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ÍNDICE

Empleo de la hoja de coca en la alimentaciónRamiro Castro de la Mata . ............................................................... 3

Evaluación Nutricional de la proteína de lahoja de cocaTeófila Adriana Cordero Vilca ........................................................ 19

Consumo de drogas en personascostarricenses mayores de 60 años:Estudio de tres cohortes.Julio Bejarano Orozco, Mario Alberto Sáenz Rojas...................... 25

Estrategías de prevención comunitaria deluso de drogasAlejandro Vassilaqui ........................................................................ 47

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Artículo de Revisión:

EMPLEO DE LA HOJA DE COCA EN LAALIMENTACIÓN

Ramiro Castro de la Mata1

Últimamente en los medios de comunicación masivos se ha venidopromocionando el uso de la hoja de coca en la alimentación humana yno ha faltado alguno que haya dado conferencias al respecto. En todoslos casos hay referencias a «estudios de la Universidad de Harvard»que apoyan el acerto. Si se toma en consideración el impacto deapreciaciones sin fundamento en la opinión pública en un momento enque entran en juego conflictos sociales, reclamos de los campesinoscocaleros, propuestas de desarrollo alternativo, erradicación de cocalese intervención de las mafias de narcotraficantes y de gobiernosextranjeros, la presentación de la «hoja sagrada» como un recursoalimenticio para las masas empobrecidas añade más elementos deirracionalidad a un problema de suyo complejo.

El objeto de la presente comunicación es el de presentar unarevisión somera de lo principal que se ha publicado hasta la fecha sobrela relación entre la hoja de coca y la alimentación y nutrición presentandoel resumen de los trabajos en el orden de aparición en revistas científicas.

Vamos a dejar de lado las apreciaciones generales referentes a laasociación entre el consumo de coca como coqueo y la alimentación.(ej.: Gutierrez Noriega, 1948) ya que es muy difícil precisar si loobservado en las poblaciones donde el coqueo es prevalerte se deben alconsumo o a las pésimas condiciones en que viven dichas poblaciones.

En 1950 J.M. García Giesmann trabajó con un grupo de 20 ratas,10 controles y 10 a las que se alimentó con polvos de coca. En lapublicación no se proporcionan mayores detalles pero se refiere quecomo controles se utilizaron «10 ratas a las que no se suministró polvosde coca pero recibieron la misma alimentación que las ratas con la

1 Area de Investigaciones, CEDROPsicoactiva 22 : 3 - 12, 2004

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droga». Todas las ratas que consumieron coca murieronespontáneamente. En el examen histopatológico de las ratas queconsumieron coca se observó degeneración adiposa congestión (plétorasanguínea en el trayecto de los vasos portales), trombos biliares,hiperplasia de las células de von Küpffer que se encontraron «repletasde material granular que no se pudo identificar y no corresponde a losproductos usuales».

El problema no fue tocado experimentalmente hasta que en 1965Carlos Collazos Chiriboga y col. Publicaron en la Revista del ViernesMédico su trabajo sobre «Nutrición y Coqueo», en el que refieren datosexperimentales de tres tipos: Análisis químico de las hojas, aumento depeso en ratas y efectos durante el coqueo en voluntarios.

Para el análisis químico se usaron muestras de hojas de cocaprovenientes de La Convención y Calca en el Cuzco, Huamalies enHuánuco, Mariscal Cáceres en San Martín y Celendín enCajamarca..Los análisis se refieren a Humedad, Nitrógeno, fibra, cenizasminerales: Calcio, fósforo y fierro, carotenos y vitaminas como B1, B2y Niacina y Cocaína. Estos resultados darían, para un consumo de 100gramos de hoja unos 20 gramos de proteínas, el triple de losrequerimientos diarios de Calcio y vitamina A y entre el 45 y el 90% delos requerimientos diarios de riboflavina, hierro tiamina y niacinaconcluyendo que «El contenido de nitrógeno, minerales y vitaminas dela hoja de coca es solamente un dato de orden analítico y no implica quela saliva extraiga esas sustancias ni que el organismo las absorba yutilice, ni la proporción en que pueda hacerlo».

Para el estudio del aumento de peso en ratas; A grupos de 5 ratascada uno se les sometió a un período de depleción de proteínas durante10 días con lo que el peso bajó en todos los grupos de alrededor de 145a unos 130 gramos. Luego se les alimentó agregando 9% de proteínas ala dieta. Si la proteína fue caseína en 7 días adicionales las ratasrecuperan y sobrepasan su peso inicial. Si la proteína corresponde ahoja de coca el descenso de peso continúa y llegan a menos de 120gramos. Con mezclas de caseína y hoja de coca los valores sonintermedios (Figura 1).

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FIGURA 1Variación de peso en ratas deprivadas de proteínas y alimentadas con

caseína, proteína de hoja de coca y mezclas de ambas (en Collazos y col, 1965)

En 6 voluntarios que coquearon 50 gramos de hoja en el transcursode 4 horas se estudió el bolo después del coqueo para apreciar la variacióndel contenido de tiamina , riboflavina y caroteno, además se determinóel contenido de caroteno y de vitamina A en la sangre. Se encontró queen el bolo desaparece la tiamina y disminuyen significativamente lariboflavina y el caroteno. En la sangre aumentan el caroteno y la vitaminaA.

Collazos y col concluyeron que «La hoja de coca , tal como se lamastica contiene varias sustancias nutritivas, algunas de ellas enproporción llamativa . Sin embargo, su asociación con cocaína significaimpedimento capital para su consumo».

En 1972 Edgardo Machado publicó un extenso trabajo sobre elgénero botánico de la coca en el que hace una descripción completa delgénero con 24 especies, de las cuales 3 son nuevas. Añade la clave y

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descripción de todas las especies peruanas y su distribución geográfica.Bajo el rubro Composición Química se reporta los resultados del análisisde hojas provenientes de la Libertad, Cuzco y Huánuco, en palabras delautor «Los resultados expresados en dichos cuadros corresponden adiferentes tipos de hojas de coca que crecen en cada una de las regionesde mayor producción en el país. Las muestras se colectaron al azar,corresponden a la colección masal efectuada y sólo tienen en común lazona de crecimiento» Se presentan 8 cuadros con los resultados de 6análisis para la coca del cuzco, 10 para la de huánuco y 4 para la de LaLibertad.

Los resultados de Machado fueron condensados en cuadros ypresentados por Duke y col, en el trabajo que se menciona como de «laUniversidad de Harvard».

Duke y col publicaron su trabajo en 1975. En general es unartículo favorable al coqueo, comienza con unos versos de Cowleycitados por Mortimer en los que se alaba los efectos de la coca parasaciar el hambre y facilitar el trabajo. Este trabajo es el que se cita másfrecuentemente como que demuestra que la coca tiene un gran valornutritivo. Como ya hemos señalado usualmente se refieren a él de maneraindirecta como «estudios de Harvard» a algo por el estilo. Sin embargopocos parecen haberlo leído ya que no se refieren a la hoja de cocacomo alimento sino al posible valor alimenticio del coqueo y concluyendiciendo: «Aunque las hojas de coca contienen niveles altos de ciertosnutrientes, la presencia de alcaloides y la posible presencia de insecticidassugieren cautela en el coqueo». (Although coca leaves contain relativelyhigh levels of certain nutrients, the presence of alkaloids and the possiblepresence of insecticide residues suggest caution in coca chewing).

Los estudios de Duke se hicieron a partir de un kg. de hojas secasobtenidas de San Francisco, (Chapare, Bolivia) en Junio de 1974encontrando que las hojas contienen, por cada 100g Proteínas 18.9 g(calculadas a partir de N x 6.25), Carbohidratos 46.2 g, Grasas 5 g.Además Vitaminas: A, 11 000 U; C, 1.4 mg; Tiamina 0.35 mg;Riboflavina, 1.9 mg; Niacina, 1.29 mg; alfa tocoferol 43.5 UI; B6 0.508mg; Acido Fólico 0.130 mg; B12, 1.5 mcg; biotina 0.0863 mg y ácido

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pantoténico 0.684 mg; .Elementos: Ca, 1.54 mg; Fe, 45.8; I, 5 mcg;P, 911; Mg 213 mg; Zn, 270 mg; Cu, 1.21 mg; Na, 40.6 mg K,2.02 g;Al, 39.5 mg; Ba, 4.67 mg; Mn, 6.65 mg y Cr 0.359 mg. Humedad 6.5g Calorías 305 g (calculadas a partir de proteínas carbohidratos ygrasas).

Se presenta un cuadro con resultados de análisis publicados porMachado y uno sobre plantas bolivianas de Granado y comparativocon productos vegetales usados en alimentación humana.

Los autores se manifiestan sorprendidos por los altos valores deCa y Fe que encontraron y comparan las hojas de coca con otrosalimentos, 10 nueces y semillas aceiteras. 10 legumbres, 10 cereales y10 verduras, encontrando valores comparables en unos casos, mayoresen algunos y menores en otros. En ningún caso se corrigió por humedad,lo que los lleva a considerar : «Los valores comparativamente más altospara la coca son debidos; en parte, al hecho que las hojas se compransecas (menos del 10% de humedad), mientras que la mayoría de losotros alimentos tienen más humedad) « (The comparatively highnutricional values for coca are due partly to the fact. that the leaves aredry (less than 10% moisture) when purchased whereas most other foodsare higher in moisture).

En su tesis de grado Adriana Cordero en 2002 presenta susresultados sobre el valor nutricional de la hoja de coca. El estudio seefectuó en grupos de 6 a 9 ratas macho de 5 semanas, de peso inicial dealrededor de 50 g, .Alimentadas con dieta especial de almidón, aceitevegetal, minerales y vitaminas con proteínas de caseína o extraídas decoca previamente tratada con solución de llipta y exentas de alcaloides.Se formaron 4 grupos CAS 4.5 y CAS 9, COCA 4.5 y COCA 9 por laadición de proteína a concentración final de 4.5 y 9 g /100.

A los 10 días de tratamiento (Figura 2) los controles concaseína al 9% aumentaron su peso en 31.22 g . Con proteína de coca al9% el aumento fue de sólo 7.06 g., con caseína al 4.5% el peso semantuvo pero descendió si la proteína provenía de la coca.

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FIGURA 2Variación de peso de las ratas a los 10 días de tratamiento

(Cas = caseína, las cifras corresponden a gramos de proteína %)

Elaborado con los datos de Cordero 2002

El PER, (relación entre aumento de peso en relación al consumode proteínas) (Figura3) fue inferior con la coca al 9% y negativo cuandose usó al 4.5%.

Los pesos de diversos órganos fueron menores en los grupos queconsumieron proteína de coca,

No se encontró diferencia significativa en el contenido de arginasahepática. La arginas es un indicador de metabolización de proteínas noindispensables que provocan desbalance en la dieta. La autora concluye(en el resumen) «Estos hallazgos sugieren que la proteína de la coca,cuando es dada en un valor del 9% tiene un valor importante...» y en lasconclusiones: «Que las dietas experimentales con diversos niveles deproteína de la hoja de coca (FP COCA 4.5% y 9%) consumidas porratas jóvenes en desarrollo produjeron un menor desarrollo de susórganos y menores valores de índices PER en relación a los animalesntroles que recibieron dieta de caseína».

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FIGURA 3Variación del PER

(aumento de peso / proteína consumida) (Cas = caseína, las cifras corresponden a gramos de proteína %)

Elaborado con los datos de Cordero 2002

Últimamente Ramos Aliaga y Co. han publicado sus hallazgosen un estudio de nutrición en ratas usando extractos de hoja de coca dela que se extrajeron los alcaloides y los colorantes por tres procedimientosdiferentes. Se usaron ratas de peso inicial promedio de 48 g sometidasa dietas: en base a hojas de coca decoainizada y libre de colorantes, conun contenido proteico de unos 10 g % complementado con caseína deser el caso. Formándose cuatro grupos:

1. Control con caseina sola (CAS)

2. Hoja de coca tratada con Acido fosfórico al 20, 40, 80 y 100 %(COAF)

3. Hoja de coca tratada con Etanol al 20, 40, 80 y 100 % (COET)

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4. Hoja de coca tratada con Diclorometano al 20, 40, 80 y 100 %(CODCM)Los resultados se presentan en tablas y gráficos y han sido

resumidos y aclarados en la figura 4, donde puede apreciarse que lacaseína permite un aumento de peso de unos 60 gramos mientras que laproteína de coca sólo lo hace en menos de 5 Si se reemplaza la proteínade caseína por proteína de coca, incluso en un 20% el incremento depeso es de 40 gramos y menor si el reemplazo se hace a los 40 y 80%Los pesos de los órganos y tejidos «fueron reducidos en relación inversaal incremento del HCDC en las dietas de los grupos experimentales»(HCDC hoja de coca libre de alcaloides y pigmentos). Los indices PERy LPU fueron significativamente menores en los grupos experimentales.La Arginasa hepática fue mayor en los grupos experimentales.

FIGURA 4Aumento de peso en ratas alimentadas con proteinas de caseina (cas) ycaseína complementada con proteínas de hoja de coca decocainizada

por diversos procedimientos en proporciones de 20, 40 80 y 100%.

Elaborado con los datos de Ramos Aliaga 2004

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Conclusión del autor «El valor proteico... es importante aunquesignificativamente menor que el de la caseína».

Como puede apreciarse podemos considerar que en el estudio delposible valor nutricional de la hoja de coca se han dado tres tipos deconsideraciones diferentes:

1. Garcia Giesmann y Collazos y col alimentaron ratas con hojasde coca. En el primer caso para observar la toxicidad y en elsegundo para apreciar la recuperación del peso de ratasdeprivadas. En ambos casos los resultados fueron negativos yCollazos lo atribuyó al contenido de cocaína.

2. A partir de Collazos se busca un posible rol del coqueo en lacomplementación de algunos nutrientes y lo demuestra para lavitamina A y la tiamoina Esta línea es seguida por Duke y colquienes se limitan a presentar cuadros con los componentesquímicos de la hoja de coca pero reclaman precaución en el usopor el contenido de cocaína y la posible contaminación conpesticidas.

3. A raíz de lo que se ha venido hablando sobre un supuesto valoralimenticio de las hojas de coca, en base a los análisis reportadospor Duke y col se han efectuado estudios del valor nutritivo de lsproteína de la hoja de coca, libre de alcaloides. Tanto el trabajode Cordero como el de Ramos Aliaga demuestran que la proteínade la hoja de coca tiene un valor prácticamente nulo aunque lasconclusiones lo reportan como «importante, aunquesignificativamente menor que el de la caseína». Si su diseñoexperimental hubiera incluído grupos con concentracionesmenores de caseína sus conclusiones no serían tan optimistas.No debemos olvidar que la presencia de proteínas (o de nitrógenoen su caso) no implica de ninguna manera que represente valoralimenticio. La lana es proteína en un 80% pero a nadie se leocurre darle ningún valor proteico como alimento.

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REFERENCIAS

Collazos Chiriboga, Carlos; Urquieta, Renán y Enrique Alvistur.Nutrición y coqueo, en Simposium sobre nutrición. Revista delViernes Médico 16::36-44, 1965

Cordero Vilca , Teófila Adriana. Evaluación Nutricional de la Proteínade la Hoja de Coca (Erythroxylum coca Lamark var.coca)Tesis para optar el Título Profesional de Químico Farmacéutico,UNMSM, Lima, 2002

Duke, James A. ; Auklik, David and Timothy Plowman. NutricionalValue of Coca. Botanical Museum Leaflets, Harvard University24(6):113-119,1975

García Giesmann, J. M. Estudio Histopatológico del Hígado de RatasTratadas con Polvos de Coca. Revista de Farmacología y MedicinaExperimental 3:93-96, 1950

Gutierrez Noriega, Carlos. El cocaísmo y la alimentación en el Perú.Anales de la Facultad de Medicina 31: 1-90, 1948

Machado Cazorla, Edgardo. El género Erythroxylon en el Perú. LasCocas Silvestres y Cultivadas del País. Raymondiana 5: 5-101,1972

Ramos-Aliaga, Roger; San Román, Kathie y Deysy Solano. ValorProteico de la Hoja de Coca Libre de Alcaloides y Pigmentos.Rev. Soc. Quim. Perú 70 (2):67-75, 2004

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EVALUACIÓN NUTRICIONAL DE LA PROTEÍNA DELA HOJA DE COCA

(Erythroxylum coca Lamarck var. Coca)

Teófila Adriana Cordero Vilca*

RESUMEN

Se ha estudiado el valor nutricional del contenido proteico de la hoja de coca. Para lograreste objetivo se aislaron por precipitación a pH 5.1 y 4.0 dos fracciones proteicas de un extractoalcalino de esta hoja preparado con una solución de «tocra» (sustancia alcalina utilizada con lacoca en el hábito de su masticación). Después de una purificación parcial con solventes de extracción(éter dietílico, acetona, alcohol 96°) de la mezcla de ambas fracciones proteicas, se prepararondos dietas Experimentales con diferentes niveles de proteína (FP COCA 4.5% y FP COCA 9.0%).De igual modo se prepararon dos dietas Controles a base de caseína (CAS 4.5% y CAS 9.0%).Estas dietas fueron administradas ad libitum por 10 días, a grupos de ratas en desarrollo. Al terminode este periodo los animales fueron sacrificados, determinándose los valores de los índices PER,las actividades de arginasa hepàtica , el peso de los órganos y su contenido proteico, hallándoseque los índices PER ,los pesos de los òrganos fueron menores en los animales del grupo FP COCA,que en los animales alimentados con caseína.La actividad de la arginasa hepática fue mayor en losgrupos FP COCA.

Palabras clave: coca, proteínas, nutrición.

ABSTRACT

The study was designed to search the biological value of the protein content in the cocaleaf. To aproach this two protein fractions were isolated from an alkaline coca leaves extract preparedwith «tocra» (alkaline substance used with cocfor chewing). All diets were fed ad libitum for 10days to groups of growing rats. Ending this period protein efficiency ratio, liver arginase activity,tissue weights and its protein contents were determined. Results show minor PER index valuesbut major arginase actities in both Experimental groups than in control groups.

Key words: coca, proteins, nutrition.

* Tesis para optar el Título Profesional de Químico Farmacéutico, Facultad de Farmacia y Bioquímica de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos

Colaboradora en proyectos de investigación del Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición de laFacultad de Medicina de la UNMSM.

Actual responsable en el Perú del proyecto de investigación «Validación del extracto foliar de alfalfa comosuplemento alimenticio en niños con desnutrición crónica en Huaycán.» Convenio con la Universidad deReims. Francia.

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INTRODUCCIÓN

Las proteínas cumplen funciones estructurales y esenciales enlos seres vivos, por lo que es necesario su continuo aporte al organismo.Sin embargo estas fuentes proteicas son de diversa calidad y en lo querespecta al ser humano se suma además su diferente costo. Las proteínasanimales de buena calidad son de costo elevado, mientras que lasproteínas vegetales de menor calidad son más asequibles a la economíade la población. Por esta razón la investigación bioquímica y nutricionaltrata de estudiar e incorporar nuevas fuentes de proteínas de diversoorigen, incluyendo a los vegetales.

Un recurso que parece útil para este propósito en el Perú seríael de la hoja de coca (Erythroxylum coca), que se cultiva tanto parafines de uso en el tradicional hábito de la masticación de ella comopara fines lícitos, como fuente de proteínas. El Instituto de Nutricióndel Ministerio de Salud y un grupo de trabajo en el Centro deInvestigación de Bioquímica y Nutrición de la UNMSM que cultivauna línea de investigación sobre la coca y el coqueo en el ande, estáncontribuyendo al conocimiento del valor proteico que tendría la hoja decoca en la alimentación humana y/o animal.

Es por eso que se hace necesario probar el valor nutricional dela proteína de la hoja de coca a través de la experimentación animal.Para ello se extraerá y aislará las fracciones proteicas de la hoja decoca (proteína de la coca) según metodología estándar del laboratoriodel Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición de la UNMSM,lugar en el que se ha realizado este trabajo.

Se prepararán dietas Experimentales con diferentes niveles deproteína de la coca y dietas Controles con caseína para su administracióna las ratas en experimentación según grupo dietario y se obtendrá losíndices PER en ratas en desarrollo, por experimentación de 10 días, semedirá la actividad de la arginasa hepática en los animales después desu sacrificio y se medirá el desarrollo de sus órganos y de su contenidoproteico.

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METODO EXPERIMENTAL

1. MATERIALES

1.1 Biológico : Hoja de coca

Clasificación taxonómica de la hoja de cocaReino : PlantaeDivisión : MagnoliophytaClase : Magnoliopsida(Dicotiledóneas)Orden : LinalesFamilia : ErythroxylaceaeGénero : ErythroxylumEspecie : Erythroxylum coca Lamarck var. CocaNombre vulgar : «coca»

1.2 Animales : Ratas albinas Holtzman macho de 3 semanas de edad,peso promedio inicial 47g. Ellas procedieron de la colonia de laUniversidad Nacional Agraria. Se agruparon (n=6,9) según eltratamiento dietario dado.

1.3 Dietas: Se usaron dietas Controles de caseina (CAS 4.5% yCAS 9.0%) y dietas Experimentales a base de la fracción proteicaaislada de la coca (FP COCA 4.5% y FP CA 9.0%) con diferentesniveles proteicos, suplementados con vitaminas y minerales. Lasfórmulas de la dieta se muestra en la Tabla 1.

2. MÉTODO, TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOSANALÍTICOS

2.1 Extracción del contenido proteico de la hoja de coca :Molienda y homogenización.- Las hojas de coca previa moliendafueron homogenizadas con solución de tocra 0.4 M ( a 170 g detocra seca se le agrega agua csp para1000 mL, se mezcla ,separarel sobrenadante el cual se valora con HCl 0.2N)La homogenización se llevó a cabo con 6 Kg de coca más 42litros de solución de tocra 0.4 M (1:8, p/v), por 15 minutos.

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El pH de extracción fue de 11.

Aislamiento del contenido proteico.- Con ácido acético glacialhasta obtener un pH de 5.1,obteniéndose un precipitado proteico,que se separó por centrifugación, el sobrenadante obtenido fuetratado con HCl 37 % hasta obtener un pH 4.0 en que precipitaotra fracción proteica, que se separa por centrifugación.

Eliminación de otros componentes químicos presentes en lasfracciones proteicas.- Con acetona, éter etílico y alcohol 96.

FIGURA Nº 1Extracción del contenido proteico de la hoja de coca

Erythroxylum coca Lamarck var. Coca

Homogenización

Con solución de Tocra 0.4 M, 1:8 (p/v)

Centrifugación

Sobrenadante Bagazo

Precipitación a pH 5.1

Centrifugación Sobrenadante

Precipitación a pH 4.0

FP COCA pH 5.1 Centrifugación Sobrenadante

FP COCA pH 4.0

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2.2 Preparación de las dietas Control y Experimental :Las dietas Control a base de caseína granulada(N total%=15.0144,proteínas % =N total x 6.25=93.84g)

Las dietas Experimentales a base de FP COCA(N total %=8.8720g; Proteínas %=N total x 6.25=55.45g)Fueron preparadas según fórmula.

3. TRATAMIENTO DIETARIO

3.1 Los animales fueron divididos al azar en 4 grupos dietarios deNúmero variable (n=6-9)

Se les trató con las dietas de caseína y dietas con FP COCA quefueron preparadas según fórmula señalada en la TABLA Nº 1.

3.3 Los grupos dietarios fueron :

o Controles: CAS 4.5% y CAS 9.0%o Experimentales: FP COCA 4.5% y 9.0%

3.4 Comida y agua ad libitum durante 10 días

3.5 El registro del peso y el consumo de alimentos se hizo cada díaentre las 8 y 9 de la mañana

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TABLA Nº 1

4. MUESTRAS PARA ANÁLISIS

4.1 Al final de los 10 días los animales los animales fueronsacrificados por decapitación bajo una ligera anestesia con éteretílico. El hígado y los demás órganos: riñón, bazo, corazón,encéfalo, pulmón y adrenales, fueron extraídos, lavados consolución fisiológica, secados y pesados, guardándose bajocongelación (-20 C) hasta el momento de análisis.

4.2 Determinaciones químicas, enzimáticas y valores PER:

a) Determinación del Nitrógeno proteico en la caseína, en la FPCOCA,en las dietas a base de caseína (CAS4.5%, CAS 9.0%)y en las dietas Experimentales a base de FP COCA(FPCOCA4.5%, FP COCA 9.0%)Método de HachMétodo de Berthelot

b) Determinación de proteínasMétodo de Lowry

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c) Determinación de la actividad de la ArginasaMétodo de Rossi y GraziMétodo de Chinard.

d) Indices PERMétodo de Osborne, Mendel y Ferry

5.0 RESULTADOS

Los resultados obtenidos en la experimentación fueron lossiguientes:

5.1 CONTENIDO DE NITROGENO Y DE PROTEÍNAS ENLAS DIETAS

Los contenidos de N y de proteínas de las dietas preparadas segúnla metodología experimental se muestran en la TABLA Nº2

TABLA N ° 2Contenido de nitrógeno y de proteínas

en las dietas controles y experimentales

5.2 CONSUMO Y VALOR PROTEICO DE LAS DIETAS

Según el tratamiento dietario se tiene los resultados en la TABLANº3. En ella se observa un ligero menor consumo de las dietas FP COCA

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que en la dietas Controles y obviamente el menor consumo de proteínay así un menor valor del desarrollo corporal.

Esto último se expresa además en los menores valores de losíndices PER. Este menor valor nutricional se deja reflejar también enlos pesos de cada órgano de los ratones de los grupos Expimentales enrelación a aquellos de los grupos Controles.

TABLA 3Valores Comparativos del peso corporal, eficiencia proteica y consumo

de alimentos en ratas que recibieron dietas de caseína y fraccionesproteicas de coca (FP COCA)

5.3 PESO Y CONTENIDO DE PROTEINAS EN LOSORGANOS:

Los resultados se visualizan en la TABLA Nº 4 en donde seobserva que los pesos de los órganos de los animales que recibierondietas de FP COCA son menores que aquellos de los animales controles.En cuanto al contenido proteico se observa una diferencia entre losórganos de animales sometidos a dietas Experimentales de FP COCAcon los órganos de los animales controles.

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TABLA Nº 4Peso y contenido protéico del hígado (H), riñón (R), encéfalo (E),

corazón (C), bazo (B), pulmón, adrenales (a), en ratas

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5.4 INDICES DE EFICIENCIA PROTEICA

Los valores se muestran en la FIGURA Nº 2 ellos señalan lamenor eficiencia proteica en los animales alimentados con dietasexperimentales FP COCA en relación a aquellos de los animalescontroles.

FIGURA Nº 2Valores de la eficiencia protéica (PER) en ratas tratadas

con dietas de caseína (CAS) y fracciones protéicas de la hoja de coca(FP COCA) en diferentes niveles

5.4 ACTIVIDAD DE LA ARGINASA HEPÁTICA

Estos resultados se grafican en la FIGURA Nº6 en la que seobserva una mayor actividad de ésta enzima en los animales de losgrupos experimentales de FP COCA que aquellos de los gruposControles.

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FIGURA Nº 3Actividad de Arginasa en higado de ratas tratadas

con dietas de caseína (CAS) y fracciones protéicas de la hoja de coca(FP COCA) en diferentes niveles

CONCLUSIONES

Al probar el valor nutricional de la proteína de la hoja de coca,Eruthroxylum coca Lamarck var. Coca, se ha llegado a las siguientesconclusiones:

1. Las fracciones proteicas de la hoja de coca se extrajeron yprecipitaron a pH 5.1 y 4.0.

2. Las dietas experimentales con diversos niveles de proteína FPCOCA 4.5% y 9.0% consumidas por ratas jóvenes en desarrolloprodujeron un menor desarrollo de sus órganos y menores valoresde índices PER con relación a los animales controles querecibieron la dieta de caseína.

3. La actividad de la arginasa hepática en ratas sometidastratamiento dietario con las dietas Experimentales( FP COCA4.5 y 9.0%)fueron mayores que los de CASEINA(CAS4.5% yCAS 9.0%).

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REFERENCIAS

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DEVLIN T. Bioquímica, libro de texto con aplicaciones clínicas, 3raedición, vol.2 Madrid: Reverté, 2000 p. 1089-91

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GUZMAN B. Nutrición Humana. Vol 1. Lima: Perú. 1980, p.61-64.

ALTSHUL, A.N. Food, protein for humans. Chem. Eng. News, 1969

MAYORGA, H.E, QUINTANILLA, GONZALES A. AIZU, J.F.MENCHU Y C. ROLZ, Extracción y precipitación de proteínade semilla de algodón por vía húmeda, Arch. Latinoamer. 1973;23: 55

OLASCOAGA G., La coca peruana en relación con la IndustriaNacional, Lima: UNMSM, 1942

MACHADO E., El género Erythroxylum en el Perú, las cocas silvestresy cultivadas en el Perú, Lima: Raymondiana, 1972

RAMOS ALIAGA R., Valor proteico de la hoja de coca. Aspectosquímicos preliminares en relación a la composición de la hoja y asu contenido proteico. Boletín de la Sociedad Quìmica del Perú2005, 71(1): 3-11

ZARATE J., Narcotráfico, realidades y alternativas. Lima: ComisiónAndina de Juristas, 2002

COLLAZOS CHIRIBOGA C. Nutrición y coqueo, Rev. Viernes Médico1965,16: 36-56

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ARMSTRONG G. Hidrophobic interaction in tannin-protein complexes.Food Chem 1980; 28: 394-398

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CONSUMO DE DROGAS EN PERSONASCOSTARRICENSES MAYORES DE 60 AÑOS:

Estudio de tres cohortes.

Drug use among costarican 60+ years old people

Julio Bejarano Orozco M. Sc.*1

Mario Alberto Sáenz Rojas M. Sc.**

RESUMEN

El presente artículo muestra los resultados sobre consumo de drogas, obtenidos conpoblaciones mayores de 60 años, integrantes de cada una de las muestras que participaron en losestudios nacionales sobre consumo de sustancias psicoactivas efectuados en Costa Rica durantelos años 1990, 1995 y 2000.

Desde el punto de vista metodológico, se establecieron comparaciones a lo largo delperiodo, con un carácter transversal repetido. Entre los resultados más destacables se puede citarla existencia de un estilo de vida sedentario, una disminución paulatina a lo largo de la década enlos diferentes niveles de prevalencia de consumo de alcohol y tabaco, un elevado promedio deaños de fumado, con las implicaciones conocidas en el plano de la salud, así como diferencias encuanto a los niveles de consumo de tabaco y alcohol según sexo siendo significativamente superioresentre los varones.

Desde un punto de vista epidemiológico, el sector poblacional a que hace referenciaeste estudio no se constituye en un grupo de riesgo para el consumo de sustancias ilegales.

En el nivel de la formulación de políticas se propone la articulación de accionespreventivas dirigidas expresamente a este sector, con miras a una mayor promoción de su salud yun mejoramiento de su calidad de vida.

Palabras clave: Adultos mayores, alcohol, drogas, farmacodependencia, tabaco, epidemiología,Costa Rica.

* Psicólogo y Magíster en Farmacodependencia. Coordinador del Proceso de Investigación del Instituto sobreAlcoholismo y Farmacodependencia, Costa Rica. Profesor de la UniversidadEstatal a Distancia.

** Psicólogía y Magíster en Criminología. Funcionario del Ministerio de Justicia, Costa Rica.Profesor de la Universidad Centroamericana de Ciencias Sociales, de la Universidad de Costa Rica,Sede Guanacaste, de la Universidad Católica de Costa Rica y de la Universidad Estatal a Distancia.

1 Enviar correspondencia a: Julio Bejarano Orozco. E-mail: [email protected]. Apdo. Postal 1415-2050, San Pedro de Montes de Oca, Costa Rica, A. C.

Psicoactiva 22 : 25 - 46, 2004

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ABSTRACT

In this paper the situation of alcohol, tobacco and other drug use in people aged 60 to70 years are analyzed. The outcomes are based on three National Household Surveys carried outin Costa Rica in 1990, 1995 and 2000.

Descriptive analysis has been done when comparing data from one year to the others.The main results showed a sedentary population, a reduction on alcohol and tobacco prevalencerates and a cigarette smoking’s large number of years. There are gender differences regardingalcohol and tobacco consumption. Men are more likely than women to be a current alcohol drinkeror a cigarette smoker, which is explained in terms of differentiated patterns of socialization forboth of them.

From an epidemiological perspective, the group of age considered in this paper is not arisk group for the use of illicit drugs and for policy makers the authors purpose that all preventiveactions for this population should be articulated to improve health promotion and life quality.

Key words: Elderly, alcohol, drug use, tobacco, epidemiology, Costa Rica.

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INTRODUCCIÓN

Costa Rica es un país ubicado en el istmo centroamericano, cuyoterritorio abarca un total de 51 100 kilómetros cuadrados. Según losdatos del censo de población del año 2000, alcanzó un total de 3 810179 habitantes, mientras que la población de 60 años y más fue de 301474 personas, o sea, 7,9%; aunado a ello, registró el 95,2% dealfabetismo en la población general (Instituto Nacional de Estadística yCensos, 2001). Asimismo: «De acuerdo con la Encuesta de Hogares dePropósitos Múltiples, la pobreza total se encuentra en un 21,1%, mediopunto porcentual por encima del nivel prevaleciente un año atrás (1999).La pobreza extrema pasó de 6,7% en 1999 a 6,4% en el 2000. Lasituación tiende a ser más grave en la zona rural, donde la pobreza(medida por el método de Necesidades Básicas Insatisfechas) afecta aun 37,1% de los hogares, mientras que en la zona urbana la incidenciafue de 22,7%» (González y Sáenz, 2003, p.82).

En el caso particular de Costa Rica, hacia 1950 la población de60 años y más era de un 5,3% del total. Luego de un descenso por lamortalidad de las décadas de 1950 y 1960, en 1980 la proporción depersonas adultas mayores ascendió a un 5,5% y para 1985 a un 5,8%.Las proyecciones estadísticas de los ochentas indicaban que para el año2000 sería de un 7,3% y para el año 2025 de un 13% (Trejos, 1985). Alconfrontar estos últimos datos con los del último de censo de población,se aprecia que para el año 2000 la cifra real estuvo ligeramente porencima (0,6%) de la proyección mencionada.

En el plano internacional se ha destacado el nivel de afección delas personas adultas mayores, tanto en lo que respecta al abuso de drogaspsicotrópicas (Illicit drug use grows among the elderly, 2002), como alconsumo activo de alcohol (Gupta, Saxena, Pednekar y Maulik, 2003),y a los problemas de subregistro, las dificultades para la formulaciónde diagnósticos relacionados con el abuso de alcohol en esta franja deedad y la descripción de la evidencia relativa a que un 76% de laspersonas comienza a beber excesivamente a partir de los 50 y,

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especialmente, de los 60 años de edad, según lo refiere un reciente estudiocanadiense (Alcohol and the elderly, 1998).

En virtud de lo anterior, se ha propuesto tomar la porción depersonas entre 60 y 70 años de edad, poco estudiadas en Costa Rica,que conformaron las muestras de las encuestas nacionales sobre consumode drogas efectuadas por el Instituto sobre Alcoholismo yFarmacodependencia2 (IAFA) en los años 1990, 1995 y 2000 (Bejarano,Carvajal y San Lee, 1996; Bejarano y Ugalde, 2003; Jiménez y Bejarano,1991), las cuales permiten visualizar el comportamiento de este fenómenoa lo largo de una década, mediante una metodología de análisistransversal con tres diferentes cohortes.

Para tales efectos, el presente trabajo se ha propuesto lossiguientes objetivos:

- Determinar la magnitud y frecuencia del consumo de sustanciaspsicoactivas en población adulta mayor costarricense, a partirde las muestras de las encuestas nacionales de 1990, 1995 y 2000.

- Establecer diferencias por género en lo relativo a patrones deconsumo en la población adulta mayor.

- Enmarcar los patrones de consumo de la población adulta mayoren el contexto de condiciones de riesgo para su salud integral ysu calidad de vida.

MATERIAL Y MÉTODO

Tipo de estudio:

El presente trabajo constituye un estudio descriptivo-analítico,el cual se traduce en un primer acercamiento a la investigación del

2 En lo sucesivo se utilizarán las iniciales IAFA para designar a esta institución gubernamental.

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consumo de drogas en este tipo de población en el nivel nacional.Además, pretende medir ciertas variables con el propósito de plantearproporciones, tasas y relaciones entre las mismas, respecto delcomportamiento de un fenómeno sanitario desde una perspectivainferencial y epidemiológica.

Sujetos de análisis:

La población estudiada está constituida por las submuestras depersonas cuyas edades oscilaban entre los 60 y los 70 años de edad, yfueron seleccionadas en su totalidad de las muestras nacionales de 1990,1995 y 2000, las cuales tuvieron un carácter probabilístico (Guerrero,González y Medina, 1986). Cada submuestra estuvo conformada segúnse presenta en la tabla 1.

Tabla N° 1Composición de las submuestras por año: Costa Rica 1990, 1995, 2000.

(Valores absolutos)

Al respecto cabe aclarar que el muestreo no fue diseñadoespecíficamente para estudiar personas adultas mayores, sino que sedirigió a la población general (entre 12 y 70 años de edad). Esta situaciónprovocó que la cantidad de sujetos de interés para el presente estudiofuese poco mayor a 200, lo cual estaría asociado con un margen deerror entre el 6% y el 7% con la consecuente limitación en lo relativo ala precisión de las estimaciones.

3 Para los datos correspondientes a la encuesta nacional de 1990 se consultó Jiménez y Bejarano (1991), parala de 1995, Bejarano, Carvajal y San Lee (1996) y para la de 2000, Bejarano y Ugalde (2003).

4 Los años 1984 y 2000 corresponden a los dos últimos censos nacionales de población realizados en el país.

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En estas encuestas se utilizaron dos marcos muestrales, unohabitacional y otro por persona, los cuales proceden de la cartografíautilizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos en larealización de los censos nacionales de población del los años 1984 y20004.

La selección de cada entrevistado se realizó mediante un procesomultietápico y probabilístico. Para las encuestas de 1990 y 1995 lasetapas fueron cuatro: la provincia, el segmento, la vivienda y la persona(por sexo y edad); mientras tanto, para la encuesta de 2000 se incluyóuna quinta etapa (el cantón), lo cual implicó un incremento apreciableen el tamaño muestral. En la primera etapa se eligieron todas lasprovincias del país, en la segunda se realizó la selección de los cantones,en la tercera la selección aleatoria de los segmentos censales en cadacantón5, en la cuarta etapa se hizo una selección sistemática de lasviviendas (una cada dos casas, con la primera seleccionada al azar) y,por último, se efectuó la selección de los individuos, según la cuota acubrir por sexo y grupos de edades.

En cada segmento se obtuvieron aproximadamente 20 entrevistasen tres posibles rondas. Algunos segmentos fueron más grandes (25entrevistas) y otros más pequeños (17 entrevistas).

Instrumento:

1. Para la recolección de la información se utilizó un cuestionariodiseñado por la Unidad de Investigación del IAFA, el cual nosufrió cambios fundamentales durante las tres encuestas, con lafinalidad de establecer comparaciones entre los resultados. Dichoinstrumento consta de 140 preguntas. En relación con lascuestiones que nos atañen para este estudio se exploró:

2. Área de salud, la cual abarca la práctica de ejercicio, la frecuenciade ingestión de vegetales y frutas, la presencia de problemas de

5 Esta etapa aplica únicamente para el año 2000.

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salud durante el último año y mención de atenciones profesionalespor problemas de salud.

3. Cafeína. Esta sección permite la detección de consumo, la ingestadiaria y las molestias asociadas con la supresión.

4. Tabaco. Ofrece la posibilidad de detectar consumo, la edad deinicio, la historia del consumo, el consumo reciente, las molestiasasociadas con la supresión, los intentos por cesarlo, las razonespara el no consumo, para la cesación y para continuarlo.

5. Medicamentos. Esta sección comprende la detección del consumo,la edad de inicio, las características e historia de la ingesta, elconsumo reciente, y las razones de la ingestión y de la cesación.Las drogas estudiadas fueron tranquilizantes, estimulantes yopiáceos.

6. Alcohol. Como en las secciones previas, favorece la deteccióndel consumo, la edad de inicio, la historia del consumo, la ingestareciente y sus características, las molestias asociadas con lasupresión, los intentos por cesar, las razones del no consumo,de la cesación y de la persistencia en el mismo, así como labebida de inicio y de preferencia actual. A diferencia de 1990 y1995, esta vez no se incluyó el cuestionario CAGE sino el AUDIT(Prueba de tamizaje para la identificación de los problemas porel consumo de alcohol, por sus siglas en inglés).

7. Drogas ilícitas. Esta sección permite identificar el consumo paramarihuana, cocaína, «crack», heroína e inhalantes, edades deinicio, historia del consumo, ingesta reciente y sus características,síntomas de supresión, intentos de cesar el consumo, razones dela ingestión y de la abstinencia.

8. Sección de opinión. Permite recabar el criterio del encuestadosobre la peligrosidad de las drogas, la legalización de laproducción y el consumo, las medidas por aplicar a losconsumidores, la facilidad para conseguir drogas en el país, elconocimiento sobre amigos o conocidos consumidores, las fuentesde información sobre el tema, el criterio acerca de si el consumo

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ha aumentado en el país, la opinión sobre efectos del turismo enla comunidad de residencia, el conocimiento sobre programaspúblicos que atienden este problema y los resultados que seobtienen.

La información fue recolectada mediante entrevista individual,realizada por personal capacitado y con experiencia, para lo cual setomaron diversas medidas con el objetivo de asegurar las condicionesque permitieran una mayor confidencialidad para las personasentrevistadas.

Características de la población estudiada:

Tal como se muestra en la tabla 2, conforme avanzan los años, elintervalo de 69 y 70 años de edad va creciendo (1990= 14,9%, 1995=22,9% y 2000= 25,4%), lo cual podría asociarse con el crecimiento enla expectativa de vida al nacer que ha sufrido el país y, por tanto, con elaumento del número de años en el sector poblacional de mayor edad,observándose también en el incremento del promedio de edad de lassubmuestras (64,3 años en 1990, 64,39 años en 1995 y 65,34 en 2000).

Asimismo, respecto al estado civil, la categoría de casado semantiene relativamente estable en estos diez años, aunque se incrementanligeramente las de soltero, viudo y divorciado (1990= 19,9%, 1995=26,2% y 2000= 30,1%), lo cual hace alusión a una etapa de la vida sinpareja, aspecto importante en lo relativo a la generación de sentimientosde soledad y depresión, íntimamente ligados con el consumo de sustanciasy(o con la conducta suicida, la cual adquiere las mayores proporcionesnacionales en este rango de edad (Carranza, 1994)..

Llama la atención que más de tres cuartas partes de la muestrareportó bajos niveles educativos de primaria completa o menos (1990=85,3%, 1995= 81,6% y 2000= 79,1%), aspecto asociado con la épocade nacimiento y desarrollo de los y las integrantes de las tres cohortes,lo cual se produjo entre 1920 y 1940, momentos en que aún no habíaevolucionado el modelo de Estado social y democrático de derecho que

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caracterizó a la sociedad costarricense a partir de la década de 1950.Esto se refleja en la manera cómo disminuye la categoría «primariacompleta o menos» y cómo aumenta la categoría «universitaria», lacual en el año 2000 sobrepasó en más del doble lo reportado en 1990.

Lo anterior se asocia con el hecho de que, mientras en 1990 un19% reportó no saber leer ni escribir, en 1995 alcanzó un 16,4% y en2000 disminuyó a un 8,7%; o sea, alrededor de la mitad que diez añosantes. En este sentido, se ha asociado de manera positiva la escolaridadcon la esperanza de vida, encontrándose que la tasa de escolaridad esmás explicativa de la esperanza de vida que el PIB per-cápita (Montero,2001), lo cual podría explicar el aumento que se produce en el promediode edad de las tres cohortes conforme se incrementa el mayor niveleducativo de cada una, lo que además se evidencia en la concordanciapercibida entre una fuerte disminución en la proporción de personasque reportó no leer ni escribir en el año 2000 y un aumento importanteen el promedio de edad en ese mismo año, respecto a 1995.

Por último, es relevante que, a pesar de la avanzada edad dequienes integran las tres cohortes, la proporción de personas jubiladasno sea abrumadora, pues en las tres encuestas, alrededor de dos terceraspartes o más se encuentran incorporadas al proceso productivo. Eneste sentido, merece especial mención el caso de la mujer, ya que apesar de su edad, continúa asumiendo el papel de ama de casa, sin teneracceso a las garantías establecidas por el derecho laboral.

RESULTADOS

Práctica de ejercicio físico:

Si bien se nota una disminución significativa (p<0,0001) entre1990 y 2000, el no hacer ejercicio físico resulta un lemento de sumaimportancia, sobre todo por sus implicaciones en la salud y en la calidadde vida (Meneses y Monge, 1999; Molina, 1998; Ramírez y Aragón,1997), así como respecto a su efecto en el locus de control (Vargas,

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1995), en particular tratándose de personas mayores de 60 años, quienespor su edad aumentan la probabilidad de presentar patologías crónicas,lo cual también evidencia un estilo de vida marcadamente sedentario(ver figura 1).

Figura N° 1Población encuestada que no práctica ningún tipo de ejercicio físico:

Costa Rica 1990, 1995, 2000.(Valores porcentuales)

Sin embargo, no se hallaron relaciones entre el consumo activode tabaco y la práctica de ejercicio físico, así como tampoco entre éstay las prácticas de consumo activo o el consumo excesivo de alcohol.

Consumo de drogas lícitas:

En la tabla 2 se aprecian los niveles de prevalencia de consumopara las drogas legales en las tres encuestas nacionales. Resalta que entodos los casos se registra un descenso paulatino en cada una de lascohortes. En el caso del tabaco, es importante destacar que la prevalenciade vida en los tres casos superó la establecida en la población general,con un sensible descenso en el año 2000, y con importantes reduccionesen el consumo reciente (en el último año) y activo (en el último mes).En efecto, el consumo activo se redujo significativamente (p<0,002)entre 1990 y 2000. Lo mismo ocurrió en el caso del alcohol, en el cualla disminución fue también significativa (p<0,01). Al analizarse el

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consumo de alcohol en el año 2000, según sexo, se aprecian diferenciassignificativas en la prevalencia de vida (p<0,0001), la cual fue de 61%para hombres y 27,4% para mujeres. El consumo activo reveló tambiénuna diferencia significativa entre hombres y mujeres (p<0,0002), alser en los primeros igual a 19,2% y en las segundas 4,4%.

En general, no se hallaron asociaciones significativas entre elconsumo activo tanto de de alcohol como de tabaco y las restantesvariables sociodemográficas, con excepción del nivel de escolaridad,donde resulta que a mayor nivel educativo (educación primaria completao superior), mayor probabilidad de hallar consumidores activos debebidas alcohólicas (p<0,006).

Tabla N° 2Consumo de alcohol y tabaco según año de la encuesta y tipo de

prevalencia (en la vida, último año y último mes),Costa Rica 1990, 1995, 2000.

(Valores porcentuales)

El consumo de tabaco en 2000, reveló también diferenciassignificativas según sexo (p<0,0001), de manera que en los hombres laprevalencia de vida llegó a un 47%, mientras que en las mujeres alcanzóun 21,5%. Igualmente el consumo activo fue significativamente diferente(p<0,005) al registrarse un 16,8% de consumo en hombres y un 6% deconsumo de las mujeres. En este mismo sentido cabe destacar que talesdiferencias por sexo, tanto para alcohol como para tabaco, se presentaronde igual forma en las cohortes correspondientes a los años 1990 y 1995.

Ahora bien, llama la atención el fuerte descenso apreciado en losdiversos niveles de prevalencia durante la encuesta de 2000 (ver tabla3). Esto podría encontrar sentido en el hecho que el margen de error enla submuestra supere el 6%, aunque en la población general Bejarano y

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Ugalde (2003) determinaron una bajada en la prevalencia de vida deconsumo de alcohol (de 66% en 1990 a 54,3% en 2000) y de tabaco (de35,2% en 1995 a 29,9% en 2000). De esta manera, si bien el margen deerror podría explicar parcialmente el descenso producido en la poblaciónadulta mayor, habría que retomar como otro importante aspecto el augede campañas preventivas a partir de 1994, así como el aumento en elnivel educativo para la submuestra del año 2000, respecto a los añosanteriores y, según Montero (2001), la relación de este fenómeno con elincremento de la esperanza de vida, lo cual podría vincularse con quelas personas adultas mayores se propician a sí mismas una mejor calidadde vida, aspecto visible al aumentar la práctica del ejercicio físico enesta población (de un 24,6% en 1990 a 45,4% en 2000).

En relación con el consumo de tranquilizantes sin prescripciónmédica, no se observan variaciones significativas, de manera tal que elconsumo alguna vez fue de 2,3% y de 0,4, en el último mes, para el año2000. El reducido número de casos dificulta establecer diferencias porsexo, las cuales sí son evidentes en el grupo con edades inferiores(Bejarano y Carvajal, 1994; Bejarano, San Lee y Carvajal, 1999).

Respecto a la edad de inicio, en la figura 2 se muestra el promediode edad del primer consumo del tabaco y el alcohol. Los datos evidencianuna tendencia de consumir primero tabaco y luego alcohol, conpromedios de edad superiores a los establecidos en las respectivasencuestas nacionales para el conjunto de la población.

Quizás este inicio tardío en el consumo de sustancias lícitaspodría estar vinculado con bajos niveles de consumo activo, así comocon el escaso consumo de drogas ilegales. De hecho, Sandí, Díaz, Blancoy Murrelle (1995), han referido: «Los bebedores problema inician elconsumo de alcohol a edades mucho más tempranas que los queconsumen de manera no problemática. Así, el consumo que se iniciaantes de los quince años es un fuerte predictor de consumo problemáticoposterior. Igualmente, el inicio temprano de consumo aumenta laprobabilidad de un consumo más intenso y de la participación enactividades ilegales» (p. p. 74-75).

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Mientras tanto, el promedio de años que ha fumado la poblaciónque reportó haber consumido esta sustancia alguna vez para las trescohortes superó los 30 años (1990= 30,63 años, 1995= 31,79 y 2000=3087); asimismo, una significativa proporción de quienes han fumado(más de una tercera parte en cada cohorte) superó los 41 años de practicaresta conducta, lo cual constituye un importante factor de riesgo para lasalud, debido a los problemas derivados de ello. Así, por ejemplo, parael año 1993 las defunciones asociadas con el tabaquismo representaronun 7% del total de muertes acaecidas en Costa Rica (Bejarano, Sáenz yUgalde, 1999); igualmente, Laclé (1990) estableció, en un estudio conpoblación mayor de 60 años, un 16,4% de patología pulmonar, dondeel 57% reportó mantener el hábito del fumado o haberlo practicado enel pasado.

Además, se puede apreciar el alto nivel de dependencia que lapoblación fumadora mantiene respecto al tabaco, siendo que de maneradirecta o indirecta, más de la mitad de esta población brindó, durantelas encuestas de 1990 y 1995, argumentos para mantenerse en el consumoque apuntan hacia la adicción o dependencia como cuadro clínico (lonecesita, se considera dependiente, o se siente incapaz para dejarlo);mientras tanto, en la encuesta del año 2000, el 85,7% de las personasactivamente fumadoras manifestó que le hace falta el cigarrillo. Deigual manera, se destacan importantes proporciones que aducen queeste no les afecta y disfrutarlo, lo cual, de acuerdo con Kalina (1987),puede ser analizado como una defensa maniaca de carácter negador.Lo anterior, evidentemente se relaciona con el alto promedio de años deconsumo, así como con la elevada proporción de fumadores que hansuperado los 40 años de practicar el hábito.

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Figura N° 2Promedio de edad de inicio en el consumo de tabaco y alcohol, por

droga, según año:Costa Rica: 1990, 1995, 2000.(Valores absolutos en años)

Por otra parte, respecto a la bebida de inicio, se aprecia que lacerveza ha ganado terreno en la preferencia del consumidor y elaguardiente o «guaro» ha disminuido, lo cual concuerda con lo observadoen las dos últimas encuestas nacionales (Bejarano, Carvajal y San Lee,1996; Bejarano y Ugalde, 2003), así como con el incremento en laproducción e importación de este tipo de bebida, donde para 1990 lacerveza alcanzó el 85,3% de la producción e importación de bebidasalcohólicas en el país (San Lee, 1996) y para 1999 fue de un 87,4%(Rodríguez, 2000). Asimismo, por ejemplo, en el estudio nacional de1995 se estableció para el caso de la población general, respecto al año1990, que en este periodo «... han operado variaciones importantes enlo referente a la bebida de inicio de la población costarricense (...) lascuales acentúan el papel de la cerveza como bebida de comienzo. Estefenómeno podría atribuirse al importante movimiento de la industriacervecera en procura de expandir el mercado, lo cual se ha evidenciadomediante campañas masivas» (Bejarano, Carvajal y San Lee, 1996, p.70). Esto se asocia con el ascenso de las bebidas fermentadas endetrimento de las destiladas como bebida de inicio, el cual ha sidosumamente elevado en población joven (Bejarano y San Lee, 1997) yque responde a lo observado en el país durante el último decenio en el

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plano de la producción e importación de licores, tal como fue señaladoanteriormente.

Consumo de drogas ilícitas:

Acerca del consumo de drogas ilegales en esta población, cabedestacar que durante las encuestas efectuadas en los años 1995 y 2000solo un sujeto reportó haber consumido marihuana, constituyendo unaproporción de consumo de 0,4%. No se detectó consumo de otrassustancias ilegales, lo que de alguna manera refleja que se trata de unaporción de la población que mantiene favorables hábitos en este sentido.

De esta manera, desde una perspectiva epidemiológica, elconsumo de drogas ilícitas en este sector no se visualiza como unproblema de salud pública, por lo menos en las próximas dos décadas.De hecho, una muestra de pacientes adictos a la cocaína atendidos en laConsulta Externa del IAFA durante el año 1993, reportó en el 87% delos casos una edad inferior a los 34 años (Mora, 1994). Debe recordarseque las personas que contaban con una edad de 60 hasta 70 años entre1990 y 2000, nacieron entre 1920 y 1940, época en la que las drogasilícitas no constituían un problema en el ámbito sanitario y donde lospatrones de crianza y de interacción social eran excesivamente rígidosy autoritarios. No obstante, a mediano plazo esta situación podría variar,debido a las transformaciones culturales ocurridas a partir de 1950 yque, eventualmente, el consumo de sustancias ilícitas podría empezar aocupar un lugar destacado en el sector sanitario, en relación con estafranja poblacional.

DISCUSIÓN

El presente trabajo resulta pionero en el estudio del consumo desustancias por parte de personas mayores de 60 años, pues este ha sidoun sector poblacional al que se le ha prestado poco o ningún interés enel ámbito sanitario.

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Por diversas razones, entre las cuales se hipotetizan las creencias,el sistema normativo internalizado y los patrones de crianza rígidos,este grupo de edad no se ha constituido en un grupo de riesgo, desde elpunto de vista epidemiológico, en cuanto al consumo de drogas ilícitas,ni ha mostrado un avance al respecto en el transcurso del periodo 1990-2000, lo cual pareciera mantenerse estable durante las próximas dosdécadas.

Sin embargo, el consumo de sustancias legales, como el tabaco yel alcohol, sí constituyen drogas de interés, pues los niveles de prevalenciade vida son altos y, aunque registran una disminución en el periodo, enposible asociación con el incremento del nivel educativo, lo cierto esque se destacan situaciones como el elevado número de años de fumado,aunado a la escasa práctica de ejercicio físico. Asimismo, el mayorconsumo de tabaco y alcohol por parte de los hombres, elemento asociadocon la socialización de género (Cambronero y Ortega, 2003; Fromm yMaccoby, 1979), resulta de gran interés, ya que se constituye en unindicio para la generación de programas de prevención, pues de acuerdocon Fomm y Maccoby (1979), existe una correlación significativa alnivel del 1% entre machismo y alcoholismo, y ello podría ser un elementoexplicativo en torno a las mayores proporciones de consumo de loshombres respecto a las mujeres; aunado a ello, se ha observado enpoblación estudiantil universitaria que los hombres le atribuyen alconsumo de alcohol mayores consecuencias positivas en detrimento delas negativas, así como menores niveles de autoeficacia percibida encomparación con las mujeres (Flórez-Alarcón, 2003). Lo anterior apesar que se ha encontrado que la mujer mayor de 60 años registraproporciones más elevadas en lo relativo a tendencias neuróticas ypsicóticas, asociado con una mayor expresividad de sus dolencias, «...hecho culturalmente determinado convirtiendo a la mujer como grupovulnerable, debido a su proceso de socialización y exposición al riesgo»(Quirós, 1990, p. 118).

Esto sí debe ser de preocupación especial para las autoridades desalud pública, sobre todo por las implicaciones en lo relativo a ciertaspatologías que disminuyen la esperanza de vida y deterioran la calidad

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de la misma (Gupta et al., 2003; Jiménez y Alvarado, 1997). Lo anteriorcobra mayor relevancia en la medida que la expectativa de vida al nacerde la población costarricense crece levemente pero de manera sostenida(Méndez y Araya, 2001), lo cual implicaría que, en un futuro cercano,dicha medida sobrepasaría los 80 años de edad. Ahora bien, cabepreguntarse en este punto, el sentido que el consumo de drogas lícitastiene para estas personas y lo que en el nivel emocional se intenta suplirpor este medio; sin que esto explique la disminución apreciada en elconsumo, en este punto los sentimientos de abandono, desolación,impotencia e incapacidad que en muchas ocasiones acompañan a laspersonas adultas mayores (Quirós, 1990) podrían constituirse enelementos motivadores de la ingesta de sustancias, aspectos queprobablemente estarían relacionados con el consumo excesivo, tal comose ha establecido en Canadá (Alcohol and the elderly, 1998), sin dejarde lado que en las tres encuestas, alrededor de un 30% de las muestrasrespectivas, correspondía a personas sin pareja, con las consecuenciasque en el plano afectivo esta situación conlleva en esta época de la vida,situación que se relaciona con el hecho de que, generalmente, entre másse moderniza una sociedad, más solos se encuentran sus integrantes.

No obstante lo anterior, el hecho de que los niveles de prevalenciade consumo de alcohol, tanto reciente como activo hayan sido inferioresa los registrados en la población general, sobre todo en la última encuesta,aunado a los elevados promedios de edad de inicio en el consumo deeste tipo de bebidas, son aspectos que podrían asociarse con ladisminución del impacto negativo desde un punto de vistaepidemiológico, pues Sandí et al. (1995) han señalado el inicio tempranocomo un factor de riesgo para el consumo de drogas, lo que apunta aretardar la edad de inicio como un imperativo sanitario, reduciendo asíla posibilidad del consumo problemático.

En el ámbito de las personas adultas mayores, es de granimportancia la articulación de acciones preventivas específicas conprogramas dirigidos expresamente a este sector, con miras a una mayorpromoción de su salud y un mejoramiento de su calidad de vida. Envirtud de la relación existente entre la tasa de escolaridad y la esperanzade vida, una medida interesante podría dirigirse a cómo incrementar

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dicha tasa en ese sector poblacional, utilizando métodos no tradicionalesy complementando tales acciones con la generación de actividades físicas.

En este nivel de análisis, es menester señalar la necesidad dearticular estas iniciativas desde una perspectiva comunitaria, en tantoeje de acción prioritaria de la prevención integral vinculada con el usoindebido de drogas (Ayala y Fornaguera, 1996; Becoña, 1999; Parra,1994; Robles, 1997) y con una nueva perspectiva de inserción de laspersonas adultas mayores en la cotidianidad, a partir de una metodologíaparticipativa comunitaria (Calderón y Ramírez, 1990), bajo unaconcepción constructiva y productiva de su totalidad ontológica. Eneste sentido, se han determinado como factores asociados con lacondición de salud mental en personas de más de 60 años, aspectostales como la vida sin pareja, los problemas de soledad, las condicionesde la vivienda y el estado económico, entre otros (Quirós, 1990), loscuales imperiosamente deberían ser tomados en consideración en lapromoción de la salud dirigida a esta franja de edad.

Por último, se desprende de esta investigación la necesidad deefectuar nuevos estudios de mayor profundidad de análisis; por ejemplo,vinculando el consumo de sustancias con el estado emocional, lascondiciones familiares, la situación socioeconómica, las característicasde la comunidad de residencia, las creencias y actitudes vinculadas conla identidad de género, los hábitos de ejercicio físico y recreación, laautoestima, las creencias y actitudes respecto al autocuidado, etc. Deesta manera, se podría construir un enfoque preventivo sustentado enlos factores de riesgo y de protección, específico para el sectorpoblacional de más de 60 años de edad.

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ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN COMUNITARIA DELUSO DE DROGAS

Alejandro VassilaquiDirector Ejecutivo de CEDRO

Vicepresidente DPNA/RIPRED

La prevención del uso indebido de drogas en Perú se va construyendoentre aquellos que comprenden que tratar de evitar el problema es elinicio de la solución.

RESUMEN

El problema de las drogas es un desafío para los diferentes países de la América Latina y,particularmente en el caso del Perú, para el Centro de Información y Educación para la Prevencióndel Abuso de Drogas (CEDRO). Desde el punto de vista de CEDRO la estrategia de prevención esun esfuerzo que se construye paulatinamente con la participación activa de todos los actores sociales.La educación contra las drogas no debe reducirse al aula: debe ampliarse especialmente al entornofamiliar y comunitario, donde los medios de comunicación convencionales y alternativos cumplenun rol Fundamental. La intervención comunitaria no implica lograr simplemente la aceptaciónpoblacional de un programa preventivo, más bien se trata de alcanzar un estado en el que la poblaciónreconoce sus dificultades y se organiza para plantear alternativas de solución.

Este enfoque es válido no sólo para el problema de las drogas sino también para unamultiplicidad de problemas psicosociales.

El acercamiento al problema de las drogas en el Perú, antes de 1986, se guiaba por elmodelo médico. Desde ese año se gesta un nuevo modelo de prevención «peruano», multifacético,asociado con lo cotidiano, que ofrece mensajes de vida sana y alienta lazos afectivos entre laspersonas; un modelo orientado hacia la construcción de una nueva convivencia para el bien común,en el que las drogas no tienen lugar y se favorece la participación de todos los sectores sociales, loscuales asumen responsabilidad en alentar mejores estándares de vida para los ciudadanos. Existenenfoques prometedores en el tema de la prevención; resaltan el rol de las múltiples influencias quealientan la participación en el consumo de drogas; señalan cómo las personas entrenadas paraenfrentar la vida (toma de decisiones, autoestima, etcétera) son más capaces de resistir las presionespara el consumo. Se propone un modelo preventivo multifacético que busca potenciar todas lasfuerzas comunales integradas en un solo objetivo de promover la salud. Intervienen los líderescomunales, las instituciones que luchan contra las drogas, los organismos estatales, las escuelas,las organizaciones de base y todas las instituciones; de tal manera que sea posible descubrir yaprovechar las potencialidades individuales y colectivas. Se señala una serie de estrategias destinadasa maximizar el impacto de las iniciativas de intervención comunitaria para el caso del consumo dedrogas, incluyendo el trabajo en los entornos individual, familiar, escolar y social en general; se

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alienta el rol de la comunicación y la información como efectivas formas de promover habilidadessaludables en los jóvenes, de tal manera que las drogas no tengan lugar.

Palabras clave: drogas, Prevención Comunitaria.

ABSTRACTThe drug problem is an enormous challenge for Latin American countries; and in Peru

the Information and Education Center for the Prevention of Drug Abuse (CEDRO) has risen tomeet this challenge. CEDRO’s prevention strategy is an effort that has grown gradually with theactive participation of the social actors involved. Education to prevent drugs should not be reducedto school classrooms; it should be expanded especially to the homes and the community, whereconventional and alternative communication methods play a fundamental role. Communityintervention does not imply achieving the acceptance of the population to a preventive program,but rather reaching a status where the population recognizes and acknowledges its difficulties andorganizes itself to propose alternatives that will help solve these problems.

This approach is valid not only for the drug problem but also for many other psychosocialproblems.

Before 1986, the approach applied to solve the drug problem was mainly medical. Butsince then, a new «Peruvian» multifaceted prevention model is designed that is associated to dailyexperiences, providing messages on healthy lifestyles and encouraging affective bonds. This modelaims to build new forms of coexistence for a common good, where drugs are not welcome, andfavoring the participation of all the sectors of society who must assume their responsibility toencourage better standards of living for the population.

The prevention field provides some very promising approaches that highlight the roleplayed by multiple influential factors in encouraging drug consumption; they explain how peoplewho have been trained to face life (decision taking, self-esteem, etc.) are more capable of resistingconsumption pressures. It proposes a multifaceted prevention model that seeks to strengthen theintegrated forces of the community under one single objective to promote health. Communityleaders, drug-prevention institutions, governmental bodies, schools, grass-root organizations andmany other institutions must all work together in order to discover and take advantage of individualand collective strengths. It provides a series of strategies that could maximize the impact of thecommunity intervention initiatives to confront drug consumption, including working in theindividual, familial, school and social environments. The approach encourages the role played bycommunication and information as effective forms to promote healthy skills among youngsters sothat drugs will have no room in their lives.

The community-based prevention approach consists in facilitating the interaction of allliving and healthy forces of the community so that they will get organized to fight drugs.

Palabras clave: drugs, community prevention.

El enfoque comunitario en prevención consiste, en facilitar que las fuerzasvivas y sanas de, la comunidad interactúen entre sí y se organicen en lalucha contra las drogas

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Introducción

La prevención del uso indebido de drogas en el Perú, de acuerdocon la propuesta de CEDRO, se va construyendo poco a poco y conesfuerzo entre aquellos y aquellas que comprenden que tratar de evitarel problema es el inicio de la solución, entendiendo siempre que estosólo es posible dentro de una perspectiva democrática, interdisciplinaria,realista y centrada en los procesos de participación de la familia y lacomunidad, espacio donde las instituciones que luchan contra las drogastienen un rol importante. La educación contra las drogas es una tareaardua y no debe estar circunscrita al aula. En realidad, la formación«complementaria» y preventiva puede a veces resultar tanto o másimportante que la ofrecida por la escuela; su eficacia depende de lascaracterísticas del individuo y de la calidad de la educación que él recibaen el ámbito escolarizado y no escolarizado. La familia, sea cual fuesesu constitución y tipo, juega también un rol crucial como modelo devida sana para los adolescentes y los jóvenes. Los medios masivos decomunicación tienen un papel importante en la transmisión de valores yen la generación de actitudes apropiadas para que los jóvenes seinvolucren cada vez más en comportamientos saludables. Sin embargo,es clave no dejar de lado la comunicación alternativa y reconocerlacomo un medio poderoso relacionado con los jóvenes, pues de esa maneraincorporan estilos de vida funcionales con la mirada puesta en el futuro.

La preocupación por la disminución del consumo de drogas, tantolegales como ilegales, es universal. Esto lleva, más aún por el fenómenode la globalización, a explorar y analizar enfoques, tendencias y hallazgosde distintas realidades, sin perder la perspectiva del respeto a la propiacultura. Singularidad y diversidad deben ser tomadas en cuenta en elcampo de la prevención integral comunitaria.

La comunidad como gestora de su propio cambio

El problema del uso indebido de drogas es un fenómeno conmúltiples referencias sociales: en él influye no sólo la presión de grupo,la disponibilidad de sustancias y los medios de comunicación, sino

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también y muy especialmente las oportunidades de desarrollo que lacomunidad ofrece con base en su nivel de organización, capacidad deliderazgo y valores compartidos.

Pero en este caso la referencia a lo comunitario no alude a la aceptacióndel programa de prevención por parte de la comunidad; significa másbien que las acciones preventivas han de emerger de un colectivo queidentifica sus necesidades y alcanza consensos sobre la mejor manerade enfrentar los diversos problemas psicosociales que lo aquejan,incluyendo el uso de drogas. Esta perspectiva requiere necesariamentede un «espíritu de colectividad y de bien común» y está ligado a laética, entendiendo ésta como «el buen vivir» al alcance de todos y paratodos, en el cual la droga es un elemento perturbador que lleva a laspersonas por un camino plagado de incertidumbres y malos momentosde donde es difícil escapar sin experimentar dolor y gran malestar. Engeneral, las comunidades son conscientes de la existencia de fenómenoscomo los menores trabajadores, niños de la calle, casos de violenciafamiliar, maltrato y abandono infantil, comercialización de drogas,etcétera. Esta conciencia es el motor que promueve en ellas los cambiosnecesarios para la promoción de alternativas y soluciones que enfrententales problemas con éxito en un corto y mediano plazo. Así pues, elenfoque comunitario en prevención consiste en facilitar que las fuerzasvivas y sanas de la comunidad interactúen entre sí y se organicen en lalucha contra las drogas; se involucren de manera decidida en el afrontedel problema; reflejen una perspectiva en la que la sociedad se muestramás comprensiva, participativa y preocupada por el desarrollo de sushabitantes.

Tales intervenciones preventivas están ligadas al contexto socialy se genera entre ellas un proceso dialéctico. Por ejemplo, si un jovenha desarrollado la capacidad para tomar decisiones adecuadas estácapacitado para contribuir a la solución de los problemas de sucomunidad, pues interviniendo en los procesos de toma de decisionespuede orientar a sus vecinos en la selección de las alternativas de soluciónmás adecuadas, y luego evaluar los resultados alcanzados. Entoncesuna capacidad individual, que es a su vez un factor de protección, se

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convierte en una herramienta para el desarrollo comunal. Cuanto mejorcapacitados estén los pobladores será posible emprender proyectos cadavez más ambiciosos, propiciando el establecimiento de una dirigenciamás sólida que obtiene el reconocimiento de los ciudadanos, quienes sesienten representados por ella y contribuyen al sostenimiento de losesfuerzos.

De esta manera, sociedades, comunidades, entornos democráticosy participativos fomentarán comportamientos responsables y respeto alas opiniones por más divergentes que estas sean. Precisamente, entenderlos procesos sociales como propios es uno de los más grandes retos dela prevención en su camino hacia la búsqueda de sociedades más libresque puedan desarrollar sus potencialidades al máximo.

Desde una perspectiva comunitaria, los enfoques que hoy parecenmás prometedores son aquellos que se centran en dos grandes ejes deacción: a) los que proponen estrategias que toman en cuentaprioritariamente las influencias sociales sobre el inicio y la permanenciaen el empleo de drogas; y b) aquellos que ponen énfasis en aumentar lacompetencia personal y social, entrenando a los sujetos en habilidadespara enfrentar la vida. Dentro de éstos existe un amplio rango de técnicaspara producir cambios que permiten resistir presiones e influencias,fortalecer la habilidad de toma de decisiones, aumentar el control,etcétera. Estos enfoques son los que parecen estar dando resultadosmás prometedores. En este contexto, los programas que combinan eldesarrollo personal con estrategias colectivas y de equipo, acciones querefuerzan la inclusión de adolescentes en responsabilidades comunitarias,vecinales y escolares, arrojan resultados prometedores en el campo dela prevención del uso indebido de drogas.

El paso a los enfoques integrales y alternativos de la información, laeducación y la comunicación como únicos componentes de laprevención

Desde hace más de una década varios países e institucionesempezaron a preguntarse si sólo los esfuerzos en la educación y la

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información darían los resultados esperados en el terreno de la prevencióndel abuso de drogas.

El Perú, más joven en el terreno de la prevención integral encomparación con países como Francia y los Estados Unidos, empezótambién una acción sistemática preventiva preguntándose si bastaba,en la realidad peruana, desarrollar programas sólo educativo-informativos o si más bien era necesario revisar, recrear y crear otrosenfoques y modelos alternativos.

El acercamiento al problema de las drogas en el Perú, antes de1986, año de la fundación de CEDRO, había estado guiado por el modelode salud pública y más precisamente dentro del enfoque y el tratamientomédicos. La experiencia con el problema de las drogas había implicadoenfrentar, por parte de los médicos, los primeros casos de adiccióningresados en hospitales y centros de salud. Ello derivó en un enfoquedirecto centrado principalmente en los efectos de las drogas, en sussecuelas para la salud física.

En el uso indebido de drogas, influyen muy especialmente, lasoportunidades de desarrollo que la comunidad ofrece con base ensu nivel de organización, capacidad de liderazgo y valorescompartidos

En el Perú fue necesario construir un modelo multifacético,asociado con lo cotidiano, que fuese suficientemente fuerte y atractivocomo para ofrecer a los diversos sectores un mensaje de vida sana, conlazos afectivos entre las personas y entre éstas y su entorno, al quedeberán cuidar como a ellas mismas. Se constituyó así un modeloorientado hacia la construcción de una nueva ética de la convivenciapara el bien común, en el que la droga tiene cada vez menos lugar.

La movilización comunitaria y la participación ciudadana frente alas drogas en el «Modelo Peruano»

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Este modelo multifacético es el que guía a los sectores másavanzados del Perú en el terreno de la prevención de drogas. Implicaque toda la población interviene de una u otra manera en los esfuerzospreventivos y de salud. En este contexto, la acción conjunta favorece lasensibilización y la participación ciudadana de todoslos sectores sociales,que asumen responsabilidad en alentar mejores estándares de vida paralos ciudadanos.

De esta manera, se logra maximizar el empleo de los recursos,que se ven potenciados y alcanzan a ser explotados en toda su capacidad;con recursos se hace referencia no sólo a los materiales y económicos,sino especialmente a los humanos y más aún a los sociales que seexpresan en normas sociales, en un espíritu de solidaridad, en un sentidode reciprocidad y en un interés por la cooperación: factores que son lafortaleza de la comunidad y forman parte de ese vital capital socialcomunitario. Este modelo parece ser el de mayor acogida en el país, enla medida que numerosas instituciones, organizaciones y grupos deseanintervenir y luchar contra las drogas desde diversos frentes. Muchascomunidades actúan por efecto de «contagio», aportando novedades asu propia tarea preventiva en beneficio de diversos grupos; esto complicaaún más la evaluación. Sin embargo, en un país con tal diversidadcultural y con problemas de producción, tráfico y consumo de drogasun modelo de movilización de este tipo parece funcionar.

La participación ciudadana con iniciativas locales y lamovilización comunitaria son evidentes en lo que respecta a la prevencióndel uso de drogas, y han requerido metodologías que provienen de lascanteras de la educación comunitaria. Son procedimientos que tomanen cuenta la identidad cultural, «lo propio» de cada localidad; se basanen la creencia de que para «tomar una causa» es necesario primeroemocionarse, moverse afectivamente hacia ese algo que constituye unavisión de cambio; en este caso, el caminar hacia comunidades saludablesy libres de drogas. Sólo a través de esa emoción se pueden llevar a caboacciones organizadas, racionales y sistemáticas. Sólo a través de esamovilización, asumida como tarea de todos, es posible actuar sin sentirseexcluido ni excluir en la gran tarea. Vista de esta manera, la prevención

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es ante todo un proceso de descubrimiento de las potencialidadesindividuales y colectivas. Es la movilización y/o potenciación de lossoportes sanos de la sociedad. Es la posibilidad de «sinergia» que creaespacios saludables: el centro educativo que quiere convertirse en «unaescuela libre de drogas» porque así lo desean maestros, padres/madresde familia y alumnos.

La inclusión de una currícula preventiva y su aplicación a travésde una metodología participativa que vaya dejando de lado elautoritarismo y propicie una atmósfera de afectividad en el aula es unasunto fundamental, de tal manera que la escuela se extienda hacia lacomunidad y coordine con programas y redes, incluyendo la captaciónde voluntarios y la coordinación de acciones y estrategias entre gobiernoe instituciones que luchan contra las drogas, grupos organizados y otrasinstancias comunitarias.

Pero esta propuesta implica la participación de todas las fuerzascomunitarias y es necesaria la presencia especial de:

1. El municipio que toma iniciativa con sus vecinos y vecinas parael establecimiento de ambientes sanos, donde los jóvenesciudadanos tengan la oportunidad de crecer con mayor seguridadsintiéndose protegidos en un contexto que les ofrece espaciosrecreativos y de esparcimiento que, a la vez, permiten el desarrollocultural y el aprendizaje de habilidades para la vida.

2. Las organizaciones de base pueden ser medios vigilantes de lapresencia de drogas en el entorno; continúan su labor de alivio dela pobreza a través de comedores y otras formas que ponen derelieve el valor de la cooperación y la solidaridad. Estos mismosvalores se expresan en un interés por recibir capacitación, de talmanera que las madres de familia y los dirigentes se conviertanen efectivos agentes multiplicadores del mensaje preventivo.

3. Las instituciones religiosas que incorporan el problema de lasdrogas como algo para resolver en el presente, como un elemento

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que amenaza la salud y la estabilidad física y mental de laspersonas. Los grupos religiosos cada vez se interesan más portrabajar aspectos de la cotidianidad de sus integrantes y elproblema de las drogas es uno de los aspectos que ha concitadomayor interés.

4. Las entidades del estado, que coordinan sus esfuerzos para integrara aquellos factores que directa o indirectamente tienen que vercon el problema, desarrollan políticas e implementan programaspara enfrentarlos, como son: creación de ocupación juvenil;reestructuración de centros de readaptación de menores;mejoramiento de la calidad educativa; desarrollo alternativo enlas zonas productoras de hoja de coca; revaloración de la mujery programas específicos de género, etcétera.

5. Las Organizaciones No Gubernamentales que apoyan los esfuerzosdel gobierno y desarrollan diversos programas que directa oindirectamente tienen que ver con la prevención del uso indebidode drogas: programas de prevención primaria, secundaria yterciaria en el campo de las drogas; de prevención del maltratoinfantil y la violencia doméstica; promoción de la planificaciónfamiliar; prevención del abuso sexual infantil; defensorías delniño y del adolescente, etcétera.

6. Empresas privadas que se interesan cada vez más en laproblemática de las drogas, en tanto ésta afecta la productividadde sus trabajadores y a sus familias. Desde otra perspectiva, lasinstituciones privadas están asumiendo un enfoque deresponsabilidad social que se traduce de manera creciente enapoyo a iniciativas de cuidado y promoción de la salud. Seencuentran también aquí diversos programas de desarrollo socialy económico con fuertes componentes educativos para el cambiode actitudes y conductas, como herramientas y procesos para elmejoramiento fe la calidad de vida y la construcción paulatina deambientes más saludables que buscan que los niños, padres del

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mañana, logren desarrollar habilidades que les permitan afrontarla vida sin dificultades y con una expectativa de éxito.

Este modelo, desarrollado en el Perú, tiene entonces un enfoquesistémico que permite visualizar los distintos elementos que se influyenunos a otros y cuya acción sólo puede ser abordada de formainterdisciplinaria e integral. De esta manera, se logra una visión en laque la prevención en el Perú es vista, por la mayoría, como un sistemacomplejo y eminentemente dinámico que está inmerso en una realidadcultural múltiple y diversa. La prevención es, por lo tanto, una unidadque se integra en una visión total dinamizadora.

CONCLUSIONES

Una estrategia de prevención comunitaria debería:

1. Preferir el modelo multifacético y el enfoque sistémico ycomunitario, incidiendo en el desarrollo personal (fortalecimientode habilidades de resistencia, autoestima, etcétera) y en lamodificación de las condiciones del medio ambiente quecontribuyen a un mayor riesgo de involucrarse en el empleo dedrogas.

2. Intervenir en escuelas y en sus entornos, contando con laparticipación de toda la comunidad educativa en la medida desus posibilidades y en función de sus intereses. Los jóvenes puedenaquí ser efectivos agentes en la difusión de mensajes preventivos.

3. Trabajar en programas conjuntos que cuenten con la participaciónactiva del gobierno y las instituciones que luchan contra lasdrogas, especialmente tratándose del trabajo con niñas y niñosen situaciones difíciles, en alto riesgo, trabajadores,institucionalizadas, etcétera.

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4. Intervenir, a través de los medios de comunicación masivos, conmensajes sin contenido de aversión que se centren en la personamás que en la droga y que incidan en la opción de no consumo,en un contexto donde se alientan los estilos de vida saludables,de tal manera que la droga no tenga lugar donde asentarse.

5. Trabajar el desarrollo alternativo en zonas cocaleras, con un fuertecomponente educativo y de cambio cultural, de manera que laspoblaciones cada vez se distancien más de las actividadesrelacionadas con el cultivo de coca, la producción de drogas y elnarcotráfico.

6. Llevar a cabo intervenciones preventivas en zonas urbanas demayor consumo y micro comercialización de drogas conparticipación de sectores del gobierno, policía, instituciones queluchan contra las drogas, iglesias, grupos de base y municipiosbajo la forma de Comités Preventivos u otras estrategias de afronteconjunto.

7. Intervenir en centros laborales, prioritaria mente con poblacióntrabajadora joven y sus familias, mediante la inclusión de losprogramas de fomento de empleo juvenil que permiten a jóvenesen riesgo contar con una actividad rentable, incorporandoaptitudes saludables y valores, tales como solidaridad,responsabilidad, cooperación, socialización y otros.

8. Establecer convenios y estrategias de trabajo compartido entre elInstituto Nacional Penitenciario, instituciones que luchan contralas drogas y centros de reclusión donde se encuentran mujeres yhombres por causas asociadas al tráfico ilícito de drogas. Tambiénse incluyen acciones con el personal del Poder Judicial que seencarga de ventilar casos relacionados con el tráfico y el consumode drogas.

9. Desarrollar programas deportivos-recreativos y culturales comoformas inespecíficas de prevención y enfocadas a la buena

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utilización del tiempo libre, dedicando éste al cultivo dehabilidades sociales e intereses que distraen al joven de lasinfluencias ambientales vinculadas a comportamientos de riesgo.

10.Detectar grupos juveniles comunitarios ya en funcionamiento (porejemplo, bibliotecas, casas parroquiales que acogen jóvenes,clubes, etcétera); así se llega a organizaciones ya formadas, detal manera que puedan ser valorizadas y orientadas hacia eldesarrollo de iniciativas favorables para el desarrollo comunitario.

11.Actuar, desde la interdisciplinaridad, y abandonar modeloscentrados en el daño y la enfermedad, con el fin de pasar a otrosmás eficaces que hacen énfasis en la observación del entorno y laidentificación de los factores de protección que puedan contribuira un mejor estilo de vida, incluyendo las dimensiones individual,familiar, comunal y social en general.

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