Sociología Politica

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERASDE LA SOCIOLOGA POLTICA'1'

    Las crisis de la Reforma y de la Revolucin Industrial quecrearon la sociedad moderna, dieron tambin a luz a la SociologaPoltica. Estas crisis que implican el hundimiento de una so-

    (*) La REVISTA DE ESTUDIOS POLTICOS se complace en expresar suagradecimiento al Dr. RoBERT K. MERTON, profesor de Sociologa de laColumbia University, de Nueva York, y a Mr. ARTHUR RoSEOTHAL,Presidente de la Casa Editorial Basic Books, Inc., por su amabilidad, quehace posible la publicacin de este trabajo en sus pginas. El artculo delprofesor LlPSET aparecer a principios de 1959 en el libro Sodology Today:Problems and Prospects, cuyos editores son Robert K. Merton, LeonardBroom y Leonard S. Cottrell, Jr.

    (1) Este trabajo fue escrito como parte de un proyecto para analizarlas investigaciones sobre el comportamiento poltico comparado, subven-cionado con fondos de la Behavioral Sciences Divisin de la Ford Founda-tion y el Committee on Comparative Politics of the Social Science ResearchCouncil. Por su ayuda en la preparacin y revisin de este artculo, estoy endeuda con ROBERT BLAUNER, AMITAI ETZIONI y ROBERT K. MERTON.

    Este trabajo no trata de resumir todas las investigaciones en este cam-po, ya que en aos recientes han aparecido varios trend-reports sobre laSociologa Poltica. Para ulteriores referencias bibliogrficas y tratamientode muchas reas de las que este artculo no se ocupa, ver: L. L. BERNARD:The Field of Political Sociology, Journal of Social Philosophy, III, 1938,124-138; R. HEBERIJE: Principies of Political Ecology, en K. G. Specht,ed. : Sociologische Forschung in unserer Zeit (Cologne: WestdeutscherVerlag, 1951); R. HEBERLE: Social Movements: An introduction to politi-cal sociology (New York: Appleton-Century Crofts, 1951); BERELSON, B.,LAZARSFELD, P. F., y MePHEE, W. N . : Vottng (University of ChicagoPress, 1954). Apndice A ; S. M. LlPSET, P. F. LAZARSFELD, A. H . BAR-TON y ] LINZ : The Psychology of Voting: An Analysis of Political Beha-vior, en G. Lindzey, ed. : Handbook of Social Psychology, II (Cambridge:Addiso'WesIey, 1954), pp. 1124-1175; G. D U P E U X : Le comportementelectorale, Current Sociology, 3 (4), 1954-1955, pp. 281-343; O. STAMMER:Gesellschaft und Politik, en Handbuch der SoftoJogie (Stuttgartt Ferdi-

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    ciedad tradicional y de su autoridad tambin tradicional pusie-ron de relieve por vez primera la diferencia entre Sociedad yEstado y plantearon el siguiente problema: Cmo puede unasociedad conservar en su seno el conflicto continuo entre sus miem-bros y entre los grupos sociales que la componen y mantener ala vez la cohesin social y la legitimidad de la autoridad estatal?

    Con la divisin entre los gobernantes absolutos del siglo XVIIy la naciente burguesa se pusieron de manifiesto las distincionesentre hombre y ciudadano y entre Sociedad y Estado. Esta dobledistincin fue a la par causa y consecuencia de la crisis de la legi-timidad de la autoridad del Estado que algunos haban comenzadoa poner en cuestin y otros a negar totalmente. Fue Bodino elprimero que formul la idea de la soberana del Estado sobre lasdems instituciones dentro de los confines de la nacin, con el finde justificar la primaca del Estado en una era de divisin reli-giosa. Otros filsofos como Hobbes, Locke y Rousseau trataroncada uno a su modo de resolver el problema bsico: la necesidadde encontrar un nuevo tipo de consenso secular comparable a lasolucin religiosa de la Edad Media que fuese capaz de salvar laseparacin entre la Sociedad y el Estado.

    Los padres de la Sociologa Poltica del siglo xix tomaron po-sicin en esta controversia entre Estado y Sociedad. Como erade esperar, hombres como Saint-Simn, Proudhon y Marx sepusieron de parte de la sociedad; ella era el armazn que habaque fortalecer y reforzar, en tanto que el Estado tena que serlimitado, controlado por la sociedad o abolido. Del otro lado esta-ban los que apoyaban al Estado, Hegel y sus seguidores, Lorenzvon Stein y otros, para los que en parte la solucin del problemaconsista en subordinar los elementos sociales al Estado soberano.

    La Sociologa Poltica parece haber nacido de esta polmica yhaber resuelto, por lo que a ella toca cuando menos, el problema

    nand Enke, 1955), pp. 530-611; O. STAMMER:

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    bsico. La solucin, como acontece con tantos otros dilemas inte-lectuales, parece reducirse simplemente a declarar que su formu-lacin era inadecuada y que el error consiste en tratar de ocuparsedel Estado y de la sociedad como si fueran dos organismos inde-pendientes y que no se debera preguntar cul de ellos es msimportante o preferible. Los socilogos polticos sostuvieron queel Estado es slo una institucin entre otras muchas institucionespolticas y que las instituciones polticas forman un conglomeradode instituciones sociales comparable a muchos otros conglomera-dos : familiares, econmicos, religiosos y otros; que las relacionesentre estas instituciones, entre estos conglomerados, constituyen elobjeto de la Sociologa General y que las relaciones entre las ins-tituciones polticas y otras instituciones son justamente el objetode la Sociologa Poltica. Cuando los socilogos han discutido conlos cientficos polticos acerca de las credenciales de la SociologaPoltica, los primeros han defendido que tericamente carece desentido el estudio independiente del Estado y dems institucio-nes polticas. Talcott Parsons, por ejemplo, ha sugerido que elestudio de la poltica no puede ser tratado en trminos de unesquema conceptual especficamente particularizado... justamenteporque el problema poltico de todo sistema social sirve de focopara la integracin de todos sus componentes analticamente dis-tinguibles y no slo de una clase especialmente diferenciada deestos componentes (2).

    Desde el punto de vista de la Sociologa parece que el debateentre los defensores del Estado y los defensores de la sociedad haconcluido. El tema central de este trabajo, sin embargo, es quesiendo as que ya no se alude por sus nombres a los objetos de lacontroversia, el Estado y la Sociedad, el dilema subyacente a lacontroversia, esto es, el adecuado balance entre conflicto y con-senso, persiste an. Las diferencias entre los defensores del Es-tado y de la Sociedad han continuado entre la Ciencia Poltica y laSociologa (y dentro de las dos disciplinas). En gran medida, laCiencia Poltica ha sazonado como la disciplina del Estado, comola ciencia que se ocupa de las funciones positivas y manifiestas delas instituciones polticas. A su vez, la Sociologa Poltica, conti-nuando en su lnea original, ha sido la disciplina radical)) que

    (2) TALCOTT PARSONS: The Social System (Glencoe: The Free Press.1951), pp- 126-127.

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    acenta el conflicto social y el cambio social y se concentra enlas funciones latentes, los aspectos informales y, ms que la Cien-cia Poltica, en los aspectos disfuncionales de la poltica. Y as, comose indicar ms detalladamente despus, la Ciencia Poltica se hapreocupado por la administracin pblica, o por cmo hacer efica-ees las organizaciones gubernamentales, en tanto que la SociologaPoltica se ha interesado por la burocracia, y con frecuencia porsus tensiones y violencias internas.

    Pero si bien el tema central del estudio de la poltica es elproblema del consenso y de la divisin, hasta hace muy poco tiem'po la Sociologa se ha afanado mucho ms por estudiar las con-diciones que facilitan la divisin que por analizar los requisitosdel consenso poltico. Un modo de desmenuzar las implicacionesde esta afirmacin sobre la Sociologa Poltica consiste en exami-nar con brevedad, en la primera parte de este trabajo, las ideas delos cuatro grandes socilogos polticos europeos que son funda-mentales en la Sociologa Poltica: Marx, Tocqueville, Wcber yMichels. En la segunda parte se mostrar cmo persisten las mis-mas preocupaciones tericas y preferencias valorativas en los an-lisis contemporneos de problemas como la conducta electo-ral, los movimientos extremistas, la burocracia, el gobierno in-terno de las asociaciones voluntarias y el poder. Por ltimo, tratarde identificar ciertos problemas descuidados, tales como el estudiode la legitimidad como problema poltico, que para m por lomenos sealan las fronteras futuras de la Sociologa Poltica ame-ricana.

    EL CONFLICTO DE CLASES Y EL CONSENSO: MARX Y TOCQUEVILLE

    La mayor parte de los intelectuales posteriores a la Revolu-cin Francesa se preocuparon por el problema del coflicto o por eldel consenso. Los revolucionarios se preocuparon sobre todo, comoes natural, de fomentar el conflicto y los conservadores de mante-ner la estabilidad social mediante la defensa de la autoridad de laIglesia y del Estado, del trono y altar. Pocos se interesaron poranalizar las condiciones de equilibrio entre el conflicto y el con-senso.

    El intelectual ms responsable de la tendencia a considerar elconflicto como el meollo mismo del estudio de la poltica y de la

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    libertad es Karl Marx. Alexis de Tocqueville, por su parte, fue elprimer exponente importante de la idea de que la democraciacomo sistema social supone un equilibrio entre las fuerzas del con-flicto y del consenso.

    Acaso la clave para entender el pensamiento de Marx sobre elconflicto y la cohesin resida en reconocer que en su sistema unasociedad compleja puede estar caracterizada por el conflicto cons-tante (incluso suprimido) o por el consenso, pero no por una com-binacin de ambos. El conflicto y el consenso eran, para l, alterna-tivas ms que tendencias divergentes que pudieran equilibrarse den-tro de una sociedad. Por un lado, l proyect el consenso, la armonay la integracin hacia el futuro comunista (y en cierto grado haciael pretrito comunista); por otro, en el perodo histrico quemedia entre el comunismo primitivo y el xito venidero de larevolucin proletaria prevalece el conflicto o el absolutismo y elgran hecho histrico es la lucha de clases.

    La naturaleza de su futura sociedad armoniosa es importantepara entender su perspectiva sociolgica. El tiene la visin de laarmona de una sociedad anarquista en la que no existen divi-siones y en la que, por tanto, no se necesita un sistema institucio-nalizado para tomar decisiones sociales. El sistema poltico del fu-turo que Marx prevea no era la democracia institucionalizada, sinola anarqua. Para alcanzar esta sociedad armoniosa debe antesdesaparecer toda fuente de diferenciacin y conflicto. Ello suponeconcretamente la necesidad absoluta de concluir con la divisindel trabajo, porque si se acaba con la diferenciacin de los come-tidos en la esfera econmica se eliminar la principal fuente deconflicto social. De este requisito previo a una sociedad armoniosabrota la famosa afirmacin de Marx acerca del cometido econ-mico del hombre en el comunismo: En la sociedad comunista,donde nadie tiene una esfera exclusiva de actividad sino quecada uno puede realizarse a s mismo en la rama que desee, lasociedad regula la produccin general y hace posible que yo hagauna cosa hoy y otra maana, que cace por la maana y pesquedespus de comer, que cuide del ganado por la tarde y critiquedespus de cenar, segn me plazca, sin convertirme por ello encazador, pescador, pastor o crtico (3). Esta afirmacin no es

    (j) KARL MARX: The Germn deology (New York: International Pu-blishers, 1939). p- 22.

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    simplemente un sueo ilusorio de Marx respecto a un futuro ut-pico. Aqu Marx establece una de las condiciones bsicas de suparaso en el que no hay conflicto de intereses ya que el comu-nismo es la verdadera solucin del antagonismo entre el hombrey la naturaleza, entre hombre y hombre... (4). Condicin prima-ria del comunismo es la eliminacin de todas las fuentes socialesde diferenciacin, incluyendo la distincin entre campo y urbe (5).

    Puesto que el consenso no es problema en una sociedad co-munista y es imposible o por lo menos moralmente indeseableen una sociedad estratificada dominada por una clase explota-dora, Marx no se interes por las fuentes de la solidaridad ni porlos valores sociales generales de la sociedad precomunista. Ms biensu inters por estos temas implicaba el anlisis de los factoresque contribuan al robustecimiento de las fuerzas contendien-tes. La lucha de clases en la sociedad capitalista era vista enfuncin de la cohesin interna y de la organizacin de las uni-dades contendientes, en especial del proletariado. Empero, Marxjams se interes realmente por comprender los mecanismos psico-lgicos a cuyo travs podan disciplinarse los intereses de los indi-viduos, ni siquiera con el fin de aumentar la fuerza de las clases.En un interesante pasaje, escrito en su juventud, Marx plante elproblema en los trminos siguientes: Comoquiera que los inte-reses personales aumentan continuamente, quiralo o no la persona,hasta convertirse en intereses de clase, en un inters comn quegana existencia independiente frente a las personas individuales,en esta independencia asumen (ellos) la forma de intereses gene-rales, entran como tales en oposicin con los individuos reales yen tal oposicin, segn la cual se definen como intereses gene-rales, pueden ser concebidos por la conciencia como intereses idealesy hasta religiosos y sacros (6). Aunque plantea (en lenguaje he-geliano) el problema de la socializacin de las necesidades indi-viduales en valores sociales necesarios, Marx nunca trat de res-ponder a esta pregunta, ni en este artculo ni en ningn otro de

    (4) Citado de la edicin francesa de The Holy Family, en G. Gurvtch:La Sociologic du jeune Marx, Cahiers Internationaux de Sociologie, IV,1948, p . 25.

    (5) The Germn deology, op. t., p. 44.(6) K. M A R X : Ideology - "Saint Max", Gesautntausgabe, I, 5, p. 226,

    citado en The Germn Ideology, op. cu., p. 20;.

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    sus escritos posteriores (7). No se preocup por la necesidad deque la sociedad mantenga instituciones y valores que facilitensu estabilidad y cohesin. Las imposiciones sociales no cumplanpara Marx funciones socialmente necesarias sino que ms bienfacilitaban primariamente el rgimen clasista.

    La teora de Marx no reservaba lugar alguno para la democra-ca en el comunismo, ni siquiera en el nivel terico. Su teora,como hemos visto, consta slo de dos tipos sociales mutuamenteexclusivos: una sociedad en conflicto y una sociedad en armona.Dado que la primera sociedad es intrnsecamente destructora dela dignidad humana y debe ser abolida, y puesto que la segundano posee fuentes de conflicto y por ende no precisa institucionesdemocrticas, Marx se desinteres por completo por toda clase desalvaguardias al poder del Estado, por la necesidad de la divi-sin de poderes, por las protecciones de las garantas jurdicas,por una constitucin, por un bil of rights, y dems mecanismosdemocrticos (8). La historia de la Revolucin Rusa ha mostradoya algunas de las horribles consecuencias de la puesta en prcticade una teora que slo comprende tipos ideales inexistentes, esdecir, sociedades en armona absoluta y sociedades en conflictoconstante.

    A primera vista la teora de Tocqueville parece formalmentesimilar a la de Marx, ya que ambos destacan la solidaridad de lasunidades sociales (Marx la de las clases y Tocqueville la de lascomunidades locales y organizaciones voluntarias) y la necesidadde conflicto entre estas unidades sociales. No obstante Tocquevi-Ue, a diferencia de Marx, prefiri deliberadamente destacar losaspectos polticos positivos de las unidades sociales, que podancumplir simultneamente las funciones de mantenimiento de ladivisin poltica y del consenso poltico. El no proyect hacia elfuturo su sociedad armoniosa, ni separ tampoco espacial o tempO'ramente los factores que promueven la integracin social.

    (7) La mejor discusin marxista del problema del desarrollo de la cohe-sin de clase y de la superacin de los intereses personales en favor de losintereses de clase puede encontrarse en GEORG LUKACS : Geschichte undKlassenbcivusstein (Berln: Malik, 1923).

    (8) Ver su ataque al bil of rights de la Segunda Repblica France-sa corno impostura, en The i8lh Brumaire of Louis Napolen, en V. Ado-ratsky, ed.: Selected Works of Karl Marx (Moscow: Cooperative Pu-blishing Society of Foreign Workers in the U. S. S. R., 1935), pp. 328-329.

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    de las causas de divisin. Por ejemplo, las propias unidades, elGobierno Federal y los estatales, el Congreso y el Presidente, quefuncionan de modo autnomo y por ello necesariamente en estadode tensin, dependen tambin las unas de las otras y estn engar-zadas por los partidos polticos. Las asociaciones privadas, que ori-ginan restricciones al poder del gobierno, sirven tambin de ca-nales importantes para implicar a la gente en la poltica. En resu-men, son mecanismos para crear y mantener el consenso indis-pensable en una sociedad democrtica.

    La preocupacin de Tocqueville por un sistema poltico plura-lista proceda de su interpretacin de las tendencias centralizadorasde la sociedad moderna. Los procesos de industrializacin, burocra-tizacin y nacionalismo, a la vez que atraan hacia la poltica a lasclases bajas, minaban los centros locales de autoridad y concen-traban ms y ms el poder en el Estado Leviatn. Tocquevilletema que el conflicto llegara a desaparecer con la existencia deun nico centro de poder, el Estado, al cual ningn grupo tendrafuerza suficiente para oponerse (9). No habra competencia pol-tica porque no habra bases sociales para mantenerla. Igualmentetema que tambin el consenso se vera minado en la sociedad demasas. El individuo atomizado, desarraigado de toda participacinen una unidad social polticamente significativa, carecera de inte-rs bastante para participar en la poltica y hasta para aceptar cual-quier rgimen. La poltica ni tendra esperanza ni tendra sentido.La apata mina el consenso y la apata es la actitud de las masas enel Estado que Tocqueville predeca como resultado final de lasociedad industrial burocratizada.

    Su estudio de Amrica le sugiri dos instituciones que podancombatir al nuevo Leviatn: el autogobierno local y las asocia-ciones voluntarias. Estas actividades le parecan condicin b-sica para la estabilidad de los sistemas polticos democrticos. Porhacer posible la difusin de ideas beneficiosas entre sus miembrosy por crear entre ellos consenso crean tambin las bases para el con-flicto entre una organizacin y otra. Y en el curso de este proceso

    (9) A U K I S DE TOCQUEVILLE: Democracy in America, I (New York:Vintage Books. 1954), pp. 9-11. El impulso histrico hacia una sociedad demasas a travs de la eliminacin de los grupos locales y centros interme-dios de poder entre el individuo y el Estado nacional ha sido analizado porROBERT NlSBET: The Quest jor Commut'fcy (New York: Oxford Univer-sity Press, 1953).

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    cumplen tambin los dems cometidos que Tocqueville quera quedesempeara toda organizacin social: limitar el poder central,crear nuevos centros de poder autnomos para competir con losya existentes y colaborar a la educacin de dirigentes potencialesde la oposicin proporcionndoles experiencia poltica (10).

    La diferencia entre el enfoque de Tocqueville y el de Marx nodio como resultado dos anlisis contradictorios de las funciones delas diversas instituciones sociales, aunque sirvi para hacer una eva-luacin muy diferente de los mismos procesos y mecanismos. Laafirmacin de Marx de que la religin es el opio de las masases un reconocimiento de su funcin integradora. Tocqueville recO'noci igualmente la funcin narcotizante de la religin la re-ligin, pues, es simplemente otra forma de esperanza... (u).Para Marx la religin era una .fuente de engaos para los estratosinferiores, un mecanismo para ajustarlos a su suerte en la vida ypara evitarles percibir sus propios intereses de clase. Tocqueville,por el contrario, vea aumentar la necesidad de las creencias reli-giosas en proporcin directa al estado de la libertad poltica. Amedida que las instituciones polticas de una sociedad se hacanmenos coercitivas y dictatoriales, precisaban ms de un sistemade creencias sagradas comunes que ayudaran a limitar la actuacintanto de los gobernantes como de los gobernados.

    La importancia de Marx y Tocqueville para la Sociologa Pol-tica Contempornea reside en el hecho de que son ellos los origi-nadores clsicos de muchos de los principales campos de intersactuales. Antes de pasar a ocuparme de otras tendencias ms re-cientes de la Sociologa Poltica, lo har de otros dos tericos cuyasobras son bsicas en este campo: Weber y Michels.

    BUROCRACIA Y DEMOCRACIA: WEBER Y MCHELS

    La diferencia entre las preocupaciones de Marx y Tocquevilleen el siglo xix, con su acentuacin del consenso y del conflictode clases, y las preocupaciones de Weber y Michels en el primer cuar-to del siglo XX por la realizacin de valores a travs de la burocracia

    (10) Para una elaboracin de estas ideas, ver S. M. LIPSET, M. T R O Wy J. S. COLEMAN: Union Detnocracy (Glencoe: The Free Press, 1956).

    (11) TOCQUEVILLE, op. t., p. 321.

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    pueden explicarse como una acomodacin del pensamiento a la Re-volucin Industrial. Muchos filsofos sociales del siglo Xix se inquie'taron por los efectos perturbadores de la Revolucin Industrial sobrela sociedad y por las posibilidades de hacer cuajar estructuras polti-cas democrticas. Como Marx, algunos crean, o esperaban, que la es-tabilidad poltica y social era intrnsecamente imposible en una socie-dad industrial y urbanizada, caracterizada por la competencia econ-mica y por el afn de lucro y anhelaban un sistema nuevo ms esta-ble y ms moral. Por contraste, algunos pensadores del siglo XX, occi-dentales sobre todo, abandonan el problema de la relacin entreel sistema econmico (definido como propiedad y control de losmedios de produccin) y las dems instituciones sociales; paraellos el problema ha dejado de ser el de los cambios necesarios paramodificar o destruir el capitalismo y sus instituciones. Ms bien, sutema central lo constituyen ahora las condiciones sociales y polti-cas de una sociedad burocratizada. Puesto que muy pocos creenfactible volver a las comunas de pequeos productores, la cues-tin es la siguiente: Qu complejos institucionales son posiblesdentro de una sociedad burocrtica?

    Bastantes oponentes del marxismo pueden envanecerse de ha-ber dicho hace mucho tiempo que el socialismo no acabara conmuchos de los males que atacaba. En el anlisis sistemtico de laestructura social comparada, sin embargo, Weber y Michels fueronde los primeros en establecer algunos teoremas bsicos y en em-pezar a investigar el postulado de que el problema social de lapoltica moderna no era el capitalismo ni el socialismo sino la rela-cin entre burocracia y democracia. Weber vio en el socialismouna extensin, y no una exclusin, del proceso de racionalizacinendmico en la industrializacin capitalista. La burocratizacin esuna forma institucional bsica a todas las sociedades modernas (12).Para Michels, la oligarqua, el gobierno de un pequeo grupo queelige sus propios sucesores, era un proceso comn a todas las gran-des organizaciones. Ambos pusieron todo su empeo en argumen-tar y en tratar de demostrar a travs de la investigacin que lasorganizaciones y las sociedades socialistas eran tan burocrticas yoligrquicas como las capitalistas.

    (12) Ver MAX WEBER: Zur Lage der biirgerlichen Demokratie inRuss land, Archiv fr Sozthvtssenschaft und Sozialpolitik, 22, p p . 364 ff.:

    Der Soz iasmus , en Gesammeite Aufstze zur SoZtoIogie und Silpht\k (Tubingen: Mohr, 1924), pp. 492-518.

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    Si uno de los intereses permanentes de la Sociologa Polticaes la divisin y el consenso, su segundo inters ha venido a serloel estudio de la burocracia. Ambos problemas estn, desde luego,estrechamente relacionados, ya que la burocracia es uno de losprincipales medios de crear y mantener el consenso, a la vez quees tambin una de las principales causas de las fuerzas que obstacu-lizan la integracin. Para Max Weber el crecimiento de las ins-tituciones burocrticas como requisito previo de una sociedad muyindustrializada hizo de la burocratizacin la causa ms importantedel cambio institucional y, por ello, una amenaza a las fuerzas decohesin ya existentes. Como Parsons ha sealado, para Weber laburocracia desempea aproximadamente el mismo papel que lalucha de clases desempeaba para Marx y la competencia paraSombartu (13). Sin embargo, Weber dio gran importancia al as-pecto integrador de la burocratizacin en una sociedad democr-tica, a la generalizacin a toda la sociedad de las normas burocr-ticas de igual tratamiento ante la ley y la autoridad y al empleodel criterio puro del merecimiento para la seleccin y el ascenso.Tocqueville percibi tambin la fuerte relacin de poder mutuoentre los valores de una democracia .pstable y las instituciones bu-rocrticas eficaces.

    Al analizar el funcionamiento real de una sociedad democrti-ca. Weber defini el mayor problema planteado a los polticos quecontaban con la confianza del electorado como control a la ejecucinde las leyes, porque para l el ejercicio diario de la autoridad esta-ba en manos de la burocracia y hasta el xito en la lucha por losvotos, en la divisin parlamentaria y en la formacin de las deci-siones se reducira a la nada si no se traduca en un control eficazde su complementacin administrativa (14). A largo plazo, sinembargo, Weber vea con pesimismo los efectos ltimos del creci-miento burocrtico sobre la democracia y la libertad. Como Toc-queville, l vea en el desarrollo del Estado Leviatn la desapari-cin del due process>> y del rule of law. El socialismo signifca-

    l a ) TAIXOTT PARSONS : The Structure of Social Acton (New York:McGraw Hill Book Company, Inc., 1937), p. 509. Ver tambin C. WRIGHTMILIS y HANS GERTH: Introduction: The Man and his Work, MAX W E -BER : Essays in Saciology (New York: Oxford University Press, 1946),pgina 49-

    (14) REINHARD BENDIX: Max Weber: An intellectual portrait (Bos-ton: Bcacon Press, de prxima aparicin).

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    ba la extensin total de la autoridad burocrtica a toda la socie-dad y un mundo dominado completamente por las normas buro-crticas no sera sino un mundo lleno de pequeas tuercas, depequeos hombres con ocupaciones triviales anhelando otras msimportantes... La gran cuestin no es, por tanto, cmo podemosfomentar y apresurar [una situacin de dominio burocrtico], sinoqu es lo que podemos oponer a esta maquinaria a fin de conser-var una porcin de la humanidad siquiera, libre de este parcela-miento del alma, de este dominio supremo del modo de vida bu-rocrtico (15). El socialismo, predijo Weber, producira como re-sultado no una dictadura del proletariado, sino una dictadurade los burcratas.

    Michels estaba interesado por los factores que mantienen osocavan la democracia, sobre todo dentro de las asociaciones buro-crticas de una sociedad caracterizada por organizaciones de granescala (16). Al analizar los partidos polticos y los sindicatos per-cibi los elementos intrnsecos de toda organizacin de gran esca-la que casi convierten en imposibilidad tcnica el control por susmiembros. Seal asimismo las ventajas que el control de la orga-nizacin daba a los lderes en el poder, la incapacidad poltica delos miembros, las causas de su apata y las presiones que incidansobre los lderes para que se perpetuaran en sus cargos, so pena devolver a posiciones relativamente poco importantes. Si Weber vioel socialismo como la aplicacin de las normas burocrticas de con-trol jerrquico centralizado a toda la sociedad, Michels vio la oli-garqua de los partidos burocrticos socialistas extendido a la so-ciedad gobernada por el Partido.

    Las teoras de Weber y Michels sobre la burocracia y la demo-cracia, juntamente con las de Marx y Tocqueville acerca del con-flicto y del consenso, han enmarcado los intereses bsicos de la mo-derna Sociologa Poltica. En la segunda parte de este trabajo con-siderar algunas de las obras inspiradas por estos intereses.

    (15) Citado en ). P. MAYER : Max Weber and Germn Pohttcs (Lon-don: Faber and Haber, 1943), p. 128.

    (16) ROBERT MICHELS : Patitical Pariies (Glencoe: The Free Press.

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    PROBLEMAS ESCOGIDOS DE LA SOCIOLOGA POLTICACONTEMPORNEA

    El tema bsico de buena parte del anlisis sociolgico contem-porneo es el problema del orden, de las condiciones de la esta-bilidad social; se trata de integrar bajo una sola rbrica terica lasfunciones desempeadas por la familia nuclear, juntamente con lassatisfechas por el sistema econmico o por el sistema general de va-lores. Si la estabilidad de la sociedad es el tema central de la Socio-loga General, la estabilidad de una determinada estructura institu-cional, de un rgimen poltico especfico las condiciones socialesde la democracia constituye el inters primordial de la SociologaPoltica.

    La democracia es un mecanismo social para resolver el proble-ma de la formacin de decisiones societales entre los grupos deintereses en conflicto, con un uso mnimo de fuerza y un uso m-ximo del consenso. Todo sistema democrtico estable necesita fuen-tes de divisin, de manera que exista lucha por los puestos degobierno, jaque a los partidos en el poder y cambios en el ejerci-cio del poder por los partidos; sin consenso sin un sistema de va-lores que permita el juego pacfico del poder, la adherencia delos de fuera a las decisiones hechas por los de dentro y elreconocimiento por los de dentro de los derechos de los defuera no puede haber democracia. El estudio de las condicio'nes que favorecen la democracia, por tanto, requiere que preste'mos atencin a las fuentes de divisin y a las de consenso, homs sorprendente en la Sociologa Poltica americana ha si-do su tendencia a concentrarse en la divisin y a descuidar rea-tivamente la cuestin del consenso. O para decirlo en trminos deantepasados intelectuales, los socilogos polticos americanos sehan interesado ms por los problemas planteados por Marx quepor los planteados por Tocqueville y han tendido en su mayora aignorar los problemas tratados por Weber y Michels concernientesa las condiciones del mantenimiento o desarrollo de la democraciaen las sociedades caracterizadas por estructuras burocrticas.

    Esta limitacin de enfoque ha acarreado como consecuencia eldescuido en buena parte de la investigacin contempornea decuestiones tericas de gran significacin. En la parte principal deeste trabajo me ocupar de las investigaciones llevadas a cabo en

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    algunas de las reas sustantivas ms importantes del inters socio-lgico por la poltica, con objeto de delimitar algunas de estas cues-tiones y sugerir hiptesis especficas que pueden ser investigadasen el futuro. Tratare de cinco temas principales: el comportamien-to electoral, los movimientos polticos extremistas, la burocracia,el gobierno interno de las asociaciones voluntarias y el poder.

    ESTUDIOS DE VOTACIONES

    La votacin es un mecanismo clave del consenso en toda so-ciedad democrtica. Su significacin viene probada por cuanto losgobernantes totalitarios han considerado siempre necesario cele-brar elecciones, aunque stas tengan muy poco que ver con la elec-cin a cargos. Los estultos electorales llevados a. cabo en este pasy en otros, raramente han sido planteados como estudios del pro-blema del consenso. En su mayor parte, los estudiosos de las elec-ciones se han preocupado por la relacin entre un tipo de divisin,los partidos polticos y otros tipos, como las clases, las ocupacio-nes, la religin, la etnicidad y la regin. Todos consideran estosfactores en su funcin como base social del partidismo poltico, nodel consenso poltico. Se analiza el voto de las familias para mos-trar cmo la familia es la ms importante unidad celular de la di-visin poltica, pero no para ver cmo se transmiten en la familialos valores cohesivos. La mayora de los estudios electorales noson investigaciones del proceso de cmo gentes con diferentes in-tereses, valores y sentimientos se unen para elegir un Presidente;mis bien preguntan quin est de qu lado y cmo se mantiene ladivisin, forzando al de enmedio a decidirse a tomar partido. Laconcentracin de inters en la divisin tiene tambin el efecto dealejar la investigacin de las votaciones de los intereses sociolgi-cos y empujarla hacia la psicologa social, ya que la investigacinactual est planeada para descubrir cmo diferentes divisiones es-tructurales afectan las decisiones del individuo. La mayora- de losestudios de votaciones tipo surveys preguntan cules son los tra-bajadores tories, o los burgueses radicales, los judos conservadoreso los sudistas republicanos. Tales cuestiones operan necesariamen-te en el nivel psicolgico social porque atienden sobre todo al modocmo los factores de grupo afectan a la conducta individual.

    El inters por los aspectos integrativos del comportamiento

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOGA POLTICA

    electoral no slo vendra a colmar las lagunas del conocimiento dela democracia como sistema, sino que sera de orientacin mspuramente sociolgica que el estudio de la divisin. Al .considerarel fenmeno del trabajador tory o del socialista de clase media,tal investigacin no slo los considerara como una desviacin de .los patrones de clase, sino tambin como condiciones necesariaspara el mantenimiento del sistema poltico (17). Puede formularseJa hiptesis de que una democracia estable exige una situacin enla que todos los partidos polticos importantes tengan seguidoresprocedentes de muchos segmentos de la poblacin. Un sistema enel que el apoyo a los diferentes partidos se correspondiera estrecha-mente con las divisiones sociolgicas bsicas no podra persistir so-bre una base democrtica, ya que ello reflejara un estado de conflic-to entre grupos, tan intenso y claro que descartara toda posibilidadde compromiso. Si los partidos estn imposibilitados de conseguir elapoyo de algn determinado estrato importante, pierden una im-portante razn para el compromiso. En otro nivel analtico acasosea tambin importante que adems de recibir apoyo de diferentesestratos, los partidos tengan lderes de diversos orgenes socialespara que se vea as reconocido simblicamente su inters por mu-chos grupos, aunque cuenten con poco apoyo de alguno de ellos.El hecho de que los republicanos en aos recientes hayan nom-brado negros y judos, aunque la mayora de los votantes de es-tos grupos votaran Demcrata, ha tenido, sin duda, un importanteefecto unificador y ha servido para reducir la posibilidad de quese hiciera permanente la divisin sobre la base de criterios religio-sos o raciales. De modo similar, la presencia de un Harriman o deun Dilworth entre los lderes demcratas, o de un Cripps o de unShawcross entre los lderes del partido laborista britnico, puedecontribuir a la aceptacin de un partido izquierdista de clasebaja como gobierno aceptable para las clases superiores conserva-doras. Robert Michels, al tratar de la Social-Democracia alemanaantes de la primera guerra mundial, sugiri que la ausencia de lde-res de clase alta en el partido alemn, a diferencia de lo que su-

    (17) Es importante mantener separador los anlisis de los diferentessistemas funcionales: sociedad, grupos estructurales y personalidad. Queun segmento de los trabajadores manuales vote conservador puede ser con-siderado como disfuncional para un Partido laborista o una organizacin declase, funcional o disfuncional para la personalidad y funcional para lasociedad.

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    ceda con el partido socialista en otros pases, contribua a la noaceptacin del partido como oposicin legtima por parte de laclase media

  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE l.A SOCIOLOGA POLTICA

    Anlogamente, el inters por los problemas de la participacinpoltica puede ser considerado en trminos diferentes segn estuno interesado por la divisin o por el consenso. La creencia deque la participacin y el gran inters poltico es el estado preferi-ble est basada en el supuesto de que es buena una situacin deconflicto intenso en la que todos los ciudadanos sientan que losresultados de una eleccin, o de otro hecho poltico cualquiera, esde gran importancia para ellos. De hecho, como demostraron losacontecimientos alemanes de la dcada 1930-1940, un aumentoen el nivel de participacin refleja probablemente la disminucinde la cohesin social o la destruccin del proceso democrtico,mientras que una democracia estable se apoya en la creencia gene-ral de que no ser demasiado grande la diferencia para la sociedadgane quien gane una eleccin (20). Desde el punto de vista delinters por la cohesin, la cuestin principal es la de cules son lascondiciones en las que una sociedad puede tener participacinsuficiente para mantener el sistema democrtico, sin introducirfuentes de divisin que minen la cohesin. En el sistema de dospartidos como el americano y el ingls, un importante tema deinvestigacin puede ser el anlisis de cmo mantener una situacinen la que cada partido es siempre un contendiente. Qu es loque impide que la situacin normal pase a ser aquella en que un

    (20) Para una exposicin de la postura de que la apata poltica puedereflejar la salud de una democracia, vase HBRBERT TlNGSTEN: Poltica!Behiinor: Studies in Election Statistics (London: P. S. King and Son,193/)' PP- 225-226, y W. H. MORRIS JONES: In Defense of PoliticalApathy, Politicol Studies, II (1954). pp. 25-37.

    Una discusin de la relacin entre la disminucin de la apata y el des*arrollo del nazismo, puede encontrarse en REINHARDT BENDIX: Social Stta-tification and Political Power, American Political Science Review, 46,1952, pp. 357-375- Datos de diferentes estudios americanos muestran quees mucho ms probable que los que no votan se opongan ms que los quevotan a los valores democrticos, que deseen un liderazgo fuerte y que noestn de acuerdo en tolerar la concesin de libertades civiles a los radica-les y a otras minoras polticas. Ver SAMUEL A. STOUFFER: Communism,Conformity and Civil berties (New York: Doubleday and Co., 1955),pp. 83-86; H . H . FlELD: The non-voter - Who he is, what he thinks,Public Opinin Quarterly, 8, 1944, pp. 175-187; ROBERT LAE: PoliticalPersonality and Electoral Cholee, American Political Science Review, marzo1955 PP- 178-179; F. H . SANFORD: Authoritarianism and Leadership(Philadelphia: Stephenson Brothers, 1950), p. 168.

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    partido tenga el monopolio del poder y de las victorias electo-rales? (21).

    En este punto puedo sugerir un posible indicador emprico delconsenso poltico en una sociedad. Quizs cuanto ms cohesivo yestable sea un sistema democrtico, ms probablemente encontra-remos en l que todos los segmentos de la poblacin reaccionan enla misma direccin ante estmulos importantes. As, si las condi-ciones facilitan el desarrollo de la opinin izquierdista, los socialis-tas debern ganar votos entre los acomodados y los trabajadores,aunque sigan siendo relativamente dbiles en los estratos superio-res. Y en un perodo de ascendencia derechista los conservadores de-bern ganar favor entre los grupos ms pobres. A la inversa, un in-dicador de bajo consenso sera una situacin en la que una tendenciapoltica ganara agudamente dentro de su propia base, por ejemplo,la izquierda ganando entre los trabajadores; en tanto que una ten-dencia opuesta prevaleciera en otros estratos, ganando los derechis-tas entre las clases medias. Esta es precisamente la situacin quelos marxistas llaman revolucionaria, y que s dio en Alemania an-tes de i33 y en Mosc y Petrogrado en i9i7 (22). Las investiga-ciones de Louis Bean sobre las variaciones histricas del comporta-miento electoral de los Estados, que pueden resumirse en el epi-grama como su Estado decide, as decide la nacin, son demos-traciones de la cohesin bsica subyacente de la sociedad ameri-

    (21) El intento ms importante de relacionar los estudios de votacincon el problema general de la cohesin social puede encontrarse en TAL-COTT PARSONS: Voting and the Equilibrium of the American PoliticalSystem, que seta publicado en un volumen editado por E. Burdick yA. Brodbeck: American Voting Behavior (Glencoe: The Free Press). Estetrabajo est lleno de sugestivas hiptesis e interpretaciones sobre el sistemaelectoral americano.

    (22) En Alemania, entre 1929 y 1933, los nazis pasaron de ser un pe-queo partido a lograr ms de un tercio del voto total, mientras que la ma-yora de los partidos de centro y derecha, apoyados por la clase media, dis-minuyeron notablemente; el voto comunista aument tambin en este pe-rodo, en tanto que el porcentaje social-demcrata disminuy. Un estudio delas elecciones celebradas en Rusia entre las revoluciones de febrero y ocut-bre indica, con toda claridad, que en dos grandes ciudades, Petrogrado yMosc, se produjo una bifurcacin del apoyo clasista. Los bolcheviques,que eran un pequeo grupo en febrero, ganaron en octubre la mayora delvoto de la clase trabajadora, en tanto que los Cadetes hicieron lo mismocon la clase media. Ver OLIVER RADKEY: The Eertion to the RussianConstituent Assambly of 1917 (Cambridge: Harvard University Press, 1950).

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  • VIEMS Y NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOG/A POLTICA

    cana (23). Debera ser posible estudiar el grado relativo de cohe-sin poltica de diferentes pases y del mismo pas en diversas po-cas analizando la medida en que ocurren cambios del comporta-mmto electoral en la misma direccin en estratos y regiones di-ferentes.

    Hay, desde luego, algunas excepciones importantes a la gene-ralizacin de que los estudios del comportamiento electoral se hanpreocupado ms por la divisin que por el consenso. Uno de losms importantes estudios histricos recientemente publicados, TheAdams Federalists, de Manning Dauer, es un estudio ecolgico dela decadencia del partido federalista y del triunfo de Jefferson enlas elecciones de 1800 (24). Aunque Dauer documenta las lneas dedivisin entre los partidos en aquella poca, no constituyen ellassu inters primordial, sino que se interesa ms bien por la razndel fracaso en aquel perodo del sistema de dos partidos. El su-giere que la decadencia de los federalistas ocurri porque no en-tendan las reglas del juego de la poltica democrtica porqueHamilton y la derecha del partido no comprendieron que para se-guir siendo un partido importante tenan que apelar a todos losestratos. Sirviendo demasiado las necesidades del comercian-te urbano, los federalistas se alienaron sus seguidores rura-les y dejaron de ser un partido importante en un pas bsica-mente agrcola. Dauer, que tiene una certera intuicin de las cues-tiones sociolgicas cruciales, prest tambin bastante atencin alestudio de las condiciones en que los federalistas entregaron el po-der a Jefferson en 1801. Este primer traspaso del poder nacionalde un partido a otro no se produjo sencillamente; muchos de losfederalistas, como los polticos americanos sudistas despus, desea -

    (23) BEAN muestra que a medida que uno de los partidos americanosgana votos aumenta su fuerza en todas partes. Ver LouiS BEAN: BallotBehavior: A Study 0/ Prcsidential EUctions (Washington: Public AffairsPress, 1940): Haw to Predict Elections (New York: Alfred A. Knopf.1948). Un examen de los datos de los estudios empricos hechos sobre lasdiferentes elecciones americanas desde 1936 muestra regularidades parecidasentre las clases. El estudio de las elecciones britnicas muestra tambin queun aumento en los votos conservadores implica ms conservadores entrelos trabajadores y las clases medias, en tanto que un aumento general enel partido laborista afecta a las clases altas y a las reas mineras. Ver JOHNBONHAM: The Mdale Class Vote (London: Faber, 1954).

    (24) MANNING DAUER: The Adams Federalists (Baltimore: John Hop-kins Press, 1953).

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    ban evitar el cambio de poder empleando la fuerza. No exista anuna norma.

    El estudio de una eleccin ms reciente, Voting, se ocupa tam-bien del problema del consenso (25). Al investigar las divisiones ylas diferencias sociales que distinguan a los votantes demcratasy a los republicanos en Elmira, Nueva York, en 1948 los autorespercibieron tambin el acuerdo general existente entre los votan-tes de ambos partidos en materias tales como la identificacin delos asuntos importantes, las posturas respecto algunos de estosasuntos, especialmente el internacionalismo y los derechos civiles,las expectaciones de hechos trascendentales como la guerra y ladepresin, los criterios legtimos para juzgar a los candidatos, laimportancia de la eleccin misma y las reglas del juego que rigenel proceso democrtico. Este inters por el consenso, la contribii'cin ms importante hecha por esta ltima obra, es todava muypoco estimada por otros estudiosos del comportamiento electoral.Desgraciadamente no era un punto de inters primordial en lapoca de planeamiento del estudio y ello limit la extensin enque los autores se ocuparon del problema.

    En un nivel puramente terico, A Preface to Democratic TheO'ry, de Robert Dahl, plantea muchos puntos importantes acerca delas condiciones de un sistema electoral democrtico y formula mu-chas de sus conclusiones en forma de proposiciones empricamentecomprobables. Su libro es importante sobre todo para orientar laatencin de los investigadores hacia el problema general de las rela-ciones entre la intensidad de los sentimientos y la estabilidad delsistema, problema que se presenta particularmente cuando la mi-nora siente con mucha ms intensidad que la mayora (26). Elreciente trabajo del cientfico poltico David Easton tiene tambininters sociolgico (27).

    (25) BERNARD BERBLSON, PAUL F. LAZARSFELD y WILLIAM M C P H E E :Voting (Chicago: The University of Chicago Press, 1954).

    (26) ROBERT A. D A H L : A Preface to Democratic Theory (The Univer-sity of Chicago Press), esp. capitulo 4, pp. 90-123.

    (27) Ver DAVID EASTON: An Approach to the Analysis of PoliticalSystems, World Politics, IX (1957), pp. 583-400.

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOGA POLTICA

    ESTUDIOS DE LOS MOVIMIENTOS POLTICOS

    Siendo as que los estudios del comportamiento electoral y delas actitudes polticas han constituido el mayor grupo singularde investigaciones en la Sociologa Poltica americana, el estu-dio de los movimientos reformadores y extremistas constituye unasegunda rea sustantiva en este campo. Como he dicho en algunaotra parte, los cientficos sociales americanos, !o mismo que loseuropeos, se han interesado mucho ms por los movimientos re'formistas que por los partidos convencionales y conservadores (28).As, si uno examina el fichero de una biblioteca, hay muchas msfichas acerca del partido laborista britnico que acerca del par-tido conservador. Muchos americanos han estudiado los par-tidos laboristas de diversas partes de la Commonwealth; po'eos han escrito libros o artculos sobre los conservadores. Elpartido socialista democrtico y las cooperativas de Suecia yotras partes de Escandinavia han suscitado un gran inters entrelos estudiosos americanos. Muy pocos, si alguno, se han interesadopor los partidos no socialistas. Si bien es verdad que la mayorade estos estudios han sido hechos por cientficos polticos, ms quepor socilogos, la observacin es tambin vlida para la SociologaPoltica. Estos estudios indican el modo como el prejuicio izquier-dista o liberal de los socilogos polticos americanos les ha llevadoa acentuar en su eleccin de temas de investigacin as como ensus esquemas conceptuales el aspecto del cambio y del conflicto.El estudio de los movimientos y de las fuerzas conservadoras y elinters por los problemas de la integracin y de la cohesin, hanestado bastante olvidados hasta muy recientemente.

    Desde luego hay una excepcin importante a la afirmacin deque los cientficos sociales se han interesado primordialmente porlos movimientos izquierdistas y es la gran cantidad de materialque hay sobre el extremismo de derechas y el Fascismo. Estos esty

    (28) S. M. LiPSET: "Poliucal Sociology, 1945-1955, op. cit. Este co-mentario se aplica a mi propio trabajo tanto como al de los dems cientfi-cos sociales. Para un anlisis de los supuestos ideolgicos subyacentes al in-ters por el conflicto (radical) o por el consenso (conservador), ver BENDIXy LlPSET, op. cit. Merece la pena hacer notar que RUDOLF HEBERLE subti-tula su libro sobre los movimientos sociales, An nlroduction to PoliticalSociology.

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    dios, sin embargo, se interesan sobre todo por los factores quecrean y mantienen el extremismo de derecha (un buen tema paralos que se sitan a la izquierda del centro) ms que por los factoressociales que los limitan y provocan su decadencia. As, contamoscon estudios de los orgenes de las amenazas a las libertades civi-les americanas, de las races sociales del macarthysmo, de los sm-bolos y slogans empleados por los grupos fascistas en la dcada1930-1940 y por McCarthy despus de 1950, as como tambin delos peligros que para el due process hay inherentes en la ideolo-ga populista de Amrica (29). Por el contrario, carecemos de in-vestigaciones orientadas a localizar los focos de la resistencia ame-ricana a los extremismos tanto de la derecha como de la izquierdadurante la Depresin, que probablemente afect ms a los EstadosUnidos, en relacin con su situacin econmica anterior, que aningn otro pas occidental excepto Alemania. El inters de losestudiosos americanos por el macarthysmo no se ha extendido hastael examen de los factores que causaron su decadencia y que cam-biaron la atmsfera de manera tan drstica que los Comits queinvestigan las actividades subversivas actan ahora en un climacasi hostil, censurados por las ms importantes autoridades y ol-vidados por los portavoces de los principales ncleos de poder or-ganizado.

    En el nivel terico el inters por los orgenes sociales y por elarraigo del totalitarismo ha conducido a la formulacin de un cuer-po de hiptesis conocido con el nombre de teora de la sociedadde masas, acerca de la vulnerabilidad de los sistemas sociales ypolticos ante la Prensa amarilla, los agitadores y los medios co-mercializados de comunicacin de masas (30). Si bien este cuerpode teoras ha contribuido bastante a nuestro entendimiento delos orgenes sociales de estas fuerzas negativas, ha prosperado fun-damentalmente para dar razn del mal. Salvo raras excepcto-

    (29) Ver SAMUEL STOUFFER, op. o . ; Dan Bell, ed.: The New Ame-rican Right {New York: Critcrion Books, 1955): LEO LowENTHAL y N O R -MAN GUTERMAN: Prophets of Deceit: A Study of the Techniques of theAmerican Agitator (New York: Harper and Bros., 1949); y EDWARDS H I L S : Tfie Tormenl of Secrecy (Glencoe: The Free Press, 1956).

    (30) Para una sistematizacin de las teoras de la sociedad de masas,junto con un intento de acumular todo lo relevante a las proposiciones es-pecficas contenidas en tal teora, ver WILUAM KORNHAUSER: AntvDemo-cratic Tcndencies of Mass Society (de prxima aparicin).

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE I.A SOCIOLOGA POLTICA

    nes, sus epgonos no se han planteado el problema de formular unateora que explique por qu algunas sociedades son sanas y relati-vamente invulnerables a tales amenazas, o cmo surgen nuevosmecanismos para desempear las funciones no satisfechas ya porlas antiguas instituciones de una sociedad premasificada. Ms bienven las amenazas como nsitas en ciertos cambios estructurales yno ven o no buscan soluciones al problema. Merece la pena con-trastar tal obra con la de Tocqueville. Como los modernos expo-sitores de la teora de la sociedad de masas, l vio en la decaden-cia de las lites tradicionales y en la mayor accesibilidad al go-bierno y a las instituciones generadoras de valores para las ma-sas una importante amenaza para la libertad y para la culturacreadora. Tocqueville, sin embargo, trataba de descubrir nuevasinstituciones que pudieran desarrollarse para reemplazar a la mi-nora tradicional en su cometido de sostn de la diversidad yde la creatividad cultural. Al sealar el exagerado inters de la teo-ra de la sociedad de masas por lo negativo, no deseo sugerir que loque hay de positivo en tales sociedades jams podr contrapesarsus consecuencias negativas para la poltica y la cultura. Empero,cabe decir que este grupo de trabajos es otro ejemplo de la preocu-pacin del socilogo poltico por la desintegracin social.

    ESTUDIOS DE LA BUROCRACIA

    La consideracin que Weber hizo de la burocracia y el podercomo elementos de las estructuras formales de gran escala y susistematizacin de las caractersticas fundamentales de la orga-nizacin burocrtica han sido continuadas en una larga serie de es-tudios {31). La Sociologa Poltica, sin embargo, no se ha cuidadomucho del anlisis hecho por Weber de la relacin entre el au-mento de poder en el Estado burocrtico centralizado y la deca-dencia de la democracia, tesis que atacaba muchos de los valoresbsicos de la izquierda poltica. Se han traducido pocos de susescritos bsicos sobre los sistemas polticos, que trataban de la bu-rocracia y de la democracia. En verdad, muy pocas de las inves-tigaciones sociolgicas sobre la burocracia que reconocen una deu-

    (31) Para un anlisis y resumen de diversos estudios americanos quehan nacido de esta tradicin, ver PETER BLAU: Bureaucracy in Modern So-ciety (New York, Random House, 1956).

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    da intelectual a Max Weber, son en sentido estricto SociologaPoltica. El estudio de la burocracia fue cercenado del estudio dela organizacin poltica en el sentido estricto del trmino, y en lse ha incluido todo tipo de organizaciones. Los hospitales, las ofi-cinas comerciales, las fbricas, las iglesias, los sindicatos y otrasorganizaciones han sido estudiados por investigadores que seguan,explcita o implcitamente, muchas de las hiptesis de Weber. Co'mo ya haba visto el propio Weber, estos estudios han mostradoque hay tensiones y conflictos constantes y sistemticamente de-terminados en el seno de las organizaciones burocrticas, que pro-ducen desviaciones de los ideales burocrticos de eficacia racio-nal, jerarqua y neutralidad)). En una palabra, la tensin en-tre las necesidades del poder y la burocratizacin no slo existe enla relacin entre la organizacin poltica y la sociedad, sino tam-bin dentro de todas las organizaciones. Desde luego, hay in-numerables ejemplos de tales tensiones internas que son compati-bles con la burocratizacin: la tirantez entre los mdicos y los ad-ministradores de hospital, entre los periodistas y los directores deperidico, entre los profesores y los funcionarios universitarios, en-tre el staff y la lnea en la industria. La poltica, en el sentido delucha por el poder, traspasa el umbral de las organizaciones yas los conflictos sobre objetivos y procedimientos son de hechoparte integral de toda organizacin, sea sta el Departamento deEstado, la Cruz Roja, el Partido Comunista de la Unin Soviticao el Departamento de Ventas de una Compaa.

    Que la mayora de los estudios sociolgicos sobre la burocraciaque han tratado de elaborar las intuiciones de Weber se hayaninteresado por la burocracia como fuente de tensin, es una prue-ba ms de que la Sociologa Poltica se ha preocupado ms por ladivisin que por la integracin. Estos estudios acentan el modocmo los procedimientos burocrticos originan conflictos, obstacu-lizan los canales de comunicacin, producen como resultado deci-siones irracionales, previenen la iniciativa, etc. Un examen de losestudios contenidos en el libro de Merton et al., Reader in Bu-reaucracy, muestra que la mayora de ellos destacan los problemascreados por la burocratizacin y no las tensiones resueltas porella (32).

    (32) Rober K. Merton, Ailsa P. Gray, Barbara Hockey y Hannan C.Selvin, cds.: Reader in Bureaucracy (Glencoe: The Free Press, 1953).

  • VIEJAS Y NUEVAS FRCWTURAS DE LA SOCIOLOGA POLTICA

    Por otra parte, los cientficos polticos, justamente por su in-ters por el buen gobierno estable, han reconocido hace tiempoque la burocracia puede considerarse como uno de los principalesmecanismos de integracin del orden poltico. Que la burocracia esfuente de estabilidad del proceso democrtico se ha visto en aosrecientes en la creacin de nuevas naciones, donde los valores bu-rocrticos y sus patrones de conducta no son aceptados completa-mente. El reciente inters por la poltica de los antiguos pasescoloniales subdesarrollados est comenzando a producir una seriareconsideracin del problema de la democracia y burocracia.

    El concepto de la neutralidad poltica de la burocracia, esto es,la regla de que todo miembro de una burocracia es un experto im-parcial y no parte interesada, sirve para ilustrar el modo como di-ferentes perspectivas, tericas o ideolgicas, conducen a diferentesanlisis concretos. Los interesados por promover el cambio socialhan considerado esta norma como una fuerza conservadora, yaque opera para obligar a las administraciones reformistas a conser-var en sus cargos a los funcionarios cuyo origen social y prepara-cin les predisponen para oponerse a muchas decisiones reformis-tas (33). La misma norma, considerada desde la perspectiva de losrequisitos de un sistema poltico democrtico, es vista en cuantoacta para hacer posible la continuidad de un gobierno democrti-co cuando hay un cambio total de cargos polticos. Por permitir ladistincin entre personal del gobierno y las personalidades y losproyectos de los polticos que estn temporalmente en el poder,la burocracia gubernamental disminuye las estridencias de la lu-cha entre los partidos. En toda estructura burocrtica existe la ten-dencia a reducir los conflictos a decisiones administrativas de losexpertos, y as, paulatinamente, la burocratizacin facilita la sus-traccin de los temas candentes de la arena poltica. La constantealusin a la necesidad de contar con criterios objetivos que sirvande base para la solucin de los conflictos capacita a las institucio-nes burocrticas para desempear importantes cometidos media-dores. As, las mltiples presiones para extender las normas y lasprcticas burocrticas constituyen una fuerza importante en el con-senso democrtico.

    (53) Ver S. M. LlPSET: Agrarian Socieism (Berkeley: University ofCalifornia Press, 1950), para un estudio de caso de este tipo de resistenciaburocrtica al cambio. Las notas de esta seccin hacen referencia a la li-teratura.

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    Ejemplo importante de obra reciente de Sociologa Polticaque se ha ocupado del papel de la burocracia en la creacin de lacohesin social es la de Selznick, TVA and the Grass Roots. Esteestudio se ocupa primordialmente de los mecanismos que operanpara aunar organizaciones y grupos con diferentes objetivos yacenta el papel de la ideologa y de la cooptacin como mecanis-mos que sirven a esta finalidad. Al acentuar la integracin Selznickno ignora el conflicto, ya que muestra cmo los mismos procesosque dieron como resultado la cooperacin entre algunos gruposcondujeron a la alienacin y el conflicto con otros. En su libro msreciente, Leadership in Administration, Selznick ha formalizadomuchas de las ideas nacidas en el estudio de la TVA y ha formula-do el esquema sociolgico ms completo para el tratamiento de larelacin entre el conflicto y la integracin dentro de las organiza-ciones, concentrndose en el sentido y proceso de la institucionali-zacin y en las reglas del juego de la vida organizacional (34).Sus proposiciones acerca del desarrollo de los valores y de losprocedimientos que aumentan la competencia de determinadas or-ganizaciones son probablemente transferibles al estudio de siste-mas ms amplios (35).

    LOS ESTUDIOS DEL GOBIERNO DE LAS ASOCIACIONES VOLUNTARIAS

    Aunque ha habido estudios cuya inspiracin terica procedede Michels, su obra ha producido, por desgracia, menor acumula-cin terica que la de Weber. En su mayor parte, las ideas deMichels han sido usadas con propsitos descriptivos y en polmi-cas en que se denuncia a las organizaciones como antidemocrti-cas y no en anlisis especficos de las condiciones bajo las cuales se

    (34) Ver PHILIP SE-ZNICK: TVA and The Grass Roots (Berkeley:University of California Press, 1949); Leadership in Administration (Evans-ton: Row, Peterson and Co., 1957).

    (35) Por supuesto, la escuela de las relaciones humanas en la Sociolo-ga Industrial se ha preocupado, sobre todo, del problema de la cohesin ydel consenso en las burocracias. Sin embargo, estos escritores (de manerano muy diferente a los marxistas, a quienes atacan), consideran siempreel conflicto como anormal y disfunctonal para las organizaciones especfi-cas y la sociedad en general. Una bibliografa de las obras de esta escuelay algunas de sus crticas pueden encontrarse en LoUlS KRIESBERG: Indus-trial Sociology, 1945-1955, en H. Zetterberg, ed., op. cit., pp. 71-77.

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOGA VOT1CA

    dan variaciones en los patrones oligrquicos. A consecuencia delinters prestado a los factores que crean y mantienen los patro-nes oligrquicos, se han pasado por alto normalmente las diferen-cias de los sistemas polticos internos de los partidos y otros gru-pos polticos.

    Ningn socilogo americano ha pensado que mereca la penaexaminar detalladamente las implicaciones que para la teora dela oligarqua tenan las diferencias entre los patrones de vida delPartido Socialista Alemn descritos en PoUtical Parties y los de losdos principales partidos americanos. Es claro que el faccionalismoconstante, el cambio de liderazgo rpido y la ausencia de una es-tructura central de poder son caractersticas de los partidos ameri-canos y no del Partido Social Demcrata de Alemania. En Amricael movimiento trabajador y otras organizaciones que representanintereses especficos son los que se asemejan por sus estructurasinternas a los PoUtical Parties de Michels (36).

    La existencia de la oligarqua en organizaciones voluntariasde gran escala plantea el problema de la representatividad: Enqu medida afecta ello a la actuacin del sistema poltico totalo en qu medida contribuyen las diferentes asociaciones volunta-rias a la cohesin social y poltica, sean o no democrticas? Toc-queville, por ejemplo, escribi acerca de la contribucin al mante-nimiento de tensiones y de cohesin en la democracia, de dife-rentes asociaciones que indudablemente estaban organizadas de unamanera oligrquica. Algunos han sostenido que no es necesariala democracia interna para mantener el carcter representativo delas organizaciones voluntarias ya que stas estn constreidas parasobrevivir a desempear esencialmente una funcin representativa.Se ha sealado, por ejemplo, que John L. Lewis el jefe de losUnited Mines Workers, aunque es un dictador en su sindicato yRepublicano, ha dirigido a su sindicato en tcticas huelguistasy en prcticas de contratacin colectiva tan militantes como lasllevadas a cabo por los dirigentes izquierdistas de los mineros enotras partes del mundo. Por otro lado, hay pruebas de que losmiembros de las asociaciones privadas pueden hacer bien poco para

    (}6) Ver S. M. LlPSET: The PoHtical Process in Trade Unions: ATheoretical Statement, in M. Berger, et al, eds. : Freedom and Control Modero Society (New York: D. Van Nostrand, 1954), pp. 84-125, para unintento de desarrollar la teora de la oligarqua en el contexto del anlisisdel movimiento laboral americano.

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    oponerse a prcticas que aborrecen, como ha ocurrido en los sin'dicatos controlados por comunistas o en la Asociacin Mdica in-glesa {en la que una encuesta de opinin hecha en 1944 descubrique la mayora de sus miembros era partidaria de diferentes aspec-tos de la medicina socializada, justamente cuando sus lderes esta-ban oponindose vehementemente a este programa) (37). El an-lisis del problema de la representatividad y de la contribucin deestos grupos a la cohesin no ha sido hecho en las varias inves-tigaciones que han verificado la ley de la oligarqua.

    Es interesante notar que las principales justificaciones socialesdel rgimen oligrquico de las asociaciones voluntarias consis-ten en que ste las capacita mejor para desempear su peculiarfuncin de combate en el conflicto social general con otros gru-pos, o para lograr concesiones del gobierno, o bien en que nohay base estructural para el conflicto dentro de ellas (como es elcaso en los sindicatos que representan a un solo grupo de intere-ses). La nica zona en que existe un considerable reconocimien-to de la funcin integradora del patrn institucional es aque-lla en que se supone que la integracin contribuye al conflictosocial general. Union Democracy est casi slo entre los estudiosde sindicatos o de otros grupos voluntarios de intereses cuando su-giere que la democracia y el conflicto dentro de las organizacio-nes pueden, lo mismo que la democracia y el conflicto en la so-ciedad total, contribuir a la cohesin y a la solidaridad. Esteestudio sugiere que el sistema de un solo partido, sea en la socie-dad civil o en un sindicato, implica que el aborrecimiento de lapoltica concreta de la administracin acarrea a menudo la repu-diacin de todo el sistema, puesto que en l es difcil distinguirentre los gobernantes permanentes y el sistema de organizacin.A la inversa, en un sistema democrtico en que cambian los deten-tadores de los cargos pblicos, los miembros y los ciudadanos pue-den achacar cualquier mal particular a los incumbentes y seguir alpar siendo leales al sistema. De esta hiptesis debe seguirse quedebera haber ms lealtad y menos traicin en un sindicato (como

    (37) HARRV H. ECKSTEIN: The Politics of the British Medical Asso-ciation, The Political Quarterly, 26, octubre-diciembre 1955, pp. 345-359:ver tambin OLIVER GARCEAU : The Politics of the American Medical Asso-cialion (Cambridge: Harvard University Press, 1941), para un anlisis delproblema de la oligarqua y de la representacin en la AMA.

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOGA POLTICA

    la Unin Tipogrfica Internacional) o en un Estado con un siste-ma pluripartidista legtimo que en un sindicato o Estado dicta-toriales.

    CONCEPTOS DEL PODER

    Los estudios del poder poltico pueden dividirse igualmenteen los dos bandos de los que acentan el conflicto y de los queacentan el consenso. Talcott Parsons y Robert Lynd han hechonotar recientemente que hay dos modos ba'sicamente diferentes deconsiderar el poder. Uno, el que Parsons llama el concepto devsuma-cero y Lynd la teora de la escasez, supone la existen-cia de una cantidad total de poder que es limitada y por tantoque todo aumento del poder de un grupo debe ocurrir necesaria-mente a expensas del de otro. Ambos sealan que esta teora su-pone tambin poder sobre los dems (38). Tanto Parsons comoLynd, aunque difieren profundamente en su anlisis concreto delas relaciones de poder en Amrica, prefieren la imagen alterna-tiva del poder como facilidad para el desempeo de una funcinen y por la sociedad como sistema... [como] la capacidad paramovilizar los recursos de la sociedad para la consecucin de obje-tivos ya reconocidos de modo pblico o que pueden serlo enel futuro (39).

    Las dos categoras de la escasez o del recurso no son las nicasdimensiones del anlisis del poder que pueden utilizarse para dis-tinguir los diferentes enfoques. Tan importante analticamentees la diferencia entre las teoras que acentan la composicin de la

    (38) ROBERT S. LYND: Power in American Society as Resource andProblem, en Arthur Kornhauser, ed. : Problems 0} Pcnver in AmericanSociety (Detroit: Wayne State University Press, 1957), pp. 9-10; y TAL-COTT PARSONS: The Distribution of Power in American Society, WorldPolitics, X, 1957, p. 139.

    (39) PARSONS, ibid., p. 140. La definicin de los Lynd es muy simi-lar : Un recurso social importante capaz de adaptarse a los valores e insti-tuciones de una gran variedad de estructuras sociales... como el procesopor el que, sea la que sea la versin M orden y del desorden dentro deuna determinada sociedad, continuamente se !a define, redefine y mantie-ne. El orden en este sentido es el modo cmo se canalizan las principalesrutinas de las acciones diarias de una poblacin hacia objetivos selecciona-dos, utilizando los medios institucionales con que se cuenta. Op. cit,, p-ginas 34-37-

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    lite de poder y las teoras que se ocupan sobre todo del acceso alpoder. La preocupacin por la composicin o por los orgenes so-ciales de los que hacen las decisiones se basa, en parte, en el su-puesto de que las acciones proceden de manera lgica y directade los intereses propios, definidos en sentido estricto, de los quedetentan el poder. As, si uno conoce las filiaciones de grupo delos que hacen las decisiones sabr a quin beneficiar sus deci-siones. El enfoque del acceso supone ms bien que las decisionesde los hombres en el poder, como las de los hombres en cualquierotro cometido, estn determinadas por un clculo analtico com-plejo de las consecuencias de sus decisiones. Y en la medida enque la reaccin predecible de todo grupo o individuo ante unadecisin afectar a los resultados de aquella decisin, el grupoo el individuo tienen acceso al proceso de creacin de la decisin.Desde esta ltima perspectiva, es posible que la composicin delos que hacen las decisiones permanezca constante y, sin embargo,cambie la estructura de poder de una sociedad al cambiar los gru-pos que tienen acceso al poder. En Inglaterra, por ejemplo, losmiembros del Establishment han seguido proporcionando un n-mero considerable de hacedores de decisiones a los puestos clavey, sin embargo, las clases medias y posteriormente las clases tra-bajadoras han aumentado considerabilsimamente su influencia enlas decisiones societales ms importantes. Similarmente, en los Es-tados Unidos el poder de los trabajadores organizados, y de la clasetrabajadora en general, es notablemente ms importante que loque era hace treinta aos. El aumento del poder de la clase tra-bajadora americana por su mayor acceso es muchas veces supe-rior al aumento del nmero de dirigentes laborales o de otros diri-gentes de orgenes proletarios en los puestos de poder.

    El inters por la composicin social de los hacederos de deci-siones supone bsicamente una teora conflictiva del poder. Elnico modo de hacer cambios fundamentales en el poder de unasociedad consiste en cambiar a los titulares de las posiciones depoder, corrientemente definidas como los puestos importantes enla economa o en el gobierno. En este sentido, el enfoque de lacomposicin social est estrechamente vinculado a la visin delpoder como escasez, ya que siempre que un grupo gana otropierde. Sin embargo, ocuparse del poder en trminos del accesoes a la vez compatible con la concepcin del poder como escasezc como facilidad. En el primer enfoque se acenta el hecho de

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    que casi todo esfuerzo por ganar poder, hecho por un grupo ex-cludo anteriormente del acceso al poder, implicar conflicto y quelos diferentes grupos que tienen acceso lucharn entre s. No obs-tante, desde la perspectiva del recurso se destaca que el cambiopuede resultar en una modificacin de los objetivos sociales comn-mente aceptados por el pblico en general. La aceptacin de losobjetivos del estado de bienestar es un ejemplo de un nuevo obje-tivo para cuyo logro han de utilizarse los recursos de poder de lasociedad. Este cambio refleja el aumento de acceso al poder deltrabajo y de otros grupos de la clase baja.

    La consideracin del poder como facilidad o como recurso delsistema social implica un inters por el consenso, a la vez

  • SEYMOUR M. LIPSET

    OTRAS REAS DE INVESTIGACIN

    Si el estudio de las condiciones sociales de la democracia comosistema social ha de ser el tema central de la Sociologa Poltica,muchos otros temas necesitan posterior elaboracin terica e inves-tigacin. Acaso el ms importante de stos sea la elaboracin sis-temtica del concepto de legitimidad para su uso en la investiga-cin. La mayora de los socilogos estara de acuerdo en que auto-ridad estable es igual a poder ms legitimidad. Empero, se ha tra-bajado poco por utilizar el concepto de legitimidad en el anlisisde los sistemas polticos, salvo para hacer uso a discrecin y conpropsitos ilustrativos de las tres categoras de Weber.

    Un ejemplo del posible empleo de la legitimidad como con-cepto analtico puede ser sugerido aqu. Elaborando algunas im-plicaciones de la obra de Weber yo adelantara la hiptesis de quela estabilidad de un sistema democrtico depende de su efecir-dad y de su legitimidad aunque estos dos conceptos se hallen con-fundido a menudo en el anlisis concreto de la crisis de un deter-minado sistema poltico (41).

    Por efectividad se entiende aqu la capacidad de un sistemapoltico para satisfacer las funciones bsicas de gobierno, tal y comovienen definidas por las esperanzas de la mayora de los miembrosde una sociedad y de aquellas minoras poderosas que, como lasfuerzas armadas, pueden amenazar el sistema. Es casi evidente que,para que haya una gran eficacia, es fundamental contar con unaburocracia eficiente que sea receptiva a las necesidades de susclientes y-con un complejo sistema de formacin de decisiones enel que tengan parte las asociaciones voluntarias representativas.Entre los pases occidentales, la sociedad francesa ha puntuado bienbajo en la escala de eficacia, en tanto que Inglaterra y los EstadosUnidos han puntuado muy alto.

    La legitimidad implica la capacidad de un sistema poltico paraengendrar y mantener la creencia de que las instituciones polti-cas existentes son las mejores del mundo (consenso procedente delcompromiso positivo), o que, si bien no son particularmente bue-nas no hay otras mejores (consenso basado en la carencia de alter-nativas conocidas). En tanto que el aspecto de efectividad de la

    (41) Por la elaboracin de esta distincin estoy agradecido a JUAN LlNZ.

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOGA POLTICA

    relacin es primordialmente de carcter instrumental y los indi'viduos y los grupos lo miden en trminos de su propio inters,el componente legitimidad es mucho ms afectivo y evacuativo.Los grupos pueden considerar un sistema como legtimo, o ileg-timo, segn el modo como sus valores concuerden con su Weltan-schaung. Segmentos importantes del ejrcito alemn, de sus fun-cionarios y de sus clases aristocrticas, rechazaban la Repblicade Weimar, no porque fuera ineficaz, sino porque su simbolismoy sus valores bsicos negaban sus propios valores.

    Las sociedades que punten alto en las escalas de legitimidady eficacia tendrn sistemas polticos estables. Naciones como losEstados Unidos e Inglaterra satisfacen las necesidades econmicasbsicas de sus ciudadanos, cuentan con eficientes burocracias ysistemas de formacin de decisiones polticas, permiten que todoslos elementos significativos de la poblacin tengan asociacionesrepresentativas legtimas y no contienen en su seno minoras im-portantes cuyos valores bsicos se opongan a los del sistema (42).Los regmenes ineficaces e ilegtimos deben, desde luego, por de-finicin, ser inestables y derrumbarse. Siendo as que es difcilevitar el riesgo de parecer tautolgico al poner ejemplos de estasituacin, las experiencias polticas de diferentes pases en los aossiguientes a J9$O prueban la utilidad de este tipo de anlisis. Du-rante la dcada I92O-I93O, la Repblica de Weimar y la Repblicaaustraca no eran legtimas para muchos y poderosos elementos dela poblacin, pero s eran razonablemente eficaces. Cuando en losaos siguientes a 1930 ces la eficacia de los gobiernos de dife-rentes pases, las sociedades cuya puntuacin era alta en la escalade legitimidad siguieron siendo democrticas, en tanto que lospases cuya puntuacin era baja, como Alemania y Austria, per-dieron su libertad.

    Las situaciones en que la legitimidad o la eficacia son la unaelevada y la otra baja, o viceversa, presentan interesantsimos ca-sos de anlisis. Es probable que un sistema muy eficaz, pero

    (42) El problema racial en el Sur constituye un desafo bsico a la le-gitimidad del sistema y en una ocasin provoc la ruptura del orden na-cional. Este conflicto mantiene al Sur fuera del sistema democrtico, porhacer all ms preciso el empleo de la fuerza que la adherencia a las reglasdel juego. Gran Bretaa tenia un problema comparable cuando la catlicaIrlanda formaba parte del Reino Unido. El Gobierno efectivo no poda sa-tisfacer a Irlanda.

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  • SEYMOUR Si. UPSET

    ilegtimo, sea ms inestable que uno de escasa efectividad, perolegtimo. Esta proposicin puede ilustrarse con el dilema quese presenta al administrador colonial progresista. El buen r-gimen colonial es un ptimo ejemplo del primer caso. En l, laconcesin de derechos democrticos a la poblacin nativa conduceinvariablemente a la secesin; en cambio, Estados cuyos gobier-no son legtimos, pero ineficaces, pueden ser ms estables.

    Si bien es verdad que el estudio comparado de la naturalezade la legitimidad poltica debera tener prioridad en todo pro-grama de investigacin, la Sociologa Poltica necesita tambinextender su campo de inters a las relaciones entre diferentesinstituciones sociales como la familia, la socializacin, el sistemaescolar y la religin, con la poltica, sea en lo que toca a la crea-cin de consenso, sea en lo que toca a la perpetuacin de la di-visin.

    Apenas hay investigacin alguna que se ocupe de la cul-tura poltica secular, de los rituales nacionales y das festivos, quesirven para mantener la legitimidad de diferentes prcticas demo-crticas (43). Incluso una relacin tan bsica como la existenteentre la religin y el consenso nacional se da por supuesta sin mo-lestarse en verificarla. Hace ciento veinticinco aos Tocquevillesugiri que Amrica era un pas ms religioso que buena partede Europa y apunt que en ella se daba una relacin causal entre lareligiosidad y las instituciones democrticas. En la actualidad,los intelectuales americanos, despus de un largo perodo de adhe-sin al secularismo, estn redescubriendo la fuerza de la religinen Amrica. Algunos estn ahora dispuestos a aceptar el supues-to de que es una fuente principal de estabilidad y de la de-mocracia misma. Esta tendencia a ensalzar indiscriminadamente lasfunciones polticas de la religin, es, sin embargo, potencialmente

    (43) No se ha estudiado an el problema del desarrollo y del cometidode una cultura poltica comn, secular y homognea, tal y como viene re-flejada en la veneracin y consenso hacia los Padres Fundadores, Jefferson,Lincoln, Theodore Roosevelt y sus principios. Estos elementos comunesa los que todos los polticos americanos pueden apelar para legitimar susprincipios no estn presentes en todas las sociedades democrticas. En mu-chos pases europeos la izquierda y la derecha tienen smbolos y antepa-sados diferentes. Un estudio del problema del anlisis de la cultura polti-ca secular puede encontrarse en GABRIEL ALMOND: Comparative Politi-cal System, Jourtu 0} Politics, 18, 1956, pp. 301-409.

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  • VIE/AS Y NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOGA POLTICA

    tan infructuosa para a comprensin de su cometido como el anta'gonismo anterior. Hay pruebas de que la religiosidad americana,sobre todo en forma de sectas, ha servido de alternativa funcionalal extremismo poltico. Durante la Depresin, cuando el radica-lismo organizado haca pocos progresos, las pequeas sectas semultiplicaban con rapidez (44). Por otro lado, datos recientes in-dican que los muy religiosos tienden a contarse entre los menostolerantes en poltica (45). Es claro que hay amplio campo de in-vestigacin en el estudio de las relaciones de la religin con elfortalecimiento o la anemia de las instituciones democrticas, ascomo en la continuacin del anlisis convencional de su cometidocomo fuente de divisin en las controversias electorales y de otrostipos.

    Y se nos plantea as la cuestin de si las instituciones socialespueden ser clasificadas, siquiera sea de manera rudimentaria, yanalizadas, conforme a su carcter integrador o no integrador (46).Al examinar las instituciones principales se ve claramente que laseconmicas son las ms quebrantaduras y centrfugas, aunque seana la vez una fuente importante de integracin social, ya que losprocesos de produccin... exigen la cooperacin o integracinde diferentes organismos (47). Que son las ms universalistas ensu sistema de valores se ve bien a las claras en los requisitos delmercado, que presumen sin ms que la gente se conduce con arre-glo a criterios puramente econmicos, sin considerar las consecuen-cias que de ellos puedan seguirse para los individuos y grupos im-plicados. Y es obvio que la distribucin de la riqueza es la causams permanente de conflicto de intereses en las sociedades com-plejas. La institucin de la familia puede ser considerada en elpolo opuesto: como la institucin integradora par excellence. Comoya se ha indicado, la religin se considera a menudo muy prximaa este polo de gran poder integrador; se presume que mejora las

    (44) Ver ELMER T. CLARK: The Stnatt Sects in America (Nashville:Cokersbury Press, sin fecha).

    (45) SAMUEL A. STOUFFER, op. cit., pp. 140-149.(46) Sin embargo, ninguna institucin es jams puramente una u otra

    cosa. Implcitos en todo complejo institucional estn elementos integradoresy desintegradores. Incluso patrones tan extremadamente perturbadores comoel crimen, segn hizo notar DURKHEIM, contribuyen indirectamente a laintegracin social.

    (47) T . PARSONS, op. cit., p. 139.

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    tiranteces que tienen origen en el sistema de estratificacin, ale-jando la atencin de l y ajustando a los hombres a su condi-cin en la vida aunque haya tambin sido fuente considerablede tensin en muchas sociedades. Los mecanismos de la estrati-ficacin social se sitan probablemente en algn punto interme-dio entre estos extremos, siendo por un lado fuentes de divi-sin, pero desempeando tambin una importante funcin inte-gradora. La organizacin de Jos grupos de clase trabajadora enSindicatos o en un partido laborista, por ejemplo, crea un meca-nismo para la expresin del conflicto y lo que acaso sea todavams importante, integra a los trabajadores en el cuerpo poltico,proporcionndoles un medio legtimo para lograr sus pretensiones.En general, el sistema de estratificacin de una sociedad acta comofuente de descontento entre los de los escalones ms bajos y. porello, como fuente de divisin, pero, al propio tiempo, representatambin e! mecanismo principal para situar a la gente en dife-rentes posiciones y para motivarla a desempear sus cometidos.

    Tambin se necesitan investigaciones acerca del cambio de fun-cin de la minora intelectual en la vida poltica, especialmenteen su relacin con las dems minoras y con los grupos de poder yen su papel como definidora de problemas (48). Los profesores,los profesionales y los artistas han depreciado por largo tiempo supapel en la esfera poltica, juicio que no es compartido por dfe-rentes Comits del Congreso, por muchos hombres de negocios ypor polticos del Partido Republicano. Los sistemas de valores delos maestros e intelectuales de una nacin constituyen un impor-tante recurso poltico. La Sociologa Poltica no debe persistir ensu relativo olvido del papel del intelectual en la poltica.

    (48) Ver especialmente THEODORE GlEGER: Aufgaben und SttUung derntelUgens in der Gesellschaft (Stuttgart: Enke, 1949); KARL MANNHEIM:Ideotogy and Utopia (New York: Harcourt, Brace and Company, 1936),esp. pp. 136-146; JOSBPH ScHUMPETER, op. ct., pp. 145-155. Acaso enningn otro campo de la Sociologa haya escritos ms colmados de intui-ciones, de intensa polmica y de escasa investigacin emprica.

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  • VIEJAS Y NUEVAS FRONTERAS DE M SOCIOLOGA POLTICA

    RESUMEN Y CONCLUSIONES: CONFLICTO SOCIALY CONSENSO SOCIAL

    En esta seccin final resumir las principales ideas de este tra-bajo sobre las interrelaciones entre conflicto y consenso.

    1. En tanto que Marx acentu la naturaleza opuesta y mu-tuamente exclusiva del conflicto y del consenso, Tocqueville diopie al punto de vista de que tanto el conflicto como el consensopertenecen intrnsecamente a las relaciones sociales humanas y ala estructura social. Defecto importante de gran parte de la Socio'logia contempornea es la tendencia a destacar el conflicto o lacohesin en cada sistema analtico y a sugerir implcitamente lano importancia del aspecto descuidado. Por ejemplo, muchos es-tructural-funcionalistas siguen a Durkheim, prestando poqusimaatencin a las funciones del conflicto y a la dinmica subyacentea todo cambio social. Por el contrario, otros socilogos recalcansobre todo los aspectos de divisin del sistema de estratificacine ignoran su cometido integrador (49).

    2. Buena parte de la organizacin social puede ser consideradacomo un intento de mantener la vigencia de normas que evitenque los excesos del conflicto destruyan a la sociedad. Por ejemplo,una de las funciones de la familia es integrar las diferencias desexo y edad y prevenir que estas bases de divisin, potencialmentedesintegradoras, formen segmentos en oposicin dentro de lasociedad.

    3. Las anteriores nociones pueden ser referidas a una con-cepcin de la democracia ya mencionada. La democracia es unmecanismo social para resolver el problema de la divisin y de

    (49) Un estudio alemn reciente que procura unir el inters funcionalpor la integracin y el inters marxista por la divisin en el sistema de es-tratificacin es el de RALF DAHRENDORF: Solale Klassen und KUtssenkon-flict in der ndustrielengeseschaft (Stuttgart: Ferdinand Enke, 1957). DAH-RENDORP sugiere que todava no contamos con una teora sociolgica que in-tegre acertadamente el conflicto y la integracin y mantiene que lo mismoque la Fsica utiliz diferentes teoras para explicar diferentes fenmenos.Ja Sociologa debe actualmente operar con diferentes teoras de la integra-cin y del conflicto.

  • SEYMOUR M. I.IPSET

    a integracin con un empleo mnimo de la coaccin y mximodel consenso en los valores. Todo sistema democrtico estableprecisa fuentes de divisin, a fin de que haya lucha por los pues-tos gobernantes, oposicin a los partidos en el poder y cambiosentre stos. Pero sin consenso sin un sistema que permita eljuego pacfico del poder no puede haber democracia. Elestudio de las condiciones de la democracia, por tanto, nos exigeconocer a la vez las fuentes de la divisin y las fuentes del con-senso.

    4. Cuando el conflicto entre los grupos de intereses es le-gtimo, las organizaciones para el conflicto contribuyen a la in-tegracin y estabilidad de la sociedad. Los sindicatos no deberanser considerados primordialmente en su funcin econmica. Sir-ven tambin para integrar a sus miembros en el cuerpo poltico yprestar apoyo a su lealtad al sistema. La consideracin hecha porMarx de los sindicatos y de los partidos de trabajadores comoorigen de tensin revolucionaria, era incorrecta. Justamente en lospases en que los trabajadores han sido capaces de formar sindi-catos fuertes y de asegurarse representacin en la poltica es dondees menos probable que se encuentren formas desintegradoras dedivisin poltica. Los movimientos comunistas se han desarrolladoen los pases ms inclinados a negar la legitimidad de los sindi-catos y dems expresiones democrticas de las aspiraciones de laclase trabajadora.

    5. El legado intelectual e ideolgico de la Sociologa Poltica,su identificacin con los intereses de la izquierda poltica, ha tradoconsigo una fuerte tendencia a acentuar el inters por el conflictoy la divisin y a descuidar las implicaciones del consenso y de lacohesin. En este trabajo he tratado de sugerir algunos proble-mas importantes que deberan ser investigados para corregir esteprejuicio. En este punto pueden ser otra vez mencionados breve-mente.

    Cules son las condiciones de integracin y legitimidad deun sistema poltico? Cmo ayudan a mantener la estabilidad delos sistemas polticos, al reducir la participacin con objetivosilimitados, las afiliaciones a mltiples grupos y las desviacionesde los patrones normales de divisin? Cmo podemos medir ycomparar la cohesin relativa de las estructuras polticas? Cmose enfrentan las organizaciones con el conflicto y cmo crean el

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  • V/E/AS V NUEVAS FRONTERAS DE LA SOCIOLOGA POLTICA

    consenso? Cul es el cometido que corresponde a las esferas ins-titucionales ms integradas, como la familia, la religin y la cul'tura secular, en relacin con los sistemas polticos?

    6. No es improbable que muchos negarn la tesis principalde este trabajo acerca del demasiado inters concedido al conflictoen el campo de la Sociologa Poltica, sealando el hecho de quelas teoras sociolgicas dominantes hoy da se ocupan con larguezade los problemas del orden, del equilibrio y del control social.Empero, estas teoras, que han tenido gran influencia en la Socio-loga Industrial y en el estudio de la estratificacin social, han in-fluido poco en la Sociologa Poltica.

    No obstante, existen seales importantes de que la Sociolo-ga Poltica americana est comenzando a prestar ms atencin alos factores que favorecen la solidaridad nacional y mantienen elsistema poltico democrtico (50). Instituciones inte