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La revista “El Ojo del Cóndor” es una publicación periódica oficial del Instituto Geográfico Nacional. Número 5 ISSN: 1853-9505 SELVA PARANAENSE Áreas Naturales Protegidas Atlas del IGN BAHRA La selva misionera, último bastión donde resiste la selva paranaense. Presentamos en este dossier, un informe integrador de su frágil realidad. Biodiversidad. Poblamiento. Biomasa. Estadísticas forestales. Productos no maderables. Turismo. La selva misionera, último bastión donde resiste la selva paranaense. Presentamos en este dossier, un informe integrador de su frágil realidad. Biodiversidad. Poblamiento. Biomasa. Estadísticas forestales. Productos no maderables. Turismo. Cataratas del Iguazú. Reserva de Biosfera Yabotí, Alianza multicultural Lote 8. Cataratas del Iguazú. Reserva de Biosfera Yabotí, Alianza multicultural Lote 8. Características del nuevo Atlas Geográfico del IGN. Características del nuevo Atlas Geográfico del IGN. Base de Asentamientos Humanos de la República Argentina. (ME, INDEC e IGN) Base de Asentamientos Humanos de la República Argentina. (ME, INDEC e IGN)

Revista El Ojo Del Condor 5

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Misiones

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    Nmero 5ISSN: 1853-9505

    SELVA PARANAENSE

    reas Naturales Protegidas

    Atlas del IGN

    BAHRA

    La selva misionera, ltimo bastin donde resiste la selva paranaense. Presentamos en este dossier, un informe integrador de su frgil realidad.Biodiversidad. Poblamiento. Biomasa. Estadsticas forestales.Productos no maderables. Turismo.

    La selva misionera, ltimo bastin donde resiste la selva paranaense. Presentamos en este dossier, un informe integrador de su frgil realidad.Biodiversidad. Poblamiento. Biomasa. Estadsticas forestales.Productos no maderables. Turismo.

    Cataratas del Iguaz. Reserva de Biosfera Yabot, Alianza multicultural Lote 8.Cataratas del Iguaz. Reserva de Biosfera Yabot, Alianza multicultural Lote 8.

    Caractersticas del nuevo Atlas Geogrfico del IGN. Caractersticas del nuevo Atlas Geogrfico del IGN.

    Base de Asentamientos Humanos de la Repblica Argentina. (ME, INDEC e IGN) Base de Asentamientos Humanos de la Repblica Argentina. (ME, INDEC e IGN)

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    Editorial del Director del Instituto Geogrfico Nacional

    Estimados lectores, hemos llegado al nmero 5 de la publicacin cientfico-tcnica del Instituto Geogrfico Nacional y, fieles al estilo actual de la revista, presentamos en esta oportunidad a la Selva Paranaense, un rea rica en naturaleza, biodiversidad, turismo, industria, historia y cultura, que se encuentra ubicada principalmente en nuestro pas, sobre la Provincia de Misiones.

    Para alcanzar una buena representacin y descripcin del lugar, agradecemos haber contado con el invalorable aporte en la confeccin de los artculos de una amplia variedad de profesionales y cientficos representantes de instituciones cientfico-tcnicas del gobierno nacional y provincial, como as tambin instituciones educativas privadas dedicadas a las temticas expuestas. De esta manera, intentamos buscar diversos perfiles en los actores que escriben en nuestra revista, para ofrecer una mirada ms abarcadora de la realidad del lugar que exploramos en cada nmero. Tambin, siguiendo esta lnea, bregamos porque la calidad de las notas sea cada vez ms cuidada desde lo profesional y comunicacional.

    En este nmero, abordamos desde diferentes aspectos, la realidad de la Selva Paranaense donde intentamos exponer la problemtica y caractersticas de las zonas protegidas, cules son las acciones que se implementan para alcanzar un desarrollo sustentable, cmo es su flora y fauna, sus reas tursticas y declaradas patrimonio cultural de la humanidad, su rica historia con la llegada de las misiones jesuticas, la colonizacin, y la evolucin de los topnimos, y tambin deslumbrarnos con la belleza de sus paisajes. En fin, como mencionaba anteriormente, una mirada abarcadora de la regin y que tambin contiene una referencia histrica al punto extremo Este de la Repblica Argentina que se ubica dentro de la Provincia de Misiones. En relacin a dar a conocer las actividades y lneas de trabajo del IGN, presentamos el nuevo Atlas Geogrfico del organismo que ha sido desarrollado bajo un concepto innovador y que permite acercar la actividad del Instituto a la sociedad. Tambin exponemos las acciones llevadas adelante para capacitar a tcnicos y profesionales de las provincias en las Jornadas de Capacitacin en Georreferenciacin y el Centro de Capacitacin en Ciencias Geogrficas. Mostramos los avances en nuevos productos como las cartas tursticas, la implementacin del Sistema Integral de Gestin Bibliotecaria, el catlogo de objetos geogrficos, etc. Es de destacar el aporte fundamental de la CONAE a travs de la imagen satelital de la provincia y de la presentacin del software SoPI para el manejo de imgenes satelitales.

    El trabajo de desarrollo de una publicacin del estilo de la revista El Ojo del Cndor es un continuo crecimiento y compromiso institucional por parte del personal del IGN que trabaja en la misma. En cada nmero se incorporan ms colaboradores al Consejo Editorial, a la redaccin de artculos, y a opinar en pos de mejorar su calidad cientfica, profesional y de contenidos. Entendemos que es una publicacin que expone una realidad geogrfica determinada del pas, y que tambin muestra al IGN a travs del personal que escribe y se compromete con el organismo. Es decir, visualiza el avance en la profesio-nalidad de los trabajos que realizamos y el compromiso que tenemos con nuestra Misin Institucional y con la sociedad que requiere nuestros productos. Es por este motivo que quiero manifestar mi reconocimiento y agradecimiento a todo el personal del organismo que trabaja en la revista y cristaliza cada da su compromiso con la misma.

    Los invito a que disfruten este nuevo nmero, como desde el IGN disfrutamos al elaborarlo.

    Agrimensor Sergio Rubn Cimbaro Director del Instituto Geogrfico Nacional

  • 2Sumario

    Dossier: La Selva Paranaense

    Editorial

    Selva ParanaenseCaractersticas, importancia, actores, programas y acciones para promover su conservacin y desarrollo sustentable.

    Produccin forestal y conservacin de la biodiversidad en la selva Misionera...incompatibles?Un estudio sobre aves analiza la posible sinergia entre eco-noma y ecologa mediante un manejo forestal adecuado.

    Los nuevos cazadoresde imgenesUno de los fundadores de Aves del NEA, nos cuenta sus expe-riencias junto a estos entusiastas amantes de las aves y excelentes fotgrafos misioneros.

    reas naturales protegidas en el ecosistema de la selva paranaensePolticas del Estado para mitigar y tratar de revertir el dao hecho al ecosistema de la selva misionera.

    Cataratas del Iguaz: Patrimonio y rea protegidaCompleta descripcin y estado de las maravillosas cataratas.

    Las Misiones jesuticas guaranes y su espacio geogrficoBreve sntesis de la historia y ocupacin geogrfica de una de las experiencias humanas de encuentro cultural ms sig-nificativas de nuestra historia.

    La Selva paranaense se transforma con la colonizacinResea de cmo las inmigraciones limtrofes o de ultramar, dieron a la poblacin misionera un carcter muy particular, como sociedad y en su relacin con el medioambiente.

    La reserva de bisfera Yabot y una Alianza para conservar la selvaAlianza sustentada en tres ejes: la conservacin del ambiente, el respeto de los derechos indgenas y el desarrollo sustentable.

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    Novedades institucionales y Agenda

    La revista El Ojo del Cndor es una publicacin peridica del

    Instituto Geogrfico Nacional

    Presidenta:Dra. Cristina Fernndez de Kirchner

    Ministro de Defensa: Ing. Agustn Oscar Rossi

    Secretario de Ciencia, Tecnologa y Produccin para la Defensa: Lic. Santiago Juan Rodrguez

    INSTITUTO GEOGRFICO NACIONAL

    Director: Agrim. Sergio Rubn Cimbaro

    Consejo Editorial:Lic. Lucas De Oto

    Silvia Heuman Ing. Laura Pietrngelo

    Mg. Mara Dolores Puente Prof. Adriana Vescovo

    Director de Arte:Jorge Alba Posse

    Cartografa:Tc. Gegrafo Matemtico Roxana Albanito

    Colaboran en este nmero: Ruben Mauricio Albanese / Adriana Alcaire /

    Constanza Annunziata / Guillermina Arbeletche /Florencia Bongiorno / Graciela Borozuki /

    Juan G. Cristiano / Norma Esper / Joaqun Fava / Daniel Fernndez Cat / Mara Cecilia Gallero /

    Ignacio A. Gatti / Sebastin Habib / Silvia Heuman /Manuel Marcelo Jaramillo / Mara del Carmen Judyk /Ariel Kremar / Eduardo Laura / Mara Cristina Lecca /

    Florencia Manduca / Ricardo Mansilla / Mayra Milkovic /Mara Pa Mom / Juan Pablo Moro / Carlos Osvaldo Nelson /

    Sergio Pez / Diego Alejandro Pin / Daniela Polotto / Agustn Alberto Raffo / Cristina Rsico /

    Juan Mximo Solari / Miguel ngel Stefauk /Sandra Torrusio / Adriana Vescovo / Gustavo A. Zurita.

    Editor responsable: Instituto Geogrfico Nacional

    Avda. Cabildo 381 (C1426AAD) Ciudad Autnoma de Buenos Aires

    Esta revista se imprimi en losTalleres Grficos del IGN.

    Nmero 05 - Septiembre de 2014ISSN: 1853-9505

    Queda hecho el depsito que marca la Ley N 11.723

    48 - Atlas Geogrfico de la Repblica Argentina

    50 - Cartografa de montaa

    52 - Jornadas de capacitacin regional en georreferenciacin del IGN

    54 - Sistemas y Marcos de Referencia en geodesia (2da. entrega)

    56 - Lanzamiento de BAHRA

    59 - Importancia de la normalizacin y estandarizacin de la informacin geogrfica

    60 - Implementacin del sistema integral de gestin bibliotecaria

    61 - Tesoros del museo y la biblioteca

    62 - Centro de capacitacin del IGN

    63 - Novedades bibliogrficas

    64 - CuriosaMente (entretenimientos)

    ACLARACIN DE LOS EDITORES:

    Los artculos firmados no expresan necesariamente la opinin del Instituto Geogrfico Nacional.

    Prohibida la reproduccin total o parcial de contenidos e imgenes sin la autorizacin expresa de los autores. E-mail: [email protected]

    WISDOM Argentina Un SIG para impulsar el uso energtico de la biomasa.

    Productos forestales no madereros de la Selva Misionera

    Turismo / Cataratas del Iguaz

    Bernardo de Irigoyen Punto extremo Este de la Argentina.

    La selva mirando al cielo Software SoPI, de la CONAE.

    Imagen satelital de la regin de Cataratas. CONAE

    Indicadores forestales para la Selva Paranaense

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  • 4El Bosque Atlntico es un complejo de 15 eco-rregiones que se extiende en tres pases: Bra-sil, Paraguay y Argentina. Originalmente cubra aproximadamente 123.000.000 de hectreas entre los 30 y 31 de latitud sur y entre los 35 y 60 de longitud oeste. Este amplio rango de distribucin longitudinal ha contribuido a la generacin de dife-rentes tipos de composiciones especficas dentro del bosque porque la precipitacin decrece marcadamen-te desde la costa del Atlntico hacia el interior del continente. Estas caractersticas geogrficas que se combinan con marcadas diferencias de alturas sobre el nivel del mar, han favorecido a la alta biodiversidad y la presencia de endemismos; aproximadamente el 7% de las especies del mundo se encuentran en estos bosques (Quintela, 1990 en Cullen et al., 2001). Por estas razones, el Bosque Atlntico es de importancia global para la conservacin y fue considerado como uno de los puntos calientes para la conservacin internacional (Myers et al., 2000; Mittermeier et al., 2004). A su vez, es una de las 200 ecorregiones prio-ritarias para la conservacin (Global 200) para la organizacin Mundial de Conservacin (WWF). En la actualidad, considerando los remanente mayores a 100 hectreas, se conserva aproximadamente slo el 7% en un paisaje altamente fragmentado y con rema-nentes forestales altamente degradados (Di Bitetti et al., 2003). Por ello, la ONG Conservacin Internacio-

    Selva Paranaense: Acciones para promover su conservacin ydesarrollo sustentable

    Manuel Marcelo Jaramillo, Ingeniero Forestal, Coordinador del Programa Selva Paranaense, Fundacin Vida Silvestre, [email protected]

    Mayra Milkovic, Licenciada en Ciencias Biolgicas, Magister en Recursos Naturales, Responsable de Sistemas de Informacin Geogrfica y Teledeteccin, Fundacin Vida Silvestre, [email protected]

    nal ha clasificado al Bosque Atlntico en quinto lugar dentro de los 10 tipos de bosques ms amenazados del mundo (http://www.conservation.org/NewsRoom/pressreleases/Pages/CI-Wins-Award-Atlantic-Forest-Conservation.aspx).

    En la Repblica Argentina el Bosque Atlntico se encuentra principalmente representado por la ecorre-gin del Bosque Atlntico del Alto Paran y en mucho menor medida por un ingreso, en la zona centro este de la Provincia de Misiones, de la ecorregin de Araucaria. En su conjunto estas dos ecorregiones se conocen en nuestro pas como Selva Misionera o Paranaense. Recientemente la Direccin de Bosques, de la Secretara de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nacin ha presentado los Nodos Regionales de Bosques Nativos y ha incluido la porcin noreste de la Provincia de Corrientes como rea de distribucin original de la Selva Misionera o Paranaense (http://www.ambiente.gov.ar/?idarticulo=12018). Los datos informados en este trabajo slo corresponden a la porcin de este tipo de bosques en la Provincia de Misiones donde originalmente ocupaban una super-ficie de 2.570.000 hectreas (Laclau, 1994). En la actualidad se conservan aproximadamente 1.490.000 hectreas, lo que representa un 58% de la superficie original, en diferentes estados de degradacin y con una deforestacin media anual durante el perodo

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    Figura 1. Una Visin de Biodiversidad para la Ecorregin del Bosque Atlntico del Alto Paran: Diseo de un Paisaje para la Conservacin de la Biodiversi-dad y prioridades para las acciones de conservacin. Washington, D.C. WWF, 2003.

    2004-2010 de 6.700 hectreas por ao (Milkovic, 2012), valor que ha disminuido notablemente respec-to de datos anteriores 18.780 hectreas por ao para 1989-2004 (Guerrero Borges, 2007).

    Por la alta biodiversidad y las diversas amenazas que se ciernen sobre estos bosques, la Fundacin Vida Silvestre ha dado inicio en el ao 1999 al Programa Selva Paranaense. Desde sus oficinas regionales de la ciudad de Puerto Iguaz se coordinan diversos proyectos y acciones para la conservacin y el desa-rrollo sustentable en la Selva Misionera. A su vez se articulan acciones con las oficinas de la Organizacin Mundial de Conservacin (WWF) de Paraguay y Brasil. Una de las primeras acciones conjuntas entre los tres pases fue el desarrollo de la Visin de Biodiversidad del Bosque Atlntico del Alto Paran. Este documento resume el trabajo de ms de 70 organizaciones de los tres pases que acordaron una Visin de Biodiver-sidad orientada a detener la extincin de especies y mantener servicios ambientales esenciales mediante acciones inmediatas que asegurasen la viabilidad a largo plazo de la biodiversidad representativa del Bosque Atlntico (Di Bitetti et al., 2003). La Visin de Biodiversidad estableci una serie de objetivos de conservacin de la biodiversidad basados en los principios de la biologa de la conservacin amplia-mente aceptados, e identifica reas crticas a ser con-

    servadas, manejadas o restauradas para lograr dichos objetivos. En base a esta informacin se dise un Paisaje de Conservacin de la Biodiversidad en donde se represent un mapa que ilustra cmo se vera en 50 - 100 aos la ecorregin, si las acciones propuestas de conservacin de la biodiversidad se desarrollaran exitosamente (Figura 1).

    En el ao 2010 la Fundacin Vida Silvestre Argentina, en articulacin con las oficina de WWF de Paraguay y Brasil e inspirados en la Visin de Biodiversidad del Bosque Atlntico del Alto Paran, desarrollaron su Plan de Accin Ecorregional, que fuera actualizado en 2013 y que se basa en la implementacin de 5 lneas estratgicas:

    1) Promocin de buenas prcticas agrcolas: esta estra-tegia incluye tanto el trabajo con pequeos agricultores para introducir y promover prcticas agroecolgicas y acceso a mercados diferenciales para la venta de la produccin agrcola como el trabajo con grandes em-presas principalmente agrcolas y forestales tendien-do a que las mismas orienten sus operaciones al logro de certificaciones ambientales, como es el caso del Forest Stewardship Council (FSC), para la actividad fo-restal. En este aspecto, el programa tambin concentra su trabajo en la promocin del consumo responsable con la intencin de que los consumidores demanden productos agrcolas o forestales certificados.

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    2) Promocin del manejo sustentable del bosque na-tivo: La Selva Misionera ha sido sometida a un inten-so aprovechamiento forestal. En la bsqueda de las especies forestales de mayor valor una gran cantidad de los bosques nativos de Misiones han sido explo-rados y explotados. En la mayora de los casos este proceso se ha desarrollado sin respetar los conceptos mnimos de aprovechamiento sustentable que hubie-ran asegurado que la capacidad productiva de estos bosques se mantuviera o aumentara. La Fundacin Vida Silvestre Argentina, junto a otras organizaciones ambientalistas, fue activa promotora de la Ley de Pre-supuestos Mnimos para la Proteccin Ambiental de los Bosques Nativos (Ley N 26.331). En la actualidad la Provincia de Misiones ha adecuado su normativa de aprovechamiento de bosques nativos a los presu-puestos mnimos establecidos por esta ley. Asimismo, ha recibido y administrado fondos derivados por la Nacin para apoyar planes de conservacin y usos sustentables de los bosques nativos por parte de propietarios privados. Por otra parte, Vida Silvestre ha promovido la creacin de una Red de Comercio Fo-restal que promueve el vnculo entre productores de bosques nativos que implementan prcticas de uso sustentable y consumidores que demandan productos forestales sustentables.

    3) Mitigacin y adaptacin al cambio climtico: El Bos-que Atlntico es un ambiente altamente fragmentado y eso incrementa su vulnerabilidad a los efectos ne-gativos del cambio climtico. Con el fin de contribuir a la conectividad del bosque, esta estrategia incluye actividades de restauracin forestal. La Visin de Biodiversidad del Bosque Atlntico del Alto Paran plantea como una de sus metas la restauracin de 2.606.678 hectreas de bosque nativo en los tres pa-ses para asegurar el Paisaje para la Conservacin de la Biodiversidad antes de 2050. A su vez, en Brasil, el Pacto para la Reforestacin de la Mata Atlntica ha identificado la necesidad de restaurar 17.000.000 de hectreas en las 15 ecorregiones que constituyen el complejo Bosque Atlntico (Rodrigues et al., 2010).

    En ese aspecto, desde el ao 2009 Vida Silvestre se encuentra abocada a la plantacin de rboles nativos para recuperar la cobertura forestal de los bordes de arroyos deforestados en chacras de pequeos pro-ductores en el municipio de Comandante Andresito. En esta localidad la deforestacin de los bordes de arroyos se presenta como una gran amenaza para la regulacin de la cantidad y calidad de agua disponible para el desarrollo de las actividades humanas de la regin. Por otro lado, la prdida de estos ambientes ripiaros implica una disminucin en la conectividad

    de las reas naturales protegidas y los remanentes de selva que an se conservan en las propiedades privadas.

    Ante esta situacin, la Fundacin Vida Silvestre Argentina inici en junio de 2008, con el inters y respaldo de la comunidad local, el proyecto Aplica-cin de incentivos fiscales para actividades de res-tauracin en reas prioritarias de la Cuenca del ro Paran. A partir del anlisis de imgenes satelitales se identificaron las zonas ms crticas que necesitan ser intervenidas. Luego se logr conformar un grupo de productores comprometidos con la restauracin

    Figura 2. Ubicacin de establecimientos donde se realiz restauracin de mrgenes de arroyos en el municipio Comandante Andresito, Mi-siones. Los predios en los que se realizaron las plantaciones se indi-can en color amarillo (2009), cian (2010) y fucsia (2012). Se indican en rojo y verde las reas donde se realiz enriquecimiento y plantacin en macizo respectivamente. La imagen de fondo es una fotografa area provista por el Ministerio del Agro y Produccin de Misiones.

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    en un ancho variable (de entre 10 y 30 metros) de los bordes de los arroyos deforestados en sus pro-piedades.

    Vida Silvestre ha facilitado los insumos para la cons-truccin de alambrados, ha entregado plantines de especies nativas, ha brindado asistencia tcnica y ha compensado econmicamente a alrededor de 36 productores que han plantado y mantenido alrede-dor de 61.000 rboles nativos. Esto permiti cubrir una superficie de 105 hectreas y una distancia de aproximadamente 10 kilmetros del borde de dife-rentes arroyos. Las plantaciones realizadas en el ao 2009 presentan en la actua-lidad ejemplares de lapacho negro e ibyra pit de ms de 5 metros de altura y 7 centmetros de dimetro a la altura del pecho (Figura 2).

    Para Vida Silvestre otra forma de abordar la mitiga-cin del cambio climtico es ofrecer a los propietarios de bosques nativos com-pensaciones en dinero o en especie que los motiven a la conservacin de los mis-mos en sus predios. Este mecanismo se conoce gene-ralmente como pagos por servicios ambientales.

    En el ao 2010 Vida Silves-tre particip del proyecto desarrollado por la Funda-cin Ambiente y Recursos Naturales (FARN), denomi-nado Diagnstico de los Servicios Ambientales del Bosque Atlntico del Alto Paran (BAAP) para la crea-

    cin potencial de un mecanismo de pago por servi-cios ambientales en las tierras privadas de Misiones, Argentina. En este proyecto se utiliz el Integrated Valuation of Ecosystem Services and Trade offs (In-VEST) Tier 1 (Tallis and Ricketts, 2009). Este modelo se integra como mdulo de ArcGIS 9.2 para cuantificar y mapear valores de diferentes servicios ecosistmi-cos. Posteriormente, sobre los mapas obtenidos se utiliz el programa MARXAN para identificar reas de conservacin que maximicen los beneficios de conser-var esos servicios ambientales y donde se minimicen los costos de oportunidad. A partir de InVEST se cuan-

    Figura 3. Ubicacin provincial de la Reserva de Vida Silvestre Urugua-i. En el recuadro de abajo se muestra en mayor detalle los lmites de la reserva y camino de acceso. La imagen de fon-do es una fotografa area provista por el Ministerio del Agro y Produccin de Misiones.

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    tificaron y modelaron cuatro servicios ambientales (secuestro de carbono, retencin de sedimentacin y prdida de suelo, energa hidroelctrica/potencial hdrica y biodiversidad).

    En gran parte de los servicios ecosistmicos analiza-dos, la mayor provisin de estos los provee el bosque nativo. El servicio que menos coincide espacialmente con el bosque nativo es el de produccin de agua, el cual depende ms de caractersticas ambientales que de la cobertura del suelo en s misma.

    El almacenamiento de carbono est fuertemente rela-cionado con el tipo de cobertura del suelo por lo que este modelo ayuda a ubicar espacialmente los mayo-res stocks de carbono en el paisaje a la resolucin del mapa de coberturas del suelo. A la escala espacial del presente estudio ste fue el grano ms fino alcan-zado y fue til en trminos de anlisis regional. Sin embargo, futuros estudios o mayor detalle espacial necesitaran la diferenciacin de bosques en distinto grado de conservacin/degradacin y los parmetros especficos asociados a cada una de las clases es-tablecidas que permitan diferenciar stocks de carbo-nos entre distintos tipos de bosques. Los servicios

    ecosistmicos hdricos modelados (produccin de energa hidroelctri-ca y produccin de agua) muestran una buena provisin de ellos en la Provincia de Misiones. La regulacin de sedimentos y prdida de suelo muestra tambin una fuerte sinergia con la cobertura de bosque nativo. El paisaje de Misiones conserva en la actualidad remanentes de bosque en las reas con mayor pendiente, lo cual a esta escala de paisaje no permite identificar la prdida de suelo que probablemente se registre a escalas ms locales, como en los bordes de arroyos y ros deforesta-dos (Pacha et al., 2010; Izquierdo et al., 2012).

    4) Promocin del manejo efectivo y de la creacin de nuevas reas pro-tegidas: Entre otras actividades, la Fundacin Vida Silvestre Argentina administra desde 1999 la Reserva de Vida Silvestre Urugua (RVSU). Esta rea de 3243 hectreas protege parte de las serranas centrales de Misiones; quebradas, valles y cursos de agua brindan a la RVSU el esce-

    nario ideal para investigar y disfrutar la Selva Para-naense (Figura 3). En la RSVU se realizan actividades para: a) consolidar el Sistema de reas Protegidas de la provincia; b) brindar un espacio de investigacin mediante su estacin biolgica, que genera un mayor conocimiento sobre la Selva Paranaense y la proble-mtica para su conservacin; c) desarrollar cursos de postgrado, talleres de capacitacin sobre conserva-cin y manejo responsable de los recursos naturales de esta regin, jornadas de educacin e interpreta-cin ambiental y ecoturismo, entre otras temticas; d) realizar, junto con guardaparques provinciales, actividades de control y vigilancia dentro de la RSVU y en zonas aledaas; e) trabajar en conjunto con otras instituciones en el desarrollo de programas de educa-cin ambiental en asentamientos vecinos; f) monito-rear factores que atenten con la calidad del ambiente y planificar acciones para contrarrestar estos factores; g) articular trabajos y proyectos de investigacin con otras Estaciones Biolgicas de la regin.

    5) Identificacin y conservacin de especies clave para la salud del ecosistema.El yaguaret, jaguar o tigre americano (Panthera

    Figura 4. Paisaje para la conservacin del yaguaret basado en modelo regional de la Visin de Biodiversidad para el Bosque Atlntico (De Angelo, 2009).

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    Pacha, M. J.; Izquierdo, A. y Jaramillo, M. M. 2010. Servi-cios Ambientales en el Bosque Atlntico del Alto Paran: Identificacin de zonas prioritarias para un esquema de pagos por servicios ambientales. En Actas de Eco Pro-ductos Forestales No Madereros. Esquel, Chubut 1 al 3 de Diciembre de 2010. Pg. 239-248.

    Paviolo, A.; De Angelo, C.; Di Blanco, y Di Bitetti, M. S. 2008. Jaguar Panthera onca population decline in the Up-per Parana Atlantic Forest of Argentina and Brazil. Fauna & Flora International, Oryx, 42(4), 554561

    Ribeiro Rodrigues R.; Satin Brancalion, P.H.; Isernhagen, I. editores. 2010. Pacto pela restaurao da Mata Atlntica: referencial dos conceitos e aes de restaurao florestal / (coordenao geral: Laboratrio de Ecologia e Restau-rao Florestal LCB/ESALQ/USP) 3. Ed ver So Paulo: LERF, 2010.

    Tallis, H. T.; Ricketts, T.; Ennaanay, D.; Nelson, E.; Vigers-tol, K.; Mendoza, G.; Wolny, S.; Olwero, N.; Aukema, J.; Foster, J.; Forrest, J.; Cameron, D. 2008. InVEST 1.003 beta Users Guide. The Natural Capital Project, Stanford.

    WWF 2000. The Global 200 Ecoregions: A Users Guide. World Wildlife Fund, Washington, D. C.

    onca) es el mayor depredador del continente, por ello necesita extensas superficies para poder sobrevivir. El acelerado proceso de desaparicin de su hbitat, sumado a la caza, ha ocasionado que los yaguarets que habitaban diferentes regiones de Argentina hayan desaparecido o estn en peligro. Junto a investigado-res del CONICET desarrollaron desde 2002 un proyecto con el objetivo de obtener una estimacin precisa de la poblacin de yaguarets de la Selva Paranaense. Para ello, se conform y capacit a una red de ms de 200 colaboradores de instituciones de Misiones, Brasil y Paraguay y mediante el registro de huellas y materia fecal se logr generar un mapa de distribucin del yaguaret en la Selva Paranaense (Figura 4). Se pudo conocer dnde est presente y dnde ha desapareci-do; cul es la densidad de la especie y qu variables ambientales y sociales determinan su existencia y su abundancia. Para estimar su densidad se realizaron censos con trampas-cmaras. Estos censos han per-mitido determinar que la poblacin actual ronda en 25 a 53 adultos yaguarets dentro del corredor verde de Misiones, incluyendo el Parque Nacional do Iguau de Brasil (Paviolo et al., 2008). Vida Silvestre adems desarrolla campaas de difusin sobre la importan-cia de la especie; ms informacin disponible en www.vidasilvestre.org.ar.

    Todas estas actividades son desarrolladas en articula-cin con instituciones pblicas y privadas comprometi-das con la conservacin y el uso sustentable de la Selva Misionera. Juntos, esperamos contribuir a la constitucin de nuestro paisaje de conservacin de la biodiversidad para asegurar a las generaciones futuras la posibilidad de disfrutar de nuestra majestuosa Selva

    Yaguaret (Panthera onca)

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    Selva Paranaense

    Produccin forestal y conservacin de la biodiversidad en la selva Misionera... incompatibles?

    por Dr. Gustavo A. ZuritaDr. en Biologa, Investigador del CONICET y profesor [email protected] de Biologa Subtropical, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional de Misiones CONICET. Bertoni 85. Puerto IguazCentro de Investigaciones del Bosque Atlntico (CeIBA)

    porcentaje de especies endmi-cas, es decir, aquellas que no se encuentran en ningn otro lugar del mundo. Por estas razones, el bosque Atlntico es considera-do uno de los sitios de mayor importancia para la conservacin de la biodiversidad a nivel glo-bal (Myers et al., 2000). Desde el punto de vista socio-econmico el bosque Atlntico constituye, adems, uno de los diez eco-sistemas ms importantes para la produccin de alimentos y la mitigacin del cambio climtico (Hannah et al., 2013).

    En Argentina la selva Misionera se distribuye principalmente en la Provincia de Misiones, cubriendo una superficie menor al 0.5% del territorio nacional. Sin embargo, y a pesar de su escasa represen-tacin territorial, concentra ms del 50% de la riqueza de aves y otros grupos animales y vege-tales. Misiones es, a su vez, una de las provincias ms densamente pobladas del pas (Censo Nacional

    La selva Misionera o selva Paranaense constituye el extremo ms austral de un extenso ecosistema o complejo de eco-regiones denominado bosque Atlntico o selva Atlnti-ca que incluye a Brasil, Paraguay y Argentina. Si bien este ecosis-tema ha sido reconocido por su gran diversidad de especies (tan-to animales como vegetales), su principal caracterstica es el alto

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    Produccin forestal y conservacin de la biodiversidad en la selva Misionera... incompatibles?

    2010, INDEC) y donde se produce una gran cantidad de bienes de consumo (yerba mate, tabaco, citricultura, madera, etc.). Se des-taca la actividad forestal en forma de monocultivos industriales con exticas de Pino y Eucaliptus y, secundariamente, especies nati-vas como la Araucaria (Araucaria angustifolia) (Censo Nacional Agropecuario 2008, INDEC).

    La enorme diversidad biolgica de la Provincia de Misiones, las altas tasas de crecimiento poblacional y la gran superficie destinada a la produccin (particularmente forestal) plantean un gran desa-fo y una pregunta: es posible mantener, o incluso incrementar, la produccin forestal conservan-do la biodiversidad?. Este interro-gante cobra particular relevancia cuando se tiene en cuenta la gran cantidad de servicios que brinda a las poblaciones humanas la biodiversidad en la provincia, en-tre las que se destaca la actividad eco-turstica, la provisin de agua

    de calidad, el mantenimiento de la fertilidad de los suelos, entre otros. Al intentar comprender el rol de las plantaciones forestales en la conservacin de la biodiver-sidad, la primera pregunta que se plantea es: las plantaciones forestales son mejores o peores que otras opciones de produc-cin de mediana y gran escala existentes en la provincia? (Zurita & Bellocq, 2012). En un anlisis comparativo puede observarse que los sistemas ganaderos (po-treros) mantienen una riqueza de aves mucho mayor comparado con plantaciones forestales y otros usos de la tierra en Misio-nes. Sin embargo, cuando se ana-liza la composicin de especies (es decir, cuales son estas aves) se observa que las plantaciones forestales albergan un porcentaje mucho mayor de aves de selva. Es decir, muchas especies de aves utilizan los potreros de ga-nado en Misiones pero las aves de selva utilizan principalmente las plantaciones forestales.

    La segunda pregunta que se plantea es entonces: todas las plantaciones forestales son iguales para conservar la biodi-versidad?. Para responderla hay que tener en cuenta tres factores importantes: 1) la edad de la plantacin, 2) la especie utilizada y el manejo que se realice y 3) su ubicacin en el paisaje. El uso de las plantaciones por parte de las aves de selva aumenta con la edad de las mismas; plantaciones jvenes son muy poco utilizadas mientras que plantaciones madu-ras s son utilizadas por un por-centaje alto de especies (Zurita & Bellocq, 2012). En el caso particu-

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    lar de Misiones, las plantaciones forestales comienzan a ser usa-das principalmente a partir de los 10-12 aos. Es por esto que turnos de corta largos favorecen en gran medida la biodiversi-dad. El uso de las plantaciones por la fauna nativa depende en gran medida del desarrollo del sotobosque (vegetacin nativa que crece debajo del dosel) en las plantaciones y aquel, a su vez, depende del ingreso de luz; es por esto que la prctica de raleo y de plantacin a densidades inter-medias es de crucial importancia para incrementar el uso que hace la fauna de las plantaciones (Nje-ra & Simonetti, 2010). Entre las especies plantadas en la regin, las plantaciones de Araucaria

    son fundamentales para evitar la extincin de especies amena-zadas (ej. Coludito de los Pinos) (Zurita et al., 2006; Cabanne et al., 2007). Las plantaciones de pino, adecuadamente manejadas, son tambin utilizadas por las es-pecies nativas, mientras que las plantaciones de Eucalipto, mane-jadas en forma intensiva, repre-sentan la peor opcin en cuanto a su potencial de conservacin de la biodiversidad. Finalmente, y a una mayor escala, para que las plantaciones puedan ser realmen-te utilizadas por las especies nati-vas, es fundamental la presencia de grandes o medianos remanen-tes de bosque nativo cercanos a ellas. Esto implica que plantacio-nes forestales muy alejadas del

    Referencias

    Cabanne, G. S., Zurita, G. A., Seipke, S. H., Bellocq, M. I., 2007. Range expansion, density and conservation of the Araucaria Tit-spinetail Leptasthenura setaria (Furnariidae) in Argentina: the role of araucaria Araucaria angustifolia (Arau-cariaceae) plantations. Bird Conservation International 17, 341-349.

    Hannah, L., Ikegami, M., Hole, D. G., Seo, C., Butchart, S. H., Peterson, A. T., Roehrdanz, P. R., 2013. Global Climate Change Adaptation Priorities for Biodiversity and Food Security. PLoS One 8, e72590.

    Myers, N., Mittermeier, R. A., Mittermeier, C. G., da Fonseca, G. A. B., Kent, J., 2000. Biodiversity hotspots for conservation priorities. Nature 403, 853-858.

    Njera, A., Simonetti, J. A., 2010. Enhancing avifauna in commercial plantations. Conservation Biology 24, 319-324.

    Zurita, G. A., Bellocq, M. I., 2010. Spatial patterns of bird community similarity: bird responses to landscape composition and configuration in the Atlantic forest. Landscape ecology 25, 147-158.

    Zurita, G. A., Bellocq, M. I., 2012. Bird assemblages in anthropogenic habitats: identifying a suitability gradient for native species in the Atlantic forest. Biotropica 412-419.

    Zurita, G. A., Peer G., Bellocq, M. I., Hansbauer,M.M., 2012. Edge effects and their influence on habitat suitability calcula-tions: a continuous approach applied to birds of the Atlantic forest. Journal of applied ecology 49, 503-512.

    Zurita, G. A., Rey, N., Varela, D. M., Villagra, M., Bellocq, M. I., 2006. Conversion of the Atlantic Forest into native and exotic tree plantations: Effects on bird communities from the local and regional perspectives. Forest Ecology and Mana-gement 235, 164-173.

    bosque nativo, an manejadas de la mejor manera, sern muy poco utilizadas por la biodiver-sidad nativa (Zurita et al., 2012; Zurita & Bellocq, 2010).

    En resumen, las plantaciones forestales manejadas adecua-damente pueden constituir un importante aliado para la con-servacin de la biodiversidad nativa en Misiones. Este ma-nejo adecuado incluye tener en cuenta los ciclos de rotacin, las especies utilizadas, la densidad de la plantacin, el manejo de poda y realeo y la conservacin de bosque nativo en el paisaje

    Selva Paranaense

    Foto: Aves del NEA.

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    Entrevista / Aves del NEA

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    Los nuevos cazadores de imgenes

    Por simple curiosidad o reaccin a la creciente destruccin de su entorno, cada vez son ms las personas que se agrupan y salen de su comodidad para ir al encuentro del mundo maravilloso de las aves. Un mundo tan bello como esquivo, que los obligar a cambiar la mirada, a embarrarse, a contemplarlo y sobre todo, a compartirlo...

    por Jorge Alba PosseComunicador cientfico y ambiental; Director de arte de El Ojo del Cndor

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    Entrevista / Aves del NEA

    Cautivados por unas imgenes que buscamos para ilustrar este nmero, rastreamos a sus autores y fue una grata sorpresa encontrar a un entusiasta grupo de misioneros que, seguramente inspi-rados por la belleza de su entorno, se animaron a salir de la comodi-dad y rutina ciudadana para ir al encuentro de las aves, observarlas, documentarlas, fotografiarlas y com-partirlas con todos nosotros.

    Ellos conforman la Asociacin Aves del NEA* y si bien acostumbran ha-blar por sus fotos, entrevistamos a su fundador, Marcelo Allende, para que nos transmita su pasin por el avistaje de aves y nos cuente de sus actividades, que quizs, puedan acercarnos a ese fascinante mundo de las aves del paraso misionero.

    OdC: Porqu se deciden a formar Aves del NEA y cules son sus obje-tivos?Aves del NEA se forma sumando pa-siones de tres amigos, que de pron-to nos vimos compartiendo el gusto por el conocimiento de las aves en general y las de nuestra regin en particular. Al mismo tiempo notamos un marcado desconocimiento po-pular acerca de la gran avifauna de nuestra provincia. A todo esto le su-mamos la aficin por la fotografa y resolvimos por medio de las imge-nes llegar a la gente con un mensaje de conocimiento y conservacin (en

    ese orden) de nuestras especies, ya que somos convencidos, que, como versa nuestro slogan, solo conserva quien conoce. Conocer nuestro am-biente, nuestra tierra, nuestras belle-zas, nuestra cultura; nos ayudar a amar nuestro entorno y preservarlo.As, por medio de nuestro blog y redes sociales mostramos la riqueza biolgica de nuestra tierra, donde la vegetacin ha tallado formas ar-tsticas vivas, nicas e irrepetibles. Es arte que la propia naturaleza crea y pone frente a nuestros ojos, para que lo descubramos. Solo hay que animarse a salir...

    OdC: Hay especies que an no han logrado fotografiar y son un mayor desafo?

    S claro, pero debemos aclarar que Misiones es la provincia con mayor biodiversidad del pas, y las aves no son la excepcin. Sin embargo con-tamos ya con un banco de imgenes de cerca del 60% del total de las es-pecies registradas para la provincia. No obstante siempre estn esas especies que uno siempre quiere fotografiar, observar, estudiar, y an no se ha dado. Un ejemplo es la Gran Harpa (Harpa harpyja), la especie no solo ms grande, majestuosa y tal vez la ms icnica de nuestra avifauna. En los ltimos aos varios son los indi-cios acerca de su presencia en algn lugar oculto de la selva, por lo tanto la esperanza siempre est, y es de alguna manera lo que nos moviliza.

    OdC: Cualquiera puede acercarse a Aves del NEA para participar de avis-tajes o hay que ser profesional?El requisito es tener esa pasin por la naturaleza y por las aves que nos hermana, que genera un extrao vnculo entre quienes compartimos esta fascinacin por estos animales y nos lleva a renunciar a horas de descanso, para adentrarnos en la selva, campos y matorrales, en busca de nuevas experiencias y capturas fotogrficas.

    OdC: Contanos algunas ancdotas de esas salidas, de las dificultades y de las sorpresas que seguramente les depara la selva en cada caso.

    Resulta difcil rescatar una expe-riencia en particular, ya que son tantas... ir caminando en un pastizal y de pronto cruzar miradas con un ciervo de los pantanos y seguir ca-minando a pocos metros de l; o un encuentro furtivo con una pareja de zorros; navegar haciendo avistajes en los Esteros del Iber, slo por nombrar algunos, sin embargo, po-demos mencionar especialmente una oportunidad en la que estbamos en la orilla del ro Paran a pocos kil-metros de Posadas y de pronto a lo lejos se ve la silueta imponente de un guila que se acercaba, los tres nos detuvimos casi instintivamente y comunicndonos con seas a obser-varla a medida que se acercaba, casi extasiados, y para nuestra sorpresa

    Miembros de Aves del NEA en accin. Slo conserva quien conoce dice su slogan.

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    cuando se acerca lo suficiente vimos que se trataba de un guila pesca-dora (Pandion haliaetus), especie de guila poco vista, y por si esto fuera poco, se puso a pescar a pocos me-tros de donde estbamos, brindando un espectculo que quedar grabado en la retina y en el alma, alimentan-do la pasin que al mismo tiempo deviene en un compromiso por com-partirlo con los dems, dar a conocer nuestros recursos naturales y forjar de ste modo una mayor conciencia ambiental que contribuya a permitir que el da de maana nuestros hijos o acaso nuestros nietos tengan la oportunidad tambin de emocionar-se ante estas experiencias que son una caricia de la naturaleza.

    OdC: Cules son los destinos favoritos para el avistaje de aves en Misiones?

    Misiones tiene muchos destinos atractivos para esta actividad. Podra mencionar 3 regiones, la zona Norte, con el Parque Nacional (PN) Iguaz, el Parque Provincial (PP) Urugua, el corredor biolgico del PP Urugua/PP Foerster, en cercanas de la localidad de Comandante Andresito. La zona Centro, con el PP Salto Encantado y la Reserva de Bisfera Yabot. Ms cerca de Posadas, en la zona Sur de la provincia, se encuentra un rea de transicin entre el ambiente de selva paranaense y la regin de campos y malezales, por lo que podemos ob-servar en un radio de 20 kilmetros especies de selva, de pastizal, e in-clusive del ambiente acutico, en las costas del ro Paran.

    Es una regin donde hasta el patio de nuestras casas puede ser un lugar atractivo para las aves si las persuadimos con alimento y agua. Como podrn ver, no hace falta via-jar mucho para avistar este paraso

    Sa azul (Dacnis cayana)

    Surucu amarillo (Trogon rufus)

    Picaflor tijereta (Eupetomena macroura)

    El mayor problema con el que van a encontrase no es con su equipo, el principal problema es acercarse a un ave para intentar sacarle una foto sin espantarla.

    En primer lugar, tengan en cuenta que siempre se debe ser un observador de aves en primer lugar, y un segun-do lugar un fotgrafo. Qu significa esto? La mejor manera de ser un fot-grafo de aves es estar bien informado sobre ellas, su comportamiento, los lugares donde habitan; me atrevera a sugerirles salir varias veces sin una cmara antes de tratar de fotografiar-las. Tmense el tiempo para aprender de las distintas especies en su rea, sus lugares favoritos, la mejor poca del ao.Una lectura interesante y ayudar a entender las especies, son las guas de aves y otros libros temticos. Pero nada es mejor maestro que la expe-riencia personal, embarrarse, enfriar-se, quemarse con el sol.Estn preparados. Uno nunca sabe cundo se puede dar la posibilidad de obtener una buena fotografa. La mayora de las veces las mejores posibilidades fotogrficas ocurren cuando uno est desatento.

    Equipamiento sugerido:Para la fotografa: Cmaras del tipo rflex (DSLR), su velocidad de en-foque las hace ideales para poder seguir objetivos en movimiento y mantener al sujeto siempre en foco. Lentes con una longitud mnima de 300 mm y de ser posible que cuenten con estabilizador de imagen.

    Equipamiento accesorio: Unos prismticos de montura clsica de 8 x 40 pueden ser la combinacin ideal, pues junto a suficiente aumento (8X) y un dimetro de lente de 40 mm presentan un buen ngulo de visin, lo que es de gran utilidad para poder seguir a las aves en vuelo.Usar vestimenta de color oscuro para no llamar la atencin, mantener silen-cio y nunca est dems llevar un poco de repelente de insectos.

    + info en: * http://avesdelnea.blogspot.com.ar/

    Algunos consejos

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    Selva Paranaense

    REAS NATURALES PROTEGIDAS

    Con relacin a la situacin de la Selva Paranaense, la Provincia de Misiones ha implementado desde 1984 una poltica de Estado con una visin hacia la conservacin y el desarrollo sustentable, que se fortaleci con la creacin de reas naturales protegidas. Este proceso se inici en 1983 con la creacin del Parque Provincial Islas Malvinas (10.000 ha.) y su poste-rior ampliacin en 1987 a 87.000 hectreas del actual Parque Pro-vincial Urugua-, continundose

    hasta la actualidad con la reciente creacin de la Reserva de Usos Mltiples Cabure-. Se conforma, de esa manera, un sistema integral que conserva aproximadamente 1,2 millones de hectreas mediante di-ferentes categoras de manejo.

    El sistema presenta 74 reas na-turales protegidas provinciales, municipales y privadas y que, an con diferentes objetivos, generan una sinergia para la conservacin. Depende administrativamente del Ministerio de Ecologa y Recursos Naturales Renovables, rea del Go-bierno de la Provincia de Misiones

    que es autoridad de aplicacin en materia ambiental y que con un equipo multidisciplinario se des-pliega en todo el territorio de la provincia para la conservacin de su patrimonio cultural y natural.

    Presenta dos elementos que posi-bilitan un desarrollo con garanta e integracin sobre el territorio: el marco legal y un Cuerpo de Guar-daparques. En efecto, los guarda-parques agentes del Ministerio de Ecologa y RNR actan desde las reas naturales protegidas como su mbito de competencia directo, pero cuentan adems con capaci-

    reas naturales protegidas en el ecosistema de la selva paranaense

    por Ing. Daniel Fernandez CatDirector General de Ecologa - Ministerio de Ecologa y R.N.R. Gobierno de la Provincia de Misiones

    Segn organizaciones internacionales de conservacin, el ecosistema de la Selva Paranaense o Bosque Atlntico del Alto Paran ocupa el quinto lugar entre 10 tipos de bosques con mayor biodiversidad y ms amenazados del planeta, dado que cuenta con aproxima-damente el 7% de su superficie original, distribuyndose 3,5% en Argentina, 1,5% en Brasil y por el 2% en Paraguay, datos que llevan a concluir que la Provincia de Misiones alberga el mayor bloque continuo de Selva Paranaense en el mundo.

    Puntualmente, la Selva Paranaense en Misiones ocupaba ori-ginalmente 2,5 millones de hectreas, pero en la actualidad la superficie remanente es de aproximadamente 1,5 millones de hectreas, lo que implica un 55% de la superficie original.

    La reduccin de la Selva Paranaense responde a varias causas, como el avance de la agricultura y la ganadera, la explotacin maderera, la degradacin del suelo por su sobreexplotacin, la reforestacin con especies exticas, la caza y la pesca furtiva, la contaminacin del suelo y del agua con agroqumicos, en otras.

    Reduccin de la Selva Paranaense (1900-2000)

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    dad y facultad de intervenir sobre todo el territorio, convirtindose as en protagonistas de mltiples acciones que se enmarcan en los objetivos de conservacin del pa-trimonio en la Selva Paranaense.

    Actualmente dicho cuerpo est in-tegrado por 108 agentes, los cuales desarrollan diferentes funciones y cargos, entre los que se destacan el control y vigilancia, la educacin

    y extensin ambiental, la inves-tigacin y gestin integral de los recursos, entre otras.

    Cabe agregar que el Ministerio de Ecologa y Recursos Naturales Renovables tambin cuenta con Guardafaunas (control de fauna), Inspectores Tcnicos (aprovecha-miento de productos no madera-bles y control de calidad del agua, aire y suelo), Guardabosques o

    reas naturales protegidas en el ecosistema de la selva paranaense

    Inspectores de Control Forestal (control de maderas) y el Plan Provincial de Manejo del Fuego (control de incendios forestales). De esta manera el sistema de reas protegidas es complementa-do desde otras reas, todo lo cual facilita que la Selva Paranaense pueda lograr su viabilidad biolgi-ca y ecolgica en el tiempo.

    Estos valiosos recursos humanos y materiales aportan y contribu-yen tambin al patrimonio de las comunidades Mbya Guaranes y al desarrollo de las comunidades lo-cales, con el apoyo a la implemen-tacin de actividades alternativas de carcter sustentable, como el ecoturismo.

    RESERVA DE BISFERA YABOT

    Una de las estrategias de conser-vacin apunta a mantener la con-tinuidad de los grandes bloques de Selva Paranaense, que por sus caractersticas de conserva-cin (presencia de reas natura-les protegidas) y de produccin (presencia de reas productivas) deben lograr un equilibrio de sus-tentabilidad. Un ejemplo de esto es la Reserva de Bisfera Yabot, que est en continuo perfecciona-miento dado que la dinmica de la realidad ambiental, econmica y social es compleja (ver pg. 27).

    Las reservas de bisfera son zo-nas de ecosistemas terrestres o acuticos o una combinacin de los mismos reconocidas en el pla-no internacional en el marco del Programa sobre el Hombre y la Bisfera (MAB) de la UNESCO.

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    Selva Paranaense

    La Reserva de Bisfera Yabot (RBY) fue creada en el ao 1993. Tiene una superficie de 236.313 hectreas y est situada en la zona centro-este de Misiones formando parte de los Departamento de San Pedro y Guaran; se plantea como una Reserva de Usos Mltiples, por ende dentro de sta se permite la actividad humana, pero de una manera controlada y regulada, con la intencin de provocar el menor impacto posible al ecosistema.

    Est compuesta por seis unidades de conservacin que abarcan aproxi-madamente 23% de su superficie y 118 lotes de dominio privado que ocupan el porcentaje restante, te-rritorios en las que encontramos tambin pueblos Mbya Guaran.

    La RBY tiene desde 1995 un reco-nocimiento en el marco del Progra-ma sobre el Hombre y la Bisfera (MAB) de la UNESCO e integra la Red Internacional de Reservas de Bisfe-ra. En trminos de gestin ambiental a escala mundial, la Red Internacio-

    nal constituye un instrumento para la conservacin de la diversidad biolgica y el uso sostenible de sus componentes, contribuyendo as a alcanzar los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biolgica y de otros acuerdos e instrumentos per-tinentes.

    La Estrategia de Sevilla contiene recomendaciones y define un papel especfico de estas reservas desde una nueva concepcin de la rela-cin entre la conservacin y el de-sarrollo que, adems de contribuir a una relacin equilibrada con el entorno, propone explorar en ellas

    el modo de satisfacer las necesi-dades bsicas de la sociedad en su conjunto, mostrando el camino hacia un futuro ms sostenible.

    En este contexto, el Ministerio de Ecologa y Recursos Naturales Re-novables cre el rea de Manejo Integral de la Reserva de Bisfera Yabot para una intervencin inte-gral sobre el territorio, plantendo-se por otro lado el desarrollo de un espacio multisectorial denominado Comit de Gestin, a fin de alcan-zar los objetivos de conservacin y desarrollo sustentable. Se contem-plan no solamente los aspectos ambiental, econmico y social, sino tambin el cultural, por conside-rarse a las comunidades rurales y especialmente a los pueblos origi-narios o Mbya Guaranes quienes, desde sus saberes tradicionales y cosmovisin, aportan al enfoque ecosistmico que se pretende lo-grar entre los diferentes actores.

    Las comunidades Mbya Guaranes se distribuyen por todo el territorio de la Provincia de Misiones y es en la Reserva de Bisfera Yabot donde encuentran uno de los ma-yores bloques de selva y fuente de recursos para poder desarrollarse

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    Sus formaciones fsicas, biolgi-cas y geolgicas extraordinarias resaltan su excepcional valor natural y su incomparable belleza paisajstica; hbitat de numerosas especies animales y vegetales las convierten en un distinguido Patri-monio Natural.

    Constituyen la principal atraccin del Parque Nacional Iguaz, comprendi-do entre la provincia argentina de Misiones (al noroeste) y el estado brasileo de Paran, a los 25 20 latitud sur y 54 26 longitud oeste. Su extensin es de 59.945 hectreas en Argentina y de 175.000 hectreas en Brasil. Forman un amplio arco de tres kilmetros de extensin, cal-culndose en 1,750 metros cbicos por segundo el volumen medio de la cantidad de agua que cae en los nu-merosos saltos, cuyo lmite se traza en el Salto Unin.

    El Parque Nacional Iguaz (una de las primeras reservas naturales de Sudamrica) fue creado el 9 de octu-bre de 1934 por medio de la Ley N 12.013 y declarado Patrimonio Mun-dial de la Humanidad en el ao 1984 en Argentina y dos aos despus en Brasil.

    Se subdivide en dos reas: 59.945 hectreas del parque nacional y el

    rea protegida con recursos maneja-dos con 7.675 hectreas. El Decreto N 2149/90 del 10 de octubre de 1990 design a la totalidad de la primer rea como reserva natural es-tricta para asegurar la preservacin de la diversidad biolgica en reas protegidas que ofrezcan las mximas garantas con ese fin.

    El 24 de marzo de 1994 el Decreto N 453/1994 cre la reserva natural silvestre Iguaz. A partir del 11 de noviembre del ao 2011 las catara-tas fueron elegidas como una de las Nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo. Dicha eleccin se realiz a nivel global y fue organizada por la fundacin suiza New 7 Wonders.

    Forman parte del Macizo de Brasilia y se constituyeron hace ms de cien mil aos, a partir de una sucesin de coladas baslticas e indirectamente por una falla geolgica del ro Para-n. Esta fractura gener un desnivel en el cauce del ro Paran que hizo que la desembocadura del ro Iguaz se convirtiera en una abrupta casca-da de ms de 80 metros de altura, que dio origen a ms de 270 saltos, en forma de herradura, siendo el ms importante la Garganta del Dia-blo, nombre que alude a este gran salto, en donde sus aguas agitadas caen a pico de 80 metros, chocando

    contra la base y levantando nubes de vapor que en ocasiones impiden ver el otro lado. Tal es as que en sus cercanas el estruendo es resonante y la masa de agua que se precipita causa una sensacin plena de emo-cin y vrtigo.

    Antes de la llegada de los espao-les y portugueses en el siglo XVI, la regin perteneca a los guaranes que la conocan como I- Guaz (Agua Grande); el primer europeo que avis-t las cataratas fue Alvar Nez Ca-beza de Vaca, en el ao 1541.

    Dentro de sus lmites se desarrolla una completsima muestra de flora y fauna perteneciente a las selva sub-tropical misionera o Paranaense, que en tiempos atrs cubra gran parte de la Provincia de Misiones, extendindose a 470.000 kilmetros cuadrados (por el este de Paraguay y el sur de Brasil). Hoy queda poco menos del 7%, un milln de hect-reas (superficie equivalente a cinco veces la ciudad de Buenos Aires) que se unen en un bloque llamado Corredor Verde. El nombre de este sector de mximo inters ambiental implic llegar a acuerdos en conjunto con municipios de la Provincia de Mi-siones que tienen diferentes superfi-cies de selva bajo su tutela. En 1999 la provincia aprob la Ley N 3631/99

    Las Cataratas del Iguaz: Patrimonio y

    rea protegidaLic. Mara del Carmen Judyk

    Profesora en Geografa del ISARM.

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    La Zona verde o Corredor Verde (cuya super-ficie actualmente disminuye o se fragmenta con mayor velocidad), masa selvtica en la Provincia de Misiones (delimitada por la lnea roja), incluye como principales reas protegidas al Parque Nacional Iguaz (1), al Parque Provin-cial Urugua- (3) y a la Reserva de Bisfera Yabot (4), que contiene dentro suyo al Parque Provincial Esmeralda y numerosas reservas privadas. Fuera de este sector, ya en Brasil, se sita el Parque Nacional Do Iguaz (2).

    Imagen Satelital de Misiones Fuente: http//www.misiones.gov/ecologia

    que asegur la conservacin de este corredor a travs de la creacin de un fondo de dinero para alentar a esos municipios a utilizar sus recur-sos naturales de manera sustentable y evitar que se sume el uso agrcola sin una planificacin que contemple su conservacin.

    Tambin se la denomina Ecorre-gin del Bosque Atlntico del Alto Paran y cuenta con una compleja relacin ecolgica. El relieve, ligera-mente ondulado, est formado por una meseta mamelonada que no supera los 700 msnm. Los suelos

    son laterticos, teidos de un carac-terstico e intenso color rojo. El clima es clido subtropical, sin estacin seca; las precipitaciones oscilan en-tre los 1800 a 2000 mm anuales de lluvias que se reparten regularmente durante los doce meses del ao. La humedad del ambiente es marcada y constante entre 70-90% y las tempe-raturas medias oscilan entre 26 C en verano y 15 C en invierno.

    Este majestuoso ambiente de gran biodiversidad nico en el pas. Ya que no existe otra ecorregin con tanta variedad de rboles (ms de 100 especies) entre las 2.000 espe-cies de plantas registradas. El Par-que Nacional Iguaz posee una de las mayores riquezas biolgicas de la Argentina y por ello ocupa un lugar

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    relevante. En una hectrea pueden encontrarse ms de 200 rboles, de hasta 40 especies diferentes. Pese a ello, la selva misionera parece homognea, pero la realidad es que pueden distinguirse diferentes pisos o estratos de vegetacin:

    Los rboles ms altos o emergentes del techo de la selva pueden supe-rar los 30 a 40 metros: palo rosa y pino Paran-araucaria (monumento natural por Ley N 2589), guatamb, laurel negro, cancharana, cedro mi-sionero, lapacho, anchico.

    Estrato de los rboles Grandes:

    de gran altura y grosor pueden al-canzar de 20 a 25 metros: timb o pacar (oreja de negro). Los rbo-les medianos conforman un estrato medio: loro blanco, peterib, alecrn, zota caballo, laurel amarillo.

    Un estrato medio-bajo, con rboles de escasa altura, est representado por fumo bravo, curupay, ing, hele-chos arborescentes, rboles de frutas carnosas y palmeras como la pind y el apetecible palmito (de importante valor comercial).

    Un estrato bajo o de arbustos se puede observar en los caaverales (de tacuaremb, tacuap y tacuaruc) que forman barreras impenetrables. Lianas, enredaderas, gembs y ep-fitas son muy abundantes en tanto, la vegetacin rastrera es pobre. Hon-gos, musgos, lquenes y helechos crecen por todos lados. En el Parque Nacional Iguaz se han registrado ms de 80 especies de orqudeas.

    Posee una de las mayores biodiver-sidades de fauna y de endemismos

    regionales (animales o vegetales que viven exclusivamente en un ecosistema o en una zona determi-nada). En la fauna los registros son contundentes: ms de 300 especies de peces, 70 de anfibios, 150 de reptiles, 500 de aves y 100 de ma-mferos. Entre los Monumentos Na-turales de origen animal protegidos por la Ley N 2589 se destacan el yaguaret, la nutria gigante o lobo gargantilla, el guila harpa, el oso hormiguero, el chorao, el maracan afeitado, el pato serrucho, el zorro pitoco o perro vinagre (categori-zados como vulnerables en el orden nacional e internacional, en el Apndice I de la CITES). En el Libro Rojo de las especies en pe-ligro se encuentra el singular pato serrucho (Mergus octoseteceus), curioso antido que posee un pico alargado y dentado. Entre otros animales tambin se mencionan al ocelote, tapir o mborev o anta (mamfero terrestre ms pesado de Sudamrica), caray o mono aulla-dor, el mono caray rojo, ardilla gris o serelepe, el gato moro o yagua-rundi (Herpailurus yaguarondi), el Margay tigrina o tirica, gato tigre comn, gato pintado o yagutiric en guaran, el margay, las corzuelas (enana, parda y roja), cndor real, guila harpa, yac toro, vencejo de cascada (anida y reposa sobre los verticales paredones rocosos, junto Oso Hormiguero Coand

    arriba: estratos / abajo: pasionaria arriba: lapacho / abajo: orqudea

    Yaguaret Coat

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    Selva Paranaense / Cataratas del Iguaz

    Bibliografa:Ambrosetti, J. B. 2008. Primer y segundo viaje a Misiones. Ed. Albatros & Fundacin de Historia Natural Flix de Azara.

    Ardura, F.; Burkart R.; Garca Fernndez J. & Tarak A. 1998. Las reas naturales protegidas de la Argentina. APN, UICN, Red Latinoamericana de Cooperacin Tcnica en Parques Nacionales, otras reas Protegidas, Flora y Fauna Silvestres.

    Aust, C. 1993. Origen y evolucin de las cataratas del Iguaz. Posadas.

    Bertonatti, C. & Corcuera J. 2000. Situacin Ambiental Argentina. 2000. Fundacin Vida Silvestre Argentina. Buenos Aires.

    Chbez, Juan Carlos. 2008. Los que se van. Ed. Albatros. Buenos Aires.

    Chbez, Juan Carlos. 2009. Otros que se van. Ed. Albatros. Buenos Aires.

    Chbez, Juan Carlos 1988. Nuestros rboles I. Lista sistemtica preliminar de rboles y plantas de porte arbreo de la Provincia de Misiones. Yasy-yater, I.

    Chbez, Juan Carlos. 1990. La selva misionera I. Ros y arroyos (parte III) (reimpresin). Diario Pregn Misionero, 23 de noviembre, Ober.

    Chbez, Juan Carlos. 1994. Los que se van. Especies argentinas en peligro. Edit. Albatros, Buenos Aires.

    Chbez, Juan Carlos. 1996. Fauna misionera. Catlogo sistemtico y zoogeogrfico de los vertebrados de la Provincia de Misiones (Argentina). Edit. LOLA., Buenos Aires.

    Chbez, Juan Carlos: La Selva Misionera II. 1990. Gua Educativa de Vida Silvestre: 37-84, Captulo Misiones, Buenos Aires.

    Fernndez Balboa, C. (compilador). 2007. La interpretacin del patrimonio en la Argentina. Ed. Administracin de Parques Nacionales, Buenos Aires.

    Petraglia de Bolzn, M. L. & Bolzn N. D. 2008. Iguaz, vida y color. Gua de flora y fauna. Ed. Del autor.

    Portales de InternetAdministracin de Parques Nacionales (APN): www.parquesnacionales.gov.ar

    Consejo Internacional de Monumentos y Sitios: www.icomos.org/argentina

    Fotografa de Naturaleza Argentina: www.fnaweb.org

    Fundacin Ambiente y Recursos Naturales (FARN): www.farn.org.ar.

    Fundacin Vida Silvestre Argentina (FVSA): www.vidasilvestre.org.ar

    Iguaz Argentina Concesionario Cataratas: www.iguazuargentina.com

    Ministerio de Ecologa y RNR: www.ecologia.misiones.gov.ar

    Parque Nacional Iguaz: www.parquesnacionales.gov.ar

    Patrimonio Natural: www.patrimonionatural.com

    Secretara de Ambiente y Recursos Naturales de la Nacin: www.ambiente.gov.ar

    o detrs de las cadas de agua). Las bandadas de jotes de cabeza negra revolotean sobre las cataratas, apro-vechando el empuje ascendente de las masas de aire, acompaados por masa de aves mixtas de plumajes muy coloridos (tangares y saras) y varias especies de tucanes, picaflores, pavas de monte, lechuzas, boyeros y mari-posas multicolores.

    En este Parque Nacional existen unas 210 especies de arcnidos (araas) y murcilagos (nicos mamferos voladores). Un curioso animal es el coend misionero (Sphiggurus spi-nosus) Erethizontida cuyo cuerpo est provisto de punzantes espinas que constituyen un fantstico medio de defensa. El coat es, sin duda, el mamfero ms notable del Parque

    Nacional y resulta casi imposible no hallarlo en una caminata por las pa-sarelas. La ictiofauna es muy rica. De las 222 especies de la Provincia de Misiones, 33 fueron halladas en el Parque, de las cuales 31 correspon-den a ejemplares capturados sobre el ro Iguaz.

    Los reptiles son abundantes en la misma proporcin que el resto de la fauna. Hay aproximadamente 38 es-pecies, de las cuales 26 son ofidios y el resto se reparte entre saurios, tortugas y caimanes. Entre los ofi-dios se destaca la familia Viperidae, cuyos integrantes poseen venenos poderosos: la yarar chica (Bothops neuwiedii), la yararaca (Bothrops jararaca) y la yararacus (Bothops jararacussu).

    En la zona de cataratas se desa-rrollan unas gramneas hidrfilas y una podostencea con aspecto de alga, cuyos tallos van adheridos a la roca detrs de la cortina de agua. Golondrinas barranqueras y de ala blanca y tres especies dife-rentes de martn pescador son al-gunos de los constantes visitantes del ro Iguaz.

    El Parque Nacional Iguaz, en el sector argentino, recibe por ao cerca de un milln de turistas, poniendo de manifiesto el inters que despierta en el resto del mun-do este majestuoso lugar honrado por la UNESCO

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    Selva Paranaense

    Las Misionesjesuticas guaranes

    y su espaciogeogrfico

    por Sergio Pez Profesor y Licenciado en Geografa. Docente/Investigador ISARM. Doctorando en Geografa USal

    Durante los siglos XVII y XVIII, los jesuitas cumplie-ron un papel importante dentro de la poltica terri-torial colonial espaola. Organizaron un conjunto de misiones destinadas a evangelizar e incorporar a la poblacin aborigen a las actividades coloniales. Ade-ms, como las reducciones se instalaban en la frontera, permitieron penetrar en reas hasta entonces no ocupa-das por los blancos y asegurar el control de las mismas frente al avance de las potencias imperiales.

    Hacia 1617, el factor ms dinmico de ocupacin del territorio fue el de las reducciones de indios, una forma particular de intentar la incorporacin de la poblacin autctona a la estructura colonial. La Corona Espaola decidi subvencionar a los misioneros con el propsito de explorar y terminar de definir la territorialidad que le daban los tratados con Portugal. Para ello los pueblos misioneros deban delinear una frontera, ocupando de hecho una extensa rea que haba sido determinada con cartas geogrficas imprecisas.

    Los pueblos jesuticos de las regiones de los ros Paran y del Uruguay formaron parte de un territorio conocido como Regin Misionera. La integracin de los pueblos, ms que poltico-institucional, fue esencialmente cultural y el factor que le transmiti identidad al conjunto fue el respeto por la tradicin indgena y la calidad de la experiencia jesutica-guaran (Levington, 2007).

    Cada rea de implantacin de reduccin tuvo un ro como columna vertebral. En el territorio de las misiones, el ro Paran no fue entendido como una fisura, un lmite a ser franqueado, sino una parte fundamental del mismo respecto de la necesidad de desplazamiento para la gue-rra, el comercio y las comunicaciones. La ciudad jesutica constituy una forma particular de organizacin del es-pacio. Se puede afirmar que hubo un sistema misionero de pueblos-ciudades funcionalmente complementario del sistema colonial (Koheler, 1978).

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    Para los jesuitas la idea de ciudad estaba basada en el concepto aristotlico de que vivir en comunidad tena que ver con la ley y la justicia, concrecin de la ciudad de Dios. La idea de pueblo-ciudad implicaba la forma-cin de un centro civilizador, pero no era excluyente de otras formas de vida relacionadas con la tradicin cultural indgena. El componente utpico de estos asen-tamientos estaba sustentado por el uso del agua. Los guaranes crean en los dueos de la naturaleza por lo cual el uso indiscriminado de los arroyos (todos los pueblos eran recorridos mnimamente por dos vas de agua) poda significar una intromisin o perturbacin en sus dominios. Por esta razn siempre se busc una readecuacin del medio natural que continuara siendo armnica con la cultura de esos pueblos.

    La actitud indgena de sentirse parte de la selva formaba parte de una cosmovisin que hablaba de la posibilidad de acceder en vida a un espacio paradisaco llamado la tierra sin mal; por lo cual, en todas las reducciones, ha-ba imgenes anlogas al Paraso cristiano, tales como las propiciadas por los conjuntos de rboles frutales (Amable, 1988).

    La organizacin del territorio de cada uno de los pue-blos, salvo excepciones, se especializ productivamen-te en lo ms apto, desde el punto de vista agrcola o ganadero, en funcin de las aptitudes de las tierras se experimentaron diversos cultivos tales como algodn o tabaco y, si convena, se formaban estancias para la cra de ganado (Gutirrez, 1974). Asimismo, hubo intentos de implementar variadas actividades industriales tales como la produccin de telas, calzado, esculturas y pla-tera. El resultado de estos trabajos serva para el pago del tributo de la Corona Espaola.

    La relacin comercial de la regin misio-nera con el sistema colonial fue amparada en todos sus aspectos por la Compaa de Jess; el oficio en las Misiones hizo las veces de mercado de trueque entre los pueblos misioneros y de intermediario en las ventas a los comerciantes espaoles. A travs de esta estructura los pueblos misioneros comerciaron con Santiago de

    Chile, Lima, Potos, Asuncin, Salta, Tucumn, Crdoba y Buenos Aires.

    Hacia el 1700 el sistema misionero tena 86.173 habitan-tes; cada pueblo contaba con entre 2.500 a 4.500 habi-tantes. Encarnacin de Itapa llegaba a 5.871 habitantes. Constituan verdaderos centros urbanos.

    A mediados del siglo XVIII, la Corona Espaola comenz a ver en la autonoma y segregacin de las Misiones la posibilidad de que los jesuitas formaran un imperio independiente. As, en 1767 decidi expulsarlos de terri-torios coloniales. A partir de ese momento, las Misiones perdieron poblacin y la produccin en materia agrcola y textil disminuy. Este hecho signific el fin de un pro-yecto social-religioso sin comparaciones en el mundo y la desintegracin de la regin de las misiones jesuticas guaranes.

    La experiencia jesutico-guaran constituy el esquema de una relacin posible entre una comunidad y un te-rritorio en la que la naturaleza fue estudiada intensa-mente ya que para los jesuitas el medio entraaba toda una serie de posibilidades que serviran para mejorar el hbitat de los indios

    Figura 1. Localizacin geogrfica de los 30 pueblos jesuticos-guaranes - Regin Misio-nera.Fuente: www.enciclopediademisiones.com

    Bibliografa:

    Amable, M. A.; Rojas, L. (1988). Historia de Misiones. Tomo 1. Posadas, Ediciones Montoya. pp. 33-38.

    De Azara, F. (1907). Geografa fsica y esfrica de las Pro-vincias del Paraguay y Misiones guaranes. Montevideo. pp. 54-59.

    Gutirrez, R. (1974). Estructura socio-poltica, sistema productivo y resultante espacial, en las Misiones Jesu-ticas del Paraguay durante el Siglo XVIII. Estudios para-guayos. Asuncin. pp. 67-86.

    Icomos-Unesco (1993). Las Misiones Jesuticas del Guayr. Buenos Aires, Manrique Zago Ediciones. pp. 75-85.

    Koheler, S. J. (1978). Los Tres Hroes de Caar y Pirap. Centro de Investigacin y Promocin Cientfico-Cultural Instituto Superior del Profesorado Antonio Ruiz de Montoya, Posadas. pp. 36-48.

    Levington, N. (2007). Yacyret, una nueva significacin: La relacin entre espacio y sociedad como consecuencia de la implementacin de un megaproyecto. Buenos Ai-res, Entidad Binacional Yacyret. pp. 55-65.

    Selva Paranaense / Las Misiones Jesuticas Guaranes

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    La selva paranaensese transforma

    con la colonizacinpor Dra. Mara Cecilia GalleroInvestigadora Asistente CONICET

    La Provincia de Misiones pre-senta dos formaciones fitogeo-grficas bien diferenciadas: la Selva Paranaense y los Campos y Malezales. Mientras que la primera se caracteriza por ser una foresta subtropical hmeda con gran biodi-versidad que originalmente cubra un extenso territorio que se extenda hacia Paraguay y Brasil (conocida tambin como Bosque Atlntico o Selva Misionera), la segunda ocupa la franja sur de la provincia y alberga dos ambientes: uno de selva baja, con rboles de menor fuste, y otro con formaciones de pastos bajos (Gobierno de la Provincia de Misio-nes, 2012). En la vasta regin de la Selva Paranaense habitaban diversas tnias pertenecientes a la familia lin-gstica tup-guaran (Cebolla Badie, 2013).

    Desde fines del siglo XIX se inici una transformacin radical con el proce-so colonizador, sobre todo por estar ligado a otro proceso simultneo: la inmigracin lmitrofe y de ultramar. En un espacio relativamente pequeo (30.719 km2) se asentaron pobladores de ms de veinte nacionalidades di-ferentes, imprimiendo caractersticas muy particulares a la sociedad mi-sionera. Misiones, crisol de razas, dicen aquellos que resaltan la mez-cla y amalgama que se dio entre los inmigrantes que llegaron. Misiones, provincia multitnica, la llaman quienes hacen hincapi en las par-ticularidades de cada grupo tnico.

    Para entender cmo se fue poblan-do este territorio hay que tener en cuenta que antes de crearse el Territorio Nacional de Misiones en 1881, Corrientes haba ejercido plena jurisdiccin sobre este territorio y dispuso la venta de la mayor parte de las tierras fiscales, las que fueron adjudicadas en grandes fracciones a

    unos pocos propie-tarios que adquirie-ron una superficie de dos millones de hectreas. De modo que la actividad colonizadora impul-sada por el gobier-no nacional debi circunscribirse al espacio que perma-neca fiscal; all se concentraron tam-bin la produccin, pero principalmente los nuevos frentes pioneros (Eidt, 1971 y Stefauk 1991) [Vase Mapa Proce-so de Poblamiento].

    En un principio, las colonias oficiales se hicieron efecti-vas refundando los antiguos pueblos jesuticos y distribuyendo sus tierras en la zona de campo. El primer ensayo colonizador fue en Santa Ana y Candelaria en 1883. Ms tarde, el nmero de colonias se ampli con Loreto, Bonpland y, al delinearse, los pueblos de San Carlos, San Javier, San Ignacio y Corpus. La coloniza-cin oficial tom impulso cuando el gobernador Lanusse, a propuesta del director de inmigracin, refund la colonia de Apstoles con familias polacas y ucranianas en 1897 (Bar-tolom, 2000). El xito de la misma motiv al poco tiempo la fundacin de Azara, San Jos y Cerro Cor. La disponibilidad de tierras era un gran atractivo, pero adems, muchos venan a explotar las riquezas de la selva: yerba mate y maderas de ley. Otras colonias surgieron luego de que los pobladores se asentaron a lo largo de las picadas que se inter-naban en terrenos fiscales; los ejem-

    Selva ParanaenseSelva Paranaense

    plos ms claros son Ober, Leandro N. Alem y Aristbulo del Valle.

    En cambio, el Alto Paran carac-terizado por el paisaje de la selva paranaense, fue colonizado por compaas privadas, las que se en-cargaron de administrar y organizar las nuevas colonias, como Eldorado, Montecarlo, Puerto Rico y, ms tar-de, Puerto Esperanza, entre otras. La colonizacin particular no se detuvo en la zona riberea sino que fueron surgiendo las colonias de Garuhap, Jardn Amrica, El Alczar y, sobre el Alto Uruguay, las localidades de Alba Posse, El Soberbio y 25 de Mayo. La colonizacin privada le dio un impulso final y decisivo a la estatal pues, por un lado, permiti el ingreso de colonos a tierras que estaban vedadas al accionar oficial y, por otro, ocup un terreno fsi-camente inaccesible dominado por

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    Selva Paranaense / Migraciones

    Picada en la Selva Familia en un momento de ocio

    la selva que haba frenado todo intento de ocupacin permanente hasta ese momento.

    La densa selva y el terreno irregular auguraban un fracaso seguro, sin embargo, en la mayora de ellas se implement el sistema de terrenos cultivables en el monte [Waldhufen], que permiti avanzar y consolidar los frentes pioneros colonizadores (Gallero, 2009). En Europa, la prime-ra posguerra motiv un movimiento emigratorio debido a la difcil situa-cin que all se viva. Muchos inmi-grantes soaban con llegar al pas donde flua la leche y la miel. Sin embargo, las ilusiones que traan se desvanecan al entrar en contacto con la realidad. Era en los momentos crticos, en los cuales manifestaban sin ambages que si hubiesen tenido los medios necesarios, hubieran re-gresado a la madre patria. El mito del dorado se desvaneca con la lle-gada a la tierra colorada y la selva.

    Un inmigrante cuenta que despus de estar un ao en la selva, no la mayora sino todos hubiesen huido de regreso a Alemania si hubieran te-nido los medios. Para los europeos recin llegados no fue un camino fcil iniciar la chacra, realizar el des-monte, vivir precariamente y enfren-tar animales salvajes e insectos. Sin embargo, se fue logrando el objetivo trabajando mancomunadamente con los criollos que conocan los secretos del monte, pero con los cuales se dio una relacin desigual que no logr borrarse con el paso del tiempo.

    El paisaje, como manifestacin ma-terial de la relacin entre los seres humanos y el ambiente, puso al descubierto el impacto de la coloni-zacin: la selva desapareci para dar lugar a un nuevo paisaje. Las chacras con sus potreros descampados, las huertas, las parcelas con tabaco, maz, yerba mate o tung fueron los elementos predominantes del nuevo

    BibliografaCEBOLLA BADIE, Marilyn. Cosmologa y naturaleza mbya-guaran. Tesis doctoral, Departamento de Antropologa Social e Historia de Amrica y frica, Facultad de Geografa e Historia, Universidad de Barcelona, 2013.BARTOLOM, Leopoldo. Los Colonos de Apstoles. Posadas: Editorial Universitaria, 2000.CHBEZ, Juan Carlos y HILGERT, Norma. Breve histria da conservao da Floresta do Paran. En: GALINDO LEAL, Carlos; DE GUSMAO CAMARA. Mata Atlntica. Biodiversidad, ameaas e perspectivas. So Paulo: Fundao SOS Mata Atlntica Belo Horizonte: Conservao Internacional, 2005, p. 141-159. EIDT, Robert. Pioneer settlement in Northeast Argentina. Madison: The University of Wisconsin Press, 1971.GALLERO, Mara Cecilia. Con la Patria a Cuestas. La inmigracin alemana-brasilea en la Colonia Puerto Rico, Misiones. Buenos Aires: Araucaria Editora, Instituto de Investigaciones Geohistricas, 2009.GARCA FERNNDEZ, Javier. El Corredor Verde de Misiones: una experiencia de planificacin a escala bio-regional. En: BURKART, R. y otros, La Selva Misionera, Opciones para su conservacin y uso sustentable. Buenos Aires, FUCEMA, 2002.GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE MISIONES. Gran Atlas de Misiones. Posadas: Instituto Provincial de Estadstica y Censos, 2012. STEFAUK, Miguel ngel. Evolucin de la cartografa de Misiones, Posadas: Ediciones Montoya, 1991.

    paisaje agrcola. Fue as que el pri-mer impacto importante que gener la agricultura fue la neutralizacin del ecosistema existente pues elimi-n gran parte del bosque nativo. La llegada de los inmigrantes signific transformar la selva en un lugar ci-vilizado y el paso de una economa extractiva a una productiva.

    En muy pocos aos cambi por completo la fisonoma del entonces Territorio Nacional, el cual pas a ser Provincia el 22 de diciembre de 1953. Lentamente y como un rompe-cabezas se fue poblando el territorio y desde una mirada histrica el pai-saje reflej un proceso de metamor-fosis, gradual y persistente. La selva se convirti en un mito, en leyenda de pioneros.

    No obstante, hay que recordar un hecho que determin la estructura territorial, pues la gran venta de tie-rras que realiz Corrientes propici que la misma, al estar concentrada en relativamente pocas propiedades en sus principales reas boscosas, le permitiera a Misiones tener el privi-legio nico, en toda la ecorregin de la Selva Paranaense, de constituir la ltima masa compacta con tamao suficiente para que puedan subsistir en ella todas las especies de ese ri-qusimo mundo silvestre, que es a su vez, el ms rico en biodiversidad de la Argentina (Garca Fernndez, 2002: 13). El Corredor Verde es la expresin ms emblemtica y la ltima muestra de esta selva singu-lar en el continente entero (Chbez, 2005), que coloc a Misiones en la vanguardia de la conservacin de reas protegidas y, en la actualidad, es el mayor desafo que tenemos para custodiar y cuidar

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    La Selva Misionera representa en la Argentina una formacin natural que se extenda, originalmen-te, en la regin oriental de Paraguay y el sur del Brasil. La expansin de la agricultura, ganadera, pro-cesos de urbanizacin y desarrollo de infraestructura la han reducido a menos del 8% de su superficie ori-ginal, quedando los bosques remanentes, afectados por procesos de degradacin y fragmentacin.

    En la Provincia de Misiones, donde la escala tempo-ral y espacial de las transformaciones tuvo propor-ciones menos dramticas, la Selva Misionera, segn estimaciones oficiales, se conserva en 1.500.000 has., representando la mitad de la superficie del territorio provincial. Se extiende con una relativa continuidad por las Sierras Centrales, desde el Parque Nacional Iguaz hasta el Parque Provincial Cua Pir, abarcan-do reas naturales protegidas y predios bajo titula-

    La Reserva de Bisfera Yaboty una Alianza

    para conservar la selva

    Selva Paranaense

    ridad registral privada y comunitaria. Otro sector de bosques continuos se extiende al este de la provincia, en una superficie que supera las 250.000 has. lin-dantes con los ros Pepir Guaz y Uruguay y que fue declarado por la UNESCO en 1995 como Reserva de Bisfera con el nombre de Yabot.

    En la Reserva de Bisfera Yabot existen tierras dedica-das casi exclusivamente a la conservacin de bosques y otras donde se permite el aprovechamiento forestal. Dentro de estas ltimas, se encuentra el Lote 8 del Departamento San Pedro, con una superficie de 3.900 has. en el cual se asientan comunidades guaranes en forma tradicional desde hace ms de 150 aos. Mediante datacin radiocarbnica se ha estimado que dichas comunidades pueblan la actual Provincia de Misiones desde hace unos 3.200 aos (Keller, 2001; Poujade, 2000).

    por Alianza Multicultural para el Desarrollo Sostenible del Lote 8 Reserva de Bisfera Yabot

    Mapa 1: Alianza Multicultural para el Desarrollo Sostenible del Lote 8

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    La apertura de un frente de explotacin maderera en 1998 dispar un conflicto socio-ambiental que atrave-s diferentes etapas, partiendo de la desatencin del Estado a los reclamos de los guaranes, pasando por la suspensin de las actividades forestales en 2004 hasta alcanzar en el ao 2012 un escenario de dilogo que desemboc en la creacin de una Alianza Multi-cultural Pblico Privada para el Manejo Sostenible del Lote 8. Esta alianza est sustentada en un acuerdo que tiene tres ejes: la conservacin del ambiente, el respeto de los derechos indgenas y el desarrollo sustentable.

    Las partes integrantes de este histrico acuerdo e innovadora alianza son el Gobierno de la Provincia de Misiones, representado por la Ministra de Eco-loga Arq. Viviana Rovira; las comunidades guaran TekoaYma, KapiiYvate y ItaoMir, representadas por sus Mburuvichs (Caciques) Artemio Bentez, Lidio Da Silva y Agustn Espndola acompaados por el Equipo

    Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA); la empresa El Mocon SA, representada por el empresario Nicols Laharrague y la Fundacin Naturaleza para el Futuro, representada por el Dr. Luis Castelli.

    Hoy, los principales desafos de la alianza son: con-cluir el proceso de titulacin de las parcelas que com-ponen el Lote 8; formular un Plan de Conservacin; asegurar la conectividad fsica con la Ruta N 2 (que llega hasta los Saltos de Mocon), implementar un Programa de Vigilancia y habilitar un Corredor de Conservacin Natural y Cultural entre el Parque Esta-dual Do Turvo en el estado brasileo de Rio Grande do Sul (Ncleo de la Reserva de Bisfera de la Mata Atlntica) y el Parque Provincial Esmeralda (Ncleo de la Reserva de Bisfera Yabot). Recientemente la C-mara de Representantes de la Provincia de Misiones ha declarado de Inters provincial el trabajo realizado por la alianza

    Mburuvichs (Caciques) Artemio Bentez, Lidio Da Silva y Agustn Espndola con la Ministra de Ecologa Arq. Viviana Rovira, Nicols Laha-rrague de la empresa Mocon S.A. y el Dr. Luis Castelli de la Fundacin Naturaleza para el Futuro, en la presentacin informa-tiva para Legisladores Provinciales y medios periodsticos realiza-da en la Sala de las Dos Constituciones de la Legislatura de la Provincia de Misiones, 30 de Mayo de 2014.

    Selva Paranaense / Lote 8

    BIBLIOGRAFA:

    Poujade, R. 2000. Entrevista sobre arqueologa misionera. En Sed de Cultura, Diario el Territorio, Domingo 2 de Julio de 2000, 1-2. Posadas, Misiones.

    Keller, H. A. 2001. Reunin de Comunicaciones Cientficas y Tecnolgicas 2001. UNNE. Corrientes, Argentina. Etnobotnica de los guaranes que habitan la selva misionera. Publicacin electrnica: http://www.unne.edu.ar/cyt/2001/6 Biolgicas/B 008.pdf

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    Selva Paranaense

    Contexto energtico internacional

    Se dice que si el siglo XX fue el del petrleo el XXI ser el de la electricidad. Mientras esto se aplica claramente al mundo desarrollado donde esta fuerza mueve a la sociedad de la informacin, del conocimiento y de los servicios un tercio de la humanidad an vive de la lea y espera disponer de una oferta energtica adecuada y moderna.

    La necesidad de reducir las emisiones de CO2, sumada a los crecientes costos econmicos y estratgicos de los combustibles fsiles, ha disparado las inversiones hacia la meta de un sistema energtico mundial bajo en carb