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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA RELACIÓN ENTRE PATRONES DE CRIANZA Y AUTOEFICACIA EN HIJOS ÚNICOS DE 12 Y 13 AÑOS TESIS ALEJANDRA BERNARDETHE GRAMAJO DE LEÓN Carné: 10898-06 Guatemala, febrero de 2012 Campus Central

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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA

RELACIÓN ENTRE PATRONES DE CRIANZA Y AUTOEFICACIA EN HIJOS ÚNICOS DE 12 Y 13 AÑOS

TESIS

ALEJANDRA BERNARDETHE GRAMAJO DE LEÓN Carné: 10898-06

Guatemala, febrero de 2012 Campus Central

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA

RELACIÓN ENTRE PATRONES DE CRIANZA Y AUTOEFICACIA EN HIJOS ÚNICOS DE 12 Y 13 AÑOS

TESIS

Presentada al Consejo de Facultad de Humanidades

Por:

ALEJANDRA BERNARDETHE GRAMAJO DE LEÓN Carné: 10898-06

Previo a optar al título de:

PSICÓLOGA CLÍNICA

En el grado académico de:

LICENCIADA

Guatemala, febrero de 2012 Campus Central

AUTORIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

Rector P.Rolando Enrique Alvarado López, S.J.

Vicerrectora Académica Dra. Lucrecia Méndez de Penedo.

Vicerrector de Investigación y Proyección P. Carlos Cabarrús Pellecer,S.J.

Vicerrector de Integración Universitaria P. Eduardo Valdés Barria, S.J.

Vicerrector Administrativo Lic. Ariel Rivera Irías

Secretaría General Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena

AUTORIDADES FACULTAD DE HUMANIDADES

Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos

Vicedecano M.A. Hosy Benjamer Orozco

Secretaría M.A. Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón

Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina Mariscal de Jurado

Directora del Departamento de Educación M.A. Hilda Díaz de Godoy

Directora del Departamento de Ciencias M.A. Nancy Avendaño

de la Comunicación

Director del Departamento de Letras y M.A. Ernesto Loukota

Filosofía

Representante de Catedráticos Lic. Ignacio Laciérga Giménez

Representante ante Consejo de Facultad Lic. Melisa Lemus

ASESORA DE TESIS Licda. Clara Isabel Garcés

REVISORA DE TESIS Licda. Tania Guillioli Schippers

Agradecimiento

A Dios, por permitirme llevar a cabo el trabajo de tesis.

A mis padres, por su incondicional apoyo y amor durante mi carrera.

A la Licda. Isabel Garcés por su apoyo y orientación al realizar el trabajo de tesis.

Al Centro Educativo, por abrirme las puertas y acceder a las clases.

A los alumnos participantes por su tiempo y colaboración en el trabajo de campo así

como dejarme aprender de ellos también.

Dedicatoria

Mi trabajo está dedicado en primer lugar a Dios quien ha sido mi fortaleza durante toda

mi carrera.

A mi mamá, Leticia por creer en mí, ser mi apoyo incondicional, ejemplo e inspiración

para culminar mis estudios.

A mi papá, Adolfo por también creer lo mejor de mí, esperar lo mejor de mí y darme

mucho amor en todo momento.

A mi abuelo, Adolfo por ser parte importante en mi vida, que a pesar de que ya no está

con nosotros lo sigo recordando y siendo parte de mi inspiración.

A Juan Carlos, por su amor incondicional, apoyo en todo momento y consejos cuando

me desanimaba.

A mis hermanos, Javier y Rodrigo por sus consejos, por sus palabras de aliento en todo

momento.

A mi demás familia por sus consejos y apoyo en todo momento. Dios les bendiga

mucho.

ÍNDICE I.INTRODUCCIÓN 1

1.1 Estilos de Educación Familiar 7 1.1.1La Familia como Contexto Educativo y las Las Representaciones de los Padres 1.1.2 Estilos Educativos 10 1.1.3 Percepción de los Hijos de los Estilos Educativos Paternos 13 1.1.4 Estilos Diferenciales entre Padres y Madres 14

1.2 Los Modelos Actuales de la Interacción Familiar 17 1.2.1 Modelo Hiperprotector 17 1.2.2 Modelo Democrático Permisivo 18 1.2.3 Modelo Sacrificante 19 1.2.4 Modelo Intermitente 21 1.2.5 Modelo Delegante 22 1.2.6 Modelo Autoritario 22

1.3 Autoeficacia 23 1.3.1 La Autoeficacia en Situaciones de Logro 26 1.3.2 Modelos y autoeficacia 26

a. Modelos Adultos b. Modelos Coetáneos

1.3.3 Autoeficacia y Expectativas de Resultados 27 1.3.4 Autoeficacia Académica 27

1.4 Características del Hijo Único 28

II PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 31 2.1 Objetivos 31

2.1.1 Objetivo General 31 2.1.2 Objetivos Específicos 31

2.2 Variables de Estudio 32 2.3 Definición de las Variables 32

2.3.1 Definición Conceptual 32 2.3.2 Definición Operacional 33

2.4 Alcances y Límites 34 2.5 Aporte 34

III MÉTODO 35

3.1 Sujetos 35 3.2 Instrumento 35

3.3 Procedimiento 37 3.4 Diseño 38

3.5 Metodología Estadística 39

IV PRESENTACIÓN DE RESULTADOS 40 V DISCUSIÓN DE RESULTADOS 50

VI CONCLUSIONES 53 VII RECOMENDACIONES 55 VIII REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 57

RESUMEN

La presente investigación fue de tipo cuantitativa no experimental, de diseño

transeccional correlacional-causal, el cual se enfoca en establecer relaciones

entre dos o más categorías, variables o conceptos en un tiempo específico.

Para tal fin se utilizaron las escalas de Autoeficacia General de Baessler y

Schwarzer de 10 preguntas, en el cual valoraron su eficacia a nivel general, y el

Inventario de Autoeficacia para el estudio (IDAPE) basado en la teoría social

cognitiva del aprendizaje, formado por 8 enunciados en los que se detallan

estrategias autorregulatorias de aprendizaje. Además, para medir los patrones

de crianza, se utilizó el Cuestionario de Estilos de Socialización Parental

(ESPA-29), en las que se describen 29 situaciones donde los adolescentes

socializan con sus padres. El tipo de muestreo fue no probabilístico, por

conveniencia. Los sujetos de esta investigación fueron 25 adolescentes cuyas

edades oscilaron entre los 12y 13 años de edad, hijos únicos que viven con

ambos padres y asisten a un colegio privado de la ciudad capital.

Se concluyó que existe relación entre el patrón de crianza autoritativo, en el

que se incluyen reglas y rutinas establecidas en casa, así como la

responsabilidad, y la autoeficacia académica, ya que los sujetos provenientes

de estas familias obtuvieron notas más altas en la prueba utilizada para medir

la variable antes mencionada. Se encontró que los hombres se perciben menos

eficaces que las mujeres a nivel académico. Por otra parte, se concluyó que los

padres de familia se involucran menos que las madres en la formación de sus

hijos. Finalmente, se encontró que la experiencia emocional de éxito en

actividades en general fomenta la autoeficacia académica.

Se recomendó a la institución educativa organizar escuelas de padres que

incluyeran temas como la autoeficacia y los patrones de crianza, que incluyeran

reglas y rutinas establecidas así como expectativas de éxito altas. Además, se

sugiere repetir el estudio con sujetos no hijos únicos, madres solteras e

individuos de distintas edades y comparar resultados.

1

I. INTRODUCCIÓN

Actualmente, en los centros educativos de Guatemala se ha observado

características comunes en hijos únicos tales como baja tolerancia a la frustración,

dependencia hacia sus progenitores y poca autonomía. Un aspecto importante

identificado en todo ello es el nivel de autoeficacia percibido por los mismos niños.

La autoeficacia puede definirse como la percepción del individuo sobre sus propias

capacidades. Esto puede ser influido por los patrones de crianza que son rutinas o

prácticas estructuradas en la familia que abarcan aspectos como normas,

costumbres y prácticas religiosas, entre otros.

La autoeficacia conduce a la idea de “éxito” en todos los sentidos, tanto a nivel de

capacidades personales como control de emociones. Esto incluye el ámbito

educativo, donde hijos únicos se enfrentan a más niños retando una realidad

sobre sus propias creencias de autoeficacia. Para la autoeficacia es importante

tomar acciones a partir de las creencias sobre las propias capacidades, además

de buscar ser proactivo para tales fines.

Por otra parte, existen condicionantes para la autoeficacia que varían según las

condiciones de cada sujeto, como por ejemplo las creencias, actitudes y el apoyo

que se le brinde al individuo. En la presente investigación se pretende identificar

los patrones de crianza que utilizan padres de hijos únicos entre los 12 y 13 años

los cuales de alguna forma condicionan el nivel de autoeficacia que el adolescente

puede percibir sobre sí mismo/a.

Anteriormente se han realizado estudios sobre el tema, en los que se basará el

presente trabajo de investigación. Dentro de ellas se pueden mencionar los

siguientes que fueron realizadas en Guatemala:

Castañeda (2010) realizó un estudio en el cual su objetivo fue establecer la

relación entre patrones de crianza y la formación del autoconcepto en hijos únicos.

Dicho estudio se llevó a cabo con estudiantes de psicología general que

comprendieron las edades de 17 a 18 años de ambos sexos y que asistían a la

2

Universidad Rafael Landívar campus central, jornada matutina en primer año. Se

les aplicó el Test AF-5 y el Test ESPA-29, con lo que se determinó que existe

relación entre los patrones de crianza y el autoconcepto del hijo único. Además, se

identificaron patrones de crianza como el estilo negligente e indulgente en los

padres y en las madres autoritario, negligente e indulgente. Las recomendaciones

propuestas son investigar los patrones de crianza cuando existen hermanos para

realizar un estudio comparativo.

Así mismo, Tobar (2010) tuvo como objetivo establecer el nivel de autoeficacia en

los estudiantes de la carrera de licenciatura en psicología clínica,

industrial/organizacional y educativa del quinto año, de una universidad privada.

Para dicha investigación tomó el universo de alumnos estudiantes que cursaron el

quinto año de psicología en las diferentes áreas. El universo estuvo integrado por:

39 estudiantes de psicología clínica, 47 de industrial y 7 de educativa en jornadas

matutina y vespertina, utilizando un instrumento compuesto de dos partes. Para

recabar información se utilizaron dos escalas, siendo la primera una escala para

medir la autoeficacia académica adaptada por Juan Carlos Torre para su tesis

doctoral en la Universidad Pontificia de Comillas Madrid. La segunda parte consta

de una escala tipo Likert de seis preguntas con cuatro y cinco niveles de

respuesta. La investigación de tipo descriptivo concluyó que aunque no existe

diferencia estadísticamente significativa en qué tan seguros se sienten los

alumnos al aplicar sus conocimientos (autoeficacia académica), existe una mínima

pero importante diferencia en la carrera de psicología industrial, mostrando éstos

un leve porcentaje mayor que la psicología clínica y educativa. Se recomendó a

los docentes que para fortalecer la autoeficacia en los estudiantes se lleven a cabo

actividades prácticas en el aula que promuevan cambios sociales y personales.

En otro estudio sobre patrones de crianza comunes en adolescentes con altos

índices de consumo de alcohol, Coronado (2009) tuvo como objetivo analizar los

patrones de crianza utilizados por los padres de adolescentes estableciendo que

los patrones en común de socialización parental son el negligente y el indulgente.

El tipo de estudio fue descriptivo utilizando primero una prueba para detectar

3

alcoholismo en fase inicial con el Michigan Alcoholism Screening, a los que luego

se les aplicó la prueba ESPA 29 para determinar los estilos de crianza utilizados

por los padres. Los sujetos de estudio estuvieron conformados por 35 estudiantes

que cursan tercero básico, cuarto y quinto bachillerato en un establecimiento

privado. Los resultados demostraron que los patrones de crianza más comunes

son el indulgente, en el que se muestra alta aceptación-implicación y baja coerción

–imposición. Se recomendó realizar investigaciones que cuenten con una muestra

más grande y el desarrollo de un programa para disminuir en los padres de familia

la coerción-imposición.

Por su parte, Orellana (2009) llevó a cabo un estudio de tipo cualitativo con el

objetivo de determinar los patrones de crianza de padres que tienen un hijo

diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Para

obtener la muestra se utilizó un método de selección informal; la muestra estuvo

conformada seis familias de la investigación residentes de la ciudad capital, de

nivel socioeconómico medio-alto y tenían un hijo diagnosticado con Trastorno por

Déficit de Atención con Hiperactividad, cuyas edades oscilaban entre los 5 y 10

años. Se encontró que el patrón de crianza predominante fue el tipo

hiperprotector. Así mismo, se encontraron características del patrón de crianza

Democrático-Permisivo y finalmente se determinó que los patrones de crianza de

los padres sometidos a entrevista se ven influenciados por el diagnóstico del niño,

siendo distinto del resto de los hermanos en la familia.

De igual forma, Bautista (2009) realizó un análisis cuyo objetivo fue identificar los

patrones de crianza que desarrollan las madres codependientes de alcohólicos

que asistían al grupo Al-Anon, un grupo de codependientes conformando la

muestra mujeres que llevaban un mes o más de asistir al grupo mencionado

anteriormente, residentes de la ciudad capital y comprendidas entre los 34 y 41

años. A ellas se les aplicó una prueba para confirmar el cuadro codependiente y

luego realizar una entrevista semiestructurada sobre subindicadores de patrones

de crianza. Concluyó que la mayoría de las mujeres entrevistadas desarrollan un

patrón de crianza permisivo o indulgente en tres casos y en uno negligente o no

4

involucrado. Con tal estudio se identificaron patrones de crianza negativos o no

adecuados.

Por su parte, Díaz (2009) realizó una investigación cuyo objetivo fue establecer la

relación entre la autoeficacia y el rendimiento académico de los estudiantes de

sexto primaria de la Escuela Oficial Urbana Mixta no. 23 que trabajan por las

mañanas y estudian por las tardes. La muestra fue de 26 estudiantes de ambos

sexos con un nivel socioeconómico bajo. Para recolectar los datos se utilizó la

Escala de Autoeficacia Académica tomada de Torre Puente en su tesis doctoral.

Finalmente, se concluyó que no existe relación significativa entre la autoeficacia y

el rendimiento académico de los estudiantes. Se recomendó que para fortalecer la

autoeficacia es necesario que los profesores conozcan, propongan y pongan en

práctica estrategias adecuadas, sobre todo en aquellas materias con relaciones

más consistentes entre autoeficacia y rendimiento académico.

Finalmente, Fernández (2008) observó los patrones de crianza presentes en niños

con síntomas de ansiedad. Para tal efecto, seleccionó 5 niños comprendidos

entre 6 y 8 años con altos niveles de ansiedad, siendo la investigación de tipo

descriptivo. Para medir los niveles de ansiedad se utilizó el Cuestionario de

Ansiedad Infantil CAS y para medir los Estilos de Crianza utilizados para la

educación de los sujetos se utilizó el Inventario para Hijos del Comportamiento

Parental (CRPBI). Con esto se determinó que los patrones de crianza presentes

en la educación de los niños evaluados que presentan síntomas de ansiedad son

el estilo Autoritativo para el padre y el estilo Autoritario para la madre. Se concluyó

que sí existe un patrón de crianza común en la educación de los sujetos

evaluados y que éste influye en el desencadenamiento de la ansiedad de los

niños, siendo tal patrón el estilo Autoritario de la madre; se recomendó elaborar

talleres a padres para informar sobre los patrones de crianza, sus características y

efectos.

En cuanto a estudios internacionales relacionados al tema de la presente

investigación se encuentran los citados a continuación:

5

Cid, Orellana y Barriga (2010) pretendieron evaluar las propiedades psicométricas

de la Escala de Autoeficacia General en población chilena, por lo que utilizaron a

360 sujetos de ambos sexos entre los 15 y 65 años. Obtuvieron como resultado

que la estructura de la escala es unidimensional, homogénea y positivamente

relacionada con los constructos examinados. Concluyeron que la Escala de

Autoeficacia General es un instrumento válido y confiable para la percepción de

autoeficacia en la población chilena.

Por su parte, Dodobara (2005) estableció como objetivo de su investigación

determinar la relación entre la motivación de logro académico, la autoeficacia y la

disposición para realizar una tesis de Licenciatura. La muestra fue de estudiantes

de ambos sexos, que asistían a tres universidades de Lima, Perú. Concluyó que

no existe una relación significativa entre las variables, pero sí una relación positiva

ya que si se posee motivación de logro es más probable buscar éxito en tareas de

índole académico.

En otro estudio, Márquez (2005) utilizó un acercamiento descriptivo-correlacional

para hacer la evaluación de variables cognitivas, psicosociales y

sociodemográficas implicadas en el aprovechamiento académico y precisar las

influencias de dichas variables en el nivel de autoeficacia percibido, nivel de

depresión y el aprovechamiento académico en estudiantes universitarios.

Conformó la muestra con 232 mujeres y 88 hombres de 18 años en adelante. Se

aplicó un cuestionario relacionado con las variables. Los hallazgos señalaron que

existe relación significativa entre el nivel de percepción de autoeficacia, depresión

y aprovechamiento académico; en los estudiantes sin síntomas depresivos se

encontró una media distinta al resto de estudiantes, así como de estudiantes

graduados y subgraduados con relación a las variables. Concluyó así que existen

múltiples variables que contribuyen con el desempeño académico de las y los

estudiantes, siendo las más significativas la percepción de autoeficacia, créditos

obtenidos y el tiempo que llevan en la universidad, ya que inciden en el

aprovechamiento académico del sujeto.

6

Rojas y Antó (2005,) por su parte, realizaron un estudio sobre la relación entre el

estilo de funcionamiento familiar, los patrones de crianza y las edades de

desarrollo evolutivo en niños nacidos con bajo peso. Fue un estudio correlacional

realizado con 41 niños y sus madres, aplicándose cuestionarios sobre el

funcionamiento familiar, prácticas de crianza y desarrollo infantil. Los resultados

indican la existencia de un funcionamiento familiar caracterizado por una cohesión

amalgamada y adaptabilidad caótica, disciplina complaciente, falta de control y de

límites claros entre madre e hijo, familias monoparentales, edad temprana de

concepción y apoyo de la familia extensa. La edad evolutiva indicó desarrollo

inferior a la edad cronológica del niño y no se encontró correlación

estadísticamente significativa entre la edad del desarrollo y los diferentes factores

del funcionamiento familiar.

Márquez (2004) estableció la relación entre el clima social, familiar y la

percepción de la autoeficacia de los jóvenes sobre su estatus académico. Utilizó

para la muestra 366 inmigrantes adolescentes, donde 577 españoles fueron el

grupo control. Los resultados establecen que influye el tiempo de estancia en

España, el sentido de identidad y pertenencia a la cultura de acogida, por lo que

se propuso un programa de intervención intercultural MIOY, para el desarrollo de

la interculturalidad en el centro.

Finalmente, Villamarín (1994) realizó un estudio empírico que tuvo como finalidad

investigar en tres ámbitos de la psicología de la salud, tales como la conducta de

fumar, el tratamiento psicológico de las cefaleas tensionales y la psicooncología

así como la influencia de la autoeficacia en las problemáticas descritas. Los

resultados obtenidos indicaron que las expectativas de eficacia y de resultados

modulan el efecto terapéutico de ciertos tratamientos psicológicos y constituye un

buen predictor de algunas conductas relacionadas con la salud.

En los diversos estudios mencionados se ha podido determinar que tanto el tema

de patrones de crianza, como el de autoeficacia, han sido abordados

generalmente en estudios de tipo descriptivos y correlacionales, como lo pretende

la presente investigación.

7

A continuación se muestra la fundamentación teórica en la que se basa este

estudio.

1.1 Estilos de Educación Familiar

Según antropólogos, los antecedentes inmediatos del Homo sapiens eran

fundamentalmente poligínicos así como monógamos, lo que ha constituido la base

del desarrollo posterior en muchas de las civilizaciones humanas. De esta forma,

se encuentra la indefensión de la cría humana, dependiente de sus progenitores.

Ésta atraviesa un largo proceso de adaptación que conlleva la independencia y la

autonomía. Dicho proceso permite vínculos emocionales estrechos entre sus

miembros, lo cual facilita en el grupo familiar la estabilidad de la convivencia

(Buendía, 1999).

Sin embargo, la forma en la que se lleva a cabo la convivencia familiar depende de

diferencias transculturales en la organización familiar y en los patrones de

agrupamiento, ya que pueden ser muy amplios. Tradicionalmente la familia

extensa convivía en un solo lugar, tomando los adultos participación en la

educación de los hijos, subsistencia y apoyo mutuo; no obstante, las familias

nucleares compuestas por los dos progenitores y sus hijos predominan en la

actualidad, a lo que se suma la paulatina incorporación de la mujer al campo

laboral, lo cual constituye un cambio más a la familia tradicional. Cambios que se

hacen visibles por la disminución del número de hijos en la pareja, aumento y

mejora de recursos extrafamiliares destinados a cuidar y educar a los pequeños y,

finalmente, la implicación y participación cada vez más plena en la educación y

cuidado de los hijos de los padres varones.

1.1.1La familia como contexto educativo y las representaciones de los

Padres

El papel desempeñado por la familia en el desarrollo de las personas, se

estableció que garantiza la supervivencia física de éstas y es donde se realizan

aprendizajes básicos necesarios en la sociedad para el desenvolvimiento

autónomo de la persona. Durante el tiempo que la persona está bajo la custodia

8

de su familia, ella se vale de mecanismos tales como estilos educativos,

modelado, identificación, creencias y transmisión de valores entre otros, con el fin

de modelar las características del individuo (Buendía, 1999).

Pese a las funciones que la familia puede desempeñar, no depende

exclusivamente de este grupo la completa definición del nuevo individuo, ya que

en primer lugar el niño está sujeto a características innatas como su

temperamento y salud; en segundo lugar, porque está de igual forma influido por

otros contextos como grupos de pares, escuela, etc. Y finalmente, la familia a su

vez se encuentra influenciada por factores de orden externo como la situación

económica, articulación política, hechos traumáticos que afecten a la familia y

cultura. Otra variable a tomar en cuenta es la influencia de los padres hacia sus

hijos y viceversa.

Los estilos educativos se perciben como una predisposición de carácter innato a

ejercer pautas educativas de un tipo específico que tienen origen cognitivo con

influencias sociales que pueden ser percibidos como construcciones personales

reguladas por la pertenencia de los individuos a clases sociales y se elaboran a

partir de la adquisición de material cultural (Rodrigo, Rodríguez y Marrero, citados

por Buendía, 1999).

Los padres eligen los estilos educativos de acuerdo a la manera de entender al

niño, su entorno y sus necesidades y son los padres quienes elaboran

representaciones del desarrollo, infancia, familia y educación, que se combinan

con sus procesos cognitivos al servicio de la interpretación de las situaciones, así

como la predicción y comprensión del comportamiento de sus hijos y el

consecuente comportamiento de ellos (Triana, citado por Buendía, 1999).

Baldwin y Baumrind, citados por Buendía, (1999) durante los años cincuenta,

sesenta y setenta realizaron investigaciones, las cuales demostraron la existencia

de patrones básicos en cuanto a las prácticas educativas que los padres exhiben.

Estas investigaciones, en función de los estilos educativos, han intentado explicar

diferencias individuales de los niños en sus características de socialización y

9

personalidad, con lo cual se extraen cuatro dimensiones en las cuales los padres

pueden diferir entre uno y otro:

a. Grado de control

b. Comunicación padres-hijo

c. Exigencias de madurez

d. Afecto en la relación

A continuación se describen estas dimensiones:

Grado de control: Los padres intentan inculcar estándares de comportamiento

determinados a través de ejercer control sobre sus hijos en distintas formas, tal y

como castigo físico o amenaza, privación de objetos al niño ante alguna

transgresión; en segundo lugar, retiro de afecto y comunicar sentimientos

negativos como la decepción o enojo, negarse a hablar con él y la inducción en la

que el niño es conducido hacia una reflexión sobre el por qué de su

comportamiento haciéndole considerar las consecuencias. Así mismo, el control

puede manifestarse de forma congruente o consistente cuando las reglas son

estables; o inconsciente e incongruente, que se refiere al uso arbitrario de la

autoridad.

Comunicación padres-hijo: Se describen como padres altamente comunicativos,

que se valen del razonamiento para explicar su acción. El niño tiene la posibilidad

de opinar, al mismo tiempo que le animan a participar, con lo cual obtienen la

conformidad del hijos. Los padres que utilizan este modelo consultan a sus hijos

sobre la toma de decisiones que les afectan.

Exigencias de madurez: Padres que generalmente demandan a sus hijos que den

lo máximo de sus posibilidades en todo sentido, e insisten en que sean autónomos

y tomen decisiones propias. Los padres que no plantean retos subestiman la

competencia de su hijo creyendo que no serán capaces de realizar una

determinada tarea.

10

Afecto en la relación: Se refiere a la expresión explícita del interés por el hijo y que

implica su bienestar físico y emocional. Dichos padres son los que se preocupan

por las necesidades, deseos y preocupaciones, así como la expresión de orgullo y

alegría por los logros que obtengan.

1.1.2 Estilos Educativos

Triana, citado por Buendía (1999), señala que las creencias de los padres sobre la

educación de sus hijos generalmente responden a varias concepciones teóricas

sobre el tema.

Cada estilo propuesto consta de diferentes elementos y se distinguieron ocho

tipologías de educación en orden al tipo de disciplina parental utilizada, agrupando

cuatro categorías principales: autoritario, autoritativo, permisivo y rechazante-

negligente. A continuación se describen cada uno de ellos:

Estilo Autoritario:

Se caracteriza por tener abundantes normas y la exigencia de obediencia estricta.

Son padres en los que predominan altos niveles de control, exigencias de

madurez y bajos niveles de comunicación y afecto explícito.

Se sostiene la creencia de obediencia a la autoridad de los padres y la restricción

de la autonomía del hijo. Recurren al castigo y medidas disciplinarias enérgicas

frecuentemente con el objetivo de frenar la persistencia en el comportamiento de

una conducta que no les parece agradable, independiente de la percepción que el

hijo tenga al respecto.

Se ha encontrado que la influencia de estas creencias tiene repercusiones

negativas sobre los hijos, entre las que se puede mencionar falta de autonomía

personal, menor competencia social, creatividad con predominancia del control

externo sobre el control interno y baja autoestima. Por lo tanto, los hijos por una

parte son obedientes, ordenados y poco agresivos, como también pueden ser

tímidos y poco tenaces al perseguir una meta.

11

Como resultado de este estilo de crianza prevalece la falta de comunicación en los

hogares, hijos poco alegres y más coléricos, aprensivos, irritables fácilmente,

vulnerables a las tensiones y aprensivos.

Estilo Democrático:

En este estilo los padres están orientados a enfocar las actividades del hijo de

forma racional y encaminada en el problema, también denominado autoritativo.

Generalmente estos padres se comunican en niveles más altos; así mismo, los

niveles de afecto, control y exigencias de madurez son elevados.

En ellos existe una tendencia al establecimiento de reglas claras, aceptación de

los derechos y deberes de los hijos; los castigos y mandatos se utilizan si son

necesarios apoyándose en primer lugar en el razonamiento. Existe una

comunicación fuerte y abierta reforzando constantemente el comportamiento del

niño, evitando castigar con el objetivo de orientar y dirigir al niño tomando en

cuenta los sentimientos y la opinión de éste.

Éste es el estilo que refleja más consecuencias positivas dentro de varias culturas,

ya que los padres reflejan niveles más altos de autocontrol y de autoestima, más

capaces de afrontar situaciones nuevas con confianza e iniciativa y que sean

perseverantes en las tareas que inician, pues tienen a su disposición un clima de

afecto y comunicación con normas consistentes. Se les plantean retos acorde a

sus capacidades y tienen en cuenta las opiniones de sus miembros.

En general, los hijos de padres que utilizan el estilo democrático son niños

interactivos y hábiles en las relaciones con sus pares, cariñosos e independientes.

Finalmente, favorece la independencia, responsabilidad, iniciativa personal, la

autoestima y la autoconfianza.

Estilo Permisivo:

Su cualidad principal es la ausencia total de restricciones y el afecto con padres

que tienen pobre control y exigencia de madurez; sin embargo, altos en

comunicación y afecto.

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Utilizan poco el castigo ya que aceptan todas las conductas, actitudes e impulsos

del niño, sosteniendo una actitud positiva hacia ella. No son exigentes con las

expectativas de madurez y responsabilidad en el emprendimiento de tareas, no

recurren a la autoridad, evitándola. Por lo tanto, los estudios coinciden en que los

niños de padres permisivos tienen bajo rendimiento escolar dada la baja exigencia

de responsabilidad, pobre control de impulsos, dificultades al asumir

responsabilidades, inmadurez, bajos niveles de autoestima, pero son más alegres

y llenos de vida que los hijos de padres autoritarios; sin embargo, se manifiestan

conductas agresivas y caprichosas.

Estilo Indiferente:

En el estilo indiferente lo que se le da al niño es directamente proporcional a lo

que se le exige, siendo esto en niveles bajos ya que son padres bajos en control y

exigencias de madurez; así como en comunicación y afecto. Generalmente no hay

afecto ni normas a llevar a cabo, con lo cual se desarrolla escasa intensidad de

apego y cierta indiferencia respecto a las conductas de los hijos. Niños de parejas

indiferentes tienden a tener conductas disociales y son niños infelices y

desarraigados.

Dentro de los estilos presentados se pueden identificar facetas positivas y

negativas, incluyendo la dimensión afecto-rechazo, con lo que finalmente se

puede establecer cuatro estilos de educación familiar que están comprendidos en

el dualismo permisividad-control.

Control Positivo (C+): Se refiere a la existencia de la responsabilidad de los

padres, control congruente pero a la vez flexible con la conducta del hijo.

Permisividad positiva (P+): La cual habla de la ausencia de intervención directa de

los padres, autonomía personal y fomento de la responsabilidad del hijo.

Control Negativo (C-): caracterizado por control rígido sin opción a la iniciativa

personal del hijo Autoritario y directivo a la vez.

13

Permisividad Negativa (P-): Poca preocupación y ausencia de intervención en la

educación de los hijos.

Se obtiene entonces estilos educativos combinados con afecto-rechazo que

pretenden responder a situaciones concretas, ya que se toman en cuenta las

prioridades educativas de los cónyuges, pues deciden las situaciones que creen

que deben controlar contra las que no consideren que necesiten para mejorar la

relación con los hijos y que, por lo tanto, no necesitarán intervención.

1.1.3 Percepción por los Hijos de los estilos educativos paternos

Los hijos desde su perspectiva poseen una propia representación de la educación

familiar, sus padres y su propio comportamiento.

Según Esteba, Martínez y Ruiz, citados por Buendía (1999), los hijos tienen una

percepción propia de los estilos educativos paternos y la concordancia que existe

entre su percepción y lo que los padres manifestaron. Se determinó en el estudio

que realizaron señalando lo siguiente:

Las percepciones de los hijos no coinciden con lo que los padres expresan, lo

que lleva a preguntarse sobre la efectividad de la educación parental o la no

concordancia entre las creencias de padres e hijos sobre el desarrollo y la

educación de los últimos.

Se observó una percepción positiva de la educación materna con relación a la

paterna probablemente por la mejor comunicación entre hijos y madres, pues

es más estrecha.

La posible influencia de la educación familiar sobre el rendimiento escolar,

siendo los hijos quiénes atribuyen dicha relación.

Percibir parece más congruente a los hijos que la expresión explícita del estilo

de crianza, justificando los padres conductas aparentemente incongruentes

con otros objetivos en los cuales educar a sus hijos.

Como conclusión, los hijos perciben más los aspectos relacionados con la

empatía, sensibilidad, aceptación y comprensión con lo que justifican

14

actuaciones como el control abusivo o la permisividad, y las consideran

beneficiosas para ellos mismos.

1.1.4 Estilos Diferenciales entre padres y madres

Tradicionalmente en la familia nuclear la interacción de madre y padre con hijos ha

sido distinta en áreas como funciones sociales, la enseñanza del rol sexual,

actividades de juego, estilo, áreas y cuidado del niño. Con todo esto y a pesar de

los cambios sufridos hasta formar la familia actual, se continúa observando que las

madres tienen mayor interacción con niños pequeños, siendo las responsables

principales.

Por otra parte, el juego constituye un elemento de interacción. Según Stewart,

citado por Buendía (1999), el tipo de juego de los padres es más físico y deportivo

y las madres prefieren un tipo de juego didáctico e intelectual.

Pederson y Cols., citados por Buendía (1999), estudiaron por su parte la calidad y

cantidad de interacciones padres/madres/hijos. Se verificó que en las familias en

las que el padre es el que gana el salario, en la mayoría de las actividades padre-

hijo, la madre estaba presente; sin embargo, la relación más intensa entre el niño

y la madre se producía en la ausencia del padre. Así mismo, se plantea que las

madres que trabajan fuera del hogar estimulan más a sus hijos que las que no

trabajaban y que son más activas que sus esposos.

En cuanto a los estilos educativos manifestados tanto padres como madres, las

diferencias destacadas son:

El éxito y logro académico es de más importancia para los padres y está

relacionado con aceptación y empatía, mientras que las madres perciben como

más importante lo relacionado con la sensibilidad y la sobreprotección.

La competitividad y ser mejores es un estilo educativo que caracteriza al padre

y no está presente en el estilo de la madre, quien se encarga más de la

supervisión y realización de tareas y alabar constantemente al hijo.

15

Las madres son quienes se muestran más directivas en cuanto a la educación

familiar, que puede ser explicada por la cualidad protectora de las madres.

En cuanto a los modelos de actuación relacionadas la rol la madre, destaca la

permisividad en algunas situaciones y la firmeza en otras; por su parte, en los

padres destacan la congruencia en el control, fomento de la responsabilidad y

alabar a los hijos por actuaciones positivas.

Por su parte, García & Musitu ( 2004) proponen que las reacciones emocionales

de los padres desempeñan un papel importante en la relación paterno-filial. A este

respecto comentan que los niños, cuando aún no han alcanzado dominar

destrezas verbales y de lenguaje, sólo las orientaciones no verbales les darán

cuenta si su proceder es correcto o no. La reacción de los padres ante ciertas

conductas de sus hijos será lo que determine desde la perspectiva del hijo si su

proceder es incorrecto o no.

Cuando el hijo muestra actitudes adaptadas, idealmente los padres deberían

mostrar reacciones afectivas positivas y hacer derroche de ellas, pues de esta

forma se aumentará la comunicación y el entendimiento paterno filial será

incrementado, con lo que se crea una relación más empática y positiva.

Por lo tanto, los mismos autores proponen los siguientes estilos de educación

parental:

Implicación aceptación: Las conductas de los hijos son adaptadas a las normas

con las que funciona la familia, como consecuencia aprobadas y aceptadas por

los padres. Se dice que se utiliza un estilo de implicación y aceptación cuando los

padres expresan reacciones de afecto y aprobación como respuesta al

comportamiento guiado por las reglas establecidas de sus hijos. Dicho modelo

propicia el desarrollo de la autonomía, el cual se encuentra implícito al proceso de

socialización en la medida en que es reconocido por los padres a través de la

complacencia.

16

El hijo convergerá de forma normal con sus padres cuando perciba las reacciones

de carácter positivo. De no ser así, éste percibirá que sus papás actúan con

indiferencia.

Coerción Implicación: se habla de coerción implicación cuando las conductas

manifestadas por los hijos son percibidas como inadecuadas por los padres,

quienes pueden tomar dos caminos: el diálogo y la implicación o la coerción e

imposición. El estilo de coerción e imposición se abre paso en una familia cuando

el comportamiento del hijo discrepe con las normas del funcionamiento familiar.

Dentro del proceso de socialización existen implicaciones, como imponer de forma

necesaria restricciones a las conductas innatas, naturales o espontáneas de los

niños. Es vital que éste desarrolle repertorios conductuales lanzando como reto la

habilidad de suprimir comportamientos que parecen atractivos, pero que son

prohibidos, por otros socialmente aceptables. A medida que el proceso de

socialización avanza, el niño debe enfrentarse a las reprimendas de sus padres y

puede al principio representar preocupación y desagrado, que puede ser

transformado en formas más organizadas de ansiedad y culpabilidad, lo cual el

niño va integrando en la percepción de sí mismo.

Diensbierg, citado por García y Musitu (2004), predice consecuencias diferentes

para las dos estrategias. Si los padres utilizan normalmente estrategias

coercitivas, amenazas, castigos y furia ante una situación de transgresión real, los

hijos atribuirán a estas fatalidades la sensación negativa que experimentan. Por

otro lado, si las conductas de los padres no son de manera habitual tan violentas e

intimidatorias, los hijos atribuirán emociones desagradables a causas internas y no

externas alentándose así la internalización de las normas.

Es vital la comunicación bidireccional, pues ésta propiciará la mejor internalización

de las normas vigentes en la familia, como lo predice la teoría de la atribución;

mientras que si se persigue el control externo, éste no promueve la internalización

de las normas.

17

1.2 Los Modelos Actuales de la Interacción Familiar

Nardone, Giannotti y Roccy (2003) plantean modelos de organización familiar. A

continuación se detallan sus reglas o sintaxis. Los resultados que surgen de la

aplicación de estar reglas o la semántica y las acciones y comportamientos que

los elementos anteriores originan o la pragmática.

Por cada estilo propuesto se distinguen los siguientes factores:

Modalidades de comunicación usuales

Tipos de relación

Reglas

Significados que surgen

1.2.1 Modelo Hiperprotector

Para ilustrar el modelo se recurre a la familia italiana de los últimos años, cada

vez más pequeña, cerrada y protectora, en la que los adultos sustituyen a los

jóvenes continuamente, hacen su vida más fácil, eliminan las dificultades que se

les presentan al punto de intervenir de forma directa haciendo las cosas en lugar

suyo.

Modalidad Comunicativa: Los padres enfatizan los gestos y palabras de afecto

como dulzura, cariño, el calor, la protección y el amor. La asistencia rápida, según

los autores, es la modalidad no verbal característica del adulto ante cualquier

dificultad que el hijo enfrente. La comunicación está al servicio de la preocupación

por la salud física, alimentación, éxito y fracaso escolar, socialización, el deporte y

el aspecto estético, preguntando constantemente sobre lo que hacen y a dónde

van, con el objetivo de anticipar y prevenir dificultades. Ante el intento de huir del

control los reproches serán suaves y con conductas no verbales de

descalificación.

Relaciones: Son de tipo complementario, situándose los padres en una posición

de superioridad y el hijo en la de inferioridad. Los intentos de la iniciativa del hijo

son desalentados.

18

Reglas: La madre, culturalmente, es designada responsable de la educación y

comportamiento de los hijos. Se preocupa por “no ser una madre lo

suficientemente buena”. El padre está de acuerdo con la madre, por lo que olvidan

su vida de pareja o puede observarse que el padre ya no representa la autoridad y

reglas sino es un observador a quien nadie escucha, descalificado

frecuentemente por su esposa.

Los padres hacen un esfuerzo porque el hijo se encuentre a la altura del estatus

económico con el afán de tener más que los otros. No son capaces de castigar,

las reglas pueden cambiar cuando resultan muy punitivas o frustrantes para el hijo.

Finalmente, quien se opone no pierde ningún privilegio ni el amor de los padres,

simplemente hacerlos sufrir.

Cuáles son los significados que emergen: Los padres o abuelos pueden

intervenir y resolverlo todo, los premios o regalos no dependen de los resultados

que se obtengan, ya que puesto que el hijo existe y es extraordinario las

recompensas le corresponden por derecho, no se afrontan consecuencias

temibles. El hijo se considera un elevado símbolo de valor positivo o negativo en el

núcleo familiar. Con la “asistencia rápida” de la que se habló puede mandar el

mensaje “lo hago por ti porque te quiero”, sin embargo, también muy sutilmente

descalifica “yo lo hago por ti, porque quizás tú solo no podrías”.

1.2.2 Modelo Democrático Permisivo

Este modelo se caracteriza por la falta de jerarquías con padres insertos en el

mundo del trabajo. Un modelo que pudo madurar en el seno de la familia de

origen, siendo éste ya democrático o como rebelión al modelo de la propia familia.

Modalidad Comunicativa: Existen presupuestos como que las cosas se hacen

por convencimiento y consenso y no por imposición. Éste se obtiene a través del

diálogo fundado en argumentos que se consideran válidos y razonables, reglas

pactadas; el objetivo primordial es la armonía y la ausencia de conflictos, ya que

todos en la familia tienen los mismos derechos. En la pareja los conflictos se

suprimen con el ánimo de que prevalezca la armonía, cayendo en sumisión, y se

19

entrega el cónyuge que posee menor habilidad de comunicación y argumentación

así como autoafirmación y temor a la agresividad.

Relaciones: Las reglas se suprimen ya que son pactadas a través del diálogo y,

cuando es necesaria la intervención educativa, se produce la escalada simétrica

cediendo los padres al perder la calma. Ellos van conquistando el poder de nuevo

como lo hacen con sus pares, a través de la confianza y volviéndose los

confidentes de sus hijos.

Reglas: La paz, la armonía y la amistad deben prevalecer. Los miembros de la

familia poseen los mismos derechos y las decisiones se toman a través del

consenso. Ser padre no es solamente un hecho natural sino también conlleva un

proceso de información-formación.

Significados que emergen: Se pueden modificar las reglas según la

conveniencia, ya que el desacuerdo puede bloquear una decisión. No sucede

nada grave si no se respetan las reglas, lo que quieren hijos y padres está en el

mismo nivel jerárquico. Se trata de fundamentar los comportamientos exhibidos

por los padres e hijos con teorías científicas, pedagógicas, filosóficas e

ideológicas.

1.2.3 Modelo Sacrificante

La clave de la visión de los padres es sacrificarse, ya que de esta forma son

aceptados por el otro y se mantiene estable la relación. Como consecuencia se da

insatisfacción de deseos personales y condescendencia con las necesidades y

deseos de los demás.

Modalidades comunicativas: La idea principal es el sacrificio, es más importante

el placer de los hijos o cónyuge. Los términos comunes son sacrificio y deber, lo

que representa la filosofía de vida. Aún con el sacrificio demostrado existe

desilusión por la falta de aprecio de las privaciones experimentadas y renuncias

soportadas. Es posible que manifieste explícitamente con aseveraciones como “si

no me sacrificase yo” o asumiendo actitudes de víctima silenciosamente. Son

20

críticos con otros padres que buscan el placer y “descuidan a los hijos” con la idea

de que si se busca el placer esto traerá alguna desgracia con alguna concepción

religiosa ligada al respecto como castigo por la búsqueda del placer.

Relaciones: Las relaciones se muestran a menudo asimétricas, siendo el que se

sacrifica el sujeto superior a través de sus renuncias haciendo sentir culpables a

los demás. Con los hijos la relación es de tipo altruismo insano, que se refiere al

dar sin que se les pida, se lamentan, enojan y califican a los hijos como

desagradecidos.

Reglas: Se distinguen las reglas de los padres, entre las que destacan que en la

vida es deber sacrificarse por otros y hacer lo que a otros les gusta para disfrutar a

través de su placer para sentirse amados y aceptados. No se debe buscar el

placer propio, sino sólo el placer de los demás. Los padres son los que asumen

todo lo que se relaciona con la vida diaria de la familia. Los padres tienen la

esperanza de ser recompensados por los hijos por el sacrificio hecho, ya sea con

éxito en su vida o alcanzando todo lo que sus padres no pudieron obtener.

Reglas de los Hijos: Los padres tienen el deber de dar a los hijos lo que

necesitan. Los padres tienen obligación de mantenerlos sin que exista un límite de

tiempo y los hijos finalmente asumen que en la vida quien se sacrifica obtiene

beneficios.

Significados que Emergen: Los otros pueden explotarle pero aceptarle a través

del altruismo, cada sacrificio es merecedor de la aprobación y recompensa;

también el sacrificio que no se reconoce puede traer desilusión, resentimiento, y la

idea de que nunca es suficiente. Puede experimentarse asímismo que el placer no

puede permitirse, todos son empujados al sacrificio y los recursos de la familia

están a disposición de los hijos para que puedan destacarse.

21

1.2.4 Modelo Intermitente

Es definido como el tipo de interacciones entre los adultos y jóvenes que son

cambiantes continuamente, ya que las posiciones que se asumen, los

comportamientos recíprocos no corresponden a ningún modelo como los descritos

anteriormente sino se caracterizan por la ambivalencia constante. Es un modelo

frecuente en parte por una sociedad que evoluciona constantemente y de forma

casi natural intenta nuevas estrategias.

Modalidades de Comunicación y Relaciones: Los padres pueden pasar en

situaciones cotidianas de posiciones rígidas a posiciones mórbidas, de revalorizar

a descalificar a sus hijos. En el caso de los hijos es igual siendo en ocasiones

rebeldes y otras obedientes.

Reglas: Las acciones propias se autocritican cuando se sospecha que no es

eficaz. Existe duda en todo momento. Para prevenir daños mayores se bajan los

compromisos y no hay reglas fijas ya que continuamente se encuentran en

revisión.

Consecuencias en las acciones de las personas: En este modelo los miembros

de la familia de forma habitual afrontan las situaciones con alguna estrategia que

no es estable en el tiempo, lo que vuelve ineficaz cualquier intento de solución de

problemas.

22

1.2.5 Modelo Delegante

La pareja desarrolla un clima en el que la familia de origen de uno de los dos

cónyuges posee relaciones fuertemente estructuradas. Pueden ya sea cohabitar o

mantenerse a cierta distancia física intercambiando favores de forma cotidiana.

Esta situación hace que disfruten los beneficios pero no están dispuestos a

aceptar los compromisos.

Modalidades comunicativas: Los gestos no verbales contradicen los mensajes

verbales, ya que se arriesga la paz si se dice lo que se piensa. Los desacuerdos

se manifiestan a través de los mensajes no verbales. Se subraya la jerarquía por

estar en casa de los padres y posturas rígidas.

Reglas: Se acepta la convivencia y ahora la nueva pareja también puede dictar

leyes, cuenta la experiencia y sabiduría de los abuelos.

Significados que emergen: Se busca mantener la armonía y la paz poniendo en

segundo plano las exigencias propias, todo queda como antes en la casa con

respecto a horarios, costumbres entre otros. Como las reglas de los abuelos y

padres discrepan, los hijos siguen las más cómodas.

1.2.6 Modelo Autoritario

Se ejerce el poder sobre los hijos dentro de este modelo. Los hijos tienen poca voz

y deben aceptar los dictámenes que se les imponen, se obstaculiza seguir modas

o diversiones actuales, presiones académicas y adquirir habilidades y

competencias con las que puedan obtener éxito.

Los miembros viven marcados por la disciplina y el deber, controlan las

necesidades y deseos propios y las diferencias de comportamiento entre los dos

sexos es distinta.

Modalidades comunicativas: El clima cuando el padre está presente es tenso,

se busca evitar iras por parte del “padre-patrón” ya que puede manifestarse

también violento.

23

Los malestares físicos se convierten en escapatoria para huir de la tensión y

cuando está ausente el clima es más relajado entre madre e hijos. Pero si la

madre tiene el mismo comportamiento que el padre sostiene, la comunicación es

básicamente gestos a lo que sucede y utilización de silencios más las palabras.

Tienden a hablar poco, temas sobre el laxismo imperante en la sociedad,

prohibiciones sobre las formas modernas de actuar como discotecas y vacaciones,

entre otros.

Relaciones: La jerarquía es de un patrón y sus vasallos, siendo la madre una

mediadora. Si el hijo lo asume se forma una complementariedad en la que hay

reglas y roles que respetar. Si por el contrario existe rebelión, los enfrentamientos

pueden ser violentos y si la madre asume un papel contrario arremete el padre

contra ésta por sentirse traicionado.

Reglas: Los valores son absolutos, indiscutibles e inmutables. Se pasan cuentas

de sus acciones y enfrentan las consecuencias derivadas de ellas. Se obtiene

satisfacción con esfuerzo y resultados concretos. Orden y disciplina son los

fundamentos de la convivencia.

Significados que emergen: Se vive con horarios precisos en comidas, salidas y

entradas, distribución de tareas, los cuales deben ser absolutamente respetados.

Se exige a los varones mejor desempeño académico y social, mientras que las

mujeres sumisión y docilidad. Los adolescentes para no adherirse al sistema

familiar intentan estar fuera de casa todo el tiempo y hacer cosas a escondidas;

sin embargo, las tentativas pueden ser obstaculizadas.

1.3 Autoeficacia

Según Bandura, citado por Ray (2001), la autoeficacia se refiere a todos los juicios

que las personas emiten sobre sus capacidades de organizar y ejecutar los cursos

de acción necesarios. No está relacionado con las destrezas que tenga la

persona, sino con los juicios que pueda realizar, independientemente de las

destrezas que posea.

24

Autoeficacia es un término introducido por Albert Bandura dentro del marco de la

teoría del aprendizaje social, con la cual se pensó incorporar los proceso

cognitivos al enfoque conductista (el cual concebía el ambiente como

desencadenante de conductas).

El autor propone el autorrefuerzo como estrategia para la autorregulación y la

autoeficacia percibida a raíz de esto. Dada esta premisa, los sujetos entonces

debían desarrollar procesos dentro de sí para interpretar y percibir la conducta,

iniciar procesos para la acción y para regular el comportamiento a la luz de los

resultados obtenidos. Así, las personas desarrollan expectativas sobre su propio

ambiente y sobre lo que pueden hacer o no.

Se desarrollan varias situaciones:

La experiencia directa: se llegan a conocer las consecuencias de las conductas

que se exhiben.

La experiencia vicaria: o el aprendizaje por observación de las consecuencias

que otros tienen y que pueden ser útiles para sí mismo.

El mundo social en el que se vive: aprender también de lo que se observa, lee,

etc.

Para la motivación, la autoeficacia determina el tipo de actividades que emprenden

las personas y su constancia en ellas.

De acuerdo a Ray (2001), los efectos de la autoeficacia sobre los procesos

motivacionales son:

Selección: las creencias de autoeficacia influyen en las metas que elige el

individuo; es decir, las personas con alta autoeficacia eligen metas más

difíciles y desafiantes que aquellos con una autoeficacia baja.

Esfuerzo, persistencia y desempeño: las personas con alta autoeficacia

muestran mayor esfuerzo y persistencia y desempeñan mejor la tarea que

aquellos con autoeficacia baja.

25

Emoción: las personas con autoeficacia alta enfocan sus labores en un mejor

estado de ánimo con menos ansiedad y depresión que aquellos con creencias

de autoeficacia baja.

Enfrentamiento: los individuos con alta autoeficacia son más aptos para

afrontar el estrés y las decepciones que aquellos que la tienen baja.

Logros de ejecución: son los éxitos o fracasos que el individuo ha tenido en

experiencias de dominio personal.

Experiencia vicaria: influencia de las conductas o logros de otras personas en

las propias experiencias (comparación social). Las expectativas de autoeficacia

inducidas por modelado simple son más débiles y vulnerables que las

determinadas por logros personales. Los efectos del modelado son más fuertes

cuanto más se parezca el modelo al sujeto que lo observa.

Persuasión verbal: Razonamiento y sugestión para que la persona cambie sus

creencias en sentido positivo. Se establece solo en dirección a las expectativas

de resultados.

Activación emocional: la intensidad o el tipo de experiencia emocional informan

al sujeto de su competencia en la tarea.

Una alta ansiedad indica al sujeto su incapacidad o incompetencia personal en el

desempeño de la tarea.

Riso (2009) expone que la autoeficacia parte de dos tipos de expectativas:

a. Expectativas de resultados que se refiere a la noción de que ciertas

acciones llevarán a ciertos resultados.

b. Las expectativas de eficiencia o la creencia de que se puede ejecutar

exitosamente la conducta requerida para producir los resultados.

Esta variable también ha sido relacionada con algunas condiciones clínicas como

fobias, depresiones, adicciones, habilidades sociales, asertividad, estrés

enfermedades médicas, control del dolor y competencias académicas y atléticas.

26

Woolfolk (1999) propone la persuasión social, que podría ser un estímulo

persuasivo en la autoeficacia para que el estudiante se esfuerce, intente nuevas

estrategias o persevere lo suficiente para obtener éxito. Esto podría contrarrestar

recaídas posteriores por dudas personales e interrupción de la persistencia.

Depende de quién persuade para que ésta sea verosímil y confiable.

1.3.1 La autoeficacia en Situaciones de Logro

Se establece que en situaciones de logro y académicas la autoeficacia, guarda

una relación más estrecha con la acción en el momento de aprendizaje o si

percibe su entorno alterado (Schunk, 1999).

En cada persona la autoeficacia, para desempeñarse, actúa en forma diferente y

está influido por características personales como las creencias y las actitudes y,

finalmente, dependiente del apoyo que se le brinde al sujeto.

La teoría muestra relación causal entre la interacción del hijo con los padres en

una situación ideal y las percepciones de eficacia que éste tendrá más adelante en

su vida o durante la adolescencia. Estas percepciones interiorizadas llevarán al

sujeto a tomar actitudes distintas respecto a sí mismo y lo que es capaz de realizar

o el esfuerzo que pueda realizar para lograrlo.

La autoeficacia y la motivación aumentan cuando las personas notan que se

desempeñan con pericia o que se vuelve más competente. Sin embargo, la falta

de avance o el progreso lento no necesariamente disminuyen la autoeficacia y la

motivación ya que permite en cambio hacer ajustes en las estrategias utilizadas,

como por ejemplo esforzarse más o utilizar estrategias eficaces.

1.3.2 Modelos y Autoeficacia

a. Modelos Adultos: Zimmerman y Ringle, citados por Schunk (1999), indican

que exponer a los alumnos a modelos influye positivamente en la autoeficacia

para el aprendizaje y la realización de tareas. Proveer información que resaltará la

capacidad y el esfuerzo influye positivamente en la autoeficacia.

27

b. Modelos Coetáneos: observar a los pares ejecutar tareas también eleva la

autoeficacia y ésta es comprobada cuando los mismos sujetos llevan a cabo las

tareas que anteriormente observaron. Asimismo, se eleva la autoeficacia y los

esfuerzos cuando se refuerza al sujeto diciendo que puede ser incluso mejor que

el modelo.

Schunk propone que se puede elevar la autoeficacia a través del uso de los

modelos de afrontamiento, los cuales se caracterizan por demostrar los miedos y

las deficiencias habituales de los observadores que paulatinamente van

mejorando su rendimiento y ganando confianza en sus capacidades. Por otra

parte, se encuentra la utilización de modelos de dominio, los cuales se

caracterizan por reflejar ejecuciones intachables y mucha confianza.

1.3.3 Autoeficacia y Expectativa de Resultados

Por su parte, Salanova (2004) propone que la autoeficacia se divide en las

expectativas de eficacia y las expectativas de resultados. Las expectativas de

resultados se refieren a las consecuencias que se obtendrán de la conducta de

“ser eficaz” o las anticipaciones cognitivas de las consecuencias de la conducta.

1.3.4 Autoeficacia Académica

Los logros o avances académicos influyen también, ya que es una fuente

importante para elevar la autoeficacia académica. Esto sólo sucederá cuando el

alumno note que logra lo que se había propuesto realizar. Además, la autoeficacia

elevada sostiene la motivación y promueve el aprendizaje del estudiante, con lo

que se relaciona el éxito pasado y el establecimiento de objetivos y expectativas

de futuro.

Al respecto, Bong, citado por Salanova (2004), realizó un estudio en el que se

identificaron diferencias entre niños y niñas en cuanto a la autoeficacia

académica, como por ejemplo: en las matemáticas existe una autoeficacia similiar

durante la primaria; sin embargo, en la secundaria los chicos aumentan su

28

autoeficacia en relación con esta materia. En cuanto al lenguaje y las artes, no se

reflejaron diferencias sustanciales; sin embargo, es tradicionalmente mayor el

éxito de las mujeres.

Como resultado global del estudio de Bong, se concluyó que son importantes las

experiencias de éxito en la formación de la autoeficacia y de las expectativas de

resultados futuros relacionados con éxito. El éxito es considerado por un lado

fuente de autoeficacia, afectando el nivel percibido por el estudiante, mientras que

se considera también como una influencia directa sobre las expectativas de

resultados.

Por lo tanto, todas las acciones encaminadas a favorecer el éxito y las ejecuciones

positivas en el ámbito académico redundarán en forma positiva en el proceso de

enseñanza-aprendizaje. Los logros obtenidos serán la base para la formulación de

nuevas metas y objetivos que como consecuencia favorecerán la ejecución de

todos los pasos necesarios para alcanzarlos, ya que el individuo se percibe capaz

de realizar tareas precisas.

1.4 Características del Hijo Único

Marulanda (2000) menciona que en estudios recientes se ha encontrado que entre

las características comunes del hijo único se encuentran:

Alta autoestima y motivación para el logro.

Más obediente y un poco más competente en el aspecto intelectual que los

niños con hermanos.

Suele sostener excelentes relaciones con sus padres.

En 1979, en la República Popular de China se realizó un estudio a raíz de una

iniciativa propuesta por el gobierno, quien implementó una política en la que las

familias debían tener un único hijo dada la cantidad de habitantes de ese país.

No hubo evidencia que esa política haya producido una generación de niños

descorteses y consentidos. Los hijos únicos de ese país se asemejan a los de

29

los países occidentales en los que reciben puntuaciones ligeramente altas

respecto a los niños que tienen hermanos con el mismo logro académico.

Como conclusión, el hijo único no está en desventaja por no tener hermanos,

ya que puede encontrar en sus amistades y alianzas con sus pares para

compensar lo que no tiene en su hogar.

Según Marulanda (2000) ser hijo único actualmente no supone una gran

diferencia entre las familias con más hijos, ya que dichas familias cuentan

únicamente con dos hijos. Por otra parte, el problema que el hijo único no

tuviera con quién compartir el juego está casi superada ya que desde muy

pequeños son llevados a las guarderías en las cuales comparten con niños de

su edad, no sólo a jugar sino a pasar con ellos gran parte del día.

Sin embargo, los obstáculos encontrados son que los padres pueden caer en

derrochar toda su atención y mimos para el hijo único, llegando a crear la idea

errónea que es la “majestad” y que todos a su alrededor están sujetos a su

voluntad. De esta forma se ganan la aversión de quienes les rodean, ya que no

están dispuestos a tolerar la arrogancia del niño.

Por otro lado, también llegan a desarrollarse como líderes por la posición que

han adquirido en casa, saben lo que quieren, son creativos y recursivos.

Poseen objetivos claros y tienen una buena capacidad para comunicarse con

personas mayores que ellos. Generalmente estos individuos se acostumbran a

estar solos y a que las actividades no sean siempre divertidas, lo que les da la

oportunidad de aislarse y enfocarse en actividades como estudiar, escribir o

desarrollar talentos especiales.

Marulanda también propone que es importante en las familias con hijos únicos

fomentar una relación estrecha con la familia extensa como tíos, primos y otros

familiares cercanos. Las amistades pueden brindar apoyo y afecto, sin

embargo no siempre están cerca cuando más se les necesita, además no

30

pueden brindar el sentido de continuidad generacional que la familia en cambio

sí puede.

Para cualquier niño tener amistades es vital, ya que de esta forma desarrollan

la habilidad de socializar con sus semejantes. Para los hijos únicos es más

importante pues a través de las amistades es como ellos aprenden a compartir,

trabajar en equipo y resolver conflictos entre sus semejantes. Todo esto puede

verse afectado si los padres tratan de inmiscuirse, como es el caso de los

padres de hijos únicos.

Como conclusión, un hijo único es tan importante como cualquier otro niño

para la sociedad y, por lo tanto, debe estar equipado para ella. No estará bien

equipado si la actitud de los padres llega a convencerlo de que se merece todo

sin luchar por ello, que los demás están a su servicio y que sus pares son sus

súbditos y no sus compañeros. Por lo tanto, se hace vital la revisión sobre los

patrones de crianza que los padres de hijos únicos han utilizado para criar a

niños más autoeficaces.

31

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En el medio educativo actual se presentan diversas dificultades en niños de

diferentes edades. Algunas de ellas relacionadas con el nivel de eficacia que

poseen; es decir, qué tan capaces se perciben para realizar tareas que requieren

en algunos casos procesos mentales y otros casos el desarrollo de destrezas.

Se ha observado también que particularmente en niños que son hijos únicos,

algunos tienden a ser más dependientes de los padres o de los maestros y

experimentan a veces mayor ansiedad ante distintos hechos. Por otra parte, se ha

notado en niños que siendo también hijos únicos son independientes y no

necesitan demasiada aprobación de sus padres o maestros. En otras palabras, se

desenvuelven con más iniciativa.

Asimismo, los padres son quienes influyen directamente en la manera como crían

a sus hijos y de ellos depende en gran medida que los niños adquieran

habilidades y destrezas para enfrentarse a la vida desde temprana edad, no

solamente en el área académica sino también emocional.

Por lo tanto, se plantea que existen padres de hijos únicos que adoptan patrones

de crianza particulares que fomentan la autoeficacia en sus hijos, mientras que

otro grupo se caracteriza por patrones que inhiben el fomento de la autoeficacia,

por lo que se pretende conocer si: ¿Existe relación entre los patrones de crianza

de los padres y la autoeficacia en hijos únicos en edades de 12 y 13 años quienes

estudian en un colegio privado de la ciudad de Guatemala?

2.1 Objetivos

2.1.1 Objetivo General

Establecer la relación entre patrones de crianza de los padres y autoeficacia en

hijos únicos de 12 y 13 años, quienes estudian en un colegio privado de la ciudad

de Guatemala.

32

2.1.2. Objetivos Específicos

Determinar los patrones de crianza en familias con hijos únicos de 12 y 13

años.

Identificar patrones de crianza comunes en padres con hijos de únicos 12 y

13 años.

Conocer el nivel de Autoeficacia en hijos únicos de 12 y 13 años.

2.2 Variables de Estudio

Patrones de Crianza

Autoeficacia

Variable Controlada

Hijos únicos

Edad: 12 y 13 años

Lugar de estudio: colegio privado

Lugar de Residencia: Ciudad de Guatemala

2.3 Definición de las Variables

2.3.1 Definición Conceptual

Patrones de Crianza:

Buendía (1999), manifiesta que los estilos educativos se perciben como una

predisposición innata a practicar pautas educativas específicas, influido

socialmente. La forma de elegir dichos estilos se da por la manera de entender al

hijo, su entorno y necesidades.

Baumrind, citada por Shaffer (2000), realizó experimentos los cuales identificaron

3 tipos de estilos de crianza los cuales son autoritarios, permisivos y democráticos

y los define como las formas de los padres para proceder con sus hijos.

33

Autoeficacia:

La autoeficacia puede ser definida como el conjunto de creencias que tienen las

personas acerca de sus propias capacidades para el logro de determinados

resultados (Bandura, citado por Ray, 2001).

2.3.2 Definición Operacional

Patrones de Crianza:

En la presente investigación se utilizará el ESPA29 (Escala de Socialización

Parental en la Adolescencia) aplicable a adolescentes de 12 a 18 años en donde

el adolescente valora cuál es la reacción de cada progenitor ante 29 situaciones

relevantes de su vida diaria. Estas valoraciones permiten obtener medidas de la

Aceptación/implicación y Coerción/imposición que manifiesta cada padre, así

como medidas más específicas. Finalmente permite clasificar a cada progenitor

dentro de un estilo de socialización: autorizativo, indulgente, autoritario o

negligente.

Autoeficacia:

Con la finalidad de medir la autoeficacia se utilizará el Inventario de autoeficacia

para el estudiante (IDAPE) adaptado para la población argentina de la Universidad

Nacional de Córdova, el cual consta de 8 items en el que el adolescente lo valora

de forma numérica de 1 a 10 en el que 1 corresponde a nada seguro y 10 a muy

seguro. Dichos ítems están relacionados a la percepción de autoeficacia en

actividades académicas.

En cuanto a la medición de la autoeficacia general se utilizará la Escala de

Autoeficacia General de Baessler y Schwarzer; la cual consta de 10 items. Es

valorada es una escala de tipo Likert en el que 1 punto significa incorrecto y 4

puntos cierto.

34

2.4 Alcances y Límites

El estudio abarca a hijos únicos comprendidos entre las edades de 12 y 13 años,

cuyos padres se encuentran casados y ambos se involucran en la crianza del hijo.

En ellos se midió autoeficacia y patrones de crianza. Los resultados que se

obtengan en la presente investigación podrán generalizarse únicamente a quienes

cuenten con características similares a los sujetos de estudio.

2.5 Aporte

La presente investigación tiene como finalidad aportar conocimiento sobre los

patrones de crianza que adoptan padres con hijos únicos y cuáles de estos

patrones elevan el nivel de autoeficacia en sus hijos, siendo los principales

beneficiados padres con un solo hijo y colegios con alumnos que poseen dichas

características. De la misma forma, orientadores y psicólogos son beneficiados ya

que pueden orientar a padres que han adoptado patrones de crianza que inhiban

la autoeficacia en sus hijos y con ello fomentar que los hijos adquieran las

estrategias adecuadas para lograr un desarrollo biopsicosocial saludable e

integral.

35

III. MÉTODO

3.1 Sujetos:

Los sujetos que conformaron la presente investigación fueron adolescentes que

asisten a un colegio privado, cursan sexto primaria y primero básico de la ciudad

capital y que son hijos únicos de una pareja que se encuentran casados y

conviviendo juntos. La medición se llevó a cabo en dos sesiones a las cuales

asistieron los 25 adolescentes tomados para la muestra. Dichos adolescentes

están comprendidos entre los 12 y 13 años de edad.

Características de la Muestra:

Hombres 19

Mujeres 6

12 años 17

13 años 8

Total: 25 sujetos

El tipo de muestreo que se empleó es no probabilístico, por conveniencia, el cual

se elige por ser conveniente o cómodo para el investigador y supone un ahorro en

costos, trabajo, tiempo, etc. Malhotra N. (2004)

3.2 Instrumentos:

Para el estudio de la variable autoeficacia se utilizaron dos escalas para medirla.

La primera de ellas es la Escala de Autoeficacia General de Baessler y Schwarzer,

conformada por 10 ìtems con escalas tipo Likert de 4 puntos. Ésta se puede

aplicar de forma individual o grupal y está destinada a adolescentes. Se califica

sumando las respuestas que van desde, 1: incorrecto hasta 4: cierto. Se puede

obtener como máximo 40 puntos. Obtener puntuaciones cercanas al 40 supone la

percepción elevada de eficacia. Esta prueba evalúa el sentimiento estable de

competencia personal para manejar de forma eficaz una gran variedad de

36

situaciones estresantes. Para obtener la validez de la prueba se realizó una

correlación entre los factores locus de control, reacción psicológica, competencia

percibida, fortaleza, y afrontamiento. Presentó correlaciones altas, por lo que se

demostró el valor predictivo para estilos de afrontamiento tanto hacia la tarea

como el afrontamiento de tipo emocional. Los datos normativos fueron calculados

utilizando las puntuaciones típicas correspondientes a las puntuaciones directas

de la escala. En el mismo estudio la escala demostró un nivel alto de

predictibilidad, por lo que puede ser aplicada para estudios relacionados a la

salud, rendimiento y distintas emociones dada su relación con la autoeficacia

(Sanjuán et al., 2000).

Por otro lado, se utilizó el Inventario de Autoeficacia para el estudio (IDAPE),

basado en la teoría social cognitiva del aprendizaje. Propone que la observación e

imitación se da a través de modelos que pueden ser los padres, educadores,

amigos y hasta héroes de la televisión. Éste es un inventario de autoinforme para

evaluar autoeficacia en el estudio e incluye 8 ítems que mencionan estrategias

autorregulatorias de aprendizaje con una escala tipo Likert de 10 puntos que va

desde “Nada seguro de usar esta estrategia”, hasta, “Totalmente seguro de usar

esta estrategia”. Se califica sumando las respuestas; como máximo, se puede

obtener 80 puntos, entre más se acerque el punteo obtenido a la puntuación

máxima es más alta la percepción de eficacia académica. Para validarla se contó

con la revisión del Profesor Frank Pajares en 2005, quien es un especialista a

nivel mundial en la Teoría Social Cognitiva. Wood y Locke, citados por England

(1987), calcularon el coeficiente de validez de criterio (criterion validity co-

efficients) para conocer la medida de la relación entre las puntuaciones de la

escala y de las medidas del criterio (notas y desempeño); además, calcularon el

coeficiente de validez de criterio para atenuación. En cuanto a la confiabilidad, se

utilizó el índice de consistencia interna el cual según Cohen y Swerdlik, citados por

England (2010); se trata de medir cuan consistentes son los reactivos entre sí.

En cuanto a los patrones de crianza se utilizó la Escala de Socialización Parental

(ESPA- 29) dirigido a adolescentes de 12 a 18 años. Puede aplicarse de forma

37

individual o colectiva. En esta escala los adolescentes valoran las reacciones de

sus padres ante 29 situaciones relevantes en su vida cotidiana con lo que se

obtienen las medidas que los padres pueden adoptar: Aceptación/implicación y

Coerción/ imposición. A partir de las puntuaciones obtenidas en las dos

subescalas se tipifica el estilo de socialización de cada padre como autorizativo,

indulgente, autoritario o negligente. La aceptación/implicación mide el afecto, la

indiferencia, el diálogo y la displacencia. Por su parte, la coerción/imposición mide

la coerción verbal, coerción física y la privación, las cuales son subescalas que

componen la prueba. Existen 16 situaciones positivas en las que el hijo evalúa 32

posibles respuestas de cada progenitor en diferentes escenarios. Asimismo,

existen 13 situaciones negativas con 80 situaciones en una escala de 4 puntos

que se van valorando de la siguiente forma: 1, nunca; 2, algunas veces; 3, muchas

veces; 4, siempre. Se contrastó empíricamente la validez teórica del modelo

bidimensional presentado de los estilos de socialización a través del análisis

factorial, para lo cual se utilizó el programa SPSS 8.0. Se extrajeron los factores

con el método PFA (análisis de componentes principales) y aplicación de rotación

varimax con normalización de Kaiser, ya que son dimensiones teóricamente

independientes; con este proceso se pudo limitar el número de dimensiones a las

dos propuestas teóricamente (Stevens, citado por Musitu y García, 2004). Para la

confiabilidad se realizó el análisis de ítem utilizando el Alfa de Cronbach que

emplea todas las correlaciones existentes entre los ítems que se refieren al

concepto que se pretende medir la cual es alta en las siete escalas de las pruebas

para padre y madre (Bulnes et al., 2008).

3.3 Procedimiento:

El procedimiento de la investigación inició con la identificación de las variables

patrones de crianza y autoeficacia, las cuales pueden estar relacionadas al

momento de criar a un hijo único y que a su vez es probable que se influyan

una a la otra. Dichas variables se correlacionaron a través de la Escala de

Autoeficacia General de Baessler y Schwarzer, El Inventario de Autoeficacia

para el estudio (IDAPE) basado en la teoría social cognitiva del aprendizaje y

38

para obtener datos sobre la percepción del adolescente respecto al tipo de

crianza de sus padres se utilizó la Escala de Socialización Parental (ESPA 29).

Dicha medición se llevó a cabo en dos sesiones a las cuales asistirán 25

adolescentes entre 12 y 13 años que estudian en un colegio privado de la

ciudad capital. En la primera sesión se les aplicó las escalas de autoeficacia

general y académica, con lo cual se pretende obtener las percepciones de

eficacia de los sujetos de estudio que tienen en común ser hijos únicos.

Para la segunda sesión los adolescentes contestaron la Escala de

Socialización Parental, en la que valoraron el tipo de socialización de sus

progenitores en 29 situaciones cotidianas.

Se tabularon los resultados utilizando las puntuaciones obtenidas en la escala

de autoeficacia general en primer lugar y comparar con los estilos de

socialización parental percibidos por los sujetos con la finalidad de obtener un

patrón de socialización parental que fomente los resultados obtenidos en dicha

escala. Como segundo paso se observaron los resultados obtenidos en la

escala de autoeficacia académica e identificó de igual forma una correlación

entre una autoeficacia académica alta y un estilo de socialización parental

caracterizado por moderada aceptación/implicación y alta coerción/imposición.

Finalmente, se analizaron los resultados con los que se redactaron las

conclusiones y recomendaciones respectivas.

3.4 Diseño:

El presente estudio es una investigación cuantitativa, no experimental, de diseño

transeccional correlacional-causal. Dicho diseño transeccional, de tipo

correlacional-causal se orienta a describir relaciones entre dos o más categorías,

conceptos o variables en un momento determinado, ya sea en términos

correlaciones, o en función de la relación causa-efecto (Hernández, Fernández y

Baptista, 2006).

39

3.5 Metodología Estadística:

En esta investigación se realizaron cálculos estadísticos descriptivos que incluyen

medidas de tendencia central (media, mediana y moda) para cada variable de

estudio. Asimismo, se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson, el cual es un

coeficiente de correlación muy comúnmente utilizado, que mide la estrechez del

ajuste de las coordenadas x, y en torno a la recta de regresión (Ritchey, 2008).

Para determinar cuándo una correlación es baja, media y altamente se utilizaron

los siguientes valores (Morales, 2007):

Dichos cálculos se realizaron por medio del programa SPSS versión 19.

Para establecer rangos en los resultados para las pruebas de ESPA 29, Escala de

Autoeficacia General Baessler y Schwarzer y el Inventario de Autoeficacia para el

Estudio IDAPE se utilizó la curva normal conocida como campana o Curva de

Gauss. Es un modelo teórico de curva en el caso de que se dé una distribución

normal. Es la curva a la que toda distribución normal tiende a dibujar cuando es

representada gráficamente pues la población generalmente cae en el centro de la

curva (Levin y Rubin, 2004).

Un valor de r entre: Indica una relación:

0 y .20

20 y .40

.40 y .60

.60 y .80

.80 y 1

Muy baja

Baja

Moderada

Apreciable, más bien alta

Alta o muy alta

40

IV. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

A continuación se presentan los resultados de las Escala de Socialización Parental

ESPA 29, Escala de Autoeficacia General Baessler y Schwarzer y el Inventario de

Autoeficacia para el Estudio IDAPE aplicadas a 25 adolescentes, hijos únicos,

cuyas edades oscilaron entre 12 y 13 años.

Anteriormente se presentó la tabla 1, en la cual se detalla la correlación entre

autoeficacia general y los estilos de socialización parental Aceptación/Implicación

y Coerción/Imposición en hombres. Se observa para la madre una correlación

positiva débil con respecto a los dos estilos de socialización parental que reflejan

la poca relación entre la percepción de eficacia de los sujetos con respecto a la

forma en que sus madres socializan con ellos. Para el padre se observa de igual

forma que existe una correlación débil y positiva. En ninguno de los estilos,

coerción/imposición y aceptación/implicación, la correlación es estadísticamente

significativa.

Tabla 1: Correlación entre autoeficacia general y los

estilos de socialización Aceptación/Implicación y

Coerción/Imposición: Hombres

Autoeficacia General Madre Padre

Aceptación/Implicación 0.09 0.09

Coerción/Imposición 0.01 0.21

41

*Estadísticamente significativo a nivel de 0.05 **Estadísticamente significativo a nivel de 0.01

En la tabla 2 puede apreciarse que con relación a la madre existe correlación

media y negativa entre la autoeficacia general y aceptación/implicación y

estadísticamente significativa a nivel de 0.05. En el segundo caso Coerción/

Imposición, se puede observar una correlación media negativa y estadísticamente

significativa a nivel de 0.1. Las correlación entre autoeficacia general y aceptación

implicación en el caso de los padres de familia fue media y negativa, pero

estadísticamente significativa a nivel de 0.05. Por su parte, la correlación con el

segundo caso coerción/imposición fue débil negativa.

En la tabla número 3 se muestran los resultados de la correlación entre

autoeficacia general con las subescalas aceptación/implicación y

coerción/imposición de todo el grupo de estudiantes. Se observa que la

correlación entre aceptación/ implicación y autoeficacia general fue débil respecto

a la madre; sin embargo, existe una correlación media negativa en el estilo de

coerción/imposición la cual es estadísticamente significativa a nivel de 0.05. En

cuanto al padre, se puede decir que es estadísticamente significativa la correlación

entre aceptación/implicación y autoeficacia general a nivel de 0.05, mientras que

en coerción/imposición es una correlación baja negativa.

Tabla 2: Correlación entre autoeficacia general y los

estilos de socialización Aceptación/Implicación y

Coerción/ Imposición: Mujeres.

Autoeficacia General Madre Padre

Aceptación/Implicación -0.43* -0.47*

Coerción/ Imposición -0.59** -0.28

Tabla 3: Correlación general entre Autoeficacia General y los estilos de socialización Aceptación/Implicación y Coerción/ Imposición

Autoeficacia General Madre Padre

Aceptación/Implicación: 0.27 0.43*

Coerción/Imposición: -0.46* -0.35 *Estadísticamente significativo a nivel de 0.05

42

En la tabla no. 4 se presenta la correlación entre autoeficacia académica y los

estilos de socialización parental Aceptación /implicación y Coerción/Imposición en

los estudiantes de sexo masculino. En ambos estilos de socialización parental se

observa que la correlación es débil y positiva en el caso de la madre. Por su parte,

la correlación entre autoeficacia académica y coerción/imposición del padre es

baja y negativa, mientras que la correlación con aceptación/implicación es débil

pero positiva.

Tabla 4: Correlación entre autoeficacia académica y

los estilos de socialización Aceptación/Implicación y

Coerción/Imposición: Hombres.

Autoeficacia

Académica

Madre Padre

Aceptación/Implicación 0.22 0.15

Coerción/Imposición 0.32 -0.13

43

*Estadísticamente significativo a nivel de 0.05 **Estadísticamente significativo a nivel de 0.01

***Estadísticamente significativo a nivel de 0.001

Puede observarse en la tabla 5 que corresponde a la correlación entre

autoeficacia académica y los estilos de socialización Aceptación/Implicación y

Coerción/ Imposición, que en el caso de la madre para aceptación/implicación se

obtuvo una correlación negativa media, estadísticamente significativa a nivel de

0.01; en el caso de coerción/imposición se observa una correlación negativa

considerable, a su vez estadísticamente significativa a nivel de 0.001. En cuanto al

padre se observa una correlación negativa baja en el caso de

aceptación/implicaciòn; para coerción imposición se observa una correlación

media, estadísticamente significativo a nivel de 0.05.

Tabla 5: Correlación entre autoeficacia

académica y los estilos de socialización

Aceptación/Implicación y Coerción/ Imposición:

Mujeres.

Autoeficacia

Académica

Madre Padre

Aceptación/Implica

ción -0.59** -0.28

Coerción/

Imposición -0.72*** -0.48*

44

A continuación se presentan los resultados obtenidos a partir de la Escala de

Socialización Parental ESPA-29 respecto a la madre en los sujetos hombres. Se

utilizó la curva normal conocida como campana o Curva de Gauss para

establecer los rangos alto, medio y bajo.

Anteriormente se observó en la tabla 6 que la mayoría de las puntuaciones

cayeron en puntuaciones bajas, ya que 16 sujetos obtuvieron resultados bajos en

coerción/imposición respecto a sus madres. Por otro lado, 2 sujetos obtuvieron

notas altas en Coerción/imposición mientras que sólo 1 obtuvo puntuación media

en esa subescala.

La tabla número 7 indica que 10 de los sujetos hombres situaron a sus madres en

puntuaciones altas en aceptación/implicación, 3 sujetos situaron a sus madres en

el uso de la aceptación implicación medianamente y finalmente 6 de ellos piensan

que sus madres no utilizan la aceptación/implicación.

Tabla 6: Resultados sobre la madre

Coerción/Imposición en hombres:

Alto 2

Medio 1

Bajo 16

Tabla 7: Resultados sobre la

madre Aceptación/Implicación en

hombres:

Alto 10

Medio 3

Bajo 6

45

En cuanto a la tabla 8 se puede observar que 17 sujetos perciben que sus padres

utilizan muy poco la coerción e imposición al socializar con ellos, sólo 1sujeto

obtuvo puntuación alta igual que 1 sujeto puntuó moderadamente.

Anteriormente se observó en la tabla 9 que los hombres perciben a sus padres

como personas que utilizan en niveles mayoritariamente bajos la

aceptación/implicación ya que 8 de los 19 sujetos obtuvieron estas puntuaciones.

Por otra parte 7 de los sujetos obtuvieron puntuaciones altas teniendo como

diferencia solo un sujeto. Finalmente 4 de los 19 hombres situaron como media la

socialización de tipo aceptación/implicación.

En cuanto a las mujeres a continuación se describen los resultados sobre los

estilos de Socialización Parental respecto a la madre y al padre.

Tabla 8: Resultados sobre el padre

Coerción/Imposición en hombres:

Alto 1

Medio 1

Bajo 17

Tabla9: Resultados del padre en

hombres Aceptación/Implicación:

Alto 7

Medio 4

Bajo 8

46

En la tabla 10 las mujeres de forma mayoritaria reflejan según los resultados que

consideran que sus madres utilizan poco la Coerción/Imposición como estilo de

socialización. Sólo una de las mujeres obtuvo puntuación alta en

Coerción/Imposición.

Para las mujeres en la tabla 11 se observa que están distribuidas de forma

equitativa las opiniones sobre la Aceptación/Implicación como la forma de

socialización elegida por la madre, ya que las puntuaciones son iguales en los 3

rangos.

Tabla 10: Resultados de

Coerción/Imposición para la

madre en mujeres

Alto 1

Medio 0

Bajo 5

Tabla 11: Resultados de

Aceptación/Implicación para la madre

en mujeres:

Alto 2

Medio 2

Bajo 2

47

Tabla 12: Resultados de

Coerción/Imposición para el

padre en mujeres.

Alto 0

Medio 0

Bajo 6

Con respecto a los padres, en la tabla 12 toda la muestra femenina que contó con

6 mujeres consideró baja la coerción/imposición ejercida por sus padres.

Finalmente, en la tabla 13 las mujeres consideraron mayoritariamente que los

padres utilizan en niveles bajos la Aceptación/Implicación como forma de

socialización; sin embargo, 2 de ellas consideraron que sus padres son sujetos

que utilizan altamente la Aceptación/Implicación.

Tabla 13: Resultados de

Aceptación/Implicación para el

padre en mujeres

Alto 2

Medio 0

Bajo 4

48

En la tabla 14 se presentan los resultados de la prueba de autoeficacia general

llamada Escala de autoeficacia general de Baessler y Schwarzer, en la cual se

observa que la media de los hombres fue de 29.89, ligeramente menor que la

media de las mujeres que fue de 31.67. El grupo total tuvo una media de 30.32

siendo una puntuación intermedia entre los resultados por género. La mediana en

el grupo total así como en los hombres fue de 31 a diferencia de las mujeres

quienes tienen una puntuación menor, de 29.5. En cuanto a la moda, tanto el

grupo total como las mujeres obtuvieron 28; por su parte los hombres obtuvieron

32. Por su parte la desviación estándar de los hombres se encuentra en 5.03,

mientras que las mujeres obtuvieron 5.13. Con respecto al grupo total estuvo más

baja la dispersión, ya que se obtuvo 5.01.

Se observa en la tabla 15 los resultados del Inventario de Autoeficacia para el

Estudiante (IDAPE) por género y por grupo total. La media del grupo de mujeres

fue más alta que la de los hombres. La desviación del grupo de mujeres fue mayor

que el grupo de los hombres, por lo que las respuestas fueron más variadas. En el

grupo total, la media se mantuvo entre los resultados arrojados por género

obteniendo 48.72 al igual que la desviación estándar. La moda se mantuvo igual

Tabla 14: Autoeficacia General

Grupo Total Hombres Mujeres

Media 30.32 29.89 31.67

Mediana 31 31 29.5

Moda 28 32 28

D.E 5.01 5.03 5.13

Tabla 15: Autoeficacia Académica

Grupo Total Hombres Mujeres

Media 48.72 46.21 56.67

Mediana 47 47 54

Moda 46 43 46

D.E. 13.66 12.73 14.58

49

en el grupo total así como en las mujeres mientras que los hombres obtuvieron

una puntuación menor. Finalmente la mediana fue de 47 en el grupo total y de

hombres mientras que las mujeres obtuvieron 54 puntos.

A continuación se presentan las puntuaciones categorizadas en alto, bajo y medio

según la curva normal conocida como campana o Curva de Gauss ya que toda

distribución normal tiende a dibujar cuando es representada gráficamente una

campana, pues la población generalmente cae en el centro de la curva, ( Levin y

Rubin, 2004).

En la tabla 16 se observa que la mayoría de los sujetos hombres obtuvieron notas

medias en cuanto a sus percepciones de autoeficacia a nivel general, 5 sujetos

obtuvieron notas bajas sobre la autoeficacia general mientras que 4 sujetos se

perciben a sí mismos como altamente eficaces a nivel general.

La tabla 17 muestra las percepciones de autoeficacia general en mujeres. La

mayoría de ellas obtuvieron notas medias al igual que los hombres. Respecto a las

notas bajas, sólo una mujer se colocó en esa puntuación y finalmente 2 de ellas se

colocaron en puntuaciones altas.

Tabla 16: Rango en Hombres de

Autoeficacia General:

Alto 4

Medio 10

Bajo 5

Tabla 17: Rango en Mujeres

de Autoeficacia General:

Alto 2

Medio 3

Bajo 1

50

V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

Schunk (1999) propone que existe una relación causal entre las interacciónes que

tienen los padres con su hijo, las cuales en condiciones ideales se relacionan con

las percepciones de eficacia que los sujetos tendrán más adelante en su vida. A

continuación se presentan los resultados obtenidos de las pruebas Escala de

Socialización Parental ESPA 29, la Escala de Autoeficacia General Baessler y

Schwarzer y el Inventario de Autoeficacia para el Estudio IDAPE.

En el trabajo de investigación de Castañeda (2010), cuyo objetivo fue establecer la

relación entre patrones de crianza y la formación del autoconcepto en hijos únicos,

se determinó que existe correlación entre los estilos de crianza y la formación del

autoconcepto en hijos únicos; sin embargo, en la presente investigación se

encontró que existe una correlación baja entre la autoeficacia y

aceptación/implicación y coerción/imposición quizá porque influyeron aspectos de

la personalidad de los sujetos como la extroversión e introversión en cada uno de

ellos. Esto puede determinar de alguna forma el tipo de afrontamiento ante

situaciones donde demuestren su eficacia; sin embargo al igual que en la presente

investigación, en el caso de las mujeres en cuanto a autoeficacia académica sí

existe correlación con los estilos de crianza siendo específicamente el autoritario.

Coronado (2009) halló en su investigación que los adolescentes con alto consumo

de alcohol generalmente tienen padres que utilizan el estilo indulgente que

conforma aceptación/implicación alta y coerción/imposición baja. De la misma

forma, los adolescentes de la muestra de esta investigación contestaron que el

estilo de socialización parental predominante es el indulgente, que corresponde

como en la investigación de Coronado a aceptación/implicación alta y

coerción/imposición baja. Por lo anterior, se infiere que se perciben poco eficaces

a nivel general ya que generalmente en este tipo de crianza no existen reglas

claras a seguir, lo cual influye en la perseverancia al buscar el éxito en las tareas.

En el estudio de Diaz (2009) se determinó que no existe relación entre la

autoeficacia y el rendimiento académico; sin embargo, en la presente investigación

51

para el caso de las mujeres se encontró que existe una relación significativa entre

el patrón de crianza en el cual tanto la coerción/imposición y autoeficacia

académica son elevadas, lo cual puede indicar que dicho patrón de crianza pueda

incluir reglas y rutinas establecidas en casa, lo que favorece perseguir éxito en las

tareas.

Dodobara (2005) concluyó que no existe una relación significativa entre motivación

de logro, autoeficacia, y la disposición para realizar una tesis; sin embargo, sí

existe una relación positiva ya que a mayor motivación de logro es más probable

que busque el éxito en ciertas actividades y ser autoeficaz. Por su parte, esta

investigación constató que no existe relación entre la autoeficacia académica y los

patrones de crianza en el caso de los hombres. Esto debido a las características

de personalidad de un adolescente varón de dicha edad, ya que al contrario de las

mujeres existe una relación media negativa la cual puede indicar que mientras

exista de forma equilibrada aceptación/implicación y coerción/imposición habrá

más autoeficacia académica; es decir, que un estilo de crianza autoritativo puede

fomentar la autoeficacia académica.

Triana, citado por Buendía (1999), menciona que la cualidad principal del estilo

permisivo de crianza es que los padres no son exigentes con las expectativas de

madurez y responsabilidad en el emprendimiento de tareas. Esto concuerda con la

presente investigación, ya que se encontró que en los varones existe una baja

coerción/imposición relacionado con un promedio menor en las percepciones de

autoeficacia a nivel general y académico.

De la misma forma, Triana, citado por Buendía (1999), menciona que para el estilo

democrático o también llamado autoritativo, los hijos generalmente son

perseverantes en las tareas y tienen más confianza en sí mismos, lo cual se

relaciona con lo encontrado en las jovencitas cuyos estilos de crianza se

caracterizan por niveles altos de coerción/imposición y menores de

aceptación/implicación. Esto repercute también en sus percepciones de

autoeficacia a nivel general y académico, ya que se establecen reglas claras y se

reconocen derechos de los hijos.

52

Nardone, Giannotti y Roccy (2003) exponen que en el modelo hiperprotector las

madres están relegadas al cuidado y educación de los hijos. En este modelo los

padres olvidan su vida de pareja y generalmente el padre es relegado y poco

escuchado, ya que es la madre quien se preocupa por no ser una mala madre.

Concuerda con esta investigación ya que los padres presentan modelos de

socialización parental bajos en coerción/imposición y aceptación/implicación con

respecto a los varones probablemente porque culturalmente se mantiene la

creencia que los hombres no son afectuosos y no se involucran en la crianza de

los hijos, pues este aspecto es encargo exclusivo de la madre.

En cuanto a la autoeficacia, Ray (2001) propone que las personas al considerarse

autoeficaces emprenden tareas más difíciles y desafiantes lo cual pudo

comprobarse en la presente investigación ya que se observó que los varones se

perciben como menos eficaces ya que no existe exigencia por la responsabilidad

en el emprendimiento de tareas. Ellos generalmente provienen de hogares donde

el estilo de socialización parental incluye niveles bajos de coerción/imposición.

En la investigación se observó que los varones se perciben menos autoeficaces

en tareas académicas que las mujeres. Así mismo, se observó que se perciben

ligeramente menos autoeficaces a nivel general, lo cual tiene relación con el tipo

de socialización parental en el cual hay niveles bajos de coerción/imposición.

Dicho hallazgo se comprueba ya que Schunk (1999) dice que existe una relación

causal entre las interacciónes del hijo con los padres en condiciones ideales y las

percepciones de eficacia que los sujetos tendrán más adelante en su vida.

Igualmente, Ray (2001) sostiene que el tipo de experiencia emocional o la

intensidad informan al sujeto sobre que tan competente es una determinada tarea.

Por el contrario, una alta ansiedad indica al sujeto su incapacidad. En el caso de

las adolescentes de esta investigación, se observó que se perciben más eficaces

a nivel académico que los hombres probablemente por haber tenido experiencias

ligadas al éxito en tareas que no fueran de tipo académico.

53

VI. CONCLUSIONES

Luego de finalizar el trabajo de investigación y en relación a los resultados

obtenidos se puede concluir que:

Se encontró que existe una relación entre el patrón de crianza autoritativo y la

autoeficacia académica con respecto a las mujeres. Dicho patrón de crianza

apunta al establecimiento de reglas claras y expectativas altas de

responsabilidad y éxito.

Con respecto a los padres de los sujetos varones de esta investigación, se

encontró que se involucran poco en la crianza de sus hijos. En los estilos de

crianza se encontraron bajos niveles de coerción/imposición y

aceptación/implicación valorados por los adolescentes. Por su parte, los padres

de las mujeres reflejaron involucrarse un poco más, sin embargo, aún es

notoria la poca implicación de los padres en la crianza de sus hijos.

En algunos sujetos de esta investigación, principalmente las mujeres, se

observó que al tener experiencias relacionadas con el éxito en el

emprendimiento de tareas y las consecuencias emocionales que esto conlleva

influyen directamente en la percepción de eficacia que tengan en el aspecto

académico. Quienes obtuvieron punteos elevados en autoeficacia general

tendían a obtener resultados elevados a nivel académico.

En cuanto a los sujetos varones de investigación, se observó que se perciben

poco eficaces al emprender una tarea y generalmente provienen de familias en

las cuales predomina la alta aceptación/implicación y baja coerción/imposición.

Dicho estilo de socialización parental no incluye reglas claras a seguir y bajas

expectativas de éxito al emprender algún proyecto.

En el caso de las mujeres que formaron parte de la investigación se encontró

que se perciben más eficaces que los varones en tareas de tipo académico.

Además, provienen de familias con un nivel más alto de coerción/imposición y

moderado de aceptación/implicación con reglas claras y rutinas establecidas,

54

así como la búsqueda de éxito en las tareas que se emprendan, por lo que

existe una relación entre los patrones de crianza y la autoeficacia adémica.

Los hombres por su parte se perciben menos eficaces académicamente con

respecto las mujeres ya que como se mencionó anteriormente éstos provienen

de familias donde el padre casi no se involucra y la madre posee una alta

aceptación/implicación sin imponer muchas reglas en casa.

55

VII. RECOMENDACIONES

De acuerdo a los resultados y conclusiones obtenidos se hacen las siguientes

recomendaciones:

A la institución educativa:

Diseñar talleres orientados a padres de familia de hijos únicos sobre los estilos

de crianza que fomenten en los alumnos la autoeficacia; es decir, que se

formen jóvenes proactivos capaces de resolver dilemas para encontrar el éxito

en todo tipo de tareas a las que se enfrenten.

Incluir en las Escuelas para Padres anuales al menos un taller en el cual se

discutan los patrones de crianza ideales y cómo estos tipos de interacción

favorecen características de personalidad positivas en los hijos, más adelante

en su vida.

Asimismo, incluir temas, en la Escuela para Padres, sobre la autoeficacia y en

especial la autoeficacia académica, para propiciar el conocimiento de estos

conceptos así como estrategias para alcanzar dicha cualidad.

Aplicar el Inventario para la Autoeficacia en el estudio (IDAPE) a jóvenes de

secundaria y diversificado y con los resultados iniciar un programa para el

fomento de las cualidades de autoeficacia.

A profesionales de la psicología:

A partir de los resultados de la presente investigación, diseñar técnicas para

motivar a los padres de familia, en especial a los hombres, a que se

concienticen acerca de la importancia de involucrarse en la educación de sus

hijos tantos hombres como mujeres.

Desarrollar en los padres de familia estrategias de afrontamiento y resolución

de problemas los cuales servirán como aprendizaje vicario en la educación de

sus hijos, ya que son un modelo inmediato de imitación.

56

A Investigadores:

Sería de utilidad repetir este mismo estudio con muestras diferentes. Se

pueden tomar en cuenta grupos de distintas edades, que no sean hijos

únicos, que vivan en una familia monoparental y de otro nivel

socioeconómico.

57

VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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