Subsidios y Materiales Para El Tiempo de Cuaresma

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Preparación de la liturgia de Cuaresma

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Subsidios y materiales para el Tiempo de Cuaresma

Subsidios y materiales para el Tiempo de Cuaresma

Adolfo de Lucas Maqueda

En este apartado tendremos oportunidad de ver, escoger y practicar todo el conjunto de acciones, oraciones, celebraciones, sugerencias que he podido recopilar para que el tiempo cuaresmal sea verdaderamente dedicado a caminar hacia la Pascua.

1. Oraciones cuaresmales

Aqu hay unas cuantas oraciones para que sean usadas en diversos momentos. Quiz sean vlidas para despus de la comunin, al comienzo de una meditacin, como conclusin a alguna prctica de piedad, o en algn momento de oracin. Estn tomadas de Dossiers CPL, 8.

Servirte solo a Ti

Dios y Padre nuestro,

fija los ojos en el pueblo, contempla a tus hijos

que, como peregrinos hacia la tierra prometida,

te invocan desde la prueba del destierro

y desde el desierto de la aridez de los tiempos.

Haz que nunca echemos de menos

el pan de tu palabra;

haz que no corramos tras el espejismo

de los falsos dioses de nuestro pensamiento

ni de las quebradizas obras de nuestras manos.

Fortalcenos y guanos

con tu santo Espritu,

y concdenos servirte slo a ti

con el corazn renovado por la conversin.

Transformados por la fe

Padre de nuestro Seor Jesucristo,

tu Hijo a quien tanto amas

y por quien nos has hecho descubrir

el fulgor de tu luz y de tu vida.

Te suplicamos que abras nuestros corazones

a la voz de tus profetas,

a fin de acertar en el camino

que conduce a tu montaa santa.

Concdenos que, transformados

por aquella fe con la que acompaamos a nuestro Redentor,

vivamos la plena esperanza de la gloria

que en l nos has llamado a compartir.

Sedientos de hacer tu voluntad

Pastor de tu Pueblo, Dios de infinita bondad,

que nos has conducido hasta el agua viva

de las fuentes bautismales

y has transformado nuestro corazn de piedra

en tierra bien dispuesta

para la vida que brota de tu Espritu;

haz que, reconociendo a Jess como Mesas,

nos abrase la sed de hacer tu voluntad

y de proclamar a travs de nuestra vida

que slo en l encontraremos salvacin.

Hijos de la luz

Seor, luz del mundo

y luz para todo hombre;

ten compasin de nosotros,

que avanzando en medio de tinieblas

vamos en busca de tu resplandor.

Abre nuestros ojos

para que podamos acercarnos,

iluminados por la fe,

a contemplar tu rostro.

Haz que, viviendo como hijos de la luz,

resplandezca en nosotros aquella bondad,

hecha de justicia y verdad,

que debe hacernos trabajar da y noche

en la construccin de tu Reino.

Contmplanos a travs de Cristo

Seor y Padre nuestro,

fuente de toda bondad,

escucha a quienes alejados de ti por el pecado

sienten la nostalgia de compartir con plenitud

los dones de tu amistad.

Nuestro corazn ha hecho el mal,

pero tambin ha hecho mella en l

el mensaje de reconciliacin

que Cristo nos ha trado.

Contmplanos a travs de l, de Cristo,

quien al cargarse sobre s nuestro pecado

nos ha hecho llegar el abrazo de tu perdn.

Haznos avanzar con l

hasta el interior de tu morada

para paladear el gozo que tienes reservado

a todos tus hijos.

La Resurreccin y la vida

Padre de Jess,

posa la mirada en tus hijos,

a quienes has hecho descender

al fondo del sepulcro bautismal

para hacerlos renacer a una vida nueva

en la que tu gloria pueda revelarse

en el don del Espritu

que les has concedido por tu Hijo,

vencedor de la muerte.

Te suplicamos, Padre bondadoso,

que el destello esperanzador de la fe

ilumine por siempre nuestros das

y no hagamos camino sino bajo tu luz.

Concdenos que, fieles a tus caminos,

se refleje en nosotros el resplandor de tu rostro,

a fin de que quienes ansan el albor de tu presencia

o quienes viven rodeados de tiniebla,

al contemplar cuanto Jess ha hecho con los hombres

crean en l, que es la resurreccin y la vida,

y avancen sin tropiezos hasta el Reino de la luz.

El Seor realiza cosas grandes en nosotros

Escchanos, Seor,

a nosotros, que queremos acoger en nuestro corazn

la buena simiente de los dones de Cristo;

renueva con sus dones nuestra vida

y concdenos un gil disposicin

para correr con esperanza

en el seguimiento de Cristo

hasta poder participar de su resurreccin.

Aydanos a descubrir con alegra

que ests realizando cosas grandes en nosotros,

a fin de que lo celebremos

proclamando por doquier el pacto de amor

que has hecho con tu pueblo.

La cruz de Cristo

Esculpe, Seor,

con tu mano paternal,

la seal de la cruz

en nuestra frente y en nuestro corazn.

Que la cruz nos hermane a Cristo,

en su pasin,

y nos haga ms solidarios

con el sufrimiento de la humanidad entera.

Que la cruz presida nuestra vida

y desde ella aprendamos a elevar

nuestra plegaria confiada

para que venga a nosotros tu Reino.

2. Pregn de inicio de la Cuaresma

Este pregn de comienzo de la Cuaresma nos introduce a este tiempo de conversin. Puede ser dicho como prembulo-comienzo de la Eucarista, o bien el mircoles de ceniza, o el domingo I de Cuaresma. Tambin puede proclamarse al comienzo de las vsperas del mircoles de ceniza.Cuaresma: Un gozoso tiempo de conversin!

Convertos a m de todo corazn con ayunos, llantos y lamentos. Desgarrad su corazn y no sus vestiduras, y volveos al Seor, su Dios, porque El es bondadoso y compasivo lento para la ira y rico en piedad (J1. 2, 12-13). As habla el Seor. Hermanos: Os anuncio una buena noticia, un gran gozo para todo el pueblo cristiano: HOY COMIENZA LA CUARESMA. Escucha hoy la voz del Seor: Buscad al Seor mientras se deja encontrar. Que el malvado abandone sus caminos y el hombre perverso sus pensamientos, que vuelva al Seor, y El le tendr compasin; a nuestro Dios que es generoso en perdonar (Is. 55, 6-7). Ahora es el tiempo oportuno. Ahora es el tiempo de recomenzar. Ahora es el tiempo de aceptar la gracia de Dios. No te escondas. No te desanimes. No te distraigas. Vuelve al Seor, tu Dios, porque El es bondadoso y compasivo lento para la ira y rico en piedad. Nada est perdido. Ven, te dice el Seor! Ms all del pecado siempre hay un camino. Yo soy el Camino. Ms all de la frustracin siempre hay una esperanza. Yo soy la Resurreccin y la Vida. Escucha hoy la voz del Seor. convertos a m de todo corazn con ayunos, llantos y lamentos. Desgarrad su corazn y no sus vestiduras, y volveos al Seor, su Dios, porque El es bondadoso y compasivo lento para la ira y rico en piedad (J1. 2, 12-13)

3. Para el mircoles de ceniza

La ceniza nos recuerda que el hombre est hecho de polvo de la tierra y es caduco, nos hace humildes. Abrahm, el dialogar con Dios la salvacin de Sodoma y Gomorra, reconoce que no tiene derecho a nada, porque es polvo y ceniza.

Al inicio de la Cuaresma ya desde hace muchos siglos la comunidad cristiana recibe en la frente el austero signo de la ceniza, una vez que la lectura de la Palabra nos ha invitado a la conversin.

El camino pascual empieza con este signo de la ceniza y acaba en la Vigilia con el fuego, el agua y la luz. Empieza con un signo de muerte para acabar con otro de vida. Es una dinmica que nos compromete a travs de la renuncia y la cruz, hasta la nueva existencia de resucitados. El final es la Pascua, la vida. Pero el camino pasa por la renuncia y la humildad.

La celebracin de este da

Dos sugerencias interesantes nos pueden ayudar para celebrar bien este momento. La primera se refiere a la postura del que recibe la ceniza. Normalmente se recibe de pie, pero hay sitios en los que se recibe de rodillas, postura tpicamente penitencial, y que podra considerarse ms adecuada. Evidentemente est en pie el ministro que la impone.

Y la otra sugerencia tambin va de un doble gesto simblico: el ministro impone la ceniza en la frente a los fieles mientras dice: Acurdate de que eres polvo y al polvo volvers. Entonces los fieles pasan a donde se encuentra otro ministro, que les ofrece el leccionario abierto, para que lo besen, o se inclinen, o lo toquen. Este segundo ministro o laico dir: Convirtete y cree en el evangelio.

No obstante si no se dispone de ministros ni laicos para el momento del leccionario, se puede dejar ste abierto y una vez recibida la ceniza, el fiel pasa l para realizar lo ya dicho.

La ceniza y la Palabra son dos recordatorios de un mismo camino de conversin que nos debe conducir hacia la gran meta de la vida pascual.

Monicin de entrada

Mircoles de Ceniza, empezamos el tiempo de Cuaresma. Es la preparacin para la Pascua. Con ello toda la Iglesia se sita en un momento de conversin y penitencia, de abstinencia en todo aquello que es superficial para nuestras vidas. Tiempo, a la vez, de ayuno, oracin, limosna. Tiempo de perdn, de liberacin, de gozo por salir al encuentro del resucitado. La ceniza impuesta en nuestras cabezas ser el signo de este camino de conversin que nos llevar hasta la Pascua.

Oracin de los fieles

Presentamos, hermanos, nuestras preces al Padre de misericordia, que no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Oremos diciendo: PADRE, ESCCHANOS.

1. Para que todos los cristianos vivamos intensamente este tiempo de Cuaresma y sigamos ms de cerca de Jesucristo. Oremos.

2. Para que los que estn alejados de la fe sientan la llamada a compartir la alegra de Dios. Oremos.

3. Para que encuentren amor y consuelo todos aquellos que viven en la tristeza y la desesperacin. Oremos.

4. Para que los que estn hundidos bajo el peso del pecado encuentren la ayuda necesaria para cambiar de vida. Oremos.

5. Para que los que hoy nos hemos reunido aqu para celebrar la Eucarista, nos dispongamos sinceramente a dar frutos de verdadera conversin. Oremos.

Acoge, Padre, nuestras plegarias, y renuvanos con tu gracia amorosa. Por Jesucristo nuestro Seor.

Oracin sobre el pueblo

Favorece, Seor, a tu pueblo para que, libre de todo mal, se entregue a tu servicio de todo corazn y se mantenga siempre bajo tu amparo paterno. Por Jesucristo, nuestro Seor.

Y que la bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu Santo, descienda sobre vosotros y en nosotros permanezca siempre.

4. Letanas de los santos en los domingos de cuaresma

Como sabemos en el tiempo de cuaresma no se celebran las fiestas ni las memorias de los santos, a excepcin de San Jos. Pero s hay un recuerdo de ellos durante estos cuarenta das, de alguna manera se los incorpora al camino cuaresmal de la comunidad. Con esta incorporacin se logra el ideal que propone la Constitucin de liturgia al referirse al culto de los santos: la de celebrarlos no tanto en s mismos, sino sobre todo como incorporados al misterio pascual o como reflejos del mismo (cf. SC 104).

Esta inclusin de los santos a la liturgia cuaresmal puede realizarse expresivamente con el canto de las letanas de los santos en la liturgia dominical, especialmente al inicio de la misa (cf. Ceremonial de los Obispos, 261). Se trata de comenzar la misa dominical con las letanas. Asociar el recuerdo de los santos al camino cuaresmal de la comunidad ser una manera de estimular nuestro propio esfuerzo de fidelidad al Evangelio, siguiendo su modelo y ejemplo. Y comenzar cada domingo con este canto ser una forma de dar personalidad al tiempo cuaresmal: igual como ahora la imagen del tiempo pascual est bastante asociada a la aspersin inicial, se tratara de asociar la Cuaresma a las letanas.

Para llevarlo a cabo

Este rito puede realizarse en todas las misas del domingo o bien slo en alguna de ellas. Asimismo, puede realizarse todos los domingos o bien slo en el primero, para resaltar el inicio del tiempo litrgico.

Aqu presento varias maneras de hacerlo:

MODO 1

Antes de salir los ministros, un monitor introduce lo que se har

Comenzamos hoy el tiempo de cuaresma, tiempo que nos prepara para celebrar

la pascua con corazn limpio y renovado. Y lo comenzamos con fe, invocando

a Cristo y a sus santos. Los santos son nuestros modelos en el itinerario de la

vida de fe y en la prctica del camino cristiano. Que con su intercesin nos

acerquemos ms al Seor, y busquemos la fidelidad al Evangelio, y

acompaemos a los catecmenos que, en todo el mundo, se preparan para

recibir el bautismo en la Pascua que se acerca. (PARA EL 1 DOMINGO)

Comenzamos nuevamente la Eucarista de este domingo de Cuaresma

invocando a Cristo y sus santos con el canto de las letanas. Los santos son

nuestros modelos en el itinerario de la vida de fe y en la prctica del camino

cristiano. Que su testimonio y su intercesin nos acompaen en nuestro camino

de conversin. Para que, fieles al Evangelio de Jess, podamos celebrar de

verdad la Pascua. Pongmonos de pie. (PARA LOS RESTANTES

DOMINGOS).

Se comienza el canto de las letanas y los ministros salen en procesin hacia el altar.

Seor, ten piedad

Seor, ten piedad

Cristo, ten piedad

Cristo, ten piedad

Seor, ten piedad

Seor, ten piedad

Santa Mara, Madre de Dios

Ruega por nosotros

San Miguel

Santos ngeles de Dios

San Juan Bautista

San Jos

Santos Pedro y Pablo

San Andrs

San Juan

Santa Mara Magdalena

San Esteban

San Agustn

Santa Mnica

San Lorenzo

San Gregorio y San Agustn

San Isidoro

San Ildefonso

San Isidro

San Cirilo y San Ambrosio

San Francisco Javier

Santa Catalina de Siena

Santa Teresa de Jess

San Benito

Santa Soledad Torres Acosta

San Juan Bosco

Santos Francisco y Domingo

Santos y Santas de Dios

Acabada la lista de los santos y antes de comenzar las plegarias penitenciales (mustrate, Seor, propicio) se hace otra breve monicin.

Hemos comenzado nuestra celebracin cuaresmal invocando a Cristo y a sus

santos. Invoquemos ahora de nuevo la misericordia de Dios, para que nos

conceda su perdn, nos renueve y nos prepare para celebrar las fiestas de

Pascua. Oremos cada uno de nosotros en silencio, reconociendo nuestras culpas

(silencio).

Mustrate propio

Lbranos, Seor

De todo mal

Lbranos, Seor

De todo pecado

Lbranos, Seor

De la muerte eterna

Lbranos, Seor

Por tu encarnacin

Lbranos, Seor

Por tu muerte y Resurreccin

Lbranos, Seor

Por el envo del Espritu SantoLbranos, Seor

Nosotros, que somos pecadoresTe rogamos, yenos

Cristo, yenos

Cristo, yenos

Cristo, slvanos

Cristo, slvanos

Acabadas todas las invocaciones, se dice la oracin colecta y la misa contina con las lecturas (por lo tanto, no hay ni saludo ni acto penitencial).

MODO 2

Entrada en silencio

Comienzo del celebrante: En el nombre del Padre

El monitor lee la monicin introductoria y se hace el canto de las letanas

Acabada la lista de los santos y antes de comenzar las plegarias penitenciales (mustrate, Seor, propicio) se hace otra breve monicin.

Acabadas todas las invocaciones, se dice la oracin colecta y la misa contina con las lecturas (por lo tanto, no hay acto penitencial).

MODO 3 (personalmente seguira este modo) Comienza el canto de las letanas y la procesin de los presbteros

Terminadas todas las letanas y sin moniciones se hace la oracin colecta y se sigue con las lecturas.

Para las comunidades religiosas y monasterios

Si no es posible anteponer las letanas a la misa dominical podra hacerse la procesin de las letanas en otra hora, especialmente antes de las I Vsperas dominicales. Se comenzara por las letanas, y una vez terminadas stas, se continuara con la salmodia de Vsperas, omitiendo los ritos iniciales.

5. Penitencias cuaresmales

La penitencia significa sobre todo conversin. Una conversin interior, espiritual. El esfuerzo principal de la penitencia consiste en entrar en s mismo, en lo ms profundo de la propia entidad, entrar en esa dimensin de la propia humanidad en la que, en cierto sentido, Dios nos espera.

La conversin cuaresmal exige sobre todo que el hombre sepa liberarse de toda falsedad y encontrarse en toda su verdad interior. Para poder llegar a la apertura ms profunda del corazn humano: el encuentro con el Padre.

Presento aqu unas acciones penitenciales que bien pueden servirnos para llevarlas a la prctica comunitaria o individualmente. Se puede hacer uno general para toda la cuaresma, o por semanas. Cada cual vea su necesidad de ayuno y penitencia.

Lista propuesta:

Abstenerse de dulces

Entregar alguna limosna a alguien una vez por semana en cuaresma, ya sea en el metro o por la calle.

Una mayor fraternidad: alguna visita a algn amigo o familiar, o alguna llamada telefnica a alguien que hace tiempo no sabemos de l.

Saber perder el tiempo: escuchando a alguien que se nos acerca

Poner ms atencin con los compaeros de trabajo, siendo amables, y aguantando las bromas pesadas

Privarse de algn espectculo: cine, teatro, partidos de ftbol, discotecas.

Dedicar menos tiempo al Internet y la televisin.

Prolongar nuestros ratos de oracin

Comenzar y finalizar algn libro o folleto espiritual

Tener unos minutos de oracin personal antes de las Vsperas

Una participacin ms activa en la misa dominical

Mayor presencia y asistencia entre los que lo necesitan dejando nuestros despachos y habitaciones

Recordar los viernes de cuaresma que son tiempo de abstinencia: quiz la carne, los entremeses, o un postre suculento

Mayor acercamiento a las iglesias vecinas

No decir frases ni palabras malsonantes

Un ritmo de oracin ms pausado

6. Bendicin de la mesa en Tiempo de Cuaresma

Aqu propongo estas dos bendiciones para poder rezarlas en algn momento de estos das. Puede ser cuando tenemos invitados, o los domingos, o algn da especial.

Antes de la comida o cena

Dirigente:El Seor Jess acoga a los pecadores y coma con ellos.

Todos:

Bendito seas por siempre, Seor.

Dirigente:Oh Dios que con el ayuno cuaresmal de tu Hijo

nos enseaste que la vida del hombre

no slo se sustenta con el pan

sino con toda palabra que sale de tu boca,

bendice esta mesa

y concede a cuantos vamos a participar en ella

levantar hacia ti el corazn

y desear el banquete de tu reino.

Por Jesucristo nuestro Seor.

Todos: Amn

Despus de la comida o cena

Dirigente:Te damos gracias, Seor,

por los alimentos que nos has proporcionado;

haz que, saciados con este alimento,

tengamos siempre hambre no slo de pan,

sino de toda palabra que sale de tu boca.

Por Jesucristo nuestro Seor.

Todos: Amn

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Antes de la comida o cena

Dirigente:Los amigos del novio ayunarn, dice el Seor, el da en que se lleven al

novio.

Todos: A ti la gloria, Seor, ahora y por siempre.

Dirigente:Seor Jess,

que no te negaste a comer con los pecadores:

no nos rechaces tampoco a nosotros

que confesamos nuestras culpas,

s el husped de nuestra mesa

y admtenos un da en el banquete de tu reino.

T que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Todos:

Amn

Despus de la comida o cena

Dirigente:Seor Jess que dijiste a tus discpulos

que la vida del hombre no slo se sustenta con el pan:

aydanos a levantar hacia ti nuestros corazones

y haz que con la fuerza que de ti proviene

y alimentados con tus dones,

te amemos y te sirvamos

en la persona de nuestros hermanos.

T que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Todos: Amn

7. Invitaciones para el padrenuestro

Presento algunas de las introducciones al padrenuestro para este tiempo cuaresmal. Se puede fotocopiar y ponerla en la pgina correspondiente del misal de la parte del padrenuestro.

1. Con la confianza que Cristo nos dio, pidamos al Padre que perdone nuestros pecados. Digamos todos juntos:

2. Pidamos a Dios que nos libre de todo mal y nos convierta a su Reino de verdad y de amor, diciendo todos juntos:

3. En esta Eucarista est la fuerza para que todos podamos luchar contra el mal y nos dejemos conquistar por la Vida Nueva de Cristo Jess. Digamos con confianza a nuestro Padre:

4. El Reino de Dios que en el Padrenuestro pedimos que venga a nosotros, es tambin la Pascua: la victoria y la vida nueva de Jess. Digamos pues, con confianza de hijos:

5. Dios nos perdona. Nos da su confianza y amor. Digamos la oracin que Jess nos ense:

6. Es Dios el que nos renueva en esta Cuaresma y el que nos quiere llenar de su gracia pascual. Digamos con confianza nuestra oracin de hijos:

7. Si nos atrevemos a hablar con dios como a nuestro Padre es porque Jess nos ha reconciliado con l por su entrega en la Cruz. Digamos confiadamente:

8. Cristo viene para renovar nuestras vidas y rescatarnos de todo mal. Pidmosle con toda confianza:

8. Introduccin a las vsperas de los domingos de Cuaresma

Para potenciar la celebracin de la oracin vespertina en los Domingos de Cuaresma, se ofrecen estas introducciones. Es una breve monicin que podra decirse despus de la invocacin inicial y antes del himno. Con ella se pretende crear un clima de oracin en la asamblea e introducirla en el contexto espiritual que caracteriza a cada uno de los domingos.

DOMINGO I DE CUARESMA

Acabamos de emprender nuestra marcha a Jerusaln, hacia la Pascua. Queremos hacerla en comunidad, como pueblo peregrino que camina por el desierto, en la esperanza y en la fidelidad, en contacto permanente con la palabra de Dios, que nos ilumina y nos alimenta, y en su esfuerzo de conversin y de lucha por la libertad.

Cantemos nuestra propia libertad, elevemos nuestra alabanza a Dios y que en Jess de Nazaret se ha constituido en salvador nuestro.

Proclamemos nuestra fe a fin que ste sea para nosotros un tiempo de gracia y de perdn.

DOMINGO II DE CUARESMA

Cuaresma es un subir a la montaa del Seor en la que l se nos revela y nos descubre su rostro.

Nuestra oracin de la tarde, en este da, debera ser un canto de alabanza al Dios de Sina, al Dios del Tabor. Pero sabemos que la revelacin plena y definitiva del Salvador tendr lugar en Jerusaln, en la montaa del Calvario. Hacia all, va dirigida nuestra mirada, como signo de esperanza y fe.

DOMINGO III DE CUARESMA

Celebrar la Cuaresma significa abrirnos a la fuerza irresistible de la gracia que ha sido derramada sobre nosotros.

En esta oracin de la tarde queremos rogar al Padre por todos los que, como la Samaritana, han conocido el don de Dios y van a renacer la noche de Pascua en las aguas de la vida. Ellos son la esperanza de una Iglesia joven y renovada.

Iniciemos nuestra alabanza y adoremos a Dios en espritu y en verdad.

DOMINGO IV DE CUARESMA

Cuando la luz del da parece que se diluye en las tinieblas de la noche, nosotros, aclamamos a Cristo, luz verdadera. Para los que creemos en l la noche ha sido transformada en da y las tinieblas en luz.

Roguemos al Seor por todos los que en el noche de Pascua han de ser inundados por la luz de Cristo y se han de convertir, por el bautismo, en hijos de la luz. Oremos para que la luz de la fe les permita descubrir el verdadero rostro de Dios y la verdadera realidad del mundo y de los hombres.

DOMINGO V DE CUARESMA

Elevemos nuestras splicas insistentes a Cristo, el que tiene palabras de vida, el nico que puede constituir para la humanidad una meta de esperanza.

Por su palabra surgi la vida en el mundo y los muertos resucitaron. Por la fuerza del espritu todos los que creen en l y se sumergen en las aguas de purificacin renacen a una vida nueva.

Alabemos en nuestra celebracin vespertina a Cristo que devolvi la vida a Lzaro y, por su resurreccin de entre los muertos, destruy la muerte para siempre.

9. Mara en Cuaresma

La liturgia romana ignora prcticamente el misterio de Mara en sus textos litrgicos durante el tiempo de Cuaresma. Pero la liturgia oriental, s que la recuerda con hermosas frmulas en los troparios llamados Thotokion.

No obstante aunque Mara no sea recodada explcitamente, s permanece siempre como modelo de la Iglesia en el ejercicio del culto divino. Tres consideraciones sobre este argumento:

Mara ha acompaado escondida y silenciosamente a su Hijo en el camino hacia Jerusaln, hacia la cruz y la Pascua. Su vida es crecimiento, peregrinacin en la fe, en la esperanza y en el amor.

Es modelo de la Iglesia en su divina maternidad y ejemplo de aquel amor generoso que debe guiar la comunidad eclesial en el parto de nuevos hijos.

En su intercesin como refugio de los pecadores, intercede por todos a fin de que se cumpla la gran conversin de toda la comunidad eclesial.

Canon de Andrs de Creta sobre Mara (en dos Thotokion)

tiles para comenzar alguna celebracin, o para la meditacin personal

Madre de Dios, esperanza y proteccin de quien te celebra

lbrame del grave peso de mi pecado

y envulveme, Virgen soberana,

en la transformacin del arrepentimiento.

Pursima Reina, Madre de Dios,

esperanza de quien viene de ti,

puerto de navegantes en tempestuoso mar,

sobre m con tus plegarias invoca

el perdn del compasivo

Creador e Hijo tuyo

Una pastoral mariana en cuaresma

Una inteligente pastoral litrgica no dejar de subrayar en la Cuaresma especialmente en los sbados y en particulares celebraciones en honor a la Virgen, el realismo de su experiencia de discpula, seguidora, fiel, discpula, caminante y peregrina hasta el Calvario, el itinerario o via matris por donde camina poniendo las huellas en las de su Hijo.

Por eso nuestra actuacin debe ser la de ella:

orando intensamente

escuchando la palabra

teniendo el leccionario abierto en el ambn

celebrando el sbado como da mariano

recordando a la Virgen dolorosa en el Va Crucis, y en el Viernes de dolores

haciendo ayuno

rezando el rosario y el himno Actistos

Oraciones marianas

Seor y Dios nuestro,

que has hecho de la Virgen Mara

el modelo de los que acogen tu Palabra

y la ponen en prctica;

abre nuestro corazn a la bienaventuranza

de los que saben escuchar tu Palabra

y con la fuerza de tu Espritu

haz que tambin nosotros seamos el lugar santo

en el que hoy se cumple tu Palabra salvadora.

(Colecta de la Misa de Santa Mara Discpula del Seor)

10. La Palabra de Dios en Cuaresma

La cuidadosa seleccin de la palabra de Dios en cuaresma ofrece con claridad la pedagoga de la Iglesia en este tiempo.

Leccionario ferial

Desde el mircoles de ceniza hasta el sbado del tercer domingo de Cuaresma las percopas evanglicas proponen el camino del cristiano. Prevalecen los temas:

de la oracin

del combate espiritual

de la caridad fraterna

del itinerario del seguimiento

del anuncio de la pasin

Desde el lunes de la cuarta semana hasta el sbado de la quinta se propone el camino de Cristo hacia la Pascua a travs del evangelio de Juan.

Leccionario dominical

El ciclo dominical B, que es el correspondiente a este ao 2006, el tema es LA GLORIFICACIN DE CRISTO

A.T.APOSTOLEVANGELIO

Domingo IGn 9, 8-15

Diluvio y alianza1 P 3, 18-22

Diluvio y bautismoMc, 1, 12-15

Jess tentado

Domingo IIGn 22, 1-2.9a.15-18

Sacrificio de IsaacRm 8, 31b-34

Dios no perdon a su propio HijoMc 9, 1-9

Este es mi hijo:

escuchadle

Domingo IIIEx 20, 1-17

Ley mosaica y alianza1 Cor 1, 22-25

Cristo crucificado fuerza y sabiduraJn 2, 13-25

Destruid este templo y en tres das lo reedificar

Domingo IV2 Cr 36, 14-23

Destierro y liberacin de IsraelEf 2, 4-11

Muertos por el pecado, resucitados por la graciaJn 3, 14-21

Dios mand a su Hijo para salvar el mundo

Domingo VJr 31, 31-34

Promesa de una alianza nuevaHb 5, 7-9

La obediencia de Cristo, causa de salvacinJn 12, 20-33

El grano de trigo que muere produce mucho fruto

El Antiguo Testamento

En una lectura progresiva se va realizando el designio de la historia de la salvacin como una historia de progresivas alianzas que terminan con la promesa de la nueva alianza que se realiza en Cristo.

El apstol

En el domingo primero se acenta la tipologa bautismal del diluvio, mientras en el segundo se hace presente el contraste entre Isaac que no es sacrificado y el Hijo que el Padre nos ofrece en sacrificio. En el tercero, Pablo propone la imagen de Cristo Crucificado. En el cuarto se anuncia el misterio de la cruz que salva del pecado y nos da la gracia. En el quinto, en conexin con el tema de la oracin de Cristo en el evangelio de Juan, el autor de la Carta a los Hebreos nos recuerda la oracin y la obediencia del Hijo.

El Evangelio

El tema de las tentaciones en el desierto y la transfiguracin en la montaa, marca la catequesis de los dos primeros domingos. En los otros tres domingos podemos descubrir con el evangelista Juan una progresiva proclamacin litrgica de la glorificacin de Cristo. Jess camina conscientemente hacia el desenlace final de su hora. En cada uno de estos textos podemos encontrar un aspecto del misterio de Cristo iluminado por su simbolismo especial.

En el tercer domingo, Juan presentar en la pasin a Cristo como el templo verdadero del que brotan las aguas vivas. En el cuarto, el crucificado exaltado ser la fuente de vida para quien cree en l, juicio de salvacin o de condena segn la actitud que se tenga hacia su persona. Es luz para los que quieren ver.

El quinto, prximos a la Pascua, hay referencias a la exaltacin de la pasin y de la gloria:

El grano de trigo (se rompe en la tierra para dar la vida a la nueva espiga)

La turbacin de Jess y su angusta

La situacin de este pasaje cerca del templo, por el parecido con la oracin del huerto de los olivos

El sentido salvador de su futura pasin.

11. Correspondencia rito romano rito bizantino

Como comparacin con otros ritos, me he decidido por el rito bizantino. Es til preguntarse cmo celebran la cuaresma los otros, y sacar algunas conclusiones prcticas para ponerlas tambin nosotros en uso en la medida de lo posible.

La liturgia bizantina celebra la cuaresma de esta manera:

Una pre-cuaresma con cuatro domingos llamados respectivamente: del publicano y el fariseo, del hijo prdigo, del apcreos o abstencin de la carne, y del tirfago (o abstencin del queso).

La cuaresma con los cinco domingos como nosotros, pero con esta temtica eclesial: de la Ortodoxia o del triunfo del icono; de san Gregorio Palams; de la adoracin de la Cruz; de san Juan Clmaco, maestro de los monjes; y de santa Mara Egipcaca.

En este tiempo son importantes tambin algunas ferias, como la V a mitad de Cuaresma, cuando se recita el famoso canon penitencial de san Andrs de Creta. El sbado de la V semana llamado del Atathistos, cuando se hace la proclamacin de este clebre y antiguo himno mariano, y el sbado que precede al domingo de Ramos, que se dedica a Lzaro.

Notas generales y para este ao

Se sigue el calendario juliano, este ao la pascua cae el 23 de abril

El sbado y el domingo no se cuenta para los 40 das de cuaresma

Domingo de los lacticinios es el ltimo domingo que ya no se toman lcteos

El primer da de la cuaresma es un lunes

El lunes y el mircoles no hay misa en cuaresma. Hay misa de los presantificados.

Aqu pongo un cuadro comparativo de las dos liturgias con las fechas de celebracin. En oriente se llama perodo del Triodion penitencial.

DIALITURGIA ROMANADIALITURGIA BIZANTINA

12 FebDomingo del Fariseo y del publicano (Lc 18, 10-14)

19 FebDomingo del Hijo Prdigo (Lc 15, 11-32)

26 Feb(Domingo de Carnaval)26 FebDomingo del Apocreo (no carne). Mt 25, 31-45 ltimo juicio

1 MarMircoles de Ceniza

5 MarDomingo I de Cuaresma (Mc 1, 12-15)5 FebDomingo de los lactinicios o del Tirfago (Mt 6, 14-21) Ayuno

6 MarLunes: Inicio de la Cuaresma

12 MarDomingo II de Cuaresma (Mc 9, 1-9)12 MarDomingo I de Cuaresma. Fiesta de la Ortodoxia (Jn 1, 43-51)

19 MarDomingo III de Cuaresma (Jn 2, 13-25)19 MarDomingo II de Cuaresma. S. Gregorio Palams (Mc 2, 1-12)

26 MarDomingo IV de Cuaresma (Jn 3, 14-21)26 MarDomingo III de Cuaresma. Adoracin de la Sta. Cruz (Mc 8, 34-9, 1).

30 MarJueves: Gran Canon

2 AbrDomingo V de Cuaresma (Jn 12, 20-33)2 AbrDomingo IV de Cuaresma. San Juan Clmaco (Mc 9, 17-31)

7 AbViernes de dolores

8 AbrSbado del Acatisto

9

AbrDomingo de Ramos9 AbrDomingo V de Cuaresma. Santa Mara Egipcaca (Mc 10, 32-45)

13 AbrJueves Santo

14 AbrViernes Santo

15 AbrSbado Santo15 AbrSbado de Lzaro

16 AbrPASCUA DE RESURRECCIN16

AbrDomingo de Ramos (Jn 12, 1-18)

20 abGran Jueves

21 abGran Viernes: Oficio de la Pasin, 12 troparios idimelos

22 abGran sbado

23 abDOMINGO DE PASCUA

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