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Revista de la Escuela Municipal de Adultos "Valle Inclán" de Alcorcón". Coordinada por el Profesor Enrique Ferres Benedito y realizada por el Taller de Prensa. Con la colaboración de todos los alumnos de la EMA, así como del personal docente y no docente.
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¿¿QQUUÉÉ DDEE QQUUÉÉ??
RREEVVIISSTTAA DDEE LLAA EESSCCUUEELLAA MMUUNNIICCIIPPAALL DDEE AADDUULLTTOOSS ““VVAALLLLEE IINNCCLLÁÁNN””
AALLCCOORRCCÓÓNN.. JJuunniioo ddee 22001122.. NNúúmmeerroo 6633
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OOPPIINNIIÓÓNN
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UUnnaa pprreegguunnttaa aall SSrr.. AAllccaallddee LLaa vveecciinnaa ddee mmii ccaassaa ¿¿LLeettrraass oo cciieenncciiaass?? LLaa ccrriissiiss ddeell ssiisstteemmaa CCaappiittaalliissttaa EEll cciinnttuurróónn LLaa vveerrddaadd ssoobbrree llaa aayyuuddaa GGaarrzzóónn iinnhhaabbiilliittaaddoo VViiaajjee aassttrraall ¿¿SSoommooss dduueeññooss ddee sseennttiirrnnooss ccoonntteennttooss?? CCllaarriiddaadd eenn llaass ssoommbbrraass EENNTTRREEVVIISSTTAA:: MMaarrííaa MMaarrttíínneezz
EESSCCUUEELLAA EEll rriinnccóónn ddeell AASSAA AAggeennddaa 2211 CClluubb ddee LLeeccttuurraa EENNTTRREEVVIISSTTAA:: AAnnaa ddee PPeeddrroo SSEEMMAANNAA CCUULLTTUURRAALL::
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LLIIBBRROOSS
PPAASSAATTIIEEMMPPOOSS
2012: PENSIONES Y TÁPER
¡Qué tiempos
aquellos en que alcanzabas el grado de
pensionista y te dedicabas a descansar,
gozar de la familia y realizar aquella
asignatura pendiente!
Hemos pasado de la política del
bienestar al sálvese quien pueda. Antes,
cuando entrabas a una empresa a
trabajar, pensabas que, salvo contadas
excepciones, era un trabajo seguro para
toda la vida. ¡Quia! ¿Quién se lo cree
hoy en día? Los hijos y los nietos no solo
lo ponen en duda sino que les parece
ciencia ficción.
Bueno, algunos han
conseguido, después
de cotizar más de 40
años, el premio de
una pensión para
todo lo que les quede
de vida. Soñaban con
alcanzarla teniendo
los hijos
independizados
económicamente, la hipoteca de la
casa, el coche y otras cosas, pagadas.
A disfrutar de la merecida pensión para
el matrimonio.
Burbuja inmobiliaria, crisis
financiera, bajada y hundimiento de los
mercados. Europa se constipa y le salen
mocos a los países mediterráneos y
algún que otro. Hay que darles
pañuelos. Liberalismo económico es la
solución: sangrías al déficit público,
privatización de empresas públicas,
recortes presupuestarios, austeridad en
los salarios y pensiones. Hay que
acomodar los puestos de trabajo para
que el empresario pueda subsistir. El
mayor empresario de España elimina el
término “interino” del diccionario laboral.
Cuatro tijeretazos por aquí y por allá….
¿Cuándo hemos visto que los
jubilados se echen a la calle para
reivindicar mejoras políticas
económicas? Habría que hacer un
profundo análisis para averiguar qué les
ha motivado para movilizarse. Así, en
superficie, sin ahondar mucho, se
advierte que su vida placentera de
jubilado ha sufrido mutaciones
importantes. Guardería de nietos, hijos
en paro, desahucios hipotecarios,
congelación de
pensiones, copagos
sanitarios. Además, han
tenido que hacer nuevas
inversiones que les están
asfixiando: los táper.
¿Cuándo hemos visto a
dos ancianos en el
supermercado con el
carro de la compra lleno
a rebosar,
supuestamente para ellos dos solos?
¡Qué buen negocio y qué vista tuvieron
los que fabrican los táper. Ni se podían
imaginar lo necesarios que iban a ser
para la economía familiar española.
Aunque sea la tarea más difícil de
realizar, habría que pensar en legislar
para potenciar la creación de empleo
con todas sus consecuencias: Menos
paro, más cotizantes a la seguridad
social, incremento del consumo, más
ingresos estatales, comunitarios y locales.
Y sobre todo, más felicidad para los
jubilados que, hoy por hoy, son la base
de la economía española.
José Antonio Sánchez Rico
2 OPINIÓN
UNA PREGUNTA AL SEÑOR ALCALDE DE ALCORCÓN
Esta pregunta es la siguiente: ¿por qué nos ha quitado las isletas de la basura de la calle Sierra de Albarracín para ponerlas en el Parque de Lisboa? Y además, ¿es que allí no tenemos derecho a disponer de una calle limpia y con los cubos o isletas bien puestas? Porque yo creo que pagamos todos los impuestos que el Señor Alcalde o el Ayuntamiento nos impone, con la puntualidad que nos exige; y el dinero del Ayuntamiento lo mismo debería servir para una calle que para otra. Por eso, le suplico a este Señor que, si puede, que nos lo ponga antes
del verano, porque si no, los bichos, los mosquitos y las ratas nos van a brear o, mejor dicho, a comer. Y no me puedo hacer una idea de cómo lo vamos a pasar junto a los olores del agua podrida de los huecos donde estaban dichas isletas (huecos que puede comprobarlo en las fotos que he sacado y que puede ver aquí). Dándole las gracias anticipadas, se despide esta vecina.
Carmen Jiménez
CCOONNSSEEJJOO DDEE RREEDDAACCCCIIÓÓNN DDEE ¿¿QQUUÉÉ DDEE QQUUÉÉ?? Enrique Ferres, Carmen Jiménez, Rosalía López, Teresa Martín, Pepi Morgado, Marina Ponce, Elia Pozo, Mercedes Prado, Pilar Ruano, José A. Sánchez, Ana Talavera, Manuel Telo y Jesús Troitiño.
CCOOLLAABBOORRAACCIIOONNEESS Ana Mª Algaba, Mª José Angulo, Margarita Blázquez, Saturnino Caraballo, Anastasio Farelo Gil de Rozas, Laura Fernández, Loli Galán, Luis Gálvez, Maribel Gil, Marino Jiménez, Kryko Kyrylink, Pilar de Lagarde, María Martínez, Tomás Martínez, Sergio Meneses, Consuelo Moreno, Ana de Pedro, Mercedes Pérez, Danilson Prazeres Pedro, Ángel Pesado, Alejandra Plazas, Juli Plazas, Candi Pontes, Nieves Pozo, Teresa Rivera, Cosmin Saban, Pilar Santos y Teresa Vendrell.
MAQUETA: TALLER DE PRENSA DE LA EMA
ILUSTRACIÓN DE PORTADA: JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ RICO
EDICIÓN DIGITAL: http://mariaema.blogspot.com
OPINIÓN 3
AAGGRRAADDEECCIIMMIIEENNTTOOSS Carlos Ancona y Fernando Sánchez (“Campaña Mundial por la Educación”); ASA; Club de Lectura; Mª José Manzarbeitia; Juan Joyera; y a todo el profesorado, alumnos, alumnas, grupos y todas las demás personas que hayan participado tanto en este número, como en la Semana Cultural 2012, “Memorias de nuestra educación”.
La vecina de mi casa
Tengo una vecina muy guapa y muy lista y además
muy limpia y pulcra; su casa radiante, sus alfombras
son las más limpias de la casa, todos los días les
pega una paliza sobre la barandilla de la terraza,
pero no pasa nada porque la calle es de todos.
La vecina de mi casa tiene un gato, ¡qué gato!, me
permito pensar que lo baña todos los días por lo
limpio que está, y también creo que en su casa no
hay pelos, pues cuando sacude el cepillo por la
terraza caen, en gran cantidad, a la calle o a la
persona que pase en ese momento por la acera.
Un detalle muy curioso, entre el perro y el gato de mi vecina no se escuchan peleas,
porque mi vecina tiene perro; pero también, además, es muy bonito y grande, eso lo
demuestra la acera de la calle a lo largo de su terraza, porque hay una mancha negra
como consecuencia de los orines del pobre animal, que hace pis en la terraza y piso a
piso cae goteando hasta la calle, y cuando no, cae sobre los viandantes, pues cae a la
acera y allí queda la mancha.
Me encanta mi vecina, cómo la quiero, siempre tiene razón. Por la mañana, cuando
sacude las alfombras por el patio – sobre todo unas que son de goma –, es el
momento ideal para levantarse ya que si no lo haces al menos te despierta; y lo mejor
de todo, los días de fiesta, cuando intentas descansar un poco más, por eso de no
tener que madrugar.
Lo mejor de mi vecina es lo bien que canta, y cuando lo hace siempre llueve.
Yo no sé qué haría sin una vecina así, ya que cuando no está
en casa todos lo sabemos, pues el perro no para de ladrar y
hata el volumen de la tele hay que aumentarlo para escuchar
lo que dicen; y cuando pasa otro que hay en los pisos
superiores, el perro le echa tal bronca a su colega canino que
parece una jauría hambrienta.
Gracias a estas cosas de mi querida vecina siempre tenemos
de qué hablar. Yo no sé si en tu casa tendrás esta suerte.
Jesús Troitiño
4 OPINIÓN
¿Te sientes más cómodo con las letras o con las ciencias?
Lo primero, antes de nada, me gustaría explicar cómo llegué a escribir este artículo. Fue una noche, al volver de dar clase y explicar los números fraccionarios y demostrar cómo una manzana puede ser una pila. Me acordé de que tenía una tarea pendiente: escribir el artículo para la revista del cole. Podía hacer dos cosas, escribir sobre algún científico, o algo nuevo. Preferí hacer algo nuevo, y me quedé en blanco. Así que cogí el móvil y mandé un mensaje a un amigo que tiene, para mí, cierta sensibilidad y credibilidad. Le pedí que me dijera algo de lo que tuviera curiosidad, y yo lo investigaría. Su respuesta fue la clave, él pensó que no podría comunicarme una inquietud científica. Dijo, que era de letras, y que sentía no poder echarme una mano. Muchos de mis alumnos creen también que las ciencias tienen un lenguaje complejo, o unas curiosidades alejadas de sus vidas cotidianas. Así que me dispuse hablar de lo curiosamente cercano que pueden estar las ciencias y las letras. Todo se puede relacionar. Empecemos, por ejemplo, con el Sol; este envía sus radiaciones a la Tierra, las plantas necesitan la energía solar, nosotros y otros animales comemos dichas plantas. Así nuestros tejidos, nuestras células, pueden tener combustible para la vida.
Pero, ¿y las letras? Las novelas, por ejemplo, nos cuentan historias fantásticas, imaginadas y creadas en las neuronas (células especializadas) del Sistema Nervioso.
Muchas veces, los poetas recurren a metáforas o a imágenes del mundo exterior: Sol, Tierra, estrellas….también ellos utilizan vocablos puramente científicos. Y así crean otras “atmósferas”, que les permiten expresar y hacer brotar sentimientos en sus lectores. Creo que el modo de trabajar es el
mismo: los escritores y los filólogos, científicos, tienen muchas horas de encierro para profundizar concienzudamente. Tan difícil es comprender un átomo, una fórmula matemática de álgebra, que un poema. Son concreciones de nuestro
mundo interior, de los pensamientos, que necesitamos dar a conocer a los demás. ¿Todavía creéis que están separados dichos mundos? Todo el que quiera aprender o desarrollar pensamientos debe saber que eso es fruto de subir pequeños escalones, del trabajo diario, haciendo más fluido el camino entre neurona y neurona, el sendero del pensamiento. Una cosa para terminar, decir a Quique, el dire del periódico, que este proyecto debe continuar, porque necesitamos – y necesito – subir más escalones….llegar más alto.
Pilar Santos
OPINIÓN 5
La crisis del sistema capitalista
Ante la gravedad de la crisis económica, los
gobiernos han tomado el mando para desarrollar
sistemas y programas sociales para los ricos, rellenando
con el dinero del Estado y de los ahorradores los
“agujeros negros” (que parecen infinitos por lo que
tragan), y que fueron vaciados por los amos del mundo.
Léase, el club ultraliberal. Aquel, el de la gran idea de un
poder económico que pudiera comprar y vender sin
ningún control, ni regulación por parte de gobierno u
Estado alguno. El caso es, que la gran idea del capital ha
llevado a los pueblos y a sus ciudadanos a la ruina,
retrocediendo a épocas que esperábamos no volver
jamás.
El mal hacer de una casta innoble e intocable de directivos, haciendo Ingeniería Financiera,
han creado esta gran catástrofe, que sufre gran parte del mundo. Son culpables,
multimillonarios, e inmunes, y tienen paracaídas dorados para premiar su fracaso. Esta gente,
ha puesto en jaque al mundo. Este sistema monetario fue impuesto como un dogma por los
neoliberales de Estados Unidos, guiados por la idea de Adam Smith. Y el mundo, siguió al
sistema capitalista sobre una idea especializada, desarrollada, y sofisticada en Wall Street,
Nueva York.
“Esta idea ultraliberal es una extraña dictadura a la que nos somete este régimen político
planetario economicista, al que pertenecen los políticos de todos los países, ya sean de derechas
o socialistas, que forman parte del club ultraliberal”. (Vivian Forrester)
Es un régimen que destruye tanto la
política como la economía, que vive en el
“mercado” de las democracias para utilizar
las libertades en su favor. Todos los centros
nerviosos de la sociedad están controlados
por este régimen, que delega en los
gobiernos para llevar a cabo decisiones ya
tomadas por instituciones comovla OCDE,
FMI, BM…
Este sistema se ha desarrollado fuera de los
Estados Unidos, y es el culpable de la devastación actual del mundo. Y se la puede denominar
de dictadura económica.
A la práctica la llevaron ya en el siglo XX los gobiernos de Ronald Reagan, la Sra. Thatcher, el
Sr. Bush, padre e hijo, y demás liberales, incluida Esperanza Aguirre, que todo lo público lo
quiere privatizar. Y lo pone en práctica en nuestra Comunidad, con dos temas estrella de los
servicios sociales, la Sanidad y la Educación, más el Canal de Isabel II, o sea el agua de Madrid.
6 OPINIÓN
El palo más duro, ya se sabe, a los pobres. Para
ellos, el problema es solo de vida o muerte. Porque
ellos no pueden comprar, son pobres. ¡Ah!, entonces
ellos no son necesarios. Pueden morirse. O errar por el
mundo buscando migajas para subsistir. Esa es la
otra parte de la política de este régimen,
desentenderse de los pobres.
Parece que los países que no han seguido el
“menú” estadounidense, se han escapado de la quema.
De hecho hay grandes bolsas de dinero dispuesto para
prestar. Son los llamados “soberanos” y petrodólares.
Rusia, que se suponía a salvo, también ha sucumbido a
la crisis a pesar de su petróleo.
Desde Latinoamérica, ese laboratorio de ideas en el que se ha convertido como área
geopolítica, se afea a EE UU sin disimular sus perjuicios, y le achacan a Bush toda la culpa, por
quererlo nacionalizar todo y controlar todas sus riquezas. Pero, al no obedecer las reglas de
su vecino, muchos de ellos están en franca expansión. Cosa que me alegra mucho.
El problema es que son
los pirómanos los que
quieren apagar el fuego, y
con las mismas mangueras y
en las mismas democracias
arruinadas, manipuladas, e
inoperantes.
El 20minutos, saca a
12 directores de bancos
(antes cajas de ahorros) que
reciben fondos públicos, y
nos cuenta lo que estos
señores cobran: Rodrigo
Rato 2,3 millones de euros
año y Carlos Egea 0,45
millones. En esa arquilla entran los 10 restantes. (Como diría el ideólogo del capitalismo: todo
para nosotros, nada para ellos). Encima de esta noticia, pero más escueta, ponía que algunos
colegios ponen solo dos horas la calefacción. ¿Acaso podía ser de otra manera, con los
recortes del gobierno?
Marina P. Ventosinos
OPINIÓN 7
Mis ojos miraban perplejos a la imagen que le llegaba del televisor. Un
hombre se levantaba de la mesa donde estaba reunido con un grupo de
personas, se quitaba el cinturón del pantalón y, en actitud amenazante,
se dirigía a la joven que tenia enfrente y que exhibía una bandera
palestina en apoyo al pueblo palestino.
El hecho tuvo lugar el pasado día 6 de marzo durante la inauguración de
la Exposición 25 años de relaciones diplomáticas españolas-israelitas.
Esta noticia la repitieron varias veces por televisión por lo
desafortunado de esta actitud.
Después de ver esta imagen, me quedé pensando: “¿Esto no estaba ya
superado?”. Lamentablemente después de ver el gesto de este hombre
demuestra que algunos tienen nostalgia de esta forma de castigo.
El personaje en cuestión en un primer momento no tenía intención de
dimitir de su cargo, pero las presiones que recibía de su entorno le
obligaron tras lamentar su acción, que él mismo calificó de reprobable,
inadecuada y violenta: esta le había sumido en tristeza y desconcierto,
llevándole a dimitir de su cargo.
Está bien que cuando se comete un error o una acción que no tiene
justificación, como la que en este escrito se menciona, y se pidan
disculpas; pero esta noticia me ha dejado un sentimiento de rechazo
para todos aquellos que todavía practican la violencia con quienes
consideran que están por debajo de ellos.
PILAR RUANO
8 OPINIÓN
LA VERDAD SOBRE LA AYUDA
No hay varitas mágicas, porque al final somos nosotros los que tenemos que solucionar nuestros problemas. Prueba de ello es que confundimos la verdadera felicidad con sucedáneos del placer y muchas cosas más. Y debido a nuestra falta de confianza construimos un estilo de vida de segunda mano. La vida es limitada. Hay que buscar una manera de relacionarnos con nosotros mismos y con nuestras circunstancias para obtener resultados de mayor satisfacción.
Autoayuda quiere decir ayudarse a uno mismo. Los demás pueden escucharnos y apoyarnos. Cada uno de nosotros está llamado a recorrer su propio camino.
Ni dogmas ni gurús. No nos pueden dar todo masticado. Como mucho, pueden acompañarnos en el proceso. Las personas que ejercen temporalmente de acompañantes deben procurar mantenerse al mismo nivel, posibilitando que el aprendizaje sea recíproco. La mayoría de las personas no quieren renunciar a sus cadenas. En realidad queremos que alguien nos resuelva nuestros problemas, por eso nos aferramos a que nos ofrezcan seguridad. Muy pocos estamos dispuestos a cuestionarnos a nosotros mismos. No hace falta leer muchos libros para aprender a perdonarnos. ¿Qué necesitamos para ser felices? La comprensión y la sabiduría ya la tenemos. El primer paso suele ser el más difícil: vencer el miedo. Humildad es buscar el conocimiento dentro de nosotros mismos, que nadie nos pueda traspasar. Lo que está en juego es aprender a disfrutar plenamente de este milagro que llamamos vida.
Vicenta Manguero Parra
OPINIÓN 9
OOO bbb jjj eee ttt iii vvv ooo ccc uuu mmm ppp lll iii ddd ooo ::: GGG aaa rrr zzz óóó nnn iii nnn hhh aaa bbb iii lll iii ttt aaa ddd ooo
Hemos comenzado el año tal y como lo deseaba la derecha
del país: el Partido Popular gobernando por mayoría, y el juez Baltasar Garzón sentado en el banquillo de los acusados. Trata de defenderse por llevar ante la justicia a gentes que él consideraba culpables, que a su vez se han revuelto contra él, aunque desde fuera las gentes de a pie, como yo y todos aquellos que le apoyan, estemos atónitos. Es como el mundo al revés, como la crisis capitalista en la que los que se quedan sin comer son los parados.
Fue el juez Garzón, desde sus comienzos en la Audiencia Nacional en 1988, un juez sorprendente: a veces se le podía ver como un Superman persiguiendo y cazando a los malos, porque lo mismo se metía con los etarras y los encerraba (como a Santi Potros y a Josu Ternera), que perseguía a los GRAPO o a los GAL, o a los fondos reservados del
Ministerio del Interior, encerrando a un ministro del Gobierno, cosa que movió al gobierno en su contra y el juez tuvo que pedir ayuda al estamento judicial, que no le apoyó al ser mayoría socialista los vocales del consejo. El juez instructor cada vez que tocaba asuntos de corrupción política, antes los socialistas y ahora los conservadores, tratan de apartarle del caso. Se dice que únicamente los policías y altos cargo del interior han sabido apreciar sus esfuerzos en todas las etapas.
Él siguió persiguiendo corruptos, truhanes, malversadores o narcotraficantes por tierra, mar y aire (caso Nécora), sin olvidar las redadas de etarras, o pedir la extradición de Pinochet, la detención de Bin Laden tras el atentado y tantos casos más, la mayoría a la vez, lo que le convertía en un Titán, en una especie de Atlas, que llevara el peso de la ley del Estado sobre sus espaldas. No puedo juzgar sus métodos, solo ver su capacidad de imponer la ley donde no la había. Pero qué casualidad que su inhabilitación haya sido por meterse con los casos Gürtel, (amiguitos del alma) de los líderes valencianos y madrileños. No olvidemos a los alcaldes destituidos por Esperanza por estar “pringados”.
Recuerdo la elegancia relevante con que la tele nos mostró al jefe de la Gürtel en la boda de la hija del Sr. Aznar, en El Escorial. Y que fue por la denuncia de falange y la ultraderecha, que aconsejados por el juez estrella actual, Sr. Varela y su camarilla, por lo que le han colocado en el lugar del deshonor. Ya lo han juzgado por el caso Gürtel.
Y en los días de finales de enero y primeros de febrero, él, en otra hora “juez estrella”, se sienta ante otro juez para contestar por la ley de la memoria histórica. Pero claro, esto es tan llamativo para mí, como para otras muchas gentes, como el Sr. Pedro Nikken, Presidente de la Comisión de Juristas. La CIJ lo ha enviado como observador para juicios como este, que ofrecen pocas garantías: “Es un atentado contra uno de los pilares del Estado de Derecho y contra la independencia judicial de los jueces incómodos, aquellos que se enfrentan al poder”. Ha estado en la sala y, preguntado por la prensa, dice “que se ha trasladado a nuestro país, para ver cómo puede ser que a Garzón se le pueda estar juzgando por su investigación de los crímenes del franquismo”; y añade “nos sorprendió muchísimo que una organización como falange y la ultraderecha, Manos limpias, intentaran descabezar a Garzón; y más, que aquí se le considere como a un delincuente por una investigación sobre lo que tenía una clara apariencia de crimen de lesa humanidad”.
10 OPINIÓN
“El Derecho Internacional establece que las leyes de amnistía no pueden impedir
investigar cuando se trata de crímenes contra la humanidad. Ojalá el Supremo sea consciente de lo que implica para el prestigio de España como democracia activa de calidad una cosa así. Luego ocurrió que el fiscal del Supremo, Luis Navajas, en lugar de acusar, tachó de insólito e insostenible, la instrucción del magistrado Luis Varela. Cosa espero que el tribunal tenga en cuenta.
No se trata de si nos gusta más o menos el estilo Garzón. Pero cuando se detectan anormalidades en juicios, nuestro interés es llamar la atención de las autoridades del país y los sectores involucrados de la Comunidad Internacional. Porque se supone, que los jueces son el sistema inmunológico de un Estado, y deben actuar ante cualquier patología y determinar lo que es justo e injusto, lo correcto o incorrecto. Para eso necesitan independencia y libertad.
Es preocupante la dificultad para renovar el Tribunal Constitucional que quiere elegir jueces como fichas de partidos. Y también que la justicia penal pueda ser usada para minar la independencia judicial”. Y añade muy diplomático: “A veces concentrar todas las reglas de conducta en las apreciaciones de quienes están en el círculo del poder, puede convertirse en un espíritu de camarilla, que se crea sus propias reglas y que se aparta de lo que la sociedad valora como justo e injusto, tanto a nivel nacional como internacional”. Añade, “resulta paradójico que Garzón esté siendo juzgado por algo que hace años le valió el aplauso de todo el mundo, cuando procesó a Pinochet. Si lo vemos necesario le enviaremos a Estrasburgo, al Comité de Derechos Humanos de la ONU”.
También Baltasar Garzón rechazó con contundencia la resolución del juez Marchena que le imputaba un delito de cohecho, por los cursos de Nueva York. Sus simpatizantes se manifestaron masivamente en su favor por el centro de la capital. Pero el poder y la justicia no le aprecian así. Claro, que la población lo ha visto trabajar sin tregua ni descanso en contra de delincuentes de todo pelaje; sin arrugarse, ni dar descanso a tanto truhán como hemos tenido, desde que somos tan demócratas.
Se ha consumado lo que muchos pretendían, otros impulsaron y otros tantos redondearon, ha llegado a su fin. Baltasar Garzón, el juez con mayor prestigio de España ha sido condenado a 11 años de inhabilitación por las escuchas del caso Gürtel. Camps, está libre y Garzón ha sido condenado. Y ahora toca analizar: ¿Ha sido un proceso digno? Los arietes mediáticos de la derecha lo identificaron como culpable desde el primer minuto. Sin embargo, el proceso no ha estado exento de actos irregulares, con las tres causas abiertas insolidariamente, con jueces del Tribunal Supremo tentados de ejercer como parte acusadora… Lo que es indudable es que este está siendo un año muy negro para la justicia.
En los tres casos se ha tratado de una jurisprudencia nebulosa, en los que si bien la sentencia ha justificado la condena, la moral los ha reprobado, y no digamos la ética. Creo que es un mensaje alto y claro de que la ciudadanía no está entendiendo lo que ocurre. Y no resulta baladí volver a recordar a la justicia que no se trata de ser justo, sino también de aparentarlo.
Marina Ponce Ventosinos
OPINIÓN 11
VIAJE ASTRAL
Bajo dos inmensos chopos que al unirse forman una pirámide, mi
cuerpo semidesnudo descansa sobre una cómoda tumbona, los rayos
del sol se filtran a través de sus ramas proporcionándome un
agradable bienestar.
Estoy rodeada de gente sintiéndome sola, solo tú acompañas mis
pensamientos.
Un inmenso cielo de intenso color zafiro limpio de nubes, como un
imán atrapa mi mirada. Me sugiere un sinfín de preguntas: ¿qué
habrá más allá de lo que se ve?, ¿será posible encontrar vida allí?, si
fuera así ,¿cómo sería?
Sumida en estos pensamientos, decido viajar en tu compañía por el
espacio.
Se dice que Marte ,el planeta rojo, es el más similar a nuestro planeta
Tierra, con un tamaño y temperatura relativamente parecidos.
Llegamos a él y compruebo que la temperatura es muy cambiante,
puede parecerse al clima desértico.
Esa bajada de la temperatura transforma las nubes en cristales de
hielo. Siento un frío espantoso solo al pensarlo.
El paisaje es descarnado, erosionado por las tormentas de polvo. La
gente que allí habita tiene un aspecto algo parecido a nosotros,
muestran algunas diferencias, reflejan serenidad y sus rasgos varían
con relación a los nuestros; solo veo jóvenes y niños, su estatura algo
superior a la nuestra; no hay ancianos; “quizás no envejecen”. Son
blancos de piel y sus caras más bien redondas, sus cabellos y ojos
claros, percibo mucha paz en ellos.
Sus vestidos son una especie de uniformes que las mujeres también
usan.
12 OPINIÓN
Emplean un lenguaje desconocido para mí, tampoco entienden el
mío: no resulta fácil comunicarnos y aun así, su acogida es cálida.
Los marcianos no son seres tan diferentes, aparentemente, a nosotros
como pudiéramos creer; por eso me sorprendo agradablemente al
verlos.
Las viviendas están construidas bajo tierra, ya que de esa manera
combaten mejor los cambios climatológicos; están comunicadas entre
sí mediante galerías subterráneas: esa forma de construcción las
mantiene con un microclima.
Su sistema de vida es muy distinta a la nuestra, sus trabajos los
realizan por la mañana, y las tardes las dedican a una bien
entendida vida social, ya que permanecen muchas horas en sus
viviendas, en gran medida quizás por protegerse del frío.
Se reúnen armónicamente familiares y convecinos, supongo que para
debatir sobre lo cotidiano.
Esa paz que percibo en el ambiente me gusta, no veo crispación en la
gente, parece que cada cual sabe lo que ha de hacer y todo funciona.
Nada que ver con nuestra forma de vida, esta me gusta menos:
siempre corriendo, se ha convertido en algo natural en nuestra
sociedad, y no nos detenemos a disfrutar de las pequeñas cosas que
realmente son las importantes; por ejemplo, detenernos ante un bello
paisaje, contemplar el mágico cielo estrellado, observar caer la
lluvia, la risa en los niños, analizar el porqué de las cosas, buscar un
momento de intimidad y mirarnos por dentro; comunicarnos más en
general con la gente, mostrarnos solidarios y cercanos, y observar
cuánto hay a nuestro alrededor y más allá de lo que nuestra vista
pueda alcanzar.
Nos centramos demasiado en el yo y en las cosas materiales, ese mal
entendido sentido de la posesión, que es lo que ha enfrentado y
continúa enfrentando a la humanidad, llegándose a sufrir por ello
verdaderas tragedias.
Me gustaría que en nuestro
mundo, se viviera esa paz,
entendimiento e igualdad que
veo aquí.
Una voz irrumpe en mi paz
sacándome de mí ensueño:
“¡Señores bañistas deben
desalojar la piscina, pueden
continuar haciendo uso de la
pradera hasta las nueve!”.
Rosalía López
OPINIÓN 13
¿SOMOS DUEÑOS DE SENTIRNOS CONTENTOS?
El abanico de posibilidades está siempre abierto ante nosotros. Cuando somos pequeños
no somos conscientes de casi nada. Queremos las cosas inmediatas: “Quiero un chupa chups”;
y dependiendo de que te portes bien o no, te lo
compran.
Más tarde te hacen los mayores las reflexiones
pertinentes: “Ten cuidado, si comes azúcar los
dientes se te pican”. Y efectivamente, todas
nuestras acciones tienen unas consecuencias.
¿Cómo saber en cada momento elegir?, difícil es.
Conforme vamos creciendo, se van abriendo
caminos y tenemos que ir explorándolos. Cada uno
de nosotros tenemos nuestra manera de enfocar
cada situación. La educación que hayamos recibido
de pequeños, nos influirá de alguna manera en
nuestras vidas.
Si hemos sentido una fuerte represión por
parte de nuestros padres, nuestro comportamiento
por lo general no será tan alegre y espontáneo
como es de desear; si nos ha faltado cariño, esto
puede ser nefasto para nuestra estabilidad
emocional y haremos lo que esté a nuestro alcance para obtenerlo, aunque tengamos que
sacrificar parte de lo que somos y mostrar solo lo que los demás desean.
Pero esto no funciona, pues entramos en conflicto con nosotros mismos y esto no está
bien.
En principio, lo más importante es estar a gusto con nosotros mismos. En cada uno de
nosotros existe un niño pequeño, hay que alimentarlo de ilusión y liberarlo de tanta rigidez,
hacer cosas que nos sirvan solo para pasarlo bien, por placer de disfrutar como los niños
cuando juegan. Sería un ejercicio estupendo, para soportar tantos problemas de estrés, que la
vida y la sociedad nos han impuesto.
Otros problemas muy importantes son los de salud, suelen ser los más duros de
sobrellevar: el trabajo y el dinero, ¡cómo no! También cuántos quebraderos de cabeza dan las
relaciones humanas, de pareja, de padres e hijos, hermanos, etc.
A veces hay que mezclar todas estas situaciones y hacer un cóctel y beberlo a sorbitos
muy pequeños, transformando lo amargo en dulce y así sentirnos un poquito mejor.
No felices, pues este estado solo es posible sentirlo a ráfagas, como el viento. Hay algo
que solo es nuestro, que nos pertenece: nuestra actitud ante la vida y nuestro pensamiento.
Alimentarlo de la manera más sencilla; no crearnos expectativas que no estén a nuestro
alcance; respetar a los demás sin caer en servilismos; y tratar a los demás como tú quieras que
te traten a ti. Podemos tener una lista interminable, pero aún así no creo que exista ninguna
fórmula mágica que podamos seguir para no hacernos daño. Somos humanos, por lo que nos
dejamos arrastrar por pasiones insospechadas; sentirnos vivos, luchar por las cosas que
creemos hace que nos sintamos mejor.
Hay algo de suma importancia: el cariño que damos y recibimos es lo mejor que podemos
tener, sin olvidarnos nunca de querernos a nosotros mismos.
Hace poco me quedé con una frase que me gustó mucho: “En la vida no se trata de
sobrevivir a una tempestad sino de bailar bajo la lluvia”.
Elia Pozo
14 OPINIÓN
CCLLAARRIIDDAADD EENN LLAASS SSOOMMBBRRAASS
Cada día veo, bien de
lejos o de cerca, una silueta
que poco a poco me va
enterneciendo. Es una silueta
tan perfecta, tan llena de
vida, que
todos los días
me hace
pensar en las
cosas que nos
pasan un
poco des-
apercibidas.
En estos
tiempos de
tantas locuras
y prisas, no llegamos a darnos
cuenta que en la calle hay
mucho movimiento de
transeúntes, con una vida por
enseñar.
Pero hoy le he visto más
cerca, con su gorra que le
tapa todo su entendimiento,
que lo tiene, las manos más
bien cerradas, solo saca una,
tímidamente, cuando alguien
se le acerca; y luego, vuelve
a su perfil tan bien construido.
Tiene una mirada que brilla,
quiere decir tantas cosas,
pero siempre está callado.
Pobre niño joven que te
encuentras en condiciones
inferiores a los chicos de tu
edad.
He decidido que voy a
saludarle, y si puedo hablar
con él, mejor. Comprarle el
periódico LA FAROLA no,
porque sé que solo tiene
uno, que es
el que le
permite estar
en la calle
tranquilo,
identifica-
do. Pero sí
tendrá mi
saludo, mi
sonrisa y
algo más.
Tantas siluetas hay en el
mundo, que se merecen
otra vida distinta de la que
tienen. Hay que detenernos
un poco y pensar. No se
debe permitir estas
desigualdades. Todos los
niños jóvenes tienen que
jugar, reír, comer, vivir y
tener manos alegres, para
no tener miedo de nada,
para poder compartir.
Cuándo llegará el día
que en todas las cocinas del
mundo huela a café por las
mañanas y todas las familias
juntas puedan decirse:
“¡BUENOS DÍAS!”.
TERESA MARTÍN
OPINIÓN 15
MARÍA MARTÍNEZ Nuestra profesora María tomó posesión como Defensora del Ciudadano de Alcorcón en junio de 2008. Tras una labor independiente, eficaz y altruista que llevó a cabo – con una ilusión inquebrantable – durante tres años y medio, presentó su dimisión el 20 de diciembre de 2011. ¿Qué de Qué? ha querido saber los motivos y efectuó la siguiente entrevista a María.
P.- ¿Podrías resumir en una
frase el servicio que has
realizado como Defensora
del Ciudadano de Alcorcón?
R.- Yo diría que la principal
misión ha sido la de mediar
entre los ciudadanos y las
autoridades municipales,
que se diera respuesta a los
temas que planteaban y
resolverlos en la medida de lo posible.
P.- ¿Has recibido muchas
reclamaciones en estos años?
R.- En estos tres años y medio hemos
atendido más de 700, entre
reclamaciones, solicitudes de
mediación y consultas, la mayor parte
llegaban por correo electrónico,
sobre todo a partir del segundo año.
En muchos casos no se ha llegado a
abrir expediente, a veces la consulta
se respondía en el momento, bien
porque no era competencia de la
Oficina o porque no requería más
trámites que una llamada o una
información puntual por nuestra
parte.
P.- ¿Qué tipo de temas han sido los
más frecuentes?
R.- Son muy variados, desde la
reparación de una farola o el horario
de bibliotecas, consultas sobre cómo
dirigirse a alguna institución o su
funcionamiento, conflictos entre
vecinos o con empresas privadas.
Pero los tres bloques más importantes
han sido: limpieza (sobre todo el
estado de contenedores e
isletas y recogida de
excrementos de
mascotas); otro bloque es el
relacionado con molestias de
bares y terrazas; y el tercero,
dificultades en circulación y
aparcamiento. También ha
habido muchos expedientes
relacionadas con tardanza o
falta de respuesta a los
ciudadanos por parte de las
autoridades y lentitud en los trámites
administrativos.
P.- ¿Se han resuelto muchos casos?
R.- Sí, más de la mitad de los
expedientes se han cerrado
satisfactoriamente. Es cierto que en
muchos casos no he podido hacer
gran cosa, a veces porque no eran
cuestiones de competencia
municipal y otras porque las
autoridades no llevaban a cabo mis
propuestas. De todas formas siempre
he mantenido informados a los
ciudadanos de la evolución de su
expediente, de las gestiones que
realizaba y los departamentos con los
que trataba para resolverlo.
P.- ¿Qué gastos tenía la oficina?
R.- Bastante pocos la verdad. El
Ayuntamiento asignó 20.000 euros
anuales, pero solamente se hizo
efectiva la subvención en una
ocasión y en estos tres años y medio
se han empleado 11.200 euros de la
asignación, es decir, unos 2.500 al
año. Por supuesto he justificado los
16 OPINIÓN
gastos y he devuelto el sobrante.
Como ya sabéis yo no he cobrado
ninguna remuneración y el local era
compartido con el Defensor del
Discapacitado. Yo creo que no
suponía una carga económica para
los vecinos de Alcorcón.
P.- Entonces, si no era por la cuestión
económica, ¿por qué crees que no
les ha interesado que continuaras?
R.- Creo sinceramente
que yo no les interesaba.
No pueden argumentar
razones económicas, ni
de eficacia, ni de
independencia. Yo he
cumplido con la tarea
que me había propuesto:
todas las personas que
recurrían a mí eran
escuchadas, realizaba las
gestiones precisas,
trasladaba el asunto al
departamento o
concejalía competente,
proponía las medidas
necesarias para resolver
los temas y en muchas
ocasiones he mostrando mi oposición
a decisiones de las autoridades. La
eficacia de mi tarea está relacionada
con el apoyo que me presten las
autoridades municipales, son ellos los
que tienen el poder de decidir, mis
gestiones serían más eficaces cuanto
más se tuvieran en cuenta mis
recomendaciones. Si, como ha
venido pasando desde junio de 2011
que entró el nuevo equipo de
gobierno, no me recibían, ni siquiera
respondían a mis llamadas y escritos,
y se me ignoraba sistemáticamente,
¿qué temas iba resolver?, lo único
que podía hacer era dimitir y así lo
hice en diciembre, llevaba
demasiado tiempo insistiendo sin
conseguir nada.
P.- ¿Por qué ha pasado esto si todos
votaron tu nombramiento?
R.- Pues sí, el Pleno votó por
unanimidad tanto la creación de la
figura del Defensor como a mí,
además el anterior grupo de
concejales del Partido Popular
siempre elogió mis propuestas, por
eso no me esperaba este trato tan
desconsiderado.
P.- ¿Qué satisfacciones
y que insatisfacciones te
ha dado este puesto?
R.- Satisfacciones
muchísimas. La cercanía
y la confianza de
muchos ciudadanos
que me ha dado la
oportunidad de
escuchar y conocer los
temas que les
preocupan con la
perspectiva de poder
ayudar a su solución.
Por otro lado, la de
contribuir con mis
recomendaciones e
informes a la mejora de aspectos y
carencias del municipio. Eso que
todos decimos: “yo le diría a un
funcionario, a un concejal o al
alcalde que esto o aquello no está
bien”, pues yo se lo decía, lo positivo
y lo negativo, sobre todo lo negativo.
Aunque a algunos no les gustara, lo
escuchaban.
En cuanto a insatisfacciones, también
las ha habido. La principal, no haber
podido resolver muchos asuntos que
yo consideraba de justicia y que
entendía que podían y deberían
haberse afrontado, y también haber
tenido que dimitir así sin
explicaciones, con esa desatención
me ha dejado un poco de mal sabor
de boca, la verdad.
OPINIÓN 17
La Asociación de Alumnos y Exalumnos
de la Escuela Municipal de Adultos
“Valle Inclán”, un año más ha estado
presente durante todo el curso 2011-
2012, y seguirá estando a la disposición
de todos los alumnos de la Escuela.
Como viene siendo habitual en años
anteriores, hemos celebrado la Semana
Cultural con el éxito a que nos tenéis
acostumbrados: agradecemos a todos
los participantes su colaboración (en las
páginas siguientes puedes leer algunos
de los relatos presentados).
Por cierto, finalizaremos este curso, el día 26 de junio, con la comida
tradicional en el campo: esperamos que sea del agrado de todos.
¡Un saludo afectuoso y felices vacaciones de parte del ASA!
Con nuestros profesores realizamos una salida al Canal de Isabel II para
poder disfrutar de la exposición “Da Vinci, El Genio”. El objetivo de este
gran proyecto- parece ser –es mostrarnos, aparte de su obra más
conocida, también algunos aspectos de su obra menos conocidos. Parece
ser que para llevarse a cabo el proyecto, han colaborado 29 prestigiosas
instituciones, además de museos que han cedido sus obras, las cuales no
habían sido expuestas antes en nuestro país. Para mí, Leonardo Da Vinci
es un personaje apasionante, siempre me fijé en sus obras más conocidas,
pero al mismo tiempo me producía mucho respeto, o quizá temor, creo que
sí, que me daba miedo solo de mirarle. Imagino si llega a vivir en nuestro
tiempo ¿qué habría pasado? si ya fue capaz de construir esas terroríficas
armas de guerra sin apenas materiales ni apenas información, ¿qué
hubiese inventado hoy?.Quién sabe, a lo mejor está dando paseos por el
espacio en una nave espacial construida por el mismo. Bueno vale, deciros
que mi peor enemigo en esta visita fue el reloj, me hubiera gustado pasar
horas observando todo para ver si consigo entender “cosas”. De
cualquier forma intentaré volver y sobre todo animo a los curiosos es muy
interesante.
Pepi Morgado
18 ESCUELA
En 1992 se celebro en
Río de Janeiro la
Cumbre Mundial sobre
Medio Ambiente y
Desarrollo, con objeto
de revisar la situación
del planeta a los
veinte años de la Cumbre de Estocolmo.
Los resultados de está Cumbre se
tradujeron en la adopción de la Agenda
21, que es un programa de acción para el
desarrollo sostenible, en la Declaración de
Río, que contiene los 27 principios que
deben regir las políticas nacionales sobre
el medio ambiente y desarrollo y en la
firma de dos convenios multilaterales
relativos al cambio climático y la
diversidad biológica.
La “Agenda 21 Escolar” es un programa de
educación para el desarrollo sostenible
dirigido a las comunidades educativas de
Educación Primaria con el fin de que estas
participen en la búsqueda de mejoras
socio-ambientales del centro escolar y su
entorno más cercano. El proyecto "Agenda
21 Escolar” está patrocinado por la obra
social de Caja Madrid
Los alumnos escolares directamente
implicados son del ciclo de Primaria,
responsables de analizar cuatro áreas
temáticas con la siguiente correlación:
3º de Primaria: el agua. 4º de Primaria:
los residuos. 5º de Primaria: el medio
urbano. 6º de Primaria: la energía.
Entre un total de nueve centros educativos
de Alcorcon, figura el CEIP Vicente
Aleixandre, en el que hemos tenido la
oportunidad de compartir con los alumnos
de 3º y 4º una jornada extraordinaria y
una experiencia muy positiva, dando
algunas respuestas a las
preguntas que nos
formularon los chiquillos
de cómo se reciclaba o se
vivía hace cincuenta años.
Los colectivos de mayores
juegan un papel
fundamental en el desarrollo del
proyecto. Uno de los objetivos del
programa es establecer encuentros
intergeneracionales entre los escolares
y personas de la tercera edad para
fomentar la participación de este
colectivo. Su experiencia y conocimiento
del municipio es una valiosa herramienta
para la fase de diagnóstico que
desarrollan los escolares.
Los escolares hacen partícipes, a través
de su diagnóstico y propuestas, al resto
de la comunidad educativa: alumnos y
profesores de Educación Infantil y
primer ciclo de Educación Primaria,
personal no docente y familias de los
escolares. De esta forma se consigue
trabajar a nivel de centro.
Ellos propondrán alternativas de mejora
sobre estas áreas, y serán partícipes
del proceso de comunicación e
implicación del resto de la comunidad
educativa. Todo ello, obviamente,
adaptado a sus niveles educativos.
Nuestra experiencia personal, al tener
la suerte de contactar con los alumnos
de cuarto curso, fue muy agradable,
hasta el punto de salir muy satisfechos.
Y recordaremos esta experiencia como
algo totalmente enriquecedor e
inolvidable.
Manuel Telo
ESCUELA 19
CLUB DE LECTURA 2011-2012
En este curso hemos leído con nuestra profesora Mercedes: ROJO Y NEGRO, de Stendhal.
La novela me ha resultado interesante, refleja muy bien la sociedad de la época. El protagonista es la ambición personificada, una persona que hace cualquier cosa para conseguir sus objetivos.
Una de las cosas que más me ha gustado es cómo Stendhal realiza las descripciones de las personas, no solo de cómo son, sino incluso de sus conciencias. De
igual manera, es sorprendente la manera de describir las escenas y a la gente que en ellos se encuentran.
EL EXTRANJERO, de Albert Camus. Lo que me ha parecido más destacado en esta novela es cómo Camus describe la degradación sufrida por la humanidad, la carencia de valores del mundo contemporáneo. Es el reflejo del aburrimiento, la desidía, el absurdo…hasta el punto de permanecer imperturbable ante la muerte de un ser humano, incluso la de la propia madre. LA PESTE, de Albert Camus. Probablemente el mensaje más importante que trae Camus en "La Peste", es que en medio de las desgracias se aprende que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio; y que prevalecen valores que parecían olvidados, como la moral, la honestidad y la solidaridad. Esta es la novela que más me ha gustado de todas las que hemos leído, me ha parecido la vida misma y además muy acorde con lo que ahora estamos viviendo. A mí los párrafos finales me han gustado tanto que no sé describir con palabras lo que he sentido. Una maravillaaa…
LA VIDA ANTE SÍ, de Emile Ajar. Esta novela nos muestra un mundo lleno de contrastes, todo visto desde los ojos de un niño de ocho años que, con ingenuidad y ternura, cuenta la degeneración de la única persona a la que ha querido. Es una historia triste que describe la soledad, la pobreza y el poder enajenante del miedo. Pero, a la vez, es una historia divertida, con mucha ironía. Esta lectura me ha enternecido, me ha divertido y me ha hecho llorar. Un libro que no hubiera conocido a no ser por el
Club de lectura y me hubiese perdido uno de los libros más originales que he leído.
20 ESCUELA
DAVID COPPERFIELD, de Charles Dickens. La historia que nos cuenta Dickens, a través de su propia vida, es el reflejo de una época en la que había una gran diferencia de clases, y en la que la explotación infantil era aceptada por la sociedad como algo normal. El personaje que me ha resultado más interesante en esta novela es Uriah Heep, que se destaca por su humildad empalagosa, el servilismo y la falta de sinceridad en general.
Para algunos escritores es el villano por excelencia de la literatura mundial. LA AMABA, de Anna Gavalda. Es una historia de amor en la que Anna Gavalda nos habla de la vida, de la esperanza, del consuelo de saberse comprendida y de lo difícil que a veces nos resulta elegir. Me ha gustado mucho y me ha hecho pensar en la la importancia que pueden tener las decisiones que tomemos en determinados momentos.
LA ELEGANCIA DEL ERIZO, de Muriel Barbery. Para mí el tema que esta novela pone de manifiesto es la soledad en que viven algunas personas en la sociedad actual. Con unos roles muy marcados en algunos estatus, tienen que buscar su propio refugio, aislándose del resto para poder encajar en ellos. También para mí habla del destino.
COMENTARIO GENERAL Como hemos comprobado, cada autor a su manera nos muestra un trozo de vida; da igual la época en la que ha sido vivida, el caso es que los seres humanos, cada uno como puede y dependiendo de los conocimientos y circunstancias, buscamos la felicidad; unos a través del amor, otros de una posición social, y los más sintiéndonos aceptados por nuestro entorno. A veces los personajes son vanidosos, ambiciosos e incluso villanos; pero todo esto, para mí, en la mayoría de las veces no es más que el fruto de frustraciones que, a lo largo de la vida, van formando la personalidad. Este curso ha cumplido todas mis expectativas. Me ha proporcionado unos conocimientos muy interesantes y el poder compartir con mis compañeros el contenido de las novelas que hemos leído, además de hacerme pasar un buen rato me ha enriquecido como persona.
ANIMO A TODO EL MUNDO A APUNTARSE AL “CLUB DE LECTURA”
Juli Plazas
ESCUELA 21
ENTREVISTA A NUESTRA PROFESORA
ANA
Ana de Pedro se jubila después de muchos años en la EMA. Nos deja como
profesora, pero no como amiga y compañera del alma. Todas las personas que
han estado cerca de ella la tienen por una gran persona, profesional y
luchadora. Han sido siempre sus objetivos la mejora constante de la educación y
la estabilidad laboral del profesorado. Coordinó también esta revista, que
quiere dejar aquí sus palabras como muestra de su enorme humanidad.
P.- ¿Qué ha aportado la docencia para ti?
R.- Muchísimo. La educación es un aprendizaje al que opté sabiendo que
iba a ser duro, pero que iba a servir para todo lo que yo iba haciendo.
P.- ¿En qué momento decidiste ser profesora?
R.- Fue un poco por las circunstancias, aunque en realidad asumí ser
profesora por mí. Mi familia era especial y diferente a las ideas que había
en aquella época; sin embargo, me hicieron consciente de que fuera de
casa no podía decir todo y debía tener cuidado.
Fui educada en un colegio de monjas. Yo tenía ansia por saber cómo eran
las cosas e investigar: preguntaba el porqué, pero se ponía todo en
entredicho. Una monja llegó a decirme que yo tenía las ideas
“cambiadas”. Mi respuesta ante eso era reír, pero me hacía mucho daño.
Terminé 4º y Reválida; hice mecanografía, y me puse a trabajar muy pronto. Entonces decidí
estudiar puericultura; la empecé en un centro religioso más abierto que mi antiguo colegio, y me
recomendaron seguir en ello. Luego estudié en un instituto donde me encontré con profesores y
compañeros que me llenaron intelectualmente de otra forma. Aquí me relacioné con ideas políticas
nuevas.
Me fui a París a seguir los estudios: yo quería hacer Sociología o Psicología. Allí entré en contacto
con gente emigrante (tanto por motivos políticos como laborales). Más tarde regresé a Madrid y
terminé Sociología (fui de la primera promoción). Entré en contacto con la Asociación de Vecinos
“Puerto Chico”, en Aluche, y colaboré en la Comisión de Enseñanza: ahí me di cuenta de la
importancia de educar. Por entonces, en unas jornadas educativas en Barcelona, me hicieron ver
unas ideas nuevas sobre educación. En Madrid comenzó a andar “Acción Educativa” y participé
activamente.
P.- ¿Has dado clases siempre a adultos?
R.- No. Empecé trabajando con niños; fue muy emocionante. Es diferente que con adultos: con los
niños ves el medio y las limitaciones que tiene pensar en su futuro; los adultos consideramos más
importante el presente porque el futuro está más cercano. El campo de los niños es enorme.
P.- ¿Dónde comenzaste la docencia?
R.- Empecé en un colegio privado que había en el barrio de Aluche. Eran niños entre tres y seis
años; les enseñé a leer y escribir, pero también a que su imaginación volara, a que crearan… Y me
dejaron hacer.
22 ESCUELA
Sin embargo, allí tuve mi primer enfrentamiento con el poder. Resulta que en ese barrio se aparcaba
en un descampado al que yo llevaba en el recreo a los niños. Yo reivindiqué aquel espacio para
ellos; pero la dueña del colegio, que vio en esa demanda un enfrentamiento sospechoso (aún
gobernaba Franco), me despidió. Lo llevé a Magistratura, pero los padres sentían miedo si tenían
que hacer público su apoyo. Tan solo dos familias fueron a testificar. Finalmente, el juez dictó que
me readmitieran; no obstante, acabé despedida con una indemnización.
Fue un momento crítico. Una inspectora de educación me llegó a decir que si quitaba mi demanda
me encontraría un puesto con contrato indefinido. Me negué, y me amenazó con que no iba a
volver a dar clases. Me dirigí al Delegado de Educación, me aseguró que no había “listas negras”, y
también me dijo que la próxima Ley General de Educación iba a cambiar las condiciones de los
centros (o sea, que aquel colegio tenía los días contados).
P.- ¿En qué momento decidiste ser profesora de personas adultas?
R.- Tras la muerte de Franco nacieron las universidades populares; concursé por la de Alcobendas y
entré como profesora. Más tarde gané el concurso oposición por la de Fuenlabrada, y fui
coordinadora. Aquí tuve que luchar muy duramente por conseguir un proyecto estable, que pasaba
por la seguridad en el empleo de los profesores (pues tenían contratos por tiempo limitado), y por
poder impartir el Título de Graduado. Y se consiguió, pero me exigió un enorme desgaste.
Entonces, en Alcorcón comenzó a gestionarse la UPA y vine porque yo solo quería dar clases. Fui
animadora sociocultural y también di clases de alfabetización. Aquí conocí a María y a Marcelino.
Por aquel entonces se crearon los Consejos Escolares. Empecé a trabajar con las “AMA’s” (como yo
las llamaba, en vez de “APA’s”). Creamos la Asociación Campoamor. Yo iba a los colegios para
apoyar a los padres y a las madres en sus reivindicaciones (la idea era y es que todo es
complementario en la educación).
Más tarde me mandaron al Centro Cívico de San José de Valderas, pero no era lo que quería. Pedí
entrar en la EMA; tuve que pedir excedencia; me presenté al concurso oposición, lo gané y aquí me
quedé. Yo creía la Educación de Adultos: estas escuelas nacieron como un proyecto de alfabetiza,
con personas que iban a hacerlo por los pueblos. Luego, por profesores que lo hacían después de su
jornada laboral. Más adelante se ha convertido en algo más que un proyecto: hay que defender la
Escuela, y todas las escuelas. No tolerar otros intereses. Todos estamos inmersos en este proyecto.
P.- Tú que eres tan humana, ¿qué vas a hacer ahora?
R.- La vida continúa. He hecho un
aprendizaje de vida. Mi padre me había
enseñado que la vida era trabajo, pero
también lo fue educar a mi hijo, y hacer
otras cosas que no era trabajar.
Ya comenté que me apunté hace años
en la Asociación de Vecinos “Puerto
Chico” de Aluche, colaborando como
educadora. En la Biblioteca Municipal
de Aluche iniciamos unas amigas y yo
un club de lectura al que se van
apuntando más personas. También me
estoy planteando recuperar más
contacto con gente que quiero; así
como con frentes que antes atendí y
dejé… Y seguir la relación con vosotros,
no dejaros.
ESCUELA 23
La profesora Ana con el Taller de Prensa
SEMANA CULTURAL 2011-12 EN LA EMA “VALLE INCLÁN”
La Escuela Municipal de
Adultos Valle Inclán de Alcorcón
celebra cada año su Semana
Cultural en el mes de mayo. Este
año ha querido hacer su pequeña
aportación a La Campaña
Mundial por la Educación en su
propuesta de “Atención y
Educación en la Primera
Infancia”,
y para ello
ha dedicado
su Semana
Cultural al
tema
“Memorias de nuestra educación”. Todas las
actividades realizadas por los
alumnos durante esta semana,
han estado dirigidas hacia una
reflexión sobre la importancia de
la educación en la infancia.
Entre las diversas actividades se
propone cada año un Concurso
Literario en el que todos los
alumnos de la Escuela participan
con sus escritos, este año en
concreto contando sus
experiencias y anécdotas en su
infancia. Para concluir la
Semana Cultural se celebra el
“Acto de Homenaje al Libro” en el
que se reúnen todos para despedir
la Semana con lecturas de
poemas de autores destacados y
con la lectura de los escritos de
los alumnos seleccionados en el
Concurso Literario.
A continuación se celebra una “fiesta
intercultural”, que se inicia con
actuaciones de alumnos de la escuela,
y en la que todos los alumnos
(muchos de ellos procedentes de
diversos países) hacen su aportación
gastronómica.
Este acto
concentra el
agradable
ambiente que
se vive en esta
escuela
diariamente y
refleja el
entusiasmo en
la participación
de los alumnos. Son muchas las
personas adultas que acuden a esta
escuela por diferentes razones:
muchos con necesidades de
alfabetización, personas de avanzada
edad que optan por su formación
cultural, numerosos jóvenes y no tan
jóvenes que necesitan realizar su
Educación Secundaria Obligatoria,
personas extranjeras que quieren
aprender nuestra lengua y nuestra
cultura, y una gran mayoría que
quiere seguir ampliando y
actualizando su formación. Todos
ellos expresan sus manifestaciones de
agradecimiento a esta Escuela a lo
largo de cada curso, y es esto lo que
justifica una vez más la importancia
de la Educación Permanente a lo
largo de la vida.
24 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
LA EDUCACIÓN EN NUESTRA INFANCIA Todas las alumnas y alumnos del curso Inicial 2.1
compartimos una experiencia común en nuestra
infancia, y es que ninguno pudimos recibir una
Educación Primaria en el colegio.
A los más mayores nos tocó vivir una época de
guerra o de posguerra en la que las necesidades de la
familia nos llevaban a ponernos a trabajar a la
temprana edad de 9 años. Apenas tenemos recuerdos
de los juegos de la infancia. Solo tenemos recuerdos de
jornadas de trabajo interminables y mal pagadas.
Algunos de nosotros somos muy jóvenes, pero por
nuestras circunstancias familiares o porque en nuestros
países no era obligatorio escolarizarse, tampoco
pudimos vivir la experiencia del colegio.
Crecimos aprendiendo a subsistir, sin saber leer ni
escribir, pero creando las mañas necesarias para
manejarnos en la vida.
Hoy sentimos que es un privilegio poder venir a
esta escuela, no sólo porque nos da la oportunidad de
vivir la experiencia de aprender y de la que nos vimos
privados, sino porque nos aporta una razón para no
caer en la apatía, y en algunos casos en la
enfermedad de la pena por la pérdida de nuestros
seres queridos.
Hoy en día nuestros niños se están formando en
Escuelas Infantiles desde sus primeros años, y nos
sorprenden con su soltura en el conocimiento de las
cosas.
Por todas estas razones, creemos hoy más que
nunca en la necesidad de la Educación Pública que
nos da la oportunidad a todos de cimentar una
sociedad mejor para el futuro.
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 25
RECUERDOS DE NIÑA EN MI PRIMERA ESCUELA
Loli Galán
Tengo un breve recuerdo del primer día que fui a la
escuela, tenía 6 años, y esa noche estuve muy nerviosa, a pesar
de que es un pueblo muy pequeño y nos cocíamos todos los
niños. Yo iba tan contenta con mi cabás y mi plumier nuevo.
La escuela era un edificio antiguo y muy grande con una
escalera que daba miedo para subir a las clases, que estaban
divididas para chicas y chicos.
Recuerdo que la clase era muy fría y para calentarla había
una estufa de hierro redonda para quemar madera y cada día
íbamos dos niñas a por leña, para encenderla, antes de la hora
de entrada. Los pupitres eran de madera y los bancos para
sentarse de dos en dos, yo siempre me sentaba con mi amiga
Encarnita, en la pared había colgado un Cristo y dos
fotografías, una de Franco y otra de Primo de Rivera,
también había una pizarra grande y una mesa con un sillón
para la profesora Carmen. Era muy exigente, y cuando nos
26 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN"
castigaba nos decía: -¡Os voy a poner un pendiente!-, (que era
darnos un pellizco con sus uñas largas en las orejas) y otras
veces nos daba con la regla en las yemas de los dedos.
Para estudiar tenía la enciclopedia Álvarez y los cuadernillos
de Rubio, pero lo que más me gustaba era la hora del recreo,
para salir a jugar con mis amigas Carmen, Encarnita,
Angelines y con mi hermana Encarna. Lo primero que nos
hacían era darnos un vaso de leche en polvo, que a mí no me
gustaba nada y luego nos poníamos a jugar, las chicas solas,
unas veces al pañuelo o a la teja o nos poníamos a saltar a la
comba porque los chicos jugaban aparte.
¡Fue una época maravillosa sin problemas!
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 27
RECUERDOS DE MI PRIMERA ESCUELA
Maribel Gil Mi primera maestra fue Doña Sofía, la directora de la escuela, tenía yo seis años, nos dio primero y segundo curso. Las escuelas eran muy grandes, el edificio tenía dos plantas, una planta era para los chicos y otra para las chicas. Entonces estábamos separados unos de otros. Recuerdo que cuando llegábamos por la mañana nos daban un vaso de leche, cosa que a mí no me gustaba (sigue sin gustarme la leche). Por entonces los maestros eran muy estrictos nada más se rezaba, se cantaba y nos ponían un lazo blanco de papel en la cabeza. Esto fueron los primeros años, en los recreos salíamos a jugar al patio que era muy grande, jugábamos a la pelota, a las canicas y a los vivos y
28 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
muertos que consistía en formar dos equipos y tocarnos con la pelota, ganaba el equipo que más aguantaba. Mis siguientes maestras se llamaban Rita, Doña Paquita y Doña Mercedes, recuerdos esos años con mucho cariño. A mis compañeras las recuerdo ir siempre juntas a todos los sitios, sobre todo a Micaela que vivíamos una enfrente de otra y éramos inseparables, no faltábamos nunca a clase y siempre hacíamos los deberes juntas, cuando terminábamos nos íbamos a la calle a merendar y a jugar. Hoy en día sigo teniendo las amigas de clase menos a Micaela que falleció. Y así fueron esos años de escuela muy especiales y con muchos recuerdos.
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 29
RECUERDOS DE NIÑA EN MI PRIMERA ESCUELA
Ana María Algaba.
Hola amigos, voy a tratar de recordar mis primeros años en la escuela de un barrio de Madrid. Tengo que admitir, a mi pesar y mi arrepentimiento que no me gustaba estudiar y hacía muchos novillos. La escuela estaba bastante lejos de mi casa y yo iba con mi amiga Concha jugando y cuando llovía nos metíamos por todos los charcos y llegábamos tarde a la escuela. Por eso, cuando tuve que dejar de ir con doce años para cuidar de mi hermano pequeño que estaba enfermo, para mí no fue un sacrificio sino una liberación. En la escuela de esa época recuerdo que los niños y las niñas estudiaban en colegios distintos. Tengo un grato recuerdo cuando en el mes de mayo cantábamos con flores a María. También recuerdo que por
30 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
las tardes nos daban un vaso de leche en polvo y una porción de quesito amarillo Lo peor eran los castigos cuando no hacías los deberes y la maestra te llamaba a su mesa y te castigaba con los brazos en cruz, antes te había dado unos cuantos golpes en las palmas de las manos con una regla de madera. Otras veces el castigo era ponerte de rodillas con los brazos en cruz y el remate era ponerte unos libros encima de las manos. Tengo que reconocer que no recuerdo que me castigaran ninguna vez sólo alguna vez me dieron con la regla. Yo, en el colegio, era una niña muy tímida y buena. También tengo muy buenos recuerdos de los juegos que hacíamos en el recreo y lo bien que lo pasábamos. Dicen que el tiempo perdido no se recupera y es verdad. ¡Ojalá pudiéramos rectificar! Dedicado a las profesoras que tuve y reconociendo su gran esfuerzo por enseñar lo que yo no quise o no pude aprender.
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 31
RECUERDOS DE NIÑA EN MIS PRIMEROS COLEGIOS
Teresa Rivera
¿Cómo puedo explicar mi experiencia cuando
estudié en tres colegios distintos, por motivos ajenos a
mí? Empezaré por decir que del primero no tengo
apenas recuerdos, solamente tenía cuatro años; en el
segundo estuve hasta los ocho años, allí tomé mi
primera comunión, ir a clase todos los días los recuerdo
como una tortura, cuando habría el libro y lo
encontraba gris, triste, no me ilusionaba, solo me
encontraba más a gusto en las clases de dibujo y de
matemáticas; gracias que (¡por fortuna!), mis padres se
cambiaron de casa y me matricularon en el tercer
colegio. Cuando entré en este colegio todo era distinto.
El colegio se llamaba Colegio-Academia Labor, la
central tenía su sede en la Puerta del Sol, pusieron una
sucursal cerca de mi casa, siempre iba con mi amiga Mª
Carmen y con sus hermanos gemelos, algunos años
mayores que nosotras.
El colegio no era un edificio grande, todo lo
contrario, las clases más bien pequeñas, teníamos un
patio exterior con mucho sol, los chicos y chicas
compartíamos aula, era un colegio mixto, las paredes
de clase estaban decoradas con trabajos nuestros,
mapas, dibujos que la “Seño” nos iba pidiendo para
exponerlos.
Nuestra profesora Pilar, la “Seño” –como la
llamábamos”- era alta, de pelo oscuro y muy corto, sus
32 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
faldas escocesas las combinaba con conjuntos de jersey y
chaqueta. Un día nos llevó al parque de la Fuente del
Berro, se vistió con unos pantalones tobilleros; para
nosotras era inimaginable en esa época, allí nos enseñó
la flora de todo nuestro entorno, fue una clase en vivo
de Ciencias Naturales.
Con las Matemáticas empecé a comprenderlas mejor
y con las demás asignaturas mejoré mucho.
Hacíamos dictado diariamente del libro de Don
Quijote, allí tuve mi primer diccionario, mi pluma
estilográfica e incluso un pequeño compás, ¡que en aquel
entonces no era muy fácil tenerlo!
Con su astucia e inteligencia consiguió que
mejorásemos nuestras notas; nos daba puntos que se
sumaban al final de mes, y el que consiguiese más
puntos llevaría la medalla de “Aplicación” durante
dicho mes.
Teníamos algún castigo que otro.
En el recreo jugábamos al rescate, a la comba, al
trueque, al pañuelo y cambiábamos cromos con los
compañeros.
Solo me queda decir que esa etapa de colegio fue
muy bonita para mí y mis compañeras.
La “Seño” Pilar además de enseñarme y disfrutar en
sus clases, me aportó muchos valores: el compañerismo,
el respeto, la naturaleza y un sinfín de cosas más.
Quisiera que esta redacción sea también un
pequeño homenaje para los profesores vocacionales que
luchan día a día por la educación y formación de
nuestros hijos y nietos.
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 33
RETAZOS BREVES DE MI INFANCIA EN LA ESCUELA
Laura Fernández
Para mí la escuela fue muy importante porque la escuela la tenía en mi casa, pues mi padre, aunque no era maestro, era muy inteligente y enseñaba a los mozos del pueblo que no habían podido terminar la escuela y les enseñaba por las noches de otoño e invierno, porque no había tarea en el campo. Tanta ilusión tenía yo por la escuela que quería hacerme grande para poder ir y tanta lata le di a mi madre que ella, con su infinita paciencia, me compró una cartilla para aprender las letras y con palitos de madera aprendí a contar. Cuando llegó el ansiado día veintinueve de septiembre de 1951 y pisé la escuela por primera vez, estaba feliz porque la maestra Doña Maruja, que yo conocía del pueblo, era muy cariñosa y comprensiva.
34 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
Así empecé mi andadura por la escuela y, como los inviernos eran muy fríos, teníamos unas latas de sardinas de 1 kg con cisco para calentarnos. Éramos sesenta niñas de diferentes edades (ahora pienso cómo se las apañaría la maestra) de vez en cuando nos aplicaba algún castigo pero era poco duro porque Dª Maruja tenía mucha paciencia y nos tenía mucho cariño, la tuve algunos cursos, luego vinieron otras maestras, pero ya no era lo mismo. Voy a contar lo que hacíamos: leíamos El Quijote, que entonces nos parecía muy difícil, hacíamos problemas y deberes y también cosíamos –para ser mujeres de nuestra casa, como entonces se decía de las chicas-, teníamos juegos de invierno y hacíamos pistas de hielo y jugábamos a la taba y a los chitos y, en primavera a la comba y a la pelota. Ya más mayorcita, nos hicieron una clase nueva y así éramos treinta niñas en cada clase y tengo más buenos recuerdos que malos.
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 35
RECUERDOS DE LOS COLEGIOS DE AYER
Cuando yo era pequeña e iba al colegio, la
enseñanza era muy diferente a la de la actualidad.
Consistía, respecto a la educación de hoy, en que
había mucha disciplina, respeto, religiosidad y
autoritarismo, por parte del profesorado. Los métodos no
eran los adecuados ya que se basaba en el aprendizaje
memorístico, el cual no permite el desarrollo integral
del alumnado en todas sus potencialidades.
Apenas había tiempo para la investigación y el
descubrimiento.
En la educación de antes, además, predominaban,
sobre todo los castigos, un error a mi modo de entender,
ya que se obtienen actitudes mucho más positivas
premiando las buenas acciones que condenando las
malas.
Pilar de Lagarde
36 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
RECUERDOS DE MI ESCUELA
Yo tuve la suerte de estrenar la Escuela. Está construida toda de piedra y con un diseño especial. Trabajaron todos los padres del pueblo en ella sin cobrar ni una peseta, lo que antes llamaban “a retén”. En ella aprendí a leer, a escribir y lo que decían antes, las cuatro reglas. También aprendí a jugar a las muñecas, a los alfileres, al clavo, al balón prisionero, a las películas, etc. Allí probé la leche en polvo, el queso amarillo y la mantequilla. También disfruté de las actuaciones que en sus grandes salas se celebraban todos los años. Todas las maestras me trataron bien, a pesar de que faltaba mucho a clase. Como pertenezco a una familia muy numerosa, estuve algún tiempo en el comedor de beneficencia. En el patio formé como todos, para cantar el “Cara al Sol” y hacer los honores a la Bandera. El cura, Don Luciano, supervisaba casi todo. Una maestra que me dio corte y confección se inventó una canción que decía: “En España manda Franco; en Cuba, Fidel Castro y en Burgohondo, Don Luciano”. No tengo malos recuerdos de la Escuela, lo único que llevé mal es que se les olvidara instalar la calefacción.
Margarita Blázquez
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 37
RECUERDOS ESCOLARES
Era el primero de septiembre de 1989,
cuando mi madre me despertó por la mañana para
ir el primer día al colegio. Estaba un poco
asustado, pero también con muchas ganas de
conocer a mis primeros amigos y todas las cosas
que iba a aprender. Mi madre me vistió con el
uniforme, cogió mi pequeña mochila y
sujetándome de la mano me llevó al cole.
Tardamos diez minutos en llegar allí.
A primera vista me pareció un edificio
enorme, pero con mucho encanto. Y cuando entramos en el patio, vi un montón de
niños con sus padres. Todos iban arreglados y con ramos de flores en las manos.
Las niñas llevaban un uniforme de color azul marino y el pelo recogido con dos
coletas. Los niños, igual que yo, llevaban el traje del mismo color y con una
camisa blanca. El director nos felicitó por el primer año escolar y nos deseó
mucha suerte en el aprendizaje. Luego uno de los niños, que ese mismo año iba a
acabar el cole, cogió a la compañera de mi clase y cogiéndola del brazo dieron una
vuelta delante de toda la gente con una campanilla en la mano, dando el sonido de
que empezó el primer año escolar.
Después de toda la ceremonia nos fuimos a lo que iba ser nuestra clase junto
con la profesora. Ella era una mujer joven de unos 35 años con el pelo largo y
oscuro y con unos ojos grandes que iluminaban cariño y amor al mirarnos.
Entramos en clase junto con nuestros padres y nos sentamos. La profesora
nos dio la bienvenida y se presentó a sí misma. Luego empezó a contarnos sobre
el colegio y sobre las clases que íbamos a tener. Todos la escuchábamos con
mucha atención. Este día llegué a casa con ilusión de volver otra vez al colegio.
Han sido unos años maravillosos que recuerdo con mucho cariño.
Allí conocí a uno de mis mejores amigos de la infancia con el que mantengo el
contacto hasta el día de hoy y también encontré mi primer amor. Cada año
intentamos juntarnos con algunos compañeros y visitamos a los profesores y
también pasamos un rato en el colegio, recordando los mejores momentos y las
travesuras que hacíamos.
Ésta ha sido, una pequeña parte, de mi infancia que me gusta recordar de vez
en cuando y volver por un rato a aquellos tiempos tan felices.
Kyryko Kyrylink
38 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
MI PRIMER DÍA DE ESCUELA
Recuerdo con mucha nostalgia uno de los más bonitos
otoños de mi vida, el que me ofreció la alegría de entrar
por primera vez, en el universo lleno de encanto y misterio,
el de un colegio.
Era como si estuviera entrando en tierras de cuentos,
la escuela era un castillo y la maestra un hada.
Agarrando fuerte las manos de mis padres con la
mochila en la espalda y con pequeños pasos entré, por
primera vez, en la escuela.
Tenía mucha emoción pero en cuanto vi a los otros
niños, me encantó saber que iba a tener muchos amigos.
Fueron los mejores años.
Los días pasan, los años también, la escuela se acabó
hace tres años, pero recuerdo con mucha alegría los
bonitos momentos vividos en los primeros días del colegio.
Extraño mucho a mis compañeros porque estoy muy
lejos, en España.
Cosmin Saban
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 39
MI EDUCACIÓN
Empecé a estudiar con 6 años. Desde mis inicios nunca había tenido ningún amigo y me sentía siempre marginado entre compañeros y profesores por el defecto mental que tengo. Al año siguiente me mandaron a apoyo, porque decían que tenía mucho retraso y ni me ayudaban ni me daban apoyo. La asignatura que más me gustaba y me sigue gustando es las matemáticas. Aprendía en mi casa con la ayuda de mi padre que hacía que me aplicara en las cuentas de casa. Cuando iba a clase me echaban sin motivos porque yo siempre he sido callado e incluso los profesores me excluían psicológicamente y me trataban como a un loco, yo me ponía a llorar y no quiero ni recordarlo… Hasta los compañeros que tenía me pegaban y me trataban como una basura. A mí me hubiera gustado sacarme el título antes y tener amigos de verdad que me ayudaran y me apoyaran. La asignatura de inglés no la entendía, solo la escuchaba en mi música o a gente que oía, pero nunca me quedé con la copla. Hasta que me encontré esto y voy aprendiendo. Las demás asignaturas, pues me lo daban en apoyo, y aprobaba curso por mediación de apoyo durante los 12 años que estuve estudiando, es decir desde los 6 hasta los 18 años. Cuando terminé de estudiar me puse a sacar un módulo de Garantía Social y lo terminé con notas más inferiores que aquí, sacando un 5 o 6, y después me dediqué a trabajar en trabajos que a mí me gustaban. Gracias a esos trabajos encontré amigos y amigas que me apoyan y ayudan en todo lo que necesite como yo a ellos. Sinceramente, mi educación ha sido mala y espero que esto me salga a base del sudor de mi frente.
Sergio Meneses
40 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
VIDA ESCOLAR
Nací en Madrid en 1949, soy el menor de tres hermanos. Empecé el
colegio a la edad de seis años. El colegio estaba en la calle Juan de la Hoz,
esquina a Pilar de Zaragoza de Madrid. Tuve varios profesores, en el tiempo que estuve en él, uno de ellos se
llamaba Don José, para mí, una pesadilla. Muchos lunes no sé cómo se
enteraba de que no había ido a misa el domingo, y ya sabía yo lo que me
esperaba, toda la mañana de rodillas frente a la pizarra. También recuerdo que en Cuaresma, nos llevaban a los ejercicios
espirituales a la iglesia toda la semana, mañana y tarde y así pasaba, que
cuando el cura subía al púlpito, al rato la mayor parte nos quedábamos
dormidos. Recuerdo que vino a España en viaje oficial el Rey
de Marruecos, Mohamed V, y nos llevaron a la
Avenida de América a recibirle con nuestras banderitas correspondientes. A los dos años vino de viaje oficial el Presidente
de Estados Unidos, Eisenhower, y también fuimos a
recibirle con las banderitas al mismo sitio. Y desde
entonces empezaron a traer la leche en polvo, el
queso y la mantequilla. Al poco tiempo, nos fuimos a vivir al pueblo de
Fuencarral, allí empecé otra nueva etapa, en el
colegio Víctor de la Serna. Comencé en cuarto curso
y pronto pasé a quinto, en esta clase el profesor era
Don Emiliano, que para ocupar las mesas primeras las ocupaba el que más
adelantado iba en el catecismo. Al año siguiente, pasé a sexto, allí tuve el mejor profesor de mi vida
escolar, se llamaba Don Wenceslao Ezquerra y fue cuando más aprendí. Él
fue el que nos propuso que en verano nos preparásemos para sacar el
Certificado de Estudios Primarios sin costarnos nada. Y a los catorce años
empecé a trabajar.
Tomás Martínez Cortés
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 41
MI VIDA ESCOLAR
Mi colegio estaba en el
centro del pueblo, solo había uno
cuando yo empecé, estábamos
todos juntos, había ocho o nueve
aulas y el patio era una explanada
de tierra, en una esquina teníamos
el campo de fútbol con dos palos
clavados en el suelo que hacían de
portería.
No me acuerdo qué años
tenía cuando empecé el cole, pero
sí recuerdo que mi madre, antes
de empezar en el colegio, me llevaba a una casa donde Doña Rosa (digo
lo de “Doña” porque antes así había que llamar a todos los profesores)
nos enseñaba a escribir a unos pocos niños.
Mi primer maestro cuando empecé el cole se llamaba Don Santos, con
él estuve dos cursos, luego cambiamos con Don Marcial, tenía muy mala
pipa, nos tiraba con la tiza si no atendíamos, sobre todo, a los que
estábamos sentados atrás.
Las asignaturas que más me gustaban eran las Sociales y Naturales y
las que menos Lengua y Francés. Para religión nos íbamos a un colegio
de monjas porque, en esos años, religión era tan importante como
cualquier otra asignatura.
Las notas nos la daban cada trimestre y las mías, la verdad, no eran
muy buenas, pero me gustaba el colegio, te lo pasabas bien, aunque
algunas horas se hacían eternas, sobre todo, las de la tarde.
Los exámenes los copiaba el maestro en la pizarra y te daban un folio
donde tú contestabas. Me acuerdo que empezabas a escribir y cuando
llegabas al otro extremo te habías torcido un montón.
Hasta cuarto curso iba sacando todas las asignaturas, con un
Suficiente, pero bueno, las aprobaba. Luego en quinto me costó mucho
aprobar y sexto tuve que repetirlo, era normal, yo era de los que
llegaban a casa y soltaban la cartera y me iba a jugar o con mi padre al
campo, algo de lo que después que pasan los años te arrepientes…
También me acuerdo de la primera cartera que tuve, era grandísima y
me costaba un montón llevarla a casa.
Al final terminé la escuela con catorce años y en sexto, yo no llegué a
octavo. Ahora estoy en la escuela de adultos intentando sacar la ESO y
arrepintiéndome de no haber sabido aprovecharlo antes.
Ángel Pesado
42 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
MIS DÍAS EN EL COLE
Para empezar y antes de contar cómo fueron esos días en el colegio,
quiero presentarme: me llamo Mª José, llegué al mundo un 2 de
octubre del 1960 en Madrid.
Hace poco menos de un año, me quedé sin trabajo, fue
entonces cuando decidí volver a estudiar, terminar todo aquello que
un día dejé sin hacer por circunstancias ajenas a mí y con el apoyo de
mi familia me puse a ello.
Es ahora cuando me doy cuenta de todo lo que ha cambiado el
sistema educativo, en cuanto a profesores, materias y forma de
educar. Los profesores ahora son más comprensivos que los de antes.
Ahora, si tienes un problema tratan de ayudarte, antes era al contrario,
eran ellos mismos los primeros que te ridiculizaban ante dicho
problema.
Entre las situaciones que yo viví durante esos días de cole,
destacaría los momentos en los que si hacías algo fuera de lo que
aquellos maestros pudieran considerar “bien hecho” te castigaban de
tal manera, que te daban con la regla en las uñas, o te colocaban de
cara a la pared con un libro en cada mano. Castigos que en los
colegios de hoy en día no suceden.
Creo que son anécdotas que para todas aquellas personas que
están viviendo y, sobre todo, estudiando en esta época las puede
parecer increíble; pero es cierto que hace 50 años las maneras de
enseñar eran muy distintas a las que vivimos en la actualidad.
37 años después y habiendo vivido todo esto hoy me siento
orgullosa de estar donde quiero estar, estudiando, espero aprender
mucho, poner todo lo que pueda de mi parte y lograr mi meta.
Mª José Angulo
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 43
MIS RECUERDOS DE ESCUELA
Nací en Madrid, en el año 1946, en la casa de mis padres y abuelos en el
barrio de “Lavapiés”. Se llama así porque hace muchos años las personas que
vivían allí eran “judíos” y la “iglesia” de San Lorenzo de hoy en día en aquel
entonces era una “sinagoga” y en la plaza de “Lavapiés” había una fuente donde se
lavaban los pies, para entrar a hacer sus oraciones y de ahí viene el nombre del
barrio.
Barrio castizo y humilde, nada tiene que ver el de entonces en el que nací, me
crié y crecí, con el de ahora, el barrio ha sido adoptado por muchas otras culturas,
pasó después de marcharme de allí, hace 41 años cuando me casé y me vine a vivir a
Alcorcón, donde me encanta vivir. Cuando era pequeña había la costumbre de
beber el agua en “botijo” y en todas las casas había uno. Podíamos jugar en la calle
sin peligro de coches, nadie en el barrio tenía uno.
Yo iba al colegio de chicas “Emilio Pardo Bazán” y en la misma calle más
adelante el de los chicos “Luis Vives”, los colegios no eran mixtos. En mi colegio a
media mañana nos daban un vaso de leche en polvo y por la tarde un trocito de
queso de color naranja y todos los días antes de marcharnos teníamos que cantar el
“Cara al Sol”. Cuando terminábamos el colegio la enseñanza escolar a los 14 años,
llegábamos a la raíz V2 y V3. Yo tuve la suerte de ir al colegio, otros pobres en la
edad escolar ya trabajaban.
También tuve la suerte que en mi casa teníamos agua y un wáter, pero en las
“casas corralas” de alrededor tenían en el patio una fuente y un wáter para todas
los vecinos. Pero los críos éramos felices con lo que teníamos, no conocíamos otra
cosa y el nivel de vida era muy igual el de todos los que vivíamos en el barrio.
No teníamos cultura pero sí respeto pues nuestros mismos padres no nos
daban la confianza que nosotros sí hemos dado a nuestros hijos. Con el paso del
tiempo ha ido cambiando todo: formas y maneras de vivir.
Cuando era pequeña, se vivía mucho con la vecindad, se ayudaban unos a
otros, también había broncas que con el lenguaje de entonces, era de ponerse a
temblar.
Podría contar muchísimas cosas, pero lo que está claro es que cada uno ha
vivido lo que tocaba en ese momento vivir. Me gusta estar haciendo este trabajo
porque he tenido que hurgar y recordar cosas de hace muchos años y todos tenemos
nuestras vivencias. En el libro de Don Benito Pérez Galdós titulado “Fortunata y
Jacinta” se refleja la época de mis abuelos maravillosamente, pero no cambio
ninguna época con la presente que estamos viviendo con sus luces y sombras. Mis
antepasados y familia actual, incluyéndome yo, somos todos de Madrid, pero el
apellido que llevamos es muy catalán “Vendrell” lo cuento porque me parece
curioso.
Si la paciencia tuviera forma de persona sería Antonio Lerma nuestro tutor.
Muchas gracias.
Teresa Vendrell
44 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
RECUERDOS DE MI INFANCIA
Voy a contar más o menos lo que me acuerdo de mi infancia, aunque digamos que de mucho no me acuerdo, pero haré un esfuerzo. Me llamo Damilson Prazeres Pedro Nombala, he nacido en Angola, provincia de Luanda, salí de mi país con 2 años y medio y mi destino fue Portugal para mejorar el nivel de vida porque justo en el tiempo que salí de mi país aún seguía en guerra. Mis padres querían lo mejor para mí, por ese motivo decidieron emprender el viaje a otro país. Contaré cómo fue mi vida a partir de los 5 años más o menos. Mi madre era cocinera, mi padre trabajaba en la obra y no había quién podía quedarse conmigo y me tenía que quedar siempre con una amiga de mi madre hasta que pudiera entrar en el colegio. Recuerdo que cuando empecé el colegio fui siempre un niño muy cerrado, me costaba comunicarme con los demás niños de mi clase y en aquellos tiempos aún había mucha discriminación, por ese motivo me cerraba más al relacionarme con las personas. A pesar de mi timidez siempre fui un niño demasiado vivo, era muy adorado por las profesoras del colegio. La vida en Portugal no es que fuera muy agradable para algunas personas porque he visto demasiada pobreza y mucha mala vida, hasta el día que me mudé de barrio, que era un barrio más normal. Mi familia decidió emigrar de Portugal para venir a España. En el tiempo que íbamos a viajar tenía yo 9 años, no tenía idea casi de qué país era hasta hoy. Al principio de venir a España no pensé que fuese España, porque me sorprendía ver tantas personas de color blanco. Escuchando a las personas me suponía que fueran ingleses, hasta que me fui adaptando y aprendiendo el idioma. Poco más tarde entré al colegio sin casi saber el español, tengo muchos buenos recuerdos de aquellos tiempos.
Damilson Prazeres Pedro Dombala
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 45
RECUERDOS DE MI EDAD ESCOLAR
Recuerdo con nostalgia mi etapa escolar. Íbamos a un colegio de Fuencarral en
Madrid.
Somos tres hermanos y cada mañana íbamos siempre juntos al colegio. Mi hermana
Nieves, que es la mayor, nos llevaba al cole; nunca olvidaré aquel primer día de colegio; qué
nervios cuando llegamos a la escuela, nos colocaban a cada uno en su fila y con la mano
en el pecho nos hacían cantar el “Cara al Sol” delante de la bandera de España.
Nuestras maestras nos subían a clase, en orden y en silencio nos poníamos en
nuestras mesas y de pie rezábamos.
Mi primera maestra se llamaba Cristina. Era muy cariñosa, nos enseñaba canciones
muy divertidas y jugábamos en clase a juegos muy entretenidos. Nos sentábamos de dos
en dos y los pupitres eran de madera. Ella me enseñó a leer y a escribir, tuvimos tres años
seguidos a la misma profesora. La cogimos mucho cariño.
Todos los días cuando salíamos al recreo nos daban una botella de leche a cada niño.
En el patio jugábamos a la goma, a la comba y a esconder tesoros que, cuando
pasaban los días, nos dedicábamos a buscarlos. Los tesoros eran piedras envueltas en
papel en plata de colores que parecían diamantes. En el patio, además, hacíamos
gimnasia y saltábamos al potro.
Recuerdo a un profesor que nos dio un capón en la cabeza muy fuerte porque mi amiga
y yo estábamos hablando en el comedor. Nos dio muy fuerte y nos dolía mucho la cabeza.
Nos asustamos mucho porque sólo teníamos 5 años. Nos escapamos del comedor y nos
fuimos a casa a contárselo a nuestros padres.
Luego nos cambiaron de profesora. Era muy joven y tenía un novio italiano y nos
enseñaba palabras que le decía su novio; ¡era muy divertida! Nos enseñaba matemáticas,
lengua con ejercicios de caligrafía y redacciones, geografía con mapas físico y político,
historia y religión.
Las clases eras mixtas, de chicos y chicas, al principio nos daba mucha vergüenza,
hasta que nos hicimos amigos de ellos y luego jugábamos al fútbol juntos y nos lo
pasábamos muy bien.
Fueron recuerdos muy bonitos que nunca lo olvidaré.
Candi Pontes
46 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
MEMORIAS DE MI EDUCACIÓN
Nací en un pueblo de 700 habitantes de Extremadura, donde pasé toda mi
infancia y, por lo tanto, mi primera etapa escolar.
Empecé a ir al colegio a los seis años. En aquellos años 70 las carencias que
existían en un pueblo tan pequeño, eran muchas: falta de trabajo, pocos medios
educativos e incluso sanitarios.
Mi primer día de clase lo recuerdo con muchos nervios y desconcierto,
pues lo esperaba con muchas ganas, pero a la vez con cierto miedo.
Ese día me desperté muy temprano. Mi madre me preparó el desayuno, me
vistió y me peinó mis dos trenzas. Quedamos con mis vecinos y amigos para ir
juntos al colegio que estaba a las afueras del pueblo. Durante el trayecto las
madres iban hablando y nosotros reíamos nerviosos, cargados con nuestras
carteras, que ya las quisieran los ministros. Yo iba contenta, pero percibí que
algo le pasaba a mi madre. Ella no tenía la misma expresión en la cara que las
demás- Llegué a la fila una de las primeras, pues ya entonces me gustaba ser
puntual. Me despedí de mi madre con un beso y al mirar atrás, vi cómo lloraba.
Al día siguiente, ella se marchó a Madrid a trabajar, pues mis padres se
habían separado y, en mi pueblo, como he mencionado antes, no había trabajo y
menos para una mujer.
Mis dos hermanas pequeñas y yo nos quedamos en buenas manos, con mi
abuela, una mujer seria, de pocas palabras que a su manera nos quiso y yo así lo
sentí.
El curso empezó, era 1º de EGB. Mi profesor se llamaba Don Manuel y con
él aprendí a leer y a escribir. No recuerdo que fuera muy cariñoso, pero a mí me
gustaba ir al colegio.
Yo era muy tímida y un día empezó a sacarnos a la pizarra para
preguntarnos, me puse tan nerviosa que me hice pis; no me atreví a decir nada,
pero Diego, un niño que se sentaba detrás de mí, me delató. Al día siguiente no
sabía dónde meterme. Pero durante el curso no fui a la única que le pasó.
Los cursos siguientes se realizaban en otro edificio más céntrico, donde
había dos clases: 2º y 3º en una, 4º y 5º en otra. Eugenia era la profesora de los
dos cursos siguientes. Mujer que no demostraba ningún sentimiento hacia
nosotros y que además se le iba la mano muy a menudo. Estos cursos fueron más
duros, ya teníamos que estudiar y hacer exámenes. Por entonces, yo era muy
trabajadora y estudiosa pero, a pesar de todo, no me escapé de que, en alguna
ocasión, me pegara con la regla y la vara de olivo en las manos o en el culete.
También era habitual que nos dejaran encerrados en clase de 13 h. a 15 h.
y, además, sin comer. (El horario de clase era de 9 h. a 13 h. y de 15 h. a 17 h.).
Luego se presentaba en clase comiendo mandarinas, se nos hacía la boca agua.
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 47
Empezó mi tortura con los dichosos exámenes. Si el examen era escrito,
vomitaba en casa, pero si lo hacía oral, las palabras no salían de mi boca y ese día
también vomitaba en clase. Me hice famosa por ese motivo.
Recuerdo que el médico me preguntaba por los motivos de estos episodios;
entonces no supe contestarle, ahora sí.
Carmen fue la siguiente. Con ella las clases eran más divertidas y
fructíferas. Nos enseñó dónde coger arcilla del entorno, con la cual
modelábamos un castillo precioso. La clase de dibujo la realizábamos en muchas
ocasiones en las calles del pueblo. Recuerdo una en especial que pintamos la
iglesia. Y las de Ciencias Naturales eran divertidísimas, nos llevaban al campo y
de él obteníamos gran parte del material que luego estudiábamos en clase.
Estos cursos los terminé con muy buenas notas, casi tan buenas como las
de este año.
Así terminó mi primera etapa escolar.
Ahora soy una mujer adulta y cuando decidí volver a estudiar, tuve grandes
dudas y cierto miedo porque sé que ahora tengo menos capacidad, menos tiempo
y, además, sabía que había ciertos temas que no había superado.
Comparo una etapa y otra y llego a la conclusión de que más que el entorno
y los medios que se utilicen, es mucho más importante dar en cualquier etapa
escolar, con profesionales vocacionales, que te hagan crecer emocional e
intelectualmente, sin miedos ni complejos. Que no hace falta mano dura, pero
respeto, paciencia, comprensión y cariño, sí.
Nieves Pozo Pascual
48 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
RECUERDOS DE MI NIÑEZ Son pocos los recuerdos los que tengo de los años en
que tuve la suerte de asistir a la escuela. Cuando tenía
unos seis años, comencé en el pueblo, era la escuela
de las chicas, la profesora se llamaba doña Ones, era
una mujer no muy alta y gordita, siempre pendiente;
cuando llegábamos cada una de nosotras, nos
preguntaba cómo estábamos, nos pasaba una mano
por la cabeza y nos mandaba sentar: es de las pocas
cosas que recuerdo con mucho cariño. Y recuerdo
que ese año me pusieron la vacuna reglamentaria de
aquellos años, la cual se me infectó, lo recuerdo como
un martirio. Mi madre todos los días me llevaba al
practicante a curarme, qué mal lo pasaba, algunos días no podía acudir a la escuela; pero recuerdo que
mi madre a veces me llevaba en brazos hasta la puerta, y la señorita, que era un cielo, me acompañaba
hasta mi sitio.
Mis primeros recuerdos con los libros son de cuando tenía unos cuatro años. Mi abuelo Nicolás, el padre
de mi madre, nos leía los libros que él tenía, y que nosotros no entendíamos; pero nos daba igual, siempre
que le veíamos leer, nos sentábamos alrededor suyo y, si no era del libro que en ese momento tenía en las
manos, él nos contaba historias que nos gustaban más, y los cinco o seis hermanos que en esos momentos
éramos nos lo pasábamos estupendamente. Recuerdo mucho a mi abuelo: era un buen hombre y muy
culto para la época, escribía muy bien, con una letra preciosa, leía mucho. Pero no supo o no quiso
enseñar a sus hijos, ninguno de los seis hijos que tuvo sabía leer ni escribir, decía que cuando fueran
mayores aprenderían. Cuando cumplí los siete años, una hermana de mi padre que vivía aquí en Madrid,
le pidió a mi padre que me dejase venir a vivir una temporada con ellos, así les quitaban una boca que
alimentar. Así aterrice en la capital, todo un mundo para mí. Mis tres primos ya eran mayores y yo era la
niña bonita, la verdad es que me sentí muy querida por todos, pero lo mejor venía de mi tío Máximo, le
quise como a mi padre, nos adorábamos; pero la mala fortuna quiso que lo disfrutara por poco tiempo,
una meningitis se lo llevó cuando yo tenía diez años.
Cuando llegué a Madrid comencé en una escuela que pillaba cerca de casa; la profesora se llamaba
Guadalupe, como sabía que yo vivía con mis tíos, me cuidaba mucho. Recuerdo que siempre procuraba
darme el vaso de leche más lleno y, por la tarde, el trozo de queso más grande: eso era una mínima cosa
entre todo el cariño que me demostraba. Yo también la quería mucho; recuerdo cuando me decía: “Nana,
tenemos que escribir a tus padres porque esta semana no les has escrito”; y así era, durante el recreo nos
poníamos las dos a escribir a mis padres. Recuerdo el frío que hacía, las nevadas tan grandes que
entonces caían camino de la escuela, o cuando visitaba a mis otras tías, que en Madrid eran cuatro. Yo
siempre estaba helada; recuerdo que durante el invierno me compraban unos zapatos de goma que no se
mojaban los pies, pero eran heladores. Aquí tuve mi primer cabás y un plumier de dos pisos que cuando
lo vio mi hermana la mayor, que le gustaba mucho manejarlo todo, me convenció para que se lo dejase
una temporada: tonta de mí, me quedé sin plumier. Cuando fui la siguiente vez al pueblo el estuche ya
estaba roto, era muy destrozona, fue una gran pérdida para mí, lo poco que teníamos lo cuidábamos como
oro en paño. También recuerdo la única muñeca que tuve, me la dieron en el colegio por buen
comportamiento, se acumulaban unos puntos y así la conseguí.
Me gustaría tener unos recuerdos más claros, pero no lo consigo, son como flases, sobre todo mis
primeros recuerdos con la escuela.
ANA TALAVERA
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 49
Párvulos y Dª María Teníamos muy cerquita la escuela, allí a 20 m de la plazuela íbamos Manoli de 3 y yo de 5añitos. En la carretera de Santiago que era el nombre de todo nuestro barrió, porque en él quedan los restos de la iglesia románica de Santiago. Nuestra maestra se llamaba Dª María, que era buenísima y muy cariñosa. Siempre la recuerdo con el mismo aspecto de mesura y dignidad. Era soltera, no muy alta, rellenita, no gorda, quizá estaría en la cuarentena, vestía siempre una especie de habito marrón con un cordón y el pelo que no era oscuro, recogido en un pequeño moño sobre el cuello. Dª María, en párvulos, nos enseñaba canciones, los primeros palotes, las primeras letras y las primeras manchas que eran los dibujos, como los que ahora hace el pequeño Alejandro, solo que él dibuja mucho mejor (está hecho un hacha). La escuela de párvulos era un gran salón cuadrangular, con una estufa en el centro. El salón estaba lleno de mesas cuadradas con cuatro sillas en las que nos sentábamos todas con las piernas colgando.
A medía mañana ella nos daba un trozo de queso muy amarillo y nos decía: “Niñas, a dormir”; y doblando los bracitos bajo la cabeza yo me dormía, porque entre el madrugón y el cansancio no aguantaba. Y eso es lo que hacíamos, un gran rato dormir y dejarla descasar a ella que bien se lo merecía. Tenía en su clase a treinta niñas o más. En la villa solo había otro parvulario, era de pago y de monjas. Cuando salíamos de la escuela, con los chicos del barrio, como estábamos tan cerca de casa, nos poníamos a jugar todas juntas en la plazuela de arriba (era igual a la nuestra de abajo únicamente que dos metros por encima de la carretera) solo un ratito breve, al escondite o cualquier otro juego, el caso era jugar cualquier ratillo que tuviéramos. Toda la vida he pensado que mi niñez sin juguetes y con tan escaso tiempo para jugar, había sido vivida en plenitud, con aquella variante de quehaceres que llenaban nuestro días de responsabilidad impropias de tan tierna edad, pero que habían enriquecido mi niñez y mi vida. Y es verdad en parte. Ahora sé que los dos mayores, al no poder terminar la escuela, fue como si nos hubieran cortado las alas de la fantasía, todo en nosotros fue siempre responsabilidad a tope. A Dª María cualquier peculiaridad que le llevaran las niñas al parvulario le servía para darnos una lección magistral, para que “sus niñas”, como ella nos llamaba, saliéramos más felices que unas pascuas de sus clases. Tan embobadas nos tenía. Otras crías venían con otro cuento. A su padre, que era pastor, un día se le escapó una oveja y se metió en una cueva; él la llamó por su nombre porque cada oveja tenía su nombre, mandó al perro tras ella, pero este regresó con el rabo entre las piernas y la oveja no volvió. Se la dio por perdida. Alguien preguntó: “¿Y por qué no ha salido? ¿Dónde está la oveja?” Dª María se calaba sus lentes, la clase se acomodaba con los coditos sobre la mesa y las piernas colgando y Dª María comenzaba; “En esa cueva, hace ya muchos años, otro pastor perdió su oveja y al cabo de 4 días apareció en Las Trampas (Las Trampas era un barrio de cuevas, al otro lado del pueblo por detrás de la plaza del castillo). El animalito apareció con el cuerpo cubierto de cuchilladas y después murió”. Aquello era aterrador. Con el tiempo supimos que era verdad, que esa cueva existía. Recuerdo que yo tendría 5 años cuando se acabó la Segunda Guerra Mundial, y Dª María, se trajo a vivir con ella a una niña alemana de cabellos rubios como el oro, altísima para su edad, era el doble que yo con una edad similar. Aquella niña fue un tesoro para ella; la cuidó, la educó, la mandó a la universidad y, cuando cumplió los 22 llegaron unos familiares y se la llevaron a Alemania. No recuerdo su nombre, pero me dio mucha pena que le quitaran a su hija a Dª María
Marina Ponce Ventosinos
50 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
RECUERDOS DE MÍ EDUCACIÓN
Mi educación comenzó en el seno de mi gran
familia, soy la octava de nueve hermanos, y con
mis padres éramos once. Con ello quiero decir que
para el buen funcionamiento había normas y
disciplina ya que mis padres trabajaban y eran
mis hermanas mayores quienes se ocupaban de
los menores y de la casa.
A la escuela acudí con cinco años al “GRUPO
ESCOLAR CALVO SOTELO”, así se llamaba. Era mi
hermana Geli siete años mayor que yo quien se
ocupaba de nuestro aseo y de acompañarnos al
“cole”, digo nuestro porque también acudía al mismo Nati , la benjamina.
Nuestros orígenes eran humildes, pero mi hermana nos llevaba siempre
como princesas, a Nati con sus bien peinadas trenzas y a mi con lindos
tirabuzones.
Me encantaba ir al “cole”, aprender cosas nuevas que hacíamos cantando,
como las tablas de multiplicar, los ríos de España, y España limita al Norte
con el mar Cantábrico…
La hora del recreo era el mejor momento del día, jugar en el patio que me
parecía enorme, también cuidar de mi hermana menor, ello me hacía
sentir mucho mayor. Y así fue durante toda mi infancia y adolescencia, me
hicieron siempre responsable de su cuidado y cuando la perdía de vista me
entraban todos los males.
Era la época en la que en los colegíos estatales nos daban a beber leche en
polvo que no me gustaba nada, al igual que aquel queso amarillo, y siempre
que podía me escaqueaba.
Tengo gratos recuerdos de mis primeros años de escuela, solo una vez que
recuerde me castigaron y fue porque se me vertió el tintero en el pupitre y
por ello me mandó la “profe” a la última fila, y sin replicar asumí el castigo
“entonces si se tenía un gran respeto a los maestros”. Otra manera de
castigo era ponerte de cara a la pared o expulsarte de clase durante un
tiempo.
En aquellos años en Madrid en invierno hacía mucho frío y caían
espectaculares nevadas, y eran esos días de los más divertidos, sobre todo si
nevaba durante el horario escolar ya que al salir nos lo pasábamos bomba,
amasábamos la nieve formando bolas que después nos tirábamos, también
hacíamos muñecos con ella y una vez terminados nos lanzábamos sobre
ellos. Llegábamos a casa heladas, pero contentas.
Al no disponer de juguetes, ya que cuando llegaban los Reyes Magos lo que
nos dejaban eran el cabás, libretas y lápices para el “cole”, nos las teníamos
que ingeniar para divertirnos.
Debo decir que lo conseguíamos. Mi infancia fue feliz, podíamos estar en la
calle sin peligro de atropello, pues apenas pasaban coches, y practicábamos
cantidad de divertidos juegos, que los niños de hoy desconocen: el pañuelo,
el rescate, las tabas, el escondite, entre otros, que formaron también parte
de mi educación.
Rosalía López
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 51
Parece que fue ayer, aún lo recuerdo, una estufa en un rincón, la clase muy grande, el encerado y las tizas. Una pizarra y un pizarrín, en una bolsa de trapo que nuestras madres nos hacían para tal fin, lo cierto era que la pizarra apenas duraba un día o dos, luego se rompía en seguida, pero rota duraba mucho tiempo. Luego llegaron los lapiceros y los cuadernos. Empecé a ir a la Escuela a los seis años; la Escuela se componía de tres clases: pequeños medianos y grandes. En la escuela teníamos campo para jugar al futbol y además nos servía de recreo; había algunos árboles frutales y un tilo precioso que aún hoy perdura y es ya muy frondoso. Al lado estaba la Escuela de las chicas con su fuente, su recreo y su tila, y las maestras que las educaban. Los maestros y maestras sí hablaban durante el recreo, pero los chicos no podíamos hablar con las chicas, no se permitía pasar a su Escuela. Cuando aprobabas, pasabas de curso yo al tercer año pase a los grandes, pero cuando estaba para terminar el curso me pusieron a cuidar corderos y el curso se acabó hasta que cumplí 62 años, que termino en la Escuela Municipal de Adultos de Alcorcón. A la entrada de la Escuela, en el pueblo, lo primero era rezar; al salir, cantar el “Cara al Sol” y algunas otras que aún recuerdo.
Si faltabas un día te ponían el ultimo y luego demostrando lo que ibas avanzando hasta los primeros puestos. La “vara de don Manuel, el tío
viruta” funcionaba bien a mí sólo me dio una vez, pero lo recuerdo.
Con nueve años hice la Primera Comunión en el mes de mayo y al poco tiempo, como ya era grande, pues me pusieron de pastor y ganaba cinco duros al mes. De los profesores no tengo malos recuerdos, otros puede que sí los tengan.
Jesús Troitiño
52 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
¡NOSTALGIA! A pesar de que han pasado varios años, aún recuerdo, como si fuese ayer, la escuela de mi pueblo. Cuando cumplí seis años, mis padres me llevaron a la escuela para que aprendiera todo lo que ellos no pudieron aprender. Fue a mediados de los 50. Las clases de los niños estaban separadas de las niñas. En el edificio donde se daban las clases había dos escuelas, una para pequeñas y otra para mayores. De la primera no recuerdo casi nada, pero de la otra sí. En el centro, delante, estaba la mesa de la maestra con la imagen de la Inmaculada, patrona de mi pueblo. En la pared un crucifijo y a la derecha la foto de Franco. En otra pared estaba el mapa de España, donde la maestra nos enseñaba geografía. A cada lado de la clase estaban los pupitres con dos bancos, donde la maestra nos ponía según lo adelantada que ibas. Todas las clases eran por la mañana, ya que por las tarde, la profesora nos enseñaba a coser y bordar. ¡Hacíamos maravillas! Recuerdo, que, como no había dinero para comprar tela, las vecinas nos daban para hacerles pañuelos, servilletas... Pero, eso sí, todo cosas pequeñas. Los jueves por la tarde salíamos a las afueras del pueblo para hacer gimnasia. Los recreos eran muy divertidos. Jugábamos al escondite, a la comba, al espatarro, charlábamos con las amigas... Al salir nos daban un vaso de leche en polvo para aportarnos calcio a los huesos, pues en muchos hogares no se podían permitir el comprarla. Cuando veíamos al cura, teníamos que ir a besarle la mano. A la edad de ocho años hacíamos la Primera Comunión. ¡Aún recuerdo ese día! Mi madre me preparó un vestido largo, un velo, unos guantes, eso sí, todo ello blanco, un misal que después usarían mis hermanos... ¡Parecía una princesa sacada de un cuento de hadas! A la edad de diez años, como el Estado daba becas a los pobres para estudiar, tuve la suerte de ser una de las afortunadas. La maestra me llevó a Jaén para examinarme y, como a mí no me pudieron comprar una pluma estilográfica, la maestra me prestó la suya. Era como un sueño estar en una capital. Ese año nadie aprobó, aunque debo decir que la más pobre era yo, ya que como siempre ha pasado y pasará, los beneficios para los pobres se los llevan los ricos. Poco después tuve que dejar la escuela por motivos que no vienen al caso. Al año siguiente los niños y las niñas tuvieron más suerte y algunos pudieron seguir estudiando e incluso sacarse una carrera. A mí lo que más me gustaba era ir a la escuela, por eso, cuando tuve oportunidad, retomé mis estudios en esta escuela, que, como ya he dicho en varias ocasiones, me ha proporcionado el placer de seguir adquiriendo los conocimientos que, por culpa de las circunstancias, tuve que dejar. ¡Nunca me cansaré de repetir que nunca es tarde para aprender!
ALEJANDRA PLAZAS
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 53
“ODA A LA ESCUELA”
“Mi Patria son mis recuerdos de infancia”.
Tiempos felices de infancia entre juegos y escuela,
y recordados momentos
de vuelta a mi casa en la luminosa plazuela,
contando acontecimientos.
La escuela era vista como el interior de un templo,
con su sagrario del saber,
donde el más listo de la clase nos daba ejemplo
sobre nuestro debe y haber.
Aquella, nada que ver con la escuela de ahora:
eran terribles los maestros,
y temíamos el despertarse de la aurora,
y ser llamados cabestros.
De cuatro en fondo nos formaban, prietas las filas,
y era izada la bandera,
y el himno del Cara al Sol, callaban las esquilas
del carro de vertedera.
La letra con sangre entra: era el norte de su lema
y la enseñanza con palos,
y huíamos como los potrillos de la quema,
Tanto buenos como malos.
Contumaces, nos tildaban de brutos zoquetes,
despejándonos la niebla,
pero a menudo les colocábamos en bretes
en sus mundos de tiniebla.
Y recitábamos la tabla de multiplicar
con monocorde talante,
y fue bueno, después la hemos tenido que aplicar
en la vida a cada instante.
Nos enseñaron algo magnifico: urbanidad
estimable, estaba muy bien,
y nos ha servido, tanto en pueblo como en ciudad
para discernir sobre quién.
Supimos de religión y de historia sagrada
y también nos ha servido,
y situábamos en el mapa aproximada,
el hecho y lo acontecido,
De forma que al contemplar los lienzos del museo
conocemos a Holofernes,
las ciudades bíblicas y el nefando deseo
como pintores en ciernes.
Y después cada cual, sustentando sus creencias
sus conflictos personales,
su ir y venir, el cuantificar de sus ciencias
y el valor de sus caudales.
y tal cual, pacientes del síndrome de Estocolmo
o sufridos masoquistas,
comentamos: compañeros, es o no es el colmo
o es que somos alquimistas.
pues con el gran esfuerzo, permanente de todos,
ante aquella España rala,
la Patria postrada y enfangada por los lodos
la remontamos del ala.
Saturnino Caraballo
54 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
Yo nací en pleno centro de Madrid y para más señas en el barrio de Chamberí. Corría el año
1943, y hacía por tanto cuatro años que terminó la Guerra Civil. Sí conocí de cerca la posguerra y
las calamidades que esto supuso para todos los que lo vivimos.
La casa donde nací era lo que se llama una corrala, que resulta tan típica para los turistas, (para
mí no); vivíamos en el patio, mis padres, mi hermano y yo. El piso tenía no más de cuarenta
metros, un salón-comedor, cocina, la habitación de mis padres y otra pequeñita habitación, esto
separado por una cortina, puesto que no existían puertas. En el patio contábamos con un retrete y
una pequeña fuente para coger agua a repartir entre los cuatro vecinos del patio, después había
tres pisos de corredores con cuatro vecinos cada uno y su correspondiente retrete y fuente para
los cuatro.
El Colegio.
Contaré cómo era la educación durante los años de la posguerra, al menos en mi colegio, que era
uno de los escasos colegios autorizados para la Enseñanza Primaria y de Bachillerato, (si es que
no te cruzabas enfrente y pagabas).
Mi colegio se llamaba San José y estaba en la calle Raimundo Lulio. Era un edificio muy bonito
con un gran patio que se comunicaba con otro colegio de las Hermandades del Trabajo, (que era
el de pago) y donde se podía estudiar el Bachillerato, yo no pude. Estudié hasta los trece años la
Enseñanza Primaria y no fui de los mejores estudiantes.
Las clases de Primaria estaban divididas en “pequeños” y “mayores”, según la edad y
conocimiento de los alumnos y el juicio del profesor. Los pequeños estaban todos juntos en un
aula grande, alineados en mesas y bancos largos, disposición que posiblemente facilitaba el
control del único profesor. Se permitía el castigo físico, que solía consistir en uno o varios
palmetazos en la mano con una regla de madera gruesa, o en una o dos bofetadas. Si uno se
frotaba la palma de la mano con ajo se rompía la regla al golpearla. Los castigos solían
impartirse por faltas como hablar excesivamente en clase, no haber estudiado, no haber hecho
los deberes de casa, arrojar a otro alumno el cepillo de la pizarra o haber vertido tinteros jugando.
Los alumnos se debían poner en pie cada vez que entraba un adulto al aula.
Todas las aulas estaban obligatoriamente presididas por un crucifijo y los retratos de Franco y de
José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange. La asignatura de Religión era obligatoria
en todos los niveles. Los pequeños aprendían de memoria el catecismo del Padre Jerónimo de
Ripalda.
El ciclo de enseñanza primaria se comenzaba haciendo palotes en cuadernos, para pasar a copiar
palabras sueltas o frases a lo largo de una plana, y hacer ejercicios de redacción a lápiz o pluma.
Las tablas aritméticas las aprendían cantando: “Una por una es una; dos por una, dos; dos por
dos, cuatro; dos por tres, seis…”, y así hasta la tabla del 9. También se cantaban textos de la
Enciclopedia, como: “España limita al Norte con el mar Cantábrico y los montes Pirineos que la
separan de Francia. Al Este, con el mar Mediterráneo. Al Sur, con el mismo mar y el estrecho de
Gibraltar. Al Oeste, con el Océano Atlántico y Portugal”; o bien “Los ríos de España son: el Miño, el
Duero, el Tajo y el Guadiana, Guadalquivir, Segura, Júcar y Ebro”. Las sumas y restas se
comprobaban mediante una prueba inversa. Las divisiones por la llamada “prueba del 9”. El
profesor dictaba textos gramaticales y cada palabra mal escrita había que repetirla entre 10 y
100 veces como castigo. También dictaba los enunciados de problemas a resolver, muchos de
ellos como deberes caseros diarios.
Los horarios de enseñanza primaria eran de 9 a 13 horas y de 14,30 a 17, de lunes a sábado,
excepto los jueves que solo había clases por la mañana. Los domingos a misa.
Manuel Telo
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 55
VIAJE AL LIBRO DEL TIEMPO
Hoy, el recuerdo de mis primeros
pasos hacia la escuela fluye en mi
mente como vuelos de mariposas
que me llevan a viajar hacia el
libro del tiempo y recorrer sus
páginas escritas con letras
invisibles. Mis ojos se llenan de
imágenes. Veo a la niña cogida
de la mano de la abuela
caminando hacia la casa de
Basilisa. Esta mujer se dedicaba a
enseñar las primeras letras a los
niños que todavía no teníamos la
edad para ir a la escuela.
Basilisa era una mujer de gran volumen y de aspecto bonachón. Nos reunía a
todos los niños en una pequeña sala, con una ventana por donde se colaban los
rayos de sol de la tarde. Allí estábamos todos, sentados en circulo y en el centro
estaba ella sentada en una pequeña silla, mientras marcaba con una tiza las
vocales y consonantes sobre una pequeña pizarra de mano con ribete verde y
fondo negro; nuestros pequeños ojos muy abiertos miraban con curiosidad
aquellos trazos sin poder imaginar el gran mundo que se abriría después con su
aprendizaje.
El recuerdo me lleva de nuevo hasta el día que llegué por primera vez al colegio.
Había cumplido los 6 años. Era a esta edad cuando se empezaba a ir al colegio
en el pueblo donde vivían mis padres por aquel entonces. Aquel día fue mi
madre quien me llevó a la escuela. El recuerdo que me queda de aquel primer
día de clase fue ver cómo una joven me tomaba en brazos cariñosamente.
Mi siguiente etapa fue ya en Madrid. El primer día en el nuevo colegio fue de
examen para asignarme el curso, pues yo venía de la escuela de un pueblo. De
esta última etapa me queda el recuerdo de la consigna de buena conducta,
que cada lunes el director nos hacía recordar. La forma de memorizar las
lecciones que había que estudiar, así como las labores de costura que
realizábamos, y la limpieza de nuestras mesas de madera que cada cierto
tiempo había que lijar y dar cera. Estas actividades entraban para la nota.
Cierro el libro del tiempo, pero no me olvido del contenido que guardo en él.
PILAR RUANO
56 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
MI PRIMERA ESCUELA
A siete kilómetros de Linares, en la carretera que lleva a Baños de la Encina, se encuentra un poblado minero. A un lado del asfalto vemos una iglesia construida en 1962 y diseñada por Francisco Baños. Suele sorprender encontrar a pie de carretera una iglesia aparentemente alejada de la población. Sin embargo, no hace tanto, este lugar rebosaba actividad y movimiento, casi como un pueblo aparte. De hecho, además de iglesia también había una escuela para los hijos de los mineros. En esa escuela es donde yo asistí a las primeras clases
de mi vida. Yo no era hija de ningún minero, pero mi padre trabajaba de guarda en una dehesa que estaba a tres kilómetros y consiguió que nos admitiesen a mi hermano y a mí. Antes vivíamos en otra casa que estaba muy alejada de cualquier pueblo, por eso yo no pude ir a la escuela hasta los 9 años. Pero como para mi madre era muy importante que supiésemos leer y escribir, ella misma me enseñó. Recuerdo que en mi primer día de clase yo tenía mucha ilusión por poder jugar con otros niños, aunque más tarde pude comprobar que no era bien recibida. Era la primera vez que asistían a la escuela niños que no pertenecían a la mina; y cuando durante el recreo quise jugar con ellos, me dijeron que no querían juntarse con “cortijeros”. Cuando mi hermano y yo entramos en la clase, todo me llamaba la atención: recuerdo que me pareció muy luminosa y limpia. Había una tarima de madera donde estaba la pizarra y la mesa de la profesora, una mujer de aspecto agradable que nos recibió con una sonrisa; nos dijo que nos sentáramos mientras llegaban los demás niños; y cuando estuvimos todos, nos mandó levantar y juntos rezamos no recuerdo muy bien qué. Recuerdo que los pupitres eran para dos alumnos; estaban distribuidos en filas, la maestra utilizaba cada una para un curso distinto, pues había una sola clase para todos, niños y niñas de distintas edades. No éramos muchos, unos quince, y se enseñaba desde las primeras letras hasta la preparación para el bachillerato. Después de presentarnos al resto de compañeros, la maestra le preguntó a mi hermano qué era lo que sabía, y él le entregó una nota que le habían dado en otra escuela a la que había ido unos años. De mí dio por hecho que no sabría leer, pues ella sabía que era la primera vez que iba a la escuela, pero yo le dije que mi madre me había enseñado. Entonces cogió una cartilla y me preguntó si entendía lo que ponía, yo empecé a leer sin equivocarme: ¡me pasé en un solo día las tres cartillas! También me puso cuentas y comprobó, muy sonriente, que también las hacía bien, por lo que me puso en un curso, no recuerdo cuál era, pero que tenía libros, no cartillas. Resulté una niña muy aplicada, y ese mismo año me prepararon para hacer la Primera Comunión.
Juli Plazas
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 57
ESCUELA, DULCES RECUERDOS
Los recuerdos de mi infancia van ligados a la escuela “MORENO DE
PEDRAJAS” donde me llevó de la mano mi “amiga”, así me decía ella,
aunque tuviera muchos más años que yo. Allí me enseñaron mis
primeras letras.
Por aquel tiempo nos repartían por las tardes un queso que a mí
me encantaba, (esto duró solamente unas cuantas tardes).
En el colegio había tres profesoras – las tres estaban solteras –,
un solo libro de texto, la “Enciclopedia Álvarez” de primero, segundo y
tercer grado. La escuela era pública. Una puerta de madera muy alta
daba paso a un rellano seguido de unos cuantos escalones, enfrente la
imagen de la Virgen María, y a los lados de la misma unos pasillos largos
y anchos que conducían a las aulas. En tiempos pasados aquel edificio
había sido un hospital, y también se usó para otros menesteres.
Las aulas eran muy grandes, y al fondo de estas una mesa
cuadrada grande con faldillas para poner un brasero de picón, que
algunas niñas traíamos de la casa de la profesora cuando hacía mucho
frío. A la derecha una pizarra de color verde, y allí encima la foto de Franco.
En las clases teníamos mesas grandes donde nos sentábamos varias niñas, solo en la clase de parvulitos
había niños y niñas. Cada una de las profesoras impartía dos o tres cursos, terminando con el Certificado de
Estudios Primarios, que era obligatorio en aquella época. Durante este periodo de tiempo, que fue desde los seis
años hasta los trece, tengo gratos recuerdos: jugábamos en el primer patio, donde había una fuente y algunos
arriates con flores, celindas, rosas, verbenas, etc. En el recreo tomábamos un vaso con leche que previamente
habían hecho en unas ollas muy grandes donde disolvían los grumos de leche, la famosa leche americana.
Todos los días iba una señora a hacerla y dos niñas a ayudarle de una forma rotatoria; más de una vez
simulé con el vaso de plástico en la mano que bebía. Había un segundo patio, este era terrizo, y en él estaban los
retretes: nada de agua corriente ni de ninguna; por tanto, allí solo lo necesario y el olorcillo nos hacía desaparecer.
Las clases eran muy relajadas, los cánticos y rezos marcaron esta etapa siempre había un motivo religioso
que atender. En el mes de mayo por las tardes rezábamos el Rosario en los pasillos donde estaba la imagen de la
Virgen toda llena de flores. En el mes de noviembre hacíamos un portal de Belén en el cuarto donde se hacía la
leche, y allí pasábamos a cantar villancicos todas las clases. Cuando se aproximaba la Semana Santa, nos
llevaban en fila con nuestros uniformes impecables a la iglesia a hacer Ejercicios Espirituales; solían ir misioneros,
y yo, muy vulnerable en aquella época, sentía la necesidad, si echaban alguna película de santos como Fray
Escoba, etc., de ir a verla. Mi espíritu se elevaba pensando que algún día yo me daría a los demás .Un día a la
semana hacíamos labores de costura. Un año en Navidad actué junto a otras compañeras mías en un teatro del
pueblo, bailando una canción cuyo estribillo decía: Los hombres del campo no comen chorizo que comen patatas
con pimientos fritos.
Esto de hacer teatro era muy divertido; en el rellano previo a las escaleras de la entrada de la escuela,
ensayábamos lo que luego representaríamos al final del curso.
¡Total, poco que estudiar y muchos rezos y acontecimientos a lo largo de este tiempo!
Una vez me propusieron algo que me hizo mucha ilusión: todas las niñas y niños irían detrás de nosotros;
un niño y yo encabezaríamos la marcha con banderitas que nos harían en la carpintería, a esperar en la plaza del
pueblo a una personalidad de la Iglesia que venía no sé de dónde. Yo estaba contentísima, pero, qué fatalidad
que en aquellos días se me cayó un diente y me dijo mi profesora: “Ahora no estás tan guapa y habrá que poner a
otra niña en tu lugar”. Resultó ser la hija de un practicante. Un poco de frustración sí que sentí, pero nada
comparable a muchos niños de aquella época que apenas pisaron la escuela por un motivo u otro, porque los
padres tenían que estar en el campo.
Elia Pozo
58 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
FAMILIA SIN LINAJES
Yo, señor caballero, no soy de familia hidalga
sino de casa humilde;
natural de un pueblo de la costa,
rodeado de mar y montaña.
Mi padre, peón albañil,
mi madre, labores de campo y casa,
parte de mis hermanos
en el mar se afanaban.
Mi infancia fue feliz, sin grandes pretensiones,
la escuela era un lujo
y aunque había amor de padres,
imperaba el trabajo y las obligaciones.
Pocos son los recuerdos de la escuela,
Padrenuestro, Cara al sol y, sí señora,
en los recreos éramos muy ocurrentes
hacíamos cambalache con el queso
por la leche caliente.
La calle era mi castillo,
a mis amigos como infantes veía
y por mi ímpetu, Juana me llamaban
para saldar las cuentas que los flojitos
no podían.
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 59
En invierno jugaba a canicas y peonza,
porque muñeca no tenía,
en verano con mis piruetas en el mar
a los veraneantes como bufón las delicias hacía.
Casé con un bachiller
y aunque mi escuela pobre era,
para los ojos de él
era una mujer de primera.
Yo fui su Dulcinea, su musa, su aquel…
su fuente de inspiración,
han pasado “taytántos” años
y una hija tenemos de esa perfecta unión.
Han transcurrido los años
y con ellos la juventud,
ahora con menos fuerza
pero con el mismo amor de la plenitud.
Quizás esta oda peque de falta de rima asonante,
pero sale del corazón
de esta ya no doncella andante.
Mercedes Prado
60 SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN”
Mi escuela
Recuerdo mi infancia en la escuela, en una escuela pública de pueblo y solo de niñas. La recuerdo siempre en invierno, con frío y nieve y con un babi blanco muy limpio debajo del abrigo. Mi maestra, la señorita Rosario, era un poco recta y esmerada en su trabajo; por las mañanas, nada más entrar, rezábamos de pie el Padre Nuestro, y después nos sentábamos en unas sillas de madera (como curiosidad os diré que las sillas nos las hacían
los carpinteros que pagaban los padres, las mesas eran del colegio). Ya sentadas, escribíamos un dictado en un cuaderno de rayas, que después ella comprobaba que estuviese muy limpio y sin faltas de ortografía, si teníamos alguna las corregíamos juntas. A la hora del recreo bajábamos al patio para tomar un vaso de leche en polvo (que estaba malísima); después jugábamos alrededor de una higuera que dominaba todo el patio empedrado de cantos. Terminábamos la mañana con números, haciendo algunas cuentas y pequeños problemas. Al medio día íbamos a comer a casa para volver por las tardes. Las clases de la tarde eran diferentes, más relajadas: hacíamos labores de costura, y leíamos algún cuentecillo entre todas. Y los miércoles teníamos paseo al campo, sobre todo en primavera. Sobre la marcha la maestra intentaba darnos algunas nociones sobre la naturaleza, que nos valía como clases alternativas. Cuando tenía doce años, mis padres consideraron que ya era hora de dejar el colegio y se terminó el estudio. Para ellos era importante que aprendiese un oficio, y me pusieron en un taller de costura para aprender a coser; no me pagaban nada, pero entraba en el mundo del trabajo.
Teresa Martín
SEMANA CULTURAL: “MEMORIAS DE NUESTRA EDUCACIÓN” 61
EL NADADOR
(¡Preparados!, ¡listos!, ¡pum!
Salto, buceo, braceo, braceo,
respiración. Braceo, braceo,
respiración).
Hoy hemos ido al neurólogo
para los resultados de Marcela. Las
pruebas exhaustivas son definitivas.
No hay error. ELA, terrible palabra.
(Braceo, braceo, respiración).
Nos han informado por encima de los síntomas de esta enfermedad y no
hemos podido articular palabra porque todos coinciden en ella: Dificultad para coger
objetos, tropiezos al andar, fatiga inusual en brazos o piernas, dificultad para hablar,
calambres, para qué citar más. Esclerosis Lateral Amiotrófica. Quién inventaría este
nombre tan pomposo.
(Braceo, braceo, respiración. Ya se ve el final de la calle. Voltereta, impulso
con los pies, buceo, braceo, braceo, respiración).
Al no haber precedentes en su familia, nos han indicado que se trata de Ela
esporádica, como si eso fuera un alivio. Se trata de una enfermedad degenerativa
que conlleva una atrofia muscular que llega hasta la parálisis total de la persona que
la sufre.
(Braceo, braceo, respiración. Aunque dosifico bien las fuerzas, ya me noto
un poco cansado, pero tengo que llegar hasta la meta final).
Hemos salido de la consulta y nos hemos sentado en un banco de un pequeño
parque. Ella ha roto a llorar y yo la he abrazado sin saber qué decirle. Al cabo de un
buen rato y agarrados de la mano, hemos comenzado a dar paseos por el parque. Ya
más tranquilos hemos sido capaces de plantearnos nuestro futuro inmediato.
(Braceo, braceo, respiración. Miro a los lados y veo a mis contrincantes que,
poco a poco, van adelantándome. Me tengo que esforzar aún más. Braceo, braceo,
braceo, respiración).
Debemos presentarnos en la Asociación de Afectados de Ela, ADELA, para
comenzar las terapias de grupo e informarnos de lo que tenemos que hacer y a qué
sitios asistir.
(Braceo, braceo, braceo, respiración).
62 CREATIVIDAD
Apenas hemos comido. A ninguno nos entraba nada en el estómago.
Tenemos que comunicárselo a nuestras familias. Aunque no tenemos hijos,
todavía nos quedan hermanos y
sobrinos. Trato de consolarla
recordándole que al famoso físico
Stephen Hawking le diagnosticaron
en 1963 la Ela y, aunque dependa de
una silla de ruedas, hasta hoy ha
desarrollado su privilegiada mente
alcanzando cotas impensables para
cualquier persona normal.
(Braceo, braceo, braceo,
respiración. Miro de nuevo a los
lados y compruebo con alegría que la ventaja que me sacaban la he superado y
ahora soy yo el que, poco a poco, voy tomando ventaja. También, más bien
mucho que poco, noto que el cansancio me va pesando. Empiezo a notar algún
calambre esporádico y la respiración se me hace más trabajosa. Braceo,
braceo, braceo, respiración).
Hemos decidido no contárselo a nadie y procurar tener una vida tranquila
y dedicarnos el uno para el otro. Ella me enseñará las tareas de la casa y yo le
leeré libros y le enseñaré el ordenador. Así hasta que las circunstancias nos
obliguen a tomar otras medidas.
(Ya no puedo más. Braceo, respiración. Braceo, respiración. Me da lo
mismo lo que hagan mis contrincantes. Quiero llegar a la meta y acabar con
este cansancio. Por la cabeza me pasa la idea de abandonar. Si lo hago, mi
carrera como nadador se habrá terminado. Mi familia me ha apoyado. Mi
mujer es mi más fiel seguidora. Si abandono, no sólo me hundiré yo si no que
también arrastraré a todos los que han creído en mí. El pensar en ellos me hace
encontrar fuerzas donde parecía que ya no existían. Y sigo nadando. Braceo,
braceo, braceo, respiración. Ya diviso la meta. Mediante un supremo esfuerzo
creo que todavía puedo superar a mis contrincantes. Una brazada más, dos,
tres…).
¡Alfonso, deja de dar patadas y manotadas en la cama y despierta. No
sé qué estarías soñando, que llorabas como un niño. Conseguirás despertar
a los vecinos!
José Antonio Sánchez Rico
CREATIVIDAD 63
Saturnino Caraballo
Hay una juventud que se afana y es la inmensa mayoría, estudiando le echa pundonor y gana, tiene una meta y no varía, en busca de trabajo la cabeza se devana y con los libros se enfrenta cada día. Y luego está el mundo de televisión donde todo es disparate y permisión. Sacan gente sin saber de dónde
gente que su desvergüenza no esconde. Con el mayor desparpajo se interrumpen a destajo. Y con regodeo y cinismo siempre hablan de lo mismo: Yo me acosté con fulano(a), ¡pues yo lo hice con zutano(a)! Y comienzan las disputas, se llaman ”cornudos”, ” putas”. E intervienen ”las mamás”, las ”tías” y los “papás”. Y gritan, ¿existen fotos? y se lanzan como motos. Sin parar jamás en barras bien afiladas las garras. Sobre la famosa gente desdeñando a la corriente. Socaban prestigios, famas sin andarse por las ramas. Si destruyen matrimonios o a hijos cubren de oprobios. Con tal de ganar dinero de tan vil modo rastrero. Y después van las revistas, y como profesión ¿artistas? Los exhiben en portadas y en pelotas y en un totum revolutum todos se ponen las botas. ¿Hasta cuándo esta deleznable horda que el interior de nuestras casas aborda?. Yo confieso que, a mi pesar, a veces también lo veo, ¡jamás nunca por la noche! Lo repiten constantemente de día, y creo que estas zafias escenas, este derroche, estas banalidades, este torpe ninguneo, embruteciéndonos a troche y moche seguro que no es como muchos malévolos apuntan: ¡esto es cosa del Gobierno que nos mantiene en la antesala del Purgatorio antes de entrar al Infierno!
64 CREATIVIDAD
“ Tu futuro”
Cuando vienes a esta mundo nada más llegar, te dan azotes en el culo para aprender a llorar. La guardería comienza y empiezas la formación, teniéndote todo el día como pollo en un cajón. Nada más ser infantil te vuelven a valorar, y como si fueras hostil ya te tienen que cambiar. Lejos del calor materno años has de pasar, los días se hacen eternos pero los has de soportar. Los pañales has dejado Y te obligaran a decir, lo que tu mente ha grabado en ingles y repetir. Llegas al instituto con toda la ilusión y llevarás disgusto si no eres empollón. La universidad es tu sueño y tener una carrera, aunque pongas todo empeño la cola del paro te espera Marino Jiménez
CREATIVIDAD 65
UNIVERSALIDAD
Hay otros mundos bien soñados que superan el pensamiento acostumbrado recibe la luz de tu mensajero alado y gozarás del maná volatilizado Muéstrate a ti mismo en la pantalla desdobla tu figura encarcelada propicia la aventura idealizada utilizando la energía otrora acumulada La vida es hermosa acompañada del espíritu transparente en su mirada acércate a él con paso firme y expulsa la figura trastocada Galopa majestuoso en tu corcel roza la naturaleza en su textura y aprende a amar el silencio respirado que te conduce a dimensiones coloreadas Refulge tu corazón una vez más dale la mano a tu hermano cultiva y esparce el fruto enarbolado y elévate al infinito esperanzado Qué alegría de vivir amada mía qué sensación de frescura abrazada qué alborozo de placer acompasado al coronar la nube suspirada Mece el viento la música de vida y tu plegaria es flor de nuevo día buscando en el espacio pincelado el manantial de la sabiduría Siente que estás acompañado que observas otros mundos nacarados que vibra tu energía liberada de luz y amor ya conquistada .
Lucho
66 CREATIVIDAD
EL DICTADO Esta gracia que surge de mis manos, sobre un blanco papel está labrando surco a surco, los signos artesanos que una voz imperiosa va dictando. Mi pluma en el papel, cual dos hermanos en un fraterno abrazo; que plasmando su juego de vocablos castellanos, resultado armonioso van logrando. Tinta azul, porcelánico tintero, donde sacia su sed un fino pico que entreteje su nido con esmero. Ardua labor despliego en mi abanico, mi logro es conseguir ser el primero, con buena ortografía lo rubrico.
Anastasio Farelo Gil de Rozas
CREATIVIDAD 67
ROSALÍA DE CASTRO
Nació en la madrugada de un 24 de febrero de 1837. A pocas horas de
nacer fue bautizada en la capilla del hospital con los nombres de María
Rosalía Rita, sin ningún apellido al ser de padre desconocido.
Su padre era José Martínez Viejo, “sacerdote”, por tanto, nadie la podía
legitimar, aunque en sus primeros tiempos se ocupó de su bienestar. Su
madre, María Teresa de la Cruz de Castro y Abadía, pertenecía a una
familia noble del rancio abolengo gallego; ahogada por los prejuicios
sociales y mucho miedo a la familia, decide alejarse de la niña.
Rosalía pasa su niñez en la aldea de Castro de Ortuño, en casa de unas tías
paternas; son años tristes y difíciles para la futura escritora que en ese
refugio de la Galicia rural y profunda, de días grises y lluvia, caminos de
lodo y barro, hambre, miseria y costumbres populares, la acercan al vivo
conocimiento de su lengua, que dará vida a su obra. Fueron años decisivos
para la formación de su personalidad, forjada en la soledad y el frío
desamparo.
Pasados diez años, su madre se hizo cargo de ella; las dos vivieron en
Padrón, (Santiago). A pesar de su abandono, Rosalía no tuvo rencor ni
reproche, admiró a la mujer que desafió a una sociedad arcaica y
mezquina. La quiso mucho, con un cariño mezclado de agradecimiento y
comprensión, así lo evocará en uno de sus primeros poemas del libro que
editó a los 17 años “La Flor”:
Y también veo enlutada
y apretada en casa noble,
donde una niña no fue nada,
cual viuda abandonada,
que cae triste al pie de un roble.
Se casó con el cronista gallego Manuel Martínez Murguía, con quien tuvo
siete hijos, dos de ellos murieron prematuramente. Se trasladaron a vivir a
Madrid donde se dio a conocer su obra. Rosalía, tras la muerte de sus hijos y
dada la fragilidad de su salud, regresa a su Galicia natal. Su dolor queda
latente en este fragmento de poema:
68 CULTURA
Era apacible el día
templado el ambiente,
y llovía, llovía callado y mansamente;
y mientras, silenciosa
lloraba yo y gemía,
“mí niño tierna rosa”
durmiendo se moría.
Ella compaginaba la labor de escritora, esposa y madre. Su salud se ve
quebrantada por la muerte repentina de su tan amada madre; su dolor
queda reflejado con estos versos. “A mi madre”:
Pronto las tristes campanas
Dieron al viento sus ecos:
Muriendo la madre mía:
Sentí rasgar mi seno.
Fue una mujer muy comprometida por los abusos que había entonces;
cuando viene con su marido a Madrid y cruza Castilla, ve a los gallegos
que venían de la siega, trabajando de sol a sol y alimentándose con pan y
agua y, algunas veces, tocino. ¡Escribe¡:
Castellanos de Castilla,
Tratad bien a los gallegos
Cuando van, van como rosas
Cuando vienen, vienen como negros
.
Esta es mi particular biografía de esta
poetisa gallega, que tanto le asombraba su
negra sombra melancólica, toda su fuerza
la dejó deslizar por su pluma.
Mercedes Prado
Museo de Rosalía (“Padrón”)
CULTURA 69
EL PERO PALO EN SU SITIO En Villanueva de la Vera (Cáceres) se
celebra el Carnaval de forma diferente. Para empezar diré que dicho evento
data de finales de la Edad Media. Todo gira sobre la figura de un muñeco que
representa a un bandido al que acusan de robar y cometer traición y abusos
sexuales.
La fiesta da comienzo el domingo anterior a Carnaval. A las cinco de la
tarde, y al son de los tambores, se saca la cabeza del muñeco pinchada en un
palo largo. Es una “turra” (cepa) pintada con la cara del muñeco. Se
pase por las calles del pueblo y, después, se vuelve a guardar hasta el
sábado siguiente. Por la noche es llevada a un lugar secreto para la
mayoría de los habitantes del lugar; allí se confecciona el cuerpo con heno. Se
viste con un traje largo de paño negro, botas altas, sombrero negro y una
especie de pañoleta blanca… Y le falta un brazo.
El “domingo gordo” amanece el Pero Palo en su sitio: una especie de escalera clavada a un lado del Ayuntamiento, pinchada con la aguja y el palo que ya
nombré. Cada cierto tiempo, es paseado por el casco antiguo con los “parapaleros”, que son los que tocan los tambores, y la gente acompaña la
comitiva. De vuelta a la plaza se hace la “judiá”. Se
trata de dos bandos diferentes: uno le acusa y otro le defiende, y cruzan cargando el Pero
Palo consigo. Después es colocado en su sitio, y los “parapaleros” vuelven tocando y
cantando sus canciones, para que la gente baile la jota. Así hasta el martes.
El martes de Carnaval se inicia con toque de diana para despertar y rondar a los
“capitanes”, al alcalde y a todo al que se avisa
– casi todos los actos del martes, van escoltados por hombres que portan escopetas, y disparan al aire cartuchos de
pólvora –. Por otro lado, en el Ayuntamiento, y a puerta cerrada, se constituye el Jurado para dictar y editar la sentencia (que cada año tiene una
redacción diferente). Es condenado a muerte, y se coloca el escrito en la espalda del muñeco. Otro personaje irá montado en el “burro de las
elecciones”.
70 CULTURA
Con una soga larga, hombres de mediana edad van por las calles del
pueblo hasta volver a la plaza para
soltar al burro. Y hasta otro año… Por otro lado, una comitiva
solemne, encabezada por los “peropaleros” y “capitanes” van a
casa del párroco, donde recogen una bandera y las alabardas. La
bandera es protegida por una escuadra de “alabarderos”,
reclutados por amigos y parientes de los “capitanes” (estos portan las armas con notoria seriedad). El máximo representante del municipio le
entrega a los capitanes la bandera en el balcón del Ayuntamiento. Luego, entre cantos tradicionales se da otra vuelta al pueblo. Tras
dejar el Peropalo en su sitio, se acompaña a los capitanes a su casa, y en el balcón se coloca la bandera, donde, después de dejar las
alabardas, sacan dulces, vino y
limonada para todos los asistentes. Por la tarde se hace el ofertorio, que
está constituido por tres concejales y protegido por los “calabaceros”, que
son los quintos/as de ese año. Estos, armados con manojos de calabazas
secas y con la cara tiznada, dan golpes a todo el que entra a ofrecer, que, al
acercarse a la tribuna, es obsequiado con papelillos y con un cuerno untado
con pimentón que sirve para firmar. Además de todo esto, se celebra el “paseo”. Los hombres, mujeres y
niños, ataviados con los trajes de gala, siguen a los “capitanes”, “alabarderos” y
“peropaleros” para hacer el paseo con el
“Pero Palo al hombre” por las calles de nuevo. Es digna de ver la belleza y riqueza
de los trajes, pañuelos, aderezos y pendientes que lucen las mujeres. A
continuación se forma un círculo en el centro de la plaza para que los hombres
juren la bandera. Esta es pasada de uno a otro, y el último que se queda con ella se
lleva el muñeco a su lugar de origen, donde se le quita la vestimenta y se le
pone un mono viejo. Se lleva a la plaza para ser quemado, y le gente se despide hasta el próximo Carnaval.
Alejandra Plazas
CULTURA 71
Ciruelo rojo, Cerezo de Pissard, Ciruelo de Japón, Ciruelo japonés, Ciruelo mirobolán, Ciruelo mirobolano, Prunus pisardi, Ciruelo pissardi, Pisardi, Cerezo de jardín.
PARQUE DE LAS COMUNIDADES Nos encontramos ante uno de los parques más representativos de nuestra ciudad, por su amplitud y variedad de elementos repartidos por toda su
extensión.
Dispone de un mirador fantástico, con su farola de cinco brazos, un estanque con pasarela y caminos que pasan por debajo de pequeños puentes transitables. Dieciséis esculturas dan paso a una plaza central en memoria de las víctimas de los atentados del 11 de marzo, y la belleza que supone contemplar ciento noventa y dos árboles del género Prunus (Cerezo de jardín) uno por cada víctima fallecida, plantados en el centro del parque. Para realizar esta senda, comenzamos por la puerta Norte, frente al Buero Vallejo. Nos fijaremos en unos pocos y valiosos ejemplares que sí lo son, ya que eran parte de una antigua huerta que ocupaba el lugar donde hoy está el parque. La entrada está franqueada por seis Magnolios, tomamos el camino de la izquierda que nos va a pegar a la cerca Este, en este camino hay cuatro Liquidámbar o Catalpa. Tomamos dirección Sur, por el mismo caminito a la izquierda vemos tres Ciruelos de adorno, a la derecha una Melia, un poco más adelante a la izquierda. Cedro del Himalaya. Continuamos andando 100 metros más adelante aparecen pequeños Pinos que son Pinos Carrascos. Seguimos por el camino que bordea el lado E. del parque y vemos una hilera de 9 jóvenes Chopos Blancos y llegamos a la puerta E, flanqueada por Acacia de flores blancas y de la que parte un camino de pavimento rojo. Debajo de este camino pasa un pasadizo, nos asomamos a la barandilla por el único lado con árboles y vemos varias Mimosas. Pero retrocedemos hacia la puerta y hay un Árbol del amor, seguido de 12 pequeños Pinos carrascos. Aquí lo dejamos para no llenarnos de excesiva información. La lista de árboles que habitan el entorno es extensa: Cedros, Pinos piñoneros y carrascos, Plátanos de sombra, Almendros y Arces negundos, Acacias del Japón, Cipreses de Arizona, Acacias de tres espinas y el romántico “Árbol del amor” o “Árbol de Judas”.
72 ALCORCÓN
En este número nos vamos a centrar fundamentalmente el aquellas especies que de forma habitual nos suena bastante su nombre como es el caso de las Acacias o Mimosas. Hay muchísimas variedades de este árbol, pero nos quedamos solo con dos para ver sus propiedades.
Acacia en flor Acacia Babul, Acacia Robinia
Es un género de arbustos y de árboles pertenecientes a la familia Fabaceae y subfamilia Mimosoideae, aunque también se conoce vulgarmente con el nombre de «acacia» a muchos árboles leguminosos de otros géneros. Existen dos que son conocidos por sus diversas aplicaciones como plantas para la salud, la Acacia Babul Mimosa y la Acacia Falsa Robinia.
De la Acacia se extrae la conocida goma arábiga, que en el antiguo Egipto se empleaba para la fabricación de inciensos. Una de las mezclas más apreciadas en aquella época era la que se elaboraba con goma de acacia, madera pulverizada y madera de sándalo.
En otras regiones de África, los curanderos tradicionales siempre han considerado la goma de acacia como un poderoso tónico que favorece la restauración de la piel quemada, úlceras o llagas.
Tienen virtudes terapéuticas, tanto la Babul Mimosa como la Robinia, en ambos casos sirven de constituyentes y otros efectos principales como: Antiflamatorios, Antidiarreico, Pectoral, Digestivo y Alimenticio, que trataremos de ampliar más adelante.
Babul Mimosa y los usos tradicionales: Calmante, utilizado contra las irritaciones de los ojos, los orzuelos, las llagas de la boca y heridas similares.
Robinia: Tónico, Antidiarreico, Aromático, Espasmolítico y Emoliente que ejerce un efecto calmante sobre la piel y las mucosas inflamadas, y ablanda las durezas.
Manuel Telo
(Datos sacados de la Guía de plantas medicinales)
ALCORCÓN 73
En la ya conocida sección dedicada a
Alcorcón, también nos hacemos cargo
de algunas noticias a pesar de no ser
agradables para nadie.
Nos referimos al fallecimiento del
padre Zurita, de la Parroquia San Juan
de Mata, víctima de un atropello.
El queridísimo y apreciado Alfredo
Zurita Peral, párroco de la iglesia de
San Juan de Mata, falleció el 7 de
Mayo de 2011 a consecuencia de las
heridas sufridas tras ser arrollado por
un autobús interurbano en la
confluencia de las calles Padrón y
Betanzos, en San Jose de Valderas.
Los vecinos de Alcorcón y la
Comunidad Trinitaria a la que
pertenecía el sacerdote de 66 años,
recordaron su memoria con velas y
flores en el paso de peatones donde
ocurrió el accidente.
El Ayuntamiento de Alcorcón anunció
que en homenaje al Padre Alfredo
Zurita, daría su nombre a una calle de
la ciudad. Así lo anuncio el entonces
alcalde del municipio Enrique
Cascallana.
Zurita fue una persona dedicada en
cuerpo y alma a los demás y muy
querido por sus múltiples años en la
enseñanza y en la entrega a los
demás.
La Iglesia beatifica a personas que por
su buen comportamiento han dejado
huellas en su vida. El Padre Zurita
tenía un corazón muy grande; no solo
espiritual sino también materialmente,
porque ha donado sus órganos, entre
ellos el corazón, que… ¡sigue vivo!
“Zuri”, como le llamábamos, se nos ha
adelantado y nos está esperando allí,
en la Casa del Padre.
Puedo personalmente corroborar lo
muy querido que era este sacerdote en
todo el barrio, teniendo la suerte de
haberlo conocido personalmente y se
quedan pequeños los elogios que se
han vertido sobre su persona.
“Como casi todos, hemos tenido la
suerte de conocer a un gran ser
humano que nos ha acompañado en
momentos buenos y malos. Es muy
difícil encajar estas noticias, pero es
mucho más difícil para nuestros hijos,
porque para ellos era y es ZURI… Ni el
cole, ni el barrio, ni la parroquia serán
lo mismo sin ti. Cuídanos desde el
cielo, desde aquí te echaremos de
menos. Descanse en paz”.
El día 4 de septiembre de 2011, en
homenaje al párroco fallecido, el actual
Sr. Alcalde de Alcorcón, D. David
Pérez, fue el encargado de descubrir la
placa de la que ya es la Glorieta Padre
Zurita, ubicada en la confluencia de las
calles Ribadeo, Padrón y Betanzos, en
el barrio de San Jose de Valderas.
Manuel Telo
74 ALCORCÓN
EL SANADOR DE CABALLOS, de Gonzalo Giner
El sanador de caballos nos cuenta la historia de un albéitar
(veterinario) que siendo muy joven y de familia humilde, ve
cómo en un instante toda su familia queda destrozada. Hijo de
un posadero y hermano de tres jóvenes muy bellas, destrozan su
hacienda y matan a su padre y a una de sus hermanas, debido a
la traición de un noble de la comarca que se vende al rey moro.
Una trepidante historia, basada en hechos que ocurrieron en
tiempos en que España estaba dividida en reinos.
Diego, que así se llama el protagonista, fue un ejemplo de
superación. Pasó muchas vicisitudes. El libro nos habla de una
iglesia cristiana cruel; o bien, muy buena y culta, dependiendo de
las personas, como la vida misma.
Se desarrollan los hechos en varios sitios de la geografía
española, y da una visión de cómo era la vida en aquella época
de la reconquista.
Diego llegó a dominar el oficio de sanador de caballos, habló el árabe a la perfección; su maestro fue
para él muy importante, un albéitar mudéjar que había sido expulsado por los árabes a Toledo. Todos
los personajes, como los reyes Alfonso VIII, Sancho VII de Navarra, admiraron y condecoraron a este
hombre haciéndolo caballero, ya que tuvo mucho que ver para ganar la batalla de Las Navas de
Tolosa.
Fue allí mismo donde encontró lo más valioso de su vida, la única familia que le quedaba.
Es un “tocho” de libro, pero a mí me ha encantado.
Elia Pozo
Titulo: Eres tu memoria
Autor: Luis Rojas Marcos
Es el último libro del conocido y prestigioso psiquiatra, investigador y
profesor, Luis Rojas Marcos.
Mucho se ha escrito sobre la memoria, pero este libro lo recomiendo para
intentar llegar a conocernos un poquito más, porque SÍ HAY REMEDIO PARA LA
MALA MEMORIA; y como dijo Séneca: “El deseo de curarnos es la mitad de nuestra salud”.
En otras palabras, para sacarle provecho a los remedios de la mala memoria
necesitamos una buena dosis de motivación, perseverancia, entusiasmo y disciplina.
Luis Rojas Marcos nos dice en su libro que hoy casi todos estamos convencidos de que es preciso
entender el cerebro para entender la mente humana. A fin de cuentas, es en el cerebro donde se
enciende la luz de la conciencia, se fragua el lenguaje, se cuecen las emociones y se guisan las ideas; se
dirigen nuestros comportamientos y se almacena lo que aprendemos y las experiencias que forjan
nuestra identidad.
Leer este libro es, conocerte a ti mismo. Manuel Telo
75
SOPA DE LETRAS: “BAILES Y RITMOS”
SUDOKUS Fácil Medio Difícil
SUDOKUS Fácil Medio Difícil
SOLUCIONES A LOS SUDOKUS
76