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Segundo encuentro de mujeres por la vida, la justicia y la equidad COMUNIDAD CIVIL DE VIDA Y PAZ - ZONA HUMANITARIA CIVIPAZ 25 DE SEPTIEMBRE DE 2010 AFIANZANDO NUESTROS SABERES En este segundo encuentro las queremos saludar y también darles las gracias por su generosidad. En un caluroso día y rodeadas de un bellísimo paisaje natural, entre huertas y cañaduzales, nos reencontramos las mujeres de Medellín del Ariari, de las veredas y de la zona humanitaria para continuar el camino ya comenzado, de andar planteándonos cosas sobre nuestro papel de mujeres dentro de procesos de resistencia frente a la guerra. Nuestros objetivos son claros así como nuestros sueños. Las mujeres somos dadoras de vida y nos ha correspondido la tarea de ser también defensoras y cuidadoras de vida. Nuestra lucha no es en contra de personas en particular (hombres) sino contra estructuras sociales que han moldeado nuestra forma de pensar, actuar y ser. Pensarnos colectivamente e ir en búsqueda de la liberación a través de la conciencia de hombres y mujeres, descubriéndonos en la transformación de nuestras relaciones cotidianas. Para esto nos encontramos las mujeres, también para abrazarnos y para recordar, porque también somos memoria, en nuestra piel esta la memoria de la guerra y de la violencia que ha azotado esta región culpable de la situación que hoy viven nuestras comunidades. A través de la re-construcción y la de-construcción de los rostros, fabricado por otros, que nos impiden apropiarnos de nuestros cuerpos, sentirlos y cansadas de vivir como si fuéramos otras, nos dimos a la tarea de plasmar en estas mascaras las construcciones que han hecho de nosotras, un construcción marcada por la violencia no sólo física, sino simbólica que no deja marcas visibles, pero que permanentemente atentan contra nuestra dignidad.

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Segundo encuentro de mujeres por la vida, la justicia y la equidad

COMUNIDAD CIVIL DE VIDA Y PAZ - ZONA HUMANITARIA CIVIPAZ

25 DE SEPTIEMBRE DE 2010

AFIANZANDO NUESTROS SABERES

En este segundo encuentro las queremos saludar

y también darles las gracias por su generosidad.

En un caluroso día y rodeadas de un bellísimo paisaje natural, entre huertas y cañaduzales, nos reencontramos las mujeres de Medellín del Ariari, de las veredas y de la zona humanitaria para continuar el camino ya comenzado, de andar planteándonos cosas sobre nuestro papel de mujeres dentro de procesos de resistencia frente a la guerra. Nuestros objetivos son claros así como nuestros sueños. Las mujeres somos dadoras de vida y nos ha correspondido la tarea de ser también defensoras y cuidadoras de vida. Nuestra lucha no es en contra de personas en particular (hombres) sino contra estructuras sociales que han moldeado nuestra forma de pensar, actuar y ser. Pensarnos colectivamente e ir en búsqueda de la liberación a través de la conciencia de hombres y mujeres, descubriéndonos en la transformación de nuestras relaciones cotidianas. Para esto nos encontramos las mujeres, también para abrazarnos y para recordar, porque también somos memoria, en nuestra piel esta la memoria de la guerra y de la violencia que ha azotado esta región culpable de la situación que hoy viven nuestras comunidades. A través de la re-construcción y la de-construcción de los rostros, fabricado por otros, que nos impiden apropiarnos de nuestros cuerpos, sentirlos y cansadas de vivir como si fuéramos otras, nos dimos a la tarea de plasmar en estas mascaras las construcciones que han hecho de nosotras, un construcción marcada por la violencia no sólo física, sino simbólica que no deja marcas visibles, pero que permanentemente atentan contra nuestra dignidad.

-Encontrándonos-reconociéndonos… Encontrarnos es reconocernos. Este primer momento estuvo acompañado de bienvenidas, juegos y recordación del primer encuentro. Cada una se fue presentando y entre coplas y poemas nos fuimos conociendo…

Allá arriba en aquel alto, donde queda CIVIPAZ

Hay un grupo de mujeres Que venimos a visitar

La oportunidad de volvernos a ver se convierte en un escenario de memorias, alegrías y construcción de saberes; una de las mujeres enfatiza en que un encuentro de mujeres es para seguir reflexionando sobre nuestras vidas y también “la memoria de lo que hemos

vivido como mujeres”, la importancia que como mujeres nos volvamos a reunir y estar juntas para aprender, reír, construir proyectos distintos de vida, pero sobre todo cuestionarnos como mujeres. -Compartiendo experiencias… Compartir de saberes y experiencias. Las mujeres participantes hablamos de nuestras expectativas frente a este segundo encuentro, de experiencias organizativas de otras comunidades que están en la misma situación que la nuestra. “La idea de estar acá es conocernos y mirar como han trabajado las mujeres y por eso queremos salir adelante” el compartir de experiencias estuvo cargado de historias, “Las Mujeres tejedoras de vida” compartieron de lo que realizan en su grupo de trabajo, (manualidades, grupos de estudio bíblicos, etc.) A través de unas mascaras realizadas por ellas se reflexiono en torno a la realidad y los contextos en los que vivimos y la manera como estos marcan nuestras vidas, las mascaras están divididas en cuatro partes: 1) Las expresiones que nos dicen y con las cuales nos representa la sociedad. 2) Los colores con los que nos asocian e identifican. 3) Las cosas y objetos con los que nos comparan. 4) Una tarea, una frase algo bonito por lo que queremos luchar. Estas mascaras se convirtieron en el símbolo de nuestro encuentro donde se representa la construcción social que se ha hecho de nosotras, donde se invisibiliza nuestro potencial transformador y nos construye como seres subordinados, incapaces, débiles, etc. Por eso para nosotras las mujeres estos encuentros son espacios que nos permiten fortalecernos, reflexionar y porque no mirarnos críticamente así lo expreso una compañera “tenemos que aprender a valorar nuestro trabajo, nosotras mismas”. Otras de las experiencias que se compartió fue la de las mujeres del Choco que permitió reflexionar que aunque distintas y vivir en regiones tan apartadas las una de las otras, vivimos y compartimos situaciones comunes que nos oprimen, como la guerra que nos han obligado a vivir, la lucha por nuestros territorios, la lucha permanente por sobrevivir en medio de las injusticias, la organización para reconstruir nuestros proyectos de vida. Mirar y analizar otras experiencias y escenarios nos conducen a fortalecer nuestros procesos de organización, ya que es importante que la voz de las mujeres empiece a ser eco en cada una, que nos permita ser espejos unas de otras y en esa medida ir construyendo y redescubriendo nuestros propios rostros.

A las mujeres de este encuentro Las queremos felicitar

Por todas las enseñanzas Y su trabajo en comunidad

-Riéndonos y jugando… Más juegos, más risas, más danzas. Con el paso de las horas los juegos nos ayudaron a generar más confianza y nos íbamos soltando y nuestra participación fue mas activa Tras largas jornadas de trabajo en la casa y las fincas, ocupadas con las cosechas y dejando el desayuno y almuerzo para sus hijos e hijas y esposos, nos alistamos para participar del encuentro de mujeres, parte de lo que nos convoca son los juegos, las risas,

dedicarnos un tiempo para nosotras mismas que nos saquen de la rutina diaria del hogar y nos permitan romper esquemas y construir nuevas formas de resistir en medio de la guerra, el conflicto, el dolor y el miedo.

En este día las queremos saludar Y decirles con cariño

Que cuentan con las tejedoras de vida Como amiga incondicional

-Trabajando y construyendo juntas… Trabajando y construyendo juntas. El trabajo en grupo sirvió para que nos integráramos todas con todas y poder presentar propuestas conjuntas que recogieran el sentir de todas. Después nos dimos a la tarea de construir por grupos, la manera como nosotras concebimos la vida, la justicia y la equidad. Conocimos a través del ejercicio como las mujeres describimos las labores de hombres y mujeres y estableciendo diferencias.

“Para nosotras todo es vida, los árboles, los ríos, el agua, una mujer en embarazo, como mujer gestora de vida por eso todos y todas tenemos derecho a la vida, esa es la relación de la vida y el territorio”.

Las mujeres somos importantes en esta, nuestra sociedad

somos dadoras de vida y gestoras de la paz

La Justicia para nosotras las mujeres significa dar a cada persona lo que es suyo, lo que le corresponde. Es un estado de equilibrio donde desaparezca toda clase de maltrato, que nuestro trabajo sea reconocido y valorado. La justicia es una actitud que nos ayuda a organizarnos, a decir la verdad, equitativa. “Porque muchas veces la justicia se aplica a los de estrato bajo, por ejemplo si mató a alguien a usted le van a meter 20 años de cárcel y que pasa con los paracos como tienen poder, ellos matan más de 100 personas y solamente como tienen poder 8 años les dan, entonces no hay justicia, no hay equidad de lo que nosotros pensamos”.

“Yo entiendo por la equidad que debemos ser más equitativos, más justos y que ser iguales tanto los unos como los otros en nuestras vidas. La equidad es una expresión nueva para nosotras y encierra a otros valores como son la justicia, la igualdad pero con matices diferentes ya que la equidad va mucho más allá que la misma justicia e igualdad”

“Equidad, es dar a cada quien lo que le corresponde, lo que le pertenece, lo que se merece y lo representamos de esa forma, en la variedad, en la integración, la interrelación con la naturaleza y también con el símbolo del amor, el corazón, en donde gira el compartir, la ayuda, de ahí descubrimos la vivencia de otros valores”

Un encuentro de mujeres…

“Un encuentro de mujeres es para pasar un rato divertidas y olvidar tantas tristezas, todo no puede ser trabajo y aprender a valorarnos como mujeres, para luchar por nuestros derechos, por la vida, por la tierra y por la paz “que vivan las mujeres””.

“Un día de los hombres en el Ariari, en el dibujo están las herramientas con que el hombre trabaja en el campo, también los que trabajan con carros, escribimos algunos valores y antivalores como son: responsables, generosos, consejeros, solidarios, justos, injustos, malgeniados, inteligentes, perezosos, luchadores, comprensivos, cariñosos y amigos”. “También preparamos una dramatización para contarles como el hombre va a la tierra, se levanta, coge la peinilla, el hacha para rajar el palo de leña para que le hagan el desayuno, la pala, el rastrillo para recoger la basura, luego llega a la casa y dice: “estoy muy cansado no quiero que me hablen me voy acostar”, “uno llega cansado y en vez de brindarle algo de tomar le hecha la cantaleta” la mujer le responde “yo también he trabajando aquí para los hijos y usted, también estoy cansada, que culpa tengo yo, si llego cansado””.

Un día de una mujer…

“La mujer se levanta desde la 4 o 5 de la mañana y es la última que se acuesta, porque sigue trabajando más de las ocho horas que le tocaría trabajar, nosotras las mujeres estamos trabajando en la casa, dibujamos lo que hace una mujer en la casa: que es hacer jardín, poner la casa bonita, estar en la cocina, barrer, lavar de todo, puyando los animales, una como mujer también le toca el trabajo material, por allá a limpiar matas, a joder con ganado, a joder con las bestias, que todo ese destino es lo que nos toca a nosotras como mujeres en el campo”. “Como mujeres desempeñamos el trabajo doméstico y también desempeñamos el trabajo material y también hacemos vaquería porque algunas mujeres nos dedicamos a joder con ganado y también como mujeres sacamos tiempo para compartir con las demás mujeres así como estamos haciendo hoy, nos levantamos hacer muchos trabajos en la casa para poder compartir con las demás mujeres y es muy bonito porque entre mujeres también nos queda mucha historia, mucha experiencia de unas a las otras. Porque a veces mucho hombre no hace lo que hacemos nosotras, sino que llegan a la cocina y se sientan por allá y no le ayudan a la mujer. El trabajo de la mujer es duro aunque muchos hombres digan que uno no hace nada”. -La apuesta en escena de los sueños por hacer… La puesta en escena de los sueños por hacer. Compartir y trabajar sobre nuestros sueños fue una experiencia enriquecedora porque nos pudimos dar cuenta que muchos de nuestros sueños se pueden realizar si estamos unidas, trabajando en la comunidad, al lado de nuestros compañeros, hijos e hijas.

Uno de nuestros sueños es poder hacer de los espacios cotidianos, espacios más equitativos, que nos conduzcan a construir relaciones mas justas, para que hombres y mujeres podamos aportar, trabajar, participar en igualdad de condiciones, sin que nuestra participación se vea afectada por el hecho de ser mujeres.

Somos un grupo de mujeres que nos gusta trabajar Analizamos la vida y nuestro lugar en la sociedad

Somos muy importantes Y por eso no nos debemos subestimar

-Lo más difícil. La despedida, que no es una despedida sino un continuar… Lo mas difícil la despedida, que no es mas que un continuar, un continuar trabajando, soñando… al final los abrazos, la satisfacción de un día intenso, cargado de emociones, esperanzas, experiencias y aprendizajes y la promesa una vez mas de seguir caminando juntas e ir organizando nuestro próximo encuentro. Las voces de las mujeres sobre estos espacios de encuentro, de compartir la palabra y nuestras maneras de ver, comprender y explicar nuestra realidad se cerró con el compromiso de: No olvidar el camino, este camino que hemos empezado a construir como

mujeres, porque espacios como estos son importantes para construir y formarnos. Debemos seguir como mujeres aprendiendo y compartiendo experiencias,

espacios de formación que nos ayuden en esta tarea de construir una sociedad diferente.

Valorar los encuentros de mujeres porque son espacios que nos brindan las

herramientas para cualificar nuestra participación en la toma de decisiones de las comunidades.

Es necesario que las mujeres nos organicemos y permanezcamos unidas para poder enfrentar los momentos difíciles.

“En el Ariari entre ríos y aguas cristalinas sus mujeres construyen, se organizan, sueñan y resisten”

Zona Humanitaria CIVIPAZ, Medellín del Ariari, Meta, 4 de julio primer encuentro de mujeres y 25 de septiembre de 2010 segundo encuentro de mujeres por la vida la justicia

y la equidad.