Qué No Hacemos Los Académicos

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  • 7/25/2019 Qu No Hacemos Los Acadmicos

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    Qu no hacemos los acadmicos?Luis Nitrihual Valdebenito

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    La reciente columna de Agustn Squella titulada Qu hacemos los acadmicos? sirve como recursointertextual a esta columna. Me gustara mostrar por qu Squella se equivoca. En sntesis, el profesor

    Squella desarrolla una lectura crtica de las movilizaciones estudiantiles (principalmente universitarias)

    y del papel que desempeamos los acadmicos, los cuales dejamos simplemente el problema enmanos de las autoridades universitarias.

    Su argumento es muy sencillo y directo. Los acadmicos y las autoridades son responsables en

    las manifestaciones violentas de los estudiantes. Lo somos por ausencia o indiferencia, podramosdecir. Esta lectura de la complejidad social parece llena de sentido, pero est hecha sobre la base de

    explicaciones maniqueas y carentes de sentido histrico y social. Sin embargo, ms all del propio

    Squella, es interesante su columna pues nos permite entender el permanente comportamiento de las

    autoridades acadmicas, que intentan colocar a sus profesores como punta de lanza de sus medidasrestauradoras del orden perdidoEsto parece un ritual que no consigue nada (a los hechos hay que

    atenerse) y que funciona ms bien como una forma de presin, muchas veces, indebida hacia quienes

    tienen ms a mano: sus trabajadores.

    En una Universidad que cada da parece ms un tecnolgico que propiamente una Universidad,con sistemas de jerarquizacin asolados por la vorgine neoliberal, me parece que sus profesores hacen

    lo mejor que pueden formando a jvenes que, adems, provienen de una famlica educacinsecundaria. Ya tendremos oportunidad de reflexionar en profundidad sobre algunos problemas de la

    Universidad, por ahora slo me gustara sentenciar que la Universidad est en medio del huracn

    neoliberal y que en los prximos aos veremos el intento de profundizar el vnculo empresa-universidad, lo cual podra convertir el quehacer universitario en una fbrica de empleados para un par

    de profesiones rentables. Es el fin de la Universidad a la cual pertenece el propio Squella.

    Dicho esto me gustara plantear algunas lneas que nos permitan salir del atolladero mental,

    producto de la desesperacin, desde el cual suelen hablar algunos de los intelectuales ms lcidos enestas materias.

    Un primer error, el cual me parece grave, es pensar las movilizaciones estudiantilesdeshistorizadas. Muy por el contrario son movimientos que vienen desarrollndose desde retornada lademocracia y an antes, durante la dictadura. Cuando se piensa de este modo, los acontecimientos

    parecen salidos de la nada. Un mes estamos haciendo clases y de pronto caemos en el marasmo

    rutinario del cual habla Squella. Entonces, para salir de l se invoca al orden como racionalidad y,finalmente, a la polica como ltima garanta de restauracin. Aparecen los desalojos, las re-tomas,desalojos, re-tomas O sea, este ejercicio muestra ser un acto intil que satisface a quienes imaginan

    un mundo ideal, pero totalmente irreal, en el cual los movilizados se asustan y dejan sus propsitos.

    Nada de esto ocurre, volvamos a los hechos.Si se revisan los variados puntos de los petitorios estudiantiles, conozco el de mi universidad, se

    observan elementos de continuidad desde hace ms de 20 aos. Esto refuerza la idea de que son

    movimientos con un carcter histrico.Pensar que los acadmicos e incluso las autoridades universitarias podran realizar algo para

    frenar estas movilizaciones es algo ingenuo. An peor, traspasar esta responsabilidad a los acadmicos

    es no slo ingenuo sino mal intencionado. Antes bien, los acadmicos deberamos estarmovilizndonos para aportar en la mejora de una Universidad de la cual solemos quejarnos. No veo

    cmo podramos culpar a los estudiantes de las condiciones en que se encuentran nuestras

    universidades pblicas. Esto es fruto de la aplicacin de polticas neoliberales de la postdictadura que,entre otras cosas, asimilaron formacin universitaria con formacin para el empleo. Es la capitulacin

    1Universidad de La Fronterawww.nitrihual.cl

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    de NOSOTROS, universitarios, al mundo de la empresa. La miopa de nuestras autoridades

    universitarias consiste en que an estando hoy en el lugar adecuado (formaciones profesionales conbuenas perspectivas de empleo) en un pas tan precario en su proceso de industrializacin como Chile,

    esto no tardar en convertir la universidad en centros tcnicos, con disciplinas auxiliares como la

    Filosofa, Artes, Ciencias Sociales, Humanidades Es decir, lo que un da fue el centro de laformacin universitaria, hoy es periferia y para algunos until palabrera y espacios de reflexin. Lo

    que importa es formar buenos profesionales Quienes asumen este postulado estn socavando el

    sentido de su propio trabajo. La Universidad es mucho ms que la bsqueda de un buenempleo. La

    Universidad no puede ser equiparada a una fbrica que produce salchichas para un mercado. Esto es latumba de la propia Universidad.

    La maniquea idea de Squella de que existen tres grupos de acadmicos es falaz. Para l estaran:

    a) los nios (acadmicos jvenes) que practican una mal entendida sol idaridad con cualquier causaestudiantil como si todava no se dieran cuenta de que cambiaron de estamento; b) los acadmicos que

    incitan a sus estudiantes a movilizarse (revolucionarios frustrados); c) aquellos a los que no les importa

    nada y, finalmente, d) aquellos que hacen lo que pueden por hacer entender a sus estudiantes.Lgicamente, el columnista de El Mercurio, est en ltimo grupo, el de los buenos, podramos decir. El

    resto somos infantes inconscientes o bien revolucionarios frustrados. Esta explicacin de la realidad

    extrema las posiciones de los dems para proponer la suya como la ms normal, correcta, un molde decomportamiento, lo que debe ser, etc. Retrica ideolgica en estado puro pues con la misma estrategia

    argumentativa podramos sealar que los tres grupos descritos al principio son en realidad quienes

    empujan las pocas mejoras de la Universidad mientras el grupo que Squella dice representar es el de los

    conservadores que se han contentado con administrar la privatizacin de la educacin en Chile,situacin que hoy se encuentra en crisis. No sera injusto decir esto?

    Las movilizaciones seguirn pues, con aciertos y errores, est hecha por ellos. Por los

    estudiantes. La incapacidad de asumir la irreductible subjetividad de los estudiantes, es el mayor de lospecados de este tipo de argumentacin.

    Por ltimo, resulta curioso que Squella seal que el resultado de las movilizaciones sea una

    rendicin incondicional ante los grupos estudiantiles Muy por el contrario, no hemos avanzado endemocracia interna, en gratuidad real, en discusiones sobre calidad y formacin integral de un

    profesional universitario. En cambio, hemos avanzado en burocratizacin, fortalecimiento de la

    educacin privada, menos recursos para investigacin, neoliberalizacin de la Universidad, etc. Seramejor que un sabio maestro se preocupe de mirar hacia adentro que en crear enemigos internos, como

    si esto sirviese de algo.

    Hay una paradoja que resulta importante de considerar y que Squella parece intuir. Las propiasmovilizaciones de lo/as estudiantes de la educacin pblica debilitan a la misma Universidad pblica.

    Pero la debilitan producto de la solitaria lucha de los estudiantes, de la mentalidad privatizada e

    individualistaque logr instalar el neoliberalismo y que nos llevarn al fin de la Universidad como la

    conocemos y queremos.Finalmente, hay que repetir a quienes siempre nos acusan de defender a los estudiantes que

    cometen tropelas, que esto no es as. No hay que tragarse este seuelo facilista. Son adultos que deben

    responder por sus actos. Pero nosotros tambin deberemos responder por nuestros silencios, omisiones,ambiguedades, discursos crticos que se borran con el codo. Yo prefiero mirar hacia adentro. Pero no

    puedo olvidar que fueron eso/as estudiantes que tanto criticamos quienes pusieron los temas sobre la

    mesa. Como acadmicos hemos sido incapaces de oponernos a las lgicas de mercantilizacin de laUniversidad y en cambio demonizamos a los estudiantes. Escondemos la cabeza en la arena para no ver

    la ola que se nos viene encima.

    http://www.elciudadano.cl/2016/06/21/299736/2106-que-no-hacemos-los-academicos/

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