Silva Neto (1957) Historia del latín vulgar

Embed Size (px)

Citation preview

Obra Traducida por: Dr. Manuel Contreras Seitz Instituto de Lingstica y Literatura, Universidad Austral de Chile

INTROD UCCIN. Despus de Diez, la gran obra sobre el latn vulgar (y grandes hasta hoy) es el Der Vokalismus des Vulgrlateins (3vols., 1866-8) de Hugo Schuardyt. El maestro de Graz rene un gran caudal de hechos y lo somete al riguroso punto de vista terico. Slo en 1888 aparece un nueva sntesis, debida a Meyer- Lbke, y que tiene el ttulo de Die Lateinische Sprache in den romanischen Lndern. Pcupa 32 pgs. del 1. vol. del Grundries der romanischen Philologie, organizado por Grber. El trabajo de Meyer-Lbke obedeca fielemente a la concepcin de los neogramticos y fue recibido rudamente por Seelmann, en el Kritischer Jahresbericht, I, 1890, pgs. 49-50, el cual deca que el latn vulgar de Meyer- Lbke no era latn histrico, sino un fantoche, un latn construdo. Muchos aos ms tarde Sainan resuma as la crtica a la sntesis de Meyer- Lbke: Il y a enfin le latin des romanistes que les philologues classiques se bornent qualifier de latin de fantalsis. Ce latin est en effet une acquisition toute rcente. Rest encore peu prs inconnu Diez et Grober, i lest essentiellement l oeuvre d un savant romaniste, Meyer- Lbke, qui en a formul les principes et a fini par imposser toute une gnration detymologistes.1 (Les sources indignes de letymologie Franchise; II, 1925, pg. 276). La monografa de Meyer- Lbke tuvo, realmente, larga repercusin, y salio de nuevo en 1904. Al respecto de las alteraciones del pensamiento de Meyer- Lbke, en esta nueva edicin y en los trabajos posteriores, hablaremos adelante, en el curso de la exposicin. En 1899 publica Georges Mohl, en Pars, un libro lleno de buen sentido, la Intoductin la Chronologie de Latin Vulgaire. El libro del maestro belga se presentaba lleno de cualidades: 1. su preocupacin cronolgica y consecuente atencin a la historia externa, a travs de los movimientos humanos, ya de locomocin, ya de ascensin social; 2. su encuadramiento dentro de los textos y su repulsin a las formas reconstrudasd; 3. su constante preocupacin terica de subordinar los hechos a una espina dorsal, a un hilo conductor. El libro de Mohl2 no obtuvo la repercusin merecida y lleg casi a caer en el olvido, por las siguientes razones: 1. gran prestigio intelectual de Meyer-Lbke, cuyo pensamiento, allende lo dems, concordaba con la doctrinas del tiempo; 2. Mohl, que escriba antes del advenimiento de la Geografa Lingstica, no conoca el valor de las reas, y, en consecuencia, exageraba la influencia itlica en el latn vulgar;1

Est por ltimo el latn de los romanistas que los fillogos clsicos se limitan a calificar de latn de fanmtasa. Este latn es en efecto una adquisicin muy reciente. Ha permanecido hasta ahora poco ms o menos desconocido para Diez y para Grbeer, es esencialmente la obra de un docto romanista, Meyer-Lbke, que ha formulado all los principios y hja terminado por infundir respeto a toda una generacin de etimologistas (N. del T. 2 Al respecto de la obra de Mohl es imprescindible la substanciosa resea-crtica de Mario Roques , en Romania. 29,1900, pgs. 266-285, seguida de polmica entre los dos Maestrops: vj. las pgs. 452-9 (respuesta de Mohl) y 460-3 (rplica de M. Roques). Otras reseas igualmente instructivas fueron las Grber, en ZRPh,.24, 1900, pgs. 598-602. Para comprender bien el pensamiento de Mohl es til la lectura de su resea a la Einfhrung de Meyer-Lbke, publicada en la ZRPh. 25, 1802, pgs. 593.620.

3. Mohl no se pudo beneficiar con los estudios cientficos acerca de las lenguas transplantadas, que proyectan tanta luz sobre la historia del latn vulgar; 4. Mohl falleci prematuramente a los 39 aos y su libro se convirti desde luego en rareza. La siguiente sntesis, que tuvo gran boga (trad. Italiana en 1914 por Maccarone y esp. en 1928 por B. Moll) sali en 1907, escrita por el romanista norteamericano C. H. Grandgent, de Harvard. En un til trabajo, an hoy muy recurrido, mas sin novedad, elaborado enteramente en la lnea del tratado de Meyer- Lbke, de 1888. Mereci, as, la ruda crtica de Meillet (B. L. S., XXX. 1930, pgs, 114-6) dirigi a la traduccin esp.: Voulant mettre auz mains des tudiants un prcis, les romanistes de Madrid ont fait traduire le seul qui existe. Mais, si la traduction est rcente, le livre reste Vieux et vielli,3 (pg. 115) Son dfaut est quil est superficiel, quil se tient certains faits matriels sans aborder la ralit des faits linguistiques. 4 (pgs 116) Assurment, o est une entreprise difficile que d crire, avec des dones positives claires por la grammaire compare des langues romanes, une description complte du latin vulgaire. Mis l auteur a pris la tche de manire trop facile, 5 (pg116) La crtica poda extenderse an ms. Qu hizo Grandgent? Reuni materiales de diversas pocas y con l procur componer una gramtica (sincrona) del latn vulgar: Una gramtica cuyos hechos ahora aparecen documentados en este siglo, ahora en aqul Grandgent nos presenta un latn vulgar desligado de la cronologa, un latn vulgar a caballo sobre los siglo: En suma. Grandgent no hace historia, no hace concordar los hechos con la historia externa. Al lado de eso, nos parece verdad esta severa crtica de Niedermann: l auteir ne connat les sources primaires latines que de seconde main el les utilise de faon contestable. 6 (en V.R., XII, 379). En 1916, en su compendio bobliogrfico acerca del latn vulgar, von Ettmayer acenta la riqueza de las investigaciones de hechos y pormenores, en contraste con la probreza de sntesis, de visiones de conjunto. En 1929 publica H. F. Muller A Chronology of Vulgar Latin (Halle). Ese libro se apartaba de los criterios seguidos hasta entonces, proponiendo una nueva cronologa para el latn vulgar, que habra perdurado hasta el siglo VII d.C. A pesar del innegable talento del autor, esa teora no obtuvo aceptacin general. En 1914 C. Battist public su libro La crise del latino. Lexioni universitarie sul latino volgare. Fue retirado del mercado y sustituido por Avviamento allo Studio del latino volgare, 1949. Sigue todava la lnea de Meyer-Lbke y mereci crticas acerbas.

3

Deseando poner en las manos de los estudiantes me ocupa una recopilacin, lor romanistas de Madrid han hecho traducir el nico que existe. Mas, si la traduccin es reciente, el libro es anticuado y viejo (N. del T.) 4 Su defecto es que es superficial, que se ocupa de ciertos hechos materiales sin abordad la realidad de los hechos lingsticos (N. del T.) 5 Ciertamente, es un difcil empresa la de escribir, con antecedentes positivos descubiertos por la gramtica comparada de las lenguas romnicas, una descripcin completa del latn vulgar. Mas el autor ha hecho la tarea de manera muy fcil (N. del T.) 6 el autor no conoce las fuentes latinas primarias nada ms que de segunda mano y las utiliza algunas veces de manera dudosa (N. del T.)

Se hace imposible seguir paso a paso sus pginas en las que se encuentran buena cantidad de datos deficientemente interpretados y con frecuencia desordenados. Para dar una idea de la dbil informacin del A. en diversos aspectos de la cuestin latina, anoto algunas observaciones que sirvan de gua al lector.(Diaz y Diaz, Em. XIX, 371). En la parte ms tcnica, fontica y morfologa, se hace casi imposible discutir una por una las afirmaciones poco claras del A. Me limito a recoger algunos detalles que creo de inters para justificar el juicio general que merece la obra. (372) Finalmente, en cuanto al mtodo, hemos de advertir que la cronologa est poco ordenada, falta grave en todo estudio histrico. Cuando tan necesitamos de una buena Introduccin al L.V., moderna y completa, es de lamentar que no se cuide ms la elaboracin de un libro que de por s estaba llamado a llenar un huevo en la bibliografa lingstica actual. (374). Es igualmente muy instructiva la crtica de Schmeck, publicada en la ZRPh. 70,1954, pgs. 104-110. Despus de reeditado este nuestro libro nos llegaron a las manos dos nuevas sntesis, ambas muy recomendables. La primera es la publicacin, puesta al da por Helmut Schmeck, de antiguos cursos del conocido y apreciado romanista Karl Vossler. S e titula Einfhrung ins Vulgrlatein, herausgegeben und bearbeitet von HelmutSchmeck, Munich. Fue reseado por Harri Meir, en las Romanische Forschungen. 66,1955, pgs. 430-3. A Schmeck debemo igualmente una mise au point de los problemas y mtodos relativos al latn vulgar: Aufgaben und Methoden der modernen vulgrlateinnischen Forschung, Heidelberg, 1955, reseada por Vnnen, en la misma revista, 67,1956, pgs. 345-6. La ltima de las sntesis sobre el latn vulgar es la que debemos al distinguido investigador rumano Eugenio Coseriu, que la titul El llamado latn vulgar y las primeras diferenciaciones romances, Montevideo, 1954. Es trabajo bien pensado, rico de material sometido a la rigurosa interpretacin terica. Nuestra preocupacin, en este trabajo, fue la de quedar a medio camino entre la filologa latina y la filologa romnica. Los hechos procur buscarlos en la antigedad clsica; muchas de las interpretaciones se beneficiaron, no obstante, con la comparacin de lo que sucede en las reas de la lengua europea transplantada. As, tambin aqu, el presente puede explicar el pasado. Este libro, meditado durante largos aos, es escrito con humildad. Conocemos las inmensas dificultades del tema y sabemos de la advertencia de Vnnen, de que La reconstruccin du latin vulgaire, question si vivement agite ces dernires annes, est peine effleure.( en Ro. Forsch. 67, 1956, pg. 346) 7 Adems de procurar una formulacin terica ms rigurosa acerca del concepto de latn vulgar, procuramos tener en cuenta dos hechos, a nuestro parecer, capitales: a) interrelacin, dentro de la Romania, de las respectivas provincias y problemas especficos del latn provincial, cuya importancia en lo que toca a la formacin de las lengas romnicas buscamos poner manifiesto; b) la contina evolucin poltico-social de los Romanos, que llev una paulatina y progresiva mundana de la poblacin. Cambio de origen (Latinos sustituidos por extranjeros) y social (nobleza sustituida por libertes). Esa sustitucin conduca, forzosamente, a7

La reconstruccin del latn vulgar, cuestin si vivamente agitada en estos ltimos aos, est apenas tratada (N. del T.)

un descenso del patrn lingstico, con la predominancia y generalizacin del plebeyismo. Como se sabe, no hay textos escritos en latn vulgar: eso sera una contradiccin, pues se trata, en esencia de una lengua hablada. Con todo hay trazos vulgares, trazos de lengua hablada en determinada especie de textos: son condiciones por necesidades estilsticas, descuidos, o imperfecta preparacin de ciertos escritores. Uno de los objetivos de este trabajo es indicar el partido que se puede sacar el aprovechamiento de esas informaciones. Es an hoy profunda verdad esta afirmacin de Miellet: On est loin davoir tir tout le parti possible des anciens textes latins qui refltent quelques gards lusage vulgaire.8(Linguistique historique et linguistique gnrale, I, pg. 309). Debemos afirmar, entre tanto, que nuestro captulo titulado Ayudas para la reconstruccin del latn corriente es apenas una muestra, la ejemplificacin de un mtodo de trabajo. Poda ser incalculablemente aumentado y enriquecido con materiales nuevos. Comprendemos bien las limitaciones y deficiencias de este trabajo, que trata un tema de innumerables fases, sobre el cual existe una inmensa bibliografa. No tenemos ilusiones en cuanto a los resultados obtenidos, que sabemos sern modestos. An hace poco, a fines del ao pasado, escriba el conocido latinista francs Marouzeau: Quant dire le dernier mot sur cette question, les dbats amorcs au Congrs des tudes classiques Paris en 1950 ont fait apparatre quel point nous en sommes loigns.9 (Revue des TUDES Latines, XXXIII, 1956, pgs. 375-6) La materia contenida en este libro10debe ser completada con otras obras del mismo autor: la edicin comentadas del Appendix Probi 11 y el largo captulo dedicado al latn vulgar, en la Histria da Lngua Portuguesa (pgs. 107-315).

8

Cf. Adems lo siguiente: Dautre part, Tous deux qui ont tudi le latin vulgarice ne se sont pas attachs auz vulgarismos des crivians des provinieses, mis au latin des inscriptions; cest dire quils ont tudi les fautes gramaticales du latin academique et monumental (Griera, en Revue de Linguistique Romane, V, 1929, pg.180). (Por otra parte, todos los que han estudiado el latn vulgar no son de ningn modo enviados a los vulgarismos de los escritores de las provincias, sino al latn de las inscripciones; es decir, que han estudiado los errores gramaticales del latn acadmico y monumental) Erst wern rusticitas jedes einzelnen vulgarisirenden Schriftstellers mit der gleichen Kritik heraugeschlt und erwogen ist, wird au eine Gesammtdartellung der vulgr-lateinischenm Grammatik gedachy werden knnen, die zwar von der Flle der Frogen, mit welcher die romanische Philologie auf rie einstrmt, nur einen Bruchtheil beantworten, aber an Kaumeiner Frage ohne ntzlichen Wink vorbeigeheir wird und, mag sie Munch manche Punkte im Dunkel lassem doch schliesslich dass A und O der romanischen Sprachwissenschaft bildet. (Sochier, en ZRPh. IV,1878, pg.602). (Solamente si la rusticitas de todos los escritores vulgarizantes fuera analizada y avalada por la misma crtica, se podra pensar en una elaboracin global de la gramtica del latn vulgar. Ahora sta pudiese responder solamente a una parte del cmulo de cuestiones, con las cuales la Filologa Romnica ira a enfrentarla, difcilmente dejara pasar una cuestin sin dar una indicacin til. Y as mismo dejando algunos puntos oscuros, constituira, al final, la A y la O de la Filologa Romnica) 9 En cuanto a decir la ltima palabra sobre esta cuestin, .los debates llevados al Congreso de estudios clsicos de Pars en 1950 han hecho surgir aqul punto nuestro en grandes cantidades 10 Tres captulos (Qu es latn vulgar?, La formacin del latn corriente, Fuentes de nuestro conocimiento de la lengua hablada) fueron aprovechados de las 2.a edicin de nuestro libro Fontes do latim vulgar (1946). Salen ahora perfeccionados y coordinados con captulos nuevos: Problemas y mtodos en la investigacin del latn vulgar. El latn provincial y regional, Ayudas para la reconstitucin del latn corriente. 11 Cf. Fontes do latim vulgar. O Appendix Probi; 3.a ed., Livraria Acadmica, 1956.

Aprovecho la ocasin para agradecer a mis amigos y distinguidos colegas Slvio Elia, Ismael dfe Lima Coutinho, Clvis Monteiro, Slvio Hlio y Ernesto Faria, sugerencias y crticas que hicieron posible el mejoramiento de este libro. A mi colega de So Paulo Isaac Nicolau Salum, debo tambin muchos perfeccionamientos al captulo relativo a las fuentes de nuestro conocimiento de la lengua hablada. Rio de Janeiro, Brasil. SERAFIM DA SILVA NETO.

QUE ES EL LATIN VULGAR? 1.- No fue fcil problema establecer, rigurosamente, un concepto de latn vulgar. Durante mucho tiempo se produjo una inmensa confusin, en perjuicio de los mtodos y el progreso de la Romanstica. Tan grande era el caos, que Sittl protest con esta famosa frase: El latn vulgar con que trabajan los latinistas es una fantasa. 12 De hecho, en una poca en que Schleicher pensaba poder escribir fbulas en indoeuropeo, una reconstitucin terica del latn vulgar pareca cosa bastante simple. Por eso se multiplicaban las formas reconstitudas en un abuso que perjudicaba la exactitud de la Filologa Romnica.13 Fruto de ese mtodo exageradamente terico es el LATEINISCHROMANISCHES Wterbuch de Krting, obra que tuvo tres ediciones, pero que hoy est enteramente dejada de lado. En lo tocante a definicin las cosas no andaban mejor: el latn vulgar era algo abstracto e imponderable, imposible de fijarse y precisarse. No vale la pena exponer aqu las concepciones de Fuchs (1849), Pott (1853), Jordan (1879), pues hoy ninguno es tomado en cuenta.14 2.- El primer esfuerzo bien acontecido para conceptuarlo se debe al estadounidense Grandgent, 1907: What we call vulgar latin is the speech of the middle classes, as it grew out or early classic latin. It is not an independent offshoot of old latin: it continues the classic, not the primitive vowel system. Neither is it the dialect of the slums or of the fields: grammarians tell us of not a few urban and rustic vulgarism that are not perpetuated, in the Romance tongues. It is distinct from the consciously polite utterance of cultivated society, from the brogue of the country, and from the slang of the lowest quarters of the city, though affected by all of these, 15 Para el doctor latinista de Cambridge el latn vulgar debe ser entendido, pues, como el sustrajo de las lenguas romnicas y definirse como la lengua de las clases medias de la poblacin. Esta difiere del empleo conscientemente pulido de la sociedad culta, del habla rural y del hablar de los barrios ms bajos de la ciudad, aunque sufra influencias de todos los lados. El defecto de este modo de ver las cosas es preocuparse demasiado por el sustrato de las lenguas romnicas.16 Grandgent deja de lado el latn para crear una lengua uniforme, casi abstracta, de la cual las lenguas neolatinas son la fase actual.12 13

Cf. Jahresbericht ber die Fortschritte des klassischen Altertums 68, pgs. 226 a 286. Cf. Iorgu Iordan, An Introduction to romance linguistics, 1937, pg. 5 y Lazare Sainan, Les sources indigenes de letymelogie franaise , Pars, 1925-1930, 3 vols. 14 Estn expuestas en Schuchardt, Vokalismus des Vulgrlateins, I, 43 y as. :y Mohl, Chronologie du latin vulgaire, pg, 33 y ss. 15 El que llamamos latn vulgar es el habla de las clases medias, mientras cay en desuso el primitivo latn clsico. No es una rama del antiguo latn: lo contina el clsico, no el primitivo sistema vocal. Ni es el dialecto de los barrios bajos o de los campos: los gramticos sealan que mucha de esta vulgaridad urbana y rstica no se ha conservado en las lenguas romances. Es distinto de la conscientemente pulida expresin de una sociedad culta y del dialecto del campo, y de la jerga de los barrios bajos de la ciudad, aunque afectado por todo esto. Cf. An Introduction to vulgar latin. 1907, pg.3. 16 Reimann es ms exacto, pues toma a las lenguas romnicas como control: Il faut donc entendre par constructions polpulaires ou vulgaires des constructions qui, dune part, ont pass du latin dans les langues romanes, leur existente en latin tant atteste soit par les inscriptions non offcielles, soit par leur prsence chez certains auteurs determins (les comiques, les potes, etx. Et qui, dautre part sont

An sugestionado por esa unidad: el latn de las clases medias antepasado de las lenguas modernas- dice que los gramticos censuran muchos vulgarismos, urbanos y rsticos, que no pasaran a las lenguas romnicas. La verdad es que en el curso evolutivo del latn hubo tendencias que abortan y tendencias que permanecieron, pasando del campo del habla al dominio de la lengua. En suma, el fillogo norteamericano reconoce: 1) El latn culto, literario, la urbantas. 2) El latn de los barrios pobres y las jergas. 3) El latn vulgar, esto es, la lengua de la clase media, sustrato de las actuales lenguas romnicas. 4) El latn de los campos. 3.- Esa visin de la lengua latina es insuficiente. Por eso Kroll, poco tiempo despus, identificaba el latn vulgar con la lengua hablada, escribiendo: das Wesen der Vulgsprache eben Darin besteht, gesprochen und nicht geschriesen zu sein.17 Entre tanto an no logr toda la verdad, porque el concepto de lengua hablada es vastsimo y comprende algunas variantes. Al lado de eso es justa la crtica a Groot: Mais dire dune langue queelle a et parle nest pas le caractriser. La langue parle comoprend la langue oratoire aussi bien que largot du cirque, de la popina et des thermes ; la langue crite comprend les inscriptions de Pompi aussi bien que les pastiches de latin classique des Pres de leglise.18 4.- En 1911 el gran latinista sueco Einar Lfstedt animaba el mundo cientfico con esta definicin: Por latn vulgar debemos entender aquellas especies de estilo que estn ms prximo al lenguaje del pueblo o del lenguaje corriente que del elevado modo de expresarse creado por la tradicin y la tcnica literaria.19 La mancha de esta teora est en partir de los textos. En basarse estrictamente en ellos. La lengua hablada no se deja fotografiar, ya que es mvil y fluctuante. Por eso, nada tenemos que objetar a la crtica de Groot: Em premier lieu, elle spose unm latin que na rien voir avec delui des romanistes, pour qui le latin vulgaire est la base des langues romanes; en second lieu, elle semble suggrer lide que la langue des textes (par exemple celle de la Pereginatio) ne diffre que peu de la Larrgue parle par les crivains. Et pourtant il nous semble assez probable que la langue des

absolumment resetes commo incorrectes, par tous les prosateurs de lpoque classique (depuis Cicron jusq T. Live) non seulement dans leurs ouvrages littraires mais mme dans leurs letters. (Syntaxe latine`, 7 .a ed.s 1927, pg. 9. Ed, revisada por Lejay y Ernout). (El error pues de entender construcciones populares o vulgares que, por una parte, han pasado del a las lenguas romances, su existencia en latn ha sido testimoniada ya por las inscripciones no oficiales, ya por su presencia entre ciertos autores determinados (los cmicos, los potas, etc. y que, por otra parte son absolutamente rechazados como incorrectos, por todos los prosistas de la poca clsica (despus de Cicern hasta Tito Livio) no solamente sus obras literarias, sino tambin sus cartas.) 17 pues la esencia de la lengua vulgar consiste en el hecho de ser hablada y no escrita. CF. el Rheinisches Museum, 52, 1909, pg. 572 y ss. 18 (Por decir de una lengua que ha sido hablada no es de ningn modo caracterizarla. La lengua hablada comprende la lengua oratoria as como la jerga del circo, de la popina y de las termas; la lengua escrita comprende las inscripciones vulgares de Pompeya as como los fragmentos de latn clsico de los Pades de la Iglesia) Vj. la Revue des tudes latines, I, pg. 113. 19 Vj. Philologischer Kommentar zur Beregrinatio Astherias, pg.8.

discours de Cicron est li plus organiquement la langue de son temps el de son milieu que la langue de la Peregrinatio celle de son atear, (loc.cit., pg. 113) 20 5.An hace poco Bgel jugaba resolver el problema con estas sencillas palabras: El latn vulgar es el habla de los incultos, en oposicin a la de los cultos, el latn literario. 21 Tal modo de enfrentar los hechos no adelanta nada el caso, pues la lengua de los incultos, nada significa, y es un concepto que engloba varios matices. En esto, justamente, est la dificultad en acertar con la definicin precisa y la feliz. Ya en 1865 el gran Schuchardt esculpa en su Der Vokalismus des Vulgrlateins estas palabras profticas: El problema es, de hecho, muy difcil, porque la expresin latn vulgar no significa una sola lengua, sino una suma de capas lingsticas y dialectos, desde el latn hasta el aparecimiento de las lenguas romnicos. (pg. IX) Y fue penoso, en verdad muy penoso, que los romanistas nos hubiesen meditado profundamente estas palabas de Wlfflin:En seguida, concebimos el trmino latn vulgar o lengua popular en el sentido ms amplio y tomamos tanto ms consideracin todos los matices que los sermo cotidianus, usuales, vulgaris, plebeius, proletarius, rusticus, inconditus, ocupan, ya que una distincin pormenorizada no sera realizable. (en Philologus, 34, 1874, pg. 138) 6.- La nica especie de lengua que realmente existe es la hablada. La lengua culta, literaria, es artistificacin de esta materia prima. Su aparecimiento se compara a la yuxtaposicin de una capa de hielo en la superficie de los ros. Ella recibe de ellos la sustancia y, a fin de cuentas, no es ms que su propia agua. Lejos est, empero, de ser el caudal. A primera viste puede juzgarse que ya no existe la corriente y que el agua se estanc. Para la ilusin:- bajo el bloque de hielo la corriente vuelve a fluir, siguiendo las ondulaciones del terreno Y luego que el hielo se quiebra, all torna el agua a murmullar y a desempolvarse. La capa de hielo es la lengua escrita. El fro que la produce y quisiera estancar la corriente es el esfuerzo de los artistas y los gramticos.22 7.- Los primeros documentos de la lengua latina aparecen en el siglo VII a.C. Era el latn, en esa poca, pobre y humilde lengua de pastores y agricultores, alejado del todo de las gracias de la prosa artstica y las seducciones del verso. Paulatinamente, empero, con el refinamiento de la sociedad romana, con la invasin del lujo y del buen gusto, la lengua, acompaando el progreso, se perfeccionaba y adornaba.20

En primer lugar, ello supone un latn que no tiene nada que ver con el de los romanistas, porque el latn vulgar est en la base de las lenguas romances, en segundo lugar, ello parece sugerir la idea que la lengua de los textos (por ejemplo la de la Peregrinatio) no difiere tan poco de la lengua hablada por los escritores. Y, por lo tanto, nos parece bastante probable que la lengua de los discursos de Cicern est ligada ms orgnicamente a la lengua de sus tiempos y de sus esferas sociales que la lengua de la Peregrinatio a la de su autor. (N. del T.) 21 Vj. el Bursian Jahrbuch, 201. pg.154. 22 La metfora es de Skutsch, aprovechada por Vendrys, Le langage. 325.

Adis vida sencilla, adis simplicidad de costumbres. En el ao 272 a.C. el latn ya dejar de ser el habla del pequeo Lacio, para convertirse en lengua de toda la Pennsula. Es que ella, como actividad social, sigue las vicisitudes de la historia romana, acompaando el brillante destino de los hombres que lo hablaban. 8.- Por eso es que surgen los poetas y dramaturgos. Por eso nace la cultura. Por eso germinan y florecen las cosas de la inteligencia. Livio Andrnico, griego tarentino, tradujo la Odisea en versos saturninos y abri en Roma una escuela de griego y latn. Nevio, ciudadano romano de Campania, compuso un poema acerca de la guerra pnica. Plauto, umbro de Srsina, inmortaliz tanto el nombre como la composicin de innumerables comedias: Aulularia, Miles gloriosus. Captivi, Trinummus Enio, natural de Calabria, protegido de Escipin el Africano, es el precursor de Virgilio, pues en sus Anales hizo la historia de Roma. Pacuvio, de Brindiso, se hizo clebre traduciendo a Sfocles. No olvidemos al cartagins Terencio, rival de Plauto, autor de seis comedia: Antria, Eunuco. Adelphi Nadie niega que para la consumacin de ese esplender literario contribuy mucho la lengua griega, a la cual los escritores iban a buscar, como perlas en el fondo del ocano, las locuciones para hermosear y moldear la ruda lengua de Rmulo. Es peto de su brillante civilizacin. De ah el verso de Horacio: Graecia capta ferum victorem capit(Epist., II.I.156). De hecho, la cultura latina era una transposicin de la helnica. Eso se comprueba hasta en los trminos de la gramtica la expresin accusativus casus es, por ejemplo, de origen griego. Cicern reconoca la superioridad de los Helenos: Graecia nos doctrina et omni litterarum genere superavit (Tusc. I, 1.3), aun cuando recomendase a los Romanos que hablasen bien el latn para que fuesen imitados: quid in latinis potius imitaremur. Adems es de sealar que era griega toda la cultura del celebrado escultor de las Catalinarias. Afirmaba Quintiliano que la enseanza de los muchachos romanos deba comenzar con el aprendizaje del griego, si bien era preciso tener cuidado, pues la criatura poda quedar con pronunciacin extranjera: Non tamen hoc adeo supertitiose velim fieri ut diu tantum loqutur graece, aut discat, Sicut, plerisque moris est; hinc enim accidunt et oris plurima vitia in preregrinum bonum corrupti, et sermones, cui quum Graecae fugurae assidua cosuetudine haesserunt, in diversa quoque loquenti ratione pertinacissime durant. (Inst. Or,. I,l). La invasin de la lengua de Demstenes tuvo, no obstante, que luchar con los deseos excesivamente nacionalistas de algunos intelectuales romanos. El intransigente y rencoroso Catn provoc, 155 a.C., la expulsin de los filsofos griegos. Debe, empero, haberse arrepentido, porque, a los ochenta aos, estudi el idioma de la Hlade y us vocablos griegos como absinthium.23 9.- Estaba, pues, formada la capa de hielo que durante varios siglos iba a esconder y encarcelar la corriente de la lengua viva.

23

Al respecto de la influencia del griego en el latn puede leerse el estudio de Pe. Augusto Magne, publicado en la Revista de Filologa e Historia, del Rio, I, 1931, pgs. 382-400,547-550; II, 1934, pgs. 407-428.

Es lo que Skutsch tan bien expresaba: Debajo de la cubierta de hielo de la literatura, el rpido caudal de la lengua viva desaparece, slo apareciendo de tiempo en tiempo por las casuales grietas de la superficie.24 Por lo tanto, a partir del siglo III a.C., se enfrentan el latn real y el latn creacin artstica, el lat trabajado y pulido de los mejores joyeros verbales. De hecho, por ser cristalizacin y seleccin del habla corriente es que el estilo artstico vara con los tiempos. La lengua de Plauto no es idntica a la de Cicern, ni la el moldeador de la De Amicitia es la misma que la de Eutropio o Veleio Petrculo. El latn literario consta de una serie de estilizaciones, una serie de gustos personales e interpretaciones estticas: por eso, para unos, el verdadero latn es el de Cicern: para otros, el de Csar. Oigamos a Havet: Le latin, pour beaucoup de modernes, cest la langue personelle de Cicern. Cest par rappport Cicern quon dfinit la langue de Csar ou de Tacite. Mme si on saffranchit de ltroite proccupation cicronienne, on narrive jamais qu tudier des latinits dindividus; on cherche en quoi les tendances de Salluste son vieillotes, ou provincielles celles de Tite Live. Jamais on narrive une nation du latin crit en soi: cest quil ny a pas de langue crite des mases.25 Considerado as, tambin es el latn de Cicern como el e Amiano Marcelino: la diferencia entre ambos es que el divino moldeador de las Filpicas es un artista, un estilista mil veces superior al insulso narrador de las deshonrosas. 10.- Para el conocimiento, pues, del latn vivo, se nos impone una ardua tarea: percibir en la lengua estilizada de los textos lo que corresponde al lenguaje de todos los das, separando la contribucin lingstica individual. Es la invitacin de Marouzeau: Tchons de dcouvrir, derrire la faade du latin dapparat, ldifice du vrai latin.26 La realizacin de ese programa es, empero, muy difcil. Como razonablemente dice Skutsch, el latn opone a la tentativa de ver reflejado en los textos la verdadera lengua hablada dificultades especiales, en muchos casos verdaderamente invisibles. Tal vez ninguna otra lengua fuese, en el empleo escrito, tan estilizada.27 Por tal motivo no se puede negar la razn a Kretschmer, cuando destaca que la gramtica histrica de una lengua fundamentalmente literaria, como la de los Romanos, se reduce casi a la historia del estilo.28 Y como el estilo es el uso individual de la lengua, para recordar a Vossler, procuremos descubrir los varios matices del idioma de los Romanos. 11.- Despus de Ferdinand de Saussure no se puede negar que hay, en el lenguaje, un lado social, colectivo y otro psicolgico, individual.

24

Cf. Die lateinische Sprache, trabajo publicado en la coleccin Die Kultur der Gegenwart, 1924, pg. 539 549. y cf, lo que dice Devoro , obr, cit., pg. 144 25 (El latn, por medio de los modernos es la lengua personal de Cicern. Es con relacin a Cicern que se define a la lengua de Csar o de Tcito. Incluso si se liber de la angustiosa preocupacin ciceraniana, uno no llega en la visa nada ms que estudiar las latinidades de los individuos; se busca cules tendencias de Salustio son anticuadas, o provinciales las de Titi Livio. Jams se llega a una nocin de latn escrito en s: es que all no hay nada de lengua escrita de las masas.) VJ. el Bulletin de la Societ de Linguistique de Paris, n.7, pf. XXXVI. 26 (Procuramos descubrir, detrs de la fachada del latn de artificio, el edificio del verdadero latn.) Cf, Le latin, 1927, pg. 219 27 Cf. la obra precipitada, pg. 535 28 Cf. la cit. en Morouzeau, Trait de Stylistique, 1935, pg. XVII.

A lo primero denomin lengua (langue), al segundo habla (parole), subordinado sta a aqulla.29 De hecho, as debe ser, pues en la feliz definicin de Boggtyrev y Jakobson, la lengua es un conjunto de convenciones aceptadas por una determinada comunidad para asegurar la comprensin del habla. 30 Ese conjunto de convenciones se irradia por un vasto territorio, suplantando a los dialectos preexistentes o fundindose con ellos. Se convierte en lo que se llama una lengua comn. El ruso, por ejemplo, es nada ms un dialecto de Mosc aceptado como instrumento de comunicacin en toda la Rusia.31 El latn representa, en esencia, el dialecto de Roma impuesto a las ms lejanas regiones. Una lengua cualquiera se compone de tres sistemas: el sistema fontico, el sistema de palabras (el vocabulario) y el sistema gramatical. Es el conjunto de ese material lingstico que asegura la comprensin de la parole. Esta, en la concepcin de Saussure, es la lengua en accin. Ahora, se comprende fcilmente que el empleo del idioma vara con la clase social de los individuos. De haber, dentro de la misma comunidad, varios tonos y grados de lenguaje. Las criaturas, por ejemplo, se caracterizan por su lenguaje infantil. La mujeres tambin tienen su modo personal de hablar. Cada persona posee, en rigor, su propio lenguaje, de manera que ha tantas hablas como cuantos son los individuos.32 Antes esos hechos no se puede dejar de aplaudir a Marx cuando asevera que, en todos los lugares y en todos los tiempos, slo hubo un nico latn, el cual domin todas las capas de la poblacin y fue tan ricamente diferenciado como los individuos que lo hablaban.33 12.- Acenta Meillet que la estructura lingstica corresponde a la estructura social. Ahora, nuestra sociedad asemeja una pirmide en que los grupos sociales estn dispuestos unos encima de otros. Veblen (Theory of the leisure class, Boston, 1902) prob hasta la saciedad que cada grupo o capa social procura asimilar las particularidades de la capa adyacente superior y evitar las de la capa adyacente inferior. La cumbre est constituida por la clase ms elevada, ideal a que aspiran, escaln por escaln, los dems grupos sociales. Son, pues, tendencias de imitacin y seleccin que constituyen la conciencia social. De acuerdo con ese cuadro, cada lengua representa cierto nmero de capas, que se caracterizan por tendencias positivas (imitacin del estrato superior) y negativas (evitar el estrato inferior). La clase superior se caracteriza, sobre todo, por las tendencias negativas ello evita todo lo que es caracterstico de las otras capas de la sociedad. Por otro lado, no teniendo que imitar, se complace en reproducir arcasmo y crear formas nuevas.29 30

Vj. El Curs de linguistique gnrale, pg. 30 ss. Vj. Porzezinski. Einleitung in die Sprachwissenschaft, pg, 192 31 Vj. La coleccin de estudios Natalicium Schrijnen, Nimefentutrecht, 1929l, pg. 901 32 Bastar leer Hermann Paul,Prinzipen der Spaachgeschichte, 5.a ed. , pg. 37. y VBiggo Brndal, Substrater og laan, pg. 196. 33 Cf. von Ettmayer, en Indogermaniscvhe Sprachwisssenschaft, I, pg. 245 y Marx, en neue Jarhb, fr das klass- Altertum, 1909, pg. 434 y ss.

Por eso es por excelencia la guardiana de las tradiciones, posee en alto grado, tendencias conservadoras.34 13.- Estudiando la constitucin de la sociedad romana, se comprueba que al lado de los esclavos- orientales, germanos, etc.- estaba la clase de los humiliores, esto es, la plebe, la gente humilde que, en Roma, por la menor culpa sufra azotes, crucifixiones, estragos por las fieras, o trabajo forzado en las minas. Luego vienen los burgueses, los honestiores, clase que mereca alguna consideracin. Finalmente, en primer plano estaban los nobiles, los aristcratas.35 14.- En virtud de esos datos podemos, con Groot, definir y conceptuar el latn culto, clsico: Ces dispositions se refltent dans la vie linguistique: lideal linguistique qui tend se raliser, Cest la langue des adultes de la couche sociale supriure u centre de la civilisation. C est ainsi que le latin classique est la langue des adultes de larisocratie de Rome. (l.cl, pg.115)36 15.- En lo tocante a las otras capas sociales la sistematizacin es, empero, muy difcil. Decir que los humiliores y los honestiores hablaban el latn vulgar es incierto e inseguro por dos motivos. Por un lado, la palabra vulgar no es apropiada, por evocar nociones erradas: vagabundo, ordinario, grosero. Por otro, no se puede encontrar en la misma lengua de los burgueses, ms prximos a la clase culta, y la nfima plebe, enteramente ajena a los estudios y la ilustracin. Al lado de eso, la clasificacin que haremos ser siempre relativa, pues cada persona emplea la lengua a su manera. No se puede despreciar aquella fina observacin de Schuchardt, de que el lenguaje variaba segn la ocasin y las circunstancias: Cada uno habla diversamente si hace un discurso en publico o conversa acerca de asuntos triviales.37 Esto quiere decir que, el estilo38(uso individual de la lengua) variaba no slo segn la clase social, sino tambin segn las circunstancias. Eso se extiende a la propia lengua escrita, (estilo literario) donde hay, naturalmente, varios gneros: narrativo, descriptivo, epistolar, cientfico En lo tocante a la lengua corriente nade se dice entonces: es claro que el uso vara con la clase social. El propio Schuchard, hablando de etimologas difciles, deca que la dificultad en descubrirlas consista en que pertenecan a diversas clases. 39 El problema, por lo tanto, est en determinar los varios matices del habla usual del pueblo romano.

34

Para toda exposicin lanse las magistrales consideraciones de Groot, expuestas en la Revue des tudes Latines, I, pg. 111 y ss. : Ides dhier et daujourd hui sur lhistoire de la lengue latine. 35 Lase Carcopino, La vie quotidienne Rome`, 1939, 72-73, y principalmente M. Rostovztzeff, Histria social y econmica del Imperio Romano, I, 1937, pg. 106. 36 Estas disposiciones se reflejan dentro de la vida lingstica: el ideal lingstico que se tiende a realizar, es lengua de los adultos de la capa social superior del centro de la civilizacin. Es as que el latn clsico es la lengua de los adultos de la aristocracia de Roma. 37 Cf. Vokalismus,I, pg.49 38 Podemos distinguir estilo corriente (espontneo, despreocupado) y estilo literario (artistificacin consciente) 39 Cf. An Mussafia, 1905, pg. 2.

16.- Algunos fillogos se esforzaron por hacerlo pero (perdneseme el atrevimiento) no lograron muchos resultados. Stolz discriminaba con perspicacia, el lenguaje del pueblo, (Volkssprache) varias especie: lenguaje corriente de las capitales, de los campos, de los soldados, etc.40 Olcott fue bien clarividente, escribiendo: Though differing widely in its outward aspects according to the surroudings and standard of education of the speaker, (from the rustic speech of the peasant and the slang of the streets to the easy colloquialism of the gentleman), it always presented to the classical speech the essential distinction of spontaneity and unconventionality.41 Swdwick, en su esplndida edicin del Satiricn. Propone la siguiente clasificacin: 1. latn literario- Cicern (excepto las Cartas) y Csar. 2. latn coloquial- lengua de la baja sociedad (sermo cotidianus) representado por Cicern (Cartas) y Horacio (Stiras y Epstolas). 3. Sermo Plebeius- latn de las bajas clases de la poblacin. Incluye el sermo rusticus, el sermo militaris, etc. La situacin, en suma, era la que Jean Bourciez tan claramente nos expone: On a mme t plus loin lon a voulu prouver que ce sermo (cotidianus) comprenait lui- mme plusieurs degrs diffrents selon queil tait pratiqu par les paysans, les citadins, les soldats, etc. Distinctions lgiyimes el naturelles condition de ne pas tre marques trop fortoment. Il est bien evident que la fille d un consul ne parlait pas comme un palafrenier et quun matre de rhetorique tait choqu par les termes dun dbardeur. Mais ce sont l descas extrmes, el ton passe insensiblament de largot des faubourgs aux entretiens les plus savants, Aussi bien tous les Latins Dans les rapports ventuels queils pouvaient avoir se comprenaient entre eux. Qhuelles que fussent la qualit de leur vocabulaire el la puret de leur syntaxe, les phrases queils nonaient constituarent le sermo cotidianus, formule asse gnerale pour queon puisse l entendre au sens de langue parle.42 Ningn valor cientfico representa, por lo tanto, la tentativa de Seidel, de pasar al latn vulgar una de las cartas de Cicern. La lengua es realidad viva, espontnea, nunca rgido catlogo de formas. 17.- Ahora sin precisin matemtica, pienso que podemos admitir cuatro matices de lengua corriente: familiar (latn de las clases medias, de los honestiores influido por la urbantas); vulgar (latn de las capas bajas de la poblacin, de los esclavos); jergas (militar, de los gladiadores, de los marinos, etc.); provincial (vase el cap.III).

40 41

Cf. la Geschichte der lateinischen Spaache, pg. 69 Aunque difiriendo extensamente en los aspectos externos segn el lugar y el nivel de educacin del hablante, (desde el habla rstica del campesino y la jerga de las calles a la natural expresin familiar del hombre urbano), siempre present hasta el habla clsica la esencial distincin de espontaneidad e informalidad Cf. los Studies in the Word Formation, 1898, pgs. XII- XIII. 42 (Uno mismo ha estado ms adelante y ha querido probar que este sermo (cotidianus) comprendi l mismo muchos grados diferentes segn fue practicado por los campesinos, los ciudadanos, los soldados, etc. Distinciones legtimas y naturales a condicin de no estar marcadas muy fuertemente. Es bien evidente que la hija de un cnsul no habla como un palafrenero y que un maestro de retrica es ofendido por los trminos de un cargador. Pero stos son casos extremos, y se pasa insensiblemente de la jerga de los suburbios a las conversaciones de los ms doctos. As todos los Latinos dentro de las eventuales relaciones que pudieron tener entre ellos se comprenden. Cualquiera fuesen la calidad de su vocabulario y la pureza de su sintaxis, las frases que expresaron constituyeron el sermo cotidianus, frmula bastante general para que se pudiese extender al sentido de la lengua hablada) Cf. Le sermo cotidianus dans les Satires dHorace, 1827, Pg.36.

En definitiva, cada uno de los estratos del latn es la suma de los estilos de los miembros de la respectiva clase social. Es del mismo parece que los ms finos y nobles aristcratas empleasen, en determinadas circunstancias, el sermo familiaris. Cabe aqu, como una luz, aquella sutil observacin de Schuchardt: El mismo hombre se sirve de una lengua cuando conversa con un esclavo sobre las compras para la cena, usa otra si invita, con una misiva, a un amigo, emplea otra cuando escribe una oda en glorificacin de un prncipe o de la amada. (Vok., I,33). Es verdad que esas capas de la lengua no andaban del todo divorciadas o disociadas: por el contrario. Se influan e interpretaban mutuamente. Y no se puede olvidar que la escuela ejerca una accin represiva y unificadora, adems de que, como ya refer, cada clase social procura imitar el lenguaje de la clase superior. Hoy en da se torna casi imposible limitar exactamente esos matices de la lengua. No siempre podemos extremar, con rigor, el sermo familiaris del sermo vulgaris o de las varias lenguas especiales: sermo castrenses, etc. 18.- A pesar de eso, trataremos de apuntar fenmenos del lenguaje familiar, distinguindolos de aquellos pertenecientes al habla vulgar. Se encuentran entre los primeros: auscultare (por audite); sper (acerca de): hac super re scribam ad te. (Cicern, Ad Att., 16,6,1); fine (por tenus); non (por ne); plus minus (ms o menos: cf. Csar, De B. Gall.,8,20,l); tantum quod (tanto que: tantum quod ex Arpinati veneram, cum Cicern, Ad Fam. , 7,23,1); promitto facere (me factutum esse); tanto melior (tanto mejor, cf. Fedro, III, 5,2) ; tricri (tardar: cf. Fedro, III, 6,9); ptram (cp. pedra, fr. Pierre, it. Pietra , esp. Piedra, etc. y cp. Fedro App. 20,I); cantare (por canre: cf. Horacio, Stiras, 1, 10,19); lamna (pecunia); quid narras?(qu narras?); etc. Se incluye en el latn vulgar: mairoris (en vez de pluris); la prep. de indicando: a)materia- templum de marmre (Virfilio, Georg. 3,13); b) causa detuis lacrimis umida serta (Ovidio, Trist. 3,3,82); el empleo de que iniciando oraciones sustantivas; futuro perifrstico: amare habeo, etc.: uso de los verbos de movimiento con el sentido del supino en im: cum veneris ad libere (San Agustn, Serm,. 225, cap.7);etc. Cf. Rieman- Le jay- Ernout, Syntaxe latine, 1927, passim; Bertschinger, Volkstmliche Elemente in der Sprache des Phaedrus, 1921; Ruckdeschel, Archaismen und Vulgarismen in der Sparece des Horaz, 1910. Est claro que esa caracterizacion es muy relativa: lo que haba era el conjunto del latn corriente. Slo por aproximaciones y deducciones es que podemos seleccionar los hechos pertenecientes a los lenguajes familiar y vulgar. Me recuerda, como distinci entre ambos, aqul verso de Hamlet: Be thou familiar, but by no means vulgar.(I,3) (Hablar familiar, pero de ningn modo vulgar). An ms, se advierte que, por la falta de documentos, nos es absolutamente imposible establece fronteras entre sta o aqulla lengua. Malamente es casi nulo lo que sabemos de las hablas latinas especiales. 19.- Someramente har referencia a uno de los matices ms importantes del sermo usuales: el lenguaje regional. El buen sentido nos deja fuera de dudas que en las varias provincias el latn tomaba un aspecto propio, un colorido peculiar. Tales variantes se caracterizaban, sobre todo, por el acento y por el vocabulario, una vez que en las formas y en las frases hay mayor resistencia a la evolucin.

El sermo provincialis representaba un aspecto netamente arcaizante, pues las innovaciones se realizaban primero en Roma y despus se expandan a las regiones del Imperio. 20.- Por lo tanto, qu se puede entender por latn vulgar? Respondamos con un gran Maestro: De acuerdo con eso, la lengua vulgar slo puede ser otro grado ms bajo; en el sentido que tenemos que ver en la lengua de las capas inferiores, hace mucho tiempo desacostumbradas a la disciplina de la escuela, de los modelos de literatura, o enteramente apartadas de la influencia literaria.43 Hofmann, uno de los mayores latinistas modernos, toca en la misma tecla, ensean que va contar del latn vulgar debe tenerse el bajo estilo, correspondiente al francs popular.44 Nierdermann escribi, con mucho acierto: El latn vulgar (Vulgrlatein) es el habla diaria de la mayor parte de la poblacinm, elmentops esos que acompaan a la capa social inferior.45 21.- Los escritores romanos tenan la intuicin de la existencia de esos varios matices de la lengua. Nos caracterizaban con la palabra sermo que significaba lenguaje. Suma de 46 estilos y equivala a parole e Saussure. A la lengua de conversacin, corriente en suma, llamaban sermo cotidianus, usualis. Son bastante felices esos conceptos de Quintiliano: sermone quotidiano- , quo cum Amicis, coniugibus, liberis, servis, loquamuer (XX,10,40). Sidonio, hablando de sus cartas, deca con mucho apuro: reliquas denua literas usuali semone contexo, (Ep, 4,10). Cicernm, escribiendo de Paetus, expresa la cuestin en los siguientes trminos: Quid tibi ego videor in epistolis? None plebeio sermone aggere tecum?Causas agimus subtilius, ornatius; epistolas vero cotidianis verbis texere solemuis . (Eo. Ad. Fam,9,21,1). Al habla cuidada y pulida de los maestros de la literature llamaban sermo urbanus, urbanitas. El hablar de los jugadores, de los campesinos llevados a la ciudad era llamado sermo rusticus, rusticitas. Finalmente, no se les escapaba el uso regional: lo caracterizaban con la expresin sermo peregrinus, preregrinitas.47 Para esa distincimm de tonos lingsticos es especialmente valioso el estudio de Petronio. Era el autor de Satiricn un escritor eminentemente estilista: en los personajes que lleva a escena discierne los varios matices de la lengua hablada. Un conocido estudioso estoniano, Sss,48 llega incluso a decir que Petronio las caracteriza por categoras de vulgarismos, lo que parece exagerado. 22.- Despus de todas estas consideraciones es indispensable precisar y concretizar el concepto de latn corriente.43 44

Stolz- Leumann, Lateinische Grammatik, 1928, pgs. 10-11. Cf. Lateinische Umgangssprache, pgs. VIII-IX 45 Cf. La revista Gnomon, 3,pg.348. Obtuvo aplausos de Lfstedt, Synt., II,357 46 Cf. Vok. Des Vgl. I, pg, 102 47 Ver la documentacin en Schuchardt, Vok, des, Vgl. ,I, pg,102 y ss. 48 Vj. De eo quem difunto inesse Trimalchionis Cenae sermone vulgari1, Dorpat, 1926.

Adems no puede haber definicin en bloque, porque ello, como resalta de la exposicin que hice, exprime aucun moment ni en aucum lieu un tat un, dfinissable avec quelque prcisin.49 De esa manera, concordamos con Meillet cuando el eminente lingista escribe: (le latin vulgaire est) un esemble de tendances que se sont realices des degrs divers suivant la condition et leducation des divers sujets parlants, suivant les temps et suivant les lieux. 50 Bastar sustituir, en esa afirmacin del latinista francs, la expresin latn vulgar por la de latn corriente. Y tenemos el hecho enteramente esclarecido si prestamos atencin a estas palabras de Marozeau: parler courant: langue de la conversation usuelle, qui peut tre de milleux diversement cultivs, mais se distingue cepedant par certains caracteres de la langue crite et littraire.51 23.- La expresin latn vulgar (Vulgrlatein, latin vulgaire, latino volgare), creada en la poca en que se subestima la lengua corriente, juzgndola corrupcin de la literaria, debe, pues, evitarse, por dar paso a malas interpretaciones. Parece contrasentido decir, con Parodi: latino volgare non vale propio exclusivamente dellinflima plebe nonostante la parte graidsima che a questa assicura la sua preponderanza numerica: ma significa piuttosto vivo nella coscienza del popolo, a qualsiassi fradazione di clase o di cultura appartenesse, e attinti: significa lingua parlata nella sua pi schietta accezione, colle sue innumeravoli varieta di luogo ve di tempo, e con la lotta continua delle contrarie tendenze verso un centro di equilibrio, che continuamente si aposta.52 La descripcin es, sin duda, magnfica, pero verdaderamente impropia a la designacin latn vulgar. La discusin, por lo tanto, est hoy en da confinada al trmino con que se designa al conjunto del latn vivo. Son muy acertadas estas palabras Lot: En effet, le latin vulgaire nest pas ncessairement la langue du vulgaire. Lepithte est malenconreuse, dangereuse. Le latin dit vulgaire cest le latin parl, evoluant suivant des lois inconscientes, mais implacables, au cours des sicles. Cest le latin en usage dans toutes les classes de la socit, en haut comme du bas de lchelle, cest le latin tout court.5349

( no expresa en ningn momento ni en ningn lugar un estado, definible con alguna precisin ) Cf. Meillet, Esquisse dune histoire de la langue latine, 3.a ed., pg. 239. 50 ( (latn vulgar es) un conjunto de tendencias que son realizadas en diversos grados conforme a la condicin y educacin de los diversos sujetos hablantes, conforme a los tiempos y lugares) Idem., pg.239. 51 ( hablar corriente: lengua de las conversacin usual, que puede ser cultivada de diversas maneras, pero se distingue , no obstante, por ciertos caracteres de la lengua escrita y literaria) Cf. Lexique de terminoligie linguistique, s.v 52 (latn vulgar no significa propiamente exclusivo de la nfima plebe no obstante la grandsima parte con que sta asegura su preponderancia numrica; sino que significaba ms bien existe en la consciencia del pueblo, ya perteneciese a cualquier grado de clase o cultura, y fuese indgena o extranjera la fuente a cuyo vocablo pertenecan: significa lengua hablada en su ms recta acepcin, con su innumerable variedad de lugar y de tiempo, y con la lucha continua de la tendencia contraria versus un centro de equilibrio, que cambia continuamente.). Citado en Gorra. Lingua neolatina, pg.41. 53 ( En efecto, el latn vulgar no es, de ningn modo, necesariamente la lengua del vulgo. El epteto es desgraciado, peligroso. El latn llamado vulgar es el latn hablado, evolucionado conforme a los inconscientes, empero implacables, al curso de los siglos. Es el latn en uso por todas las clases de la sociedad , en lo alto como en lo inferior de la escala, es el latn simplemte). Vj. Archivum latinitatis medii aevi, 1931, pg.102.

Pginas adelante, hablando al respecto de la expresin latn vulgar, aconseja: Comme il veille, en franais du moniz, des ides inexactes, Vieux voudrait y rnoncer rsolument et le remplacer par des expressions telles que lusage, la langue courante, etc.54 En alemn hay, por lo menos, dos designaciones esplndidas lateinische Umgangssprache, lateinische Konversationssprache. Svennung condena las expresiones Vulgrlatein, Vulgarsprache recomendando que se designe al lenguaje del pueblo en general con los trminos Volksaein Volkssprache: Esta ltima puede llamarse lateinische Volkssprache o Volkslatein- la palabra Vulgrlateinm, Vulgrssprache da motivo a equvocos y malas comprensiones.55 En portugus creo que le podemos llamar latim usual, corrente, cotidiano, de conversao. En nuestra lengua denominaciones como latim popular, latim vulgar, latim castrense (:) son vitales cuando empleadas para designar el conjunto de la lengua hablada. No se tenga por enga o por inutilidad esta cuestin del nombre, pues, para recordad a Schuchardt, la nomenclatura impropia es tan daina para la ciencia como las nubes a la navegacin.56 24.- Del sustrato de las lengua romnicas debe decirse, simplemente, que fue el latn, el verdadero latn, esto es, la lengua viva y corriente. De esa lengua real y espontnea la cultura romana cre la lengua artstica, la lengua moldeada y lapidada que hasta hoy nos encanta y arrebata. Seala Lfstedt que la creacin de esa prosa es uno de los mayores hechos de la cultura clsica.57 Con la derrocacin del mundo antiguo, con el colapso de la civilizacin romana, se quebr para siempre el hielo Con el cambiar de la costumbre y del ambiente, reapareci la corriente de agua, fresca y vivaz, para manar y fluir a las ramas y races. Son correctos estos conceptos de Savi- Lopez: Ora, data questa condizione di cose apparisce evidente che quello che noi chiamiano il latino volgare andrebbe piuttosto chiamato in realt il latino senz altro, il latino vero. Il latino parlato il latino violgare; questo il fatto linguistico vero e54

( As como despierta, en francs siquiera , de las ideas inexactas, mejor quera renunciar resueltamente y reemplazarlas por expresiones tales como el uso, la lengua corriente, etc.). Vj.lug.cit.,132.Reseando ese notable trabajo , Marouzeau aplaude el consejo de Lot: aussi encore quand il nous invite appeler langue dusage, langue courante, ce que les Allemands appelent correctement Umgangssprache et nos inexactement, en risquant de faire passer dans lide le vice de lexpression, langue vulgaire; (Reveu des tudes Latines , IX, pg.400). ( as entonces cuando nos incite a llamar lengua usual, lengua corriente, esto que los Alemanes llaman correctamente Umgangssprache y nosotros inexactamente a riesgo de hacer pasar dentro de la idea el vicio della expresin, lengua vulgar;). 55 Vj: Untersuchungen zu Palladius und zur lat. Fachund Volkssprache 1935, V 56 Por esa misma razn no nos es posible seguir a Hofmann cuando acepta la palabra Vulgrlatein simplemente como Stichowort (vocablo) del arraigo prctico del trabajo. Cf. la Lat. Umg. pg.8. An cuando es expresin consagrada en obras antiguas, an estamos a tiempo de corregirlas. Cf. lo que dice Meillet: Il aurait sans doute Vieux valu ne pas garder ce nom traditionnel de latin vulgaire qui prte tant dquivoques: (en Bulltir de la Societ de Linguistique de Paris, 21, 1919, pg. 194). (Ahora sin duda el mejor valor no puede conservar el nombre tradicional de latn vulgar que se presta a tantos equvocos). 57 Syntactica.II,317.

proprio, questo il fatto spontaneo. Mentre il latino letterario un fatto artificiale. Sarebbe dunque un errore contrapporre il latino volgare al lettrario nel senso che Fosse inferiore: no, il latino volgare il latino vivo; il latino letterario il latino morto, quello dei libri, delle scuola, Della cultura. Que latino che chiamado volgare veniamo quasi as avvilire, st invece al primo posto, contiene tutte le energie vive Della lengua e merita dessere detto senzaltro il latino. Le lingue neolatine derivano dal latino volgare nel senso che questo era il latino, tutto quanto il latino, il latino vivo parlato.(cf.Origini Neolatine, pg.109).58 Es verdad que no se puede definir y caracterizar el latn vivo como lengua hablada. Es porque, al hace un discurso en el Foro o en el Senado, Cicern empleaba el latn culto, literario. En cualquier imprevisto delante de sus oficiales, Csar usara, sin duda, la fina y culta lengua aristocrtica. Por otra parte, como ya se observ, las inscripciones de Pompeya no pueden clasificarse entre los textos clsicos. Y an menos las llamadas tablas execratorias (tabellas difixiorum). Entre tanto el latn corriente, por excelencia, una lengua hablada, no escrita. Slo se tiene la preocupacin de escribir aquello que, en nuestra esperanza o ilusin, glorifica e inmortaliza. Y, por otro lado, basta empuar la pluma para componer, ya sea un libro tcnico, ya sea una obra narrativa de viaje hacia Tierra Santa, para que surja la imitacin o el fragmento de estilo literario.59 25.- La limpia y clara corriente de la lengua evolucin naturalmente, del siglo II a.C. hasta el siglo V de nuestra era. Tal evolucin se realiz de acuerdo con las tendencias que se verificaron desde el indoeuropeo.60 Son muy expresivas y reales estas palabras de Meillet, con relacin a las alteraciones sufridas por el latn corriente: Durant les six huit sicles de dure de lmpire Roman, du III sicle av.J. Chr. au IIet mme au V sicle aprs J.C., la langue a gard une fixit apparente; mais parfois disimule et parfois Demi visible, lvolution sest poursuivie, limmobolit de la forme visible cachait un changement radical de la estructure interne, et lorquest venue la ruine de lEmpire et de sa civilization, les rsultats du changement se sont manifests rapidement.61

58

( Ahora, dada esta condicin de que parece evidente que aquello que llamamos latn vulgar habra sido ms bien llamado el latn sin otro, el verdadero latn. El latn hablado es el latn vulgar; esto es el hecho lingstico verdadero y propio, esto es el hecho espontneo. Mientras el latn literario es un hecho artificial. Habra sido pues un error contraponer el latn vulgar al literario en el sentido que fuese inferior: no, el latn vulgar es el latn vivo; el latn literario es el latn muerto , aqul de los libros, de la escuela, de la cultura. Aqul latn que venamos casi a envilecer llamando vulgar, est por el contrario en el primer puesto, contiene toda la energa viva de la lengua y merece ser llamado el latn sin otro.) En esa magnfica exposicin del latinista italiano resalta la impropiedad de la expresin latn vulgar. Batar sustiturla por latn corriente para que los hechos surjan con precisin y correccin. 59 Vj, Stolz- Leumann, Lateinische Grammatik,1928,pgs.10-11. 60 Vj. Meillet, Linguistique hisorique et linguistique gnrale, II, 113-122. 61 ( Durante los seis a ocho siglos que dur el Imperio romano, del siglo III a.C. al II y hasta el siglo V d.C., la lengua ha conservado una estabilidad aparente, mas a veces oculta y a veces semi visible ocult un cambio radical de la estructura interna, y cuando sobrevino la ruina del Imperio y de su civilizacin, los resultados del cambio se manifestaron rpidamente). Cf. la obra precitada, las pgs.121-122

26.- En los prximos captulos trazaremos, en la medida de lo posible, la historia de la lengua corriente, destacando, de los fenmenos Lingsticos que conocemos, aquellos que llegaron. Para eso, no es indispensable el control de las lenguas romnicas , pues, con mucha razn, Meillet escribe_ Cest donc par la grammaire compare des langues romanes que se dfinit le latin vulgaire62;c est seument en obserbant les rsultats auxqueles ont aboutyi les tendances quel on eut contanter coup sr lexistence. La grammaire compare des langues romanes permet ainsi de reconnatre, dans les particularits qu offrent les textes vulgaires, celles qui indiquent les procs inttesants pour le linguiste.63

62

Para ese fin deba decirse latn pre-romano, expresin que designara el material latino heredado a las lenguas romnicas. Pero ese concepto no puede ser comprendido aisladamente, aparte de la historia de la lengua hablada. 63 ( Es as como se defini el latn vulgar (62) para la gramtica comparada de las lenguas romnicas; es solamente en vista de los resultados los cuales han encaminado las tendencias, que han logrado constatar de seguro su existencia. La gramtica comparada de las lenguas romnicas permite as reconocer, dentro de las particularidades que ofrecen los textos vulgares, los que indican los procesos interesantes al lingista ). Cf. Esquisse dune histoire de la lengue latine, pg. 239. Muy para trabajar y meditar son, en el mismo sentido, las finas observaciones de Lfstedt, Syntactica, II, pg . 356. Ya ahora, en 1940, en la 3.a ed. De su , magnfica From latin to italian, Grandgent reconoce que el latn base de las lenguas romnicas era el habla de los habitantes del Imperio Romano. (pg,10) Desgraciadamente no pude leer la sntesis de J. Martn, Schriftatein, Kirchenlatein (en Hist, Jahrbuch der Grres Gesellschaft, 41 (1921) 201-214)-. Devoto (Storia Della lengua di Roma , Blonia, 1940) repudia la expresin latn vulgar, usando latn pre-romance (pg.393) o latn del Imperio (pg. 275-307). En leccin de 1911, slo ahora publicada, escriba D. Carolina Michalis, con referencia a la fuente de las lenguas romnicas: Es del latn hablado por todas las clases , mas sobre todo por el verdadero pueblo: de latn de conversacin despreocupado , con fines meramente prcticos, sociales, como instrumento de comercio, de persona a persona, que ellas proceden indubitablemente ( Cf. Lioes de Filologa Portuguesa, 1945, pg . 6; cf. tambin, la pg. 227)

PROBLEMAS Y METODOS EN LA INVESTIGACIN DEL LATIN VULGAR.

1.- Fue preciso, como acabamos de ver, un largo caminar, no siempre por entradas fciles, para poder ver con claridad en relacin al llamado latn vulgar. Dos poderosas influencias contribuan a los descaminos: la preocupacin de imitar a la filologa indoeuropea y a las ideas lingsticas en boga que, pesadamente materialistas y mecanicistas, hacan abstraccin del hombre, sus relaciones individuales y colectivas. 2.- Como se sabe, la expresin latn vulgar es impropia y as mismo incorrecta, pues adems de poder expresar ordinario, grosera (lo que de ningn modo es el caso), engloba es un bloque una serie de matices y de formas de la lengua. Y despus siempre se present un latn vulgar atpico y acrnico, esto es, con abstraccin del lugar y del tiempo. As considerando a final de cuentas, quedaba siendo un fantasma una lengua artificial. Era un maniqu al servicio de los romanistas que, con ello (hecho para su voluntad y de acuerdo con sus necesidades) explicaban los hechos romnicos. En ese sentido tiene entera cabida la vieja crtica de Sittl64, segn la cual el latn vulgar con que los romanistas trabajan era una fantasa o mejor, un fantasma. Fue igualmente oportuna la advertencia de Bonnet, hasta hoy tan actual, que debe ser aqu transcrita: On prte trop volontiers ce quon appelle le latin vulgaire, les caracteres dune vritable, dune langue part, qui aurait exist ct de la langue latine proprement dite Le latin vulgaire ainsi compri ,a jamais exist que dans les cerveux de quelques savants. (vg. Le latin de Grgoire de Tours, Pars, 1890, pg. 31)65 3.- El carcter de la lengua hablada inherente al latn vulgar nos causa grandes dificultades. Tenemos que reconstruirlo con fragmentos de las informaciones de los gramticos, descuidos de los lapicidas y de algunos escritores, datos fortalecidos, a posteriori, por las lenguas romnicas, etc. Esa inopia llev, tambin, a la exageracin de querer reconstruir el latn vulgar casi exclusivamente con elementos obtenidos en las lenguas romnicas; se pretende reconstruir el latn vulgar comn como el indoeuropeo comn. Fue con razn que Meillet dirigi esta crtica a los romanistas: Les romanistes imitent trop souvent la grammaire compare des langues indo. Europennes par ses mauvais cts: en matire d indo-european, on est oblig de juxtaposer des tudes sur toutes les langues du groupe, parce que c est le seul moyen queon ait de restituer en quelque mesure la langue initiale; mais, du moine on soccupe seulement des formes les plus anciennes de chaque groupe, et on laisse tout le dveloppemnt ltcieur la grammaire compare des divvers groupes de la famille. Les romanistes, qui ont toutes sortes de dones pour poser le roman commun, se sont exercs

64

Se trata de lo siguiente: Das Vulgrlatein, mit welchen die Latinsten operieren, ist ein Phantasiegebilde (El latn vulgar, con el cual trabajaban los latinistas, es un producto de la imaginacin) (en Jahresbericht ber die Fortschritte des Klassischen Altertums, LXVIII, pg. 226). Era a ese latn que se refera Guilliern, cuando escribi: ce latin taillable et corvable a merci, auquel on fait enfanter de fanstiques chimres. (Gonlogie des mots qui dsignent labille, 1918, pg. 307). 65 Se dispuso muy fcilmente de esto que se llama el latn vulgar, los caracteres de una lengua genuina, de una lengua aparte , que ahora existe al lado de la lengua latina propiamente dicha El latn vulgar as comprendido no ha existido ms que dentro de los cerebros de aquellos eruditos (N. del T.)

mettre sous une mme couverture des renseignementts se rapportant des dvolopprments distincts. (B.S.L.; XXI, pg. 230)66 4.- As, el concepto de latn vulgar comenz a delinearse paralelamente al desenvolvimiento del indoeuropeo. Este era un conjunto de sonidos, formas y frasestodo reconstruido tericamente- que explicaba la historia de las lenguas indoeuropeas. Nada pareca ms fcil para los romanistas que construir- los mismos procesos- un bloque capaz de ser el punto de partida de las lenguas romnicas. De ah la creacin de esta lengua comn, de este pre-romanos llamado latn vulgar. 5.- Poco a poco, empero, la Filologa Romnica fue tomando otra direccin, debido, principalmente, al estudio de los dialectos que, a partir de Ascoli, Mussafia y Cornu, se torn verdadera fiebre. La bsqueda de esos hablares vivos les mostr la variedad y extrema complejidad. Adems de eso, sirvi tambin de gran leccin para el estudio de las lenguas emigradas, esto es, de las lenguas europeas que el ciclo de las grandes navegaciones condujo a tierras de Amrica, Asia y frica. 67 6.- En 1888, en la 1. ed. de Grundriss der romanischen Philologie, organizada por Grber, Meyer- Lbke afirmaba que la historia del latn popular deba ser casi enteramente reconstruida con la ayuda de las lenguas romnicas. Duramente criticado, por aquellos que preferan un latn vulgar reconstrudo, un latn vulgar sacado de los textos latinos, el gran romanista, en la edicin siguiente, retir aquella afirmacin. 6866

Los romanistas imitan muy frecuentemente la gramtica comparada de las lenguas indoeuropea en sus malos sentidos: en materia de indoeuropeo, se est obligado a la yuxtaposicin de los estudios sobre todas las lenguas del grupo, porque es el nico medio por el cual se puede restituir en alguna medida la lengua inicial; pero, siquiera se ocupa solamente de las formas ms antiguas de cada grupo, y liga todo el desarrollo ulterior a l gramtica comparada de los diversos grupos de la familia. Los romanistas, que tienen toda suerte de datos para establecer el romnico comn, estn encargados de introducir debajo una misma cobertura de datos producto de los distintos desarrollos. 67 Para no alargarnos e las citas, bastar recordar el capital estudio de M. L. Wagner, titulado Amerikanisch- Spanisch und Vulgrlatein, publicado en la Zeitschrift fr romanische Philologie, XL., 1922. Tratamos de la estructura lingstica- social del Brasil en el artculo Le portugais dans le Nouveau Monde, publicado en la revista belga Orbis (II, 1953, 143-156), reproducido ahora en los Ensaios de Filologia Portuguesa, 1956, 39-68, y en el libro Introduo ao estudo la lengua portuguesa no Brasil, 1950. 68 Es la siguiente: Die Geschichte der lateinischen Volksspache muss Fast ganz aus den lebenden Sprachen konstruiertwerden, das sprliche Material, das uns die alte Zeit liefert, lasst sich nur als Sttze einfgen, was aber von diesem Materoa nirgends in den Bau passt, darf fglich als unntz und trgerisch bei Site geworfen werden. (La historia del latn popular debe ser reconstruda en casi su totalidad a partir de las lenguas vivas. El parco material, que la Antigedad nos provee, se puede encakar solamente como soporte; pero lo que de este material no cabe en ningn lugar de esta reconstruccin puede ser abordado, con toda razn, como intil e ilusorio). (df,Die lateinische Spache in den romanischen Lndern publicado en el Grundriss der romanoschen Spachen, organizado por Gustav Grberm 1888, pg. 259) En la segunda edicin del Grundriss, venida a la luz en fascculos, entre 1904 y 1906, MeyerLbkeelimin del texto aquel trozo comprometedor. En una obra de cuo metodolgico, publicada en 1901, la Einfuenhrung in das Studium der romanischen Spachiwissenschaft, escribi lo siguiente: so geben uns diese direkten Nachrichten doch nur ein sehr ungenngludes Bild. Hat nun die Erfanhrung gelehrt, dass mancher, dass mancher der von der feineren. Schriftsprache verworfenen Vulgarismen in Romanischen weiter lebt, so ist es nur natrlich, das mas sich versucht fhlen musste, durch Rckschlsse aus dem Romanschen das Bild zu erguzen; dass man auf indirekten Wege zu erchliessen internahm, was die direkten Quellen versagten. (pg. 82, prrafo 69). (as, en las fuentes directas nos dan solamente un cuadro bastante incompleto. Ya que la experiencia nos ense que algunos de los vulgarismos, condenados por la lengua escrita erudita, continan vivos en las lenguas romnicas, es bien natural que fuese una tentacin completar el cuadro en la base de conclusiones a partir de las lenguas romnicas, y

Realmente, la frase va un poco ms all de la realidad, pues las lenguas romnicas son de imprescindible valor para el conocimiento del latn hablado, pero no para reconstruirlo sino confirmarlo: constituyen apenas elementos de verificacin. 7.- Es forzoso observar con todo que, aunque reprochables en principio, las reconstituciones fueron en muchos casos confirmadas por la documentacin textual. Si muchas de las formas precedidas de asterisco eran innecesarias y fantsticas, 69 muchas otras coincidan con los hechos y con la realidad. An hace poco aos lo recordaba Max Leopold Wagner,70 trayendo a colacin algunos ejemplos expresivos. 8.- As es que en 1884 en su capital artculo Vulgrlateinisch Substrate romanischer Wrter,71 el romanista alemn Gustav Grber, partiendo de las formas romnicas, it., port., y esp. ansia, prov. aissa, ant. fr. ainse, aisse presupuso la base latina de ANXIA, que Rossberg, en seguida 72 document en Draconcio, Orest. trag: 558 ss.: Pectora, cor , sensus, animun, praecordia, mentem Conturba pietas, dolor, anxia, maerror, origo, Affectus, natura, pudor, reventia, fama. 9.- Otro buen ejemplo es el verbo perdonare, base del port. perdoar, esp. perdonar, it. y log. perdonare, que aparece con asterisco en el REW.6405, pero que ya estaba, desde 1911, documentado en una traduccin latina de la fbulas de Esopot: cf. Lfadetd, Philologischewr Kommentar zur Peregrinatio Aetheriae pg. 125 10.- Sera fcil multiplicar los casos de reconstituciones pertinentes y felices, pero la verdad es que el advenimiento de la Geografa Lingstica, trayendo enormes progresos a los estudios dialectolgicos, vino, por otro lado, a evidenciar que millares de formas con asterisco eran totalmente improcedentes. 11.- Bastar citar un ejemplo, par si acaso tambin de4 Grber73, el ms moderado en reconstruir formas hipotticas. Se trata de PISCIO, ONIS, reconstituido como base del fr. poisson, formar intil, verdadera ficcin, pues la historia de la lengua francesas y laque se sentase explorar por vas indirectas lo que las fuentes directas no permitan). En la segunda edicin neubearbeitete (revisada), venida a la luz en 1909, Meyer- Lbke intercal, despus del primer punto (ungengendes Bild) (cuadro incompleto) el siguiente: Als eine Hauptquelle fr die Kenntnis des Volkaslateins gelten nun von jehrer die romanischen Sprachen (Desde siempre las lenguas romnicas fueron consideradas como una de las fuentes principales para el conocimiento del latn popular) pg. 96. prrafo 78. En la tercera y ltima edicin (1920) tambin neubearbeitete, se mantiene, en ese particular, el texto de la anterior (pg.119, prrafo 98). No nos parece feliz la traduccin de Amrico Castro (Como fuente principal para el conocimiento del latn vulgar han de servir en todo momento las lenguas romnicas ) pues creo que servir en todo momento las lenguas romnicas no como la fuente principal, sino como fuente de principal, esto es, una de las dos fuetes principales, una vez que complementa los datos esparcidos recogidos en los textos de naturaleza varia. Cf. para la evolucin del pensamiento de Meyer- Lbke en relacin al concepto del latn vulgar el documentado estudio Harri Meier, publicado en las Romanische Forschungen, 54,1940, pgs. 171182. 69 Entre los que ms se opusieron al hipnotismos del latn debe contarse L. Sainnan: cf. sus tres volmenes de Autour des sources indignes. tudes dtymologie franaise et romane (1925, 1930, 1935).70 71 72

Cf. la Volkstum und Kultur der Romanen, VI, 1933, pg.1 Publicado en el Archiv, I. 1884, pg. 564. No es imposible interpretar como sustantivo el ejemplo de anxia que aparece en Lucrecio, 6, 14. Cf. Schmalz- Hofmann, pg.456. 73 Cf. el Archiv, IV, 1887, pg. 437

distribucin geogrfica de la palabra muestran muestran que el vocablo antigua y adems vivo en los dialectos perifricos es peis, pois, (piscis) y que peisson, poisson es una innovacin relativamente tarda dentro del propio francs. La forma base existe adems en los compuestos craspois, ballena y porpois (de porcpois), pez- cerdo. Es evidente que el olvido de pois y la creacin de poisson se debe a la necesidad e evitar la confusin con poids (pensu) y pois (pisu).74 12.- Se ve, por lo tanto, Bartoli,75 tuvo toda la razn al observar con alabanzas que Meyer- Lbke en sus ltimos trabajos, y sobre todo en la ltima edicin de REW., cada vez recorra con ms sobriedad las formas no documentadas. Es para nosotros un punto capital que la base de las lenguas romnicas tiene que ser encontrada y estudiada en los textos, fragmentos e informaciones de todo orden que la antigedad nos leg. Por ms escaso que sea material, ofrece la posibilidad de obtener un cuadrito ntido de la lengua corriente, opuesta a la lengua estilizada. Ese tiene que ser el camino trazado por los romanistas, que no deben, por ningn motivo, crear un latn vulgar por medio de procesos a los que M. L. Wagner llamara con razn, de astrologa lingstica. 13.- Hace ms de diez aos, en conferencia que pronunciamos en la Facultad Nacional de Folologa76, examinamos crticamente las diversas definiciones propuestas para el latn vulgar. No es ahora el caso volver a debatirlas; deseamos apenas decir dos palabras con respecto de la vieja definicin de Grangent, porque ella fue trada a colacin en un libro recidente de Battisti. Ese conocido romanista italiano escribe lo siguiente: Intendiamo con questa voce (latino volgare) non una fase dialettale, ma la lengua normalmente parlata nel mondo latino dalla maggioranza Della classe media nei duo ultimi secolo Della reppublica r nell impero, nel suo complexo d innovaziono, tanto positive, in quanto cio, con esse si introducono nouvi mezzi espressivi, quanto negative, cio nell abandono d un mezzo expresivo di fronte al latino letterario, meno spontaneeo e tendente per tradizione ad aspirare al purismo, ad usare forme e voci tramandate dai modello procedenti, ligio al criterio della corretezza ortografica e gramaticale, (Ober. cit, pg.23) 77* 14.- Si consideramos el latn vulgar como un bloque, es eso, la lengua de la clase media, no sabemos como disociarle el latn provincial que, sin duda, tena que presentar un colorido dialectal. As mismo, la lengua hablada por la clase media provincial, adems de las diferencias de provincia a provincia, se distinguira del latn de las clases medias de Roma. Adems de eso lo cul es el concepto en que se puede encontrar la clase media en el Imperio Romano? Si hasta hoy tanto discuten los socilogos el concepto riguroso de la clase social, cmo podremos, confiadamente, hablare de una lengua de la clase media de los romanos? Y adems uniforme en todas las partes del Imperio?

74

Cf. Jud, en Archiv fr das Studium der neueren Sprachen und Literaturen, CXXX, pgs. 72-3; Niedermann, en la Vox Romanica V, 1940, pg. 180; M. L Wagner, en Biblos XXIV, 1948, pg.250. 75 Cf. la Introduzione alla Neolinguistica, 1926, pg. 99. Y vj., en el mismo sentido: Bourciez, Prcis de Phontique Franaise, 8. a ed., pgs. VI- VII; Mohl, Chronologie du latin vulgaire,pag. 24-6. Acerca del mtodo de la reconstitucin de los sonidos y de las palabras puedes leerse el artculo de Carnoy en la revista belga Muson, n de 1912, pgs. 187-213 y Bongante, en Word, I (Nueva York, 1945) pgs. 83-94, donde expone puntos de vista originales y fecundos. 76 Cf. Serafim Silva Neto, Qu es el latn vulgar?, Petrpolis, 1941, Constituye el primer captulo de este libro. 77 * NO TRADUCIDO

15.- Adems de eso, nos parece justa la crtica de Pirson, publicada desde 1910: Dire que latin vulgaire est le latin des classes moyennes, cest le definir bien troitement; il me parat plus juste de assimiler purement et simplement la langue parle, y compris toutes les naunces qu implequent lorigine, le degr de cultue et le rang social des citoyens de la Republique ou de l Empire. (en Kritischer Jahresbericht, XI, 1910, pg 79). 78 16.- Realmente, nos parece ms sensato oponer, a la lengua literaria que conocemos a travs de los diversos gneros, una lengua colectiva, hablada, provista de medios de expresin que no siempre eran juzgadas disgnos de ascender a las pginas de la literatura. Esa lengua hablada era variada y compleja, no obedeca las normas rigurosas por las que se guiaba o dejaba Guair la lengua escrita. Adems de eso desde temprano observ Schuchardt (Vok. Des Vulgrlatins, I, pg. 49) cada uno habla en forma diversa, si hace un discurso en pblico o conserva acerca de asuntos triviales: el mismo hombre se sirve de una lengua cuando conversa con un esclavo sobre las compras para la cena; usa otra si invita, con una misiva, a un amiga; adems emplea otra, si escribe una oda para glorificar a un prncipe o a la amada. 17.- De ese modo un concepto riguroso de latn vulgar lo restringe al uso entre las clases menos dotadas, aquellas en cuyo crculo no se hallaban los buenos hablantes y que, al contrario, convivan en lo medios ms pobres y srdidos. 18.- Lo que llamamos una lengua constituye, en verdad, un concepto colectivo, una serie de matices y tonos que no siempre es fcil de deslindar. Si hay dificultades, como sabemos, en dividir los diversos medios sociales evocados por los matices de las lenguas vivas, ms compleja adems es situacin del latn. Intentaremos aqu una sntesis, ahora reconociendo, desde luego su extrema complejidad. Pensamos que es necesario comenzar por la situacin lingstica de Roma, pues la capital del imperio posea, por lo menos en los tres primero siglos de la era cristiana, un abrumador poder de irradiacin. Era de Roma que partan las innovaciones lingsticas para toda la orbe imperial; y este primado lingstico slo lo fue perdiendo en razn directa en que se esfumaba su prestigio de capital del Imperio. Como record Jud (Vox Romanca XI, pg. 238) Roma se asemejaba a la pujanza creadora expansiva que hoy vemos en Pars, centro lingstico de tan grande fuerza irradiadora que va poco a poco acumulando y absorbiendo los hablares regionales19.- No hay duda que el lenguaje de las grandes ciudades representa caractersticas diversas de las hablas de las pequeas comunidades. En primer lugar, mayor diversidad social, mayor divisin del trabajo y consecuentemente vocabulario ms rico y variado. La instruccin ms difundida y profundizada, hace que las clases por ella beneficiadas asuman la direccin de la lengua y, vueltas modelo gracias a su prestigio social, influyan en las clases iletradas. De ah que las grandes ciudades se tornen focos de innovaciones y eruditismos que slo poco a poco se van difundiendo.

78

Decir que latn vulgar es el latn dellas clases medias es definirlo bien estrechamente; me parece ms justo asimilarlo pura y simplemente a la lengua hablada, incluida en ella todos los matices que impliquen el origen, grado de cultura y rango social de los ciudadanos de la Repblica o del Imperio (N. del T.)

20.- En segundo lugar, an lingsticamente hablando, la ciudad es ka anttesis del regionalismo. Anttesis porque ella es, justamente, el punto de convergencia de todos los regionalismos. As se puede decir que todo el pas o toda la regin contribuye para el lenguaje de una gran ciudad: de ah su carcter cosmopolita lo cual, con todo, no le anula la fisonoma lingstica propia. Es que ese variado y repetido contacto constituye, al mismo tiempo, fuerza de evolucin y fuerza de conservacin: de un lado produce cambios, pero del otro hace que esos cambios se gerenalicen. 21.- De esa manera las capitales y, en general, las grandes ciudades presentan las siguientes caractersticas: 1.) gran riqueza de sinnimos, porque es en ellas que las influencias culturales y lingsticas se entrecruzan y se constituye la lengua comn: 2.) buen nmero de palabras eruditas difundidas por la existencia de una clase intelectualmente bien dotada y desenvuelta, que mantienen el contacto literario con las generaciones pasadas; 3.) innovaciones frecuentes, debidas a la intensidad de la vida y a la riqueza de los contactos; 4.) buen nmero de prstamos, debidos a los contactos con gente de fuerza y a las necesidades de una compleja divisin del trabajo. 22.- Ha llegado la hora, por lo tanto, de establecer el cuadro de los diversos lenguajes que se utilizaban en Roma. Hay que distinguir, desde luego, la lengua escrita, la lengua literaria que es o procura ser una expresin de arte, un mensaje- la lengua escrita no literaria, que no tiene preocupacin esttica, pero obedece a un rgido patrn de normas. La literatura romana ejemplifica la primera; numerosas inscripciones oficiales como el testamento poltico de Augusto, da testimonio de la segunda. Se hace aqu abstraccin de la lengua mal escrita, de la lengua escrita por personas imperfectamente alfabetizadas; de ellas hablaremos de aqu a poco. 23.- Despus, es preciso extremar los diversos y complejos matices de la lengua hablada, que evocan los diversos medios sociales de que se compone la sociedad. As, tenemos la lengua comn hablada por las personas instruidas o que conviven con ellas: se trata, en general, de las personas capaces de usar la lengua escrita, y que forman parte de la llamada clase media. Por debajo de este tipo de lenguaje est la manera de expresarse de las personas ms humildes, casi siempre analfabetas: se caracteriza por un vocabulario y sintcticos de la lengua comn. No siempre es fcil establecer barreras muy ntidas entre esos lenguajes hablados. En todo caso, nos recuerda como uno de los puntos de diferencia entre una y otra aqul verso de Hamlet: Be thou familiar but by no means vulgar (I,3) (Hablar familiar, pero de ningn modo vulgar). Para usar una expresin querida a Bally, esos lenguajes hablados evocan medios sociales diversos. Tenemos documentacin escrita de ambos tipos. Del primero tenemos buena muestra en numerosas cartas de Cicern; del segundo nos quedan centenares de inscripciones, principalmente los graffiti de Pompeya y las llamadas tablas execratorias (tabellae defixiorum). 24.- Relacionadas con el lenguaje popular con el cual coincide en la fontica, en la morfologa y en la sintaxis, pero poseyendo un vocabulario propio, se cuentan las lenguas especiales, conocidas como jergas. Son ms expresivas la jerga de los ladrones, de los marinos, soldados y gladiadores, entre otros. Respecto de ellas es muy escaso

nuestro conocimiento; apenas vagas e incompletas referencias. Cf. , por ejemplo, I.G. Kampf, Romanorum sermones castrensis, Leipzig, 1901. 25.- Adems de las variedades correspondientes a las diferenciaciones sociales, an hay que tener en cuenta las variedades de los alrededores agrcolas de Roma, esto es, del grupo de labrados y pequeas propiedades que abastecan la urbe. A ese lenguaje de los campos, que los escritores rehusaban con honor, llamaban sermo rusticus, rusticitas. Varrn, contempraneo de Cicern, escribe: in rure Latio edus, qui in urbe, ut in multis adalito, aedus (V,97). Y adelante repite: rustici pappum (dicunt) mesium non maesium (VII,96). El poeta satrico Lucilio, que vivi entrew los 149 y 103 a.C. describa as la pronunciacimn de los campesinos: Cecilius pretor ne rusticus fiar (LX,10) El mismo Varrn de otros ejemplos: spica autem quamnrusticici ut acceperunt an tiquitus, vocant specam (R.R.I.., 48,2); rustici eti nunc quoque viam veham appelant procter vectras, et vellam non villam, quo vehunt (id.I,2,14) . 26.- Adems aqu es oportuna la leccin de la experiencia tenida en el estudio de los hablares modernos: Il feut se garder de considrer les rapports linguistiques ente les villes et la campagne dune faon trop simpliste. Leur jeu, autant que le4s changes conomiques et sociaux, est infiniment complexe. Il est fait dattractions et de repulsions, de rapprochemente et de loignements. La ville peut recevoir et dveloper des procdes qui ont t inventes la campagne: et vice- versa, ce qui est n Dans les centres urbains peut prendre extra muros une extension inattendue. La suprriorit, relle ou imaginaire, de la cultura cotadine dun cte, limmigration de la population ouvrire campagnarde de lautre favorisent le jeu des flux et des reflux. Ce que la ville tient de la campagne, elle peut le lui render aprs y avoir appos son sceau; mais elle peut aussi renier ce quelle a commenc por approuver. (Jaberg, en Vox Romanica XI, pg. 93). 79 27.- Examinando el latn de Roma, nos cumple ahora volver los ojos gracia el latn provincial, cuya importancia nos parece tan grande que le dedicamos un captulo. Por ahora bastar decir que en las diversas provincias el latn tomaba aspecto propio, colorido peculiar. Tales variantes se caracterizaban, sobre todo, por el acento y por el vocabulario, una vez que en las formas y en la sintaxis hay mayor resistencia a la evolucin El sermo provincialis presentaba un aspecto ntidamente conservador, pues las innovaciones, al principio, se realizaban primero en Roma y despus se expandan por las regiones del Imperio.

79

El error es seguir considerando los productos lingsticos entre las ciudades y el campo de una manera muy simplista. Su funcionamiento, as como cambios econmicos y sociales, es infinitamente complejo. Est hecho de atracciones y repulsiones, de aproximaciones y distinciones. La ciudad puede y desarrollar los procedimientos que han inventados en el campo; y viceversa, lo que naci dentro de los centros urbanos puede arraigarse extra muros en un extensin inesperada. La superioridad, real o imaginaria, de la cultura ciudadana por un lado, la inmigracin de la poblacin obrera campesina por otro favorecien el juego de flujo y reflujo. (N. del T.)

28.- Nos parece oportuno reproducir aqu lo que escribimos en otro lugar: Las lenguas romnicas son, bsicamente, desenvolvimiento del latn: del latn lengua transmitida, hablada, colectiva, en suma. (vj. la Historia de la Lengua Portuguesa, 1952, pg. 108). De las grandes formas por las cuales no es conocido el latn- la literaria y la no literaria- es preciso conceder preferencia a esta ltima, por ms fragmentario y precario que no sea su conocimiento. El latn literario es un arte, no es un producto colectivo. Las lenguas romnicas se entroncan, precisamente, en el latn vivo, real, que tambin fue, adems, la base y el material de las obras de arte de un Cicern, un Csar, un Virgilio. 29.- Las lenguas- ya lo dijimos en otro lugar. Son los resultados de la compleja evolucin histrica y se caracterizan, en el tiempo y en el espacio, por un haz de tendencias que se van realizando diversamente aqu all. La acumulacin y la realizacin integral de ellas depende ya de las carencias del propio sistema lingstico, ya de las condiciones sociolgicas, pues como es sabido, la estructura de la sociedad es la que determina la rapidez o lentitud de los cambios. 30.- En ese sentido nos parece ejemplar la afirmacin de Miellet, de que le terme latin vulgaire don ton se sert pour dseigner le latin parl au tours de lepoque impriale nexprime aucun moment ni en aucun lieu un tat, dfinissable aveo quelque prcision..80 La verdad, expresada despus por el Maestro, es que el latn vivo no era sino un conjunto de tendencias que se van realizando en diversos grados, de acuerdo con la condicin y educacin de los grupos hablantes, las pocas y los lugares. Esas consideraciones del eminente lingista francs evidencian la inutilidadmuy en boga en los tiempos ureos de los neogramticos- de pretender reconstruir esa lengua otrora viva en tan vasta parte del mundo. 31.- No nos parece, por lo tanto, que la iniciativa, tomada hace pocos aos por Burger y otros, de sustituir la expresin latn vulgar por la de romnico comn (roman commun) sea adecuada para avanzar la cuestin. El distinguido latinista suizo propone llamar as la langue dont les langues romanes sont issues 81y agrega: La thorie de lindo.-europen commun est infinim