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TRATADO DE CIENCIA POLíTICA - historiazcapo...Tratado postula un enfoque de laciencia política como ciencia de la politika o dela respublica (lacosa pública), osea una ciencia delaactividad

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    TRATADO DE CIENCIA POLíTICA

    alejandro.galvanCuadro de textoMaterial protegido por derechos de autor

    alejandro.galvanCuadro de textoMaterial protegido por Derechos de Autor

  • TRATADO DE CIENCIA POLíTICA

    GUSTAVO ERNESTO EMMERICHVíCTOR ALARCÓN OLGuíN

    (Coords.)

    Antonella Attili CardamoneLaura del Alizal Arriaga

    Ricardo Espinoza ToledoAlejandro Favela GaviaMiguel González Madrid

    Manuel Larrosa HaroLuis Eduardo Medina TorresMaría Eugenia Valdés Vega

    eANTHROPOS

    ~ UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANAc..._;j~ lNDADlZTAfW.APA lJIm1deCi:roasScáalesyltJnri:lades

  • PRESENTACiÓN

    Este es un libro de texto destinado a personas interesadas en iniciar o ampliar estu-dios en el campo de la ciencia política. Fue escrito por profesores universitarios quevolcaron aquí parte de su experiencia docente. Pone énfasis en asuntos de México yAmérica Latina, y propone un enfoque de la ciencia política centrado en la ciudadaníay la democracia.

    Como libro de texto, proporciona una fuente para entender qué es la ciencia polí-tica, cuáles son sus conceptos básicos, y cómo funcionan las principales institucionespolíticas contemporáneas. Procura brindar una visión breve y precisa de la disciplinaa que se dedica, con intención didáctica, claridad conceptual y manejo a la vez sintéti-co y profundo de realidades, conceptos, pensadores, corrientes teóricas e institucio-nes políticas. Su forma de exposición busca ser concisa, mesurada y estrictamenteceñida a las temáticas bajo análisis, dando relieve a la constatación empírica tantocomo a la argumentación lógica. Pretende así ser un manual que guíe al estudiante,proporcione apoyo bibliográfico al docente, y sirva como material de consulta para elinvestigador.

    Quienes lo escribieron enseñan ciencia política en la Universidad Autónoma Metro-politana, Unidad Iztapalapa, de la Ciudad de México, institución que se ha involucradoen la producción de materiales en apoyo a la docencia desde su Departamento de Socio-logía y la División de Ciencias Sociales y Humanidades, mediante el uso de fondos públi-cos procedentes del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional de la Secretariade Educación Pública de México.

    Sus contenidos atienden a dos planes de estudio que se imparten en dicha Universi-dad: la licenciatura en Ciencia Política y el posgrado en Estudios Sociales, en su Líneade Procesos Políticos. Sus págínas son por tanto muestra parcial de lo que en ella seenseña. Parcial, dado que este volumen de ninguna manera abarca todas las asignatu-ras, que incluyen muchos otros temas. Originado en una Universidad específica, es deesperar que sea de utilidad en otras casas de estudio donde también se cultiva la cienciapolítica.

    Además de reseñar, clasificar y ordenar ideas y teorías de alcance general, esta obrapropone un punto de vista ab loco ad orbi (desde un lugar, hacia el orbe). Los temas que

    TRATADO DE CIENCIA POLlTICA 9

  • Gustavo Ernesto Emmerich y Víctor Alarcón Olguín

    comprende, las preocupaciones que lo inspiran, y muchos de los datos y ejemplos queutiliza son propios de México y América Latina. Se diferencia así de otros libros de textoque pueden encontrarse en librerias y bibliotecas, en gran parte provenientes de Europay Estados Unidos de América, cuyas formas de abordar la ciencia política no siempreresponden a las peculiaridades latinoamericanas.

    Este Tratado postula un enfoque de la ciencia política como ciencia de la politika ode la res publica (la cosa pública), o sea una ciencia de la actividad de los ciudadanos porlograr un buen gobierno. Sostiene que la investigación sobre temas como el Estado, elpoder, las instituciones, etc., aunque necesaria, no es un fin en sí misma, sino un mediopara entender y atender los intereses, necesidades, libertades y bienestar de los ciudada-nos en un marco democrático. Lo inverso también es cierto: no existe ni puede existirciencia política, si no existe paralelamente una ciudadanía libre e informada. La cienciapolítica, como afirmó Alexis de Tocqueville (1805-1859) cuando era presidente de laAcademia de Ciencias Morales y Políticas, de Francia, no es:

    [ ... ] igual de apropiada a todos los países y todos los tiempos. Su sitio está únicamente enlos países libres y en los lugares donde se consiente discutir sobre todo.]

    Sobre esto, el diplomático y politólogo francés abundó:

    [ ... ] en todos los pueblos civilizados las ciencias políticas dan vida, o al menos forma, a lasideas generales, de las que luego nacen los hechos particulares en medio de los cuales seagitan los hombres políticos y las leyes que ellos creen inventar; alrededor de cualquiersociedad forman como una especie de atmósfera intelectual en donde respira el espíritu delos gobernados y de los gobernantes, y de donde unos y otros extraen, a menudo sin saber-lo, los principios de su conducta.2

    En esa tónica, el de este volumen es un enfoque critico, tanto de situaciones existen-tes como de nociones preconcebidas. Y es a la vez un enfoque arquitectónico, que buscaideas para edificar mejores instituciones políticas, que contribuyan a construir mejoressociedades. De hecho, la consolidación de la democracia y de los derechos ciudadanoses uno de los principales desafíos de América Latina. En palabras del politólogo argen-tino Guillermo O'Donnell:

    [... ] el principal problema político de América Latina es cuán escaso poder para democra-tizar tienen los estados y los gobiernos. Hemos logrado regímenes democráticos y susimportantes libertades inherentes, pero muy poco más ...

    [ ... ] el estado es el único lugar institucional donde los derechos de ciudadanía puedenser inscriptos y de hecho implementados por aquéllos -muchos- que en nuestros paíseshan logrado la ciudadanía política por la vía del régimen democrático, pero que en lapráctica carecen de muchos derechos civiles básicos, por no mencionar derechos sociales.

    [ ... ] una de las principales tareas, si queremos profundizar las débiles democracias quehemos logrado, e incluso si queremos preservarlas a largo plazo, es la lucha por la

    1. Alexis de Tocqueville, «Discurso de apertura en la Academia de Ciencias Morales y Políticas(1852)>>,en Discursos y escritos políticos, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid,2005 (AntonioHermosaAndújar,trad.), p. 166.

    2. Tocqueville,ibúl., p. 165.

    Presentación

    (re)construcción de estados que sean razonablemente aptos para apoyar y expandir lademocracia y los derechos de los ciudadanos ...3

    Visualizar a la ciencia política como una ciencia al servicio de los ciudadanos y no delos poderosos, no es una invitación al ideologismo o al profetismo, sino a desarrollar unaciencia empúica que diga cómo son las cosas: sabiendo cómo son, se podrá debatir cómodeberian ser. De manera intencional, este libro permanece dentro del marco académico,sin incurrir en las muchas disputas de la política práctica del momento. Ello, porque «Laciencia política y el arte de gobernar son dos cosas bien distintas».' como afirmó Tocqueville.Es oportuno en este punto retomar su distinción entre ciencia política y arte del gobierno:

    Hay en la política dos partes que no se deben confundir: una fija y otra móvil.

    La primera, fundada en la naturaleza del hombre, de sus intereses, de sus facultades, desus necesidades reveladas por la filosofía y la historia, de sus instintos, que cambian deobjeto con los tiempos sin cambiar su naturaleza, y que son tan inmortales como su raza;la primera ... enseña cuáles son las leyes más apropiadas a la condición general y perma-nente de la humanidad. Todo eso es la ciencia.

    y hay además una política práctica y militante en lucha contra las dificultades del día adía, que varía con los accidentes, provee a las necesidades pasajeras del momento y seayuda con las pasiones efimeras de los contemporáneos. Es el arte del gobierno. s

    Este TRATADODECIENCIAPOúTICAse estructura en tres partes. Aunque se realizóun esfuerzo por lograr homogeneidad de estilo y tratamiento, cada uno de sus trececapítulos es responsabilidad exclusiva de su autor o autores. Éstos fueron elaborados deforma que puedan estudiarse por separado, lo que en ocasiones produce superposicionesentre varios de ellos. Conviene, sin embargo, leerlos en el orden que se reseñará.

    La Parte primera aborda los «Conceptos básicos de la ciencia política», manejándo-los no sólo a nivel teórico, sino aplicándolos a realidades políticas tanto históricas comoactuales. Comprende cinco capítulos. Gustavo Ernesto Emmerich examina qué es la cien-cia política; reseña su origen y las discusiones sobre su objeto, enumera sus campos profe-sionales y propone que su utilidad social es empoderar a los ciudadanos en un marcodemocrático. Maria Eugenia Valdés Vega trata desde diversas vertientes un concepto clá-sico pero a la vez elusivo de la ciencia política: el Estado. Antonella Attili Cardamoneexplica cómo el concepto de soberanía, que en un principio designaba a la soberanía abso-luta de los monarcas, ha pasado a significar actualmente soberanía popular. Maria EugeniaValdés Vega aborda los conceptos de sistema político, régimen y gobierno, que complemen-tan -yen algunos casos reemplazan- al de Estado. Para finalizar esta parte, AlejandroFavela Gavia indaga sobre ciudadanía y derechos humanos, palabras que no sólo designanconceptos, sino en muchos casos también aspiraciones por cumplir.

    La Parte segunda se dedica a las "Principales instituciones políticas contemporá-neas», con cinco capítulos. Gustavo Ernesto Emmerich y Alejandro Favela Gavia con-

    3. Guillermo O'Donnell, «(Pensamientos retrospectivos sobre el estado, la democratización y lademocracia», en Gustavo Ernesto Emmerich (ed.), Ellos y nosotros. Democracia y representación en elmundo actual, Demos, México, 2006, pp. 21-22.

    4. Alexis de Tocqueville, nDiscurso...,),op. cit., p. 163.5. Ibíd., p. 162.

    10 TRATADO DE CIENCIA POLíTICA TRATADO DE CIENCIA POLlTICA 11

  • Gustavo Ernesto Emmerich y Víctor Alarcón Olguín

    frontan los conceptos de democracia y autoritarismo, y concluyen que la primera estáactualmente triunfando sobre el segundo. Luis Eduardo Medina Torres explicita elori-gen y las modalidades de la división de poderes como forma de preservar la libertad delas personas. Miguel González Madrid aborda el tema de federalismo y unitarismo, seña-landa que el mundo actual parece inclinarse hacia e! primero, aunque el segundo siguesiendo predominante. Ricardo Espinoza Toledo compara las variantes de organizaciónpolítica democrática denominadas parlamentarismo, presidencialismo y sistema mixto.Para concluir esta parte, Manue! Larrosa Raro analiza tres instituciones democráticascentrales: partidos po/{/icos, sistemas electorales y sistemas de partidos.

    La Parte tercera se titula "Campos multidisciplinarios". Sus tres capítulos abordanlos puntos de contacto de la ciencia política con otras disciplinas sociales. Sendos capí-tulos abordan dos disciplinas aparecidas en el siglo xx, examinando los principales en-foques teóricos en e! interior de cada una de ellas; son el de Laura de! Alizal Arriagasobre e!estudio de las relaciones internacionales y el de Miguel González Madrid relativoal análisis de po/{/icas públicas. Finalmente, Víctor Alarcón Olguín examina la añejadiscusión sobre la relación entre política y derecho, postulando que si se quiere que laprimera sea democrática y no autoritaria, ésta debe estar sujeta al segundo.

    Los capítulos enumerados de ninguna manera agotan la exposición de los temascentrales de la ciencia política, misma que utiliza más conceptos, analiza más institucio-nes y abarca más campos multidisciplinarios que los comprendidos aquí. Por añadidu-ra, aunque abreva en la historia de las ideas políticas y en las teorias políticas contempo-ráneas, este Tratado no las presenta en forma sistemática. Por razones ya mencionadas,tampoco discute las ideologías ni los debates políticos actuales. Adicionalmente, no in-cluye temas de metodología y técnicas de investigación.'

    Con lenguaje accesible, los capítulos explican realidades y conceptos complejos,empleando datos y ejemplos abundantes para ilustrarlos. Al inicio de cada uno se pre-sentan sus temas específicos y se indica cómo se articulan entre sí. Visto que en la cien-cia política no exhte una terminología univoca, se explicita cómo diversos pensadores ycorrientes dan significado diverso al mismo término y/o significado similar a términosdiversos y, cuando fue necesario, se formulan conceptualizaciones propias.

    Al mencionarse personajes, instituciones o eventos históricos, se les identifica ositúa históricamente. Siempre que fue posible se utilizan cuadros sinópticos, esquemasy figuras que resumen visualmente lo expuesto en el texto. Al final de cada capítulo seincluyen un resumen, para facilitar la retención de lo estudiado, y una serie de lecturasadicionales comentadas, con miras a que el lector pueda profundizar por cuenta propia.

    Todos los capítulos revisan tanto la literatura clásica como el estado del arte contem-poráneo sobre sus respectivas temáticas. A la vez que tratan temas y conceptos clásicos,señalan los más recientes desarrollos teóricos y empíricos en el mundo y en AméricaLatina. Por lo tanto, realizan un recorrido por los origenes, inclusive etimológicos, de losconceptos, corrientes de pensamiento, teorias e instituciones que abordan, sin descuidarpor ello sus variantes más actuales. De esa manera, sugieren a estudiantes, investigadores,pensadores y practicantes por dónde podrá ir la ciencia política en el futuro inmediato.

    6. Como un libro que puede complementar al lector en este terreno, se puede sugerir a VíctorAlarcónOlguín (coord.), Metodologías para el Análisis Político. Enfoques, procesos e instituciones. México,caed. UAM I Plaza y Valdés, 2006.

    Presentación

    Esta vocación a la vez histórica y de actualidad, lleva a menudo en estas páginas adistinguir entre lo «antiguo» y lo «moderno». Conviene especificar el uso de estos térmi-nos. Generalmente se entiende por Edad Moderna el lapso comprendido entre el descu-brimiento de América (1492) y la Revolución Francesa (1789), aunque en América Lati-na seria más correcto ubicar a las revoluciones de independencia (hacia 1810) como finde este periodo histórico.

    Si bien el uso de estos términos se basa en lo general en esta delimitación cronológica,los autores los han utilizado siguiendo más bien la distinción conceptual que BenjamínConstant (1767-1830) estableció entre uno y otro.' Lo antiguo, según este pensador fran-cés, se fundaba más bien en la tradición, mientras lo moderno se basa en la razón. Lamodernidad se caracteriza por la centralidad del individuo y sus necesidades de variostipos; en ella, se entiende que la sociedad, e! Estado y la política son creación, artificio,construcción por el hombre, y que los derechos del individuo tienen tanto -{) mayor-peso que sus obligaciones. Con la modernidad llegaron los ideales democráticos y delibertad, igualdad y participación, propios del mundo actual, tanto como las institucio-nes políticas que facilitan -u obstaculizan- su realización.

    Otro elemento típicamente moderno, la racionalidad científica y calculadora (re-descubierta en el Renacimiento, a partir de sus raíces en la antigüedad greco-romana),llevó a tratar de aplicar la ciencia al entendimiento del mundo social y político. Así, lamodernidad trajo consigo otra novedad: la aspiración por dar carácter científico al estu-dio de la política y la sociedad, que a su vez dio origen tanto a la ciencia política como atodas las ciencias sociales.

    En suma, este TRATADODE CIENCIAPOLíTICAintenta brindar de forma didáctica ysintética un panorama parcial-pero a la vez profundo- de! estado actual de la cienciapolítica en el mundo, visto desde México y América Latina. Las temáticas aquí abordadasson non nova sed nove: no cosas nuevas, pero sí dichas de manera nueva.

    En efecto, mediante e! examen y la re-conceptualización de las principales temáti-cas de la ciencia política, este volumen señala una vía para la construcción de institucio-nes y prácticas políticas acordes con las demandas ciudadanas por una representacióndemocrática efectiva y que produzca resultados tangibles. Una ciencia que contribuya aproducir una política más racional, más libre, más participativa, en suma más democrá-tica. A sus eventuales lectores tocará determinar en qué medida el resultado final seaheurístico y valioso, así como detectar los errores y limitaciones propios de una obracolectiva de esta naturaleza.

    GUSTAVOERNESTOEMMERICHVíCTORALARc6NOLGUíN

    Iztapalapa, México, febrero de 2007

    7. Benjamín Constant, {{Dela libertad de los antiguos comparada a la de los modernos», en DelEspíritu de Conquista, Tecnos (Clásicos del pensamiento, 49), Madrid, 1988 (Marcial Antonio López,trad.), pp. 63-93.

    12 TRATADO DE CIENCIA POLíTICA TRATADO DE CIENCIA POlÍTICA13

  • r,

    PARTE PRIMERA

    CONCEPTOS BÁSICOSDE LA CIENCIA POLíTICA

  • 1¿QUÉ ES LA CIENCIA POLíTICA?

    Gustavo Ernesto Emmerich

    La ciencia política siempre ha hallado difícil definirse a sí misma. En su seno no hayunanimidad sobre elementos esenciales para la definición de una ciencia: el recono-cimiento de sus padres fundadores, la delimitación de su objeto de estudio y de superspectiva analítica, y la conceptualización de su utilidad social en tanto que profe-sión y como disciplina académica. Precisar estos aspectos permitirá arrojar luz sobrequé es, qué estudia, cómo lo estudia y para qué sirve la ciencia política. Con esasmiras, la primera sección de este capítulo reseña el origen y desarrollo de la cienciapolítica. Las dos secciones siguientes la ubican en el marco de las ciencias sociales ydiscuten si es parte integral de éstas o si es una ciencia autónoma. Otra sección abor-da el objeto de la ciencia política: ¿es el Estado, es el poder, o es la política en sí,entendida esta última como actividad de los ciudadanos? La sección final examinasus campos de desempeño profesional y su utilidad social en tanto que disciplinaacadémica. Dos tópicos centrales permean todas las secciones del capítulo: señalar elobjeto de la ciencia política y desgranar en sucesivas aproximaciones una serie dedefiniciones de la misma.

    1.Origen y desarrollo de la Ciencia Política

    Los antecedentes remotos de la ciencia política se sitúan en la Antigua Grecia. En lossiglos IX a V a.C., esta civilización -especialmente en Atenas- ideó a los hombres!como ciudadanos libres, esencialmente iguales, con derecho y obligación moral de par-ticipar en los asuntos públicos, a la vez que descubrió que los Estados y los gobiernosson creaciones humanas debatibles, modificables y perfectibles. Los griegos llamaronpolis a sus ciudades-Estado,polites a sus ciudadanos, y politiké a la actividad pública de

    1. Literalmente los hombres. ya que la concepción griega de la vida social relegaba a las mujeres aun segundo y lejanísimo plano. Además de las mujeres, las concepciones griegas de ciudadanía ydemocracia excluían a los muy numerosos esclavos y extranjeros que de grado o por fuerza residían ensus ciudades-Estado.

    17TRATADO DE CIENCIA POLÍTICA

  • Gustavo Ernesto Emmerich

    estos últimos. Entendieron a la política como la participación de los ciudadanos en laorganización de la sociedad y el Estado y en la determinación de quiénes, por qué ycómo deben gobernar; la política consistía en determinar -yen lo posíble alcanzar-metas colectivas (lo público), como opuestas y superiores a los intereses privados. Laimportancia de la política en esa época quedó resaltada en la noción del hombre comoun animal político (zoon politikon),' formulada por el filósofo griego Aristóteles (384-324 a.C.).

    El nacimiento de la política como actividad ciudadana dio origen al pensamientopolítico, o sea, la reflexión sistemática sobre los fines y organización de la sociedad, elEstado y el gobierno, y sobre el papel del hombre y el ciudadano en la vida social ypolítica. El pensamiento político asume tres vertientes principales. En orden cronológicode aparición, la primera fue el discurso político, un pensamiento subjetivo' que procuracongregar voluntades y llamar a la acción para definir y alcanzar metas colectivas con-cretas; se orienta, por lo tanto, hacia qué hacer en una circunstancia política específica,hacia lo que se puede lograr en un momento y lugar dados' Un ejemplo temprano dediscurso político es la Oración fúnebre pronunciada por el líder ateniense Pericles (495-429 a.C.), en que exaltó los ideales de la democracia y la vida cívica de su ciudad y llamóa combatir a la monárquica Esparta. Otro mucho más reciente es Qué hacer, obra delrevolucionario ruso Vladimir llich Lenin (1870-1924), en que indicó cómo debería orga-nizarse su partido político para la toma del poder. En la actualidad, el discurso políticose encuentra principalmente en las declaraciones de principios, plataformas electoralesy propaganda de los partidos y otros actores políticos.

    La segunda vertiente fue la filosofía política, un pensamiento especulativoS sobre elser humano, el Estado y la sociedad que intenta establecer la «mejor forma posible degobierno»; partiendo de premisas fílosóficas sobre los fines y valores de la vida en socie-dad, se orienta hacia lo que debe ser; hacia cuál sería el mejor gobierno para la mejorsociedad. La filosofía política se interesa por el fundamento y la razón de ser del cuerpopolítico, por las metas que éste debe perseguir, por el tipo de ciudadano, Estado y socie-dad que se debe querer, y por el buen uso del poder y el gobierno. Un claro ejemplo es Larepública, obra del filósofo griego Platón (428-347 a.c.), en que propone un modeloutópico de una polis ideal aplicable en todo tiempo y lugar.' En tiempos más recientes,otro ejemplo es el del pensador ginebrino Juan Jacobo Rousseau (1712-1778), quien enEl contrato social (1762) condensó el meollo de esta tendencia, al afirmar; «Yobusco elderecho y la razón, y no discuto los hechos».'

    La tercera y más nueva vertiente es la ciencia política. En una primera definición,para diferenciarla de las otras dos formas de pensamiento político ya mencionadas, se lapuede conceptualizar como una ciencia con pretensión de verifzcabilidad que investiga las«formas realmente existentes de gobierno», procurando describir y explicar la realidad fácticadel gobierno y de las acciones y luchas que en tomo a él se libran. Es una ciencia factual, es

    2. En sentido estricto, esta noción significa que el hombre es un ser social que sólo puede alcanzarsu pleno desarrollo al vivir en sociedad.

    3. Es decir, fundado en las ideas subjetivas de quienes emiten y reciben tal tipo de discurso.4. En este sentido, cobra relieve la afirmación usual de que la pof{tica es el arte de lo posible.5. Especulativo en el sentido filosófico del término: que surge primordialmente de la reflexión y la

    meditación.6. Dentro de los confines de la Antigua Grecia.7. Cit. por Maurice Duverger;Métodos de las ciencias sociales, Barcelona, Ariel, 1983, p. 23.

    ¿Qué es la Ciencia Política?

    decir abocada a los hechos tal como son, y no como se quisiera que fueran; es empírica,porque se basa en la experiencia sensible y siempre vuelve a ella; es objetiva, porqueconsidera que el conocimiento y análisis de la realidad son más importantes que lasvaloraciones y reflexiones personales del científico; es sistemática, ya que sus postula-dos, rupótesis y teorías se encuentran lógicamente articulados;' y es metódica, dado quesigue los postulados del método científico para contrastar sus proposiciones con la rea-lidad. Además, se caracteriza por su actividad de investigación, es decir, de recopilacióny análisis de datos para escudriñar la realidad y crear conceptos y teorías que la expli-quen. Como se verá a continuación, la ciencia política tardó milenios en desplegar ple-namente estas caractensticas.

    El primer precursor de la ciencia política fue Aristóteles, quien procuró fundarse enla investigación sobre la realidad, y no sólo en su reflexión personal. En su obra Lapolítica estudió las constituciones de más de ciento cincuenta polis de su época' y sostu-vo que no hay una única mejor forma de gobierno, porque ésta depende estrechamentede las características del pueblo y ciudad a gobernar.

    Siglos después, otro precursor, el funcionario florentino Nicolás Maquiavelo (1469-1527), introdujo en El Príncipe (1532) una sustancial ruptura entre lo filosófico-moral y lopolítico-práctico, entre el deber ser (preocupación filosófica) y el ser (preocupación cientí-fica). Para Maquiavelo el Estado y lo político son una esfera particular de la acción huma-na, independiente de la religión, de la filosofía y de la moral. Autonomizó así un objeto; lopolítico-estatal. Y con ello consolidó la posibilidad de una disciplina también autónomaque lo estudie: la ciencia política. En la obra citada escribió: «... juzgo más convenienteirme derecho a la verdad efectiva de las cosas, que a como se las imagina».lO

    Otro precursor fue el jurista francés Montesquieu (1689-1755), quien ruzo impor-tantes aportaciones metodológicas al desarrollo de la ciencia política. En El espíritu delas leyes (1748) procuró establecer cuáles son los sustratos sociales, económicos, cultu-rales y geográficos que dan forma a diversos tipos de constituciones políticas. Sobre sumétodo, escribió Montesquieu que estaba dedicado a estudiar «las relaciones necesariasque se derivan de la naturaleza de las cosas».

    En el siglo XIX la ciencia social adquirió sus rasgos modernos, realizando inves-tigación empírica y construyendo métodos y modelos teóricos sistemáticos. Entre losfundadores de la ciencia social destacan Augusto Comte (Francia, 1789-1857), CarlosMarx (Alemania, 1818; Gran Bretaña, 1883), Emilio Durkheim (Francia, 1858-1917)y Max Weber (Alemania, 1864-1920). Pese a sus grandes diferencias en otros aspec-tos, estos cuatro grandes fundadores de la ciencia social coincidían en estudiar a lasociedad como un todo integrado, sin considerar posible que hubiese una cienciaautónoma de lo político.

    Paralelamente, se habían realizado esfuerzos por diferenciar o autonomizar a laciencia política. En 1795, en el seno del Instituto de Francia se había fundado una sec-ción de «ciencias morales y políticas», que en 1832 se transformó en la Academia deCiencias Morales y Políticas. En 1857 España instituyó la Real Academia de Ciencias

    8. Por lo menos, dentro de cada una de las corrientes teóricas existentes, pero no necesariamenteentre unas y otras de tales comentes, ya que a menudo éstas son incompatibles en términos lógicos.

    9. Lamentablemente, sólo se ha preservado hasta nuestros días su análisis de la constitución deAtenas.

    10. Cit. por Gustavo Ernesto Emmerich, «Ciencia política y veritá effetuale», en Polis, núm. 90,México, UAM-1,1990, p. 20, al pie.

    18 TRATADO DE CIENCIA POLÍTICA TRATADO DE CIENCIA POLÍTICA 19

  • Gustavo Ernesto Emmerich

    Morales y Políticas. Quedó así acuñado el término ciencias políticas, un conjunto deciencias que -se confiaba en esa época de optimismo iluminista-II con base en larazón y el conocimiento contribuirían a una mejor organización social y política. En1872, fue creada en París la Escuela Libre de Ciencias Políticas Y En Estados Unidosde América, en 1880 la Universidad de Columbia erigió una School ofPolitical Science,yen 1903 se formó la American Political Science Association (APSA),13A nivel interna-cional, en 1949 nació la [ntemational political Science Association. En América Lati-na, en 1938 se constituyó en Argentina la Academia Nacional de Ciencias Morales yPolíticas, y en 1951 se creó la Escuela Nacional (luego Facultad) de Ciencias Políticasy Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México.I' David Altman sostieneque «La ciencia política latinoamericana tuvo su "edad dorada" en los años 1970, yluego tuvo que esperar otros 30 años para [con la redemocratización] reganar impul-SO».15Según este polítólogo uruguayo, Argentina, Chile, Brasil y México son los paísesque tienen una ciencia política más institucionalizada, aunque también para ellos valesu conclusión de que: «... Ia necesidad de profesionalizar la ciencia política en Améri-ca Latina continúa siendo uno de los más urgentes tópicos dentro de la disciplina enla región» .16

    La creación de escuelas, instituciones y carreras universitarias de ciencia políticalogró finalmente diferenciarla del discurso político y de la filosofía política, así comootorgarle su espacio propio dentro de la ciencia social. El politólogo argentino CarlosFloria lo explica a través de un enfoque histórico. Según F1oria, la ciencia política nació«inserta en la filosofía», al estar muy vinculada a la filosofía política. Al autonomizarse afines del siglo XIX y principios del siglo xx, en su búsqueda de diferenciación y reconoci-miento se convirtió en «una ciudadela a la defensiva»: trazaba sus límites, erigía susmurallas y defendía su territorio contra los osados invasores. Finalmente, al madurar, laciencia política salió de su ciudadela en busca de una relación con el mundo circundan-te, lo que le permitió entablar relaciones fructíferas con otras disciplinas sociales,17comose verá en la siguiente sección.

    11.La Ciencia Política en el marco de las Ciencias Sociales

    ¿Cuál es la relación de la ciencia política con las restantes ciencias sociales particulares?Existen dos puntos de vista alternativos sobre esta cuestión: uno, que la ciencia políticaestá estrechamente inserta en el conjunto de las ciencias sociales, a tal punto que sería

    11. Iluminismo: doctrina francesa del siglo XVIII, que confiaba en que la razón y la ciencia «ilumi~narían)l todo.

    12. En 1945, ésta se convirtió en el Instituto de Estudios Políticos de Pans.13. Albert Somit y Joseph Tanenhaus, El desarrollo de la ciencia po[{tica estadounidense, Gernika,

    México, 1988.14. En la Universidad Autónoma Metropolitana, la licenciatura en ciencia política se estableció en

    1974 en la Unidad Iztapalapa. Posterionnente, su Unidad Xochimilco, hacia finales del siglo pasado,creó una licenciatura en política y gestión social.

    15. David Altman, «(FromFukuoka to Santiago: Institutionalization of Political Sicence in LatinAmericall, en PS: Political Science and Politics, enero de 2006, p. 196.

    16. Ibid .• p. 202.17. Carlos Flona, «Prefacio a la edición en español» de David Easton, Enfoques de teona polftica,

    Buenos Aires, Amorrortu, 1969, pp. 7-8.

    ¿Qué es la Ciencia Política?

    difícil diferenciarla del resto de ellas; otro, que la ciencia política es autónoma respectode las otras ciencias sociales. Al respecto, en un trabajo de Rin puede leerse:

    Su relación [de la ciencia política] con estas disciplinas [sociales] puede verse desde dosperspectivas. Algunos dicen que la ciencia política ocupa un lugar central porque las preocu-paciones sociales yhumanas de las otras ciencias sociales deben tener lugar dentro -y serafectadas por- las creencias, prácticas y autoridad políticas que existen por doquier: Lavisión opuesta es que la ciencia política es la «asistente» de las otras ciencias sociales, porquesus conceptos, métodos y capacidad de entendimiento dependen de ellas. Cualquiera quesea el lado que se tome, sigue siendo cierto que durante los casi cien años de historia de laciencia política como lID campo académico, una u otra de las ciencias sociales han sidovistas como la clave para la comprensión de los asuntos políticos.18

    Sobre esta cuestión, el politólogo francés Maurice Duverger sostiene la unicidadde la ciencia social, pero reconoce que en la práctica ésta se ha dividido en diversasdisciplinas. En ese marco, argumenta que la relación de la ciencia política con lasotras disciplinas sociales puede concebirse en tres formas:

    Ciencia-encrucijada. No hay una ciencia política en particular; cada una de las cienciassociales comporta una parte política en la medida en que le concierne el problema delpoder; de este modo se tendria una sociología política, una economía política, una antro-pología política, etc. La ciencia política seria así la «encrucijada¡) de todas estas partespolíticas de las ciencias sociales.

    Ciencia residual. Como ciencia más joven entre las ciencias sociales, la ciencia política estu-dia problemas que las otras disciplinas habían descuidado, por ejemplo los partidos políti-cos, las elecciones, los grupos de presión, los procesos de toma de decisiones, etcétera.

    Ciencia de síntesis. Algunos piensan (erróneamente) que la ciencia política no tiene campoempírico propio, y que la política debe ser analizada empíricamente por cada ciencia so-cial particular siguiendo sus métodos especiales; en este sentido, la ciencia politica sóloexistiria en un nivel superior, intentando sintetizar los resultados obtenidos por cada unade ellas en el dominio del Estado o del poder.

    Duverger cónc1uye que estas tres concepciones son en el fondo convergentes:

    [La ciencia política] no abandona la investigación concreta. El especialista en ciencia polí-tica no se contenta con tratar de sintetizar, a un nivel pretendidamente superior, los resul-tados de las investigaciones de otros especialistas, sino que investiga en el dominio propio(residual) de su ciencia (el que investiga solo) y en los dominios comunes (en los queinvestiga concurriendo con especialistas de las demás ciencias sociales). Puede así apre-ciarse el mecanismo de convergencia entre las tres concepciones de la ciencia política,aparentemente antinómicas: ciencia-encrucijada, ciencia residual, ciencia de síntesis. 19

    Como ya se señaló, los fundadores de las modernas ciencias sociales no se ocupa-ron de distinguir entre ciencia política, economía, sociología, etc., ya que abordaron losmás diversos ámbitos de la realidad social con una perspectiva integral y multidiscipli-naria. «Augusto Comte y los sociólogos franceses de fines del siglo XIX, especialmente

    18. Enciclopedia Multimedia Encarta, Microsoft Corporation, artículo «PoliticaI Sciencel>, elabora-do por Fauneil J. Rin, sil, 1994. Traducción propia.

    19. Maurice. Duverger, op. cit., pp. 537-543.

    20 TRATADO DE CIENCIA POlÍTICA TRATADO DE CIENCIA POlÍTICA 21

  • Gustavo Ernesto Emmerich ¿Qué es la Ciencia Política?

    111.La Ciencia Política como Ciencia Autónoma

    FIGURA1. Las diversas Ciencias Sociales definidassegún su perspectiva analítica

    Esta concepción unitaria de la ciencia política ofrece algunas ventajas metodológicas.En primer lugar, afirma la unidad ontológica de los hechos y fenómenos sociales, lo cualse corresponde con la unicidad de la vida social, en que la gente simplemente vive yactúa, por lo general sin preguntarse si eso que hace es «jurídico», o «político» o «econó-mico», etc. En segundo lugar sostiene que los hechos y fenómenos sociales, si bien "úni-cos», presentan facetas que pueden verse desde diversas perspectivas: la perspectiva dela ciencia política, la perspectiva de la economía, etc., perspectivas que dan pie a laexistencia de disciplinas sociales especializadas. Por lo tanto y en tercer lugar, funda-menta la diferenciación entre tales disciplinas con base en la perspectiva analítica pro-pia de cada una de ellas, y no tanto porque cada una de ellas se aboque en forma exclu-yente a esferas diferentes y excluyentes «recortadas» de la realidad social total. Así, dadoun hecho social «x» como por ejemplo una huelga, el jurista se preocuparía por su ade-cuación a las normas legales, el economista por sus efectos sobre la producción, elpolitólogo por su impacto sobre las relaciones de poder entre los trabajadores, el capital,el Estado y el gobierno, y así sucesivamente. En cuarto lugar, esta concepción abre con-siderablemente el campo de hechos o fenómenos de interés para todas y cada una de lasdisciplinas sociales (pues no delimita apriorísticamente estos campos), y favorece tantola interdisciplinariedad como 'el considerar a los hechos y fenómenos sociales comoformando parte del todo social más amplio.

    Ciencia PolíticaEconomía

    Otras Ciencias Sociales

    La sociedad total

    Durkheim, eran contrarios a esta dispersión [de disciplinas sociales particulares] y afir-maban la unidad de la ciencia socia],,; Comte señaló que «los fenómenos sociales sonprofundamente conexos» y que todo estudio de una categoria parcial de ellos resultaestéril.20 Marx acuñó los conceptos de «totalidad concreta» y de «formación económico-social» para indicar la interdependencia de todos los fenómenos sociales. Weber conci-bió a la sociología como ciencia de la acción social. acción que puede estar orientadahacia lo politico, lo económico, lo juridico y lo religioso, por mencionar sólo algunos delos temas que abarca su enfoque integrador.21 Tiempo después, el sociólogo estadouni-dense Talcott Parsons (1902-1979) sostuvo en El sistema social (1951)22que lo politíco, loeconómico, lo cultural y lo propiamente social son sólo subsistemas analíticos (esto es,distínguibles para efectos heuristicos o de conocimiento, pero no existentes en la reali-dad misma) del «sistema de acción más genera]" (la sociedad), y que virtualmente todotipo de acción social tiene efectos simultáneos sobre los diversos subsistemas.

    No obstante, el desarrollo mismo de la ciencia social la llevó a desdoblarse en lasmúltiples ciencias o disciplinas sociales actualmente existentes. En el actual marco de mul-tiplicidad disciplinar, sin embargo, es conveniente tener en cuenta que todas ellas compar-ten un objeto común: la sociedad y la cultura, todo aquello que es resultado de la acción y elpensamiento humanos, o sea, las instituciones, relaciones e ideas en que se materializa laexistencia del ser humano en tanto que es miembro de una sociedad. Desde este punto devista, la ciencia política y las demás ciencias sociales se toman disciplinas especializadas deuna ciencia social unitaria abocada al estudio integral y totalizante de fenómenos y hechossociales complejos, que por su misma complejidad no se pueden aislar en compartimien-tos estancos.

    Por lo tanto, una perspectiva analítica adecuada para la ciencia política (y tambiénpara las otras disciplinas sociales) seria considerar los hechos sociales como eso mismo:como hechos sociales sustantivos, que simplemente se producen sans phrase, sin másadjetivos que los que a posteriori y por motivos analíticos o heurísticos les adjudique elinvestigador. Los hechos o fenómenos sociales tienen una unidad indisoluble, aunquepresenten diversas facetas de interés para los analistas de cada disciplina especializada.En otras palabras, los fenómenos sociales, en su amplia variedad, forman parte de untodo social integral fuera del cual difícilmente podrán explicarse o comprenderse acabalidad. De lo anterior surge una concepción de los hechos o fenómenos socialescomo una suerte de prismas poliédricos. Cada hecho o fenómeno social es uno, pero ensu unicidad revela numerosas facetas que atraen el interés de diversas disciplinas socia-les. En esta concepción, las disciplinas sociales especializadas se distinguen no tanto portener objetos específicos «recortados» del todo social, excluyentemente diferenciadosentre sí, sino más bien porque, compartiendo como objeto genérico común a la sociedadtotal, se «enfocan» sobre aquellos fenómenos que ofrecen una faceta de interés para supeculiar perspectiva analítica, como se esquematiza en la figura 1.

    20. Duverger, op. cit., pp. 29-30.21. El título mismo de Economía y sociedad (1922), así como los de sus capítulos (,Sociología de la

    dominación» y «Lainstitución estatal racional y los partidos políticos y parlamentos modernos (Socio-logía del Estado))) muestran a las claras su enfoque integrador de fenómenos sociales de diversoorden. Sin embargo, el propio Weber establece que los hechos sociales deben ser «adjetivados» paratener significado: «hechos económicos)), «hechos culturales»),etcétera. Cfr.Max Weber,Economía vsociedad, FCE, México, 1984 (hay varias ediciones). .

    22. Talcott Parsons, El sistema social, Alianza, Madrid, 1982.

    Ahora bien, debe reconocerse que hay quienes piensan que las ciencias sociales sonrealmente independientes unas de otras; esta manera de pensar implica que cada cien-cia social posee un objeto específico que no se superpone con los de las demás. Porejemplo, el politólogo italiano Giovanni Sartori afirma que:

    [ ...] la noción de política calificó todo, y por lo tanto nada específico, hasta que las esferasde la ética, de la economía y de lo político-social se mantuvieron no divididas y no se

    22 TRATADO DE CIENCIA POLÍTICA TRATADO DE CIENCIA POLÍTICA 23

  • Gustavo Ernesto Emmer;ch

    tradujeron materialmente en diferenciaciones estructurales, vale decir en estructuras einstituciones que pudieran calificarse de políticas por su diferencia con institutos y estruc-turas posibles de ser calificados de económicos, religiosos y sociales. En este sentido, elnudo más difícil de desatar es entre lo «político» y lo {{social».B

    Luego de postular asi la división de lo político respecto de otras esferas de la socie-dad, Sartori considera que la política es «diferente» (de las otras esferas de la vida so-cial), «independiente» (es decir, sigue leyes propias), «autosuficiente» (se explica a símisma) y es «causa primaria» (tiene supremacía sobre el resto de los fenómenos socia-les);" por lo tanto, en su concepción, la ciencia política debe ser una ciencia «autóno-ma», sustancialmente diferente de las otras disciplinas sociales.

    Esta concepción autonomista de la ciencia política se basa en «recortan) un seg-mento de la realidad social (lo «político») y declararlo su objeto específico, exclusivo yexcluyente. Tal recorte, a su vez, se basa en una visión de la sociedad según la cual losfenómenos sociales tendrian rasgos caracteristicos que permitirian dividirlos en emi-nentemente políticos (vgr., un acto electoral), eminentemente juridicos (la aprobacióno aplicación de una ley), eminentemente económicos (la producción de algún bien),etc. Dicho de otra manera, la sociedad tendria una esfera propiamente política, otraesfera económica, otra cultural y así sucesivamente. Entonces, cada ciencia social ten-dria por objeto específico alguna de estas esferas de la sociedad, según se esquematizaen la figura 2.

    FIGURA 2. Las diversas Ciencias Sociales definidassegún su objeto especifico

    Ciencia Política

    La sociedad total

    La concepcíón autonomista de la ciencia política presenta algunos problemas. Pri-mero, conduce a producir una sectorialización estrecha, con especialistas que suelenolvidar que su campo de trabajo específico pertenece a un ámbito más amplio, la totali-dad social. Segundo y consecuencia del anterior, propende a multiplicar las cienciassociales particulares y a dificultar la interdisciplinariedad necesaria para estudiar unobjeto tan complejo como la sociedad. Tercero y más importante: tiende a olvidar la

    23. Giovarmi Sartori, La política. Lógica y método en las ciencias sociales, FCE, México, 1995, p. 201.24. Sartori, op. cil., pp. 208 Yss.

    ¿Qué es la Ciencia Política?

    uIÚdad e integralidad de los fenómenos sociales, al plantear que éstos pueden dividirseen esferas estrictamente diferenciadas. Lo cierto es que cuando los seres humanos ac-túan y se relacionan entre si, no se preocupan por dar de antemano un sentido económi-co, o político, o jurídico, etc., a sus actos. No: simplemente actúan y se relacionan, hacenlo necesario para vivir y prosperar, para satisfacer sus necesidades y deseos. Es el inves-tigador quien -por su necesidad intelectual de poner orden en el mundo- asigna adje-tivos a los fenómenos y hechos sociales; y es entonces que en la mente del analista unfenómeno social «x», que existe simplemente como tal, es catalogado como un fenóme-no «político» o «económico», o «religioso», etcétera.

    En contrapartida, la concepción autonomista ofrece algunas ventajas. En primerlugar, ayuda a entender que las diversas ciencias sociales especializadas tienen -por lomenos en alguna medida- objetos diferenciados, lo que permite entonces comprenderde qué se ocupa cada una de ellas. En segundo lugar, facilita la especialización, necesa-ria para el avance de la ciencia social, ya que no todos podemos saber de todo.

    IV. ¿Ciencia del Poder, o Ciencia de la Política?

    Teniendo en mente sea la concepción de una ciencia social unitaria estructuradadisciplinarmente en tomo a un objeto común, sea la concepción alternativa de cienciassociales autónomas, cabe avanzar sobre la delimitación de su objeto concreto.

    Al respecto, Duverger informa de una vieja polémica entre quienes opinan que laciencia política tiene por objeto al Estado (su origen, instituciones, administración, apa-ratos coactivos, etc.) y quienes afirman que su objeto es el poder político en sentidoamplio (dado que, sostienen estos últimos, no sólo el Estado, sino también partidospolíticos, sindicatos, empresas y sus asociaciones, medios de comunicación masiva, or-ganizaciones no gubernamentales, intelectuales y ciudadanos comunes tienen algunacuota de poder político). Tomar al Estado como objeto primordial conduce a una cien-cia política «institucionalista}), cuando no al formalismo jurídico: son las instituciones ylas legislaciones (incluyendo la constitución) lo que importa. En cambio, establecer alpoder político como objeto primordial lleva a una ciencia política «sociologista», centra-da en ese tipo especial de relación social que es el poder político. Duverger comparteesta últÍlna posición, que lo lleva a considerar que la ciencia -política es, en esencia, unasociologia política.

    ¿Qué es el poder político? Según Weber, la «dominación» o poder político es lacapacidad que alguno o algunos tienen de imponer su propia voluntad a los demás, envirtud tanto de su «autoridad» (derecho reclamado y reconocido de mandar) como tam-bién en su capacidad de disponer de un aparato coactivo para hacer obedecer sus man-datos." Añade Weber:

    Toda dominación se manifiesta y funciona en forma de gobierno. Todo régimen de gobier-no necesita del dominio en alguna forma, pues para su desempeño siempre se deben colo-car en manos de alguien poderes imperativos.26

    25. Weber, op. cit., pp. 695 Yss.26. ¡bid., p. 701.

    24 TRATADO DE CIENCIA POLlTICA TRATADO DE CIENCIA POLíTICA25

  • Gustavo Ernesto Emmerich

    El Estado es aquella comunidad humana que en el interior de un determinado tenitorio ...reclama para sí (con éxito) el monopolio de la coacción física legítima.27

    Resumiendo: poder político es aquél que se ejerce sobre una sociedad, por personas«autorizadas» a tal efecto, y que dispone de un aparato coactivo (el Estado) para imponer-se en caso de desobediencia. Con estos elementos puede formularse una segunda defini-ción de la ciencia política: una disciplina social especializada que en elmarco de una cienciasocial general se ocupa de todo tipo de fenómenos sociales (relaciones, estructuras, institu-ciones) en la medida en que éstos afecten a, o influyan sobre, elpoder político. Esta defini-ción, por un lado, combina los enfoques «sociológico» e «institucional» mencionados porDuverger, ya que involucra tanto la manera en que individuos, grupos (organizados o no)y clases sociales interactúan para obtener, mantener o cambiar el poder político, como losorigenes, estructuras, instituciones y funcionamiento de los regímenes políticos. Por otrolado, resuelve la disputa sobre si la ciencia política es tal por poseer un objeto específico omás bien por su perspectiva analítica; en efecto, construye al primero, de manera ampliay no pre-delimitada, como «todo» lo que gira en tomo al poder político; ya la segunda laconcibe como una lente que resalta, dentro de ese todo, aquellas relaciones o fenómenosque tienen un impacto sobre dicho poder político.

    En efecto, buena parte de las concepciones usuales de la ciencia política destacan alpoder político como su nota caracteristica. Algunas afirman directamente que el poder po-lítico constituye el objeto específico de la ciencia política. Otras definen a la ciencia políticacomo «ciencia del Estado», llegan por un rodeo a lo mismo, pues el Estado -y los hombresque lo dirigen, o sea, el gobierno- es quien detenta el poder político.

    En unas y otras, lo distintivo es la coacción, resorte caracteristico tanto del poderpolítico como del Estado. Por ello, durante bastante tiempo la ciencia política puso elacento en relaciones de mando y obediencia: el ejercicio del poder, las modalidades de ladominación, la dialéctica amigo-enemigo, las instituciones del Estado, fueron a menudoconsiderados como datos iniciales y fundamentales de todos sus análisis. Tal tipo de con-ceptualización de la ciencia política deja un amargo sabor de boca. Si ésta es la ciencia quese ocupa del poder, hay sólo un paso a decir que es la «ciencia del poden,: la ciencia de lospoderosos, o de quienes desean serlo.

    Frente a esto, es posible formular una tercera definición de la ciencia política, másactual y a la vez mucho más antigua, que por una parte va acorde con la realidad y lasaspiraciones de democracia en el mundo actual, y por otra recupera tanto la etimologíade las palabras como el origen mismo de la política y del pensamiento político: la cienciapolítica es la ciencia de la política, o sea la ciencia de la actividad pública de los ciudada-nos, la ciencia de la república." Esta definición, al igual que la segunda, abre el abanicoobjetual y conceptual al estudio de todo tipo de fenómenos sociales. Pero además, y enesto se diferencia de la segunda, induce a estudiar no sólo las relaciones de mando yobediencia, sino también las relaciones que se entablan entre quienes no tienen ningúnpoder político efectivo (o sea, entre los muchos que no controlan los aparatos coactivoscaracteristicos del poder político), y entre éstos y los poderosos (lo que abre un enfoquedesde abajo hacia arriba, es decir desde la ciudadanía hacia el gobierno).

    27. Weber,op. cit., p. 1.056.28. En el sentido etimológico, que deriva del latín res publica: la cosa pública.

    ,I

    ¿Qué es la Ciencia Política?

    Engloba así dentro de sus intereses de investigación y su aparato conceptual a losciudadanos mismos, y permite re-crear la ciencia política como ciencia de lapolítica, en elsentido originario que la palabra polítiké tuvo en la Antigua Grecia: la actividad de losciudadanos libres para determinar cómo ha de ser su gobierno y su sociedad. Por añadi-dlll'a, permite a la ciencia política asumir tanto un carácter micro (el estudio de algúnámbito particular de relaciones sociales que involucren actividad política, o sea, orientadaa establecer metas colectivas) como macro (el estudio general de las instituciones y estruc-turas políticas, o sea, que ejercen poder). En esta tercera definición, la ciencia políticasigue ocupándose del poder político, pero no sólo del poder de élites, grupos dirigentes opartidos, sino sobre todo del poder ciudadano, del poder del único soberano en una socíe-dad democrática: el poder del pueblo. Este cambio de énfasis en cuanto a su objeto, enparticular en tiempos en que por todo el mundo «la política» (considerada como la activi-dad de los poderosos y no como la actividad propia de los ciudadanos) está bastantedesprestigiada, podria contribuir a insuflar nuevos aires a la ciencia política y dar unrenovado protagonísmo a la propia política ciudadana, la política democrática.

    V. Temas típicos de la Ciencia Política

    En el Cuadro 1 (véase en página siguiente) se presentan las concepciones actualmentemás consensuales respecto a los objetos caracteristicos de las principales disciplinas so-ciales particulares, lo que sirve, una vez más, para situar a la ciencia política en el marcode las ciencias sociales. La primera fila retoma la tercera definición de la ciencia política.

    Con afán de puntualizar su objeto, pueden señalarse los temas típicos de la cienciapolítica. La organización de las academias de Ciencias Morales y Políticas da una prime-ra ilustración de esos temas. La francesa tiene las siguientes secciones: filosofía; moral ysociología; legislación, derecho público y jurisprudencia; economía política, estadísticay finanzas; historia y geografía; y sección gene""l. La española tiene como secciones:ciencias filosóficas; ciencias políticas y jurídicas; ciencias sociales; y ciencias económi-cas. La argentina se organiza en siete institutos: política ambiental; filosofía política ehistoria de las ideas políticas; política internacional; sociología política; política consti-tucional; ética y política económica; bioética. Tanto las denominaciones oficiales deestas academias como las heterogéneas temáticas de que se ocupan, sugieren una con-cepción de las «ciencias políticas» como encrucijada en que se entrecruzan otras cien-cias o campos de conocimiento.

    Más precisa y detallada es la lista de temas típicos elaborada en 1948para la UNESCO(Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) por elgrupo internacional de politólogos fundador de la International Political ScienceAssociation.29

    1. Teoria política: a) teoria política; b) historia de las ideas.2. Instituciones políticas: a) Constitución; b) gobierno central; c) gobierno regio-nal y local; d) administración pública; e) funciones sociales y económicas delgobierno; f) instituciones políticas comparadas.

    29. Citopor Mario Justo López. Introducción a los estudios políticos, vol. 1, Kapelusz, BuenosAires. 1969. p. 172.

    26 TRATADO DE CIENCIA POlÍTICA TRATADO DE CIENCIA POLÍTICA 27

  • rGustavo Ernesto Emmerich ¿Qué es la Ciencia Política?

    En 1973/74 la UNESCO elaboró otra lista de temas, mucho más abarcante:

    CUADRO 1. Objetos caraetenstieos de las disciplinas sociales particulares

    3. Partidos, grupos y opinión pública: a) partidos políticos; b) grupos y asociacio-nes; e) participación del ciudadano en el gobierno y la administración; d) opi-nión pública.

    4. Relaciones internacionales: a) política internacional; b) política y organizacióninternacionales; c) derecho internacional.

    l. Relaciones internacionales: a) cooperación internacional; b) organizaciones in-ternacionales; c) política internacional; d) tratados y acuerdos internacionales;e) problemas de las relaciones internacionales.

    2. Políticas públicas: a) política agricola; b) política cultural; e) política comercial;d) política de comunicaciones; e) política demográfica; fJ política económica;g) política educativa; h) política del medio ambiente; i) política exterior; j) políticasanitaria; k) política industrial; 1)política de la información; m) planificación polí-tica; n) política científica y tecnológica; o) política social; p) política de transportes.

    3. Instituciones políticas: a) Poder Ejecutivo; b) Poder Judicial; e) Poder Legislati-vo; d) relaciones entre los poderes.

    4. Vida política: a) elecciones; b) comportamiento político; e) grupos políticos;d) liderazgo político; e) movimientos políticos; fJ partidos políticos.

    5. Sociología política: a) derechos humanos; b) lenguas; e) minorías; d) raza;e) religión; fJ conflictos sociales.

    6. Sistemas políticos: a) área americana.7. Administración pública: a) gestión administrativa; b) instituciones centrales;

    e) administración civil; d) servicios públicos; e) instituciones regionales.8. Opinión pública: a) información; b) medios de comunicación de masas; e) prensa;d) propaganda.30

    30. Cfr. «Ubicación de la ciencia política en la nomenclatura internacional de la UNESCO para loscampos de ciencia y tecnología», en: biblioteca.universia.net/htrnCburaJvernivellparams/nivelJ59.htm1

    31. Cfr. Gustavo Ernesto Ernmerich (coord.), Ellos y nosotros. Democracia y representación en elmundo actual, Demos, México, 2006.

    32. Como ejemplo, puede consultarse el documento de la American Political Science Associationtitulado «Aguide to professional ethics in political science)) (disponible en: www.apsanet.org/irngtestJethicsguideweb.pdf).

    VI. Campos profesionales y utilidad social

    ¿Para qué sirve la ciencia política? ¿Qué utilidad social tiene la profesión de politólogo?Un vistazo a los campos profesionales en que los politólogos se desempeñan preferente-mente puede dar una primera respuesta a estas preguntas. El cuadro 2 (véase en páginasiguiente) indica tales campos, así como los conocimientos y habilidades necesariospara desenvolverse en cada uno de ellos.

    Sin importar el campo profesional en que se desempeñe, el politólogo, debido a suamplio conocimiento práctico y teórico, es siempre un formador de opinión, que a me-nudo incide en las decisiones políticas, y a veces las toma personalmente. Por lo tanto,enfrenta con frecuencia un dilema ético: como profesional, debe realizar su tarea conexcelencia; pero como ciudadano tiene sus propias valoraciones y convicciones, quebien pueden entrar en conflicto con su tarea profesional. Por ejemplo, se le puede pedirque elabore un proyecto de ley que perciba como injusto, que aplíque una política públi-ca que a su juicio sea errónea, o que colabore con un dirigente al que no considereidóneo. La resolución de dilemas de este tipo corresponde primariamente a la concien-cia de cada politólogo, aunque éste puede recurrir a códigos de ética o de conductaestablecidos por asociaciones profesionales.32

    En conjunto, estas listas temáticas ofrecen una cuarta definición de la ciencia polí-tica, consistente en la enumeración de los asuntos comprendidos en ella. En efecto, sinpretender ser exhaustivas, este tipo de listas temáticas indican con claridad los alcancesy temas propios de la ciencia política. Nótese que ni las academias ni la UNESCO inclu-yen el poder político como un tema típico. Esto no significa que el poder político noexista o no deba ser analizado, sino, simplemente, que ha dejado de ser objeto central dela ciencia política. En efecto, desde fines del siglo xx, acorde con el avance de la demo-cracia en el mundo actual. el foco de la ciencia política se ha desplazado a la política, a laciudadania.3]

    La política, o sea la actividad pública de los ciudadanos,la res publica.Micro: las relaciones sociales, o sea, la acción delser humano en tanto que miembro de grupos sociales.Macro: el estudio de la sociedad en sí misma, en tantoque grupo social más amplio.

    Micro: producción, distribución y consumo de bienesy servicios al interior de una firma.Macro: lo mismo, al interior de una sociedad, o entrediversas sociedades.Adecuación entre normas legales, conductas individualesy (o) grupales, y valores de una sociedad.

    El lenguaje en tanto que constructo social.

    Estructuras elementales de las sociedades y las culturas(con particular referencia a grupos sociales pequeños).

    Evolución y transformación de las sociedadesy las culturas a lo largo del tiempo.Procesos internos de la mente humana (es una ciencia socialen tanto supone que tales procesos están moldeados porla pertenencia del individuo a grupos sociales).

    Transmisión de valores, conocimientos y actitudesen una sociedad.

    OBJETO

    Psicología

    Economía

    DISCIPLINA

    Pedagogía (o, más ampliamente,Ciencias de la Educación)

    Ciencia del Derecho

    Historiografía O Historia

    Lingüística

    Antropología Social

    Sociología

    Ciencia Polftica

    28 TRATADO DE CIENCIA POlÍTICA TRATADO DE CIENCIA POLíTICA 29..1,

    http://www.apsanet.org/irngtestJ

  • Gustavo Ernesto Emmerich

    CUADRO2. Campos profesionales del politólogo

    1 ¿Qué es la Ciencia Política?Resumen

    CAMPOS PROFESIONALES

    Analista político (prensa, radio, TV)

    Empresas de opinión pública

    Partidos políticos y organizacionesno gubernamentales

    Organismos electorales

    Sector público

    Organismos internacionales

    Servicio diplomático

    Enseñanza media y media-superior

    Universidades y centros deinvestigación

    CONOCIMIENTOS Y HABILIDADES

    Análisis de opinión pública, de coyuntura, teoría delos escenarios y de los juegos, capacidad de redacciónrápida y certera.Investigación de opinión pública, estadísticaavanzada, técnicas de investigación psicosocial.

    Análisis de políticas públicas, análisis de opiniónpública, diseño e implementación de campañas,y sobre todo compromiso social.Legislación electoral, administración (generaly específicamente electoral), teoría de los partidospolíticos, de las organizaciones y de los sistemaselectorales.Análisis de polÍticas públicas, teoría de juegosy escenarios, teoría de las organizaciones,estructura y funcionamiento de la administraciónpública, derecho constitucional y administrativo,teoría del Estado.Derecho, economía y política internacionales,principios de administración, idiomas.

    Idiomas; historia (esp. de la política exterior desu respectiva nación); derecho, economía y políticainternacionales.Civismo, historia, derecho constitucional, geografía,didáctica de las ciencias sociales.

    Sólida y amplia formación teóricometodológica,con estudios de posgrado.

    1. Origen y desarrollo de la Ciencia Política- Antigua Grecia: nacimiento de la política como actividad pública de los polites, o

    sea, la participación de los ciudadanos en la organización de la sociedad y elEstado y en la determinación de quiénes, por qué y cómo deben gobernar.

    - Tres vertientes del pensamiento político: discurso político (qué hacer), filosofíapolítica (el deber ser), ciencia política (el ser real de las cosas, la verdad efectiva).

    - Precursores de la ciencia política: Aristóteles, Maquiavelo y Montesquieu.- Fundadores de la moderna ciencia social como un todo integrado: Comte, Marx,

    Durkheim, Weber.- Academias, asociaciones y escuelas de ciencias políticas a partir de 1795.

    11. La Ciencia Política en el marco de las Ciencias Sociales

    - Duverger: convergencia entre las concepciones de ciencia-encrucijada, ciencia re-sidual y ciencia de síntesis.

    - Todas las disciplinas sociales comparten un objeto común: la sociedad y la cultura.- Considerar los hechos sociales como una unidad indisoluble, aunque presenten

    diversas facetas de interés para cada disciplina social especializada.

    111. La Ciencia Política como Ciencia Autónoma

    - Sartori: la política es diferente, independiente, autosuficiente y causa primaria;por lo tanto, la ciencia política debe ser una ciencia autónoma, diferente de lasotras ciencias sociales.

    Al igual que el politólogo en lo individual, la ciencia política como actividad aca-démica colectiva enfrenta también un dilema ético: ¿es una ciencia al servicio de élitespoderosas, o es una ciencia al servicio de los ciudadanos? Si la respuesta se inclina porla segunda opción, entonces la ciencia política estará encontrando su verdadera y altautilidad social: la de empoderar a los ciudadanos. Por ejemplo, la investigación sobrerelaciones de mando y obediencia, aunque necesaria porque indudablemente el man-do y la obediencia existen, no se mira como un fin en sí mismo, .sino como un ~ediopara entender y atender los intereses, necesidades, libertades y bIenestar de los CIUda-danos en un marco democrático. Con un enfoque arquitectónico que brinde ideaspara edificar mejores instituciones políticas, que contribuyan a su vez a construirmejores sociedades, la ciencia política ha de cooperar al logro de una política racional,participativa y democrática, fundada en el diálogo y la concertación entre per~onaslibres. Para ello, debe fomentarse un tipo de investigación que sea a la vez empmca-mente basada, conceptualmente sólida y sustantivamente relevante para el diseño deinstituciones políticas más democráticas, más participativas y más eficaces. Sin duda,este último párrafo encierra una expresión de deseos. Lo que en definitiva sea o dejede ser la ciencia política es algo que con su práctica cotidiana decidirán los politólogos,incluidos entre ellos los lectores de este libro.

    IV. ¿Ciencia del Poder o Ciencia de la Política?- Objeto de la ciencia política: ¿el Estado (institucionalismo) o el poder (socio-

    logismo)? Ambas posturas confluyen en el poder político.- Poder político: aquél que se ejerce sobre una sociedad, por personas «autoriza-

    das» a tal efecto, y que dispone de un aparato coactivo (el Estado) para imponerseen caso de desobediencia.

    - Re-crear la ciencia política como ciencia de la política, de la actividad de los ciu-dadanos para determinar cómo han de ser su gobierno y su sociedad.

    V. Temas típicos de la Ciencia Política- Objeto de la ciencia política comparado con el de otras ciencias sociales.- Listas de temas típicos: academias, UNESCO (no aparece en ellas el poder po-

    lítico).

    VI. Utilidad social de la Ciencia Política

    - Ejercicio profesional en diversos campos.- Empoderar a los ciudadanos en un marco democrático.

    30 TRATADO DE CIENCIA POLÍTICA

    1TRATADO DE CIENCIA POLíTICA 31

  • Gustavo Ernesto Emmerích

    Definiciones de Ciencia Política (a lo largo del capítulo)

    1. Ciencia con pretensión de verificabilidad que investiga las "formas realmente exis-tentes de gobierno», procurando describir y explicar la realidad fáctica del gobier-no y de las acciones y luchas que en tomo a él se libran.

    2. Disciplina social especializada que en el marco de una ciencia social general seocupa de todo tipo de fenómenos sociales (relacIOnes, estructuras, mStltuclOnes)en la medida en que éstos afecten a, o influyan sobre, el poder político.

    3. Ciencia de la política, o sea, ciencia de la actividad pública de los ciudadanos,ciencia de la república.

    4. Definición por enumeración de asuntos: secciones e institutos de las academias,listas de temas de la UNESCO.

    Lecturas sugeridas

    DURKHEIM,Emilio, Las reglas del método sociológico, Quinto Sol, México, si£. La aplicacióndel método científico en las ciencias sociales.

    EMMERICH,Gustavo Ernesto (1997), Metodología de la ciencia política, UAM-I,México.-1990, "Ciencia política yveritá effetuale», en Polis, núm. 90, UAM-I,México. Análisis de la

    evolución de la ciencia política, desde Anstóteles, pasando por Maqulavelo yMontesquieu, hasta el siglo xx. . . . .

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    2ESTADO

    María Eugenia Valdés Vega

    Al hablar de Estado se hace referencia a uno de los conceptos fundamentales de la cien-cia política que data de muchos siglos de e~istencia y además se caracteriza por ser muyabstracto, esto es, que no se trata de un objeto que pueda observarse a simple vista ydebe considerarse en su pura esencia o noción. Este capítulo aborda su origen comofenómeno político y expone las diversas nociones que se han elaborado acerca de éldesde diferentes enfoques teóricos.

    1.Origen del Estado moderno

    El Estado que aún persiste en la actualidad en la mayor parte del mundo (que tambiénha sido llamado Estado moderno o Estado-nación)' tiene su referente más remoto en elsiglo VIantes de la era cristiana, en lo que se conoció como polis. Si bien hay una diferen-cia profunda entre el Estado moderno y la polis griega, en la antigüedad clásica la vidapolítica estaba enteramente condicionada por la existencia de la ciudad, la polis, quedesempeñaba la misma función en el universo político de los griegos.

    Aunque tuvo su origen en la reunión de varias aldeas rurales alrededor de un cen-tro urbano, la poIis era una unidad política que no se reducía solamente a una aglome-ración urbana, sino que era la organización política y social unitaria de un territoriolimitado que podía comprender una o varias ciudades, así como la extensión de campoque dependía de ellas.' En esa época, la ciudad ejercía dominio sobre los ciudadanos yun griego se consideraba ante todo un ciudadano.

    1. El Diccionan'o de la Real Academia Espail0la señala que la Edad Media abarcó desde el siglo Vdespués de Cristo hasta fines del siglo XV. Le siguió después la Edad Moderna y a continuación laEdad Contemporánea, definida como la edad histórica mús reciente que suele entenderse como eltiempo transcunido desde fines del siglo XVIn o plincipios del XIX a la actualidad. De esta manera,el Estado modcmo fue el que se formó desde el fin del siglo ),.'Vy que sobrevive hasta nuestros días(http://buscan .rae. es!draeIJ).

    2. lean Touchard, Historia de las ideas políticas, RIÜ, México. l."reimp., 1994 [Ed. original. 1959].p. 25.

    32 TRATADODECIENCIAPOlÍTICA TRATADODECIENCIAPOlÍTICA 33

  • Maria Eugenia Va/dés Vega

    De acuerdo con e! profesor francés Marcel Prélot, en latín la correspondenciaverbal entre la Ciudad y el Estado se establece mediante la palabra respublzca. A l~x resión riega ta politilca -las cosas cíVIcas, lo que conCierne a la CIUdad correse p d la l:tina res publica: la cosa pública; posteriormente, la palabra "Est~do" se~~~ aela expresión res publica mediante la conjunción "estado de la cosa pubhc~".D t do e! término status del cual deriva la palabra Estado slgmfica poslcl~n,a:t~~~, ~s~ar de pie, y da la idea de estabilidad, pero tal término adquiere un se~~~~~olítico con el determinativo "la cosa pública". Al pasar el tiempo, la palabra s .~ la expresión res publica fueron adquiriendo separadamente y de manera¡aul~tmae! mismo sentido.' Fue Maquiave!o quien incorporó la expresión "Esta o" a uso

    corriente.4 , . 1 d '", alPara establecer el origen del Estado existe un problema baslco pues a eClSlOn

    tá trechamente vinculada a la forma en que se define como concepto. Norbertorespecto es es . t d b rBobbio señala, por ejemplo, que incluso quienes consideran que este concep o. e e se'ltan m Iio que abarque ordenamientos diferentes del Estado moderno y antenores a e(1 a PI' . a la necesidad de ligar el nombre y el origen del fenómeno), no puedeno que e lIDlll .. ~ . . £ ~menod' de plantearse el problema de si el Estado eXIslio SIempre o SI es un eno .;:;;1:co ue aparece en un cierto momento de la evolución de la humarudad". 5 BobblOexplica qJe en toda la historia de! pensamiento político hay la tesIs de ¿ue

    l"el ~s~d~,

    entendido como ordenamiento político de una comunidad, nace de l~, ISOuClon ~ acomunidad primitiva basada en vínculos de parentesco y de la fOrmaClOnde comumda-des más amplias. derivadas de la unión de muchos grupos familiares por razones desobrevivencia interna (la sustentación) y externa (la defensa) ".6 En los hechos, l~ que hay

    'ó "Y definl'da sobre la causa del surgimiento del Estado en o que sees una concepcl TIIDconoce como contractualismo. 1 d d

    En e! pensamiento político clásico se concibió al Estado como re~u ta o e u~t d n contrato entre los hombres para convivir en socIedad. Aparlir de la doctn-

    pacdo'l .e u t a11'smo segun' la cual existe un "derecho natural" (ius naturale) -unna e IUsna ur , .. d 1 't 'd las. t de normas de conducta entre los hombres que es dlstmto e constl U1 o porSISema . . . ) 7 • nto denormas establecidas por e! Estado (derecho POSItIVOo leyes escntas -, un conJu

    ~arcel Prélot, La ciencia política, EUDEBA (Cuademos, 103), Argentina, 2.a reimp., 1997 [Ed.

    Orig~n~ lp9~~~eP~~i~:~ea Nicolás Maquiavelo -político activo yexperimentad¡o ~iplomático te. o . 1527 mo un teórico académICO de la po Hlca pues escn a

    ~~~~b~~:~~=1;~~~Fir~~:d~=~3:;a!~~:~:i~f1~:~~~~~~I~::~:~:~:~~:rni contiene un método CIentífico nI relIgIOSO, ya que ~ . d d nació la tearia del Estado-

    b á' 1 .a del RenaCImIento en cuya e aque se expresa en reves p gIB~asa/}sednclEl tado Moderno Fo~do de Cultura Económica (FCE) (Popu-nación». (R.H.S. Crossman, lOgra/la e s ,

    lar, 63), México. 3.' ed., 1974d[Ed. °briginal. 1939~~~.~;: una teorla general de la polltica. FCE (Brevia-5. Norberto BobblO, Esta 0, go lerno y SOCle. .

    rios, 487), México, 8.' reimp., 2001 [Ed. original, 1985], p. 97.

    6. lUd., pp, 97-98. l' al'd 'mismo es anterior y7 El iusnaturalismo plantea que «este derecho natura tIene v 1 ez por SIl b' 1 .. fl' 'Ir debe preva ecer so re e mIsmo».superior al derecho positivo y, en caso de con ICto con este u. n~o,. 1" I S' 1 XXI

    (Guido Fasso, dusnaturalismo», en Norberto Bobbio et al., DICClOnano de Po ltlca, tomo , 19 o ,México, 6.' reimp., 1991 [Ed. original, 1976], p. 837).

    JEstado

    pensadores elaboraron la idea contractualista sobre e! Estado,' según la cual estma«fundado sobre el consenso de los individuos destinados a formar parte de él».'

    En el Leviatán, Thomas Hobbes --quien es considerado por Bobbio como "e! pri-mero y también el máximo teórico de! Estado moderno»-!O concibió el surgimiento delEstado como una necesidad ya que los seres humanos en su estado natural estabanirremediablemente enfrentados entre sí y la construcción de un orden artificial fue loque les permitió escapar y superar el sinsentido y desorden del mundo natural. El Esta-do fue un conjunto de convenciones imprescindibles con el fin de que la humanidadtuvíera posibilidades de sobrevivir, es decir, los hombres en estado de naturaleza tienenuna esencia malvada y «sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en lacondición [de guerra] de todos contra todos".ll

    John Locke, por su parte, sostenía que e! estado de naturaleza de los hombres erauno de completa libertad para ordenar sus actos y para disponer de sus propiedades y desus personas como mejor les pareciera, sin necesidad de pedir permiso y sin dependerde la voluntad de otra persona. Según Locke era también «un estado de igualdad, dentrode! cual todo poder y toda jurisdicción son recíprocos, en el que nadie tiene más queotro, puesto que no hay cosa más evídente que el que seres de la misma especie y deidéntico rango, nacidos para participar sin distinción de todas las ventajas de la Natura-leza y para servirse de las mismas facultades, sean también iguales entre ellos, sin subor-dinación ni sometimiento».!' Para Locke la sociedad política tiene solamente la finali-dad de "evítar y remediar los inconvenientes del estado de Naturaleza que se producenforzosamente cuando cada hombre es juez de su propio caso, estableciendo para ellouna autoridad conocida a la que todo miembro de dicha sociedad pueda recurrir cuan-do sufre algún atropello, o siempre que se produzca una disputa y a la que todos tenganla obligación de obedecen>."

    Apesar de sus diferencias en cuanto a la caracterización de la naturaleza humana, yaque Thomas Hobbes la apreciaba negativamente y John Locke tenia un punto de vistamucho más positivo, ambos clásicos de la teoría política pertenecen a la tradicióncontractualista.!4 Para esta interpretación, el nacimiento del Estado representó el paso dela época primitiva a la época civil, donde este término significa «ciudadano» y «civilizado»:

    8. En sentido amplio, el contractualismo «comprende todas aquellas teonas que ven el origen de lasociedad y el fundamento del poder político (el cual será progresivamente llamado potestas, imperium,gobierno, soberanía, estado) en un contrato, es decir, en un acuerdo tácito o expreso entre varios indivi-duos, acuerdo que significaría el fin de un estado de naturaleza y el inicio del estado social y político». Enun sentido más reducido, en cambio, el contractualismo se entiende como «una escuela que floreció enEuropa entre el inicio del siglo XVII y el fin del siglo XVIII, que tiene sus máximos representantes en1.Althusius (1557-1638), T.Hobbes (1588-1679),B. Spinoza (1632-1677). S. Pufendorf (1632-1694). J. Locke(1632-1704). J.J. Rousseau (1712-1778). 1.Kant (1724-1804). Por escuela se entiende aquí no 1U1aorien-tación política común sino el uso común de una misma sintaxis o de una misma estructura conceptual[... ]». (Nicola Matteucci, «Contractualismo)), en Norberto Bobbio et al., op. cit., p. 351.)

    9. Norberto Bobbio, «El modelo iusnaturalista)), en Norberto Bobbio y Michelangelo Bovero, Origeny fundamentos del poder politico, Grijalbo, México, 1985 [Ed. original, 1984], p. 78.

    10. Norberto Bobbio, Estado, gobierno y sociedad, .. , p. 114.11. Thomas Hobbes, Leviatán o la materia, fonna y poder de una república, eclesiástica y civil, fce,

    México. S.' reimp., 1992 [Ed. original, 1651], p. 102.12. John Locke, Ensayo sobre el gobierno civil, Orbis, Barcelona, 1985 [Ed. original, 1690], p. 25.13. [bid., p. 70.14. De acuerdo con Crossman, estos dos pensadores ingleses diferian respecto del estado natural

    del hombre debido a que vivieron en dos momentos distintos de la historia de Inglaterra: uno antes y

    34 TRATADO DE CIENCIA POLiTICA TRATADO DE CIENCIA POLíTICA 35

  • María Eugenia Valdés Vega

    En toda la tradición iusnaturalista el estado de naturaleza que es anterior al estado civil esrepresentado indiferentemente como una condición de aislamiento puramente hipotéticao como la situación en la cual habrian vivido los pueblos plimitivos y viven hasta hoy lossalvajes; en ambos casos, como la condición en la que los hombres viven cuando todavíano ha surgido el Estado llamado no por casualidad, en antítesis al estado de naturaleza,societas civilis (civil, precisamente, como no natural y al mismo tiempo como no salvaje).15

    En todo caso, la teoría contractualista lleva en sí la idea de que el Estado pudoexistir en comunidades muy antiguas, por lo que podría hablarse de él desde hace ntilesde años. Aunque también admiten que es probable que nunca se llegue a un acuerdogeneral sobre los procesos sociales implicados en la formación del Estado, Hall e Ikenberryseñalan que el primer Estado realmente reconocible aparece en Mesopotamia en el año3000 a.C.'6 Pero si se trata del Estado moderno, parecen claras las coincidencias acercade sus raíces entre los estudiosos del tema.

    En la actualidad muchos autores están de acuerdo en que por diversas causas Eu-ropa fue el escenario donde surgió el Estado moderno y la primera explicación para elloreside en factores económicos. A pesar de que en el Oriente -señaladamente en losimperios de China e India- hubo poderes políticos sobre poblaciones numerosas quese extendían en vastos territorios, allí no había nada que se pareciera a los poderes delEstado moderno. Según Hall e Ikenberry, esos Estados agrarios tempranos eran débilesdebido a que el transporte y la comunicación eran muy limitados, sus recursos eranescasos y no tenían una infraestructura política o social que facilitara la recaudación deingresos y la movilización de personas, problemas que se agravaban mutuamente:

    La escasez de recursos significaba que era dificil para los gobernantes organizar y mante-ner el personal preciso para los censos de población, catastros y otros tipos de inspeccio-nes necesarias para establecer impuestos regulares. En tales condiciones, la conupciónera común, y la recaudación de impuestos una tarea difícil y esporádica, [lo que] limitabael volumen y la regulalidad de los ingresos del Estado. Los plirnitivos medios de transpor-te y comunicación ponían límites al avance de la integración económica o cultural. Podíanconquistarse y situarse ostensiblemente bajo el control de un gobernante extensos tenito~rios, pero los campesinos y habitantes de las aldeas tenían poco que ver con la entidad

    otro después de la Revolución GIOJiosa. Esa revolución produjo el acuerdo entre la nobleza telTate-niente (tories) y la burguesía ciudadana (whigs) para alternarse en el gobiemo, así como el estableci-miento de las bases para la división entre el poder legislativo y ejecutivo, garantías de libcltad indivi-dual y propiedad privada, y la superioridad de la ley (Parlamento) sobre la voluntad del rey. La monar-quía constitucional reemplazó al sistema absolutista. Hobbes «vivió en una época de caos en la cual laestabilidad de la estructura social se encontrÓ en peligro inminente de disolución). Él creyó que podíaimponerse artificialmente y desde aniba un Leviatán para crear y mantener la estabilidad social,mientras Locke, quien escIibe después de la revolución de 1688, «encuentra ya creada la estabilidadsocial; y ésta pasa a ser no el problema central, sino el supuesto central de su teoría». (R.H.S. Crossman,«El pensamiento político inglés en la tradición europea», en J.P. Mayer, Trayectoria del pensamientopolítico, FCE, México, 6.° reimp., 1994 [Ed. original,.l939], pp. 127-128. Sobre la Revolución Gloriosaen Inglaterra, véase Hermann Kindcr y Wcmcr Hilgemann, Atlas Histórico Mundial. De los orígenes ala Revolución Francesa, Istmo, Madrid, 1970, pp. 283-284.)

    15. Norberto Bobbio, Estado, gobierno y sociedad ... , p. 98.16. Estos autores se inclinan por aceptar la explicación de la teoría social alemana sostenida por

    Ratzel, Oppenheimer y otros, pero asimismo presente en Max Weber, que plantea su surgimientocomo resultado de una conquista militaJ~ «frecuentemente de la conquista de una población agrícolasedentaria por nómadas situados en la periferia de sus asentamientos». (John A.Hall y G. John Ikenberry,El Estado, Alianza Editorial [El Libro de BolsiUo, J603], Madrid, 1993 [Ed. original, 1989], pp. 42 Y 36.)

    ,Estado

    política de orden superior. La gran mayona seguía viviendo en aldeas más o menosau:osuficien~es con culturas propias más o menos autónomas, hecho que hacía precaria laumdad, pol~t,lca de la~ socieda~es prein~ustriales. Los primitivos medios de transporte ycomumcaClOn sup~man tamblen que la mformación era siempre escasa, y el de mensaje-ros, tropas y otro tIpo de personal -todo lo que se precisa para el gobierno tenitorial-era un proceso muy laborioso. [... ] El alto grado de despotismo formal de los Estadostempranos iba acompañado de una insignificante capacidad infraestructura!: tales Esta-dos no eran más que débiles leviatanes.17

    Los estudiosos del Estado coinciden en que éste surgió en su forma moderna «si-multáneamente y en un complicado proceso de interacción» con el capitalismo." Talproceso se dio en Europa y en él intervinieron varios factores aparte de los estrictamenteeconómicos. Cuando Weber compara las ciudades de Oriente con las de Europa occi-dental en la Edad Media, encuentra que unas y otras compartían muchas característi-cas: eran mercados para el comercio y la industria al mismo tiempo que servian defortalezas, había organizaciones de comerciantes y gremios de artesanos que crearonestatus autónomos para sus miembros, hubo cortes feudales y fueron «sede de linajescon señoríos territoriales fuera de la ciudad y, a menudo, con grandes posesiones desuelo urbano, que se agrandaba con los resultados de la participación de esos linajes enlas probabilidades lucrativas que ofrecía la ciudad»." En la Edad Media, tanto en lasciudades europeas occidentales como en las de Oriente había «señores que [las] prote-gían y funcionarios de un señor político que ejercían dentro de sus muros facultades deamplitud distinta». 20 Sin embargo, las diferencias eran notables y una de las más impor-tantes fue la estructura estamental. Al contrario de lo que sucedió en la India, dondeciertas instituciones específicamente urbanas dieron origen a la formación de castas, laCIUdad occidental se constituyó en un lugar de ascenso de la servidumbre a la libertadpor medio de la actividad lucrativa. Weber señala que a diferencia de todos los demásdesarrollos que nos son conocidos, la burguesía urbana perseguía aquí con plena con-ciencia una política estamental orientada en ese sentido:

    Cuando las perspectivas lucrativas eran amplias, existía en los primeros tiempos de estasciudades un interés común de sus habitantes por el aprovechamiento de las mismas con elfin de am:t:liar las probabilidades de venta y de ganancia de cada uno, facilitando para ellola afluenCIa de gentes de fuera y también existía un interés común porque ningún sienroque acababa de conquistar un bienestar en la ciudad fuera requerido por su señor [ ... ]aunque no fuera más que para obtener de él un precio de rescate. La burguesía urbanarompía de este modo, por usurpación -y ello constituía una enorme innovación revolu-cionaria en su fondo, de las ciudades medievales de Occidente frente a todas las d~más-con el derecho señorial. En las ciudades del centro y del norte de Europa surgió así eÍconocido lema «El aire de la ciudad hace libren, es decir, que después de un plazo más omenos grande, pero que se fue haciendo cada vez menor, el señor de un esclavo o de unsiervo perdía el derecho a reclamarlo como sometido a su poder. [ ... ] Las diferenciase~ta~.entales desa~arecie~on, por lo tanto, en la ciudad, al menos en la medida en queslgmficaban una dIferenCIa entre la libertad y la falta de ella.2J

    17. ¡bid., pp. 46-47.18. ¡bid., p. 45.19. Max Weber, Economía y Sociedad, FCE, México, 6.° reimp., 1983 [Ed. original, 1922], pp. 955-956.20. ¡bid., p. 956.21. ¡bid., p. 957.

    36 TRATADO DE CIENCIA POlÍTICA TRATADO DE CIENCIA POlÍTICA 37

  • María Eugenia Va/dés Vega

    No es casual que fuera Nicolás Maquiave!o quien incorporara el término Estado allenguaje corriente. Él vivió en e! Renacimiento y para. entonces y~ había sido minado elorden mundial creado durante la Edad Media. En e! sIglo XVI habIa ya un mundo carac-terizado por la expansión del comercio, la existencia de .mejo:es. comunicaciones y laaparición del comerciante aventurero en e~que cI~dades hbres Italianas c~mo Flore~CIapedían «una escala mayor, un sistema POlítICOmas centralIzado que e! eXIstente baJO elfeudalismo»;" fue en ese contexto en e! que Maquiavelo escribió su ob~, en la cual seanuncia la revolución política que dio lugar a la creación del Estado-nacIOn. Este p:oce-so se acompañó de cuatro cambios económicos y sociales: «primero, el descubnmIentode nuevas fuentes de riqueza más allá de los mares; segundo, el desarrollo delas finan-zas internacionales; tercero, una revoluc