbitrio a las corporacio-nes foráneas, eso es impredecible.“No sabemos qué va a pasar, si

esas corporaciones extranjeras van a continuar haciendo sus compras a empresas en Puerto Rico o si van a apelar a la creatividad contable como han hecho antes”, advirtió Catalá.

Por otro lado, destacó que los alivios anunciados se mantendrán hasta el 2013 cuando se revisarán los recaudos estimados. “Si no se recauda lo sufi-ciente, si la economía no crece y si no se reduce el gasto público” entonces esos alivios desaparecerían.

“No hay motivo para sentirse optimista”, dijo Catalá. Recordó que entre 2007 y 2009 la recaudación por concepto de contribuciones se redujo en $1,000 millones. “Es muy grande la evasión contributiva”.Números de Hacienda indican que por concepto del IVU, en diciembre, por las ventas

hechas en noviembre se reportó que el recaudo fue de 97.3 millones. En enero, reflejando las ventas del periodo navideño, el recaudo por el IVU fue de $124 millones. Ya en febrero, por las ventas de enero el recaudo volvió a normalizarse y decaer alcanzando sólo $91.7 millones.Por separado los tres economistas parecieron coincidir en que la administración Fortuño,

ideológicamente republicana, achaca los problemas de insuficiencia fiscal al tamaño del go-bierno y no a su incapacidad de recaudar _contribuciones y el pago del IVU_ lo que ha agravado la crisis del País.“No se dan cuenta que cuando languidece el sector público, languidece el sector privado

también”, dijo Catalá.

El economista y también profesor universitario Argeo Quiñones, cuestionó que “si la pregunta es qué va a pasar con ese dinero (de los alivios contributivos), si lo gastan en Walmart o Kmart, se irá al exterior, en consumo de bienes que no se producen en Puerto Rico”.

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Primera Conferencia Bienal de Desarrollo Cooperativo y Economía SocialEn esta edición reseñamos los paneles concurrentes de esta primera conferencia celebrada el 25 de febrero de 2011.

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Hacia el año mundial del cooperativismo

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Mensaje de Eliud Torres Colón, presidente de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico

en la apertura de la 1era Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social

Tan temprano como en 1873 -apenas 29 años después de la fundación de la primera cooperativa moderna y exitosa del mundo: los Justos Pioneros de Rochdale (1944)- se creó la primera cooperativa en Puerto Rico con la aparición de la sociedad de socorros mutuos Los Amigos del Bien Público. Este fue un momento coyuntural para nuestra vida como pueblo, ya que en este mismo año se abolió la esclavitud y se derogó la libreta de jornal. No es casualidad que fuera Don Santiago Andrade, un obrero de San Juan preocupado por las necesidades de la clase trabajadora, quien marcara este hito en la historia.

Por: Eliud Torres ColónPresidente Liga de Cooperativas de Puerto Rico

Hay que subrayar que la puesta en práctica de este “primer ex-perimento cooperativo” como le llama el Dr. Francisco Catalá

en su libro El Callejón del Sapo, se de-bió en gran medida a que el coopera-tivismo fue abrazado por pensadores puertorriqueños de la talla de Eugenio María de Hostos, José Celso Barbosa y Rosendo Matienzo Cintrón, entre otros, quienes fomentaron el cooperativismo como una forma de asociación con la capacidad intrínseca de contribuir a la superación de la pobreza y a la crea-ción de una sociedad más justa y de-mocrática. El otro gran momento trascendental en el cooperativismo puertorriqueño fue a partir del 1945 cuando se comenzaron a impartir los cursos y seminarios del Padre Joseph MacDonald en la Univer-sidad de Puerto Rico. Influenciados por este vicario de la cooperación, un nu-trido grupo de intelectuales y servido-res públicos liderados por Don Moncho Colón Torres, viajaron a Antigonish en Canadá para aprender sobre el movi-miento cooperativista de transforma-ción social que se gestó en este pue-blo de la provincia de Nueva Escocia. Como resultado de ese viaje, esa “Comi-sión de Antígonish” trajo varias propues-tas que fueron plasmadas en la primera Ley General de Sociedades Cooperati-vas de Puerto Rico.Esta ley de vanguardia y su puesta en práctica por insignes servidores públi-cos y cooperativistas comprometidos con la educación como elemento libe-rador del ser humano, permitieron que el cooperativismo despuntara como un modelo socioeconómico eficaz para el progreso y la transformación social. En aquel momento, nuestro País se convir-tió en vitrina del cooperativismo hacia Centro y Suramérica; y, nuestro sistema fue emulado y estudiado por países de toda la región.Pasada una década del siglo XXI, la realidad de Puerto Rico se nos presen-ta con nuevos retos. Tenemos un País ansioso por superar sus situaciones; y, como lo fuera para nuestros precur-sores en el 1946, contamos con una nueva legislación (Ley Orgánica de la Comisión de Desarrollo Cooperativo), que fue el producto de debates y con-sensos entre el movimiento cooperati-vo y el sector público del cooperativis-mo. Dar vida a este nuevo paradigma y edificar un funcionamiento basado en la concertación, el diálogo y el respeto es un reto que asumimos con valentía.

Lo hacemos día a día revestidos de dos instrumentos esenciales: las sal-vaguardas que nos dio el Movimiento Cooperativo para aceptar este nuevo marco legal y el Plan Estratégico del Movimiento Cooperativo, aprobado el 19 de septiembre de 2009. Las salva-guardas que impuso el Movimiento nos inspiran y son parámetros esenciales para jamás olvidar que en el ejercicio de este junte estratégico con el gobierno para propiciar un desarrollo eficaz del cooperativismo, nuestro Principio de autonomía debe seguir siendo absolu-to e irrenunciable. Por otro lado, con nuestro Plan Estratégico aseguramos que las aspiraciones colectivas del Mo-vimiento son atendidas en esta agenda conjunta. Uno de los aspectos que nos ha mantenido unidos a pesar de las diferencias es el mandato legal de esta Ley 247 que establece un espacio de discusión y análisis ponderado sobre los aspectos de actualidad del coope-rativismo, la diversificación sectorial del modelo cooperativo y la integración de esfuerzos solidarios junto al sector so-cial de la economía.La Liga de Cooperativas de Puerto Rico, como portavoz del movimiento cooperativo puertorriqueño, se enor-gullece de ser parte de este esfuerzo dirigido a abrir espacios que nos permi-tan reflexionar sobre nuestro derrotero y adquirir las herramientas educativas necesarias para fortalecer el liderazgo consciente y comprometido de nues-tros dirigentes. El trabajo unitario de todos los que participamos en la Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo para organizar este evento evidencia que la concertación es posi-ble y es lo que espera y necesita nues-tro País.En momentos en que la Asamblea de las Naciones Unidas ha decretado el año 2012 como el año mundial del cooperativismo,es imprescindible que asumamos esta primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social para prepararnos de cara a esta importante fecha. Esta es una antesala excelente que debemos aprovechar al máximo. Exhortamos a todos los coo-perativistas y al público en general a participar activamente de esta primera Conferencia Bienal, con la meta de dis-cutir alternativas y soluciones dirigidas a que el cooperativismo puertorrique-ño se convierta en la opción primordial para el desarrollo integral de nuestro pueblo. Solo de esta manera lograre-mos alcanzar un nuevo hito en nuestra historia para llegar al año Mundial del Cooperativismo con miras a alcanzar la transformación que anhelamos para convertirnos en un Cooperativismo de talla mundial.

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Por Marcos BrenesPrensa Comunitaria

El Presidente del Consejo Nacional de Cooperativas de República Domi-nicana Julito Furcal, tuvo a su cargo la conferencia magistral, durante la Primera Bienal de Cooperativismo y Economía Social, donde presentó la ponencia titulada Problemas, necesidades y oportunidades del coo-

perativismo, cooperativismo juvenil y la economía social en el Caribe y Puerto Rico.

El profesor Furcal aprovechó para dar un trasfondo histórico del cooperativis-mo y la economía social, además de poner en contexto la importancia de éstos, en el panorama actual de recesión económica tanto a nivel mundial como en América Latina.

Estudios recientes demuestran que no es sólo en los países conocidos como tercermundistas que la recesión se manifiesta, puesto que según Fulcar: “en el mundo desarrollado vive aproximadamente un 20% de la población mundial. Ahora bien, no todos los que habitan en él tienen un nivel de vida aceptable, debido a que, como ocurre también en los países más pobres, unos pocos con-centran la mayor parte de la riqueza. El crecimiento de la riqueza global en los países desarrollados va acompañado, paradójicamente, de un aumento de los contrastes y, sobre todo, de un incremento de la población pobre. En Estados Unidos, las 400 mayores fortunas del país concentran un volumen de recursos equivalentes al ahorro de todo el resto de ciudadanos estadounidenses, mien-tras que veinte millones de personas pasan hambre varios días al mes, según un estudio de la Universidad de Harvard. La expansión de este fenómeno, asocia-do en una buena parte de los casos a los problemas de marginalidad en áreas urbanas, ha llevado a acuñar un nuevo término: el «Cuarto Mundo», para deno-minar al colectivo de población más desfavorecido en espacios desarrollados. Es decir, el «Cuarto Mundo» lo componen los pobres de los países ricos”.

Según las Naciones Unidas, más de 2,700 millones de personas en el mundo viven en la pobreza y de ellos alrededor del 35%, vive en la indigencia. Se espe-ra que 32.1% de los habitantes latinoamericanos (180 millones) permanezcan en situación de pobreza y 12.9% (72 millones) en la indigencia.

La realidad social y económica caracterizada por una carencia de satisfacción de las necesidades básicas, convierte el concepto de pobreza en un término que presenta mucha complejidad. Está relacionado a la diferencia entre clases altas y bajas de cada país.

“En los países desarrollados la pobreza extrema es minoritaria, pues los es-tados proporcionan, prácticamente, a la totalidad de sus ciudadanos, ciertos servicios imprescindibles que mitigan la situación de necesidad, como la edu-cación básica gratuita, la atención médica y muchas ayudas en situaciones de enfermedad y jubilación. Por ello, suele hablarse de pobreza relativa, es decir, de personas que son más pobres que la media, pero que viven mejor que la ma-yoría de la población de los países del Tercer Mundo. Por ejemplo, en la Unión Europea se considera «pobre» a aquella persona o familia cuyos ingresos son inferiores al 50% de la renta media de la población. Por este motivo, el umbral de la pobreza varía de un país a otro”, dijo.

Fulcar resaltó el rol que ha tenido en las últimas décadas la inmigración a países desarrollados para abrir aún más la brecha entre adinerados y personas de escasos recursos. La falta de oportunidad laboral que encuentran estos y estas inmigrantes, les obliga a aceptar los trabajos rechazados por la población nacional. También los dirige a actividades ilegales como la prostitución, el tráfi-co de drogas, la mendicidad, entre otros. A esa marginación étnica y social se añade, además, la correspondiente al género, pues se calcula que aproximada-mente dos tercios de los pobres del mundo son mujeres.

También se encuentra un contraste significativo en las fallas del Estado en La-tinoamérica, ya que “los gobiernos cumplen un rol limitado en el financiamiento del consumo de niños y jóvenes (sólo 21%), a diferencia de lo que ocurre en economías desarrolladas en donde el Estado comparte con la familia esta res-ponsabilidad (aporta el 45%). Por ello, es importante aumentar las transferen-cias públicas hacia el ciclo de vida infanto-juvenil”.

Fulcar, quien posee estudios en educación y ciencias agrícolas y una maestría en educación orientada a la gestión educativa, nos dice que:

Pobreza y desigualdad: retos para el cooperativismo Resumen de la conferencia magistral

“salvo honrosas excepciones, en el Caribe no existen políticas gubernamentales orientadas hacia la promoción y protección del sector de la economía social. Es casi nula la presencia de leyes que normen en su conjunto este sector, e imperceptible la relación gobierno-sector. La política social de los gobiernos en su mayoría se reduce a un proceso de clientelismo irracional, que solo provoca parasitismo, degradación moral y dependencia, debido a que estos programas sólo procuran mantener a los gobiernos de turno en el poder a costa de la depredación del erario público y el establecimiento de un régimen asistencialista que en nada contribuye al desarrollo social de los pueblos”.

El desarrollo de proyectos de sostenibilidad real y autogestionados que pro-muevan el crecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas de economía social-solidaria es un reto, dijo el conferenciante. Es aquí donde la economía so-cial se visualiza como una respuesta contundente ante la necesidad de cambio.

Desde una perspectiva histórica, la economía social se presentó como res-puesta de grupos sin representación ni poder adquisitivo ante el capitalismo industrial entre los siglos 18 y 19. La economía social es un conjunto de agentes que se organizan en forma de asociaciones, fundaciones y cooperativas, en las que prima el interés general por sobre el particular y en las que la toma de deci-siones se realiza de modo democrático y participativo.

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Profesor Julito Fulcar, presidente de la Conferederación Nacuinal de Cooperativas de la Repú-blica Dominicana (CONACOOP), dirigiéndose al público en la primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social de Puerto Rico.

Conferencia Bienal 2011:

Fotos suministrada CDCOOP

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Profesor Julito Fulcar recibe obsequio de parte del honorable Melvin Carrión, Comisionado de Desarrollo Cooperativo.

El caso de la juventud, Fulcar expresó como uno prioritario ya que estudios demuestran que la edad promedio de participantes en el sector cooperativista es de 45 años en la región del Caribe y no se han creado estructuras que atraigan a la población juvenil. Por ende, es imperativo establecer programas de educación y capacitación que sean fácilmente identificables con la experiencia juvenil. Ese proceso debe ser teórico-práctico, basado en la promoción y creación de emprendimientos juveniles sustentados en cooperativas.

Fulcar, quien se ha destacado por coordinar even-tos internacionales y ha ofrecido más de 100 con-ferencias en países de Suramérica, Centroamérica y el Caribe, expresó que la fuerza que ha obtenido el cooperativismo en las últimas décadas se percibe ante la respuesta de los gobiernos que han tratado de neutralizar su crecimiento con “regulaciones y supervisiones” que no sólo disminuyen las aporta-ciones de dicho sector, sino que tratan de deses-tabilizarlo. Esto se ve alrededor del mundo. Es por esa amenaza continua, que el sector cooperativista debe hacer frente para garantizar su supervivencia y mantener sus valores, que tanto lo distinguen del sistema económico capitalista.

El cooperativismo, sigue los mismos principios. “Emerge como una expresión práctica del pensamiento contestatario de los socialistas ante las inhumanas consecuencias del liberalismo capitalista que surge a finales del siglo 18, en la Europa preindustrial. Las ideas centrales de los socialistas utópicos plantean, en lo esencial, tesis que conciben un mundo ideal donde prevalezca la justi-cia e igualdad de oportunidades, anticipándose a proponer formulas prácticas de solución de los problemas acuciantes de los trabajadores y sectores más desposeídos, lo que los lleva a la promoción de cooperativas de trabajadores con carácter experimental en sus respectivas empresas o áreas de influencia,” resaltó el conferenciante.

El poder alcanzado en el Caribe por parte del movimiento cooperativista es palpable. Puerto Rico cuenta sólo en el åmbito de las cooperativas de ahorro y crédito con más de 6,239 millones de dólares, tres mil plazas de trabajo y más de 860 mil asociados directos. La República Dominicana cuenta con casi un millón de socios y casi 50 mil plazas de trabajo. En el caso de Cuba, su mayor fuerza está en el cooperativismo agropecuario, de créditos y servicios y las uni-dades básicas de producción, las cuales agrupan en total, alrededor de 3,200 cooperativas; aquí el Estado mantiene control, en la producción y comercializa-ción de sus productos y servicios.

A pesar de que Puerto Rico se encuentra en el tope de la rama del cooperati-vismo financiero en el Caribe, Fulcar mencionó que la isla no ha logrado desa-rrollarse de igual manera en otros sectores del cooperativismo. La importancia de establecer autosuficiencia en el sector de producción de alimentos, como en la construcción de vivienda, es de gran necesidad. Su extensa experiencia en el cooperativismo financiero demuestra la capacidad de desarrollo productivo con el que cuenta Puerto Rico.

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La experiencia, cuando se comparte, es un elemen-to clave para el desarrollo de todo tipo de empresa, más aún para aquellas asociaciones que promue-ven el lado humano del comercio. Esto fue eviden-

ciado en todas las intervenciones de cooperativistas que participaron del panel “Experiencias en el cooperativismo y la economía social” durante la Primera Conferencia de Cooperativismo y Economía Social” celebrada en el mes de febrero.

Durante las ponencias se discutieron los logros y vicisi-tudes de aquellos que conocen por experiencia propia lo que es ser parte de una cooperativa.

En 22 de noviembre del 2003 se fundó la segunda coo-perativa cultural de Puerto Rico: Taller de Cantautores o Taller Cé. El presidente de la antigua cooperativa, José Julián Ramírez Ruiz estuvo presente para hablar de su experiencia en este proyecto, de los distintos tipos de cooperativas y cómo se adaptan a las necesidades de grupos culturales. Entre los logros y beneficios para los artistas-socios que participan de estructuras cooperati-vistas como fue Taller Cé mencionó la fuente de trabajo por medio de propuestas a otras compañías, la obtención de licencia de producción de espectáculos y la grabación de producciones discográficas.

Como parte de la experiencia de esta cooperativa tam-bién se cuentan los problemas. Algunos de los que men-cionó Ramírez fueron de carácter externo, como la satura-ción del mercado en el área de Río Piedras, los problemas económicos entre los artistas o la falta de precedentes al momento de incorporarse, ya que algunas agencias no sabían cómo registrarlos. Sin embargo, uno de los más importantes aprendizajes fue la clasificación errónea que escogieron como cooperativa. El Taller Cé se clasificó como una cooperativa de servicios múltiples, cuando en realidad tenía más elementos de una cooperativa de tra-bajo asociado.

Basándose en su experiencia Ramírez preparó una se-rie de sugerencias para advertirle de estos problemas a otras cooperativas. En primer lugar, establece que aque-llos interesados en crear una cooperativa deben pregun-tarse cuál es el propósito de la misma. Ramírez Ruiz fue enfático en este aspecto ya que, para que los directores puedan percibir ingresos por medio de la cooperativa, de-ben incorporarse como cooperativa de trabajo asociado. Además recomendó que cada miembro tenga un puesto fijo y que haya igualdad en el sistema de selección entre aquellos que participen. También exhortó a aquellos que quieran comenzar una cooperativa a que no tengan miem-bros a tiempo completo trabajando junto a miembros que ofrezcan servicios profesionales, pues según su experien-cia, esto crearía dos tipos de socios diferentes, lo cual re-sultaría problemático. El ponente agregó que las coopera-tivas de trabajo asociado no deben aceptar socios nuevos hasta tener la capacidad para ofréceles puestos regulares.

Ramírez Ruiz enfatizó que: “hay que atreverse, pese a las desilusiones, hay que atreverse a caminar el ca-mino del cooperativismo. Sobre todo cuando esta-mos rompiendo esquemas. Pese a esas desilusiones, seguimos convencidos de que el cooperativismo, en coordinación con la sociedad civil es el único camino transitable hacia un nuevo orden alterno.”

La segunda ponencia del panel estuvo a cargo de Rober-to Rodríguez, quien habló de la situación de una coope-rativa única en su tipo. La cooperativa ARIGOS se fundó a finales de la década de los 90 en la Cárcel Regional de Guayama. Fue creada por confinados que querían desa-rrollar a un nivel organizado su talento para crear piezas artesanales en madera, con materiales reusados de cons-trucción y jabones. No fue hasta el año 2001 que decidie-ron formar una cooperativa, gracias a una conferencia so-bre cooperativismo acerca de la cual Roberto Rodríguez

se expresó de la siguiente manera: “Esto nos brindó la educación para instruirnos real y objetivamente bajo una alternativa excepcional, donde fuimos admitidos sin ser discriminados”.

Para lograr esta cooperativa contaron con ayuda de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico y la Adminis-tración de Fomento Cooperativo. Con el apoyo de es-tas entidades lograron enmendar el artículo 14.0 inciso A de la Ley General de Sociedades Cooperativas, el cual les impedía a los presidiarios formar parte de la junta directiva de la cooperativa. Roberto Rodríguez informó que la mayoría de los miembros de la Junta de Directores ha sido puesta en libertad aún antes de cum-plir la totalidad de su tiempo, lo cual demuestra la efec-tividad del progra-ma. El sistema resultó tan efectivo que llamo la aten-ción de varios po-líticos.

Sin embargo, los ARIGOS aún tienen un largo trecho que recorrer, según con-taron. Actualmente, cuando los miem-bros de la coope-rativa son puestos en libertad deben entregar su carta de renuncia a ARIGOS. Para evitar esto, el Representante Ber-nardo “Betito” Már-quez García presen-tó en la asamblea legislativa el proyec-to de la cámara 4224 para que se haga una nueva enmien-da al artículo 14.0 inciso A de la ley 239 y se le añada el artículo 36.2 A a los fines de delimitar los parámetros bajo los cuales el inspector de cooperativas po-drá examinar coo-perativas formadas por confinados o ex confinados. Rodrí-guez Rosario tam-bién comentó que sería ventajoso poder incluir miembros sin antecedentes penales, ya que estos pueden funcionar como enlace en-tre la cooperativa y la libre comunidad, además de brindar servicios necesarios a los presidiarios como tratamiento psicológico.

De acuerdo con Rodríguez Rosario “el esfuerzo debe ser mayor, ya que no tenemos libre selección, ni podemos con-tar con la inclusión de ciudadanos que no hayan tenido an-tecedentes penales. Lamentablemente esto indirectamente nos coloca en la marginación.” Añadió que los miembros de los cuerpos directivos de ARIGOS que fueron puestos en libertad antes del término de su sentencia demuestran “la necesidad del modelo cooperativista como una herramienta para alcanzar la rehabilitación del individuo.”

Por su parte, la profesora Damary de Jesús, maestra consejera de la cooperativa Sonrisas en la Escuela Wil-fredo La Fuente, en el barrio Talante en Maunabo, hizo énfasis en la importancia de la educación temprana y de las cooperativas juveniles, ya que según su experiencia logran que los “jóvenes piensan en nosotros, no en yo”.

Como parte de su experiencia como consejera de la Cooperativa Juvenil Sonrisas que cuenta con 133 miembros activos, de Jesús concluyó que en las es-cuelas aún existen muchas limitaciones. Entre ellas, mencionó la falta de tiempo lectivo para educar a los estudiantes en los valores cooperativistas. Esto, a pe-sar de las disposiciones de la ley 220, mejor conocida como la ley Especial de Cooperativas Juveniles. Tam-bién añadió la importancia de la capacitación y la otor-gación de plazas a maestros de cooperativismo.

De Jesús concluyó diciendo: “Deseamos promover el interés de la juventud en la acción cooperativista como medio para resolver problemas. Inculcar a los jóvenes el sentido de pertenencia, la preocupación de cooperar y ser útil en sociedad”.

El cuarto panelista, Joel Franqui, dueño de la Eco-Tienda Solidaria La Chiwinha, presentó el Comercio Justo como un aliado del cooperativismo. “Ha impul-sado el cooperativismo en los sectores de producción de distintos países,” aseguró. El Comercio Justo es un sistema cuyo fin es que los productores, de sectores generalmente marginados, reciban la ganancia justa por su trabajo. Para lograr esto se busca conectar el productor con el consumidor en una relación basada en la transparencia y diálogo. Esta opción de comercio busca que el productor tenga el control y sea dueño de su producción, lo cual muchas veces se logra a partir del establecimiento de cooperativas. Franqui destacó que en el Comercio Justo hay dos clases de solida-ridad: la solidaridad externa, que se manifiesta en el apoyo que se le da al comercio justo como consumi-dores, y la solidaridad interna, que se ve en la organi-zación de comunidades productoras. El conjunto de ambas da el soporte necesario para que el Comercio Justo sea posible.

Franqui fue enfático al decir que: “Debemos ser respon-sables en nuestro consumo. Ser críticos en aquellas co-sas que compramos. ¿Dónde la compramos? ¿Cómo lo hacemos?”.

Como resultado de las ponencias se entrevé que el coo-perativismo y la economía social son herramientas útiles para fortalecer sectores que de otro modo tendrían in-numerables obstáculos. Sin embargo, el valor de estas experiencias contribuye a revisar legislación y desarrollar procesos educativos que pavimenten la vía para nuevas iniciativas y cooperativas.

Comparten experiencias en el cooperativismo y la economía socialPor Naisha Y. Feliciano MoragónPrensa Comunitaria

15ABRIL 2011

Prof. Damary De Jesús maestra consejera de cooperativa juvenil.

Roberto Rodríguez, ex socio de Cooperativa ARIGOS.

Prof. Javier Hernández, ex administrador de

Cooperativa Taller Cé.

Conferencia Bienal 2011:

Fotos suministrada CDCOOP

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Dispuestos a reestructurar el escenario económico local, un grupo de cooperativistas esbozaron en la Primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Solidaria una línea de acción que per-

sigue impulsar un sistema de producción integrado entre cooperativas de tipos diversos con los demás componen-tes del Tercer Sector para orientar la producción de bienes y servicios hacia un bien común.

Bajo el tema Propuestas de desarrollo del modelo co-operativo y la economía solidaria, los ponentes aposta-ron a posicionar el cooperativismo como mecanismo para atender la situación económica y social en la cual la dis-minución de empleos, ventas, inversiones y construcción, en contraste con el aumento de gastos de consumo, evi-dencian el marcado deterioro en las condiciones de vida.

Marinés Aponte, directora del Instituto de Cooperativis-mo de la Universidad de Puerto Rico (UPR), explicó que: “El cooperativismo constituye la columna vertebral de la economía social (…) una economía revestida de valores, una economía solidaria. La integración de la que hablo es crear eslabonamientos concretos, crear vínculos entre las entidades (solidarias) que se desempeñan en las distintas fases de la economía (producción, distribución, consumo y ahorro e inversión) y entre entidades al interior de una misma fase”.

Aponte insistió en que: “Considerando el funciona-miento integrado de un sistema económico social y solidario, las entidades de ahorro y crédito deben otor-gar prioritariamente préstamos para la creación de entidades que se desempeñen en la fase de produc-ción y servicios”. Estas a su vez contarían con canales de distribución efectivos dentro del sector de la economía solidaria que permitirían el flujo de los bienes y servicios al consumidor.

En la misma dirección, Saúl J. Pratts, catedrático de la Escuela Graduada de Planificación Pública de la UPR, planteó que el esfuerzo organizativo del cooperativis-mo tiene que ir dirigido a lograr la integración a través de estructuras y procesos que vinculen efectivamen-te al sistema en todas sus dimensiones, basado en el cuarto y sexto principio del cooperativismo: Autono-mía e independencia y Cooperación entre cooperati-vas.

Para trabajar hacia la integración del sector de la Eco-nomía Social Solidaria, la Dra. Aponte propuso, más allá del sector cooperativo, identificar las empresas solidarias que operan en Puerto Rico y sus mecanismos de produc-ción, sus productos o servicios, y explorar si adquieren o venden a otras empresas sociales. Así, se podría parear la demanda con la oferta entre el sector e identificar la demanda que no está siendo atendida. Esta propuesta de Aponte sugiere además integrar las empresas solidarias a los mecanismos de distribución, mientras se educa al consumidor a adquirir bienes evitando alimentar la pre-eminencia de las entidades capitalistas.

Competitividad Global

El país atraviesa por su quinto año de recesión y aún no se vislumbra una tasa de crecimiento esperanzadora. En contraste, durante el mismo periodo el cooperativismo ha experimentado un crecimiento continuo. Según las más recientes estadísticas de la Corporación Pública para la Supervisión y Seguro de Cooperativas (COSSEC), en los últimos cinco años el total de los activos del movimiento cooperativista ha crecido 17 por ciento, a $7.4 mil millo-nes; el total de préstamos aprobados aumentó a $4.3 mil millones, un incremento de casi 10 por ciento. Mientras, el total de acciones y depósitos ha aumentado a $6.9 mil millones, casi $1.2 mil millones.

Ricardo M. Santamaría Sánchez, miembro de la Junta

de Examinadores del Premio Nacional a la Calidad Mal-colm Baldridge, avaló en su ponencia lo establecido por el Plan estratégico del movimiento cooperativo 2010-2014 (PEMC), pues “el movimiento cooperativista se encuentra en el momento ideal para tomar el liderazgo y convertirse en el motor primordial de la transformación económica y social de Puerto Rico”.

Sin embargo, Santamaría enfatizó que el liderazgo que asuma el Movimiento Cooperativista debe estar alineado con los otros sectores empresariales del país. “El gobier-no y la clase empresarial tienen sus miras dirigidas ha-cia el mejoramiento de la competitividad global en Puerto Rico y por lo tanto, de las empresas locales, para insertar-se y competir exitosamente en los mercados fuera de la isla…”, especificó.

Al respecto, Santamaría argumentó que en el PEMC “no hay un objetivo estratégico que específicamente prepare a las cooperativas para insertarse y competir en el merca-do global para mejorar continuamente la competitividad interna de las empresas y así estar preparadas para com-petir mundialmente y asegurar la sostenibilidad”. El siste-ma que propuso añadir a las metas del PEMC se conoce como los Criterios Baldrige de Excelencia Organizacional, una estructura que comparte principios y valores coope-rativistas. Las cooperativas podrían de esta forma manejar sus operaciones sistemáticamente, “alineando” a su fuer-za trabajadora con la visión y objetivos estratégicos de un modelo que incluye la gerencia de recursos humanos, de procesos, manejo de la información, control de calidad, y otros elementos que añaden valor.

Cooperativismo Juvenil

Luis A. Velázquez, presidente del Comité del PEMC y Javier J. Hernández Acosta, profesor de Administracion de Empresas, coincidieron en que para viabilizar un rol cada vez más protagónico del sector cooperativista en el quehacer socioeconómico del país es urgente fomentar la integración del liderato juvenil a la experiencia de funcio-namiento cooperativista.

Mencionó Hernández Acosta que las cooperativas juve-niles son como franquicias en las que se reproduce un modelo pre establecido. Una de sus propuestas fue integrar los programas de educación comercial, con los de cooperativismo y la cultura emprendedora en el sistema de educación pública. También recomendó desarrollar competencias para proyectos de empren-derismo cultural y social. A la vez, sugirió que las coo-perativas juveniles se conviertan en incubadoras de proyectos comunitarios.

Hernández Acosta concluyó que el movimiento coopera-tivo, bajo un sistema integrado solidario, tiene que dirigir sus esfuerzos para invertir en su principal activo: la juven-tud, pues “aunque existen esfuerzos, aún son dispersos”.

Según Luis Velázquez, para lograr las metas del PEMC “es importante accionar un plan donde cada uno de nosotros, en nuestros respectivos planes de trabajo e instancias donde nos movemos, podamos dar paso hacia la solución de nuestros propios problemas”.

Comunidades y cooperativismo

El PEMC contempló aunar intereses para convertirse en “la opción primordial para el desarrollo integral de los in-dividuos y de una sociedad justa y equitativa” a través de empresas fundamentadas en la participación activa y democrática de los beneficiarios.

Juan González Feliciano, miembro de la Junta de Direc-tores de la Cooperativa de Seguros Múltiples y adminis-trador de cooperativas de vivienda, lanzó en su ponencia la interrogante sobre si en la práctica, las organizaciones cooperativistas están en sintonía con los principios y ca-racterísticas que deben guiar al sector como uno mayori-tario de la economía social.

González Feliciano argumentó que los programas de or-ganización comunitarios implantados hasta el presente por las diversas administraciones gubernmentales, salvo excepciones, no han logrado su objetivo por falta de pro-cesos participativos. Hizo referencia a las experiencias positivas de organización comunitaria mediante el modelo cooperativo, especialmente en el ámbito de la vivienda, y exhortó que se retome esa práctica.

Además, González Feliciano señaló que esfuerzos simi-lares a la cooperativa Villas del Sol, que ayuden a orga-nizar y atender las múltiples necesidades de los sec-tores de bajos recursos económicos de nuestro país y para los sectores de mayor edad, deben ser ampliados en el contexto de economía social y solidaria. En este modelo que propuso revisar, la norma sería la participa-ción activa y diversa de múltiples sectores, además de los beneficiarios directos de vivienda, actividad económica, servicios y rendimiento para el colectivo de los socios.

Cooperativistas hacen propuestas para una economía solidaria

ABRIL 201116Por Edenmarí Class MontijoPrensa Comunitaria Una de sus propuestas fue integrar los programas de educación

comercial, con los de cooperativismo y la cultura emprendedora en el sistema de educación pública. También recomendó desarrollar competencias para proyectos de emprenderismo cultural y social. A la vez, sugirió que las cooperativas juveniles se conviertan en incubadoras de proyectos comunitarios.

Dra. Marinés Aponte, directora del Instituto de Cooperativismo.

Conferencia Bienal 2011:

Fotos suministrada CDCOOP

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Urgente el impulso la economíasocial ante la crisis económica

En la Primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social, expertos en el campo compartieron ideas para enfrentar la crisis económica nacional. Nelson Reyes, Estela M. Pérez, Elba Echevarría y Limary Nieves Plaza participaron como panelistas en el foro La dimensión conceptual del cooperativismo y la economía

social y coincidieron en que la recesión económica actual que ya cumplió su quinto año, y la falta de acción contundente de parte del sector cooperativista podría ser parte de esta debacle. La tasa de crecimiento anual ha llegado a un -3.0% en el año 2010, de forma que llegar a un 0% de crecimiento es visto con esperanza. Después de la década del 70, donde dicha tasa anual se encontró en un alto nivel de 7.0%, la decaída económica se ve claramente. La tasa de desempleo llegó a un 16.1% y la participación laboral a un 42.5% en el 2010, la más baja registrada desde 1987. Es ante esta realidad que la opción de encontrar nuevas formas de dirigir la economía ha deja-do de ser una mera consideración para convertirse en una urgencia, sugirió Nelson Reyes-Del Valle, Psicólogo Social-Comunitario y Especialista en Desarrollo Económico Comunitario. “Nos hemos acomodado tanto que estamos, con nuestra ausencia de acción y de solidaridad, aceptando la violencia como realidad insuperable y normal, la pobreza como asunto de otros, la desigualdad como consecuencia natural de que unos tendrán y otros no, la mentira como verdad, el fascismo como la nueva forma de la democracia, la degradación ambiental como resultado inevitable del crecimiento y del mal llamado desarrollo y el individualismo colecti-vizado como forma de hacer incluso negocios,” dijo. “La construcción de un modelo alternativo se hace de abajo hacia arriba y ese es el planteamiento de la economía solidaria. Yo creo que el capitalismo como está, tenemos que trabajar para que desaparezca de sobre la faz de la tierra porque los datos son con-tundentes. Este modelo que estamos viviendo atenta contra la dignidad humana así que debemos trabajar para deshacernos de esa forma pero no hay que esperar a subir, a llegar a ese sitio que se llama poder para generar esa transformación,” explicó el también editor de Trazos, un periódico enfocado en las organizaciones sin fines de lucro. Es en ésta llamada Economía Social donde muchos y muchas profesionales del sector ponen sus esperanzas de un mejor porvenir. Dentro del sector de la economía social conviven enti-dades como las cooperativas, las organizaciones sin fines de lucro, fundaciones, asociaciones, corporaciones propiedad de trabajadores y otras entidades que comparten principios demo-cráticos, participativos y solidarios.La Dra. Elba Echevarría Díaz, ex directora del Instituto de Cooperativismo de la Univer-sidad de Puerto Rico, dijo que: “La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) considera la economía social como un movimiento aliado y seguirá trabajando con él mientras continúe defendiendo nuestro modelo cooperativo de negocios, basado en un conjunto de valores y principios que ha demostrado su sostenibilidad en los últimos 200 años”. Por su parte, la profesora Estela M. Pérez, del Instituto de Cooperativismo, explicó que: “En Puerto Rico, desde siglos pasados, se reconoce la existencia de la economía social. El interés de aso-ciación no lucrativa surge de personas que se unen voluntariamente para resolver sus necesidades de trabajo y de mejoras a la calidad de vida, mediante la práctica de valores de solidaridad, equidad, participación democrática y justicia distributiva”.

18 ABRIL 2011cooperativistaPUERTO RICO

Por Marcos BrenesPrensa Comunitaria

El que la economía solidaria, a diferencia del sistema económico prevaleciente, se abra paso, será la base para el cambio esperado ya que, según Reyes del Valle, en la economía capitalista “el factor capital organiza la actividad alrededor del lucro como fin en sí mismo. Por eso es comprensible que desde esta lógica los recursos naturales se subordinan a este factor produc-tivo. Si el fin principal y orientador de la actividad económica es el lucro, entonces lo demás se tiene que subordinar a estos factores, incluso la vida.” El conjunto de ideas innovadoras y transformadoras planteadas por los panelistas, obligan a repensar los factores productivos de la teoría económica, donde la fuerza de trabajo, los medios de producción, el financiamiento, la tecnología y la gestión se han formulado his-tóricamente como factores únicos a la hora del análisis. Nuevas investigaciones y estudios citados por Reyes han dado origen a un factor que se sugiere como uno de igual importancia, el llamado Factor C. Este implica Compañerismo, Compromiso, Colaboración, Confianza, Cooperación y Comunidad como parte de cada sistema económico exitoso. Gobierno, Cooperativismo y Comunidades

“Sabemos que la crisis financiera que acabamos de atravesar y que nos impactó localmente genera más desigualdad a quienes tienen más acceso a financiamiento a nivel bancario. El sec-tor comunitario tradicional tiene poco que buscar ya que el sector bancario no tiene mucho que ofrecer. Por ende, el socio natural debería ser el medio cooperativo”. Con estas palabras Reyes enfatizó en la importancia de la integración que debe existir entre las cooperativas y las comunidades y la prominencia que debería dar el gobierno al movimiento cooperativista. Lymarie Nieves Plaza, directora de Promoción y Mercadeo de la Cooperativa La Sagrada Familia, expuso que: “Debemos estar entre las alternativas del gobierno cada vez que exista un proyecto para la ayuda del colectivo. Nuestro modelo estimula el ahorro y bienestar social por encima del consumismo. Es imprescindible la colaboración del gobierno y las coopera-tivas para el desarrollo de nuevas cooperativas que generen empleo local. Este proyecto es posible si aunamos esfuerzos. Los recursos existen, el ánimo e interés de levantar empresas de autogestión también. Llegó la hora del cooperativismo. Recomendamos a todas las agencias pertinentes, en unión al movimiento cooperativo del País, que comencemos a buscar alter-nativas para ayudar en el desarrollo económico de nuestro Puerto Rico que tanto lo necesita. Los recursos están disponibles, lo que hace falta es la voluntad.”Estela Pérez coincidió en parte con Nieves. “En Puerto Rico no existe una política pública definida dirigida al sector de la economía social, como lo es en otros países. Se pueden estu-diar ejemplos de modelos exitosos de política pública dirigida a la economía social en otros países. Es sumamente importante educar a niños y jóvenes sobre la economía social y soli-daria, ya que ellos serán los actores que darán continuidad a estos esfuerzos. Los medios de comunicación tienen un rol significativo en la educación al pueblo sobre el cooperativismo y la economía social,” indicó. Por su parte, Elba Echevarría opinó que: “Nosotros debemos cambiar las políticas públicas que se hacen respecto al cooperativismo. El cooperativismo tiene que ser proactivo en generar esas políticas públicas que los benefician sin esperar a que se generen desde el Estado porque el Estado tiene miles de situaciones con las que está trabajando. Debemos educar a las co-munidades que son el rostro humano de la economía. La economía se está enfocando en el consumo, y nos hemos olvidado de ese rostro humano”.

“Debemos estar entre las alternativas del gobierno cada vez que exista un proyecto para la ayuda del colectivo. Nuestro modelo estimula el ahorro y bienestar social por encima del consumismo. Es imprescindible la colaboración del gobierno y las cooperativas para el desarrollo de nuevas cooperativas que generen empleo local. Este proyecto es posible si aunamos esfuerzos. Los recursos existen, el ánimo e interés de levantar empresas de autogestión también. Llegó la hora del cooperativismo.

Nelson Reyes del Valle, psicólogo social comunitario.

Conferencia Bienal 2011:

Fotos suministrada CDCOOP

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Estimado lector, muchas veces nos pregun-tamos cómo una institución cooperativa puede ser exitosa con su funcionamiento interno operacional y a la vez cumplir con

la Responsabilidad Social. Tenemos que recono-cer que la Responsabilidad Social en los últimos 50 años ha tomado un papel más protagónico buscan-do crear conciencia sobre cómo las empresas operan en un sistema social y sus acciones tienen efectos en los demás. La Responsabilidad Social o el com-promiso con la comunidad -como reza el séptimo principio cooperativo- se puede enmarcar en cuatro dimensiones. Éstas son la legal, económica, filan-trópica y ética. Es por eso que la Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico tiene presente en su planificación estratégica la importancia de cum-plir con este principio.

Para demostrar cómo lo hacemos, presentaré algunas acciones que desarrollamos para este cumplimiento. ¿Sabía usted que en la Cooperativa de Seguros Múltiples reconocemos que nuestros recursos naturales son un preciado tesoro que valorizamos, cui-damos y protegemos? Es por eso que nos esmeramos en prote-ger, mantener y desarrollar las áreas verdes que nos rodean. En nuestra oficina central tenemos un pulmón ecológico. Contamos

con un comité ambiental compuesto por los empleados con el fin de crear conciencia a nuestros clientes internos y externos so-bre la importancia de conservar el ambiente. Este comité cuenta con su visión y misión donde la idea central es proteger nuestros recursos naturales.

Contamos con programas de reciclaje de vidrio, aluminio y plástico. Reciclamos los cartuchos de tinta de impresoras, fax y fotocopiadoras para que no se contaminen las aguas. Desa-rrollamos actividades como recogido de periódicos en el interior de la Cooperativa, así como en las escuelas. Tenemos identifica-dos todos los árboles en la Oficina Central para su preservación. Mientras identificamos los diferentes árboles pudimos observar diferentes aves como el zorzal de patas coloradas, gorrión negro, zumbador dorado y la reinita, entre otras. Se desarrolló una ac-tividad donde los empleados adoptan un árbol y se le entrega un certificado de adopción.

Como medida de educación y capacitación se ofrecen ferias ambientales, charlas sobre el ambiente, concursos de fotografía ambiental y feria de artesanía. Además contamos con la placita de productos del país para crear conciencia de apoyar lo nues-tro. En esta placita los empleados y el público en general pue-den comprar verduras y vegetales. En el mes del planeta tierra y el reciclaje el equipo ambiental de la Cooperativa de Seguros Múltiples obsequió una taza para el café y así sustituir los vasos desechables y proteger el ambiente.

Nuestros próximos pasos para hacer de nuestra operación una aún más amigable al ambiente es la colocación de placas fotovol-

taicas en la Oficina Central y el establecimiento de un generador eólico en nuestras sucursales. Como logros de este compromiso a la comunidad hemos recibido los siguientes premios, Premio Coquí Dorado por ser una empresa con un mejor y más efectivo plan de reciclaje en Puerto Rico y Certificado de Cumplimiento por la Autoridad de Desperdicios Sólidos de cumplimiento con la Ley 70, Ley para la Reducción y el Reciclaje de Desperdicios Sólidos en Puerto Rico.

Todas estas acciones se han logrado gracias al compromiso ge-nuino del recurso más valioso que tiene la Cooperativa que es su Recurso Humano. Y por otro lado, la Junta de Directores de la Cooperativa de Seguros Múltiples ha aprobado que la dedica-ción de nuestra próxima Cuadragésima Séptima Asamblea sea al compromiso con la comunidad, el séptimo principio del modelo cooperativista. Es por eso que los invitamos a crear conciencia en nuestras cooperativas de la acción de comprometernos con la protección del ambiente y de nuestra comunidad. Es importante que en toda gestión cooperativa deban estar presentes los valores éticos que rigen nuestra conducta como la honestidad, transpa-rencia, responsabilidad social y la consideración y preocupación de los demás, eso es lo que hacemos en la Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico.

“Los hombres y los pueblos, lo mismo que las flores y otras especies de seres, sobreviven y triunfan, no en solitario, sino en bloque”. Don José María Arrizmendiarrieta.

Por eso sí queremos ser responsables con los demás, tenemos que ser solidarios.

La Cooperativa de Seguros Múltiples como promotora del 7mo Principio

Por: Sr. Miguel A. TorresPresidente Junta de DirectoresBanco Cooperativo de Puerto Rico

Por la década de los años sesenta, el mo-vimiento cooperativo puertorriqueño se planteó como urgente la necesidad de con-tar con un instrumento de enlace financie-

ro y operacional a través de todas las cooperativas de nuestro país. Gracias a esta gestión se pudieron unir, movilizar, canalizar y generar recursos económicos dirigidos a sustentar el crecimiento y operación de nuestras cooperativas. Para aquel tiempo las cooperativas, principalmente las de Ahorro y Crédito, resultaban ser excelentes clientes de los bancos comerciales. Los recursos que conseguíamos aglutinar de nuestros socios y clientes terminaban siendo depositados en la banca priva-da, lo que no aportaba a la creación de productos y servicios que facilitaran el crecimiento de nuestras cooperativas.Ante esta situación de urgencia surge la creación del Banco Cooperativo de Puerto Rico. Todas las iniciativas de organización cooperativa exitosas sur-gen como respuesta a la necesidad sentida porque se sostiene de forma solidaria. El movimiento coope-rativo reconoce la necesidad de unificar esfuerzos y recursos financieros en una institución bancaria de carácter cooperativo poseída, dirigida y administra-da en función y beneficio del propio movimiento. La creación de nuestro Banco Cooperativo impli-có el rompimiento con muchas políticas y prácticas de operaciones tradicionales en las cooperativas. En ocasiones, hasta deterioró las relaciones amistosas y complacidas con los bancos comerciales que mane-jaban nuestras cuentas. Paso a paso todos fuimos aprendiendo, mejorando, creciendo y aportando con patrocinio hasta consti-

tuir lo que hoy es “El Banco Central del Movimien-to Cooperativo Puertorriqueño”, un instrumento para todas las cooperativas, que centraliza recursos, instrumenta servicios y aglutina grandes volúme-nes de operación. Esto nos permite abaratar costos, manejar servicios en conjunto, tener presencia en el mercado y poder distribuir beneficios de forma uniforme y equitativa. Como enlace financiero del movimiento coopera-tivo reconocemos la identidad propia de nuestras cooperativas y respetamos su individualidad, puesto que las cooperativas no son del Banco, sino que el Banco es de las cooperativas. Para el socio coopera-tivista el Banco Cooperativo es transparente porque su relación directa sigue siendo en su cooperativa base.Este sencillo modelo de organización ha logrado constituir al Banco Cooperativo en un activo único para el cooperativismo puertorriqueño, al servicio de las cooperativas sin competir con ellas. Su es-tructura de capital y reservas nos sitúa como uno de los bancos mejor capitalizados de Puerto Rico. El patrocinio de nuestras cooperativas propicia distri-bución de servicios a todos los rincones de nuestro País.Nuestro Banco Cooperativo cuenta con una estruc-tura gerencial capacitada y comprometida con los objetivos y metas del Banco. De igual forma nuestro recurso humano, altamente capacitado y con gran sentido de honradez y firme respeto a la institu-ción, constituye una gran familia que siente y traba-ja con metas comunes. . El marco legal del Banco Cooperativo dispone que la dirección de éste se realice por una Junta de Di-rectores de diez (10) miembros, nueve de los cuales son de elección directa de los delegados que repre-sentan las cooperativas accionistas y, uno ex oficio para quien presida la Junta de Directores de la Liga

de Cooperativas de Puerto Rico. De esta forma la dirección de nuestro Banco recaerá sobre los coope-rativistas que en representación de las cooperativas accionistas son electos por votación en asamblea.Próximamente, se cumplirán nueve años que de la Asamblea General de Accionistas donde fui electo, junto a los compañeros Adriano Madera Torres y Pedro Díaz Carrasquillo, como miembros de la Jun-ta de Directores de nuestro Banco Cooperativo. A pesar de haberle dedicado dos terceras partes de mi vida al cooperativismo, nunca antes había parti-cipado en juntas de directores de organismos cen-trales. La participación en la Junta de Directores de nuestro Banco Cooperativo ha sido una experiencia enriquecedora que me ha permitido sentirme reali-zado como obrero de la cooperación. Durante estos nueve años he tenido la gracia de poder compartir con un grupo de excelentes compañeros la respon-sabilidad de dirigir los destinos de esta institución cooperativa. Por elección interna de la Junta de Di-rectores se me encomendó presidir ésta los pasados cuatro años; gran responsabilidad que he tratado de asumir con humildad, pero con firmeza. Tengo que agradecer primero a mi cooperativa base la Cooperativa de Ahorro y Crédito Cidreña, que me permitió su representación, a los cooperativistas de todo Puerto Rico, que me dispensaron su con-fianza, a los compañeros directores por quienes me sentí siempre apoyado y la gerencia del Banco de quien disfruté su amistad y comprensión.Doy gracias de todo corazón al Dios y Señor nues-tro que cuidó mi salud y la de mi familia, que ilu-minó mi pensamiento y dirigió mis pasos para que junto a todos ustedes caminemos por senderos de cooperación confiados en que con su ayuda, desde nuestra pequeñez, se puedan realizar cosas grandes, como lo es haber sido parte del Banco Cooperativo de Puerto Rico.

Ser parte del Banco Cooperativo de Puerto Rico

19cooperativistaPUERTO RICO

ABRIL 2011

Por:Prof. Luis A. Velázquez VeraPresidente Junta de Directores Cooperativa de Seguros Múltiples

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20 ABRIL 2011cooperativistaPUERTO RICO

La silla vacante del Representante de los Miembros de las Juntas de Directores del sector de Ahorro y Crédito en la Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo (CDCOOP) acaba de ser ocupada por Pastor Santiago Toledo, actual director de

la Junta de Directores de CamuyCoop. Su agenda en este importante organismo, que establece y vigila el cumplimiento de política pública relacionada con el movimiento cooperativo, va dirigida a mirar con lupa el crecimiento del sector, de modo que no se degraden los valores que con tanto esfuerzo han llevado al cooperativismo a obtener el favor de la gente.

“En este momento me parece que lo más importante es la defensa de los principios y valores cooperativos, porque a raíz de incidentes ventilados públicamente como los de COSSEC entendemos que el movimiento se pudiera ver amenazado por intereses que no son cooperativos y que sean ajenos al sector, que por los problemas económicos en otros ámbitos y viendo la solvencia del sector cooperativo lo vean como uno de abundan-cia y vengan a buscar ventajas. Mi posición es que debemos evitar que eso pueda suceder,” dijo a Puerto Rico Cooperativista.

La experiencia de Santiago Toledo en el movimiento cooperativo fue motivo para que la cooperativa CamuyCoop le nominara al puesto y ganara en votación realizada entre los meses de enero y febrero. Además de ser Director de la Junta de Directores de CamuyCoop, es delegado del Consejo Regional de las Cooperativas del Norte.

“La Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo establece la política que debe seguir la Comisión de Desarrollo Cooperativo,” explicó

Santiago. El objetivo de la CDCOOP, creada por virtud de la Ley 247, es potenciar la política pública de promoción y crecimiento del mode-lo cooperativo en Puerto Rico. CDCOOP monitorea el desempeño de instituciones importantes del sector cooperativista como lo son Cossec y Fidecoop, y hace recomendaciones para su mejor operación. “Por su-puesto tenemos que velar, porque los cooperativistas no estamos exentos de cometer errores y hay que vigilar que los planes se estén cumpliendo y tomar medidas correctivas”.

La silla de líderes voluntarios que ocupa Santiago Toledo es por tanto un espacio para impulsar proactivamente iniciativas que redunden en bene-ficio para el sector. “Ciertamente el aspecto educativo es una responsabi-lidad compartida y debemos atender grupos cooperativos nuevos y estar comprometidos con el desarrollo de cooperativas juveniles. No puede haber cooperativistas si no hay educación. También es importante crear foros donde los líderes voluntarios (directores/as de cuerpos directivos) y cooperativistas profesionales (presidentes/as ejecutivos/as) interactúen más. En el pasado se ha dado una relación, pero están todavía muy sepa-rados. Todos estamos en el mismo bote y debemos remar en la misma di-rección,” manifestó Santiago Toledo sobre sus objetivos en el organismo.

Los otros miembros del Movimiento Cooperativo que pertenecen a esta junta son Eliud Torres, Presidente de la Junta de Directores de la Liga de Cooperativas, Luis Velázquez, Presidente de la Junta de Directores de la Cooperativa de Seguros Múltiples, Rubén Morales, Presidente Ejecutivo de VegaCoop, e Iván Otero Matos, representante de las Cooperativas de Vivienda.

Nuevo integrante en la Junta Rectora de CDCOOP

Sr. Pastor Santiago, nuevo integrante Junta Rectora CDCOOP.

El Art. 9 de la Ley Núm. 247, establece que la Junta Rectora de la Comisión será responsable de delinear, promover, coordinar y supervisar la ejecución e implantación de la política pública sobre el desarrollo y fomento cooperativo de Puerto Rico. Dispone además que, constituirá el organismo de gobierno a cargo de la planificación, investigación, promoción, organización y coordinación, bajo un enfoque integral, de la actividad gubernamental relativa al Cooperativismo y a sectores afines.

Por Carla Minet, Prensa Comunitaria

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Por: Lcdo. Roberto Castro Hiraldo, Presidente, Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico

Lo positivo del tema que trato hoy es que establece de in-mediato el estatus de nuestra economía, que es una en recuperación. Obviamente al hablar de recuperación eco-nómica, se da por cierto que hubo una pérdida, una caída,

o algún evento fortuito que nos obliga a enderezar el rumbo. De hecho, la crisis profunda que ha ocurrido en la economía de Puerto Rico, sólo será de ayuda en la medida en que aprendamos de nues-tros errores para evitar que ocurra nuevamente.

Lo más importante es eso, evitar que vuelva a ocurrir, cambiando lo que hicimos antes, y dando pasos afirmativos para afianzar un nuevo modelo y unas nuevas políticas. También es interesante exa-minar qué cosas positivas se hicieron y qué factores impidieron que la pérdida o caída no fuera tan estrepitosa. Comenzaré mi análisis con las experiencias positivas, como por ejemplo la experiencia del Movimiento Cooperativo.

Valdría la pena preguntarnos, ¿qué hubiese pasado sin un movi-miento cooperativo fuerte, vigoroso, activo y disciplinado al mo-mento de la crisis económica? Probablemente la situación hubiese sido mucho peor.

Hay muchas razones que explican la fortaleza, vigor y actividad del cooperativismo puertorriqueño. Éstas tienen que ver con el origen y las bases de la economía cooperativa, que enfatiza en la disciplina, la auto regulación, en tener una filosofía de servicio y no de lucro, y en proteger de forma adecuada y responsable el capital que, con sacrificio, cada socio depositó en sus manos.

La pregunta sugiere que el movimiento cooperativo ha sido un factor determinante para detener la caída, el deterioro y la debili-dad de nuestra economía, y aunque falta espacio para explicar en detalle cómo opera el modelo cooperativo, si lo hay para exponer varios ejemplos que ayudan a entender lo importante que ha sido para nuestro país que exista un modelo cooperativo. En su práctica diaria cooperamos en la calidad y disciplina filosófica para cumplir con responsabilidad la función de beneficiar a las decenas de miles de familias puertorriqueñas que se benefician del mismo.

En primer lugar, el cooperativismo logra algo simple y muy básico para cualquier economía en cualquier parte del mundo: retiene el capital que genera. El capital que produce cada país, y que se retiene en dicho País, es la fortaleza mas grande para cualquier eco-nomía. Cuando en Puerto Rico una empresa de capital extranjero o una empresa nativa, pero con una mayoría de accionistas extran-jeros, declara dividendos en sus ganancias, lo que hace es extraer capital producido en Puerto Rico, por manos puertorriqueñas, para llevárselo a otro país. Esto no ocurre con el modelo coopera-tivo, por varias razones; primero, porque en las cooperativas no hay accionistas extranjeros. Por el contrario, las cooperativas son empresas netamente puertorriqueñas y los rendimientos que pro-ducen nuestras empresas se reinvierten en Puerto Rico, evitando la fuga de capital.

Otro factor económico importante es que las cooperativas no tienen un fin de lucro. Cuando las empresas con fines de lucro de-claran dividendo, lo que realmente hacen es reducir el capital de la empresa al extraer ganancias que sus accionistas, por lo general, gastan o reinvierten fuera del País. Eso no ocurre en las cooperati-vas, donde los socios reciben dividendos de acuerdo a su aportación que, por lo general, entran nuevamente a la economía puertorri-queña. Dichos dividendos son sólo una pequeña porción de los servicios que las cooperativas ofrecen a sus socios, no sólo para ofre-cerles oportunidades y acceso a viviendas, transporte, mejor costo en medicinas, y otros, sino en el caso de las cooperativas de ahorro y crédito, proveerles mejores condiciones e intereses en financia-mientos y ahorros. En otras palabras, el socio cooperativista recibe de inmediato el mejor beneficio al utilizar los servicios de su coope-rativa y un dividendo del rendimiento al final del año. El resto del rendimiento se reinvierte en la propia cooperativa y, por consiguien-te, en la economía de Puerto Rico. Ése es el por qué de la fortaleza financiera de nuestras cooperativas.

Por eso, el sector cooperativo cuenta con un capital robusto que suma el capital y los activos de todas las cooperativas del País, lo que constituyó una inyección de capital directa a la economía de Puerto Rico que ayudó significativamente a amortiguar el impacto de la caída económica que experimenta nuestro país.

En una próxima colaboración, daremos los datos de cuántos em-pleos se han retenido gracias al Movimiento Cooperativo, no sólo de empleados que trabajan en las cientos de cooperativas en Puerto Rico, los cuales, a diferencia de la banca, retuvieron sus empleos, sino el efecto multiplicador que han generado ayudando al pequeño y mediano comerciante o al socio que perdió su empleo y ha podido recuperarse con sus ahorros y beneficios para el financiamiento.

No puedo terminar, sin dar el ejemplo de la Cooperativa de Se-guros Múltiples de Puerto Rico, empresa de la que soy Presidente y Principal Oficial Ejecutivo. Netamente puertorriqueña, nuestros dueños son las demás cooperativas de Puerto Rico. Los dividendos que otorga son limitados porque nuestro énfasis es reinvertir los rendimiento ya que, como empresa de seguros, nuestro capital debe ser lo más robusto posible para poder responder a nuestro asegu-rados, a la hora de su necesidad. Por esa razón, la Cooperativa de Seguros Múltiples cuenta con una impresionante solidez de capital entre las empresas que componen la industria de seguros del país. Además, a diferencia de otras empresas que han abandonado el país cuando no logran sus objetivos financieros a corto plazo, la Coope-rativa de Seguros Múltiples se mantendrá siempre en Puerto Rico porque somos de aquí. Además, por ser un modelo integrado de seguros cooperativos, la Cooperativa de Seguros Múltiples provee al país y a sus asegurados la mejor calidad , servicio y precio dólar por dólar.

Igualmente, nos sentimos orgullosos de haber retenido a todo nuestro personal, tanto en la Cooperativa de Seguros Múltiples como en su subsidiaria Real Legacy Assurance, en haber dado con-tinuidad a nuestros programas de responsabilidad social, con cerca de $3 millones en inversión para apoyar al arte y los artistas plás-ticos puertorriqueños, al deporte, a la educación, así como a enti-dades que sirven a nuestra gente que más lo necesita. Esto es parte de nuestro compromiso con la recuperación económica de Puerto Rico.

De vuelta a nuestra pregunta original: ¿Qué sería de Puerto Rico sin las cooperativas? Una respuesta sencilla: Imagínate si no nos tu-vieras.

Contribución del cooperativismo en la recuperación económica de Puerto Rico

La Corporación para la Supervisión y Seguro de Cooperativas de Puerto Rico (COSSEC), anunció la llegada del CPA, CFE, Wilfredo Torres Pinto como nuevo Presidente de la entidad.La oficialización del nombramiento en propiedad de Torres

Pinto como Presidente Ejecutivo se dio luego de que la Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo de Puerto Rico, aprobara por unanimidad dicho nombramiento. El mismo fue una recomenda-ción del Gobernador de Puerto Rico, Luis G. Fortuño, y una nomina-ción de la Junta de Directores de COSSEC.

“Estamos absolutamente convencidos y comprometidos a formar un gran equipo de trabajo, dirigido a la integración del Movimiento Co-operativo, para beneficio de todos los sectores cooperativos. Por esta razón, estamos más que satisfechos con la elección de Wilfredo Torres como presidente y su plan de trabajo para cumplir con nuestra misión”, aseguró el Presidente de la Junta de Directores, Melvin R. Carrión Ri-vera, Agró.

Torres Pinto, fungió en COSSEC por los pasados dos años como Vi-cepresidente Ejecutivo del Área de Apoyo Técnico y Supervisión. Su experiencia hará posible la continuidad para que se incorpore el modelo empresarial cooperativo en el desarrollo social y económico de nuestras comunidades, adelantando la política pública de crecimiento del coo-perativismo a nivel de las cooperativas base.

La misión de COSSEC es garantizar la continuidad y permanencia de las cooperativas de Puerto Rico; supervisando, fiscalizando, educando, orientando y asegurando su solvencia; protegiendo la participación de socios y depositantes.

COSSEC, tiene la responsabilidad de velar por la integridad y la for-taleza financiera del Movimiento Cooperativo de Puerto Rico, a través de la supervisión y la fiscalización justa, equitativa y efectiva de todas las cooperativas.

La entidad provee al sector de ahorro y crédito un seguro de acciones y depósitos para sus socios y depositantes hasta $250,000.00. Igual-mente, COSSEC está llamada a fomentar la creación de cooperativas, además de viabilizar la integración económica del sector de ahorro y crédito con otros sectores productivos. Por otra parte, COSSEC ofrece apoyo y supervisión a las cooperativas de tipos diversos como son las de Consumo, Servicio, Manufactura, Vivienda, Trabajadores y Juveniles, las cuales están cobijadas al amparo de la Ley 220 de 29 de agosto de 2002 y Ley 239 de 1 de septiembre de 2004.

Con nueva cara COSSEC

21cooperativistaPUERTO RICO

ABRIL 2011

Nuevo integrante en la Junta Rectora de CDCOOP

Wilfredo Torres Pinto, presidente ejecutivo de COSSEC.

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Hace diez años en la Placita Roosvelt en Hato Rey se levanta el Mercado Orgánico de la Coo-perativa Madre Tierra con productos orgánicos variados, listos para llevar a su casa. Las carpas

que se cuelgan tipo mercadillo son la antesala cada primero y tercer domingo de mes de la llegada de productos de nuestra tierra, siguiendo métodos tradicionales de siembra y elabo-ración, sin pesticidas, sustancias sintéticas ni tóxicas, y libres de transgénicos.La unión de voluntades, con la salud y el bienestar como

norte, hicieron realidad esta alternativa accesible para todos. La iniciativa germinó en el año 2000 como un llamado de los ancestros, según relata el presidente de la cooperativa Raúl Rosado. Este llamado era a la producción de alimentos más saludables, con una base orgánica y respetuosa de la natura-leza. Un grupo de mujeres, al que luego se unieron hombres, respondieron a la convocatoria.De acuerdo con Rosado los inicios del Mercado Orgánico

y la Cooperativa no fueron fáciles. Las barreras estaban en “la falta de credibilidad del público y el constante debatir de ideas”, así como “en la dificultad de conseguir agricul-tores que utilizaran técnicas orgánicas”, ya que éstos deben cumplir con los principios de la Ley de Productos Orgánicos del Departamento de Agricultura Federal. Hubo largas dis-cusiones sobre los productos ofrecidos y cómo iban a saber si eran orgánicos o no. Al principio los rotulaban como pro-ductos ‘orgánicos’, ‘sustentables’ y ‘en transición’. Esos inicios en 2001 fueron respaldados por la Liga de Cooperativas de Puerto Rico. Actualmente, la empresa sin ánimo de lucro cuenta 348 miembros activos y se sostiene de las ventas del mercado y por las acciones de los participantes. Los produc-tos se ofrecen al público en horario de 8:00am a 1:00pm en la Placita Roosvelt, Calle José Canals.El compromiso y el interés de ofrecer sus productos como

una alternativa saludable han sido la mayor motivación para continuar trabajando. “Somos un todo, por lo tanto debe-mos tratarnos con respeto, porque todos somos hermanos”, dice Rosado. Superadas las barreras, cerca de 30 productores participan activamente en armonía con los principios coo-perativistas, vendiendo sus artículos en este espacio único.Se encuentran en el mercado productos orgánicos de primera calidad, desde vegetales, panes, jugos naturales y germina-dos hasta productos para el cuidado de la piel. Granos secos, cereales, pastas, nueces, semillas, frutas secas, aceites, miel, galletas, galletas dulces, repostería, aceites aromáticos ela-borados artesanalmente, libros y música, plantas, semillas, composta y fertilizantes para la siembra orgánica: todo esto lo puede conseguir allí.Ante la crisis alimentaria global y local, Rosado nos pone en

perspectiva apuntando que Puerto Rico importamos más del 90% de los alimentos que consumimos. “Dependemos del barco que llegue y no se le da la importancia que se requiere”. En contraste con los supermercados o las megatiendas que venden víveres, en este tipo de mercado local se garantiza la calidad de los productos y la cosecha nativa. Una agrónoma visita las fincas de muchos de los agricultores para cotejar sus prácticas de cultivo y orientarles cuando fura necesario. Se trata de pasos incipientes pero fundamentales hacia la

soberanía alimentaria.El público, que ya espera mes tras mes los productos del

mercado orgánico, va principalmente motivado por su in-terés en el cuidado de la salud, según comenta Rosado. Los días en que hay mercado, desde temprano llegan personas

esperando a que los agricultores preparen sus productos y los ofrezcan al público. Acuden por la confianza que han ganado del público en la calidad de los productos que allí se ofrecen. Y van al mercado porque los talleres educativos que siempre ofrecen son una oportunidad extraordinaria. Por ejemplo,

para celebrar su décimo aniversario, en el mercado se organi-zó un Taller de Carbón Activado de Coco, que propicia que las personas dejen de comprar botellas de agua y utilicen el método de carbón activado para filtrar el agua potable. En el taller, las personas ven el proceso y aprenden a prepararlo por sí mismos. Igualmente, la Cooperativa Madre Tierra inició con el respaldo de la Comisión de Desarrollo Cooperativo una ronda del Taller de Huertos Orgánicos, que tendrá sesio-nes el 30 de abril y 11 de junio.La labor educativa de los talleres la complementan con tan-

das de Eco Cine, gestiones de promoción y visitas a nuevas fincas.Para que este tipo de comercio solidario continúe abriéndo-

se espacio en el país, Rosado entiende que es necesaria más educación hacia el público sobre los beneficios de consumir productos orgánicos, los cuales pueden ayudar en la preven-ción de enfermedades como la diabetes y las enfermedades del corazón, ambas con una alta prevalencia y mortalidad en Puerto Rico. Otra recomendación de Rosado es dejarle saber a los agricultores que existe una alternativa distinta para ellos cosechar sus productos.La esperanza y el afán de continuar proyectos como los de la

Cooperativa Madre Tierra y el Mercado Orgánico se mantie-nen vivos mientras haya agricultores interesados en continuar creciendo y trayendo sus productos, y gente que los compre.Para conocer del Mercado Orgánico y probar los productos

que allí se venden, puede darse cita los primeros y terceros domingos de cada mes en la Placita Roosvelt. Encontrará allí una alternativa saludable para todos en la comunidad.

Diez años de la Cooperativa Madre Tierra como alternativa saludable y eco-amigablePor Alexie M. Lugo-CanalesPrensa Comunitaria

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