14
Maestría en Administración Planeación Estratégica “Ensayo Articulo ESTRATEGIA CORPORATIVA” Dr. Gerardo Vera Alumno Gerardo Gabino Rodriguez Jaimes

Resume n

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Estrategia corporativa

Citation preview

Maestra en Administracin

Planeacin Estratgica

Ensayo ArticuloESTRATEGIA CORPORATIVA

Dr. Gerardo Vera

AlumnoGerardo Gabino Rodriguez Jaimes

Cuernavaca Morelos a 6 de Diciembre del 2014

El concepto de estrategia corporativa ocupa actualmente un lugar central en la manera en que los administradores piensan acerca de s mismos y sus organizaciones. De acuerdo con la ortodoxia que se plantea en las escuelas de administracin y adoptan algunos consultores, analistas de la bolsa de valores, instituciones financieras y medios de comunicacin, cualquier organizacin debe tener una estrategia porque, de lo contrario, se encuentra sin direccin en un entorno cada vez ms turbulento En este documento desarrollamos un marco de referencia para el anlisis crtico de la estrategia corporativa que se distingue de las dos posturas anteriores. Esto implica centrarse en la estrategia corporativa como un conjunto de discursos y prcticas que transforma a gerentes y empleados por igual en sujetos que aseguran su sentido del propsito y de la realidad al formular, evaluar y llevar a cabo la estrategia. Por lo tanto, nuestra preocupacin principal es el surgimiento, desarrollo y reproduccin del discurso de la estrategia per se. Esto requiere una investigacin de las condiciones bajo las cuales el discurso estratgico se convierte en pensable y prctico. En trminos de organizaciones diferentes y sus interrelaciones, supone un examen de las condiciones bajo las cuales la viabilidad del discurso se transforma en una fuerza disciplinaria. A su vez, conlleva un anlisis de la subjetividad, es decir, un intento de comprender en qu forma el discurso de la estrategia se vuelve parte de la identidad de gerentes y trabajadores.

el estudio de la estrategia. En particular dirigimos la atencin hacia aquellas prcticas discursivas que histricamente pueden verse como condiciones previas para la posible formacin de discursos sobre la estrategia. Desde nuestra perspectiva, en las escuelas de administracin y entre los profesionales hay una tendencia a tratar el discurso de la estrategia corporativa como una caracterstica natural ms que como un rasgo problemtico de la vida organizacional. Nuestra forma de explorar el carcter problemtico de la estrategia es examinar la historia no necesariamente continua de su formacin discursiva. En la segunda parte de este ensayo, analizamos el discurso estratgico como si fuera una tecnologa o un mecanismo de poder que tiene ciertos efectos de verdad. Aqu nuestra preocupacin no es investigar la verdad de la estrategia tanto como las consecuencias de que sea definida como verdadera. En particular, centramos la atencin en la manera en que los individuos se transforman en sujetos cuyo sentido de significado y realidad se vincula a su participacin en el discurso y prctica de la estrategia. En este sentido, la estrategia puede entenderse como un discurso que produce autodisciplina subjetiva. En la tercera y ltima seccin, intentamos demostrar cmo este enfoque se distingue de las descripciones crticas desarrolladas por tericos procesales como Pettigrew y Mintzberg. A lo largo de este ensayo tambin llamamos la atencin hacia un nmero de cuestiones empricas que el anlisis del discurso debera investigar en forma ms amplia.

El concepto de discurso se encuentra asociado de forma muy cercana a los escritos de Foucault. En la obra de este autor, adopta una variedad de significados y no es nuestra intencin discutir esto con detalle o abogar por una descripcin correcta del discurso. En trminos generales, concebimos el discurso como un conjunto de ideas y prcticas que condicionan nuestra forma de relacionarnos con fenmenos particulares y de actuar

sobre ellos. Puesto que un discurso siempre est arraigado en la prctica social, no puede ser reducido a su contenido ideal como tampoco puede ser percibido como carente de teora. Por ejemplo, en el anlisis de Foucault sobre la locura, la enfermedad o la criminalidad, se hace hincapi en que estas categoras se construyen en contextos sociales particulares. Una vez que se reconocen como tales, es decir, cuando los sujetos llegan a entender el mundo en estos trminos, entonces se desarrollan prcticas sociales que reproducen esta percepcin como la verdad. Esto ocurre especialmente como resultado de una combinacin de relaciones de poder y saber representadas por activistas polticos y expertos, los cuales generan un discurso convincente que implica que los locos y dementes sean segregados, en forma fsica, de la sociedad normal a travs de un sistema de encarcelamiento institucional. Un ejercicio semejante de poder institucionaliza manifiestamente el saber que sustenta y reproduce estas prcticas de divisin, as como la verdad de la distincin entre la subjetividad de normalidad y locura. En este sentido, el discurso produce sus propios efectos de verdad a travs de la elaboracin de una visin del mundo en la que se definen problemas que el discurso puede resolver.Por lo tanto, un discurso no es simplemente una forma de ver; siempre est inserto en prcticas sociales que reproducen esa forma de ver como laverdad del discurso. Es por esta razn que Foucault subraya la inseparabilidad de poder y saber. Este ltimo siempre est ligado de forma intrnseca a las tecnologas de poder que

reproducen prcticas discursivas particulares. Es importante advertir que aqu no estamos reproduciendo un argumento funcionalista en el cual las normas y valores se unen para crear un sistema funcionalmente reproductivo. En las sociedades modernas existe una pluralidad de discursos a los que los actores pueden recurrir. Foucault hace hincapi en que los efectos de poder de los discursos siempre estn sujetos a resistencia; un factor ms que origina el dinamismo de un discurso. En trminos generales, el orden social se cumple casualmente a travs de las acciones hbiles de sujetos que coordinan sus relaciones con otros mediante diversas tcticas que establecen o confirman las bases para el intercambio comunicativo (en relacin con el tema de la etnometodologa, vase Heritage, 1987). Por lo tanto, los efectos de poder de los discursos deben ser reproducidos. Como seala Giddens, es axiomtico que el actor pueda actuar de otro modo; en consecuencia, el discurso no puede entenderse como opresivo ni omnipotente. Los discursos cambian a medida que los actores se adaptan y cambian las condiciones del proceso de reproduccin. Si ste no fuera el caso, no podramos hablar del surgimiento de nuevos discursos, mediante los cuales nos referimos a la aparicin de formas cualitativamente nuevas de realizar las relaciones sociales. Por otra parte, los discursos se encuentran en un nivel interno del sujeto, proporcionando la base sobre la que se construye la subjetividad misma. Por ello, si queremos entender, tanto a los sujetos como a las relaciones sociales, necesitamos comprender los discursos dentro de

los cuales rutinariamente insertan sus propios autoentendimientos.

En resumen, usamos el trmino discurso como abreviatura de todo un conjunto de relaciones de poder y saber, las cuales estn escritas, habladas, comunicadas e inmersas en las prcticas sociales. Estas relaciones tienen poder y efectos de verdad y son las consecuencias resultantes las que constituyen una preocupacin principal del anlisis del discurso. Sin embargo, estos efectos no deben entenderse como el resultado inevitable del dominio de un conjunto particular de valores y normas, sino como el resultado producido accidentalmente de las acciones de sujetos que pudieron actuar de otro modo.

El concepto de genealoga Del argumento anterior se deriva que cuando se emplea este enfoque, una tarea clave es analizar el conjunto diverso de condiciones que hace posible, aunque no inevitable, que un discurso particular se constituya y desarrolle. Esto es a lo que nos referimos con genealoga. No es una cuestin de buscar un origen, ya que no puede rastrearse ni una sola fuente a partir de la cual pueda seguirse el progreso de un discurso particular. Ms bien, el anlisis implica una bsqueda de prcticas y discursos discretos de los que pueda decirse que han sido moldeados y reconstituidos hasta llegar a ser una nueva formacin discursiva. En este sentido, el anlisis genealgico constituye un intento por demostrar que los discursos particulares estn constituidos histricamente por procesos especficos, en los cuales los discursos existentes cambian y se adaptan a un conjunto de prcticas cualitativamente diferente. El anlisis

genealgico no es una historia de las ideas ni una historia per se.(por si mismo) En cambio, desea mostrar cmo las relaciones sociales de poder y conocimiento se reconstituyen para crear nuevas formas de ver y actuar. Tambin se preocupa por registrar la singularidad de acontecimientos superficiales (Burrell 1988, p. 229).

Estrategia corporativa Desde nuestra perspectiva, es posible identificar un discurso de estrategia que tiene una relacin especfica con las empresas corporativas. Este discurso posee sus propias condiciones histricas de posibilidad; encarna formas particulares de percibir las organizaciones, los sujetos y las sociedades; est inserto en conjuntos particulares de relaciones sociales; tiene efectos de verdad particulares que son disciplinarios sobre sujetos y organizaciones; se reproduce en conjuntos especficos de relaciones de poder y saber y encuentra resistencia en puntos particulares. En lo que resta de este documento pretendemos elaborar estos aspectos, comenzando, en primer lugar, con un intento por examinar las condiciones histricamente especficas del surgimiento del discurso de estrategia. La fascinacin de la comunidad empresarial con el concepto de estrategia es comparativamente nueva. Bracker afirma que: Los primeros escritores modernos que relacionaron el concepto de estrategia con las empresas fueron von Neumann y Morgenstern (1947) con su teora de juegos (Bracker 1980, p. 219). Esto saca a relucir una paradoja interesante. Si la estrategia es tan importante, cmo fueron capaces de sobrevivir tanto tiempo las empresas sin contar conscientemente

con un concepto de estrategia? La respuesta a esta pregunta resulta en particular significativa para nosotros, porque aunque la estrategia ingres a las organizaciones empresariales en parte como respuesta a ciertas condiciones, como se demostrar ms adelante, se da el caso de que el discurso tambin constituye los problemas para los cuales afirma ser una solucin. Al fracasar en el reconocimiento del carcter mutuamente constitutivo de la estrategia y los problemas que se piensa que resolver, varios autores (por ejemplo, Chandler, 1962, 1977; Williamson, 1975) simplemente atribuyen el propsito estratgico al mundo empresarial como si hubiera existido antes de que los profesionales lo suscribieran de forma explcita a la disciplina de la estrategia. Lo anterior significa adoptar el papel intelectual delegislador como lo describe Bauman (1988), esto es, suponer que el intelectual puede decir a la gente lo que las estrategias realmente significan o lo que estaban haciendo realmente, lo cual es distinto del propio entendimiento discursivo de las acciones de los actores. Dentro de un paradigma como ste, el discurso de los profesionales se trata con frecuencia como un conjunto de representaciones falsas de una realidad implcita que oculta a los actores sus verdaderos intereses o intenciones, lo que est equivocado porque, como lo ha afirmado Hindess (1986), las intenciones y los intereses no pueden identificarse separados de los discursos en los que se expresan (si se desea una explicacin ms amplia de este argumento, vase tambin Hindess, 1987). Los sujetos no existen antes de

su implicacin en el discurso. En consecuencia, la nocin de sujeto y subjetividad no deben fusionarse con el concepto de individuo ni pueden considerarse como un sustituto de ste. Ms bien, los sujetos se constituyen como ciertas categoras de actores/individuos a travs de prcticas discursivas. Por estas razones, no podemos aceptar la legitimidad de atribuir el intento estratgico a los profesionales de los negocios cuando el concepto de estrategia an no ha garantizado una posicin firme. Por supuesto, esto no niega las intenciones de los profesionales que entonces se racionalizan sin dificultad como estrategias. Sin embargo, esas racionalizaciones y las descripciones de los acadmicos que las legitiman pueden percibirse como un elemento importante del discurso en s mismo y como una parte de la forma en que se hace que parezca natural e inevitable. En contraste con estas descripciones legitimadoras que tienden a reescribir la historia en trminos del presente, el anlisis discursivo intenta reescribir el presente en trminos de la historia. Por lo tanto, esto tiene que ver con las condiciones que hicieron posible el surgimiento de este discurso de estrategia corporativa, histricamente especfico, y que transformara las prcticas actuales en las organizaciones. Esto requiere analizar de manera particular el contexto institucional en el que el discurso pudo identificarse por primera vez. Una vez hecho esto, es evidente de inmediato que hasta hace muy poco tiempo el impulso hacia la articulacin, la expansin y la utilizacin de la estrategia corporativa provino de Estados Unidos. Dos aspectos

de esto pueden separarse por propsitos heursticos: primero aqul de la aparicin del discurso gerencial en trminos amplios en Estados Unidos y, segundo, la naturaleza cambiante de las corporaciones estadounidenses en el periodo posterior a 1945. Con relacin al primero, Estados Unidos haba sido la fuente de la mayora del pensamiento innovador acerca de la naturaleza del papel de la administracin y de las organizaciones a partir de los planteamientos de Weber. Desde finales del siglo XIX, se dio una simbiosis particular entre el conocimiento terico y el experimental sobre la administracin y las organizaciones que se haba incorporado a la naciente cultura de las escuelas de administracin de negocios de las universidades estadounidenses. A diferencia de lo que suceda en Europa, donde el ethos (Conjunto de rasgos y modos de comportamiento que conforman el carcter o la identidad de una persona o una comunidad) de las universidades estaba separado de forma muy clara respecto del ethos de la industria y del mundo del trabajo (vase, por ejemplo, la discusin acerca de la cultura inglesa de Wiener, 1985), en Estados Unidos, los principales industrialistas como Carnegie, Mellon, Sloan y otros, dotaron y apoyaron a instituciones con el ms alto nivel de estatus en el sistema universitario estadounidense a partir del propsito explcito de fomentar la investigacin y la capacitacin en el campo empresarial. Aunque se da el caso de que varias tcnicas e ideas gerenciales (como las del sistema de Bedaux y las prescripciones administrativas de Fayol) se desarrollaron en Europa, stas nicamente se

llevaron a la prctica de forma gradual e intermitente por parte de administraciones europeas y carecan de cualquier base institucional en las universidades que se comparara con Estados Unidos (vase Littler, 1982). Alrededor de la poca de la Primera Guerra Mundial, el taylorismo se ramificaba en la esfera completa de la administracin de la produccin y la planeacin de la fuerza de trabajo y estableca un squito entre los diseadores de polticas, los administradores y los acadmicos en Estados Unidos. En parte como respuesta crtica al economicismo del taylorismo, en Harvard, bajo el liderazgo de Elton Mayo, se desarrollaba la psicologa industrial que ganaba adeptos por todo el mundo. Por lo tanto, hacia finales de la dcada de 1930, en Estados Unidos ya exista un discurso gerencial poderoso encarnado en muchsimas prcticas materiales y grupos profesionales, lo cual, en gran medida, estaba ausente en el contexto europeo. Sin embargo, es importante sealar que estos discursos eran predominantemente intra-organizacionales. Tenan que ver con el control de la produccin dentro de la organizacin. La ubicacin en el mercado de la organizacin, su ambiente externo y diversas tecnologas de intervencin (por ejemplo, el marketing, la publicidad para el consumo de masas) que son los rasgos interrelacionados clave de la estrategia corporativa no se haban constituido an de manera suficientemente clara como para convertirse en objetos del discurso terico o administrativo. Las causas para que esto sucediera de esa manera son complejas. Un rasgo se relaciona con los discursos econmicos a travs de

los cuales se entendan los mercados en ese momento. El dominio de la filosofa del libre mercado represent que la administracin tratara el asunto central como si obtuviera los factores de la produccin justo dentro de la organizacin.

Puesto que el mercado operaba por el principio de la mano invisible, no tena mucho caso intentar anticiparla, aunque el crecimiento de la publicidad indicaba un inters en por lo menos doblegarla ligeramente. Adems, la ideologa del espritu empresarial con su acento en cualidades inspiradoras y carismticas tenda a ver el papel del lder en trminos casi msticos como un aspecto penetrante de este conjunto de procesos esencialmente opaco. Por otra parte, la separacin en el mercado, durante esta poca, entre los grandes conglomerados de Rockefeller, Morgan, Carnegie, etctera, y las muchas pequeas empresas que existan, complicaba el cuadro. Las empresas ms grandes parecan capaces de controlar las fuerzas del mercado, mientras que las ms pequeas slo estaban en posicin de responder a esas fuerzas. La nocin de intentar segmentar el mercado y diferenciar los productos de acuerdo con tipos especficos de consumidores an no se haba desarrollado. La produccin en masa constitua el orden del da para las empresas ms grandes, mientras que, para sobrevivir, las compaas pequeas tuvieron que desarrollar nichos muy especializados. Luego, a partir de estas breves consideraciones, puede percibirse que el discurso gerencial tal como se desarroll en Estados Unidos durante el periodo anterior a 1945 todava no haba generado un espacio claro, en el cual

las ideas que formaran los elementos centrales del discurso de estrategia corporativa (es decir, la relacin planificada entre el mercado y las caractersticas internas de la organizacin) pudieran desarrollarse. A pesar de que haba discursos acerca de las nociones de control y monitoreo internos, stos se relacionaban con el anlisis del entorno externo slo de forma tangencial. Sin embargo, estaban ocurriendo cambios que junto con los conceptos de orden y control interno comenzaron a dar origen a este acento distintivo en la relacin planificada entre mercados y organizaciones que caracteriza al discurso estratgico. Quisiramos destacar tres rasgos de este proceso: la reestructuracin de las relaciones de propiedad, las condiciones cambiantes de los mercados y los nuevos avances en la estructura y administracin de las organizaciones. En primer lugar, durante el periodo de entreguerras en Estados Unidos comenz a darse una reestructuracin gradual de las relaciones de propiedad, adems de la separacin institucional de la propiedad del control gerencial directo. Esto cre una distancia entre los propietarios de las empresas y sus administradores. Cmo iban a recibir los dueos informacin sobre el desempeo de la corporacin? Sobre qu base los dueos tomaran decisiones acerca de sus inversiones en la empresa? Este distanciamiento se resolvi de varias maneras diferentes; por ejemplo, a travs del establecimiento de regulaciones de contabilidad y auditora, del desarrollo de servicios de consultora para las inversiones, etctera. Desde nuestra perspectiva, lo que tambin resulta fundamental

aqu es que la empresa debe articular sus objetivos de forma sistemtica para su pblico externo, de una manera que no ocurra cuando la compaa era propiedad del mismo pequeo grupo de personas que tambin la administraban. En este sentido, entonces, se abri un espacio discursivo: la empresa debe explicar qu est haciendo y por qu lo hace. ste es el espacio discursivo que la estrategia corporativa coloniza.En segundo lugar, las condiciones internacionales del mercado sufrieron cambios despus de la Segunda Guerra Mundial que dieron a Estados Unidos un papel gerencial respecto de la direccin de la economa mundial. Las corporaciones trasnacionales estadounidenses enfrentaron, de manera cada vez ms frecuente, problemas de control como resultado de que sus sistemas de produccin en masa se propagaran por todo el mundo. Esa expansin provoc que las corporaciones estadounidenses se vieran envueltas, no slo en problemas para controlar las divisiones y relaciones en el lugar de produccin, sino tambin en la administracin de mercados culturalmente diversos. En trminos de tamaos de mercado y de competencia, la situacin era ms compleja para Estados Unidos de lo que haba sido internamente. En la medida en que las empresas europeas y japonesas, con la ayuda de sus respectivos gobiernos, comenzaron a crecer en este nuevo entorno, la competencia se volvi ms intensa y cada vez se nutra ms de la innovacin tecnolgica y de la competencia por la calidad y el precio. Al mismo tiempo que los administradores luchaban por reducir la distancia entre s mismos y los propietarios de las empresas,

tambin deban explicar cmo iba a prosperar la empresa frente a condiciones competitivas ms complejas. Por ltimo, estos procesos de cambio hacan ms difcil funcionar con los viejos modelos de estructura organizacional, en los cuales las jerarquas simples abarcaban desde los puestos ms altos hasta los ms bajos de la organizacin. Las empresas con varias filiales o sedes, la dispersin geogrfica de las trasnacionales, la diferenciacin del producto y la transformacin de la produccin y las comunicaciones a travs de dramticas innovaciones tecnolgicas, crearon una forma funcional de estructura organizacional ms difcil y menos necesaria de sustentar. En particular, las formas de organizacin multidivisionales en donde cada planta se convirti en un centro de utilidades con su propio presupuesto financiero y sujeta a las fuerzas competitivas del mercado, como si fuera independiente de su casa matriz, fue un mtodo para reforzar el control sobre los componentes separados de un oligopolio o de un monopolio. Cul fue la razn por la que este nuevo espacio discursivo fue cubierto en un grado tan significativo por el discurso de estrategia? Debemos ser cuidadosos en este punto para evitar suponer que fue una consecuencia inevitable del periodo. Ms bien, tenemos que examinar su desarrollo gradual, su reproduccin y, despus, la autoridad sobre el propio control del campo ms amplio del discurso gerencial. En este punto resulta pertinente subrayar la intervencin y articulacin bastante previas del discurso estratgico en el mbito militar. Aunque algunas nociones de estrategia haban sido

fundamentales para el discurso militar desde finales del siglo XVIII (vase Knights y Morgan, 1990, para una discusin ms extensa sobre este tema) fue slo durante los aos de entreguerras que los adelantos en la tecnologa de las comunicaciones facilitaron el uso de informacin militar y tcnicas de vigilancia como dispositivos estratgicos que pudieran vencer las distancias espaciales y temporales (vase Dandeker, 1990). Este desarrollo de la estrategia dentro del ejrcito, y en particular el hecho de que facilitara el enlace temporal-espacial entre las caractersticas organizacionales internas y el potencial del entorno externo, proporcion un modelo adecuado para una industria privada que enfrentaba las presiones de la competencia local e internacional. El prestigio que obtuvo el ejrcito a partir de la victoria sobre Alemania y Japn tambin aadi peso a la visin de que la estrategia era un rasgo central de este xito. Tiempo despus, este prestigio se reflej y reprodujo en el papel de los lderes militares en asuntos pblicos durante el periodo de posguerra: MacArthur en Japn y Corea, De Gaulle en Francia, Eisenhower en Estados Unidos. Sin embargo, en el desarrollo del discurso ha sido crucial el papel de acadmicos como Ansoff (1965), que comenzaron a articular la necesidad de la estrategia corporativa. La idea de que las fuerzas del mercado podan controlarse a travs de mecanismos de planificacin fue en muchas formas un desarrollo lgico de la nocin de que las personas pueden ser controladas y monitoreadas. De la misma manera en que el siglo XIX presenci la instalacin gradual de

sistemas de control dentro de las organizaciones, la era posterior a 1945 vio el surgimiento del discurso interesado en controlar lo que estaba fuera de la organizacin. Este discurso se desarroll en una variedad de sitios que apenas podemos abordar dentro de los lmites de este ensayo. En el mbito acadmico, este proceso da origen a una serie de expertos: gente que investiga la estrategia, que ampla su significado interior, que lucha contra sus problemticas, que expande sus horizontes ms all de las organizaciones basadas en el mercado hasta llegar a las organizaciones sin fines de lucro y las estatales. Es fundamental que el discurso se vuelva parte de la realidad cotidiana de las organizaciones. En un nivel, los acadmicos influyen directamente en aqullos que buscan referencias de la experiencia laboral, ya sea dentro de los estudios universitarios o bien ms all. Ellos establecen la agenda en la que las herramientas y tcnicas de la administracin estratgica son de importancia central. Los estudiantes que requieren referencias incorporan lo anterior como la forma de considerar las organizaciones y su relacin con el entorno, de modo que cuando ingresan a las organizaciones intentan aplicar esas tcnicas. Tambin surgen profesionales especialistas en el campo de la estrategia.