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Km Marzo 1997 Cobre denuedo para hacer revisitas 1 ¿Le gusta hacer revisitas? A muchos publicadores les encanta. Puede que usted haya sentido temor al principio, especialmente al volver a visitar a los amos de casa que solo mostraron un poco de interés. Pero a medida que ‘cobra denuedo por medio de nuestro Dios para declarar las buenas nuevas’ haciendo revisitas, quizás le sorprenda descubrir lo fácil y remuneradora que puede ser esta obra. (1 Tes. 2:2.) ¿En qué sentido? 2 En realidad, hay una gran diferencia entre una revisita y la visita inicial. La revisita se hace a alguien a quien ya conocemos, no a un extraño, y por lo general es más fácil conversar con un conocido que con un extraño. Una de las muchas recompensas de participar en esta obra es que puede resultar en que empecemos estudios bíblicos productivos. 3 Cuando predicamos de casa en casa, visitamos vez tras vez a las personas que no han mostrado interés. ¿Por qué seguimos visitándolas? Porque sabemos que las circunstancias cambian, y que tal vez aquella persona con quien hablamos antes y que pareció indiferente o incluso opuesta, se interese la próxima vez que la visitemos. Teniendo esto presente, nos preparamos bien y pedimos la bendición de Jehová para decir algo en esta ocasión que provoque la reacción favorable de la persona. 4 Si estamos dispuestos a predicar de casa en casa a personas que no han mostrado ningún interés, ¿no deberíamos estar más dispuestos a visitar a las que sí han mostrado algún interés en el mensaje del Reino? (Hech. 10:34, 35.) 5 Muchos estamos en la verdad gracias a que un publicador pacientemente nos visitó varias veces. Si ese fue su caso, pregúntese: ‘¿Cuál fue la primera impresión que le causé al publicador? ¿Abracé el mensaje del Reino en cuanto lo oí por primera vez? ¿Di la impresión de ser indiferente?’. Debemos alegrarnos de que aquel publicador que volvió nos haya considerado dignos de una revisita y haya ‘cobrado denuedo por medio de Dios’ para visitarnos y enseñarnos la verdad. ¿Qué debemos hacer cuando las personas muestran algún interés al principio, pero después parece que tratan de evitarnos? Es esencial que tengamos una actitud positiva, como lo ilustra la siguiente experiencia. 6 Mientras daban testimonio en la calle temprano por la mañana, dos publicadoras hablaron con una joven que llevaba a un niño en un cochecito. Ella aceptó una revista y las invitó a su hogar el domingo siguiente. Las hermanas llegaron a la hora acordada, pero la joven les dijo que no tenía tiempo para hablar. Sin embargo, prometió atenderlas la siguiente semana. Las hermanas dudaban de que cumpliera con la cita, pero la joven estaba esperándolas cuando volvieron. Se empezó un estudio, y su progreso fue asombroso. En poco tiempo empezó a asistir regularmente a las reuniones y a participar en el servicio del campo. Ahora está bautizada.

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ASAMBLEA DE TESTIGO DE JEOVA

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Km Marzo 1997Cobre denuedo para hacer revisitas

1 ¿Le gusta hacer revisitas? A muchos publicadores les encanta. Puede que usted haya sentido temor al principio, especialmente al volver a visitar a los amos de casa que solo mostraron un poco de interés. Pero a medida que ‘cobra denuedo por medio de nuestro Dios para declarar las buenas nuevas’ haciendo revisitas, quizás le sorprenda descubrir lo fácil y remuneradora que puede ser esta obra. (1 Tes. 2:2.) ¿En qué sentido?

2 En realidad, hay una gran diferencia entre una revisita y la visita inicial. La revisita se hace a alguien a quien ya conocemos, no a un extraño, y por lo general es más fácil conversar con un conocido que con un extraño. Una de las muchas recompensas de participar en esta obra es que puede resultar en que empecemos estudios bíblicos productivos.

3 Cuando predicamos de casa en casa, visitamos vez tras vez a las personas que no han mostrado interés. ¿Por qué seguimos visitándolas? Porque sabemos que las circunstancias cambian, y que tal vez aquella persona con quien hablamos antes y que pareció indiferente o incluso opuesta, se interese la próxima vez que la visitemos. Teniendo esto presente, nos preparamos bien y pedimos la bendición de Jehová para decir algo en esta ocasión que provoque la reacción favorable de la persona.

4 Si estamos dispuestos a predicar de casa en casa a personas que no han mostrado ningún interés, ¿no deberíamos estar más dispuestos a visitar a las que sí han mostrado algún interés en el mensaje del Reino? (Hech. 10:34, 35.)

5 Muchos estamos en la verdad gracias a que un publicador pacientemente nos visitó varias veces. Si ese fue su caso, pregúntese: ‘¿Cuál fue la primera impresión que le causé al publicador? ¿Abracé el mensaje del Reino en cuanto lo oí por primera vez? ¿Di la impresión de ser indiferente?’. Debemos alegrarnos de que aquel publicador que volvió nos haya considerado dignos de una revisita y haya ‘cobrado denuedo por medio de Dios’ para visitarnos y enseñarnos la verdad. ¿Qué debemos hacer cuando las personas muestran algún interés al principio, pero después parece que tratan de evitarnos? Es esencial que tengamos una actitud positiva, como lo ilustra la siguiente experiencia.

6 Mientras daban testimonio en la calle temprano por la mañana, dos publicadoras hablaron con una joven que llevaba a un niño en un cochecito. Ella aceptó una revista y las invitó a su hogar el domingo siguiente. Las hermanas llegaron a la hora acordada, pero la joven les dijo que no tenía tiempo para hablar. Sin embargo, prometió atenderlas la siguiente semana. Las hermanas dudaban de que cumpliera con la cita, pero la joven estaba esperándolas cuando volvieron. Se empezó un estudio, y su progreso fue asombroso. En poco tiempo empezó a asistir regularmente a las reuniones y a participar en el servicio del campo. Ahora está bautizada.

7 Coloque el fundamento en la visita inicial: El fundamento para una buena revisita suele colocarse en la visita inicial. Escuche cuidadosamente los comentarios del amo de casa. ¿Qué le comunican? ¿Le atrae la religión? ¿Le preocupan los temas sociales? ¿Le interesa la ciencia?, ¿la historia?, ¿el medio ambiente? Al concluir la visita, plantee una pregunta que invite a la reflexión y prometa volver para examinar la respuesta bíblica.

8 Por ejemplo, si al amo de casa le llamó la atención la promesa bíblica de una Tierra paradisíaca, sería apropiado volver y conversar sobre ese tema más a fondo. Antes de despedirse, pudiera preguntar: “¿Cómo podemos estar seguros de que Dios cumplirá esta promesa?”. Entonces agregue: “Tal vez pueda volver cuando toda la familia esté en casa para mostrarles la respuesta bíblica a esa pregunta”.

9 Si el amo de casa no muestra interés en ningún tema en particular, puede utilizar una de las preguntas que aparecen en las presentaciones de la última página de Nuestro Ministerio del Reino como base para la siguiente conversación.

10 Mantenga un registro exacto: Su registro de casa en casa debe ser exacto y completo. Escriba el nombre y la dirección de la persona tan pronto salga de la casa. No invente el número

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de la casa ni el nombre de la calle; más bien, cerciórese de que la información sea exacta. Describa al amo de casa. Anote el tema que trató, los textos leídos, la publicación que dejó y la pregunta que contestará la próxima vez. Incluya el día y la hora en que hizo la primera visita y cuándo prometió volver. Ahora que el registro está completo, no lo pierda. Póngalo en un lugar seguro para que pueda referirse a él más tarde. Siga pensando en la persona y en cómo hará la revisita.

11 Tenga presente sus objetivos: Primero, procure tranquilizar al amo de casa siendo cariñoso y amigable. Muestre que se interesa en él como persona, sin tomarse demasiadas confianzas. Segundo, recuérdele la pregunta que usted planteó en la última visita. Escuche cuidadosamente su opinión y dígale sinceramente que agradece sus comentarios. Entonces, muestre por qué el punto de vista bíblico es práctico. Si es posible, dirija su atención a algún punto relacionado en el libro El conocimiento que lleva a vida eterna. Tenga muy presente que su objetivo principal al hacer revisitas es empezar un estudio bíblico.

12 La franqueza con que expone los asuntos el libro Conocimiento nos ha ayudado a muchos de nosotros a ‘cobrar denuedo’ al dirigir estudios bíblicos y a animar a los estudiantes a asistir a las reuniones y a relacionarse con la organización de Jehová. Anteriormente, tendíamos a esperar hasta que las personas estudiaran por bastante tiempo antes de invitarlas a reunirse con nosotros. Ahora, muchos estudiantes asisten a las reuniones tan pronto como empiezan a estudiar, y por eso progresan mucho más rápido.

13 Un matrimonio dio testimonio informal a un compañero de trabajo. Cuando mostró interés en la verdad, le ofrecieron un estudio bíblico con el libro Conocimiento. Al mismo tiempo, le dijeron que debía asistir a las reuniones, pues allí se contestarían muchas de sus preguntas. No solo aceptó con gusto el estudio, sino que estudiaba dos veces a la semana y comenzó a asistir regularmente a las reuniones en el Salón del Reino.

14 Utilice el folleto ¿Qué exige Dios de nosotros?: En las asambleas de distrito “Mensajeros de la paz de Dios” recibimos el folleto ¿Qué exige Dios de nosotros? Este puede utilizarse para empezar estudios bíblicos con personas temerosas de Dios, prescindiendo de su nivel educativo. Contiene un curso completo de las enseñanzas fundamentales de la Biblia. Será un instrumento muy eficaz para impartir el conocimiento divino. Explica la verdad de manera tan clara y sencilla que prácticamente todos podremos utilizarlo para enseñar a otros los requisitos de Dios. Es probable que muchos publicadores tengan el privilegio de dirigir un estudio bíblico con este folleto.

15 Algunas personas que dicen que no tienen tiempo para estudiar el libro Conocimiento tal vez estén dispuestas a estudiar en breves sesiones el folleto Exige. Les encantará lo que aprendan. En tan solo dos o tres páginas encontrarán las respuestas a preguntas que el hombre se ha hecho durante siglos: ¿Quién es Dios? ¿Quién es el Diablo? ¿Cuál es el propósito de Dios para la Tierra? ¿Qué es el Reino de Dios? ¿Cómo puede usted encontrar la religión verdadera? Aunque el folleto presenta la verdad de forma sencilla, su mensaje es muy impactante. Abarca puntos clave que los ancianos repasarán con los que piensan bautizarse y puede ser un eslabón para un estudio más profundo con el libro Conocimiento.

16 Para ofrecer un estudio bíblico durante la revisita, puede decir sencillamente: “¿Sabía que en unos cuantos minutos usted podría aprender la respuesta a una importante pregunta bíblica?”. Haga una de las preguntas que aparecen al principio de una de las lecciones del folleto. Por ejemplo, si visita a una persona mayor, pudiera decir: “Sabemos que Jesús curó a enfermos en el pasado. Pero ¿qué hará Jesús en el futuro por los enfermos?, ¿los ancianos?, ¿los muertos?”. Las respuestas se encuentran en la lección 5. A la persona que le interesa la religión quizás le llame la atención la pregunta: “¿Escucha Dios todas las oraciones?”. Esta se contesta en la lección 7. Los miembros de la familia querrán saber: “¿Qué exige Dios de los padres y los hijos?”. Se darán cuenta cuando estudien la lección 8. Otras preguntas son: “¿Pueden los muertos perjudicar a los vivos?”, “¿Por qué hay tantas religiones que dicen ser cristianas?” y “¿Qué tiene que hacer para ser amigo de Dios?”, las cuales se contestan en las lecciones 11, 13 y 16, respectivamente.

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17 Ayude a los que hablan otro idioma: ¿Qué podemos hacer si el amo de casa habla otro idioma? De ser posible, debe enseñársele la verdad en el idioma que conoce mejor. (1 Cor. 14:9.) El superintendente de ciudad (o en territorios rurales, el superintendente de circuito) tal vez pueda suministrar información respecto a las congregaciones y grupos de habla extranjera de la zona. Así, el secretario sabrá a qué congregación o grupo de habla extranjera debe enviar los formularios “Visítese a esta persona de otro idioma” (S-70a-S) que le entreguen los miembros de la congregación. Si no hay congregaciones o grupos cercanos ni publicadores locales que hablen el idioma del amo de casa, el publicador puede intentar estudiar con él utilizando el folleto Exige en ambos idiomas.

18 Un hombre que habla vietnamita y su esposa, que habla tai, empezaron a estudiar con un publicador de habla inglesa. Utilizaron publicaciones y Biblias en inglés, vietnamita y tai. Aunque la barrera lingüística fue un problema al principio, el publicador escribe: “El progreso espiritual de la pareja fue inmediato. Han visto la necesidad de asistir a las reuniones con sus dos hijos y leen la Biblia en familia todas las noches. La hija de seis años dirige un estudio bíblico”.

19 Si su estudiante habla otro idioma, háblele despacio, articule claramente y use palabras y frases sencillas. No obstante, tenga presente que debe tratarse con dignidad a las personas que hablan idiomas extranjeros. No se les debe tratar como si fueran niños.

20 Válgase de las hermosas ilustraciones del folleto Exige. Si “una imagen vale más que mil palabras”, entonces las muchas ilustraciones del folleto serán muy informativas para el amo de casa. Pídale que lea los textos en su propia Biblia. Sería muy provechoso que el estudio pudiera conducirse cuando un miembro de la familia que sepa español esté presente para que sirva de intérprete. (Véase Nuestro Ministerio del Reino de octubre de 1990, páginas 7, 8; mayo de 1984, página 8.)

21 No tarde en hacer las revisitas: ¿Cuánto tiempo debe esperar antes de hacer una revisita? Algunos publicadores vuelven uno o dos días después de la visita inicial. Otros vuelven el mismo día. ¿Es eso demasiado pronto? A la mayoría de los amos de casa no parece molestarles. Es el publicador el que a menudo necesita cultivar una actitud más positiva, además de un poco de denuedo. Considere las siguientes experiencias.

22 Un publicador de 13 años predicaba de casa en casa y vio a dos mujeres que caminaban juntas. Recordando que se nos ha animado a predicar a las personas dondequiera que las encontremos, se acercó a ellas en la calle. Las mujeres mostraron interés en el mensaje del Reino y cada una aceptó el libro Conocimiento. El hermano joven les pidió la dirección, las visitó dos días después y ambas empezaron a estudiar la Biblia con él.

23 Una hermana hace las revisitas una semana después de haber hablado con la persona. Pero un día o dos después de la visita inicial, le lleva una revista que trate sobre el tema del que hayan conversado antes. Ella dice al amo de casa: “Vi este artículo y pensé que le gustaría leerlo. No puedo quedarme para hablar ahora, pero volveré el miércoles por la tarde como acordamos. ¿Sigue siendo conveniente para usted esa hora?”.

24 Cuando alguien muestra interés en la verdad, podemos estar seguros de que afrontará oposición de una forma u otra. Si volvemos poco después de la primera visita, la fortaleceremos para que resista con éxito la presión de parientes, amigos íntimos u otras personas.

25 Cultive el interés de las personas en los lugares públicos: A muchos nos gusta predicar en las calles, los estacionamientos, el transporte público, los centros comerciales, los parques, etc. Pero, además de distribuir publicaciones, es preciso cultivar el interés de las personas. Con ese propósito, debemos esforzarnos por obtener el nombre, la dirección y, si es posible, el número telefónico de todas las personas interesadas que encontremos. Conseguir estos datos no es tan difícil como uno se imagina. Cuando haya terminado la conversación, saque la libreta y pregunte: “¿Pudiéramos seguir hablando de este tema en otra ocasión?”. O diga: “Quisiera que leyera un artículo que de seguro le va a gustar. ¿Puedo llevárselo a su hogar u oficina?”. Un hermano sencillamente pregunta: “¿A qué número puedo llamarlo?”. Dice que en un período de tres meses todas las personas, excepto tres, le dieron con gusto su número telefónico.

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26 Utilice el teléfono para encontrar a las personas y cultivar su interés: Una precursora llama por teléfono a las personas que viven en edificios de alta seguridad y hace revisitas de la misma manera. En la llamada inicial dice: “Sé que no me conoce. Estoy esforzándome especialmente por comunicarme con las personas de su vecindario para expresarles una idea bíblica. Si tiene un momento, quisiera leerle la promesa que se encuentra en...”. Después de leer el texto, dice: “Sería maravilloso ver el cumplimiento de esas palabras, ¿no es cierto? Ha sido un placer leerle esta información. Si a usted también le ha agradado, me gustaría llamarle de nuevo y hablar de otro texto bíblico”.

27 Cuando hace la revisita por teléfono, recuerda al amo de casa la conversación anterior y le dice que quiere leerle de la Biblia cómo serán las condiciones cuando se elimine la maldad. Entonces habla brevemente con el amo de casa. Como resultado de sus muchas conversaciones telefónicas, 35 personas la han invitado a casa y ha empezado siete estudios bíblicos. ¿Encuentra que a veces es difícil hacer revisitas durante los meses invernales debido a que las carreteras están intransitables y cubiertas de hielo o por las enfermedades? En tal caso, ¿por qué no llama a las personas por teléfono?

28 Cultivemos el interés de la gente en el territorio de negocios: Predicar en las tiendas implica mucho más que solo ofrecer revistas. Muchos comerciantes tienen interés sincero en la verdad, y hay que cultivarlo. En algunos casos tal vez se pueda entablar una conversación bíblica o incluso conducir un estudio en la tienda misma. En otros casos, quizás usted y la persona puedan reunirse a la hora del almuerzo o a otra hora conveniente.

29 Un superintendente viajante visitó al dueño de una pequeña tienda de comestibles y le ofreció demostrarle cómo conducimos estudios bíblicos. Cuando el señor preguntó cuánto duraría la demostración, el superintendente viajante le respondió que solo tomaría quince minutos. El tendero colgó un rótulo en la puerta que decía: “Regresaré en veinte minutos”, sacó dos sillas y analizaron los primeros cinco párrafos del libro Conocimiento. Este hombre sincero quedó tan impresionado por lo que aprendió, que asistió a la Reunión Pública y al Estudio de La Atalaya ese domingo y concordó en estudiar de nuevo la siguiente semana.

30 Para ofrecer un estudio en un negocio, pudiera decir: “En tan solo quince minutos puedo demostrarle nuestro programa de estudios bíblicos. Si es conveniente, me gustaría mostrarle cómo lo hacemos”. Entonces, no se pase de tiempo. Si no se puede mantener una conversación larga en la tienda, tal vez sea más apropiado visitar al tendero en su hogar.

31 Regrese aunque no haya dejado ninguna publicación: Debemos volver a visitar a las personas que muestren cualquier pizca de interés, independientemente de si aceptaron una publicación o no. Por supuesto, si se ve claramente que el amo de casa no está interesado en el mensaje del Reino, es mejor concentrarse en ayudar a otras personas.

32 Mientras predicaba de casa en casa, una hermana habló con una señora muy amigable que rechazó rotundamente las revistas. La publicadora escribe: “Pensé en ella por varios días y decidí hablarle de nuevo”. Finalmente, la hermana oró, cobró denuedo y tocó a la puerta de la señora. Se alegró mucho cuando el ama de casa la invitó a pasar. Se empezó un estudio bíblico y se condujo de nuevo al día siguiente. Con el tiempo, la señora entró en la verdad.

33 Haga planes para lograr lo máximo: Se recomienda que todas las semanas dediquemos algún tiempo a hacer revisitas. Puede lograrse mucho con buenos planes. Prepárese para hacer algunas revisitas en la misma zona donde predicará de casa en casa. Cuando prediquen en automóvil, el grupo debe mantenerse pequeño para que todos tengan amplia oportunidad de hacer revisitas. El conductor del vehículo debe saber de antemano dónde se harán las revisitas para no perder tiempo viajando innecesariamente.

34 Los que tienen éxito haciendo revisitas y conduciendo estudios bíblicos dicen que es esencial mostrar verdadero interés en las personas y seguir pensando en ellas después de la visita. También es necesario presentar un tema bíblico llamativo y colocar en la visita inicial el fundamento para la revisita. Además, es importante no tardar en regresar para cultivar el interés. Siempre hay que tener muy presente el objetivo de empezar un estudio bíblico.

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35 Una cualidad fundamental para tener éxito al hacer revisitas es el denuedo. ¿Cómo se adquiere? El apóstol Pablo contesta al decir que “cobramos denuedo” para declarar las buenas nuevas “por medio de nuestro Dios”. Si usted necesita mejorar en este aspecto, ore a Jehová para que le ayude. Entonces obre en conformidad con sus oraciones y vuelva a visitar a todas las personas que muestran interés. Tenga la seguridad de que Jehová bendecirá sus esfuerzos.

[Recuadro de la página 3]Cómo tener éxito al hacer revisitas

■ Muestre verdadero interés en la gente.

■ Escoja un tema bíblico llamativo.

■ Coloque el fundamento para la visita siguiente.

■ Siga pensando en la persona después de la visita.

■ Vuelva uno o dos días después para cultivar el interés.

■ Recuerde que su objetivo es empezar un estudio bíblico.

■ Ore a Dios para que le ayude a cobrar denuedo para efectuar esta obra.

Km Septiembre 2005

Para guardarDirijamos estudios bíblicos progresivos

Este suplemento recopila las ideas clave de la serie de artículos sobre cómo dirigir estudios bíblicos progresivos que han aparecido en Nuestro Ministerio del Reino. Se nos invita a guardarlo y consultarlo cuando dirijamos estudios bíblicos. También puede utilizarse para repasar algunas de las sugerencias en las reuniones para el servicio del campo, y a los superintendentes de servicio podría servirles de base para los discursos que dan cuando visitan los grupos de estudio de libro.

Parte 1: ¿Qué es un estudio bíblico?

Si mantiene conversaciones bíblicas de forma regular y sistemática, aunque sean breves, usando solo la Biblia o la Biblia junto con alguna de las publicaciones recomendadas, usted está dirigiendo un estudio bíblico. El estudio puede informarse cuando se haya dirigido dos veces después de haberle mostrado a la persona cómo se realiza y haya motivos para creer que continuará (km-S 7/04 pág. 1).

Publicaciones recomendadas

▪ ¿Qué exige Dios de nosotros?

▪ El conocimiento que lleva a vida eterna

▪ Adoremos al único Dios verdadero

▪ Podemos ser amigos de Dios. Puede utilizarse con quienes tienen poca educación escolar o no saben leer bien.

Parte 2: Preparación para el estudio

Debemos presentar la información de modo que toque el corazón del estudiante. Para ello, hay que prepararse muy bien de acuerdo con las necesidades de este (km-S 8/04 pág. 1).

Cómo prepararse

▪ Examine el título, los subtítulos y las ilustraciones del capítulo o la lección.

▪ Localice las respuestas a las preguntas impresas y subraye solo las palabras y frases clave.

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▪ Escoja los textos que no están copiados que va a leer en el estudio. Haga breves anotaciones en los márgenes de la publicación.

▪ Prepare un breve repaso final de las ideas principales.

Personalice la lección

▪ Haga una oración teniendo presente al estudiante y sus necesidades.

▪ Intente prever las ideas que le costará entender o aceptar.

▪ Pregúntese: “¿Qué debe comprender o en qué debe mejorar para progresar en sentido espiritual? ¿Cómo puedo llegarle al corazón?”.

▪ De ser necesario, prepare un ejemplo, una explicación o una serie de preguntas que ayuden al estudiante a captar el significado de algún punto o texto bíblico.

Parte 3: Uso eficaz de las Escrituras

El propósito de dirigir estudios bíblicos es “ha[cer] discípulos”, algo que logramos cuando ayudamos a la gente a entender y aceptar las enseñanzas de la Palabra de Dios y a ponerlas en práctica (Mat. 28:19, 20; 1 Tes. 2:13). Por eso, el estudio debe enfocarse en las Escrituras (km-S 11/04 pág. 4).

Base su enseñanza en la Biblia

▪ Enseñe al estudiante a buscar los textos en su propia Biblia.

▪ Busque y analice los textos que muestran la base bíblica de nuestras creencias.

▪ Haga preguntas. Que el estudiante le explique a usted los textos y no al revés.

▪ No complique el estudio tratando de aclarar todo detalle de un texto. Explique solo lo indispensable para dejar clara la idea.

▪ Muéstrele la aplicación práctica. Ayúdele a ver la relación de los textos bíblicos con su vida.

Parte 4: Cómo enseñar al estudiante a prepararse

El estudiante que lee la lección de antemano, subraya las respuestas y piensa en cómo expresarlas en sus propias palabras progresa rápido en sentido espiritual. Por eso, una vez establecido el estudio regular, prepare una lección con él para enseñarle cómo hacerlo. En la mayoría de los casos, será útil estudiar un capítulo o una lección en su totalidad (km-S 12/04 pág. 1).

Subrayar y tomar notas

▪ Explique al estudiante cómo localizar las respuestas a las preguntas impresas.

▪ Muéstrele su ejemplar de la publicación de estudio para que vea que usted marca solo las palabras u oraciones clave.

▪ Ayúdele a comprender que cada texto apoya una idea del párrafo, y enséñele a escribir notas breves en los márgenes de la publicación.

Idea general previa y repaso final

▪ Enseñe al estudiante a examinar el título, los subtítulos y las ilustraciones del capítulo o lección como primer paso de su preparación.

▪ Anímelo a repasar las ideas principales al terminar de prepararse.

Parte 5: Cuánta información estudiar

La cantidad de información que se analice dependerá de la capacidad y las circunstancias, tanto del maestro como del estudiante (km-S 1/05 pág. 1).

Ponga un fundamento sólido a la fe del estudiante

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▪ No sacrifique la comprensión bíblica del estudiante por ir muy rápido.

▪ Emplee el tiempo necesario para que el estudiante entienda y acepte lo que está aprendiendo.

▪ Dedique tiempo a analizar los textos clave en los que se basan las enseñanzas.

Cíñase al tema

▪ Si el estudiante tiende a explayarse contando asuntos personales, quizás pueda sugerirle hablar de ello al terminar el estudio.

▪ No hable demasiado durante el estudio. No deje que las ideas secundarias y las experiencias impidan a la persona adquirir un conocimiento exacto de las creencias bíblicas elementales.

Parte 6: Cuando el estudiante plantea una pregunta

Una vez establecido el estudio, por lo general conviene analizar las enseñanzas bíblicas de forma sistemática, en vez de saltar de un tema a otro. De este modo se coloca un fundamento basado en conocimiento exacto, y el estudiante puede progresar espiritualmente (km-S 2/05 pág. 6).

Sea discernidor

▪ Las preguntas relacionadas con la información del estudio pueden aclararse en el momento.

▪ Si hace preguntas que no están relacionadas con la información que se está estudiando o que exigen más investigación, conviene responderlas en otro momento. Resulta útil apuntarlas.

▪ En caso de que al estudiante le cueste aceptar cierta doctrina, profundice en el tema con información adicional.

▪ Si aun así no queda convencido, deje el tema para otra ocasión y prosiga con el estudio.

Sea modesto

▪ Si no sabe la respuesta a una pregunta, no aventure una opinión.

▪ Enseñe gradualmente al estudiante a buscar información por su cuenta.

Parte 7: La oración en el estudio

Para que los estudiantes de la Biblia progresen espiritualmente, se requiere la bendición de Jehová. De ahí que sea conveniente iniciar y concluir con oración un estudio ya formalizado (km-S 3/05 pág. 4).

Cómo incorporar la oración

▪ Con las personas de inclinación religiosa, a menudo puede incorporarse la oración en el primer estudio.

▪ Con las demás, hay que buscar el momento oportuno para hacerlo.

▪ Podría usarse Salmo 25:4, 5 y 1 Juan 5:14 para explicar por qué se debe orar.

▪ Puede leerse Juan 15:16 para aclarar por qué se debe orar a Jehová mediante Jesucristo.

Qué pedir en la oración

▪ Elogie a Jehová como Fuente de instrucción.

▪ Incluya comentarios que manifiesten interés sincero por el estudiante.

▪ Exprese gratitud por la organización que Jehová está utilizando.

▪ Pida que Jehová bendiga los esfuerzos del estudiante por poner en práctica lo que está aprendiendo.

Parte 8: Dirijamos a los estudiantes a la organización

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Nuestro objetivo al dar clases de la Biblia no es solo impartir doctrinas, sino también ayudar a los estudiantes para que lleguen a formar parte de la congregación cristiana. Reserve unos minutos todas las semanas para enseñarles algún aspecto de la organización de Jehová (km-S 4/05 pág. 8).

Reuniones de congregación

▪ Describa cada reunión de congregación. Invítelos a asistir desde el primer estudio.

▪ Hábleles de puntos importantes que se hayan mencionado en las reuniones.

▪ Despierte en ellos interés por la Conmemoración, las asambleas y la visita del superintendente de circuito.

▪ Válgase de las fotografías de nuestras publicaciones para ayudarles a visualizar cómo se llevan a cabo.

▪ Anímelos a leer el folleto Los testigos de Jehová: ¿quiénes son y qué creen?

Use videos que los estimulen a mostrar gratitud

▪ Los testigos de Jehová... la organización tras el nombre

▪ Toda nuestra asociación de hermanos

▪ Unidos gracias a la enseñanza divina

▪ Hasta los cabos de la Tierra

Parte 9: Cómo preparar al estudiante para la predicación informal

Cuando los estudiantes de la Biblia comienzan a tener fe en lo que aprenden, se sienten impulsados a hablar de ello (km-S 5/05 pág. 1).

Anímelo a predicar

▪ ¿Tiene el estudiante amigos y familiares a los que pudiera invitar a asistir al estudio?

▪ ¿Han mostrado interés por las buenas nuevas algún compañero de trabajo o de estudios, u otros conocidos?

Prepárelo para dar a conocer sus creencias

▪ En puntos clave del estudio, pregúntele: “¿Cómo explicaría esta verdad a su familia usando la Biblia?”.

▪ Enséñele a ser respetuoso y amable al hablar acerca de Jehová Dios y sus propósitos.

▪ El estudiante puede valerse del folleto Los testigos de Jehová: ¿quiénes son y qué creen? para explicar a sus amigos y familiares nuestras actividades y creencias basadas en la Biblia.

Parte 10: Cómo preparar al estudiante para la predicación de casa en casa

Cuando los ancianos determinan que un estudiante de la Biblia reúne los requisitos para ser publicador no bautizado, este puede participar con la congregación en la predicación pública (km-S 6/05 pág. 1).

Prepárense juntos

▪ Muestre al nuevo publicador dónde puede hallar presentaciones modelo.

▪ Ayúdelo a seleccionar una que sea sencilla y práctica para el territorio.

▪ Anímelo a emplear la Biblia en el ministerio.

▪ Practiquen juntos. Enséñele cómo responder con tacto a las objeciones más frecuentes.

Prediquen juntos

▪ Deje que el estudiante vea primero cómo utiliza usted la presentación que prepararon juntos.

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▪ Tenga en cuenta su personalidad y sus aptitudes. En algunos casos pudiera ser recomendable que el estudiante solamente interviniera de manera breve en la presentación.

▪ Ayúdelo a fijarse un horario regular de predicación.

Parte 11: Cómo enseñar al estudiante a hacer revisitas

La preparación para la revisita comienza en la visita inicial. Anime al estudiante a mostrar interés sincero por aquellos con quienes hable. Enséñele poco a poco a dejar que las personas se expresen, a escuchar lo que dicen y a percibir lo que les preocupa (km-S 7/05 pág. 1).

Preparación de la revisita

▪ Tras repasar la primera visita, enseñe al estudiante a escoger un tema que atraiga a la persona.

▪ Preparen juntos una breve presentación que incluya la lectura de un texto bíblico y de un párrafo de una publicación.

▪ Busquen una pregunta para plantearla al final de la conversación.

Enséñele a ser diligente

▪ Anime al estudiante a volver a visitar cuanto antes a los interesados.

▪ Explíquele que hay que ser persistente para encontrarlos de nuevo.

▪ Enséñele cómo acordar una cita para volver y la importancia de cumplir su compromiso.

Parte 12: Cómo ayudar al estudiante a comenzar y dirigir estudios de la Biblia

Es vital que imitemos a Jesús y seamos ejemplares en la predicación. El estudiante deberá comprender, al observarnos en el ministerio, que el objetivo de hacer revisitas es comenzar estudios de la Biblia (km-S 8/05 pág. 1).

Al ofrecer un estudio

▪ Explíquele al estudiante que no suele ser necesario entrar en muchos detalles sobre las clases bíblicas.

▪ A menudo basta con demostrar en qué consisten utilizando uno o dos párrafos de la publicación de estudio.

▪ Repase y practique con el estudiante alguna sugerencia para empezar estudios bíblicos (véase km-S 8/05 pág. 8 y km-S 1/02 pág. 6).

Prepárelo para ser maestro

▪ Anime al estudiante a matricularse en la Escuela del Ministerio Teocrático.

▪ Encárguese de que el nuevo publicador lo acompañe a otros estudios bíblicos en los que pueda tener una pequeña participación en la enseñanza.