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1 El pasado 05 de enero, el Dr. Jáuregui intervino en el programa “Las Mañanas”, de RNE. En concreto, se abordó la influencia del uso de los WhatsApp en el mantenimiento de trastornos como la anorexia al haberse convertido dicho uso en un medio cotidiano de comunicación e intercambio de “ideas” entre pacientes. El diario La Razón había publicado el mismo día un artículo al respecto. Había dos temas a abordar: el peligro de los WhatsApp y las medidas que pudieran adoptarse para evitar dicha negativa influencia. Formar un “grupo de anoréxicas” es la idea directriz para reforzar el “endogrupo” frente a la presión de la familia-terapeutas (“exogrupo”) que, más o menos, trata de hacerles la vida imposible a través de la presión y, en definitiva, de la comida. Nada mejor que la inmediatez de un medio como WhatsApp para expresar que estás harta e ipso facto tener una respuesta de ánimo y comprensión por parte de otra “víctima” de la presión ambiental. La base de todo ello, como siempre, la falta de conciencia de enfermedad y, como tantas veces, el liderazgo de pacotilla de alguna “experta en tratamientos fracasados”. A Internet se suman desde hace tiempo todo tipo de “redes” en las que el proselitismo de la anorexia es pan comido (en este caso en el sentido más figurado de la expresión). Nada nuevo aportan los WhatsApp dichosos aparte de ser un “arma” más para alejarse de la salud mental por parte de este tipo de pacientes. Se habló de la consabida pregunta: ¿qué puede hacer la familia? No se nos ocurre nada, salvo señalar que aprovechen las nuevas tecnologías para sacar lo mejor de las mismas, educando en su uso. El control de otro tipo (más “policial” digamos) no sirve en nuestra sociedad y menos con mocetonas de 16-17 años ya de vuelta de muchas cosas, incluso de más cosas que sus propios padres. Por ello, como siempre, educar es la solución. Pero que nadie se equivoque: enseñar en la escuela, educar en la familia. De otro modo, que cada palo aguate su vela. Feliz 2015. Aparte de ser una majadera expresión, hace unos días pudimos contemplar en un bar, a media mañana, los peligros de un bocata super-sano. La escena la componen tres jóvenes (veintitantos), que hacia las 11 de la mañana solicitan tres bocatas vegetales en la barra de un bar. La llegada de los bocatas fue como si una especie de portaviones, o sea un plato-bandeja, fuera a arribar con tres cazas de alas verdes bien desplegadas (hojas de lechuga bien salidas por ambos lados). Las manos de los jóvenes fueron sin titubeos a cada uno de los cazas (sin torpeza ni equívocos como si cada uno conociera bien cuál era su aeroplano). Entonces se produjo el desastre. El portaviones fue alcanzado por un tsunami de mayonesa producido al apretar con ansia los avioncillos y que inundó todas las cubiertas. Incluso las manos de los pilotos fueron alcanzadas con amplios chorreones casi hasta la manga. Las alas de los cazas quedaron desparramadas por el portaviones, cubiertas o casi cubiertas por aquel tsunami de mayonesa (suponemos que sería light). Fue fantástico, un dispensador de servilletas de papel sirvió para achicar agua y el portaviones se salvó, eso sí con restos del tsunami por todas partes. Los aviones, destrozados, fueron más o menos recompuestos pero sin una estructura identificable (ya se sabe lo que pasa con los amasijos). Ya con la mar en calma, los jóvenes pilotos, tras esta escena super-sana, salieron contentos con la misión cumplida. Para la próxima vez, mejor de apio y a secas. LAS MAÑANAS DE RNE COMER SUPER-SANO SPECULUM ENERO DE 2015 Volumen 9, nº 1

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SPECULUM

El pasado 05 de enero, el Dr. Jáuregui intervino en el programa “Las Mañanas”, de RNE. En concreto, se abordó la influencia del uso de los WhatsApp en el mantenimiento de trastornos como la anorexia al haberse convertido dicho uso en un medio cotidiano de comunicación e intercambio de “ideas” entre pacientes. El diario La Razón había publicado el mismo día un artículo al respecto. Había dos temas a abordar: el peligro de los WhatsApp y las medidas que pudieran adoptarse para evitar dicha negativa influencia. Formar un “grupo de anoréxicas” es la idea directriz para reforzar el “endogrupo” frente a la presión de la familia-terapeutas (“exogrupo”) que, más o menos, trata de hacerles la vida imposible a través de la presión y, en definitiva, de la comida. Nada mejor que la inmediatez de un medio como WhatsApp para expresar que estás harta e ipso facto tener una respuesta de ánimo y comprensión por parte de otra “víctima” de la presión ambiental. La base de todo ello, como siempre, la falta de conciencia de enfermedad y, como tantas veces, el liderazgo de pacotilla de alguna “experta en tratamientos fracasados”. A Internet se suman desde hace tiempo todo tipo de “redes” en las que el proselitismo de la anorexia es pan comido (en este caso en el sentido más figurado de la expresión). Nada nuevo aportan los WhatsApp dichosos aparte de ser un “arma” más para alejarse de la salud mental por parte de este tipo de pacientes. Se habló de la consabida pregunta: ¿qué puede hacer la familia? No se nos ocurre nada, salvo señalar que aprovechen las nuevas tecnologías para sacar lo mejor de las mismas, educando en su uso. El control de otro tipo (más “policial” digamos) no sirve en nuestra sociedad y menos con mocetonas de 16-17 años ya de vuelta de muchas cosas, incluso de más cosas que sus propios padres. Por ello, como siempre, educar es la solución. Pero que nadie se equivoque: enseñar en la escuela, educar en la familia. De otro modo, que cada palo aguate su vela. Feliz 2015.

Aparte de ser una majadera expresión, hace unos días pudimos contemplar en un bar, a media mañana, los peligros de un bocata super-sano. La escena la componen tres jóvenes (veintitantos), que hacia las 11 de la mañana solicitan tres bocatas vegetales en la barra de un bar. La llegada de los bocatas fue como si una especie de portaviones, o sea un plato-bandeja, fuera a arribar con tres cazas de alas verdes bien desplegadas (hojas de lechuga bien salidas por ambos lados). Las manos de los jóvenes fueron sin titubeos a cada uno de los cazas (sin torpeza ni equívocos como si cada uno conociera bien cuál era su aeroplano). Entonces se produjo el desastre. El portaviones fue alcanzado por un tsunami de mayonesa producido al apretar con ansia los avioncillos y que inundó todas las cubiertas. Incluso las manos de los pilotos fueron alcanzadas con amplios chorreones casi hasta la manga. Las alas de los cazas quedaron desparramadas por el portaviones, cubiertas o casi cubiertas por aquel tsunami de mayonesa (suponemos que sería light). Fue fantástico, un dispensador de servilletas de papel sirvió para achicar agua y el portaviones se salvó, eso sí con restos del tsunami por todas partes. Los aviones, destrozados, fueron más o menos recompuestos pero sin una estructura identificable (ya se sabe lo que pasa con los amasijos). Ya con la mar en calma, los jóvenes pilotos, tras esta escena super-sana, salieron contentos con la misión cumplida. Para la próxima vez, mejor de apio y a secas.

LAS MAÑANAS DE RNE

COMER SUPER-SANO

SPECULUM

ENERO DE 2015 Volumen 9, nº 1

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Tríada clásica de cada inicio de año. Anuncios por doquier y ofertas a tutiplén. Al finalizar el año, bilingües, con tableta abdominal, con dieta supersana y peso ideal de la muerte. Eso sí, entre el “personal trainer”, “el coach”, los “brunch” y un sinfín de gilipolleces más, un estrés de aquí te espero. Claro que con la dieta y el “gim” todo arreglado. Si no fuera así siempre podemos completar la faena con masajes terapéuticos y para ellos un afeitado-relax en una “barber-shop”, que también empiezan a estar de moda. Al cuarto de baño podemos ir con la “Tablet” que también relaja tela marinera. Naturalmente tampoco debemos olvidar los suplementos, a ser posible, de todo un poco. Algo de magnesio, el zinc que está muy bien, hierbas para ir al baño (con la “Tablet”), equinácea para las defensas, mucha soja y por nada del mudo olvidar una buena dosis de antioxidantes, para tomar, para poner y, quién sabe, si hasta para meter. Vayan por la vía que vayan, la cosa es espectacular, rejuvenecen tela. El control de la tensión arterial cada semana, la revisión de la vista cada no más de seis meses, un tacto rectal cada año según la edad, colonoscopia cada año (también según la edad), limpieza dental (en el dentista), analítica anual y muchas más cosas (depende de nuestro grado de neuroticismo) completarán un año sano, sano del todo. Así que ánimo, estamos en enero, mes de rebajas, tal vez encuentren el lote completo a precio de saldo, es cosa de buscar. Lo importante es el propósito de cada año que conviene no cumplir para que así pueda ser renovado también cada año. ¿Se imaginan que adquirieran unos buenos hábitos de alimentación y se acostumbraran a hacer algo de ejercicio tres o cuatro veces a la semana? Sería la quiebra del sistema que vela por nuestra salud. Adiós gimnasios, dietas y demás. En cuanto al inglés tampoco conviene la constancia, mejor comenzar cada año, se coge con más ganas. Ánimo.

INGLÉS, GIMNASIO, DIETA

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Aquí lo de móvil tiene doble sentido. El móvil-teléfono y el otro móvil, el que refiere a la acción o motivación que desencadena un “crimen”. No es aquí “crimen” lo que viene mejor al caso. La cuestión es que una tal Sara, 29 años, se encontró hace unos años una cartera debajo de un coche con tarjetas bancarias. Dice la noticia que compraba móviles que luego vendía para satisfacer sus impulsos bulímicos. Fue condenada a prisión, quedando finalmente la cosa en una sanción de casi 1500 euros. Dicen también que Sara “no pagó a tiempo” y que por ello debería entrar en prisión, ahora que, dice, ya está curada de su trastorno alimentario. Otra, Emilia Soria, se enteró de la noticia y se sintió identificada (“pasé una situación parecida a la tuya…”), tan sólo las separaban 67 km (de Requena a Valencia). Emilia había encontrado otra tarjeta, en este caso usada para adquirir cosas básicas para sus hijas. Ella obtuvo una medida de gracia del gobierno, algo que espera ahora Sara. Alguien, leída la noticia de forma rápida, podría relacionar el hecho de que adquirir móviles con las tarjetas para comprar comida y calmar los impulsos bulímicos es algo propio de pacientes con bulimia. Nada más lejos de la realidad. Nada de eso de manera habitual. Sin embargo, leyendo más en detalle, el letrado de la tal Sara comenta que “estaba bajo los efectos de la cocaína, ella tiene informe de que era una toxicómana”. La cosa no deja de ser un trastorno mental, pero cada cosa en su sitio. Entre los trastornos alimentarios, la bulimia no es precisamente la que cuenta con más glamour (expresión que sí hemos oído como comentario social sobre la anorexia nerviosa en algún que otro foro). Por ello, no debería anteponerse “satisfacer” impulsos bulímicos cuando la cocaína está en el fondo de la cuestión. Más que nada porque el comentario puede llevar a inferencias acerca de la bulimia nerviosa muy alejadas de la realidad. Sólo hay que ver cuántos delitos, faltas, accidentes de tráfico, etc., están vinculados a las drogodependencias y cuántos a la bulimia nerviosa. Cuidado pues al escribir noticias y cuidado también al leer e interpretar las mismas.

“TU IMAGEN ES

IMPORTANTE, NO

TE OBSESIONES”. SARA Y EL MÓVIL

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REFRANES Y ALIMENTACIÓN (I)

Terminamos este número con algunos refranes referentes a la alimentación. La palabra refrán procede del hebreo (“maschal”) y en el Libro de los Proverbios (Sepher Meisclé) aparecen como sentencias. Algunos relativos a la alimentación son los siguientes: -A la bota dale el beso después del queso -A la mesa y a la cama, a la hora horada (hora fija) -A todo picante, vino abundante -Agua buena, ni enferma, ni embriaga, ni adeuda -Agua que huela no la beba -Con pan y con vino se anda el camino -¿Chocolate con tomate? ¡Qué disparate! -De gazpacho no hay empacho -De lo que no te agrada no comas nada, y nunca mucho de lo que te agrada -De los peces del río el mejor el cordero tresmesino (de tres meses) -Del plato a la boca se pierde la sopa -El buen alimento cría entendimiento -El caldo con taza y sin asa -El español fino con todo bebe vino -Hablar y comer pescado requieren cuidado -El hambre es mala consejera -El huevo del día, el pan de ayer y el vino del año a nadie hacen daño -El pez fresco gástalo presto -El que come y bebe hablar no debe -El pato y el lechón, del cuchillo al asador -El vino y la verdad sin aguar -En los meses que no tienen erre no comas peces -Ensalada y agua bendita poquita -Harto ayuna el que mal come

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En la historia de la ciencia, dos experimentos relacionados con patologías nutricionales dieron lugar a que sus autores respectivos sean considerados hoy en día como “padres de los ensayos clínicos”. Fueron los siguientes: 1. El escorbuto en el HMS Salisbury (James Lind, 1716-1794): desconocida la existencia de las vitaminas, navegando en 1740, el almirante George Anson perdió casi el 75% de su tripulación por la entonces llamada “peste del mar”. Para el médico James Lind resultaba claro que esta dolencia causa más muertes que las flotas francesa y española. En el HMS Salisbury, Lind desarrolló un experimento basado en que los cítricos parecían buen remedio para la enfermedad. El “grupo experimental” lo formaron 12 marineros afectados, divididos en 6 grupos de 2. Todos siguieron la misma dieta pero tomando diariamente además sidra (2), elixir de vitriolo (2), vinagre (2), agua de mar (2), dos naranjas y un limón (2) y pasta con especias e infusión de cebada (2). El resultado apareció ya al acabarse la fruta (sexto día): uno de los dos marineros que tomaron cítricos había vuelto a sus tareas y el otro estaba casi recuperado. Quienes tomaron sidra experimentaron también cierta mejoría. Sin ser un ensayo clínico sensu stricto, James Lind es considerado el “padre de los ensayos clínicos”. 2. El beriberi en el buque escuela Tsukuba (Kanehiro Takaki, 1849-1920): Takaki, director médico de la Armada japonesa, descubrió que era una carencia nutricional la causa del beriberi, patología que en el siglo XIX diezmaba dicha Armada. Observando que afectaba más a marineros que a oficiales y que entre ellos había variaciones dietéticas importantes (ingesta casi exclusiva de arroz blanco -refinado- y frecuente toma de carne y verduras respectivamente) y conociendo que en una singladura de instrucción de cadetes (9 meses) casi el 50% enfermaron (falleciendo 25), solicitó permiso al Emperador para desarrollar un experimento. Autorizado, se repitió el viaje siguiendo el mismo derrotero e incluyendo en la dieta más carne, leche, pan y verduras. El resultado fue que menos del 5% enfermaron en esta ocasión. En ambos casos se dieron estos “ensayos clínicos” que hoy podrían criticarse metodológicamente pero que abrieron el camino a trabajos de mayor rigor y al establecimiento de relaciones causales de un modo científicamente riguroso. Merecen por ello, al menos, nuestro recuerdo.

NUTRICIÓN E HISTORIA

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Hemos decidido… que la frase de García Márquez es tan

bonita, que será el punto final de nuestro Boletín.

-La ilusión no se come –dijo la mujer -No se come, pero alimenta –replicó el coronel

El coronel no tiene quien le escriba. Gabriel García Márquez, 1928

C/Fernando IV, 24-26 41011 Sevilla España Teléfono: +34954280789 Fax: +34954278167 E-mail: [email protected]

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Desde 2005, nuestro Centro viene publicando la Revista Trastornos de la Conducta Alimentaria, con dos números al año (mayo y noviembre). Ya tienen disponibles 19 números.

Les invitamos a visitar nuestra Web, en la que tienen acceso a la Revista, en la siguiente dirección:

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LA CONDUCTA

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Acerca de nuestra organización…

El Instituto de Ciencias de la Conducta, además del trabajo habitual que lleva a cabo en Psiquiatría y Psicología, desarrolla un programa específico para los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Deseamos que esta página sea un lugar de encuentro en el que plasmar la realidad de nuestro quehacer clínico cotidiano. Es nuestro interés invitar a la REFLEXIÓN sobre los múltiples aspectos que confluyen en patologías como la ANOREXIA y la BULIMIA NERVIOSAS tan devastadoras en nuestros días. También la SOBREINGESTA COMPULSIVA y la OBESIDAD reciben atención específica en nuestro programa.

- Continúa el trabajo clínico-asistencial. - Continúan los trabajos de investigación. - Continúa la actividad docente.

REVISTA TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA