Rousseau y Comenius

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Rousseau y Comenius / Concepto de infancia

El nio del maana: quines son los nios hoy? por: Mariela A. Carassai A partir del siglo XVIII aparece un inters distinto por el nio que culminar con una concepcin de la infancia distinta y propia de la modernidad. La escuela surge como producto de la modernidad, como as tambin la concepcin de infancia. De esta forma, la escuela impone su forma de socializacin que se ejerce sobre la poblacin infantil, es decir, implica formas de disciplina que son canalizadas por esta institucin. La niez constituye, a su vez, el elemento por el cual no hubiese sido posible la produccin pedaggica, que no slo proyecta una infancia deseada sino tambin constituye una fuente de preocupaciones tericas, como las expresadas por la psicologa y la pediatra, entre otras. De todas ellas, la pedagoga es la que elabora un discurso de la infancia en situacin escolar, en donde se imprime e impregna toda la produccin disciplinaria; abocndose a la infancia integrada en las instituciones escolares que se especializan en producir adultos, siendo considerado al nio en tanto que es alumno. Fue Phillipe Aris en 1960 quien desde el mbito de la historia y la demografa afirma sobre ciertas caractersticas histricas de la infancia, demostrando que sta se trata de una construccin histrica moderna en la que, adems, la institucin escolar ocupa un rol destacado. Cabe aclarar que anteriormente a esta concepcin, los nios eran considerados como adultos pequeos, es decir, no se diferenciaban de los adultos; lo que Aris denomina Ancien Rgime. Segn Glis, la infancia deja de ocupar su lugar como residuo de la vida comunitaria, como parte de un gran cuerpo colectivo. Esta concepcin nueva de la infancia, entendindola desde una perspectiva histrica (y por lo tanto cambiante) es una construccin social que tiene determinadas caractersticas: se concibe al nio como un cuerpo heternomo, que necesita ser educado y que es dependiente de los adultos; en trminos de Glis, el nio es una cera blanda. La infancia es una construccin moderna, difundida por la adjudicacin de caractersticas como la dependencia y la heteronoma, a una parte de la sociedad, caractersticas que se plasman en instituciones y discursos que son punto de partida y de llegada de la pedagoga. Aris destaca el surgimiento del sentimiento de infancia a partir del siglo XV en Europa, debido a las nuevas formas de trfico comercial y produccin mercantil que hacen eclosin finalizando en la Edad Media con una lenta transformacin de actitudes, sentimientos y relaciones frente a la infancia. En la modernidad, el nio es percibido como un ser inacabado, carente, reconocindose en ste la necesidad de resguardo y proteccin. Esta transformacin implica la aparicin del cuerpo infantil (Narodowski, 1994) Es a partir de los siglos XV a XVII, cuando se vislumbra un cambio de responsabilidades atribuidas a los ms pequeos, como un cuerpo que inspira amor, ternura y preocupacin, que necesita ser amado y educado, deberes cuya responsabilidad esta a cargo la familia.

De modo que este sentimiento de infancia con relacin a la niez implica una nueva caracterizacin, en donde la dependencia constituye no slo una diferencia con el adulto, sino tambin un sometimiento a ste, ya que el nio es carente, necesitado de proteccin e incompleto. Estas faltas slo podrn ser compensadas por el adulto que es un ser autnomo, independiente y completo. Sin este sentimiento moderno de infancia no hubiese sido posible la produccin de un discurso pedaggico como el expresado en el mile ou de leducation de Jean Rousseau; donde aparecen estas reflexiones acerca de la infancia y que configuran la pedagoga moderna. En este texto, se da a la niez un lugar especial, caracterizado y determinado, diferencindolo del adulto. La obra descubre la infancia nombrndola y normatizando su existencia (Narodowski, 1994) Este descubrimiento implica amarlo, reivindicarlo, comprenderlo y protegerlo; ya que el paso del nio al adulto se va dando de una forma natural: del no - adulto a la adultez, de la dependencia a la autonoma, de la carencia de razn a la razn adulta. En este sentido, la educacin es el instrumento que permite que esto transcurra naturalmente. En el Emile, el nio es carente de razn adulta, por lo que necesita de un adulto, de su proteccin, de las leyes de un adulto, es decir, es un ser heternomo. Es el adulto quien compensa la carencia del infante evitando aquello que es antinatural y que le permita al nio seguir el natural sendero hacia la adultez. Comenius en La Didctica Magna (136 aos antes de que la pedagoga diera a luz a la infancia moderna en el mile) expone una concepcin de infancia totalmente distinta de la expuesta por Rousseau, ya que el cuerpo infantil no es objeto de reflexin, lo que interesa es hallar el orden en todo, la gradualidad que va de lo ms simple a lo ms complejo. Donde la infancia tambin est sujeta a esta gradualidad que va de lo simple y carente a la completitud. La diferencia fundamental entre estos dos autores reside en que mientras para Rousseau la infancia implica una peculiaridad humana en el sentido de la capacidad natural de ser formado la naturaleza quiere que los nios sean nios antes de ser hombres (mile, pag.: 108); para Comenius, la infancia implica un proceso gradual que va desde lo simple (el nio) a lo complejo (el adulto) como en todas las cosas, radicando la diferencia en una cuestin de grado de desenvolvimiento en donde lo importante es la accin sobre la niez a travs de un mtodo de enseanza eficaz que ensee todo a todos, denominado ideal pansfico. En Comenius, nio y alumno son indistinguibles. El nacimiento de la infancia moderna trae el necesario alejamiento de nio en relacin con la vida cotidiana de los adultos, siendo la escuela quien contribuye a este alejamiento. Se deja de considerar al nio como adulto pequeo para colocarlo en su lugar de infante. Como se mencion anteriormente, junto con el nacimiento del sentimiento de infancia, tambin surgieron otros discursos que normativizaron al cuerpo infantil y demarcaron los lmites entre ste y la adultez. Es gracias a la accin del discurso pedaggico que han sido posibles las categoras y

conceptos que a lo largo de la modernidad han teido el pensamiento acerca de la infancia. De modo que es a partir de esta concepcin de nio, que se construye al objeto alumno, del que se desprenden distintos atributos a partir de la escolarizacin, es decir, de la absorcin y el encierro del cuerpo infantil. El alumno, en tanto infante y el maestro, en tanto adulto, les atae distintos deberes y derechos impuestos por el discurso pedaggico. Resumiendo lo anterior, lo que garantiza la permanencia de la niez en la escuela es la disciplina, entendida sta desde una perspectiva foucaultiana, implica una manipulacin del cuerpo infantil que se educa, que obedece y se le da forma, se trata de un cuerpo dcil, maleable, que permite un control minucioso del cuerpo del nio, un disciplinamiento. La pedagoga va a ser la disciplina que va a categorizar la infancia por medio del discurso pedaggico. Aris seala que la infancia ha permanecido en la sombra durante bastantes siglos. No es, pues, sorprendente verla reaparecer en la poca en la que la cultura escrita y por consiguiente la escuela, reconquista sus derechos y se difunde a partir del siglo XII De modo que la infancia se constituye escolarmente y una parte cuantitativamente relevante de la poblacin es infantilizada a travs del ejercicio de una relacin de poder instituida en el mbito denominado escuela' (Narodowski, 1994) Cabe aclarar que la pedagoga comeniana implanta una serie de dispositivos discursivos sin los cuales es prcticamente imposible comprender la mayor parte de las posiciones pedaggicas. En este trabajo prestaremos especial atencin a uno de ellos, la alianza escuela-familia, debido a que representa el encierro del cuerpo infantil en esta institucin que surge simultneamente con el sentimiento moderno de infancia, como as tambin uno de los que hace efectivo el ideal pansfico anteriormente mencionado. La operacin de universalizacin comienza con el pase de la educacin familiar a la escolarizacin, ya que ya no alcanza la accin del padre para educar correctamente a los hijos; son los especialistas que, con mtodos racionales, habrn de actuar ordenadamente y eficientemente sobre la niez. Este pasaje de la accin del padre que no es suficiente y carente de mtodo racional, pasa a ser desempeada por el docente. Este traspaso de la educacin infantil a la esfera pblica requiere de un dispositivo de Alianza, es decir, un contrato tcito entre los padres y los maestros, ya que de otro modo, no es posible la universalizacin de la educacin. Rousseau expresa esta alianza al extremo cuando hace mencin a que, si el maestro carga con el deber que naturalmente le corresponde al padre, tambin heredar sus derechos naturales; en cambio, como para Comenius la infancia est dada por la necesidad de todo ordenamiento gradual de poseer un punto de partida simple y carente a partir del cual se erige la completitud deseada, no es necesario disponer de mecanismos coactivos para garantizar la permanencia de la Alianza. El docente es el adulto portador de saberes, que basa su mando y autoridad en una legitimidad, basada en sus conocimientos. Los docentes son quienes determinan qu alumnos son buenos y cules malos. La pedagoga como disciplina, por un lado, caracteriza a la infancia y por otro lado, los nios son objetos de dos operaciones: constituyen un campo de anlisis y son

empujados a emigrar del seno de la familia a unas instituciones en donde puedan abandonar o superar la carencia que les es constitutiva. La accin del nio ahora ser juzgada y consecuentemente corregida en relacin con los instrumentos tericos que la pedagoga ha construido para intervenir en ella. La pedagoga caracteriz en la utopa pedaggica el nio del maana que quera formar. Pero, como se mencion al principio, este concepto de infancia es una construccin histrica y, por lo tanto, cambiante. La fuerza del discurso pedaggico ha declinado, por lo que en la actualidad asistimos, aparentemente, a una decadencia de la pedagoga moderna: el fin de la infancia caracterizada por el quiebre del modelo de dependencia y heteronoma respecto del adulto. Si bien el docente contina siendo un componente central en el funcionamiento escolar, la diferencia radica en que el docente se encuentra bajo sospecha, deslegitimado como el que ocupa el lugar del saber; y actualmente ya no existen los malos alumnos sino que las patologas son trasladadas a las instituciones y/o docentes. Y si bien el mtodo predominante de la actividad escolar sigue siendo la instruccin simultnea, ya no hay un mtodo insdicutido, eficaz para ensear (en trminos de Comenius), sino mtodos que conviven y divergen. El lugar del docente como lugar exclusivo del que sabe est puesto en cuestin por la aparicin de los medios electrnicos de comunicacin y el acceso al saber a travs de esos mecanismos extraescolares; un acceso a la informacin equivalente al adulto, y por qu no decirlo, superior. Las posibilidades de conocer no se hallan nicamente en el mbito escolar; la escuela ya no es el nico mbito de transmisin de conocimientos. Ya no slo los textos se asemejan narrativamente a la historieta o al zapping televisivo, sino tambin al denominado hipertexto, relacionado con las nuevas herramientas informticas, entre ellas y la ms importante, la Internet. Esto produce un corrimiento de los lugares de quienes saben y quienes no saben. Hoy, el docente debe correrse a un lado y atenerse a lo que los nios traen desde afuera de la escuela. De modo que se hace una concesin enorme por parte de la institucin escolar al resto de las culturas extraescolares e indica la violenta modificacin del sentido de la Alianza. El dispositivo de Alianza escuela - familia ha cambiado el sentido, ya que antes los conflictos de resolvan indiscutiblemente a favor de la escuela; hoy la solucin de conflicto no es nica ni previsible. El discurso pedaggico le indica al maestro que debe aceptar y comprender la existencia de una multiplicidad de opciones culturales, teniendo que resignar su posicin autoritaria a una posicin que se adapte a la situacin y consense no slo con los padres, sino tambin con los nios. Este modelo de dependencia y heteronoma respecto al adulto est quebrado. Esta crisis se reconvierte; ahora es el nio un ser independiente y con sus propias reglas. Dos son las concepciones que ponen en tela de juicio a la concepcin de infancia moderna: la infancia hiperrealizada y la infancia desrealizada (Narodowski, 1999).

La primera se trata de una infancia de la realidad virtual (Internet, cable, etc.), donde prevalecen la satisfaccin inmediata y la demanda de la inmediatez. La segunda, es la infancia de la realidad real, que vive en la calle, que es autnoma e independiente, que est excluida de la Internet y tambin excluida institucionalmente. Una infancia de la realidad virtual armnica y equilibrada versus la infancia de la realidad real, violenta y marginal. Este quiebre en la concepcin de infancia moderna, nos obliga a discutir y reflexionar acerca de si puede hoy la pedagoga formar el nio del maana. Sobre la autora: Licenciada por la Universidad Nacional de Quilmes (2001). Especialista en Educacin, con Orientacin en Gestin Educativa y Candidata a Master por la Universidad de San Andrs con beca nominada "Paz Illobre". Es Miembro del Programa Prioritario de Investigacin Sujetos y Polticas en Educacin, dirigido por el Doctor Mariano Narodowski. Universidad Nacional de Quilmes (1998). Coordinadora de la Comisin del Boletn de LEA (Lugar por la Educacin Argentina). Fuente: Revista electrnica "Contexto Educativo" Argentina - Febrero de 2003