teoria de juegos-Not Chicken

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  • 8/18/2019 teoria de juegos-Not Chicken

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     28 de julio, 2014

     Informe Especial – La saga de los holdouts: Not chicken

    Mucho se ha escrito sobre la analogía del último capítulo de la saga

    de los holdouts con el “ juego de la gallina”  (chicken game)

    popularizado en innumerables películas, en el que dos conductores

    corren enfrentados en una línea recta (chicken run) a la espera de

    que el otro volantee a último momento para evitar el choque fatal.

    Sin embargo, creemos que la analogía es probablemente incorrecta y

    que es precisamente este error de interpretación el que en última

    instancia podría causar al accidente de un default costoso y evitable.

    El juego de la gallina, en teoría de juegos, supone información perfecta sobre lo

    que cada uno de los contrincantes obtiene o pierde en cada escenario. La tabla 1

    resume una versión simétrica y simplificada de este juego: para una combinación

    de acciones, la celda correspondiente muestra el “pago” del conductor X seguido

    del pago del conductor Y (en paréntesis, un equivalente numérico arbitrario).

     Así, si Y avanza y X volantea, el primero gana (1) y el segundo pierde (-1)

    Tabla 1

    Conductor Y

    Volantear Avanzar

    Conductor XVolantear empate (1), empate (1) pierde (-1), gana (1)

     Avanzar gana (1), pierde (-1) muere (-10), muere (-10)

    Una aplicación del juego al duelo Argentina-holdouts sería

    aproximadamente así:

     Argentina

    Oferta (volantear) No oferta (avanzar)

    Holdouts

     Stay(volantear)

    Cobro;

    Financiamiento externo

    – Pago a “me toos” 

    – Riesgo RUFO

    Menor probabilidad;

    Financiamiento externo

    – Pago a “me toos” 

     No stay(avanzar)

    - ; -

    Probabilidad de cobro disminuida porcambio de jurisdicción;

    Default

    duardo Levy Yeyati 

    Director ejecutivo

    [email protected]

    @elyblog

    Luciano Cohan

    Economista Jefe

    [email protected]@LucianoCohan

     Analistas senior

    atiana Soria [email protected]

    Gabriel [email protected]

     Analistas

    ntiago [email protected]

    Tiziano M Di [email protected]

    Matias Knoll

    [email protected]

    +54 11) 5263 0180

    CABA, Argentina

    ww.elypsisweb.com

  • 8/18/2019 teoria de juegos-Not Chicken

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     Así, la puja se dirimiría en una compulsa de costos: Argentina espera que el miedo a no cobrarempuje a los holdouts  a conceder el stay  mientras que estos esperan que el miedo a caer en undefault (con sus costos políticos y económicos) lleve al país a realizar una oferta de última hora.

    Este sencillo esquema pasa por alto, sin embargo, tres asimetrías importantes en la manera en laque cada parte imagina la tabla de pagos, asimetría posiblemente potenciada por la inexistencia dereuniones bilaterales directas:

      Holdouts perciben un costo de default mayor que el gobierno (el costo de un default es dealcance incierto y depende tanto de si los bonos se aceleran de acá a diciembre como del

    alcance de la orden de juez Griesa, que en la última audiencia dejó más dudas que certezas);  Holdouts perciben una menor caída de la probabilidad de cobro tras un default que el

    gobierno (esto dependerá del costo del default per se: si no hay aceleración, el costo deldefault se mitiga y suspende, y el gobierno tendría incentivos para volver a sentarse con losholdouts en enero; en cambio, si hay default, su costo se paga anticipadamente y losincentivos para volver a negociar son mucho menores –incluso los de un próximogobierno);

      Holdouts perciben un riesgo RUFO menor que el gobierno (piensan que lo usan comoexcusa para ganar tiempo y margen para eludir o reducir el pago; piensan, en rigor, quenunca estarán en mejor posición negociadora que la de ahora).

    La primera asimetría de información nos desvía del juego en su versión canónica pero puede serfácilmente incorporada (ahorramos al lector los tecnicismos). Pero las últimas dos asimetrías nosapartan del juego de la gallina (de información perfecta) para entrar en uno de signaling  (deinformación imperfecta). Más precisamente: la falta de acuerdo se debería a la inhabilidad oimpericia del gobierno para convencer a los holdouts de que: 1) tiene intenciones de negociar, 2) nose va a exponer al riesgo RUFO, independientemente de los reaseguros legales que prometa el juez.El lector notará que estas dos causas están relacionadas: si el temor RUFO es visto como unaexcusa, es precisamente porque se piensa que el gobierno intenta prolongar indefinidamente lanegociación buscando una puerta para pagar menos o para pasarle la cuenta al siguiente.

     Volvamos a la ruta e imaginemos que uno de los autos está sin frenos ni dirección; su conductor lehace señas al otro indicándole que no puede parar ni volantear; si el otro cree que la señal es apenasuna estratagema para ganar el juego, aumenta la probabilidad de choque.

    Naturalmente, no es la única interpretación de la señal del otro; una táctica usual en los juegos de lagallina es la de autolimitarse  voluntariamente: por ejemplo, “hacerse el loco”, atarse las manos oarrojar el volante por la ventana, de modo de imposibilitar el volanteo y hacer la amenaza de choquemás creíble (algo así como la máquina de destrucción total en la guerra nuclear imaginada en el film

     Dr. Strangelove de Stanley Kubrick). Lamentablemente, tanto la hipótesis del miedo a la RUFO (anuestro juicio, las más realista) como la de la autolimitación son consistentes con algunoscomportamientos del gobierno que de otro modo resultarían difíciles de explicar racionalmente,

    como la presentación ante el juez de argumentos por los que se dispararía la RUFO en caso denegociación, en una virtual – y potencialmente costosa–  autoincriminación; o la preparación demedidas y actos de apoyo ante un eventual default.

    En todo caso, pensar la situación como un juego de la gallina puede llevar directamente a unchoque. Del lado del gobierno, no se percibe la necesidad de convencer a los holdouts (y, en menormedida, a Pollack y a Griesa) de que la única salida es un stay –la campaña anti Griesa y pro defaultde los últimos días va en sentido contrario. Del lado de los holdouts, los induce al choque la creenciade que un stay implicaría una pérdida de reputación y poder de negociación. En última instancia,pensando en la gallina, pierden todos.

    (En la película que hizo famoso al chicken run, Rebelde sin causa, el personaje de Corey Allendecide volantear a último momento, queda atrapado en el cinturón de seguridad y cae con el auto alacantilado. Cuando el tiempo apremia acorta, sube el riesgo de accidente.)