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Revista de Estudios Estratégicos Nº 07/ ENERO - JUNIO DE 2019 / ISSN: 2313-2698 CENTRO DE INVESTIGACIONES DE POLÍTICA INTERNACIONAL

Revista de Estudios Estratégicos · Revista de Estudios Estratégicos Es una publicación semestral del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) Consejo Editorial:

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Revistade EstudiosEstratégicosNº 07/ ENERO - JUNIO DE 2019 / ISSN: 2313-2698

CENTRO DE INVESTIGACIONESDE POLÍTICA INTERNACIONAL

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El Centro de Investigaciones de Política Internacional es una insti-tución de carácter académico adscrita al Instituto Superior de Rela-ciones Internacionales «Raúl Roa García» (ISRI), fundada el 25 denoviembre de 2010.

Cuenta con más de 40 investigadores-profesores y mantiene es-trechas relaciones de intercambio y colaboración científica con cen-tros de investigación, universidades y organizaciones académicasde Cuba y otros países.

El CIPI tiene la misión de contribuir a la actualización periódicade la planeación estratégica y la ejecución de la política exteriorcubana, mediante la realización de investigaciones y estudios, amediano y largo plazo, en el campo de la política internacional y lasrelaciones internacionales.

Las direcciones principales del trabajo de la institución son lainvestigación científica, la elaboración de Escenarios de Política In-ternacional, la organización de eventos y las publicaciones.

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Revistade EstudiosEstratégicosEs una publicación semestraldel Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI)

Consejo Editorial:Dr. Adalberto Augusto Ronda Varona (Presidente)Dr. Luis René Fernández Tabío (CEHSEU)Dr. Nelson Roque Suástegui (CIPI)Dr. Jorge Hernández Martínez (CEHSEU)Dr. Mario Antonio Padilla Torres (CIPI)Lic. Lourdes María Regueiro Bello (CIPI)MSc. Yoslán Silverio González (CIPI)Dra. Gladys Cecilia Hernández Pedraza (CIEM)Dr. Leyde Ernesto Rodríguez Hernández (ISRI)

Consejo Asesor:Rectora Isabel Allende Karam (ISRI)Dr. Jairo Hernando Estrada Álvarez (Colombia)Dr. Atilio Alberto Boron (Argentina)Dr. Raúl Rodríguez Rodríguez (CEHSEU)Dr. Marco Antonio Gandásegui Paz Rodríguez (Panamá)Dr. Ramón Pichs Madruga (CIEM)Dr. José Luis Rodríguez García (CIEM)Dr. Lázaro Peña Castellanos (CIEI)

Coordinador:MSc. Luis Feito Corratgé (CIPI)

Edición:José Alejandro Álvarez (CIPI)

Diseño y Composición:Alexis Ponce (ACCS)

Redacción:3ra. Ave., N0.1805 entre 18 y 20, Miramar, Playa,Zona postal 13, La Habana, Cuba.Teléfonos: 7206 3098, 7202 6442 ext. 119Correo electrónico: [email protected] web: www.cipi.cu

Se autoriza la reproducción total o parcial de los artículos siempre que se indique la procedencia.Cada trabajo expresa la opinión del autor.

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Contenido

Gabriel Esteban MerinoLa reconfiguración imperial de Estados Unidos y las fracturas frenteal ascenso de China

Francisco López SegreraGeopolítica Imperial y Megatendencias Mundiales y Regionales

Lourdes Regueiro BelloAmérica Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidosversus China

Luis René Fernández TabíoEstados Unidos: Geoeconomía y el balance de poder global

Sunamis Fabelo Concepción y Angel Luis SolerConsumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios enun mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

Leyla Carrillo RamírezEl terrorismo para la Unión Europea. Aproximaciones e incógnitas

Yoslán Silverio GonzálezEl activismo terrorista en el Sahel Occidental: principales tendencias

7

37

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La reconfiguración imperial de Estados Unidosy las fracturas frente al ascenso de China

Gabriel Esteban Merino

[email protected] Nacional de InvestigacionesCientíficas y Técnicas de Argentina.

Instituto de Investigación enHumanidades y Ciencias Sociales,

Instituto de Relaciones nternacionales,Universidad Nacional de La Plata.

CLACSO.

Resumen:El sistema mundial se encuentra enplena transición histórico-espacial. Lacrisis de hegemonía se refleja en unconjunto de conflictos en donde lospoderes dominantes no logran impo-nerse, en el cambio en las jerarquíasdel siste ma interestatal y en las pro-fundas transformaciones de la econo-mía mundial. Frente a esta situación,surgen distintas respuestas imperia-les y se profundiza la polarizaciónentre proyectos políticos estratégicosen Estados Unidos, al calor de unafractura en su establishment o gru-pos de poder, fuerzas políticas y cla-ses dominantes. En este sentido, enel presente artículo se examinan as-pectos centrales de la geopolítica y delas estrategias en disputa en los Esta-dos Unidos frente al ascenso de Chi-na y al declive de su poder.Y se ana-lizan las reconfiguraciones imperialesen marcha a partir del triunfo deDonald Trump, cuando se produce ungiro nacionalista-americanista contra-rio a las fuerzas globalistas. Además,se observan elementos clave del as-censo de China, sus aspectosgeopolíticos y sus respuestas frentea las geoestrategias dominantes deWashington.Por último,se realiza una

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reflexión sobre la encrucijada históri-ca que enfrenta Nuestra América enla transición actual.

Palabras clave: transición históri-ca-espacial, China, Estados Unidos,hegemonía.

Abstract:The world system is in historical-spatial

transition. The crisis of hegemony isreflected in a set of conflicts in which thedominant powers fail to impose themselves,in the change in the hierarchies of theinterstate system and in the profoundtransformations of the world economy.Faced with this situation, different impe-rial responses arise and the polarizationbetween strategic political projects in theUnited States deepens, in relation to a frac-ture in its establishment or power groups,political forces and ruling classes. In thissense, this article examines central aspectsof geopolitics and the disputed strategiesin the United States against the rise of

China and the decline of his power. Andare also analyzed the imperialreconfigurations under way after thetriumph of Donald Trump%when there isa nationalist-Americanist turn contrary tothe globalist forces. In addition, therearekey elements of China’s rise, itsgeopolitical aspects and its responses to thedominant geostrategies of Washington.Finally, there is a reflection on thehistorical crossroads facing «Nuestra Amé-rica» in the current transition.

Keywords: historical-spatial transi-tion, China, United States, hegemony.1

Introducción

La transición histórica-espacial ac-tual del sistema mundial se manifies-ta, entre otros modos, como una cri-sis capitalista estructural y una crisisde la hegemonía estadounidense y delorden mundial construido por el polode poder angloamericano. Son dos ca-

1El presente trabajo está basado en un conjunto de investigaciones del autor: «Lucha entrepolos de poder por la configuración del orden mundial. El escenario actual», Revista de EstudiosEstratégicos No. 1, Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), Instituto Superiorde Relaciones Internacionales (ISRI), La Habana, 2014, pp. 13-35; «Tensiones mundiales,multipolaridad relativa y bloques de poder en una nueva fase de la crisis del orden mundial.Perspectivas de América Latina», Geopolítica(s): revista de estudios sobre espacio y poder, vol. 2,núm. 7, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2016; «Los tratados comerciales y lasluchas globales en la era Trump»,Realidad Económica, No. 313, IADE, Buenos Aires, 2018, pp.9-40; «Trump: la fractura en Estados Unidos y sus implicancias en la transición histórica actual»,en: Casandra Castorena Sánchez, Marco A. Gandásegui y Leandro Ariel Morgenfeld: EstadosUnidos contra el mundo: Trump y la nueva geopolítica, CLACSO, Siglo XXI, Buenos Aires, 2018;«Guerra Comercial y América Latina»,Revista de Relaciones Internacionales, No. 134, Centro deRelaciones Internacionales de la UNAM, México, 2019, pp. 67-98; «Proyectos estratégicos eintegración regional en América Latina. El surgimiento de la Alianza del Pacífico, elfortalecimiento del regionalismo abierto y el retroceso del regionalismo autónomo» enRelaciones Internacionales, Vol. 26 N°52, IRI, La Plata, 2017, pp. 17-37; y en el textocoescritoconNicolásTrivi: «La Nueva Ruta de la Seda y la disputa por el poder mundial», en: L. Bogado,M. Caubet y F. Staiano (Eds.): China: una nueva estrategia geopolítica y global. La iniciativa de lafranja y la ruta, Instituto de Relaciones Internacionales y Centro de Estudios Chinos de la UNLP,La Plata, 2019.

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ras de la misma moneda y parte de lacrisis civilizatoria. La acumulación ca-pitalista está siempre en relación alpoder político y militar que la garanti-za —que sanciona las reglas de juego,construye monopolios para la valori-zación del valor, conquista territorios,disciplina a los rivales, otorga legiti-midad, etc.—. Y el poder político ymilitar se nutre del poder económicoy de la acumulación sin fin de valorpara procurarse los recursos de supropia reproducción ampliada. Estaes la naturaleza del imperialismo mo-derno.

La transición histórica en su dimen-sión geopolítica comienza a percibirseclaramente a partir de 1999-2001,cuando brota germinalmente la situa-ción de multipolaridad relativa quehoy vivimos, como reacción a laglobalización financiera neoliberal es-tadounidense-angloamericana y suexpansión política y militar. El decli-ve relativo de Estados Unidos y «Oc-cidente», por un lado, y la reemer-gencia de China y Asia-Pacífico, porel otro, es una de las característicascentrales del cambio de época quevivimos, el cual no puede ser inter-pretado solamente como una transi-ción hegemónica más dentro del mo-derno sistema mundial. Es decir, comoparte de la sucesión de ciclos de hege-monía del sistema mundial modernoiniciados en el siglo XV,2 mediados porperíodos de transición, caracterizadospor «guerras de 30 años» —entre 25 y40 años—: ibérico-genovés, holandés,

británico, estadounidense.Lo que sí escomún en la actual transición, como enlas anteriores, es que en los territoriosperiféricos y semiperiféricos se produ-cen movimientos nacionales popularesy emergencias revolucionarias, que engeneral buscan aumentar los niveles desoberanía o de autodeterminación re-lativa real, modificar su inserción su-bordinada en la jerarquía interestatal yen la división internacional del trabajo.

La reemergencia de China, el ascen-so de Asia Pacífico, las alianzas conRusia, el creciente desarrollo de unespacio Euroasiático y la insubordina-ción antihegemónica impulsada porfuerzas del Sur Global constituyen ex-presiones de la crisis de los elementosconstitutivos del moderno sistemamundial: su carácter eurocéntrico u«occidentalocéntrico», su carácter ca-pitalista, su particular ordenamientocentro-semiperiferia-periferia y la es-pecificidad del imperialismo moder-no asociado a la acumulación sin findel capital y a la resolución de los obs-táculos de la acumulación.

Actualmente estamos en el procesoinverso del que sucedió a fines del si-glo XVIII y principios del siglo XIX, endonde el imperialismo capitalista occi-dental encabezado por el Reino Unidologró subordinar y hacer declinar laseconomías más importantes del mun-do, China y la India, convirtiéndolas enperiferia. Ello lo logró fundamentalmen-te por su poderío militar. Este proceso,conocido como la Gran Divergencia,lleva a preguntarnos si actualmente

2 Giovanni Arrighi: Adam Smith en Pekín. Orígenes y fundamentos del siglo XXI, Akal, Madrid,2007; Giovanni Arrighi y Beverly Silver: Caos y Orden en el Sistema-Mundo Moderno, Akal,Madrid, 2001.

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estamos frente a una nueva gran diver-gencia, pero a la inversa.

Una cuestión fundamental de la tran-sición es que los grupos de poder y lasfuerzas dirigentes de Estados Unidosno concuerdan en qué hacer o cómoenfrentar el ascenso de China, dandolugar a distintas estrategias imperiales—lo cual tiene algunas similitudes conlo acontecido en el Reino Unido desdeprincipios del siglo XX. En este senti-do, Arrighi3 señala distintas opciones.En primer lugar, destaca la posiciónneoconservadora dominante durante elgobierno de Bush, según la cual lasfuerzas estadounidenses deben ser losuficientemente fuertes como para di-suadir a posibles adversarios de conti-nuar una acumulación militar con laesperanza de sobrepasar o igualar elpoder de Estados Unidos. El foco secentra en la supremacía militar de Es-tados Unidos, el intervencionismounilateral y el control de la región deMedio Oriente y de sus recursoshidrocarburíferos como una de las lla-ves para la primacía mundial. Frente aello y especialmente debido al fracasoen Irak, emergen desde la perspectivaneorrealista tres estrategias: 1-) la decontención de China mediante una coa-lición de equilibrio y el establecimientode una alianza militar en el Asia-Pacífi-co similar a la OTAN y conocida comoPACOM, formulada por Kaplan, quetambién se extiende al Índico, desde el

comando USINDOPACOM; 2-) laestrategia de cooptación y estableci-miento conjunto de un sistema inter-nacional estable, una estrategia de con-tención centrado en las dimensionespolíticas y económicas, que comprome-ta a China a sostener el orden mundialvigente a cambio de concesiones, for-mulada esencialmente por Kissinger ytambién por Brzezinski; y 3-) la estra-tegia de «tercero feliz» de los EstadosUnidos jugando con la rivalidad deChina con otras potencias asiáticas—especialmente India y Japón— y unapolítica neohamiltoniana de industria-lización —fuertemente proteccionista—con foco en las industrias vitales parala defensa, formulada por Pinkerton.4

Esta última podemos diferenciarla ycomprenderla como dos formulacionesarticuladas. También podemos mencio-nar el internacionalismo liberal, que secentra en la crítica a China por el norespeto a los derechos humanos y, engeneral, por el rechazo de la dirigenciachina a aceptar la comunidad de valo-res propuesta por Occidente. El libe-ralismo argumenta quela guerra noes inevitable y que China puede sercontrolada a partir del establecimien-to de instituciones y normativasregulatorias para los Estados, no soloexternas sino también internas.

Tomando estos debates, aquí pro-ponemos otra perspectiva para obser-var las diferencias estratégicas en los

3 Adam Smith en Pekín. Orígenes y fundamentos del siglo XXI, ob. cit.4 Con distintos matices y valoraciones, en las tres estrategias aparece la idea del equilibrio depoder propio del neorrealismo y que también formula Brzezinski con el objetivo de que EstadosUnidos mantenga la primacía en Eurasia y, a partir de ello, en el mundo: «emplear su influenciaen Eurasia para crear un equilibrio continental estable en el que Estados Unidos ejerza lasfunciones de árbitro político». (ZbigniewBrzezinski: El gran tablero mundial. La supremacíaestadounidense y sus imperativos geoestratégicos, Paidós, Buenos Aires, 1998, p. 11).

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11La reconfiguración imperial de Estados Unidos y las fracturas frente al ascenso de China

Estados Unidos en defensa de su po-sición dominante a nivel mundial fren-te al ascenso de China y de los polosde poder que configuran un mundomultipolar que erosionó la unipo-laridad angloamericana. Esta otraperspectiva está formulada en base aidentificar las fuerzas en pugna en losEstados Unidos, focalizándonos en lasdisputas entre los que denominamosglobalistas y americanistas. A partirde allí, articulamos discursos, gruposde poder e intereses para identificardos grandes estrategias imperiales,con sus geoestrategias particulares, ycomprender las diferentes maneras deenfrentar a China. Partiendo de dichoanálisis, en este trabajo se busca com-prender las reconfiguraciones impe-riales en marcha a partir de la presi-dencia de Donald Trump. Además,se observan ciertos elementos clavesdel ascenso de China, sus aspectosgeopolíticos y las respuestas del gi-gante oriental frente a las estrategiasen su contra de Washington. Por últi-mo, se realiza un análisis de guerracomercial en el marco de las fractu-ras internas de los Estados Unidos ylas pujas geoestratégicas globales.

La fugaz belle époque unipolar globalista

Las transformaciones en el campoeconómico, producto del desarrollodel capital financiero transnacional yel cambio en las relaciones capitalis-tas de producción, junto con la ofen-siva en los campos político, ideoló-gico y militar del proyecto neoliberalencabezado por los Estados Unidosy el Reino Unido, posibilitó una

reconstrucción de la hegemonía es-tadounidense y, en términos másexactos, angloamericana. Sin lugar adudas, la caída de la URSS fue fun-damental en este sentido. El nuevociclo de crecimiento iniciado en 1993-1994 que dejó atrás el ciclo negativodesde los años setenta, consolidólabelle époque neoliberal.

El mundo devino unipolar y emergióel globalismo como descripción ideoló-gica de la nueva fase del capitalismomundial, pero, también, como proyec-to político estratégico. A la transna-cionalización financiera, productiva y,en buena medida, cultural, debía co-rresponderle una estructura de podertransnacional que administrara el nue-vo orden del sistema mundial ysuturase las contradicciones del capi-talismo global. El proyecto de EstadosUnidos como estado verdaderamenteglobal era imposible, pero a su vez,sobre su base y desarrollo, se configu-ró el andamiaje de una institucio-nalidad globalista. En función de ello,se fortalecieron algunas organizacio-nes multilaterales claves de la posgue-rra bajo el control de Estados Unidosy el Norte Global: el Fondo MonetarioInternacional (FMI) y el Banco Mundial.Además, se creó la Organización Mun-dial del Comercio (OMC) y comenzó aimpulsarse un conjunto de normasglobales referidas al comercio, la inver-sión, la propiedad intelectual, etcétera,plasmadas en acuerdos e instituciones.Incluso, se establecieron tribunalesinternacionales, como el Centro Inter-nacional de Arreglo de Diferencias re-lativas a Inversiones (CIADI)5 para ar-bitrar sobre diferencias relativas a

5 Perteneciente al Banco Mundial.

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inversiones, despojando de herra-mientas soberanas a los estados na-cionales. Toda esta institucionalidadglobalista significó un proceso de de-bilitamiento de las soberanías nacio-nales, una desnacionalización progre-siva de los estados.

Sin embargo, hacia fines de siglo, enel auge de la belle époque neoliberal, co-menzaron a manifestarse los primerossíntomas de la crisis. Mientras el le-vantamiento del campesinado zapa-tista en el sur de México en 1994 pusoen evidencia el feroz impacto en lospobres del Sur Global del proyecto fi-nanciero neoliberal, hacia 1999 se ma-nifestaron un conjunto de contradic-ciones entre los grupos dominantes delsistema —tanto centrales, comosemiperiféricos y periféricos— y co-mienza a observarse en términos polí-ticos y estratégicos los primeros indi-cios de la particular multipolaridad, dela forma geopolítica de la transición.La reconstrucción de la hegemonía es-tadounidense de los años ochenta, yen su esplendor en los noventa, em-pieza a mostrar sus propios límites ycontradicciones: si la llamada globa-lización, la transnacionalización econó-mica y los vínculos con China fueronpilares de dicha reconstrucción, estoselementos contenían a su vez el ger-men de una crisis terminal de la hege-monía estadounidense.

En este sentido, si haciadel año elfin del milenio los BRICS6 aparecíancomo los espacios fundamentales de

la expansión del capital transnacionaldel Norte Global, nueva solución es-pacial a la acumulación del capital, eintegrados progresivamente comosemiperiferias en las instituciones in-ternacionales de gobernabilidad glo-bal creadas por Occidente, también seobservará lo que pocos años despuésserá una realidad poco feliz para elestablishment defensor del ordenmundial vigente: el desarrollo en cier-tos países llamados «emergentes» odel Sur Global de capacidades estruc-turales y fuerzas político-socialesdesafiantes de las jerarquías estata-les establecidas, de las institucionesdel orden mundial y del lugar asig-nado en la división internacional deltrabajo. Así lo interpreta el establish-ment angloamericano, que podemosleer en Financial Times:

No hace tanto tiempo los políticosde Occidente asumieron que Chi-na y Rusia eventualmente decidi-rían que querrían ser como «noso-tros». China se desarrollaría comoun actor responsable en el ordeninternacional existente y Rusia,aunque con errores, vería su futu-ro en la integración con Europa. Xiy Putin tomaron otra decisión. Elmundo está despertando de lossueños postmodernos de la gober-nanza mundial a otra época de grancompetencia por el poder.7

El ataque militar unilateral de laOTAN conducida por Estados Unidos

6 Acrónimo acuñado por Jim O’Neal de Goldman Sachs y para quien la capital de estos mercadosemergentes era Londres.7 Philip Stephens: «Occidente se muestra débil ante el frente China-Rusia recargado», FinancialTimes, 9 de junio de 2014.

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13La reconfiguración imperial de Estados Unidos y las fracturas frente al ascenso de China

a Yugoslavia en 1999 y el bombardeoa Belgrado, en donde las fuerzas esta-dounidenses destruyen la embajadachina, comienza a mostrar los límitesde la creencia acerca del «fin de la his-toria». A su vez, en dicho año Chinarecupera Macao, posición portuguesadesde el siglo XVI,convertida en colo-nia en 1887, mientras que dos añosantes ya había recuperado la sobera-nía de Hong Kong, colonia del impe-rio británico desde 1842 y probable-mente el primer hito de la Gran Di-vergencia, iniciada con las guerras delopio, en un camino de subordinacióny periferialización de China. Esto, jun-to a la consolidación de la Organiza-ción para la Cooperación de Shangháijunto a Rusia y los países de Asia cen-tral, sobre los cuales Estados Unidoshabía puesto el foco en sus avances,son algunas de las manifestacionesgeopolíticas de un cambio de épocaque tiene a China como protagonista.

Otro indicio de ello sería la captu-ra por parte de China de un avión es-pía estadounidense que colisionó conun avión caza chino en abril de 2001en el Mar de China, obteniendo acce-so a material electrónico de vigilan-cia de alta tecnología, extremadamen-te secreto, en un aparato considera-do una fortaleza tecnológica aérea.Esto exacerbó los ánimos del gobier-no de George W. Bush y mostró lacreciente hostilidad de Pekín a losdesafíos a su soberanía territorial.

Este hecho se produjo en medio deun profundo cambio en el encuadra-miento de la relación bilateral por

parte de Estados Unidos frente al gi-gante asiático con la asunción del go-bierno de Bush, que pasó de la «aso-ciación estratégica en el siglo XXI» alde «competencia estratégica». Lasimplicancias de este nuevo encuadra-miento incluían la posibilidad de queEstados Unidos venda armas moder-nas a Taiwán, isla sobre la que Chinareclama la soberanía, y construya un«escudo antimisiles» alrededor deChina.

Por otro lado, a partir del encua-dramiento «competencia estratégica»se pasó a considerar a China comouna amenaza en el «patio trasero»estadounidense, por su creciente in-fluencia comercial en América Lati-na. En el año 2005, durante un debatesobre «La influencia de China enAmérica latina» organizado por elSubcomité para el Hemisferio Occi-dental del Congreso de Estados Uni-dos, legisladores y funcionarios delDepartamento de Estado y del Pen-tágono coincidían en que la influen-cia de China crecía cada día en Ar-gentina, Brasil, Venezuela y el restode América latina y que ello repre-sentaba «una “preocupación” para eldesarrollo de la democracia y los de-rechos humanos en el continente».8

Allí, el máximo referente del Departa-mento de Defensa para América Lati-na, el subsecretario adjunto Roger Par-do Maurer, afirmó estar «preocupadopor la presencia en aumento de Chinaen los países de la región» y destacóque Estados Unidos debe «estar aler-ta» ante «ciertas actividades chinas».9

8 Hugo Alconada Mon: «Preocupa a EE.UU. la influencia de China en América latina. Enespecial en la Argentina y Brasil», La Nación, Buenos Aires, 7 de abril de 2005.9 Ídem.

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La creciente tensión con China des-de 1999 y el cambio en los EstadosUnidos, que como veremos es pro-ducto de una modificación de relaciónde poder a favor de lo que llamamosel americanismo en dicho país, tambiéncoincide con un conjunto de hechosque marcan el comienzo del fin de labelle époque neoliberal unipolar: 1-) elestablecimiento del euro por parte delas fuerzas «continentalistas» de Eu-ropa conducidas por Berlín y París,en su búsqueda por fortalecerse yganar mayores márgenes de manio-bra frente a su aliado y «protectorÚ»fundamental, los Estados Unidos. 2-)La asunción de Putin en Rusia, queexpresará la reemergencia de las fuer-zas nacionales del gigante Euroasiá-tico. 3-) La asunción de Chávez en Ve-nezuela, que indicará un quiebre cla-ve de la hegemonía estadounidensey del Consenso de Washington enAmérica Latina, junto con la crisis enBrasil que debilitó a las fuerzasneoliberales en el «gigante» surame-ricano y las fracturas de los gruposde poder y clases dominantes en Ar-gentina con la aparición del GrupoProductivo; también debemos sumaraquí la crisis de Ecuador, cuya salidaes la dolarización, y hacia el año 2000,la guerra del agua en Bolivia, puntoclave del proceso nacional popularque lleva al Movimiento al Socialis-mo al Gobierno años después.10 4-)El lanzamiento del Jubileo de la Deu-da 2000 por parte de la Iglesia Católi-ca que propuso condonar la deuda alos países pobres, acompañado de

una crítica al neoliberalismo y al ca-pitalismo «salvaje». Es decir, allí co-mienzan a observarse las primerasmanifestaciones geopolíticas de la cri-sis de hegemonía estadounidense ydel orden mundial vigente, la cual semostrará con mayor claridad a partirdel fracaso de la guerra en Irak y lacrisis global de 2008.

Fractura en Estados Unidos e imperialismo

El cambio en el encuadramiento porparte del gobierno G. W. Bush de larelación con China a la categoríade«competencia estratégica» debe serinterpretado como parte de los anta-gonismos que existen en el establish-ment estadounidense —y angloameri-cano—. Las características de la actualfisura en los grupos de poder y clasesdominantes comienza a observarse alfinal del mandato de Clinton, cuandoeste impulsa entre otras cuestiones: a)la derogación de la Ley Glass-Steagallque permite terminar con la divisiónde la banca comercial con la banca deinversión, creando inmensas redes fi-nancieras globales; b) la creación delG-20 impulsado por las fuerzasglobalistas como nuevo ámbito degobernabilidad mundial de un capita-lismo transnacionalizado; c) el fortale-cimiento y/o creación por parte de lasfuerzas globalistas de las institucionesinternacionales multilaterales (FMI,BM, OMC) en detrimento de las sobe-ranías nacionales, incluso hasta la delpropio Estados Unidos según los«americanistas».

10 Álvaro García Linera: «El Estado en transición. Bloque de poder y punto de bifurcación»,en: La potencia plebeya, Prometeo Libros, Buenos Aires, 2008.

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15La reconfiguración imperial de Estados Unidos y las fracturas frente al ascenso de China

Con el gobierno de Bush y, a partirdel derribo de las Torres Gemelas, elascenso del neoconservadurismo enel dominio de la política exterior, seevidencia una reacción «america-nista», que se expresa en la puesta enpráctica del unilateralismo: se deja delado la idea del G-20 para retomar elviejo G-7 del Norte Global —EstadosUnidos, Canadá, Europa occidental yJapón— y alternativamente el G-8 queincluye a Rusia. Además, se instalaun unilateralismo estadounidense-an-gloamericano, en detrimento delmultilateralismo globalista de Clinton,apelando a la supremacía militar y aldominio de región de Medio Orientepara asegurar la posición hegemónicade Estados Unidos en el Orden Mun-dial. Lo cual tensiona las relacionescon sus propios aliados, como Fran-cia y Alemania en la guerra de Irak.11

También se desestima el fortaleci-miento excesivo de instituciones in-ternacionales multilaterales, para re-cuperar poder de decisión directa delos Estados Unidos en detrimento dela «burocracia global».12 A su vez,

aplicando un keynesianismo militar—déficit público y aumento superla-tivo del presupuesto militar, legitima-do por la guerra—, se buscó dinamizarla economía interna desde el comple-jo industrial-militar.13 Por otra parte,como vimos, se definió a China comoun competidor estratégico y se pusoen práctica una política que DonaldTrump iba a llevar mucho más lejos:impedir a las empresas chinas la ad-quisición de activos considerados es-tratégicos por Washington. El caso re-sonante fue el bloqueo a la chinaCNOOC la compra de la petroleraUNOCAL.

La crisis del 2007-2008 con epicen-tro en Estados Unidos y el Reino Uni-do fue otro momento fundamental deesta puja al interior de las clases do-minantes, entre fracciones financieras,entre globalistas y americanistas (Me-rino, 2014), en una crisis que poníade manifiesto los límites de lafinanciarización y el problema de lasobreacumulación. Con el triunfo deObama, el globalismo volvió al gobier-no reinstalando en la agenda el

11 David Harvey: El Nuevo Imperialismo, Akal, Madrid, 2004.12 Resulta más que interesante en este sentido la editorial del periódico Wall Street Journal, unmedio que expresa la voz de las fuerzas que denominamos «americanistas», con respecto alaccionar del gobierno argentino frente a la embestida de los fondos buitres por la reestructuraciónde la deuda y en defensa del accionar del juez estadounidense Thomas Griesa a favor de lapostura de los fondos buitres: «Un default sería tan absurdo que hace pensar en la posibilidadde que Kicillof esté usándolo como una forma de empujar al Fondo Monetario Internacional ya los liberales de América para que intensifiquen su campaña de dejar las negociaciones dedeuda en manos de una nueva burocracia mundial. Esto le daría más poder de negociación alos deudores y a los políticos y se lo quitaría a los mercados financieros y a los tribunales deEstados Unidos».(28 de julio de 2014).13 De acuerdo a datos del Banco Mundial, luego de una década de caída del gasto militar enrelación al gasto total del gobierno central en los Estados Unidos, de 2001 al 2004 subió del15,15% a 18,61%, para mantenerse hasta el 2008 en torno a dicho porcentaje, cuando empiezaa caer nuevamente. Y del déficit fiscal del 0,58% en relación al PIB en 2001 se llegó a un 6,68%en 2008 —agravado por la crisis.

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multilateralismo-unipolar, el impulsode tratados multilaterales de comer-cio e inversión, las alianzas militaresexpansivas en la periferia euroasiáticapara contener-impedir la emergenciade rivales geopolíticos, el intento defortalecer las instituciones multila-terales creadas por el Norte Global yel impulso del multiculturalismocomo ideología dominante. Tambiénlos intentos por abandonar las gue-rras convencionales y centrarse en loque se denominan guerras híbridas,revoluciones de color y guerras noconvencionales. Un ejemplo de estofue la multiplicación por diez de losataques con drones en territorios don-de Estados Unidos no se encontrabaformalmente en guerra, como enYemen, Somalia o Pakistán, como tam-bién el apoyo a fuerzas insurgentes yrevoluciones de color en los países congobiernos contrarios a sus intereses.Su gobierno articuló el programa do-minante del capital financierotransnacional —especialmente de ori-gen angloamericano— y los interesesgeopolíticos del establishment políticoe ideológico globalista —que procuraincluir a los de sus aliados de EuropaOccidental y Japón—, con ciertas con-cesiones mínimas a las clases popula-res estadounidenses a través de pro-gramas focalizados y la recuperaciónparcial de la agenda liberal en relacióna los derechos civiles y las libertadesindividuales. Pero dicha articulación re-sultaba demasiado contradictoria.

Para las fuerzas globalistas lo que estáen juego en el escenario estratégico

actual es quien/es escribe/n las re-glas de juego del siglo XXI, es decir,la institucionalidad que emerja de estatransición histórico-espacial que atra-vesamos y configure un nuevo ordenen el sistema mundial, con capacidadpara contener a los polos de poderdesafiantes. Dicha disputa resultacrucial ya que la geoestrategia de lasfuerzas globalistas angloamericanases inseparable de la lógica del capitaltransnacional, de las redes financie-ras globales. La actual crisis capita-lista solo se puede «resolver» en susimplicancias geopolíticas —o fugarhacia adelante— en la medida en quese construya el poder político y mili-tar que garantice la acumulación delcapital transnacional del Norte Glo-bal. Y ello establece una tendenciapara avanzar hacia una nuevainstitucionalidad globalista, hacia elimpulso de un imposible Estado glo-bal desde Estados Unidos y el polode poder angloamericano, y subordi-nar-contener a los polos emergentesque desafían al polo dominante. Paralo que resulta crucial los acuerdos delibre comercio y las alianzas militaresen las periferias Euroasiáticas, regio-nes claves del rimland.

Como observa Brzezinski, unneorrealista con gran influencia en loque denominamos globalistas, la «pri-macía global de los EE.UU. dependedirectamente de por cuánto tiempo ycuán efectivamente pueda mantenersu preponderancia en el continenteeuroasiático».15 En este sentido, la ta-rea es asegurarse que ningún Estado

15 ZbigniewBrzezinski: El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativosgeoestratégicos, ob. cit., p. 39.

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o ningún grupo de Estados —polosde poder— obtengan la capacidad deexpulsar a Estados Unidos de Eurasiao limitar su papel de árbitro. Y paraello, se vuelven fundamentales losacuerdos de libre comercio en la pe-riferia occidental y oriental de Eurasia.Hacia 2014, dichos acuerdos se vuel-ven todavía más cruciales ante la de-bilidad de los Estados Unidos, la cri-sis de hegemonía global, la crisis ca-pitalista con epicentro en Occidente,el desafío de las potencias emergen-tes, el despertar de Oriente, el grandesarrollo de China y la lucha por elcontrol del Pacífico en tanto principalárea de acumulación a nivel mundial.

Como expresión de esta geoestra-tegia que pretendía conducir e incluiral conjunto de las fuerzas de lo que sedenomina geopolíticamente como Oc-cidente y geoeconómicamente comoNorte Global, Hillary Clinton16 (2011)afirmaba que el futuro de la políticamundial se decidiría en Asia y en elPacífico, no en Afganistán o Irak—como definen los neoconservado-res—, y Estados Unidos debería estarjusto en el centro de la acción. Clinton,quien fuera Secretaria de Estado deBarack Obama, agregó a esta idea queel eje estratégico de la política exteriornorteamericana debía pasar de Orien-te Cercano al Asia Oriental. Tambiénproyectaba la necesidad de generar unaalianza similar a la de la OTAN parael Pacífico, que pueda incluir al océa-no Índico, esto es, fundamentalmentea la India, operativizada por elUSINDOPACOM (United States Indo-Pacific Command).

Desde esta mirada, las fuerzasglobalistas apostaban a dos instru-mentos claves. El Tratado Trans-Pa-cífico —TPP por sus siglas en inglés—y la Asociación Transatlántica para elComercio y la Inversión —TTIP porsus siglas en inglés—. El TPP tendríaentonces un importante impactogeopolítico en cuanto a la distribucióndel poder en Asia-Pacífico, en tantoel interés de los Estados Unidos erasostener un equilibrio favorable endicha región y contener/rodear a Chi-na. De allí la insistencia en «proteger»a Estados como Filipinas, Vietnam oTaiwán de la gran dependencia de laeconomía china, para que no pierdansu diplomacia independiente y su in-fluencia política.

En el caso del TTIP, el acuerdo paraavanzar en la periferia occidental deEurasia junto con la OTAN, la cues-tión de fondo es si predomina elatlantismo, reforzando la posición delglobalismo. Las amenazas euroasiáti-cas, la situación de crisis del ordenmundial y lo nuevos desafíos de laspotencias emergentes aparecen insis-tentemente en los discursos a favordel TTIP por parte de los atlantistasglobalistas. En este sentido, en un dis-curso en Estocolmo, Michael Froman,Secretario de Comercio de EstadosUnidos, advirtió que no había «PlanB» si las conversaciones del TTIP noconcluyeran durante el año 2016. Yagregaba: «O trabajamos juntos paraayudarnos a establecer las reglas delmundo o dejamos ese papel a otros».17

Según observa en un artículo enForeign Policy el analista, ex almirante

16 Hillary Clinton: «America’s Pacific Century», en Foreign Policy, octubre de 2011.17 Financial Times: «Europe and US in race to keep TTIP on track», 21 de septiembre de 2016.

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de los Estados Unidos y comandantesupremo de la OTAN, JamesStavridis, avanzar con el TTIP impli-caría: «(…) unir Europa a los EstadosUnidos, lo que daña la influencia deRusia. El TTIP es un acuerdo razona-ble por motivos económicos, en tér-minos generales. Pero también tieneun enorme valor real en el ámbitogeopolítico».18

De concretarse el TPP y el TTIP,las fuerzas globalistas, cuyo núcleofundamental es la territorialidadanglosajona, podrían cimentar unabase territorial de 51 países con 1,6mil millones de personas y dos ter-cios del PIB mundial, contando conuna masa crítica importante de po-der para atravesar favorablemente lalucha por la reconfiguración del or-den mundial. Ello consolidaría algocrucial: la necesidad de mantener elcontrol de las periferias occidental yoriental de Eurasia para debilitar eldesarrollo de un bloque Euroasiáticoy se reforzaría una Europa alineadaen el Atlántico, China quedaría «con-tenida» en su expansión e influenciaregional y global, y Rusia quedaríamás aislada. Mientras tanto, en Amé-rica Latina avanzaría la Alianza delPacífico –forma regional del TPP— ylos acuerdos de libre comercio entrela UE y el MERCOSUR, bajo el para-digma del regionalismo abierto endetrimento de los intentos de consti-tución de un polo de poder regional.

Sin embargo, primero a partir delBrexit y luego con el triunfo de DonaldTrump sobre Hillary Clinton, las fuer-zas globalistas obtuvieron una granderrota política en sus propios terri-torios. Ello acompañó al impasse de laglobalización económica que comien-za en 2010, cuando se agotó la fór-mula según la cual por cada puntode crecimiento del PIB crecía dos pun-tos el comercio exterior y tres puntosla inversión extranjera directa.

Ya en la campaña presidencial de2016,podíamos observar que la luchapolítica en los Estados Unidos,inherentemente entrelazada con la cri-sis capitalista que transitamos19 y a lapérdida de poder relativo en el escena-rio internacional —ambas caras de unamisma moneda—, manifiesta una si-tuación de empate hegemónico entrefracciones/fuerzas dominantes. Esto seexpresa en profundas polarizaciones entorno a todos los temas relacionadoscon laconstrucción de un proyecto po-lítico estratégico: 1-) la guerra en Irak yla estrategia en Medio Oriente; 2-) elpapel y poder de los organismos e ins-tituciones multilaterales —FMI, BM,OMC, etc.— en relación al papel y po-der del Estado de los Estados Unidos—unipolarismo unilateral vs unipo-larismo multilateral—; 3- la estrategiapara el enfrentamiento con las poten-cias/polos de poder emergentes regio-nales y globales; 4-) los acuerdosmultilaterales de comercio, inversión y

18 JamesStavridis: «Vladimir Putin hates the TTIP», Foreign Policy, 19 de noviembre de 2014.19 Los neokeynesianos como Summers (Larry Summers: «Reflections on the new ‘SecularStagnation hypothesis», en: Coen Teulings y Richard Baldwin (Ed.): Secular Stagnation: Facts,Causes and Cures, CEPR, Londres, 2014), ex Secretario del Tesoro durante el gobierno de Obama,se refieren y conceptualizan la crisis como una etapa de estancamiento secular.

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regulación económica transnacional(TPP, TTIP, NAFTA); 5-) las reformasen la regulación del sistema financiero;6-) el valor de la tasa de interés de refe-rencia de la Reserva Federal y su polí-tica monetaria general; 7-) la cuestióndel cambio climático; 8-) La apuesta porlas guerras híbridas o por las guerrasconvencionales, etc. Y estas polari-zaciones atraviesan el debate intelec-tual, articulando de forma diversa a lasdistintas perspectivas teóricas e inclu-so fracturando dichas perspectivas.

En lo que no deja de haber unacuerdo general en la casi totalidaddel llamado establishment es en man-tener el dominio unipolar y en estesentido, enfrentar en conjunto a lospolos de poder emergentes que de-safían esta situación, especialmente aChina, como también a Rusia, y man-tener a los aliados subordinados. Esdecir, comparten los tres grandes im-perativos de la geoestrategia impe-rial: impedir choques entre vasallosy mantener su dependencia en segu-ridad, mantener a los tributarios obe-dientes y protegidos e impedir launión de los bárbaros (Brzezinski,1998). Sin embargo, difieren en elcómo, lo cual tiene raíces estructura-les. Por otro lado, como dichas pujasse siguen condensando y a la vez uni-ficando en el Estado, que expresa elestado de las relaciones de fuerza, seproduce una resultante política par-ticular con continuidades estratégicas.Pero a la vez, esto hace que dentro delmismo Estado haya múltiples políticas

contradictorias y se encuentre tambiénpolarizada la burocracia, dando lugara una intensa puja de palacio.

Trump y el retorno al imperialismo unilateral

El triunfo de Donald Trump indicaun momento cualitativamente supe-rior de la puja de poder en los Esta-dos Unidos y expresa la reacción deun conjunto de actores que se venamenazados o perjudicados en el pro-ceso de globalización —fase específi-ca del proceso histórico de internacio-nalización del sistema-mundo—,agudizada por el declive más pronun-ciado de los Estados Unidos y la cri-sis capitalista que exacerba la luchaentre capitales y afecta a importantescapas de trabajadores y fraccionesempresariales. Por eso, Trump fuemás allá de la agenda clásica conser-vadora y neoliberal de la élite del Par-tido Republicano, incorporando ma-yores elementos del nacionalismoeconómico industrial y un discursoanti-establishment. Trump se posicio-nó claramente como partidario delBrexit y se manifestó contra el NAFTAo TLCAN, contra el TPP y el TTIP,procurando llevar a una relación bi-lateral las relaciones comerciales, paraimponer el peso de la economía esta-dounidense, su poder político arbitra-rio y evitar las relaciones de compe-tencia «perjudiciales» para los gruposy ramas retrasadas —especialmentecon respecto a capitales de países alia-dos—, agudizando las prácticas pro-teccionistas.20

20 Las dos caras de este proceso de «globalización» son evidentes: por un lado, desde mediadosde los 80 —a partir de las reformas neoliberales, la globalización financiera, latransnacionalización y los saltos tecnológicos— se incrementan extraordinariamente las

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Por otro lado, el gobierno deTrump retorna la política exterior del«eje del mal» definida por Bush y losneoconservadores, en donde se in-cluía a Irán, Irak, Corea del Norte,Libia, Siria y Cuba, a los que luego seagregaron Bielorrusia, Birmania yZimbabwe. El desarrollo de posiblesguerras en dichos territorios secun-darios tiene como objetivo conquis-tar posiciones claves y/o impedir elavance de potencias rivales, a la vezque alimentar la economía domésticade los Estados Unidosmediante elcomplejo industrial-militar, haciendouso del monopolio del dólar para sufinanciamiento. Además, presentaunrotundo apoyo a la geoestrategianeoconservadora del gobierno israelíde Netanyahu —expresado en el tras-lado de la embajada de los EstadosUnidos a Jerusalén—, que implicaavanzar sin miramientos en la conquis-ta de Palestina y en la construcción delGran Israel para desequilibrar el jue-go de las potencias regionales. Tam-bién se observa el retorno al recrude-cimiento de la posición contra Iráncomo el gran enemigo a vencer en lallave geopolítica del Gran MedioOriente y, por ello, la búsqueda portodos los medios de destruir el acuer-do nuclear entre dicho país y las prin-cipales potencias mundiales.

Pero a su vez, también en este pla-no se produce un cambio con respec-to al gobierno de Bush, en línea conla nueva situación mundial: el cam-bio en la doctrina militar, donde vuel-ve a ser central el enfrentamiento conEstados rivales que amenazan el do-minio de Estados Unidos en el mun-do, especialmente China y Rusia.Además, con el gobierno de Trump,se exacerba el unilateralismo, comose observa en el caso de la rupturade los acuerdos con Irán y de losacuerdos con Cuba, el retiro delAcuerdo de París, las tensiones en laOTAN, la guerra comercial queinvolucra a aliados, el cuestiona-miento y crisis de la OMC, el trasla-do de la embajada a Jerusalén y el re-tiro de la UNESCO. Lo paradójico esque el orden mundial construidodominantemente por Estados Unidoses cuestionado por las propias fuer-zas que pugnan en Estados Unidos:los globalistas porque entienden queya quedó obsoleto y que resulta in-suficiente para contener a las poten-cias emergentes y a la nueva realidaddel poder mundial, mientras los«americanistas» y nacionalistas en-tienden que dicho orden se les volvióen contra y es un obstáculo en la es-trategia de recuperar la primacía.

ganancias de las empresas estadounidenses y crecen en particular de forma extraordinaria lasganancias obtenidas en otros países en relación a las ganancias obtenidas en los Estados Unidos,las cuales pasan de 50 000 millones de dólares a mediados de los ochenta para llegar a 500 000millones de dólares en 2008, superando la masa de ganancias internas. En contraste, esteproceso se traduce en Estados Unidos en la quiebra de 60 000 empresas, en la bajísimocrecimiento de la productividad de las pymes entre 2010 y 2017 en relación al núcleo másdinámico, en la destrucción de 5 millones de puestos de trabajo industriales en los últimos 15años, en la caída de la participación de los salarios sobre el PIB del 48,7% (1980) al 42,7%(2015) y en la aparición de fenómenos de «sobreexplotación» de la fuerza de trabajo propiosde la periferia, configurando un contrastante paisaje de destrucción creativa de los «molinossatánicos del capital».

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Para América Latina, el trumpismoretoma la apuesta por el control he-gemónico directo de la región, comoárea prioritaria de influencia directapara el enfrentamiento con otros blo-ques de poder. En este sentido, el vi-cepresidente Mike Pence ha reivindi-cado posturas injerencistas propias dela Doctrina Monroe —«América paraWashington»— y el ex consejero deSeguridad Nacional, John Bolton, lle-gó a afirmar que dicha doctrina está«vivita y coleando».21 Estas figuras,junto a la de Pompeo, ligadas a losneoconservadores, han exacerbadolas presiones directas contra Cuba,Venezuela y Nicaragua. Por otra par-te, el propio Jefe del Comando Sur,el almirante KurtTidd, ha señaladoinsistentemente y con especial pre-ocupación la influencia de Pekín enAmérica Latina —como también deRusia y de Irán— y su avance en elplano geoeconómico —principal so-cio comercial de Suramérica—, iden-tificando sus inversiones como unaamenaza para la seguridad nacionalde los Estados Unidos.22 En este sen-tido, Washington pone en práctica deforma explícita la política de áreas deinfluencia. Si bien, como observaBorón (2014),23 siempre resulta prio-ritaria la región para el imperialismoestadounidense, y como señalaSuárez Salazar24 con Barack Obama

comienza una contraofensiva para re-cuperar la influencia en Nuestra Amé-rica —que nosotros identificamos cla-ramente a partir del surgimiento dela Alianza del Pacífico en 2011, en ple-no desarrollo, durante una nueva eta-pa de la crisis del orden mundial, delos antagonismos entre las fuerzasunipolares y las fuerzas multipo-lares—, se pueden identificar un cam-bio importante de estrategia a partirde Trump. Para ejemplificar, basta to-mar el caso de Cuba y observar losacuerdos y la política de «desconge-lamiento» de la era Obama, en com-paración con la política de eje del mal,bloqueo absoluto y sanciones del go-bierno de Trump, que podemos resu-mir como de «palo sin zanahoria», queprofundizamos en otros trabajos.25 Setrata de dos estrategias imperiales biendistintas, aunque compartan en líneasgenerales los grandes objetivosgeopolíticos, como también se ve enel caso de Irán.

En el plano político, el «americanis-mo» reivindica un retorno a la sobera-nía del Estado-nacional y el fortaleci-miento unilateral del polo de poderangloamericano —junto al Reino Uni-do, Canadá, Australia, Nueva Zelandamás Israel— por lo que se vuelve muyimportante el Brexit y el estrechamien-to de los lazos económicos entre

21 Sputnik: «Consejero de Seguridad de la Casa Blanca reafirma la vigencia de la DoctrinaMonroe», 18 de abril de 2019.22 Audición de KurtTidd ante la Comisión de Servicios de las Fuerzas Armadas del Senado deEstados Unidos, 15 de febrero de 2018.23 Atilio Borón: América Latina en la geopolítica del Imperialismo, Ediciones Luxemburg, BuenosAires, 2014.24 Luis Suárez Salazar: Estados Unidos vs Nuestra América: el gobierno de Barack Obama (2009-2017), Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2017.25 Gabriel Merino: «Guerra Comercial y América Latina», ob. cit.

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dichos países. El reforzamiento de loque podemos llamar un «angloamerica-nismo» unilateral en lo geopolítico, en-frentado al unipolarismo multilateral,se corresponde con un «anglosajo-nismo» identitario como horizonte es-tratégico, enfrentado a la lógicamulticultural del globalismo, que en suforma dominante se manifiesta comouna exacerbación de la identidad blan-ca, anglosajona y protestante —en in-glés los WASP— y sirve de argamasaal imperialismo retrasado, traducién-dose en la política como una suerte denacionalismo étnico.

Estos cambios que expresa Trumptienen su anclaje económico y social.Así como el globalismo en el plano po-lítico tiende a institucionalizar el po-der occidental transnacionalizado y, enel plano cultural, el multiculturalismo—organizado bajo la perspectivaposmoderna del liberalismo occiden-tal— erosiona las identidades nacio-nales en los países centrales, en lo eco-nómico el globalismo reconfigura elviejo centro, desarrolla nuevos cen-tros-nodos globales y crea nuevasperiferias en los viejos territorios cen-trales. En este sentido, emerge comonueva periferia el ahora llamado cin-turón del óxido en Estados Unidos, enlo que antes era el corazón industrialdel medio-oeste, como también elMidland británico, cuyos votantes sevolcaron mayoritariamente por Trumpy el Brexit. Los capitales industrialescentrados en el mercado interno que do-minan estos territorios, menos competi-tivos en términos internacionales, se vensucumbidos frente a la intensificación dela competencia y la concurrencia de

capitales. Además, el avance industrialde China, que ya disputa en los pri-meros niveles mundiales de algunasramas productivas y en el control delos flujos globales —dinero, mercan-cías, datos—, así como también lossaltos tecnológico-productivos de loscapitales del propio Norte Global—alemanes, japoneses, etc.—, agudizalas presiones competitivas y achica elespacio para la acumulación global delcapital, exacerbando las luchas de com-petencia y concurrencia entre capita-les. Esto se refuerza en tanto que alEstado norteamericano le cuesta man-tener las condiciones de monopolio.Por ello, estas fuerzas contrarias alglobalismo también rechazan el TPP yel TTIP y apuntan contra sus propiosaliados, a quienes demandan subor-dinación unilateral, agudizando nece-sariamente las pujas al interior delNorte Global.

La lucha entre capitales y los pro-cesos de crisis alimentan las pujaspolítico-estratégicas —modelos decapitalismo en pugna, geoestrategiasen pugna, identidades y cosmovi-siones en pugna, etc.— y constituyenun elemento central para analizar lasfisuras en Estados Unidos y el poloangloamericano. En este sentido, noresulta casual que uno de los princi-pales apoyos de Trump provenga delos industriales del carbón y del com-plejo sidero-metalúrgico estadouni-dense. Dan Dimiccio, ex-CEO de lasiderúrgica Nucor fue uno de losprincipales asesores de Trump eneconomía y política comercial. Mien-tras que Robert Lighthizer, nombra-do por Trump como Representante

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Comercial de los Estados Unidos, tie-ne una larga trayectoria representan-do a la industria siderúrgica estado-unidense y ha sido un promotor cen-tral del giro proteccionista en impor-tantes sectores del Partido Republi-cano, a la vez que protagonizó lasbatallas siderúrgicas contra Japón dé-cadas atrás.

Refuerzan esta presencia industrialen el gobierno de Trump la figura deMike Pompeo como jefe de gabinete,estrechamente ligado con las indus-trias Koch, así como el Secretario deDefensa Mark Thomas Esper, quienfuera vicepresidente del área de rela-ciones gubernamentales de Raytheon—el mayor contratante de defensa deEstados Unidos—. A su vez, Espersustituyó a Patrick Shanahan, quienfuera directivo entre 1986 y 2017 dela empresa aeroespacial Boeing, es-trechamente ligada al Pentágono.

No resulta extraño, por eso, queuna de las primeras medidas deTrump fuera ordenar al Departamen-to de Comercio que lleve a cabo unainvestigación para determinar si lasimportaciones de acero, particular-mente las procedentes de China, sonuna amenaza para la seguridad na-cional, en línea con sus promesas pro-teccionistas. Flanqueado por repre-sentantes de la industria siderúrgica,Trump afirmó: «El acero es funda-mental tanto para nuestra economíacomo para nuestras Fuerzas Arma-das. Esta no es un área donde poda-mos permitirnos depender de paísesextranjeros»,26 refiriéndose a que pro-teger dicha industria es una cuestión

de seguridad nacional.Es decir, lo quese impuso como dominanteen el po-der ejecutivo con Trump es un grupode poder clave del complejo indus-trial-militar.

Otro punto referido a la agenda eco-nómica y a las pugnas en la cúpulaempresarial es sobre el impuesto fron-terizo o un impuesto a las importacio-nes, que el jefe de gabinete de Trumpanunció que se impulsaría como par-te del proyecto de reforma fiscal. Unmes antes de dicha declaración, 16grandes compañías industrialesexportadoras emitieron un comunica-do en el cual instan al gobierno a adop-tar el impuesto a las importaciones.La carta en respaldo a un impuestofronterizo fue firmada por los presi-dentes ejecutivos de Boeing, CoorsTek, Caterpillar, Dow Chemical Co.,Celanese Corp, GE, Celgene Corp, EliLilly and Co., Raytheon Co., Merck& Co Inc, S&P Global Inc., OracleCorp, United Technologies Corp,Pfizer Inc. y Varian Medical SystemsInc. Estas compañías poseen una fuer-te base productiva en los EstadosUnidos, alguna de ellas son grandescontratistas del Pentágono y se venfuertemente afectadas en sus ramaspor la competencia global, mientrasque el Estado norteamericano ya nopuede garantizar monopolios.

La guerra comercial

Trump ha declarado la guerra co-mercial al mundo, visibilizando la pér-dida absoluta del dominio en el planoproductivo-industrial de los Estados

26 EFE, Washington, 20 de Abril de 2017.

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Unidos. Con ello, puso en marcha unaprofundización de la política protec-cionista y un bilateralismo comercialque busca proteger a las fraccionesde capital y ramas retrasadas en laeconomía global y fortalecer la produc-ción industrial de Estados Unidos fren-te a China, pero también frente a alia-dos como Alemania, Japón o México.Los objetivos son reequilibrar el défi-cit comercial —agravado, a su vez, porlas políticas de hiper-estímulos de laadministración Trump y el keynesia-nismo militar— y, sobre todo, refor-zar la «seguridad nacional», ya que laindustria es la base de la defensa. Porotra parte, busca asegurar los mono-polios tecnológicos estadounidensesque todavía poseen frente a sus riva-les, aspecto central en el poder mun-dial.27 En el discurso del Estado de laUnión de 2018, Trump fue particular-mente enfático en la promesa sobre im-portantes inversiones en las próximasindustrias tecnológicas de importan-cia estratégica.

Luego del primer año de gobiernode Trump, el déficit comercial subióentre 2016 a 2017. Con China fue de375 100 millones de dólares. Frente aello, el gobierno de Trump demandóa China una reducción de 100 000 mi-llones de dólares en sus exportacio-nes, tratando de imitar al gobierno deReagan en los ochenta cuando se obli-gó a Japón a autolimitar sus exporta-ciones hacia los Estados Unidos, comotambién a subordinarse a la políticamonetaria de la Reserva Federal y afinanciar al Tesoro estadounidense.Allí hay que buscar algunas de las

razones fundamentales del estanca-miento del país del sol naciente, quelleva más de un cuarto de siglo y delcual todavía no puede salir. El pro-blema es que China no es un protec-torado político-militar estadouniden-se como Japón, su escala es muchomayor —ya superó a Estados Unidosen PIB a paridad de poder adquisiti-vo— y la alianza con Rusia fortalecesu posición político-estratégica enEurasia.

La razón central del enfrentamien-to comercial con China es detener sudrástico ascenso global. Para ello, eltrumpismo considera que debe fre-nar el «alarmante» plan de desarrollotecnológico Made in China 2025, quetiene entre sus principales objetivossolucionar el retraso relativo en algu-nas ramas tecnológicas fundamenta-les como robótica, semiconductorese industria aeroespacial, y ampliar elliderazgo en otras, como inteligenciaartificial y autos eléctricos. De con-cretarse el plan, aunque sea de formaparcial, se terminaría de quebrar de-finitivamente la relación centro-semiperiferia del gigante asiático conel Norte Global, poniendo en crisis ladivisión internacional del trabajo y lasjerarquías en la economía mundial, ala vez que planteando un desafíosistémico: que un país con la quintaparte de la población planetaria seconvierta en centro desarrollado.

Lo que está en juego para eltrumpismo es la primacía geopolíticaa largo plazo de Estados Unidos. Asílo expresa el intelectual y funcionariode la administración Trump, Peter

27 Samir Amin: El capitalismo en la era de la globalización, Paidós, Buenos Aires, 1998.

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25La reconfiguración imperial de Estados Unidos y las fracturas frente al ascenso de China

Navarro, en su libro del año 2011Deathby China: ConfrontingtheDragon-A Global Call to Action. La primacíaestadounidense solo puede lograrsea través de un equivalente del sigloXXI del Informe sobre Manufacturas deAlexander Hamilton de 1791, en don-de se decidan qué industrias sonesenciales para la seguridad nacional,junto con una política tecnológica-in-dustrial planificada para asegurar deque esas industrias vitales permanez-can en el país, complementadas porun fuerte proteccionismo y una gue-rra económica con los rivales. Acáaparece el nacionalismo económico dePinkerton que mencionamos al co-mienzo, combinado con el neconser-vadurismo.

La guerra comercial tiene comotrasfondo la creciente guerra econó-mica, en la cual se agudizan las lu-chas entre capitales mediadas por losEstados. El contexto de bajo creci-miento en el Norte Global desde lacrisis financiera global de 2007-2008,profundiza esta situación y su pers-pectiva. Al haber bajo crecimiento laacumulación de los capitales particu-lares se da en detrimento de los másretrasados y de los trabajadores, po-niéndose en juego mecanismos deacumulación por desposesión. Loscapitales globales acumulan en losterritorios emergentes que crecen—particularmente China—, posibili-dad que no tienen los capitales de-pendientes de la economía nacionalestadounidense. Pero a su vez, el pro-ceso conocido como globalizacióneconómica, por el cual el comerciomundial se expandió al doble del PIB

mundial y la inversión extranjera di-recta al triple durante casi 30 años, sedetuvo con la crisis que estalló en2008, poniéndose de manifiesto un lí-mite estructural.

El poco crecimiento que hubo en elNorte global en los últimos años seprodujo gracias a las políticas hi-perexpansivas de los Bancos Centra-les. Esa política está encontrando suslímites, creando una enorme burbujaen los bonos públicos, que posible-mente estalle en uno o dos años. Seobserva una crisis próxima, que pue-de desplegarse sobre un ciclo de cri-sis mucho más profundo debido alagotamiento del ciclo expansivo (A)de Kondrátiev iniciado en 1994 y a lastendencias estructurales de la econo-mía mundial. Ello pronostica una agu-dización de las luchas económicas que,de acuerdo a como se desarrolle y se«resuelva», va a alimentar la grieta enlos Estados Unidos, la guerra econó-mica a nivel mundial y la lucha entrepolos de poder en todos los planos.

Ascenso de China

El ascenso de China y su dinamis-mo económico no son reductibles,entendemos, a la adhesión por partede China al capitalismo neoliberal y/o como epifenómeno de la globa-lización y la deslocalización produc-tiva del Norte Global, tal como sepiensa en buena parte de la acade-mia occidental. Su ascenso está estre-chamente relacionado, en primer lu-gar, a la obtención de importantes ni-veles de autonomía y fortaleza políti-ca-militar —soberanía— y cierto

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bienestar básico en materia de saludy educación producto de la revolu-ción de 1949; luego se da el despe-gue con las reformas iniciadas 1978que atrajo los capitales de la diáspo-ra china, absorbió niveles inferioresdel proceso de tercerización en elAsia-Pacífico encabezado por Japón,desarrolló importantes entramadoseconómicos comunales y estatales y,más tarde, absorbió grandes volúme-nes de capitales de Occidente bajo suspropias condiciones —necesidadesproductivas planificadas, transferen-cias tecnológicas, restricciones a la ex-traversión de ganancias—, paradevenir finalmente en la gran plata-forma industrial mundial. Lo hizodesde un proyecto propio, a partir desu historia y características propias—centrado en el crecimiento de laproductividad más que por la inver-sión de capital (Zhu,2012)—28 y conuna singular combinación de modosde producción, aprovechando la pro-pia necesidad expansiva del capitaldel Norte Global.

Elmodelo de desarrollo híbrido deChina no califica dentro del marco ca-pitalista occidental clásico ya que semantiene la propiedad colectiva de latierra, los núcleos centrales de la eco-nomía están en manos de grandesempresas estratégicas estatales y exis-te un fuerte desarrollo de las empre-sas de pueblos y aldeas de propiedadcolectivas —TVE— que son las princi-pales empleadoras de la economía.

Por lo tanto, la presente transición his-tórico-espacial no se trataría —si esque se produce— de un traspaso delpoder desde un Estado occidental ycapitalista a otro más fuerte y diná-mico, para iniciar un nuevo ciclo he-gemónico del sistema mundo moder-no. Es más, el propio ascenso chinoinvita a consolidar la pregunta de siexiste una tendencia definitiva y es-tructural sobre el fin de la primacíade las fuerzas fundamentales de oc-cidente en el sistema mundial y, es-pecialmente, su supremacía protago-nizada por el mundo anglosajón apartir de lo que se denomina la grandivergencia entre comienzos y media-dos del siglo XIX, con la combinaciónde revolución industrial, expansióncapitalista, colonialismo y suprema-cía militar. Lo cual está articulado conla formulación de Wallerstein29 (2006)acerca de que estamos frente a unasituación de límite estructural para lasupervivencia del sistema mundialmoderno como tal, lo que abre la pre-gunta de si estamos en presencia deuna crisis definitiva de la modernidadcapitalista como sistema histórico yen qué medida el ascenso de China yAsia Pacífico es parte de ese proceso.

Como señalamos al comienzo deltrabajo, en el final de la belle époqueneoliberal unipolar,China comienza amostrar signos de su devenir comonuevo polo de poder desafiante delorden mundial. Un momento clavedel ascenso chino fue la crisis de 2008

28 X. Zhu: «Understanding China’s Growth: Past, Present, and Future», Journal of EconomicPerspectives, vol. 26, No. 4, 2012, pp. 103-124.29 Immanuel Wallerstein: La decadencia del poder estadounidense, Le Monde Diplomatique, CapitalIntelectual, Buenos Aires, 2006.

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que golpeó al Norte Global y expusotodas sus contradicciones. A partir deallí China deja de financiar al Tesoroestadounidense y su déficit estructu-ral, mediante la compra de deuda: siChina entre 2005 y 2008 compró el49,3% de los títulos públicos del Te-soro, en 2009, frente a la baja en elcrecimiento, adquirió el 19,6%, mien-tras que el resto fue a impulsar la de-manda interna e impidió una recesióninyectando en su economía fondospor 500 000 millones de dólares.30

Esto diferencia profundamente a Chi-na del Japón de los años ochenta que,en tanto «protectorado» militar nor-teamericano, aceptó las políticasdeflacionistas del «dólar fuerte», fi-nanciar el déficit estadounidense yhasta autolimitarse en sus exportacio-nes a los Estados Unidos. Algo pare-cido a lo que demanda Donald Trumpen la actualidad, pero que China seresiste a aceptar.

Por otro lado, otra de las respues-tas a partir de 2009 fue la convocato-ria a la primera reunión de los BRIC,en la cual comenzó a delinearse unespacio de los principales poderesemergentes —ya no solo mercadosemergentes. Allí se puso sobre lamesa, entre otras cuestiones, la nece-sidad de avanzar en una alternativacolectiva al dólar, un desafío al cora-zón de la hegemonía estadounidense.

En cuanto al avance económico deChina –cuyo PIB medido por la pari-dad del poder adquisitivo ya superóal de Estados Unidos en más de un20— y, por otro lado, superó a la

Eurozona como mayor sistema ban-cario del mundo— tres cuestiones re-sultan claves a partir de la crisis de2008:

1. La adquisición de empresas en elextranjero e inversiones en áreascríticas para sus necesidades de de-sarrollo, vinculadas fundamental-mente a energía, alimentos e infra-estructura: compra por parte de lacomercializadora de granos estatalchina COFCO de Noble Group yde la cerealeraNidera —de capita-les holandeses y argentinos—, conlo que China se consolidó como unode los principales jugadores en elmonopolio de la comercializaciónde granos. Por otro lado, BrightFood, del gobierno municipal deShanghái, adquirió la marca britá-nica Weetabix y en 2015 compró laempresa catalana Miquel Alimen-tación. Se debe destacar también,entre otras adquisiciones, la com-pra del gigante biotecnológico deorigen suizo Syngenta por 43 000millones de dólares que le permi-tió el acceso a tecnología de puntaen materia agroalimentaria. O lacompra de Volvo por parte de lachina Geelyque le dio acceso a tec-nología automotriz de punta. El in-tento reciente de comprar empre-sas de semiconductores de los Es-tados Unidos, con el fin de desa-rrollarse en esa rama tecnológica enla cual China es fuertemente de-pendiente, fue prohibido por las au-toridades norteamericanas.

30 Carlos Eduardo Martins: Globalização, dependência e neoliberalismo na América Latina, Boitempo,São Paulo, 2011.

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2. La internacionalización del yuan(renminbi): creciente uso del yuancomo moneda de reserva de distin-tos bancos centrales, así como acuer-dos con Bancos Centrales de prés-tamos en yuanes para fortalecer lasreservas —swaps cambiarios bilate-rales—. El Consejo Mundial del Orocertificó que este año 2016 China yRusia se han vuelto a convertir, porsexto año consecutivo, en los prin-cipales compradores de oro de todoel mundo, incrementando de formasustancial sus reservas de este me-tal. Ello está en estrecha relación conla hipótesis de apuntalar sus mone-das retornando a alguna forma depatrón oro, en detrimento del dó-lar. También el lanzamiento de unmercado de petróleo en yuanesrefuerza dicha política de interna-cionalización monetaria y golpea eltan preciado monopolio del petro-dólar. Esto se articula con la crea-ción de nuevos instrumentos finan-cieros internacionales como el BancoAsiático de Inversión en Infraestruc-tura y el lanzamiento del Nuevo Ban-co de Desarrollo de los BRICS juntoa un Fondo (Acuerdo de Reservasde Contingencia) en la cumbre deFortaleza, Brasil, en 2014. Dicha ar-quitectura financiera paraleliza a ladel Norte Global, centrada en el FMIy el BM.

3. El avance hacia la complejidad eco-nómica y el desarrollo de tecnolo-gía, en donde China ya acortó bue-na parte de la desventaja con loscentros del Norte Global e inclusocomienza a ser vanguardia en algu-nos sectores. De acuerdo a datos del

Banco Mundial, China es el mayorexportador de bienes del mundo,que en un 94,4% son bienes manu-facturados, en un 48% son máqui-nas, y de los bienes manufactura-dos el 25,6% son de alta tecnología—año 2015—. Por otra parte, cercade 731 millones de ciudadanos chi-nos estaban online en 2016 y 95%de ellos accedían a Internet con susteléfonos celulares. Esto brinda unamasa de información digital —BigData— que es varias veces mayorque la norteamericana. Es a partirdel cruce con esta gigantesca baseque despliega su liderazgo en la in-teligencia artificial (AI), la tecnolo-gía decisiva de la nueva revoluciónindustrial en curso. Además,Shenzhen o Beijing disputan conSilicon Valley y otros centros delNorte Global el carácter de nodoestratégico de alta tecnología de laeconomía mundial. Dehecho,Shenzhen, Guangdong, HongKong y Macao forman parte delÁrea de la Gran Bahía (AGB) en eldelta del río Perla, una megalópolisde 70 millones de habitantes quefabrica el 90— de los artefactos elec-trónicos que se consumen en todoel mundo.En este sentido, tambiéndebe mencionarse el plan de desa-rrollo tecnológico e industrial Madein China 2025, que busca terminarcon la brecha todavía existente conel norte global en algunas ramas tec-nológicas más avanzadas —semi-conductores, robótica, tecnologíaaeroespacial—, así como consolidarel liderazgo en otras.

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De la mano de su crecimiento eco-nómico, China desarrolla su comple-jo militar y moderniza a grandes ve-locidades sus Fuerzas Armadas. Ello,junto al poder en dicho plano de Ru-sia, ponen en jaque el monopolio es-tadounidense. En este sentido, el pre-supuesto militar de China ha venidoincrementándose progresivamente enlos últimos años, llegando en 2014 alos 130 000 millones de dólares y su-perando los 220 000 millones en 2017.Posee el segundo presupuesto mili-tar a nivel mundial, aunque muy pordebajo de los EE.UU.31 Uno de losaspectos centrales del desarrollo mi-litar chino tiene que ver con la dispu-ta por el control del Pacífico. En esteescenario, China profundiza la cons-trucción de portaaviones, submarinosy misiles, fortaleciendo la capacidadestratégica de su complejo industrial-militar. Según el general chinoSunSijing, «El aumento de dos cifrasdel gasto de defensa a algunos pue-de parecerles demasiado, pero en eldesarrollo del complejo militar toda-vía estamos muy por detrás (…)Nuestras empresas han tomado elmercado mundial y tenemos qué y a

quién defender».32 La situación en lazona del mar de China se agrava porla agudización de las tensionesglobales y los conflictos geoestraté-gicos en torno a las islas Senkaku/Diaoyu, el archipiélago Spratly y lasislas Paracelso, además del históricoconflicto de las Coreas. El Mar del Surde China es esencial para la econo-mía de Asia. Una tercera parte de losbuques del mundo navegan por susaguas, y enormes reservas de petró-leo y gas yacen bajo su lecho.33

Otro plano fundamental para ana-lizar el ascenso de China es elgeopolítico, junto a sus imperativosgeoestratégicos. Allí sobresale unaapuesta fundamental, la llamadaNueva Ruta de la Seda. Elavance delTratado Trans-Pacífico (TPP) duran-te la presidencia de Obama y la ad-hesión de Japón al TPP en marzo de2013, implicó rodear a China y avan-zar en la estrategia de contener suexpansión y la influencia del giganteasiático en Asia Pacífico. Frente a ello,el gigante asiático respondió en sep-tiembre de 2013con la promoción dela Iniciativa del Cinturón y la Ruta—Belt and Road Initiative (BRI)—,

31 El gasto militar mundial aumentó en 2017 a su nivel más alto desde el fin de la Guerra Fría,en un año en el que Estados Unidos, China y Arabia Saudita fueron los que más dinerodestinaron a la defensa, según un estudio del Instituto Internacional de Estocolmo para laInvestigación de la Paz —SIPRI, por sus siglas en inglés—. Estados Unidos concentra el 35%del gasto militar global, China 13%, Arabia Saudita 4%, Rusia 3,8% y la India 3,7% (La Nación,3 de mayo de 2018).32 Fragmentos de la entrevista con el comisario político de la Academia de Ciencias Militares, elgeneral Sun Sijing, que han sido divulgados al inicio de los informativos en China y luego porel canal estatal CCTV (Rusia Today, «Se prepara China para una guerra con Japón y Occidente»,29 de septiembre de 2014).33 Por su parte Japón —aliado estratégico de EE.UU.—, en lo que significó un giro histórico desu política exterior, incrementó significativamente el gasto en defensa y modificó lainterpretación de su «Constitución de la Paz», para poder combatir en el extranjero y defendera sus aliados, incluso cuando Japón no sea atacado.

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buscando consolidar, ante todo supoder en el corazón del continenteEuroasiático, frente a los desafíos del«imperio de mar». Allí converge conuna Rusia cada vez más inclinada ha-cia la construcción de un eje de po-der anclado en el espacio euroasiáticofrente al avance de Estados Unidos yaliados (OTAN) en territorios consi-derados sensibles para sus intereses—Europa del Este, el Cáucaso, AsiaCentral, Siria—. El BRI, impulsada porXi Jinping en 2013, luego de sus via-jes a Rusia, Bielorrusia y Kazajistán—los protagonistas de la Unión Eco-nómica Euroasiática con centro enMoscú—, involucra a unos 60 países,en su mayoría en desarrollo. Allí ha-bitan 4 400 millones de habitantes—63% de la población mundial—, seencuentran 75% de las reservas ener-géticas conocidas al mundo y se pro-duce 55% del PIB mundial. El gobier-no de China tiene previsto invertir enBRI la descomunal cifra de 1,4 billo-nes de dólares. Ya está contempladoun presupuesto de 890 000 millonesde dólares, procedentes del Fondo dela Ruta de la Seda, del Nuevo Bancode Desarrollo y del Banco Asiático deInversiones en Infraestructuras. A suvez, los bancos estatales-comercialeschinos —Bank of China, ICBC y Chi-na Construction Bank— han ofrecido

más de 500 mil millones en présta-mos e inversiones de activos.34

Los seis corredores de BRI parecie-ran tener, además de sus obvias ra-zones geoeconómicas, claras intencio-nes geoestratégicas: evitar los estran-gulamientos al desarrollo de China yla geoestrategia angloamericana derodear-contener a China, Rusia y alia-dos continentales. Esta estrategia dejaencerrada y vulnerable a China, consus principales líneas de abasteci-miento amenazadas. En este sentido,en el mapa en donde se trazan loscorredores y la ruta marítima, vemosque estos rompen los estrangulamien-tos de China: un tren a través deMyanmar proporciona una ruta ha-cia el mar que elimina el punto decongestionamiento del estrecho deMalaca en Singapur (centro financie-ro global aliado a Occidente). Por otrolado, un corredor junto a un nuevopuerto en Pakistán proporciona acce-so directo al Océano Índico y al GolfoPérsico, desde donde sale el 40% delpetróleo comercializado en el mun-do, gran parte del cual va hacia Chi-na.35 De igual forma, tanto el corre-dor China-Mongolia-Rusia como elcorredor Nuevo Puente Terrestre deAsia permiten una conexión directacon Europa, una salida al Mediterrá-neo y una integración Euroasiática

34 Águeda Parra Pérez: «OBOR: las 5 claves de la mayor iniciativa de infraestructuras mundialliderada por China», Documentos de Opinión, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 2017.35 Parra Pérez («OBOR: las 5 claves de la mayor iniciativa de infraestructuras mundial lideradapor China», ob. cit., p. 8) apunta que: «Cuestión importante es la profundidad del puerto deGwadar, que permite albergar a submarinos y portaviones, convirtiéndose en un punto dereferencia en la estrategia militar de China en ultramar. Esta base militar, junto con la deDjibouti, muestran el creciente interés de China por aumentar su despliegue más allá de lasaguas de Asia-Pacífico, entrando en competencia con las bases militares de Estados Unidos enla región.

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continental. Ello rompe el eje-tapónque separa territorialmente Asia-Pa-cífico y Europa, que otorga la supe-rioridad estratégica al polo de poderque controla el mar. Además, el im-portante protagonismo de Rusia per-mite aminorar sus posibles recelosgeopolíticos con el ascenso de China.Por otra parte, el corredor indochinoaseguraría eliminar cualquier amena-za en el sureste asiático continental.Además, la «unificación» de Europay Asia quiebra el «cordón sanitario»atlantista, cuyo control es estratégicopara la geopolítica angloamericana, elcual va desde los países escandina-vos hasta Omán, al sur de la penín-sula Arábiga, pasando por los paísesbálticos, Polonia y Europa del Este—incluyendo Ucrania—, Turquía,Siria e Irak y Arabia Saudita.36

El desarrollo de la red ferroviariaEuroasiática, para comunicar e inte-grar toda la masa continental, es unode los elementos centrales que sobre-salen en la propuesta de BRI y formaparte de la proyección de un granpuente terrestre euroasiático, queunifica la gran masa continental ypone en crisis el poder marítimo queostentaron históricamente los impe-

rios occidentales de la modernidad.De hecho, uno de los pensadores másbrillantes del «imperio de mar» an-glosajón, HalfordMackinder, ya habíaobservado las implicancias en el ba-lance de poder de los ferrocarrilestranscontinentales en Eurasia, a prin-cipios del siglo XX: «Hace una gene-ración, el vapor y el canal de Suezparecían haber aumentado la movili-dad del poder marítimo con relaciónal poder terrestre. Los ferrocarrilesfuncionaron principalmente como tri-butarios del comercio oceánico. Perolos ferrocarriles transcontinentalesestán ahora modificando las condicio-nes del poder terrestre, y en ningunaparte pueden ejercer tanto efectocomo en el cerrado “corazón continen-tal” de Eurasia (…) ¿No es la “regiónpivote” de la política mundial esa ex-tensa zona de Eurasia que es inacce-sible a los buques, pero que antigua-mente estaba abierta a los jinetes nó-madas, y está hoy a punto de ser cu-bierta por una red de ferrocarriles?».37

Además, esta proyección continentaleuroasiática que equilibra la superio-ridad marítima que todavía ostentaEstados Unidos y el polo angloame-ricano, se complementa con importan-

36 Es importante señalar que el Gasoducto Nord Stream 2, que conecta de forma directa Alemaniay Rusia sin pasar por ningún estado tapón, quiebra este «cordón sanitario» y es fuertementerechazado por Estados Unidos. También el eje Siria, Irak, Irán —donde también se encuentranel Líbano e Israel— que conecta el mediterráneo con Asia Central y China. Por otro lado, losmovimientos de Turquía (potencia media ubicada en un punto clave de la articulación continental)hacia un bloque Euroasiático constituyen una amenaza central para dicho cordón. En este sentido,también resulta clave el accionar de China en Europa Central y del Este a través del espacio«16 + 1», que equilibra la influencia de Estados Unidos en dicha región. Y la disputa en Ucrania,analizada en otro trabajo (Gabriel Merino: «Tensiones mundiales, multipolaridad relativa y bloquesde poder en una nueva fase de la crisis del orden mundial. Perspectivas de América Latina», ob.cit.), a partir de la cual se abre un nuevo momento de la transición.37 HalfordMackinder: «El pivote geográfico de la historia», Geopolítica(s), vol. 1, no. 2,2010, pp.315-316.

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tes proyecciones oceánicas: el collarde perlas, la ruta del Ártico o la ex-tensión del BRI hacia América Lati-na, que incluye la construcción delcanal de Nicaragua —lo cual sería unparteaguas secular de la geopolíticade América Latina y el Caribe si llegaa concretarse.

En términos geoeconómicos, el BRIes parte de un cambio global y signi-fica un avance hacia la formación deun nuevo patrón de desarrollo, dis-tinto al de la tríada y a su modelo cen-tro-periferia, que por sus caracterís-ticas tiende a la diversificación de losflujos de capital y de los flujos espa-ciales de los factores de producción,que se expanden progresiva y profun-damente dentro de los hinterlandseuroasiáticos (Ning y Chuankai,2018).38 El BRI implica dar forma auna transformación radical del mun-do tal y como está configurado des-de el siglo XIX, con centro en el At-lántico y en Occidente, y la versióndel siglo XX de este mundo, especial-mente a partir de la posguerra: concentro en los Estados Unidos, desdedonde se coordinan los otros dos cen-tros económicos del sistema mundialcapitalista: Europa occidental y Ja-pón/Asia Pacífico. Desde la perspec-tiva del BRI el centro geoeconómicoes China que, integrando Eurasia ysus periferias dinámicas oriental yoccidental, deja en un papel subordi-nado a los Estados Unidos y consoli-da su máxima estratégica de construc-ción de poder global: «el reino medio

está [debe estar] en el centro de todolo que brilla bajo el cielo». Concep-ción que difiere del imperialismo mi-litarista de tipo occidental.

El BRI se complementa con otra ini-ciativa fundamental, que se solapa conel caído TPP, pero también procuraequilibrar desde el plano económicola insistente búsqueda de alianzaspolítico-militares más profundas porparte de Estados Unidos en la regiónde Asia Pacífico y el Índico, a travésdel ya mencionado USINDOPACOM.Esta otra iniciativa es la AsociaciónEconómica Integral Regional —cono-cida como RCEP por sus siglas en in-glés—, que integra a los diez paísesde la ASEAN —Brunei, Camboya,Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar,Filipinas, Singapur, Tailandia, Viet-nam— y los seis estados del Pacíficoy el Índico con los que la ASEAN tie-ne acuerdos de libre comercio exis-tentes —Australia, China, India, Japón,Corea del Sur y Nueva Zelanda—. Lasnegociaciones comenzaron en 2012,como contracara al avance del TPP ycon normas distintas a las que pre-tendían imponer las fuerzas globa-listas a través de dicho acuerdo —porejemplo, en materia de propiedad in-telectual—, y han avanzado grandespasos después de que Trump retiróa Estados Unidos del TPP. Esta ini-ciativa, de concretarse definitivamen-te, ayudaría a China a cruzar una lí-nea roja de la geopolítica mundial:convertirse en el polo de poder demayor influencia en Asia Pacífico, la

38 Su Ning y Yang Chuankai: «“Silk Road Cities”: Characteristics and development significanceof urban pivots along the “Belt and Road”», en: The Belt & Road Studies, autumn 2018, vol. 2,Shanghai Academy of Social Science.

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región más dinámica del mundo, queposee más de 40% del PIB mundial yel tablero principal en donde se dibu-je el mapa del poder mundial.

Reflexiones finales

El cambio de gobierno de EstadosUnidos, a partir de lo cual se debili-taron las fuerzas globalistas, le per-mitió a China avanzar en términosestratégicos e incluso incorporar a Ja-pón en el BRI, lanzar la RCEP y pro-fundizar su expansión en Eurasia,continente clave en la geopolíticamundial. También continuó su avan-ce en África y en América Latina, queabordamos con mayor profundidaden otros trabajos.39 Este nuevo mo-mento político mundial se vio refleja-do en la cumbre del Foro de la Franjay de la Ruta realizado en mayo de2017 al que asistieron más de 1200delegados de 130 países y 29 jefes deEstado, junto con 70 organizacionesinternacionales. También es unamuestra del avance de China la posi-ción de Xi Jinping en Davos, dondedefendió la liberalización del comer-cio y la inversión, en contra del pro-teccionismo estadounidense a partirde Trump.

Como sucedió históricamente conlas grandes potencias industriales,una vez que alcanzan cierto nivel dedesarrollo relativo y competitividad,convirtiéndose en nuevos centros dela economía global, cambian las posi-ciones proteccionistas por posiciones

más cercanas al libre mercado. Ade-más, esta primacía en la dimensiónproductiva, que se corresponde conuna reducción acelerada de la brechatecnológica —donde incluso lideraalgunas ramas—, también está acom-pañada por los otros dos planos cen-trales del dominio económico mun-dial en los cuales el gigante asiáticocomenzó a disputar: la ruptura de losmonopolios comerciales y financierosdel Norte Global, en cuyo vértice seencuentran Estados Unidos y el polode poder angloamericano.

También hay riesgos, pues no setrata, necesariamente, de un caminolineal hacia el ascenso. En este senti-do, entre los más inmediatos, se ha-yan los efectos negativos en la econo-mía china que pueda tener la guerracomercial —donde hay otras cosas enjuego más allá de los déficits—, laagresividad de Washington para im-pedir el avance tecnológico de China—el caso de Huawei resulta paradig-mático en este sentido— y el desa-rrollo de un conjunto de tensionesgeoestratégicas a su alrededor. Ade-más, Pekín necesita asegurar el apro-visionamiento de materias primas yenergía que el actual gobierno de Es-tados Unidos está dispuesto a limitary todavía posee la primacía naval. Esdecir, China debe defender sus líneascomerciales, pero se enfrenta al de-safío de Estados Unidos, que todavíaes la «potencia militar dominante enAsia y cuya marina tiene la capacidadde bloquear los puertos y el tráfico

39 Gabriel E. Merino y Patricio Narodowski: Geopolítica y economía política mundial. El ascenso deChina, la era Trump y América Latina, EDULP, La Plata, 2019; Gabriel Merino: «Guerra Comercialy América Latina», ob. cit.

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marítimo chino contando con la ven-taja estratégica que le ofrecen sus ba-ses rodeando la periferia china, en Ja-pón, Corea y Guam».40 A diferenciade Estados Unidos, China está rodea-da de potencias que miran con recelosu ascenso y Washington busca ha-cer confrontar. A ello se le agrega unconjunto de conflictos territoriales cla-ve en el Mar de China. Es bueno re-cordar que una cuestión importanteen la Segunda Guerra Mundial en elPacífico fue el bloqueo petrolero deEstados Unidos a Japón. Por ello, en-tre otras cuestiones, Estados Unidosbusca controlar Medio Oriente, blo-quear la inversión de China en Amé-rica Latina o establecer una sólida pre-sencia político militar a través delUSINDOPACOM.

El desarrollo Euroasiático del BRIpara establecer líneas de abasteci-mientos terrestres por parte de Chi-na, así como el desarrollo de la ex-plotación y los ductos para el abaste-cimiento de hidrocarburos desde laSiberia oriental y el extremo orienteruso, o el fortalecimiento del podernaval para compensar al de EstadosUnidos son cuestiones que no podránresolverse en el corto plazo.

También es cierto que el riesgopara Estados Unidos y el Norte enapostar a cualquiera de estas alterna-tivas de escalada es enorme. Deberíapara ello «desconectar» ambas econo-mías, algo bastante improbable, porlo menos en el mediano plazo, aun-que funcionarios de la actual admi-

nistración lo tengan como objetivo.Tampoco resulta fácil de establecerlos «cálculos» que dominarán laspróximas decisiones.

China también debe solucionar pro-blemas de sobreacumulación de capi-tal y de sobrecapacidad de producción—tiene una importante sobrecapa-cidad en la producción de varios bie-nes, entre ellos acero y cemento—, quepuede llevarla a desplegar una acu-mulación por desposesión quedinamite su concepción estratégica yla lleve al desarrollo de un imperialis-mo capitalista al estilo occidental.

También se enfrenta China a otroescenario: un triunfo de las fuerzasglobalistas en Estados Unidos, querecupere el TPP —junto con el TTIP—, refuerce las alianzas del polo de po-der angloamericano en Asia Pacíficoe Índico para generar un equilibrio depoder favorable, debilite a Rusia y eldesarrollo de un eje Eurasiático y lo-gre establecer las «reglas de juego»del siglo XXI, probablemente bajo uncapitalismo en crisis, pero voraz. Estaestrategia no implica la «destrucción»de China, sino su absorción como te-rritorio de solución espacio-temporalde la crisis de sobreacumulación delNorte Global. Ello también la enfren-ta a otro dilema: la crisis del sistemamundo moderno como tal y, en estesentido, la imposibilidad de una su-cesión como las anteriores. Aunquees probable, siguiendo a Wallerstein(2006), que China quede subsumidaen una solución no capitalista, pero

40 A. Mackinla y Ferreirós: «Las ambiciones marítimas de China», Documentos de Opinión No.06, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 2011, p. 3.

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si más polarizada, antidemocrática yopresiva del orden mundial, en ma-nos de una oligarquía financiera.

Por otro lado, existen desafíosmás profundos para el ascenso chi-no y de Asia-Pacífico. Podemos se-ñalar dos de los más importantes,estrechamente relacionados: la im-posibilidad de incorporar a una sex-ta parte de la población mundial alcentro del sistema, por el patrónestructural de desarrollo desigual ycombinado inherente al modernosistema mundial —que además estáen proceso de desmoronamiento—.Y al mismo tiempo, la imposibilidadde realizar dicha incorporaciónen losactuales parámetros de consumo yexplotación de la naturaleza, sinavanzar hacia el abismo ambiental.

La reconfiguración imperial de Es-tados Unidos y las fracturas «inter-nas» frente al ascenso de China espropio del cambio de época que vivi-mos. Es probable que, si el declive seagudiza, las polarizaciones sean aúnmás fuertes. Cada fuerza intenta en-frentar el declive de los Estados Uni-dos dentro de sus perspectivas estra-tégicas, moldeadas en relación a susintereses. En el gobierno de Trumpobservamos la apuesta estratégica aun nacionalismo económico neoha-miltoniano a lo Pinkerton y Navarro-combinado, como vimos anteriormen-te, con lineamientos propios delneoconservadurismo, que apuestan alcontrol del Medio Oriente, el unilate-ralismo y la supremacía militar abso-luta –encarnado en la figura del di-mitido John Bolton, el jefe de gabine-te Mike Pompeo y el vicepresidente

Mike Pence. También aparecen inten-tos de reforzar las alianzas militaresen la zona Indo-Pacífico —India,Taiwán— e intervenir en los princi-pales conflictos geoestratégicos de laregión. Por otro lado, ha quedadodesplazada la visión neorrealista decontención, multilateralismo y equi-librio de poder, más cercana a losglobalistas, como también las concep-ciones liberales —aunque también consu versión neorrealista— de estable-cer las «reglas de juego» del siglo XXI.

Paradójicamente, la actual conduc-ción de los Estados Unidos puede serla más favorable para el ascenso deChina —de hecho, prácticamente leestá sirviendo en bandeja aliadoseuroasiáticos claves como Rusia, Irán,Turquía y Alemania— pero a la vezla más peligrosa. No se sabe hastadónde puede llegar la escalada de laguerra, no solo en el plano comercial,sino también en el militar.

Por último, a modo de epílogo,una reflexión sobre América Latina.Como señalamos al comienzo, estasgrandes transiciones históricas sonmomentos propicios para que lospueblos del «Sur Global», las peri-ferias y semiperiferias, las coloniasy semicolonias, se insubordinen yemerjan con proyectos nacionalespopulares, con proyectos de libera-ción nacional, con procesos de re-formas o revoluciones políticas ysociales. También, en estas transi-ciones, históricamenteestos territo-rios constituyen espacios en dispu-ta por parte de los polos de poderdominantes, los imperios en pugnay las fuerzas centrales o desafiantes del

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orden mundial, dando lugar, en el peorde los casos, a guerras de conquista,saqueos y una destrucción absoluta deltejido social. Por otra parte, dichos te-rritorios no pueden escapar de las ten-dencias fundamentales que recon-figuran el sistema mundial como untodo: las transformaciones en el cam-po científico y tecnológicas, en las fuer-zas productivas, en las relaciones do-minantes de producción, en la culturay en las ideas fuerza principales, etc.

Para poner un ejemplo, en la tran-sición que se da entre fines del sigloXVIII y comienzos del siglo XIX, seproduce el ascenso hegemónico delimperio británico, el desarrollo del ca-pitalismo industrial, la conquista ysubordinacióndefinitiva de Orientepor parte de Occidente, el declive yla periferialización de India y China,ylas revoluciones de independenciaen la mayor parte de Nuestra Améri-ca y en los Estados Unidos. Es decir,son épocas de revolución y contrarre-volución, de proyectos de liberación,pero también de emergencias de gran-des monstruos reaccionarios. En ple-na crisis civilizatoria, el mundo sevuelve un gran taller de forja, dondeen medio del derrumbe de lo viejocomienza a nacer lo nuevo.

En este sentido, para Nuestra Amé-rica se abren distintas opciones estra-tégicas —o una combinación deellas—: desde avanzar haciaun pro-ceso de declive periférico profundo,subordinada como patio trasero deuna potencia y un polo de poder endeclive, con un norte global que nocrece y que, por el contrario, agudizasus necesidades de acumulación pordesposesión,o trazar el camino haciauna nueva dependencia, con un poloascendente que propicie un mayor«desarrollo del subdesarrollo» y másautonomía relativa, dando un saltoregional como gran polo exportadormundial de materias primas con bajaindustrialización,hasta aprovechar lapresente crisis y los mayores márge-nes de maniobra geoestratégicos quese presentan para desarmar las con-diciones de colonialidad, reafirmar aNuestra América como civilizaciónemergente y definir una geopolíticapropia —una estatalidad continen-tal—, para complejizar la estructuraproductiva, construir nuevas relacio-nes sociales de producción y de vidacentradas en el ser humano y en otrarelación con la naturaleza, y consti-tuirse en un polo de poder regional,en un mundo multipolar.

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Geopolítica Imperial y Megatendencias Mundiales y Regionales

Francisco López Segrera

[email protected] en Estudios Latinoamericanos

e Hispánicos.Instituto Superior de Relaciones

Internacionales «Raúl Roa García».

Resumen:Debido al Brexit y al proteccionismode Trump, se habla de una crisis dela globalización, que solo ha entradoen una nueva fase. La Presidencia deTrump implica un punto de no re-torno, una crisis de la geopolítica im-perial, de la hegemonía de EE.UU.,dado su fractura de la Alianza At-lántica, entre otros factores. La reti-rada de EE.UU. del Acuerdo Nuclearcon Irán, sus sanciones y amenazasa ese país; sus intentos fallidos deAcuerdo con la República PopularDemocrática de Corea (RPDC); suretirada del Acuerdo de París contrael cambio climático; su guerra comer-cial contra China, los países del TLCy la UE; su negativa a participar enacuerdos comerciales con Asia (TPP)y la UE (TTIP); y sus sanciones aCuba y Venezuela, han creado unagran inestabilidad geopolítica mun-dial, potenciando los conflictos inclu-so en el ámbito tecnológico (Huawei)y renunciando a la cooperación pa-cífica.

Palabras clave: Geopolítica Impe-rial, Inestabilidad Geopolítica, Glo-balización, Acuerdos Comerciales,Alianza Atlántica, Presidencia de

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Trump, Guerra Comercial, GuerraTecnológica, Sanciones a Cuba y Ve-nezuela.

Abstract: Due to Brexit and Trump’sprotectionism, there is talk of a crisis ofglobalization, which has only entered anew phase. Trump’s presidency implies apoint of no return, a crisis of imperialgeopolitics, of US hegemony, given itsfracture of the Atlantic Alliance, amongother factors. The withdrawal from theUnited States. of the Nuclear Agreementwith Iran, its sanctions and threats to thatcountry; its failed attempts to reach anagreement with the Democratic People’sRepublic of Korea (DPRK); itswithdrawal from the Paris Agreement onClimate Change; its trade war againstChina, the FTA countries and the EU;their refusal to participate in tradeagreements with Asia (TPP) and the EU(TTIP); and their sanctions on Cuba andVenezuela, have created great globalgeopolitical instability, promotingconflicts even in the technological field(Huawei) and renouncing peacefulcooperation.

Key words: Imperial Geopolitics,Geopolitical Instability, Globalization,Trade Agreements, Atlantic Alliance,Trump´s Presidency, Commercial War,Technological War, Sanctions againstCuba and Venezuela.

Introducción

Debido al Brexit y al proteccionis-mo de Trump se habla de una crisisde la globalización, que solo ha entra-do en una nueva fase.

La Presidencia de Trump implicaun punto de no retorno, una crisis dela geopolítica imperial, de la hegemo-nía de EE.UU., dado su fractura de laAlianza Atlántica, entre otros facto-res. Pero es, a mi juicio, una anoma-lía en el sistema político norteameri-cano y no una tendencia.

La retirada de EE.UU. del Acuer-do Nuclear con Irán, sus sancionesy amenazas a ese país; su retiradael 1ro. de febrero de 2019 del Acuer-do de Misiles Nucleares de alcanceintermedio (IMF) con Rusia, alegan-do que este país lo había violado—Rusia se retiró después—; sus in-tentos fallidos de Acuerdo con la Re-pública Popular Democrática deCorea (RPDC); su retirada delAcuerdo de París (2015) contra elcambio climático; su guerra comer-cial contra China, los países del TLCy la UE; su negativa a participar enacuerdos comerciales con Asia(TPP) y la UE (TTIP); y sus sancio-nes a Cuba y Venezuela, han crea-do una gran inestabilidad geopo-lítica mundial, potenciando losconflictos incluso en el ámbito tec-nológico (Huawei) y renunciando ala cooperación pacífica.

En las próximas décadas, el mun-do estará cada vez más amenazadopor una guerra nuclear —observemoslas tensiones de EE.UU. con la Repú-blica Popular Democrática de Corea,Irán, Rusia y China— en un mundodonde la política exterior de EE.UU.y su asimetría global de poder mili-tar, tiende a consolidar una guerra sinfin: local, regional, planetaria. No pa-rece previsible que en el mediano pla-

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zo los BRICS en su conjunto, o bienRusia o China, logren un poderío mi-litar que contribuya a un nuevo equi-librio de poder y gobernanza globalcomo el existente durante los años dela Guerra Fría.

La Estrategia de Defensa Nacional delPentágono y la nueva Guerra Fría

Gracias a la planificación en cursoen el Pentágono, ha comenzado unaversión de la Guerra Fría del sigloXXI %con nuevas características pe-ligrosas% y casi nadie se ha dadocuenta aún.1 «La gran competenciapor la energía, no el terrorismo, seha convertido en el principal retopara la seguridad y la prosperidadde Estados Unidos», afirmó el res-ponsable presupuestario del Pentá-gono, David Norquist. «China y Ru-sia —según él— quieren promoverun mundo en consonancia con susvalores autoritarios y, en el proceso,sustituir el orden libre y abierto queha permitido la seguridad global yla prosperidad desde la SegundaGuerra Mundial».

«Hoy en día, estamos saliendo deun período de atrofia estratégica, cons-cientes de que nuestra ventaja compe-titiva militar se ha ido erosionando»,afirma la Estrategia de Defensa Nacionaldel Pentágono. Estrategia que criticacómo las unidades militares regulareshan sido sustituidas por fuerzas de

operaciones especiales con armamen-to ligero y drones. «Nos enfrentamosa un mayor desorden global, atribui-do oficialmente por primera vez, no aAl Qaeda e ISIS, sino a la conductaagresiva de China y Rusia». Irán yCorea del Norte también se identifi-can como amenazas importantes, perosecundarias, en la mencionada Estra-tegia.2

Acorde con esta Nueva Estrategia,en el nuevo mapa geopolítico, lasfuerzas estadounidenses están sien-do desplegadas según una versiónactualizada de la antigua y familiarestrategia de confrontación.

En Asia, los Estados Unidos y susaliados clave (Corea del Sur, Japón,Filipinas y Australia) deben conte-ner a China.En Europa, los Estados Unidos ysus aliados de la OTAN hacen lomismo con Rusia,Entre estos dos teatros de conten-ción se encuentra el siempre tur-bulento Oriente Medio, en el queEstados Unidos y sus dos aliadoscruciales allí, Israel y ArabiaSaudita, hacen frente al desplieguede Rusia en Siria y a un Irán cadavez más influyente y más cercanoa China y Rusia.

Desde la perspectiva del Pentágo-no, este va a ser el mapa global estra-tégico en el futuro previsible. Es

1 Michael Klare en Le Monde Diplomatique, marzo de 2018; Michael Klare : «The USA ispreparing for a a new war», The Nation, June 5, 2019. En: https://www.thenation.com/article/us-military-is-preparing-for-new-wars-china-russia/.2 National Defense Strategy of USA (2018). En: https://dod.defense.gov/Portals/1/Documents/pubs/2018-National-Defense-Strategy-Summary.pdf.

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probable que la mayoría de las gran-des inversiones e iniciativas milita-res se concentren en el fortalecimien-to de las fuerzas navales, aéreas yde tierra en su lado de estas líneas,así como en la búsqueda de los pun-tos vulnerables de China y Rusia alotro lado. América Latina y el Cari-be es un área priorizada en esta Es-trategia.3

El mundo vive una nueva carreraarmamentista, esta vez multipolar– y no bipolar como en la Guerra Fríadel siglo XX – y ultratecnológica, mar-cada por la retórica nacionalista y ladesconfianza mutua entre las grandespotencias.

Según el Almirante de norteameri-cano J. Richardson «hemos regresa-do a una era de competencia entre lasgrandes potencias». La tendencia es apasar de un enfoque compartido y de lacooperación conjunta contra el terroris-mo, a la competencia militar entreEE.UU., Rusia y China. La competen-cia no es solo entre estos grandes ac-tores o bipolar, sino en múltiples fren-tes: India vs China y Pakistán; laRPDC vs Japón y Corea del Sur; Iránvs Israel y Arabia Saudita.

Un mundo poshegemónico y multipolar

El mundo se encuentra en una eraposhegemónica: ninguna nación pue-de imponer su voluntad a las demás

en forma permanente. La hegemoníamundial, desde 1800, se ha repartidode la siguiente manera:

1800-1945: Hegemonía de ReinoUnido;1945-1990: Mundo bipolar. Hege-monía compartida en distintasáreas de influencia entre EE.UU. yla URSS;1990-2001: Hegemonía de EE.UU.Desaparece el Pacto de Varsovia yno hay ninguna alianza militaropuesta a la OTAN;2001-…: Declive del poder deEE.UU. y emergencia de unMundo Pos-Hegemónico que secaracteriza por: ataques terroris-tas, Crisis Económica, una se-gunda Guerra Fría y la posibili-dad inminente de una GuerraNuclear.4

En resumen: no se vislumbra untránsito de una potencia hegemónicaa otra, como cuando EE.UU. en 1945sustituyó al Reino Unido como actormundial hegemónico. El declinar deEE.UU. no implica una rápida crisisterminal y un derrumbe inminente. Elhegemonismo indiscutible de EE.UU.tiende a ser sustituido por un equili-brio inestable entre esta potencia endeclive y otros actores contra-hege-mónicos. Emerge una nueva «GuerraFría» con Rusia y China, para la que ya

3 El Pentágono ha solicitado que el Presupuesto de Defensa —que ha pasado de 586 mil millonesen 2015 a 685 mil millones en 2019— se eleve en 2020 a 716 mil millones, 31 mil millones dedólares más. El presupuesto de EE.UU. en 2019 es alrededor del triple del de China —250 milmillones— y más de 11 veces el de Rusia (61 400 000 000 USD).4 F. Mojica y F. López Segrera: Hacia dónde va el mundo, El Viejo Topo, Barcelona, 2015.5 Ver los artículos de I. Wallerstein en su web entre 2017 y julio de 2019.

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se prepara el Pentágono mediante nuevasalianzas geopolíticas.5

El moderno sistema mundial estáen crisis y esto se hace evidente enla arena geopolítica. Ningún país sevislumbra cercano a dominar esteámbito como lo hizo Reino Unido enun momento y luego EE.UU. —com-partiendo la hegemonía con la URSShasta inicios de los 90% hasta finesdel siglo XX. EE.UU. puede causardestrucción pero no puede controlarla situación.

Una mirada a la arena geopolíticanos muestra la incapacidad de EE.UU.de imponer su hegemonía, no solo aRusia, o China; tampoco puede im-ponerla a la RPDC, Irán o Siria, entreotros actores.

La retórica de la Guerra Fría des-cribía dos áreas geopolíticas en dis-puta. Ahora hay una sola áreageopolítica, pero EE.UU. ya no pue-de imponer su hegemonía en ella enforma unilateral.

Los supuestos aliados de EE.UU.,tanto los de prioridad 1 –Reino Uni-do, Israel, Arabia Saudí— como losde prioridad 2 —Japón, Corea del Sur,Canadá, Brasil, Alemania—, no siem-pre actúan en la arena geopolíticacomo quisiera EE.UU. A esto se aña-de la fractura de la alianza atlánticacon la UE.

Otro ejemplo de la debilidadhegemónica de EE.UU. es el mundoislámico del Magreb a Indonesia y enespecial Siria, donde Rusia ha impues-to su estrategia y a logrado estabili-zar el gobierno de Assad.

Cada país de esta región islámicatiene un enemigo principal distinto:

Para Arabia Saudita e Israel es Irán.Para Irán es EE.UU.Para Egipto son los HermanosMusulmanes.Para Turquía son los kurdos.Para el régimen de Irak son lossuníes.

Ocurre algo similar con Rusia yChina. Trump critica a Rusia por susacciones en Siria y Ucrania, pero lue-go llama a Putin para felicitarlo. AChina le lanza amenazas de guerracomercial, pero luego no cumple condichas amenazas. Algo similar ocu-rre con Canadá y México.

EE.UU. lleva 17 años en Afganistán,15 en Irak y tiene tropas en Siria—Trump planteó retirarlas en diciem-bre 2018 sorpresivamente, pero lue-go se detuvo parcialmente—, Libia,Yemen, Níger y Somalia. En total tie-ne 227 000 soldados destacados en elextranjero sin contar las operacionesespeciales.

Tras la victoria pírrica en la Guerradel Golfo (1990-1991), EE.UU. no haganado ninguna otra guerra. Obamay Trump heredaron las guerras deIrak y Afganistán y expresaron el de-seo de no volver a intervenir en pri-mera línea, pero esto en parte quedócomo una retórica ambigua.

La reacción de Estados Unidos ante lasamenazas a su dominación

Durante la Presidencia de Trump,EE.UU. está haciendo uso de su po-der económico y de las sanciones pri-marias y secundarias en una formaagresiva, unilateral, sin coordinar con

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sus aliados —caso de Irán— y con-traproducente para la estabilidadmundial y sus propios intereses.

Según su Secretario de Estado,Mike Pompeo: «Las acciones delPdte. Trump para confrontar los es-tados fuera de la ley —outlaw states—,parten de la idea de que la confron-tación moral conduce a la concilia-ción diplomática».

En realidad, Trump está fracturan-do el Orden Mundial Post-SegundaGuerra Mundial en un mundo dondeotros actores emergen: China y Rusiaquieren configurar un nuevo ordenque no esté amenazado por lageopolítica imperial de EE.UU.; Bra-sil e India emergen como nuevas po-tencias; Irán y la RPDC aspiran a se-guir desarrollando la energía nuclear.

Como síntomas de la fractura te-nemos lo siguiente:

Los aliados de EE.UU. han perdi-do la confianza en Washington.Trump ha desafiado los fundamen-tos del comercio global.Al asociarse con la dictadura saudíe Israel en forma estrecha, ha aban-donado la defensa de la «democra-cia» y «los derechos humanos»,como rasgo esencial de la políticaexterior del Imperio.Ha abdicado de un liderazgo glo-bal al retirarse del TPP en Asia ynegarse al desarrollo del TTIP conla UE.

¿Podrán los aliados de EE.UU. enEuropa y Asia reemplazar esteliderazgo, o bien este se desplazará aChina y Rusia en alianza con poten-

cias emergentes y países como Irán yla RPDC?

La Geopolítica Imperial de EE.UU.siempre se ha caracterizado por lamanipulación geopolítica y la agresi-vidad propia del Imperio. Esta ten-dencia manipuladora y agresiva se harecrudecido durante la administraciónTrump —en parte en forma retórica,pero también con medidas concre-tas— debido a dos factores, entreotros: el declinar del poderío norte-americano y la ausencia de una estra-tegia coherente de política exterior.Algunos hablan de una ausencia to-tal de estrategia.

Veamos algunos antecedentes delos peligros de la manipulacióngeopolítica. El 31 de agosto de 1939Hitler fabricó una falsa agresión dePolonia y el 1 de septiembre la inva-dió iniciando la 2da Guerra Mundial.EL 5 de febrero de 2003 Colin Powellafirmó ante el Consejo de Seguridadde ONU que Saddam Husein teníaarmas de destrucción masiva. En el2005 se desmintió y dijo que esto erauna mancha en su carrera y que losservicios de inteligencia habían men-tido a sabiendas. El trío de las Azo-res —Bush, Blair y Aznar— mintió asabiendas.

Ahora Trump amenaza con armaruna guerra contra Irán. ¿Cómo se fa-brica una guerra? Solo hace falta unafalsedad difundida por una potenciay difundida urbi et orbi por los me-dios de prensa.

El único firmante del Acuerdo Nu-clear con Irán que lo ha cancelado esEE.UU., a diferencia de la UE y Ru-sia. Irán se ha negado a renegociar el

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Acuerdo en los términos de Trump.Israel y Arabia Saudita apoyan aEE.UU. en la cancelación del Acuer-do, pero para Israel la principal ame-naza está localizada en Siria, dondeAl Quds —cuerpo expedicionario vin-culado a Irán y a los «Guardianes dela Revolución Iraní»— apoya al régi-men sirio. También temen a Hezbolá—fuerza proiraní que radica en el Lí-bano— y a la Yihad Islámica, que tra-baja al servicio de Irán. EE.UU. haenviado al Golfo Pérsico bombarde-ros y portaviones con misiles y haacusado a Irán de atentar contra bar-cos japoneses en el Estrecho deOrmuz —junio 2019.

La presidencia de Trump: ¿furia y fuego?

Se han publicado cientos de artícu-los y gran cantidad de libros sobre laPresidencia de Trump. Han desper-tado especial interés Fuego y Furia deMichael Wolf y Miedo de BobWoodward. Tanto por los articulistasde Foreing Affairs y The Economist comoen estos dos libros, se traza una ima-gen muy negativa del Presidente.También este tono crítico está presen-te en el New York Times, en el Was-hington Post y en cadenas de televi-sión como CNN. Se le califica de men-tiroso compulsivo, de demagogo, deignorante, de carecer de estrategia, de

haber dividido al país y de dirigirlode manera caprichosa.6

Estos medios perciben a Trumpcomo un Presidente desastroso: abu-sa del poder, divide al país, es unignorante en temas geopolíticos. Nun-ca a un Presidente le han renunciadotantos altos ejecutivos de su entorno.

Sin embargo, sus partidarios hablandel «Trump Fuerte»: ha reanimado laeconomía, disciplinado a los aliadosy puesto a raya a los enemigos.

Hay consenso de que su proyec-ción en política exterior ha sido de-sastrosa, pese a ciertos «logros» conCorea del Norte, y a una visión com-partida acerca del desafío de China,en especial en el ámbito tecnológico.La guerra comercial con China seráel test para su «estrategia» y podríaafectar en forma grave a la economíade EE.UU. y acelerar una posible re-cesión global. Ha venido aplazandolas medidas más duras prorrogandosu entrada en vigor cada tres meses,pero el daño a la economía global hasido grande.

Trump ha perdido la mayoría en elCongreso aunque no en el Senado.

La investigación realizada por el fis-cal especial Mueller sobre las conexio-nes entre la campaña presidencial deTrump y el Gobierno de Rusia y susconclusiones, no han propiciado elimpeachment.

6 The Economist: «The World in 2019», London, November 2018. Consultar también losmencionados libros de Wolf y Woodward; los números de Foreing Affairs a partir de 2016 y enespecial el número de marzo-abril de 2018 «Letting go: Trump, America and the World»; y elnúmero de mayo-junio de 2019 «Searching for a Strategy». En las webs de Cuba-Debate yRebelión, hay excelentes artículos sobre la temática desarrollada en esta ponencia que sugieroconsultar. En la primera de estas webs se puede seguir la posición del gobierno cubano acercade la política exterior de Trump.

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Pero la decisión de la Presidenta dela Cámara Nancy Pelosi, de iniciar unproceso de impeachment contra Trumppor chantajear el Presidente deUcrania, Volodimir Zelensky, solici-tando el «favor» de que buscase prue-bas para incriminar al hijo de Joe Biden—posible candidato presidencial porel Partido Demócrata— y amenazán-dolo de no otorgar la ayuda militarofrecida por EE.UU. hasta tanto nose ofrecieran dichas pruebas, inaugu-ra un escenario de posible destituciónde Trump.7

Hay una serie de variables interna-cionales y nacionales que afectan ac-tualmente —octubre de 2019— al go-bierno de Trump. Entre las variablesinternacionales tenemos: desacelera-ción China; guerra comercial; posiblefin de las tasas de interés bajos y deQE en UE y una salida de Reino Uni-do de la UE sin acuerdo —Brexit—;217% del PIB de deuda global, 20%más que en 2018; y tasas de interésque se reducen pero no tanto a comoaspira Trump.

Entre las variables en EE.UU. tene-mos: las tasas de interés aún siguenalgo altas para poder reanimar la eco-nomía; efectos de la guerra comercial;las bajadas de impuestos a ricos porTrump ha incrementado el déficit; lostipos de interés de los bonos a cortoplazo son más altos que el de los alargo plazo, lo cual es un síntoma másde una posible recesión en EE.UU.,pese a otros indicadores positivos deesta economía en la actualidad.

En resumen: alto endeudamientoglobal, guerra comercial, políticas eco-nómicas riesgosas y diferencial en elbono a favor del corto plazo, son sín-tomas que auguran recesión.

La reacción antiglobalización vamás allá de Trump y está producidapor un aumento de la desigualdad.No es una reacción solo económicasino también social y cultural de losque se sienten excluidos e irrelevan-tes. En 1980 el 10% de la poblaciónde EE.UU. recibía el 34% del ingresototal, hoy recibe el 47%. Las áreasmetropolitanas (53%) vieron crecer suproducción entre 2010 y 2016 en un14%, mientras las áreas con menosde 250 000 habitantes solo crecieronun 7%. El empleo creció 15% en lasgrandes ciudades, 4% en las peque-ñas y 2% en las áreas rurales en esosaños. Trump recibió un gran apoyodel voto de las personas —votantesblancos en su mayoría— del cintu-rón del óxido —rust belt—, afectadospor el traslado de empresas a China,México y otros países, así como porla automatización y robotización. Enlas encuestas llevadas a cabo en losaños 1990 y 2001 los americanos ensu mayoría decían confiar en el fu-turo. En las encuestas de 2017-2019esa confianza en el futuro se ha eva-porado.

La presidencia de Trump no hapodido cumplir casi ninguna de suspromesas electorales, salvo bajar losimpuestos a los más ricos, desman-telar la legislación medio ambiental

7 Ver sobre este tema del impeachment el excelente artículo de Fernando García Bielsa: «EstadosUnidos, lo problemático de la destitución presidencial», en Revista del Lunes N. 209, 14 oct.2019.

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en EE.UU.; actuar en forma agresivaen el plano migratorio y retirarse delAcuerdo de París (2015) sobre el cam-bio climático.

Sus principales fracasos han sido:

No ha logrado aplicar plena-mente sus drásticas medidasantinmigración, pese a su retóricaracista y excluyente y medidas in-humanas con los migrantes de nue-va o vieja data (dreamers).

No ha conseguido el dineropara el Muro.

Se ha quedado aislado con res-pecto a la UE y al resto de los paí-ses al rechazar el acuerdo nuclearcon Irán; al retirarse del Acuerdode París (2015) sobre CambioClimático; y al darle un golpe demuerte al G7 en la reunión de ju-nio de 2018 en Canadá al no ser ca-paz de acordar una Declaración conlos otros 6 miembros.

Su Guerra Comercial ha pues-to al mundo al borde de otra rece-sión mundial y ha dado lugar a quesus principales rivales —China, Ru-sia— y aliados —UE, Japón, India–adopten acuerdos económicos en-tre ellos sin presencia de EE.UU. eincluso con sus rivales.

De acuerdo a las encuestas,Trump es el Presidente más impo-pular que ha tenido EE.UU.: alre-dedor del 60% desaprueba su ges-tión.

40 altos cargos de su gobiernohan renunciado en los dos prime-ros años, entre ellos: General JohnKelly, Jefe de Gabinete; General JimMattis, Secretario de Defensa; Ge-

neral M. Flyn, Consejero de Segu-ridad Nacional; General McMaster,Consejero de Seguridad Nacional;Rex Tillerson, Secretario de Estado;Gary Cohn, Consejero Económico.

Su nominación y nombramien-to de Brett Kavanaugh como Juezdel Tribunal Supremo, pese a lasacusaciones de acoso sexual con-tra él, ha sido muy criticada.

En rueda de prensa, tras su en-trevista con Putin en Finlandia el16 de julio de 2018, afirmó que con-fiaba más en Putin que en sus ser-vicios de inteligencia, al ser critica-do por romper el protocolo esta-blecido para este tipo de entrevis-tas. Luego, se retractó al llegar aEE.UU. y convocó a nueva reunióncon Putin en EE.UU.

Ha sido confrontado en el Con-greso por altos funcionarios de sugobierno. El 29 de enero de 2019 seprodujo una discrepancia radical enuna sesión del Senado entre Trumpy los más altos funcionarios de in-teligencia: Christopher Fray, Direc-tor del FBI; Daniel Coats, Directorde Inteligencia Nacional; y TinaHaspel, Directora de la CIA. La vi-sión de estos funcionarios sobre lostemas del EI —ISIS, DAESH—, laRPDC, Irán y la injerencia de Rusiaen las elecciones de USA, fuerondiametralmente opuestas a las deTrump. A diferencia de Trump,consideraron que el EI y la RPDCseguían siendo amenazas y afirma-ron que Irán sí estaba cumpliendocon el Acuerdo Nuclear que Trumpha cancelado. Según estos funcio-narios, Rusia y China son amena-

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zas estratégicas, con gran capaci-dad para el ciberespionaje y espio-naje económico, a diferencia de lavisión de Trump al respecto.

En el Partido Republicano hayoposición a la «estrategia» deTrump en política exterior. El líderdel PR en el Senado M. McConellintrodujo una enmienda de ley queadvierte de la amenaza de Al Qaeday del EI y previene contra la retira-da precipitada de Irán y Siria.

Su intromisión en la políticaque sigue la Reserva Federal —ins-titución autónoma— y las presio-nes sobre su Presidente JeromePowell para que baje los tipos deinterés, dio lugar a una carta delos anteriores Presidentes de lareserva criticando la intromisiónde Trump.

Su precipitada retirada de lastropas norteamericanas de Siria,abandonando a su suerte a los alia-dos kurdos, fue criticada inclusopor sus colegas del Partido Repu-blicano.

Si bien el Informe del Fiscal Es-pecial Muller no dio pie para unproceso de impeachment, su chan-taje solicitando favores personalesal Presidente de Ucrania, sí hanhecho posible que se inicie en sep-tiembre de 2019 el proceso de des-titución.

El Premio Nobel de economíaPaul Krugman, en septiembre de2019, señaló que Trump es el úni-co caso de un Presidente norte-americano que inducirá probable-mente una recesión con su políti-ca económica. También el propio

Krugman y otros analistas lo acu-san de promover una recesión glo-bal con su guerra comercial de ta-rifas.

La ruptura de todas las conven-ciones, la improvisación medianteel tuiteo y la agresividad como mo-dus operandi, son el legado más dis-tintivo de su gobierno.

Tal vez debido a esto Trump se harefugiado en su hija Ivanka y en suyerno J. Kushner como principalesasesores; y en sus halcones MikePompeo, Secretario de Estado y surecientemente destituido Consejerode Seguridad Nacional, John Bolton%sustituido por Robert O´Brien el 18de septiembre de 2019%, que le reco-miendan medidas agresivas, entreotras, con respecto a Irán, Cuba yVenezuela.

Si bien la gestión de Trump ha sidopara algunos mucho ruido y pocasnueces, no todo ha sido ruido:

Ha hecho la mayor rebaja de im-puestos desde Reagan, lo cual haincrementado exponencialmente eldéficit presupuestario. Además, elcapital extranjero invertido en EE.UU.recibió el 35% de la rebaja fiscal deeste recorte impositivo de 40 mil mi-llones de dólares anuales.

Ha renegociado el TLC con Cana-dá y México.

Ha cancelado la política medioam-biental de Obama.

Ha mimado a la derecha religiosamostrando su rechazo al aborto y alos transgénero.

Ha nombrado dos jueces conserva-dores en el Supremo.

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Ha desatado una Guerra Comercialque incluye a los principales aliadosde EE.UU., no solo a Rusia y China.Los aranceles que ha impuesto a losproductos chinos y de otros países losestá pagando el consumidor estado-unidense %no China%, debido al alzade los precios de estos productos.Además, la incertidumbre creada porsu política comercial ha desalentadola inversión. «¿Para qué construir unafábrica cuando quién sabe si la próxi-ma semana un tuit destruirá tú mer-cado, tú cadena de abastecimiento, oambos?».8

Ha dado pasos de importancia parala distensión con la RPDC. Pero elacuerdo en 2018 en Singapur con laRPDC quedó opacado por la falta deacuerdo en Hanói en febrero de 2019.

Ha cancelado el acuerdo nuclearcon Irán.

Ha planteado retirar las tropas deSiria.

Trasladó la embajada de Rusia a TelAviv y ha convertido a Israel y ArabiaSaudita en sus principales aliados.

En ONU en 2018 planteó que re-chazaba la globalización y «abrazamosla doctrina del patriotismo».

Es el primer Presidente de EE.UU.en aplicar el Título III de la Ley Helms-Burton contra Cuba —cosa que no hi-cieron Clinton, George W. Buch yObama—, ha recrudecido el bloqueoy adoptado medidas migratoriaslesivas.

El viernes 1ro. de febrero de 2019se retiró del Acuerdo de Misiles Nu-

cleares de alcance intermedio (INF)alegando que Rusia lo había violado.Rusia se retiró después.

Ha desarrollado una política deduro bloqueo contra Venezuela yCuba.

¿Será reelecto Trump en 2020, o bien serádestituido?

No es el objetivo de este breve tra-bajo predecir si Trump será reelectoPresidente en 2020 o si el impeachmentlogrará destituirlo. Pero aportaremosalgunos elementos que pueden con-tribuir a desarrollar una prospectivaal respecto.

Ya en su Discurso sobre el Estado dela Unión (5 de febrero de 2019) se ob-servó un marcado sesgo electoralista:

Planteó como meta un «comerciojusto» para Estados Unidos, aun-que algo conciliador con China.Prometió mejorar las infraes-tructuras.En lo referido a Salud pública, cri-ticó el alto «costo de las medicinasen Estados Unidos» y la necesidadde fiscalizar a las empresas de se-guros.Planteo el problema migratoriocomo si fuera una emergencia na-cional.En política exterior reiteró el con-cepto de America First, y se refirióa las relaciones con China, Rusia,Corea del Norte, Irán, Afganistán,Siria, Israel, Venezuela y Cuba en

8 P. Krugman: «El fracaso de la trumpomanía», El País, suplemento Negocios, 4 de agosto de2019, p. 15.

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tono más moderado, aunque nofalto de agresividad.Ensalzó el estado de la economíacomo si fuera resultado de su ges-tión.Fue un discurso electoral, pensadoen la campaña del 2020 con llama-dos a la unidad.

Pese a lo complejo y arbitrario delsistema electoral norteamericano,en el cual un Presidente puede ob-tener mayoría de votos individua-les, pero perder las elecciones portener menos votos electorales—como le ocurrió a Hillary Clintoncon Trump—, hay algunas clavesque pueden ayudarnos a predecir elposible resultado electoral. Este porlo general lo determina, entre otrosfactores, la situación económica delpaís que puede considerarse la va-riable clave.

Entre las «leyes» que rigen las elec-ciones presidenciales en EE.UU. te-nemos las siguientes:

Cuando el Partido de un Presiden-te se presenta a la reelección gana.Tras 2 mandatos del mismo Presi-dente en la Presidencia, el otro Par-tido gana.En las elecciones intermedias alCongreso el Partido del Presidentepierde escaños, al menos en unaCámara.

Cuando un Presidente en el car-go se presenta a reelección —salvoexcepciones— gana siempre que nosea desafiado por algún miembro desu Partido que obligue a celebrar

primarias. En este caso perderá laselecciones presidenciales aunquegane las primarias.

La Presidencia de Trump ha impli-cado, desde 1850, la mayor polariza-ción política y ciudadana. Republica-nos y Demócratas se perciben comoantípodas que amenazan mutuamen-te sus estilos de vida. No suelen en-tren ellos ni casarse, ni trabajar jun-tos, ni socializar.

En los 60 los Republicanos aún te-nían mucho apoyo de votantesafroamericanos y los Demócratasapoyo del voto sureño. Ya no es así.El PR es para los blancos —especial-mente en el Sur— y el PD para to-dos los demás. El racismo de Trumpy su ataque a los latinos, y en espe-cial a los mexicanos —que son el 60%de los hispanos—, ha dado lugar aque muchos analistas afirmen que elvoto afroamericano y latino será, demanera muy mayoritaria, contraTrump.

Si bien Trump se ha dedicado aexacerbar las diferencias, atacandocon fuerza al PD, a los medios decomunicación y a la inmigración, suapoyo no baja del 35%. En agostode 2019 la tasa de aprobación erade 41% y la de rechazo de 54%(Gallup).

Con el PD con el control de la Cá-mara, lo han atacado por el Informede R. Muller, por sus turbias finan-zas develadas por su abogado M.Cohen, pero sin resultados que im-pliquen la posibilidad de un procesode destitución. Esta posibilidad, sinembargo, se abre ahora a partir deltema ucraniano.

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49Geopolítica Imperial y Megatendencias Mundiales y Regionales

Los candidatos demócratas conmayores porcentajes en las encuestasson: Joe Biden, que tiene el mayorporcentaje de aprobación según lasencuestas, Elizabeth Warren, BernieSanders y Kamala Harris.

El Partido Republicano y Trumpacusan a los candidatos demócratasde «socialistas» e incluso de que de-sean instaurar un sistema socialista enEE.UU., cuando en realidad sus pro-gramas son socialdemócratas en elmejor de los casos.

Además del papel que desempe-ñarán los afroamericanos y los latinosen las próximas elecciones, es tam-bién favorable al PD el que losMillenials (1981-96) —urbanos, edu-cados, matrimonio interracial, matri-monios del mismo sexo, digitales,anti-Trump…— superan en númeroa los Baby-bomers (1946-64). Estosúltimos, defensores de derechos civi-les en su juventud, son hoy en grannúmero: populistas, rurales, pocoeducados, religiosos, blancos, y par-tidarios de Trump.

Otra variable que preocupa al PDconsiste en las votaciones fraudu-lentas: la supresión del voto de losque votan por el PD, se ha conver-tido en una ciencia mediante elmanejo de datos, algoritmos y or-denadores.

Conclusiones

No sabemos qué dirá el próximotweet de Trump, no sabemos si seráreelecto, no sabemos si será desti-tuido —cosa que no será fácil con elSenado con mayoría del Partido

Republicano—, pero sí sabemos quehará todo lo posible por seguir enel poder. De ahí la constanteambivalencia entre una retóricaagresiva y el desdecirse constante-mente, tanto en lo que se refiere aagresiones militares y retiradas detropas como a cancelar aspectos cla-ves de su guerra comercial y tecno-lógica con China, posponiendo unay otra vez subidas de aranceles ymedidas relacionadas. Sus apuestasgeopolíticas, en lo comercial y en lomilitar, son arriesgadas, pero másse parecen a negociaciones duraspropias de un constructor de gran-des edificios, que al resultado de unaestrategia meditada. Esto no quieredecir que no nos pueda llevar alabismo, pero la mayoría de losanalistas coinciden: no se trata deun loco patológico, sino de un ne-gociador irresponsable e ignorante,que nos pone al borde del abismo,pero que no se lanzará por él. Elpeligro es que otros actores inter-nacionales —e incluso halcones delPentágono que influyen en él, oideólogos— pudieran, por cálculosequivocados, confusión, u otros fac-tores, reaccionar agresivamente enun juego de suma cero.

Los ojos del mundo se centran es-pecialmente en Donald Trump —unapersona sin principios, extremada-mente volátil, y personalmente indi-ferente al sufrimiento que causa. ¿Quéva a hacer ahora? Realmente nadie losabe. Lo único sobre lo que podemosestar seguros es que no se rendirá oadmitirá de ninguna manera que es-taba equivocado en lo que hizo en un

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momento u otro. Esto lo hace al mis-mo tiempo muy débil y muy peligro-so. Es tan arrogante que cree que sus

derrotas son victorias porque lo man-tienen en la cima del espaciomediático.9

9 I. Wallerstein: «The Big Five Clinging to power». February 1, 2019. En: https://www.iwallerstein.com/the-big-five-clinging-to-power/.

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América Latina y el Caribe, región en disputa:Estados Unidos versus China

Lourdes Regueiro Bello

[email protected] en Economía Política.

Profesora Auxiliar del CIPI.

Resumen:Hoy Latinoamérica y el Caribe vuel-ve a estar en el centro de la disputageopolítica entre dos actores globales:Estados Unidos y China. El primeroes el actor con más influencia en laregión, pero su hegemonía es desa-fiada por China, cuya presencia seabre paso como socio comercial, in-versionista, prestamista, interlocutorregional (Foro China-CELAC), avan-zando en la creación de foros ad hocque viabilizan los intercambios condiferentes sectores de la sociedad ci-vil con un definido propósito de pro-porcionar densidad multidimensionala esa relación.

Palabras clave: Disputa geopolí-tica, Canal de Panamá, China, Esta-dos Unidos, Nueva Ruta de la Seda

Abstract:Today, Latin America and the

Caribbean is once again at the center ofthe geopolitical dispute between two glo-bal actors: the United States and China.The first is the most influential actor inthe region, but his hegemony is challengedby China, whose presence makes its wayas a business partner, investor, lender,regional partner (China-CELAC Forum),

La historia de Estados Unidos es rica en redescubrimientosde la importancia de América Latina

Mark Falcoff

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advancing in the creation of ad hoc forumsthat enable exchanges with differentsectors of civil society with a definitepurpose of providing multidimensionaldensity to that relationship.

Key words: Geopolitical dispute,Panama Canal, China, United States,New Silk Road.

Introducción

Salvando las distancias, las proyec-ciones de Estados Unidos hacia Amé-rica Latina y el Caribe bajo la adminis-tración Trump recuerdan los tiemposde Reagan. Varias coincidencias conaquel tiempo pueden mencionarse. Laexistencia dentro del Partido Republi-cano de sectores ultraconservadorescon incidencia en la política, la críticaacérrima al enfoque de la política ex-terior de la administración preceden-te, y la reivindicación explícita de laesencia1 de la Doctrina Monroe comopilar de la proyección estadounidensefrente a supuestas amenazas extra-hemisféricas.

La región de América Latina y elCaribe capta de manera especial laatención de Estados Unidos ante cual-quier dinámica que pueda compro-meter su posición privilegiada. Si bienesta consideración es válida para todala región, es importante destacar queMéxico y las subregiones de Cen-troamérica y el Caribe comportan uninterés particular por ser consideradas

su segunda y tercera frontera, demanera que, tanto las administracio-nes demócratas como las republica-nas, han puesto especial empeño enatender las situaciones que pudieranamenazar su posición en ellas.

La creciente presencia de China enla región y la inclusión de esta en elmegaproyecto de Una Franja-UnaRuta o la Nueva Ruta de la Seda handesatado las alarmas de Estados Uni-dos, que bajo la administraciónTrump no ha vacilado en apelar a laDoctrina Monroe. La decisión de va-rios países latinoamericanos centro-americanos y caribeños de romperrelaciones con Taiwán y establecerlascon la República Popular China inci-tó los pronunciamientos más durosdel ejecutivo estadounidense ante eldesafío a su hegemonía.

Estados Unidos siempre ha tenidoclaridad sobre el hecho de que la in-tensidad de su influencia en AméricaLatina y el Caribe está asociada al ba-lance global de poderes. En el conoci-do documento Santa Fe I, en el cualun grupo del ala más conservadora delPartido Republicanoresaltaba la ame-naza que representaba la Unión Sovié-tica para el dominio sobre la región,se plantea: «Históricamente la políticade Estados Unidos hacia América La-tina nunca ha estado separada de ladistribución global de poder, y no exis-ten razones para pensar que lo quesuceda en la década de los ochentaentre los mayores Estados en un área

1 Se aclara que es la esencia, ya que la Doctrina Monroe estaba dirigida a limitar la presencia ycompetencia europea en América Latina y el Caribe. Posteriormente los ejes a contrarrestarhan sido la Unión Soviética, China y Rusia.

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del mundo, no afectará las relacionesde poder en los otros continentes».2Esta idea es suscrita al pie de la letrapor la administración Trump en la se-gunda década del siglo XXI, es decir,casi cuarenta años después.

Este proceso no afecta solo a laspotencias involucradas directamenteen la contienda por la posición cime-ra, en tanto implica una redistribuciónde áreas de influencia, y al igual queen los albores del capitalismo, la lu-cha por el control de los mares, pa-sos o estrechos estratégicos para elfuncionamiento del capital adquiererelevancia en la agenda de los intere-ses a defender o ser protegidos.

El presente trabajo se propone unamirada a la triangulación de las rela-ciones entre Estados Unidos-Améri-ca Latina y el Caribe-China, a la luzde un nuevo escenario, en el que elgigante asiático deviene actor estra-tégico para la región, poniendo ma-yor énfasis en las reacciones estado-unidenses frente al establecimiento derelaciones diplomáticas con China porparte de varios países centroamerica-nos, en clara muestra de la capacidadchina de, gradualmente, y a partir desu poder económico, sumar socios,debilitando la posición taiwanesa enla región.

La percepción estadounidense de amenaza

Estados Unidos, como imperio, hatenido la convicción de que la preser-vación de esferas y áreas de influencia

estratégicas son componentesestructurantes de su poder global, porlo que la vigilancia permanente sobreaquellos factores o actores que pon-gan en riesgo su posición en determi-nadas áreas o espacios se erige ejer-cicio rutinario. América Latina y elCaribe, forma parte del área dondeEstados Unidos debe mantener susventajas absolutas para defender suposición como poder global.

Precisamente una de las críticasdesde la perspectiva conservadoraes el «descuido estratégico», la«subvaloración del papel» de Amé-rica Latina y el Caribe como pilardel poder estadounidense por par-te de algunas administraciones, asícomo a las concesiones/flexibilida-des absurdas o la subestimación dela capacidad de los competidorespara desplazarlo, que en determi-nados períodos, pudieron compro-meter la superioridad de ese paísfrente apoderes extrarregionales.Las amenazas pueden tener dos orí-genes:

1. Procesos internos: crisis económi-cas y crisis sociales con potencialpara devenir crisis políticas quepuedan desestabilizar el orden vi-gente y deriven en situaciones dereformas concomitantes, o con po-sible desenlace en cambios estruc-turales que pongan en peligro losintereses de Estados Unidos porrestringir su acceso a recursos, o

2 L. Francis Bouchey, Roger W. Fontaine, David C. Jordan, Gordon Summer, Gordon y LewisTambs (Ed.): Documento Santa Fe I, «Las relaciones interamericanas: Escudo de la seguridaddel nuevo mundo y espada de la proyección del poder global de Estados Unidos», mayo de1980, en: http://www.offnews.info/downloads/santafe1.PDF.Consultado: marzo 2019.

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proyecciones políticas que dencuenta de una autonomía compro-metedora de la beligerancia políti-ca regional de Estados Unidos o susinstituciones.

2. Presencia de otras potencias quedesafíen la posición privilegiada deEstados Unidos en la región, comohan sido los casos de la Unión So-viética, Japón y más recientemen-te, China.

La Estrategia de Seguridad Nacio-nal (ESN) de Estados Unidos (diciem-bre de 2017) caracteriza el momentoactual como una era de «fuerte com-petencia de poder», en la que variasnaciones extranjeras han empezado,a «ejercer su influencia a nivel regio-nal y global» y están «disputando lasventajas geopolíticas [estadouniden-ses], intentando revertir el orden in-ternacional existente».3

A diferencia de la administraciónObama en la que las principales ame-nazas provenían del terrorismo inter-nacional y sus organizaciones, la admi-nistración Trump pone el foco en lasamenazas provenientes de las llamadaspotencias revisionistas: Rusia y China.

En la citada estrategia de seguridad,se plantea que tanto China como Ru-sia orientan sus inversiones a los paí-ses en desarrollo con el objetivo deexpandir su influencia en esas regio-nes y sacar ventajas con relación a Es-tados Unidos. En el caso de China sefocaliza en sus inversiones en infraes-tructura. Para enfrentar esta compe-tencia, la ESN 2017 argumenta que

Estados Unidos debe modernizar susherramientas financieras para que lasempresas estadounidenses tengan in-centivos inversionistas en los países endesarrollo y no quedar retrasados conrelación a terceros en la utilización delas inversiones y proyectos para am-pliar su influencia. Esta reacción pare-ce totalmente lógica tratándose de unadisputa con otras potencias; sin em-bargo, parece contradictoria con lasformulaciones de campaña e inicios dela administración Trump, caracteriza-da bajo el slogan de America first bajoel cual se convocaba a las empresasestadounidenses a la inversión domés-tica. No obstante, esto podría ser unacorrección parcial de la política previa-mente formulada.

El debate acerca de si América La-tina y el Caribe es importante o esestratégica para la política de EstadosUnidos es un tema al que se dedicabastante tiempo en la academia lati-noamericana. Cualquiera sea el crite-rio que se tome para caracterizar laprioridad que representa esta área enla política exterior estadounidense, nohay lugar a dudas que la regiónes unfoco central y un disparador de lassuspicacias y sensibilidades del gi-gante norteño, cualquiera sea el sig-no político de la administración deturno, aunque las proyecciones demó-cratas y republicanas difieran en elnivel de estructuración y soporte con-ceptual de las políticas hacia la región,como se profundizará más adelante.

En un balance retrospectivo de cuá-les son los factores en torno a los que

3 Cfr. National Security Strategy of the United States of America, diciembre de 2017.

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55América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

Estados Unidos articula sus relacio-nes con la región teniendo en cuentalas relaciones de esta con el resto delmundo, podrían mencionarse tres cri-terios:

1. Existencia de potencias que dispu-ten hegemonía y/o influencia en laregión, sean ellas aliadas o adver-sarias de Estados Unidos. Cuandose trata de potencias adversarias alas fricciones derivadas de la pre-sencia, se agrega la politización dela relación.

2. La función estratégica que tienecada país o subregión para la polí-tica estadounidense, con énfasis enla localización de infraestructurascríticas y recursos estratégicos. Suimportancia deriva de dos conside-raciones: primera, su relevanciacomo suministradores de seguri-dad en el sentido amplio de la pa-labra a Estados Unidos; segunda,obstaculizar el acceso a esasinfraestructuras o a esos recursosa sus competidores, sean potenciasrivales o socias.

3. Los matices que diferencian laspolíticas hacia América Latina y elCaribe de las administraciones de-mócratas y republicanas.

En la segunda mitad del siglo XX,Estados Unidos identificó como ame-naza externa la influencia de la ex-Unión Soviética, quien a través deCuba era asociada a los movimientosde liberación nacional y a la expan-sión de la ideología marxista en elárea, particularmente en Centro-américa; en aquel momento, la región

latinoamericana, y de manera espe-cial las subregiones centroamericanay caribeña fueron consideradas unapieza clave en la llamada «conten-ción» del comunismo, después de laexperiencia sandinista.

Con relación al segundo factor, esimportante subrayar que, si bien pue-den existir muchos espacios en la re-gión que cumplan esa condición, exis-ten fronteras que funcionan como la«raya roja» que no debe ser traspasa-da y exteriorizan los límites de la to-lerancia o la paciencia estratégica. Unainfraestructura crítica como el Canalde Panamá es uno de esos espacioscon capacidad «detonante de las alar-mas». La percepción de riesgo parala seguridad de esos espacios marcamomentos de inflexión de las políti-cas, endurecimiento del discurso con-servador y críticas a las políticas pre-cedentes.

Matices que diferencian la proyección dedemócratas y republicanos hacia la región

De manera general puede afirmar-se quela continuidad es el rasgoprevalecienteen la política hacia la re-gión entre las administraciones de-mócratas y republicanas; no obstan-te, es posible identificar matices, queaun cuando no cambian la esencia,sí condicionan percepciones e imá-genes diferentes sobre las relacionescon Estados Unidos. Bajo las admi-nistraciones de un signo se produ-cen reformulaciones y críticas a lospostulados de la administración delotro partido.

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Refiriéndose a esas diferencias, enlos años ochenta Luis Maira escribía:«(…) los anuncios más drásticos dereformulación de las políticas anterio-res y la elaboración de las principalesconstrucciones ideológicas han corres-pondido a administraciones demócra-tas (…)»,4 y más adelante señalaba:«Normalmente, las políticas plantea-das en los gobiernos demócratas seinician con agudos ejercicios univer-sitarios destinados a poner de mani-fiesto las carencias y limitaciones deuna cierta política».5 Tales ejerciciosconcluyen con una propuesta que su-pone la readecuación de la política delDepartamento de Estado hacia la re-gión. Las nuevas propuestas, explicaMaira,encuentran escollos en aquellosburócratas que deben implementarlasy no comparten las ideas del Ejecuti-vo y apuestan por continuar por lostrillados caminos de la política prece-dente, por lo que, finalmente, la nue-va política se desfigura, y sin previadeclaración de su reversión, las vie-jas políticas se van imponiendo; otroobstáculo son las reticencias del Con-greso a otorgar mayores recursos re-queridos por las nuevas propuestas.6

En el caso de las administracionesrepublicanas, Luis Maira explica queestos «(…) deciden sus políticas den-tro de una metodología y un marcoteórico que sigue de cerca la tradi-ción «pragmática» y «factualista»

predominante en el pensamiento so-cial norteamericano, por lo que des-cuida la espectacularidad de las nue-vas formulaciones y dan preferenciaa los aspectos políticos y comercialesmás concretos de las relaciones bila-terales con los diferentes países lati-noamericanos».7

La elaboración de las políticas ha-cia América Latina y el Caribe de losrepublicanos también difieren de lasde los demócratas en el sentido deque las nuevas pautas son elabora-das en grupos de trabajo especialescon la presencia de antiguos funcio-narios de gobierno con perspectivasmuy conservadoras. Esto les ocasionamenos contradicciones con los burócra-tas del Departamento de Estado y deSeguridad Nacional. Su contraparte enla región son las élites más cercanas alas perspectivas estadounidenses, cu-yas opiniones son asumidas como ter-mómetro de la realidad regional.8

De lo expuesto sería simplista de-ducir que todas las administracionessiguen fielmente el protocolo delosmodelos explicados. Ello depende delos contextos en que tiene lugar lagestión y la percepción de amenazasen el mismo, entre otros factores.Generalmente, los períodos que mar-can mayores grados de autonomíaregional, los conservadores estado-unidenses los atribuyen a las debili-dades de las políticas, lo cual lleva a

4 Luis Maira: «América Latina, pieza clave en la política de contención de la administraciónReagan», Cuadernos Semestrales del CIDE, No.9, primer semestre de 1981, México, DF, p.215.5 Ibídem, p. 216.6 Ídem.7 Ídem.8 Ídem.

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57América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

«correcciones» de las mismas queimplican endurecimiento de su retó-rica política, la reactivación de lasopciones de fuerza y la reivindicaciónde la Doctrina Monroe como pilar dela política hacia la región.

La caracterización hecha por LuisMaira conserva su validez como ins-trumento de análisis y es posible iden-tificar similitudes entre la proyecciónde la administración Trump hacia laregión latinoamericana y caribeña anteel presupuesto de las amenazas chi-na y rusa, y la administración Reagande cara a la amenaza soviética en losinicios de la década de los ochenta.

En el caso de la administraciónReagan, es posible encontrar las líneasmás duras desde la perspectiva con-servadora en el conocido informe San-ta Fe I y en el caso de Trump, en dis-cursos y posiciones de funcionariosgubernamentales como Mike Pence,RexTillerson y Mike Pompeo.

Reagan y el informe Santa Fe I

En los finales de la administraciónCarter, previo a la asunción deReagan,un pequeño grupo de conservadoresliderados por Roger Fontaine se re-únen bajo el nombre de Comité de San-ta Fe. Este comité emite los cuatro in-formes conocidos como Documentosde Santa Fe, de los cuales públicamentesolo se conoce el contenido de tres de

ellos (1980, 1988 y 2000). Estos docu-mentos están orientados a revelar lasamenazas al poder y la influencia deEstados Unidos, y a ofrecer medidaspara neutralizarlas y recuperar/forta-lecer su papel en la región.

Este trabajo fija su atención en elDocumento Santa Fe I, donde se re-conoce que la Doctrina Monroe cons-tituyó un pilar de la política latinoa-mericana de Estados Unidos, cuyoobjetivo en su momento fue evitar que«[…] cualquier poder europeo en ex-pansión obtuviera avances estratégi-cos en el Nuevo Mundo […]»9 y sinambages, haciendo referencia a la con-trovertida Doctrina proclama «[…]que ciertas actividades en el Hemis-ferio Occidental no podrían ser inter-pretadas “de ninguna otra forma queno fuera como manifestaciones noamistosas hacia Estados Unidos”».10

En las conclusiones del documentoexplícitamente se plantea la necesidadde revitalizar esa Doctrina.

Otra idea casi axiomática plantea-da en el documento es que para Esta-dos Unidos poder jugar un papel deEstado equilibrador no basta con pre-servar el statu quo, sino que es nece-sario mejorar su posición relativa depoder so peligro de ser desplazadopor sus competidores, y en el mo-mento en que es lanzado Santa Fe I,el poder que desafiaba su influenciaregional era la Unión Soviética, con elapoyo de Cuba.

9 L. Francis Bouchey, Roger W. Fontaine, David C. Jordan, Gordon Summer y Lewis Tambs(Ed.): Documento Santa Fe I: «Las relaciones interamericanas: Escudo de la seguridad delnuevo mundo y espada de la proyección del poder global de Estados Unidos», en:http://www.oocities.org/proyectoemancipacion/documentossantafe/santafei.doc. Consultado:agosto de 2018.10 Ídem.

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A la Unión Soviética se le acusabade aprovechar la ineficiencia de losformuladores de política estadouni-dense y de ganar terreno vinculandoel marxismo al nacionalismo y alantinorteamericanismo.11

El informe considera que EstadosUnidos no debe inmiscuirse en el de-rrocamiento de gobiernos autoritariossi ellos no soncomunistas, con lo cualse reclama a la administración Carter,la que a la vez tenía una posición pa-siva frente a la expansión comunista.El documento muestra el desacuer-do con políticas tolerantes hacia el«pluralismo ideológico» cuya mani-festación más clara en el período alque hace referencia Santa Fe I, fue lacoincidencia en la gestión guberna-mental en varios países de líderes in-clinados a la izquierda: Linden ForbesBurham (Guyana), Michael Manley(Jamaica), MauriceBishop (Granada),Daniel Ortega (Nicaragua), enCentroamérica.

Tampoco resulta aceptable para elComité de Santa Fela presencia desocios como Europa y Japón en laregión. En tal sentido se alega queBrasil, México y Argentina desarro-llaron la energía nuclear con sociosextrahemisféricos, lo que evalúa ge-neró pérdidas de ingreso y deliderazgo.

La cuestión del traspaso de la ges-tión canalera a Panamá según losacuerdos entre el general OmarTorrijos y Carter, es, después de laamenaza cubano-soviética, el tema

cuya presencia se hace sentir con ma-yor intensidad en el documento. Enprimer lugar, señala lo erróneo de laidea de la administración Carter entorno a que un «nuevo acuerdo equi-tativo con Panamá, respecto al Canal,podría servir a los intereses de Esta-dos Unidos no sólo en Panamá, sinoen toda América Latina».

De manera abierta se reconoce el«valor estratégico vital» del Canal dePanamá para la mayor parte de lospaíses del hemisferio. El documentorevela la preocupación de cuál seríala forma más conveniente para en-frentar un fracaso de los tratados sus-critos por Carter, y en esa direcciónsugiere que una opción aceptablesería poner el Canal bajo la protec-ción de la Junta Interamericana deDefensa (JID), la que garantizaría quetodos los países del hemisferio tu-vieran acceso a los servicios del Ca-nal. Pero la propuesta no se deteníaahí: junto a la revitalización de laOEA, instaba a relocalizar esa orga-nización de Washington a Panamá,lo que interamericanizaría el Canal ygarantizaría su protección.12

En flagrante desacato de la sobera-nía panameña propone: «Si trasladá-ramos la JID al Canal, estableciéramosuna zona de seguridad bajo las dieci-nueve banderas de la JID y relizáramosejercicios combinados, los países libresdel continente americano estaríamoshaciéndole saber a los soviéticos y asus aliados comunistas en este Hemis-ferio, que nos encontramos listos,

11 Ídem.12 Ídem.

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59América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

deseosos y capaces de defender nues-tros intereses vitales».13

No siendo suficiente la intromisiónproponen que las operaciones de lamencionada infraestructura podríanejecutarse por personal panameño omediante contratistas privados.14

La convulsa situación centroame-ricana se vincula a la ayuda cubana yde ello se deriva la preocupación deque esa inestabilidad propicie opor-tunidades para Cuba y la Unión So-viética buscando el petróleo y el ac-ceso al Canal en México y Panamá,respectivamente. Frente a estos peli-gros, el informe Santa Fe I proponelanzar una nueva política para el áreadel Gran Caribe consistente en brin-dar ayuda a los países que estén bajoataque de las minorías armadas.15

Dicha política combinaría los elemen-tos más efectivos de la DoctrinaTruman con la Doctrina Monroe.

En resumen, las ideas fuerza delinforme Santa Fe Ison: revertir las fle-xibilidades de la política estadouni-dense para la región, que pudieranser interpretadas como debilidadespor los poderes externos y los adver-sarios internos, ante lo que se propo-ne endurecimiento de la política, apli-cación de la fuerza si fuere necesario;reafirmación de la Doctrina Monroe,en cuyo legado hasta la presenciaamistosa y pacífica de aliados puededevenir amenaza; la confirmación deleje soviético-cubano como el adver-sario capaz de subvertir el orden; y

el peligro de que las débiles y erró-neas proyecciones estadounidenseshacia la región y su tolerancia frentea los adversarios pusieran en peligrosu acceso a recursos críticos como elpetróleo y a infraestructuras críticascomo el Canal de Panamá.

Con relación al Canal de Panamá, elgran temor de Estados Unidos era queen cumplimiento de los acuerdosTorrijos-Carter en el año 2000, el Canaly la gestión del mismo pasaban a ma-nos de Panamá, lo cual acercaba el pe-ligro de que este se convirtiera en unárea de influencia cubano-soviética.

Por tal motivo se «afinaron» dife-rentes escenarios que hicieran acep-table por la comunidad internacionalla abrogación de los acuerdos. Entreesas opciones estaban la desestabili-zación del país acusando a altos ofi-ciales de las Fuerzas de Defensa dePanamá de tráfico de drogas, de co-operar con terroristas latinoamerica-nos, de fraude electoral durante laselecciones presidenciales, y de estarvinculados a los servicios de inteligen-cia cubano y de Estados Unidos.16

Para el año 2000 la Unión Soviéticano existía, pero para Estados Unidosaparecía otra amenaza: la emergen-cia de China como potencia global.

Siglo XXI: China incursionaen América Latina y el Caribe

Demanera gradual, pero creciente,sobre todo en la segunda década del

13 Ídem.14 Ídem.15 La llamada Iniciativa de la Cuenca del Caribe lanzada por Reagan responde a esta sugerencia.16 Cfr. Julio Yao: El Monopolio del Canal y la invasión, en proceso de edición.

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presente siglo, la presencia china enla región avanza no solo en la esferaeconómica, lo hace también en losámbitos político y cultural. En estesentido llama particularmente la aten-ción la proyección del gigante asiáti-co como articulador de propuestasqueabren espacios a la región en elmegaproyecto global que lidera: UnaFranja, Una Ruta.17

En el imaginario latinoamericanoy caribeño mejora la percepción so-bre China: En el imaginario latino-americano la percepción sobre Chinaha evolucionado del miedo derivadotanto de su sistema político, como delas diferencias culturales, a ser consi-derado un socio económico con el

cual casi todos los países buscan fo-mentar sus intercambios.

En la evaluación del papel de Chi-na hacia la región existen opinionesno coincidentes. Entre los aspectos asu favor se señalan: la diversificaciónde las relaciones económicas, el nocondicionamiento político, receptivi-dad a las demandas de la región, elacceso al financiamiento, interés en eldesarrollo de la infraestructura, etc.Los detractores de la presencia chinaargumentan la profundización de lainserción primario-exportadora, lacompetencia con los productos de laregión en los mercados (nacionales yregionales), no tener en cuenta losestándares medioambientales,18 la

17 En este acápite se han utilizado y actualizado (cuando ha sido posible) los resultadoscorrespondientes al Capítulo titulado: Tendencias hacia el 2020 de las relaciones de AméricaLatina con actores globales relevantes para la región (Estados Unidos, Unión Europea y China)del proyecto de integración del CIPI.18 Lo cual no es privativo del país asiático.

2007 2017 Desfavorable Favorable Desfavorable FavorablePerú 22 56 25 61Brasil 40 50 25 52Venezuela 34 61 29 52Chile 22 62 28 51Colombia - - 33 43México 41 43 23 43Argentina 31 32 26 41Bolivia 29 46 - -

Fuente: Andrew Kohut: How the World Sees China, Global Attitudes & Trends, en PewResearch Center, 2007. En:http://www.pewglobal.org/2007/12/11/how-the-world-sees-china/; RochardWike; Jacob Poushter; Laura Silver y Caldwell Bishop: Globally, More NameU.S. Than China as World’s Leading Economic Power. But balance shifts in eyes of some key U.S.trading partners and allies, Pew Research Center, 23 de Julio de 2017. En:http://asse ts .pewresearch .org/wp-content/uploads/s i tes/2/2017/07/13130720/PG_2017.07.13_Views-on-China_Full-Report.pdf.

Tabla 1. Visión sobre China (2007 y 2017).

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baja calidad de los productos, resis-tencias político-culturales, entre losmás utilizados.

Según Pew Research Center del2007 al 2017, la tradicional percep-ción desfavorable sobre China se hareducido en casi todos los países dela región, y la evaluación positiva hacrecido particularmente en Perú y Ar-gentina.

Este cambio de percepción se ha vis-to beneficiado por la crisis, el creci-miento económico chino en ese con-texto, lo que aceleró la demanda derecursos naturales, y consecuentemen-te la elevación del precio de los llama-dos commodities, la expansión de sumercado interno, la acelerada moder-nización del país, su peso en la econo-mía global, etc. Pero lo decisivo para

su aceptación ha sido su arribo en unmomento de relativo repliegue de Es-tados Unidos, unido al crecimiento dela región (en cierta medida impulsadopor la demanda asiática) ante lo cualChina ha ofrecido préstamos,financiamientoe inversiones y ha mos-trado su disposición a renovar la de-teriorada e insuficiente infraestructu-ra latinoamericana. Es decir, que losbeneficios económicos derivados de larelación con el país asiático como com-plemento a las existentes con sociostradicionales de la región afectados porla crisis han sido el factor clave que hafavorecido el cambio de percepción.

Comercio e inversión: La siguien-te tabla muestra el crecimiento queha experimentado el comercio conChina, siendo en la segunda década

Año Exportaciones Importaciones Intercambio comercial2001 5279984 10355643 156356272002 6506033 12482567 189886002003 11267444 18101636 293690802004 14330276 27927091 422573672005 19135168 36414573 555497412006 23137266 54766493 779037592007 34971477 75351223 1103227002008 40480952 98416490 1388974422009 47417349 82826659 1302440082010 68580030 121527504 1901075342011 87247547 153375458 2406230052012 84412282 167384349 2517966312013 93583024 178516832 2720998562014 96772915 183200261 2799731762015 81639183 179192828 2608320112016 80317060 162245051 2425621112017 80980441 144297057 225277498

Tabla 2. Comercio entre China y América Latina (miles de dólares)

Fuente: COMTRADE, 2018.

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de este siglo cuando se produce unincremento más significativo. Si bienen los últimos tres años para los quese dispone de información se han pro-ducido caídas sucesivas del intercam-bio, ello se explica porque la evolu-ción de la relación comercial con Chi-na está supeditada a los vaivenes delos precios, en particular, y del cicloeconómico, en general.

Una evaluación crítica de esta rela-ción debe tomar en consideración lossiguientes elementos: la balanza co-mercial regional con el país asiáticoes negativa (solo es superavitaria paraBrasil, Chile y Perú); la concentraciónde las exportaciones latinoamericanasen un reducido grupo de productoscon bajo valor agregado (soya cobre,hierro y petróleo responden por casiel 70% de los envíos a China);19 y eldesplazamiento productores locales yde socios regionales tradicionales.20

No obstante, el gobierno chino se hamostrado receptivo al estado de opi-nión no favorable que genera esa es-tructura del intercambio y en el lla-mado segundo Libro Blanco de laPolítica de China hacia América Lati-na (2016) se expresa la voluntad decorregir esta distorsión. Esta disposi-ción es algo inédito para la región enel marco de relaciones entre socios tanasimétricos.

La posición relativa de China enel comercio regional con respecto aotros actores globales da cuenta desu avance como socio comercial.Sibien Estados Unidos se mantienecomo el principal socio comercial, laUnión Europea fue desplazadadelsegundo lugar como suministradorapor el país asiático desde el 2010,21 yen tendencia puede serlo tambiéncomo receptora de los productos la-tinoamericanos. De hecho, Brasil,Chile y Perú en el 2014 ya tenían aChina como primer socio comercialen ambas direcciones.

El papel de China como inversio-nista en la región ha mostrado unadinámica ascendente: 2000-2005 pocapresencia de la inversión directa chi-na en la región; en el período 2006-2009 se observa un rápido incremen-to de este indicador, América Latinay el Caribe reciben inversiones chinaspor 14 359 millones de dólares, quegeneraron 32 000 empleos; y entre2010-2017 se produjo el mayor aumen-to al alcanzar un monto en el períodode 91 000 millones de dólares y la crea-ción de 247 840 puestos de trabajo.22

En materia de inversiones la parti-cipación china se ha elevado notoria-mente en los últimos años. El mayordinamismo del proceso inversionistachino en la región ocurre a partir del

19 CEPAL: Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe yChina. Segunda Reunión Ministerial del Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanosy Caribeños (CELAC) y China. Santiago de Chile, enero 2018.20 Cfr. José Durán Lima y Andrea Pellandra: «La irrupción de China y su impacto sobre laestructura productiva y comercial en América Latina y el Caribe», Serie Comercio InternacionalNo. 31, CEPAL, Santiago de Chile, febrero 2017.21 CEPAL: Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe yChina, ob. cit.

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año 2010. Entre 2005 y 2016 los flujosde inversión hacia América Latina yel Caribe procedentes de China, re-presentaron un 5% de la IED recibidapor la región en ese período.

En el año 2017 China fue el princi-pal inversionista en la región bajo lamodalidad de fusiones y adquisicio-nes, cuyo volumen representó el 42%del total (18 000 millones de dólares).23

La mayor parte de estas adquisicio-nes tuvieron lugar fundamentalmenteen Brasil, donde se produjo la mayoroperación de esa índole con la adqui-sición de una de las mayores empre-sas de energía del país, dedicada a lageneración y distribución en los quetiene el 14,3% del mercado, lo que lepermite un fuerte posicionamiento.24

Esta adquisición se enmarca en la es-trategia china de aumentar su presen-cia en los sectores de infraestructura,energía y servicios públicos.

Los principales receptores de inver-sión en la región son Brasil, Perú yArgentina.25

La inversión china en primer mo-mento estuvo orientada hacia la mi-nería, las energías fósiles y automó-vil y autopartes, pero a partir del año2013 los sectores a donde se ha diri-gido la inversión es importante dife-renciar dos momentos, ya que a par-tir del se registra una mayor partici-pación del sector de los servicios yenergías renovables.

A las nuevas inversiones, fusionesy adquisiciones chinas en AméricaLatina y el Caribe, deben sumarse loscontratos de construcción que hansido adjudicados a empresas de esepaís en la región, en muchas ocasio-nes por entidades estatales latinoame-ricanas y caribeñas, y que dan visibi-lidad a la presencia china. Entre 2011y 2016 fueron adjudicados contratosde este tipo por valor de 40 000 mi-llones de dólares, monto superior alde las fusiones y adquisiciones y nue-vos contratos en ese período. Losprincipales sectores donde se concen-traron fueron energía (66%) y trans-porte (16%), de las cuales el 40% co-rrespondió a megaproyectos hidro-eléctricos.26

La emergencia de China comoacreedor es otro de los pilares de supresenciaregional. Los créditos chinostienen a su favor que no implicancondicionamientos políticos, aunquecomo en el caso de otros prestamis-tas internacionales, de manera vela-da plantean en algunos casos la con-tratación de suministros a empresaschinas.

Los préstamos chinos entre 2005 y2016 sumaron 141 000 millones de dó-lares, superiores en monto a los otor-gados por el BID, el Banco Mundial yla CAF a la región en ese mismo pe-ríodo; no obstante, es conveniente pre-cisar que ni por los receptores ni por

23 CEPAL: La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2018, (LC/PUB.2018/13-P), Santiago, 2018.24 Ídem25 Enrique Dussel Peters: ob. cit.26 CEPAL: Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe yChina, ob. cit.

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los sectores a los que van dirigidos hansignificado una competencia para lasfuentes tradicionales de financia-miento, incluidas las multilaterales. El93% del valor de los préstamos se con-centra en Venezuela, Brasil, Ecuadory Argentina. También países caribeñoscomo Trinidad y Tobago, Jamaica,Guyana, Barbados y Bahamas, hansido receptores de los préstamos pro-venientes de ese país. En algunosacuerdos de préstamo se incluyó elcompromiso de venta de petróleocomo contrapartida por los créditosrecibidos.27

China no ha planteado la afinidadpolítica como criterio para el otorga-miento de los créditos aunque coin-cide que los principales receptoresfueron países en los que se habíanproducido cambios políticos y a losque se dificultaba el acceso a las fuen-tes de financiamiento tradicionales,y en algunos de ellos están localiza-dos importantes yacimientos de pe-tróleo, por lo que según refiereCEPAL en las cláusulas de los crédi-tos se incluyó el compromiso de ven-ta de hidrocarburos como condición.28

La mayor parte de los préstamoschinos 2005-2016 han sido estatales

tan solo el Banco de Desarrollo deChina con presencia en Venezuelay Brasil participó en el 80% de losmismos, y el resto corresponde alBanco de Exportaciones e Importa-ciones (EXIMBANK) y a otros dosbancos.29 El Banco de China tienepresencia en Panamá, Colombia yBrasil y el Banco de Construcción deChina en Brasil y Chile.30 La presen-cia de los bancos chinos responde alos lineamientos de la política exte-rior china hacia la región.

A las formas tradicionales definanciamiento como los créditos, elBanco Central ha sumado los acuer-dos de canje por un monto cercanoa los 49 000 millones de dólares,distribuidos en cuatro países: Argen-tina (11 000 millones de dólares), Bra-sil (30 000 millones de dólares), Chi-le (8 000 millones de dólares) ySurinam (160 millones de dólares).31

En este proceso expansivo de las fi-nanzas chinas, Chile pareciera eri-girse en la puerta financiera haciaAmérica Latina y el Caribe: la filialchilena del Banco de Construcción deChina es el primer banco latinoame-ricano autorizado para las operacio-nes de liquidación en Renminbis.32

27 Cfr. Rolando Avendano; Angel Melguzo y Sean Miner: Chinese FDI in Latin America: NewTrendswith Global Implications, Atlantic Council Adrienne Arsht Latin America Center yOECD Development Center, junio 2017 y CEPAL: Explorando nuevos espacios de cooperaciónentre América Latina y el Caribe y China, ob. cit.28 CEPAL: Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe yChina, ob. cit.29 Ídem.30 Ídem.31 Ídem.32 Cfr. CEPAL: Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribey China, ob. cit.; Xi Jinping:«Crear juntos un porvenir más espléndido para las relacionesentre China y Chile», El Mercurio, 22 de noviembre de 2016.

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La presencia china en la región através de las finanzas recurre tambiéna la creación de fondos,33 en esa di-rección se manejan.

Otro mecanismo de financiamientoque caracteriza la intervención de Chi-na en la región es la creación de fon-dos:34

• Créditos Preferenciales de 10 milmillones de dólares, otorgados porla vía bilateral a países con los quetienen relaciones diplomáticas, ges-tionados por el EXIMBANK.

• Crédito Especial China y AméricaLatina para la Infraestructura de 20mil millones, ejecutados por el Ban-co de Desarrollo Chino destinadoa apoyar los proyectos de infraes-tructura con la participación deempresas chinas en sectores como:energía, carretera, telecomunica-ción, puerto, logística, electricidad,minería y agricultura de los paíseslatinoamericanos y caribeños.

• Fondo de Cooperación China-Amé-rica Latina y el Caribe (integrado pordos componentes: Fondo de Financia-miento Conjunto de China para laRegión Latinoamericana y Caribeñay el Fondo de Inversión en TítulosAccionarios) de 5 mil millones de dó-lares. El primero es operado por elBID, de manera que solo tienen

acceso los países de la CELAC miem-bros de ese organismo, razón por laqueAntigua y Barbuda, Cuba, Domi-nica, Granada, San Cristóbal y Nie-ves, Santa Lucia y San Vincente y lasGranadinas no pueden ser beneficia-rios de estos recursos. En el 2018 laCEPAL hizo un llamado a China aapoyar a los países del Caribe en laobtención de créditos concesionalespara reestructurar su alta deuda,35

esta demanda supone una contradic-ción para China, ya que varios paísesde esa área tienen relaciones conTaiwán y existen limitaciones para lautilización de este tipo de finan-ciamiento para reestructurar deudas.

• Fondo Especial para la CooperaciónAgrícola China-América Latina y elCaribe, de 50 millones de dólares.

• Fondo de Cooperación en Capaci-dad Productiva entre China yAmérica Latina, de 10 mil millonesde dólares.

Si bien estos instrumentos benefi-cian a América Latina y el Caribe debesubrayarse que también contribuyena la internacionalización de las empre-sas chinas, a lo que se suma la obten-ción de réditos de credibilidad en elreconocimiento del yuan como mo-neda de reserva.36

33 La información fue captada de: ABC sobre el Foro China-CELAC, Departamento de AméricaLatina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, 2016 y «Fondo deCooperación China-América Latina entra en operación», 12-01-2016. En: http://spanish.xinhuanet.com/2016-01/12/c_135002529.htm.34 Ídem.35 «CEPAL destaca la relevancia y oportunidad de estrechar los vínculos entre China y AméricaLatina y el Caribe». Comunicado de prensa, 22/01/2018. En: https://www.cepal.org/es/comunicados/cepal-destaca-la-relevancia-oportunidad-estrechar-vinculos-china-america-latina-caribe.36 Este reconocimiento se lo otorgó el FMI en octubre de 2016.

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Si se toman como referencia lasmetas fijadas en el 2015 por el gobier-no chino para ser alcanzadas hacia elaño 2025, ello arroja que la de comer-cio ya alcanza un 53%37 de cumpli-miento y la de inversiones en un46%.38Atendiendo a tales avances conantelación a los plazos previstos, esprevisible los niveles de intercambiocomercial y financiero se consoliden.

Político-diplomático: El crecimien-to de la presencia china en la región,manifiesto en las crecientes relacionescomerciales y financieras, tiene sucorrelato en el ámbito político diplo-mático, y se retroalimentan. Hoy man-tienen relaciones diplomáticas conChina: Antigua y Barbuda, Argentina,Bahamas, Barbados, Bolivia, Brasil,Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba,Dominica, Ecuador, El Salvador, Gra-nada, Guyana, Jamaica, México, Pana-má, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago,Uruguay y Venezuela, según la infor-mación ofrecida en el sitio de la canci-llería china a la fecha de cierre de estetrabajo, marzo 2019.

Las relaciones con China pasan porun peculiar condicionamiento exclu-yente: la aceptación del principio deuna sola China. Este requerimientoimpacta de manera diferenciada a lospaíses de la región, muchos de loscuales mantienen relaciones con

Taiwán. Sin embargo, el crecimientoeconómico chino y el incremento desu capacidad y disposición a finan-ciar proyectos en el exterior han pro-piciado una reconsideración por par-te de varios países latinoamericanosde su reconocimiento estatal a la par-te taiwanesa. Los casos más notoriosson los de Costa Rica (2006), el dePanamá (2017) y El Salvador (2018).De manera que ha existido una tenden-cia a que, tras la profundización de lasrelaciones económicas, o a la aspiraciónde hacerlo, se produzca el estableci-miento de relaciones diplomáticas, uni-do al compromiso de apoyar lareunificación del territorio chino. Lapolítica exterior china tiene trazada unaclara hoja de ruta: convertir las relacio-nes económicas con América Latina yel Caribe en relaciones estratégicas.39

La revisión de los documentos ofi-ciales de la cancillería china permiteidentificar tres categorías indicativasdel nivel de profundidad de las rela-ciones con los países latinoamerica-nos y caribeños. El nivel inferior es elde Asociación de Cooperación Inte-gral (en unas ocasiones se omite eladjetivo integral), Asociación Estraté-gica, el segundo, y Asociación Estra-tégica Integral, el más alto.

La condición de Asociación Estraté-gica parece ser otorgada prolíferamente

37 «CEPAL destaca la relevancia y oportunidad de estrechar los vínculos entre China y AméricaLatina y el Caribe», ob. cit.37 Ídem.39 Cfr. Li Xin, académica del CICIR, en «La política exterior de China en pocas palabras»plantea: «Por primeravez se da tan profunda y extensa importancia estratégica a larelación entre China y América Latina. Ha llegado la hora de desarrollar las relacionesbilaterales de una manera integral, de enriquecer los contenidos de esta relación y de elevarla,del nivel económico, al nivel estratégico». En: https://www.uv.mx/chinaveracruz/files/2013/02/3-10-Articulo-Li-Xin.pdf.

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67América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

a muchos países siempre bajo el pre-cepto del reconocimiento de una solaChina, pero no resultan claras las di-ferencias de matices cuando se agre-ga el término integral. Sí queda clarauna política precisa de crear asocia-ciones, no alianzas.40 De la revisiónde documentos y discursos de líde-res chinos y latinoamericanos, se in-fiere que son niveles que se van esca-lando, después de cubrir etapas de

construcción conjunta, lo que no ex-cluye el salto de alguna de ellas encasos particulares.

De acuerdo a la información divul-gada por la cancillería china hoy nue-ve países ostentan la condición desocios estratégicos. En la categoría deAsociación Estratégica: Costa Rica(2015),41 Uruguay (2016)42 y Bolivia43,en la de Asociación Estratégica Inte-gral: Brasil (2012),44 Chile (2016),45

40 Song Yanbin: «La Política Exterior de China», diciembre de 2016. En: http://cr.chineseembassy.org/esp/xwdt/t1423594.htm. Consultado: marzo 2019.41 «Zhang Dejiang se reúne por Separado con Presidente de Venezuela y Presidente de CostaRica», 2015/01/09. En: http://www.fmprc.gov.cn/esp/wjb/zzjg/ldmzs/gjlb/gsdlj/3485/t1227671.shtml.42 Declaración Conjunta entre la República Oriental del Uruguay y la República Popular Chinasobre el establecimiento de una Asociación Estratégica (versión integral), 18/10/2016. En:http://www.fmprc.gov.cn/esp/wjdt/gongbao/t1407669.shtml.43 Xi Jinping Sostiene Conversaciones con Presidente Boliviano Evo Morales, los Jefes de Estadode Dos Países Decidieron por Unanimidad Establecer una Asociación Estratégica China-Bolivia,19/06/2018. En: https://www.fmprc.gov.cn/esp/wjb/zzjg/ldmzs/gjlb/3468/3470/t1570468.shtml.44 Comunicado Conjunto entre Brasil y China, Rio de Janeiro, 21 de junio de 2012. En: http://www.itamaraty.gov.br/pt-BR/notas-a-imprensa/3073-comunicado-conjunto-entre-brasil-e-china.45 «Xi Jinping sostiene conversación con presidenta Bachelet de Chile», 25 de noviembre de2016. En: http://www.fmprc.gov.cn/ce/cechile/esp/sbxw/t1418868.htm.

Tabla 3. Participación de China en mecanismos regionalesy subregionales latinoamericanos y caribeños

Fuente:BernadettLehoczki: Relations between China and Latin America: Inter-regionalism beyondthe Triad, Institute of International Relations, Corvinus University Budapest. En: http://unipub.lib.uni-corvinus.hu/2162/1/SE2015v37n3p379.pdf.

1990: Diálogo Político con el Grupo de Río1994: Observador de la ALADI1997: Miembro del Banco de Desarrollo del Caribe1997: Foro de Diálogo China – MERCOSUR2000: Mecanismo de Consulta Política y Cooperación China – CAN2004: Observador del PARLATINO2004: Observador Permanente de la OEA2005: Foro de Cooperación Económico-Comercial China-Caribe2009: Miembro del BID2013: Observador en la Alianza del Pacífico

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México (2013),46 Argentina (2014),47

Perú (2013),48 Venezuela (2014),49

Ecuador (2015).50

Un indicador de la prioridad ad-quirida por la región para la políticaexterior y la economía china es el nú-mero de visitas de figuras del más altonivel de los líderes del país asiático aAmérica Latina. A esto deben sumar-se los diálogos intergubernamentales,los encuentros presidenciales en elmarco de otros foros, etcétera.

Las relaciones bilaterales en los di-ferentes niveles descritos han sido laforma predominante, hasta etapasmás recientes donde se comienza aplantear la relación con la región comoun todo, aunque siempre la parte chi-na ha insistido en llegar a ese punto,de manera que las relaciones bilate-rales han sido utilizadas para lograrel compromiso latinoamericano deintroducir a China en los forossubregionales y regionales. Resultapertinente insistir en que China en sutránsito de potencia emergente a po-tencia global requiere del reconoci-miento y legitimación frente a otrosactores.

Con este propósito China ha bus-cado el acercamiento a los mecanis-mos regionales económicos y deconcertación en los que ha tenidouna participación discreta, ya quesu intención ha sido ampliar su pre-sencia y ganar aceptación en la re-gión.

En la OEA China no se ha desta-cado por sus pronunciamientos po-líticos, se ha limitado a la contribu-ción financiera. Por su parte, la OEApúblicamente adhiere la política deuna sola China.

Frente a los cambios en el escena-rio político de América Latina, WangYi, Canciller de la RPCH, ha declara-do que esto no afecta en nada las re-laciones con China51. Las evidenciasde la proyección política de China enla región sugieren la búsqueda de unarelación no mediada por la ideología(desideologizada) que le permitaacercarse a un espectro de países condiferente orientación y ser reconoci-da bajo su principio innegociable porla mayor parte de ellos.

El mayor avance en el ámbito re-gional ha sido la creación del Foro

46 «Xi Jinping sostuvo conversación con presidente mexicano Peña. Los dos jefes de estadoanunciaron elevación de relaciones sino-mexicanas a Asociación Estratégica Integral», 08/06/2013. En: http://www.fmprc.gov.cn/ce/cemx/esp/zmgx/t1073574.htm.47 Conversación telefónica entre Xi Jinping y presidenta argentina Cristina, 29/10/2014. En:http://www.fmprc.gov.cn/esp/zxxx/t1205794.shtml.48 «Conversación entre Xi Jinping y su homólogo peruano Humala», 6 de abril de 2013. En:http://www.fmprc.gov.cn/esp/zxxx/t1028822.shtml.49 «Conversación entre Xi Jinping y Presidente Venezolano Maduro. Los Dos Jefes de Estadoanunciaron Elevación de Relaciones entre China y Venezuela a Asociación Estratégica Integral»,2014/07/21. En: http://www.fmprc.gov.cn/esp/wjdt/wshd/t1177068.shtml.50 Declaración Conjunta entre la República Popular China y la República del Ecuador sobre elestablecimiento de la Asociación Estratégica Integral. En: http://www.fmprc.gov.cn/esp/zxxx/t1416851.shtml.51 Cfr. «Wang Yi habla sobre las relaciones entre China y América Latina: los tres “sin cambios”»,19/05/2016. En: http://www.fmprc.gov.cn/esp/wjb/wjbz/zyhd/.

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69América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

China-CELAC (FCC) en 2014, en elmarco de ese organismo regional deconcertación política y cooperación,primero en el que participan todoslos países latinoamericanos y cari-beños sin la presencia de EstadosUnidos. El Foro China-CELAC cons-tituye la principal plataforma de co-operación entre ambas partes, sinque pretenda desplazar o menosca-bar el papel de las relaciones bilate-rales. Desde la perspectiva regionalla creación de este foro implica elreconocimiento de la CELAC comoun interlocutor.

La publicación en ocho años dedos documentos considerados librosblancos de la política exterior haciaAmérica Latina y el Caribe muestrael interés creciente de China por laregión. Entre el primero y segundodocumento se aprecia el avance enla identificación de temas y áreasdonde pueden existir intereses com-partidos y la profundización delnivel de involucramiento con la re-gión. La siguiente tabla, sin preten-der agotar las diferencias entre am-bos documentos, recoge los puntosen que se producen saltos.

En ambos documentos se establecen los cinco principios de la coexistenciapacífica y el de una sola China como pilares del desarrollo de las relaciones.

Tabla 4. Documentos de la política exterior china sobre la regiónlatinoamericana y caribeña

Documento 2008 Documento 2016

Apoyo a los organismos regionales.

Señala que la cooperación entre am-bas partes está basada en los intere-ses respectivos.

A diferencia del primero no se hacereferencia a la riqueza de recursosnaturales de la región.

Se identifica la etapa actual de la re-lación de la región con China comoAsociación de Cooperación Integral,la que no excluye a nadie, ni está di-rigida contra terceros. Se reconocecomo Integral por la amplitud de es-feras que abarca, no adquiere el ca-rácter de asociación estratégica por-que todos los países no comparten elprincipio de una sola China.Nuevaconfiguración de las relaciones asen-tadas en: -políticas de sinceridad yconfianza mutua, -económico-comer-ciales de cooperación y ganancia com-partida, -relaciones culturales yhumanísticas de aprendizaje recípro-co, -estrecha coordinación en el pla-no internacional, regional y bilateral.

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70 Lourdes Regueiro Bello

En el segundo documento se planteaniniciativas concretas:3X3:-logística, energía eléctrica e informá-tica.-empresa-sociedad-gobierno-fon-dos, créditos y seguros1+ 3 + 6:1: Plan de Cooperación China-CELAC2014-20193: Tres motores: comercio, inversióny cooperación financiera.6: Sectores clave: energía y recursos,obras de infraestructura, agricultura,manufactura, innovación CT y tecno-logía informática.

Atendiendo al hecho de que las rela-ciones con el conjunto de la región sehan materializado en el Foro China-CELAC, se mantiene el énfasis en lasrelaciones bilaterales, a través de lascuales se profundizan los vínculosque adquieren carácter estratégico. Elénfasis en lo bilateral subraya que lasrelaciones con la región como un todono agotan los compromisos contraí-dos en el ámbito bilateral.

Pareciera recoger la crítica referida ala profundización de la estructuraprimario exportadora que propendeel intercambio con China, así como ala concentración en un reducido gru-po de productos. Corrigiendo esadistorsión el documento explícita-mente sugiere la diversificación y laincorporación de valor y contenidotecnológico a las exportaciones lati-noamericanas.

Incluye el tema de la cooperaciónen inversión industrial y capacidadproductiva. Se advierte un mayor

La relación con el conjunto de la re-gión se plantea como aspiración, entanto se reconocen las relaciones bila-terales como una vía para alcanzarlo.

Se plantea fomentar el intercambiocomercial equilibrado y optimizar laestructura del mismo.

Si bien se hace referencia a la coope-ración industrial lo hace de maneramuy general.

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71América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

Se limitaba a sugerir la instalación desucursales bancarias en la región.

Es parco en la formulación de la co-operación en energía.

Plantea la posibilidad de la participa-ción china en obras de infraestructura.

Promueve el intercambio académicoen general en áreas críticas para eldesarrollo.

compromiso con la industrializaciónde la región, en la cual las empre-sas chinas podrían participar a tra-vés de inversiones a lo largo de todala cadena en varios sectores, inclu-yendo el del automóvil.

Plantea la cooperación entre institu-ciones financieras de la región y chi-nas y optimizar la red de sucursalesen ALC.Plantea el pago en monedaslocales, y el uso del yuan en el co-mercio entre las partes.Impulsar eluso de los fondos financieros decooperación.Explorar nuevas formasde cooperación financiera diversifican-do los instrumentos de la misma, loque articula con lo planteado en el3 X 3.Plantea la cooperación con lasinstituciones financieras de la regiónpara los megaproyectos.

Detalla las posibles formas de ampliarla cooperación incluyendo todos loseslabones de la cadena, así como di-versas formas de financiamiento concláusulas de suministro de energía.

A los renglones enumerados en elprimer documento agrega el de ur-banismo y vivienda, logística comer-cial y de almacenamiento, así comoexplorar nuevas modalidades de co-operación como las Asociaciones Pú-blico Privadas (APP), que en la prác-tica latinoamericana es una forma en-cubierta de privatización.

Se mantiene lo estipulado en el pri-mer documento y lo amplía al inter-cambio de thinktanks de las partes.Además del otorgamiento de becas

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72 Lourdes Regueiro Bello

Fuente: Elaborado por Claudia Marín y Lourdes Regueiro, proyecto de integración, acápitereferido a: Tendencias hacia el 2020 de las relaciones de América Latina con actores globalesrelevantes para la región (Estados Unidos, Unión Europea y China).

educativas y de capacitación a latinoa-mericanos, se plantea el otorgamien-to de becas a jóvenes líderes.Plantea reforzar la coordinación enmecanismos financieros internaciona-les e impulsar la reforma de lagobernanza económica global.

Paradigmas teóricos: En la dimen-sión teórica no es posible identificarescuelas de pensamiento sobre la rea-lidad latinoamericana que permitanestablecer vínculos con tendencias teó-ricas en la región. Las líneas genera-les de pensamiento sobre las relacio-nes internacionales reconocibles gi-ran en torno a la defensa del librecomercio, la crítica del proteccionis-mo y el beneficio recíproco (concebi-do como ganar-ganar, por oposiciónal juego de suma cero) y estas sonideas refrendadas como base de losacuerdos y en los pronunciamientospolíticos. De manera explícita los di-rigentes chinos han manifestado suapoyo a los procesos de integraciónregional y subregional en AméricaLatina y el Caribe.

Lo más cercano a un texto norma-tivo de carácter teórico puede encon-trarse en dos documentos oficialesrectores de la Política de China Ha-cia América Latina y el Caribe (2008y 2016), aunque definitivamente esun documento político en el que

entrelíneas se puede identificar la ad-hesión al libre comercio.

China ha mostrado interés en unacercamiento a los centros de elabo-ración teórica en la región, lo que hatenido una buena acogida por la par-te latinoamericana. Se han hecho másfrecuentes los intercambios con cen-tros académicos chinos que cubren unamplio abanico temático de las reali-dades de ambas regiones.

El intento más relevante por su ni-vel de institucionalización que lo con-vierte en una vía de intercambio re-gular y con potencial incidencia en latoma de decisiones esel Foro de In-tercambio entre thinktanks de China yAmérica Latina creado en el año 2010con el objetivo de «(…) proporcionarel apoyo intelectual para la continuaprofundización de las relaciones en-tre China y América Latina».52 En oc-tubre de 2017 se celebró el IV ForoThinkTank China-América Latina y Ca-ribe, en esa oportunidad como I ForoAcadémico de Alto Nivel entre la Co-munidad de Estados Latinoamericanos

52 Breve Introducción sobre el Foro de Intercambio entre thinktanks de China-América Latinay el Caribe, 6 de julio de 2015. En: http://www.chinacelacforum.org/esp/zyjz_2/zylyflt/zlzkjllt/t1278805.htm.

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73América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

y el Caribe (CELAC),53 lo cual es unaseñal más del interés chino de otorgarreconocimiento a la CELAC, en contra-posición a Estados Unidos, quien no lareconoce.

No obstante, el intercambio acadé-mico en relaciones internacionales estáen una fase incipiente de desarrolloen comparación con las relacionesexistentes entre los centros de pensa-miento de Europa y Estados Unidos,los cuales tienen redes que los articu-lan con sus pares latinoamericanos.Esta etapa inicial de acercamiento yreconocimiento está más enfocada aldiagnóstico que a la evaluación y lapropuesta.

Geoeconomía y geopolítica

La inserción de China en el concier-to de las potencias globales tiene quedesafiar obstáculos económicos, po-líticos, ideológicos, culturales e inclu-so civilizatorios, pero su presencia enAmérica Latina y el Caribe enfrentaun escollo adicional: la intolerancia deEstados Unidos frente a la incursiónde otras potencias en la región queamenacen su posición privilegiada enla región.

La región latinoamericana tiene va-lor estratégico para China tanto des-de una perspectiva geoeconómicacomo geopolítica. Las actuales forta-lezas de China para influir en la

región latinoamericana y caribeña radi-can en la dimensión económico-comer-cial, y en la ampliación y consolidaciónde su posición político- diplomática enel ámbito latinoamericano y caribeño.

Mientras Estados Unidos bajo laadministración Obama se empeñabaen concluir las negociaciones delTranspacificPartnership (TPP), con eldefinido propósito de contener a Chi-na, o de pautar su actuación con re-glas convenientes a sus intereses,China en el año 2013 lanzaba unmegaproyecto que articula las rutasterrestres, marítimas y oceánicas deAsia, África, América Latina y el Ca-ribe, Europa y Medio Oriente: la Fran-ja Económica de la Ruta de la Seda yla Ruta Marítima del Siglo XXI (UnaFranja, Una Ruta, OBOR por sus si-glas en inglés). Esta iniciativa ha teni-do una amplia acogida tanto entrepaíses y gobiernos considerados so-cios de China, como entre los que venel desarrollo del país asiático con re-celos. Al cierre de este trabajo (mar-zo 2019) 152 países y organizacionesinternacionales habían firmado conChina documentos de cooperaciónrelacionados con la Iniciativa de laFranja y la Ruta,54 según informaciónde un vocero del legislativo.

La invitación a la región a formarparte de ese megaproyecto expresala voluntad política del gobiernochino de consolidar su presencia en

53 CEPAL: I Foro Académico de Alto Nivel CELAC China, 17-18 octubre 2017, CEPAL,Santiago, Chile. En: https://www.cepal.org/sites/default/files/events/files/agenda_foro_academico_china-celac_1.pdf.54 «Más de 150 países y organizaciones internacionales firman acuerdos de la Franja y la Rutacon China: portavoz», 6 de marzo de 2019. En: https://esp.yidaiyilu.gov.cn/noticia/china/81476.htm. Consultado: marzo 2019.

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74 Lourdes Regueiro Bello

la región. «China da la bienvenida aAmérica Latina y la región del Caribepara que participen en la construcciónde “la Franja y la Ruta”. América La-tina y la región del Caribe son un im-portante mercado emergente y unode los mayores socios comerciales deChina. China se esfuerza por conec-tar las estrategias de desarrollo conlos países latinoamericanos y cari-beños correspondientes y, a través delos conceptos, principios y formas decooperación de la construcción conjun-ta de “la Franja y la Ruta”, impulsa lacooperación pragmática en diversoscampos y amplia constantemente losintereses comunes».55

Las propuestas de China haciaAmérica Latina y el Caribe están muyenfocadas hacia problemas realescomo el de la infraestructura,conectividad, que con independenciade los beneficios que recibe (ganan-cia de las inversiones y proyectos enlos que participa, creación de vías parael suministro de recursos), son défi-cits acumulados que tiene la región,cuyo enfrentamiento Chinalo propo-ne desde una relación mutuamenteventajosa. A las iniciativas propues-tas se les ha calzado con disponibili-dad de financiamiento que resuelveun problema de liquidez en la región,mientras al país asiático le genera ga-nancias, acceso a recursos, a pasosmarítimos e impulsa la internaciona-lización de su moneda.

A través de estas iniciativas Chinaconstruye socios económicos de losque aspira obtener el apoyo a susprioridades en el campo de las rela-ciones internacionales: reconocimientode la política de una sola China y dela condición de economía de merca-do, que ya le ha sido otorgada porArgentina, Brasil, Chile, Costa Rica,Perú y Venezuela, exigencia paracompletar su adhesión a la OMC.

El primer país latinoamericano enlograr un acuerdo en el marco de laIniciativa Una Ruta, Una Franja, fuePanamá en el año 2017. Hasta el mo-mento (marzo 2019) dieciséis paíseslatinoamericanos y caribeños han fir-mado acuerdos en el marco de la Ini-ciativa de la Ruta y la Franja de laSeda, ellos son: Antigua y Barbuda,Barbados, Bolivia, Chile, Costa Rica,Dominica, Ecuador, El Salvador, Gra-nada, Guyana, Panamá, RepúblicaDominicana, Surinam, Trinidad yTobago, Uruguay y Venezuela.56

El soporte financiero de la OBORes el Banco de Infraestructura Asiáti-ca, en el cual varios países latinoame-ricanos han sido aceptados por la Jun-ta de Gobernadores. Es el caso deArgentina, Bolivia, Brasil (ProspectiveFounding Member), Chile, Ecuador,Perú y Venezuela.

Es conveniente precisar que Chinano está interesada en avivar contra-dicciones o desplazar a Estados Uni-dos en la región, pero en la encubierta

55 Oficina del Grupo Dirigente de Fomento de la Construcción de la Franja y la Ruta:Construcción conjunta de «la Franja y la Ruta»: Concepto, práctica y contribución de China,Ediciones en Lenguas Extranjeras, República Popular China, mayo 2017.56 Según información hasta el 26 de marzo de 2019 en la página web en inglés de la Iniciativa:https://eng.yidaiyilu.gov.cn.

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75América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

pulseada entre ambos, la participa-ción latinoamericana y caribeña enOBOR, le abre nuevos espacios alpaís asiático, incluso en áreas críticascomo la del Canal y deja ver las habi-lidades de China como articulador deuna propuesta que ha generado ex-pectativas en los latinoamericanos (noexentas de temores y preocupaciones)por su capacidad de atraer inversio-nes. Esto marca la diferencia con Es-tados Unidos, quien se ha empeñadoa fondo en sembrar la desconfianza ypresionar para contener el avance desu competidor, pero a cambio no haofrecido nuevas propuestas que alien-ten a renunciar a la oferta china.

Nuevamente Panamá…

Las subregiones de Centroaméricay el Caribe son áreas sensibles paraEstados Unidos, ello se evidencia enla cantidad de iniciativas económicas,la mayor parte de ellas unilateralesoriginadas en ese país de las que hansido receptoras estas dos subregio-nes. Pero Panamá, dentro de esasáreas, ha sido y es particularmentesensible. Quizás no sea muy absolu-to decir que los límites de la toleran-cia estratégica de Estados Unidos sonlos espacios que previsiblemente pue-dan ganar otras potencias con relaciónal Canal.

Por ello no es de extrañar que,comorevela el analista político y asesordurante el gobierno del General OmarTorrijos en las negociaciones de lostratados Torrijos-Carter, Julio Yao,

«En 1946, cuando la ONU pidió quelas potencias presentaran una lista desus territorios, EE.UU. anotó la Zonadel Canal, lo que fue objetado porRicardo J. Alfaro, quien explicó supertenencia a Panamá. De igual ma-nera, el mismo autor trae a colaciónel hecho de que al convocarse la Con-ferencia de Londres de 1956 para exa-minar la situación tras la nacionaliza-ción del Canal de Suez por GamalAbdel Nasser, Panamá no fue invita-da, lo que provocó una protesta de lacancillería panameña, a la que respon-dió John Foster Dulles, quien coordi-naba la Conferencia, que el Canal dePanamá era “un asunto doméstico deEstados Unidos”, no un problema in-ternacional, por lo que Panamá no te-nía por qué ser invitada».

En el año 2017 Panamá establecerelaciones con la República PopularChina y rompe con Taiwán, pero nosólo esto desde esa fecha ese país hafirmado 27 acuerdos con el país asiá-tico.57 Los acuerdos cubren áreas deturismo, inversiones, cooperación po-lítico-institucional, financiera, agricul-tura y desarrollo de infraestructura. Atodas luces es el país latinoamericanoque con mayor rapidez ha avanzadoen la materialización de proyectos, in-cluido el inicio de las negociacionespara alcanzar un tratado de libre co-mercio, del cual ya se han celebradovarias rondas.

Hasta el momento la mayor obrainiciada en el marco de la coopera-ción entre los dos países es el cuartopuente sobre el Canal que mejorará

57 El contenido de estos acuerdos puede verse en la página web de la cancillería panameña:https://mire.gob.pa.

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la conexión entre Ciudad de Pana-má y Panamá Oeste, tendrá una lon-gitud de 1 010 metros de largo, conun ancho de 51 metros y dispondráde seis carriles para autos y eje cen-tral por donde pasará la proyectadalínea 3 del Metro. La obra con un cos-to de 1 420 millones de dólares fueadjudicada mediante licitación públi-ca al consorcio, integrado por lasempresas China CommunicationsConstruction Company Ltd. (CCCC)y China Harbour Engineering Com-pany Ltd.58

El establecimiento de relaciones conPanamá califica como uno de los even-tos de mayor importancia para la can-cillería china en el año 2017. China esel segundo mayor del Canal de Pana-má, después de los Estados Unidos ya solo a cinco meses de cortar las re-laciones diplomáticas con Taiwán, elpresidente Varela viajó a Beijing a re-unirse con Xi Jinping, ocasión en quefueron firmados 19 acuerdos, inclui-do un estudio de factibilidad sobreun acuerdo de libre comercio.

Panamá es un pilar críticopara eldominio estadounidense del hemis-ferio occidental, tanto por el Canalcomo por ser el puente terrestre

hacia América del Sur a través de Co-lombia; también es una plaza clavepara China.

Importancia del Canal de Panamá paraEstados Unidos

Cualquier mapa sobre los lugaresestratégicos en el mundo reconoce elCanal de Panamá como una infraes-tructura crítica, quizás uno de los do-cumentos más sugerentes para ava-lar esta condición sea el cable del De-partamento de Estado revelado porWikileaksen el que se solicita identifi-car o actualizar el listado de infraes-tructuras y lugares clave localizadosfuera del territorio estadounidensecuya inutilización o destrucción pu-diera impactar negativamente la se-guridad, los suministros, o la saludde la nación norteña. El Canal de Pa-namá es mencionado explícitamentecomo nodo crítico de la cadena glo-bal de suministros.59 El Canal de Pa-namá conecta 144 rutas marítimas,tocando 1 700 puertos en 160 paísesdel mundo.60

En el año fiscal 2018 según infor-mes de la Autoridad del Canal, el62.8 % de la carga que transitó por el

58 «Presidente panameño considera obra del cuarto puente sobre el Canal como avance enrelación con China», 6 de diciembre de 2018. En: https://esp.yidaiyilu.gov.cn/noticia/news/73744.htm. Consultado: marzo 2019.59 Cable sobre los lugares estratégicos, según la diplomacia estadounidense, El País 05/12/2010, referido al cable enviado por el Dpto. de Estado bajo el título: Request for information:Critical Foreign Dependencies (Critical Infrastructure and Key Resources Located Abroad),18/02/2009, publicado en El País. En: internet:https://elpais.com/elpais/2010/12/05/actualidad/1291540631_850215.html. Consultado: octubre 2017.60 Entrevista a Eddie Tapiero (autor del libro La Ruta de la Seda y Panamá). ProgramaInfoanálisis del 30 de noviembre de 2018. En: https://www.omegastereo.com/infoanalisis-del-29-de-noviembre-de-2018-con-eddie-tapiero/. Consultado: marzo de 2019.

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77América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

Canal se originó en, o tuvo como des-tino los Estados Unidos61 y las princi-pales rutas de comercio a través delCanal involucran los intercambiosentre la costa este de Estados Unidosy Asia (51.2%),62 costa este de Esta-dos Unidos y costa oeste deSudamérica (17.5%)63, costa este deEstados Unidos y costa oeste deCentroamérica(7.8),64 y en menor pro-porción con relación al total, el comer-cio entre la costa Este y Oeste, vitalpara esa economía.

La siguiente tabla muestra en primerlugar la diversidad de enlaces para elintercambio que se ejecutan a través delCanal de Panamá, lo que le confiere unaimportancia estratégica que trasciendeel hemisferio; en segundo lugar, revelala importancia que reviste para Esta-dos Unidos (tanto para las operacionesde comercio exterior, como para el do-méstico); y en tercer lugar, da cuentade los crecientes intercambios con Asia,en los que presumiblemente China tie-ne el mayor peso.

Ruta comercial del buque

Tabla 5. Principales Rutas Comerciales del Tráficopor el Canal de Panamá65 (en miles de toneladas netas)

Costa Este EE.UU.-Asia 152,830 146,378 104,791Costa Este EE.UU.-Costa Oeste Suramérica 37,909 34,074 35,879Costa Este EE.UU.-Costa Oeste Centroamérica 23,210 23,273 15,965Europa-Costa Oeste Suramérica 22,957 25,145 21,769Costa a Costa EE.UU. 20,221 13,733 13,825Asia-Costa Este Centroamérica 17,731 15,657 10,505Costa a Costa Suramérica 14,555 20,778Costa Este Suramérica-Costa Oeste Centroamérica 12,564 12,901 6,760

Año Fiscal 2016, 2017 y 2018

CP/SUAB66

ToneladasNetas2017

CP/SUABToneladas

Netas2017

CP/SUABToneladas

Netas2017

61 «Canal de Panamá supera expectativa y cierra el año fiscal 2018 con histórico récord detonelaje», 11 de octubre de 2018. En: https://micanaldepanama.com/canal-de-panama-supera-expectativa-y-cierra-el-ano-fiscal-2018-con-historico-record-de-tonelaje/. Consultado:octubre de 2018.62 «Canal Ampliado alcanza hito de mil tránsitos neopanamax», 19 de marzo de 2017. En:https://micanaldepanama.com/canal-ampliado-alcanza-hito-de-mil-transitos-neopanamax/.Consultado: febrero de 2019.63 Ídem.64 Ídem.65 Solo incluye tráfico de naves de alto calado comerciales, aquellas que pagaron peajes mayoresa las tarifas mínimas implementadas en 1ro. de junio de 1998 (no incluye tráfico de navespequeñas comerciales).66 El sistema de arqueo del Canal de Panamá, conforme al Sistema Universal de Arqueo deBuques (CP/SUAB). Esta cantidad también incluye las toneladas CP/SUAB de los buquesportacontenedores y pasajeros.

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78 Lourdes Regueiro Bello

En acápites anteriores se plantea-ron las reacciones del ala más conser-vadora del Partido Republicano fren-te al traspaso de la gestión canalera aPanamá y el temor de que ello pu-diera significar su paso a manos desu adversario global, la Unión Sovié-tica. Pero no solo la Unión Soviéticafue vista con desconfianza. En losaños 80, Estados Unidos era conscien-

te de que en el futuro cercano se re-queriría la ampliación del Canal parapoder acoger a los buques de las di-mensiones requeridas para el comer-cio en el futuro cercano. Se manejabala opciónde construir otro Canal, oampliar el existente, en locual los pa-nameños planteaban la participaciónde Japón y Latinoamérica. EstadosUnidos veía con sumo recelo la parti-

Fuente: Estadísticas de Tránsito, Principales Rutas Comerciales del Tráfico por el Canalde Panamá. En:https://micanaldepanama.com/wp-content/uploads/2018/10/00-PrincipalesRutasComerciales.pdf. Consultado: marzo de 2019.

Costa Este Centroamérica-Costa Oeste Suramérica 11,893 6,797 6,497Costa a Costa Centroamérica 11,418 4,542 4,760Europa-Costa Oeste EE.UU. 9,553 13,858 12,318Antillas Asia 7,153 3,654 2,223Costa Este Suramérica Costa Oeste EE.UU. 6,928 5,784 6,169Costa Este EE.UU. Oceanía 6,447 4,978 5,619Costa Oeste Centroamérica Europa 5,581 2,318 2,757Costa Este Suramérica Asia 4,620 3,614 8,660Alrededor del Mundo 4,165 1,274 770Antillas Costa Oeste Suramérica 3,107 3,211 2,307Costa Este Centroamérica Costa Oeste EE.UU. 2,786 1,449 1,738Antillas Costa Oeste Centroamérica 2,408 3,924 2,529Costa Este EE.UU. Océano Pacífico 2,244 2,333 1,846Costa Oeste Canadá Europa 2,139 2,358 2,420Oceanía Costa Este Suramérica 1,571 2,110 1,663Antillas Costa Oeste EE.UU. 1,363 1,239 1,173Asia Europa 1,361 1,766 1,561Europa Oceanía 779 1,298 1,047Oceanía Costa Este Centroamérica 695 522 680Costa Este EE.UU. Costa Oeste Canadá 568 356 585Costa Oeste Suramérica Costa Este Canadá 565 378 283Costa Oeste Centroamérica África 485 647 813Costa Oeste Canadá África 358 292 424Costa Este Suramérica Costa Oeste Canadá 300 381 691Costa Oeste Suramérica Océano Atlántico 177 127 538Otras Rutas 50,537 41,622 31,530Total 441,177 402,770 329,952

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79América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

cipación japonesa, que era una poten-cia en ascenso.67 Con esto se quieresubrayar el celo con el que siemprefue examinado Panamá por parte deEstados Unidos.

Reacciones de Estados Unidos fren-te a la presencia china en AméricaLatina y el Caribe.

La respuesta de la administraciónTrump ante la «amenaza» china en suárea de influencia recuerda mucho lade Reagan. Al igual que aquella, par-te de la crítica a la administraciónObama, cuya debilidad quedó eviden-ciada en la controversial68 renuncia ala Doctrina Monroe, anunciada por elentonces Secretario de Estado JohnKerry en un discurso en la OEA en elaño 2013.

Un elemento común con la admi-nistración Reagan es que las proyec-ciones y políticas hacia la región hansido concebidas en los círculos másconservadores del gobierno y aun-que no ha existido, hasta el momen-

to, un equipo que haya elaboradoundocumento contentivo de sus ideasfundamentales. Estas se han hechopúblicas a través de discursos y con-ferencias por parte de altos funcio-narios del gobierno o de institucionesgubernamentales que han expuestolas principales amenazas que desafíanal poder de Estados Unidos y la esta-bilidad regional. Si bien la evaluaciónrealizada por estos actores abarca di-versas amenazas, este trabajo se con-centrará en los argumentos referidosa la amenaza china enunciados porRex Tillerson (exsecretario de Estado).Mike Pompeo (actual secretario de Es-tado), Mike Pence (vicepresidente), lapercepción del Comando Sur en losaños 2018 y 2019.

A continuación, se registran algu-nas de las ideas con que estos funcio-narios y exfuncionarios de orientaciónconservadora de la administraciónTrump han abordado la presencia chi-na en la región.

Tabla 6. Principales conceptos en la política de Estados Unidos sobre lasrelaciones entre China y América Latina y el Caribe.

-«Las naciones extranjeras […] reafirman su influenciaregional y global», y están disputando “Las ventajasgeopolíticas de Estados Unidos y tratando [en esencia]de cambiar el orden internacional a su favor”.

Mike Pence,vicepresidente

de EstadosUnidos69

67 Julio Yao: ob. cit.68 La derecha mostró su desagrado ante la declaración, mientras la llamada izquierda no locreyó.69 Mike Pence: Remarks by Vice President Pence on the Administration’s Policy Toward China,4 de octubre de 2018, The Hudson Institute, Washington, DC, en internet: https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-vice-president-pence-administrations-policy-toward-china/. Consultado: octubre de 2018.

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80 Lourdes Regueiro Bello

-China utiliza la llamada «diplomacia del endeudamien-to» para expandir su influencia.-El Partido Comunista de China ha convencido a tresnaciones latinoamericanas para que rompan los lazos conTaipei y reconozcan a Beijing.-Sostén de Venezuela.-Crítica a las administraciones anteriores por no haberdado importancia a las acciones de China.-Acusación de injerencia en los asuntos internos.-Reconocimiento de la presencia de China en AméricaLatina-Utilización de su injerencia económica estatal para atraera la región a su órbita.-América Latina no necesita nuevas potencias imperia-les que solo pretenden el beneficio propio.-Panamá y otros países de la región deben mantener losojos muy abiertos en sus relaciones con China.-Alertacon relación a las inversiones chinas.-Preocupación de que Panamá pudiera convertirse en unacabeza de playa por la creciente influencia económicachina en el hemisferio occidental.-Las empresas estatales chinas no son transparentes, noestán impulsadas por el mercado y no están diseñadaspara beneficiar al pueblo panameño, sino al gobiernochino.-Las responsabilidades de Estados Unidos con la seguri-dad global superan a los recursos disponibles para cum-plimentarlas; la reducción en los gastos en diplomacia ydesarrollo hacen difícil mantener la articulación regio-nal. Esto manda tanto a amigos como a rivales una señalde que no estamos en capacidad de cumplir con los com-promisos, que se están abandonando posiciones estraté-gicas y que los desafíos de la región no son tomados

RexTillerson70

(exsecretario deEstado)

Mike Pompeo,secretario de

Estado71

Kurt W.Tiddjefe Comando

Sur, 201872

70 Rex Tillerson: «U.S. Engagement in the Western Hemisphere», 1ro. de febrero de 2018,Universidad de Austin, Texas, 1ro. de febrero de 2018. En: https://www.state.gov/secretary/20172018tillerson/remarks/2018/02/277840.htm. Consultado: junio 2018.71 Edward Wong: «Mike Pompeo Warns Panama Against Doing Business With China», 19 deoctubre de 2018. En: https://www.nytimes.com/2018/10/19/world/americas/mike-pompeo-panama-china.html. Consultado: enero 2019.72 KurtTidd: Posture Statement of Admiral Kurt W. Tidd Commander, United States SouthernCommand before the 115th. Congress. Senate Armed Services Committee, 15 de febrero de2018. En:https://www.southcom.mil/Portals/7/Documents/Posture%20Statements/SOUTHCOM_2018_Posture_Statement_FINAL.PDF.Consultado: febrero 2019.

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81América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

seriamente.-Los intereses de Estados Unidos en la región no tienenel mismo nivel de aseguramiento que en el pasado.-China, Rusia e Irán están cortejando a algunos de nues-tros socios latinoamericanos y caribeños más importantesestratégicamente y apoyando regímenes autoritarios yantiamericanos. Con cada avance que hacen, amplían elespacio competitivo para interferir con nuestras relacio-nes de seguridad, anulan nuestra interoperabilidad con laregión, socavan nuestros esfuerzos para reforzar las nor-mas internacionales y ponen en riesgo nuestros intereses.-Los avances comerciales y diplomáticos de China lo acer-can a su objetivo estratégico más amplio de remodelarlas arquitecturas económicas y de gobierno globales.-La extensión de la iniciativa ‘One Belt, One Road’ a Amé-rica Latina, uno de los nodos para apoyar la visión deChina de una competencia global.-La posibilidad de otorgar financiamiento y créditos, dana China la oportunidadde ampliar su influencia sobre so-cios regionales claveeconómica, y la provisión continuade financiamiento y préstamos que parecen tener “sin com-promisos”, brindan una gran oportunidad para que Chi-na amplíe su influencia sobre socios regionales clave.-El mayor alcance a puntos de acceso globales clave comoPanamá crea vulnerabilidades comerciales y de seguri-dad para los Estados Unidos, al igual que las telecomu-nicaciones y las empresas espaciales chinas con poten-cial de doble uso, lo que podría facilitar la recopilaciónde información, comprometer las redes de comunicacióny, en última instancia, restringir nuestra capacidad detrabajar con nuestros compañeros.-En América del Sur, nos asociamos con Brasil, Chile,Perú y Colombia.-Colombia nuestro socio indispensable en la lucha con-tra la red. No reducir la relación con Colombia, país quepuede hacer más a nivel regional y global.-Facilitar el liderazgo regional de Colombia y su papelcomo exportador de seguridad, logrando la cooperacióntrilateral con México.-El desafío estratégico más grande planteado por Chi-na en esta región aún no es militar. Es económico ypuede ser necesario un nuevo enfoque para competir

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eficazmente contra los esfuerzos coordinados de Chinaen las Américas.-Centrar los esfuerzos en fortalecer las alianzas que cons-tituyen la columna vertebral de la red de seguridad re-gional y apoyar el liderazgo y la profesionalización delas fuerzas de seguridad de la nación socia.-Las amenazas provienen de seis actores estatales (Ru-sia, China, Irán y sus aliados autoritarios en Cuba, Nica-ragua y Venezuela) y un sistema de amenazas interre-lacionadas desafían la seguridad de nuestros socios y dela región. Amenazas como los desastres naturales y pro-vocados por el hombre y las redes criminales alimentany alimentan los impulsores de la inestabilidad, incluidaslas instituciones débiles, la pobreza, la corrupción y losdelitos violentos.-Rusia y China están expandiendo su influencia en el he-misferio occidental, a menudo a expensas de los intere-ses de los Estados Unidos, con el apoyo de acciones enVenezuela, Nicaragua y Cuba que amenazan la seguri-dad y prosperidad del hemisferio. Las actividades en laregión del principal patrocinador estatal del terrorismoen el mundo, Irán, también son preocupantes.-China utiliza los préstamos para ejercer una influenciapolítica y económica en ciertos países.-16 naciones participan ahora en la Iniciativa Belt andRoad.-En el futuro, China podría utilizar su control de los puer-tos de aguas profundas en el hemisferio occidental paramejorar su posición operativa global. Particularmentepreocupante es el esfuerzo de China para ejercer controlsobre la infraestructura clave asociada con el Canal dePanamá.-La presencia y las actividades de China en las instala-ciones de rastreo de espacio profundo de Argentina tam-bién son preocupantes. Beijing podría estar violando lostérminos de su acuerdo con Argentina para llevar a cabosolo actividades civiles, y podría tener la capacidad de

Craigh S. Faller73

73 Craigh S. Faller: Posture Statement of Admiral Craig s. Faller Commander, United StatesSouthern Command before the 116th. Congress. Senate Armed Services Committee, 7 de febrerode 2019.En: https://www.southcom.mil/Portals/7/Documents/Posture%20Statements/SOUTHCOM_2019_Posture_Statement_Final.pdf?ver=2019-02-07-090536-083. Consultado:marzo 2019.

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83América Latina y el Caribe, región en disputa: Estados Unidos versus China

monitorear y potencialmente apuntar a las actividadesespaciales de Estados Unidos, Aliados y socios.-Empresas chinas como Huawei y ZTE han penetradoagresivamente en la región, poniendo en riesgo la pro-piedad intelectual, los datos privados y los secretos delgobierno. Si los gobiernos de América Latina y el Caribecontinúan gravitando hacia el uso de los sistemas de in-formación chinos, es probable que nuestra capacidad ydisposición para compartir información a través de re-des comprometidas se vea afectada.-Venezuela está participando en acciones cada vez másprovocativas, amenazando la jurisdicción de Guyana ybrindando refugio a los combatientes del Ejército de Li-beración Nacional (ELN). Rusia y Cuba son cómplicesdel descenso de Venezuela a la dictadura, pero Cuba esparticularmente influyente en el apoyo a Maduro.-Los competidores de Estados Unidos se benefician cuan-do no se invierte en el vecindario.

La inclusión de América Latina yel Caribe en el macro proyecto de laNueva Ruta de la Seda, el estableci-miento de relaciones diplomáticas conChina Popular por parte de El Salva-dor, República Dominicana y Pana-má, y de manera muy especial, lagran cantidad de acuerdos suscritospor este último incluyendo el tratadode libre comercio y la construcción demega obras de infraestructuras en elárea, dispararon la «tolerancia estra-tégica» de Washington. Dan cuenta deesto el llamado del Departamento deEstado a sus representantes en esostres países y la sorpresiva visita deMike Pompeo a Panamá en el mes deoctubre de 2018.

Las críticas a las relaciones conChina han arreciado. Las adverten-cias del Sr. Pompeo de abrir bien losojos con China y las de Mike Pence alos centroamericanos fueron las ex-

presiones más claras de la crecientepreocupación estadounidense por laincursión de China en la región, quecon un manejo conveniente de lospréstamos y los compromisos de in-versión amenaza la posición privile-giada de Estados Unidos en su áreade influencia.

Conclusiones

• El crecimiento económico chino, laexpansión de su mercado interno,la conversión del yuan en monedade reserva internacional, una ma-yor apertura de la economía china,así como la proyección internacio-nal de ese país, han sido factores ob-jetivos para debilitar las resistenciashistóricas latinoamericanas a fo-mentar las relaciones con China.

• La región latinoamericana revisteimportancia fundamental como

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proveedora de bienes primarios yespacio para la expansión de loscapitales chinos, pero también latiene como legitimador del princi-pal interés estratégico de China: elreconocimiento de Taiwán comoparte inalienable de su territorio.

• La relación con la CELAC consti-tuye una vía idónea para el logrodel objetivo prioritario de la políti-ca exterior china estimulando elacercamiento político a los paísescon los cuales no tiene relacionesdiplomáticas. Esto confiere al ForoCELAC-China importancia geoeco-nómica y geopolítica.

• La orientación política de los paí-ses de la región, no es una variableclave para el acercamiento/distan-ciamiento con China, lo cual es unfactor favorecedor de esa relación.Un giro en la política de EstadosUnidos que favoreciera iniciativasy programas regionales, subre-gionales y bilaterales, que implica-ra transferencias de recursos haciala región, no implicaría una rever-sión masiva de las relaciones conChina, pero sípodría frenar proyec-tos en áreas consideradas sensibles,y eventualmente algún país podría«enfriar»o revaluar los alcances desu relación con China.

• El actual potencial chino como ac-tor estratégico para la región se sus-tenta en la dimensión económica dela relación, desde esa perspectivaChina es ya un actor estratégico quecomparte espacios e influencia enesa área con actores tradicionalescomo Estados Unidos y la UniónEuropea. Sin embargo, desde el

punto de vista político China estáen desventaja con relación a Esta-dos Unidos pues no cuenta con en-tidades de concertación política pro-pias. El Foro China-CELAC es unmecanismo de cooperación inci-piente, en el cual el interés funda-mental de la región es económico,y no la construcción de consensos.Estados Unidos, como potencia es-tablecida, cuenta con una densa redde instituciones que articula a ac-tores estatales, no estatales,institucionales e informales de laregión a través de la cual se ha cul-tivado la idea de intereses y valo-res compartidos, mientras Chinaestá dando los pasos iniciales en esadirección, y lo hace en condicionesdesfavorables, pues no cuenta conuna red de influencia articuladacomo Estados Unidos. El principalcanal de interlocución (no bilateral)de Estados Unidos es la OEA, orga-nización con un alto nivel deinstitucionalización, cuya actividadcuenta con respaldo financiero, fun-damentalmente estadounidense, locual le garantiza la capacidad de en-cauzar sus propósitos a través de unamuy bien estructurada red comoparte de su acervo de poderrelacional; y para China lo es laCELAC, pero la endeblez de esteorganismo no lo hace un asidero con-fortable.

• A pesar de la crisis interna de laCELAC China está interesada ensu conservación y desarrollo, demanera que hoy es un factor depreservación de la CELAC. Es unadiferencia relevante con Estados

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Unidos, que no la reconoce comointerlocutor.

• La extensión y profundización delas relaciones de China con Améri-ca Latina y el Caribe han exacerba-do la desconfianza estadouniden-se, quien interpreta la presenciaasiática como una alteración delorden regional favorecedor de Es-tados Unidos, con potencial paradesnivelar el terreno del juegogeopolítico en el área. Este temorha estado presente por casi dosdécadas, la particularidad del mo-mento actual es que se plantea demanera cruda y explícita.

• El segundo libro blanco de la polí-tica de China hacia la región (no-viembre de 2016), lanzado inmedia-tamente después de la elección deDonald Trump, constituyó un cla-ro mensaje: China no fomentará unarelación conflictiva con EstadosUnidos por disputarle su posiciónen América Latina y el Caribe, peroaprovechará rápido y bien los va-cíos derivados de la política regio-nal de la nueva administración.

• En los acuerdos formales de Esta-dos Unidos con los países latinoa-mericanos se incluye el tema deseguridad, mientras con China esadimensión no está incluida.

• La intervención en la región apo-yada en la dimensión económica,ayudó a Estados Unidos y a la UE,en el pasado, y a China en el pre-sente a convertirse en socios estra-tégicos para la región, el descuidode la relación o la reducción delcapital económico destinado a esemenester, reduce el capital político

y deteriora la capacidad de influen-cia en la región. En tal sentido elincremento de la capacidad de in-fluencia de China hoy está asocia-do al capital económico que pongaen juego, junto a una política quetenga en cuenta los intereses de susdestinatarios en cuestiones como lapreservación medio ambiental, lacalidad de los empleos y su contri-bución al desarrollo.

• La invitación de China a Latinoa-mérica a participar en OBOR es unajugada maestra para avanzar en elacercamiento a la región y para con-vertir su capital económico en apo-yo político a su principal demanda.

• La diversificación de relaciones esun factor estructurante de la auto-nomía regional. El papel de Chinacomo contrabalance a Estados Uni-dos es estratégico en ese sentido.Pero no debe idealizarse el papelde China, ya que el diferencial decompetitividad destruye tejido pro-ductivo regional. Es necesario ex-plorar de conjunto con ese paíscómo puede convertirse en un fac-tor potenciador de la integración.

• Hoy día existe una visión encon-trada entre las perspectivas de Es-tados Unidos y la región. El prime-ro se inclina por una política nacio-nalista y proteccionista; mientrasAmérica Latina y el Caribe se incli-nan por una mayor apertura bus-cando mejor inserción global. Ladefensa de China al libre comercio,así como su crítica al proteccionis-mo sugieren mayores coincidenciascon las actuales posiciones latinoa-mericanas.

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• La actual administración estadouni-dense, a diferencia de la anterior,hace explícita su coincidencia conla doctrina Monroe como pilar desu política hacia la región, lo queprovoca rechazo.

• La consolidación de las relacionesde China con América Latina y elCaribe amortigua el desbalance depoder que favorece a Estados Uni-dos y es una pieza clave en el trán-sito a un mundo multipolar.

Ante este escenario se plantean almenos dos interrogantes para respon-der en futuros trabajos:

• ¿Puede Estados Unidos mantenerun papel predominante en la re-

gión frente a competidores exter-nos como China, sin plantearseformas de vinculación que pro-muevan el comercio y la inversión?La Better Utilization of InvestmentsLeading to Development Act (BUILDAct) aprobada en 2018, que esti-pula la creación de una nuevaagencia para el financiamiento: laU.S. International DevelopmentFinance Corporation (IDFC), a laque se sumala iniciativa AméricaCrece pueden ser consideradasuna respuesta ante el desafío queplantea la Iniciativa de la Ruta y laFranja al dominio estadounidenseen la región.

• ¿Cómo jugará América Latina y elCaribe en la contención a China?

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Estados Unidos: Geoeconomía y el balance de poder global

Luis René Fernández Tabío

[email protected] en Ciencias Históricas.

Profesor Titular del Centrode Estudios Hemisféricos

y sobre Estados Unidos (CEHSEU),Universidad de La Habana.

Resumen:En la proyección externa actual de Es-tados Unidos, la geoeconomía ha ga-nado terreno como parte de su políti-ca imperialista. Siendo un término enel que han existido varias interpreta-ciones, se define aquí como el uso deinstrumentos económicos de poderpara cumplir objetivos geopolíticos enlas relaciones internacionales e influiren el equilibrio de poder global. Esteartículo se basa esencialmente en lasdefiniciones de geoeconomía utiliza-das por académicos y estrategas esta-dounidenses, las causas de este fenó-meno y sus componentes principales.Esta reorientación en el uso de ins-trumentos de poder económico paratratar de mantener el equilibrio glo-bal de fuerzas es de gran interés paralos países de América Latina y el Ca-ribe. Las guerras y las intervencionesmilitares en sus diferentes variantesno están excluidas, pero se trata deagotar lo que también se llama guerrapor otros medios, guerra política y la gue-rra económica, ya que el uso de todoslos medios de poder para lograr lospropósitos imperiales como la gue-rra de los medios y guerra cibernéti-ca. Hay un marcado énfasis en el usode la geoeconomía como un medio

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en la disputa hegemónica entre los Es-tados Unidos y China, expresada enla guerra comercial y tecnológica. Elavance de una geoeconomía imperia-lista basada en sus intereses, hace quesea aconsejable desarrollar unageoeconomía teórica y práctica deemancipación, dirigida a la SegundaIndependencia de Nuestra América.

Palabras clave: Estados Unidos,sanciones económicas, guerra econó-mica, geoeconomía.

Abstract:In the current external projection of the

United States, geoeconomics has gainedground as part of its imperialist policy.Being a term on which there have beenvarious interpretations, it is defined hereas the use of economic instruments ofpower to meet geopolitical objectives ininternational relations and to influencethe global power balance. The paper isessentially based on the definitions ofgeoeconomics used by Americanacademics and strategists, the causes ofthis phenomenon and its main compo-nents. This reorientation in the use ofinstruments of economic power to try tomaintain the global balance of forces is ofmajor interest to the countries of LatinAmerica and the Caribbean. Wars andmilitary interventions in their differentvariants are not excluded, but it is aboutexhausting what is also called war by othermeans, political war and economic waras the use of all power means toaccomplished the imperial purposes as themedia war and cyber war. There is amarked emphasis on the use of geoeco-nomics as a means in the hegemonic

dispute between the United States andChina, expressed in the commercial andtechnological war. The advance of animperialist geoeconomics based on theirinterests, makes it advisable to developboth a theoretical and practical geoeco-nomy of emancipation aimed at theSecond Independence of Our America.

Key words: United States, economicsanctions, economic war, geoeconomics.

La guerra económica

En la actual proyección externa deEstados Unidos ha ganado terreno elenfoque geoeconómico, entendidocomo el empleo de los instrumentoseconómicos de poder para cumplirsus objetivos políticos internacionales.Es decir, no se trata de la política eco-nómica, comercial, cambiaria y finan-ciera determinada por consideracio-nes del mercado y la competitividad,sino el uso de estas políticas dirigi-das a la coerción política, a la subver-sión de gobiernos y a modificar elbalance internacional de fuerzas. Estareorientación de la estrategia estado-unidense, dirigida a mantener el ba-lance de fuerzas en el orden interna-cional y su sistema de dominación yexplotación, tiene consecuencias parala geopolítica mundial y reviste prin-cipal interés para nuestros países.

Las guerras e intervenciones mili-tares en sus distintas variantes se hanseguido empleando, no se excluyen,pero no son el instrumento privilegia-do en el siglo XXI. Las intervencionesmilitares son mucho más costosas yentrañan mayores riesgos que la

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89Estados Unidos: Geoeconomía y el balance de poder global

guerra económica, acompañada deotros instrumentos en el campo de lapropaganda, la diplomacia y la ciber-guerra.

La geoeconomía en la estrategia imperialistay otros acercamientos al problema

de la guerra

Sobre todo a partir del llamado Finde la Guerra Fría, desde los prime-ros años de la década de 1990 seplantea el fin del esquema bipolar derelaciones internacionales, el llama-do conflicto Este-Oeste y la visión del«juego de suma cero», la política decontención e incluso la reversión. Lacarrera armamentista escenificadaentre la Unión Soviética y EstadosUnidos se reflejaba en conflictos con-vencionales en Asia, África y Améri-ca Latina, denominados en la jergaestadounidense como conflictos debaja intensidad, aunque la Guerra deVietnam fue un enorme esfuerzo bé-lico, exceptuando el empleo del armade exterminio masivo, se emplearonlos armamentos más crueles, comoel napalm y el agente naranja. Perola guerra, aunque sea «regional», ex-cluyendo el enfrentamiento directoentre grandes potencias, es un acon-tecimiento sumamente costoso y queinvolucra grandes riesgos.

Es esa una de las causas por la quelas intervenciones militares de granenvergadura realizadas por el impe-rialismo estadounidense, dejan mu-cha insatisfacción a los que la reali-zan, y ello ha favorecido el empleocada vez más intenso y extendido dela utilización de los instrumentos

económicos en función de la guerra,y por ello se habla de guerra econó-mica. La guerra económica busca losmismos objetivos de la guerra conmedios propiamente militares, sibien el desarrollo de las tecnologíasy las condiciones de los conflictosbélicos hacen atractivo para una po-tencia imperialista como EstadosUnidos, en fase de declinación rela-tiva, que sea desplegada por medioseconómicos, por tanto es una guerraeconómica.

Visto desde la perspectiva del ba-lance global de fuerzas, el retrocesoo avance de los espacios geográficosde dominación, o las esferas de in-fluencia de las potencias, la geoeco-nomía, mediante el uso de instru-mentos económicos permite redefinirel sistema de relaciones internacio-nales y el balance de fuerzas en elmismo en un orden mundial en for-mación. En tal sentido, la geoeco-nomía permite cambiar la distribu-ción geográfica del poder entre losactores internacionales a partir delempleo de los instrumentos econó-micos de poder. Las asimetrías depoder reflejadas en la economía cons-tituyen la posibilidad de ejercer es-tos medios como parte de la guerra,pero no en el ámbito estrictamentemilitar. Por supuesto, en la prácticatodos los medios se combinan: polí-tico-diplomáticos, propagandísticospsicológicos y económicos. Pero ex-cluyendo los medios militares de laguerra, los instrumentos económicosson parte del poder duro, al decir deJoseph Nye, y la declinación del po-der estadounidense visto en perspec-

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tiva los hacen una forma de guerramuy conveniente.1

La guerra económica, o el empleode los instrumentos económicos confines políticos para obligar al contra-rio a cumplir su voluntad, es un actode extrema violencia en las formasmás refinadas que se han venido em-pleando por parte de Estados Unidos,sobre todo en el caso que el propósi-to político es derrocar gobiernos. Enotros casos se busca debilitar o disua-dir, pero en general, se trata dereconfigurar el balance global de fuer-zas a favor de Estados Unidos, obje-tivo principal de la estrategia de se-guridad nacional estadounidense.

En ese contexto cambiante, se de-sarrollan nuevas concepciones estra-tégicas para la intervención militar yel conflicto o las pugnas de podermundial mucho más abarcadoras.Toman en cuenta lo que consideranlos desafíos a la hegemonía de Esta-dos Unidos, que abarcan un amplioespectro de escenarios y condiciones,sin alcanzar los conflictos militaresconvencionales entre grandes poten-cias, o las guerras con armas nuclea-res y otras de destrucción masiva, quecomo se sabe, supondrían el fin de lavida como la conocemos.

Los desarrollos tecnológicos en elcampo de la informática y las comu-nicaciones han permitido desarrollarmétodos de la guerra por otros medios,también llamada guerra no convencio-nal, guerra de espectro completo y gue-rra de cuarta generación, que suponen

escalonar los procesos de interven-ción, injerencia, subversión, actuandoen todos los teatros de operaciones—tierra, aire, mar, espacial y ciber-nética— para tratar de lograr los ob-jetivos imperialistas a escala global yregional: mantener su hegemonía.

Estos modelos de intervención sondesarrollados por distintas institucio-nes del gobierno de Estados Unidos:agencias, departamentos, grupos detrabajo, encargados de la política ex-terior, seguridad, la inteligencia y ladefensa; instancias coordinadorascentradas en determinadas esferas,como el Consejo de Seguridad Nacio-nal, en el que participan los principa-les órganos del Ejecutivo involucradosen la política exterior, como el Depar-tamento de Estado, el de Comercio yel del Tesoro, conjuntamente con ins-tituciones no gubernamentales acadé-micas y centros de pensamiento queofrecen sus recomendaciones a losComités del Congreso e influyen enla toma de decisiones. Debe recono-cerse que estos planes, programas yestrategias de proyección externa, seaplican según las circunstancias con-cretas, aunque existan esos linea-mientos generales. Por supuesto, es-tas políticas externas de EstadosUnidos y sus variantes, se diseñanpara cumplir objetivos permanentes,económicos, políticos y de seguri-dad nacional, en consonancia con losllamados intereses nacionales, comoexpresión del consenso de la clasedominante, la oligarquía financiera

1 Joseph S. Nye Jr.: «The Future of American Power: Dominance and Decline in Perspective»,Foreign Affairs, Nov/Dec. New York, 2010.

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en la fase imperialista del capitalis-mo.

En documentos de distintas insti-tuciones militares, de la defensa o la«seguridad» según la denominaciónde las mismas en Estados Unidos,aparecen esos programas actualiza-dos, que toman en cuenta las «leccio-nes», es decir, los fracasos preceden-tes, para cumplir sus objetivoshegemónicos.

A lo largo de los años se han intro-ducido distintas estrategias. Lacontrainsurgencia, para enfrentar elmovimiento guerrillero en AméricaLatina en la década de 1960. La gue-rra de baja intensidad fue la concep-ción desarrollada en la década de 1980para este tipo de lucha.2 La Guerrano convencional de las fuerzas especialeses una propuesta más reciente y esuno de las aproximaciones vigentes.3

Asimismo, en la literatura sobre laguerra existen distintas definicionescomo la guerra asimétrica, que trata decatalogarlas de un modo amplio, perosigue estando presente la controver-sia.4 Con el propósito de presentar

una estrategia abarcadora —aunqueno es la misma visión—, la domina-ción de espectro completo del EstadoMayor del Ejército de Estados Uni-dos constituye un enfoque abarca-dor.5 Sobre la dominación de espec-tro completo y su significación paraAmérica Latina, deben tenerse encuenta los estudios sobre este asuntodesarrollados por la académica mexi-cana Ana Esther Ceceña.6

Todas estas estrategias y progra-mas, aunque con distintas denomina-ciones, son parte del proceso deplaneación y actualización de la pro-yección externa del imperialismo es-tadounidense y tienen en común tra-tar de definir los mejores mecanismosy opciones para conservar la hegemo-nía mundial frente a los nuevos desa-fíos. En un sentido conceptual y des-de la perspectiva de la ciencia políti-ca, pueden incorporarse todos loscampos e instrumentos de poderdentro de la guerra política7 en cuatrograndes espacios, que se superpo-nen y actúan de conjunto, aunque deacuerdo a las etapas y condiciones

2 CIA: «Low Intensity Conflict: War by Another Name» (documento desclasificado), 1986. En:https://www.cia.gov/library/readingroom/docs/CIA-RDP89G00720R000600710001-6.pdf.3 Estado Mayor del Departamento del Ejército: La Guerra No Convencional de las FuerzasEspeciales. Circular de Entrenamiento No. 18-01. Washington. D.C., 2010. En: https://forocontralaguerra.org/documentacion-2/documentacion-de-referencia/injerencias-e-impunidad/manual-de-guerra-no-convencional-de-las-fuerzas-especiales-de-los-eeuu/.4 María Gajate Bajo: «Reflexiones sobre la guerra asimétrica a través de la historia», URVIO,Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad, No. 24, junio-noviembre, 2019, pp. 204-220.5 Joint Chiefs of Staff: Joint Vision 2020. America´s Military. Preparing for Tomorrow, 2000. En:http://pentagonus.ru/doc/JV2020.pdf.6 Ana Esther Ceceña: «La dominación de espectro completo en América», en: José Gandarilla,Alfredo Jalife-Rahme, Ana Esther Ceceña, Atilio Borón, Mónica Bruckmann: Geopolítica eintegración regional. América Latina en el sistema mundo. Vicepresidencia del Estado Plurinacionalde Bolivia, La Paz, 2016, pp. 115-136.7 Paul A. Smith Jr.: On Political War, National Defense University Press, Washington D.C.,1989.

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se privilegian alguno de ellos: econó-mico, político-diplomático; informa-ción y propaganda; y los conflictos mi-litares. El centro de pensamiento RandCorporation, muy cercano al Departa-mento de Defensa estadounidense,ofrece elementos actualizados sobrecómo realizar la guerra por todos losmedios, y emplea para ello su defini-ción de guerra política, que incluyetodos los instrumentos de poder.8

La estrategia centrada en lageoeconomía pretende alcanzar elpropósito de mantener y ampliar elbalance mundial de poder a su favormediante el uso de los instrumentoseconómicos de poder. Con ello tratade evitar la intervención militar, o es-perar en todo caso reducir los costosmateriales y humanos. Los resulta-dos de las más recientes intervencio-nes militares de Estados Unidos en elMedio Oriente han sido objeto demuchas críticas dentro de la clase do-minante, porque no lograron entera-mente los propósitos deseados. Unconflicto armado directo entre lasprincipales potencias, como EstadosUnidos, Rusia y China sería devasta-dor y no constituye el escenario másprobable.

Siempre en la política externa esta-dounidense se habían empleado losinstrumentos económicos para elcumplimiento de objetivos políticos—el Plan Marshall para Europa es unejemplo paradigmático. Entre 1947 y1951 ofreció financiamiento a Europa

Occidental como ayuda para la recu-peración de los destrozos de la gue-rra, pero el propósito político consis-tió en evitar la llamada expansión co-munista en esta región. Decenas demiles de millones de dólares estado-unidenses se desembolsaron con esospropósitos.

El triunfo de la Revolución Cuba-na en 1959 motivó al gobierno de JohnF. Kennedy a diseñar el programadenominado Alianza para el Progre-so —con independencia de las cau-sas de su fracaso—, el objetivo fueestimular ciertas limitadas reformasen la región latinoamericana para evi-tar el avance de la revolución conti-nental. Desde aquellos primeros añosse aplicaron contra Cuba un conjuntode sanciones económicas que estable-cieron el bloqueo económico, comer-cial y financiero para tratar de ha-cer colapsar al gobierno cubano. Esebloqueo ha sido el más largo de lahistoria, constituyendo uno de losejemplos sobresalientes del empleode instrumentos económicos porparte del gobierno estadounidensecon fines políticos subversivos paraconseguir el cambio de régimen oel derrocamiento del gobierno cu-bano. Asimismo, ha sido expresióndel fracaso de estas políticas, que apesar de sus enormes costos mate-riales y humanos para el pueblo, nohan logrado el propósito de resta-blecer su sistema de dominación enCuba.

8 Linda Robinson et al: Modern Political Warfare: Current Practices and Possible Responses, RANDCorporation, Santa Monica, CA, 2018. En: https://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/research_reports/RR1700/RR1772/RAND_RR1772.pdf.

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93Estados Unidos: Geoeconomía y el balance de poder global

En las interpretaciones más recien-tes de sus estrategas, se considera quela también llamada guerra por otrosmedios, ha adquirido una nueva di-mensión e importancia, y resultacrucial en la disputa por la hegemo-nía global de Estados Unidos frenteal ascenso de China y Rusia. Laglobalización y los desarrollos tecno-lógicos que la acompañan hacen másefectivos el poder duro de esos instru-mentos económicos, acompañados delos otros medios de poder.

Como parte de los instrumentoseconómicos se incluye el acceso a laenergía y otros recursos naturales quetienen un carácter estratégico, el co-mercio, la política monetaria y finan-ciera y las transacciones bancarias queacompañan todos los intercambiosconstituyen componentes principalesen esta guerra. La guerra financieraes crucial debido a la mayoritaria par-ticipación que todavía tiene el dólarestadounidense como dinero mundialy Wall Street como principal centrofinanciero. La guerra financiera, im-pulsada por la OFAC —por sus si-glas en inglés, Office of Foreign AssetsControl— del Departamento del Te-soro, es responsable de diseñar y apli-car «sanciones» y se afirma que fuefortalecida y perfeccionada despuésdel 11 de septiembre de 2001 y elanuncio por George W. Bush de la«guerra contra el terrorismo». Estapolítica fue empleada para justificarla extensión de estos mecanismospara fines estratégicos y reconfigurar

el balance mundial de fuerzas a favorde Estados Unidos en el contexto dela globalización.9

La diferencia entre sanciones econó-micas convencionales y la guerra finan-ciera es que estos instrumentos se hanconvertido en un componente de laEstrategia de Seguridad Nacional deEstados Unidos y están siendo apli-cados de manera muy amplia en dis-tintos escenarios y con todo tipo depretextos. La llamada guerra al tesoro—treasury´s warfare— no solamenteobstaculiza el acceso a las fuentes fi-nancieras, sino al empleo de bancose instituciones que participan entransacciones monetarias, que no tie-nen directamente relación con Esta-dos Unidos en cuanto origen ni des-tino.

Factores y condiciones que impulsan lageoeconomía imperial

Las condiciones del escenario inter-nacional, la globalización económica yfinanciera, los desarrollos tecnológicosen el terreno de la informática y lascomunicaciones, así como el balancede fuerzas entre las mayores poten-cias y las luchas de liberación y eman-cipación de los pueblos, hacen quenuevos instrumentos y enfoques es-tratégicos sobre el conflicto y la gue-rra ganen importancia en el arsenal demedios de injerencia e intervención delimperialismo estadounidense, y den-tro de estos, los instrumentos econó-micos de poder.

9 Juan Zarate: Treasury´s War: The Unleashing of New Era of Financial Warfare, Public Affairs,New York, 2013.

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Como parte del auge de las tenden-cias políticas nacionalistas conserva-doras en Estados Unidos que acom-pañan la llegada a la presidencia deese país de Donald Trump y elAmerica First,10 se observa un incre-mento en intensidad y extensión dela utilización de instrumentos econó-micos en el sentido planteado por lageoeconomía. Se aplica contra alia-dos y enemigos y se subraya la sig-nificación estratégica y en materia deseguridad nacional que tiene la eco-nomía.

Entre los instrumentos económicosde poder, los financieros son los máspoderosos. En las relaciones econó-micas el flujo financiero, las transac-ciones monetarias que acompañan elpago de productos y servicios, pue-de ser obstaculizada si se obstruyenestos mecanismos. El poder mundialde estos instrumentos para el caso deEstados Unidos reside en la primacíadel dólar estadounidense y el hechode ser el mayor y más importante cen-tro financiero.

La geoeconomía en la disputa globalde poder

En los estudios e informes sobrela geoeconomía, el empleo de instru-mentos económicos como parte de

la disputa global de poder realiza-dos en Estados Unidos por impor-tantes centros de pensamiento y fun-cionarios que han trabajado para elDepartamento del Tesoro en estosmenesteres, se destacan aquellos queenfatizan el empleo de instrumentoseconómicos como parte de la con-frontación geoestratégica a la proyec-ción externa de Rusia, China e inclu-so Irán.11

En el caso de Rusia, el instrumentoeconómico está referido de modoprincipal al carácter estratégico delacceso a los hidrocarburos, al ser ungran productor y exportador de es-tos recursos.12 También se planteanlos créditos y acuerdos estratégicospara el suministro de tecnología y ar-mamento, que constituye un compo-nente clave de sus relaciones econó-micas, con consecuencias directaspara la correlación de fuerza en de-terminados escenarios en Europa,Medio Oriente y América Latina.

Las acusaciones a China por el usode instrumentos económicos con fi-nes estratégicos en el escenario mun-dial, es decir, como parte de una pro-yección geoeconómica, se argumentaen el hecho que, desde la perspectivaestadounidense, los préstamos, cré-ditos e inversiones realizadas porChina, dado la fortaleza de su Estado

10 Robert Kagan: «”America First” has Won», The New York Times, September 23, section A, p.27, 2018. En: https://www.nytimes.com/2018/09/23/opinion/trump-foreign-policy-america-first.html.11 LSE: Special Report. «Chinas´s Economic Strategy». June. London, 2012. En: http://www.lse.ac.uk/ideas/publications/reports/china-geoeconomic.12 Antto Vihma y Umut Turksen: «The Geoeconomics of Russian-EU Gas Trade: DrawingLessons from the South Stream Pipelines Project», MIT, CEEPR, 2015. En: http://ceepr.mit.edu/files/papers/2015-014.pdf.

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95Estados Unidos: Geoeconomía y el balance de poder global

en la realización de su política econó-mica internacional, tiene una claraproyección geopolítica, que busca dis-minuir la influencia de Estados Uni-dos.

El ejemplo que se emplea está aso-ciado a la extensión de «la Franja y laRuta», inspirada en la Ruta de la seda,pero que progresivamente se ha idoampliando por vía marítima hacia to-das las regiones. El alto ritmo de cre-cimiento de la economía china, aun-que se ha reducido un tanto, sigueavanzando y se corresponde con unaumento mayor del comercio y lasinversiones hacia todas las regionesdel mundo. Se conoce que China esya la segunda potencia militar, aun-que su distancia respecto a EE.UU.es muy grande, pero en el plano dela economía va camino hacia un equi-librio y la posibilidad de ser un ver-dadero desafío económico e inclusotecnológico, en algunas esferas másque en otras, en las próximas déca-das.

Es así, que el conflicto entre la granpotencia imperialista norteamericana,todavía en una posición hegemónica—aunque declinante en términos re-lativos— aprecia un reto cada vezmayor. El actual enfoque de la estra-tegia de Estados Unidos con énfasisen el nacionalismo conservador y laproyección geoeconómica unilateralcomo principal instrumento de fuer-za en la política internacional, tienesin duda un carácter disruptivo, que

con independencia de los resultadosde las elecciones de 2020, tendrá efec-tos trascendentes.

La actual política de la administra-ción de Donald Trump, presenta cam-bios en aspectos principales que ha-bían sido una parte casi inseparablede la continuidad de la proyecciónexterna de Estados Unidos desde elfin de la Segunda Guerra Mundial,con mayor énfasis en el neoliberalismo,el libre comercio y la globalización fi-nanciera a partir de la contrarrevolu-ción conservadora de 1980. Ruptura deacuerdos de libre comercio, renego-ciación de algunos, amenazas y empleoindiscriminado de tarifas aduaneras ylas llamadas sanciones económicas uni-laterales para casi cualquier asunto.

Geoeconomía en la literaturasobre disputa global de poder

El origen de esta visión de lageoeconomía en Estados Unidos yOccidente se apoya en las ideas de-sarrolladas por Edward N. Luttwark,que correlaciona los medios de po-der económico como fundamento dela geoeconomía.13 A finales de la dé-cada de 1990, el propio Luttwark pu-blica un libro donde desarrolla estaidea con una notable repercusión.14

Entre las principales obras que de-sarrollan la estrategia de política ex-terior actual de Estados Unidos en elsentido geoeconómico asumido aquí,están: Juan C. Zarate, Treasury´s

13 Edward N. Luttwark: «From Geopolitics to Geo-Economics: Logic of Conflict Grammar ofCommerce», National Interest, No. 20, Summer, 1990. Washington D.C.14 Edward N. Luttwark: Turbo Capitalism: Winners and Losers in the Global Economy, Harperand Collins, Ney York, 1999.

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Warfare: The Unleashing of a New Eraof Financial Warfare; ElisabethRosenberg y colaboradores, New Toolsof Economic Warfare: Effects andEffectiveness of Contemporary U.S.Financial Sanctions;15 y el libro deRobert D. Blackwill y Jennifer M.Harris, War by Other Means:Geoeconomics and Statecraft.16 No escasual que detrás de estos esfuerzosestén importantes centros de pensa-miento de Estados Unidos y funcio-narios devenidos profesores e inves-tigadores, o a la inversa, vinculadosa las instituciones de formación mili-tar y de la «seguridad nacional». Enel enfoque actual de los estrategasimperialistas, expresado enfáticamen-te por el propio presidente Trump,seguridad nacional es seguridad eco-nómica.17

El trabajo de investigación relacio-nado con el empleo de los instrumen-tos económicos como arma política seha llevado a cabo intensamente des-de los años de la administraciónObama, y abarca los elementos lega-les de las relaciones internacionales ylas posibilidades que tienen de au-mentar su poder coercitivo.18 Entre

los profesores e investigadores quehan tenido una amplia y reconocidaparticipación en el Departamento delTesoro, que es el ministerio más di-rectamente encargado de estos asun-tos, resulta de interés la figura de JillJermano, Profesor Adjunto de laNational Intelligence University y Eje-cutivo Senior del Departamento delTesoro del gobierno de Estados Uni-dos, institución encargada de diseñary poner en práctica las políticas eco-nómicas coercitivas y subversivas.19

Uno de los puntos de partida enestos procesos de sanciones unilate-rales coercitivas es la evaluación devulnerabilidades en los países objeto detales políticas. Al reconocer el recha-zo que encuentran estas políticasinternacionalmente, e incluso en algu-nos funcionarios del gobierno de Es-tados Unidos, en tanto las sancionesestadounidenses, aunque tratan depresentarlas de otro modo, afectan atoda la población, son ilegales y vio-lan los derechos humanos y las nor-mas fundamentales del derecho inter-nacional, incluyendo la Carta de lasNaciones Unidas, cada vez más y sinel menor pudor, los expertos y con-

15 Elizabeth Rosenberg et al: The New Tools of Economic Warfare, Washington DC, Center for( aNew American Security (CNAS), April 15, 2016. En: <https://s3.amazonaws.com/files.cnas.org/documents/CNASReport-EconomicWarfare-160408v02.pdf>.16 Robert D. Blackwill y Jeniffer M. Harris: War by Other Means: Geoeconomics and Statecraft. ACouncil on Foreign Relation Book. The Belknap Press of Harvard University Press, Cambridge,Massachusetts, 2016.17 Peter Navarro: «Why Economic Security is National Security», The White House, Dec. 10,2018. En: https://www.whitehouse.gov/articles/economic-security/national-security/.18 Amy Lentz: «Sanctions, Sanctions Everywhere: Forging a Path», Journal of International Law44, ( No 3, Georgetown, 2013. En: https://www.law.george- town.edu/academics/law-journals/gjil/recent/upload/ zsx00313001055.PDF.19 Jill Jermano: «Economic and Financial Sanctions in U.S. National Security Strategy», PRISM7, no. 4, 2018, pp. 64-73.

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97Estados Unidos: Geoeconomía y el balance de poder global

sejeros dedicados a la aplicación detales instrumentos, afirman que co-nocer las vulnerabilidades de los paí-ses a los cuales se destinan estas po-líticas, también es importante paraevaluar el apalancamiento de EstadosUnidos sobre el objeto político.20

Esta proyección externa de EstadosUnidos con énfasis en los instrumen-tos económicos de poder adquieremayor relevancia en el espacio consi-derado por sus estrategas como «pa-tio trasero» desde una renovada in-terpretación de la Doctrina Monroe.Es decir, como región geográfica de-signada por sus estrategas como ex-clusiva del dominio y explotación es-tadounidense.

Conclusiones

En la proyección externa de Esta-dos Unidos a partir de la llegada a lapresidencia de Donald Trump en2017, se aprecia un énfasis en el em-pleo de los instrumentos económicoscon fines políticos, que no correspon-den con propósitos puramente eco-nómicos incentivados por el merca-do, ni siquiera en el sentido del pro-teccionismo como ha sido aplicado demanera muy generalizada al acero, elaluminio y la industria del automó-vil. Economistas y otros políticos es-tadounidenses reconocen que estaspolíticas no tienen un basamento eco-nómico. Las mismas son parte de unainterpretación incorrecta, e incluso

contraria, a los objetivos planteadospor la administración de aumentar losempleos. Además, la participación delas importaciones no pone en riesgo laeconomía interna de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, las represalias delos países afectados son suficientemen-te poderosas, para el caso de China,como para frenar o congelar las tarifasaduaneras previamente anunciadas,ya que actúan sobre las exportacionesagropecuarias de Estados Unidos, unsector sensible y de tendencia históri-camente conservadora.

Las afectaciones que dejan los cam-bios en la política de Trump, sobretodo a partir de 2018 deben trascen-der estos cuatro años, porque hancreado un ambiente de desconfianzae incertidumbre donde los distintosactores se sienten inclinados a em-plear esas mismas políticas: el empleode instrumentos económicos con finesgeoestratégicos, con una proyeccióngeoeconómica regional y mundial.

El uso generalizado de los instru-mentos económicos con fines políti-cos en la pugna global de poder, esti-mula alianzas y reacomodos entre laspotencias objeto de estas políticas ypor ello se observa una creciente ten-dencia a crear alianzas y colaboraciónestratégica entre China y Rusia.

El empleo de los instrumentos depoder económico con objetivos po-líticos, coercitivos, subversivos ydirigidos al cambio de régimen enpaíses de distintas regiones, de la Re-

20 Apalancamiento político es la capacidad de explotar vulnerabilidades, de los vínculos delpaís objetivo o dependencia de una fuente, o entidades bajo la jurisdicción del país que envíarecursos vitales para la economía del país objetivo (al que se le quiere aplicar dichas medidascoercitivas).

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pública Popular Democrática deCorea, Irán y Siria, o Venezuela yCuba en América Latina tiene y ten-drá consecuencias sobre la configu-ración de las estrategias de desarro-llo de estos países y de sus alianzasglobales. La lección general que sepuede sacar supone el desarrollo depolíticas económicas con una proyec-ción geoeconómica antimperialista,dirigida a diversificar las relacionesy disminuir las vulnerabilidades. Enmedio de la competencia de podermundial, ello condiciona un acerca-miento mayor a países como China yRusia, que son potencias con otra ló-gica política y claramente no subor-dinadas a los designios de EstadosUnidos.

El balance de la declinación relati-va de poder de Estados Unidos y el

ascenso de otras fuerzas contrarias,de las mayores potencias y de paí-ses con proyectos nacionalistas—desarrollistas, socialistas, progre-sistas, y emancipadores, opuestosa los enfoques neoliberales y a lasupeditación extrema al imperialis-mo estadounidense—, deben refor-zar de conjunto, en el mediano ylargo plazo, el debilitamiento de laposición de poder de EE.UU. Elnuevo ordenamiento mundial, el sis-tema mundo y la correlación de fuer-zas en proceso de formación, todavíano estable, parece tender hacia unmultilateralismo, que estaría más cer-ca de los valores y principios que hoydefienden aquellos que el gobierno deEstados Unidos y los sectores de suclase dominante considera adversa-rios y retos a su seguridad nacional.

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Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginariosen un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

Sunamis Fabelo Concepción

[email protected] en Ciencias Históricas

Investigadora del CIPI.

Angel Rodríguez Soler

[email protected]áster en Historia Contemporánea y

Relaciones InternacionalesInvestigador del CIPI.

Resumen:No obstante todos los efectos po-

sitivos que producen las Tecnologíasde la Información y las Comunicacio-nes (TICs), han venido a llenar y re-producir otros espacios de la subjeti-vidad humana en el nuevo sistema derelaciones sociales que se ha desarro-llado a partir ellas. Esto se traduce enlos últimos años, en primer lugar, enel aumento de afectaciones psicoso-ciales derivadas de la dependencia avideojuegos, al consumo excesivo deaudiovisuales caracterizados por lapromoción de determinados patro-nes, la sustitución de las relacionesinterpersonales por el abuso de la uti-lización de las redes sociales; todo locual plantea la existencia de conduc-tas adictivas a las TICs. En segundolugar, y como efecto más amplio delo primero, en la influencia de las mis-mas en la distorsión de la realidad apartir de la construcción de represen-taciones sociales e imaginarios sobreconflictos internacionales, por ejem-plo, y en general sobre temas de al-cance global. La política dejó de seruna esfera para convertirse en unaesencia omnipresente en toda la prác-tica humana. En este contexto se po-tencia el uso de las Fakenews muy

…nada se convierte en realidad social sino tiene una cierta inscripción en las creencias de la gente.

Serge Moscovici

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vinculadas al discurso del odio, conuna identificación con ideas racistas,xenófobas, homófobas, misóginas,anticomunistas, antisemitas y prejui-cios religiosos fundamentalistas.Parael éxito de estos fines los datos se hanconvertido en la expresión más con-creta de poder real debido a la infor-mación que brinda el análisis estadís-tico y los algoritmos para el enfoqueselectivo de la población.

Palabras claves: TICs, adicción,fakenews, populismos, datos, representa-ciones sociales

Abstracts: Despite all the positiveeffects produced by InformationTechnology and Communications (ICTs),they have come to fill and reproduce otherspaces of human subjectivity in the newsystem of social relations that hasdeveloped from them. This translates inrecent years, in the first place, in theincrease of psychosocial affectationsderived from dependence on videogames,the excessive consumption of audiovisualscharacterized by the promotion of certainpatterns, the replacement of interpersonalrelationships by the abuse of utilizationof social networks; all of which raises theexistence of addictive behaviors to ICTs.Secondly, and as a broader effect of theformer, on their influence on the distortionof reality from the construction of socialand imaginary representations aboutinternational conflicts, for example, andin general on global issues. Politics ceasedto be a sphere to become an omnipresentessence in all human practice. In thiscontext, the use of Fakenews stronglylinked to hate speech is enhanced, with

identification with racist, xenophobic,homophobic, misogynist, anti-communist,anti-Semitic and fundamentalist religiousprejudices. For the success of thesepurposes, data has become the most con-crete expression of real power due to theinformation provided by the statisticalanalysis and the algorithms for theselective focus of the population.

Keywords: ICTs, addiction, fakenews,populisms, data, social representations.

Introducción

La sociedad contemporánea estáfuncionando con nuevos mecanismosque la dotan de una complejidad talque provoca el reordenamiento de lospatrones tradicionales y la cultura. LasTecnologías de la Informática y lasComunicaciones (TICs) son parteesencial de ese nuevo escenario, cons-tituyendo un elemento fundamentaldentro del sistema de relaciones so-ciales actual.

A través de las prácticas del deba-te que se están dando en las redessociales en Internet–Facebook, Twiter,Youtube, blogs, etc.–, están aproxi-mándose a la construcción del discur-so y con él del consenso a partir delos nuevos espacios de la cotidianidadque invaden las redes. De manera quelas nuevas formas de participaciónciudadana, la apropiación o rea-propiación de ellas, están condicio-nando la construcción de una nuevasensibilidad y un nuevo cuerpo co-lectivo. Se trata de la existencia deun mundo virtual otercer entorno –elprimer entorno sería el entorno natu-

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101Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios en un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

ral, el segundo el entorno social y eltercero el entorno del ciberespacio–,con sus propios códigos culturales.En tal sentido, la cuestión radica enplantearse hasta dónde este tercerentorno ha comenzado a rivalizar conlos otros dos.

En cualquier análisis sobre lasTICs los jóvenes son claves si se tie-ne en cuenta que se trata de los lla-mados nativos tecnológicos. A pesarde que tampoco puede desconocer-se que una parte significativa de lasjuventudes vive al margen de estosprocesos, sumida en la marginaciónsocioeconómica, lo cierto es que deuna forma u otra en general son des-tinatarios principales de los encan-tamientos de las TICs.

No obstante todos los efectos po-sitivos que producen estas, han veni-do a llenar y reproducir otros espa-cios de la subjetividad humana en elnuevo sistema de relaciones socialesque se ha desarrollado a partir ellas.Esto se traduce en los últimos años,en primer lugar, en el aumento deafectaciones psicosociales derivadasde la dependencia a videojuegos, elaumento de casos de una especie deautismo, la sustitución de las relacio-nes interpersonales por el abuso dela utilización de las redes sociales,todo lo cual plantea la existencia deconductas adictivas a las TICs. En se-gundo lugar, y como efecto más am-plio de lo primero, en la influencia delas mismas en la distorsión de la rea-lidad a partir de la construcción derepresentaciones sociales e imagina-

rios sobre conflictos internacionales,por ejemplo, y en general sobre te-mas de alcance global.

Consumo culturaly adicciónTICs. Algunosapuntes teóricos

La industria cultural solo puededesarrollarse en un tipo de sociedad:en la sociedad de consumo, con unaexistente producción en serie de bie-nes y servicios destinados a un con-sumo masivo, que se incrementa através de la acción articulada entremedios y producción y su gran flexi-bilidad de adaptarse al impacto deldesarrollo tecnológico, sobre todo sise tiene en cuenta su capacidad paraajustar los dos paradigmas comunica-cionales que coexisten en la vida coti-diana, el de los Medios de Comuni-cación Masiva —MCM o mass media—y el de los Nuevos Medios Sociales(NMS). Es por ello que importantespensadores del siglo XX se hacen pre-sentes en los debates más actuales delpresente y futuro del siglo XXI encuanto a esta cuestión.

El sociólogo y filósofo polacoZygmuntBauman acuñó el términomodernidad líquida para referirse a lacontemporaneidad, caracterizada porgrandes transformaciones sociales, sincertezas, con miedos y angustiasexistenciales.1 Estudioso de la pos-modernidad, Bauman explora aque-llos atributos de las sociedades con-temporáneas que se han mantenidoen el tiempo, destacando el acentua-do individualismo en nuestras rela-

1 Zygmunt Bauman: Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores, Editorial Paidós,Barcelona, 2007.

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ciones tornándolas precarias y voláti-les. La modernidad líquida, sostiene,es una figura del cambio dado quelos sólidos conservan su forma y per-sisten en el tiempo, es decir, «duran»;mientras que los líquidos son infor-mes y se transforman constantemen-te, es decir, «fluyen».

La pertenencia a «ningún sitio», laausencia de raíces y de anclajes sumer-ge a nuestras sociedades en el desaso-siego y el miedo. Los temores sonmuchos y variados, reales e imagina-rios: violencia, desempleo, hambre,terremotos o epidemias. Lo «líquido»de la modernidad se refiere al fin deuna etapa de «incrustación» de los in-dividuos en estructuras sólidas, comoel régimen de producción industrial olas instituciones democráticas.2

En este contexto se ha enmarcadoel desarrollo de las dinámicas de laglobalización que implican unainterculturalidad que engloba no sólola heterogeneidad de los diferentesgrupos sociales y su readecuación alas presiones de lo global, sino la co-existencia al interior de una mismasociedad de códigos y relatos muydiversos, conmocionando así los prin-cipios de la identidad. Por tanto, latendencia ha sido asumir este fenó-meno, como un ámbito donde los su-jetos realizan prácticas culturales cadavez más homogéneas y estanda-rizadas a partir de un modelo de con-sumidor global fabricado por las in-

dustrias culturales y otras matricestransmitidas por las nuevas tecnolo-gías de la información. En ese senti-do la aldea global es un término muyoportuno que busca describir las con-secuencias socioculturales de la co-municación inmediata y mundial detodo tipo. El sociólogo canadienseMcLuhan se refiere a la aldea globalcomo«un cambio producido princi-palmente por la radio, el cine y la te-levisión, medios de comunicaciónaudiovisual que difunden imágenesy sonidos de cualquier lugar y mo-mento y ocuparon un espacio cadavez más importante en el hogar y lavida cotidiana».3

Según Edgar Morin,el fenómeno delas industrias culturales es el conjuntode mecanismos y operaciones a tra-vés de los cuales la creación culturalse transforma en producción. Además,demuestra en el caso del cine, cómo ladivisión del trabajo y la mediación tec-nológica no son incompatibles con lacreación artística, incluso como ciertaestandarización no presupone la totalanulación de la facultad creadora. Deesta forma, centra su investigación ha-cia otra dirección que considera el ejedel problema en cuestión, así es quedesarrolla el estudio de la cultura demasas en dos dimensiones: la estruc-tura semántica –el mundo de las sig-nificaciones– y los modos de inscrip-ción en lo cotidiano.4

JeanBaudrillard al analizar el consu-mo propone trasladar el énfasis del va-

2 Ídem.3 Marshall McLuhan: Guerra y paz en la Aldea Global, Ediciones Martínez Roca S. A., Barcelona,1971.4 Sunamis Fabelo: Desmontando La Sociedad del Espectáculo. Tesis de Diploma. Licenciatura enFilosofía. Universidad de la Habana. La Habana, 2007.

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103Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios en un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

lor económico y funcional de los bie-nes para beneficiar el valor/signo deestos, que convierte el consumo en ac-tividad de manipulación sistemática designos. El autor precisa los modos enque el valor simbólico de las prácticasde consumo trasciende los valores usoy cambio de los bienes implicados, quese convierten en objetos para la cons-trucción de significados.5

De manera que el consumo de lasTICs, sin dudas, es un acto de inter-pretación donde los consumidoresparticipan, crean, reproducen y seapropian de los bienes como signos,los adaptan y resemantizan para uti-lizarlos en la construcción de su uni-verso de interrelaciones.

Existen muchas polémicas alrededorde la reproducción cultural. En gene-ral puede decirse que la reproduccióncultural es inherente al concepto deuna cultura y su capacidad para serreproducida; y, más aún, que en mu-chos de sus rasgos la cultura es real-mente un modo de reproducción.

Por su parte, el sociólogo francésPierre Bourdieu aporta elementospara la comprensión del consumocomo espacio de conformación de lasestructuras sociales. Aquí el autor in-troduce el concepto de hábitus comomecanismo de inculcación de valoresde clase y el de campo como prácticasde clase y los utiliza, como instrumen-tos metodológicos para fijar esos nue-vos procesos sociales y culturales dediferenciación y estratificación entre losque se incluye el consumo. Bourdieu,sin desconocer la importancia de la

producción, privilegia en las formas dediferenciación de las clases sociales elaspecto simbólico del consumo, enten-dido como la manera de usar los bie-nes transmutándolos en signos.6

De manera similar, Bourdieu iden-tificó a este campo como «campo debatalla» y expresa que la reproduc-ción de la vida social ocurre en cam-pos entretejidos por mediaciones yatravesados por relaciones de podery de fuerza, que hace que personas deun entorno social homogéneo tiendana compartir estilos de vida parecidos.De esta forma, la reproducción cultu-ral es un proceso social fundamental,ya que la sociedad es siempre un siste-ma constitutivo con presiones muy po-derosas que se expresan en formacio-nes culturales, económicas y políticascuyos arbitrios culturales son converti-dos en voluntades individuales.

Finalmente, para que el campo seconstruya es necesario que los agen-tes posean un hábitus que contengalas reglas del juego y que se valore elbien específico que es el objeto de lu-cha en ese campo, es decir, es necesa-rio que los agentes se comprometan yvaloren el bien por el que se lucha, leden un sentido social y personal.

Por lo tanto, la reproducción cul-tural, entendida como componentesistémico de la reproducción social,juega un papel central ya que es apartir de estos elementos que se arti-culará y regulará el consumo cultu-ral. En el caso de las TICs, estamoshablando de la plataforma virtualInternet o el ciberespacio, de una

5 Jean Baudrillard: La ilusión del fin o la huelga de los acontecimientos, Editorial Anagrama, 3a.edición, Barcelona, 1997.6 Pierre Bourdieu: Campo de Poder y campo Intelectual, Folios ediciones, Buenos Aires, 1990.

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cibercultura como hábitus y de dife-rentes consumidores culturales ocibernautas que actúan desde distin-tos campos que se entretejen o redessociales, blogs, páginas webs, chats.

Teniendo en cuenta estos elementos,podemos afirmar que la concepciónmegaconsumista del mundo actual hadevenido un grave problema. Sin du-das, los beneficios que llegan con eldesarrollo de las TICs han revolucio-nado la sociedad y el conocimiento.

Son incuestionables los beneficiosdel uso de estas tecnologías, ya queestas cubren necesidades cotidianas,entre las que se encuentran el entre-tenimiento, diversión, comunicación,información y formación. Brindan,además, posibilidades inmensas en elcampo educativo. Asimismo, variosautores consideran el factor motiva-cional de determinados juegos edu-cativos como vía para desarrollar des-trezas, habilidades y estrategiascognitivas como la capacidad de re-solución de problemas, toma de de-cisiones, búsqueda y organización dela información, habilidades perceptivomotrices, etc.

No obstante, existen estudios quealertan algunas amenazas como el au-mento progresivo del tiempo de ex-posición a estas pantallas y la utiliza-ción compulsiva de estas tecnologíaslo que puede generar consecuenciasnegativas sobre el desarrollo y la con-ducta de los que los utilizan con másregularidad. El mayor riesgo del uso

excesivo es la posibilidad de generarun comportamiento adictivo que lle-ve no solo a una dedicación desmedi-da –lo que aparta al usuario de otrotipo de actividades más saludables ymuy necesarias a ciertas edades–, sinoa una verdadera dependencia y faltade control sobre sus conductas.

Según el catedrático EnriqueEcheburúa, «las adicciones no puedenlimitarse a las conductas generadaspor sustancias químicas como losopiáceos, los ansiolíticos, la nicotinao el alcohol».7 Existen otro tipo deadicciones recientemente denomina-das adicciones psicológicas o«adicciones sin drogas», se trata detodas aquellas conductas repetitivasque resultan placenteras al menos ensus primeras fases, y que generanuna pérdida de control en el sujeto.

En muchas ocasiones se tiende aconfundir el uso frecuente de las nue-vas tecnologías y la adicción a las mis-mas. Lo que define una conductaadictiva no es tanto la frecuencia conque se realiza, sino la relación de de-pendencia que se crea, la pérdida decontrol por parte del sujeto y la gra-ve interferencia que genera en la vidacotidiana. Para hablar de adicción tie-nen que concurrir dos factores bási-cos: la pérdida de control y la depen-dencia, la que se entiende como lanecesidad subjetiva de realizar forzo-samente la conducta y la supeditaciónde la vida cotidiana al mantenimien-to del hábito respectivamente.8

7 E. Echeburúa: Las conductas adictivas: ¿Una ruta común desde el crack al juego patológico? PsicologíaConductual, Pirámide, Madrid, 1993.8 Sunamis Fabelo: «Conducta adictiva desde la perspectiva del consumo cultural en los nativostecnológicos». En:Prevención y Atención de los trastornos adictivos, Editorial Ciencias Médicas,La Habana, 2018.

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105Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios en un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

Como ocurre con cualquieradicción, las conductas adictivas a lasnuevas tecnologías son controladasinicialmente por reforzadores positi-vos —por ejemplo, jugar videojuegospor el placer que su uso produce—,pero terminan siendo controladas porreforzadores negativos —jugarvideojuegos para librarse del males-tar y la tensión emocional—. Es decirque las personas adictas al uso de unadeterminada conducta —uso deinternet, juego, compras, televisión,etc.—, como ocurre en las adiccionesquímicas, experimentan un síndromede abstinencia cuando no pueden rea-lizarla, que se caracteriza fundamen-talmente por irritabilidad, estado deánimo disfórico y malestar emocional.9

Resulta frecuente que este tipo deadicciones psicológicas se combinencon una o más adicciones químicas.Estas pueden funcionar en algunos ca-sos como conductas sobreaprendidasque traen consigo consecuencias nega-tivas y se adquieren a fuerza de repetircomportamientos que en un principioresultan agradables; en otros, como es-trategias inadecuadas para hacer fren-te a los problemas personales.

Estas adicciones pueden afectar atodas las edades, pero especialmente alos niños y adolescentes, no solo por elhecho de que poseen mayor cantidadde tiempo libre o de ocio, a lo que sesumaría el riesgo de no estar controla-dos por los padres, sino porque se tra-ta de nativos tecnológicos, para las cua-les las TICs son inherentes a ellos.

Desde el punto de vista social,dado el rediseño de la vida cotidianaa partir del uso indispensable y des-medido de las TICs, en algunos ca-sos hay ciertas características de per-sonalidad o estados emocionales queaumentan la vulnerabilidad psicoló-gica a las adicciones: la impulsividad,la disforia —estado anormal del áni-mo que se vivencia subjetivamentecomo desagradable y que se caracte-riza por oscilaciones frecuentes delhumor—; la intolerancia a los estímu-los displacenteros, tanto físicos —do-lores, insomnio o fatiga— como psí-quicos —disgustos, preocupaciones oresponsabilidades—; y la búsquedaexagerada de emociones fuertes.10

Hay veces, sin embargo, en que enla adicción subyace un problema depersonalidad –timidez excesiva, bajaautoestima o rechazo de la imagencorporal, por ejemplo– o un estilo deafrontamiento inadecuado ante lasdificultades cotidianas. A su vez, losproblemas psiquiátricos previos –de-presión, trastorno por déficit de aten-ción e hiperactividad, fobia social uhostilidad– aumentan el riesgo deconvertirse en dependientes alvideojuego, los programas de televi-sión, series, películas, etc.11

Pueden identificarse también pro-blemas familiares,como una falta decomunicación, de comprensión, sepa-raciones dramáticas, poca dedicaciónal niño por motivos laborales, proble-mas escolares y/o sociales como laescasa integración en un grupo,

9 Ídem.10 Ídem.11 Ídem.

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soledad, desmotivación escolar, en-tre otras.

Sin embargo, lo cierto es que el temaen cuestión es sumamente polémicoentre los especialistas, puesto que re-sulta altamente difícil valorar la depen-dencia a las TICs como un comporta-miento adictivo, en el mundo actual,por cuanto estas parecen cada vez másindispensables para la vida, se tratade un mundo diseñado para vivir conlas TICs y estas cada vez más condi-cionan la vida de los ciudadanos e in-fluyen de manera directa en la repre-sentación de la realidad. ¿Es posibleun consumo responsable de las TICsy los amplios escenarios comunica-cionales que estas han propiciado yarticulado de manera indispensable enla vida cotidiana?

Desarrollo Tecnológico y Gobernanza deInternet: El poder de los datos

El capital digital12 está reemplazan-do a la propiedad intelectual en lacima de las cadenas de valor mun-diales. La norma es que quien recogelos datos se apropia de todo su valoreconómico, recurso central de la eco-nomía digital.

Es lanzada la generación de redesinalámbricas para móviles conocidacomo 5G, liderada por las compañíaschinas Huawei y ZTE. Esta quintageneración convierte la conectividad

en una plataforma, con lo cual las re-des de acceso inalámbrico proporcio-nan una conectividad sin fisuras, ex-tendida e ilimitada para todas las per-sonas y organizaciones.

A través de la 5G todo se almacenaen la nube, que proporciona una po-tencia de cálculo masiva con velocida-des de transferencia instantáneas y unretraso de casi cero. Esto hace que lainteligencia bajo demanda esté dispo-nible para todos, en todas partes.

La 5G favorece el desarrollo de lainteligencia artificial y potencia sususos en ciencias de la medicina y laindustria militar, el entretenimiento,así como el marketing político. Gra-cias a la compatibilidad de la Inteli-gencia Artificial con todos los dispo-sitivos, redes y nubes, los terminaleshan pasado de ser plug and play a plugand think. En otras palabras, la dispo-nibilidad de conexiones de muy bajalatencia permite que los datos prove-nientes de los dispositivos se envíenmuy rápidamente a la nube. De ma-nera que los procesos de aprendizajeautomático de alto perfil están real-mente al alcance de cualquier objeto.Por ejemplo, existen cámaras capacesde reaccionar ante eventos particula-res en tiempo real y sin estar conec-tados a una computadora, ya que elprocesamiento de contenido gráficoes realizado por supercomputadorasen la nube en lugar de localmente.

12 Consiste en competencias para recopilar y procesar datos, y convertirlos en inteligenciadigital,que es lo que tiene un valor económico real. Gran parte de esa inteligencia, derivada dedatos sobre personas, grupos y comunidades, es básicamente «inteligencia sobre ellos»: quéhacen, cómo lo hacen, qué relaciones mantienen, probabilidades de comportamiento futuro,etc. Al establecer las relaciones sociales utilizando los datos individuales se pueden pronosticaracontecimientos políticos y sociales con mayor certeza.

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107Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios en un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

Este escenario, liderado por China,condiciona cierta cooperación, debi-do a la interdependencia tecnológica,en medio de un ambiente de compe-tencia y rivalidad entre China y Esta-dos Unidos. Pero especialmente estaes una esfera fundamental en la quese evidencia la confrontación entreWashington y Beijing. Esta tensión seexpresa en presiones políticas, ponién-dose de manifiesto dos tendencias: lopaíses que impulsan la iniciativa chi-na y los que son reticentes sobre todoteniendo en cuenta las presiones deEE.UU. en ese sentido, debido al sig-nificado de los desafíos que suponeposeer la tecnología para desarrollarla inteligencia artificial, el acceso a losdatos y su procesamiento y finalmen-te, se trata de la disputa simbólica queesto significa.

Se potencia la amenaza de laciberguerra debido al aumento de lacapacidad de confrontación que des-encadena el incremento de la canti-dad de dispositivos conectados: másde la mitad de la población mundialtiene acceso a Internet, gracias al aba-ratamiento de los servicios y disposi-tivos y a las nuevas facilidades deconexión, al punto de que se ha pro-ducido una saturación en el númerode usuarios que ralentiza cada vezmás el crecimiento de este indicador.El mayor volumen de acceso tienelugar desde los dispositivos móviles.En ese sentido, las potencialidades dela 5G aumentan la posibilidad de caosque se produciría si las redes que lossoportan son atacadas.

Se profundiza y perfecciona a nive-les insospechados el uso del Big Data

y la inteligencia artificial para encerrara cada ciudadano a través de sus ras-tros en la red en una burbuja observa-ble, parametrizada y previsiblecon elfin detribalizar a la sociedad, descu-brir sus más recónditas pasiones ytabúes, así como para manipular yconstruir las expectativas que muevansus proyectos de vida.

Las lógicas de funcionamiento deestas estrategias de insurgencia anti-establishment han estado enfocadas enno convertir las posiciones frente a lasdecisiones complejas en simplesopuestos: se trata de la utilización demedios más matizados y sofisticadospara lograr el cambio de mentalida-des y el trastorno político, sin que estose pueda etiquetar con conceptos endisputa como «derecha» o «izquier-da». Hemos asistido a un auténticohackeo del sistema político, que en-tró por una puerta alternativa y loreprogramó, alterando las bases po-líticas.

Para el éxito de estos fines los da-tos se han convertido en la expresiónmás concreta de poder real debido ala información que brinda el análisisestadístico y los algoritmos para elenfoque selectivo de la población encampañas políticas, ubicar y llegar apersonas en las que ninguna campa-ña había pensado, los que no han vo-tado nunca, los antisistema, los indig-nados, personas que a veces ni se sabeque existen: no se trata de controlarla retórica del discurso sino de dejarque los ciudadanos lo alimenten apartir de las bases de datos que ac-tualizan varias veces al día formandopatrones de conductas que se

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solapan. La publicidad general hamuerto. Los datos llevan a los parti-dos políticos hasta el votante indivi-dual, y el mensaje lo diseña el algo-ritmo a la medida.

Todo el poder de las fuerzas polí-ticas de orientación populista, extre-mista, o nacionalistas que han llega-do a los parlamentos en los últimosaños, estriba en acceder a los datosque son almacenados en estas redespara con ellos diseñar un mensajepersonalizado que englobe ese tipode emociones reales y no se muestrecomo una consigna. Se trata del artede encontrar, fomentar y hacer libe-rar esas presiones que se han ido acu-mulando en el tiempo a medida quehan sido ignoradas y se han converti-do en resentimientos, generacionestras generaciones de resistencia y fi-delidad. De manera que sea un «men-saje-válvula de escape» con el cual elciudadano que se percibe a sí mismocomo olvidado, víctima del sistemasienta que se empodera y se liberade compromisos históricos frente a «lopolíticamente correcto» con que vivie-ron y murieron sus padres.

Se ha desarrollado con esto una ten-dencia profundamente revisionista dela historia y con ello su reinter-pretación y desmontaje, construyen-do desde los cimientos de la Naciónvalores simbólicos útiles a los objeti-vos de estas fuerzas populistas. Sedestacan las reflexiones sobre la his-toria contemporánea recreando, ma-tizando o resemantizando tópicoscomo las guerras mundiales, elfascismo, las dictaduras militares enAmérica Latina, el macartismo, las

luchas por los derechos civiles enEE.UU., de cara al colapso del socia-lismo en Europa del Este, la desinte-gración de la URSS, la crisissupranacional de la UE y el desmon-taje del Estado de Bienestar, y la cri-sis de legitimidad de las institucioneslatinoamericanas. De manera que elregreso al pasado actualizado se plan-tea como única alternativa para el pro-greso de la humanidad.

Se destaca la manipulación de di-versas instituciones religiosas y sucapacidad de proselitismo en funciónde los intereses de estas nuevas fuer-zas políticas.

Se potencia el uso de las fakenewsmuy vinculadas al discurso del odio,con una identificación con ideas ra-cistas, xenófobas, homófobas, misó-ginas, anticomunistas, antisemitas yprejuicios religiosos fundamentalis-tas. Se trata de alimentar una culturadel odio, una cultura tóxica en la quenadie cree ni confía en nada. Esta ten-dencia se reproduce entre las tribusurbanas fragmentando sus identida-des políticas, contrario al paradigmade «la aldea global» que las identificóy cohesionó en un espíritu de unidadrevolucionaria a partir de los años 60.

Conexiones entre Construcción de Imaginariosy Conflictos Internacionales

El complejo comunicación-industriase impone como una nueva exigenciade la economía mundial, dominadapor el control financiero y tecnológi-co y la centralización de la industriadel marketing. Las empresas que po-seen intereses considerables en la co-

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109Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios en un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

municación internacional figuran en-tre las mayores firmas del mundo.Deahí la incidencia de la industria de lacomunicación en el proceso de finan-ciación de la economía y el comercioelectrónico.

En este sentido es fundamental te-ner en cuenta los altos nivelesdeconcentración mediática que carac-terizan en el escenario comunicacionalactual,a partir del control oligopólicode las tecnologías de la informacióncomo uno de los principales instru-mentos para el dominio económicomundial y un factor de poder en elsistema de relaciones internacionales.Se trata de un fenómeno que enmas-cara toda una serie de cuestiones aso-ciadas a la ideología y el mercado, ala hegemonía y la dominación y queejercen una influencia directa sobre elsujeto social. De ahí que en la esferacomunicacional se ha hecho muy di-fícil deslindar los intereses comercia-les, la producción de sentido, la liber-tad de expresión, etc., puesto que estefenómeno articula cada vez más suslógicas de funcionamiento a través deun proceso de concentración del po-der, que sitúa a los Medios de Co-municación en una abierta lógica deproducción, reproducción, metabo-lización y legitimación ideológica.13

Los conglomerados mediáticos ejer-cen una fuerte dominación acorde conel modelo hegemónico del gran capi-tal, siendo el mercado quien imponesus valores y sus condicionamientossobre los modos de producción y dedistribución. Es evidente el entrela-

zamiento de emporios comunicativosa escala global con un discurso ho-mogéneo. La presencia de monopo-lios y oligopolios que desbordan laactividad mediática ejerce una deter-minante influencia, no solo en los pla-nos cultural, ideológico y político,sino también en el ámbito económicoy financiero, al tiempo que propiciael mantenimiento de relaciones dedependencia y la ejecución de agen-das conservadoras y neoliberales.

Es así que, en conjunto con tenden-cias que ya venían desarrollándosecomo el acceso masivo a la banda an-cha y la conexión permanente online,la integración vertical de la industriade contenidos con los canales de dis-tribución, se ha ido reforzando, pro-moviendo la posibilidad de acceso adiferentes medios a través de un mis-mo terminal, la estratificación yglobalización de las audiencias.

Internet tiene un papel socializadoren la conformación cultural, simbóli-ca y mediática. Los cambios produci-dos en cuanto a la celeridad de acce-so modifican las políticas adoptadaspor los gobiernos para responder conrapidez y eficacia a los desafíos quese presentan, tales como el surgimien-to del estado virtual, la diplomaciadigital, ciberconflictos, educación, sa-lud, etc. Además, se modifican laspercepciones sobre los seres huma-nos, el ser social y político.

El procesamiento de la informaciónse perfecciona con las aplicaciones detratamientos de datos, posibilitandoque las búsquedas efectuadas por los

13 Sunamis Fabelo Concepción: Escenarios de Política Internacional. Documento de Trabajo.Centro de Investigaciones de Política Internacional, Cuba, 2017.

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usuarios en internet sean procesadasy almacenadas. Ello le permite al pro-veedor conocer los hábitos y gustos delos sujetos logrando la creación de cam-pañas publicitarias personalizadas, au-mentado la efectividad de las mismasy mejorando los procesos de compra.

Dado este escenario, sin dudas, es-tamos asistiendo a un proceso de re-producción cultural, donde no solotienen lugar los medios en sí mismos,sino las mediaciones, o sea, la cons-trucción de los contextos, de la opi-nión pública, a nivel de una realidadvirtual, que es donde los sujetos pa-recen vivir y donde los acontecimien-tos parecen suceder.

En este punto, tener en cuenta elmundo de las representaciones socia-les es fundamental. La teoría de lasrepresentaciones sociales es suma-mente compleja. Pasa por concepcio-nes filosóficas, sociológicas y psico-lógicas sobre las que han teorizadodestacados pensadores. De cualquiermanera, puede resumirse que todarepresentación es, además de activi-dad cognitiva, simbólica y por tanto,significante. Este aspecto de las repre-sentaciones sociales, se deriva tam-bién del hecho de ser opinionesestructuradas y compartidas por gru-pos y categorías sociales, es decir, delhecho que se produzca socialmente.

La propia facultad perceptiva ysensorial de los hombres lleva a queexistan diferentes miradas sobre unhecho social, económico, político y

cultural, en la dimensión del hombrecomo ser social. Lo que implica queel ser humano por el hecho de nacercomo tal, se encuentra, por naturale-za, investido de una condiciónconflictuante. Es por ello que el con-flicto resulta de una forma perceptivafrente a otra visión u otras visionessobre un mismo objeto o fenómenode análisis u observación. También espreciso afirmar que esto conlleva algu-nas veces a que se produzcan cambiosde percepciones, o que las miradas ini-ciales del fenómeno después asumanformas diferentes. Es decir que puedehaber conflicto a partir de la existenciade representaciones sociales diferentespor distintos sujetos respecto a un mis-mo objeto o fenómeno.14

En tal sentido, la utilización de lahistoria ha sido uno de los temas máscontrovertidos. Francois Dosse, en suobra La Historia en Migajas explica que«La historia es una respuesta a lascuestiones que el hombre de hoy seplantea por necesidad(…) Cada épo-ca construye su representación delpasado según sus preocupaciones.(…) La historia parte del presentepara remontar el hilo de los tiemposhasta las sociedades del pasado(…)busca y da valor en el pasado a loshechos, los acontecimientos, las ten-dencias, que preparan el tiempo pre-sente, que permiten comprender yque ayudan a vivir… se construye elpasado que ella necesita».15

14 Sandra Bulté: «Las representaciones sociales de los estudiantes de 4to año de la Facultad deFilosofía, Historia y Sociología de la Universidad de la Habana sobre el conflicto entre Cuba yEstados Unidos en el período 17-XII / 2014-I / 2017». Trabajo de Diploma. Licenciatura enSociología. Universidad de La Habana, La Habana, 2017.

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111Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios en un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

Pensar la Historia del Presente,implica entrar en uno de los debatesmás complejos, tanto desde el puntode vista teórico como práctico, porcuanto se trata de ese constate diálo-go entre el presente y el pasado suje-to a coyunturas y contextos tan di-versos como impredecibles.

Una función medular de los medioses la emisión de símbolos querefuercen los sentimientos de perte-nencia a una comunidad. Ello permi-te el control ideológico como meca-nismo de dominación con la creaciónde hitos comunes que supuestamen-te se forman de un pasado comparti-do. Este recurso de lograr internalizaruna identidad colectiva es utilizadopor los grupos de poder paraimplementar sus políticas.

De manera general, la función dereproducción social se centra en cómolos medios construyen los significa-dos —en la forma de mensajes— delmundo o la realidad, a través de una«socialización indirecta» de la socie-dad con los «símbolos» comunes a lacultura de la sociedad en la que ope-ran. Ello permite legitimar los valo-res de clase dominante y hacerlosaceptados por todos.

La concepción y desarrollo de es-tas estrategias decomunicación hanposibilitado a los grandes centroshegemónicos, llevar a cabo unnuevo

estadio en la guerra por el dominio ycontrol de la sociedad: la Guerra deCuarta Generación.

En tal sentido, el terrorismo cons-tituye un destacado ejemplo. Este fe-nómeno se ha convertido en el pre-texto ideal para llevar a cabo unaestrategia y sistema avanzado de ma-nipulación y control social. El climade miedo, odio e incertidumbre quegeneraron los atentados del 9/11 secristalizó, rápidamente, en una enor-me campaña mediática. Durante elgobierno de George W. Bush, el dis-curso político y las narrativas audiovi-suales se estructuraron a partir del vín-culo de los intereses geoestratégicosde la Casa Blanca con la relación te-rrorismo religión-civilización.16

La manipulación del fenómeno delterrorismo vinculándolo específica-mente al factor religioso de carácterislámico, se apoya en que también losgrupos terroristas manipulan el Islama partir de los medios para im-plementar sus programas políticos yradicalizar el pensamiento, sobre todode los más jóvenes.17 Es decir, la re-presentación social del terrorismo sellevó a cabo a partir de la constantereproducción de estereotipos, carac-terizada por el uso de la violencia yla confrontación directa hacia la regióndel Medio Oriente.

15 Constantino Torres: Selección de Lecturas. Historiografía Contemporánea, Editorial Félix Varela,La Habana, 2005.16 Naylet Baza: «La representación social del terrorismo en la industria del entretenimientoestadounidense durante la administración de Barack Obama (2009-2017): factoresdeterminantes». Tesis de Diploma. Licenciatura en Relaciones Internacionales. ISRI. La Habana,2018.17 Yoslán Silverio: Escenarios de Política Internacional. Documento de Trabajo. Centro deInvestigaciones de Política Internacional, La Habana, 2018.

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Los productos comunicativos deentretenimiento estadounidenses, deeste período, funcionaron comolegitimadores de los intereses del go-bierno de Estados Unidos, toda vezque se convirtieron en poderosas yefectivas herramientas de propagan-da política. Además, el terrorismo, ejearticulador de las ficciones de estosaudiovisuales, sepresentó como jus-tificación de prácticas como la tortu-ra, la invasión a la privacidad indivi-dual o la injerencia en los asuntos in-ternos de otros Estados.18

En esta etapa, la representaciónsocial del terrorismo también se viofavorecida porel aumento de lasinterrelaciones entre la industria delentretenimiento, el Complejo MilitarIndustrial (CMI) y elgobierno de EE.UU.Las políticas de colaboración en-tre las instituciones gubernamentalesy la industriadel entretenimiento es-tuvieron marcadas por la subordina-ción de la proyección deesta última alos intereses del CMI y el gobiernoestadounidense. De esta forma, sepromovió la construcción de imagi-narios colectivos que crearon y mani-pularon el consenso en torno a talesintereses y al aumento del presupues-to militar. A cambio, la industria delentretenimiento recibió un tratamien-to especial e incentivos fiscales querepercutieron directamente en la dis-minución de los costos de producción;privilegios en la comercialización de

sus productos; apoyo material y ase-soría; y aumento de su publicidad.19

Asociado a este tema, también tie-ne lugar el avance de extrema dere-cha en Europa. El punto de inflexiónde la denominada«crisis de los refu-giados» se sitúa generalmente en2015, cuando más de un millón deinmigrantes y refugiados cruzaron aEuropa. Una de las causas inmedia-tas del aumento de los flujosmigratorios en dirección de losBalcanes ha sido la guerra civil siria—los sirios representaron de hecho elgrupo más importante de solicitantesde asilo en Europa en 2015, seguidospor los afganos, iraquíes y kosovares.La travesía de los flujos afectó tam-bién la percepción de las poblacioneslocales frente al fenómeno migrato-rio. En este contexto ha tenido lugarla emergencia de partidos políticospopulistas que han tomado la inmi-gración como un tema central en subatalla política.20

Los paradigmas de análisis de lascuestiones migratorias se conectan conla crítica a la globalización. Al mismotiempo, la crítica de la globalizaciónse centra en el cuestionamiento a laabertura de las fronteras incluso en unespectro muy amplio de fuerzas polí-ticas en el escenario europeo. Por otraparte, el lugar de la migración en eldebate político europeo está cambian-do constantemente, mientras que lospartidos principales se enfrentan al

18 Naylet Baza: «La representación social del terrorismo en la industria del entretenimientoestadounidense durante la administración de Barack Obama (2009-2017): factoresdeterminantes», ob. cit.19 Ídem.20 Angel Rodríguez: «La internacionalización de extrema derecha en Europa (2008-2017)».Documento de Trabajo, Centro de Investigaciones de Política Internacional, La Habana, 2017.

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113Consumo cultural, adicción TICs y construcción de imaginarios en un mundo en conflicto, fragmentado e interconectado

surgimiento y desarrollo del deno-minado discurso populista, que es dehecho una manifestación contra el or-den europeo —socioeconómico y po-lítico.

El impacto sobre los discursos po-líticos de los gobiernos y de los parti-dos tradicionales de los países de laUnión Europea —Holanda, Austria,Alemania, Francia, Italia, Grecia— porparte de los partidos que son llama-dos populistas por la prensa mains-tream, hacen de la migración uno delos temas centrales del debate políti-co, pero sobre todo consiguiendo lalegitimación de este discurso en elescenario cultural. Este tema se com-bina con una idea de soberanía quese considera perdida en el seno de laUnión Europea en relación con la li-bre circulación interna. De maneraque, esta tendencia adopta la formade un fuerte discurso contra la inmi-gración, pero también antiinmigrante,como pieza esencial de la extremaderecha, pero sus desafíos son mu-cho más amplios. Apunta también ala globalización neoliberal en nombredel nacionalismo radical.21

De ahí que la conexión entre crisismigratoria y triunfo de los populis-mos sea compleja sobre todo en elescenario mediático-cultural, asocia-do a la representación social del te-rrorismo, asociado a su vez al fac-tor religioso de carácter islámico al

que hicimos referencia anteriormen-te. Es por ello que la cuestión del na-cionalismo ha vuelto a aparecer endiferentes líneas. Por un lado, elneonacionalismo está alimentando eldiscurso de la identidad, revitalizandotambién una idea de «pueblo étnico»,pero, por otro lado, el populismo re-presenta también la insurgencia con-tra la globalización neoliberal —lostemas de ciudadanía y democraciason redefinidos y asociados al regre-so de la idea de soberanía, única ga-rantía de democracia, transversal a lospopulismos de extrema derecha y deizquierda.22

En este contexto, la islamofobia seextiende por el Viejo Continente. So-bre ello el politólogo Owen Jones es-cribió: «La extrema derecha europease está alimentando del desaliento dela crisis económica y del revés con-tra los refugiados que huyen de laviolencia de Oriente Medio. Dondeantes el objetivo principal era la co-munidad judía, ahora es la musul-mana».23 En esta línea, un estudiosobre el antisemitismo publicadorecientemente por el Kantor Centerde la Universidad de Tel Aviv detallaque la llegada masiva de refugiadosconvirtió a Europa en un lugar másseguro para los judíos.

Otro escenario importante dondese pone de manifiesto la manipula-ción mediática y la Guerra de Cuarta

21 Ídem.22 Martín Retamozo: «La teoría del populismo de Ernesto Laclau: una introducción», 2017.En:https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185161617300185.23 Erik Jones: «Populism in Europe –2017 introduction», January 2017. En: https://www.cambridge.org/core/journals/government-and-opposition/information/populism-in-europe-2017-introduction-by-erik-jone.

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Generación o No Convencional paracambio de régimen es en AméricaLatina.En tal sentido se ha manifesta-do especialmente la tendencia a laJudicialización de la Política y la lu-cha contra la corrupción, a través delaccionar de los Centros de Pensamien-to de la Derecha, los Medios de Co-municación y Redes Sociales con elobjetivo del aumento de la subversióny los planes de “cambio de régimen”en la región. Su estrategia se basa enuna deliberada manipulación dedesinformación a las mayorías. Elguion de esta lucha contra la corrup-ción incluye una campaña mediáticadescalificadora, en la mayoría de loscasos con la utilización de la posverdady las fakenews, en la que prácticamen-te la víctima es juzgada por la opi-nión pública como culpable antes deser acusada por los órganos de la jus-ticia , lo cual hace que, llegado a estepunto, no sea importante si se pre-sentan pruebas o no.24

La administración de DonaldTrump ha sido una de los artífices dela posverdad ya sea al hacer énfasisen la construcción de «hechos alter-nativos» o al descalificar a medios dereconocido rigor periodístico. Bajo eldominio de la posverdad, al conoci-miento se le atribuye falsedad. Si estapolítica siniestra se combina con loqueexpresa Durán Barba –«El electo-rado informado (...) no es más que10% en América Latina»– podemosentender que en un mundo hiper-tecnologizado, los gobiernos de

derecha de la región se auxilien cadavez más de equipos de comunicacióndigital vinculados a los gobiernos,especializados en «construir realidaden las redes» sobre todo en Twitter,donde aparecen supuestos hashtagsviralizados y miles de trolls que danapariencia de seguidores de un polí-tico en particular o partido.25

De manera general, efectos y con-secuencias se confunden. El escena-rio actual es causa y resultado.Losconflictos internacionales formanparte de ese escenario y están media-das por él. A través de ellos los sereshumanos están construyendo parabien o para mal sus historias y susrepresentaciones sociales. Por otraparte, resulta prácticamente imposi-ble escapar a esas mediaciones quemoldean y relativizan constantemen-te la realidad. De manera que, lejosya de una situación de dependencia,estamos frente a una realidadglobalque es cultural y generacional, que nisiquiera se impone, sino que es. Conlos nuevos tiempos se ha transforma-do el sistema de relaciones sociales ylas herramientas de afrontamiento delnuevo orden tanto anivel personalcomo social cada vez son más difíci-les de evaluar y discernir en un mun-do donde la realidad es cada vez másporosa, o más líquida. Apropiarse deello, sin dudas, es todo un desafío,pero sobre todo una necesidad impe-riosa para enfrentar esa realidad yparticipar proactivamente de ella,aprehenderla y transformarla.

24 Mayra Bárzaga, Escenarios de Política Internacional. Documento de Trabajo. Centro deInvestigaciones de Política Internacional, Cuba, 2018.25 Ídem.

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El terrorismo para la Unión Europea.Aproximaciones e incógnitas

Leyla Carrillo Ramírez

[email protected] en Ciencias Políticas en la

Universidad de La Habana.Licenciada en Derecho.Investigadora del CIPI.

Resumen:Los enfoques sobre la trayectoria yocurrencia del terrorismo en la UniónEuropea, se avienen a sus causas,manifestaciones y propósitos en elmarco de la compleja problemáticaglobal. El presente artículo actualizalos estudios precedentes que confor-man un libro a punto de publicarse,donde se exponen los antecedentesdel citado flagelo, uno de los de ma-yor letalidad en nuestro planeta.

Palabras clave: Terrorismo, violen-cia, medidas, proyecciones.

Abstract:The approaches on the trajectory and

occurrence of terrorism in the EuropeanUnion, are consistent with it causes,manifestations and purposes wigh in theframework of thecomplex global situation.This article updates the previous studies thatmake up a book about to be published, wherethe background of the aforementionedscourges exposed, one or the most lethalonour planet.

Key words: Terrorism, violence,measures, projections.

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116 Leyla Carrillo Ramírez

Introducción

Lejos de mitigarse, a medida queavanza el siglo XXI, la ocurrencia deactos terroristas se multiplica ydiversifica, tanto por las complejida-des en sus manifestaciones, como porla no solución de las causas que ori-ginan ese flagelo a escala universal.

La Unión Europea, como grupo re-gional, en su vastedad de 28 Estadosmiembros, en vísperas de reducirsea 27 con el BREXIT,construye una le-gislación y adopta medidas especia-lizadas, que intentan reducir el terro-rismo en la zona, pero que —por elmomento— no está en condiciones deeliminar los actos terroristas efectua-dos en otros continentes, donde ladesigualdad económica y social, losrezagos del colonialismo, los efectosdel neocolonialismo y de la injerenciaforánea, los efectos del cambioclimático, las rivalidades étnico-reli-giosas y nacionales —instigadas parasubvertir y dividir a los paísesexpoliados durante siglos— constitu-yen factores que incentivan la violen-cia y viven de esta.

La Unión Europea ante el terrorismo

La Unión Europea es el grupo re-gional de más amplia normativaemitida sobre el terrorismo, deriva-do de su experiencia jurídica, pero

particularmente también debido alos acontecimientos que han marca-do a su población desde inicios delsiglo XXI y han signado coinciden-cias ideológicas y metodológicas conEstados Unidos en el tratamiento ala problemática global. Al propiotiempo, al integrar sus países másindustrializados organizaciones ygrupos de poder, como el Grupo delos 7 (G7) y dirigentes o empresa-rios y otras personalidades en el po-tente Foro de Davos, o asistir regu-larmente a la Conferencia de Seguri-dad de Múnich, la UE es una de lasprincipales promotoras de accionessobre el terrorismo de este siglo.1

Los actos terroristas perpetradosen Londres, Madrid, París, Niza,Hamburgo y Utrecht —entre otros—recrean un clima de inseguridad y re-chazo; incitan a los respectivos gobier-nos e instituciones de la UE a vincu-lar el terrorismo con su rechazo haciacostumbres y atributos islámicos quearriban con la inmigración provenientede África y Medio Oriente, a la vezque enardece corrientes xenófobas yantirreligiosas, que —en el caso deAlemania, Reino Unido, Francia yPaíses Bajos— también abarcan,incidentalmente, a judíos y creyentesde otras religiones.

Por un lado, la UE, a partir del 11de septiembre de 2001, adecuó legis-laciones semejantes al Acta Patriótica

1 En las agendas del G7 figura la amenaza terrorista desde la Cumbre de Lyon, Francia, en1999, impulsada por el entonces presidente estadounidense, William Clinton. El Foro de Davos,Suiza, aunque se dedica a la temática económica, incorpora a su agenda desde 2016 el problematerrorista. La Conferencia de Múnich, Alemania, fue promovida por la canciller, Angela Merkel,con la finalidad de prevenir y articular una política, que, entre otras, incluye el enfrentamientoal terrorismo como amenaza securitaria.

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117El terrorismo para la Unión Europea. Aproximaciones e incógnitas

Estadounidense, mediante la adop-ción de su Estrategia de Seguridad ydel Acta Única Europea; en las estra-tegias nacionales de los paísesprotagónicos, como Francia, Alema-nia, Reino Unido, España e Italia ymediante legislaciones antiterroristasinternas. Por ejemplo, en el caso deFrancia, en 1986 se promulgó la pri-mera ley antiterrorista, renovada con-tinuamente hasta promulgar la deoctubre de 2017, que radicaliza lasmedidas a partir de los atentados del13 noviembre de 2015 de noviembre.Por otro, fuerzas contestatarias y gre-miales denuncian que la ley restringederechos humanos, como el libremovimiento y la distancia de lugarescalificados como religiosos, límites alejercicio de la profesión y de restric-ciones a los atributos confesionales deorigen musulmán.2 Diversas instan-cias de la ONU, como el Consejo deDerechos Humanos durante el Exa-men Periódico Universal3 del país,criticaron en 2018 la legislación y susresultados, porque restringe el ejer-cicio de libertades como el derechode expresión, reunión, asociación ylibre circulación, secundado por or-ganizaciones no gubernamentales,como Amnistía Internacional.

En tanto, la circulación de listadossobre personas y organizaciones te-rroristas, por la Comisión y el Parla-mento Europeos, se asemeja a los

difundidos por el Pentágono y la Se-cretaría de Estado de EE.UU.

La normativa comunitaria procurareducir las manifestaciones terroristas,pero muestra endeblez debido a lapresencia, el protagonismo y la beli-gerancia de actores militares oparamilitares europeos y al apoyosubrepticio a los mal denominadosgrupos opositores islamistas, presen-tes en los conflictos de Irak, Libia, Siriay Yemen, que han perseguido lairrupción de un cambio de régimen;así como por el creciente cerco a Irán.Lo citado ha provocado la multipli-cación de las réplicas terroristas en te-rritorio europeo de fundamentalistasislamistas, grupales e individuales.

En ese sentido, la gestión comuni-taria europea —legal o militar—, enbusca de su propia seguridad ha con-ducido a los países miembros de laUE a una mayor vulnerabilidad, con-jugada con el incremento del rechazoa los inmigrantes y solicitantes de asi-lo, ante el temor de que sean presun-tos terroristas.

La profusión de documentos comu-nitarios sobre el terrorismo o de pro-pósitos antiterroristas hace inabar-cable su total inclusión en el artículo,motivo por el que se hará referenciaa los más significativos:

La actual Estrategia Europea de Se-guridad (EES) de diciembre de 2003

2 En: www.france 24.com/fr/tag/loi-antiteroriste.3 UPR. Mecanismo adoptado en 2006 por el Consejo de Derechos Humanos que establece unarotación obligatoria por orden alfabético, para que los países miembros rindan cuenta sobre elcomportamiento de los DH en sus respectivos países y se le sitúen críticas –en igualdad decondiciones– por los integrantes del CODEHU.

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118 Leyla Carrillo Ramírez

fue el primer intento de la UE por re-flejar en un documento programáticosu pensamiento estratégico global.Pero fue escrita en un contexto muyparticular, caracterizado por lo si-guiente:

• Profundas divisiones en el seno dela UE, como resultado de las dife-rencias entre las naciones con res-pecto a la decisión de los EE.UU.de invadir Irak. En este sentido, laEES sirvió también como instru-mento para volver a aproximarposturas después de meses de con-tradicciones internas.

• Coincidió con una etapa en la quela Política Exterior de Seguridad yDefensa (PESD), iniciada en 1999.

• Antecedió a las últimas ampliacio-nes de la UE, cuando esta teníaquince Estados miembros.

En 2016 la nueva Estrategia fueadaptada a nuevos factores, derivadosfundamentalmente de los cambios derégimen ocurridos o inducidos en elMedio Oriente y el norte de África. Porejemplo: aludió a situaciones específi-cas que habían sido enaltecidas erró-neamente como las «primaveras ára-bes» y reconoció que crearon

el desorden a la mayor parte de unaregión, que independientemente desu falta de democracia, se venía ca-racterizando por ser relativamenteestable… Los Estados ya no pue-den garantizar a seguridad de susfronteras, lo cual se traduce en unaumento de la inseguridad de las

regiones circundantes. El trasiego depersonas que van y vuelven entreEuropa y el DAESH, el tráfico depersonas entre Libia y la orilla Nortedel Mediterráneo y en los últimosmeses la avalancha de refugiados porel Este son prueba de ello.

Con relación al Sahel subraya:

la inseguridad de Mali como con-secuencia directa delcolapso delEstado libio, que permitió armarseen abundancia a los tuareg y a losgrupos yihadistas), que pasó des-pués a Níger y al Chad, tiene tam-bién importantes repercusionespara Europa (además, como es ob-vio, de empeorar a su vez la yamuy deteriorada situación de se-guridad en el Magreb), al ser nidode yihadistas y paso de rutas demigración ilegal y de tráfico detodo tipo de mercancías ilegales.Mali proporciona también un ejem-plo de la incapacidad de la UE parala acción, que no consiguió en 2013enviar una fuerza (a pesar de queya existían los BattleGroups, crea-dos para ocasiones como ésa) paraapoyar al Gobierno en una situa-ción crítica, obligando a Francia ahacerlo sola con la operación«Serval».

También refiere que:

la difusión del fundamentalismo havuelto a poner de actualidad la vio-lencia de carácter religioso, tantoentre comunidades de la misma

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religión, como entre religiones di-ferentes. El denominador común esque las fronteras políticas son irre-levantes, y que es muy difícil de-tectar qué individuos pueden seractivos en esta lucha en el conjuntode una comunidad donde la granmayoría no lo son. Esto facilita sulabor, así como la vulnerabilidad delos demás. La lucha contra elDAESH (en sí mismo una manifes-tación de este fenómeno), las con-secuencias de la invasión de Irak en2003, la extensión en el tiempo delas guerras de Afganistán e Irak yel siempre presente conflicto israelo-palestino hacen del mundo occiden-tal en general objetivo de este tipode extremismo, que no tiene visosde remitir en el medio plazo.

En el orden de la resiliencia, justifi-ca las acciones violentas deantiterrorismo y plantea que «las po-blaciones occidentales son cada vezmás sensibles a la violencia, en parti-cular a las bajas propias, pero tam-bién a las ajenas. Además, al haberperdido la memoria colectiva de laguerra, están cada vez menos prepa-radas psicológicamente para aceptarla idea de que en ocasiones la defensade los valores o intereses propios pre-cisan del uso de la fuerza, que a vecesse paga con sangre.4 También están me-nos preparadas para perseverar en una

determinada idea si ello significa pa-sar a ser objetivo, por genérico quesea, de acciones terroristas o subver-sivas».

Los países más industrializados de la UE

Por tratarse de países más desarro-llados en la UE, conviene mencionaraspectos de sus respectivas Estrate-gias de Seguridad, que aluden direc-ta o indirectamente al terrorismo.

Por ejemplo, en su Libro Blanco de2006 sobre la Política Alemana y elfuturo del Ejército Federal, Alemaniaconsidera que la globalización, quetambién promueve la interconexión ydisemina sus riesgos y repercusiones.5

En tal sentido señala, en lo que cons-tituye su definición:

El terrorismo transnacional es undesafío mundial. No se limita a Es-tados nacionales o regiones y esun fenómeno de creciente relevan-cia. Las organizaciones terroristastransnacionales y sus redes se be-nefician de los Estados fallidos,que les proveen puertos segurosy en algunos casos, hasta el con-trol de territorios. El uso de losmedios sociales y la comunicacióndigital, genera fuentes, atrae a sim-patizantes, disemina propaganday planea ataques. Tienen la cre-ciente aptitud de atacar objetivos

4 Subrayado propio. En sentido general, la violencia origina sangre, aunque tal vez solo serefiera a la sangre de los ejecutores, porque la población civil en los países donde se acometenmás actos terroristas, son las mayores víctimas del terrorismo.5 Weissbuch Bundeskanzleramt Deutschland (Cancillería Federal de Alemania).WeissbuchzurSicherheitspolitik und zur Zukunft des Bundeswehr (Libro Blanco para la políticade seguridad y el futuro del ejército federal de Alemania), Berlín, 2016.

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120 Leyla Carrillo Ramírez

con capacidades cibernéticas, yusan agentes químicos en los ata-ques terroristas. En el futuro po-dría extenderse a sustancias bio-lógicas y radioactivas. Adicional-mente, las organizaciones terroris-tas utilizan el crimen como partede sus actividades, extendiéndo-las para alcanzar otras regiones.Perseguir y desarticular sus flujosfinancieros constituyen tareas di-fíciles.

Y añade:

Los ataques terroristas represen-tan el más inmediato desafío anuestra seguridad. La radicaliza-ción de simpatizantes y el regresoa Alemania de combatientes terro-ristas extranjeros provenientes deáreas en crisis y conflictos, inclusoa la zona Schengen, significa queeste riesgo se incrementa constan-temente. Aún más, se produce unintercambio entre la seguridad in-terna y exterior. El combate al te-rrorismo transnacional requiere laestrecha cooperación nacional, in-ternacional, europea y trasa-tlántica.

También incluye comentarios se-mejantes sobre el ciberterrorismo alos del Reino Unido y Francia, expues-tos a continuación:

El Libro Blanco de Defensa y Se-guridad de la República Francesa esmás expositivo, al extenderse sobre

la problemática de estudio.6 En suacápite sobre la lucha contra el terro-rismo, plantea:

• Amenaza mayor y persistente, elterrorismo requiere que se manten-ga el dispositivo puesto en prácti-ca por el Estado a un alto nivel devigilancia, dispositivo que se ins-cribe en el marco de una aproxi-mación global, con vista a:

• Prevenir los riesgos, detectando yneutralizando los flujos ilícitos paraproteger al territorio contra lasintrusiones hostiles y en desarro-llar el dispositivo gubernamentalde lucha contra la radicalización;

• Proteger los espacios particular-mente vulnerables; las vías detransporte aéreo, terrestre y marí-timo, las insfraestructuras vitalesdel país y los sistemas de informa-ción sensibles;

• Anticipar las evoluciones de laamenaza, manteniendo un avancetecnológico en el campo de la de-tección de explosivos, telecomuni-caciones y la videovigilancia, de laprotección de los sistemas de in-formación, de la biometría y de laprotección contra el riesgo nuclear,radiológico, biológico, químico oexplosivo (NRBC-E).

«El plan gubernamental Vigipiratepermite una aproximación global dela amenaza terrorista, influyendo a lavez en el territorio nacional y sobre

6 LivreBlanc de la Défense et Securité de la RépubliqueFrançaise. Direction de l’information légale etadministrative, Paris, 2013, pp. 104 y 105.

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nuestros intereses en el extranjero. Asegura la movilización de diferentesministerios, de colectividades territo-riales, de los operadores de vital im-portancia y de los ciudadanos parareforzar nuestro nivel de protección.Este dispositivo debe ser moderniza-do para reforzar su eficacia.

«Las cooperaciones bilaterales ymultilaterales deben ser reforzadasa fin de enriquecer los intercambiosde información y de análisis entrelos países sometidos a igual ame-naza. Estas cooperaciones permiti-rán, además, tomar mejor en cuen-ta la continuidad que existe entrela seguridad interior y la seguridadexterior».

Igualmente, la lucha contra laciberamenaza es abordada como sigue:

El seguimiento concedido a los aná-lisis y a las recomendaciones delLibro Blanco de 2008 en el dominiode la ciberdefensa ha permitido aFrancia franquear una etapa deci-siva para tomar en consideraciónesta amenaza en la puesta en prác-tica de las respuestas que ellas re-quieren. De todas formas, el con-tinuo incremento de la amenaza,la importancia creciente de lossistemas de información en la vidade nuestras sociedades y la evolu-ción muy rápida de las tecnologías

impuestas para transitar hacia unaetapa suplementaria para conser-var las capacidades de proteccióny defensa adaptadas a esas evolu-ciones. Ellas nos imponen actual-mente aumentar de forma muysustancial el nivel de seguridad ylos medios de defensa de nuestrossistemas de información, tantopara el mantenimiento de nuestrasoberanía, como para la defensa denuestra economía y del empleo enFrancia. Los medios humanos quese le han dedicado serán refor-zados sensiblemente a la alturade los esfuerzos otorgados pornuestros socios británicos y ale-manes.

Y concluye:

La capacidad de protegerse contralos ataques informáticos, de detec-tar e identificar los actores, se con-vertido en uno de los elementos dela soberanía nacional. Para eso enel futuro, el Estado deberá apoyarlas competencias científicas y tec-nológicas indicadas.

En tanto, la Estrategia de Seguri-dad Nacional y Defensa Estratégicadel Reino Unido de 2015 establece ensu capítulo 4 la protección al pueblo,combatiendo el extremismo y terro-rismo, a partir de medidas específi-cas,7 que subraya su enfrentamiento

7 National Security Strategy and StrategicDefence and Security Review 2015A Secure andProsperous UnitedKingdom, presentada al Parlamento por el Primer Ministro, por orden deSu Majestad, noviembre de 2015, p.37.

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a una amenaza significativa del extre-mismo y el terrorismo; definiendo alprimero

como una vocal y activa oposicióna sus valores fundamentales, inclu-yendo la democracia, el estado dederecho, la libertad y el respetomutuo y tolerancia de diferentecreencias y credos. También tribu-ta a las muertes de los miembrosde sus fuerzas armadas por losextremistas. El extremismo, aunqueno quebrante la ley, divide a las co-munidades y debilita la estructurasocial del país. Y señala que fre-cuentemente discrimina sobre labase de la creencia, el género y laraza y normaliza la intolerancia, elodio y el pillaje (énfasis de la auto-ra).

Estima que

la amenaza terrorista al Reino Uni-do es severa. Desde 2010 más de60 británicos han fallecido en el ex-tranjero, incrementándose la tasa,particularmente perpetrada porhombres de Al Qaeda e ISIS. Porello se estableció en 2015 el comitédel Consejo Nacional de Seguridad(NSC) para contraterrorismo, diri-gido por el Primer Ministro.

Añade que

continuará la acción de investigar,desarticular y donde sea posible,sancionar a los terroristas, reforzan-do la ley, las capacidades de las

agencias de seguridad y las fuer-zas armadas para afrontar las situa-ciones internas y en ultramar quese presenten…; se incrementaránlos recursos para la policía contra-terrorista y las agencias de seguri-dad e inteligencia que persigan alos terroristas; reforzar las agenciasde aviación con buena seguridad,se creará una red de seguridad einteligencia para proteger a los ciu-dadanos dentro y fuera, en colabo-ración con los socios; se incre-mentará la red de expertos conMedio Oriente, África Norte, Surde África y África Subsahariana.

Debido a las especificidades en lasituación interna británica, la citadaestrategia prioriza la severa amenazadel terrorismo de Irlanda del Norte,«proveniente de grupos violentos di-sidentes republicanos que mantienensus capacidades letales»; por lo queotorgó 231 millones de libras adicio-nales a la seguridad para el serviciode policía en esa región, entre 2011 y2015.

Igualmente concedió 860 millonesde libras esterlinas para la ciber-seguridad, a partir de la Estrategiahomónima adoptada en 2011 y au-mentó la cifra a 1,9 mil millones delibras en 2016, creando capacidadesy entrenamiento adicionales paracombatir el cibercrimen.

Selección de la jurisprudencia europea

La amplia y diversa normativaeurocomunitaria referida al terrorismo

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123El terrorismo para la Unión Europea. Aproximaciones e incógnitas

es inabarcable, así que se citará unaselección de esta, donde destaca:

• La opinión del Consejo de 2005, enel sentido de que: considera que elterrorismo es una amenaza para suseguridad, para los valores de sussociedades democráticas y para losderechos y libertades de los ciuda-danos europeos. La UE ha estable-cido estrategias sucesivas y le otor-ga una prioridad fundamental parael grupo y para sus socios interna-cionales, principio que rige susacuerdos y colaboración de esa ín-dole. El propio año adoptó la Es-trategia de la UE de Lucha contrael Terrorismo para combatir el te-rrorismo a escala mundial y con-tribuir a una Europa más segura.8

• En 2007 nombró un coordinadorpara la lucha contra el terrorismo,cuyas funciones consisten en: co-ordinar la labor del Consejo de laUE en la lucha antiterrorista, su-pervisar la aplicación de la Estra-tegia de la UE de Lucha contra elTerrorismo y velar por que la UEparticipe activamente en la luchaantiterrorista. La citada Estrategiase centra en cuatro pilares: preve-nir, proteger, perseguir y respon-der.

• Comunicación de la Comisión alParlamento Europeo, al Consejo, alComité Económico y Social Euro-peo y al Comité de las Regionessobre un nuevo enfoque de la UEen materia de detección y reduc-ción de los riesgos, que procura:detectar explosivos y materialespeligrosos; mejorar la investigaciónen toda Europa y aumentar la sen-sibilización en los países de la UE.9

• Información que acompaña a las trans-ferencias de dinero.10 Establece lasnormas relativas a la informaciónsobre los ordenantes y los benefi-ciarios, que acompaña a las trans-ferencias de fondos con el fin deayudar a prevenir, detectar e inves-tigar el blanqueo de capitales y la fi-nanciación del terrorismo, que sebasa en la normativa adoptada porel Grupo de Acción Financiera Inter-nacional (GAFI).11 Incluye las trans-ferencias en cualquier moneda, en-viadas o recibidas por un prestadord servicios de pago o un interme-diario establecido en la UE y esta-blece que los datos personales ob-tenidos por los PSP deberán utili-zarse solo con fines de prevencióndel blanqueo de capitales y la fi-nanciación del terrorismo y los PSPgarantizarán la confidencialidad dedichos datos.12

8 Todas las cursivas que aparecen en estos fragmentos son de la autora.9 Documento QBRN-E [9de 5.5.2014 - Publicada en el Diario Oficial].10 Reglamento (UE) 2015/847.11 GAFI. Grupo de Acción Financiera Internacional (UIAF por siglas en inglés). Establecida enBruselas en 1989 para fijar estándares y promover la implementación de medidas legales yoperativas para combatir el lavado de activos, el financiamiento del terrorismo y de laproliferación de armas de destrucción masiva y otras amenazas a la integridad del sistemafinanciero internacional.12 En: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=LEGISSUM:23070301_1&qid=1412582464618&from=EN.

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• El Reglamento forma parte de unpaquete de medidas legislativas dela UE destinadas a prevenir el blan-queo de capitales y la financiacióndel terrorismo, que incluye la rela-tiva a la prevención de la utiliza-ción del sistema financiero para elblanqueo de capitales o la financia-ción del terrorismo.13

• En mayo de 2015, el Consejo y elParlamento Europeo adoptaronnuevas normas para prevenir elblanqueo de capitales y la financia-ción del terrorismo.

• En julio de 2016, la Comisión Eu-ropea presentó una propuesta conla que se modificaban las normasvigentes a fin de intensificar la lu-cha contra la financiación del terro-rismo. En la actualidad, el Consejoy el Parlamento Europeo están exa-minando esta propuesta.

• El 21 de abril de 2016 el Consejoadoptó una Directiva tendente aarmonizar la utilización de los da-tos del registro de nombres de lospasajeros (PNR) en la UE. La Di-rectiva establece que los datos PNRsolo podrán utilizarse para la pre-vención, detección, investigación yenjuiciamiento de delitos de terro-rismo y delincuencia grave.

• La Directiva (UE) 2017/541 relativaa la lucha contra el terrorismocoadyuvó a la adaptación de la le-gislación comunitaria para lucharcontra el terrorismo, a partir de laconsideración de que las amenazas

terroristas se habían incre-mentado, introdujo medidas deprotección, apoyo y asistencia alas víctimas.14

Entre su puntos claves se halla ladefinición del delito de terrorismo,consistente en: intimidar gravementea una población; obligar indebida-mente a los poderes públicos o a unaorganización internacional a realizarun acto o a abstenerse de hacerlo ydesestabilizar gravemente o destruirlas estructuras políticas, constitucio-nales, económicas o sociales funda-mentales de un país o de una organi-zación internacional.

Asimismo establece como delitoterrorista la intencionalidad en la di-rección de un grupo terrorista; la di-fusión de mensajes que inciten porodio, glorifiquen a terroristas; captena otras personas para acometer actos;adiestrar y recibir adiestramiento (fa-bricación o utilización de explosivos,armas de fuego o sustancias peligro-sas); efectuar viajes dentro o fuera dela Unión Europea para fines terroris-tas; organización o facilitación de es-tos, incluidos el apoyo logístico omaterial y la aportación o recaudaciónde fondos con ánimo de que se utili-cen o con conocimiento de que se va-yan a utilizar con fines terroristas.

• El Parlamento Europeo aprobó en2018 tras los atentados terroristasen París, su plan antiterrorista más

13 4ta. Directiva antiblanqueo de capitales. Documento: 2015/849.14 En: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=LEGISSUM:4322328&qid=1412582464618&from=ES

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125El terrorismo para la Unión Europea. Aproximaciones e incógnitas

ambicioso, en procura de antici-parse a los ataques, reducir lasvulnerabilidades, que incluye laprohibición de concentraciones «porconstituir un cebo perfecto» y vigi-lar la actuación de los hijos deinmigrantes, que los partidos deizquierda y varios sectores de lapoblación califican de estigmati-zantes para los derechos humanosimperantes en los países de la UE.15

• El reciente informe sobre la situacióny las tendencias del terrorismo en laUE, 2019 (Europol) adoptó un plan-teamiento global para hacer frenteal problema de los combatientesextranjeros y del terrorismo autóc-tono, que incluye: el refuerzo de lasnormas a fin de impedir nuevasformas de terrorismo; la intensifi-cación de los controles en las fron-teras exteriores; un mayor controlde las armas de fuego y la creaciónde un organismo específico desti-nado a frenar la propaganda terro-rista en línea.16

• El 17 de abril de 2019 el Parlamen-to Europeo adoptó una iniciativa,con la finalidad de adoptar medi-das informáticas que eliminen elcontenido terrorista de la red enmenos de una hora, por lo que serequerirá una plataforma contra elterrorismo digital —que incluiría aplataformas como Facebook yYoutube; multando a las compa-ñías que incumplan la ley con el 4%de su facturación global.17

La citada normativa clasifica comoterrorista cualquier material —texto,imagen, sonido o video— que inciteo contribuya a cometer delitos terro-ristas o a participar en actividadesde un grupo, incluidos el suministrode información, medios materiales ofinanciación, además de toda rese-ña sobre la fabricación o uso de ex-plosivos, de armas de fuego o sus-tancias nocivas utilizables con esefin.

Consideraciones finales

La política eurocomunitaria con re-lación a la seguridad y la defensa dela UE procura la prevención y elimi-nación del terrorismo, tanto median-te acciones emanadas de discusionesen organismos y grupos multilaterales(ONU, Grupo de los 7, Foro deDavos), como en la coordinación deacciones con su principal aliado po-lítico (EE.UU.) o la guía a países delnorte africano (G5S).

Las iniciativas y colaboración parael seguimiento, prevención, articula-ción de medidas y sanciones equiva-lentes contra los perpetradores de te-rrorismo en la Unión Europea se apre-cia en la sucesiva y profusa normati-va adoptada por las tres institucionesde mayor relevancia en la UE: el Con-sejo, la Comisión y el Parlamento Eu-ropeo.

Empero, las razones que motivanla prevalencia y multiplicación de los

15 En: https://www.elmundo.es/internacional/2018/12/12/5c1138f721efa0af338b4692.html.16 En: https://www.consilium.europa.eu/es/policies/fight-against-terrorism/.17 En: https://www.20minutos.es/noticia/3618607/0/eurocamara-contenido-terrorista-red/.

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126 Leyla Carrillo Ramírez

lesivos y letales actos terroristas enterritorio europeo, no han sido resuel-tos con legislaciones, sino medianteprácticas públicas internacionales quemitiguen las carencias y desigualda-des que afectan a países bajo condi-ciones ancestrales y actuales de des-igualdad, la instigación de conflictosinternos e internacionalizados y

problemas emanados de la opresión,el saqueo, la discriminación y xeno-fobia, el recrudecimiento del cambioclimático y la insalubridad —entretantos factores—. El presente artícu-lo solo expone los problemas másacuciantes que afronta la UE respec-to al incremento de actos terroristasen su territorio.

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El activismo terrorista en el Sahel Occidental:principales tendencias

Yoslán Silverio González

[email protected]áster en Historia Contemporánea.

Investigador Agregado y ProfesorAsistente del CIPI.

Resumen:La región Sahelo-sahariana correspon-diente al África Occidental se ha man-tenido en el centro del activismo te-rrorista de África Subsahariana. Lospaíses más afectados siguen siendoMali, Níger, Burkina Faso y Nigeria.Sin embargo, se han producido mo-dificaciones en cuanto al accionar devarios grupos. Por una parte, BokoHaram ha disminuido su nivel de vio-lencia, lo que se manifiesta en unareducción del número de víctimas ci-viles, mientras que se han reactivadanuevas células en la frontera de Malicon Burkina Faso. Aquí se ha experi-mentado un aumento sustancial degrupos como el Estado Islámico en elGran Sahara y el Estado Islámico delSahara Ocidental, entre otros de me-nor grado de organización. Debido aello, se han mantenido los problemasde seguridad y la presencia militar ex-tranjera en todos estos países.

Palabras claves: Terrorismo enÁfrica, África Occidental, Sahel, Se-guridad en África, presencia militarextranjera.

Summary:The Sahel-Saharan region correspon-

ding to West Africa has remained at the

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128 Yoslán Silverio González

center of terrorist activism in Sub-SaharanAfrica. The most affected countries remainMali, Niger, Burkina Faso and Nigeria.However, there have been changes in theactions of several groups. On the one hand,Boko Haram has decreased its level ofviolence, which is manifested in a reductionin the number of civilian victims, whilenew cells have been reactivated on the Maliborder with Burkina Faso. In this area hasbeen a substantial increase in groups suchas the Islamic State in the Grand Saharaand the Islamic State of West Africa,among other groups of lesser degree oforganization. Because of this, securityproblems and foreign military presencehave been maintained in all these countries.

Keywords: Terrorism in Africa, WestAfrica, Sahel, Security in Africa, foreignmilitary presence.

Introducción

En la última década, las regionessaharianas han sufrido el incrementopaulatino del activismo de grupos te-rroristas, primero de aquellos vincu-lados con Al Qaeda y luego de otrasfacciones que operan bajo la «guía»de la organización del Estado Islámi-co. Sin embargo, este fenómeno no seha extendido a otras regiones del con-tinente africano, salvo en lugares muypuntuales y de manera coyuntural.Por esto se puede afirmar que el te-rrorismo se ha convertido en un ele-mento casi endémico de esta ampliaregión sahelo-sahariana, donde losfactores geográficos y socioeconó-micos han contribuido a su desarro-llo.

El Grupo de África y Medio Orien-te (GAMO) del CIPI efectuó un pro-yecto de investigación titulado «Ten-dencias políticas del terrorismo enÁfrica y Medio Oriente: su impactoen las relaciones internacionales ha-cia el 2020», el cual tuvo como objeti-vo general «Determinar el impacto enlas relaciones internacionales de lastendencias más probables del terro-rismo en África y Medio Oriente ha-cia el 2020». En el plano metodológicose trabajó en la definición de un gru-po de variables a tener en cuenta parael abordaje de esta problemática. Deesta manera se determinaron un totalde siete variables que a su vez reco-gen en sí mismas otras variables uotras dimensiones de la variable. Laformulación de cada una no se corres-ponde con una conceptualización teó-rica, sino con los elementos tenidosen cuenta para su análisis: qué se vaa entender por cada una de ellas enfunción de la problemática de estu-dio.

Definición de las variables princi-pales:

1) Dinámicas del sistema internacio-nal: Entorno geopolítico ygeoeconómico regional queimpactan en el desarrollo del terro-rismo. Situaciones económicas ysociales regionales, así como lasdinámicas políticas subregionales einternacionales que influyen en laevolución del terrorismo.

2) Nivel de institucionalización: Seconcibe a través del funcionamien-to de las estructuras internas, lacapacidad de externalización de las

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mismas y la estabilidad organiza-tiva alcanzada por los grupos y or-ganizaciones terroristas.

3) Nivel de financiamiento: Refieretanto la capacidad de autofinan-ciamiento del grupo/organización(cobro de impuestos, sobornos, opagos de rescate por secuestros)como a otros ingresos devenidos desu vinculación y/o control del cri-men organizado transnacional (uti-lización de las redes de narcotráfico,rutas de migrantes y armas). Estáreferido también a la obtención derecursos provenientes de actorespolíticos y privados, así como porla comercialización ilegal de petró-leo.

4) Capacidad de reclutamiento: Nivelde manipulación de factores ideo-lógicos, entre ellos la religión, paraatraer adeptos a su causa, utilizan-do las Tecnologías de la Informáti-ca y las Comunicaciones (influen-cia mediática) y/u otros mediospara fomentar el fanatismo. Estacapacidad de captación se expresaa través del apoyo de determina-dos sectores de la población –inter-cambio de información– que losrespaldan o se identifican con susobjetivos y ven su pertenencia aellos como un medio de subsisten-cia y por lo cual se integran al gru-po/organización. Todo esto formaparte del amplio tejido social con-formado en torno a estas organiza-ciones/grupos. El mercenarismo,alimentado por diferentes actores,

es otra de las vías de ingreso depersonal a sus células terroristas.

5) Liderazgo: Capacidad de influen-cia de sus líderes individuales y/oincidencia del grupo/organizacióna nivel local, regional o internacio-nal.

6) Relaciones entre los grupos/orga-nizaciones: Dinámicas de vincula-ción entre ellos o nivel de autono-mía y dependencia a través de losintercambios de información, apo-yos logísticos y capacidad de adies-trar y/o entrenar a terroristas deotras células.

7) Acciones violentas: Disponibilidadde armamentos, medios de comba-tes y tecnología militar para la eje-cución de sus acciones terroristasy/o el enfrentamiento contra fuer-zas regulares.

El activismo terrorista en la regiónSahelo-sahariana (2018-2019)

Trece países africanos se enfrentana ataques regulares por parte de gru-pos terroristas (se incluyen los delnorte de África). Según el AfricanCentre for the Study and Research onTerrorism con sede en Argelia, lasubregión del África Occidental haconcentrado el 64% de todos los ata-ques terroristas ocurridos en África,seguida por el África Oriental con el25%, mientras que el África australno se ha producido ningún incidentede esta índole.1 Según la AcademiaMilitar de Estados Unidos de West

1African Centre for the Study and Research on Terrorism. Africa terrorism bulletin. p. 7, 6th-31stJanuary 2019. Disponible en: http://caert.org.dz/wp-content/uploads/BULLETIN-2.pdf.

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130 Yoslán Silverio González

Point hay un incremento de las célu-las vinculadas al Estado Islámico enel continente africano, siendo la prin-cipal el Estado Islámico en África Oc-cidental (ISWAP). Sin embargo, estosson solo datos aproximados, puestoque no se puede tener con exactitudla cantidad de afiliados que estos gru-pos tienen.

La actividad de grupos terroristasen África Subsahariana se concentraprincipalmente en tres teatros:Somalia, la Cuenca del Lago Chad yel Sahel (Malí Central y las zonasfronterizas).Los del Sahel generalmen-te operan en cuatro zonas geográfi-cas principales: el Frente de Apoyoal Islam y a los Musulmanes (JNIM)en el centro y norte de Mali; elAnsaroul Islam alrededor de Djibo enBurkina Faso; el Estado Islámico enel Gran Sahara (EIGS o ISGS) a lo

Gráfico 1: Número estimado de terroristas vinculados a diferentescélulas del Estado Islámico en África

Fuente: Jason Warner y Charlotte Hulme. The Islamic State in Africa: EstimatingFighterNumbersin Cells Across the Continent. August 2018, Volume 11, Issue 7. Disponible en: https://ctc.usma.edu/islamic-state-africa-estimating-fighter-numbers-cells-across-continent/.

largo de la frontera Mali-Níger y elJNIM y EIGS también en el este deBurkina Faso.

El número de grupos activos haaumentado debido a la fragmenta-ción. Esta «balcanización» de los gru-pos puede ser explicada por variosfactores: es una estrategia de resis-tencia frente a las ofensivas militares

desarrolladas por los ejércitos nacio-nales y las fuerzas de intervención;se debe a las contradicciones entre suslíderes por el control de determina-das áreas o de las ganancias delnarcotráfico o incluso por los antago-nismos entre ellos por diferencias ensus concepciones de «lucha». No sepuede confundir este proceso de frac-cionamiento con un debilitamiento delos grupos, puesto que la tendenciaha sido a su rápida reconfiguración yarticulación de nuevas redes en

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dependencia de las condiciones co-yunturales.

Con respecto a las acciones violen-tas y el número de víctimas civiles seplantea que las muertes reportadasdisminuyeron un 12%, en 2018, con9 347. Esto continúa con una tenden-cia manifestada en los últimos 3 añosy es un descenso del 50% desde elpico que alcanzó en 2015 de 18 728personas asesinadas. Esto tiene quever principalmente con una disminu-

ción en los números de muertes in-formadas relacionadas con BokoHaram (una caída del 35%), así comocon Al Shabaab (caída del 15%). En2018 se observó una disminución del25% en la actividad violenta relacio-nada con Boko Haram (444 eventosfrente a 595 en 2017).

Sin embargo, los eventos vincula-dos al Estado Islámico de África Oc-cidental (ISWA), que se separaron deBoko Haram, se triplicaron (83 even-

País Número de Ataques Número de muertes Cantidad de HeridosMali 17 91 50Somalia 12 64 63Nigeria 8 60 38Burkina Faso 11 19 7Níger 2 5 4Totales 50 239 162

Tabla 1. Los cinco países más afectados por las acciones terroristas en ASS.

Fuente: African Centre for the Study and Research on Terrorism. Africa terrorism bulletin, p.16. 6th-31st January 2019. Disponible en: http://caert.org.dz/wp-content/uploads/BULLETIN-2.pdf.

Gráfico 2. Nigeria: muertes de civiles por acciones de Boko Haram(2012-2018)

Fuente: The Armed Conflict Location & Event Data Project.

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tos frente a 27 en 2017). Del mismomodo, las muertes relacionadas conISWA aumentaron casi un 58% (a 687).Esto se compara con las 2 052 muer-tes violentas relacionadas con BokoHaram en 2018. Al Shabaab vio unadisminución del 7% en la actividadinformada a partir de 2017.2 Sin em-bargo, las muertes relacionadas conAl Shabaab representaron casi el 42%

de todas las muertes reportadas queinvolucraban a grupos terroristas enÁfrica en 2018 (3 955 de un total de9 347).3

Las filiales sahelianas de AQIMmostraron la mayor escalada de ac-tividad en 2018. El número de even-tos violentos relacionados con estosgrupos se duplicó: de 144 en 2017 a322 en 2018. Las muertes reportadas

Mapa 1. Nigeria: número de muertes ocurridas por estados entre mayode 2015 y enero de 2019.

Fuente: Council on Foreign Relations’s Nigeria Security Tracker.

2 Sin embargo, los 1 515 eventos violentos relacionados con Al Shabaab todavía representanmás de 3 veces la cantidad de actos violentos de Boko Haram.3Africa Center for Strategic Studies: Progress and Setbacks in the Fight against African MilitantIslamist Groups in 2018. Washington, DC, January 25, 2019.

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relacionadas con su actividad aumen-taron en más de dos tercios: de 366en 2017 a 611 en 2018. Mientras tan-to, en 2018 se produjo una rápida ex-pansión en el teatro del conflicto enesta región, desde el norte y el centrode Mali a partes de Burkina Faso yNíger.

En Burkina Faso, la actividad rela-cionada con las afiliadas de AQMI yel Estado Islámico en el Gran Sahara(ISGS) aumentó de 24 a 136 en 2018.En Níger, los eventos violentos rela-cionados con los mismos actores au-mentaron de 5 a 29 en 2018.La canti-dad de eventos violentos informadosrelacionados con la actividad de losgrupos terroristas en el Sahel se haduplicado cada año desde 2016 (de90 en 2016 a 194 en 2017 y a 465 en2018).

La violencia contra los civiles tam-bién ha aumentado y por ende lasmuertes reportadas también se handuplicado en los últimos años (de 218en 2016 a 529 en 2017 y a 1 110 en2018). Los incidentes denunciados deviolencia contra civiles crecieron de18 en 2016 (20% de todos los episo-dios de violencia) a 39 en 2017 y lle-garon a 160 en 2018. La violencia con-tra civiles fue de aproximadamenteel 34% de todos los casos relaciona-dos con grupos terroristas en el Sahel.Malí sigue siendo el foco más impor-tante de esta violencia, ya que repre-senta el 64% de los eventos informa-dos en el Sahel en 2018.4

Casi la mitad de todos los actosde violencia en 2018 están relaciona-dos con la coalición Frente de Apoyoal Islam y a los Musulmanes (Jama’atNusrat al Islam Wal Muslimin, JNIM),formada en marzo de 2017. El Frentede Liberación de Macina (FLM) seasoció con más del 40% de la activi-dad del JNIM en 2018. Dos de los gru-pos más recientes, el Estado Islámicodel Gran Sahara (ISGS) y Ansarul Is-lam, están vinculados respectivamen-te al 26% y al 15% de todos los even-tos violentos informados en el Saheldesde el principio de 2018. Despuésde años de evitar las acciones terro-ristas, Burkina Faso experimentó unrápido crecimiento en el número deeventos informados (de 3 en 2015 a12 en 2016, 29 en 2017 a 137 en 2018).5

El aumento de la actividad reflejala mayor capacidad operativa y la co-operación de dichos grupos en la re-gión. Si se tienen en cuenta las cifrasgenerales para el continente se evi-dencia una notable disminución de-bido a los datos que se reportan porlas autoridades relacionados con losgrupos más grandes. Sin embargo,cuando este mismo análisis se realizapara los grupos más pequeños comolos del Sahel, la tendencia es contra-ria. Esto es lo que evidencias las ci-fras trabajadas hasta el momento.

Un análisis cronológico destaca larápida aceleración de los episodios deviolencia relacionados con grupos te-rroristas en el Sahel en 2018. Antes

4 Centre d’études stratégiques de l’Afrique: La menace complexe et croissante des groupes islamistesmilitants au Sahel. 21 février 2019. Disponible en: https://africacenter.org/fr/spotlight/la-menace-complexe-et-croissante-des-groupes-islamistes-militants-au-sahel.5 Ídem.

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de 2012, solo un grupo operaba enMali: AQMI. Para 2018, más de 10grupos estaban activos en Mali,Burkina Faso y Níger. Los episodiosde violencia en 2018 superaron todaslas actividades observadas entre 2009y 2015.

En el caso de Níger se ha tenidoque decretar el estado de emergenciaen varias oportunidades, el último deellos se realizó a partir del 13 de fe-brero de 2019, en el departamento deTillaberi, debido a los ataques perpe-trados por grupos terroristas que pu-sieron en peligro el orden público yla seguridad de las personas y las pro-piedades. Otros nueve departamen-tos en la región, limítrofe con Mali yBurkina Faso, están bajo estado deemergencia.

Iniciativas y programas de seguridad:la Fuerza Conjunta del G5 del Sahel

Los problemas de seguridad trans-nacionales en la región sahelo-sahariana han tenido un impacto ne-gativo sobre las poblaciones del áreadirectamente afectadas, a pesar de queel terrorismo tendencialmente ha dis-minuido su activismo, con la excep-ción de la frontera entre Mali, BurkinaFaso y Níger, donde ha habido unmayor dinamismo de estos grupos,cada vez más fraccionados. En estecontexto siguen teniendo vigencia losmillonarios programas de seguridad,que impulsados por Francia,6 la UniónEuropea7 y Estados Unidos seimplementan en el área. Estas iniciati-vas están respaldadas por un amplio

Fuente:Centre d’études stratégiques de l’Afrique. La menace complexe et croissante des groupesislamistes militants au Sahel. 21 février 2019. Disponible en: https://africacenter.org/fr/spotlight/la-menace-complexe-et-croissante-des-groupes-islamistes-militants-au-sahel.

Gráfico 3. Número de muertes en el Sahel por año.

6 Francia tiene en activo la Misión Barkhane de Lucha contra el Terrorismo en el Sahel.7 La UE tiene también dos misiones militares de entrenamiento a soldados en Mali y en Níger.La UE ha prorrogado por dos años, hasta el 30 de septiembre de 2020, la misión Sahel-Nígercon la que los europeos asisten a las fuerzas de seguridad locales en la lucha contra el terrorismo,

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despliegue de fuerzas procedentes deestas naciones europeas, de EE.UU. yde los ejércitos nacionales, a las quese suman las tropas de la MisiónMultidimensional Integrada de Esta-bilización de las Naciones Unidas enMalí (MINUSMA), establecida por elConsejo de Seguridad el 25 de abril2013. Todos estos elementos com-plejizan la estructura de mando mi-litar y evidencia como cada uno delos actores —aparentemente con ac-ciones mancomunadas— persiguensus propios intereses de seguridaden el área.

Para la subregión del África Occi-dental, la CEDEAO constituye el prin-cipal mecanismo de integración yconcertación político, el cual tienedentro de su estructura una que velapor las cuestiones de seguridad. Sinembargo, se han creado otras iniciati-vas en materia de seguridad integra-das por países que no forman partede la subregión. La de mayor trascen-dencia ha sido el Grupo del G5 (G5S)del Sahel, surgido en 2014 a instan-cias de Francia para hacer frente a losproblemas de seguridad en la volátilregión del Sahel.

Esta área geográfica que se extien-de desde el norte de Senegal hasta elrío Nilo se ha convertido en un arcode inestabilidad, principalmente enlos territorios de los Estados medite-rráneos —Mali, Níger, Burkina Faso

y Chad— a raíz de la guerra en el nor-te de Mali y la reactivación de BokoHaram (BH) en torno al Lago Chad.8

Otro mecanismo conformado fue laFuerza Multinacional Conjunta deLucha contra Boko Haram. Como seevidencia todas estas estructuras mi-litares requieren cada vez más recur-sos financieros, supeditación de losmandos militares y existencia de di-ferentes estrategias —según los inte-reses de cada país— para la luchacontra el terrorismo.

En el caso del G5S está integradopor Mauritania, Mali, Níger, BurkinaFaso y Chad. Este último país no esmiembro de la CEDEAO, sin embar-go, se ha consolidado como una delos aliados militares más importantesde Francia y ha desempeñado en estesentido en rol muy activo en cuanto asu colaboración militar en dichos es-cenarios de guerra antiterrorista. Fueel que más soldados y medios puso adisposición del contingente multina-cional que intervino en el norte de Malien 2013 y también ha sido muy acti-vo en su frontera con Nigeria contraBH.

Aunque Senegal no forma parte delmecanismo del G5S participó en laCumbre que se celebró en Niamey(Níger) en 2017 y que reunió ademása representantes de Francia, Alemania,Italia y la Comisión Europea junto aotros países africanos como, Guinea

el crimen organizado y la inmigración ilegal. Han acordado un presupuesto de 63,4 millonesde euros para el periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2018 y el 30 de septiembre de2020.8 Boko Haram aumentó sus acciones terroristas de carácter transfronterizo a partir de 2014 y2015 afectando a todos los países de la cueca del Lago Chad. Actualmente sus acciones handisminuido en los estados del norte de Nigeria.

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136 Yoslán Silverio González

Conakry, Costa de Marfil y Libia asícomo las organizaciones internaciona-les que operan en la región del Sahel.

El próximo paso adoptado por estegrupo de concertación ad hoc en ma-teria de seguridad, fue la creación dela llamada Fuerza Conjunta (FC-G5S)pero como es usual siempre que seadoptan iniciativas de esta índole, losproblemas de financiamiento estánpresentes. Al respecto, en febrero de2018, en la Conferencia Internacionalsobre el Sahel realizada en Bruselas,se había acordado un presupuesto de414 millones de euros, de los cuales,100 millones serían aportados por laUE. Esta cifra duplicó los montos des-tinados al G5S cuando este se creó en2014.

Con las contribuciones de los Esta-dos miembros, la «ayuda» europeaascendió a 176 millones de euros.9 Lajefa de la diplomacia europea,Federica Mogherini, anunció que laFC-G5S tendría, además, una Escue-la Saheliana de Seguridad, con sedeen Bamako, y una escuela de Defen-sa, en Nouakchott; así como cuarte-les en distintos puntos estratégicos.10

Por su parte, en la 31ra. Cumbrede la UA celebrada en junio de 2018en Mauritania, el presidente francésEmmanuel Macron se reunió, de ma-nera colateral, con representantes de

los cinco países del G5 Sahel. Esta ac-ción guardaba una estrecha relacióncon el nivel de la presencia militar deFrancia en los referidos países. El en-cuentro con dichos mandatarios tuvolugar en las instalaciones militares deeste grupo y se produjo cuatro díasdespués de un ataque terrorista con-tra el cuartel general de esta fuerzaen Sévaré, en el centro de Mali, y undía después de otra agresión contralas fuerzas de la Operación Barkhaneen el mismo país.11

En esta reunión, el presidente fran-cés reiteró el «pleno y total compro-miso» de su país con la estabilidaddel Sahel y también llamó a losfinanciadores de la Fuerza Conjuntadel G5 a acelerar el pago de sus con-tribuciones. También planteó que ga-narían la batalla contra el terrorismomediante el compromiso militar y lacoordinación policial, evocando lanecesidad de «una mayor articulaciónde las operaciones militares de lasautoridades africanas y de las opera-ciones internacionales de manteni-miento del orden». Como se eviden-cia, existen todavía problemas de co-ordinación entre las diferentes fuer-zas militares presentes, además deque se está obligando a dichos paísesa que incrementen sus presupuestosde defensa.

9 Ver: Miguel González: «Europa duplica la ayuda militar al Sahel para frenar el terrorismo ylas mafias». Bruselas, 24 de febrero de 2018. Disponible en: https://elpais.com/internacional/2018/02/23/actualidad/1519372_866115.html10 Ver: María R. Sahuquillo: «La seguridad de Europa depende de la seguridad en el Sahel»,Madrid, 25 de junio de 2017. Disponible en: https://elpais.com/internacional/2017/06/25/actualidad/1498390337_072696.html.11 Ver: «Macron llama a acelerar financiación de la fuerza antiterrorista G5 del Sahel». EFE,Nuakchot, 3 de julio de 2018. Disponible en: https://www.efe.com/efe/espana/mundo/macron-llama-a-acelerar-financiacion-de-la-fuerza-antiterrorista-g5-del-sahel/10001-3669867.

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137El activismo terrorista en el Sahel Occidental: principales tendencias

En la Tabla 1 se puede apreciar elgasto militar en la región subsaha-riana hasta 2018 y cómo este aumen-tó considerablemente en el año 2014al 26% del PIB y ha disminuido des-de entonces. Esta tendencia pudieratener relación con la disminución delos conflictos y las acciones terroris-tas. Sin embargo, cuando se analizanlos datos por los países del Sahel latendencia es contraria.

En el caso de Burkina Faso entre el2003 y el 2017 los gastos militares fue-ron entre 1.2% y 1.4% del PIB y en2018 aumentó al 2.1%. Para Níger del2013 al 2014 fue del 1.4% al 1.8% res-pectivamente. En 2017 y 2018 seincrementó al 2.5%. En Mali en el 2012y 2013 fue del 1.2% y el 1.5% respec-tivamente; sin embargo, aumentó enlos siguientes años: 2015 (2.4%), 2016(2.6%), 2017 (3%) y 2018 (2.9%). Parael caso de Chad hubo un incrementoexponencial en 2013 (5.6%) –lo quecoincidió con su participación en la

guerra en el norte de Mali– para des-pués disminuir en 2018 al 2.1%.12

Aparte de los problemas definanciamiento para la implemen-tación efectiva de este tipo de unida-des militares, una de las polémicaspresentes era la pertinencia de que seincorporaran nuevos Estados al me-canismo, como Marruecos, Argelia,Senegal, Nigeria y Camerún. Es decirque están ausentes los países másimportantes de la región Sahariana.La incorporación de nuevos paísessupondría una nueva distribución delos fondos existentes y el aumento delas contradicciones entre ellos. Porejemplo, sería posible la participaciónen un mecanismo de este tipo deMarruecos y Argelia, cuando Argeliaya desde 2010 había creado el Comi-té de Estado Mayor Operacional Con-junto con base en Tamanrasset (en elSahara argelino) con participación deMali, Mauritania, Níger y que sinembargo no ha desarrollado operacio-

Tabla 1: Gasto Militar hasta 2018: África Subsahariana (millones de USD).

Fuente: Disponible en: https://www.sipri.org/sites/default/files/Data%20for%20world%20reg28pdf%29.pdf.

12 Ver datos en: «Military expenditure by country as percentage of gross domestic product1988-2018», SIPRI 2019. Disponible en: https://www.sipri.org/sites/default/files/Data%20for%20al8%29.pdf.

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138 Yoslán Silverio González

nes conjuntas transfronterizas. La noparticipación de países claves de laregión es, sin dudas, una de las limi-taciones que tiene el G5S.

Se comenzó a plantear la necesidadde ampliar este grupo del G5S. Laidea ya fue lanzada por el presidentefrancés en el marco de la última re-unión del G7 dedicada a África. Elpresidente Macron explicó que es ne-cesario redefinir el «perímetro deseguridad»«périmètre de sécurité». Cla-ramente, Francia y Alemania deseanasociar los países del Golfo de Gui-nea, particularmente Senegal, Costade Marfil y Ghana, a los esfuerzos delG5 Sahel. De esta manera, otros paí-ses de la CEDEAO podrían tener unmayor nivel de participación. Esto tie-ne que ver con el tema de que, aun-que se discuten en el seno de la orga-nización las cuestiones de seguridad,las principales decisiones en el terre-no militar están siendo tomadas porFrancia y Estados Unidos. Esto haaumentado los niveles de supedita-ción de los países africanos sahelianosen materia de seguridad.

La decisión al respecto –la incor-poración de nuevos estados al G5S sedebe tomar en una reunión franco-alemana antes de que concluya el pre-sente año. El presidente de Costa deMarfil, Alassane Ouattara, presente enla Cumbre del G7 abogó por una «si-nergia» entre el G5 Sahel, laCEDEADO y África Central, e inclu-

so evocó la participación de Camerún.Por su parte, el presidente Kaboré deBurkina Faso, recordó la importanciade encontrar una solución política ala crisis libia, inseparable de la inse-guridad en el Sahel.

Para el investigador MahamadouSawadogo, especialista en temas deseguridad en Burkina Faso, el G5 haalcanzado un punto de inflexión ensu funcionamiento: «Es necesario te-ner en cuenta los países costeros queya están infectados. Esta es una obli-gación para los miembros del G5, delo contrario la pelea no puede ser to-tal. Estoy convencido de que el G5Sahel, en su forma actual, tendrá quecambiar de otra forma o desaparecer.Desde el diseño del G5, nosotros, losinvestigadores, hemos criticado elhecho de que está cerrado, mientrasla amenaza es mutante y en movi-miento. La complejidad está ahí».13

Al respecto, el Dr. Cheikh TidianeGadio,14 presidente del InstitutoPanafricano de Estrategia (l’InstitutPanafricain de Stratégies, IPS), seña-ló la necesidad de la ampliación delG5S al G5S+5. Su propuesta fue pre-sentada en el panel «Seguridad en elSahel: los juegos y los desafíos paraSenegal» como parte de la Conferen-cia Anual sobre la Paz y la Seguridaden el Sahel organizada por la InitiativeProspective Agricole et Rurale (IPAR)y la red Southern Voices Network forPeacebuilding, que tuvo lugar en

13 G5 Sahel: la France et l’Allemagne tendent la main aux autres pays de la région. RFI, 25 de agostode 2019. Disponible en : http://www.rfi.fr/afrique/20190825-proposition-partenariat-elargi-g5-sahel14 Fue Ministro de Relaciones Exteriores de Senegal (de abril del 2000 a octubre de 2009) bajoel gobierno de A. Wade.

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139El activismo terrorista en el Sahel Occidental: principales tendencias

Dakar en julio de 2019.15 Según esteprofesor, dichos países que se incor-porarían tendrían mucho que aportaren el plano militar, económico y fi-nanciero. También señalaba que laampliación de este grupo deconcertación en materia de seguridadno se podría hacer sobre la base demayores demandas de financia-miento.

Según el periodista senegalésMomath Talla Ndao, no se podríahablar de temas de seguridad en laregión sin contar con Senegal. Ndaoplantea, en uno de sus artículos, queexiste una clara disputa por cuestio-nes de liderazgo entre Chad y Senegal.Desde la guerra en el norte de Malien 2012, pasando por el enfrentamien-to a Boko Haram, Chad ha manteni-do una preponderancia en cuanto asu presencia militar en estos escena-rios y ha articulado otros mecanismoscomo la Fuerza Multinacional Conjun-ta en torno al Lago Chad. Por esoplantea que Senegal debe incremen-tar sus relaciones con los países veci-nos en aras de evitar un posibleaislacionismo en la subregión.16

A pesar de que Senegal no esmiembro del G5S, el país se ha incor-porado a un nuevo dispositivoantiterrorista en el Sahel: el Grupo deAcción Rápida de Vigilancia y de In-tervención en el Sahel17 (GAR-SI/Sahel), que fuera lanzado en Dakar,el 6 de enero de 2018. Este dispositi-vo tiene un financiamiento de 42.68millones de euros en el marco delFondo Fiduciario de Urgencia de laUE.

En particular, Senegal recibe 6.4millones de euros. El mismo consisteen la creación de una unidad de laGendarmería Nacional compuesta por150 dispositivos acantonados en elpoblado de Kidira en la frontera conMali. Según el antiguo Ministro de lasFuerzas Armadas senegalesas,Augustin Tine, esta unidad se incor-poraría a otras seis que existen de laGendarmería Nacional para garanti-zar la seguridad de las fronteras.18

El GAR-SI/Sahel incluye tambiénal resto de los países miembros delG5S —por eso planteamos la comple-jidad en la suposición de diferentesmecanismos que están actuando en

15 Le G5 Sahel invité à s’ouvrir à cinq autres pays africains. AFP, 23 de julio de 2019. Disponibleen: https://www.presstv.com/DetailFr/2019/07/23/601655/Sahel-le-G5-se-mtastase-dans-le-Maghreb16 Momath Talla Ndao: «Quellelecture sur un G5 sahelsans le Sénégal?», 4 Juillet 2017.17 El Proyecto GARSI-SAHEL está liderado por la Guardia Civil de España que trabajaconjuntamente con otras policías europeas con estatuto militar (la Gendarmería Nacional deFrancia, el Arma de Carabinieri de Italia y la Guardia Nacional Republicana de Portugal) paramejorar la seguridad de los países miembros del G5 del Sahel. Los Grupos de Acción RápidaVigilancia e Intervención (GAR-SI) surgen sobre el modelo del Grupo de Acción Rápida de laGuardia Civil, adaptado al Sahel en base a la experiencia africana y a las lecciones aprendidasde la Unidad GAR de Senegal creada en 2012. Desde 2018 ya se encuentra operando enMauritania. Disponible en: http://www.guardiacivil.es/en/prensa/noticias/6924.html.18 Cheikh Sidya: «Sahel: Le Sénégalaucoeurd´unnouveaudispositifantiterroriste», 11 de febrerode 2018. Disponible en: http://afrique.le360.ma/senegal-autres-pays/politique/2018/02/11/18890-sahel-le-senegal-au-coeur-dun-nouveau-dispositif-antiterroriste-18890.

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el mismo espacio saheliano, sin teneren cuenta además, las tropas de lasmisiones de la UA, de la ONU y de laUE que están también presentes, so-bre todo en el norte de Mali.

Hasta el momento los equiposGAR-SI han sido conformados portodos los países salvo en Chad. Enlos casos de Mauritania, Níger ySenegal se están presentando los pri-meros resultados operativos como laincautación de armamento ilegal o laintervención de vehículos robados,entre otros. Asimismo, en Mali yBurkina Faso las unidades operativascomenzarán en poco tiempo a desa-rrollar actividades (…) Por otro lado,los beneficiarios del proyecto han so-licitado una ampliación en el númerode unidades y un mayor apoyo parael funcionamiento de las mismas, com-prometiéndose a destinar parte de lospresupuestos en líneas vinculadas alfuncionamiento de las unidades.19

A cinco años de haber sido lanza-do el proyecto de la FC-G5S, los avan-ces no son palpables, debido a que laacción militar per se no va a resolverlos problemas, sino la adopción deprogramas socioeconómicos realesque permitan disminuir los niveles depobreza en las regiones afectadas porel terrorismo y mitigar los efectos delcambio climático, la creación de em-pleos formales para mejorar el nivelde vida de las poblaciones rurales ydisminuir el reclutamiento por partede los grupos terroristas. Estos aspec-tos, en sentido general, son los queestán detrás de las causas de su pro-

liferación en la región el Sahel, aun-que también responde a las caracte-rísticas propias del área, puesto quelos mismos factores se pueden encon-trar en otros países. Sin embargo, nose ha producido un desplazamientodel terrorismo hacia otras áreas.

Los datos ofrecidos por los másrecientes informes del Centro de Es-tudio e investigaciones sobre el Te-rrorismo, basado en Argel, planteaque ha habido un incremento delactivismo de grupos y células terro-ristas en el norte de Burkina Baso,mientras que la situación en el nortede Mali sigue inestable.

Controversia en torno al G5S: po-sibles escenarios:

• Los temas de financiamiento siguenestando presentes como una de laslimitaciones

• Poca articulación de los diferentesmandos militares de los países im-plicados: esto provoca que sean losEstados Unidos y Francia quienesimpongan sus agendas de seguri-dad a través de la estandarizacióndel entrenamiento militar, la trans-ferencia de tecnología —aunqueobsoleta— y las estrategias que seadopten.

• Contradicciones entre los propiospaíses africanos en cuanto a la for-ma de accionar contra el terroris-mo y el resto de las amenazas delcrimen transnacional presentes enla región, incluido el tráfico de per-sonas.

19 «El proyecto GAR-SI Sahel presenta sus primeros resultados». 29/03/2019. Disponible en:https://www.fiiapp.org/noticias/el-proyecto-gar-si-sahel-presenta-sus-primeros-resultados/.

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• Posible ampliación del G5S: ¿quépaíses lo integrarían?, si esto im-plicaría una redistribución de lospresupuestos, se incrementaríanlas contradicciones entre los paísesafricanos del área saheliana.

• Senegal sería uno de los candida-tos más importantes a integrar estemecanismo por sus relaciones conFrancia, sus resultados en cuanto agarantizar un alto nivel de seguri-dad dentro de sus fronteras y porende su reconocimiento y prestigioregional en este sentido.

Principales tendencias del terrorismoen el Sahel

Teniendo en cuenta los aspectosplanteados hasta el momento en cuan-to al desarrollo del terrorismo en laregión podemos llegar a las siguien-tes tendencias generales según lasvariables seleccionadas. En cuanto ala cuestión del liderazgo, que puedeinterpretarse en dos dimensiones: elliderazgo que ejercen los llamados«emires» a nivel interno en el grupo20

y el nivel de influencia externa queestos grupos pueden ejercer sobre losotros, se concluye que la eliminaciónsistemática de los jefes a diferentesniveles afecta la articulación internade los grupos debido al surgimientode nuevas figuras de menor nivel, yque alejaría a la mayoría de losreclutados de los jefes o líderes su-periores. Esto podría aumentar losantagonismos en el seno de las célu-

las/grupos/organizaciones. La au-sencia o frecuentes cambios de líde-res convincentes a niveles superiores,capacitados por el poder, pero conpoca comunicación, carisma, controlreligioso, psíquico y político, tambiénejercen una marcada influencia en eldesgaste y la pérdida de legitimidadfrente a los otros.

La relación grupo-organización ylos niveles de institucionalización, noson variables determinantes en la evo-lución del terrorismo, debido a queen el primer caso lo que ha ocurridoes más una declaración de principiosentre ambas estructuras que una co-laboración real en términos prácticos.Esto está influenciado por la separa-ción geográfica que existe entre laszonas donde estos operan. En el se-gundo caso, el debilitamiento institu-cional puede contribuir a una mayordispersión del grupo/organización yaumentar la dificultad para su erra-dicación. A nivel externo las organi-zaciones terroristas internacionalescomo el Estado Islámico y Al Qaedacontinúan rivalizando por alcanzar lasupremacía dentro de los diferentesgrupos vinculados o no a ellos, sobretodo por parte del Estado Islámico,debido a su franco deterioro.

Estos antagonismos se expresarán enel plano ideológico, propagandísticoy en el dominio de territorios, de ma-nera virtual o no. Esto provocará unaconstante reconfiguración de lasalianzas entre estas organizaciones ylos grupos, así como el fraccionamien-

20 El papel del líder es muy importante puesto que son vistos como un ejemplo personal y susseguidores los consideran como los más «cercanos» a Dios, como los «verdaderos» intérpretesdel Corán y la Sharia, y los seguidores de las prédicas de Mahoma.

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to interno de las agrupaciones máspequeñas. Sin embargo, las relacionesentre ellos tienden a resquebrajarse,aunque no sobrepasan el plano de laretórica discursiva.

Las distancias geográficas y el aco-so antiterrorista impiden mayorescontactos entre dichas organizacionesy los grupos, así como la preparaciónde estrategias para llevar a cabo ope-raciones tácticas conjuntas de mayorimpacto. Ambas organizaciones tam-bién afrontan problemas financierosque dificultan la extensión de su «apo-yo» logístico a la amplia red de célu-las que están operando en ANMO yASS con algunas de las cuales hanperdido contactos. En este sentido lainfluencia del Estado Islámico en lasubregión se ha debilitado y no lograarticular adecuadamente un movi-miento fuerte en su favor.

El hecho de rendir pleitesía o su-misión a organizaciones poderosascomo Al Qaeda y el EI, deviene másen una estrategia para aquellos líde-res de menor influencia y que buscanromper relaciones con sus dirigentesmás inmediatos y así lograr una ma-yor legitimidad internacional utilizan-do el efecto mediático y captando laatención para construirse un lide-razgo propio que no alcanzaban. Apli-can más o menos el mismo modusoperandi: realizan una declaración enaudio video donde prometen lealtad,integran una célula y tratan de tomaralguna posición —pueblo o región delinterior— para «consolidar» su nue-va facción y determinado prestigio.

De acuerdo al comportamiento quehan tenido los diferentes grupos/or-

ganizaciones terroristas se observaque las relaciones que se establecenentre ellos no se encuentran en unaetapa positiva, debido a lo cual seadvierten menores niveles de coope-ración entre los diferentes grupos,sobre todo de los más importantes,como el Estado Islámico y Al Qaeda.Al mismo tiempo se van a reducir losniveles retóricos de enfrentamientoque existían entre ellos. Se avanzaaparentemente hacia una recomposi-ción de las alianzas e influenciasinterterroristas, debido el retrocesoque están teniendo en el plano mili-tar y propagandístico. A pesar de quelos vínculos que existen entre deter-minados grupos y organizaciones noresultan positivos, estos mantienenun aparente grado de autonomía ycapacidad militar para poder conti-nuar con sus agendas políticas me-diante el uso de la fuerza, así como laresistencia ante las acciones an-titerroristas adoptadas y desplegadaspor la comunidad internacional.

El mantenimiento de una política in-ternacional de doble rasero por algu-nas potencias en el tratamiento de estaproblemática, así como posturas anta-gónicas en cuanto a cómo eliminar elterrorismo, tienden todavía a favorecerla actividad y resistencia de estos uotros grupos, así como la subdivisiónde los mismos en células más peque-ñas ante la necesidad de subsistir.

La variable más influyente es el ni-vel de financiamiento del terrorismo.Es una variable fuertemente depen-diente debido a que obedece a la ca-pacidad que tenga cada grupo/orga-nización para captar nuevos recursos

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financieros: capacidad de autofinan-ciamiento mediante el cobro de im-puestos, sobornos, pagos de rescatepor secuestros, así como por su vin-culación con el crimen organizadotransnacional. Una vez adquiridos losrecursos necesarios con los cualesadquirir armamentos, medio de com-bates y tecnología militar para la eje-cución de sus acciones terroristas, estavariable se convierte en una determi-nante para el impulso del grupo.

Se concluye que el nivel deautofinanciamiento y recursos a ob-tener por parte de estas organizacio-nes se verán afectados como conse-cuencia del proceso de coordinaciónentre los países y los mecanismos deseguridad para enfrentar internacio-nalmente el terrorismo. No obstante,se mantienen sus capacidades para laobtención de recursos por medio delcrimen organizado, que seguirá sien-do uno de los principales cómplicessuministradores del terrorismo, al quesuele asociarse para la obtención dearmamentos, tecnología y vehículos,entre otros negocios. En particular,los grupos que operan en el corredortransahariano están entre los que másse relacionan con las múltiples redesde contrabando, llegando a superpo-nerse unas a otras. Esta vinculaciónno tiende a desaparecer, lo cual si-gue oxigenando la existencia de estascélulas/grupos/organizaciones.

En cuanto al fracaso progresivo dela actuación y afianzamiento de AlQaeda del Magreb Islámico, la situa-ción ha sido en cierta forma algo di-ferente debido a su desgaste por másde una década debido al enfrenta-

miento con Argelia, que lidera la lu-cha antiterrorista en la subregión, ycuyas tropas especiales y organismosde seguridad han ido liquidandosistemáticamente, mediante la aplica-ción de disímiles métodos, a los cadavez más debilitados grupos violentos.Al mismo tiempo, han sellado prácti-camente sus fronteras ante posiblespenetraciones del Estado Islámico yel crimen organizado en su territorio,mediante coordinaciones con paísesfronterizos y la aplicación de moder-nas tecnologías de detección.

Mientras, AQMI sigue siendo la or-ganización terrorista de mayor disper-sión territorial debido a la persecuciónimplacable de que son objeto sus de-bilitadas células por las fuerzas arge-linas y debido a la amplitud del terri-torio donde opera, lo que dificulta laubicación de su comando central. Laorganización tiende cada vez más a ladescentralización y división, que inte-gran diferentes grupos y grupúsculosdispersos e itinerantes, carentes apa-rentemente de una jefatura fija, que encaso de existir debe desplazarse cons-tantemente ante el acoso de las tropasespeciales argelinas, así como evitarlos intentos del Estado Islámico porreclutar a sus seguidores.

A su vez, la organización AQMIposee fuera del territorio argelino, omás allá de sus fronteras con el Saheluna cada vez mayor red de otros gru-pos y células asociados a ella: AlMurabitoun, Ansar Al Dine, Frente deLiberación de Madina (MadinaLiberation Front, FLM), MUYAO y elGrupo para el Apoyo del Islam y losMusulmanes (Group for Support of

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Islam and Muslims, JNIM), que noson perseguidas más allá del límitefronterizo de Argelia, que combate elterrorismo bajo el principio de no in-miscuirse militarmente en otros paí-ses, y no tolerar bajo ningún concep-to que otros países violen sus fronte-ras. Dichos territorios fronterizoscomo Mali y el Sahel están bajo con-trol de militares franceses y estado-unidenses, que operan en esos paí-ses. A pesar de que tendencialmenteestán disminuyendo las acciones vio-lentas por parte de los grupos princi-pales, algunos de estos grupúsculosno tradicionales y de recién formación,han incrementado sus acciones, comopor ejemplo el JNIM.21

En el resto de la zona sahelo-sahariana, Boko Haram continúa sien-do el principal actor terrorista en com-paración con otras células/gruposque actúan casi de manera autónomapor el norte de Mali y Níger, y queno tienen estructuralmente el nivel deinstitucionalización alcanzado por BH.Sin embargo, y a pesar de que se hancreado facciones aliadas al EI dentrode BH, las actividades del EI en la re-gión del Sahel son pocas y margina-les, por lo que este grupo no ha podi-do consolidar sus áreas de influenciani de accionar en esta subregión.

La tendencia apunta a una dismi-nución de las acciones violentas de losgrupos terroristas en el ASS, lo quese comprueba tras la reducción de lacantidad de víctimas civiles,22 asícomo por la baja la intensidad ysistematicidad de los ataques terro-ristas. Otra de las características apun-ta a una mayor concentración geográ-fica de sus acciones.

Se mantendrá la existencia de una«estrategia made in USA» en la mani-pulación sutil y encubierta del terro-rismo que se evidencia en la actua-ción, informaciones y datos que cir-culan en los medios internacionales.Los servicios secretos, de seguridady espionaje de los países occidenta-les continuarán utilizando a los gru-pos terroristas de forma encubiertapara dañar a los países que conside-ren «enemigos», o «no controlables»,pero la tendencia será a tratar de mi-nimizar el poder y capacidad de ac-tuación de los grupos terroristas queno respondan a sus intereses. El régi-men estadounidense no solo proyec-ta esa política utilitaria hacia los go-biernos y países a los que consideraenemigos, sino también hacia países«socios» que se le oponen o vacilancircunstancialmente al no apoyar susobjetivos, mientras va creando

21 El JNIM %Jama’at Nusrat al Islam wal Muslimin% estuvo involucrado en 36 acciones violentasen 2017 comparado con 21 ocurridas en la primera mitad de 2016. Ver: Setbacks andRealignments: The Continuing Evolution of Militant Islamist Groups in Africa. Africa Center forStrategic Studies, July 20, 201722 Las víctimas civiles provocadas por BH se han reducido de 11 519 en 2015 a 3 455 en 2016.En los primeros seis meses de 2017 estos dos grupos han experimentado una reducción del29% de las víctimas. ALS ha provocado 1 831 víctimas en la primera mitad de 2017. Ver:Setbacks and Realignments: The Continuing Evolution of Militant Islamist Groups in Africa. AfricaCenter for Strategic Studies, July 20, 2017.

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condiciones para una mayor «estig-matización del Islam» en su conjun-to, que es otro de sus planes a largoplazo mantenido desde los atentadosa las Torres Gemelas el 11/9.

Conclusiones

El fenómeno del terrorismo segui-rá afectando principalmente a diver-sos países del Medio Oriente, Euro-pa y el continente africano, de mane-ra directa o indirecta, mediante la vio-lencia indiscriminada, la generaciónde migraciones forzadas, el incremen-to y uso del crimen organizadotransnacional, así como las violacio-nes crecientes de los Derechos Hu-manos. En el caso de África, los da-tos ofrecidos apuntan a que desafor-tunadamente la región occidental dela zona Sahelo-sahariana se ha confir-mado como el principal centro delactivismo terrorista en ÁfricaSubsahariana. Los países más afecta-dos %Mali, Níger, Burkina Faso yNigeria% no han podido eliminar losniveles de violencia por motivo de losactos terroristas, aunque en compa-ración con el 2014-2015, sí ha habidouna reducción considerable. Sin em-bargo, se han producido modificacio-nes en cuanto al accionar de variosde estos grupos: dispersos, fraccio-nados y divididos.

Por una parte, Boko Haram —elmás importante de todos estos gru-pos del norte de Nigeria— ha dismi-nuido su nivel de violencia lo que se

manifiesta en una reducción del nú-mero de víctimas civiles. Esto ha sidoposible gracias a las ofensivas milita-res de los países de la cuenca del LagoChad. Mientras tanto, se ha produci-do una reactivación de nuevas célu-las en la frontera de Mali con BurkinaFaso, siendo las vinculadas con el Es-tado Islámico las más letales. Debidoa ello, se han mantenido los proble-mas de seguridad y la presencia mili-tar extranjera en todos estos países,la que no es percibida como una inje-rencia en los asuntos internos de di-chos Estados.

Sin embargo, persiste la voluntadpolítica de los líderes africanos en re-solver este flagelo. En la 32da..Cumbrede la UA celebrada en enero de 2019,se resaltaron los esfuerzos continuospor parte de los países de la Cuencadel Lago Chad para neutralizar al gru-po terrorista Boko Haram a través dela Fuerza Multinacional Conjunta y seratificó el apoyo de la UA a los paí-ses de la región afectados por estegrupo. Además, en el cónclave se ex-presó una fuerte preocupación por elincremento de los ataques terroristasen algunas partes del continente y sereiteró su condena a todo acto de te-rrorismo llevado a cabo en África porcualquier persona, en cualquier lugary por cualquier motivo. También seinsistió en la determinación de la UApara librar a África del flagelo del te-rrorismo y el extremismo violento, loscuales no pueden ser justificados bajoninguna circunstancia.23

23 Key Decisions of the 32nd OrdinarySession of the Assembly of theAfricanUnion (January2019).February 11, 2019. Disponible en: https://au.int/en/pressreleases/20190211/key-d e c i s i o n s - 3 2 n d - o r d i n a r y - s e s s i o n - a s s e m b l y - a f r i c a n - u n i o n - j a n u a r y -2019?fbclid=IwAR1ORCIBtmUgayM

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