Scokpol Theda_Los Estados y Las Revoluciones Sociales

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  • SCS,'OI-..( 13THEDA SKOCPOL

    LOS ESTADOSY LAS REVOLUCIONES

    I

    SOCIALESUn andlisis comporatiuo de Francia,

    Rusia y China

    Traducci6n deJllA;>.; JOSf, UTRll.L\

    L.

    DFONDa DE CULTURA ECONOMICA

    MEXICO

  • Plimera edidon en inglb, 1979Primera edicion en espanol. 19M A

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    Titulo original:Sl4les and Social RelJolutions. A Comparative Analysis 01FIance, Russia. and China 1979. Cambridge Universily Press. CambridgeISBN 0_521-29499-1

    D. R. 19lH, FONDO O[ Cl:Lnlll.~ ECONOMICAAv. de Ia Univclsidad, 975; 03100 Mexico. D. F.

    ISBN 968.16-1688-X

    Impreso en Mexico

  • :1

    I. LA EXPLICACION DE LAS REVQLUCIONESSOCIALES: OTRAS TEORIAS

    Las revoluciones son las locomotoras de la historia.

    KARL MARX

    La controversia sobre las diferentes opiniones de"metodologia" y de "teoria" se lIeva adelante, apro-piadamente, en intima y continua relaclon con losproblemas reales [...] EI earacter de estos problemasIimita y sugiere los metodos y conceptos que seemplean y como se emplean.

    C. WRIGHT MILLS

    LAS REVOLUCIONES sociales han sido acontecimientos excepcio-nales, pero gigantescos en la historia universal moderna. DesdeFrancia, en el decenio de 1790, hasta Vietnam, a mediados delsiglo xx, estas revoluciones han transfonnado las organizacio-nes de los Estados, las estructuras de clase y las ideologias do-minantes. Han hecho nacer naciones cuyo poder y autonomiasuperaron claramente a sus propios pasados prerrevolucionariosy dejaron atras a otros paises que se hallaban en circunstanciassimilares. La Francia revolucionaria se convirtio de pronto enun poder conquistador en la Europa continental, y la Revolu-cion rusa genero una superpotencia industrial y militar. La Re-volucion mexicana dio a su patria la fuerza politica necesariapara convertirse en una de las naciones mas industrializadas entrelas naciones poscoloniales, y en el pais de America Latina menosexpuesto a asonadas militares. Desde la segunda Guerra Mun-dial, la culminacion de un proceso revolucionario que llevabalargo tiempo en gestacion ha reunido y transfonnado a la antesquebrantada China. Y nuevas revoluciones sociales han capaci-tado a paises descolonizados y neocoloniales, como Vietnam yCuba, a romper las cadenas de una extremada dependencia.

    Y las revoluciones sociales no se han limitado a una importan-cia nacional. En algunos casos, las revoluciones han hecho surgirmodelos e ideales de inmensa repercusion y atractivo interna-cional, especialmente donde las sociedades transfonnadas hansido numerosas y de importancia geopolitica, verdaderas 0 poten-

    19

  • ! Franz Schurmann, Ideology and Organization in Communist China,2~ ed., Berkeley, University of California Press, 1968, p. xxxv. Tam-bien la frase anterior sobre China y Rusia fue parafraseada de Schurmann.

    2 Elbaki Hermassi, "Toward a Comparative Study of Revolutions",en Comparative Studies in Society and History 18 :2, abril de 1976, p. 214.

    ciales Grandes Potencias. Los ejercitos patrioticos de la Franciarevolucionaria llegaron a dominar gran parte de Europa. Desdeantes de sus conquistas y despues de su derrota militar, losideales revolucionarios franceses de "Igualdad, Libertad, Frater-nidad", encendieron las imaginaciones que se hallaban en buscade liberacion social nacional: sus efectos llegaron desde Ginebrahasta Santo Domingo, desde Irlanda hasta la America Latina yla India, e influyeron en los subsiguientes teoricos de la revolu-cion; desde Babeuf hasta Marx y Lenin, hasta los anticolonialistasdel siglo xx, La Revolucion rusa asornbro al Occidente capitalis-ta y desperto las ambiciones de las naciones surgientes, al de-mostrar que el poder del Estado revolucionario, dentro delespacio de dos generaciones, podia transformar a un atrasadopals agrario en la segunda potencia industrial y militar del mun-do. Lo que la Revolucion rusa fue por la primera mitad del sigloxx, 10 ha sido la Revolucion china para la segunda. Al mostrarque un partido leninista podia conducir a una mayorfa campesi-na en las luchas economicas y militares, "ha hecho surgir unagran potencia que se proclama como modelo revolucionario yde desarrollo para los paises pobres del mundo".' El "modelo deYenan" y "el campo contra la ciudad" han ofrecido nuevosideales Y modelos renovados para las esperanzas de los naciona-listas revolucionarios a mediados del siglo xx. Ademas, como 10ha subrayado Elbaki Hermassi, las grandes revoluciones no so-lo afectan a quienes, en el exterior, quisieran imitarlas. Tambienafectan a los hombres de otros paises que se oponen a los idea-les revolucionarios, pero que se yen obligados a recoger los retoso a enfrentarse a las amenazas planteadas por el vigorizado po-der nacionalista que se ha generado. "El earacter universal de lasrevoluciones significa, dice Herinassi, que ejercen un efecto de-mostrativo mas alla de las fronteras de su pais de origen, con unpotencial para desencadenar oleadas de revolucion y contrarre-volucion dentro de unas sociedades y entre unas y otras."?

    Desde luego, las revoluciones sociales no han sido las unicasfuerzas del cambio en acci6n en la epoca moderna. Dentro de lamatriz de la "Gran Transformacion" (es decir, la comercializa-cion e industrializaci6n mundiales, y el surgimiento de los Es-

    3 Buenos 'i,jemplos son las rebeliones basadas en el campesinado querecurrenternente conmovieron a la Europa medieval y a la China imperial.Las rebeliones chinas ocasionalmente lograron derrocar y aun remplazardinastfas, percl> no transformaron fundamentalmente la estructura socio-poHtica. Para mayor estudio y referencia, vease el capitulo III.

    4 Como yo interpreto el caso, la Revoluci6n inglesa (1640-1650 y1688-1689, en conjunto) es un ejemplo excelente de revolucion polftica,Lo que se realizo fundamentalmente fue el establecimiento del gobiernoparlamentario 'mediante la revuelta de secciones de la clase terratenientedominante contra potenciales monarcas absolutos, EI caso se analiza en loscapitulos m y v. Otro buen ejemplo de revoluci6n polftica pero no sociales la Restauraci6n Meiji japonesa, que sera analizada en el capitulo II.

    I

    tados nacfonales y la expansion del sistema de Estados eu-ropeos, hasta abarcar todo el globo) en cada pais han ocurridotrastornos politicos y cambios socioeconomicos. Mas dentro deesta matriz' merecen especial atencion las revoluciones sociales,no solo por su extraordinaria importancia para las historias de lasnaciones y del mundo sino tambien por su clara pauta de cam-bio sociopolitico.

    Las revoluciones sociales son transformaciones rapidas y fun-damentales de la situacion de una sociedad y de sus estructurasde clase; van acompafiadas, y en parte son llevadas por las revuel-tas, basadas en las clases, iniciadas desde abajo. Las revolucionessociales se encuentran aparte en las otras clases de conflictos yprocesos transformativos, ante todo, por la combinacion de doscoincidencias: la coincidencia del cambio estructural de la socie-dad con un levantamiento de clases, y la coincidencia de la trans-formaci6n politica con la social. En contraste, las rebeliones, auncuando triunfen, pueden abarcar la revuelta de clase subordinada,pero no termina en el cambio estructural. 3 Las revoluciones polioticas transforman las estructuras de Estado, y no necesariamentese realizaron por medio de conflicto de clases." Y los procesoscomo la industrializacion pueden transformar las estructurassociales sin necesariamente producir, ni resultar, de subitos cam-bios politicos 0 de basicos cambios politico-estructurales. 1.0que es exelusivo de la revolucion social es que los cambiosbasicos de la estructura social y de la estructura politica ocurrenunidos, de manera tal que se refuerzan unos a otros. Y estoscam bios ocurren mediante intensos conflictos sociopoliticos, enque las luchas de clase desernpefian un papel primordial.

    Este concepto de las revoluciones sociales difiere de otrasmuchas definiciones de la revolucion, en varios aspectos impor-tantes. En primer lugar, identifica un objeto complejo de expli-

    21LA EXPLlCACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALESINTRODUCCION20

  • 22 INTRODUCCION!' LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 23

    cacion, del que hay relativamente pocos ejemplos historicos.Hace esto en lugar de multiplicar el mimero de casos para suexplicacion concentrandose tan solo en un rasgo analitico (co-mo la violencia 0 el conflicto politico) compartido por muchosacontecimientos de naturaleza y resultados heterogeneos."Estoy firmemente convencida de que la sobresimplificacionanalftica no puede llevamos hacia explicaciones validas y com-pletas de las revoluciones. Si nuestra intencion es comprenderlos conflictos y cambios en gran escala, como los que ocurrie-ron en Francia entre 1787 y 1800, no podremos avanzar si par-timos con unos objetos de explicacion que solo afslen los as-pectos que comparten tales hechos revolucionarios, como porejemplo motines 0 golpes de Estado. Hemos de considerar a lasrevoluciones como conjuntos, como totalidades, en gran partede su complejidad. -

    En segundo lugar, esta definicion hace de la transformacionsociopolitica lograda -el cambio autentico de las estructurasde Estado y de clase-, parte de la especificacion de 10 que ha-bremos de llamar revolucion social, en lugar de dejar que el cam-bio dependa de la definicion de "revolucion", como 10 han he-cho otros muchos estudiosos." La razon de ello es mi creencia

    5 Para ejemplos de intentos de explicar las revoluciones mediante es-trategias de simplificacion analitica, v~anse las varias obras citadas en lasnotas 18 y 20 de este capitulo. Mas adelante ampliare las ideas de dosimportantes teoricos, Ted Gurr y Charles Tilly, los cuales subsumen lasrevoluciones dentro de categorfas analfticas mas generales, aunque de tiposcontrastantes.

    6 Tres ejemplos de estudiosos que dejan contingente el cambio (estruc-tural) son: Arthur L. Stinchcombe, "Stratification Among Organizationsand the Sociology of Revolution", en Handbook ofOrganization, ed. JamesG. March, Revolution, Reading, Mass.; Addison-Wesley, 1978, cap. vn, YD. E. H. Russell, Rebellion, Revolution, and Armed Force, Nueva York,Academic Press, 1974, cap. IV. Quienes desean dejar eontingente el cam-bio generalmente arguyen que nada se pierde haciendolo, dado que des-pues de haber examinado las causas de los estallidos, resulten 0 no en cam-bios reales, se puede proceder a preguntar qu~ causas adicionales explicanel subconjunto de estallidos que conducen a los cambios logrados, Peropara aceptar este tipo de argumento, habrfamos de estar dispuestos a supo-ner que las transformaciones sociorrevolucionarias triunfantes no tienencausas estructurales distintivas a largo plazo, ni requisitos previos. Hemosde suponer que las revoluciones sociales son simplemente revolucionespolfticas 0 rebeliones de masas que poseen algt1n ingrediente adicional, acorto plazo, como el triunfo militar 0 Ia determinacion de los dirigentesideologicos para implantar los cam bios despues de subir al poder. Todo elargumento de este libro se basa en la suposicion opuesta: que las revolucio-nes sociales sf tienen causas a largo plazo, y que se desarrollan a partir de

    en que las revoluciones sociales triunfantes probablemente sur-gen de distintos marcos macroestructurales e historicos, mas quelas revoluciones sociales fallidas 0 las transformaciones politicasque no van acompafiadas por transformaciones de la relacion deelases. Como me propongo enfocar exactamente esta cuestion enmi analisis de historia comparada --en el cual las revolucionessociales son comparadas con los casos fallidos y con las transfor-maciones no social-revolucionarias-, mi concepto de la revolu-cion social necesariamente une en relieve el cambio triunfalcomo basico rasgo definitorio.

    Entonces, ;,como explicar las revoluciones sociales? ;'Dondehemos de buscar maneras fructfferas de analizar sus causas y susconsecuencias? A mi parecer, las teorias sociocientificas de larevolucion no son adecuadas.? Por consiguiente, el principalproposito de este primer capitulo sera presentar y defender losprincipios y metodos de analisis que representan alternativas aaquellos que comparten todos (0 casi todos) los enfoques existen-tes, Yo argtiire que, en contraste con los modos de explicacionempleados por las teorias que hoy prevalecen, las revolucionessociales no deben analizarse desde una perspectiva estructural,prestando especial atencion a los contextos intemacionalesy a los acontecimientos, en el interior y en el exterior, queafectan al desplome de las organizaciones de Estado de los an-tiguos regfmenes y la construccion de nuevas organizaciones deEstados revolucionarios. Ademas, sostendni que el analisis teo-rico comparativo es la forma mas apropiada para desarrollar ex-

    contradicciones estructurales y potenciales inherentes a los antiguos regf-menes.

    7 No pretendo haber analizado toda la literatura sociocientffica sobrelas revoluciones. Dos libros que aportan crCticas a tal literatura son: A. S.Cohan, Theories of Revolution: An Introduction, Nueva York, HalstedPress, 1975, y Mark N. Hagopian, The Phenomenon of Revolution, NuevaYork, Dodd, Mead, 1974. Tambien se encuentran criticas en Isaac Kram-nick, "Reflections on Revolution: Definition and Explanation in RecentScholarshi~", en History and Theory, Il iL, 1972, pp, 26-63; MichaelFreeman, "Review Article: Theories of Revolution", en British Journal ofPolitical Science 2.3, julio de 1972, pp. 339-59; Barbara Salert, Revolutionsand Revolutionaries: Four Theories, Nueva York, Elsevier, 1976; LawrenceStone, "Theories of Revolution", en World Politics, 18:2, enero de 1966,pp, 159-76; Perez Zagorin, "Theories of Revolution in Contemporary Histo-riography", en Political Science Quarterly, 88, 1 de marzo de 1973, Pp. 23-52; y Theda Skocpol; "Explaining Revolutions: In Quest of a Social-Structural Aproach", en The Uses of Controversy in Sodology, eds.Lewis A Coser y Otto N. Larsen, Nueva York: Free Press,1976, pp.155-75.

  • plieaeiones de las revoluciones que, al mismo tiempo, esten en-raizadas en la historia y sean generalizables, mas alia de casosaislados.

    Para facilitar la siguiente presentacion de estas opcionesteoricas y metodologicas, sera util identificar los grandes tiposde las teorias sociocientificas de la revolucion, esbozando bre-vemente las caraeteristicas principales de cada una, tal como semanifiesten en la obra de algun autor representativo. EI tipo deteoria que estoy por resumir de esta manera ha sido adecuada-mente llamado las teorias "generales" de la revolucion; es de-cir, se trata de esquemas conceptuales formulados bastante am-pliamente y de hipotesis que pretenden ser aplicables a travesde muchos ejernplos historicos particulares. Este libro no repre-senta exactamente la misma indole de esfuerzo que esas teoriasgenerales. En cambio, como otros estudios comparativos, his-toricamente enraizados de las revoluciones -como Social Ori-gins of Dictatorship and Democracy, de Barrington Moore, Jr.,Peasant Wars of the Twentieth Century, de Eric Wolf, y ModernRevolutions, de John Dunn-e" este libro analiza basicamenteen profundidad un conjunto de casos. Sin embargo, tambiencomo estas obras (y quizas aun mas resueltamente que las dos ul-timas) mi libro no solo pretende narrar los casos uno tras otrosino, antes bien, comprender la l6gica generalizable en accionen todo el conjunto de revoluciones que analiza. Claro esta quelos tipos de coneeptos e hipotesis que se encuentran en las teo-rias generales de la revolucion son potencialmente aplicablesa la labor explicativa del historiador comparativo. De hecho, to-do estudio comparativo, 0 bien se alimenta de las ideas, 0 reae-ciona contra ellas, planteadas por los teoricos cientffico-socialesde la revoluci6n, desde Marx hasta historiadores mas contem-poraneos, Por consiguiente, las teorfas generales que resumenbrevemente, aunque no nos permiten explorar los argumentosmucho mas ricos de los existentes tratamientos historico-com-parativos de las revoluciones; sin embargo, si aportan una maneraeconornica de identificar las cuestiones teoricas basicas perti-nentes, para su comentario posterior.

    Por tanto, me perrnito pensar que es util eonsiderar las actua-les teorias sociocientificas de la revolucion agrupadas en cuatro

    8 Barrington Moore, Jr., Social Origins of Dictatorship and Democracy:Lord and Peasant in the Mailing of the Modern Wo1"ld. Boston, BeaconPress, 1966; Peasant Wars of the Twentieth Century, Nueva York, Harper& Row, 1969, y John Dunn. Modern Revolutions, An Introduction to theAnalysis of a Political Phenomenon, Cambridge, Cambridge UniversityPress, 1972.

    24 INTRODUCCION

    :,

    LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 25I

    familias, que enfocare una tras otra. La mas obviamente aplica-ble a estos agrupamientos es la teoria marxista; y donde mejorestan representadas sus ideas claves es en las obras del propioKarl Marx.' Como partidarios activos de este modo de cambiosocial, los marxistas han sido los analistas sociales mas conse-cuentemente interesados en el entendimiento de las revolucio-nes sociales como tales. Desde luego, en el tumultuoso siglotranscurrido desde la muerte de Marx, se han desarrollado mu-chas tendencias divergentes dentro de las propias tradiciones in-telectuales y pol iticas marxistas: las siguientes teorfas marxistasde la revolucion van, desde los deterministas tecnologicos, talescomo Nikolai Bujarin (en Materialismo hist6rico ),9 hastalos estrategos de la politica como Lenin y Mao.I? y hasta mar-xistas occidentales como Georg Lukacs, Antonio Gramsci y"estructuralistas" contemporaneos como Louis Althusser; 1 1 noobstante, el enfoque original de Marx a las revoluciones ha se-guido siendo la base indiscutida, aunque diversamente interpre-tada, de todos estos marxistas posteriores.

    Los elementos fundamentales de la teoria marxista puedenidentificarse directamente sin negar en absoluto el hecho de quetodos sus elementos estan abiertos a muy variados pesos e inter-pretaciones; Marx entendio las revoluciones no como episodiosaislados de violencia 0 conflicto, sino como movimientos, basa-dos en clas.ls sociales, que surgfan de las contradicciones estruc-turales objecivas que habia dentro de sociedades historicamentsdesarrolladas e inherentemente conflictivas entre sus clases. ParaMarx, la clave de toda sociedad es su modo de produccion 0 su

    9 Nikolai Bujarin, Historical Materialism: A System of Sociology, trad,de la 3'!- edici6n rusa, ed., 1921, University of Michigan Press, 1969,esp, cap. VII.

    10 Vease : ~{obert C. Tucker, ed., The Lenin Anthology, Nueva York,Norton, 1975; esp, pts. 13; y Stuart R. Schram, ed., The Political Thoughtof Mao Tee-tung, ed. corregida y aumentada, Nueva York, Praeger, 1969,esp, pts, 2-6 .. Puede encontrarse una buena exposicion de las bases de lasteorias de Lenin y Mao sobre la revoluci6n en Cohan, Theories of Reuo-lution, cap. v,

    11 Vease especialmente, Georg Lukacs, History and Class Consciousness,trad, Rodney Livingstone, Cambridge: The MIT Press, 1971; AntonioGramsci, Selections from the Prison Notebooks, ed. y trad. Quintin Hoarey Geoffrey Nowell Smith, Nueva York, International Publishers. 1971 yLouis Althusser, "Contradiction and Overdetermination", pp. 87-128,en For Marx. ed. Althusser, trad, Ben Brewster, Nueva York, Vintage Books,1970. Be encuentra un analisis de los acontecimientos hist6ricos de lasdiversas corrientes del "Marxismo occidental" en Perry Anderson, Conside-rations on Western Marxism, New Left Books, Londres, 1976.

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    combinacion especifica de fuerzas economicas 'de produccion(tecnologia y division del trabajo) y sus relaciones de clase depropiedad y apropiacion del excedente. Estas uitimas, las rela-ciones de produccion, son especialmente decisivas:

    Es siempre la relaeion directa de los propietarios de las condiciones deproduceion con los productores directos -relacion siempre naturalmen-te correspondiente a determinada etapa del desarrollo de los metodosde trabajo y por consiguiente, a su productividad so~ial- la que revelala mas recondita, la base oculta de toda la estructura social y, conella, la forma politlca de la relaeion de soberania y dependencia; en po-cas palabras, la correspondiente forma especifica del Estado. 12

    La fuente basica de una contradiccion revolucionaria en lasociedad, segun la formulacion teorica mas general de Marx, esel surgimiento de una dislocacion dentro de un modo de pro-duccion entre las fuerzas sociales y las relaciones sociales deproducci6n.

    AI lIegar a determinada etapa de su desarrollo, las fuerzas productivasmateriales de la sociedad entran en contradiccion con las relacionesde produceion existentes 0, 10 que no es mas que la expresion juridica deesto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desen-vuelto hasta alii. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas,estas relaciones se convierten en trabas. Y surge asi una epoca de revo-lucien social. 13 .A su vez, esta dislocacion se expresa en intensificados conflic-

    tos de masas. La generacion de un modo naciente de producciondentro de los confines de otro ya existente: de capitalismo den-tro de feudalismo, de socialismo dentro del capitalismo, creauna base dinamica para el crecimiento de la unidad y de la con-ciencia de cada clase protorrevolucionaria, por medio de conti-nuas luchas dentro de la clase dominante que ya existia. Asi,conduciendo hasta las revoluciones burguesas de Europa, "losmedics de produccion y de cambio, sobre cuya base se ha for-mado la burguesia, fueron creados en la sociedad feudal". 14

    12 Karl Marx, Capital, Nueva York, International Publishers, 1967, vol.3, El proceso de produccibn capitalista en conjunto, ed. Friedrich Engels,pagina 791.

    13 Cita del Prologo de Marx a A Contribution to the Critique of Politi-cal Economy, reproducido en LewisS. Feuer, Marx and Engels: Basic Writ-ings on Politics and Philosophy, Anchor Books, Nueva York, Doubleday,1959, pp. 43-44.

    14 Cita de The Communist Manifesto. reproducido en Karl Marx yFriedrich Engels, Selected Works, International PUblishers, Nueva York,1968, p. 40.

    Cada etapa de la evolucion recorrida por la burguesia ha ido acompaiia-da del correspondiente progreso polftico de esa clase. Estamento opri-mido bajo la domlnaeion de los senores feudales; asociacion armada yautonoma en la comuna medieval; en unos sitios, Republica Urbana In-dependiente (como en Italia y en Alemania); en otros, Tercer Estadotributario de la rnonarquia (como en Francia); despues, durante el pe-riodo de la manufactura, contrapeso de la nobleza en las monarquiassemlfeudales 0 absolutas y, en general, piedra angular de las grandesmonarquias, la burguesia, despues del establecimiento de la granindustria y del mercado universal, conquisto finalmente la hegemonfaexclusiva del poder politico en el Estado representativo modemo. IS

    De manera semejante, al establecerse el capitalismo, elprogreso de la industria, del que la burguesi'a, incapaz de oponersele, esagente involuntario, sustituye el aislamiento de los obreros, resultantede la competencia, por su union revolucionaria mediante la asocia-cion. 16

    EI proletariado pasa por diferentes etapas de desarrollo. Su lucha con-tra la burguesfa comienza con su surgimiento. AI principio, la lucha esentablada por obreros aislados; despues, por los obreros de una mismafabrica; mas tarde, por los obreros del mismo oficio de la localidad...

    A veces los obreros triunfan; pero es un triunfo effmero. EI verdaderoresultado de sus luchas no es el exito inmediato, sino la union cada vezmas extensa de los obreros. Esta union es propiciada por el crecimientode los medios de comunicacion creados por la gran industria y que po-nen en contacto a los obreros de diferentes localidades. Y basta ese con-tacto para que las muchas luchas locales, que en todas partes revistenel mismo caracter, se centralicen en una lucha nacional; en una lucha declases...

    [EI resultado es}la guerra civil mas 0 menos oculta que se desarrolla enel seno de la sociedad existente, hasta el momento en que se transfer-rna en una revolueion abierta y el proletariado?, derrocando por la vio-lencia a la burguesia, implanta su dominacion. I

    La propia revolucion se logra mediante una accion de claseencabezada por la naciente clase revolucionaria, que ha cobradoconciencia de su funcion (es decir, la burguesia en las revolucio-nes burguesas y el proletariado en las revoluciones socialistas).

    15 Ibid., p. 3716 Ibid., p. 46.17 Ibid., pp. 42-43, 45.

  • 28 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 29

    Quizas la clase revolucionaria sea apoyada por otros aliados declase, como los campesinos, pero estos aliados ni tienen plenaconciencia de clase ni estan organizados polfticarnente en es-cala nacional. Una vez que ha triunfado, una revolucion hace latransicion, del anterior modo de produccion y forma de domi-nio de clase a un nuevo modo de produccion, en que las nuevasrelaciones sociales de produccion, las nuevas formas pol iticas eideologicas y, en general, la hegemonfa de la triunfante claserevolucionaria, crean las condiciones apropiadas para el ulteriordesarrollo de la sociedad. En resumen, Marx considera que lasrevoluciones surgen de los modos de produceion, divididospor clases, y que transforman un modo de produccion en otro pormedio del conflicto de clases.

    Las otras tres familias de teor ias de la revolucion han tornadosu forma basica mucho mas recientemente que el marxismo(aunque todas ellas toman temas particulares de las teorias so-ciales clasicas, incluso las de Tocqueville, Durkheim y Weber, asicomo Marx). En realidad, en los dos ultimos decenios, de laciencia social estadounidense han surgido abundantes teoriasde la revolucion. Esta reciente proliferacion se ha interesado, .ante todo, en comprender las raices de la inestabilidad social yla violencia pol itica, no pocas veces con el proposito declaradode ayudar a establecer autoridades que prevengan 0 mejoren es-tas condiciones, tanto en el interior como en el extranjero. Sinembargo, sean las que fueren las aplicaciones propuestas, se handesarrollado elaboradas teor ias que se proponen, 0 bien explicarlas revoluciones como tales, 0 bien subsumir explicitamente lasrevoluciones dentro de alguna clase aun mas general de fenome-nos que supuestamente explican. La mayor parte de estas re-cientes teorias pueden identificarse con uno u otro de tres gran-des enfoques: las teorias de agregado psicol6gico, que pretendenexplicar las revoluciones por los moviles psicologicos de la gentepara dedicarse a la violencia politica 0 para unirse a los movi-mientos de oposicion.!" las teorias de consenso de sistemas de

    18 Convencidos de que las revoluciones se originan en los cerebros delos hombres, estos te6ricos dependen de varias teorfas psicologicas de ladinamica motivacional. Algunos basan sus argurnentos en teorfas cognosci-tivas: POl' ejemplo: James Geschwender, "Explorations in the Theory ofSocial Movements and Revolution", en Social Forces, 42:2, 1968, pp.127-35; Harry Eckstein, "On the Etiology of Internal Wars", en HistoryIJnd Theory, 4:2, 1965, pp. 133-63, y David C. Schwartz, "A Theory ofRevolutionary Behavior", en When Men Revolt and Why, James C. Davies,ed., Free Press, Nueva York, 1971, pp, 109-32. Sin embargo, la variante

    valores, que aspiran a explicar las revoluciones como respuestasviolentas de movimientos ideologicos a graves desequilibrios de lossistemas sociales; 19 y las teorfas de conflicto politico, segunlas cuales, el conflicto entre los gobiernos y los diversos gruposorganizados que luchan por el poder deben colocarse en el cen-tro de la atencion para explicar la violencia colectiva y las re-voluciones.F? Una obra teorica importante y representativa seha producido dentro de cada perspectiva: Why Men Rebel, deTed Gurr, dentro del agregado psicologico: Revolutionary Chan-ge, de Chalmers Johnson, dentro del consenso de valor de siste-

    mas plenamente desarrollada y prevaleciente de la teorfa de agregados psi-col6gicos se basa en teorfas de frustraci6n-agresi6n de comportarnientoviolento. Los te6ricos y las obras importantes en ese terrene incluyen aJames C. Davies: "Toward a Theory of Revolution", en American Socio-logical Revieui, 27, 1962, pp. 5-18, y "The JCurve of Rising and DecliningSatisfactions t_s the Cause of Some Great Revolutions and a ContainedRebellion", eM Violence in America, eds. Hugh Davis Graham y Ted RobertGurr, Signet Books, Nueva York, 1969, pp. 671-709; Ivo K. y RosalindL. Feierabend "Systemic Conditions of Political Aggression: An Applicationof Frustration, Agression Theory", en Anger, Violence and Politics, eds.IvoK. y Rosalind L. Feierabend y Ted Robert Gurr, Englewood Cliffs, N.J. Prentice-Hall, 1972, pp, 136-83, y Betty A. Neswold, "Social Changeand Political Violence: Cross-National Paterna", en Violence in America,eels. Davis y Gun, pp, 60-68, y Ted Robert Gun, "A Causal Model ofCivil Strife: ). Comparative Analysis Using New Indices", en AmericanPolitical Science Review 62, diciembre de 1968, pp. 1104-24; y "Psychol-ogical Factors] in Civil Violence", en World Politics, 20, enero de 1968, pp.245-278. ,

    19 Bajo este rubro, deseo incluir (ademas del libro de Chalmers Johnsoncitado en la nota 32): Talcott Parsons, "The Processes of Change of SocialSystems", en The Social System, Free Press, Nueva York, 1951, cap. 9;Anthony F. C; Wallace, "Revitalization Movements", en American Anthro-pologist, 58, abril de 1956, pp, 26481; Neil J. Smelser, Theory of Collecti-ve Behavior, Free Press, Nueva York, 1963; y Edward A. Tiryakian, "AModel of Societal Change and Its Lead Indicators ", en The Study of TotalSocieties, edt Samuel Z. Klausner, Anchor Books, Nueva York, Double-day, 1967, pp. 69-96.

    20 Las obras de te6ricos del conflicto politico incluyen: AnthonyOberschall, Social Conflict and Social Movements, Englewood Cliffs, N. J.,Prentice-Hall, 1973, y "Rising Expectations and Political Turmoil", en Jour-nal of Development Studies 6:1. octubre de 1969. pp, 5-22; William H.Overholt, "Revolution", en 'J;'he Sociology of Political Organization TheHudson Institute, Croton-un-Hudson, N. Y., 1972; D. E. H. Russell, Rebel-lion, Revolution and Armed Force, Academic Press, Nueva York, 1974;Charles Tilly,; "Does Modernization Breed Revolution?", en Compara-tive Politics, 5 :3, abril de 1973, pp. 425-447, y "Revolu tions and CollectiveViolence", enlHandbook of Political Science, e ds, Fred 1. Greenstein yNelson W. Polsby, Reading Mass., Addison-Wesley, 1975, vol. 3, Macro-political Theory, pp. 483-556.

  • 30 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 31

    mas, y From Mobilization to Revolution, de Charles Tilly, den-tro del enfoque de conflicto politico.

    En Why Men Rebel, '21 Ted Gurr trata de desarrollar una teo-ria general, basada en la psicologia, de la magnitud y las formasde la "violencia politica", definida como I

    Todos los ataques colectivos dentro de una comunidad politica contrael regimen politico, sus actores -incluso los grupos politicos en com-petencia, asi como los que ocupan los cargos publlcos-: 0 su polftlca, Elconcepto representa un conjunto de hechos; una ipropiedad eomuncontra la cual se emplea, 0 se amenaza con emplear, la violencia [...JEl concepto subsume la revoluclon [...J tambien incluye la guerra deguerrillas, los golpes de Estado, las rebeliones y los In9tines. 22

    La teoria de Gurr es compleja y esta llena de matices intere-santes en su elaboracion plena, pero es bastantesencilla en esen-cia: la violencia politica ocurre cuando muchas personas, enuna sociedad, se ponen furiosas, especialmente si las condicio-nes culturales y practices existentes fomentan la agresion contralos blancos politicos. Y el pueblo se enfurece cuando ocurre unabrecha entre las cosas valuadas y las oportunidades a las que sesiente con derecho y las cosas y oportunidades que en realidadrecibe: condicion conocida como "privacion relativa". Gurrnos ofrece modelos especiales para explicar diferentes formasprincipales de la violencia politica. Distingue el "tumulto", la"conspiracion" y la "guerra interna" como formas principales.Las revoluciones quedan incluidas en la categorfa de guerra in-tema, junto con el terrorismo en gran escala, las guerras de gue-rrillas y las guerras civiles. Lo que distingue a las guerras intemasde las otras formas es que son mas organizadas que el tumulto ymas basadas en las masas que la conspiracion, Por tanto, logi-camente, las revoluciones se explican como debidas, basicamen-te, al surgimiento, en una sociedad, de una privacion relativadifundida, intensa y rnultifacetica, que toea a las masas cuantoa los aspirantes a ser una elite. 23 Pues si los dirigentes poten-ciales y sus seguidores, por igual, estan intensamente frustrados,entonces es probable una participacion generaly una organiza-cion deliberada de la violencia pol itica, y entonces se presentanlas condiciones fundamentales para la guerra interna.

    21 Ted Robert Gurr, Why Men Rebel, Princeton Unfversity Press, Prin-ceton, N. J., 1970. ,

    22 lbid., pp, 3-4.23 Ibid., esp., pp. 334347. I

    !i-,;

    From Mobilization to Revolution, '24 de Charles Tilly, repre-senta, por decirlo asi, la afirmacion teorica culminante de unenfoque al conflicto politico que nacio en la oposicion pole-mica a las explicaciones basadas en frustracion y agresion, de laviolencia politica, como la de Ted Gurr. Los contra-argumentosbasicos son especificados de manera convincente y facil, Losteoricos del conflicto politico arguyen que, por muy desconten-to que pueda llegar a estar un conjunto de gente, no puede de-dicarse a la ace ion politica (que incluye la violencia) a menosque forme parte de grupos siquiera minimamente organizadosy que tengan acceso a ciertos recursos. Aun entonces, los gobier-nos 0 los grupos en competencia pueden reprimir bien el deseode participar en la accion colectiva, con solo hacer demasiadocaros los costos. Ademas, los teoricos del conflicto politicosostienen, como dice Tilly,

    que las revoluciones y la violencia colectivas tienden a fluir directamentede los procesos politicos centrales de una poblacion, en lugar de expre-sar corrientes difusas y descontento dentro de la poblacion: [...] que lasafirmaciones especificas y contra-afirmaciones que se hacen respecto algobiemo existente, por varios grupos movilizados, son mas importan-tes que la satisfaccion 0 el descontento general de estos grupos, y quelas pretensiones de lugares establecidos dentro de la estructura del po-der son decisivas.'2S

    En realidad, Tilly se niega a hacer de la violencia en sf el obje-to de su analisis, porque sostiene que los incidentes de la violen-cia colectiva son, en realidad, simples subproductos de procesosnormales de la competencia de grupos por el poder y de objeti-vos opuestos. En cambio, el objeto del analisis es la "accion co-lectiva", definida como "la accion del pueblo en conjunto enbusca de sus intereses comunes". '26 Tilly analiza la accion colec-tiva con ayuda de dos modelos generales: un "modelo politico"y un "modelo de movilizacion't.?" Los elementos principalesdel modelo politico son los gobiemos (organizaciones que gufanlos medios principales concentrados de coaccion en una pobla-cion) y los grupos que compiten por el poder, incluso los miem-bros (contendientes que quieren un acceso rutinario, de bajocosto, a los recursos del gobiemo) y los desafiantes (todos los

    24 Charles Tilly, From Mobilization to Revolution, Reading, Mass.,AddisonWesley, 1978.

    2S Tilly, "Does Modernization Breed Revolution?", p. 436.26 Tilly, Mobilization to Revolution, p. 7.27 Ibid., cap. III.

    .,..

  • 32 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 33

    demas contendientes). El modelo de movilizacion incluye unasvariantes destinadas a explicar la pauta de la accion colectiva ala que se dedican los contendientes. Estas variantes se refierena intereses de grupo, a grados de organizacion, a cantidades derecursos bajo control colectivo, y a las oportunidades y amena-zas a las que se enfrentan los contendientes en sus relacionescon el gobierno y con los demas grupos contrincantes.

    Para Tilly, la revolucion es un caso especial de accion colecti-va en que los dos contendientes (0 todos ellos) luchan por lasoberania politica definitiva sobre una poblacion, y en que losdesafiantes logran, al menos hasta cierto punto, desplazar a los an-teriores detentadores del poder.?" Dada esta concepcion, lascausas de una situacion revolucionaria de "soberania multiple"incluyen 10 siguiente. Las primeras consideraciones deben serlas corrientes sociales a largo plazo, que hacen cambiar los recur-sos de unos grupos de la sociedad a otros (en particular, si losque ganan antes estuvieron excluidos de la political. En segundolugar, es importante examinar cualesquier hechos a medianoplazo, como la proliferacion de ideologias revolucionarias y elaumento del descontento popular, que hacen probable el surgi-miento de contendientes revolucionarios por la soberania, y nomenos probable que grandes elementos de la poblacion apoyensus pretensiones. Por ultimo:

    El momenta revolucionario llega cuando los miembros antes conformesde [... ] [una] poblacion se enfrentan a demandas estrictamente incompa-tibles del gobierno y de otro cuerpo, que exigen control sobre el gobiernoy obedecen a este otro cuerpo. Le pagan impuestos, dan hombres asus ejercitos, alimentan a sus funcionarios, honran sus sfmbolos, dedicantiempo a su servicio 0 entregan otros recursos, pese a la prohibiciondel gobierno aun existente, al que antes obedecian. Ha comenzado as)la soberanfa multiple. 29

    Las revoluciones triunfantes, a su vez, no solo dependen delsurgimiento de la soberan ia multiple. Tambien dependen, pro-bablemente, de "la forrnacion de coaliciones entre miernbrosde la politica y de los contendientes que presentan pretensionesexclusivas de control del gobierno'L'" Y definitivamente de-penden del "control de la fuerza sustancial de la coalicion revo-

    28 Vease. Ibid., cap. VII.29 Tilly, "Revolutions and Collective Action", en Handbook of Political

    Science, eels. Greenst.ein y Polshy , vol. 3, Macropolitical Theory, pp. 520-521.

    30 Tilly, Mobilization to Revolution, p. 213.

    lucionaria". ~l Pues solo si se cumplen estas condiciones adicio-nales sera probable que los desafiantes revolucionarios logrenderrotar y desplazar a los que antes ocupaban el poder.

    Mientras que Ted Gurr y Charles Tilly analizan las revolucio-nes como tipos especiales de acontecimientos politicos, explica-bles de acuerdo con las teor ias generales de la violencia politicao la accion colectiva, Chalmers Johnson, en RevolutionaryChange, 32 sigue a Marx al analizar las revoluciones desde laperspectiva de una teoria macrosociologica de la integracion yel cambio seciales. Como el estudio de la fisiologia y la patolo-gia, dice Johnson, el "analisis de la revolucion se mezcla con elanalisis de las sociedades viables y funcionantes'L'" Tomandosu sabiduriasociologica de los parsonianos Johnson sostiene queuna sociedad normal, libre de crisis, debe concebirse como un"sistema social coordinado por valores" funcionalmente adapta-do a las exigencias de su ambiente. Semejante sistema social esun conjuntd, internamente coherente, de instituciones que ex-presan y especifican las orientaciones nucleares sociales, en susnormas y funciones. Las orientaciones de valores tambien hansido ya internalizadas mediante procesos de socializacion paraservir como moral personal y como las normas definidoras de larealidad para la vasta mayoria de los miembros adultos norma-les de la sociedad. A mayor abundamiento, la autoridad politicaen la sociedad debe quedar legitimada de acuerdo con los valo-res sociales. '

    Las revoluciones son a la vez definidas y explicadas por John-son sobre la base de este modelo de sistema social, coordinadopor los valores. Violencia y cambio son, dice Johnson, los rasgosdistintivos de la revolucion: "Hacer una revolucion es aceptar la /}violencia con el fin de causar el cambio de sistema; mas exacta- L/,mente, es la aplicacion voluntaria de una estrategia de violenciapara efectuar un cambio en la estructura social. ,,34 Cuando lasrevoluciones triunfan, 10 que cambian, ante todo, sonlasorierFmClOnes de-:valoT-ntl--Una sociedad-.-y-ellnteri-i6-conscieiife-denacerlo adopta la forma- de un-movlmiento ideologico orientadopor valores, .que esta dispuesto a emplear la violencia contra lasautoridades existentes; y sin embargo, semejante movimiento no

    31 Ibid., p. 212.32 Chalmers Johnson, Revolutionary Change, Little Brown, Boston,

    1966. Me inspiro especialmente en los caps. 15 en el siguiente resumen.33 Ibid., p. 3.34 Ibid., p. $7.

    I

  • 34 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SQCIALES 35

    surgira, ante todo, a menos que el existente sistema social entreen crisis. Esto ocurre, segun Johnson, siempre que los valores yel medio se queden grave mente "desincronizados", ya sea porintrusiones externas 0 internas, especialmente de nuevos valoreso tecnologia. Una vez implantada esta desincronizacion, la gentede la sociedad se desorienta y queda, POl' tanto, abierta a con-version a los valores alternos propuestos por un movimiento re-volucionario. Al ocurrir esto, las autoridades existentes pier-den su legitimidad, si tienen que depender cada vez mas de lacoacci6n para conservar el orden. Y sin embargo, solo lograranhacerlo durante un tiempo. Si las autoridades son astutas, flexi-bles y habiles, aplicaran reformas para "resincronizar" los va-lores y el medio, Pero si las autoridades se muestran tercamente"intrausigentes", entonces la revolucion lograra por la violenciael cambio del sistema. Esto ocurre en -euanto a algun "factor alque contribuye la fortuna" se presenta para ~ocavar la capaci-dad de las autoridades, ya tenue y temporal, para depender dela coaccion, j

    La fuerza superior puede retrasar la erupelon de la violencia; 110 ohstan-te, una division de trabajo sostenida por cosacos ya no es una eomunl-dad de personas que comparten los mismos valores; y en semejante si-tuacion (por ejemplo, en la Sudafrica de hoy [196~]), la revoluclon esendemlca y, ceteris paribus, es inevitable una lnsurreccton. Estc hecherevela [...] la necesidad de investigar la estructura de valores de un sis-tema y sus problemas, para conceptualizar la sltuaclen revoiucionaria dealguna manera reveladora.35 :

    La revolucion triunfante a la postre logra la resincronizacionde los valores y del medio del sistema social que las incompeten-tes e intransigentes autoridades del antiguo regimen no lograron.En realidad, segun la vision de Johnson, la revolucion, y no elcambio revolucionario, se vuelve posible y necesaria tan soloporque las autoridades prerrevolucionarias fracasaron asi, per-diendo su legitimidad. La teorfa de la sociedad y del cambiosocial de Johnson, hace de las orientaciones de valor y de lalegitimidad politica los elementos claves para explicarel surgi-miento de situaciones revolucionarias, las opciones de las autori-dades existentes y la naturaleza y el triunfo de Ins fuerzas revo-lucionarias,

    AUl1 de esbozos tan breves como estos, podra verse claramen-

    35 Ibid., p, 32.

    I.

    te que hay enormes desacuerdos entre los tipos principales deteorias de las ciencias sociales, no solo en su manera de explicarlas revoluciones sino tambien en su manera de definirlas. En estelibro, ciertamente no tenemos pretensiones de neutralidadrespecto a tales desacuerdos. Evidentemente, el concepto de larevolucion social aqui empleado se basa notablemente en el en-fasis rnarxista en el cambio socioestructural del conflicto declases. Y se niega a apartarse de los problemas de la transfor-rnacion estructural, como 10 hacen Gurr y Tilly, 0 a hacer de lareorientncion de valores sociales la clave del cambio social revo-lucionario, como 10 hace Johnson. Mas aun: en mi analisis gene-ral de las causas y de los resultados de las revoluciones sociales,dejare de lado las hipotesis explicativas acerca de la privacion yel descontento relativos, esencialmente porque yo acepto lascriticas de tales ideas que han planteado los teoricos del conflictopol itieo. Tambien dejare de lado (por razones que seran evidentesconforme avance mi argumento) las ideas de desequilibrio delsistema, la deslegitimacion de la autoridad y de la conversionideologica a las cosmovisiones revolucionarias. En cambio, conmi proposito especifico de comprender algunos de los conflictosque abarcan las revoluciones sociales, dependere ampliamentede ciertas ideas adaptadas de las perspectivas marxistas y delconflicto politico.

    La concepcion marxista de las relaciones de clase, como en-raizadas en el control de la propiedad productiva y en la apro-piacion de los excedentes economicos por los no productoresa los productores directos es, en mi opinion, un indispensableinstrumento teorico pam identificar una especie de contradic-cion brisica de la sociedad. Las relaciones de clase siempre sonfuente potencial de conflicto social y politico clasificado, y losconflictos de clases y los cambios de las relaciones de clase fi-guran en lugar destacado en las trausformaciones socio-revolu-cionarias triunfantes. En los casos que estudiaremos con profun-didad en este libro -rFrancia, Rusia y China-r, las relaciones declase entre campesinos y terratenieutes, necesitan especial anali-sis, Estas relaciones fuerou el rniclco de tensiones subyacentesQue influyeron en la dinamica economica y politica de los anti-guos regimeucs prerrevolucionarios, aun durante los periodos enQue no estallaba abiertamcnte ol couflicto de clases. Mas aun:durante las revoluciones Irancesa, rusa y china, los campesinossf atacuron directamente los privilegios de clase de los terratenien-tes, y estos conflictos de clase en el campo contribuyeron, directae indireetumente, a las generales transiormaciones sociopoliticas

  • 36 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 37

    logradas por las revoluciones. Por consiguiente, como es claro,sera importante comprender por que, y exactamente como, sedesarrollaron estos conflictos de clases abiertos durante lasrevoluciones.

    Con este fin, el analisis de clase debe suplementarse con lasideas de los teoricos del conflicto politico. Una cosa es identifi-:car las tensiones subyacentes y potenciales arraigadas en las re-laciones de clase objetivas, comprendidas de manera marxista, yotra cosa es comprender como y cuando los integrantes de unaclase se encuentran capacitados para luchar efectivamente endefensa de sus intereses. i,CUlindo y como pueden las clases su-bordinadas luchar, con exito, contra las que las explotan? i,Ycuando y como tienen las clases dominantes la capacidad para laaccion pol itica colectiva? Para responder a estas preguntas, elargumento del conflicto politico, de que la accion colectiva sebasa en la organizacion de grupo y el acceso a sus recursos (quea menudo incluyen los recursos de la coaccion) resulta especial-mente util, Por tanto, en los analisis hist6ricos de este libro,no s610 identificare las clases y sus intereses, sino que tambieninvestigare la presencia 0 ausencia (y las formas exactas) de lasorganizaciones y recursos de que disponen los miembros delas clases para emprender las luchas basadas en sus intereses.

    Por consiguiente, de estas maneras especificas, encuentro as-pectos de dos de los enfoques teoricos existentes que son apli-cables al proyecto de comprender las revoluciones sociales. Noobstante, como ya 10 hemos dicho, el proposito predominantede este articulo no es sopesar las fuerzas y flaquezas relativas delas diversas familias de teorias de la revolucion: antes bien, essefialar ciertos conceptos, suposiciones y modos de explicacionque todas ellas, pese a las diferencias evidentes, en realidadcomparten.

    Se deben establecer tres principales principios de analisis co-mo opcion alterna a los rasgos que comparten todas las teoriasde la revolucion hoy prevalecientes. En primer lugar, un adecua-do entendimiento de las revoluciones sociales requiere que elanalisis adopte una perspectiva estructural, no voluntarista de suscausas y procesos; pero todos los enfoques existentes teorizansobre la base de una imagen voluntarista, de c6mo ocurren lasrevoluciones. En segundo lugar, no pueden explicarse las revolu-ciones sociales sin una referencia sistematica a las estructurasinternacionales Y a los acontecimientos de la historia universal;sin embargo, las teorfas actuales enfocan basica 0 exclusivamen-te los conflictos intranacionales Y los procesos de modernizacion.

    En tercer lugar, para explicar las causas y los resultados de lasrevoluciones sociales, es esencial concebir los Estados como

    o~ganizacioie_s_!ldministrativasy. co~~ivas~gIDiiZacIOnesQ.@son e9tendalmente aUfonomas (aunque, desde luego condicio-nadas Iiormteresesy estriiCfiirassocIoecon6micos]., Pero lasactuaIeSteofras que prevaIecen-acercade la revolucion, en cam-bio, 0 bien unen en su analisis al Estado y a la sociedad, 0 bienreducen Ins acciones pol iticas y al Estado a representaciones defuerzas e intereses socioeconomicos.

    Cada una) de estas aseveraciones es de importancia fundamen-tal, no solo. como critica de las flaquezas que comparten las teo-rias actuales, sino tambien como base para el analisis de lasrevoluciones sociales en este libro en general. Por tanto, cadauna merece una elaboracion sistematica, por turno.

    I

    PERSPECTIV A ESTRUCTURAL

    Si retrocedemos para examinar las diferencias existentes entrelas perspectivas predominantes sobre la revolucion, 10 que massorprende es la imagen misma del proceso revolucionario generalque subyace e imbuye en los cuatro enfoques. De acuerdo conesa imagen compartida: primero, los cambios en los sistemassociales 0 sociedades hacen surgir inconformidades, desorienta-cion social : nuevos intereses y potenciales de clase 0 de grupopara la movilizacion colectiva. Se desarrolla entonces un movi-miento consciente, basado en las masas -que se solidifica conayuda de la ideologia y de la organizacion-r- que consciente-mente emprende el derrocamiento del gobierno existente yquiza de todo el orden social. Por ultimo, el movimiento revo-lucionario lucha hasta el fin can las autoridades 0 con la clasedominante y, en caso de triunfar, se dedica a establecer su pro-pia autoridad y su propio programa.

    Algo similar a este modelo del proceso generico revoluciona-rio, como movimiento informado 0 guiado con pleno proposi-to es supuesto por todas las perspectivas teoricas que hemosrevisado (con variaciones tales como las que requieren los rasgosteoricos, distintivos y metodologicos de cada perspectiva). Nin-guna de estas perspectivas cuestiona nunca la premisa de que,para que ocurra una revolucion, una necesaria condicion causales el surgimiento de un esfuerzo deliberado, de un esfuerzo queuna a los dirigentes y a sus seguidores y que tienda a derrocar elorden politico 0 social existente. As i, para Ted Gurr, "la basica

  • 38 INTRODUCCJON LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 39

    secuencia causal en la violencia politica es, primero, el desarro-llo del descontento, segundo, la politizacion de tal descontentoy, por ultimo, su realizacion en accion violenta contra los obje-tos y actores poljticos.P" Y, como ya se indico en el anteriorsumario de los argumentos de Gun, las revoluciones en particularsolo se cristalizan si sus dirigentos deliberadamente organizanla ex presion del descontent.o de las masas. De manera similar,Chalmers Johnson hace hincapie en una difundida desorienta-cion personal, seguida por la conversion a los valores nuevosplanteados por un movimiento ideologico revolucionario queentonces choca con las autoridades existentos, Tilly enfoca laatencion de su teoria en la fast' final del proceso revolucionariointencional: el choque de los revolucionarios organizados, quecompiten por la soberunia con cl gohierno; sin embargo, tam-bien se refiere a las causas psicologicas e ideological' puestas enrelieve por la privacion relativa y por los teoricos de sistemas afin de explicar el surgimiento y el apoyo popular a la organiza-cion revolucionaria. Por ultimo, es evidente que tambien el mar-xismo generalmente se adhiere a una version de la premisa deque las revoluciones son creadas por movimientos intenciona-dos; pues los marxistas aunque a traves de prolongadas luchaspreparatorias, de "clase por si misma" organizada y conscien-te,37 como la condicion intermedia necesaria para el desarrollode una triunfal transformacion revolucionnria, patten de las con-tradicciones de un modo de produccion. I\las:,atm: muchos delos acontecimientos teoricos dentro del marxismo, desde Marx,han acentuado desproporcionadamente los' elementos nuisvoluntaristas inherentes n la original teoria ~'xista de las re-voluciones. Desde luego, est.o no pudo decirsc lde la mayoria delos teoricos de la Segunda Internacional. Pero I~ insistencia en elvoluntarismo si ha sido caracteristica del leninismo v del maois-mo, con su hincapie en la funcion del partido de vanguardia en laorganizacion de "la voluntad dC'1 proletariado". Y tambien ha

    36 Gun, Why Men Rebel, pp. 1213.37 Los marxistas distinguen a menudo , por una parte, una "clase en

    sf", constituida por un conjunto de pprSOl1

  • 40 INTRODUCCION

    III

    LA ~XPLICACIONDE LASREVOLUCIONES SOCIALES 41

    que el orden social se apoya, fundamental 0 aproximadamente,en un consenso de la mayoria (0 de las clases bajas) en que susnecesidades estan encontrando satisfaccion. Esta imagen indicaque la condicion ultima y suficiente para la revolucion es el re-tiro de este apoyo consensual y, a la inversa, que ningun regi-men puede sobrevivir si las masas llegan a sentir una inconfor-midad consciente. Aunque, desde luego, semejantes ideas nuncapodrfan ser completamente aceptadas por los marxistas, s ipueden intervenir por implicacion, junto con el hincapie en laconciencia 0 hegemonia de clases. No es de sorprender que Gurry Johnson abracen explicitamente estas ideas.P" Y Tilly cae enuna version de elIas cuando presenta a los gobiernos y a las or-ganizaciones revolucionarias como competidores por el apoyopopular, mientras las elecciones populares determinaran si hade desarrollarse 0 no una situacion revolucionaria. 40 Desdeluego, cualesquiera de tales concepciones consensuales y volun-taristas del orden social y de la perturbacion 0 del cambio sonabsolutamente ingenuas. Reciben un mentis de la manera masobvia en la prolongada supervivencia de regimenes tan mani-fiestamente represivos e internamente ilegitimos como el deSudafrica.f '

    Mas importante aun: la imagen intencional resulta muy enga-fiosa acerca de las causas y de los procesos de las revolucionessociales que han ocurrido historicamente. En cuanto a las cau-sas, sea cual fuere la forma que concebiblemente puedan tomarlas revoluciones sociales en el futuro (digamos, en una nacionindustrializada liberal-democnitica), el hecho es que, en la his-toria, ninguna revolucion triunfante ha sido "hecha" por unmovimiento declaradamente revolucionario que movilizara lasmasas. Como bien 10 ha dicho Jeremy Brecher: "en realidad,

    39 Por ejemplo, Gurr asevera que "como mas eficazmente se mantieneel orden publico -s610 asf se Ie puede mantener- es cuando se aportan me-dios dentro de el para que los hombres trabajen tendiendo a la realizacionde sus aspiraciones (Why Men Rebel, p. x)". Y para Johnson, las socieda-des, si son estables, son "comunidades de quienes comparten los mismosvalores".

    40 Vease la nota 29. Esta nota nos ofrece la fuente de una cita de Tillyque aparece en el texto, p. 32.

    41 Vease, por ejemplo, Herbert Adam, Modernizing Racial Domination:South Africa's Political Dynamies, University of California Press, Berkeley,1971; y tambien Russell, Rebellion, Revolution, and Armed Force, caps.t-ttt. Estas dos obras suhrayan la cohesion y la estabilidad del Estado suda-fricano como gran obstaculo a la revolucion, pese al descontento y a lasprotestas de la mayorfa no blanca.

    los movimientos revolucionarios rara vez empiezan con una inten-cion revolucionaria; esta s610 se desarrolla en el cursu de lalucha misrna".42 Es cierto que las organizaciones e ideologiasrevolucionarias han ayudado a cimentar la solidaridad de lasvanguardias radicales antes 0 durante las crisis revolucionarias.Y han facilitado mucho la consolidacion de los nuevos regime-nes. Pero en ningun sentido tales vanguardias -y no digamos lasvanguardias que cuentan con grandes masas, movilizadas e ideo-16gicamente imbuidas- han creado nunca las crisis revoluciona-rias que luego hicieron estallar. En cambio, como 10 veremos encapitulos posteriores, las situaciones revolucionarias se handesarrollado por el surgimiento de crisis politico-militares dedominacion de Estado y de clase. Y solo por las posibilidadesasf creadas, han logrado los dirigentes revolucionarios y las ma-sas rebeldes contribuir a la realizacion de las transformacionesrevolucionarias. Ademas, las masas rebeldes han actuado muy amenudo por su propia cuenta, sin ser directamente organizadasni ideologicamente, ni inspiradas, por dirigentes y metas decla-radamente I revolucionarios. Por 10 que hace a las causas de lasrevoluciones sociales historicas, Wendell Phillips tuvo toda laraz6n cuando dijo: "Las revoluciones no se hacen; elIas solasvienen. ,,43

    La imagen intencional resulta tan engafiosa acerca de los pro-cesos y resultados de las revoluciones historicas como 10 es acer-ca de sus causas. Pues tal imagen indica claramente que los pro-cesos y resultados revolucionarios pueden comprenderse por laactividad y las intenciones 0 intereses del grupo (grupos) cla-ve(s) que comenzaron por lanzar la revolucion. Asi, aun cuandoGurr no parece considerar las revoluciones como mucho masque actosde simple destrucci6n, sf sostiene que ella se debedirectamerite a la actividad de las masas amargadas y furiosas yde los dirigentes que originalmente causaron la revolucion, ParaJohnson, l:a violenta reorientaci6n de valores lograda por larevolucion] es un hecho del movimiento ideologico que creciodentro delantiguo sistema social desincronizado. Y los marxis-tas no pocas veces atribuyen la logica subyacente en los proce-sos revolucionarios a los intereses y acciones de la clase en si

    42 Jeremy Brecher, Strike!, Straight Arrow Books, San Francisco, 1972,pagina 240. ,

    43 Cita atribuida (sin referencia exacta) a Wendell Phillips por StephenF. Cohen, en: Buhharin and the Bolshevik Revolution, Knopf, NuevaYork, 1973, ,po 336.

  • 42 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 43

    misma historicamente pertinente, ya sea la burguesia 0 el prole-tariado. :

    Pero tales conceptos son demasiado simplistas.:" En realidad,unas revoluciones historicas, grupos distintamente situados ymotivados, se han convertido en participantes -en el complejodesarrollo de multiples conflictos. Pero los conflictos han sidopoderosamente moldeados y limitados por las condiciones so-cioeconomicas e internacionales existentes. Y han procedido dediferentes maneras, segun la forma en que cada situacion revolu-cionaria habia empezado por surgir. La logica de estos conflictosno ha sido controlada por ninguna clase ni por nmgun grupo,por muy decisivo que pareciera en el proceso revolucionario, Ylos conflictos revolucionarios inevitablemente han hecho surgirconsecuencias ni plenamente previstas, ni deseadas -por noservir perfectamente a sus intereses- por ninguno de los gruposparticulares en cuestion. Por consiguiente, simplemente es imi-til tratar de descifrar la logica de los procesos o las consecuen-cias de las revoluciones sociales adoptando la perspeetiva 0 si-guiendo los aetos de alguna clase 0 elite u organizacion, pormuy importante que sea su participacion, Como claramente 10ha dicho Eric Hobsbawm, "Ia importancia eVlderlteaeTosacto-reseno-eI- dramaT~nHnlgnlfiCa quesean---el-dramaturgQ:elpro-~~!~~='y~~[~=sc~ii~fo~~@50nslguiente, concluye Hobs-

    b~~"Il!~~rIas que exageran los e1ementoS voh~ntiiiIstas 9subMivos de la revoluci6n deben tratarse con cautela". 41'v- ._-- -.-----.--.---__. . ._. _

    44 Tilly evita presentar los procesos y resultados revolucionarios comohecho deliberado de grupos activos en particular, aunque no deja de- pre-sentar las causas de las situaciones revolucionarias en J"erminos de movi-miento con un proposito, La raz6n es que Tilly present. el surgimiento desituaciones revolucionarias como obra de coaliciones de grupos moviliza-dos, e indica que tales coaliciones, por 10 general, se desintegran durantelas revoluciones, haciendo surgir una serie de conflictosl intergrupales queningun grupo logra controlar por complete. Esta visi6il de los procesosrevolucionarios es perfectamente valida, Pero la idea de las situaciones revo-lucionarias que tiene Tilly, como si fueran causadas por coaliciones quedeliberadamcnte desafian la soberanfa del gobierno existente, me parcce de-masiado imencionada, al menos para los casos historicos que he estudiadomas minuciosamente. Para estos casos, la idea de coyuntura -que implicala union de procesos separadamente determinados, y no conscientementecoordinados (0 deliberadamente revolucionarios) y esfuerzos de grupos-me parece una perspectiva mas u til sobre las causas de las revolucionessociales que la idea de la coalici6n intergrupal, Mis razones para creer estose hanin evidentes a su debido tiempo, particularmente en los capitulos 11y Ill.

    4S Eric Hobsbawm, "Revolution" (articulo presentado en el XIV Con-

    Toda explicacion valida de la revolucion depende de que elanalista "se eleve por encima" de los puntos de vista de los par-ticipantes, para encontrar regularidades importantes en una seriede ejemplos historicos dados, incluso faltas institucionales ehistoricas similares en las situaciones en que han ocurrido lasrevoluciones, y similares pautas de conflicto en los procesos me-diante los que se han desarrollado. Como ha dicho el historia-dor Gordon Wood:

    No es que los motivos de los hombres carezcan c:1ElJJ!lI!ortanClia.~en.realidad, forj~os a~nt~mr~!1tposito.s_~e los hombres, especialmente~!1_ una revolllcio_n, son tantos ytim- ;:ariados;1aii"contradlctorrosque su compleht in!eraccl.On-prodUCeft>sultados que nadlE' intento ni pudo siquiera l'~ver. Son esta interac-cion y estos resultados a 10 que se refieren los historiadores recientescuando hablan con tanto desden de aquellos faetores "determinantessubyacentes" y de aquellas "fuerzas impersonales e inexorables" queinfluyen en la Revolucion, Toda explicacion hist6rica que no tome encuenta estas "fuerzas", que, en otras palabras, simplemente se base en elentendimiento de las intenciones conscientes de los autores, quedaraasf limitada. 46

    Para explicar las revoluciones sociales hemos de esclarecer laproblematica; en primer lugar, el surgimiento (no la "hechura")de una situacion revolucionaria dentro de un antiguo regimen.Luego, hay que ser capaz de identificar la interaccion, objetiva-mente condicionada y compleja, de las diversas acciones de losgrupos diversament.e situados; una interaccion que da forma alproceso revolucionario y hace surgir el nuevo regimen. Pode-mos empezar por encontrar un sentido de tal complejidad solosi enfocamos simultaneamente las situaciones y relaciones, ins-titucionalmente determinadas, de los grupos dentro de lasociedad, y las interrelaciones de las sociedades dentro de lasestructuras internacionales que se desarrollan en la historiauniversal. Adoptar tal punto de vista impersonal y no subjetivo--que subraya las pautas de relaciones entre grupos y socieda-des- es trabajar partiendo de la que en cierto sentido genericopuede llamarse perspectiva estructural sobre la realidad socio-

    ~rt'so Intemacional de Sociedarles Historicas, San Francisco, agosto de1975). p, 10.

    46 Gordon Wood, "TIll' American Revolution", en Revolutions: AComparatioe Stud)'. ed. Lawrence Kaplan, Nueva York, Vintage Books,1973, p, 129.

  • 44 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 45

    historica. Tal perspectiva es esencial para el analisis de las revo-luciones sociales.

    Los CONTEXTOS INTERNACIONAL Y DE LAHISTORIA UNIVERSAL

    Si una perspectiva estructural significa el enfoque en las rela-ciones, este ha de incluir las relaciones transnacionales, asicomo las relaciones entre grupos distintamente situados dentrode determinados paises. Las relaciones transnacionales han contri-b.!1ido al surgimiento de--toaasJascrxsis soclOrr_evoluClO_n.lUJas einva.nalilemente nan ayudaaoaIOrmularIas luchas revolucionariasy sus re,SURaoos:-En reaIiCliid-;-toa.as las Itl1Jdemas-revolucionessociales deben considerarse como cercanamente relacionadas,en sus causas y realizaciones, con la difusion, internacionalmen-te desigual, del desarrollo economico capitalista y de la forma-cion de naciones-Estados en la escala mundial. Por des gracia, lasteorias actuales de la revolucion no han tornado explicitamenteesta perspectiva. Desde luego, han sugerido que las revolucionesestan relacionadas con la "rnodernizacion"; pero esto ha entra-fiado un enfoque casi exclusivo en las tendencias y en los con-flictos socioeconornicos dentro de las sociedades nacionales,tomadas una por una y aisladamente.

    Como 10ha indicado Reinhard Bendix, todas las concepcionesde los procesos modernizadores necesariamente parten de la ex-periencia de la Europa occidental, porque fue alli donde se ori-ginaron las revoluciones comercial-industrial y nacionales."? Sinembargo, los enfoques teoricos que hasta hace poco fueron do-minantes -el evolucionismo estructural-funcional y el marxismounilineal- se han generalizado en forma excesivamente especifi-ca, a partir de la logica aparente del desarrollo de Inglaterra enlos siglos XVI II Y XIX. Esencialmente, la modernizacion fueconcebida como una dinarnica interna de una nacion, El desa-rrollo econornico -rconsiderado, 0 bien como una innovacion dela tecnologia y una creciente division del trabajo, 0 bien comouna acumulacion de capital y el surgimiento de la burguesia- esconsiderado como iniciador de un sistema interrelacionado decambios complementarios en otras esferas de la vida social. Lasuposicion, tipicamente, ha sido que cada nacion, quizas estimu-

    47 Reinhard Bendix, "Tradition and Modernity Reconsidered", Compa-rative Studies in Sc ciety and History, 9, 1967, pp, 292-313.

    lada por el ~jemplo 0 la influencia de los paises que tuvieron untemprano desarrollo, mas tarde 0 mas temprano pasarian poruna version .mas 0 menos comprimida de la misma indole funda-mental de transforrnacion que, al parecer, experimento Inglate-rra. Como dijo Marx en 1867, "los paises industrialmente masdesarrollados no hacen mas que poner delante de los paises me-nos progresivos el espejo de su propio porvenir't.:" Un siglodespues, los sociologos estadounidenses pueden expresar suinquietud por el grado en que puede esperarse que ciertas pautashistoricas concretas de desarrollo nacional lleguen a parecerse.Pero, virtualmente todos ellos siguen delineando los conceptosde su "tipo ideal" de acuerdo con el mismo razonamiento.v?

    Los conceptos de modernizacion como una dinamica socio-economica 'Intranacional armonizan bien con los conceptosde las revoluciones como movimientos conscientes fundados enel desarrollo social, y que, a su vez, 10 facilitan. Es posible que la

    e~anslon_~onomica nipida y desarticlJlada e~yTtreg(ffrustr~JaLew~!2-Bzas de las masas, haciendo surgir un descon-tento difundido y una "rorencIa polftiea -que--destruyen al go-bTerno-exTstente:-Umen, Ia direrenCfacionsociiU-aejaatrasyabruma la integraci6n dersISema soclarbasaaoen-eI _~iinseii~_odevalores. Luego, a su vez, esto estimula movimientos ideologi-cos gu~-ae~rocan-alas autoridades existentes y reorientan IQSvalores sociAle~i~posThTe-rriente,--lagestacion de un nuevomodo aep-~oaucclon:dentro de la matriz" del -antigiio,aporteu~- ~e=Rr:ta ~l~ur:giJIlil:!!:1.tg.._deqna;:Slase:-nu~v~9li=-esraJlKeceun nuevo modo de produccion por medio de la revolucion. ~;seacomo-fuer-e;' lamooerilizacion hacesurgir larevohicion-median-te un cambio de temple, compromisos de valor 0 potencial demovilizacion colectiva del pueblo 0 de unos grupos de la soc ie-dad. Y la propia revolucion crea condiciones (0 al menos su-prime obstaeulos) para un mayor desarrollo socioeconomico,

    48 Pr6logo ~ la primera edicion alemana del volumen I de Das Kapital,Nueva York, International Publishers, 1967, pp. 8-9.

    49 Para ejemplos, vease Neil J. Smelser, "Toward a Theory of Moder-nization ", en Essays in Sociological Explanation, Englewood Cliffs, N. J.,Prentice Hall, :1968, pp. 125-146; W. W. Rostow, The Stages of EconomicGrowth, Cambridge, Cambridge University Press, 1960; Marion J. Levy,Modernization and the Structure of Society, Princeton, N. J., PrincetonUniversity Press, 1965; S. N. Eisenstadt, Modernization: Protest and Chan-ge, Englewood Cliffs, N. J., Prentice Hall, 1966, y Bert F. Hoselitz, "ASociological Approach to Economic Development", en Development andSociety, eds. David E. Novack y Robert Lekachman, Nueva York, St.Martin's Press, 1964, pp. 150-162.

  • 46 INTRODUCCION LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES 47

    Pero los conceptos de la modernizacion como proceso socio-economico intranacional que ocurre de maneras paralelas de unpais a otro no pueden interpretar siquiera los cambios origina-les de Europa, y mucho menos las transforrnaciones sucesivasocurridas en el resto del mundo. Desde el comienzo, las relacio-nes internacionales se han intersecado con las existentes estructu-ras politicas y de clase, para promover y moldear cambios, diver-gentes 0 similares, en los distintos paises. Ciertamente, estopuede afirmarse de los desarrollos economicos comerciales e in-dustriales. AI difundirse el capitalismo por todo el globo, losflujos transnacionales de comercio e inversion han afectado atodos los paises, aunque de maneras desiguales, y, a menudo,contrastantes. El gran avance original de Inglaterra hacia la agri-cultura y la industria capitalistas dependio, en gran parte, de susfuertes posiciones dentro de los mercados intemacionales a par-tir del siglo xvII. La subsiguiente industrializacion nacional en elsiglo XIX fue fonnada, parcialmente -y de maneras diversas-r,por los flujos internos de bienes, emigrantes y,capital de inver-siones, asf como por los intentos de cada Estado nacional deinfluir sobre estos flujos. Mas aun: al incorporarse zonas "peri-fericas" del planeta a las redes economicas mundiales centradasen los paises avanzados mils industrialiaados, sus preexistentesestructuras economicas y relaciones de clase a menudo fueronreforsadas 0 modificadas de maneras hostiles a todo subsiguientecrecimiento autosostenido y diversificado. Aun si las condicio-nes cambiaron despues, de tal modo que la industrialiaacionpudo ponerse en marcha en algunas de estas zonas, el procesoinevitablemente se desarrollo en formas totalmente distintasde las que habian sido caracteristicas de las primeras industria-lizaciones nacionales. No homos de aceptar necesariameute losargumentos segun los cuales el desarrollo economico nacional enrealidad es determinado poria estructura general y poria dina-mica del mercado de un "sistema capitalista universal"; sin em-bargo, ciertamente podernos notal' que las relaciones economicastransnacionales en desarrollo siempre han intluido poderosa-mente (y diferencialmente) en los desarrollos. economicos na-cionales. so .

    so Las teorfas de la modernizacion economica qun.nufocan el aspectointernacional han sido eficazmeute criticadas desde dok tipos de perspee-tivas. Una de ellas esta caracterfs ticamcnte representada por AlexanderGerschenkron, cuyos ensayos mas perlinentes se encuentran reunidos enEconomic Backwardness in Historical Perspective, Gambridge, HarvardUniversity Press, 1966, y Continuity ill His/OJ')' and ather's E~suys, Cam-

    Otro tipo de estructura transnacional -un sistema internacio-nal de Estados en competicion- tambien ha moldeado el cursodinamico y desigual de la moderna historia universal. Europafue la sede no solo de los avances economicos capi talistas, sinotambien de una estructura politica continental en que ningunEstado imperial controlo todo el territorio de Europa y sus can-quistas en ultramar (despues de 1450). Los intercambios econo-micos ocurrieron sistematicamente en un territorio mas extensoque el que pudiese controlar cualquiera de tales Estados. Estosignifico, por una parte, que la creciente riqueza que fue genera-da par la expansion geografica europea y por el desarrollo delcapitalismo nunca fue simplemente desviada para mantener unaonerosa superestructura imperial que abarcara todo un conti-nente. Tal habia sido siempre el destino final de las riquezasgeneradas en otras economias mundiales que fueran abarcadaspor imperios politicos, como Roma y China. Pero la economiamundial europea fue unica, ya que se desarrollo dentro de unsistema de Estados en competicion;" En palabras de WalterDorn:

    Es [el] earacter competitivo mlsmo del sistema de Estados de la Europamoderna el que la distingue de la vida politics de todas las civilizacio-nes anteriores y no europeas del Mundo. Su esencia se encuentra ell lacoexistencia de Estados independientes y coordinados, cuyo impulseexpansionista provocO incesantes conflictos mllitares [... ] y ante todo,la prevencion de que una sola ~otencia redujera a las demas a una si-tuacien de sujecion permanente.: 2

    bridge, Harvard University Press, 1968, La otra perspcctiva crftica es la delos te6ricos del "sistema mundial capitalista", cuyas ideas han sido hienresumidas en: Immanuel Wallerstein, "The Rise and Future Demise of theWorld Capitalist System: Concepts for Comparative Analysis", Compar'a-tive Studies ill Society and History, 16:4, septiembre de 1974, pp, 387-U5, y Daniel Chirot, Social Change in the Twentieth Century; NuevaYork; Harcourt Brace Jovanovich, 1977. Los teoric os del sistema universalhan sido eficazmente agudos al sefialar las insuficiencias de los enfoques dela modernizaclon, pero sus propias explicaciones te6ricas del desarrolloeconomico han sido sometidas, a su vez, a reveladoras crf'ticas, especial-mente, en Robert Brenner, "The Origins of Capitalist Development: A Cri-tique of Neo-Sntithian Marxism", New Left Review, num, 104, [ulio-agos-to de 1977, PP. 25-92.

    51 Estos puntos acerca del sistema de Estados europeos se basan enImmanuel Wallerstein, The Modem World-System: Capitalist Agricultureand tile Origins of the European World-Economy in the Six teentlt Ccntu-ry, Nueva York, Academic Press, 1974, cap. I.

    52 Walter S. Dorn, Competition for Empire, Nueva York, Harper &Row, 1963,1'.1.

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    Especialmente mientras Inglaterra pasaba por la comercializa-cion y por la primera industrializacion nacional, la cornpeticiondentro del sistema de Estados europeos fomento los desarrollosmodernizadores por toda Europa. 53 Las guerras recurrentesdentro del sistema de Estados movieron a los monarcas yestadistas europeos a centralizar, regimentar y tecnologicamentemejorar sus ejercitos y sus administraciones fiscales. Y, a partirde la Revolucion francesa, tales conflictos les obligaron a movi-lizar a las masas de sus ciudadanos con exhortaciones patrioti-cas. Los acontecimientos politicos, a su vez, reaccionaron modi-ficando las pautas del desarrollo economico, primero, mediantelos intentos burocraticos de guiar 0 administrar la industrializa-cion desde arriba y, a la postre, tambien por el sometimiento deuna participacion de las masas mediante los regimenes revolu-cionarios, como en la Rusia sovietica.

    Mas aun: conforme Europa experimentaba los avances eco-nomicos a partir del siglo XVI, el dinamismo competitivo delsistema de Estados europeos promovio la difusion de la "civi-lizacion " europea por todo el globo. Al principio, la competi-cion de los Estados fue una condicion que facilito y promoviola expansion colonial iberica por el Nuevo Mundo. Mas adelanteInglaterra, espoleada por una competicion internacional conFrancia, lucho y a la postre logro el control formal 0 la hege-monia de facto virtualmente sobre todas las nuevas adquisicio-nes coloniales de Europa y sus antiguas colonias en el NuevoMundo. A finales del siglo XIX, la competicion de las potenciasindustriales europeas, cada vez mas similares, contribuy6 a forjarla transforrnacion de Africa y de gran parte de Asia en territorioscoloniales. A la postre y en la secuela de los enormes cam biosecoriornicos y geopolfticos ocasionados por la segunda GuerraMundial, estas colonias surgian como naciones nuevas, formal-mente independientes dentro del nuevo sistema global de Estados.Para entonces, hasta Japan y China, paises que tradicionalmentese habfan mantenido apartados de Oecidente, librandose de lacolonizacion, tarnbien serian plenamente incorporados al siste-ma de Estado. SegUn las normas preindustriales, Japon y Chinaeran Estados agrarios avanzados y poderosos; y ambos evitaron

    53 Una buena sfntesis que subraya la irnportancia de la cornpeticion deEstados en el desarrollo europeo se encuentra en una tesis para el docto-rado en Filosoffa, inedita : John Thurber Moffet, "Bureaucratization andSocial Control: A Study of the Progressive Regimentation of the Western So-cial Order", Ph. D. diss., Columbia University, Department of Sociology,1971.

    el sojuzgamiento final 0 permanente, en gran parte, porque lasintrusiones occidentales suscitaron tumultos revolucionariosque, mas tarde 0 mas temprano, culminaron en poderes enorme-mente agrandados de la defensa nacional en la afirmacicn propiadentro del sistema internacional de Estados.

    Algunos teoricos del capitalismo mundial, especialmente Im-manuel Wallerstein, intentan explicar en terminos de reduccio-nismo economico la estructura y la dinamica de este sistemainternacional de Estados (originalmente europeo y, por ultimo,globalj.P" Para hacerlo, tales teoricos suponen tipicamente quelas naciones-Estados en particular, son instrumentos emplea-dos por grupos economicamenta dominantes en busca de undesarrollo orientado hacia el mercado mundial, en el interior, yventajas economicas internacionales, en el extranjero; pero aquihemos adoptado una perspectiva diferente, segun la cuallas na-ciones-Estar;!os, mas fundamentalmente, son organizaciones quetienden a conservar el control de los territorios interiores y suspoblaciones: y a emprender la cornpeticion militar real 0 poten-cial con ott os Estados en el sistema internacional. El sistemainternacional de Estados como estructura transnacional de lacompeticion militar no fue creado originalmente por el capita-lismo. A 10(largo de la historia universal moderna, representa unnivel analillicamente autonomn de la realidad transnacional:interdepenc.enm en su estructura y dinarnica con el capitalismomundial, pero no reductible a el. ss Las fuerzas militares aplica-bles y las ventajas internacionales (0 desventajas) de los Estadosno son explicablss por completo en funcion de sus economfasdomesticas I,) de sus posiciones econornicas internacionale~:Fac-

    54 Vease Wallerstein, "Rise and Demise", y Modern World System, es-pecialmente los capftulos ill Y vn. Para la caracterizacion y la crftica masdetalladas de las ideas de Wallerstein sobre el Estado vease mi estudio"Wallerstein's World Capitalist System: A Theoretical and Historical Cri-tique", en American Journal of Sociology, 82: 5, marz o de 1977, pp, 1075-1090.

    ss AI expresar mis opiniones del sistema de Estados y el capitalismo, mehe basado extensamente en Charles Tilly, ed., The Formation of NationalSlates in Western Europe, Princeton, N. J" Princeton University Press,1975 y Otto Hintze, "Economics and Politics in the Age of ModernCapitalism", en The Historical Essays of Otto Hintze, ed. Felix Gilbert,Nueva York, Oxford University Press, 1975. Como dice Hintze: "I!L~Lapitalismo rodujo el Estado moderno. ni el Estado moderno Erodujo elcapitalismo" p. 427). Antes bien: "Los asuntos delEstado y efcam~KIiil1o-seencuentran mextncablementJLinteueIacionadQ~onmas que90 S lados, dos aspectos de un mismo desarrollo h-'~t6ricQ~'jP~_-2.gL

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    tores tales como la eficiencia administrativa del Estado, la capa-cidad politica para la movilizacion de masas y la posicion geo-graf'ica intemacional, tambien tienen importanqia.I" Ademas, lavoluntad y la capacidad de los Estados para emprender transfor-maciones econ6micas nacionales (que tambienpueden tener ra-mificaciones internacionales) son influidas por sus situacionesmilitares y por sus capacidades administrativas pertinentes ypoliticas preexistentes, relacionadas con el ejereito.!? Asi comoel desarrollo econornico y capitalista ha fomentado las transfor-maciones de Estados y del sistema internacional de Estados, asihan tenido efecto de reaccion en el curso y las formas de la acu-mulacion de capital dentro de las naciones y en.escala mundial.

    Por consiguiente, desde sus inicios europeos, la moderniza-cion siempre ha significado desarrollo nacionaI tan solo dentrode los marcos de las estructuras transnacionales en desarrollohist6rico, tanto en 10 economico como en 10 militar. El analistasocial solo puede encontrar un sentido en las transformacionesal nivel nacional, incluyendo las revoluciones sociales, medianteuna especie de malabarismo conceptual. En tanto que las nacio-nes-Estados y su competicion sigan siendo realidades importan-tes, 10 mejor (al menos para analizar los fenomenos que abarcana los Estados) es emplear la sociedad-Estado como unidad basicadel analisis; sin embargo, junto con las variables que se refierana pautas y procesos intemos de estas unidades, tambien hay quetomar en consideracion los factores transnacionales como varia-bles contextuales clave. 58 Aquf son pertinentes dos clases dis-tintas de contextos transnacionales. Por una parte, las estructu-ras de la economia capitalista mundial y el sistema intemacionalde Estados, dentro del cual las naciones se sinian en diferentesposiciones. Y por otra parte, hay cambios y transmisiones del"tiempo del mundo", que afectan, tanto los contextos mundia-les en general dentro de los cuales ocurren las revoluciones,

    56 AI respecto, vease, por ejemplo, Tilly, Formation of National States;Otto Hintze, "Military Organization and the Organization of the State", enHistorical Essays, ed. Gilbert, pp. 178215 i Y Randall Collins, "Some Prin-ciples of Long-Term Social Change: The Territorial Power of States" (do-cumento presentado en la Reunion Anual de la Asociacion SociologicaNorteamericana, Chicago, Illinois, septiembre de 1977).

    57 La Rusia zarista y sovietica, la Prusia de los Hohenzollern y la Ale-mania imperial y el Japon Meiji, son notables ejemplostde la verdad de estaaseveraelon,

    58 Esta perspectiva analitica se basa en Terence K. Hopkins e ImmanuelWallerstein, "The Comparative Study of National $ociety", en SocialScience Information, 6 :5, octubre de 1967, pp, 25-28. i

    ~ i1,ii

    . ~ .

    cuanto los modelos y las opciones particulares para la accionque pueden ser tornados del extranjero por los dirigentes revo-lucionarios.

    El compromiso dentro de las estructuras transnacionales delos paises (real 0 potencialmente) que pasan por revolucionessociales es importante de varias maneras. A 10 largo de la histo-ria, las relaciones transnacionales desiguales 0 competitivas hanayudado a moldear las estructuras de Estado y de clase de cual-quier pais, influyendo asi sobre el marco existente "interno"del que las revoluciones surgen (0 no surgen); ademas, las rela-ciones transnacionales influyen sobre el curso de los aconteci-mientos durante las verdaderas coyunturas revolucionarias. Solohan ocurrido revoluciones sociales modernas en paises situadosen posiciones desventajosas dentro de la arena internacional. Enparticular, las realidades del atraso militar 0 de la dependenciapolitica han afectado de manera decisiva la ocurrencia y el cursode las revoluciones sociales. Aun cuando un desarrollo econo-mico desigual siempre se halla en el fondo, los acontecimientosdentro del sistema internacional de Estados como tal --especial-mente derrotas en guerra 0 amenazas de invasion y pugnas porcontroles coloniales- han contribuido directa y virtualmentea todos los estallidos de crisis revolucionaria, pues tales aconte-cimientos han ayudado a socavar las autoridades politicas y loscontroles de Estado existentes, abriendo asf el camino a los con-troles basicos y a las transformaciones estructurales. Los equili-brios militares internacionales y los conflictos han aportado, amayor abundamiento, el "espacio" necesario para la terminaci6ny la consolidaci6n polftica de las revoluciones sociales. Estoocurre asf porque tales equilibrios y conflictos han dividido losesfuerzos 0 distrafdo la atencion de los enemigos extranjerosinteresados en impedir los triunfos revolucionarios 0 en aprove-charse de las naciones revolucionadas durante sus periodos decrisis interna. Tambien, en ultimo analisis, los resultados de lasrevoluciones sociales siempre han sido poderosamente condicio-nados no solo por la pol Itica intemacional, sino tambien por losfrenos y las oportunidades que, en el mundo economico, encuen-tran ante sf los nuevos reglmenes nacientes.

    En cuanto a la dimension del "tiempo mundial", algunos as-pectos de la "modernizacion" han sido procesos unicos, que hanafectado al mundo en su globalidad.f? Con las sociedades-Esta-dos como unidades de analisis, pueden formularse generalizacio-

    59 Para el concepto de "tiempo mundial", vease Wolfram Eberhard,"Problems of Historical Sociology", en State and Society; A Reader, eds.

  • Reinhard Bendix, et. al., Berkeley, University of California Press, 1973,paginas 2528.

    nes limitadas acerca de desarrollos nacionales similares y recu-rrentes. Pero, al hacer esto, debe prestarse atencion a los efectosdel ordenamiento historico y de los cambios historicos universa-les. Nos vienen a la mente ciertas posibilidades aplicables a lacomparacion y a la explicacion de las revoluciones sociales. Unaposibilidad es que los actores en las ultimas revoluciones puedanser influidos por acontecimientos de las anteriores; por ejemplo,los comunistas chinos llegaron a ser emuladores conscientesde los bolcheviques y, durante un tiempo, recibieron consejos yayuda directos del regimen revolucionario ruso. Otra posibilidades que grandes avances de repercusion sobre la historia universal-tales como la Revolucion industrial 0 la innovacion de la for-ma leninista de organizacion del partido- puedan intervenirentre el surgimiento de una y otra revoluciones de envergadurasimilar. Por consiguiente, se crean nuevas oportunidades para eldesarrollo de la ultima revolucion, que no estaban abiertas, 0 noeran faciles para la primera, porque ocurrio en una fase anteriorde la historia universal moderna.

    Un ultimo punto es aplicable a ambas clases de influenciascontextuales transnacionales. AI analizar los efectos internos delas relaciones transnacionales, nunca debe suponerse sencilla-mente --como, al parecer, casi invariablemente 10 hacen losactuales teoricos de la revoluciorr-: que alguno de tales efectosinfluira basicamente en la situacion, las necesidades y las ideas.de "el pueblo". Desde luego, esto puede ocurrir (como, porejemplo, los cambios de las pautas intemacionales de comercioque de pronto dejan sin trabajo a quienes laboraban en toda unaindustria). Pero en realidad, son los dirigentes del Estado,necesariamente orientados a actuar dentro de las arenas interna-cionales, los que con igual 0 mas probabilidad seran quienestransmitan las influencias transnacionales a la politica interna.Asi, la interseccion del antiguo regimen (gubernamental) y,despues, del regimen revolucionario naciente en las arenas interna-cionales -y especialmente en el sistema internacional de Esta-dos-r es un lugar sumamente prometedor para estudiarlo con elfin de comprender como la dinamica de la modemizacion, enparte, causa y moldea las transformaciones revolucionarias.

    Ninguna perspectiva teorica valida de las revoluciones puededarse el lujo de pasar por alto los marcos internacional e histori-co-universal dentro del cual ocurren las revoluciones. Si, en su

    5352 INTRODUCCION

    LA EXPLICACION DE LAS REVOLUCIONES SOCIALES!

    mayor parte, las teorias de las revoluciones hasta aquf hantratado de desdefiar estos contextos, ello ha sido por haberoperado con ideas inadecuadas, enfocadas hacia 10 intranacionalacerca de la naturaleza de la "modernizacion" y en sus interrela-ciones con las revoluciones. Como correctivo, esta seccionbreve mente ha puesto de relieve los aspectos transnacionales dela modernizacion y ha planteado las formas en que estos aspec-tos son aplicables al analisis de las revoluciones, con especialhincapie en la importancia del sistema internacional de Estado.En efecto, este hincapie anuncia los argument