SPA-1998-10-04-2 la guianza de la paloma y la fortaleza

LA GUIANZADE LA PALOMA

Y LA FORTALEZADEL ÁGUILA

Domingo, 4 de octubre de 1998(Segunda actividad)Cayey, Puerto Rico

Es nuestra intención hacer una transcripción fi el y exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente error de audición, transcripción e impresión, y no debe interpretarse como errores del Mensaje. El texto contenido en esta conferencia puede ser verifi cado con las grabaciones del audio o del video. Este folleto debe ser usado solamente para propósitos personales de estudio hasta que sea publicado formalmente.

NOTA AL LECTOR

Notas

DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO42

espiritual para el alma de los escogidos de cada edad, siendo dada por el siervo fi el y prudente de cada edad. Y para nuestra edad sale la Palabra de Dios de la boca de Dios, para ser todos nosotros alimentados con esa Palabra del Evangelio del Reino. Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y pronto todos seamos transformados y llevados a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén. Bueno, vamos a dejar por aquí a Félix Caro para continuar en esta ocasión, y así tener algún cántico o algunos cánticos, y luego ser despedidos dándole gracias a Cristo por Sus bendiciones. Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando un día o una tarde llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. “LA GUIANZA DE LA PALOMA Y LA FORTALEZA DEL ÁGUILA”.

LA GUIANZA DE LA PALOMAY LA FORTALEZA DEL ÁGUILA

Dr. William Soto SantiagoDomingo, 4 de octubre de 1998

(Segunda actividad)Cayey, Puerto Rico

Muy buenas tardes, amados hermanos y amigos presentes. Es para mí una bendición grande estar

con ustedes nuevamente, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo fi nal, en el cual nosotros estamos viviendo. Dice San Juan, capítulo 1, verso 29 en adelante (29 al 34): “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.


Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”. Nuestro tema para esta ocasión es: “LA GUIANZA DE LA PALOMA Y LA FORTALEZA DEL ÁGUILA”. A través de la Escritura podemos ver que la paloma representa el Espíritu Santo; y Cristo, el Cordero de Dios, recibiendo el Espíritu Santo allí el día en que fue bautizado por Juan el Bautista (el Espíritu Santo viniendo sobre Jesús para guiarlo en todo Su ministerio, en toda Su vida), vean ustedes, la Paloma, el Espíritu Santo en forma de paloma, representado el Espíritu Santo en la paloma, vino para guiar al Cordero de Dios, a Jesucristo. En otros lugares de los Evangelios encontramos que cuando Jesús fue bautizado…; por ejemplo, en San Mateo, capítulo 3, verso 13 al 17, dice: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Y luego, el capítulo 4, verso 1 en adelante (que es la

LA GUIANZA DE LA PALOMA Y LA FORTALEZA DEL ÁGUILA 41

naciones: porque Dios está llamando y juntando a todos Sus escogidos en todos los lugares donde se encuentran y donde se está cumpliendo la Edad de la Piedra Angular. Ahora ustedes pueden ver por qué tengo que viajar; pero ustedes me acompañan con sus oraciones y en todas las formas en que ustedes lo hacen. Así que yo me los llevo a ustedes en mi corazón. Y sus oraciones son muy importantes en estos viajes misioneros, para obtener así el éxito, la Victoria en el Amor Divino, y así que se complete la Obra de Cristo correspondiente a este tiempo fi nal, y se complete el número de los escogidos de Dios. No se sabe en qué país se encuentre el último de los escogidos; pero antes de llegar al último, llegamos al penúltimo; y antes de llegar al penúltimo, llegamos al que está antes del penúltimo; y así por el estilo: en lo que llegamos al último son recogidos todos los que están antes del último; y así se va completando el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular. Bueno, oren mucho por mí; yo oraré también por ustedes. Y estemos preparados, con nuestras faltas, errores y pecados confesados a Cristo, para estar preparados, para estar listos, para irnos con Cristo a la Cena de las Bodas de Cordero con y en el nuevo cuerpo que Él nos dará. Y manténgase siempre escuchando el Mensaje y leyéndolo, para que estemos listos, y entendamos todo el Programa de Dios para nuestro tiempo, y estemos así bien alimentados en nuestra alma espiritualmente; porque “no solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”16. Y la Palabra que sale de la boca de Dios para cada edad, por medio del mensajero de cada edad, es el alimento 16 San Mateo 4:4, San Lucas 4:4; Deuteronomio 8:3


FORTALEZA DEL ÁGUILA”. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes dándoles testimonio de LA GUIANZA DE LA PALOMA Y LA FORTALEZA DEL ÁGUILA, donde las bendiciones de Cristo vienen para cada uno de ustedes y para mí también, en este tiempo fi nal. Aunque ya es el tiempo para irnos de aquí a la Casa de nuestro Padre celestial, a la Cena de las Bodas del Cordero, ya nos queda poquito tiempo aquí; pero este es el tiempo en donde se materializa lo que se realizó en la vida del precursor de la Segunda Venida de Cristo. Y nosotros somos los que veríamos la materialización de lo que fue sombra o tipo y fi gura en nuestro hermano Branham refl ejando lo que sucedería en el Cuerpo Místico de Cristo en este tiempo fi nal. Él sufrió mucho, y no sabía por qué, hasta que le llegó el ciclo 50; y ahí se dio cuenta de que se repetía ese problema cada siete años, el año séptimo venía ese problema: un año de problema. Y ahora, podemos ver también lo que se refl ejó cuando él fue sanado, y ya era el tiempo para él irse. Disfrutó en la Tierra esa salud, esa sanidad, poco tiempo, pero la disfrutó; la disfrutó; y bajo ese tiempo se estaba manifestando allí la Tercera Etapa en él trayendo la Palabra. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de LA GUIANZA DE LA PALOMA Y LA FORTALEZA DEL ÁGUILA. Estén preparados, porque pronto los muertos en Cristo van a resucitar y nosotros los que vivimos vamos a ser transformados, porque pronto se completará el número de los escogidos de Dios. Por eso es que tengo que viajar también siempre a otras


continuación), dice: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo”. Ahora vean cómo Jesús fue guiado por el Espíritu Santo, representado en la paloma. El Espíritu Santo entró dentro de Su Templo humano, y Su Templo humano allí fue Jesús, y guio a Jesús el Espíritu Santo; y por eso Jesús decía: “Yo no hago nada de mí mismo, sino lo que yo veo al Padre hacer, eso es lo que yo hago”1; y también Él decía que no hablaba nada de Sí mismo, sino lo que escuchaba al Padre hablar2. Por eso es que cuando oró por Sus discípulos, dijo (en San Juan dice): “Padre, santifícalos en la verdad; Tu Palabra es la verdad”; y dice: “Yo les he dado Tu Palabra, y ellos la recibieron”. La Palabra que Cristo les dio a Sus discípulos fue la Palabra que Dios le había dado a Él. Miren, aquí, dice… capítulo 17 de San Juan, verso 4 en adelante, dice: “Yo te he glorifi cado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.1 San Juan 5:19, 8:282 San Juan 12:49-50, 14:10


Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorifi cado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es (la) verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifi co a mí mismo, para que también ellos sean santifi cados en la verdad. Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.


que vivimos cuando los muertos en Cristo resuciten: si permanecemos vivos hasta que ellos resuciten, entonces seremos transformados; y nos iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, en y con las Dos Alas de la Gran Águila: con los ministerios de Moisés y Elías en este tiempo fi nal. Para eso viene el Hijo del Hombre, el Gran Águila con Sus Alas, los ministerios de Sus Ángeles, los ministerios de Moisés y Elías: para llamar y juntar a Sus escogidos, y llevarnos a la Casa de nuestro Padre celestial. Y nos da salud espiritual; y luego nos dará salud total física: al darnos el nuevo cuerpo, y eso es ya cuando nos tenemos que ir. Luego, cuando tengamos el nuevo cuerpo, solamente permaneceremos aquí de 30 a 40 días, y nos iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Cuando tengamos el nuevo cuerpo, entonces lo veremos a Él en Su cuerpo glorifi cado también; porque así será también nuestro cuerpo eterno, nuestro cuerpo nuevo: será un cuerpo glorifi cado. Ahora miren las bendiciones que hay bajo LA GUIANZA DE LA PALOMA Y LA FORTALEZA DEL ÁGUILA para todos nosotros. Y ahora, Paloma guiando a Águila, eso es el Espíritu Santo guiando a Su profeta de la Dispensación del Reino; y Águila guiando a León, eso es el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, Jesucristo en Espíritu Santo, guiando todo en Su manifestación a través de Su Ángel Mensajero, en donde Él cambiará de Cordero a León. Y así como la Paloma guio al Cordero, el Águila guiará al León, en la manifestación de Cristo como el Águila y como el León de la tribu de Judá. “LA GUIANZA DE LA PALOMA Y LA


Pero ahora, para la Edad de la Piedra Angular, tenemos las promesas de una edad eterna, en donde son llamados y juntados todos los escogidos de Dios y en donde no entrarán los problemas que entraron en las edades pasadas, o sea, no entrará aquello que enfermó a la Iglesia de Jesucristo de edad en edad. Y la Iglesia de Jesucristo recibirá o recibe primero salud espiritual y después salud física, en donde todos seremos transformados, y seremos a imagen y semejanza de Jesucristo. Ahora, vean, ¿cuándo fue que Dios sanó a nuestro hermano Branham?, ¿cuándo es que él dice que lo sanó? Cuando ya se tenía que ir. Cuando le tenía que venir el octavo problema, el octavo año de problema, no le vino. Y ahora, en la Edad de la Piedra Angular, cuando Dios se va a llevar a Su Iglesia, es que Él la sana espiritualmente, y también nos dará salud física con un cuerpo eterno que nunca se enfermará. Vean cómo se refl ejó en la vida de nuestro hermano Branham esto que estaría sucediendo o que estaba sucediendo en la Iglesia de edad en edad, y luego lo que sucedería en la Iglesia de Jesucristo en este tiempo fi nal. Y para este tiempo fi nal las Alas de un Águila Blanca bajarán y nos llevarán. No es con el ministerio del primer ángel mensajero que los escogidos que estaban vivos en aquel tiempo se irían en el rapto; bajo el ministerio de San Pablo no se fueron en el rapto, sino que luego murieron físicamente, tanto el mensajero como el grupo de su edad, y están en el Paraíso. Pero bajo el ministerio de las Alas del Gran Águila, Jesucristo, el Hijo del Hombre en Su Venida, es que seremos restaurados a la salud perfecta —espiritual y física—, en donde obtenemos la fe para ser transformados y raptados; y seremos transformados los


Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos”. Aquí podemos ver la forma en que Jesús ora por Sus discípulos, y cómo Jesús habla del Espíritu Santo estando en Él y que estará en ellos también. Aquí vemos a Jesús orando por Sus discípulos y hablando de lo que Dios hará con ellos y con todos los creyentes en Él: que el mismo Espíritu Santo morará en cada uno de los creyentes en Él (o sea, el Espíritu Santo representado en la paloma) y producirá el nuevo nacimiento, nacerán en el Reino de Dios; porque el Espíritu Santo fue el que hizo sombra sobre María y creó en el vientre de María aquel cuerpo, el cual nació en Belén de Judea; y luego en ese cuerpo entró el Espíritu Santo y habitó en él, y lo guio siempre; y todo lo que Él habló fue lo que el Espíritu Santo colocó en Su boca para hablar. Y ahora, Cristo va a producir el nuevo nacimiento; y por lo tanto tiene que venir el Espíritu Santo para producir ese nuevo nacimiento de todos los hijos e hijas de Dios, y así traer a existencia —por creación divina— una nueva raza, la cual es igual a Jesucristo; y Jesucristo es el primero


de esa nueva raza3, que es una raza de seres con un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, igual al de Jesucristo, y un cuerpo físico eterno y glorifi cado igual al de nuestro amado Señor Jesucristo. Y en la labor de la creación de esa nueva raza, el Espíritu Santo —representado en la paloma— ha estado trabajando, y ha estado creando primeramente el cuerpo teofánico de la sexta dimensión de cada hijo e hija de Dios: cuando la persona escucha la predicación del Evangelio, y cree en nuestro amado Señor Jesucristo como su Salvador, y lava sus pecados en la Sangre de Cristo, y recibe el Espíritu Santo; y ahí recibe la persona su nuevo nacimiento, y nace en el Cielo y del Cielo, porque obtiene su cuerpo teofánico de la sexta dimensión, o sea, ese cuerpo que es parecido a nuestro cuerpo físico, pero de la sexta dimensión. ¿Y esa labor la hace quién? El Espíritu Santo, el cual es representado en la paloma. Y ahora, fue el Espíritu Santo el que habitó en el cuerpo de Jesús, el que llevó a cabo las obras bajo el ministerio de Jesús, y también el que ofreció ese cuerpo en sacrifi cio vivo allá en la Cruz del Calvario; porque el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, que es el Espíritu Santo y que es el Sumo Sacerdote del Templo que está en el Cielo, vean ustedes, ofreció Su cuerpo físico, llamado Jesús, como el Sacrifi cio de la Expiación, para la reconciliación de cada persona que tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo. Y luego que el cuerpo fue crucifi cado, bajó en Su cuerpo teofánico al infi erno, y predicó allá; y luego pasó al Paraíso, y estuvo con Abraham, Isaac, Jacob y todos 3 Colosenses 1:18


Águila Blanca, pero no todo el mundo sabía cuál era el nombre de Águila Blanca. Pero Águila Blanca tenía un nombre; aunque había tomado un nombre simbólico, pero el nombre real él lo tenía. Y ahora, Águila Blanca tiene que tener un nombre, y ese tiene que ser el Nombre Eterno de Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo. Y ahora, vean que es cuando él salió de sus siete etapas —donde tenía esos problemas— que luego vino todo eso: “Águila Blanca” escrito en la roca, vio la séptima paloma blanca también; y la ardillita que por todo ese tiempo (cada siete años) lo enfermaba, ya había muerto: había terminado su problema. Ahora podemos ver que la Iglesia de Jesucristo al subir a la Edad de la Piedra Angular ha entrado al Año del Jubileo, al Año Cincuenta; y al entrar a ese ciclo divino ha entrado al ciclo divino que representa la eternidad, en donde todos los escogidos de Dios, tanto los que han partido como los que vivimos, seremos transformados y tendremos un nuevo cuerpo en el cual no tendremos más problemas. Ahora, el Cuerpo Místico de Cristo ha entrado a ese ciclo divino, y el avivamiento que ha comenzado en ese ciclo divino nunca morirá; porque lo que hacía morir el avivamiento y la buena salud espiritual en la Iglesia de Jesucristo en cada edad fue los problemas que entraron a ella, y le añadieron al Programa de Dios correspondiente a ese tiempo, y establecieron otras cosas que no era el Programa de Dios para ese tiempo, y se denominacionalizaron; y así murió todo el avivamiento de Dios en cada edad luego que el mensajero terminó en cada edad —el mensajero de cada edad— su ministerio.


de la Piedra Angular, donde nos coloca; y después nos llevará a la Cena de las Bodas del Cordero. Hemos visto LA GUIANZA DE LA PALOMA, del Espíritu Santo guiando al Cordero, guiando a Cristo, para la Dispensación de la Gracia; y ahora vemos al Espíritu Santo de nuevo, para el Día Postrero, como LA MANIFESTACIÓN DEL ÁGUILA: el Espíritu Santo manifestado en el Día Postrero en carne humana en Su Ángel Mensajero, en la manifestación de la Gran Águila, de Jesucristo, el Hijo del Hombre con Sus Ángeles, con Sus Alas, para bendición de Su Iglesia y bendición del pueblo hebreo. Y ahora, vean ustedes que fue después que recibió la sanidad que le fue mostrado el nombre de “Águila Blanca” en la roca. Y vean ustedes que en esa Piedra no cortada de manos que vio Daniel, y que ahora en Apocalipsis es la Piedrecita blanca con un nombre escrito, ¿dónde estaba escrito ese nombre? En esa Piedrecita blanca. ¿Y dónde estaba escrito el nombre “Águila Blanca”? En la piedra donde se recostó el precursor de la Segunda Venida de Cristo. En los tiempos de los indios, encontramos que se colocaban nombres como “Nube Blanca”, “Águila Blanca” y así por el estilo; y los jefes indios, que eran los caciques o los reyes, se colocaban también nombres así. Y la gente podía decir: “Vamos a ver a Nube Blanca, al cacique Nube Blanca”, y cuando llegaban estaban viendo al cacique Nube Blanca; pero ese cacique tenía un nombre, pero era conocido en medio de toda la tribu como Nube Blanca. O si era el cacique que había tomado como nombre “Águila Blanca”, pues la gente iban a ver a Águila Blanca; y cuando lo veían (al cacique) estaban viendo a


los patriarcas, y allí también estaba Juan el Bautista; y el domingo en la mañana resucitó. Domingo en la mañana resucitó, y con Él resucitaron los santos del Antiguo Testamento4, que estaban en el Paraíso; porque ellos habían cubierto sus pecados con la sangre de los animalitos que ellos habían sacrifi cado, pero cuando Cristo, el Cordero de Dios, murió en la Cruz del Calvario, el pecado de ellos —que estaba cubierto— fue quitado completamente, y por lo tanto estaban listos para resucitar e ir con Cristo al Cielo, ir con Cristo en el ascenso o rapto de Cristo al Cielo, a la Casa de nuestro Padre celestial. Y ahora, podemos ver cómo el Espíritu de Jesucristo, el Espíritu Santo, que estaba en Él, resucitó ese cuerpo físico que había sido crucifi cado y que había muerto físicamente, lo resucitó. Y ahora, es resucitado glorifi cado; y ya no puede morir más ese cuerpo en el cual y el cual fue resucitado el Domingo de Resurrección. Y ahora, el mismo Espíritu de Cristo que ha venido a cada persona que tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero, y que ha producido el nuevo nacimiento en la persona cuando ha recibido a Cristo como su Salvador y ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo: es ese mismo Espíritu el que resucitará a los muertos en Cristo en cuerpos eternos, y a nosotros los que vivimos nos transformará. Y así tendremos el nuevo cuerpo, el cuerpo eterno y glorifi cado; y seremos, no solamente en el cuerpo teofánico, iguales a Cristo, sino en el cuerpo físico también; porque ser a imagen de Cristo es ser en el cuerpo teofánico igual a Jesucristo, y ser a semejanza de Jesucristo es ser 4 San Mateo 27:52-53


físicamente igual a Jesucristo: un cuerpo físico igual al cuerpo físico de Jesucristo, un cuerpo físico y glorifi cado. Y así es como seremos totalmente a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo. Por eso es que luego del ministerio de Cristo aquí en la Tierra en carne humana, el mismo Espíritu de Cristo descendió el Día de Pentecostés, el Espíritu Santo, y comenzó a producir el nuevo nacimiento (comenzó con ciento veinte personas allí); y ha continuado, hasta que nazca en el Reino de Dios, en la Iglesia de Jesucristo, hasta el último de los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Y cuando entre el último al Reino de Dios, a la Iglesia de Jesucristo: cuando obtenga hasta el último de los escogidos, escritos en el Cielo, obtenga su salvación, entonces Cristo ha terminado la Obra: el Espíritu Santo, representado en la paloma, ha terminado la Obra del nuevo nacimiento, la labor de producir el nuevo nacimiento en todos los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y ha producido (¿qué?) la creación del cuerpo teofánico de la sexta dimensión de cada uno de Sus escogidos. Y luego Él viene en el Día Postrero, y se manifi esta el mismo Cristo en Espíritu Santo, se manifi esta en el Día Postrero, cuando termine hasta con el último de los escogidos; y se manifi esta en el Día Postrero en medio de Su Iglesia, y ahí aparece manifestado en un mensajero: y la Obra del Águila es llevada a cabo. Encontramos que en la Biblia águila representa a Dios, representa a Jesucristo y representa a los profetas de Dios. Por eso es que en el libro del Éxodo, capítulo 19, nos dice, comenzando en el verso 3:


Y el Mensaje del Evangelio del Reino es el Mensaje que traerá el ministerio de Moisés y es el Mensaje que predicará el ministerio de Elías, porque ese es el Mensaje que Jesucristo, el Águila Blanca, el Hijo del Hombre, estará trayendo para todos Sus hijos de entre los gentiles primeramente, y después para el pueblo hebreo. Y ahora vamos a ver lo que pasará con esta Águila Blanca. Para estar manifestado como el Águila Blanca, tiene que manifestarse en carne humana en el Día Postrero, para cumplir esta profecía y traer un Mensaje: el Mensaje del Evangelio del Reino, que es el Mensaje que le sigue al Mensaje del Evangelio de la Gracia. Vamos a ver algo aquí muy importante… Recuerden que está refl ejado también, el Mensaje que será traído por Cristo en Su manifestación fi nal, está refl ejado en ese jefe indio cabalgando sobre un caballo. Y ahora, vamos a ver algo importante con relación a esta Águila que estará presente en este tiempo fi nal. Dice en el libro de Citas, página 14-A, verso 144, dice: 144 - “Así que hagamos lo que podamos mientras es de día y algún día habrá un… las alas de un águila blanca bajarán, y nos llevará”. Y vamos a ser llevados en alas de águilas; como fue llevado el pueblo hebreo a la tierra prometida, vamos a ser llevados nosotros a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, y luego traídos de nuevo al glorioso Reino Milenial de Cristo. Hemos visto que es por medio de esta manifestación de Cristo como el Águila Mayor, manifestándose para el Día Postrero, que las Dos Alas de Águila estarán manifestadas (los ministerios de Moisés y Elías), donde nos llevará… Nos llama y nos junta y nos lleva primeramente a la Edad


Su ministerio, el ministerio de Jesucristo; y viene con Sus Dos Alas poderosas: los ministerios de Moisés y Elías. “Porque el Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”. Ahí podemos ver cómo viene el Mensaje del tiempo fi nal. El próximo Mensaje, luego del Mensaje de la Gracia, el próximo Mensaje es el Mensaje del Evangelio del Reino. Y luego del Mensaje del séptimo ángel mensajero, el próximo Mensaje es el Mensaje de Cristo por medio de la manifestación de los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús en Su Ángel Mensajero. Sigue diciendo [pág. 27, párr. 212]: “Estaba tan excitado que corrí a mi hogar; busqué una cámara, regresé al día siguiente y tomé una foto de lo escrito en la piedra. Permanecía todavía allí: ‘Águila Blanca’. Águila guiada por la Paloma”. Y ahora, “águila” representa a Dios, representa a Jesucristo, representa a Sus profetas y representa también —las águilas— a todos los hijos e hijas de Dios. Y ahora, para el Día Postrero, tendremos un águila: Águila Blanca, dando Su Mensaje Final para todos los hijos e hijas de Dios. Ahora miren lo que dice aquí el precursor en la página 27 del libro “En las alas de una paloma blanca”; dice, verso 230 [pág. 30, párr. 225]: “¿Por qué me sana a mí ahora, después de tantos años sufriendo y siendo ya viejo? Yo creo que recorreré de nuevo este sendero, ¡tengo que traer un Mensaje!”. Elías tiene que traer un Mensaje; y Elías en su quinta manifestación trae el Mensaje del Evangelio del Reino, juntamente con Moisés, porque el ministerio de Moisés y el de Elías estará aquí presente en el Día Postrero.


“Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”. También en Deuteronomio, capítulo 32, verso 11, Dios hablando con Moisés, dice… Capítulo 32, verso 9 al 12, dice: “Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo. Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas, Jehová solo le guió, Y con él no hubo dios extraño”. Aquí vemos cómo Dios se representa en el águila, que libertó al pueblo hebreo y los llevó por el desierto hacia la tierra prometida. Y esa manifestación de Dios por medio del profeta Moisés fue una manifestación de Águila, porque águila también representa profeta. Y también todos los hijos e hijas de Dios son


representados en águilas, pues dice Dios en Su Palabra por medio del profeta Isaías, en el capítulo 40 y verso 31: “Los…”. Vamos a ver… Capítulo 40, verso 28 al 31, dice: “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová (o Yahweh o YHWH), el cual creó los confi nes de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes fl aquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Y cuando nosotros estemos en el nuevo cuerpo, viajaremos como el pensamiento, sin necesidad de un automóvil o de un avión; porque ya estaremos iguales a Jesucristo, con el cuerpo glorifi cado. Por lo tanto, así como Jesucristo podía viajar y pasar a través de las paredes y aparecerles a Sus discípulos5, y también caminar sobre el mar6, y así por el estilo; todos los escogidos de Dios estarán en esa condición en cuerpos glorifi cados, igual al cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo; y ya levantaremos alas como de águilas y nos iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, sin necesidad de un cohete o de un avión, pues para allá no hay línea aérea, ni siquiera hay cohetes que lleguen hasta la Casa de nuestro Padre celestial. Ahí tiene que ser siendo como Jesucristo, a imagen y semejanza de Jesucristo, el 5 San Lucas 24:36-43, San Juan 20:19-206 Mt. 14:25-27, Mr. 6:48-50, Jn. 6:19-20


mismo color; y continuaba mirándome. Estaba mirando justamente al oeste. Caminé a su alrededor, no me atreví a tocarla por nada del mundo. Continué caminando más arriba por aquel sendero; miré hacia atrás, y allí permanecía mirándome. Hermano, como un hijo de Abraham, no me importó lo que me dijo el doctor, ¡yo sanaré de esta enfermedad de todas maneras! Al tercer día retorné y comencé a subir la montaña. Muchos de ustedes conocen la visión acerca del jefe indio cabalgando aquella muralla hacia el oeste. Algo llamó mi atención hacia una gran roca, como a las doce del día, y dijo: ‘Pon tus manos sobre eso y ora’ (o sea: ‘Pon tus manos sobre la roca’). El Dios del Cielo sabe que es la verdad. Puse mis manos sobre la roca y alcé mis ojos al Cielo y comencé a orar, y oí una Voz que procedía de lo alto de las rocas, que dijo: ‘¿Sobre qué has recostado tu corazón?’. Me despegué de la roca; estaba desnudo de la cintura hacia arriba y muy acalorado. Miré hacia la roca y allí en la roca estaba escrito: ‘Águila Blanca’ (en inglés estaba escrito: ‘Águila Blanca’); exactamente lo que la visión había dicho acerca del medio en que había de venir el próximo Mensaje”. Ahora, el Mensaje de la Dispensación de la Gracia vino en las alas de una paloma blanca: el Espíritu Santo viniendo en la Dispensación de la Gracia. Y ahora, el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo, viene manifestado en el Día Postrero sobre las alas de un águila, para así cumplir la profecía del tiempo fi nal. Y las Alas de la Gran Águila: la Gran Águila es Jesucristo en Su Venida, el Hijo del Hombre en Su Venida, manifestando


“… y yo fui a la montaña el lunes. Y allí estaba muerta. La aplasté con mi pie”. Tantos años dándole problema; y ahora esa ardilla que representaba el problema de salud, vean ustedes, nuestro hermano Branham la aplastó con su pie. Y eso es lo que Cristo hará con los pies, Sus pies de bronce bruñido. Dice [párrs. 201-203]: “Me senté y lloré por un momento y oré; mirando hacia Tucson, millas allá abajo. Regresé al lugar y todavía permanecía la ardilla allí. Cuando llegué de nuevo al lugar, el Espíritu de Dios volvió sobre mí. Regresé a mi hogar y lo conté a mi esposa y le dije: ‘No sé cómo será, pero pronto me libraré de esta enfermedad’”. Y era algo así…, el doctor le había dicho que era algo así como gastritis ya crónica; pero miren, estaba refl ejando un problema: el problema del Cuerpo Místico y en el Cuerpo Místico de Jesucristo durante todas estas etapas o edades de la Iglesia. Sigue diciendo más abajo [párrs. 205-206]: “Y el otro día Algo dijo: ‘Regresa a la montaña’. Y ese día fui guiado a seguir una ruta diferente. Y allí frente a mí, vi la séptima paloma blanca mirándome fi jamente. Me froté los ojos y dije: ‘Es una visión’. Miré y dije: ‘¿De dónde vienes, palomita?’. Era tan linda y blanca que podía ser una paloma doméstica”. Más adelante dice [párrs. 208-211]: “Allí estaba la paloma mirándome. Caminé de un lado para el otro, pensé: ‘Seguramente es una visión’. Volví mi cabeza, y miré hacia atrás, y allí permanecía; con alas blancas como la nieve, sus pies amarillos y su pico del


Águila Mayor. También Jesucristo nos dijo en San Mateo, capítulo 24, verso 28: “Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas”. Cristo enseñó que el que no coma la carne del Hijo del Hombre, y beba Su Sangre, no tiene vida permaneciente en sí7. Y aquí las águilas son las que comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su Sangre; y para eso los escogidos de cada etapa, de cada edad, vuelan a la edad donde está la Carne fresca, el Mensaje fresco del Hijo del Hombre, la Palabra de Dios para cada edad; ahí vuelan las águilas, los hijos e hijas de Dios, para comer la Carne fresca del Hijo del Hombre y beber Su Sangre, y así tener vida eterna. Ahora, encontramos en el libro del Apocalipsis que también nos habla de águilas. Por ejemplo, las cuatro criaturas que tenían cuatro rostros, uno por cada lado: rostro de león, rostro de buey, rostro de hombre y rostro de águila8. Ahí podemos ver que en el Cielo se encuentran estas criaturas. Pero ahora, en el capítulo 12 del Apocalipsis, nos dice que para el tiempo fi nal, en donde el dragón perseguirá a los hebreos y también al remanente de la Iglesia, Dios les va a dar algo a ellos, lo cual es muy importante. Dice [verso 13]: “Y cuando vio el dragón que había sido…”. Vamos a ir un poquito antes: Capítulo 12, verso 7 en adelante, dice: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el

7 San Juan 6:538 Apocalipsis 4:7


dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. Y ahora, para que no se nos pase, miren lo que dijo el precursor de la Segunda Venida de Cristo con relación a ese evento: en la página 146 del libro de Los Sellos dijo el precursor de la Segunda Venida de Cristo, el reverendo William Branham (dice): “[192]. Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”. Ahora podemos ver que el diablo siendo echado del Cielo se va a encarnar en un hombre: ese es el falso profeta, el anticristo, la bestia; pero por otro lado, por el lado del Programa de Dios, el Espíritu Santo, Cristo, el Ángel del Pacto, viene encarnado en otro hombre. [Apocalipsis 12:10] “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo (o sea, la autoridad de Su Ungido); porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. Por toda cosa incorrecta que todo hijo de Dios ha hecho o haga (los que viven en este tiempo), es acusado por el diablo en el Cielo, en la Corte Divina. Así que la recomendación es que los hijos de Dios se cuiden y así eviten problemas. Pero ahora, llega un tiempo en que el diablo es


Vean cómo Dios les habla a Sus profetas: en sueños, en visiones y también abiertamente. Y ahora, Dios le dice: “Sube a la montaña (al monte)”. Él subió al monte dos días después, o sea, al tercer día; y allí se encontró con una ardilla o ardillita muerta, la cual representaba aquella que en la visión él había visto, y que representaba el problema de salud que cada siete años le venía a él, y representaba aquel problema de salud que le brincó a él y no lo agarró: no entró dentro de él. Ahora, es muy importante observar una cosa aquí; dice (cuando fue allá, dice)15: “Y observé que en el sendero estaba una ardilla echada; había saltado sobre algo y había fallado, dando contra un montón de cactus. Estaba muerta, traspasada por el cactus (o sea, por las espinas de los cactus). Aquella ardilla de rara apariencia no había podido saltar dentro de mi boca y fue a estrellarse contra el cactus. Y la Voz del Señor dijo: ‘Tu enemigo ha muerto’. Temblé ante Su presencia. Usualmente los cuervos se la hubiesen comido. Yo había matado una serpiente un par de días después de esto, y tan solo estuvo en la carretera media hora. Hay siempre águilas y cuervos volando, y ellos lo agarran enseguida. Y esa ardilla había permanecido allí desde que vi la visión, dos días antes; creo que fue en sábado…”. O sea, en sábado fue que tuvo la visión de la ardilla brincándole en su boca y fallando, y Dios diciéndole que su enemigo había muerto. Y luego él fue el día lunes al monte y vio esta ardilla allí muerta. Dice:15 SPN65-1128E “En las alas de una paloma blanca como la nieve”, págs. 25-26, párrs. 198-200


año 57; pero no llegó a cumplir todo el año 57, sino que cuando estaba viviendo el año 57 (digo “viviendo el año 57”, porque el año se vive antes de cumplirlo)…, y no le sucedió nada tampoco; y para él era algo raro. Pero él se puso a estudiar el problema de salud que él tenía y se dio cuenta que cada siete años, el año séptimo, le venía ese problema. Y ya le había venido ese problema por siete ocasiones, durante 49 años; y ya, para el año número 56 de su vida, para el año que tenía que vivir el año 56, no le vino el problema, y él notó algo raro. Es que en él se estaba refl ejando Cristo, y Él estaba refl ejando en Su profeta mensajero a Su Iglesia también. Y por cuanto Dios refl eja Su Programa en Sus profetas, encontramos que Sus profetas han sufrido en diferentes tiempos, y algunos no han sabido por qué han estado sufriendo esas situaciones. Como el rey David, el cual decía: “Horadaron mis manos y mis pies”14, o sea que él pasó por una situación así; pero al él clamar así, estaba también profetizando por lo cual pasaría el Mesías en Su Primera Venida. Era la sombra de la crucifi xión de Cristo refl ejada en la vida del rey David; o sea, la sombra, el tipo y fi gura. Y ahora, miren cómo se refl ejó todas estas etapas de la Iglesia y los problemas que vinieron a la Iglesia durante las diferentes etapas o edades. Y ahora, Dios le muestra una visión y le dice - y le muestra una visión: él ve la ardillita que él veía siempre, que le brincaba dentro de la boca y le causaba el problema cada siete años. Y ahora brincó, y no logró entrar en la boca del profeta (esto es en una visión), y cayó: dio en el pecho y cayó. Y Dios le dice: “Tu enemigo ha muerto”. 14 Salmos 22:16


arrojado del Cielo, porque ya se cierra el caso de los hijos de Dios, y ya se han completado todos los hijos de Dios, los cuales han sido redimidos con la Sangre de Cristo, y ya el diablo no puede hacer más acusaciones en el Cielo. Y vean, dice que el diablo es el acusador de nuestros hermanos; dice: “… porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día (¿y qué?) y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero…”. Porque la Sangre del Cordero es la que nos limpia de todo pecado9; y el diablo al acusarnos delante de Dios, y estar nosotros bajo la Sangre de Cristo confesando nuestros errores y nuestros pecados, entonces cuando Dios mira, no ve ningún pecado, porque la Sangre de Cristo los ha quitado. Por eso cuando cometan algún error o alguna falta o pequen, recuerden: confi esen a Cristo sus pecados, para que así sean quitados. No amontonen pecado sobre pecado; recuerden que el acusador de todos nuestros hermanos y de todos nosotros, acusa delante de Dios a todos los hijos de Dios día y noche. Y si usted se mantiene bajo la Sangre de Cristo, con su confesión hecha a Cristo siempre, sus pecados no aparecen delante de Dios, porque son quitados con la Sangre de Cristo. Por eso dice: “Y ellos le han vencido por medio (¿de qué?) de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el 9 1 Juan 1:7


diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Cuando eso ocurra y se encarne completamente en el anticristo, en el hombre de pecado, solamente faltarán tres años y medio, solamente le quedarán al diablo tres años y medio; y después de eso será colocado en prisión. Y al ser atado por mil años10, no podrá molestar durante mil años. Así que el glorioso Reino Milenial será más glorioso sin el diablo estar molestando, y solamente teniendo a Cristo dirigiendo todas las cosas. “Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo (eso es un año), y tiempos (dos años más, y ya son tres), y la mitad de un tiempo (que son seis meses, o sea, tres años y medio; y ese es el lapso de tiempo que durará la gran tribulación)”. Pero le serán dadas “las dos alas de la gran águila”, y la Gran Águila no es otro sino nuestro amado Señor Jesucristo. El Hijo del Hombre es la Gran Águila; y las Alas de la Gran Águila, las Alas del Hijo del Hombre, son los ministerios de Moisés y Elías. Por eso los ministerios de Moisés y Elías le son dados al pueblo hebreo en el tiempo fi nal. Esos son los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías que tendrá el pueblo hebreo, para defender al pueblo hebreo del gran dragón, la serpiente antigua, que es el diablo, Satanás, el cual es echado del Cielo y se encarnará en el falso profeta, en el anticristo, el hombre de pecado, en este tiempo 10 Apocalipsis 20:2


séptimo (cada siete años), luego venían seis años y después el año séptimo de nuevo volvía el problema. Eso se repitió en la vida de él por siete ocasiones: siete años, en un lapso de tiempo de 49 años. Y después, cuando empezó el año 50, que representa el año del jubileo, vino el año 50 de su vida y lo cumplió perfectamente bien… Recuerden que el año 50 se vive cuando la persona dice que tiene 49 años de edad cumplidos; cuando cumple 49 años de edad, entonces comienza a vivir el año 50. O sea que cuando cumplió 49 años de edad, ese año 49 que él cumplió y que vivió, fue difícil para él; pero luego vino el año 50 (y el año 50: recuerden que en el año del jubileo era el tiempo, el ciclo divino de la restauración), y vivió el año 50. Y cuando cumplió el año 50, todo estaba bien… Recuerden que cuando la persona cumple el año 50, algunas personas dicen: “Ahora tengo 50 años”, pero algunos piensan: “Ahora voy a vivir mi año 50”. Ya su año 50 lo vivió. Por eso dice: “He cumplido 50 años”; son 50 años ya cumplidos; o sea que el ciclo 50 ya lo cumplió. Cuando decía: “Tengo 49 años de edad”, estaba viviendo el año 50. Y ahora, vivió su año 50, vivió su año 51, vivió su año 52, vivió su año 53, su año 54, su año 55; y cuando vivió su año 56, en ese año 56 que estaba viviendo, era el año que le tocaba el problema de su salud; y nada le pasó. Y él estaba sorprendido. Y ya cuando está terminando su año 56… Vean ustedes, el año 56 es el año que le tenía que venir el problema; pero cuando él cumple 56 años de edad, ya había vivido el año que le tenía que venir el problema. Y sigue viviendo el


Hemos visto también los 144.000 hebreos, y también las vírgenes insensatas. Y hemos visto cómo las Dos Alas de Águila, de la Gran Águila, les son dadas a los 144.000 hebreos; y también estarán ahí las vírgenes insensatas pasando por la gran tribulación. Pero antes de eso, las Alas de la Gran Águila o del Gran Águila, de Jesucristo, el Ángel del Pacto: estarán manifestadas las Alas de esa Gran Águila en la Iglesia de Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular, para llevar a Sus hijos a la Cena de las Bodas del Cordero. Y ahora, dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo —hablando de águilas—, dice que él estuvo orando a Dios en una ocasión en la montaña, allá en Tucson, Arizona, cuando había muerto una ardillita, la cual representaba el problema que tenía nuestro hermano Branham en su estómago; y él vio en visión que, cuando le tocaba entrar en su boca, no logró entrar en su boca, y dio en su pecho y cayó, y ya no tenía más oportunidad de tratar de nuevo. Él escuchó la Voz de Dios, que le dijo: “Tu enemigo ha muerto”. (Siempre le decía que tenía 6 pulgadas13 de tamaño, de largo, esa ardillita, ese enemigo). Pero, vean ustedes, cuando él estuvo en el ciclo divino representado en el año del jubileo (en el ciclo divino del año del jubileo de él, de su vida, que comienza en el año 50 de la vida de la persona), él entró al año 50 de su vida; y luego, en ese ciclo, cuando tuviera 56 años de edad, sería el año en donde le tenía que venir de nuevo el problema de salud. Porque cada siete años, el año séptimo, le llegaba el problema de salud; y después que le pasaba en ese año 13 6” = 15.24 cm


fi nal. Pero vean cómo Cristo defi ende al pueblo hebreo, en donde Él tiene también 144.000 escogidos que estarán bajo la protección de Dios. Dios, por medio de los profetas, dio testimonio de esta bendición de estar bajo la protección de Dios; y uno de los Salmos da testimonio, diciendo… Salmo 91, verso 1 en adelante, dice: “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confi aré. Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro…”. Y aquí, esto para el pueblo hebreo, en el cumplimiento de esa semana, de esa segunda parte de la semana número setenta, será una realidad para el pueblo hebreo, en donde bajo las Alas del Omnipotente estarán 144.000 hebreos; cubiertos por las Alas del Omnipotente, cubiertos por las Alas del Sol de Justicia, cubiertos por los ministerios de Moisés y Elías. Bajo el ministerio de Moisés y Elías, estarán seguros los 144.000 hebreos. Por eso es que Cristo en San Mateo, capítulo 24, verso 31, dijo: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Y los escogidos de entre los gentiles primeramente son llamados y juntados bajo las Alas del Sol de Justicia, bajo las Alas del Omnipotente, bajo las Alas de los Querubines de Oro del Lugar Santísimo, que son los ministerios de


Moisés y Elías. Y luego el pueblo hebreo estará también bajo las Alas del Omnipotente, bajo las Alas de los Querubines de Oro del Lugar Santísimo. ¿Y en medio de los querubines estaba quién? Dios, en la Shekinah, en la Luz de la Shekinah; ahí estaba el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, manifestado. Y ahora, para el pueblo hebreo tenemos la promesa que le serán dadas las Alas de la Gran Águila - del Gran Águila, o sea, los ministerios de Moisés y Elías. Cristo hablando de la Venida del Hombre, de la Venida de esa Gran Águila, dijo que “el Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”; San Mateo, capítulo 16, versos 27 en adelante, donde nos dice: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”. Conforme a sus obras es que pagará a cada uno, dice Cristo aquí. En el Monte de la Transfi guración, cuando Cristo mostró a Sus discípulos Pedro, Jacobo y Juan la Venida del Reino de Dios y el Hijo del Hombre viniendo en el Reino, aparecieron Moisés y Elías11; porque esos son los Ángeles del Hijo del Hombre, los ministerios de Moisés y Elías, para ser manifestados en la Tierra en la Venida del Hijo del Hombre, en la Venida del Gran Águila, el cual viene con dos poderosas alas ministeriales: los ministerios de Moisés y Elías. Así que el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, viene en el Día Postrero con dos poderosas alas: Moisés y Elías. Y ahora, podemos ver que en Alas de Águila 11 San Mateo 17:3, San Marcos 9:4, San Lucas 9:30


durante ese tiempo, como también los 144.000 hebreos; pero los primeros que obtienen ese conocimiento son los escogidos, las vírgenes prudentes, que entran con Cristo a las Bodas, y luego se cierra la Puerta. Y es ahí donde en un matrimonio el nombre del esposo viene a ser también el nombre de la esposa: en el casamiento. “¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorifi cará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado. Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio (o sea, el Lugar Santísimo); y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro. Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles”. Ahí podemos ver lo que sucede en el Cielo para luego las plagas ser derramadas sobre la Tierra, sobre las naciones. Vimos las vírgenes prudentes, que son las que son resucitadas: los que partieron, y nosotros los que vivimos seremos transformados; y después nos iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; y lo veremos con Su cuerpo glorifi cado, porque así también estaremos nosotros: con un cuerpo eterno y glorifi cado.


y el fi n. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida”. Es Cristo el que da de la Fuente del Agua de la Vida; y Él les dará a las vírgenes insensatas, porque Él extenderá sobre ellas Su Pabellón, Su Templo, y las pastoreará, y las guiará a aguas de vida. “… porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”. Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 17, dice: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Y aquí encontramos que es Cristo el que tiene y da de esa Agua de vida eterna, de la Fuente del Agua de la vida eterna, así como le dijo a la mujer samaritana12. Y ahora, continuemos viendo la revelación que tenían las vírgenes insensatas durante el tiempo de la gran tribulación. Dice: “Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios…”. Esto está en el capítulo 15, verso 3 en adelante: “Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos”. Estas vírgenes insensatas estarán bajo el ministerio de Moisés y Elías durante el tiempo de la gran tribulación, como también los 144.000 hebreos. “¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorifi cará tu nombre?”. Pues van a tener el conocimiento también del Nombre 12 San Juan 4:10-14


nuevamente Dios colocará al pueblo hebreo en el tiempo fi nal, para ser librados del peligro que vendrá sobre el pueblo hebreo; porque el diablo encarnado en el anticristo tratará de destruir al pueblo hebreo, y también de destruir al remanente de la Iglesia de Jesucristo (que quedará en la Tierra), que son las vírgenes insensatas o fatuas, que no tenían aceite en sus lámparas, las cuales tendrán que pasar por la gran tribulación. Ahora aquí, continuemos viendo: “Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río”. “Aguas como un río”, esos son los ejércitos de las diferentes naciones de esos reyes (de esos diez reyes) que le darán su poder y su autoridad a la bestia. Vean, en Apocalipsis 19, verso 19 también, dice: “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército”. Esos son los ríos de agua que la serpiente arroja contra la mujer; y por eso es que para el tiempo de la gran tribulación será tan difícil para sobrevivir en esta Tierra. Y la serpiente, vean ustedes, luego de arrojar esos ríos de agua, dice aquí en la Escritura: “Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca”. Así que esos ejércitos tendrán graves problemas; porque sucederán cosas que destruirán esos ejércitos, para


proteger así a la mujer (el pueblo hebreo) y también, vean ustedes, la simiente o la descendencia de la mujer. Dice: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. “Los que guardan los mandamientos de Dios” son los hebreos, los que se mantienen con y en el Mensaje de la Ley, y “los que tienen el testimonio de Jesucristo” son los creyentes en Jesucristo. Y estos que tienen el testimonio de Jesucristo, pero que pasarán por la gran tribulación, pues son las vírgenes insensatas, que no tenían aceite en sus lámparas, las cuales también estarán bajo la protección de las Alas de la Gran Águila, así como los que guardan los mandamientos de Dios, que son esos 144.000 hebreos, que también estarán bajo las Alas de la Gran Águila. Ahora, podemos ver que también en Apocalipsis, capítulo 7, aparecen tanto los 144.000 hebreos como las vírgenes insensatas, que no tenían aceite en sus lámparas. Dice que este Ángel que sube de donde nace el sol, el cual viene con el Sello del Dios vivo (o sea, que viene con el Espíritu Santo), viene para llamar y juntar 144.000 hebreos, y sellarlos con el Sello del Dios vivo en sus frentes, y son 12.000 de cada tribu; y luego, en Apocalipsis, capítulo 14, verso 1, los encontramos en pie con el Cordero. Dice: “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el (nombre) de su Padre escrito en la frente”. O sea que obtienen la revelación del Nombre Eterno de Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, bajo el ministerio de las Alas de la Gran Águila, bajo el ministerio


Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”. Aquí podemos ver que Dios extenderá, el Cordero extenderá Su Tabernáculo, Su Templo, sobre ellos. Y vendrán a ser del Cordero, del que está sentado en el Trono: vienen a ser pertenencia del Cordero. Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 15, vamos a ver en qué parte del Templo son colocados; porque Dios extiende sobre ellos Su Templo, Su Tabernáculo; y ahora vamos a ver en qué parte del Tabernáculo son colocados. Apocalipsis, capítulo 15, verso 1 en adelante, dice: “Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios. Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios”. ¿Dónde se encuentran? Sobre el mar de vidrio mezclado con fuego. ¿Y dónde estaba el mar de vidrio en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó Salomón? Estaba en el atrio. Y aquí podemos ver que estas vírgenes insensatas son colocadas en el Atrio de la Casa de Dios, por lo tanto, ellas son colocadas en esta Tierra; y la parte que les corresponde a ellas será aquí en la Tierra, o sea, terrenal. Y “el Cordero las pastoreará, y las guiará a fuentes de agua de vida”. Por eso en Apocalipsis, capítulo 21, verso 6, dice: “Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio


Las vírgenes fatuas, que son las que pasan por la gran tribulación, las cuales son echadas a las tinieblas de afuera, pero que luego del Reino Milenial resucitarán y serán juzgadas y entrarán a vida eterna; miren aquí estas vírgenes fatuas o insensatas: En Apocalipsis, capítulo 7, verso 9 en adelante, dice: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos (es una multitud que nadie puede contar de toda nación, pueblo y lengua, o sea, de entre todos los gentiles); y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.


de las Alas del Sol de Justicia, que son los ministerios de los Dos Olivos: Moisés y Elías. Vean que en el templo, en el lugar santísimo, sobre el propiciatorio, estaban los dos querubines de oro con sus alas extendidas sobre el propiciatorio. Y luego, en el templo de Salomón, construyó Salomón —en adición— dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro (los cubrió de oro), con sus alas extendidas: el ala derecha del querubín que estaba a este lado, llegaba hasta la pared, y luego la otra ala llegaba hasta el centro del lugar santísimo sobre el centro del propiciatorio; y así también el otro querubín que estaba al lado izquierdo. Y el arca del pacto fue colocada bajo las alas de esos dos querubines gigantes, ahí debajo fue colocada el arca del pacto. Así que tenemos allí las alas de estos dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro, y tenemos allí también las alas de los dos querubines de oro que estaban allí en el propiciatorio. Y desde allí era desde donde Dios le hablaba al pueblo. De sobre el propiciatorio, de en medio de los dos querubines de oro, le hablaba Dios al profeta Moisés. Eso está en el libro del Éxodo, capítulo 25, verso 21 al 22, donde dice: “Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel”. Y ahora, para el tiempo fi nal, todo lo que Dios mandará para ser hablado al pueblo hebreo, lo hablará desde el Propiciatorio del Templo espiritual de Cristo; desde ahí


saldrá el Mensaje para el pueblo hebreo, de en medio de los Dos Querubines de Oro, que son los ministerios de Moisés y Elías. Y ese Mensaje vendrá del Cielo, del Trono de Dios, de en medio de los Dos Querubines que están allá en el Cielo, en el Templo de Dios. O sea que esos ministerios de los Dos Querubines de Oro que están en el Templo representan los Querubines allá en el Cielo: representan a los Arcángeles Gabriel y Miguel. Por lo tanto, habrá una conexión directa de los ministerios de Moisés y Elías en el Templo de Jesucristo con los ministerios de los Arcángeles Gabriel y Miguel del Templo de Dios que está en el Cielo. Y la Voz de Dios desde el Cielo saldrá; y luego será captada y revelada en la Iglesia de Jesucristo, en la Etapa o Edad del Lugar Santísimo, de en medio de los dos ministerios de los Dos Olivos, de en medio de los dos ministerios de los Dos Querubines de Oro del Templo espiritual de Cristo, que son los ministerios de Moisés y de Elías. Y ahí estará manifestado Cristo, el Ángel del Pacto en Espíritu Santo, en el Día Postrero, hablándole primeramente a la Iglesia de Jesucristo por medio de Su Ángel Mensajero; y después le hablará al pueblo hebreo todo lo que Dios le mande a Su Ángel Mensajero para hablarle al pueblo hebreo. Y en el Ángel Mensajero de Jesucristo estará el ministerio de Moisés y de Elías, que son las dos grandes Alas del Águila Jesucristo para este tiempo fi nal. Y Él nos dará fortaleza a todos nosotros y también al pueblo hebreo. Él nos fortalecerá al tal grado que traerá la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. Y entonces los que humanamente éramos


débiles vendremos a ser como nuestro amado Señor Jesucristo: con todo el poder y autoridad que perdió Adán y Eva en la caída siendo restaurado a todos los hijos e hijas de Dios. Y así es como en este tiempo fi nal se llevará a feliz cumplimiento todo este Programa Divino donde Dios, Jesucristo, estará manifestado como el Gran Águila, y con Sus Alas: los ministerios de Moisés y Elías, todo siendo manifestado en medio de Su Iglesia en carne humana. Porque Jesucristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, el Espíritu Santo, vendrá en carne humana en el Día Postrero; el Verbo vendrá en carne humana en el Día Postrero, en medio de Su Iglesia, en Su Ángel Mensajero, para hablarnos todas las cosas que nosotros debemos escuchar y entender en este tiempo fi nal, para recibir la fe, la revelación, para ser transformados y llevados a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, y así escapar del juicio divino que ha de caer sobre la Tierra; y escapar así también de esa gran serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, el cual en el tiempo fi nal se encarnará, estará encarnado en el anticristo, en el hombre de pecado. Ahora, podemos ver que para este tiempo fi nal hay grandes profecías que tienen que ser cumplidas. Ya muchas han sido cumplidas, y ha sido dado a conocer el cumplimiento de esas profecías; y hay otras que están en proceso; y hay otras que son para el Reino Milenial. Pero a medida que van siendo cumplidas, va siendo dado a conocer a la Iglesia de Jesucristo el cumplimiento de esas promesas. Y mientras llega el cumplimiento de esas promesas, entonces Cristo nos da a conocer que hay esas promesas y que tienen que ser cumplidas, y nos prepara para ver el cumplimiento de esas promesas.

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SPA-1998-10-04-2 la guianza de la paloma y la fortaleza