RONALD COHEN El Sistema Politico

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  • 7/25/2019 RONALD COHEN El Sistema Politico

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    RONALD COHEN

    EL SISTEMA POLTICO *

    Los problemas bsicos de antropo loga pol tica

    Los problemas de la reunin de datos y comprobacin terica entreaquellos fenmenos acompaados del trmino poltico son bastanterecientes en antropologa. Solamente en los ltimos aos los autores sehan dedicado a un estudio sistemtico del tema, y hasta la fecha todavano hay convenciones bien establecidas con respecto a lo que tal rama in-cluye o excluye, o cul debiera ser el enfoque metodolgico bsico deltema en cuestin. Adems, salvo las notables excepciones de M. G. Smith(1956, 1960, 1966), David Easton (1959, 1965), Swartz, Turner, y Tu-den (1966), y en un grado menor Marin J. Levy (1966, 2: 436-502), noha habido ningn intento serio de desarrollar un conjunto de instru-mentos conceptuales que pueda proporcionar a los trabajadores de estecampo una gua til para la relacin, descripcin y anlisis de la vida po-ltica tal como es experimentada por el investigador de antropologa. Estohace difcil las comparaciones, dado que los datos registrados tienden aemerger de lo que cualquier situacin particular de trabajo de campo

    pone ms obviamente de manifiesto, modificado por el tipo de lecturashechas por el trabajador de campo referentes a las organizaciones polti-cas o al sistema poltico. Por consiguiente, la necesidad ms inmediataes consolidar lo que es conocido, e intentar proporcionar a los trabajado-

    res de campo una estructura conceptual que haga justicia a la complejidadde los fenmenos polticos. Tal esquema o modelo debiera proporcionartambin flexibilidad suficiente para que los conceptos bsicos sean apli-cados comparativamente, durante un perodo determinado, tanto al es-quema a estudiar o desarrollar como a los procedimientos de investiga-cin. Sin embargo, este captulo no est pensado como un artculo de re-

    * El autor desea dar las gracias al Profesor Paul F. Kress por muchas sugerenciastiles en la preparacin de este ensayo.

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    visin y el trabajo de consolidar el conocimiento presente debe ser dejadopara otra publicacin. Se podr obtener una comprensin general de estoconsultando a Fortes y Evans-Pritchard (1940), Schapera (1956), Middle-ton y Tait (1958), Easton (1959), Mar (1962), Gluckman (1965), Swartz,Turner, y Tuden (1966), Cohn y Middleton (1967). Todas estas publi-caciones sintetizan materiales de varios tipos de complejidad, aunque to-dava tiene que ser intentado un inventario de propuestas sistemticas.El presente ensayo no est dirigido a esta tarea, sino especficamente a aclararun conjunto de categoras que formen un modelo del sistema poltico que

    funcione y que pueda ser utilizado en la interrelacin cultural como unagua para la recogida de datos.

    En otra parte (Cohn 1965) he discutido el objeto de la antropologapoltica e indicado que, en cuanto rama, comprende una gama amplia desistemas polticos que abarca desde el nivel familiar de organizacin, dondela familia es la unidad social permanente ms extensa en la sociedad, hastalos Estados no-occidentales ms altamente centralizados y los imperios conestructuras de gobierno central, burocracia permanente y me dios demantener una vida poltica organizada en un territorio extenso queabarca muchas comunidades locales. Por consiguiente, un problemametodolgico principal es obtener una serie de conceptos que puedanhacer adecuadamente frente a un tipo de variacin muy amplio en losdatos, de forma que cada estudio de un caso individual se incorpore a uncuerpo de materiales que sean comparables unos con otros.

    En este mismo artculo seal tambin que hoy los sistemas polticosindgenas estn pasando todos por alguna clase de cambio rpido a me-dida que quedan incorporados dentro de los lmites del Estado-nacinmoderno. En otras palabras, l a situacin actual del trabajo de campo esde una tasa de cambio social, poltico y econmico elevada cuando estassociedades se comparan con las clases de influencias y cambios a los quese han adaptado en el pasado. Por esta razn, otro problema metodolgicoimplica el intento de incluir en nuestro pensamiento algunos medios paradiscutir el cambio, puesto que el observador que est en la situacin detrabajo de campo tiene que hacer frente a esta cualidad cuando entra encontacto con el sistema culturaly social objeto de su estudio.

    Por ltimo, y quizs lo ms importante de todo, es el problema desaber qu es poltico y qu no lo es. ntimamente relacionada con ello est

    la cuestin de si podemos hablar realmente de un sistema o del sistemapoltico como un rasgo especial de la vida social o no. Esto es ms difcilcuando uno se da cuenta que son muchas las sociedades que no tienensector poltico separado con roles polticos especializados; en su lugar lasacciones polticas parecen estar relacionadas por completo en la vida socialde la gente. El hecho de que los antroplogos no hayan prestado muchaatencin a este problema supone que sus datos no son fcilmente utilizados

    para propsitos comparat ivos y no han desarrollado muchos problemas

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    o avances tericos notables ms all del nivel de la taxonoma, que nos haproporcionado una tradicin de investigacin continua en la vida polticade los pueblos no-occidentales.

    La poltica como sistema

    Si consideramos la actividad poltica como un sistema, esto implicaque estamos haciendo un nmero de suposiciones que deberan ser cla-ramente sealadas.1 Bsicamente un sistema a) tiene unidades que estnb) interrelacionadas de una manera demostrable de forma que c) los segmentos(es decir, los grupos de unidades) dentro del sistema se influyen enformas conocibles, y d) hay relaciones conocidas y conocibles entre elsistema y/o sus partes con otros sistemas y/o sus partes. Otro rasgo esimportante porque a menudo conduce a malentendidos. Como he sea-lado en otro captulo, aunque todos los sistemas polticos tienen lmites,no es necesario considerar un sistema particular como una especie de com-

    partimiento estanco que deba separarse totalmente de su contexto. Lapermeabilidad de un sistema lmite es una variable caracterstica e im-portante, puesto que define cuntas veces y con qu eficacia el sistemaresponde como un todo a influencias procedentes del exterior. Por estarazn, sistema es un ardid analtico para separar de su contexto un

    conjunto de fenmenos que deseamos estudiar. Puede, por supuesto, refe -rirse a un conjunto de fenmenos que estn ya separados empricamentede su contexto, pero tambin puede que no, ni que esto sea una cualidaden un estudio de los sistemas en anlisis. En este caso el concepto de unsistema es considerado ms til como una distincin analtica que estsiendo aplicada a la vida poltica para abstraerlo de su contexto cuandose le somete a estudio.

    Otro rasgo del anlisis de sistemas al que nos obliga su estudio es un anlisis funcional en el sentido teleolgico. El sistema como untodo cumple un cometido. Este puede caracterizarse en cuanto que cumpleuna actividad o act ividades, y sus v arias partes contribuyen al cu mplimientode estos fines. Realmente los creadores de sistemas estn bastante

    justif icados en este punto cuando inventan sistemas , pues parten de lasfunciones y despus vuelven hacia atrs para crear un conjunto de

    interrelaciones que describirn, de hecho, la realizacin de estos fines (verBoguslaw 1965). Por supuesto, esto puede decirse tambin cuando ha-blamos de las partes del sistema, puesto que ellas tambin deben actuarpara cumplir sus fines generales. Lgicamente, pues, decir que estamos

    1. Par a una discu sin d etall ada de l enfo que d e siste mas en relacin a la vida

    polt ica, consu ltar Easton (196 5) y Rapop ort (1966 ); para algun as de las dificultadesimplicadas consultar Dahl (1963), especialmente los captulos 4 y 5.

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    tratando de la vida poltica como un sistema implica dos clases de anlisisfuncionales. Primero, dado que las partes estn interrelacionadas y queel mismo sistema es parte de un todo ms amplio, es decir, la sociedad,estamos forzados a pensar en la relacin de las partes entre s en un sen-tido analtico o matemtico, de suerte que cualquier parte, o el sistemacomo un todo, sea funcin de una serie de determinantes. Segundo, elsistema es, despus de todo, de naturaleza poltica y, por consiguiente,debe ser considerado como ejerciendo una funcin poltica por lo querespecta a su actividad general. Una funcin poltica hace referencia a la

    actuacin y a las consecuencias del poder y a las relaciones de autoridaden una sociedad. En resumen, pues, un enfoque de sistemas respecto a lavida poltica supone poco ms que el usual enfoque cientfico social alcomportamiento sociocultural. Separa un conjunto particular de estos datos

    para estudio, nos obliga a conceptualizarlos en cuanto que hacen un papelcumplimiento de algn conjunto de fines estipulados y di rige nuestraatencin a la relacin dentro del sistema, y entre el sistema y su contexto enel ambiente socio-cultural.

    Qu es poltico?

    En 1959 un terico poltico investigando antropologa poltica se vioobligado a concluir que la mayor parte de los antroplogos no se moles-taban en definir lo que queran decir cuando escriban acerca de la orga-nizacin poltica (Easton 1959). Entonces analiz parte del trabajo quese haba orientado haca la definicin e hizo ver que careca de generalidad ycoherencia lgica. Resumi sus hallazgos de la manera siguiente:

    Resulta irnico que la antropologa, que ha sido situada pti-

    mamente a causa de la amplitud de sus intereses, est tan retra-sada en superar los lmites etnocntricos de la conceptualizacin

    anterior... Una conceptualizacin ms til del carcter de la in-teraccin poltica parece posponerse continuamente en antropo-loga.

    La dificultad de la mayor parte del trabajo descansa en su falta de

    comparatividad. Esto puede verse considerando en primer lugar variasdescripciones de antroplogos sobre la organizacin poltica en que unascosas son incluidas en algunos artculos y dejadas fuera en otros. En es tascondiciones uno de mis estudiantes, al tratar de obtener datos sobre laformacin de alianzas en los sistemas polticos no-occidentales, encontrextremadamente difcil encontrar datos comparables a lo largo de unamuestra de etnografas. Por otra parte, los problemas implicados se hacenms evidentes cuando consideramos los pocos intentos que se han hecho

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    de establecer instrumentos conceptuales para tratar del anlisis polticoen otras palabras, cuando preguntamos cmo se conceptualiza a la po-lticaen antropologa. Radcliffe-Brown (1940) hace referencia a a) los derechosterritoriales de los grupos, b) el mantenimiento del orden por medio de laaccin personal o de grupo, c) las sanciones naturales y/o los procesosde adjudicacin, d) el uso aceptado y rpido de la violencia, y e ) u nconjunto de normas referentes a las funciones desdea) hasta d). Pordesgracia esto no funciona cuando se intenta el anlisis poltico engrupos tales como los bergdama (Schapera 1956) o los siane (Salis -bury,

    sin fecha) en los que el control organizado de la fuerza coercitiva no estpresente, o entre los shoshone (Steward 1938), donde no hay senti do deterritorialidad de una forma continuada.

    Esta misma clase de criticismo, aunque aplicable en mucho menorgrado, puede hacerse a Fried (1964), quien sugiere que hay tres cuali-dades diferenciando los fenmenos polticos. En primer lugar, afirma bas-tante correctamente que la poltica puede estar contenida en acciones cuyosmedios y fines son extremadamente diversos. En segundo lugar, al igualque Radcliffe-Brown, ve que la accin poltica o la esfera poltica t iene unatributo de compulsin o coercin tal que los miembros de una sociedaddeben, bajo pena de castigo, cumplir con las normas y deseos de sussuperiores. Esta es para Fried la cualidad bsica de la actividad poltica.En tercer lugar sugiere que las sociedades difieren en el grado en que se

    permite la compulsin de otros. Esto permite una escala de accin variableque es necesaria para el anlisis comparativo, pero tambin produce elresultado lgico de que, dependiendo del grado de compulsin de otrosque se permite en la sociedad, una actividad poltica puede va-riar desdecerca de cero, basta alcanzar un grado muy elevado. En otras palabras,algunas sociedades tienen un grado de actividad poltica muy elevado, y otrasno. Quizs esto es verdad, pero a) no tenemos un cuerpo amplio de datossistemticos sobre el grado permitido de compulsin de otros; y b) notenemos idea de si una taxonoma de sistemas polticos basada en estoscriterios tendra alguna probabilidad empricamente razonable o no. Sobreeste ltimo punto debira mos preguntar si la definicin de Fried agruparaa los siane agrcolas con los bergdama cazadores y pastores y, de ser as,si esto servira para algn propsito til.

    Uno de los pocos antroplogos que han creado un modelo conceptual

    bien elaborado del sistema poltico es M. G. Smith (1956, 1960, 1966).Argumenta que la poltica hace referencia a un conjunto de acciones pormedio de las cuales se dirigen y administran los asuntos pblicos. Des-

    pus llama actividad gubernamental al funcionamiento del sistema y ladivide en esfera administrativa y esfera poltica. La primera trata de laestructuracin autorizada de los roles gubernamentales mientras que laltima se refiere al ejercicio de, y a la competencia por, el poder en elsistema. Los roles administrativos son dispuestos jerrquicamente por ne-

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    paso en la direccin correcta. Ha intentado caracterizar toda actividadpoltica, sin importar cul sea el tipo de sociedad, y dirige nuestra aten-cin hacia la rivalidad y la competencia como rasgos universales de todosistema, sin importar cul sea su grado. Sin embargo, como seala Easton(1959: 225), puede que no sea tan fcil aplicar el esquema de Smith a lassociedades ms senci llas. Yo aadira que la distincin entre actos pol-ticos y administrativos podra desaparecer de un modo concebible enalguna de las sociedades muy simples o en aquellos grupos de NuevaGuinea en los que el liderazgo autorizado es un resultado constantementeinestable de la hazaa e influencia personales (Langness, comunicacin

    personal). Por ltimo, cuando Smith (1960) aplica su teora poltica a lasociedad, descuida llevar a cabo la aplicacin ms all de la estructuraautoritaria formal en los zazzau, de suerte que nos deja preguntndonossobre el poder de los grupos de inters no gubernamentales en la sociedad

    y sobre su relacin con el sistema poltico formalmente constituido y re-conocido del emirato.

    Easton ha intentado tambin conceptualizar la accin poltica y el sis-tema poltico para que tanto los antroplogos como los politlogos pue-dan utilizar su modelo como un acercamiento metodolgico a sus datos.Bsicamente distingue lo poltico de lo no-poltico, sugiriendo que la ac-tividad poltica se refiere a la formulacin y ejecucin de decisiones obli-gatorias y terminantes de un sistema social (1959: 226). Contina defi-niendo la decisin como un acto que localiza hechos valorados entre

    personas y grupos, y las decision es autorizadas se producen cuando laspersonas afectadas por ellas se sienten obligadas a llevarla s a cabo. Seda cuenta que tal conducta tiene lugar en todos los niveles de la sociedad,entre toda clase de grupos, pero limita su anlisis al sistema social deescala ms amplia de la sociedad a la que se refieren las decisiones, que

    para l se convierten en el sistema poltico. A continuacin describe unaserie de categoras de inputs y outputs que empieza con demandas queactan sobre una organizacin poltica y finaliza con actos polt icos enforma de decisiones y programas polticos. El proceso es visto como adap-table y circular, de suerte que los outputs (es decir, las decisiones polti-cas), puedan crear nuevas demandas respecto al sistema. En el enfoquede Easton hay poco que criticar en cuanto un conjunto de categoras,aunque creo que los antroplogos deben encontrarlo a la postre menos

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    til que el concepto de accin poltica de Smith. Esto resulta del hechode que los antroplogos, al ordenar los datos de antropologa poltica parasu estudio y presentacin, encuentran difcil librarse de los rasgos estruc-turales de los sistemas de que estn tratando (cf. Smith 1966). La raznde esto es que las caractersticas estructurales (es decir, el sistema de au-toridad) de los diferentes sistemas polticos no-occidentales nos muestranmuy bien definidas las distinciones taxonmicas de la variedad de fenme-nos de que es tamos t ratando. Como mnimo sirven de indicadores denuestra variacin. Por esta razn, la mayora de los antroplogos favore-

    cera una definicin del sistema poltico que concentrase la atencin di-rectamente sobre los rasgos estructurales de los sistemas polticos (porejemplo la distincin entre sociedades con o sin jefe) ms que sobre lanaturaleza del acto poltico en s mismo. Como sugiere Dahl (1963: 26),no hay mejor forma de clasificar los sistemas polticos. Las diferenciasentre los distintos enfoques tienen que ver con los fines de la investiga-cin. En mi opinin la lista de sociedades tratadas por los antroplogosse acerca a una clase de variaciones similar en muchos aspectos a los dela biologa tradicional. Lo mismo que las cualidades del fenotipo y lasestructuras de los organismos proporcionan una base para simplificar susdiferencias, es decir, clasificarlas, del mismo modo la distribucin de losroles de autoridad en una sociedad proporciona tambin una forma teri-camente til de clasificar los sistemas polticos. Sin embargo, debiera de-

    jarse claro que la clasificacin no slo simplifica y proporciona una base

    para el anlisis, sino que tambin determina las clases de cuestiones quenosotros preguntamos. As pues, la clasificacin de los sistemas polticossobre la base de su estructura de autoridad esclarece cuestiones relativasa las diferencias en estas estructuras, mientras que posiblemente oscureceotras cuestiones acerca de otros cambios tales como tipos de ideologa po-ltica o personalidades de los lderes, que en este caso deben introdu-cirse en el anlisis de otra forma; ahora bien, si se consideran estas cua-lidades de inters vital, entonces debe encontrar se temporalmente otrocamino para clasificar los sistemas polticos. En otras palabras, he prefe-rido utilizar las estructuras de autoridad como una base para el anlisisde los sistemas polticos, porque las cuestiones sobre la variacin en es tasestructuras, y las teoras que ayudan a explicar tales diferencias, sonimportantes y centrales para el estudio de la poltica. Es teniendo esto

    presente como he tratado de sistematizar el resto de este captulo. Aun-

    que he hecho mi anlisis partiendo de la actividad poltica, ste se enca-mina directamente hacia el estudio de las estructuras de autoridad, utili-zando stas como la principal variable dependiente en el estudio de lossistemas polticos.

    Resumiendo el trabajo ya hecho, podemos definir la actividad poltica, encuanto un aspecto de las relaciones sociales, como opuesta a las no -polticas(cf. Smith 1956, Easton 1959, Fried 1964). En este sentido, en

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    3. ANTROPOLOGA POLTICA

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    cuanto una categora de la vida social, es distintiva o separable en unsentido analtico, pero puede que no est representada por una red de rolseparada y diferenciada con respecto a s misma en la sociedad. Aquellosaspectos de las relaciones sociales que pueden ser identificados como po-lticos estn especficamente relacionados con el poder y la autoridad cuandostos ocurren en las relaciones sociales. El poder es una capacidad parainfluenciar el comportamiento de otros y/o lograr influencia sobre el con-trol de las acciones valoradas. De acuerdo con el profesor Smith, con-sidero que en todas las pocas pueden conseguir el poder, en algn gra -do, todos los miembros de una sociedad, ya que entre los miembros dela sociedad siempre existe alguna competencia para conseguirlo.2 Ade-ms no necesariamente est dispuesto jerrquicamente. Por esta razn unsubordinado puede, por ejemplo, tratar de lograr poder sobre su superior.La autoridad es poder legitimado, y es un aspecto de todas las relacionessociales jerrquicamente ordenadas, en que el superior tiene un derechoreconocido a una cantidad estipulada de poder sobre los subordinados.Tanto superiores como subordinados pueden tratar de aumentar su poder, yen este caso las relaciones entre poder y autoridad no son necesariamenteestables o constantes a lo largo del tiempo. Esta distincin entre poder yautoridad significa no slo que es bastante aparente lo que se entiende porla estructura de autoridad en la sociedad, sino tambin que es muchomenos fcil de observar y demostrar que una estructura de poder. Estose debe a que las estructuras de autoridad se refieren a una red de rol

    reconocido formalmente, mientras que la estructura de poder se re fiere aun conjunto de interrelaciones entre aquellos que controlan el poder. Dadoque esta estructura puede estar presente o no, o ser simplementeaparente, el trmino estructura de poder debiera utilizarse solamentetras una cuidadosa definicin de las unidades y de alguna condicinconocida o hipottica referente a interrelaciones que se han hecho por elinvestigador.

    Como han sealado otros, este tipo de descripcin de lo polticopuede aplicarse a todas las agrupacion es sociale s en todas las sociedades ,dado q ue todas las interacciones sociales tienen un aspecto poltico, es decir,tienen rasgos de poder y autoridad. Por ejemplo, esto significa que podemos

    preguntar Cules son los aspectos polticos de la vida familiar o de lasorganizaciones religiosas en la sociedad?. Ciertamente puede considerarseque todos los grupos formalmente organizados forman parte del sistema

    poltico, puesto que todos implican relaciones sociales que contienenalgunos aspectos de poder y autoridad. La mayor parte de los escritoresevaden esta dificultad explcita o implcitamente, refiriendo el

    2. Debiera sealarse que esto implica la suposicin de que en todas las sociedades lagente, o por lo menos alguna gente, desea en un grado variable el poder tal como ste esdefinido en su cultura.

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    sistema poltico al conjunto de relaciones de autoridad ms inclusivo dela sociedad. Cuando tal definicin se aplica al Estado-nacin, la dificultades muy pequea puesto que los lmites de control del gobierno central sondelimitados fcilmente. Sin embargo, en los grupos cazadores y pastoreso en las sociedades tribales acfalas, los lmites del sistema social de es-cala ms amplia pueden no ser tan evidentes. Por consiguiente, para cla-rificar la diferencia en la escala de las relaciones sociales y la variacinen la especializacin de los roles polticos hallados entre los datos antro-

    polgicos, sugiero el concepto de polity. La polit y hace referencia al ta-mao y naturaleza de la comunidad jurdica, y vara de sociedad a so-ciedad y algunas veces dentro de la misma sociedad segn las pocas.Como se ha definido en otra parte (Middleton y Tait 1958) una comu-nidad jurdica es la red de escala ms ampla de relaciones de autoridadque produce un conjunto de interrelaciones entre los roles. Es tas puedenactivarse solamente en ocasiones como en el caso del liderazgo de caza-dores comunales entre los shoshone o en el caso de una persona que estautorizada a poner fin a una disputa entre una serie de grupos de linajelugbara. Por el contrario, la comunidad jurdica puede actuar continuada-mente como un sistema administrativo jerrquico del Estado pre-industrial.Cualquiera que sea el tamao de la polity, en cualquier tiempo dado, suslmites estn claramente sealados por el hecho de que fuera de ella hay

    pocos medios, y a menudo stos no es tn institucional izados, de poner fin

    e las disputas, es decir, no hay autoridad que sirva de enlace entre unapolity co n otras, de suer te que ambos sis temas sean su bordinad os.Es importante aqu darse cuenta de que polity, pues, no coincide

    necesariamente con sociedad o con sistema econmico, o con cualquierotra categora social analticamente importante. Puede que coincida y ellorefuerza obviamente los lmites de ambos, o puede que no, lo que hacemenos claros los lmites entre unidades tnicas o partes de la misma uni-dad tnica. De esta forma el uso de la polity como la entidad social enla que el sistema poltico se manifiesta a s mismo implica que es bas-tante posible hablar de una tribu integrada por un nmero de politiesconstituyentes o, por el contrario, hablar de una tribu corno parte de una

    polity multi-tnica ms grande. Por ltimo, podemos definir el sistemapoltico como un aspecto de las relaciones sociales. Este aspecto con-cierne al poder y a las relaciones de autoridad que afectan a la vida social

    de una polity, en la medida en que ese grupo se define en las; tradicionesy prcticas de la sociedad.

    Uno de los problemas de investigacin que tal conceptualizacin ponede relieve es el de la distribucin del poder y de la autoridad dentro delas organizaciones llamadas no-polticas en la sociedad, y el de su carctery conexin con el sistema poltico a medida que se diferencia progresiva-mente en una red de rol sepa rado de la soc iedad. En las sociedades muysencillas, un conjunto limitado de roles incorporan todas las actividades,

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    incluyendo aquellas que tienen significacin poltica. De esta forma la rela-cin de Conducta en el sistema poltico con la de otros sectores tales comolos sistemas de parentesco, econmicos o religiosos se consigue fcilmente,

    porque todo ello tiene lugar dentro de u nos po cos roles. Ciertamente estaintegracin se observa a veces en el mismo acto como en casos donde laredistribucin econmica por un lder es tambin una demostracin delas obligaciones polticas de los lderes con respecto a aquellos sobre quie-nes tienen autoridad.3Sin embargo, a medida que las sociedades se hacenms complejas, la relacin de conducta excluida por definicin del sistema

    poltico, con respecto a la conducta en ese sistema, se convierte en unproblema interesante a investigar para arrojar luz sobre l a cultura poltica,es decir, sobre la ideologa y prctica del poder y las relaciones de auto-ridad en la cultura como un todo.

    Las rela ciones de au toridad

    Las relaciones de autoridad de un sistema poltico constituyen susrasgos constitucionales. Cuando un antroplogo expone la naturaleza delas distinciones convenidas y de poder legtimo entre los roles de una po-lity, est describiendo, de hecho, una constitucin para esa sociedad par-ticular. En este sentido Rattray (1929) tiene bastante razn al titular Cons-titucin y derecho de los ashanti

    el libro en que describe las relaciones deautoridad de los ashanti. Adems, en el grado en el que las relaciones deautoridad forman una red entre los roles, podemos hablar de una estruc-tura de autoridad. Como se ha sealado ya, la estructura de autoridad esactualmente el rasgo bsico de identificacin de las categoras taxonmicas,mediante el cual los antroplogos designan y distinguen una clase de

    polity de otra en la lista que generalmente estudian. Haciendo especial re-ferencia a las sociedades africanas, he dividido stas en sistemas centrali-zados y no centralizados (Cohen 1965). Las polities no centralizadas sondivididas de nuevo en tipos de adaptaciones ecolgicas, como sigue: a)aquellos basados en plantas y/o animales domesticados, y b) aquellos ba-sados en la caza y el pastoreo. Se hace despus una nueva subdivisinsobre la base de las unidades estructurales que constituyen la base or-ganizativa dentro de la que actan las relaciones de autoridad; ejemplos

    especficos son las bandas patrilocales, los consejos de pueblos, los li-najes segmentarios, etc. Las polities centralizadas difieren a) con respectoal grado de autonoma de los grupos locales, y b) con respecto al modode reclutamiento de los roles polticamente relevantes. Estos dos factores

    3 . La correlacin de tales categoras en los estudios de interrelacin cultural debehacerse dndose cuenta de que la misma conducta puede considerarse corno unindicador de dos o ms variables.

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    se interrelacionan para producir una variacin continua desde tipos derelaciones de autoridad entre los Estados extremadamente centralizadoshasta tipos altamente descentralizados.

    Como se ha sealado anteriormente, si se utiliza este sistema de clasi-ficacin o algn otro (cf. Vansina 1962, Mair 1962, Gluckman 1965, etc.) estavariacin entre las relaciones de autoridad nos plantea un problema centralque ha de ser explicado. Este no es el nico enfoque posible (cf. Swartz,Turner y Tuden 1966), pero resulta lgicamente de la idea de clasificar los

    sistemas polticos por sus diferencias y semejanzas en estructuras deautoridad.Para delimitar esta variable, es necesario preguntar quin puede hacer

    qu a quin en cualquier nivel determinado de la polity. Lo que nosotrosbuscarnos es un conjunto de normas explcitamente declaradas o implcitasen la prctica, que indiquen cmo estn distribuidos los valores escasosentre superiores y subordinados. Cules son los derechos reconocidos delos superiores y subordinados? Por un derecho reconocido entiendo unaconducta asociada con un rol o grupo a la cual ningn individuo o grupo seopone con xito. Los miembros de la polity pueden defender firmemente elderecho o ser indiferentes con respecto a l, o incluso desaprobarlo. Sinembargo, mientras no se opongan activamente y con xito a la prerrogativade s uert e qu e s ta n o pu eda ser prac tic ada por sus detentadores actuales,tal prerrogativa es, hablando operacionalmente, un derecho reconocido.Debiera mencionarse que esto tiene algo que ver con el concepto delegitimidad en la ciencia poltica, pero es tambin diferente porque elconcepto de legitimidad puede tener connotaciones ms amplias, al menosen la forma en que es utili zado por algunos tericos. Por ejemplo, al definireste trmino, S. M. Lipset sugiere que la legitimidad hace referencia a lacapacidad del s istema para eng endrar y mantener la creencia de que lasinstituciones polticas existentes son las ms apropiadas para la sociedad(Lipset 1960: 74). En este sentido, legitimidad se refiere a los derechosreconocidos como se han definido aqu y a las creencias de la poblacinen la justicia de estas prcticas. El derecho reconocido denota ms

    prudentemente el hecho de que el rol o grupo goza de ciertas prerro gativas.Las razones por las que esto es as pueden incluir las creencias de los

    pueblos, la habilidad poltica del lder, sus poderes coercitivos, el miedo a

    los enemigos del exterior, etc. Limitando de esta forma el concepto dederecho reconocido, podemos admitir una variacin ms amplia de lascondiciones que pueden crear tales derechos e incluir una variedad mayorde estructuras de autoridad. Por esta razn un tirano conquistador puedeno ser el gobernante legtimo de una polity, pero su fuerza superior le

    proporciona el derecho reconocido a gobernar, creando de este modo untipo de est ructura de autoridad que es importante en la evolu cin de lossistemas polticos.

    Un conjunto nuevo de indicadores, que ayuda a delimitar las relaciones

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    de autoridad, se refiere a la serie de sanciones que se ponen en movimientocuando las relaciones de autoridad son abrogadas por los subordinados,excepto en condiciones en las que los derechos reconocidos estn an ac-tuando. Estos pueden variar desde la accin individual del superior contrala persona o personas que descuidan actuar en el papel de subordinados,hasta medidas de represalia a travs de instituciones especiales que tienenla funcin de proteger y mantener las relaciones de autoridad en la polity.Adems, observando actualmente tales casos, esta categora particular de

    datos se adecua muy bien a la tcnica del caso hipottico. Los infor-madores pueden estar de acuerdo, en general, sobre qu debiera hacersecuando se infringe tal y cual norma, y es mucho ms fcil obtener unaserie de sanciones ms amplia al preguntar sobre ellas que al esperar ob-servar casos reales de abrogacin de normas.

    Al igual que la historia constitucional es una de las estrategias bsicasde investigacin para comprender el desarrollo y la naturaleza del Estado-nacin moderno, tambin es importante en antropologa poltica investigarsiempre que sea posible la historia pasada de la estructura de autoridad,aislando los cambios principales que han tenido lugar. Trabajos de tal clasehan sido realizados por Barnes (1954), Fallers (1956), Smith (1960),Pedrasco (1961), Bailey (1963), Cohen (1966), y otros. Tal enfoque esen extremo importante, ya que a menudo es muy difcil interpretar oteorizar sobre documentos contradictorios cuando no han sido realizados

    estudios diacrnicos. Por ello, Maquet (1961) y Cedere (1962) tienen pun-tos de vista bastante diferentes sobre la estructura de autoridad en Ruan-da, y solamente cuando tenemos el material histrico (Des Forges 1966),comprendemos que ambos autores estn esencialmente en lo cierto, perocada uno informa sobre un perodo diferente en la historia de Ruanda.En trminos ms especficos, es importante saber si: 1) los roles de auto-ridad han aumentado o disminuido su poder a lo largo del tiempo; 2)los subordinados han mantenido una respuesta constante o variable haciasus superiores; 3) ha habido all alguna diferenciacin de rol significativatal como la creacin de nuevos roles polticos; 4) ha habido algunos cam-

    bios en la relacin de la poli ty en estudio y sus partes con respecto a otraspolities o sus partes en las influencias interpolit ies. Por supuesto, tambines crucial preguntar qu acontecimientos histricos parecen haber prece-dido y estimulado estos cambios, ya que slo de tal forma somos capaces

    de conocer si hay alguna explicacin racional de los desarrollos que hanocurrido.

    Una de las deficiencias del trabajo ya hecho por los antroplogos sobreel sistema poltico, ha sido una tendencia por parte de algunos escritoresa limitar la recogida de informacin a una descripcin de la estructura deautoridad, y por esta razn se supone que sta comprende el anlisis pol-tico del etngrafo de campo. Pero como ya se ha sugerido con anterioridad,en trminos del sistema poltico, este conjunto de datos solamente trata

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    de la estructura constitucional. Para comprender totalmente el sistemadebemos conocer cmo cambia y por qu, cmo funciona en la prctica, yqu influencias se estn produciendo en l para facilitar o detener el cambioen cualquier direccin. En el resto de este captulo trataremos de los rasgosoperativos y dinmicos del sistema, en otras palabras, de las principalesvariables independientes asociadas con la estructura de autoridad consideradacomo la principal variable dependiente.

    Los atribut os de poder

    Como se ha definido ya anteriormente, el poder es concebido aqucomo la capacidad para influenciar la conducta de otros o influenciar elcontrol sobre las acciones valoradas. Como hbilmente ha sealado Smith(1956), el poder es segmentario. Es decir, no puede ser nunca total-mente contenido dentro de las relaciones de autoridad o, si se quiere,dentro de la constitucin de la polity. Siempre hay para los individuos ygrupos medios y arbitrio s algunos idiosincrticos para los individuos,otros ms imitados y extendidos de competir por cantidades mayores de

    poder de la que es legtimamente su derecho bajo las relaciones de auto-ridad operantes en el sistema en cualquier momento particular del tiempo.Por qu esto es as es un problema interesante, y un antroplogo podraaprovechar la ocasin para hacer una contribucin a la teora poltica general.En muchas de las teoras polticas tradicionales, desde Maquiavelo hasta hoy,se da por supuesto la existencia de una fuerza motriz original que

    proporciona la energa que convier te la actividad poltica en vida social.De este modo, W. T. Bluhm (1965: 249), al comparar Maquiavelo con eltrabajo de Neustadt sobre el poder de la presidencia, afirma que es tos dosautores sienten que el motivo principal de la accin poltica es el ansia odeseo de poder. Ms convincentemente para nuestros propsitos, L. H. Riker(1962: 22) sugiere que un hombre polticamente racional es aquel que

    prefiriese ganar que perder sin reparar en los peligros. En otras palabras,segn los tericos de la poltica en la cultura occidental, un sistema polticorequiere para funcionar un cierto tipo de motivacin a nivel psicolgicoentre, por lo menos, algunos de sus miembros. Aqu se plantea un problema

    antropolgico clsico. Hasta qu punto es universal esta suposicin?Es con seguridad una constante? Existen ya tcnicas disponibles paramedir la motivacin de necesidad de poder en materiales destacadostales como cuentos, folklore, sueos, etc. (ver Atkinson 1958, Cohen yVanStone 1963). Por consiguiente, es razonable preguntar si la variacin enla intensidad de la motivacin de poder est o no relacionada con lasdiferencias en la naturaleza de los sistemas polticos en general y con lasrelaciones de autoridad en particular cuando las comparaciones

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    son hechas a lo largo de toda la serie de polities conocidas por el antro-plog o.

    La cuestin de medir o registrar informacin sobre el poder es unproblema ms complejo y sutil que el de la autoridad. Esto se ve mejorsi analizamos el concepto de influencia que es la accin componente uoperativa de poder en las relaciones interpersonales. Ha sido definida como...una relacin entre actores, en la que un actor induce a otros a actuarde una forma en que de otro modo no habran actuado (Dahl 1963: 47).Como seala Dahl en el mismo pasaje no es, sin embargo, tan fcil esti-

    mar con precisin cmo se habra conducido la gente si se dice que estausente la condicin que se est midiendo u observando. Pero no es im-

    posible. Por ejemplo, un lder A organiza una actividad y consigue quediez personas sigan su direccin; otro lder, B, representando el mismo rol,organiza una actividad similar y tiene xito en lograr veinte seguidores.Comparando A y B en un nmero de actividades, encontramos que estadisparidad parece mantenerse por lo general, y concluimos que B es el lderms poderoso. Por desgracia, ste es el caso ms simple. Puede ser queel grupo ms pequeo de seguidores de A dure un ao, mientras que elmayor de B dure solamente unos pocos meses, o A puede ser ms influ-yente con respecto a las actividades a, b, y c, mientras que B solamentelo es con respecto a x, y, y z. Por consiguiente, la advertencia metodol-gica de Dahl (1963: 47) no tiene ningn valor. Cuando recogemos datosdel poder debemos buscar a) tantas medidas de influencia relativa como

    sea posible, y b) mencionar expresamente a qu actividades o dimensionesparticulares se refiere la influencia, y qu conductas han sido utilizadaspara indicar o medir tal influencia.

    Adems, las cuestiones bsicas de cunto poder es deseado entre miem-bros de una polity y de qu modo se mide el poder, es importante paracomprender y analizar las fuentes de poder vlidas para los miembros.Estas pueden encontrarse en las bases del sistema de status y en las habi-lidades polticas de los actores.4 Para descubrir problemas del sistema destatus se debe preguntar sobre las cualidades que la gente reconoce comoinstrumentos que otorgan a un hombre capacidad para influenciar o inten-tar influenciar a otros. Estos instrumentos pueden incluir el xito perso-nal, los poderes de adjudicacin, el poder sobrenatural para predecir elfuturo o invocar la ayuda de lo sobrenatural, la valenta militar, el xitoen la bsqueda de alimentos, la apariencia fsica, la formacin de coalicio-nes con xito, la actuacin como mediador entre diferentes polticas. Cual-

    4. Por sistema de status en una polity entiendo la serie de actividades ms omenos deseables por los miembros de la poblacin. En este sentido, tales actividadesson valores, y por definicin son relativamente escasos, de forma que no to do e lmundo puede alcanzarlos, y aquellos que los alcanzan tienen, por esta razn, cosasque son reconocidas universalmente como valiosas por aquellos que no las tien en.

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    quiera que sea la lista posible, y puede que sea la misma en toda la polity oque vare entre los distintos niveles de la poblacin, la adquisicin de talesinstrumentos proporciona a la persona capacidad para ganar o mantenerinfluencia. Las habilidades polticas pueden derivarse de los ejemplosrelativos a la medicin del poder dados anteriormente. Dadas unas bases destatus idntico o similar en el mismo sistema, una persona puede ejercer ms

    poder que otra. Si los instrumentos son de hecho los mismos, concluimos que lapersona ms poderosa est utilizando sus instrumentos con ms ventaja. Porqu esto es as se convierte en la base para la descripcin y anlisis de las

    habilidades polticas del sistema en estudio.

    Resumiendo, pues, el poder contiene los valores de la cultura en la queel sistema poltico est inserto, ms las habilidades con que los actores polticosefectan sus actividades en el sistema poltico. Dado que stas varan en eltiempo como respuesta a las condiciones de cambio y personales del sistema

    poltico, nunca estn totalmente contenidas en la estructura de autoridad msestable y formal, es decir, en la estructura constitucional de la sociedad.Ciertamente, la interaccin entre las relaciones de pode r y la estructura deautoridad constituye una base fundamental del sistema poltico, al quevolvemos ahora.

    El pr oc es o po l ti co

    En el sistema poltico en general la relacin de poder a autoridadpuede verse en dos formas; primero, en la crisis o disminucin de auto-ridad, y segundo, en la legitimacin de poder tal q ue nuevos roles deautoridad son creados y/o reforzados los ms antiguos en la cantidad de

    po de r de qu e di sp on a n. En el pr im er ca so , pa ra vi go ri za r o po ne r enmovimiento el sistema, supondra la presencia de un principio de entropa enlas relaciones de autoridad; esto quiere decir que en todos los sistemas

    polti cos de todas las pocas hay una tendencia de los subordin ados a re-chazar la autoridad de los superiores. Esto podra ser debido a reacciones

    psicolgicas a la autoridad, y no est necesariamente presente, o presenteen el mismo grado, en todos los miembros, pues siempre hay algunasfuerzas de entropa que tienden a estar actuando en la poli ty. Por otra

    parte, stas son reprimidas o mantenidas bajo control por las fuerzas de

    legitimidad, en otras palabras, p or la accin difusa de fuerzas que engen-dran una creencia en la falta de valor de la estructura de autoridad. Lasdos fuerzas; la legitimidad y su opuesta, la entropa, estn en tensin desuerte que un aumento en una produce una disminucin igual en la otra.Otra forma de expresarlo consiste en manifestar que en todos los sistemas

    polticos hay personas, grupos, o situaciones que tienden a disminuir elpoder de uno o ms de los roles de autoridad en el sistema poltico. Unanlisis y descripcin detallados de ese sistema debiera revelar cules son

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    las variedades de entropa en la polity: cul es su antigedad? quxito tienen? y bajo qu circunstancias se producen? Por el contrario,

    puesto que las fuentes de poder nunca estn totalmente incorporadas a lasrelaciones de autoridad, siempre existe la posibilidad de que personas ogrupos con autoridad intenten aumentar o legitimar sus poderes, o de que

    personas y grupos no reconocidos en la estruct ura de autoridad intentencrear nuevos roles de autoridad que consoliden y hagan legtima su influenciasobre poderes especficos. Esta situacin se ve ms claramente en perodosde cambio rpido, cuando las fuentes de poder pueden experimentar cambios

    en s mismas. En tales pocas la gente, o ms correctamente, los roles noasociados tradicionalmente con las relaciones de autoridad, pueden llegar acontrolar las fuentes de poder reconocidas y, por lo tanto, legitimadas.

    El proceso poltico no es sencillamente una relacin abstracta entre elpoder y la autoridad. En trminos de accin se manifiesta a s mismocomo un conjunto de actividades agrupadas bajo la categora general dela toma de decisin. Una decisin se define como una eleccin entre alter-nativas, y una decisin autorizada es una eleccin entre alternativas enque la eleccin tiene efectos significativos y obligatorios respecto a aquellosmiembros del sistema poltico a que se refiere (Easton 1959). Lasdecisiones son el resultado de demandas hechas en el sistema. Tales de-mandas varan en la forma en que estimulan el sistema a actuar, y esta va-riacin produce diferentes clases de decisiones. Todos los sistemas pol-ticos estn adaptados a hacer frente a las demandas. Sin embargo, por laforma en que las dirigen y asocian, la toma de decisin con roles dife-rentes es una determinante principal de las diferencias entre las estructurasde autoridad.

    La toma de decisin puede ser clasificada de distintas maneras. Qui-zs el modelo ms detallado del proceso ha sido expuesto por Snyder(1958), donde cada aspecto imaginable de la actividad y de sus relacionesest trazado. Sin embargo, probablemente los antroplogos encontrarneste enfoque demasiado molesto, puesto que fundamentalmente analizauna cultura y sociedad total utilizando la toma de decisin como un puntocntrico de estudio. Desde un punto de vista ms vulgar y de sentidocomn, las decisiones observadas por los antroplogos pueden separarseen dos categoras principales: aquellas que son aspectos del funcionamientonormal del sistema poltico, y aquellas que son ms a menudo peridicas

    y/o irregulares, pero que acontecen bajo la rbrica de lo que llamaramosdecisiones de crisis. Esta dicotoma no es completamente satisfactoria,porque las decisiones de rutina pueden desembocar en crisis bajo ciertascondiciones, sin embargo apunta hacia algo ampliamente notado por lostrabajadores de campo. Los hechos que se derivan de la actuacin delsistema poltico tienden a hacerle funcionar con un grado creciente de pro-fundidad y claridad. De esta forma la distribucin de derechos sobre el

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    uso de la tierra por un jefe puede ser una funcin normal del jefe de unpoblado de frica Occidental. Solamente afecta a un nmero pequeode gente y, a no ser que el trabajador de campo sea conocedor de la de-cisin de antemano, o controle la situacin, es difcil de observar. Porotra parte, una guerra o la sucesin al poder de un nuevo jefe puedeactivar todo el sistema, y sus efectos son ms claramente visibles en todala polity. Yo argira que estos diferentes tipos de decisiones varan segnla profundidad y el grado de proyeccin que tienen en la polity, lo quequiere decir que la participacin poltica asociada a cada tipo de decisin

    vara tambin. En otras palabras, a medida que nos movemos de lasdecisiones cotidianas o de rutina a las de crisis, se implican de maneracreciente amplios sectores del sistema poltico.

    En las decisiones de rutina colocara los asuntos administrativos yadjudicativos, puesto que estas actividades son parte de la actuacin co-tidiana del sistema poltico. En las decisiones de crisis coloco ciertos as-

    pectos de las relaciones interpolity, condiciones ecolgicas anormales, ysucesiones al poder. Estas son brevemente discutidas ms adelante.

    La mayora de las decisiones administrativas se refieren a asuntos derutina, cuya puesta en juego implica la ejecucin de la poltica pblica dela polity. Esto incluye hechos tales como la decisin sobre la naturalezade la bsqueda de alimentacin en circunstancias normales, la distribuciny el registro del uso de la tierra nueva, la recaudacin de tributos paralos lderes locales, la decisin del tiempo y escala de los ceremoniales en

    el ciclo anual (de nuevo, en circunstancias normales). Hay un nmerode cosas que deben hacerse sobre una base regular que afectan o podranafectar a toda la polity si no se organizan y llevan a cabo convenientemente.La enorme serie de factores que afectan a estos asuntos cotidianos encualquier situacin dada es el conjunto de variables independ ientes quedeterminan la naturaleza de la actividad administrativa en la polity. Porejemplo, no slo es importante conocer las expectativas de cada rol enla jerarqua de una estructura de autoridad determinada, sino que tam-

    bin se debera comprender cmo las presiones e influencias exterioresafectan a cada rol y cmo cada representante de un rol utiliza sus pre-rrogativas para comprender el resultado de las decisiones que se tomanen la estructura de autoridad. Slo entonces se harn evidentes las ten-dencias de cambio, causadas por las pautas normales de la toma de deci-sin en los asuntos cotidianos de la polity. Las decisiones adjudicativas,

    en cuanto asunto de rutina, son necesarias cuando se han hecho infraccio-nes de normas que requieren accin pblica por parte de la polity en contrade los transgresores. En un nmero de sociedades muy sencillas, muchasinfracciones consisten en disputas interpersonales que han de resolverse

    por los individuos mismos que estn en conflicto, en tanto que los demsmiembros mantienen una clara falta de inters y no intervienen, por su-

    puesto, de ninguna forma significat iva. En otras ocasiones, sin embargo,

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    el grupo como un todo, y la persona o personas que actan contra eltransgresor, pueden no tener ninguna disputa personal con l o ella enabsoluto. Estn ejecutando simplemente la decisin judicial a la que se hallegado por miembros a los que concierne la conducta del transgresor.En sociedades ms complejas, la infraccin de la norma produce unaactivacin del sistema judicial, que en muchas sociedades es idntico a laestructura de autoridad, diferencindose de ella slo en los niveles mscomplejos del Estado centralizado, donde la acumulacin de codificacinlegal y escrita presenta la posibilidad de una categora de especialistas

    legales.

    La distincin entre decisiones administrativas y adjudicativas depen-de de la cualidad de la infraccin y de la naturaleza del conflicto inter-

    personal dentro de la polity, es decir, de la naturaleza de la demanda oincentivo para tomar decisiones. En los asuntos administrativos una deci-sin tiene que tomarse con respecto a si, cmo, por qu, dnde o cundodeben hacerse ciertas cosas o no. Todas las alternativas son (generalmente)legtimas; la cuestin es simplemente qu alternativa tendr resultados ms

    beneficiosos o satisfac torios dadas las condiciones conocidas. Sin em-bargo, el incentivo o demanda en una situacin adjudicativa implica unao las dos condiciones siguientes. En primer lugar, algo que se siente comouna infraccin de la ley ha causado dao, y por consiguiente se debe acudira la ley para poner el asunto en orden. Cules son los precedentes en

    tales casos? Qu normas se han infringido?, etc. Estas son las cuestionesplanteadas, y se destacan clara mente cuando el grupo y sus lderes deli-beran el caso. En segundo lugar, dos o ms personas pueden estar impli-cadas en una disputa que no pueden resolver por s mismas. Cada unacree que l (o ellos) tiene razn e intenta legitimar su posicin apelandoa una decisin adjudicativa.

    Para obtener un conjunto de variables independientes que expliquenestas decisiones, es importante preguntar: Cmo se llega a las decisiones

    judiciales? Esto implica, corno en el caso de las decisiones administrativas,definir las caractersticas de rol y las influencias, tanto formales comoinformales, que afectan a tales decisiones.

    Ciertos problemas son tan importantes que las decisiones que lesataen son lo que yo llamara un motivo de crisis. Una decisin de crisises aquella en que bien la polity entera bien una parte significativa de ellaconsidera que su inters en una decisin es vital. En otras palabras, im-

    plica la supervivenci a de su grupo co n respecto a su s pre rrogativ as ac tua-les. Problemas ecolgicos anormales tales como sequas, hambres, extincinde una fuente principal de alimentacin, inundaciones repentinas, son al-gunos de los principales tipos de crisis. Sin embargo, anormalidades mso menos corrientes tales como la distribucin desigual de los recursos pro-ductivos en el cultivo, la siembra, o la caza, cuando se dice que tales

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    hechos se deben a favores sobrenaturales, pueden producir una crisisen la polity, cuya ideologa se basa en la creencia de que la malevolenciaes una causa de la productividad desigual. En tales casos se consideraque los intereses vitales de la comunidad han sido violados, y las decisio-nes deben encaminarse a conseguir una equidad mayor de la generosidadde la naturaleza en el futuro prximo. Tales decisiones a menudo implicanel establecimiento de procedimientos judiciales para diagnosticar el pro-

    blema, y despus decidir el curso de la accin a seguir cuando se conoz-can las causas, las cuales se buscarn en la gama de explicaciones cul-

    turales de tales desrdenes. Un segundo conjunto de crisis gira en tornoa las relaciones interpolity. Este tema se discute abajo con ms detalle,

    pero por el momento debiera sealarse que las relaciones entre una po-lity, o parte de ella, y otras entidades polticas fuera del sistema poltico

    pueden acabar en crisis con respecto a las que deben tomarse decisiones.Ejemplos de tales crisis son las rivalidades entre varias polities sobre elacceso a los recursos, o al comercio, o la competencia por la posicindominante en una alianza surgida entre polities locales. Del mismo modo

    pueden suscitarse crisis por la accin de, o la reaccin a, ataques interpo-lities para saquear o hacer esclavos. Un ltimo ejemplo que recuerdo esla situacin en que una persona o faccin de una polity procura aumentarsu poder local, y solicita ayuda fuera de la polity para reforzar su posicininterior. Gran parte de la forma que tales crisis adoptan depende de la

    estructura de relaciones entre las polities que se han establecido en elpasado entre los sis temas polti cos en cuestin .

    Un tercer conjunto de crisis gira en torno a la sucesin del poder enla estructura de autoridad (cf. Goody 1966). En los sistemas polticosmodernos, como los de las democracias occidentales, tales crisis son ate-nuadas por el uso extendido de procedimientos electorales, nombramientosegn el mrito, o de un sistema de patronazgo bien organizado, todo locual se interrelaciona en formas complicadas por la necesidad constitucio-nal de elecciones y la actuacin de los partidos polticos.

    En la mayor parte de las polities consideradas por los antroplogosno se practican medios de sucesin tan complejos. Sin embargo, en todoslos sistemas, tanto si tienen una base electoral como si no, la sucesindel poder presenta como punto central bien definido los diversos segmen-tos polticos de la polity que consideran la sucesin como una posible

    contraccin o expansin de su poder. Por consiguiente, la sucesin siempreafecta a los intereses vitales, y en este sentido es una crisis. Por otra parte,

    porq ue es una crisis y supone el acceso a la estructu ra de autoridad, lasucesin implica decisiones que aslan muy claramente el sistema poltico, al

    presentar como punto cntrico evidente la rivalidad en el reclutamiento yen los medios por los que se resuelve tal competencia.

    Un nmero de factores influencian la sucesin, aunque varan grande-

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    mente segn la complejidad de la polity y su estructura de autoridad.5

    En primer lugar, hay normas que rigen la sucesin; stas pueden sercomplejas o muy sencillas, e incluyen tambin precedentes de aconteci-mientos excepcionales tales como el del regente que puede gobernar enlugar de un monarca mientras ste sea demasiado joven por razn delderecho de primogenitura. Quizs el rasgo ms importante del derecho desucesin es el grado de rivalidad que se permite entre los candidatos entrminos de quin toma las decisiones finales y de qu tipo de requisitosde status son mandatarios y/o deseables por parte de los candidatos. In-

    cluso departamentos que deben permanecer en un grupo de descen-dientes permiten la competencia mientras las normas permitan la ventajade un grupo de elegibles ms que slo de uno. Aqu se plantea un pro-

    blema terico de inters entre la relacin de diferentes tipos de normasde sucesin y diferentes tipos de estructuras de autoridad (ver Cohen1966). Un segundo conjunto de influencias sobre las crisis de sucesin ysobre las decisiones subsiguientes que deben tomarse surge del tipo deintereses que estn implicados en la sucesin, y de qu y a quinesrepresentan. En relacin al mismo conjunto de influencias, es importante

    para los que controlan la situacin tener en cuenta las exigencias del po-der y las cualidades de los candidatos, y tratar de elegir dentro de las

    presiones de las dems influencias al mejor hombre. En las polities muysimples puede haber dos hombres poderosos y con xito que renancualidades, pero slo uno de ellos puede tener el cargo. Cada uno puede

    tratar de obtener partidarios; frecuentemente (pero no siempre) los inte-reses de sus partidarios, en cuanto opuestos a los de los no partidarios,slo son mnimamente cumplidos al dar apoyo a uno u otro. En su lugares el bienestar de toda la polity el que est implicado, as como los deseosindividuales de los candidatos. Por otra parte, en aquellos casos de socie-dades bastante simples, tales como la de los tiwi, donde los hombres conxito tienen que dispensar patronato deseable en sumo grado, los interesesde los partidarios pueden considerarse como un factor que influencia lasdecisiones de sucesin. Por supuesto, si un linaje completo de un clanha sido separado del acceso al poder por poco tiempo o para siempre por-que el candidato de su linaje no ha sido elegido, entonces todo el linaje,ms aquellos que dependen de l, est vitalmente interesado en la deci-sin. En el mismo sentido es importante saber cunto poder tiene el que

    desempea el cargo de elegir a su sucesor, gracias a su autoridad formalo su control informal de la toma de decisin aun cuando est muerto oenfermo en el momento en que la decisin se haga efectiva.

    Una tercera clase de influencias en las crisis de sucesin es decisiva,

    5. Consultar Goody (19 66) para una d iscusin ms completa de la naturaleza yefectos de los problemas de sucesin sobre la estructura y el proceso del sistema po ltico.

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    aunque difcil de averiguar. Este es el grado de compromiso otorgadopor los miembros a su propio sistema poltico o aparte de l, dado queel compromiso puede variar con relacin a los diferentes poderes de laestructura de autoridad, y variar a lo largo de los segmentos de la polity.Supongo que esta clase de influencias es, de hecho, una cualidad si no des-conocida por lo menos ampliamente puesta en tela de juicio por la genteen todas las sociedades. Por esta razn queda planteada la cuestin desi podremos conseguirlo o no cuando una persona o grupo est pen-sando en la sucesin y/o usurpando uno o varios cargos, o imponiendo

    una nueva clase de cargos o empleados en la polity. La gente tiende aapoyar su propio sistema cuando se le pregunta su opinin de l, pero

    pueden o no oponerse activamente cuando se produce un cambio en elsistema. Por supuesto, si el cambio es acompaado de poder suficiente,

    bien la conquista o algn otro medio, no existe dificultad. Sin embargo,cuando se plantean problemas de sucesin, incluso sin conquista, existeuna tendencia en los candidatos, excluidos formalmente por las normas,a desear que las normas se cambien o se amplen para incluir a algunos oa todos los excluidos previamente. Esto se infiere simplemente de la su-

    posicin de que el poder es un fin atractivo y deseable, y las normas desucesin son atacadas constantemente cuando grupos o individuos quedesean posiciones de autoridad son excluidos de la sucesin.

    La sociali zacin p olti ca

    Dado el hecho de que en una polity existe un gran nmero de decisio-nes autorizadas, es importante saber cmo y por qu en un sistema po-ltico los actores aceptan tal direccin y creen firmemente que hacerloas es la forma correcta de actuar. Aunque parte de la explicacin descansaen los poderes coercitivos de que disponen la mayor parte, si no todas lasestructuras de autoridad, sta no es obviamente la respuesta completa,

    puesto que mucha gente en cualquier poli ty no necesita ser ob ligada a aceptarlas consecuencias de las decisiones incluso cuando sus propias vidas corren

    peligro, como en el caso de la guerra. En otras palabras: Cmo aprende lagente a ser miembros activos y participantes de la polity y qu es lo quedeben aprender si tomaran parte en la vida poltica del sistema? Aqu la

    suposicin es que, aunque puede haber algo tan universal como elhombre poltico (es decir, una persona dispuesta a ganar, o a conseguir el

    poder), es probable que la forma, contenido e intensid ad de tales cualidadespsicolgicas vare segn los sistemas polticos. Adems, un estudio desistemas nos conduce a considerar esta variacin en su relacin connuestro punto cntrico del anlisis comparativo, a saber, la estructura deautoridad. El primer hecho a exponer aqu, pues, es qu clase de cultura

    poltica existe en el sistema poltico en el que estamos interesados.

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    Por cultura poltica entiendo un conjunto de ideales y smbolos quedescriben las metas y fines de la vida poltica en trminos de las tradicio-nes de los miembros. En la prctica, esto implica tambin la forma en queel poder y la autoridad son entendidos y practicados por una culturacomo un todo. Tales datos culturales debieran responder a la pregunta:Qu conducta poltica es buena, mala y aceptable en este sistema po-ltico determinado?. Slo cuando se hace esto podemos mostrar msclaramente la naturaleza del hombre poltico en el sistema. Una preguntacomparativa interesante seria entonces: Qu culturas polticas tienen

    correlacin con los diversos tipos de estructuras de autoridad (VerLeVine 1966). Yo sugerira que las sociedades de pastores y cazadoresacenten el igualitarismo porque cada hombre llega a ser eventualmenteun actor poltico en el sistema. Las sociedades acfalas sedentarias acentanla gran obra porque la mayora de los miembros del sistema poltico pue-den, por medio del esfuerzo, conseguir un puesto poltico importante.Por otra parte, la mayora de los Estados primitivos tienen accesos limita-dos a las posiciones de autoridad como una propiedad de su carcterconstitucional. De este modo se acenta la competencia entre la lite po-ltica, mientras que, en la cultura como un todo, se subrayan la adherenciacompleta o las normas y recompensas de la subordinacin apropiada comovalores de la cultura poltica.

    Sin embargo, la socializacin poltica est firmemente basada en eltiempo. La gente aprende la conducta poltica conveniente en su juventud

    y luego intenta aplicar este saber cuando son adultos como miembrosplenamente experimentados. Es importante sealar cmo la experiencia desocializacin es conveniente con respecto a las prcticas actuales de laestructura de autoridad, puesto que siempre est presente la posibilidadde cambio debido al tiempo transcurrido entre el aprendizaje y la adap-tacin de los miembros a muchas presiones, adems de las ideolgicas,cuando se convierten en actores y tomadores de decisiones en el sistema.Cuanto ms conveniente es la socializacin para la prctica actual, msestable y permanente es el sistema poltico, y viceversa. Cuanto menos

    pronostica la socializacin respecto a la experiencia adulta, menos establees el sistema. Nuevos tipos de aprendizaje estn mejorando esta inestabi-lidad al proporcionar a aquellos que son socializados unos fines nuevos yfrecuentemente ms adaptables. Hechos tales como la experiencia urbana

    y la enseanza occidentales, etc., estn haciendo esto en muchas partes

    del mundo hoy, pero an quedan lagunas. As, muchos padres del nortede Nigeria saben que sus hijos aprendern muchas cosas en las escuelasoccidentales, que permitirn a los ms jvenes llegar a ser grandes hom-

    bres. Sin embargo, tambin saben que un mnimo porcentaje de estu-diantes alcanzarn alguna vez educacin sufic iente para hallarse en dis -

    posicin de desempear las pocas posiciones de poder y autoridad exis -tentes en la sociedad. El resultado respecto a la escuela es ambivalente,

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    y menos que universal la aceptacin de su competencia como un nuevomedio de socializar la juventud y proporcionar oportunidades para elacceso a los trabajos i mportantes.

    Por ltimo, es importante comprender corno y qu aprende la genteque es elegible para el poder cuando intentan obtener el cargo y quhabilidades polticas deben aprender respecto al trabajo para desempearsu funcin satisfactoriamente. Los antroplogos han descrito a menudolas cualidades del liderazgo poltico, bien en particular refirindose a una

    persona concreta, bien en trminos generales caracterizando el rol. Lo quese necesita es una comprensin de las fuerzas que crean un liderazgo leg-

    timo y de la forma en que la misma gente y los lderes llegan a conocery aceptar estas pautas. Este ltimo punto es muy importante en situacionesde cambio rpido, como se manifiesta en la mayor parte de las nacionesnuevas. Nosotros an no sabemos qu produce liderazgo estable en talessituaciones, incluso, aunque exista un nmero de casos bien documentados,tanto sobre las situaciones polticas estables (Smith 1960), y lasrelativamente inestables (Epstein 1958) en el mundo moderno.

    Las relac iones inte rpolity

    Las relaciones interpolity varan con relacin a la defensa de las fron-teras del sistema poltico. Por un lado, la polity acta como una unidadtotal por medio de su estructura de autoridad, mientras que por el otroslo partes del sistema poltico interactan con partes de otras autorida-des. Esto es cierto si nos referimos a bandas pequeas de cazadores, po-

    blados autnomos, jefaturas pequeas, o Estados centralizados . Ad ems,las relaciones interpolity se complican por el hecho de que algunas politiesinteractan horizontalmente, es decir, con otras unidades que son inde-

    pendientes y generalmente del mismo status. De este modo, las bandasse relacionan con otras bandas, los poblados con otros poblados, aunquealgunas unidades de una clase, como los poblados autnomos, pueden tenerrelaciones con Estados centralizados, o pequeas jefaturas con grandes

    jefaturas, etc. Por otro lado, las polities tratan unas con otras cuando unade ellas es una parte pequea aunque deslindada de la otra, tales comolas unidades familiares con respecto a una organizacin de unin msgrande, o los barrios con respecto a los poblados, o los poblados con

    respecto a los gobiernos centrales , y as sucesivamente. Este tipo de rela-cin interpolity ms reciente se denomina vertical.En las interacciones horizontales es necesario comprender cul es el

    objeto de la interrelacin. Cualquiera que sea la razn de la interaccinguer ra, saqueo , competencia por recursos escasos, o cooperacin paralograr una meta comn el fin o los fines tienden a determinar la na-turaleza de la interaccin que generalmente compromete a la polity como

    494. ANTROPOLOGA POLTICA

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    un todo. Lo mismo ocurre cuando una parte de la polity interacta conuna parte de otra. Tanto si es saqueo, comercio, relaciones triviales, ohermandad de sangre entre miembros de grupos tribales adyacentes, lo queimporta es una comprensin de las razones por las que se produce lainteraccin. Cules son sus resultados y cules son las influencias queactan sobre estos resultados? Por ejemplo, los miembros de sociedadessegmentarias interactan con los grupos vecinos acfalos, que practican laautonoma de poblado y una estructura de parentesco no-ramificada (es-

    pacialmente). El resultado es que las sociedades segmentarias tienen gru-

    pos ms amplios a que recurrir gracias a sus reglas de descendencia, ypor esto tienden a expansionarse en el territor io de los vecinos no seg-mentarios (Sahlins 1961). O, por otra parte, el nivel de jerarqua subrayadoentre los mbembe acfalos del sur de Nigeria, tanto si es poltica a nivelde barrio o a nivel general de poblado, dependa de sus pautas de con-flicto y evacuacin lejos de los grupos hostiles del norte (Harris 1962).En el ejemplo de los mbembe, la estructura de autoridad de la polityes influida por las relaciones horizontales entre las politys, mientras queen los ejemplos citados de linajes segmentarios (Sahlins 1961), la estruc-tura misma de autoridad tiende a determinar el resultado de las hostili-dades entre polities.

    Desde el punto de vista horizontal es importante saber cules sonlas relaciones, sus metas, y efectos, cuando partes de una polity se rela-cionan con el todo supuest o el hecho de que las partes tienen algn

    grado de autonoma, es decir, que pueden ser consideradas como sistemaspolticos por derecho propio. Con relacin a algunos tipos de anlisis,este trabajo ya estara hecho si la polity entera fuese estudiada como untodo y relacionada con cada parte. Sin embargo, en antropologa tratamosms frecuentemente de partes de sociedades incorporadas a entidades msamplias. De este modo las relaciones de los sistemas polticos que obser-vamos en entidades ms amplias, tales como el Estado-nacin en el que losantroplogos han estado preocupados, se convierten en una tarea impor-tante y han sido discutidas en detalle por numerosos escritores (p. ej. Apter1961, Geertz 1963). Las interrelaciones de diferentes tipos de los siste-mas tradicionales de autoridad incorporados en nuevos Estados-nacin ape-nas han comenzado, y todava es difcil ver surgir cualquier pauta generalen estas clases de investigaciones. Lo que se necesita aqu son seriesde estudios de casos mostrando las relaciones de las polities tradicionales no-occidentales con sus reas nacionales y regionales ms modernas deorganizaciones gubernamentales, de forma que podamos empezar a verqu variables estn asociadas con qu clase de respuesta y qu tipo prin-cipal de estructura de autoridad (cf. Cohen y Middleton 1970).

    50

    Conclusin

    Como lo hemos definido aqu, el sistema poltico comprende la es-tructura de autoridad de una sociedad en su relacin con la distribucindel poder, y estas interpelaciones se agotan en la toma de decisiones dela vida diaria de una polity. La evolucin general o macro-evolucin delos sistemas polticos es un asunto de anlisis comparativo, del mismomodo con que este tema es tratado en la parte IV de este libro, tanto

    por medio de comparaciones r estringidas como de anlisis de datos colec-

    tivos de amplias muestras de sociedades. A nivel local o micro-nivel, laestrategia de enfoque del estudio de los sistemas polticos no es simple-mente la descripcin de entidades estticas. Al considerar la estructura deautoridad como una variable dependiente en el proceso poltico, e incluirtambin la socializacin poltica y las relaciones interpolity como unconjunto de prcticas que parten y afectan a la estructura de autoridad,hemos establecido, en efecto, un modelo para describir las dinmicas delsistema.

    Este modelo de anlisis no nos compromete a excluir nada en par-ticular, de modo que el enfoque de sistemas no est necesariamente encontradiccin con la estrategia ms antigua del trabajo de campo etno-grfico. En su lugar invita simplemente a que enfoquemos el rea deinvestigacin y explicacin sobre un problema, y luego a encontrar lasrespuestas dondequiera que ocurran en la actuacin de la vida social y

    cultural de la polity. Cuanto ms completa sea la explicacin, msampliamente se buscar y examinar el ambiente sociocultural entero paraponerle en relacin con la estructura y los procesos en que estamosinteresados. En otras palabras, hemos recorrido un largo camino hacia laantropologa positiva si seguimos insistiendo que el sistema poltico no essolamente la estructura de autoridad sino su actuacin, desarrollo y

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