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Quetiapina e insomnio Quetiapina e insomnio Èrika Martínez Amorós y Narcís Cardoner Àlvarez Servei de Psiquiatria. Hospital Universitari de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España. Èrika Martínez Amorós y Narcís Cardoner Àlvarez Servei de Psiquiatria. Hospital Universitari de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.

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Quetiapina e insomnioQuetiapina e insomnioÈrika Martínez Amorós y Narcís Cardoner Àlvarez

Servei de Psiquiatria. Hospital Universitari de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.Èrika Martínez Amorós y Narcís Cardoner Àlvarez

Servei de Psiquiatria. Hospital Universitari de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.

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QuetiapinaQuetiapina es un antipsicótico atípico o de nueva generación con efecto serotoni-nérgico y dopaminérgico. Actúa sobre los receptores 5HT1A, 5HT2A, 5HT6, 5HT7, H1, alpha-1, alpha-2, D1 y D2 (Stahl, 2000). Su menor afinidad sobre los recepto-res D2 y 5HT2 explicaría, en parte, su buen perfil de tolerabilidad (Goldstein, 1995), con una baja tasa de efectos extrapiramidales (SEP) y una potencia anticolinérgica muy ligera. Sin embargo, la combinación de su efecto sobre los receptores 5HT2 y H1, similar a algunos antidepresivos como mirtazapina y trazodona, sugiere un perfil de acción favorable sobre el sueño (Wiegand, 2008; Cohrs, 2004). Se ha sugerido que otros mecanismos podrían influir en su efecto beneficioso sobre el sueño. En este sentido, diferentes estudios en modelos animales han objetivado que los fármacos que actúan antagonizando el receptor D1 y alpha-1 podrían tener propiedades inductoras del sueño (Gessa, 1995; Hilakivi & Leppavuori, 1984). Quetiapina, a través del bloqueo sobre el receptor D1 y alpha-1 (Cohrs, 2004), mostraría un efecto favorable en el tratamiento del insomnio, favoreciendo la conciliación del sueño.

InsomnioArquitectura del sueñoEl sueño es un estado fisiológico, rítmico y de baja conciencia que aparece cada 24 h alternado con el estado de vigilia. Se distinguen dos tipos de sueño: el sue-ño de ondas lentas o sueño no REM (NREM) y el sueño rápido con movimientos rápidos de los ojos o sueño paradójico (sueño REM –rapid eyes movements–), que se caracteriza por tener unos registros fisiológicos y polisomnográficos simi-lares al estado de vigilia. En el sueño NREM se distinguen tres fases: fase I, fase II y fase de sueño delta (fase III y IV).

En un adulto normal, la fase I va seguida del paso a fase II y posteriormente a la fase delta. Tras unos breves minutos de reaparición de la fase II, aparece el período REM, que suele tener una duración inferior a 5 min. Durante la noche, la alternancia del sueño NREM-REM se produce en varias ocasiones (ciclos de 90 a 110 min) y pueden aparecer períodos de vigilia, de muy breve duración.

Trastornos del sueño: insomnioSegún la American Sleep Disorders Association (ASDA, 1979) los trastornos del sueño se clasifican en: 1) trastornos del inicio y mantenimiento del sueño (insom-nio); 2) trastornos por somnolencia excesiva; 3) trastornos del ritmo sueño-vigilia, y 4) disfunciones asociadas al sueño, las fases del sueño o la vigilia parcial.

El insomnio se caracteriza por presentar una o más de las siguientes caracte-rísticas: dificultad para conciliar el sueño (latencia del sueño superior a 30 min), dificultad para mantener el sueño, despertar precoz (la persona es incapaz de

volver a conciliar el sueño) y sueño no reparador. Los trastornos del sueño son muy prevalentes en la población general (10-35%; Balter, 1992; Simon & Von Korff, 1997) y sus manifestaciones clínicas pueden repercutir en todos los ámbi-tos de la vida personal y social (irritabilidad, cansancio, falta de energía, hiper-somnia, dificultades de concentración, disminución del rendimiento, cefalea).

Es importante tener en cuenta que el insomnio es un síntoma y no un diagnós-tico definitivo; excepto en algunos casos, como, por ejemplo, el insomnio idiopá-tico, el insomnio suele aparecer en el contexto de otros trastornos (mentales y físicos), situaciones estresantes agudas, cambios ambientales, uso de fármacos o sustancias estimulantes. En este sentido, antes de iniciar un abordaje farmaco-lógico, deberemos realizar una correcta anamnesis y exploración psicopatológica, así como identificar posibles factores desencadenantes.

¿Cómo estudiar el insomnio y otras alteraciones del sueño?El estudio polisomnográfico permite determinar parámetros objetivos del sueño, como la latencia del sueño, el sueño nocturno total, la eficacia del sueño y el número de despertares.

Las escalas y tests psicométricos permiten evaluar aspectos subjetivos del sueño. Una de las más usadas es la Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI), que permite evaluar la calidad del sueño en personas con trastornos mentales. Concretamente, consta de 24 ítems que evalúan, en el último mes, la calidad del sueño subjetiva, la latencia y la duración del sueño, la eficiencia habitual del sueño, las perturbaciones del sueño (tos, ronquido, frío, calor, necesidad de levantarse para ir al baño), el uso de medicación para el sueño, y la disfunción diurna (hipersomnia y cansancio).

Quetiapina como tratamiento del insomnioLos datos existentes en la literatura sugieren que quetiapina es un fár-maco a tener en cuenta en el tratamiento del insomnio a corto y largo plazo (tabla 1). Los estudios realizados en sujetos sanos, sometidos a estímulos acústicos, sugieren que quetiapina tiene propiedades favorables sobre el sueño: acelera el inicio del sueño, incrementa el rendimiento y el tiempo de sueño total y disminuye los despertares (Cohrs, 2004). Las dosis comúnmente usadas para el tratamiento del insomnio son de 25-100 mg/día (Wiegand, 2008; Cohrs, 2004), dosis inferiores a las requeridas para el tratamiento de otros sínto-mas que acompañan trastornos como la depresión resistente o la esquizofrenia.

Insomnio primarioEn estos casos no se puede objetivar un trastorno mental o físico que justifique la presencia de una alteración del sueño.

Èrika Martínez Amorós y Narcís Cardoner ÀlvarezServei de Psiquiatria. Hospital Universitari de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.

Quetiapina e insomnio

Las benzodiazepinas y los hipnóticos no benzodiazepínicos son los fármacos más usados en el tratamiento del insomnio. Su principal limitación es el riesgo de dependencia que presentan algunos de ellos, en especial como tratamiento a largo plazo. Este factor hace necesario utilizar otras estrategias terapéuticas, como el uso de antidepresivos o neurolépticos sedativos (Wiegand, 1999). Sin embargo, los efectos adversos y la interacción farmacológica que presentan algunos antidepresivos y gran parte de los antipsicóticos típicos suponen un problema. En este contexto, los antipsicóticos atípicos o de nueva generación pueden tener un papel relevante en el tratamiento del insomnio crónico.

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El insomnio es un problema del dormir, y es muy común. Acerca de 80 millones de adultos norteamericanos tiene problemas del sueño. Cualquiera persona puede sufrir de insomnio pero es más común en personas de edad avanzada. Otras condiciones que afectan el sueño incluyen las pesadillas, sueños de terror, enuresis (mojar la cama) y sonanbulismo.

Puede ser necesario prescribir sedantes y medicamentos hipnóticos para ser usados

por corto tiempo. Los medicamentos herbales como (melatonin y la raíz valeriana) y medicinas sin receta medica que también

pueden ser utilizados.

El insomnio a veces esta relacionado a una crisis, una condición médica, (como la

enfermedad cardiaca), emocional o problemas psiquiátrico, (como depresión, la ansiedad, y

la esquizofrenia). También esta relacionado al uso de medicinas y al uso del cigarrillo.

Hacer ejercicios diariamente es muy bueno para su completa salud, pero no haga ejercicios dos horas antes de irse a dormir.

Métodos de relajación como meditación, pueden

ayudarlo. Pregúntele a su doctor a donde puede obtener más información.

Los síntomas incluyen problema para caer en el sueño o para permanecer dormido, levantarse muy temprano en la mañana y el cansancio durante el día.

Cafeína y otros estimulantes no deben ser tomados

tarde en la noche. No tome alcohol porque

le ocasionara más problemas para dormir,

y no fume.

El médico puede identificar el insomnio al escuchar los síntomas. A veces un estudio del sueño es hecho para determinar las ondas del cerebro y el ritmo del sueño, y para descartar desórdenes. Ambas La cantidad del sueño y la calidad del sueño son importantes. Derechos de Reproducción © 2010 por Saunders.

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sanos (Cohrs, 2004; Yamashita, 2004; Keshavan, 2007) y superiores a los resul-tados obtenidos con antipsicóticos típicos (Yamashita, 2004).

Insomnio en otros trastornosQuetiapina se ha mostrado eficaz como tratamiento de las alteraciones del sueño que aparecen en otros trastornos como la enfermedad de Parkinson (Juri et al, 2005), los trastornos de ansiedad (Katzman, 2008) o el dolor crónico (Fernando & Chew, 2005).

ConclusiónEn general, quetiapina es una alternativa eficaz en el trata-miento de diferentes formas de insomnio, tanto en el insom-nio primario como secundario a otras patologías médicas o psiquiátricas. Su efecto tiene lugar a dosis bajas de 25 a 100 mg/día y no se asocia a un efecto de tolerancia ni comporta riesgo de abuso o dependencia.

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Quetiapina mejora, a las pocas semanas de tratamiento, la calidad subjetiva del sueño (evaluada mediante la PSQI), así como parámetros del sueño medi-dos mediante polisomnografía, como el rendimiento y el tiempo de sueño total (Wiegand, 2008). Los mismos autores concluyen que la eficacia de quetiapina en el sueño no disminuye con el tiempo, a diferencia de tratamientos con otros mecanismos de acción que comportan un efecto de tolerancia. Las dosis de que-tiapina comúnmente usadas para el tratamiento del insomnio son de 25-75 mg/día (Wiegand, 2008).

Insomnio en la depresiónEl insomnio es un síntoma muy frecuente en la depresión (unipolar o bipolar) y de importante relevancia en la evolución y pronóstico de ésta. Los estudios polisomnográficos muestran alteraciones en distintos parámetros: aumento de la latencia del sueño, incremento del número de despertares, disminución del sueño lento y de la latencia REM, así como alteración de la distribución temporal del sueño REM. Los ensayos realizados hasta la fecha sugieren que quetiapina mejora las alteraciones en la arquitectura del sueño comunes en los trastornos depresivos, principalmente la calidad y la duración del sueño (Calabrese, 2005; Thase, 2006; Endicott, 2008), mejorando también la calidad de vida de estos pacientes. Algunos autores sugieren que la mejora del sueño sería independiente de la mejora del trastorno depresivo subyacente (Todder, 2006).

Insomnio en la esquizofreniaLas alteraciones del sueño también son muy frecuentes en los pacientes que padecen esquizofrenia y pueden exacerbar los síntomas propios de la enferme-dad, empeorando el funcionamiento general de estos pacientes. Los estudios polisomnográficos muestran una reducción del tiempo total y del rendimiento, un aumento de la latencia y, de forma más variable, una reducción de las ondas lentas y de la fase REM. Los hallazgos de los estudios realizados con quetiapina en estos pacientes son favorables, concordantes con los objetivados en sujetos

Autores Diseño Resultados

Wiegand et n = 18 (Insomnio primario) Mejoría sin tolerancia al, 2008 QUE 25-75 mg/día; 6 semanas

Cohrs et al, n = 14 (sujetos sanos) Mejoría en parámetros objetivos 2004 Doble ciego, aleatorizado y subjetivos del sueño (QUE 25 o 100 mg/día vs. placebo)

Todder et al, n = 54 (depresión unipolar & bipolar Mejoría rápida y mantenida 2006 vs. sujetos sanos) en parámetros objetivos y Estudio abierto (AD + QUE subjetivos del sueño 50-800 mg/día; 4 semanas)

Baune et al, n = 27 (depresión unipolar & bipolar) Mejoría significativa en 2007 AD + QUE 50-800 mg/día; 4 semanas la calidad del sueño

Calabrese et al, n = 542 (trastorno bipolar I o II) Mejoría significativa en 2005 (BOLDER I) Aleatorizado, controlado, doble parámetros subjetivos del sueño ciego (QUE 300 vs. QUE 600 mg/día vs. placebo, 8 semanas)

Thase et al, n = 509 (trastorno bipolar I o II) Mejoría significativa en 2006 (BOLDER II) Aleatorizado, controlado, doble ciego parámetros subjetivos del sueño (QUE 300 vs. QUE 600 mg/día vs. placebo, 8 semanas)

Endicott et al, n = 1051 (trastorno bipolar: Mejoría significativa en 2008 BOLDER I y II) parámetros subjetivos del sueño

Keshavan et al, n = 39 (esquizofrenia) Mejoría en parámetros 2007 QUE 75-600 mg/día vs. objetivos y subjetivos del sueño RIS 1-4,5 mg/día con QUE y RIS

Juri et al, 2005 n = 14 (Parkinson) Mejoría significativa en Estudio abierto parámetros subjetivos del sueño (QUE 12,5-100 mg/día; 12 semanas)

Tabla 1. Quetiapina e insomnio

QUE: quetiapina; AD: antidepresivo; RIS: risperidona.