Problemas de Transferencia y Contra Transferencia en El Trabajo Psicoanalitico El Choque Cultural Norte Sur

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    Problemas de transferencia y contra-transferencia en eltrabajo psicoanaltico: El choque cultural "Norte-Sur"

    Introduccin

    Esta conferencia es la continuacin de aqulla que present aqu, en el PSZ, hace 10 aos,durante el ciclo de debate sobre Psicoanlisis y Feminismo. Tambin en aquella oportunidadenfoqu los fenmenos especficos de la transferencia y contra-transferencia entre lapsicoanalista europea (yo), y pacientes centroamericanas/os.

    Retomo lo que escrib:

    En sntesis,

    En la relacin psicoanaltica este proceso de decepcin, de renuncia al deseo, de ser igual,

    tiene que traspasar experiencias dolorosas, odio y rebelda. Para las mujeres centroamericanas

    es an ms difcil, porque el mandato social es de prohibicin e inhibicin de los deseos de

    independencia, y es trasmitido por las madres y las abuelas. S se logra valorizar

    positivamente la historia propia y la bsqueda de la identidad propia, se hace posible que el

    deseo se transforme, abandonando su connotacin agresiva para tender hacia una placentera,o, por lo menos, aparecer como un balance ambivalente. En ese momento ser posible entrar

    en una relacin objetal tambin con la otra, la extranjera.

    El reto en la relacin transferencial y contra-transferencial entre representantes de diferentes

    culturas est de acuerdo a mi experiencia personal en la renuncia mutua del deseo de

    fundirse simbiticamente, o de ver a la otra como el espejo de s misma. Como psicoanalista

    vivo una difcil tarea en estas terapias, particularmente en la bsqueda que me conduce a

    admitir tanto mi deseo apasionado como mis tendencias agresivas, y poder integrar as en mi

    comprensin que yo misma soy portadora de un rol, soy representante de la violencia

    poltica. Este es un reto al narcisismo propio, y, muchas veces, me surge la tentacin decontradecir o denegar esta verdad histrica.

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    Sin embargo es posible interpretar y entender esta diferencia en su contexto real y simblico,

    es posible disolver las resistencias y estructurar un nivel de igualdad, que desarrollar cada

    mujer desde su posicin, en una lucha comn, con el objetivo de obtener ms dignidad y

    confianza en s misma.

    En aquel tiempo ya nos concentramos en la importancia que significa el gnero del/la analistadentro de la relacin transferencial y contra-transferencial, y consideramos desde el anlisisfeminista las partes de la cultura patriarcal que quedan inconscientes, sobre todo en lasreacciones de contra-transferencia. En los psicoanalistas masculinos se pueden reactivar elodio y la envidia por la potencia de las mujeres, al igual que las reacciones homofbicas en lapsicoanalista femenina cuando la paciente erotiza la relacin.

    Hoy quiero extender mis reflexiones, problematizando las condiciones del encuadre en unproceso psicoteraputico entre representantes de diferentes culturas, desde el punto de vistadel etno-psicoanlisis. Con el psicoanlisis intentamos investigar las fuentes escondidas yolvidadas de nuestras emociones, utilizando el anlisis histrico, as como descubrir lasrepeticiones y los mecanismos inconscientes de adaptacin a roles sociales, que sirven, enprimera lnea, para fines narcisistas. En este proceso podemos encontrar detrs de los buenosmotivos morales sus contrapuntos feos: en el altruismo devoto el egocentrismo escondido, enel herosmo revolucionario los deseos pequeo burgueses. En fin: aprendemos a desconfiaran de los ms humildes y heroicos sentimientos. Paul Parin, Goldy Parin-Matthyy FritzMorgenthalerlo expresaron: Teme a tu prjimo como a ti mismo.

    Sin embargo nuestro tema hoy no es el estudio de las condiciones polticas, sino sus efectosen nuestra profesin, y tambin quiero aportar algo para la discusin crtica dentro de lametodologa.

    Discusin terica

    En el etno-psicoanlisis se habl de culturas fras y calientes, en relacin con su relativa

    flexibilidad para posibilitar cambios sociales y culturales, o de contra-arrestarlos. Hoy ya noexisten culturas fras, la discusin se centra alrededor del tema de la trans-culturalidad.Mario Erdheim enfoc la temtica en su libro La produccin de inconsciencia social (1982),yo quiero concentrarme en la DINMICA DEL ENCUENTRO DE EXPONENTES DEDIFERENTES CULTURAS, como se la experimenta, se reconstruye y en el mejor de loscasos, se hace consciente durante el proceso de transferencia.

    Investigamos este encuentro de diferentes culturas en el estudio de los individuos, en susubjetividad, y por supuesto este es un punto central en el proceso psicoteraputico entre unaanalista europea y pacientes del SUR[2].

    Primero quiero sealar que considero este encuentro ms bien como un choque entre

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    representantes de diferentes culturas asimtricas. Quiero decir que es ms que unadiferencia, una otredad, es un choque que contiene la tensin entre dos exponentes deculturas diferentes. Procuro enfocar el contenido histrico que casi siempre queda latente, noanalizado, en este encuentro, y pienso en la dimensin de la perspectiva de poder,

    violencia, opresin, explotacin e injusticia bajo la forma de una estructura supra-personal, inconsciente, el pasado vivido en colectivo, que queda latente.

    Por suerte el nmero 2 de febrero 2006 de la revista PSYCHE est dedicado al tema de losprocesos migratorios (Mahrokh Charlier), al trabajo etno-psicoanaltico (ErnestinaWohlfahrty Tuelay Oezbek), y a la incapacidad de tratar los conflictos (inter-) culturales (Renate Haas).Estos autores analizan la problemtica que me interesa y tambin se concentran en losaportes de Georges Dvereux, quien escribi que cada estructura de carcter tnico contieneuna parte consciente y una parte inconsciente, y que la ltima complementa la primera. Diceque cada cultura permite ciertas fantasas y tendencias pulsionales y otras manifestaciones

    psquicas, mientras que exige que otras fantasas e impulsos deban ser reprimidos. En suopinin sta es la razn por la que los miembros de una misma cultura tienen una ciertacantidad de conflictos inconscientes en comn. El material inconsciente del inconscientetnico se mantiene en estado de represin a travs de ciertos mecanismos de defensa. PaulParincomplementa esta idea (2000, Pg. 159) diciendo que este proceso es la causa por lacual el comportamiento del ser humano solamente permite cambios tan lentos (PSYCHE 2,Pg.107).

    Otros/as autores hablan de un espacio transitorio transcultural, que es inmanente en elenfoque psicoteraputico transcultural (Pg. 118/128), y se basen en los escritos de Winnicott

    (1971).

    Maya Nadig utiliza los trminos de estado fronterizo, espacio tercero y espaciotransicional en su trabajo sobre Tiempo y espacio en el pensamiento psicoanaltico[3]. Ellaenfoca en este escrito la dinmica entre los aspectos formales, funcionales, polticos ysimblicos (Pg. 415), entre la estructura ritual y los individuos participantes. Se base entreotros en el trabajo de Turner (1969), quien postula que la experiencia comn contiene laposibilidad de reorganizar el orden social rgido, en favor de un cambio de las condicionessociales y personales. Tambin Homi K. Bhabha(2000), piensa que en el encuentro de sereshumanos, exponentes de culturas supuestamente desiguales y irreconciliables, puede ocurrir

    una construccin de perspectivas, conceptos y significados hbridos (Pg. 416).

    Sin embargo, la dimensin de la historia vivencial, poltica e ideolgica de las dos partesinvolucradas en el proceso teraputico, pero sobre todo aquella parte que correspondea el/ la analista, no se discuten, excepto en muy pocas anotaciones que quedanimplcitas.

    Jacobo Levy Moreno[4], el fundador del Psicodrama, habl de conservadores culturales, ynombr as a ciertas formas de comportamientos inconscientes trasmitidas, a los prejuicios,clichs, actitudes no reflexionadas, que se demuestran no solamente en el campo verbal, sino

    tambin en la expresin corporal y en la dinmica grupal. Un aspecto importante del trabajopsicodramtico es el descubrimiento, el cuestionamiento crtico y el cambio de estos

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    conservadores culturales, particularmente con la introduccin del lenguaje corporal, de lammica, de la dinmica de movimientos y de la intersubjetividad en el grupo. La dramatizacinde escenas cotidianas posibilita el anlisis de emociones y experiencias inconscientes noverbalizables, que llegan hasta las experiencias infantiles muy tempranas. Tambin se visibiliza

    el nivel relacional entre las representantes de culturas diferentes en la representacinsurrealista y teatral, cuando los/las protagonistas cambian roles, cuando los varones jueganroles de mujeres, y al revs, cuando las mujeres juegan roles de hombres, cuando una mujerde un pas del SUR cambia el rol con su terapeuta europea, etc.

    Bourdieu habla de Habitus, y propone el termino de Bongaloos[5], que describe losconceptos tradicionales en el trabajo cientfico, y que puede ser til para nuestro inters porinvestigar el interjuego dinmico entre dos o ms personas de diferentes culturas, en especialdel norte y del sur. Ulrich Moserelabora en su trabajo Transferencia, contratransferencia,situacin teraputica (1999) los diferentes niveles que tratan de realizar la analista y la

    analizanda; el enganche de dos sistemas vitales, activado en el micromundopsicoanaltico. Este autor se refiere a problemas generales y de la infancia temprana, y suselaboraciones me parecen sumamente importantes para la problematizacin de la situacinpsicoteraputica entre exponentes de diferentes culturas.

    En el encuadre psicoanaltico tradicional la comunicacin se desarrolla fundamentalmente enel espacio simblico del lenguaje, con el fin de hacer consciente las fantasas inconscientes, lasreacciones afectivas, el efecto de la relacin real de las dos partes en el procesotransferencial y contra-transferencial. En el psicodrama, la expansin hacia los fenmenoscorporales y la dinmica grupal tienen gran importancia, constituyendo principalmente las

    estructuras no-verbales de la comunicacin.

    Casustica: El sueo de Mohammed[6]

    Mohammed es miembro de nuestro grupo de formacin en psicodrama en el GCMHP (GazaCommunity Mental Health Programme), un proyecto en Palestina que estoy realizando juntocon Maja Hess de la ONG Medico internacional Suiza desde tres aos. l es mdico jefe deldepartamento de psiquiatra infantil, pertenece a la generacin que ya estaba activa durante la

    primera Intifada (1987). Algunos aos vivi exilado en Argelia, donde conoci personalmente aFrantz Fanon. Adems de su lengua materna, el rabe, habla muy bien francs, ingls yhebreo. Es profesor de psicologa en la universidad islmica en Gaza, y antes de la segundaIntifada (2002) fue invitado muchas veces a dar conferencias en la Universidad de Tel Aviv.Tambin viaj a muchos pases europeos. Su familia pertenece al poderoso clan Dahlan, quienahora se disputa el poder de los cuerpos de seguridad con la gente de Fatah, de la familiaArafat. Es uno de los pocos participantes de nuestro grupo que cumple con el ritual islmico derezar cinco veces al da, y por esta razn a menudo desaparece del grupo.

    Al inicio de nuestro programa de formacin fue el trouble child de nuestro grupo: casi

    siempre llegaba tarde, no apagaba su celular, hablaba con los otros, coma permanentementedulces y quera absorber la atencin del grupo. Fue evidente que no tom en serio nuestro

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    trabajo y no reconoci a las dos mujeres occidentales como autoridades profesionales.

    Discutimos entre nosotras si no sera un caso borderline, porqu todo su comportamiento ysu cuerpo (es muy gordo) sugeran tal diagnstico. El grupo reaccion a veces con risas por

    sus chistes y su juego de clown, por otro lado las/los colegas se molestaban ms y ms porlas distracciones. Yo trat de defender lo mejor posible el encuadre, y durante la segundasemana de nuestro curso le dijimos claramente que no podra seguir con la formacin s no seintegraba mejor. Como es habitual en psicodrama, yo no interpreto nada verbalmente, sinoconsidero los emergentes dentro de la dinmica grupal desde la teora del Grupo operativo(E. Pichn-Riviere). De una forma particular Mohammed fue emergente y protagonista latente.

    A partir de la tercera semana del programa de formacin l cambi drsticamente sucomportamiento, se mostr sumamente interesado en el mtodo de psicodrama y particip muyactivamente en el grupo, pero nunca quera ser protagonista (paciente) de un psicodrama

    dentro del grupo. A finalizar esta tercer semana nos pregunt si quisiramos trabajar con suprimo y su gente de seguridad, el famoso Dahlan, quienes, a su modo de entender,necesitaban muchsimo el psicodrama! Aunque la oferta fue una tentacin, la rechazamos pornuestra propia seguridad, porque ya en el ao 2005 se hicieron evidentes las tensiones dentrode la polica, que ahora ya estn en el centro de la lucha entre Hamas y Fatah. Pero la idea depoder utilizar psicodrama en este sector de la poblacin en Gaza nos fascin, y empezamos aplanificar una participacin ms activa a nivel de las instituciones polticas.

    Ahora presentar el sueo de Mohammed, tal como l lo cont en la ltima sesin del quintotaller, cuando empezamos el tercer ao de la formacin (2005). Nos confi que tuvo este sueo

    en la noche previa a empezar la semana de psicodrama, pero que sinti demasiada vergenzapara contarlo en el grupo. Sin embargo no quera que Maja y yo nos fusemos antes de relatareste sueo en el grupo, fue un regalo de ltimo momento para este taller. Todos/asestuvimos siempre conscientes que era incierto si bamos a poder entrar de nuevo a Gaza, asque estbamos siempre preparados para lo peor

    Tengo que mencionar que hablamos en ingles, y, tal como lo expliqu antes, en el psicodramael lenguaje del cuerpo y el movimiento son fundamentales, en tanto permiten unacomunicacin especial. Muchas veces las /los participantes del grupo hablan en rabe yayudan traduciendo a quienes no se expresan bien en ingls. Para nosotras nos traducen en

    el momento de verbalizar despus de la accin, as que la parte verbal nunca falta. Muchos deellos (particularmente los varones) han estudiado en Europa, en los pases ex -socialistas, ypara ellos el ingls es un idioma familiar. Sin embargo todos/as, tambin nosotras, necesitamosuna energa particular y tenemos que considerar los efectos secundarios de la traduccin. Estepunto es especialmente importante en la interpretacin de los sueos, en tanto soncensurados mltiples veces, hasta que el contenido manifiesto del sueo pueda ser recordadoy pueda ser verbalizado en ingls. Adems Mohammed nos dijo que l se avergenza por estesueo...!

    El sueo:

    Estoy en el desierto, ste es grande y amplio, no hay nada, no veo nada, todo est seco, no

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    hay plantas, nada. De repente aparece una oveja delante de m, con las ubres llenas de leche.

    Empiezo con ganas de chupar las.??. La leche es dulce, maravillosa. Pero al instante pienso

    con angustia: Me olvid de lavar los.! Sin embargo la sed es demasiado grande, la leche

    demasiada dulce, sigo tomando.

    El grupo reacciona con carcajadas, hay un ambiente alegre, tambin Mohammed se re ytodos/as disfrutamos mucho de este regalo, obviamente un sueo de transferencia. Algunosempiezan, junto con Mohammed, a intentar interpretaciones, de tipo asociaciones libres: Laoveja madre, Ursula y Maja como Mams grandesGaza el desierto, Palestina sin verde, sinplantas, una gran desesperacinel psicodrama como leche dulce, la voracidad y necesidadde las/los palestinos/as hambrientosTetas??? Sucias, nosotras somos las impuras en elIslam, intrusas occidentales sin veloAunque se las puede desear. Ser posible lo ertico, o elpecado ser demasiado grande para un moslem? El deseo es seguir tomando leche, dedisfrutar la unin, de olvidar la agresin y la guerra alrededor, dedicarse de modo infantil a la

    vida y al amor, romper los tabes, sobrepasar el choque cultural

    Ser posible, lo lograremos? Ahora, con Hamas en el gobierno, podremos continuar eltrabajo?

    Nos preguntamos: Se escondern, detrs de este sueo manifiesto de amor, tambinagresiones? No ser cierto que nosotras como representantes de la Suiza rica seamos comoovejas (vacas) con ubres llenas y bolsas de dinero (bancos), y no ser por esto que nos idealizan y tambin nos odian? Ser la voracidad la expresin del gran odio hacia estemundo occidental, un odio que ahora se hace manifiesto de modo tan impactante? No estar

    tambin presente la problemtica de la ayuda de las ONGs, que muchas veces escondeintereses hostiles, aqullos que fomentan la dependencia y la idealizacin del primer mundoa costa de la propia identidad? No estarn encubriendo intereses neo-colonialstas ytendencias de poder hegemnico, exactamente siguiendo el modelo de los/las misionarios queabrieron camino para el cruel trabajo de la espada?

    Nosotras, que quisiramos lograr lo contrario, o sea darles a los/las palestinos un instrumentopara su lucha y su resistencia, podemos evadir este dilema?

    Pensamos que la imagen del sueo propone una maravillosa solucin al conflicto: ovejas

    existen en Palestina, pero no en el desierto, ellas son animales propios y tienen unaconnotacin positiva en el Corn como smbolos femeninos (los camellos son masculinos).Pero el sueo las sita en el desierto abandonado. Las tetas (?) impuras y sucias demuestrantambin de modo impresionante la ambivalencia y el conflicto, que nace en nuestro encuentro,que implica tambin un choque cultural. El soador quiere seguir tomando a pesar de susescrpulos, quiere sobrepasar las fronteras. Podra esta imagen ser causa de la esperanza queefectivamente existe la posibilidad de un encuentro real, humano, de t a t! Un encuentroque est consciente de las diferencias culturales, aunque, y justamente por esta razn, puededar dulce leche, un trabajo constructivo como un alimento bueno, no una imposicin violenta dela cultura ajena del occidente?

    Interpretamos la carcajada alegre de todo el grupo como un eco positivo, tambin nuestra

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    propia risa y alegra por este sueo, justamente de Mohammed, nuestro trouble child! Perono excluyo con esto que el sueo tambin contiene un elemento de resistencia, resultado de laexperiencia traumtica de muchsimos aos de humillacin, denigracin, violencia ysufrimiento.

    La primera fase de la formacin en psicodrama siempre est dedicada a la experiencia propia,es decir que, as como en la formacin psicoanaltica el psicoanlisis propio sirve de base,cada participante en el grupo tiene que hacer su proceso vivencial y teraputico grupal. Lastemticas que elaboramos hasta ahora en el proceso grupal salen del trabajo de losparticipantes con sus pacientes traumatizados, y, fundamentalmente, de sus propiasexperiencias de la guerra despus de la segunda Intifada.

    Sin poder profundizar aqu en la metodologa del psicodrama, quiero mencionar que yo loestoy integrando con el mtodo de Grupo operativo. Coordino el proceso de manera que el

    emergente del grupo se exprese como protagonista; nunca nadie ser empujado al lugarde paciente, sta es una decisin voluntaria, que corresponde a la necesidad latente grupal.En lugar de la interpretacin psicoanaltica se utiliza la dramatizacin de diferentes escenas,llegando hasta recuerdos de la infancia temprana (escenas regresivas) y se pueden integrarcon la experiencia vital actual en el contexto de la historia individual y grupal (social).

    Por ejemplo: Un protagonista empez con la representacin surrealista del cuerpodespedazado de Palestina, y logr recordar su experiencia traumtica infantil, cuando vio elcuerpo de su hermano asesinado, un recuerdo que fue olvidado hasta entonces. Otroprotagonista entendi su bloqueo en su trabajo con una paciente anciana, cuando logr ver la

    relacin transferencial de aqulla con su amada abuela. La muerte de su abuela lo golpeprofundamente, pero an ms el hecho de que l no pudo viajar al entierro en Nablus, ya queel camino, as como la relacin entre las diferentes partes de Palestina, est controlado por lafuerza de ocupacin israel. Adems de recuerdos descubiertos, un logro importante delpsicodrama es la expresin de emociones congeladas (catharsis). En las diferentes escenasel protagonista pudo sentir y expresar su enojo al igual que su tristeza, y pudo dramatizar enuna escena el deseo surrealista (surplus reality) del entierro, vivir emocionalmente ladespedida, lo que le ayud de superar el bloqueo con su paciente.

    Como es obvio, estas temticas significaron un trabajo muy doloroso, fueron procesos

    atravesados por la violencia, la humillacin, la prdida de familiares y amistades, la muerte, larabia y la impotencia. El hecho de que la poblacin de Gaza vive como en una gran prisin y nopuede visitar a sus familiares en otras partes de Palestina (Westbank), es an ms traumticocuando se trata de la muerte, porque en el Islam los rituales colectivos que acompaan alentierro son sumamente importantes. Otros temas frecuentes de los protagonistas fueron losproblemas cotidianos de subsistencia, como la bsqueda de alimentos, agua ymedicamentos necesarios, as como las experiencias directas ante la agresin del ejrcitoisrael. Por otro lado los protagonistas enfocaron el problema poltico del adoctrinamiento delos nios por parte de Hamas, la organizacin popular, y la falta de alternativas, la cultura dela muerte que domina los campos de refugiados.

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    Conclusiones:

    El contexto poltico de violencia y guerra, as como la limitacin de los procesos teraputicos ylas condiciones especficas del encuadre, que incluyen mltiples dependencias institucionales

    (financiacin, organizacin etc.) hacen imposible un proceso psicoanaltico clsico. Sinembargo vale la pena discutir si el psicodrama es un mtodo ms til para elaborar ciertassituaciones sociales y culturales especficas, integrando la expresin corporal, el movimientoy, sobre todo, la dinmica grupal, al hacer productivos los procesos no verbales. Es un procesocolectivo que fortalece las estructuras horizontales y ampla las relaciones transferenciales, demodo que el grupo ejerce tambin una funcin teraputica.

    Lo ya sealado es an ms importante en mi caso, en tanto la terapeuta viene de afuera y seva despus de una semana, lo que me produca, al inicio, muchos sentimientos de culpa. Elprivilegio de viajar, adems con un pasaporte suizo que permite inclusive pasar el check-

    point del ejercito israel, mientras que toda la poblacin palestina est encerrada entre muros ycheck-points, se me hizo dolorosamente consciente, con ms fuerza que lo que ya haba vividoen Centroamrica, cuando los compaeros clandestinos no podan moverse. Ahora (2006), conla eleccin de Hamas como partido de gobierno y sus consecuencias para la polticainternacional, tuvimos que postergar nuestro curso de febrero hasta mayo. Felizmentelogramos de nuevo entrar en setiembre pasado para el ltimo curso de formacin bsica, y, enmedio de la guerra, celebramos la graduacin de las/los colegas como Director inPsychodrama Techniques, con las familias, las instituciones y las amistades del grupo. El plande estos colegas es crear un instituto de psicodrama en Gaza, y desarrollar proyectos condiferentes grupos de poblacin. Ya trabajaron para su graduacin con mujeres en los campos

    de refugiados, con nios y nias traumatizadas en el centro psicoteraputico de terre deshommes, con estudiantes de psicologa, con maestros/as de escuela y con compaeros de unhospital. Evalan que el psicodrama les fortalece en su identidad y sus particularidadesculturales, al igual que les brinda la oportunidad de reflexionar crticamente para impulsar loscambios necesarios.

    En mi contra-transferencia, y como internacionalista, estoy muy impactada por la situacin enGaza, entiendo perfectamente bien la desesperacin y la rabia del pueblo palestino, e igual quelas colegas del grupo, sent a veces el impulso de romper el muro, de gritar a un soldadoisrael, de odiar a los Europeos (dnde est mi patria?) que no hacen nada excepto negar su

    responsabilidad.

    Y por esto quiero citar a J.P. Sartre, quien escribi hace 46 aos su prlogo para el manifiestode Frantz Fanon: Los condenados de la Tierra (1960), el cual, lamentablemente, todava meparece muy actual:

    Primero tenemos que soportar un espectculo inesperado, el striptease de nuestrohumanismo. Aqu est, todo desnudo, no es una visin linda. Solamente fue una ideologa

    mentirosa, una justificacin sofisticada de la explotacin. Su sensibilidad y su preciosidad

    fueron una coartada para nuestras agresiones. Qu bien se ven nuestros pacifstas: Ni vctima

    ni verdugo! No me vengan con eso! Si no son vctimas, si el gobierno ha sido votado porustedes, si el ejercito en el cual han servido sus hermanos chicos ha desarrollado, con

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    inhibiciones y culpas, un genocidio, entonces sin duda ustedes son verdugos! Cmplices,

    porqu todos hemos tenido ventajas gracias a la explotacin colonialista. Y qu est haciendo

    Europa? Estas palabreras de libertad, igualdad, hermandad, amor, honor, patria, que se yo!

    Esto no nos inhibi para hacer, al mismo tiempo, conferencias racistas: Negro sucio, judo

    sucio, rabe sucio. Sea por ignorancia o por culpa, nada es ms consecuente en nuestro pasque el humanismo racista, porqu el europeo solamente puede desarrollarse creando esclavos

    y monstruos

    Para terminar quiero discutir el problema de cmo las experiencias propias de la terapeuta,tanto las personales como las polticas, influyen en el proceso teraputico. Es necesarioplantearse si es posible entender a nuestros pacientes en los pases del SUR, sin tener unaexperiencia propia de emigracin y sus consecuencias. Mi colega y amigo Ral Paramo-Ortega

    de Mexico, escribi en la revista austraca WERKBLATT (1992)[7], que fue publicada enespaol y en alemn, recordando los 500 aos de la colonizacin:

    Nuestra interminable condicin de subdesarrollo se encuentra ntimamente relacionada conlos efectos altamente traumticos de la hecatombe cultural que represent la irrupcin del

    mundo europeo en nuestras tierras. El trauma ha sobrevivido en las mentalidades, en la

    memoria colectiva y en las instituciones. Nuestra ms grande herencia es una herencia de

    contenido traumtico. Los efectos traumticos de orden sociopsicolgicos distan mucho de ser

    superados y tienen que ver con contenidos que permanecen inconscientes. (pag.30)

    En realidad, estamos en los comienzos de una ingente tarea que, por lo pronto, empieza atomar en cuenta nuestra continuidad histrica y el hecho de que somos psquicamente

    configurados por acontecimientos histricos. Una psicologa individualista se convierte en

    obstculo para la percepcin inicial de hechos supraindividuales que nos envuelven. Las

    reflexiones psicoanalticas que tienen como temas primordiales este tipo de hechos histricos y

    culturales son las que han recibido el nombre no muy afortunado por cierto de

    etnopsicoanlisis. (pag. 36).

    La consciencia de la actitud ideolgica y poltica propia de/la terapeuta no debe confundirse,por supuesto, con la ruptura de la abstinencia psicoanaltica, o transformar el trabajo

    teraputico en una militancia poltica. Pero aqulla es la condicin bsica para hacerconsciente, por parte del/la psicoanalista, los aspectos conservadores o del bongaloo, enrelacin con el trabajo de la interpretacin. Las reacciones emocionales en la contra-transferencia, como p.ej.: la sobre-identificacin, la culpa, asco, la compasin, losimpulsos agresivos y las tendencias sexualizadas tienen que hacerse conscientes por partedel/la terapeuta, para que no influyan inadvertidamente en el proceso teraputico. Esconveniente que se discutan en el trabajo de supervisin y en los seminarios colectivos alrespecto de este temtica. Es lo que hablan Maya Nadig, al cual dedico ste artculo, yotras/os antroplogas/os, cuando se refieren al necesario tercer espacio, o el espaciotransicional.

    Seguramente mi larga experiencia vital (25 aos) en las condiciones de mujer europea en

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    pases del SUR me ha sensibilizado an ms con esta problemtica, que elaboro por un ladocomo psicoanalista y por el otro con el mtodo del psicodrama; quizs el enfoque sobre laproblemtica de la agresin es tambin un reflejo de las condiciones polticas actuales. Demodo dramtico estamos forzadas a entender mejor los fenmenos de los

    fundamentalismos[8], y en cierto modo el etnopsicoanlisis es top-actual con sus objetivosde investigar la dinmica de la violencia en la subjetividad de los individuos de diferentesculturas, y sus consecuencias conscientes e inconscientes sobre las relaciones intersubjetivas.Se habla del Crash de la Civilizacin, se analizan las races del pensamiento y del actuarfundamentalista; por lo menos desde el 11/9/2001 la palabra terrorismo es universal, y porsupuesto es utilizada y abusada por la poltica dominante, sobre todo en Estados Unidos, perotambin en Europa.

    Yo opino que si el/la psicoanalista no tiene conocimientos histricos y culturales delbackground del/la paciente y no toma en cuenta los razones por las que ste est en el pas

    extrao (exilio, emigracin, ilegalidad, asilo), la escucha analtica estar siempre llena deconservas culturales y de bongaloos, que poseen carcter ideolgico, cultural y biogrfico,siendo sta una inevitable condicin, por lo menos al inicio del proceso teraputico. Puedenocurrir, en el encuadre psicoanaltico, repeticiones de las relaciones de poder, tal como fueronsufridas anteriormente de manera traumtica. De cualquier forma, quedan latentes, comolagunas negras importantes, algunos aspectos inconscientes de la subjetividad y de laidentidad cultural y social de las participantes en el proceso. Me refiero a la pregunta sobrecul ideologa (filosofa, religin) influye en la interpretacin del/la terapeuta, para lo cual vuelvoa un punto importante dentro de la problemtica de la interpretacin psicoanaltica, que ya fuediscutido apasionadamente en el congreso psicoanaltico en Viena 1971, y que se convirti en

    la temtica central en la disputa entre los/las representantes de la IPA y aqullas/os dePlataforma Internacional :

    NO EXISTE LA NEUTRALIDAD DEL/LA PSICOANALISTA

    La interpretacin siempre est influida por la actitud ideolgica-poltica del/la psicoanalista,

    actitud que debe hacerse consciente, particularmente en los actuales tiempos de angustiantes mecanismos de proyeccin entre bueno y malo. Debemos tambin darnoscuenta que existen psicoanalistas que son peones de verdugos y torturadores. Los ejemplosms conocidos son el de Amilcar Lobo, en Brasil, quien todava hoy trabaja como psicoanalistay el de Yeroda[9]de la Repblica democrtica del Congo, quien tiene un alto rango en loscrculos de Lacan en Paris, quien fue, como Ministro de Salud, cmplice del genocidio delpueblo de los Tutsis de Rwanda!

    Quin es terrorista? El/la conformista callado/a, o el/la luchador/a rebelde? Cmointerpretamos la pseudo-solucin en forma de neurosis? Como se interpretarn los diferentes

    sntomas en esta ampliacin del espacio del proceso psicoanaltico?

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    PSYCHE 2, 60. Jahrgang, Feb. 2006, Stuttgart (Klett).

    [2] El SUR indica los pases antes denominados sub-desarrollados, o pases en procesode desarrollo; se enfoca la dominacin y la dependencia que existen con los pases delnorte (Estados Unidos y Europa) .

    [3] Trabajo presentado en la jornada de la Asociacin Psicoanaltica Alemana en Bremen,27-30 de abril 2005

    [4]Moreno, Jacobo (1973): Gruppenpsychotherapie und psicodrama, Stuttgart.

    [5]PSYCHE 2, Febrero 2001: Transferencia, contra-transferencia, situacin terapetica, pag.97-136.

    [6]Todos los nombres son cambiados.

    [7]WERKBLATT 1992/93:Paramo-Ortega, Ral: El trauma que nos une Reflexiones sobre la

    conquista y la identidad latinoamericano. Dos fragmentos. Pag. 28-57

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    [8]Tariq Ali (2002): The Clash of Fundamentalisms; Cruzades, Jihads and Modernity, Verso

    [9]Vea GIROS de ASPAS 7, Nobus, Dany (2004): Pensamientos para pocas de violencia ytortura, - haca una tica de indiferencia?, pag. 53-77.