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Sinaloa ante el cambio climático global · Gilberto García Navarrete, Rosalba Pérez Morales, Evelia Acedo Félix, María del Carmen Hernández Moreno y Alfonso Antero Gardea Béjar

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Sinaloa ante el cambio climático global

Sinaloa ante el cambio climático global

Luis Miguel Flores Campaña, Ramón Enrique Morán Anguloy Carlos Karam Quiñones

(editores)

Universidad Autónoma de SinaloaInstituto de Apoyo a la Investigación e Innovación

México, 2014

Primera edición: diciembre de 2014

D.R. © Luis Miguel Flores Campaña, Ramón Enrique Morán Anguloy Carlos Karam Quiñones (editores)

D.R. © Universidad Autónoma de SinaloaÁngel Flores s/n, colonia Centro, Culiacán, 80000 (Sinaloa)

Dirección de Editorial

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

isbn: 978-607-737-051-2

Impreso y hecho en México

Este libro se editó con la colaboración del Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación (inapi)

Dedicatoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

PresentaciónJuan Eulogio Guerra Liera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

PrólogoLuis Miguel Flores Campaña, Ramón Enrique Morán Anguloy Carlos Karam Quiñones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Capítulo I. Cambio climático: tendencias y proyecciones

Cambio climático y algunas señales en SinaloaReynol Díaz Coutiño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

Cambio climático-cambio global: una aproximación a sus consecuenciasen la pesca en SinaloaRamón Enrique Morán Angulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

Tendencias climáticas en el estado de SinaloaCésar Enrique Romero Higareda, Gilberto Márquez Salazar,Rogelio Sánchez Bañuelos y Carmen Estela Fierros Pérez . . . . . . . . . . . . . . . . . 77

Contenido

Proyecciones de cambio climático para el estado de SinaloaWaldo Ojeda Bustamante, Ernesto Sifuentes Ibarra, Ronald Ernesto Ontiveros Capurata, Mauro Íñiguez Covarrubias y Abraham Rojano Aguilar . . . . . . . 107

Capítulo II. Riesgo y vulnerabilidad ante el cambio climático

Mazatlán: crecimiento urbano basado en condiciones de riesgoJosé Luis Beraud Lozano, César Covantes Rodrígueze Igor Piotr Beraud Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125

Riesgos potenciales de inundaciones en la ciudad de Guasave, SinaloaGermán Palafox Ávila, Jaime Herrera Barrientos, María de los ÁngelesLadrón de Guevara Torres, Héctor José Peinado Guevara, Luz IselaPeinado Guevara y José de Jesús Campos Gaxiola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145

Vulnerabilidad de la pesca y la acuicultura continental al cambioclimático en el estado de SinaloaMaría Teresa Gaspar Dillanes, Víctor Ildefonso González Gallardoy Emilio Romero Beltrán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Capítulo III. Implicaciones y consecuenciasde la variabilidad del clima y el cambio climático

La pesquería de sardina crinuda (Opisthonema spp.) del sur del golfode California y su relación con la variabilidad ambientalJuan Roberto Felipe Vallarta Zárate y Mercedes Laura Jacob Cervantes . . . . 185

Impacto del cambio climático en insectos en Sinaloa: el caso palomillade la papa Phthorimaea operculella Zeller 1873 (Lepidóptera: Gelechiidae)Edgardo Cortez Mondaca, Jesús Pérez Márquez, Ernesto Sifuentes Ibarra,Cipriano García Gutiérrez, Fernando Alberto Valenzuela Escobozay Jesús Ricardo Camacho Báez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205

Implicaciones del cambio climático en la salud pública en Sinaloa:situación actual y condiciones futurasMartín Federico Soto Jiménez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223

Alteraciones potenciales en humedales de Sinaloa ante la perspectivadel cambio climáticoArturo Ruiz Luna, César Alejandro Berlanga Robles, Rafael HernándezGuzmán, Vera Camacho Valdez y Marco Alejandro Escalante Sánchez . . . . 245

Capítulo IV. Monitoreo y mitigación

La relación con la forma urbana de la ciudad y el impacto ambientaldel transporte: la necesidad de su monitoreoBeatriz Nayeli Pérez Tamayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275

Los biodigestores: la producción de fertilizantes alternativosy la mitigación de los gases de efecto de invernaderoEbenezer Baldenebro Ontiveros, Alberto Ulloa Méndez, Eder Lugo Medina, Gilberto García Navarrete, Rosalba Pérez Morales, Evelia Acedo Félix,María del Carmen Hernández Moreno y Alfonso Antero Gardea Béjar . . . . 293

Capítulo V. Participación y percepción social

La integración y participación social ante el cambio climático:una estrategia fundamental para el manejo sustentable del aguaen la ciudad de Mazatlán, SinaloaJesús Antonio Ramírez López y María Carolina Ceballos Bernal . . . . . . . . . . 311

El sector turístico de Mazatlán y su percepción del cambio climáticoSilvestre Flores Gamboa, Luis Miguel Flores Campaña y Martín LeónSantiesteban . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333

Capítulo VI. Líneas de investigación y formaciónde recursos humanos

El cambio climático: su registro, impacto y mitigación en ecosistemasacuáticos continentales, costeros y oceánicos de México. Hacia unapropuesta consensuadaFederico Páez Osuna, Ana Carolina Ruiz Fernández y Joan Albert SánchezCabeza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 353

Investigación científica y formación de recursos humanos sobreel cambio climático en SinaloaCarlos Karam Quiñones, Ana Gabriela Osuna Páez y Luis MiguelFlores Campaña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 365

333

Resumen. El calentamiento global y el cambio climático son problemas am-bientales estrechamente interrelacionados y, en ocasiones, confundidos e in-clusive asociados con la variabilidad natural del clima. Por lo tanto, es esencial comprender las consecuencias asociadas al cambio climático sobre la pobla-ción, infraestructura productiva y economía para conocer la percepción que sobre este fenómeno existe en los diferentes sectores de la sociedad. En este contexto, se realizó una encuesta para evaluar la perspectiva e importancia que le asignan al cambio climático los prestadores de servicios turísticos de Mazatlán, Sinaloa, principal destino de sol y playa de la región. Los resultados describen cómo la falta de mayor conocimiento sobre el cambio climático se relaciona directamente con la poca preocupación y sensibilidad hacia dicho evento, a pesar de que diversos estudios consideran la adaptación a las nue-vas condiciones ambientales como la principal alternativa ante sus inminentes consecuencias.

Palabras clave: cambio climático, percepción, sector turístico, Mazatlán.

El sector turístico de Mazatlány su percepción del cambio climático

Silvestre Flores Gamboa1, Luis Miguel Flores Campaña2, 3

y Martín León Santiesteban1*

| 1 Universidad de Occidente | 2 uas-Facultad de Ciencias del Mar | 3 Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación

* Los autores agradecen a los hoteleros, restauranteros y prestadores de servicios turísticos que respondieron a la encuesta aplicada.

334 Flores Gamboa et al.

Introducción

Actualmente, el Cambio Climático (cc) es considerado como una de las más reconocidas manifestaciones de un fenómeno más amplio denominado ca-lentamiento global. El cc, que puede significar tanto condiciones de calenta-miento como de enfriamiento, es una alteración significativa y persistente en las características ambientales y su variabilidad en el clima promedio que se registra en una región durante un periodo mayor a los 30 años y que no parece acoplarse a las variaciones cíclicas del clima. El calentamiento global y el cc son problemas ambientales estrechamente interrelacionados y, en ocasiones, confundidos e inclusive asociados con la variabilidad natural del clima.

El incremento de la temperatura promedio mundial, el deshielo de los po-los y glaciares y el aumento del nivel medio del mar son evidencias sobre el calentamiento de la atmósfera, la cual ha registrado un incremento en la tem-peratura desde mediados del siglo XX debido a una mayor concentración de gases de efecto invernadero (GEI) generados por el hombre y que han aumen-tado en un 70 % desde la era preindustrial (IPCC, 2007).

Los fenómenos asociados al calentamiento global son diversos e incluyen eventos climáticos más extremos, como intensas precipitaciones e inunda-ciones, épocas de sequía más severas y un mayor frecuencia de olas de calor, cambios en los patrones de viento y ciclones tropicales más impetuosos y fre-cuentes, así como modificaciones en las corrientes oceánicas, derretimiento de glaciares, calentamiento de los polos, pérdida del hielo marino, incrementos en el nivel del mar y acidificación de los océanos, entre otros (Harvey, 2008; IPCC, 2007).

El cc, por su complejidad y diversidad de consecuencias, ha trascendido y generado una gran polémica sobre sus posibles tendencias y efectos, llegando con mucha frecuencia a la opinión pública de una manera distorsionada e in-cluso creando una imagen catastrofista en muchos sectores de la sociedad (Ca-marasa y Moreno, 1994; Retamales, 2009). Asimismo, es considerado como uno de los grandes retos que la humanidad tendrá que enfrentar en el presente siglo. Desde los años ochenta se tienen datos científicos que sustentan cambios en los patrones del clima a través del tiempo, mismos que representan costos, riesgos, responsabilidades y oportunidades a nivel global, regional y local (Pri-cewaterhouse Coopers, 2009).

Por lo tanto, es esencial comprender las consecuencias asociadas al cc so-bre la población, infraestructura productiva y economía, con el propósito de

el sector Turístico de mazatlán y su percepción... 335

reducir los riesgos y establecer opciones de adaptación o mitigación de sus efectos. En este contexto, se realizó una encuesta para evaluar la perspectiva e importancia que se le asigna a este fenómeno por parte del sector turístico de Mazatlán, principal destino de sol y playa del estado de Sinaloa. Además, se trata de una región que, dada su ubicación geográfica, amplia variabilidad climática y vocación productiva, muestra una alta vulnerabilidad ante el cc (Flores Campaña et al., 2012).

Cambio climático y turismo

Es posible señalar que la actividad turística ha contribuido al calentamiento global si se analizan los antecedentes y el desarrollo que han tenido ambos.

Al turismo se le considera como un fenómeno relativamente nuevo, el cual tuvo su progreso más acelerado después de terminada la Segunda Guerra Mun-dial, en plena madurez de la revolución industrial y con una creciente incidencia en la vida económica, social y cultural de diversos países (Getino, 1987:11; Jimé-nez, 1992:25 y Santamaría, 2002:15). Obviamente, diversas fueron las circuns-tancias que estimularon los viajes internacionales, siendo «el número creciente de personas empleadas, el aumento de ingresos y el tiempo libre disponible, así como el cambio de la actitud social con respecto a la diversión y al trabajo» (Re-quena y Muñoz, 2006:120), los factores que más contribuyeron a esta demanda.

A su vez, la evolución de los medios de transporte como lo fue el descubri-miento del vapor —en su momento como fuerza motriz aplicada a los barcos y ferrocarriles— permitió el desplazamiento masivo de personas y mercancías de una manera más rápida y económica; a estos se añade posteriormente el uso del automóvil, así como el desarrollo de la aviación comercial (Jiménez, 1992), factores que coadyuvaron para que, finalmente, entre 1960 y 1980 se de-sarrollara el turismo masivo (Requena y Muñoz, 2006:121). Esta etapa coincide con el inicio del interés por conocer y evaluar las variaciones en el clima del planeta, mismas que tienden a cambiar de forma más rápida en comparación con la era preindustrial (OMT, 2007:2; Ivanova, 2012:67).

Por otra parte, el cc es un fenómeno que si bien no es reciente, puesto que ha estado presente desde que la tierra se formó como parte de un proceso na-tural, llama la atención el impacto que ha tenido en la alteración del clima en la actualidad, concretamente el aumento de la temperatura, que se ha manifestado con mayor constancia en comparación con siglos anteriores (FEP, 2007:60). Este

336 Flores Gamboa et al.

aumento en la temperatura, conocido como calentamiento global, es provocado mayormente por la actividad humana, cuyas manifestaciones más claras se rela-cionan con la deforestación y degradación de los ecosistemas naturales (Locke y Mackey, 2009:15), el consumo intensivo de combustibles fósiles y la expansión de la superficie terrestre destinada para la agricultura, así como de la actividad in-dustrial (FEP, 2007:60), entre otras más. En síntesis, se ha contribuido al cc a tra-vés de la actividad humana producto de las emisiones de GEI (Ivanova, 2012:67).

La consecuencias que puede generar el cambio climático van desde la pers-pectiva económica y social hasta la medioambiental: el aumento o disminu-ción en las cosechas, extinción de especies, disminución del hielo glacial, ma-yor incidencia de ciertas enfermedades, aumento en el nivel de los océanos, cambios en el volumen y los patrones de precipitación, aumento en la frecuen-cia e intensidad de eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías, huracanes y tornados (FEP, 2007:61). Los últimos tres representan las mayores amenazas para la industria turística, sobre todo en aquellos destinos que fincan sus actividades en las costas, teniendo el sol y la playa como principal recurso y atractivo para los visitantes. De hecho, el clima es un elemento esencial que sirve como soporte para el desarrollo del turismo (Ivanova, 2012:70; Scott, et. al., 2004:106), ya que «los sitios turísticos son esencialmente sensibles a estos cambios a partir del momento en que los visitantes se sienten incómodos o en peligro» (Schatan et. al, 2010:5).

La preocupación por el cc no es un tema nuevo en los inicios del siglo XXI. Desde los años noventa del siglo pasado algunos estudiosos hacían hin-capié en que era un tema exagerado, cimentado en razonamientos científicos débiles y cuyos esfuerzos académicos no permitían aseverar la existencia del fenómeno, mucho menos sopesar impactos medioambientales (Martínez de Pisón, 1995:16; Camarasa Belmonte y Moreno Sanz, 1994:129). Sin embargo, los esfuerzos por conocer con mayor profundidad su relación con el turismo sí son más recientes. Por ejemplo, fue en 2003 cuando se organizó el primer foro internacional convocado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), en Túnez, cuyas principales conclusiones fueron plasmadas en la Declaración de Djerba, en la que se destacó la importancia de los recursos hidrícos para el turismo, reforzar la cooperación entre los principales actores involucrados con la actividad, la necesidad del uso de tecnologías y logísticas más limpias con el fin de hacer un consumo más racional de la energía (Ivanova, 2012:82).

Posteriormente, en 2007 se llevó a cabo la Segunda Conferencia Interna-cional sobre Cambio Climático y el Turismo en Suiza, cuya Declaración de

el sector Turístico de mazatlán y su percepción... 337

Davos no solo reconoce que el clima es un tema central y altamente sensible al cambio para el sector turístico, sino que propone algunas acciones específicas como «mitigar las emisiones producidas por el turismo; adaptar los destinos turísticos y el negocio del turismo a las cambiantes condiciones del clima; y obtener recursos financieros para ayudar a regiones y países para adaptarse al cambio climático y atenuar sus emisiones» (Schatan, 2010:8).

Por otro lado, son diversos los estudios que no solo analizan desde un pun-to de vista teórico el impacto del cc en el turismo, sino que otros más tienen por objetivo medir dicha interacción desde diferentes perspectivas. Por ejem-plo, Scott et al. (2004:105) utilizaron un índice de turismo climático conforma-do por siete variables climáticas relevantes con el fin de evaluar la distribución espacial y temporal de los recursos climáticos en América del Norte a través de dos posibles escenarios de cc.

Por su parte, Schatan et al. (2010:6) tomaron como referencia a los paí-ses centroamericanos con el objeto de comparar sus características turísti-cas, su marco legal e institucional enfocado a la protección medioambien-tal, así como su vulnerabilidad frente al cc, destacando algunas políticas de adaptación útiles para este sector en la región. Finalmente, Aguirre González (2011:520) indagó las opiniones de turistas que visitaron un parque nacional en Costa Rica para conocer su percepción sobre esta problemática, entre otras cuestiones.

Asimismo, existen algunos esfuerzos por evaluar de forma global la influen-cia del cc en el turismo, pero muy pocos enfocados en conocer cómo la acti-vidad turística contribuye en la generación del cc como parte de la actividad humana cotidiana. Uno de los primeros intentos es el realizado por la omt, organismo que calculó las emisiones de CO2 generadas en tres subsectores tu-rísticos: transporte, alojamiento y las actividades turísticas, tomando como re-ferencia para dicho estudio el año 2005 (OMT, 2007:15). En resumen, se ha avan-zado en la comprensión científica de ambos fenómenos y hoy se sabe que son distintos y variados los efectos del cc y sus implicaciones en el turismo (Tabla 1).

Si se consideran los anteriores efectos, sin lugar a dudas la industria hote-lera será una de las áreas más afectadas por el incremento tanto del nivel del mar como de las corrientes litorales y mareas debido a su cercanía con la playa y zona costera, producto del cc. Los costos económicos serían altos mientras que la recuperación se presentaría a largo plazo, por lo que también se dará una pérdida de empleos y demás impacto en las economías de los destinos que dependen de esta actividad.

338 Flores Gamboa et al.

Tabla 1. Principales efectos del cc y sus posibles implicacionespara los destinos turísticos mexicanos

Impacto Implicaciones para el turismoTemperaturas más cálidas Alteración de la estacionalidad, de estrés térmico

para los turistas, costos de enfriamiento, cambio en las plantas y la vida silvestre, en poblaciones de insectos y su distribución, en enfermedades infecciosas

Disminución de la cubierta de nieve y de los glaciares

Falta de nieve en los destinos para la práctica de deportes de invierno, incremento de los costos, temporadas más cortas en los deportes de invierno, reducción de las estéticas del paisaje

Aumento de la frecuencia y la intensidad de las tormentas extremas

Riesgo para las instalaciones turísticas, aumento de los costos de seguro/pérdidas de asegurabilidad, costos de interrupción de negocios

Reducción de las precipitaciones y aumento de la evaporación de algunas regiones

Escasez de agua, competencia por el agua entre el turismo y otros sectores, desertificación, aumento de incendios forestales que amenazan la infraestructura y que afectan la demanda

Aumento de la frecuencia de fuertes precipitaciones en algunas regiones

Inundaciones, daños a la arquitectura histórica y cultural y, por ende, a la infraestructura turística; alteración de la estacionalidad

Elevación del nivel del mar Erosión de costas, pérdida de áreas de playas; costos más elevados para proteger y mantener las fronteras marítimas

Incremento en las temperaturas de la superficie del mar

Incremento del blanqueamiento del coral y degradación de recursos marinos, así como de la estética de destinos de buceo y snorkel

Cambios en la biodiversidad terrestre y marina

Pérdida de atractivos naturales y de especies destino, mayor riesgo de enfermedades en países tropicales y subtropicales

Incendios forestales con mayor frecuencia y de mayor impacto

Pérdida de atractivos naturales, incremento del riesgo de las inundaciones, daños a la infraestructura turística

Cambios en el suelo (por ejemplo, niveles de humedad, la erosión y la acidez)

Pérdida de los bienes arqueológicos y otros recursos naturales con impactos sobre lugares de destino.

Fuente: Galindo citado por Sánchez Cohen et. al. (2011:136-137).

el sector Turístico de mazatlán y su percepción... 339

Turismo en Mazatlán y sus implicaciones ambientales

Sin duda alguna, la actividad turística es relevante para cualquier país; en el caso de México, en términos generales, esta le genera una serie de bene-ficios socioeconómicos. Por ejemplo, durante 2011 dicha actividad represen-tó el 8.4 % del Producto Interno Bruto (PIB) con 83 100 millones de dólares, y el 6.8 % en la participación de puestos de trabajo remunerados (SECTUR, 2012:15); esta última tuvo la siguiente distribución: bares y centros nocturnos (36.1 %), seguidos del transporte de pasajeros (18.2 %), las artesanías y bienes (10.9 %), alojamiento (7.2 %) y comercio (5.9 %).

La actividad turística de Sinaloa constituye el segundo captador de divisas después del sector agrícola, con el 11.9 % del PIB estatal, que representa el 8% del sector a nivel nacional (Gobierno del Estado de Sinaloa, 2011). En Sinaloa se registra una oferta de alojamiento compuesta por 448 establecimientos en todas las categorías, que representan 19 914 cuartos (3.0 % del total de cuartos a nivel nacional). Además, cuenta con 1243 restaurantes (4.3 % del total nacio-nal), 210 establecimientos de alimentos y bebidas como bares, centros noctur-nos y discotecas (2.5 % del total nacional), y 175 agencias de viajes (2.9 % del total nacional). En el renglón del hospedaje, la entidad registró en 2012 un total de 2 750 865 de llegadas de turistas, de los cuales 2 383 715 fueron de origen na-cional, mientras que el resto fue de procedencia extranjera (367 150), con una tasa promedio de ocupación anual de 45.70 %, 2.28 días de estancia promedio y 2.46 personas en promedio (SECTUR, 2012).

El puerto de Mazatlán, que ocupa el primer lugar en los destinos de playa familiares a nivel nacional (Gobierno del Estado de Sinaloa, 2011), oferta belle-zas naturales y escénicas que se sustentan en la playa y sus recursos naturales (Flores Campaña et al. en prensa), sumados al clima propicio para el desarrollo de las actividades de recreación relacionadas con este segmento la mayor parte del año. Este destino registró en 2012 un total de 1 591 233 llegadas de turistas a hoteles, de los cuales 1 255 020 fueron de procedencia nacional y 336 213 extran-jeros, con una ocupación hotelera promedio de 47.5 % (SECTUR, 2012).

Asimismo, Mazatlán tiene 177 establecimientos de hospedaje en todas las categorías, que en conjunto suman 10 101 cuartos disponibles registrados en el 2009 (INEGI, 2010). No obstante este mercado, existen planes de expansión igual que en las demás actividades turísticas de esparcimiento. Sin embargo, estos proyectos de crecimiento no contemplan al cc entre los factores deter-minantes en la industria regional de los viajes y el turismo, ya que no existen

340 Flores Gamboa et al.

medidas de adaptación y mitigación que le hagan frente al aumento en la tem-peratura, los huracanes, el incremento del nivel del mar, entre otras situacio-nes que son susceptibles de sufrir especialmente aquellas regiones situadas en zonas costeras bajas, como las ubicadas en el sur de Sinaloa y norte de Nayarit (Ramírez Zavala et. al., 2012:101).

De hecho, Mazatlán al ser un destino turístico tradicional no planificado, pues la mayor parte de su desarrollo económico y de infraestructura se fue dando de acuerdo con las necesidades, a veces anárquicas, que tenía el sector privado y público en ese momento. De ahí que los impactos ambientales no hayan sido considerados en su desarrollo, como lo evidencian diversos estu-dios. Por ejemplo, Beraud et al. (2007:148) describen cómo la zona costera de Mazatlán estaba constituida por una compleja serie de ecosistemas estuarino-lagunares, mismos que fueron desapareciendo ante el crecimiento urbano y turístico donde, paradójicamente, en la zona turística emblemática conocida como Zona Dorada alguna vez existió el importante cuerpo lagunar Las Ga-viotas, eliminando con ello su valor ambiental.

Son diversos los hechos y sucesos debidamente documentados que descri-ben la problemática, consecuencias y modificaciones sociales, ambientales y económicas de las que ha sido objeto esta ciudad (Beraud Lozano, 1997; Ayala Baldenegro et al., 2003; Beraud Lozano et al., 2007; Barbosa Jasso y Santamaría Gómez, 2006; Guzón Zatarain et al., 2013). A pesar de ello, este destino todavía está a tiempo de revertir algunos de los fenómenos que amenazan en conver-tirse en graves problemas ambientales. Un buen inicio es reconocer la situa-ción actual relacionada con el cc, para enseguida establecer objetivamente un límite real al crecimiento turístico.

Al respecto, Jiménez Martínez (2005:44 y 45) señala que

es necesario plantear, desde el punto de vista de la planificación, los umbrales del crecimiento de las ciudades turísticas y todo tipo de espacios de recepción de visi-tantes, sobre todo a la luz de las futuras formas de viaje y las preferencias por espa-cios de escala humana, preservados desde todos los puntos de vista; no contami-nados, abiertos, y en general, dentro de un entorno natural, agradable y armónico, quizá, de un entorno que difiera sustancialmente de aquel en el que el individuo, el turista, se desenvuelve cotidianamente.

En síntesis, después de pasada la primera década del siglo XXI y donde el primer lustro de la siguiente apenas concluye, no existe aún un claro interés

el sector Turístico de mazatlán y su percepción... 341

por los problemas medioambientales relacionados con la industria turística local, mucho menos por el cc. Situación que hoy en día exige actuar de una manera más firme y planificada en donde la gestión del capital natural sea vista como parte de la necesidad del ser humano, no como un lujo o capricho de pequeños grupos (Ramírez Zavala et al., 2012:102).

Por tal razón, el futuro depende de que los ecosistemas «conserven su capa-cidad para generar servicios, ya que estos constituyen la base de su desarrollo económico, social y cultural» (Ramírez Zavala et al., 2012:102), sobre todo en el contexto actual donde el cc ya empieza a dejar huella de múltiples maneras en diversos destinos turísticos del planeta y está comprobado, de acuerdo con el Informe Stern que «los costos derivados de intervenir ahora para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son muy inferiores a los costos derivados de los trastornos económicos y sociales que provocaría un cambio climático no mitigado» (OMT, 2007:4).

La percepción del cambio climático en el sectorturístico de Mazatlán

Estudio de campo. Se realizó una investigación para analizar el nivel de co-nocimiento y la percepción de los prestadores de servicios turísticos de Ma-zatlán sobre el tema de cc. La encuesta se elaboró a partir de la revisión de estudios previos desarrollados para el sector turístico (Aguirre González, 2011; Pricewaterhouse Coopers, 2009), la información científica disponible sobre cc y turismo (Scott et al., 2004; IPCC, 2007; OMT, 2007; Schatan, 2010; Sánchez Cohen et al., 2011; Flores Campaña et al., 2012; Ivanova, 2012) y la Estrategia Nacional de Cambio Climático (SEMARNAT, 2012), entre otros. Aunque cabe subrayar que por lo menos la mitad de las preguntas se adaptaron de la encues-ta diseñada y aplicada por Pricewaterhouse Coopers (2009) para conocer la visión de las empresas mexicanas sobre cc.

El estudio se realizó vía correo electrónico, del 3 al 28 de junio de 2013, con una muestra de 47 integrantes del sector turístico de Mazatlán, entre ellos a ho-teleros (13), restauranteros (20) y propietarios de negocios dedicados a ofrecer servicios y actividades de recreación para los visitantes (14), además de otros 15 empresarios turísticos que no respondieron la encuesta. Se diseñó un cues-tionario con tres variables: la primera (4 reactivos), con información socio-demográfica del encuestado; la segunda (4 reactivos), para determinar qué tipo

342 Flores Gamboa et al.

de información y conocimiento tienen sobre el cc en relación con su empresa y la tercera (6 reactivos) para saber cómo perciben la influencia del cc y las acciones para enfrentar sus efectos. Se realizó una prueba piloto para eliminar preguntas confusas o que no daban información relevante. Los resultados se registraron y analizaron en una base de datos en Excel (Microsoft 2010).

Perfil sociodemográfico del sector turístico. Los actores que conforman a la iniciativa privada relacionada con el turismo de Mazatlán, algunos de los cuales fueron consultados, corresponden a quienes integran la planta turística «for-mada por las instalaciones y el equipo de producción de bienes y servicios que satisfacen lo que requiere el turista en su desplazamiento y estancia en el desti-no escogido» (Gurría Di Bella, 1994:52), es decir, por el transporte, alojamiento, alimentación, recreación y servicios de apoyo. A partir de esta clasificación, y de acuerdo a los resultados obtenidos, la mayor parte de los encuestados co-rresponden al giro de los alimentos y bebidas (42.5 %), después se encuentran aquellos que se dedican a otorgar servicios de hospedaje (27.6 %), luego le si-guen quienes tienen otros giros en los negocios turísticos (23.4 %), y finalmente un 6.3 % corresponden a las personas que trabajan en agencias de viajes.

Asimismo, la mayoría de los encuestados son propietarios de su empresa (44.6 %), mientras que un 29.7 % son personas que tienen un puesto jerárquico alto, como lo es la gerencia; le siguen los jefes de área en sus respectivas empre-sas (19.1 %), mientras que el restante 3.0 % manifestó tener otro rol como em-pleados dentro del negocio. Por último, la gran mayoría de los individuos que respondieron a la encuesta son del género masculino (74.5 %), con una edad entre 31 y 45 años (59.6 %), seguida por los que tienen 46 o más años (23.4 %).

Información y conocimiento sobre cc. La mitad de los encuestados señala que la información con la que dispone sobre cc es regular (55.3 %); en segundo tér-mino, el 21.2 % considera que tiene bastante información y un 10.6 % considera que llega a ser mucha. No obstante, el 8.5 % consideró que es escasa la infor-mación sobre el fenómeno y el restante 4.2 % señaló que es nula. Este resultado demuestra cómo la mayoría no tiene debidamente definido, entendido, y por lo tanto es poco claro, la magnitud del problema; lo que se relaciona con la poca o nula preocupación y sensibilidad sobre el cc, como se verá más adelante.

Al indagar sobre la información que tienen sobre el nivel de las consecuen-cias que representa el cc desde la opinión de los encuestados, el 55.3 % señaló que es preocupante, un 27.6 % la consideró incierta, un 14.8 % adecuada, mien-tras que solo un 2.1 % alarmista. Estos resultados señalan que a la mayoría del sector turístico mazatleco les preocupa las posibles consecuencias del cc.

el sector Turístico de mazatlán y su percepción... 343

Por otra parte, el 51.2 % relaciona el cc con el tema ambiental, seguido del 23.4 % que lo atribuye al aspecto económico, mientras que en menor medida un 12.7 % lo visualiza con la tecnología, un 10.6 % con la política y solo un 2.1 % lo imputa a otros factores. En resumen, es evidente cómo a pesar de la falta de información más completa sobre el tema existe la correcta apreciación del contexto medioambiental del fenómeno, con su implicación más directa con la economía (Figura 1).

Otro

Tecnológico

Político

Económico

Ambiental

2.1%

12.7%

10.6%

23.4%

51.2%

Figura 1. Tipo de tema con el que relaciona al cc el sector turístico de Mazatlán, Si-naloa. Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta realizada en junio de 2013.

Figura 2. Nivel de sensibilización de la empresa sobre el cc en el sector turístico de Mazatlán, Sinaloa. Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta realizada en junio de 2013.

Entendemoscompletamente el tema

y tenemos unaestrategia clara

Somos escépticosy no creemos que el

cambio climático estéocurriendo actualmente

Tenemos un buenentendimiento y

estamos desarrollandonuestra estrategia

Tenemos un entendimiento vago,

solo estamos conscientesde los temas clave

No entendemos el temadel cambio climático o

cómo este afectaránuestro negocio

10.6%

2.1%

14.8%

34.3%38.2%

344 Flores Gamboa et al.

Acerca de qué tan sensibilizada está la empresa en relación con el cc, la mayor parte de las respuestas coinciden con el nivel de información que se cuenta respecto al tema, ya que al no tener claridad del fenómeno su nivel de sensibilización es menor. Solo el 10.6 % señaló que entiende completamente el tema con una estrategia clara, mientras que el 14.8 % considera que no entiende el tema y, por lo mismo, no sabe cómo este afectará su negocio (Figura 2).

Factores del cc que influyen en la empresa. Las preferencias o intereses de clientes o consumidores, con un 25.5 %, fue uno de los factores más concu-rrentes que influyen en la empresa de manera importante para tomar más en consideración el cc. Esto implica que están conscientes que el turista, como consumidor directo de sus servicios, puede alterar su pauta de comportamien-to o bien cambiar la decisión de ya no visitar el destino ante alguna secuela del cc. En segundo lugar destacan las convicciones de los dueños o directivos de la empresa (17.4 %), en seguida el factor que más importa es la regulación gubernamental (14.8 %), así como también la atención de los medios sobre el fenómeno (12.7 %). En menor medida aparecen factores como la oportunidad de inversión y la amenaza física en activos, con un 8.5 %, mientras que la repu-tación de la empresa y la presión competitiva (6.3 %) fueron los factores menos señalados.

Sobre el tipo de acciones y medidas que ha asumido la empresa para hacer frente al cc, se tiene que el 72.3 % manifestó no contar con alguna acción hasta el momento; esto es algo lógico si se considera que la mayoría aún no tiene claro lo que implica este fenómeno. En segundo término, un 17.2 % manifestó estar generando nuevas políticas y procedimientos como parte de sus acciones, mientras que con baja puntuación algunos señalaron cambios en la estrategia externa de negocios (6.3 %) y, de manera similar, con un 2.1 %, han contratado servicios externos para identificar riesgos/oportunidades o designado un pre-supuesto para atender la problemática, respectivamente.

En cuanto a lo que representa el cc para la empresa, la opinión está en sintonía con los resultados anteriores, en el sentido de no tener una idea clara de lo que representa este fenómeno, así como también no contar con accio-nes que ayuden a enfrentar dicho contexto, ya que el 57.4 % manifestó que no lo han evaluado todavía, un 17.2 % considera que representa más riesgos que oportunidades de negocios, mientras que en menor medida (8.5 %) representa más oportunidades que riesgos. Por último, con un porcentaje similar (2.1 %) se considera que no tiene ningún impacto en la empresa, solamente representa

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un riesgo para empresa, o bien, solamente representa oportunidades para la empresa.

Al indagar en qué momento se considera que afectará el cc a la empresa donde laboran, dirigen o son dueños, un 53.3 % respondió que no lo sabía, mientras que un 42.5 % piensa que actualmente ya se está dando dicha afecta-ción y una misma proporción (2.1 %) consideró que sería durante los próximos 12 meses o cuando exista una regulación específica para emisiones de GEI. De nueva cuenta, este resultado coincide con la idea de que la mayor parte del empresariado turístico entrevistado no solo no tiene una noción clara del cam-bio climático, sino que no implementan acciones en sus empresas y no saben cuándo este fenómeno incidirá en sus negocios.

Por último, acerca de los costos asociados a los impactos generados por el cc sobre la empresa, se tiene que casi una tercera parte consideró que entre un 10 y 20 %, seguido una cuarta parte que piensa que los costos estarán entre 5 y 10 %. Asimismo, para el 17.2 % sería un costo menor al 5 por ciento, y al final, con un 12.7 % están quienes consideran que sería mayor al 20 %. Este resultado muestra la manera tan dispersa que conciben el nivel de costos en sus empre-sas producto de este fenómeno climático, donde solo un 12.7 % consideró que no existen costos, y el resto sí, pero en diferentes escalas, por lo tanto, la gran mayoría asocian al cc con problemas de índole económica (Figura 3).

Figura 3. Nivel de impacto de costos asociados al cc en el sector turístico de Maza-tlán, Sinaloa. Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta realizada en junio de 2013.

Más de 20% 12.7%

10% a 20%

5% a 10%

Menos de 5%

No, ninguno

31.9%

25.5%

17.2%

12.7%

346 Flores Gamboa et al.

Conclusiones

Este trabajo no pretende un análisis profundo sobre la percepción social del cambio climático y el turismo, más bien presenta algunas reflexiones acerca de la imagen que tiene al respecto una muestra representativa del sector tu-rístico de Mazatlán. Es un pequeño estudio realizado a partir de las respuestas emitidas por hoteleros, restauranteros y propietarios de negocios dedicados a ofrecer servicios y actividades de recreación para los visitantes. Se entiende que estos resultados no son sino simples indicadores de la percepción que ellos tienen del cc. No obstante, resulta ilustrativa la comparación entre la informa-ción que aporta la comunidad científica sobre el cambio climático y el escaso conocimiento del fenómeno por parte de los integrantes del sector turístico de Mazatlán, Sinaloa.

Las consecuencias del cc ya se están expresando en el comportamiento de los recursos naturales del planeta. No se ve a corto plazo que se pueda revertir la tendencia del calentamiento global. Por esto, la adaptación a las nuevas con-diciones ambientales se visualiza como la principal alternativa, siendo indis-pensable una comunicación efectiva y constante entre los investigadores que estudian el cc, los operadores turísticos a escala regional y local, así como con las instancias encargadas de tomar decisiones en la entidad. Esto con la finali-dad de que el proceso de adaptación ocurra de la manera menos costosa para los actores involucrados.

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Dra. Ana Luz Ruelas Monjardín Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas, Universidad Autónoma de Sinaloa

Dr. Saúl Álvarez Borrego Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada

Dr. Jesús Manuel Fitch Osuna Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma de Nuevo León

Dra. Verónica Judith Picos Cárdenas

Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Sinaloa

Dr. Felipe Ignacio Arreguín Cortés

Comisión Nacional del Agua, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales

Dr. Javier Alonso Romo Rubio Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de Sinaloa

Dr. Juan José Luis Carballo Cenizo

Unidad Académica Mazatlán, Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Universidad Nacional Autónoma de México

Dra. Gladis Beatriz Mascareño López

Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma de Sinaloa

Dr. Juan Madrid Vera Centro Regional de Investigación Pesquera Mazatlán, Instituto Nacional de Pesca, SAGARPA

Dr. Francisco Gerardo Ríos Rincón

Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de Sinaloa

Dra. Teresa Leticia Espinosa Carreón

Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional-Unidad Sinaloa, Sinaloa, Instituto Politécnico Nacional

Dra. Isabel Rosario Muñoz García

Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Sinaloa

Consejo Editorial

Dr. Cuauhtémoc Turrent Thompson

Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada

Dr. Daniel Benítez Pardo Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Sinaloa

Dr. Ulianov Jakes Cota Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C.

Dr. Jorge Arturo Cid Becerra Departamento de Ciencias Biológicas, Universidad de Occidente

Dr. Jorge Téllez López Centro Universitario de la Costa, Universidad de Guadalajara

Dr. Juan Francisco Arzola González

Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Sinaloa

Dr. Joel David Flores Rivas Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, A.C.

Dr. César Domingo Íñiguez Sepúlveda

Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma de Sinaloa

Sinaloa ante el cambio climático global,de Luis Miguel Flores Campaña, Ramón Enrique Morán Angulo

y Carlos Karam Quiñones (editores),se terminó de imprimir en diciembre de 2014

en Pandora Impresores S. A. de C. V.,Caña 3657, La Nogalera, C. P. 44470,

Guadalajara, Jalisco.La edición consta

de 1000 ejemplares.