51
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y DE LA INTEGRACIÓN TRATADO ANTÁRTICO Bahamonde Paredes, Emilse Chávez, Johana Firpo, Priscila Gauna, Mercedes Juarez Bargiela, Federico

Tratado Antártico

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Tratado Antartico, Sistema del Tratado Antartico, Protocolo

Citation preview

Page 1: Tratado Antártico

DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y DE LA

INTEGRACIÓN

TRATADO ANTÁRTICO

Bahamonde Paredes, EmilseChávez, Johana

Firpo, PriscilaGauna, Mercedes

Juarez Bargiela, FedericoQuiroz Gauna, Rocío

Quiroz Gauna, Nicolás

Page 2: Tratado Antártico

2

Page 3: Tratado Antártico

TRATADO ANTÁRTICO

Introducción

El Tratado Antártico fue suscripto el 1ro de diciembre de 1959 y entró efectivamente

en vigencia dos años después, en junio de 1961.

Desde su suscripción, ha logrado preservar la Antártida para la paz y la ciencia,

convirtiéndose en una referencia de cooperación y legislación internacional.

En su versión original se estableció un plazo de vigencia sine die de 30 años con

posibilidad de revisión si alguna de las partes firmantes lo solicitase. En junio de 1991, el

tratado, al no haber ningún llamado a la revisión, continuó en su formato tradicional y fue

extendido en su alcance meses más tarde, al adoptar las partes el Protocolo al Tratado

Antártico sobre Protección del Medio Ambiente1. Este acuerdo multilateral es un anexo que

no modifica ni enmienda al Tratado original. En él se establecen pautas relacionadas al

medioambiente, incluyendo la prohibición de la extracción de recursos mineros por un plazo

de 50 años. La proscripción persistiría hasta 2041. Es decir que restan alrededor de 30

años para definir el futuro del continente blanco.

La importancia del asunto es tal, que ya hoy nos encontramos con diversas

problemáticas en las relaciones internacionales, vinculadas directa o indirectamente a este

tópico.

La continua explotación de recursos a niveles nunca antes vistos y el crecimiento

poblacional está desgastando las reservas mundiales, lo que mueve a los estados y al

sector privado a efectuar presión sobre aquellos, para llegar cada vez más lejos en términos

1 El Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, fue firmado en la ciudad de Madrid, España el 4 de octubre de 1991, entrando en vigor en el año 1998.

3

Page 4: Tratado Antártico

de exploración y explotación de nuevas fuentes de recursos. Diferentes estudios y fuentes

confirman la presencia de minerales e hidrocarburos en la región antártica, lo que desde

hace décadas llama la atención de las partes y pone en juego fuertes intereses.

Este interés se traduce en diferentes acciones diplomáticas, lo que genera roces. El

principal ejemplo de esto es la reaparición con fuerza de la cuestión Malvinas en la política

internacional. El archipiélago del atlántico sur, actualmente bajo control británico y con

reclamo argentino, tiene incidencia directa en la delimitación de fronteras hipotéticas y

reclamos territoriales en la Antártida.

Desde su primer artículo, establece que: “La Antártida se utilizará exclusivamente

para fines pacíficos”. Gracias a ello, hoy es el único continente donde no ha habido

enfrentamientos bélicos en toda la historia.

La ciencia es la principal actividad que se desarrolla en el continente. Por ello, en su

segundo artículo establece que “la libertad de investigación científica en la Antártida y la

cooperación hacia ese fin […] continuarán”.

Actualmente, 49 países forman parte del Sistema del Tratado Antártico. 28 de ellos,

los que tienen actividad e investigaciones activas en el continente, son miembros consultivos

y 21 de ellos no consultivos.

Al momento de la firma del Tratado, siete países tenían reclamos territoriales sobre el

continente, algunos de ellos superpuestos. Por tal motivo, el artículo IV mantiene el status

quo: “Ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras el presente Tratado se halle en

vigencia constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de

soberanía territorial en la Antártida, ni para crear derechos de soberanía en esta región”.

Mientras el tratado permanezca vigente: “No se harán nuevas reclamaciones de

soberanía territorial en la Antártida, ni se ampliarán las reclamaciones anteriormente hechas

valer”.

Para llevar adelante todo lo establecido en el acuerdo, cada año los países miembros

se reúnen en la Reunión Consultiva del Tratado Antártico, donde intercambian información y

toman medidas relacionadas con el uso dela Antártida para fines pacíficos y la investigación

y la cooperación científica internacional.

El pasado de un lugar preservado por todas las naciones como legado para las

generaciones futuras

Si bien desde tiempos remotos se intuía la existencia de una tierra alrededor del Polo

Sur, recién a partir del año 1603 comenzaron las expediciones para conocer y explorar el

nuevo continente situado más allá de los 60º latitud Sur. Esta Tierra incógnita despertaba el

4

Page 5: Tratado Antártico

interés político y comercial de diferentes naciones, que subsidiaron ambiciosos proyectos

para plantar su bandera en la Antártida.

Muchos temerarios lograron grandes proezas, como el capitán James Cook que, en

1773, cruzó el Círculo Polar y fue el primero en circunnavegar el continente antártico. Dos

años después, Cook desembarcó en las Georgias y Sandwich del Sur, navegando las rutas

que ya eran utilizadas por los buques cazadores de focas. Pero es a finales del siglo XIX y

principios del XX que, junto con la carrera por la conquista del Polo Sur, se empieza a

desarrollar la caza y explotación de ballenas en la Antártida. Además del de las focas, es el

aceite obtenido de estos increíbles cetáceos el que impulsó los motores de las fábricas y de

la creciente economía industrial.

Los buques balleneros establecían en las islas del sur factorías para el tratamiento

inicial de la grasa y todos los productos que se aprovechaban de la caza de focas y

ballenas. Es en este contexto donde empiezan a surgir los reclamos de soberanía sobre el

nuevo territorio.

El acuerdo

La caza de ballenas en la Antártida se convirtió en una verdadera depredación,

hasta la creación de la Comisión Ballenera Internacional en 1946, que comenzó a regular el

desarrollo de esta actividad. Sin embargo, teniendo en cuenta lo ocurrido con la industria

ballenera y previendo la explotación de los recursos naturales antárticos, distintas naciones

empezaron a reclamar su soberanía sobre el territorio.

Historia del Tratado Antártico

Chile, Argentina, Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido prolongaron sus

meridianos fronterizos hasta el Polo Sur y otras naciones, como Noruega, Francia o Rusia,

que lograron con éxito llegar a la Antártida, también reclamaron su parte. El área más

codiciada era la Península y el Archipiélago de las Shetland del Sur, donde se asentaron la

mayoría de las bases permanentes.

Después de la Segunda Guerra Mundial se abrieron numerosas estaciones

científicas que realizaron observaciones internacionales, impulsadas por la celebración del

Año Geofísico Internacional, en 1957. Bajo este marco, la Antártida es declarada área

especial de investigación, y se establecieron 50 estaciones geofísicas que funcionaron a

través de la cooperación internacional. Este hecho llevó a que en 1959 se firmara el Tratado

Antártico, en el cual Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Gran

5

Page 6: Tratado Antártico

Bretaña, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Sudáfrica y la desaparecida Unión Soviética se

comprometían a una convivencia pacífica.

Por la ciencia y la paz

En este acuerdo, que entró en vigencia en 1961, quedó establecido que todo el

territorio ubicado al sur de los 60º de latitud Sur, incluyendo las barreras de hielo y mares

existentes, sería utilizado exclusivamente para fines pacíficos, con lo que se prohibía

cualquier tipo de actividad militar, excepto la participación de equipos militares en

investigaciones científicas o de apoyo logístico.

También quedó expresada en el documento la prohibición de toda actividad nuclear y

de eliminación de residuos radioactivos. Por otro lado, se pactó compartir la información

sobre los proyectos y programas científicos realizados en la Antártida, además del

intercambio de personal científico. Con respecto a los reclamos territoriales, el Tratado

paralizó las demandas, aceptando las pendientes y declarando no admisibles las exigencias

futuras que pudieran surgir.

Historia del Tratado Antártico

La firma del Tratado Antártico sirvió de fundamento para otros acuerdos

internacionales que facilitaron la actividad científica y la preservación del medio ambiente

natural. Entre ellos, la convención de Bruselas, que en 1964 estableció la protección de la

flora y la fauna antártica, declarando especies y zonas protegidas. A este tratado le

siguieron los de Londres (1972) y Camberra (1980) hasta el protocolo de Madrid, firmado en

1991.

Este último acuerdo, que entró en vigor en 1998, reforzó los principios del Tratado

Antártico, garantizando la protección de la Antártida como reserva natural consagrada a la

paz y a la ciencia.

De lo científico a lo jurídico: Chile y Argentina en el Tratado Antártico (CAEI:

centro argentino de estudios internacionales)

Compartir una de las fronteras más extensas del planeta, ha sido un gran desafío

para Argentina y Chile.

6

Page 7: Tratado Antártico

Pese a las disimiles posturas que han rodeado, también es cierto que se ha dado la

suficiente voluntad política para desarrollar negociaciones diplomáticas que han culminado

en resultados positivos, evitando de esta forma la confrontación armada.

Las reclamaciones territoriales de Chile y Argentina, se remontan a mucho antes de

la firma del Tratado Antártico.

En el caso de Chile, estas se llevaron a cabo en 1940 con el anuncio del Presidente

Pedro Aguirre Cerda, que establece el territorio chileno antártico, entre los meridanos 53° y

90° de longitud oeste. En el caso argentino la situación fue diferente, ya que no habían

hecho una reclamación formar del territorio.

En septiembre de 1946, se estableció los límites del territorio que reclama Argentina,

donde se establece entre los meridianos 25° y 74° de longitud oeste, al sur del paralelo 60°

de latitud Sur.

Ambos estados entre el siglo XIX y principio del XX, habían desarrollado una serie de

incursiones a la costa y al casquete antártico, por lo que se inició una serie de

comunicaciones entre ambas Cancillerías para establecer la base de una negociación.

Ante la situación creada, se incorporó a la mesa de discusión un nuevo litigante:

Gran Bretaña y su planteamiento es que tiene derechos territoriales en la Antártida de igual

valor que los chilenos y los argentinos; este hecho genero una situación muy difícil, debido a

que la reclamación de Gran Bretaña se contrapone completamente a la reclamación de

Argentina y Chile.

Con ello también otros estados próximos al continente blanco, se sentían

desplazados, un caso categórico lo presento el gobierno de Australia. Y sumándose otro

icono de este cuadro, encontramos el contexto de la Guerra Fría. Tantos norteamericanos

como soviéticos mantenían instalaciones, especialmente militares en la Antártida y tras el

inicio de las relaciones territoriales, estas desconocían los derechos de los países

demandantes, especialmente en el caso de URSS. Además durante este periodo se

instalaron nuevas bases militares y científicas.

A juicio de Oscar Pinochet de la Barra “la situación generada entre Argentina y Chile,

sería la causa remate del Tratado Antártico de 1959

En 1948 los Estados Unidos, propusieron al estado el territorio antártico bajo una

administración fiduciaria, bajo las normativas que establecía la Carta de la Naciones Unidas,

esta fue desechada.

Este hecho demuestra que el interés de las potencias va sumando importancia.

¿Cómo no hacerlo en una región privilegiada, que poseía una posición estratégica?

7

Page 8: Tratado Antártico

Se debió buscar una salida negociada, en la que se mantuviera la posición de la

soberanía, pero que sea suficientemente flexible, como para que las demás naciones

permitieran discutir con bases reales la situación de la Antártida.

El sistema creado, desde la firma del Tratado Antártico y su entrada en vigencia, ha

permitido conciliar las pretensiones de los países, como en el caso de Chile y Argentina,

frente a la de terceros con Gran Bretaña, con la protección del único lugar del mundo que

mantiene –casi intacto- su ecosistema, transformándose en una especie cuya mantención y

cuidado está bajo la responsabilidad de toda la humanidad.

La Antártida, aspectos Geográficos.

Es el continente sobre el cual se encuentra el Polo Sur. La definición tradicional

coincide con la definición política, en la cual la Antártida comprende los territorios al sur del

paralelo 60° S, los que están bajo el Tratado Antártico. Atendiendo más a la geografía física,

el límite estaría en la Convergencia Antártica, incluyendo entonces también a las islas

Georgias del Sur, Sandwich del Sur, la isla Bouvet, el archipiélago de Kerguelen y las islas

Heard y McDonald2.. Tiene una forma casi circular de 4500 km de diámetro sobre la que

sobresale una angosta península en forma de ese, proyectada hacia el extremo austral de

Sudamérica.

Antártida Argentina, o Sector Antártico Argentino, son denominaciones que en

Argentina se aplican al sector de la Antártida comprendido entre los meridianos 74°O y

25°O, el paralelo 60°S y el Polo Sur. Esta zona se encuentra dentro del cuadrante

americano y es reivindicada por la República Argentina, que la considera como una de sus

regiones geográficas y como parte integral de su territorio.

Administrativamente para la Argentina el área forma parte de la provincia de Tierra

del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, integrando casi totalmente el departamento

Antártida Argentina de dicha provincia, salvo las islas Orcadas del Sur que forman parte del

departamento Islas del Atlántico Sur. El

departamento Antártida Argentina no tiene

asignada ninguna cabecera departamental.

Con respecto a la Soberanía, los reclamos

planteados por Argentina, Chile, El Reino Unido,

2 La Isla Boubet corresponde a Noruega; Kerguelen a Francia; Heard y McDonald a Australia. Las Islas Georgias y Sandwich del Sur son administradas por el Reino Unido, pese al reclamo argentino.

8

Page 9: Tratado Antártico

Noruega, Australia, Francia y Nueva Zelanda, constituyen un problema complejo y de difícil

solución. La Soberanía planteada por Chile entre los meridianos 53° y 90° de longitud; por

Argentina, entre el meridiano 25° al 74°; y, el Reino Unido entre los meridianos 20° y 80°,

generan una superposición de reclamos que afecta a gran parte de la Tierra de San Martín y

por lo menos a la mitad de la Tierra de O´Higgins. Asimismo, en el sector comprendido entre

el meridiano 90° y 150°, existe una porción del territorio antártico no reclamada por ningún

Estado, en tanto que el sector reclamado por Noruega no tiene una especificación clara de

su límite exterior. Como se sabe, el Tratado Antártico mantiene una condición de “Statu quo”

en relación a las reclamaciones, sin embargo, paulatinamente ha ido fomentando la

internalización de una suerte de “Tierra de todos” en el Continente Antártico, al permitir

absoluta libertad de tránsito y de instalación de bases bajo el amparo de la cooperación en

beneficio de la ciencia. Por ello, los problemas de soberanía “congelados” pero pendientes,

constituyen un aspecto geopolítico de real interés en la Antártida, especialmente para los

países reclamantes.

Previamente a la celebración del Tratado Antártico han existido reclamaciones 3. de

distintos países, las cuales a partir del tratado se “congelaron”. En general, no son

reconocidas por otros países ni por las Naciones Unidas y casi todas se apoyan en la teoría

de los sectores polares4. Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Noruega, y Francia se

reconocen mutuamente sus reclamaciones antárticas. Argentina y Chile también se

reconocen mutuamente derechos antárticos, sin establecer el límite común y denominan al

conjunto de sus territorios antárticos como Antártida Sudamericana.

El Tratado Antártico y el Medio Ambiente

La protección del medio ambiente ha sido un tema central de la cooperación entre las

Partes del Tratado Antártico. Primeramente, resulta conveniente mencionar que en 1964 la

Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RTCA) adoptó las Medidas Convenidas para la

Conservación de la Fauna y de la Flora en la Antártida.

La RTCA desde 1961 a 1994 se reunió en general cada dos años, pero desde 1994

3 La imagen que se observa, corresponde al gráfico de las reclamaciones sobre la Antártida.4 La teoría de los sectores polares fue ideada por el senador canadiense Pascal Poirier en 1907 para justificar las reclamaciones de los países adyacentes al polo norte. Fue luego extrapolada al polo sur con diversas variantes, debido a la mayor discontinuidad geográfica. Poirier postuló la teoría como una variante del principio de contigüidad geográfica, señalando que las regiones polares no son más que prolongaciones de los países que rodean al polo norte, y por lo tanto deben estar bajo la soberanía de esos países de acuerdo a las reglas de la accesión.

9

Page 10: Tratado Antártico

las reuniones se han celebrado anualmente. Los países anfitriones de la RCTA son las

Partes Consultivas, siguiendo el orden alfabético en inglés.

A la reunión asisten representantes de:

Las Partes Consultivas;

Partes no Consultivas;

observadores, que actualmente son el Comité Científico de Investigación Antártica

(SCAR), la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos

(CCRVMA) y el Consejo de Administradores de los Programas Antárticos Nacionales

(COMNAP); y

expertos invitados tales como la Coalición Antártica y del Océano Austral (ASOC) y

la Asociación Internacional de Operadores Turísticos en la Antártida (IAATO).

Las Medidas, Decisiones y Resoluciones, que son aprobadas en la RCTA por

consenso, ponen en práctica los principios del Tratado Antártico y el Protocolo sobre

Protección del Medio Ambiente y proporcionan reglas y directrices para la gestión del Área

del Tratado Antártico y el trabajo de la RCTA. Las Decisiones, que abordan asuntos

organizativos internos de la RCTA, y las Resoluciones, que son textos exhortatorios, no son

jurídicamente vinculantes para las Partes Contratantes. En cambio, las Medidas son

jurídicamente vinculantes para las Partes Consultivas después que todas ellas las aprueban.

Sólo las Partes Consultivas participan en la adopción de las decisiones. Sin

embargo, los demás participantes en la reunión pueden contribuir a las deliberaciones

En cuanto a las Medidas que fueron aprobadas por la RTCA, las mismas sentaron

las bases de un sistema regulatorio con reglas generales y normas específicas que

proporcionaban protección adicional en las zonas especialmente protegidas.

Posteriormente, la RCTA adoptó varias medidas sobre diversos asuntos para ampliar,

complementar y fortalecer la protección del medio ambiente antártico.

En el momento de analizar el marco regulatorio que brinda el Tratado Antártico sobre

el Medio Ambiente, se debe tener en cuenta que el sistema del presente Tratado no se

agota en sí mismo, sino que se compone de determinados instrumentos, los cuales son:

El Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente.

La Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos

(CCRVMA)

La Convención para la Conservación de Focas Antárticas (CCFA).

Las principales reglas de la Secretaría del Tratado Antártico.

10

Page 11: Tratado Antártico

En lo sucesivo, analizaremos cada uno de los instrumentos mencionados

anteriormente para determinar qué es lo que está regulado por los mismos y su importancia

en el ámbito del Tratado Antártico.

Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente

En el presente instrumento, podemos observar que cuenta con un preámbulo en el

que manifiesta los objetivos del protocolo, los cuales son:

Incrementar la protección del ambiente antártico y de los ecosistemas.

Reforzar el sistema del Tratado Antártico para garantizar que la Antártida sea

utilizada con fines exclusivamente pacíficos y no se convierte en objeto de discordia.

Garantizar que todas las actividades que se desarrollen en la Antártida sean

compatibles con los propósitos y objetivos del Tratado Antártico.

Reafirmar los principios de la Convención sobre la Conservación de los Recursos

Vivos Marinos Antárticos.

El Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, designa en

su Artículo 2 a la Antártida como una “reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia”.

También se establecen por medio del artículo 3 del Protocolo los principios básicos

aplicables a las actividades humanas en la Antártida, como por ejemplo, que las actividades

realizadas sean planificadas de tal manera que se limite el impacto perjudicial cobre el

ambiente y los ecosistemas, que las planificaciones de las actividades se hagan bajo la base

de información suficiente, que las actividades prioricen el desarrollo científico, entre otros.

A su vez el artículo 7 prohíbe todas las actividades relacionadas con los recursos

minerales excepto las que tengan fines científicos.

Y consecuentemente, el artículo 8 hace mención sobre la importancia y las

condiciones en las que deben hacerse las evaluaciones de impacto ambiental.

Es necesario, tener en cuenta los posteriores artículos que establecen, entre otras

cosas:

Establecimiento del Comité de Protección del Medio Ambiente y sus funciones.

Reuniones consultivas del Tratado Antártico

Necesidad de que cada Parte deba tomar las medidas para cumplir con el Protocolo.

Respuestas en caso de emergencias

Cuestiones relacionadas con la responsabilidad.

Informes Anuales presentados por las Partes.

11

Page 12: Tratado Antártico

Procedimiento para la solución de las controversias.

El Protocolo en su artículo 25.5 establece que hasta 2048 el Protocolo puede ser

modificado solamente mediante el acuerdo unánime de las Partes Consultivas del Tratado

Antártico. Además, la prohibición relacionada con los recursos minerales no puede

revocarse a menos que esté en vigor un régimen jurídicamente obligatorio sobre las

actividades relativas a los recursos minerales antárticos.

Además, el presente Protocolo tiene seis anexos:

o Los anexos I a IV fueron adoptados en 1991 junto con el Protocolo y entraron en

vigor en 1998.

o El Anexo V, sobre protección y gestión de zonas, fue adoptado por la XVI RCTA en

Bonn en 1991 y entró en vigor en 2002.

o El Anexo VI, sobre responsabilidad derivada de emergencias medioambientales, fue

adoptado en la XXVIII RCTA en Estocolmo en 2005 y entrará en vigor cuando sea

aprobado por todas las Partes Consultivas.

Por último, resulta de importancia mencionar que el Protocolo estableció el Comité

para la Protección del Medio Ambiente (CPA) como grupo de expertos para proveer

asesoramiento y formular recomendaciones a la RCTA sobre la implementación del

Protocolo. El CPA se reúne todos los años en ocasión de la Reunión Consultiva del Tratado

Antártico.

La Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos

La Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (la

Convención de la CRVMA) tiene su origen en el Tratado Antártico, y es parte integrante del

Sistema del Tratado Antártico. Como consecuencia de una serie de discusiones entre las

Partes Consultivas del Tratado Antártico que se iniciaron en 1975, la Convención de la

CRVMA entró en vigor el 7 de abril de 1982. La Convención incluye disposiciones que

obligan a las Partes contratantes a una serie de obligaciones que se derivan del Tratado

Antártico y de acuerdos asociados al mismo. El objetivo de la Convención de la CRVMA es

la conservación de los recursos vivos marinos antárticos, donde el término conservación

incluye la utilización racional.

La relación entre la Convención de la CRVMA, el Tratado Antártico y el Protocolo de

Protección del Medio Ambiente de éste último, así como los principios de conservación

12

Page 13: Tratado Antártico

enunciados en la propia Convención, diferencian a la CCRVMA de una organización

regional de ordenación pesquera, y reflejan su de parte integrante del Sistema del Tratado

Antártico. Existen estrechos lazos entre el Tratado Antártico y la Convención de la CRVMA,

la cual tuvo su origen en la preocupación por la conservación de los recursos vivos marinos

antárticos.

Según el artículo III de la Convención de la CRVMA, las Partes Contratantes, sean o

no Partes del Tratado Antártico, “acuerdan que no se dedicarán en la zona del Tratado

Antártico a ninguna actividad contraria a los propósitos y principios del Tratado Antártico, y

convienen que, en sus relaciones entre sí, están obligadas por las obligaciones que están

contenidas en los artículos I y V del Tratado Antártico”. El artículo I del Tratado Antártico

estipula, entre otras cosas, que la Antártida será utilizada exclusivamente con fines

pacíficos. El artículo V del Tratado Antártico prohíbe, entre otras cosas, toda explosión

nuclear y el descarte de desechos radioactivos en la Antártida

El artículo IV.1 de la Convención de la CRVMA obliga a las Partes Contratantes a

obedecer los artículos IV y VI del Tratado Antártico en lo que se refiere a sus relaciones

entre sí. El Tratado Antártico y la Convención de la CRVMA (a través de artículo IV

respectivamente) regulan de manera explícita las posiciones de todos los Estados en

relación con las reclamaciones de soberanía territorial en la Antártida. El artículo IV.2 de la

Convención de la CRVMA refleja el artículo IV.1 del Tratado Antártico, que protege las

posiciones de todas las partes en relación a las reclamaciones de soberanía territorial.

De acuerdo con el artículo V de la Convención de la CRVMA, las Partes Contratantes

que no son Partes del Tratado Antártico reconocen las obligaciones y las responsabilidades

especiales de las Partes Consultivas del Tratado Antártico en relativas a la protección y

preservación del medio ambiente en el área del Tratado Antártico. Además, dichas Partes

Contratantes aceptan respetar las medidas acordadas por las RCTA para la protección del

medio ambiente antártico. Por lo tanto, las Partes Contratantes deberán, como y cuando sea

procedente, atenerse al Protocolo de Protección del Medio Ambiente del Tratado Antártico,

sus anexos y otras medidas adoptadas por las Partes Consultivas del Tratado Antártico

relativas a la protección del medio ambiente antártico.

Dado el carácter integral de la relación entre la Convención de la CRVMA, el Tratado

Antártico y su Protocolo de Protección del Medio Ambiente, las Partes Contratantes de la

Convención de la CRVMA instan a los Estados adherentes que consideren asimismo la

adhesión al Tratado Antártico.

Por ello, aunque fue concebida en el marco del Tratado Antártico, la Convención de

la CCRVMA tiene un carácter independiente y su área de aplicación es más extensa que la

13

Page 14: Tratado Antártico

del Tratado Antártico.

Convención para la Conservación de Focas Antárticas

Esta Convención surge como consecuencia de las Acordadas para la Conservación

de la Fauna y la Flora Antárticas, adoptadas en el Tratado Antártico.

La Convención nace como respuesta la vulnerabilidad de las focas antárticas a la

explotación comercial y a la necesidad de asegurar la conservación de la especie. La

población de focas constituye un importante recurso vivo del medio marino, y dicho recurso

no debe ser explotado excesivamente, sino que se debe asegurar la caza regulada, la cual

no podrá exceder los niveles de óptimo rendimiento sostenible. Además, se debe asegurar

de acuerdo a dicha Convención, que se realicen las investigaciones necesarias para

actualizar el sistema de datos referidos a dicha especie y así poder proporcionar el

resguardo correcto de las focas.

En su articulado, la Convención hace mención del alcance de la misma, y de la

extensión de la protección hacia otras especies, como ser, el elefante marino, el leopardo

marino, el lobo de dos pelos, etc.

La Convención deja abierta la posibilidad a las Partes Contratantes, para que en un

futuro puedan adoptar otras medidas que tiendan a la conservación, estudio científico y

utilización racional y humanitaria de los recursos foqueros. Además, establece que deberán

tenerse en cuenta los mejores conocimientos científicos y técnicos disponibles.

También las Convención establece que cada Parte Contratante proveerá el

intercambio de información y asesoramiento científico a las demás Partes Contratantes.

Para concluir, podemos señalar que existe un sistema en torno al Tratado Antártico y

no que es un instrumento aislado, puesto que tanto el Protocolo al Tratado Antártico sobre

Protección del Medio Ambiente, La Convención para la Conservación de los Recursos Vivos

Marinos Antárticos (CCRVMA) y la Convención sobre la Conservación de Focas Antárticas,

constituyen un mismo marco normativo junto con el Tratado Antártico.

Negociación del Tratado Antártico

Tanto Argentina como Chile expresaron que la realización de investigaciones durante

el Año Geofísico Internacional no daría ningún derecho territorial a los participantes y que

las instalaciones que fueran erigidas durante ese año debían ser luego desmanteladas al

finalizar el mismo. Después de que los Estados Unidos propusieran extender un año más las

14

Page 15: Tratado Antártico

investigaciones antárticas, en febrero de 1958 la Unión Soviética comunicó que mantendría

sus bases científicas hasta terminar las investigaciones que en ellas se realizaban. Este

incremento de la tensión internacional respecto de la Antártida, y el peligro de que la Guerra

Fría se extendiera a ese continente, hizo que el presidente de los Estados Unidos, Dwight D.

Eisenhower, convocara a una Conferencia Antártica a los 12 países activos en la Antártida

durante el Año Geofísico Internacional, con el fin de firmar un tratado.

En la primera fase se reunieron en Washington representantes de los 12 países, que

se encontraron en 60 sesiones desde junio de 1958 hasta octubre de 1959, con el objeto de

definir el marco básico de negociación, pero no se llegó a ningún consenso sobre un

anteproyecto. Los 12 países que sesionaron durante 45 días podían dividirse en tres grupos:

a) Chile y Argentina, de acendrado nacionalismo, con la difícil misión de llegar a un acuerdo

que respetara sus declaraciones de soberanía antártica, desconocidas por la comunidad

internacional, b) los restantes países con declaraciones de soberanía: Reino Unido,

Australia, Nueva Zelandia, Francia y Noruega, estaban dispuestos a cualquier transacción

digna que evitara lo que se veía como el peor de los males: la Unión Soviética instalada en

el continente de hielo, disparando sus cohetes por todo el mundo desde esa apropiada

plataforma estratégicamente colocada; c) Estados Unidos, Unión Soviética, Sudáfrica,

Bélgica y Japón, para los cuales Antártica era sólo un continente sin dueño donde se

necesitaba ensayar una nueva forma de convivencia pacífica.

En la segunda fase se desarrolló una conferencia de más alto nivel diplomático

desde el 15 de octubre al 1 de diciembre de 1959, fecha de la firma del tratado. Las ideas

centrales con amplia aceptación eran la libertad de investigaciones científicas en la Antártida

y el uso pacífico del continente, pero también tenían consenso su desmilitarización y el

mantenimiento del status quo.

Las posiciones de los Estados Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido y Nueva

Zelanda coincidían en el establecimiento de una administración internacional para la

Antártida, proponiendo el último que fuera en el marco de las Naciones Unidas. Australia y el

Reino Unido expresaron la necesidad de inspecciones mediante observadores y el segundo

proponía la utilización de medios militares para funciones logísticas. Argentina propuso que

se prohibieran en la Antártida todas las explosiones atómicas, lo que provocó una crisis que

duró hasta la víspera de la firma, ya que los Estados Unidos, junto con otros países,

pretendía prohibir solo aquellas que se hicieran sin previo aviso y sin consulta previa. El

apoyo de la URSS y de Chile a la propuesta argentina destrabó finalmente la oposición de

los Estados Unidos.

La firma del tratado fue el primer acuerdo de control de armas que se produjo en el

15

Page 16: Tratado Antártico

marco de la Guerra Fría y los países reclamantes lograron evitar la internacionalización de la

soberanía antártica.

Principales aspectos jurídicos y políticos de la Antártida. Contenido del Tratado.

La actual situación política antártica deriva de la vigencia del Tratado Antártico. Este

instrumento jurídico internacional firmado en Washington el 1° de diciembre de 1959, entró

en vigencia al ser ratificado por todos los gobiernos signatarios, el 23 de junio de 1961.

Nuestro país lo ratificó por la Ley N° 15.802.

Los países signatarios originales fueron: Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados

Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón, Noruega, Nueva Zelandia, Sudáfrica y la Unión

Soviética.

El Tratado Antártico reconoce dos categorías de miembros: los Miembros

Consultivos, que son los que participan con voz y voto en las Reuniones Consultivas (son

los 12 países signatarios originales a los que se le suman los Estados que cumplieron con

los requisitos- realizar investigaciones en la Antártida o haber construido una base - y

adquirieron el status de Partes Consultivas); y los Miembros Adherentes, estos son aquellos

Estados que han adherido al Tratado es decir, aceptan y adhieren a los principios y

objetivos, aunque no realizan actividad antártica por el momento. 5

Este documento consta de un Preámbulo, 14 artículos y Reservas o Declaraciones

sobre el articulado de todos los países con excepción de Nueva Zelanda. Dentro de lo que

es el articulado, los primeros cinco artículos son los más relevantes en cuanto a la temática

y constituyendo los compromisos, siendo los otros nueve los aclaratorios de la forma de

implementación. Los primeros cinco artículos son:

I. Se reserva el uso de la Antártida solo para fines pacíficos, permitiendo la presencia

de personal militar.

II. Asegura la libertad de investigación científica en continuación del AGI.

III. Establece el compromiso al intercambio de información sobre las actividades

antárticas de cada Estado.

IV. Asegura que la firma del Tratado no se interpretará de ninguna forma como la

renuncia o menoscabo de los derechos de soberanía o reclamos territoriales de los Estados,

previamente declarados. Afirma que ningún acto realizado durante la vigencia del Tratado

puede ser utilizado como argumento para un reclamo a futuro. Prohíbe la ampliación o

creación de nuevos reclamos territoriales.

5 PRINCIPALES ASPECTOS POLITICOS Y JURIDICOS DE LA ANTARTIDA. Disponible en: http://www.dna.gov.ar/DIVULGAC/POLITICA.HTM Consultada el 27/04/15.

16

Page 17: Tratado Antártico

V. Prohíbe toda explosión nuclear y eliminación de desechos radioactivos. En los

demás artículos se definen cuestiones operativas.

El artículo VI establece el ámbito de aplicación (región ubicada al sur de la latitud

60°S) del Tratado Antártico, el articulo VII y el VIII mencionan la posibilidad de la

implementación de observadores designados por las partes con libre acceso a las bases. El

artículo IX implementa la modalidad de reuniones consultivas bianuales con el objeto de

intercambiar informaciones, realizar consultas, formular, considerar y recomendar medidas a

los gobiernos. En el artículo X se afirma que ninguna actividad antártica puede ir en contra

de los principios y disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, hablando el XI sobre la

obligación de la solución de conflictos por medios pacíficos como el arbitraje, la negociación

y la mediación entre otros. El artículo XII establece los plazos de vigencia del Tratado en 30

años pudiendo ser revisado por las partes. Finalmente los artículos XIII y XIV hablan sobre

la ratificación y los idiomas del documento oficiales del Tratado.

Como se hizo referencia en párrafos anteriores, el Instrumento reconocería dos tipos

de miembros: consultivos (los miembros “plenos” que participan con voz y voto) y

adherentes (participan como observadores, cumplen con requisitos del tratado pero no

cumplen actividades antárticas).

A la fecha, el Tratado Antártico posee 50 miembros, 28 “consultivos” incluyendo los

12 originales y 22 adherentes. Estos últimos tienen la potestad de convertirse en

“consultivos” si comienzan a ejercer actividad antártica. Podemos entonces resumir tres

aspectos fundamentales. Por un lado se asegura la libertad de investigación científica,

asegurándose las actividades solo para fines pacíficos y excluyendo actividades nucleares

en el continente. Con la suscripción de las principales potencias de la época, este

instrumento internacional es un ejemplo de la salvaguardia de la paz y estabilidad en un

territorio concreto. Con el artículo IV, clave en la negociación, los siete estados que poseen

reclamos territoriales y de soberanía no pierden derecho alguno quedando “congelados” sus

reclamos y manteniendo así el status quo. Por este artículo no se consolidan ni se declinan

reclamos. Ninguno de los países que actúan en la Antártida puede ejercer entonces

soberanía total. Solo se ejercerá una soberanía parcial y de carácter declaratorio.

El artículo IV es un claro ejemplo de una clausula paraguas. Desde 2004 la Sede de

la Secretaria del Tratado Antártico se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Las principales disposiciones del Tratado Antártico son las siguientes:

Utilización del continente exclusivamente para fines pacíficos, se prohíbe el

establecimiento de bases y fortificaciones militares, la realización de maniobras y el ensayo

de armas.

17

Page 18: Tratado Antártico

Libertad de investigación científica y cooperación internacional en la misma, en la

forma más amplia posible, alentando al intercambio de información sobre proyectos de

investigación; intercambio de personal científico; intercambio de observaciones y resultados.

Las disposiciones del Tratado no se interpretarán como:

1) una renuncia a los derechos de soberanía o a las reclamaciones hechas valer

precedentemente, de cualquiera de las partes contratantes;

2) los fundamentos de reclamación de soberanía territorial y

3) como perjudicial a la posición de cualesquiera de las partes, en lo concerniente a

su reconocimiento o no reconocimiento de los derechos de soberanía territorial,

reclamaciones o fundamentos de reclamaciones de cualquier otro Estado.

El Tratado establece que ninguna actividad que se lleve a cabo durante su vigencia,

constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía ni

para crear nuevos derechos de soberanía en la región. Los Estados firmantes se

comprometen a no hacer nuevas reclamaciones de soberanía territorial y a no ampliar las

que se hicieron con anterioridad a su firma, mientras el Tratado esté en vigencia.

Se prohíben las explosiones nucleares y la eliminación de desechos radiactivos. El

área del Tratado comprende la región situada al sur de los 60° de latitud Sur, incluidas las

barreras de hielo.

Se contempla un mecanismo de inspección, por el cual cualquier país firmante puede

enviar observadores facultados para visitar las instalaciones de cualquier otra parte

contratante, con el fin de asegurar la aplicación de las disposiciones del Tratado.

Las Partes se comprometen, además, a informar por adelantado sobre expediciones,

estaciones ocupadas y personal o equipos militares introducidos en apoyo a las actividades

científicas; a la vez que establece la realización periódica de reuniones de consulta entre los

miembros - Reuniones Consultivas - que se celebran anualmente; en estos encuentros se

aprueban las llamadas "Recomendaciones" que constituyen la verdadera legislación

antártica,que regula la presencia y las actividades que se realizan en el continente antártico;

ya que mediante consenso se adoptan y tienen por objetivo lograr el mejor cumplimiento de

los principios y objetivos contenidos en el Tratado.

El Tratado Antártico, en sus más de treinta años de vigencia, ha sido complementado

por una serie de acuerdos que han considerado algunos aspectos que en la negociación de

1959 no fueron considerados por los problemas políticos internaciones del momento.

Para lograr el más eficaz cumplimiento de los compromisos internacionales

adquiridos por la Argentina, desde la firma del Tratado Antártico y su activa participación en

el Sistema del Tratado Antártico, en 1990 se dictó el Decreto N° 2316 que establece la

18

Page 19: Tratado Antártico

"Política Nacional Antártica", fijando los intereses de la República Argentina en el continente

antártico en general y en el sector cuya soberanía reivindica en particular.

Comité Científico de Investigaciones Antárticas

La actividad científica internacional está reglamentada por el Comité Científico de

Investigaciones Antárticas (S.C.A.R.) creado en febrero de 1958, con los mismos países que

luego firmaron el Tratado Antártico. El SCAR está organizado por un comité ejecutivo de 4

miembros que se renuevan cada 4 años. En el año 2002 fue revisada su organización,

estableciéndose 3 grupos de trabajo permanente (Geociencias, Ciencias Físicas y Ciencias

de la Vida) y 3 comités permanentes (Comité permanente del Tratado Antártico, comité

permanente de Datos y comité permanente de Finanzas).

Reunión de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos

En el marco de un modelo comunitario de trabajo mancomunado, la Política Nacional

Antártica privilegia el escenario de una Antártida Sudamericana para que, junto a nuestros

hermanos latinoamericanos, impulsemos una tarea común en beneficio de todos.

Con ese espíritu de cooperación funciona desde 1990 la Reunión de Administradores

de Programas Antárticos Latinoamericanos (RAPAL), por iniciativa de la Argentina. Estas

reuniones se realizan todos los años en países latinoamericanos con actividad antártica y

tienden a consolidar un foro regional que posibilite coordinar y optimizar recursos entre sus

programas nacionales. Participan de las mismas: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y

Uruguay.

En síntesis RAPAL es: foro de reflexión, espacio de cooperación y mecanismo de

concertación.6

Nuestro país en la Antártida, luego de la celebración del Tratado.

La participación activa de nuestro país en el Año Geofísico Internacional –

emprendimiento científico internacional que entre 1957-58 atrajo la atención sobre la ciencia

en la Antártida- y la posterior firma en 1959 del Tratado Antártico, en vigencia desde el 23 de

junio de 1961, hacen que la Argentina exhiba una triple categoría de intereses y derechos.

Es un país que ha determinado su soberanía sobre un sector de la Antártida, status

que hizo conocer internacionalmente antes de la firma del Tratado Antártico.

6PRINCIPALES ASPECTOS JURÍDICOS Y POLÍTICOS DE LA ANTÁRTIDA. Disponible en: http://www.dna.gov.ar/DIVULGAC/POLITICA.HTM Consultada el 27/04/2014.

19

Page 20: Tratado Antártico

Es un Estado Parte del Sistema del Tratado Antártico con carácter de Parte

Consultiva y pertenece además al grupo de los doce signatarios originarios del Tratado.

Posee presencia efectiva y realiza actividades científicas con carácter permanente en

las estaciones establecidas, como así también en las expediciones que envía regularmente

a la región.

Los programas de investigación científica, incluida la protección del medio ambiente,

no sólo revelan la decidida voluntad de incrementar y perfeccionar los conocimientos

relativos a las ciencias de la naturaleza, sino también aquellos vinculados a los recursos

naturales de la Antártida Argentina.

Congelación de las disputas sobre soberanía territorial

Con la firma del tratado las disputas territoriales de soberanía en la Antártida han

perdido todo potencial peligro de generar incidentes o conflictos armados. El compromiso de

los signatarios de no realizar en la Antártida ninguna actividad de carácter militar con fines

que no sean los de cooperar con la investigación científica, así como el espíritu del tratado

respecto al diálogo y la cooperación, han generado lo que frecuentemente se designa

como congelamiento de los litigios antárticos. La necesaria unanimidad para modificar el

tratado garantiza a los estados reclamantes que podrán conservar todos sus derechos por

tiempo indefinido sin que ningún otro estado los menoscabe, mientras que los estados no

reclamantes tienen garantizado el ejercicio de sus derechos sin que la Antártida sea

repartida mientras dure el tratado.

En cuanto a las reclamaciones territoriales proclamadas previamente a la firma del

tratado por 7 de los signatarios originales, éste estipula que ninguna disposición del mismo

se interpretará como una renuncia o menoscabo de los derechos o fundamentos de

soberanía territorial en la Antártida esgrimidos por ellos. Establece también que ningún acto

o actividad que se lleve a cabo mientras el tratado se halle en vigencia constituirá

fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial en la

Antártida, ni para crear derechos de soberanía en esa región. El tratado no suspende ni

congela las reclamaciones de soberanía territorial en la Antártida, sino que mantiene el statu

quo existente al momento de su firma preservando las posiciones de todas las partes. Lo

que ha quedado congelado es lo litigioso en todos sus ámbitos. Los estados reclamantes

pueden continuar negociando entre sí sus diferencias territoriales, pero no pueden

ampliarlas ni se aceptará una nueva mientras se halle vigente el artículo que lo prohíbe. No

obstante esto, al adherir Ecuador en 1987 hizo reserva de sus derechos territoriales a un

20

Page 21: Tratado Antártico

sector de la Antártida sobre el que había proclamado soberanía en 1967 esgrimiendo

la teoría de la defrontación.

El tratado permite que los estados reclamantes preserven sus títulos de soberanía y

ejerzan ésta, con las limitaciones que su firma impuso, en todos los aspectos que el tratado

no regula expresamente, aunque otros estados no las reconozcan, es por eso que países

como Argentina y Chile consideran a sus reclamaciones territoriales en la Antártida como

partes soberanas integrales de sus respectivos territorios. Si bien el tratado menciona las

reclamaciones de soberanía territorial previamente hechas valer, ni las reconoce como

válidas ni las desestima.

El sistema del Tratado Antártico

Nuestro país entiende que la plena vigencia del Sistema es una condición necesaria

para el desarrollo presente y futuro de la Antártida. Este, a su vez, es una garantía para la

continuidad del protagonismo que la Argentina ha adquirido con su presencia permanente y

su participación activa en el mismo.

El Tratado Antártico, comprende un conjunto de principios y objetivos a partir de los

cuales comenzó a edificarse un sistema jurídico-político para administrar la cooperación

internacional y la investigación científica en la región. Se basa en la práctica del consenso

para la adopción de decisiones, caracterizándose por ser pragmático, descentralizado,

funcional y dinámico.

En su etapa originaria, el Sistema del Tratado Antártico regulaba específicamente

aspectos relativos a la libertad de investigación científica, no nuclearización y no

militarización de la zona, ampliándose posteriormente estos objetivos hasta comprender la

explotación racional de los recursos vivos marinos y, actualmente, una minuciosa protección

del medio ambiente.

En ese contexto evolucionó un régimen que exitosamente ha permitido que, países

con niveles de desarrollo y estructuras sociopolíticas distintas, conciliaran armoniosamente

sus intereses buscando preservar al mismo tiempo el interés de la humanidad.

El Sistema está integrado por el Tratado Antártico, la Convención para la

Conservación de Focas Antárticas (1978), la Convención para la Conservación de los

Recursos Vivos Marinos Antárticos (1980) y, más recientemente, el Protocolo al Tratado

Antártico sobre la Protección del Medio Ambiente (1991) y las normas dictadas en el marco

de dichos instrumentos. En todos los instrumentos mencionados la Argentina participó del

proceso de negociación y oportunamente aceptó sus disposiciones en su condición de

21

Page 22: Tratado Antártico

Estado con soberanía en la región. Es asimismo, parte del Sistema el Comité Científico de

Investigaciones Antárticas.

Las disposiciones más salientes del Tratado Antártico pueden resumirse en las

siguientes:

Utilización de la Antártida exclusivamente para fines pacíficos.

Prohibición de explosiones nucleares y la eliminación de desechos radioactivos.

Apertura a la participación de otros Estados interesados en la Antártida, además de

los doce Estados signatarios originarios, con la condición de respetar los principios y

objetivos del Tratado Antártico.

Posibilidad de que los Estados adherentes se conviertan en Estados Partes

Consultivas en la medida que desarrollen una significativa actividad científica en la

región, mediante el envío de una expedición o instalación de una base para ser

admitido en dicha calidad.

Protección y conservación de los recursos vivos.

Realización de reuniones periódicas de los representantes de los Estados Partes

Consultivas, en la que se adopten medidas sobre la base de la unanimidad.

Una mención especial merece el Artículo IV del Tratado que tutela las posiciones de

soberanía territorial en la Antártida y admite, al mismo tiempo, las de no reconocimiento para

estas soberanías.

Intereses y objetivos nacionales en la Antártida

Intereses nacionales fundamentales de la Argentina con relación a la Antártida

Argentina en particular y Antártida en general:

Ejercicio de su soberanía dentro de los límites de su sector.

Cumplimiento de las disposiciones del Tratado Antártico del que es parte en su

condición de Estado soberano.

Conservación de la mayor autonomía y libertad de acción posible dentro de las

condiciones acordadas en el marco del sistema internacional vigente en la Antártida.

Desarrollo de actividades que aseguren el debido protagonismo y prestigio dentro de

la comunidad antártica internacional.

Preservación de los recursos vivos y del medio ambiente antártico y sus ecosistemas

dependientes y asociados.

Objetivos nacionales particulares sobre la Antártida:

Fortalecer el Sistema del Tratado Antártico.

22

Page 23: Tratado Antártico

Contribuir al mantenimiento del estado de no militarización, libertad de investigación

y status territorial vigente en la Antártida.

Desarrollar actividad científica del más alto nivel con fines propios en beneficio de la

humanidad, conforme a los principios del Tratado Antártico.

Desarrollar una logística de avanzada con fines propios y de servicios a terceros.

Dotar a la ciudad de Ushuaia con la infraestructura de servicios acorde a su

condición natural de puerta de entrada a la Antártida.

Profundizar y actualizar permanentemente el conocimiento de la Antártida Argentina.

Difundir en los distintos niveles de enseñanza particularmente en el ámbito docente,

los legítimos derechos e intereses argentinos en la Antártida y su actividad antártica,

incorporándolos a los programas de estudio y en los medios de comunicación.

Instrumentar la política nacional respecto de la toponimia en la Antártida Argentina.

Participar activamente en las negociaciones y en los entendimientos internacionales

que tengan que ver con la temática antártica.

Contribuir a la cooperación internacional tanto en materia científica como logística,

sobre la base de la reciprocidad, teniendo especialmente en cuenta la tendencia de

integración regional vigente.

Controlar y supervisar, a través de un mecanismo del más alto nivel interministerial,

la planificación y ejecución estratégica de las actividades llevadas a cabo por nuestro

país en la Antártida, con el fin de determinar en qué medida son satisfechos los

intereses y objetivos nacionales en la Antártida.

Declaración del año 2004 como año de la Antártida Argentina.

El 14 de enero de 2004, por Decreto Nº 46/2004, el Poder Ejecutivo Nacional declaró

al año 2004 como "Año de la Antártida Argentina" a fin de conmemorar el centenario de la

ocupación permanente e ininterrumpida de nuestro país en la Antártida. Se recuerda así un

acontecimiento especialmente significativo en la historia antártica argentina: el izamiento de

la bandera nacional el 22 de febrero de 1904 en el observatorio meteorológico y magnético

de la isla Laurie, archipiélago de las Orcadas del Sur, hoy Base Orcadas, dónde se instaló

también la primera oficina de correos que funciona en la Antártida.

Secretaría Del Tratado Antártico.

La República Argentina propuso en 1992 la candidatura de Buenos Aires como sede

de la Secretaria del Tratado Antártico, registrándose desde entonces un proceso constante

23

Page 24: Tratado Antártico

de adhesión mayoritaria de las Partes Consultivas a la aspiración de nuestro país. Las

intensas y prolongadas negociaciones mantenidas concluyeron en julio de 2001 cuando se

logró el consenso sobre la instalación de la Secretaría en Buenos Aires.

Las Partes Consultivas del Tratado Antártico son países que realizan investigación

científica y participan en el proceso de adopción de decisiones en dicho foro. La principal

actividad de la Secretaría consiste en servir de apoyo a la Reuniones Consultivas del

Tratado Antártico y del Comité para la Protección del Medio Ambiente. La Secretaría

centralizará toda la información y documentación disponible en los cuatro idiomas oficiales

del Tratado Antártico: español, francés, inglés y ruso.

Difundirá información acerca del Sistema del Tratado Antártico así como de las

actividades que se desarrollan en la Antártida.

En su condición de estado anfitrión de la Secretaría, la República Argentina aprobó

mediante Ley 25.888 el instrumento constitutivo y el Acuerdo de Sede a fin de facilitar su

adecuado funcionamiento en nuestro país. La Secretaría inició sus actividades en su sede

en Buenos Aires el 1 de septiembre de 2004

Bases argentinas

En la Antártida no hay pueblos ni ciudades. Pero cada año, desde comienzos del

siglo 20, cada vez más hombres, mujeres y hasta niños habitan el continente blanco.

Los primeros expedicionarios lo hicieron en casas prefabricadas que transportaban

desde el continente. Otros, con menos suerte, debieron hacerlo en carpas o refugios

construidos por rocas y restos de embarcaciones.

Hoy existen numerosas bases y refugios a lo largo y lo ancho dela Antártida. Sin

embargo, sigue siendo el continente menos poblado del planeta y el único que no tiene

habitantes permanentes.

La vida en la Antártida gira en torno de las bases, principalmente estaciones

científicas, desde donde se despliega la mayoría de las investigaciones que se realizan en el

continente.

Bases modernas.

Con el correr de los años, las instalaciones y comodidades de las bases fueron

mejorando. Las pequeñas construcciones vulnerables al viento y las bajas temperaturas, se

han convertido hoy en modernos edificios listos para resistir el duro clima antártico y hasta

capaces de ser trasladados de un lugar a otro.

24

Page 25: Tratado Antártico

Existen bases permanentes y bases temporarias. Las primeras permanecen abiertas

todo el año, las segundas sólo abren sus puertas durante los meses de verano para brindar

soporte a las actividades y campamentos científicos.

Actualmente, las bases científicas cuentan con todo lo necesario para sobrevivir el

frío invierno antártico y la noche polar. No falta el agua caliente, la televisión por cable,

Internet y hasta pistas de aterrizaje para aviones de gran porte.

Base Carlini

La recientemente renombrada base Alejandro Carlini es sin dudas el máximo

exponente argentino de ciencia en la Antártida. Se encuentra en una de las zonas con

mayor actividad y diversidad biológica de la Antártida Argentina y cuenta con un importante

laboratorio, un cine y equipos para buceo. Recostada sobre las costas de la Isla 25 de

Mayo, se encuentra rodeada de bases de distintos países.

Esta estación esta ubicada en la costa sur de Caleta Potter, sobre la bahía Guardia

Nacional, en la región sudoccidental de la isla 25 de Mayo, donde conviven más de 10

bases de distintos países.

Aunque es quizá la menos conocida del continente, paradójicamente, es donde se

desarrollan la mayor cantidad de investigaciones científicas. Las hay de todo tipo:

mareografía, sismografía y glaciología entre otras; predominando las temáticas biológicas y

ecológicas.

Su gran actividad científica se debe a que el área donde está ubicada es uno de los

ambientes marinos de mayor diversidad y productividad. Se trata de un entorno sumamente

rico para el estudio de especies antárticas.

La base posee laboratorios, botes y acuarios con modernos equipamientos para el

desarrollo científico.

Aunque la mayor cantidad de proyectos de investigación se desarrollan en el verano,

muchas actividades tienen continuidad durante todo el año. Algunas de ellas se realizan en

conjunto con otras naciones, principalmente con Alemania e Italia.

Desde 1994, en la base funciona el laboratorio Dallman, un centro de investigación

internacional administrado en forma conjunta por el Instituto Alfred Wegener de Alemania y

el Instituto Antártico Argentino.

Desde Noviembre de 1953 existe presencia argentina en la Caleta Potter. En ese

momento se estableció un refugio de apoyo aeronaval que se denominó Estación Aeronaval

Caleta Potter. En la campaña de verano de 1955, cuando se inauguraron las nuevas

instalaciones, se le cambió el nombre por el de Teniente José Jubany, en honor a un aviador

25

Page 26: Tratado Antártico

que murió dando servicio en la zona el 14 de septiembre de 1948. Finalmente, en 2012, fue

renombrada en conmemoración al investigador argentino Alejandro Carlini.

En 1982 la base fue cedida a la Dirección Nacional del Antártico, que es el

organismo que la administra desde entonces.

Buceo: La base Carlini es la única  del país en la que se realizan actividades de

buceo. Dos buzos, con todo su cuerpo protegido por trajes especiales, se sumergen en las

gélidas aguas antárticas para estudiar la vida marina del estrecho de Bransfield. Nadar entre

los hielos permite acercarse a algunas de las especies más primitivas e impresionantes del

mundo animal.

Para bucear allí hay que tomar ciertos recaudos y precauciones. Antes de

sumergirse es necesario reconocer el sector, medir el espesor del hielo y delimitar el área de

seguridad del lugar donde se va a efectuar el buceo.

El agujero de ingreso para el buzo tiene que ser de forma triangular, colocando

bordes de madera a modo de apoyo. Sobre él, se ubica una carpa estructural para el equipo

de radio y, como medida de precaución, se orienta una moto de nieve en dirección al Centro

de Medicina en caso que sea necesario realizar una evacuación.

El primer cine antártico: No todo es ciencia allí. La base es desde el 2005 la sede de

la sala de cine más austral del mundo.

La Sala del Bicentenario abrió sus puertas el 11 de abril del 2005 con la proyección

de la película “Luna de Avellaneda”, y desde entonces se ha convertido en un auténtico cine

de barrio.

Base Esperanza

Ubicada en medio de un paisaje sin igual, la base argentina Esperanza es sin lugar a

dudas una de las más particulares de la Península Antártida. Además de recibir cada año a

familias y niños, toma su nombre de uno de los hechos históricos más asombrosos de las

expediciones al continente.

Vivir en base Esperanza es para muchos lo más similar a la vida en el continente. La

sola presencia de niños y familias durante el frío invierno antártico, dan a Esperanza un

color diferente.

Estratégicamente ubicada en la puerta de entrada a la península antártica y rodeada

de glaciares, montes y mar, esta base toma su nombre de la bahía en la que se encuentra.

La estación fue fundada en el año 1951, y en 1978 recibió a las primeras siete

familias que desde entonces la pueblan todos los años, marcando un antes y un después en

la presencia argentina en el continente antártico.

26

Page 27: Tratado Antártico

Pero quienes deseen invernar en ella acompañados de su familia, antes deben haber

cumplido una estadía previa sin acompañantes en alguna de las bases argentinas.

Esperanza es parecida a un pequeño pueblo. Sus 13 casas recostadas sobre la

ladera del cerro, alojan cada año a las 50 o 60 personas que conforman su dotación.

Cada familia tiene su casa. Aunque son hogares más que acogedores, allí sólo se

cocina los Domingos. Durante la semana, cada familia retira su comida del casino, donde los

cocineros preparas las más variadas delicias para todos.

En 1978, la base fue escenario de dos hitos de la historia antártica. El 7 de enero

nació Emilio Marcos Palma, el primer antártico del mundo. Y el 16 de febrero, se realizó en

ella el primer casamiento.

Los “solteros”, aquellos miembros de la dotación que no invernan junto a sus

familias, conviven como en el resto de las bases argentinas. Viven en grupos y también

tienen sus propias casas, exactamente igual a los grupos familiares.

Los niños de la base asisten cada mañana a la Escuela Provincial Nº 38 Julio

Argentino Roca, que cuenta cada año con un matrimonio de docentes que viaja desde Tierra

del Fuego y que acompañan a los alumnos durante el ciclo escolar.

Mientras sus hijos estudian, padres y madres cumplen cada uno con sus tareas. Las

mujeres graban cada mañana el programa que por la tarde emite por onda corta “Radio

Nacional Arcángel San Gabriel”.

Base Esperanza es pionera en la implementación de energías alternativas para su

funcionamiento. Actualmente se está utilizando en forma experimental la pila de hidrógeno y

los molinos de energía eólica, con el objetivo de comenzar a sustituir el combustible como

fuente de energía para evitar la contaminación.

Un grupo de instituciones científicas argentinas se encuentra trabajando en un

proyecto para la construcción de casas adaptables para la implementación de energías

renovables.

Base Marambio

Única estación argentina en la Antártida con pista de aterrizaje, la base Marambio se

ha constituido a lo largo de los años en un pilar fundamental de la actividad antártica

argentina. A lo largo del año recibe vuelos de aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea

Argentina  desde el continente.

27

Page 28: Tratado Antártico

La Fuerza Aérea Argentina en cumplimiento de políticas e intereses nacionales en el

Sector Antártico Argentino, mantiene con inquebrantable vocación de servicio la capacidad

operativa de volar en y hacia el Continente Blanco.

La misión de la Fuerza Aérea Argentina en la Antártida Argentina es alcanzar y

mantener la capacidad logística que permita brindar apoyo a las actividades de investigación

científica de institutos nacionales, extranjeros e internacionales, que se realicen en el

Continente Antártico.

La isla Marambio (ex Seymour) está emplazada sobre el mar de Weddell en los 64ºS

y 56ºW, en una meseta a 200 metros sobre el nivel del mar, que tiene aproximadamente

alrededor de 14 kilómetros de longitud por 8 kilómetros de ancho, a una distancia de 3600

kilómetros de Buenos Aires y 2800 kilómetros del Polo Sur (en línea recta imaginaria).

Las temperaturas reales promedio en verano oscilan entre 1 y 2ºC bajo cero y entre

20 y 22ºC bajo cero durante el invierno.

Las mismas al asociarse con los fuertes vientos predominantes, producen una muy

baja sensación térmica que puede pasar los 60ºC bajo cero (-60ºC).

La importancia de la Base Marambio radica en que es el punto de apoyo argentino

del que a través del modo aéreo, está capacitada para brindar a la comunidad antártica

nacional e internacional durante todo el año las operaciones de apoyo a la ciencia,

búsqueda y rescate, traslado de personal y cargas, lanzamiento de cargas y evacuación

sanitaria.

Es el único aeródromo operado por argentinos, que permite la operación de aviones

de gran porte durante todo el año, venciendo la incomunicación que existía entre la Antártida

y el continente.

La actividad aérea sucede durante todo el año, entre el continente y la Base

Marambio, con aviones Hércules C-130. Entre bases antárticas y Marambio se realizan

vuelos con el DHC-6 Twin Otter.

Durante la Campaña de Verano, se realizan vuelos con helicópteros Bell 212 entre

campamentos científicos, bases, el rompehielos Almirante Irízar y Marambio.

El aeródromo posee una pista de tierra compactada de 1200 metros de longitud por

40 metros de ancho.

Los servicios del aeródromo son los de Sanidad, Contra incendio, Terminal de

Pasajeros y Cargas. El apoyo se brinda a través de un equipo Howard 115v GTC 28v y la

provisión de aerocombustible.

28

Page 29: Tratado Antártico

Se cuenta con material vial para el mantenimiento de la pista y los caminos linderos.

El taller de mantenimiento general se encarga de mantener al día todas las demás

instalaciones.

La protección del medio ambiente es fundamental en Marambio. La clasificación de

residuos para su evacuación fuera de la Antártida es tarea cotidiana. Existe una planta de

tratamiento cloacal. El manejo de combustibles se realiza bajo estrictas normas para evitar

derrames y priorizando el cuidado del terreno.

“Contribuir a la protección y preservación del ambiente mediante la reducción del

riesgo de daño ambiental, la conservación de los recursos naturales o culturales, la

seguridad y salud ocupacional, la adopción de estándares reconocidos y el cumplimiento de

la legislación vigente, en todo el ámbito de la Fuerza Aérea”

El Protocolo de Madrid, que depende del Tratado Antártico, refiere a la protección del

medio ambiente, y que fue desarrollado en la XI Reunión Consultiva Especial de Viña del

Mar y Madrid entre los años 1990/1991 establece que: “Las partes se comprometen a la

protección del medio ambiente antártico y a los ecosistemas dependientes y asociados;

mediante el presente protocolo designan a la Antártica como Reserva Natural consagrada a

la paz y la ciencia”.

Por lo expuesto y constituyendo un compromiso internacional asumido por la

Argentina, el personal de la Dotación conoce los alcances de la misma para la preservación

del medio ambiente.

El manejo de residuos, generados por las diversas actividades humanas, puede

ocasionar impacto ambiental de no tratarse de manera apropiada su disposición final.

Los residuos comprendidos son los afluentes, restos de alimentos, de construcción,

vehicular, mantenimiento, abastecimiento, científicas, etc.

El Programa Antártico Argentino clasifica los residuos en 6 grupos:

GRUPO 1 – Desechos biodegradables (restos de comida, papeles, madera, trapos

limpios, etc.) Se evacuan al continente o se incineran.

GRUPO 2 – Desechos no biodegradables (plásticos, envases o envoltorios

metálicos, cauchos, esponjas, materiales sintéticos y cenizas del Grupo 1. Se evacuan al

continente.

GRUPO 3 – Desechos peligrosos según Ley 24.051 (combustibles, reactivos,

aceites, grasas, pinturas, reveladores, elementos contaminados con desechos peligrosos

(papel, trapos, maderas, etc.), pilas, baterías, etc. Se evacuan al continente.

GRUPO 4 – Desechos inertes como vidrios, latas, estructuras metálicas, chapas,

tambores vacíos, restos de hormigón, ladrillos, etc. Se evacuan al continente.

29

Page 30: Tratado Antártico

GRUPO 5 – Aguas residuales y residuos líquidos domésticos. Se pueden eliminar al

mar, siempre que respeten la normativa establecida por el Tratado de Madrid, o ser tratados

en plantas de tratamiento.

GRUPO 6 – Desechos de materiales radioactivos (según Ley 25.279), derivados de

actividades científicas que estén autorizadas por la autoridad nuclear y la DNA (Dirección

Nacional del Antártico). Solo serán manipulados por personal científico.

Base San Martín

Rodeada de glaciares y recostada sobre los últimos metros de roca de un islote, la

Base San Martín es parte de uno de los paisajes más bellos de la Península Antártica. Se

trata de la primera estación construida por el Ejército Argentino en el continente y en ella

descansan los restos del pionero antártico argentino Hernán Pujato.  

En Antártida la base que lleva su nombre rodeada de glaciares y con características

únicas fue la primera estación fundada el 21 de marzo de 1951 por el Ejército Argentino. La

hazaña la realizó el entonces Coronel Pujato junto con un grupo de hombres que se

aventuraron en este mundo nuevo y no tan conocido para esa época que corría cuando

lograron llegar debajo del círculo polar antártico.

Ubicada en el islote Barry, en el corazón de la Península Antártica. Este islote

(Caleta Sanaviron, Paso Mottet) forma parte de los Islotes Debenham (Bahía Margarita,

Costa Fallieres) y se encuentra situado próximo al Mar de Bellinhaussen.

El mismo no está en la Península Antártica ya que se encuentra conectado por un

pequeño canal de unos 70 metros y se comunica por un puente colgante de tres cables.

La Base cuenta con el Laboratorio San Martín (LASAN) del IAA y una estación

meteorológica. Las actividades científicas que allí se desarrollan son:

Estudio del campo magnético, comportamiento de la ionosfera, estudio de silbidos

atmosféricos, análisis de ruidos cósmicos, estudios glaciológicos (Convenio entre Alemania

y el Instituto Antártico Argentino).

La cantidad de personas que integran la dotación oscila entre 18 y 20. Entre éstas se

cuenta con personal militar de diferentes especialidades, que está a cargo del apoyo

logístico, con dos observadores meteorológicos de la Fuerza Aérea y con el personal civil

científico del Instituto Antártico Argentino.

La importancia de su existencia reside en que es la primera instalación argentina

ubicada debajo del Círculo Polar y en que se conecta, por modo terrestre, marítimo

(parcialmente) y aéreo con el resto de las instalaciones antárticas. Asimismo, es muy

relevante porque permite el control de la parte central de la Península Antártica y porque es

30

Page 31: Tratado Antártico

la estación permanente argentina más occidental del Territorio Antártico Argentino y está en

la zona de superposición de pretensiones con Chile y el Reino Unido.

Asimismo, su trascendencia deviene también de su ubicación contigua al cordón

montañoso de la Península Antártica en el que se ha localizado cobre y en el que se espera

encontrar otros minerales metalíferos.

Además, la Base cuenta con la Plaza Histórica, que es el lugar en el que se hallaba

emplazada la antigua Base San Martín (primeras edificaciones), y con el Mausoleo de la

Base San Martín en el Islote Bárbara, donde están depositadas las cenizas del Grl Pujato.

 

Argentina y la Antártida. Perspectiva actual y futura

El Tratado Antártico fue suscripto el 1ro de diciembre de 1959 y entró efectivamente

en vigencia dos años después, en junio de 1961. En su versión original se estableció un

plazo de vigencia sine die de 30 años con posibilidad de revisión si alguna de las partes

firmantes lo solicitase. En junio de 1991, el Tratado, al no haber ningún llamado a la revisión,

continuó en su formato tradicional y fue extendido en su alcance meses más tarde, al

adoptar las partes el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente.

Este acuerdo multilateral es un anexo que no modifica ni enmienda al Tratado

original. En él se establecen pautas relacionadas al medioambiente, incluyendo la

prohibición de la extracción de recursos mineros por un plazo de 50 años. La proscripción

persistiría hasta 2041; es decir que restarían alrededor de 30 años para definir el futuro del

continente blanco.

La importancia del asunto es tal, que ya hoy nos encontramos con diversas

problemáticas en las relaciones internacionales, vinculadas directa o indirectamente a este

tópico. La continúa explotación de recursos a niveles nunca antes vistos y el crecimiento

poblacional están desgastando las reservas mundiales, lo que mueve a los estados y al

sector privado a efectuar presión sobre éstos, para llegar cada vez más lejos en términos de

exploración y explotación de nuevas fuentes de ingreso. Como veremos más adelante,

diferentes estudios y fuentes confirman la presencia de minerales e hidrocarburos en la

Región Antártica, lo que desde hace décadas llama la atención de las partes y pone en

juego fuertes pretensiones. Este interés se traduce en diferentes acciones diplomáticas, lo

que genera roces. El principal ejemplo de esto es la reaparición con fuerza de la Cuestión

Malvinas en la política internacional. El archipiélago del Atlántico Sur, actualmente bajo

control británico y con reclamo argentino, tiene incidencia directa en la delimitación de

fronteras hipotéticas y reclamos territoriales en la Antártida. De los actuales siete estados

31

Page 32: Tratado Antártico

que tienen reclamos territoriales, solo se superponen los de tres: Argentina, Chile y el Reino

Unido.

Con este contexto actual es que nos plantearemos la pregunta de que puede

suceder a futuro. ¿Cuál es el nivel de conflictividad de la cuestión? ¿Logrará el Tratado

Antártico cumplir esta etapa de vida que caduca en la década del ’40? ¿Está la política

antártica argentina adecuada a los desafíos de los años venideros? La economía y la oferta

y demanda jugarán una cuestión esencial en el futuro del continente blanco. Intentaremos

desarrollar el porqué de esta relevancia. El problema se puede resumir de la siguiente

forma: Teniendo en cuenta los intereses de varios estados, principalmente el Argentino, y

observando sus historias en el territorio antártico. ¿Logrará permanecer la región antártica

como el área prístina que conocemos hoy o dará lugar a cubrir la demanda de recursos

naturales y energéticos? Para responder todas estas incógnitas nos basaremos en teorías

planteadas por diferentes autores. Llegaremos así a la conclusión que de persistir la actual

demanda de recursos naturales y energéticos, la presión del sector privado será lo

suficientemente fuerte para generar que los estados provoquen un cambio en el actual débil

régimen jurídico (Sistema del Tratado Antártico) y se abra la puerta a la explotación

económica del continente. Así la Argentina deberá realizar modificaciones a su perspectiva

antártica si quiere mantenerse en la vanguardia del asunto. 7

Teniendo entonces en cuenta las dimensiones jurídica, política, económica y con el

factor climático y de accesibilidad a la región siempre presente es altamente probable que el

Sistema del Tratado Antártico, en el formato en el que lo conocemos hoy en día, no cumpla

con el ciclo pre establecido por el Protocolo de Madrid de 1991 antes de la reunión

consultiva del año 2048. Debido a los fuertes intereses del sector privado, la intervención de

los Estados y a los progresos tecnológicos, en un lapso no menor a diez años se modificará

el marco regulatorio vigente (el STA) llevando así a un quiebre en el status quo de la región

antártica.8

Recursos Naturales

Tal vez los recursos naturales sean la clave de los posibles conflictos del futuro en

torno a la soberanía y los reclamos territoriales en el continente antártico. La OCDE9 define

7 Juan Ignacio Herrero Lo Giudice. LA ANTARTIDA Y EL STA. http://www.academia.edu/10325267/La_Ant%C3%A1rtida_Pasado_presente_y_futuro_desde_la_perspectiva_argentina 8 Idem 79 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

32

Page 33: Tratado Antártico

a un recurso natural como un activo (materia prima) disponible en la naturaleza que puede

ser utilizado con fines económicos o de consumo.10

En el continente y área estudiada son varios los recursos naturales presentes y

potencialmente explotables. El más visible y uno de los más abundantes es el agua dulce.

Se estima que la Antártida contiene el 75% de las reservas de agua fresca del mundo en

forma de hielo.11

Si bien no existen muchos datos precisos debido a la gruesa capa de hielo (tan solo

el 2% de la superficie del continente está libre de hielo permanente, aunque no estatico) que

cubre la tierra, los avances tecnológicos están posibilitando mejores estudios geológicos.

Investigadores afirman que desde el primer informe sobre la mineralogía antártica en 1895

se han reconocido más de 167 minerales aunque pocos con valor intrínseco.

El principal argumento a favor de la existencia de reservas de petróleo, carbón y

minerales proviene de la teoría de la deriva continental. Si en territorios aledaños como

América del Sur, África, India y Australia (la formación del antiguo supercontinente

Gondwana) se encuentran presentes, es muy probable que lo mismo suceda en el

continente antártico.

Otro codiciado recurso existente en la Antártida es el carbón. Estudios han

determinado la posibilidad de la existencia de cinturones carboníferos que cubren gran parte

del Este del continente (Especialmente la región de las montañas transantarticas y las

montañas Príncipe Carlos) del continente y que representaría un 11% de los depósitos

mundiales.12

Resumiendo, el clima y los aspectos geográficos hacen que una hipotética

explotación de estos recursos sea comparativamente costosa respecto a las fuentes ya

existentes en los demás puntos del planeta. Pero muchos de estos recursos están

vinculados a la generación de energía y combustibles, un tema sensible y que tiene un

porvenir incierto por el agotamiento de las reservas ya explotadas en un futuro próximo. Por

eso, mientras menor sea la cantidad disponible a nivel mundial, mayor va a ser el precio del

recurso y por ende eventualmente se volvería redituable la explotación de muchos recursos

naturales en el continente antártico. Las leyes de oferta y demanda lo confirman.

Bibliografía

10NACIONES UNIDAS. (1997). “Glossary of Environment Statistics, Studies in Methods”.11 GAJANANDA, K.(2010) “Exploring the pristine antarctic natural resources”.KNOL. Versión 57. Citada en LA ANTARTIDA Y EL STA por Juan Ignacio Herrero Lo Giudice. Pág.17. Disponible en: http://www.academia.edu/10325267/La_Ant%C3%A1rtida_Pasado_presente_y_futuro_desde_la_perspectiva_argentina 12 Idem 7.

33

Page 34: Tratado Antártico

http://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_Ant%C3%A1rtico#Enlaces_externos

http://www.marambio.aq/argentinaytratadoantartico.html

http://www.interpatagonia.com/antartida/historia-tratado-antartico.html

http://www.tierradelfuego.org.ar/v4/_esp/index.php?seccion=5&sub=6&item=12

http://www.intertournet.com.ar/antartidaeislas/tratado.htm

http://www.antartidaurbana.com/tratado-antartico/

http://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_Ant%C3%A1rtico

http://www.ats.aq/s/ats.htm

http://www.academia.edu/10325267/La_Ant

%C3%A1rtida_Pasado_presente_y_futuro_desde_la_perspectiva_argentina

34