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Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales ISSN: 0186-0348 [email protected] Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora México Moroni, Marisa La nacionalización de la frontera pampeana y la formación del Estado argentino Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 67, enero-abril, 2007, pp. 67-89 Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=319127422003 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales · Resumen Después de los años setenta del siglo XIX el go ... y la formación del Estado argentino ... 6 Oszlak, Formación,

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Secuencia. Revista de historia y ciencias

sociales

ISSN: 0186-0348

[email protected]

Instituto de Investigaciones Dr. José María

Luis Mora

México

Moroni, Marisa

La nacionalización de la frontera pampeana y la formación del Estado argentino

Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 67, enero-abril, 2007, pp. 67-89

Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora

Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=319127422003

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Número completo

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Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Ma1'Ísa lVIOJ'{mi

Doctora en Historia del Programa Historia y Sociedad en las Américas de la Universidad de Se­villa. Becaria de posgrado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSTC)

con sede de trabajo en la Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla. Integrante del Institutode Estudios Socio-Históricos de la Facultad de Ciencias Humanas en la Universidad Nacional deLa Pampa, Argentina. Especializada en historia cultural y política de fines del siglo XIX argentino.

Resumen

Después de los años setenta del siglo XIX el go­bierno argentino se concentró en incorporar alpaís al circuito económico mundial en la certezade que ello estimularía la modernización y a suvez facilitaría el desarrollo social. Uno de losobjetivos oficiales más importantes apuntaba amaximizar los beneficios de la producciónagrícola-ganadera mediante la anexión de lastierras de la frontera interior. De esta forma, elEstado argentino dio paso a la intervención coac­tiva para hacer efectivo el control real de todo suterritorio y su población. El propósito de este

texto es desarrollar algunos aspectos constituti­vos del proceso de nacionalizaciónde la fronterapampeana. Se examina el conocimiento previoque existía sobre las tierras en el momento deconcretar la ocupación del espacio en contrapo­sición con el conocimiento científico y oficialque se fue construyendo a medida que avanzabala expedición al "desierto". Conocimiento queinfluyó en los patrones de distribución, organi­zación y administración de la tierra pública afinales del siglo XIX.

Palabras clave:Formación del Estado, frontera, desierto, nacionalización, territorio, pampeana.

Fecha de recepción:marzode 2006

Fecha de aceptación:mayode 2006

The N ationalization of the Pampas Borderand the Formation of the Argentinean State

Marisa Moroni

Ph. D. in History in the History and Sociery in the Americas Program at the Universiry ofSeville.Graduare fellowship holder frorn the Board of Scienrific Research of Spain (csic) based in theSchool of Latin American Studies in Seville. Member of the Insrirute ofSocio-Hisroric Studies ofthe Faculty ofHuman Sciences ar the N ational Universiry ofLa Pampa, Argenrina. Specialist inlate 19th century Argenrinean cultural and political history,

Abstraet

Afcer the 1870s, the Argentinean governmenrconcenrrared on incorporaring che country intorhe world economic circuir, convinced rhar thiswould fosrer rnodernization and Iacilirare socialdevelopment. One of the most importantofficial objectives was to maximize che benefitsof agricultural and srock-raising productionthrough the annexarion of land on che innerborder. Thus, rhe Argenrinean srate irnple­menred coercive intervention ro achieve realcontrol of its entire territoty and population.

The purpose of this texr is ro develop certainconsciturive aspecrs of the nationalization of rhepampas fronrier. Ir examines prior knowledge ofcheland at a rime when ir began ro be occupiedin opposition ro rhe scienrifi c and officialknowledge that was consrrucred a, rhe expedi­tion to the "desert" advanced, This knowledgeinfiuenced che parrerns ofdisrriburion, organi­zarion and administration ofpublic land in thelate 19 th cenrury.

Keywords:Srate formar ion , border, desert, nationalizarion, rerritory, pampas.

Final submission:March 2006

Acceptance:May 2006

La nacionalización de la frontera pampeanay la formación del Estado argentino

Marisa Moroni

INTRODUCCIÓN

En los últimos quince años, comenzóuna renovación profunda en los es­tudios e interpretaciones del pasado

político argentino. Especialmente surgióun interés en "el Estado", tanto como unobjeto de investigación o como algo a loque se recurre para explicar resultados. ElEstado, como actor o como institución,potenció la prol iferación de estudios que ,encarados desde distintas perspectivas teó­ricas, han ganado terreno en la historio­grafía argentina.'

Atrás han quedado las interpretacionesrealizadas en términos de una transiciónprogresiva de la sociedad colonial al Esta­do moderno que enfocaban los avances yretrocesos en el camino hacia un destinonacional.

En recientes investigaciones, la miradaes otra, pues se interroga por los diferentesproyectos y ensayos de formación y orde­namiento político-social de las nuevas co­munidades políticas durante la segundami tad del XIX. Se examina el papel delEstado como un promotor de reformaspolíticas, o del desarrollo económico na-

1 Brennan y Pianetro, Regian, 2000; Sabato y Let­tieri, Vid., 2003, YChiaramonre, Nación, 2004.

cional, y también como un regulador delos cambios en la estructura social."

De acuerdo con la argumentaciónweberiana que concibe al Estado comouna organización que reclama compulsiva­mente para sí el control sobre su territorioy su población, este puede formular objeti­vos que no siempre son el reflejo de las de­mandas o intereses de los grupos socialesa los que afecta. En este sentido, una de lasmetas principales que se plantearon los"ideólogos del progreso y la civilización"durante del proceso de formación del Es­tado argentino fue la apropiación de lasenormes extens iones de tierra ubicadas alsur del río Salado y de los recursos produc­tivos que ellas albergaban, hasta el mo­mento "desaprovechados" por las comuni­dades indígenas. En definitiva, se tratabade dotar al Estado de una nueva y más só­lida finan ciación basada en los resultadosde los gravámenes al comercio exterior,que dependía directamente de las exporta­ciones rurales .

Laestancia ganadera se revelaba comouna de las formas más dinámicas para ex­pandir la producción extendiendo el do­minio sobre las tierras indígenas. Después

2 González, Civilidad, 2001 ; Bertoni, Patriotas,2001 , y Devoto, Nacionalismos, 2002, entre otros.

Secuencia [69] núm. 67, enero-abril 2007

de la segunda mitad del siglo XIX, la na­cionalización de las tierras de la frontera,el establecimiento del orden, la sanciónde derechos de propiedad y la creación deuna red de transpones y comunicacionespara trasladar la producción fueron ámbi­tos en los que el Estado reflejó su apoyo ala expansión del capitalismo y la gran pro­piedad." Estas acciones se vieron favoreci­das por la una paulatina calma en el ordenpolítico después de la caída de Rosas en1852, que permitió dirigir la atención ha­cia la expansión de la producción agraria yla transformación económica. A partir de1870, con un Estado con sólidas bases polí­ticas comenzó a evidenciarse un dinamis­mo económico asociado a la producción ru­ralque favoreció el consenso paraabocarsea la tarea de liberar la Pampa de los indíge­nas y sumar así estas tierras a la producción.

Para concretar la nacionalización de lasregiones de frontera se requería una infra­estructura estatal y un volumen de inver­siones que no siempre estaban al nivel deldesafío propuesto. La única certeza queguiaba los proyectos de la dirigencia polí­tica argentina se apoyaba en la necesidadde ampliar el mercado nacional y recondu­cir las riendas de la economía hacia el mo­delo capitalista agroexportador." Estoscambios producirían un aumento en lasoportunidades y en la dimensión de losnegocios. Por lo tanto, no resultaba lógicodisponer de un capital abundante, comolas tierras al otro lado de la línea de forti­nes que culminó con la operación militardenominada Campaña del Desierto.

A partir del año 1878, una sucesiónde leyes nacionales y decretos presiden-

3 Hora, "Empresarios", 2003.4 Halperin, Historia, 1975 ; Proyecto, 1980, y Bo­

tana, Orden, 1997.

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ciales autorizó y legitimó las incursionesmilitares a la frontera con el objetivo deexpropiar las posesiones indígenas y reafir­mar la soberanía en estos espacios." El éxi­to de la extensión de la frontera productivaiba más allá del control militar de las tie­rras y estaba fuertemente asociado a la ca­pacidad estatal para movilizar y disponerde recursos que de forma constante y cre­ciente garantizaran el éxito del modeloproductivo en marcha. De esta forma, seavanzaría paulatinamente en "la escala delprogreso en la ocupación del suelo", comose denominó a la gradación de espaciosdiferenciados del territorio argentino."

El punto de partida para la nacionali­zación de las tierras fue la ampliación dela línea de frontera hacia el este de la pro­vincia de Buenos Aires. Ello conllevó laexpropiación de las posesiones de los po­bladores originarios que allí habitaban:los indígenas de las regiones pampeano­patagónicas. Una vez concluida la expedi­ción, las áreas "liberadas" fueron anexadascomo tierras fiscales para luego cederlasen venta o como pago de los aportes reali­zados por grandes propietarios que finan­ciaron la Campaña del Desierto. La expe­dición anexó a la soberanía argentina untotal de 500 000 kilómetros cuadrados deextensión que se promocionaron como tie­rras libres y nacionales.

Al momento de la entrada militar a lafrontera pampeana existía un conocimien­to parcial y sesgado de las características delas tierras a ocupar. Circulaba una especiede idealización de las bondades de las re­giones por descubrir. Por ello, algunossectores profetizaban que sólo bastabaarrojar una semilla para descubrir las ca-

5 Gadano, Territorios, 1945.6 Oszlak, Formación, 1999, p. 133.

MARI8A MORONI

racterísticas prolíficas de las tierras, así loratificaba la prestigiosa publicación de laSociedad Rural Argentina en el año 1877:

La Pampa bajo el imperio del trabajo sería latierra de promisión. Esas grandes llanurascasi todas compuestas de terrenos ricos enhumus y en principios alcalinos, humedeci­dos en los rigores del estío con el inmensocaudal de agua que la recorre interiormentecomo un sistema arterial; sus estaciones per­fectamente caracterizadas L..J todo ello de­muestra condiciones especiales para diversi­dad de productos agrfcolas.?

A medida que fue avanzando el ejérci­to fue necesario contar con un equipo deespecialistas que se encargaron de cons­truir mapas, estudiar la topografía dellu­gar y realizar estudios climatológicos ygeológicos para brindar certezas y actuali­zar lasescasasdescripciones que circulabany que fueron realizadas por los viajeros enla primera mitad del siglo XIX. Por pri­mera vez ciencia y tecnología se implica­ban en el proceso de incorporación de tie­rras a la soberanía nacional. La promesade futuras riquezas adquiría más peso siestudios científicos avalaban la informa­ción disponible.f Asimismo, ciencia y tec­nología se unían para resaltar los valoresaltruistas de los conquistadores y los colo­nizadores que redescubrían unas tierrasque permanecían al margen de la civiliza­ción, evitando cualquier referencia a losanteriores ocupantes.

7 Analesde la Sociedad Rural Argentina,vol. XI,

1877, BuenosAires, p. 81, en Bibliotecadel Congresode la Nación (en adelante BCN) .

B Un esrudio sobre el impacto de la ciencia y latecnología en la ocupación de tierras en el caso inglésen Drayton, Nature's, 2000.

El proceso de incorporación de losespacios fronterizos incluyó la puesta enproducción de las tierras y su posterior re­poblamiento. Ello se realizó mediante unacelerado y caótico reparto que fue respon­sable del movimiento especulativo y elconsiguiente encarecimiento del valor delas propiedades en más de 500%. Unaconsecuencia inmediata de la especulaciónfue el arrendamiento precario de pequeñasposesiones que se convirtió en el régimende tenencia más extendido durante estaprimera etapa."

A la distribución de la tierra le siguió laapertura de caminos, la habilitación demensajerías, el tendido de líneas férreasparacomunicar la región con la zona portuaria,la fundación de pueblos y el establecimien­to de entidades bancarias para financiar laproducción de los primeros agricultorespampeanos. Es en este contexto en el quelas sociedades "de frontera", legalmente de­nominadas Territorios Nacionales, van adesempeñar un papel indudable en la cons­titución de la nación argentina.

LA FRONTERA INTERNA COMOUNA CUESTIÓN DE INTERÉS NAOONAL

La formación del Estado en Argentinapuede considerarse como el efecto resul­tante de una combinación de procesos es­tructurales concretos con decisiones polí­ticas estratégicas que poco a poco fueronapropiándose y reglando todo el entrama­do social sobre el que actuaba. 10 Podemos

9 Guérin, "Consecuencias", 1980; Mayo, "Riel",1980, y Maluendres , "Condicionantes" , 1993.

10 Sobre la temática referida a las transformacio­nes, estrategias y políticas públicas desarrolladas du­rante la consolidación de los Estados nacionalesvéaseTilly, Coerción, 1992.

LA NACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 71

decir que la unificación del territorio asu­mió un papel fundamental como factoraglutinante de la representación simbólicay física de la sociedad argentina. II

A finales del siglo XIX, la política gu­bernamental estaba orientada a transfor­mar una población dispersa y segmentadaen una nación homogénea que abrazabalos ideales del progreso, la modernizacióny el desarrollo social. En este sentido, elaño 1880 fue decisivo para resolver el"problema fronterizo" y para establecer demanera imperativa la consolidación de lanación argentina. El Estado ejerció aquelloque consideraba su prerrogativa inaliena­ble : la ocupación efectiva de los espaciosextraprovinciales. Básicamente, mediantela coacción organizada se redefinieron loslímites geopolíticos del territorio en todasu extensión.

En el discurso de la intelligentsia nacio­nal, las áreas fronterizas reflejaban unaimagen que simbolizaba un espacio carac­terizado por la ausencia o escasez de blan­cos. Era la zona no civilizada, es decir: el"desierro't.P Se creó así una representaciónoficial de las regiones ocupadas por las co­munidades indígenas que negó cualquiertipo de autoridad o potestad que no fuerala estatal. Los indígenas pampeanos, habi-

11 Quijada, Bernand y Schneide r, Homogeneidad,2001, y Argeri, Guerreros, 2005 .

12 El término desierto comienza a utilizarse enescritos del siglo XVlII como adjetivo o sustantivo queimplica una metáfora. Es atribuido al desconocimientogeográfico y por tradición se lo siguió utilizando aundespués de comprobar las características de las regio­nes a las que hacía referencia. Algunos autores indicanque el vocablo desierto debe emplearse únicamentepara designar las tierras que habitaban los indígenase identificarse con morada o escenario de despoblacióny específicamente con la inexisrencia de poblaciónblanca. Casrcllán, "N acimiento", 1980, p . 293

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tantes originarios de la región, personifica­ban un estadio evolutivo inferior que sólopodía remediarse con la inmediata inter­vención del ejército. Los altos mandos mi­litares habilitaron el uso de la violencia yla marginación como recursos válidos paraconcretar la territorialización en forma na­cional de las regiones fronterizas.l '

En este periodo, el debate acerca delorigen de la identidad nacional y la bús­queda del progreso material se convirtieronen grandes ejes de los programas políticos,en la retórica oficial y en el horizonte deuna dirigencia que proclamaba la necesidadontológica de asumir el control efectivode la totalidad del espacio perteneciente ala nación. LLfrontera interior pasó a formarparte de un vasto cuerpo de riqueza sinpropietarios. Ciertamente, paralas comuni­dades indígenas el impulso nacionalizadorconllevó un alto costo en vidas humanas,la pérdida de derechos y el abandono invo­luntario de tierras, bienes y trabajo.!"

Los documentos de los viajes de explo­ración realizados por los militares y cientí­ficos que recorrieron la frontera pampeana,la describieron como un territorio vacíocon un paisaje natural intacto que poseíainmejorables condiciones para la produc­ción.'? En cambio, los estudios actualesrevelan una realidad diferente a la promo­cionada a mediados del siglo XIX. Hoysabemos que se trataba de un espacio tra­bajado y modificado durante años, con pa­trones de uso de la tierra y colonizaciónmuy diferentes a los que surgieron con elrepoblarniento que se produjo después de

13 Quijada, Elites, 2002.14 Riekenberg, "Aniquilar", 1996; Quijada, "Ciu­

dadanización", 1999; Eberle e Iribarren, "Estrategias",2000, YParedes, "Cuentas", 2003.

15 Navarro, "País", 1999 .

MARISA MORONI

la ocupación de la frontera.!" La cegueraambiental que caracterizó a la mayoría delos análisis dedicados a la temática fronte­riza en Argentina omirió la influencia delos pueblos indígenas que la habiraron an­tes de la llegada del ejército nacional. Porel contrario, se extendió una imagen quedescribió estos espacioscomo una sucesióndarwiniana que avanzaba de ocupantes yusos de la tierra de un estadio primitivo aotro civilizado .

Las regiones geográficas que se anexa­ron comprendían importantes extensionesque en total sumaban un espacio mayora la superficie ocupada por las catorce pro­vincias fundacionales.!" Por lo tanto, lacuestión del "desierto" imponía una solu­ción inmediata que debía ser ratificadapor los distintos sectores sociales del país.Especialmente por los encargados de auto­rizar la operación militar destinada a inte­grar las tierras bajo el dominio estatal. Conel objetivo de ocupar esras regiones, seemprendieron numerosas exploracionesde reconocimiento, se iniciaron tareas demensura, confecciónde mapas geográficos,geológicos y estudios topográficos paraevaluar su potencial productivo. Asimis­mo, una comisión de viajeros se encargóde explorar el terreno y de catalogar lasespecies animales y vegetales de cada am­biente, en especial aquellas que no poseíanregistros en los espacios geográficos co­nocidos.

La definitiva apropiación de las tierrasllegó con el proceso de institucionalización

16 Mandrini, "Desarrollo", 1987, y Palermo, "In­novación", 1988.

17 Lascatorce provincias argentinas fundacionalesfueron: Buenos Aires, Cararnarea, Córdoba, Corrientes,Entre Ríos,Jujuy, LaRioja, Mendoza, Salta, SanJuan,San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.

de los espacios extraprovinciales caracte­rizado por un alto nivel de improvisacióny desconexión entre la instancia nacionaly la local. Situación que respondió a la ur­gencia por ocupar, repoblar e iniciar laproducción en los Territorios Nacionalesy de esta forma liberar al Estado de lasexigencias presupuestarias que una em­presa de semejante dimensión requería. IR

En el año 1884, una vez finalizada laCampaña del Desierto, se sancionó la Ley1532,19 encargada de organizar los Terri­torios Nacionales en nueve gobernaciones:Chaco Chubut, Formosa, Misiones, Neu­quén, La Pampa, Río Negro, Santa Cruzy Tierra del Fuego. Estas unidades admi­nistrativas debían atravesar una etapa tu­telada de "aprendizaje cívicoy moral" paraque sus habitantes pudieran adquirir laaptitud necesaria para establecer un go­bierno propio y constituir "futuras provin­cias argentinas donde antes sólo habíadesierto" .20

Los Territorios Nacionales como divi­sionesadministrativas subestatales situadasfuera de las fronteras provinciales asumíanun carácter temporario por ser una divi­sión ex lege de la nación, es decir, derivadade la creación de una ley específica. Su le­gislación y jurisdicción estaban sometidasal poder del Estado, que monopolizaba lacreación del derecho y de la justicia a tra­vés de los órganos y de las reglas por élfijadas. Lasmáximas fuentes del poder te­rritorial debían estar bajo la protección

18 Moroni, "Delicado", 2005.19 Ley 1532 (980), Organizaci6n de los Territorios

Nacionales, Anales de Legislación Argentina, BuenosAires, 1881-1888, en Biblioteca del Superior Tribunalde Justicia de La Pampa (en adelante BS1]), La Ley,leg. 1074-2440.

2[) Mabragaña, Memajes, 1910, p. 235.

LA NACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 73

del poder estatal, esto suponía un impor­tante condicionamiento a la hora de iniciarel procesode institucionalización, más aúnconsiderando las distancias que aumenta­ban la incomunicación entre el centro delpoder estatal y las capitales territoriales.

En los Territorios Nacionales la situa­ción de contacto casi habitual entre losque llegaban para repoblar estas áreas, lascomunidades indígenas y los habitantesde las provincias limítrofes, condujo a laapropiación mutua de elementos y cos­tumbres que favorecieron la aparición gra­dual de formas complejas de relación. Estainteracción estuvo reforzaday enriquecidapor el constante intercambio entre los dis­tintos componentes de la "nueva" socie­dad, en la que estaban incluidos inmigran­tes europeos"

La frontera se modificaba y ampliaba através del tiempo y a medida que se supe­raban las distintas etapas de crecimientopor lasque atravesaba la región. Sepasódela expropiación al reparto de la tierra pú­blica, de la expansión de la actividad ga­nadera a la agrícola,y del progresivo arribode inmigrantes -primero nacionalesy lue­go extranjeros- a la organización políticay administrativa de los incipientes pobla­dos. Se trataba de un espacio con una di­námica propia, una "frontera viva" que enel discurso político nacional se erigió comoun referente promisorio para unificar unpaís que arrastraba una historia de profun­das divisiones regionales. El tiempo de­mostró que la verdadera incorporaciónsólo se produjo en los encendidos escritosy proyectos de la dirigencia nacional. Acono plazo, el modelo de expansión, ba­sado en el triunfo de la "civilización"sobrela "barbarie", naufragóen una crisisestruc-

21 Quijada, "Repensando", 2002.

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tural que afectó económica y políticamen­te la pretendida unificación nacional.F

En este confuso panorama, lo que es­taba destinado a perdurar y a consolidarsefue la movilización y la lucha política dequienes repoblaron los Territorios Nacio­nalesesperanzados en accedera una esrruc­tura de poder autónoma y a la potestadsobre los recursosproductivos de las tierrasque ocupaban.

LA REGENERACIÓN DEL DESIERTO.

PRlMERAS REPRESENTACIONES

DE LA FRONTERA

A mediados del siglo XIX, se fortalecióenel Río de la Plata la concepción ilustradadel estímulo a la agricultura cuyo antece­dente más concreto derivó de las publi­caciones de los fisiócratas europeos deprincipios de siglo. Para los partidariosde esta corriente de pensamiento, la pre­sencia del indio entrañaba un importanteobstáculo para los proyectos moderniza­dores en los que la tierra era el principalactivo nacional.

Un territorio inmenso y rico, ocupadopor una población dispersa, autónoma ypresuntamente peligrosa, requería una in­tervención rápida y eficaz por parte de lasfuerzas estatales. En el imaginario nacio­nal, la llanura pampeana evocaba fértilesllanuras con recursosnaturales que perma­necían sin explotar. A esta condición sesumaba la proximidad a puertos oceánicosque le concedía a la región un carácterúnico en el mundo. Tal como lo señalabael presidente Julio Roca en el mensajeinaugural del periodo de sesiones del año1881:

22 Bragoni, "Gobierno", 2003.

MARI5A MORONI

soporte
Rectángulo

Puede asegurarse que no hayal presenre na­ción alguna en el orbe que tenga una exten­sión ran grande de tierra baldía, bajo climasbenignos aunque varios, casi toda litoral o def.ícil acceso por el mar o ríos navegables , ysusceprible de todos los cultivos L.,] la fertili­dad de esta Suiza argentina con sus grandeslagos de agua dulce, con sus valles cubiertosde gramíneas y sus bosques de pinos L..J conla desaparición de las tribus de indios salvajesque se enseñoreaban de las dilatadísimas yverdes praderas, que podemos llamar nuestrolarWert, la población ganadera de las cincoprovincias que limitan este territorio, em­pieza a desbordarse sobre él, y sus rierras.P

Asimismo, cronistas y viajeros euro­peos, volcados a describir las regiones be­neficiadas por las reformas borbónicas rela­cionadas con el libre comercio, divulgaronla existencia de unas planicies extraordina­riamente prolíficas ubicadas más allá dela frontera bonaerense . Sus relatos abunda­ban en generalizaciones y se concentrabanen el análisis de la zona ganadera del Lito­ral y de Buenos Aires, donde la produc­ción lideraba el crecimiento económicode la región. En estas crónicas no se regis­traron las diferencias intrarregionales, nilas características de las tierras disponiblesde acuerdo con la aptitud para soportarun modelo productivo basado en la explo­tación agrfcola-ganadera.F"

La construcción de un conocimientocientífico real de las tierras ubicadas alotro lado de la línea de fortines sobrevinoen la última década del siglo XIX, al tiem­po que se efectuaba la expedición militarpara su incorporación. Mientras tanto,

23 Mabragaña, Mensajes, 1910, pp. 37-38.24 Sempar, "Secror", 1978, y Garavaglia, "Econo­

mic", 1985.

existió una idea preconcebida de las tierrasde la frontera interior, una representaciónque las emplazaba como el ámbito elegidopara multiplicar los beneficios de la pro­ducción destinada a los mercados euro­peos. En este sentido, el comisionado parael estudio de los Territorios Nacionalesafirmaba:

Si hay algo que se impone, tratándose delos rerrirorios nacionales, es el pensar en suporvenit, esrá en la conciencia pública quer. ..] en todos ellos se halla lo que el hombrepuede necesirar para vivir, sea como bondadde clima y fertilidad de tierra, sin querermencionar orras condiciones fundamentalespara la existencia humana, o como lo facroresde felicidad en la vida moral."

El carácter móvil y abierto de la fron­tera pampeana sumado a unas presuntascondiciones agroecológicas óptimas esti­muló una imagen destinada a perdurarhasta el momento de la ocupación de laregión. La de un bucólico paisaje dondelas tierras libres se convertían en una exce­lente oportunidad para los que llegabana repoblarlas. Esta construcción del "lugarideal" se reflejaba en los discursos políticosy en la descripción de la elite ilustrada defines del siglo XIX. Un ejemplo de ello esel alegato publicado por el poeta OlegarioAndrade en la Revista dela Sociedad Geo­gráfica Argentina. El autor destacaba laconveniencia de estimular la colonizacióny animaba a los legisladores a impulsarun proceso organizado de ocupación paraobtener el máximo rendimiento de las ri­quezas naturales allí existentes. En un pa­saje del extenso escrito, el autor advertía:

25 Informe de Carlos Gallardo, noviembre de1935, p. 3. en HCN.

LA NACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 75

Como se ve, no hay en el mundo un territo­rio más vasto ni más apto para la coloni­zación que el nuestro. Tengamos paz y ten­dremos poblac ión . La corriente humanabusca las costas tranquilas, no los cabos tor­rnenrosos.?"

Al incorporarse las áreas fronterizas alas redes económicas mundiales centradasen la exportación agropecuaria a países in­dustrializados, las estructuras económicasy socialespreexistentes fueron eliminadasviolencamenre.F La modernización comouna dinámica socioeconómica intranacio­nal no armonizaba con la presencia de in­dígenas.28 Aunque muy pronto la incom­patibilidad se extendió a otros sectores dela población, como los provincianospobresy sin formación. A modo de ejemplo,]uanBautista Alberdi afirmaba:

sin población y sin mejor población que laque tenemos [...] todos los propósitos queda­rán ilusorios y sin resultados L..l para poblare! desierto son necesarias dos cosas capitales:abrir las puertas de él pata que todos entreny asegurar el bienestar de los que en él pene­tran: la libertad a la puerta y la libertaddentro.f?

26 Revistadela Sociedad Geográfica Argentina, t. l.

1881, Buenos Aires, p. 58, en Archivo General de laNación (en adelante AGN).

2 7 Ciertamente podemos norar que las relacioneseconómicastransnacionalesen desarrollosiempre haninfluido poderosamente en el desarrollo económicoargentino y en este sentido el destino de los pueblosindígenas fue determinado por la estructura generaly por la fuerzadel mercado de un "sistema capitalistauniversal".

28 Un estudio de la reubicación de los indiosranquelesdespués de la campaña militar (1879-1885)en Lluch, "Largo", 2002.

29 Alberdi, Bases, 1943, pp. 109-111.

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Una vez iniciada la ocupación efectivadel espacio, a partir de 1884, la realidaddemostraba que sólo una estrecha faja detierra ubicada al este de la provinciade Buenos Aires, correspondiente a la ac­tual provinciade La Pampa, respondíaa lascaracterísticas de fertilidad y aptitud quepregonaban los mentores de la necesidadde ocupar las tierras para maximizar losbeneficios de la producción ganadera delas provincias Iimítrofes'? En este espaciose concentró 90% de la población, 96%de los cultivos y 80% del ganado vacuno.Esta banda oriental de tierra productivase extendió desde el meridiano 5° hasta laisoyeta de los 500 milímetros anuales delluvia, y allí llegaron las inversiones, comoferrocarriles y caminos para trasladar laproducción a la zona portuaria.'!

En el año 1889, Hilarión Furque es­cribía en la Revista dela Sociedad GeográficaArgentina una somera descripción de lospésimos resultados productivos de las tie­rras ubicadas al sur del río Colorado:

Verdades que se han trazado colonias, peroenterreno totalmente inútil para la agriculrura,mientras no sea dotado de canales de riego,por cuya razón los colonos se han retirado aldía siguiente de llegar al terreno, pensandosin duda que habían sido engañados, y sinimaginarse que a su vez lo había sido el go­bierno L..] e! presidente una vez retirado de!mando sehaolvidado hasta de averiguar el éxi­to que da para seguir o no e! mismo sistema. 32

30 Dodds, "Geography", 1993.31 Para comp lementar la información acerca del

desarrollo de la zona oriental pampeana, véase Ma­luendres, "Agricultores", 1995.

32 Revista dela Sociedad Geográfica Argentina, t. VJI,

cuadernos LXIX-LXX, 1889, Buenos Aires, p. 194, enDeN.

MARI8A MORONI

Lasexpectativas iniciales que ayudarona la dirigencia nacional a obtener el respal­do parlamentario y los recursos económi­cos necesarios para la operación militarfueron decayendo. Ante sus ojos se presen­taba un nuevo panorama que requería lamodificación inmediata del modelo pro­ductivo ideado para las nuevas tierras. Oen su lugar, exigía la multiplicación delas partidas presupuestarias destinadas aproveer de infraestructura y recursos paramodernizar y potenciar el sector de explo­tación agrícola, que además demandabamayor inversión que la ganadera. En lasprimeras décadas del siglo xx, entre loscírculos políticos y militares existía unsentimiento generalizado de fracaso y pe­simismo relacionado con la capacidad ycaracterísticas naturales de las regionesnacionalizadas. Era el momento de reco­nocer que al iniciar la empresa de exten­sión de las fronteras, los promotores de launificación territorial poseían un conoci­miento vago y uniforme de lo que existíamás allá del "límite de la civilización".

La anunciada potencialidad de los Te­rritorios Nacionales pronto se volvió unespejismo y resurgió una representaciónnegativa de estos espacios que justificabael abandono del proyecto original. El le­gislador Joaquín González reconocía lasdiferencias existentes entre los argentinosque poseían todos los derechos inherentesa la condición de ciudadanos, y los quepor su menor nivel educativo o por residiren lugares alejados como los espacios extra­provinciales no gozaban de idénticos bene­ficios. Más adelante reconocía que ya nadapodía modificar la desigual situación,puesto que la raíz del problema se encon­traba en los orígenes de la nacionalidadargentina:

será unadeficiencia denuestra Constitución;peronosotros notenemos facultad paracam­biarla. Tenemos queaceptar todos losresul­tadosde la historiatal como ellos son,e in­corporsc, guiar hacia el mejor destinoposible, haciendo usode nuestras facultadessuperiores L..J es la responsabilidad de lasclases dirigentes la que debemos mirar enel ejercicio de estos derechos, yaque,porse­lección natural, lescorresponde esaespeciede cutela sobrelosque saben menos o pue­den menos.t?

Otros sectores nacionales identificadoscon tratadistas y juristas rebatían la visiónpesimista de los que señalaban al habitan­te de los territorios de frontera como únicoresponsable de su destino. Argumentabanque la incapacidad política de los territo­rianos-? era única responsabilidad del Es­tado argentino que no había sido capazde orientar el desempeño de los funciona­rios designados ni de cumplir las disposi­ciones constitucionales que rompían elequilibrio que debía existir entre gobiernofederal y gobiernos locales."

En efecto, la nacionalización del es­pacio pampeano estuvo signada por unarepresentación subjetiva e idílica de susresultados. Existió un exagerado fervor pa­triótico orientado a reafirmar la territo­rialidad como una forma eficaz de forta­lecer el papel de un Estado que asumíalas riendas del postergado proceso de uni­ficación nacional. Al finalizar la avanzadamilitar en el área pampeano-patagónica yen el momento de organizar la ocupación

33 Botana, República, 1997, pp. 655 .34 Término aceptado para referirse a los habitan­

tes de Ins Territorios Nacionales." Linares, Territorios, 1933, pp. 12-13.

LA NACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 77

del impenetrable chaqueño, un militar dealto rango advertía que no debían repetirselos erroresde la anterior experiencia,pues­ro que :

la división matemática de la cierra como undamero es irracional, reduce la capacidad re­ceptiva del suelo y conspira contra su acer­tada y completa explotación L..l se deberántener en cuenta vaciosfactores que no se tu­

vieron en vista en el pasado, como ser: la ca­lidad de las tierras y su destino más apropia­do; la distancia a los puerros de embarque oa las estacionesde ferrocarril;la circunstanciade que por su topografía los campos fueranaprovechables para su explotación en veranoe invierno; la abundancia y calidad de lasaguas; las posibilidades de irrigación y otrosfactores que influyen sobre el rendimientoeconómico de la explotación y el empleopráctico a dar a las mismas tierras.P?

Como ocurrió en otras regiones deAmérica, la ocupación de la tierra en po­der de grupos indígenas fue concebidacomo un recurso cultural para el man­tenimiento de la identidad nacional. Seiniciaba una etapa caracterizada por la de­marcación territorial como parte de la ac­tividad centralizadora del Estado paraconstruir el "cuerpo de la nación" y crearla abstracción de una nación palpable eirnaginable.?? En este sentido, las tierrasque surgían tras las incursiones militaresse convertían ahora en la residenciaautori­zada de pobladores blancos y estos nego­ciarían constantemente con el Estado eltipo de intervención para una sociedad enformación. Una prueba de ello fueron los

36 Sarobe, Patagonia, 1935, p.119.37 Mücke, "Desunión", 1999, y Srnith, Cbosen,

2003, pp. 131-165.

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tempranos reclamos autonómicos que es­grimieron los habitantes del TerritorioNacional de la Pampa quienes desde laprimera década del siglo xx sosteníanla conveniencia de autoadrninisrrarse.t"Al mismo tiempo, el componente indí­gena desaparecía o se volvía invisible enlos planes de los agentes estatales encarga­dos de la colonización y administraciónde losTerritorios Nacionales (véase mapai.'?

EL CONOCIMIENTO OFICIAL Y CIENTíFICODEL TERRITORIO DE LA NACIÓN

Ciertamente, la información existente almomento de emprender la ocupación delos territorios de la región pampeana fueinsuficiente y fragmentaria. Las crónicasde los viajes de Pedro de Angelis, ThomasFalkner, Woodbine Parish y Charles Dar­win resultaban incompletas y presentabangrandes vacíoscartográficosque requeríanuna reelaboración. A partir de esta certezase reanudaron las exploraciones iniciadasen la primera mitad del siglo XIX.40

El proceso de producción de un cono­cimiento de las regiones conquistadas, ex­presado a través del desarrollo de la car­tografía científica y de una geografíanacional, ayudó a crear una representaciónoficial del territorio de la nación. Además,legitimó el dominio estatal a través de unademarcación de límites paraeliminar cual-

38 Por autoadministración debe entenderse la ca­pacidad de los diferentes grupos de interés localespara encontrar los mecanismos que eviten el desordenen el gobierno, en la justicia O en las finanzas. Car­magnani, "Territorios", 1994.

39 Quijada, "Ciudadanización", 1999, y Argeri,"Mecan ismos" , 2001.

40 Nouzeilles, "Pacagonia", 1999.

MARI8A MORONI

Terri torios nacionales

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OC~NO ATLÁNTICO

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Fuente : elaboración propi a con base en Sarobe, Patagonia , 1935 .

LANACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 79

quier tipo de ambigüedad con respecto ala soberanía territorial del país. Este cono­cimiento se efectuó a la parde la conforma­ción política e histórica de los TerritoriosNacionales. Desde el Estado se promovióy financió una serie de acciones públicas yprivadas en un intento por difundir unaimagen homogénea del territorio.

La representación del espacio fue, engran parte, una creación ideológica queubicaba a la elite intelectual como cons­tructora y legitimadora del proyecto deocupación de los espacios "vacíos". Bajola sombra estatal, estos especialistas, ensu mayoría miembros de los altos mandosmilitares, socializaban la información so­bre los territorios de frontera y generabanun discurso asociado al progreso y a la ci­vilización que desechaba las identidadestradicionales de los indígenas. El procesode nacionalización de la frontera pampea­na se realizódesde arriba hacia abajo. Des­de el poder que otorgaba lagertenencia auna comunidad civilizada. 1 Los miem­bros de la dirigencia argentina fueron par­tícipes de una densa red de relaciones en­trecruzadas de solidaridades de clase,filiacionespolíticas, ideológicas y profesio­nales que formaban un cerrado círculo po­lítico e inrelectual.v'

Se iniciaba una generación de especia­listas civiles y militares en la descripciónde las regiones que se encontraban fueradel dominio material de la nación, y de lasque no se poseían conocimientos precisos.Esta corriente de exploradores se dedicóa investigar minuciosamente las caracterís­ticas físicas y naturales de la Pampa, laPatagonia y el Gran Chaco. Realizaron lasprimeras descripciones de especies anima-

41 J..ehmann-Nitsche, Problema, 1915, p. 3.42 Lois, "Desierto", 2004.

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les y vegetales hasta entonces desconocidasen los ámbitos académicos nacionales.

Uno de los primeros trabajos orien­tados a la redefinición de las líneas fronte­rizas dedicado a proyectar la colonizaciónal sur del río Salado fue escrito en el año1816 por el militar Pedro Andrés García.En su obra Nuevo plan de fronteras se expli­citaba un programa de actuación quepreveía el avance de la frontera desde laprovincia de Buenos Aires hasta el río Co­lorado, en la Patagonia y el río Diamanteen Mendoza. El proyecto de García incluía,además de la incursión militar, la organi­zación de expediciones científicas de reco­nocimiento tanto del terreno como de lascomunidades indígenas. Para ello él pro­ponía negociar y pactar con los indígenasde la región para evitar cualquier acciónviolenta que dificultara una futura relaciónpacífica entre unos y otros.

En este contexto de construcción y di­fusión de los conocimientos sobre la fron­tera interna, unos años después se publica­ba La conquista de quince mil leguas (1878),y Viajeal país de los araucanos (1881) deEstanislao Zeballos.P Ambasobras fueronescritas a petición del presidente JulioRoca, con el objeto de persuadir a losmiembros del Congreso de la necesidadde invertir en infraestructura y aumentarel presupuesto de gastos para realizar laexpedición militar. Zeballos aprovechóla oportunidad para autodefinirse comoun "hombre de Estado" con una capacidadintelectual necesariapara administrar des­de el gobierno los frutos de la incorpora­ción de las tierrasen poder de los indígenas.Pata ello, proponía una gestión eficientede los nuevos recursos disponibles in situ

43 González, Estanislao, 1969, y Fernández y Na­varro, "Zeballos", 2002.

MARI8A MORONI

y reducir al mínimo las erogaciones pre­supuestarias destinadas al ordenamientopolítico y social de la nueva sociedad. Re­comendaciones que no cayeron en sacoroto, pues Estanislao Zeballos desempeñóimportantes funciones militares y políticasdurante esta etapa.

Como hemos adelantado, el conoci­miento sobre el espacio pampeano se fueconstruyendo con cada campaña de explo­ración. En una primera etapa, realizadaspor viajeros extranjeros originarios deEspaña, Inglaterra, Alemania y Francia.A partir de la segunda mitad del sigloXIX, comenzaron a participar miembrosde la elite intelectual y militar argentinaque publicaban sus notas de viajes y des­cubrimientos con un cuidado estilo litera­rio. Sus interpretaciones fueron divulgadasen libros, conferencias universitarias y enrevistas científicas especialmente creadaspara la circulación de las crónicas de lafrontera.i" Y como señalaba una de estaspublicaciones, el ánimo de sus editoresera "vulgarizar los conocimientos geográ­ficos y fomentar la exploración de losterritorios desiertos de la república",45 afir­maciones que sintetizaban el espíritu colo­nizador de la época.

La definitiva apropiación de las tierrasde la frontera interior se vio favorecidaporla combinación de dos factores. Por unlado, del desarrollo tecnológico-militar yde las comunicaciones. Y en segundo lu-

44 Entre estas destacaron los Analesdela SociedadCientífica Argentina desde 1876, el Boletín delInstitutoGeográfico Argentina en 1879, los AnalesCientíficos Ar­gpttinos que circuló desde 1874 hasta 1876, y la Revistade la Sociedad Geográfica Argentina en 1881. Auza,"Ocupación", 1980, p. 62.

4' Revista dela Sociedad Geográfica Argentina,t. 1,

1881, p . 2, en AGN.

gar, gracias a las nuevas estrategias mili­tares que aplicaban el conocimiento y lastécnicas producidas por investigadoresagrupados en instituciones y sociedadescientíficas al servicio del Estado. En unmensaje presidencial del año 1881 se apre­cia el dispositivo de reconocimiento y ex­ploración del terreno que contaba con elauxilio de científicos y técnicos contrata­dos por el Estado:

Quince comisiones de agrimensores se ocu­pan igualmente de la medición y levanta­miento de planos, con su correspondientedescripción topográfica, del territorio nacio­nal [...] Una vez terminada esta operaciónpodremos ofrecerlas al trabajo con exactadesignación de los límites de cada lote, y desus calidades agrícolas, despertando el interésuniversal por las facilidades de adquisiciónque se darían al comprador. L.,] Total 44 151leguas , o sea, 110 377 500 hectáreas.w

El libro del coronel Álvaro Barros,Fronteras y territorios de las pampas del sur,fue publicado en el año 1872, y se inscribeentre las primeras obras destinadas a brin­dar instrucciones prácticas y a explicar es­trategias para la ocupación definitiva dela frontera pampeana. El autor realizó unadetallada descripción de la región en laque incluyó algunos aspectos referidos ala geología y la topografía. Además, el es­tudio incorporaba un minucioso inventa­rio de los recursos naturales aprovechablesde la zona.f? Del mismo modo, AdolfoAlsina, ministro de Guerra durante estaetapa, se abocó a escribir una serie de trata­dos en los que definía la estrategia militar

46 Mabragaña, Mensajes, 1910, p. 29 .47 Poggi, Álvaro, 1997.

LA NACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 81

a seguir para detener los avances indígenasa las propiedades rurales bonaerenses. Unade las acciones más irnpactanres que Al­sina proyectó durante su ministerio fue laconstrucción de la llamada "zanja de Alsi­na", encargada al ingeniero francés Alfre­do Ebelor/"

La elaboración de un conocimiento ofi­cial y científico de la frontera interior res­pondió a un claro interés político con elobjeto de establecer una conciencia territo­rial49 y facilitar así el ansiado progresoque presagiaba la dirigencia nacional ydel que se consideraban los únicos artíficesposibles."?

Hacia finales del siglo XIX y comienzosdel xx, se extiende en Argentina un es­pacio público donde los conocimientoscientíficos acerca de los recursos y caracte­rísticas de los territorios de la frontera ad­quieren una proyección y valoración socialcuya expresión más acabada fue la creaciónde museos naturales y antropológicos.Además, la participación en congresos in­ternacionales y la publicación de cartasgeográficas y topográficas tenían el obje­tivo de clarificar el dominio intelectualsobre las fronteras interiores.

48 La obra pretendía rodear con un fusa de 610 ki­lómetros la línea que separaba los fortines militares dela frontera interior. El proyecto original fue aban­donado en mitad de su elaboración, afectado por laescasez de recursos humanos y económicos pata sucontinuación y conservación por lo que la extensióndefinitiva fue de 374 kilómetros. Luzuriaga, "Precur­sor", 1980.

49 Expresión utilizada para referirse a la apropia­ción material del espacio como una forma de adecuarla Argentina real a la Argentina política reconocidain­ternacionalmente. Auza, "Ocupación", 1980, pp.83-86.

50 González, Civilidad, 2001.

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Lasexploraciones realizadas en el espa­cio pampeano no sólo se limitaban al estu­dio de la naturaleza del lugar, sino queademás propiciaban el análisis de las carac­terísticas antropológicas y físicas de las co­munidades indígenas que allí habitaban."Las conclusiones de estos trabajos, imbui­dos del auge positivista del siglo XIX, nohacían más que legitimar un discurso queintentaba justificar biológicamente la infe­rioridad de los indios. Se valoraban cos­tumbres y hábitos según principios cientí­ficos de carácter evolucionista y racistaque revelaban el desconocimiento y desin­terés ~or la cultura de los pueblos origina­rios.? En este contexto, la ciudad se con­vertía en la máxima expresión de civilidady esta se imaginaba como un ensayo deestabilidad y ciudadanía donde antes sóloexistían nómadas. El interés político deerigir ciudades donde antes habitaban losindígenas se reflejaba en el discurso presi­dencial de Julio Roca, cuando señalaba:"es indispensable la acción eficaz de la na­ción para dotar a esos grandes vacíos denúcleos de población, que, una vez radica­dos y prósperos, han de convertirse en ver­daderos focos de atracción" .53

Algunos sectores minoritarios intenta­ban rebatir los argumentos xenófobos yargumentaban el carácter racional de losindígenas, así por ejemplo, en el año1870, Lucio Mansilla, político, militar yescritor de la época, publicaba Una excur­sióna los indiosranqueles. Esta obra consti­tuyó una de las pocas crónicas en la que serechazaba la ideología de la superioridadracista y darwiniana. Las afirmaciones deMansilla no bastaron para modificar una

51 Navarro, "Salvaje", 2001.52 Scarzanella, Gringos, 2002.53 Mabragaña, MerlJajeJ, 1910, p. 34 .

MARISA MORONI

política desordenada que ensayabadiferen­tes alternativas de solución, a medida quecrecía el número de indígenas expulsadosviolentamente de sus comunidades.

LA pOLíTICA ESTATALDE DISTRIBUCIÓN

Y REPARTO DE TIIJRRAS

La apropiación de la tierra dejó paso al re­parto y/o venta de las parcelas y con ellollegó el consecuente proceso de coloniza­ción y puesta en producción. En el año1876, durante el gobierno de Avellaneda,se sancionó la Ley de Colonización, queestuvo vigente por más de cuatro décadassin modificación y rigió cerca de 60 añosel proceso de ocupación y distribución detierras en Argentina. 54 Esta legislación di­rigió la distribución y ocupación del suelo,y otorgaba al Estado argentino la potestaddefinitiva sobre las tierras fuera de los lí­mites de las catorce provincias fundacio­nales. Finalmente, se lograba un territoriounificado y la satisfacción por la llegadade la "civilización" a las pampas. Este fueel espíritu que dominaba el discurso defin de siglo, y así lo expresaba uno de susrepresentantes:

¡He aquí la Pampa regenerada! Ayer debíaser pavorosapor su soledad, en la cual vagabala vista sin hallar un puntO de socorro cuan­do brotaban los indios de su seno como salenlos avestruces de sus pajonales. Hoy la sole­dad va cediendo su imperio a la población,

54 La Ley de Colonización de 1876 o Ley Ave­llaneda unificó la legislación de tierras para todo elpaís e intentó poner en funcionamiento una serie deorganismos estatales encargados de aplicar programasrelacionados con la inmigración y la colonización dela tierra pública. Zeberio, "Mundo", 1999.

el miedo a la barbarie ha desaparecido, parasiempre, después de tres siglos de sangrien­tas luchas, la extensión está dominada porel alambre eléctrico y silba a su puerta la lo­comotora, mientras que la ciencia la invadey escudriña iluminando sus arcanos. ¡Heaquí la Pampa regenerada!'?

Una vez finalizada la expedición mili­tar se formalizó la creación de la Direcciónde Tierras y Colonias, organismo estatalencargado de realizar la mensura, loreo delas tierras y promoción de la colonizacióntanto en Buenos Aires como en Europa.Las operaciones se efectuaron mediante laoferta de venta de 4 000 títulos de tierrasde 10 000 hectáreas la unidad de medidapor cada título. Esta oferta pública no sig­nificó la inmediata radicación de la pobla­ción en el territorio pampeano, y así loentendieron las instancias de poder nacio­nal: "la inmigración espontánea no irá alos extremos desiertos del país sino llevadapor la mano de la nación y con ventajas yconcesiones liberales'T" Antes era necesa­rio suministrar una importante inversiónestatal en obra pública destinada a la cons­trucción de caminos y líneas férreas paraconectar los nuevos núcleos de poblacióncon el centro político nacional y paratransportar la producción a los puertos deBuenos Aires, Bahía Blanca y Rosario.

Laprimera distribución de tierras be­nefició a los miembros del ejército con­quistador y a sus herederos. El reparto seefectuó de acuerdo con la jerarquía militarde cada miembro y merced a la Leyde Pre­mios al Ejército Expedicionario de 1885.Los protagonistas de la Campaña del De­sierto recibieron distintas unidades de su-

" Zeballos, Viaje, 1934, pp. 78-79.'6 Mabragaña, Mensajes, 1910, p. 172.

LA NACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 83

perficie como recompensa a su labor en lalucha contra el indio. Inicialmente no seespecificó el emplazamiento preciso de lospredios otorgados por no estar finalizadala mensura total del territorio. En su lugar,se entregaron títulos provisorios que fue­ron canjeados por los definitivos una vezque finalizó el proceso de loteo y valora­ción productiva de las tierras."?

Desde el comienzo de la ocupación delas tierras, no existió un sistema regulary planificado de colonización, ni una tareade fiscalización por parte del Estado. Estasituación generó un movimiento especula­tivo que fue característico de la primeraetapa de colonización. Según los datos delprecio de la tierra pública, entre los años1888-1890, el valor por hectárea en la re­gión pampeana se incrementó de 1.80 a9.65 pesos. La consecuencia directa fue larestricción de la propiedad de la tierra aaquellos sectores que carecían de capacidadadquisitiva y que llegaban desde las pro­vincias con expectativas de obtener gran­des extensiones de tierras a bajo precio.

Este patrón de distribución generó unreducido núcleo de empresarios, hacenda­dos bonaerenses, militares, burócratas y co­merciantes, que independientemente de suorigen acumularon grandes riquezas enpropiedades rurales. 58 En definitiva, el re­parto de tierras evidenció el gran fracasoque significó la Ley Avellaneda, llamada aser el puntal en que se apoyaría el desarro­llo agropecuario de los nuevos territorios.

En un intento por revertir la concen­tración de propiedades, en el año 1916,con la Unión Cívica Radical 59en el poder,

57 Mayal, "Captura", 1995.58 Zeberio, "Tierra", 2002, pp . 129-155.59 la Unión Cívica Radical se coronaba con un ré­

gimen electoral democrático en las eleccionesde 1916.

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comenzaron a manifestarse algunas pro­puestas para la revisión y estudio delrégimen de propiedad, del sistema de te­nencia y del uso de la tierra. Las modifica­ciones estaban orientadas principalmentea promover la colonización, basada en lapequeña propiedad cercana a centros urba­nos, estaciones ferroviarias y puertos.P" Elradicalismo estimaba que la nueva redis­tribución de tierras provocaría cambios enla racionalidad productiva del agricultor yfavorecería el arraigo a la tierra ya no delhombre solo, sino del grupo familiar. Conestas medidas se intentaba zanjar un deba­te político cuya solución estaba estrecha­mente ligada a incrementar el número depobladores en los Territorios Nacionalesy a combatir la creciente urbanización dealgunas capitales de provincia.

A pesar de la declaración de intencio­nes de los dirigentes radicales en materiade tierra pública, el grupo político se en­frentó a la oposición de los grandes pro-

Hipólito Yrigoyen asumió la presidencia de Argentinael 12 de octubre de 1916 hasta el año 1922 en que losucedió Marcelo T. de Alvear. En 1928 fue reelegidoy fue depuesto por un alzamiento militar el 6 de sep­tiembre de 1930. En opinión de algunos historiadoresla asunción de Yrigoyen puede catalogarse como laculminación del largo proceso de modernización em­prendido por la sociedad argentina desde mediadosdel siglo XIX. Romero, Breve, 2001, pp. 15-65.

60 Los intentos de reformas y reparación del régi­filen de tenencia de la tierra crecen cuando el radica­lismo ocupa el gobierno nacional, aunque la falta dedefinición del oficialismo, sumada a una férrea oposi­ción legislativa de socialistas y conservadores y a unasituación internacional adversa de la economía agroex­portadora terminan por anclar cualquier modificaciónsignificativa sobre este aspecto, y el fervor inicial dela Unión Cívica Radicalsólo es concebido en términosdel discurso político más que en sólidas bases para elcambio en materia de adquisición de tierras fiscales.

MARI5A MORONI

ductores que gozaban del derecho de te­nencia y disfrute de las tierras resultantesde la expropiación indígena. Estos se opu­sieron sistemáticamente a retrotraer el do­minio de sus propiedades al Estado o a lasubdivisión de las mismas. Finalmente,el gobierno se limitó a suspender la adju­dicación de nuevas tierras en propiedad ya arrendar a título precario las tierras va­cantes de los Territorios Nacionales. Endefinitiva, las condiciones tradicionalesdel régimen agrario que el Estado preten­día modificar persistieron sin cambios,aun en periodos de desajustes y crisis de laeconomía agroexportadora argentina.P'

CONCLUSIONES

La nacionalización de las tierras de la fron­tera pampeana se inscribe en el largo pro­ceso histórico de formación del Estado na­cional, cuando este se instituye en un actorsignificativo del cambio que atravesó lasociedad argentina a finales del XIX.

La incorporación a la economía mun­dial de vastas y desconocidas extensionesde tierra que se encontraban fuera del do­minio estatal exigió la implementaciónde una serie de políticas públicas para al­canzar un mayor crecimiento socioeconó­mico que traería aparejado la moderniza­ción y el desarrollo social. Todo ello estabaasentado en la maximización de un recursoabundante que permanecía "desaprove­chado" en manos de las comunidades indí­genas: las tierras de la frontera interior. Lagestión requería un análisis del costo hipo­tético que la empresa representaba y unaevaluación objetiva de las reales capacida-

61 Zeberio, "Utopía", 1991, y Girbal, "Riqueza",2003 .

des productivas de la región, factores queno fueron considerados por la dirigenciaargentina a la hora de trasladar el planode las ideas a la realidad.

En la última década del siglo XIX, unavez finalizada la ocupación de la frontera,comienza una etapa caracterizada por ladivulgación de los conocimientos de losrecursos y características de los territoriosde la frontera interior. Los resultados ad­quieren una proyección y valoración socialcuya expresión más acabada fue la creaciónde museos naturales y antropológicos, lapublicación de cartas geográficas y topo­gráficas, así como la participación en expo­siciones universales donde se exhibían losactivos de unas tierras inmensamente férti­les. Es en esta etapa donde surge un dis­curso positivista que justificaba biológi ­camente la inferioridad de los indígenassegún principios científicos de carácterevolucionista y racista que eran funcionalespara justificar la expropiación violenta delas posesiones a los habitantes originariosde las tierras.

Laetapa de distribución y reparto de latierra pública estuvo signada por un fe­nómeno especulativo que benefició a unospocos que poseían las tierras en propiedad(terratenientes y altos mandos militares) yque residían en la Capital Federal. Estaforma de tenencia generalizó el sistemade arrendamiento precario para la mayo­ría de la población radicada en el espaciopampeano que carecía de los recursos sufi­cientes para la compra.

El procesode nacionalización de la fron­tera pampeanano resultó una tarea sencilla,ni para la dirigencia nacional ni para losque llegaban a estas regiones. La represen­tación idílica de las tierras de la fronterainterior, sumada a las escasas inversionesen infraestructura, condicionó su posterior

LA NACIONALIZACiÓN DE LA FRONTERA PAMPEANA 85

desarrollo y terminó por relajar el vínculoque enlazaba al Estado argentino con la so­ciedad que se conformó tras la nacionaliza­ción de la frontera pampeana.

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