12
1 PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS ALTERNATIVAS, UNA APERTURA PARA MEJORAR LOS PROCESOS DE FORMACIÓN Leonardo Caballero Serrano [email protected] Clara Celia Sarabia Morán [email protected] Jorge Gerardo López Coutigno [email protected] Escuela Normal Urbana Federal Cuautla RESUMEN El presente trabajo examina mediante una metodología mixta a tres generaciones de formadores de la Escuela Normal Urbana Federal Cuautla (ENUFC) para identificar la manera en que participan para generar prácticas pedagógicas alternativas, a través de la revisión de la valoración hacia acciones pedagógicas por las que se inclinan, sin confrontar a las mismas prácticas, sino aquellas que les han funcionado, esto con la intención de impactar en los procesos de formación y desarrollar la potencialidad creadora de los estudiantes normalistas; posiblemente con ello se contribuya a mejorar los procesos de formación de formadores y a enriquecer la educación normal. PALABRAS CLAVE: formadores, prácticas pedagógicas alternativas, procesos de formación, potencialidad creadora, estudiantes normalistas, educación normal. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En estas dos décadas del siglo XXI, la formación docente en las escuelas normales se ha visto envuelta en escenarios de transformaciones educativas, tanto curriculares como de política educativa. Sin embargo, uno de los desafíos para coincidir en este movimiento de cambio educativo es que los formadores de formadores vislumbremos la apertura a lo inédito, a la búsqueda de proyectos creadores para con nuestros estudiantes. Aventurarse a caminar sobre las mismas prácticas que el siglo XX nos heredó, nos llevaría a repetir la tradición sin

PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS ALTERNATIVAS, UNA APERTURA PARA MEJORAR LOS PROCESOS DE … · 2019-09-09 · de cuestionarios se lograron recabar los siguientes: 15 de la generación joven

  • Upload
    others

  • View
    10

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

1

PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS

ALTERNATIVAS, UNA APERTURA PARA

MEJORAR LOS PROCESOS DE

FORMACIÓN

Leonardo Caballero Serrano [email protected]

Clara Celia Sarabia Morán [email protected]

Jorge Gerardo López Coutigno [email protected]

Escuela Normal Urbana Federal Cuautla

RESUMEN

El presente trabajo examina mediante

una metodología mixta a tres generaciones de

formadores de la Escuela Normal Urbana

Federal Cuautla (ENUFC) para identificar la

manera en que participan para generar

prácticas pedagógicas alternativas, a través de

la revisión de la valoración hacia acciones

pedagógicas por las que se inclinan, sin

confrontar a las mismas prácticas, sino

aquellas que les han funcionado, esto con la

intención de impactar en los procesos de

formación y desarrollar la potencialidad

creadora de los estudiantes normalistas;

posiblemente con ello se contribuya a mejorar

los procesos de formación de formadores y a

enriquecer la educación normal.

PALABRAS CLAVE: formadores, prácticas pedagógicas alternativas, procesos de formación, potencialidad creadora, estudiantes normalistas, educación normal.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En estas dos décadas del siglo XXI, la formación docente en las escuelas normales se

ha visto envuelta en escenarios de transformaciones educativas, tanto curriculares como de

política educativa. Sin embargo, uno de los desafíos para coincidir en este movimiento de

cambio educativo es que los formadores de formadores vislumbremos la apertura a lo inédito,

a la búsqueda de proyectos creadores para con nuestros estudiantes. Aventurarse a caminar

sobre las mismas prácticas que el siglo XX nos heredó, nos llevaría a repetir la tradición sin

2

detenernos a mirar lo que hacemos de manera diferente. Apropiarnos de esta postura nos

articula con el contexto de cambio que a nivel nacional e internacional estamos viviendo.

Esta búsqueda de renovación educativa se inserta en un contexto que es coyuntural

por el inicio de un nuevo siglo, donde se articula el pasado y el futuro, la tradición y la

modernidad, ruptura y posibilidad, incertidumbre y esperanza, procesos que están

replanteando los paradigmas tradicionales y la reinvención de utopías (Ainsa, 1997), para

responder a una nueva realidad cada vez más compleja, incierta y cambiante.

En este entramado de políticas educativas, se ha insistido en que uno de los aspectos

prioritarios de los sistemas educativos, lo constituye la formación del profesorado (Robalino

Campos & Körner, 2006). Es por ello que las escuelas normales y sus formadores juegan un

papel protagónico para integrarse tanto a los procesos de cambio que a nivel mundial se

están presentando, como a las políticas de transformación educativa y a las exigencias de

propiciar cambios profundos en los procesos de la formación de docentes.

En el sexenio pasado como parte de la reforma educativa fomentada por la Secretaría

de Educación Pública (SEP), se impulsó una consulta regional y nacional para proponer

alternativas de mejora para el modelo educativo de las escuelas normales. Entre algunas de

las conclusiones de estos foros nacionales rescatamos aquella que tiene que ver con los

formadores de docentes, de quienes se destacan carencias de actualización para enfrentar

los retos que demandan los nuevos profesores; formadores de reciente ingreso que no

cuentan con el perfil mínimo para garantizar la calidad en la formación de maestros; una

docencia poco innovadora, rutinaria y burocratizada (DGESPE, 2015).

Contribuir al cambio educativo desde las escuelas normales, ha sido uno de los retos

que históricamente se ha depositado en estas instituciones formadoras de docentes. Sin

embargo, las exigencias que se reclaman desde las escuelas de educación básica y desde

la sociedad, han mostrado que los esfuerzos que se han emprendido no han sido suficientes

para impactar de manera trascendente en la búsqueda de cambio para la educación pública

mexicana. Algunos investigadores han señalado que la “tradición normalista mexicana parece

enclavada en el pasado, en lo dado, en lo instituido… donde los diversos movimientos, los

cambios y las reformas no se articulan con ninguna alteración…” (Ducoing Watty, 2013, pág.

9), que responda a las necesidades de los estudiantes y de la sociedad contemporánea.

Ducoing resalta que el punto medular se ubica en cómo se está entendiendo a la formación

docente.

Pasando del nivel nacional al nivel estatal, objeto de nuestra indagación, tenemos que,

del cúmulo de escuelas normales del país, en el Estado de Morelos se encuentra la Escuela

Normal Urbana Federal Cuautla. Desde 1975, los esfuerzos por parte de los formadores de

maestros de esta Escuela Normal, han sido significativos ya que desde sus propias

posibilidades y limitaciones han contribuido a la formación de maestros que se han integrado

en la educación pública del estado de Morelos y de México.

3

En el presente estudio nos parece pertinente examinar en qué medida los formadores

de esta escuela normal incorporan acciones y procesos de crítica y/o creatividad para cambiar

y modificar realidades de la formación docente que lleven a proponer prácticas pedagógicas

alternativas que atiendan las carencias y requerimientos de la educación normal en nuestro

país. Este panorama amerita estudiarse, sobre todo por el desafío que la escuela normal

enfrentará en el presente y en el futuro para reencauzar su papel hacia procesos de cambio

en la formación de maestros.

Pregunta de investigación

¿Cómo podrían participar los formadores de la Escuela Normal Urbana Federal

Cuautla para generar prácticas pedagógicas alternativas?

MARCO TEÓRICO

Para acercarnos a comprender la complejidad de estas instituciones formadoras de

docentes. H. Giroux, 1992, nos recuerda que existe una articulación entre las actividades

cotidianas, la institución y la sociedad más amplia. De igual forma será menester devolver a

la Escuela el reconocimiento de ser un espacio sociocultural donde se dan procesos de

reproducción y producción, es decir, relaciones sociales, prácticas, cultura, percepciones,

subjetividades que inciden para provocar cambio o tradición; se resalta de manera especial

que las escuelas no solo son sitios de reproducción sociocultural, sino son también sitios para

crear y para la constitución de sujetos sociales, lo cual nos lleva a entender a la educación

como un proceso de práctica social compleja, productora, reproductora y transformadora de

sujetos (Puiggrós, 2003).

A finales del siglo XIX en Europa se establecen los sistemas nacionales de educación

y con ello se constituye la Escuela como el centro esencial para la formación humana. En su

devenir histórico y social se han dado distintos intereses, sobre todo por los proyectos

políticos de los Estados y la finalidad que se ha otorgado a la institución escolar,

especialmente “diseñada para conservar, transmitir e inculcar la cultura canónica de una

sociedad” (Bourdieu, 1975, pág. 168), sin embargo, la cultura escolar de “la escuela de los

sistemas nacionales de educación sólo glosa, comenta, anota los conocimientos creados y

en muy pocas ocasiones crea saber, produce conocimiento” (Primero Rivas & Beuchot

Puente, 2006, pág. 30).

Es la escuela una de las instituciones culturales, donde se constituyen sistemas

simbólicos compartidos, formas de interactuar, participar y trabajar juntos, procesos de

construcción y utilización de significados, conceptos, discursos compartidos, donde se

4

entraman explicaciones y comprensiones, pero también creencias, deseos, intenciones y

compromisos (Bruner, 1991).

A la escuela le inviste una función de conservación cultural, para ser parte de las

instancias que pretenden el monopolio de la legitimidad cultural, pero como parte de un campo

intelectual, caracterizado como un sistema de líneas de fuerza, conformado por agentes que

se oponen y se agregan (Bourdieu, 1975), nos adentra a la complejidad de entender cómo en

la propia escuela se entreteje o podría estar implícito el rumbo de los proyectos creadores.

Para una mejor comprensión del objeto de estudio que se pretende construir, uno de

los ejes clave en esta búsqueda de transformar la formación docente, inicia con los propios

maestros de las escuelas normales, quienes emergen en este escenario como uno de los

elementos centrales ya que con su práctica e intervención juegan un papel decisivo para las

propuestas educativas que se intenten impulsar; de acuerdo con H. Giroux, 1992, los

maestros no sólo reciben información sino también la producen y la median, además

incorporan procesos de resistencia y prácticas alternativas. La práctica pedagógica alternativa

tiene que ver con el proceso de intervención que realizan los formadores para con sus

estudiantes, pero de manera especial aquella que se orienta a la construcción cognitiva,

volitiva, motivante y actuante, como lo refiere Beuchot, 1996, para contribuir al desarrollo de

potencialidades creadoras.

Examinar dicho proceso pedagógico alternativo y comprender cómo incide en la

construcción de nuevo conocimiento y la importancia de éste para impactar en nuevas

prácticas pedagógicas de los futuros maestros, nos lleva a revisarlo desde su complejidad y

sus procesos ya que éstos implican un cambio o una serie de cambios que constituyen el

curso de acción de determinadas relaciones articuladas entre los distintos elementos del acto

formativo (García, 2013).

Por esa misma razón, es de capital importancia determinar lo que los mismos

profesores opinan y creen respecto de su propia actividad. Por ello, idear una forma idónea

de acercarnos a eso que piensan, para ver su capacidad de enriquecimiento y transformación,

puede llegar a constituir el núcleo del objeto de estudio de este trabajo.

Una vez conocido lo que piensan, como punto de partida, entonces se podrá

determinar cuáles son las posibilidades de instaurar prácticas alternativas y cómo podrían

provocarse las mismas. Muy probablemente este acercamiento a su forma de pensar

generaría una apertura ante la rutina de la cotidianidad educativa, a la vez que permitiría

encontrar los mejores cauces para propiciar los cambios necesarios. En efecto, ya sabemos

que se seguirán dando reformas educativas, pero mediante este conocimiento podría

encontrar un eje de transformación, conformado por el potencial mismo de los profesores, a

partir del cual, independientemente de las reformas educativas, se sentarán bases en los

formadores de formadores para contribuir a generar propuestas pedagógicas que puedan

servirles de faro en los procesos de formación de maestros.

5

METODOLOGÍA

La indagación que guió esta investigación enfocada a la búsqueda de una opinión de

los formadores de formadores de la Escuela Normal Urbana Federal Cuautla, responde a una

metodología cuantitativa, tendiente a establecer frecuencias. Pero al mismo tiempo tuvo un

rasgo cualitativo, ya que la opinión que se buscaba esclarecer respondió a determinar a una

valoración que los formadores otorgan a una determinada acción pedagógica, lo cual es

totalmente cualitativo. Esta articulación de paradigmas nos llevó a abordar un enfoque mixto.

Este enfoque articula datos cuantitativos y cualitativos, para aproximarse de una forma más

amplia al objeto de estudio, para analizarlo en su complejidad y percibirlo desde distintos

niveles.

“Los enfoques mixtos logran obtener una mayor variedad de perspectivas del problema:

frecuencia, amplitud y magnitud (cuantitativa), así como profundidad y complejidad

(cualitativa); generalización (cuantitativa) y comprensión (cualitativa)” (Hernández

Sampieri, Fernández Collado, & Baptista Lucio, 2010, pág. 550).

Como una aproximación para comprender la opinión de los formadores de formadores

de la Escuela Normal Urbana Federal Cuautla, sobre cómo generar prácticas pedagógicas

alternativas, se aplicó un cuestionario de nueve preguntas con respuestas de opción múltiple

a tres grupos de generaciones diferentes, uno conformado por la generación de recién

ingreso, un segundo por la generación media y un tercero por la generación mayor, con la

finalidad de abarcar la totalidad de 50 docentes que laboran en esta institución. Las

generaciones quedaron organizadas de la siguiente forma: la generación joven de 1 a 10

años, integrada por 27 docentes; la generación media de 10 a 20 años, integrada por 11

docentes; la generación grande de 20 a más años, integrada por 12 docentes. De la totalidad

de cuestionarios se lograron recabar los siguientes: 15 de la generación joven lo cual nos da

un 55%; 7 de la generación intermedia lo cual nos da un 63%; 10 docentes de la generación

mayor, lo cual nos da un 83%. Como muestra estratificada nos da un total de 32 docentes,

igual al 63% del total de la población docente.

De entrada, se buscará identificar aquellas valoraciones que sobre las acciones

pedagógicas alternativas tienen mayor impacto para mejorar los procesos de formación

docente inicial. Se espera que los hallazgos encontrados sirvan de base para enriquecer los

procesos de formación de maestros en esta institución y/o en demás escuelas normales del

estado de Morelos y, de ser posible, de México.

Resulta obvio que la heterogeneidad de la población mostrará diferencias en sus

valoraciones, pero será interesante encontrar cuál de los tres grupos privilegia acciones

pedagógicas alternativas que puedan abrir nuevos derroteros para enfrentar con mayores

6

posibilidades las exigencias académicas que reclama el siglo XXI. El instrumento tiene un

enfoque enmarcado en la teoría piagetana, caracterizado por acciones pedagógicas que

buscan la construcción de conocimiento y reorientar desde ellas posibles rupturas, nuevos

cauces y derroteros y, quizá, replantear formaciones tradicionales.

DESARROLLO Y DISCUSIÓN

¿Qué distingue a cada maestro ante la producción o la reproducción?, quizá también

entre la tradición y la innovación o entre la imitación y la creación; resulta curioso que cada

maestro tendrá una lectura, percepción e interpretación de la realidad educativa, incluso

pueden tener alternativas, pero también tendrán sus diferencias, semejanzas y entre ellas

una analogía intermedia.

En palabras de Bourdieu, a cada maestro le distinguirá su propio habitus, ya que “ellos

son operadores de distinción” (Bourdieu, 2015, pág. 31).

Habrá una distancia enorme entre las dos posturas, sobre todo si entendemos a la

realidad social como movimiento en un proceso que articula lo dado y lo dándose (Gómez

Sollano & Zemelman, 2006), con la que se relacionaría al maestro producente, y si la realidad

es estática, inmóvil, dada, terminada, esta tendrá relación con el maestro reproductor.

La distinción de un maestro productor y uno reproductor radicará en la forma de

enfrentar a la realidad –escolar- como lo deja entrever Hugo Zemelman, 1998. Es posible que

este aspecto sea clave para provocar, invitar y desafiar cognitivamente a los estudiantes, para

ir más allá de lo inmediato y construir junto con ellos el proyecto creador.

En la actuación de los maestros, es posible que se tengan prácticas docentes

heterogéneas, que lleven a distintas direcciones y/o formaciones docentes, es decir, un

maestro productor guiará hacia procesos de formación donde destaque la apropiación, critica,

creatividad y transformación de la persona y de su comunidad. Un maestro productor tendrá

infinidad de momentos creativos que impacten en el cambio de la realidad educativa, a partir

de la problematización de la realidad, la visualización de posibilidades, el desarrollo de

pensamientos divergentes y la activación de las potencialidades del pensamiento; mientras

que un maestro reproductor tenderá a la repetición de las acciones, a la mera transmisión del

conocimiento y a la ejecución de programas, a la rutina, a la copia, fijando tendencias y

estereotipos, no admiten condiciones cambiantes, priorizando el formalismo y la imitación.

Este último puede incidir al bloqueo u obstáculo para el desarrollo de la creatividad, como

también lo puede limitar un maestro autoritario, excesivamente normativo, que busque la

conformidad, la inmediatez y el excesivo control (Martínez Llantada & Guanche Martínez,

2013).

7

En el espacio de la educación escolar es donde se dan estos dos procesos tanto de

producción y reproducción. Ambos procesos impactan de manera determinante en la

construcción de conocimiento, en la forma de relacionarse con la realidad social y en la forma

de comprender y enfrentar la vida y el mundo. Algunos especialistas señalan que

históricamente ha sido más dominante el segundo proceso, “producimos conocimientos o

simulamos que lo hacemos; o más grave aún, reproducimos saberes escolares inocuos, útiles

a nuestros alumnos solo para sacar calificaciones, y perpetuar la ignorancia construida”

(Primero Rivas & Beuchot Puente, 2006, pág. 97).

Entre las semejanzas de los formadores de formadores podemos señalar que son

caracterizados como sujetos pedagógicos, es decir, sujetos cognoscentes, dotados de

emoción, afecto y voluntad, capaces de intervenir decisivamente desde los espacios del aula

y la misma escuela, para construir nuevas relaciones pedagógicas, que permitan enfrentar

las exigencias educativas del presente y del futuro. La intervención pedagógica se cristalizaría

en la búsqueda de nuevas posibilidades y nuevos horizontes, esta sería la finalidad de la

intención cognoscente y volitiva del sujeto pedagógico, ya que la voluntad se entiende “no

como un mero acto subjetivo de deseo, sino como una capacidad de reactuación del hombre

frente a sus circunstancias” (Gómez Sollano & Zemelman, 2006, pág. 78).

En la actuación de los maestros interesa escudriñar ¿cómo se expresa su

potencialidad pedagógica para incidir en formas de intervención pedagógica creativas, críticas

y visionarias?, quizá en ello radique también su diferencia y la alternativa en este trabajo de

investigación, para contribuir a mejorar los procesos pedagógicos de formación docente y la

actuación de los futuros maestros de educación básica

Buscar la posibilidad de cambio desde los formadores de formadores de las escuelas

normales, es reconocerles en su potencialidad para abrir nuevas rutas en la formación de

maestros, redescubrir lo que hemos olvidado y construir alternativas que lleven a lecturas

diferentes de la realidad educativa y que impacten en la formación de los futuros maestros de

la educación básica.

Pensar en una distinta formación nos remite a comprender que la realidad social “no

está dada … está más bien dándose en un proceso de cambios y transformaciones

permanente e intenso” (Gómez Sollano & Zemelman, 2006, pág. v), de ahí la necesidad de

abrir el razonamiento a posibilidades múltiples y no reduccionistas y únicas. La posibilidad de

abrir el pensamiento requiere, de acuerdo con Zemelman, de un proceso constante de

problematización, que explore un abanico de relaciones posibles, más allá de los meros

contenidos que propone la propia teoría y entender al espacio educativo como la articulación

de realidades emergentes.

8

RESULTADOS

La planta docente de la Escuela Normal Urbana Federal Cuautla actualmente está

compuesta por 50 profesores, quienes tienen diferente antigüedad, experiencia, formación,

instituciones de formación, incluso edades, lo cual les proporciona distinciones como

formadores de formadores. Por lo que para una mayor comprensión de las opiniones respecto

a cómo podrían participar para generar prácticas pedagógicas alternativas, parece pertinente

ubicarlos por generaciones y por antigüedad en el campo de la formación docente.

Resultará interesante reconocer las semejanzas y diferencias de las tres generaciones,

en especial nos permitirá comparar las acciones pedagógicas que valora cada generación.

De entrada, las opiniones que destacan de cada generación, constituyen un rumbo hacia

dónde dirigirnos como escuela normal, para sugerir cómo podríamos participar en nuestras

intervenciones docentes, junto con nuestros estudiantes.

1.- ¿Qué acciones pedagógicas han tenido mayor éxito en su práctica docente?

Los formadores de la generación joven se inclinan por la problematización de conocimiento.

Los de la generación mediana destacan a la aplicación de un método expositivo. La

generación grande destaca la problematización de contenidos. Las tres generaciones nos

permiten apreciar dos acciones pedagógicas antagónicas que están dominando en los

procesos de la formación de maestros.

2.-¿Cómo promueve la participación creadora de los estudiantes en clase?

Las tres generaciones presentan rasgos heterogéneos: la generación joven trabaja

aplicando técnicas de debate y discusión e interactuando con los objetos de estudio. La

generación mediana se inclina por la participación individual. La generación grande se

diversifica en sus prácticas, tiene varias opciones: fomentando el trabajo en equipo, aplicando

técnicas de debate y discusión, interactuando con los objetos de estudio, y produciendo textos

escritos, posiblemente se atribuya a su experiencia, aun así le da poco aporte al trabajo

individual.

3.- ¿Cómo interviene en la creación de nuevas prácticas pedagógicas de los

futuros maestros? Las generaciones jóvenes sobresalen tres acciones pedagógicas:

promoviendo una actitud abierta hacia lo otro, formando en la búsqueda de la posibilidad,

inventando y resolviendo problemas educativos. La generación mediana se concentra en dos

de ellas con el mismo nivel de opinión: promoviendo una actitud abierta hacia lo otro e

inventando y resolviendo problemas educativos. La generación grande sobresale la práctica

de promover una actitud abierta hacia lo otro.

4.- ¿Cuáles acciones pedagógicas contribuyen a la mejora de los procesos de

formación docente? La generación joven sobresale de manera notoria la acción pedagógica

de articular la experiencia-reflexión-teoría. La generación mediana, sobresalen la

participación autónoma del estudiante y la articulación de experiencia-reflexión-teoría. La

9

generación mayor, sobresale de manera notoria la reconstrucción de la práctica pedagógica,

esto llama la atención porque en la escuela normal, a lo largo del proceso de formación

docente, hay una participación de prácticas profesionales con las escuelas de educación

básica y se regresa a la normal a reconstruir este proceso.

5.- ¿Qué acciones pedagógicas promueven la ruptura en la práctica tradicional

docente? La generación joven se concentra mayormente en confrontar la teoría- práctica y

elaborar nueva teoría. La generación mediana sobresale dos, enfrentar epistemológicamente

la práctica docente y confrontar la teoría-práctica y elaborar nueva teoría. La generación

grande trabaja más con enfrentar epistemológicamente la práctica docente.

6.- ¿Qué acciones pedagógicas inciden para que un proceso docente sea

creativo? La generación joven sobresale fomentar las ideas diversas entres los estudiantes.

La generación mediana destaca el fomento de las ideas diversas entre los estudiantes. La

generación grande tuvo mayor opinión en fomentar las ideas diversas entre los estudiantes y

trabajo en equipo para la producción de conocimiento original.

7.- ¿Qué acciones pedagógicas contribuyen a la construcción de nuevos

conocimientos en los futuros docentes? La generación joven sobresale el dominio de

contenidos disciplinares y pedagógicos. La generación mediana tuvo mayor opinión en

planteamiento creativo de problemas complejos. La generación grande se concentra en

igualdad de opiniones en tres acciones: dominio de contenidos disciplinares y pedagógicos,

planteamiento creativo de problemas complejos y práctica de las ideas creativas.

8.- ¿Cómo desarrollar la potencialidad creadora con la intervención docente en

la escuela normal? La generación joven sobresale de manera notoria la acción pedagógica

de organizando formas de trabajo conjunta en colaboración. La generación mediana tiene

mayor valoración por la acción de organizando formas de trabajo conjunta en colaboración y

analizando la realidad educativa local, nacional e internacional. La generación grande trabaja

en mayor valoración en impulsando prácticas pedagógicas producentes de nuevos sentidos.

9.- ¿Cuáles podrían ser en su opinión aquellas acciones pedagógicas que dan

rumbo al nacimiento de proyectos creadores? Las generaciones joven, mediana y grande

dan prioridad al fomento de la investigación educativa.

10

CONCLUSIONES

Las presentes acciones pedagógicas permiten dar cuenta de lo que piensan y creen

los propios maestros, sus opiniones de lo que hace falta para estar a la vanguardia, la

innovación y proponer nuevos rumbos a la práctica de los formadores y a la formación de

maestros. Este abanico de prácticas docentes nos permite dar cuenta de las valoraciones de

tres generaciones diferentes, de las posibilidades que comparten para aproximarnos a la

complejidad de las prácticas pedagógicas alternativas.

Plantear un rumbo definido, claro, sólido, que independientemente de las reformas

educativas, nos muestre una posible ruta para tomar el camino que nos lleve a la

transformación del campo de la formación docente. Es decir, necesitamos caminar con un

mapa epistémico, que guie hacia la dirección de la práctica pedagógica alternativa. Esta

última nos permite una apertura epistemológica, para fijar los “puntales” necesarios que

sostengan las acciones complejas que llevan a la creación y construcción de conocimiento y

al nacimiento de proyectos creadores.

Llegar a este punto nos enfocó a mirar con ojos de asombro aquellas acciones

pedagógicas sobresalientes entre la opinión de los formadores de las tres generaciones y

meditar cuáles dan sin titubeo una apertura hacia el proceso de construcción y cuáles

necesitan posiblemente cuidar el punto de inicio, para “apuntalar” la estructura cognitiva y

avanzar con paso sólido y seguro a la búsqueda de cambio educativo.

11

REFERENCIAS

Ainsa, F. (1997). La reconstrucción de la utopía. México: Correo UNESCO.

Beuchot, M. (2012). Interpretación y construcción del mundo. D.F., México: Universidad

Nacional Autónoma de México.

Beuchot, M., & Arenas - Dolz, F. (2008). Hermenéutica de la encrucijada. España: Anthropos

.

Bourdieu, P. (1975). Campo intelectual y proyecto creador. En M. Barbut, P. Bourdieu, M.

Godelier, & Otros, Problemas del estructuralismo (págs. 135-182). México: Siglo

veintiuno editores,sa.

Bourdieu, P. (2015). Capital cultural, escuela y espacio social. México: Siglo XXI.

Bourdieu, P., & Passeron, J. C. (1995). La reproducción. D.F., México: Fontamara.

Bruner, J. (1991). Actos de significado Más allá de la revolución cognitiva. Madrid: Alianza.

DGESPE. (2015). Conclusiones foros de consulta en normales. D.F., México.

Ducoing Watty, P. (2013). Los otros y la formación de profesores. En P. Ducoing Watty, La

Escuela Normal. Una mirada desde el otro (págs. 9-23). D.F. México: Universidad

Nacional Autónoma de México.

Gadamer, H.-G. (2012). Verdad y Método Tomo I. Salamanca, España: Sigueme.

García, R. (2013). Sistemas complejos. Barcelona, España: Gedisa.

Giménez, G. (1997). La sociología de Pierre Bourdieu. Instituto de Investigaciones Sociales

de la UNAM, 22.

Gómez Sollano, M., & Zemelman, H. (2006). La labor del maestro: Formar y Formarse. D.F.,

México: Pax México.

Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2010). Metodología de

la Investigación. México D.F.: Mc Graw Hill.

Hersch, J. (2010). El gran asombro. La curiosidad como estímulo en la historia de la filosofía.

Barcelona: Acantilado.

Martínez Llantada, M., & Guanche Martínez, A. (15 de 02 de 2013). www.gogle.com.mx.

Recuperado el 9 de 06 de 2015, de Material base educación de la creatividad:

http://yakuza.ga/index.pl/zh/20/http/es.slideshare.net

12

Mureddu Torres, D. C. (2012). La construcción del objeto. Enigma o proceso. Cuernavaca,

Mor; México: Digital.

Piaget, J., & García, R. (2016). Psicogénesis e história de la ciencia. México: Siglo XXI.

Primero Rivas, L. E., & Beuchot Puente, M. (2006). Hacia una pedagogía analógica de lo

cotidiano. D.F, México: Primero Editores.

Puiggrós, A. (2003). Recaudos metodológicos. En A. Puiggrós, & M. Gómez, Alternativas

Pedagógicas (págs. 299-327). Argentina: Miño y Dávila editores.

Ricoeur, P. (2001). Ideología y utopía. Barcelona: Gedisa.

Robalino Campos, M., & Körner, A. (2006). Modelos Innovadores en la Formación Inicial

Docente. Santiago de Chile: UNESCO.

Zemelman, H. (1998). Sujeto: existencia y potencia. Barcelona, España: Antropos.

Zemelman, H. (2003). Integración y tendencias de cambio en América Latina. Formación de

sujetos y perspectivas de futuro. En A. Puiggrós, & M. Gómez, Alternativas

pedagógicas. Sujetos y prospectiva de la educación Latinoamericana (págs. 37-51).

Buenos Aires: Miño y Dávila editores.