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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS ESCUELA DE MEDICINA TEMA: CONVULSIONES EN MENORES DE 5 AÑOS EN EL HOSPITAL MARTÍN ICAZA DE BABAHOYO EN EL PERÍODO 2014-2015 TRABAJO DE TITULACIÓN PRESENTADO COMO REQUISITO PARA OPTAR POR EL TITULO DE MÉDICO NOMBRE DEL ESTUDIANTE: MARIELA STEFANÍA MORÁN LOZADA TUTOR: Dr. VICTOR ALVARADO PEREZ GUAYAQUIL, MAYO DEL 2017

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL ESCUELA DE MEDICINA TEMA ...repositorio.ug.edu.ec/bitstream/redug/32668/1/CD... · Crisis convulsivas, sindromes febriles ... fenómenos que simulan crisis

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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA DE MEDICINA

TEMA:

CONVULSIONES EN MENORES DE 5 AÑOS EN EL HOSPITAL MARTÍN ICAZA

DE BABAHOYO EN EL PERÍODO 2014-2015

TRABAJO DE TITULACIÓN PRESENTADO COMO REQUISITO PARA OPTAR

POR EL TITULO DE MÉDICO

NOMBRE DEL ESTUDIANTE:

MARIELA STEFANÍA MORÁN LOZADA

TUTOR:

Dr. VICTOR ALVARADO PEREZ

GUAYAQUIL, MAYO DEL 2017

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA DE MEDICINA

Este trabajo de Titulación cuya autoría corresponde a Mariela Stefanía Morán Lozada ha

sido aprobado, luego de su defensa pública, en la forma presente por el Tribunal

examinador de Grado Nominado por la Escuela de Medicina como requisito parcial para

optar el título de Médico General.

PRESIDENTE DEL TRIBUNAL MIEMBRO DEL TRIBUNAL

MIEMBRO DEL TRIBUNAL

SECRETARIA ESCUELA DE MEDICINA

 

                                                                                                                                                                                 

REPOSITORIO NACIONAL EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA

FICHA DE REGISTRO DE TESIS/TRABAJO DE GRADUACIÓN

TÍTULO Y SUBTÍTULO: CONVULSIONES EN MENORES DE 5 AÑOS EN EL HOSPITAL MARTÍN ICAZA DE BABAHOYO EN EL PERÍODO 2014-2015

AUTOR Morán Lozada Mariela Stefanía

REVISOR/TUTOR: Dr. Victor Enrique Alvarado Pérez Dr. César Bravo Bermeo

INSTITUCIÓN: Universidad de Guayaquil

UNIDAD/FACULTAD: Ciencias Médicas GRADO OBTENIDO: Médico General

FECHA DE PUBLICACIÓN: Mayo 2017 No. DE PÁGINAS: 52 PALABRAS CLAVES/ KEYWORDS:

Crisis convulsivas, sindromes febriles

RESUMEN/ABSTRACT (150-250 palabras):

Las crisis convulsivas en nuestro país representan unas de las principales visitas a la emergencia pediátrica de una casa de salud, por tal motivo se ha tratado de identificar las causas más frecuentes que predisponen a las crisis convulsivas en menores de 5 años de edad, para de esta manera diagnosticar la posible causa y evitar nuevas crisis y complicaciones relacionados.

Los médicos que le dan la primera atención a estos pacientitos deben estar bien entrenados en cuanto al diagnóstico, clasificación y terapéutica adecuada, de esta manera proveer una atención excelente y prevenir complicaciones.

En este trabajo observamos que las causas más frecuente de convulsiones en éstas edades son los síndromes febriles por infecciones en un 57% de los pacientes sobre todo en edades tempranas, traumatismo craneoencefálico 16 %, idiopática 13 %, desequilibrio hidroelectrolítico 10%. De acuerdo al tipo de crisis convulsivas; 70% de pacientes presentaron crisis autolimitadas, dentro de estas el 70% eran crisis focales; mientras que los principales síntomas fueron pérdida del conocimiento y sacudidas de los brazos, al inicio de las crisis 70% de los pacientes se encontraban en estado de vigilia.

ADJUNTO PDF: SI NO

CONTACTO CON AUTOR/ES:

Teléfono: 0988950851 E-mail: [email protected]

CONTACTO CON LA INSTITUCIÓN:

Nombre: Teléfono: E-mail:

Guayaquil, Mayo del 2017

CERTIFICACIÓN DEL TUTOR REVISOR

Habiendo sido nombrado VICTOR ENRIQUE ALVARADO PÉREZ, tutor del

trabajo de titulación CONVULSIONES EN MENORES DE 5 AÑOS EN EL

HOSPITAL MARTÍN ICAZA DE BABAHOYO EN EL PERÍODO 2014-2015 certifico

que el presente trabajo de titulación, elaborado por MARIELA STEFANÍA

MORÁN LOZADA con C.I. No.1204499394, con mi respectiva supervisión como

requerimiento parcial para la obtención del título de MÉDICO , en la Carrera

MEDICINA, Facultad de CIENCIAS MÉDICAS, ha sido REVISADO Y

APROBADO en todas sus partes, encontrándose apto para su sustentación.

VICTOR ENRIQUE ALVARADO PÉREZ

DOCENTE TUTOR REVISOR

C.I. No 1200894093

*CÓDIGO  ORGÁNICO  DE  LA  ECONOMÍA  SOCIAL  DE  LOS  CONOCIMIENTOS,  CREATIVIDAD  E  INNOVACIÓN  (Registro  Oficial  n.  899  -­‐  Dic./2016)  Artículo  114.-­‐  De  los  titulares  de  derechos  de  obras  creadas  en  las  instituciones  de  educación  superior  y  centros  educativos.-­‐  En  el  caso  de  las  obras  creadas  en  centros  educativos,  universidades,  escuelas  politécnicas,  institutos  superiores  técnicos,  tecnológicos,  pedagógicos,  de  artes  y  los  conservatorios  superiores,  e  institutos  públicos  de  investigación  como  resultado  de  su  actividad  académica  o  de  investigación  tales  como  trabajos  de  titulación,  proyectos  de  investigación  o  innovación,  artículos  académicos,  u  otros  análogos,  sin  perjuicio  de  que  pueda  existir  relación  de  dependencia,  la  titularidad  de  los  derechos  patrimoniales  corresponderá  a  los  autores.  Sin  embargo,  el  establecimiento  tendrá  una  licencia  gratuita,  intransferible  y  no  

exclusiva  para  el  uso  no  comercial  de  la  obra  con  fines  académicos.    

LICENCIA GRATUITA INTRANSFERIBLE Y NO EXCLUSIVA PARA EL USO

NO COMERCIAL DE LA OBRA CON FINES NO ACADÉMICOS

Yo, MARIELA STEFANÍA MORÁN LOZADA con C.I. No. 1204499394, certifico que

los contenidos desarrollados en este trabajo de titulación, cuyo título es

“CONVULSIONES EN MENORES DE 5 AÑOS EN EL HOSPITAL MARTÍN ICAZA DE

BABAHOYO EN EL PERÍODO 2014-2015” son de mi absoluta propiedad y

responsabilidad Y SEGÚN EL Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA

SOCIAL DE LOS CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN*, autorizo

el uso de una licencia gratuita intransferible y no exclusiva para el uso no comercial de

la presente obra con fines no académicos, en favor de la Universidad de Guayaquil, para

que haga uso del mismo, como fuera pertinente

MARIELA STEFANÍA MORÁN LOZADA

C.I. No. 1204499394

DEDICATORIA

Los resultados de este trabajo de titulación, están dedicados a todas aquellas personas

que me han brindado su apoyo incondicional durante estos largos años de mi carrera, en

especial a mis padres Sr. Segundo Morán Lage y la Sra. Emma Lozada Villagomez, que

fueron el pilar fundamental para lograr este objetivo. Aquellas personas que me dieron la

vida y la oportunidad de venir a este mundo a triunfar, los cuales nunca me abandonaron

en los buenos y malos momentos de mi vida, que siempre estuvieron cuando los necesité

dándome aliento para seguir adelante y no temerles a las dificultades, gracias papá y

mamá los amo.

A mi hermana Maricela Morán Lozada, mi esposo Armando Alvarez, a mis amados hijos

Ileana y Dylan Alvarez, mi cuñado Angel Macías y mis queridos sobrinos Erick y Adrián

Macias, y a todos aquellos docentes que supieron enseñarme de buena manera e

inculcarme valores importantes para poder ejercer esta profesión.

AGRADECIMIENTO

Doy gracias a DIOS, nuestro creador, sin él no hubiera sido posible nuestra presencia en

este mundo.

Agradezco a mi tutor de tesis: DR. VICTOR ALVARADO PÉREZ, mi revisor de tesis:

DR. CÉSAR BRAVO BERMEO, quienes estuvieron apoyándome todo el tiempo que

llevó la realización de este trabajo.

Gracias a los médicos residentes y tratantes del HOSPITAL MARTIN ICAZA DE

BABAHOYO, lugar donde me formé como médico y me brindó todas las facilidades

para poder realizar este trabajo de investigación.

I    

 

Tabla  de  contenido  RESUMEN  .....................................................................................................................................  1  

ABSTRACT  ...................................................................................................................................  2  

1 INTRODUCCIÓN  ......................................................................................................................  3  

EL PROBLEMA  ............................................................................................................................  6  

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA  .............................................................................  6  

1.1.1 IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA  ........................................................................  6  

1.1.2 JUSTIFICACIÓN  ..........................................................................................................  6  

1.1.3 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA  ..........................................................................  7  

1.1.4 DETERMINACIÓN DEL PROBLEMA  ......................................................................  7  

1.2. OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS  ..................................................................  8  

2.1 OBJETIVO GENERAL  ...................................................................................................  8  

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS.  ..........................................................................................  8  

2. MARCO TEÓRICO  ...................................................................................................................  9  

2.1. CRISIS CONVULSIVAS  ...................................................................................................  9  

2.1.2 ASPECTO HISTÓRICO:  ..............................................................................................  9  

2.1.3 CONCEPTO  ................................................................................................................  10  

2.2 EPIDEMIOLOGIA  ............................................................................................................  10  

2.3 PREDISPOSICION  ...........................................................................................................  11  

2.4 ETIOLOGíA  ......................................................................................................................  11  

2.5 CONVULSIONES OCASIONALES DEL LACTANTE  ..................................................  13  

2.8 MECANISMO DE LAS CONVULSIONES  .....................................................................  25  

2.8 FÁRMACOS ANTICONVULSIVOS  ...............................................................................  27  

2.3 Preguntas del trabajo de Investigación  ...................................................................................  31  

2.4 DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES  ...................................................................................  31  

Variable de estudio o de investigación  .....................................................................................  31  

3. MATERIALES Y MÉTODOS  ................................................................................................  32  

3.1 MATERIALES  ...................................................................................................................  32  

3.1.1 Lugar de la investigación  .............................................................................................  32  

3.1.2 Período de la investigación  ..............................................................................................  32  

3.1.3 Universo y Muestra  .........................................................................................................  32  

3.1.4 Viabilidad  ........................................................................................................................  32  

II    

 

3.1.4.1 Recursos  ...................................................................................................................  32  

3.2 MÉTODOS  ........................................................................................................................  33  

3.2.1 Tipo de investigación  ..................................................................................................  33  

3.2.2 Diseño de investigación  ...............................................................................................  33  

3.2.3 Criterios de inclusión y exclusión  ...............................................................................  33  

3.2.4 Instrumentos de Evaluación o recolección de datos  ........................................................  34  

RESULTADOS  ............................................................................................................................  35  

4.1 RESULTADOS Y DISCUSIÓN  ............................................................................................  50  

CONCLUSIONES  .......................................................................................................................  51  

RECOMENDACIONES  ..............................................................................................................  51  

BIBLIOGRAFÍA  ...............................................................................................................................  52  

 

 

 

 

1  

“CONVULSIONES EN MENORES DE 5 AÑOS EN EL HOSPITAL MARTÍN ICAZA DE

BABAHOYO EN EL PERÍODO 2014-2015

Autor: Mariela Stefanía Morán Lozada

Tutor: Dr. Victor Enrique Alvarado Pérez

RESUMEN Las crisis convulsivas en nuestro país representan unas de las principales visitas a la

emergencia pediátrica de una casa de salud, por tal motivo se ha tratado de identificar las

causas más frecuentes que predisponen a las crisis convulsivas en menores de 5 años de

edad, para de esta manera diagnosticar la posible causa y evitar nuevas crisis y

complicaciones relacionados.

Los médicos que le dan la primera atención a estos pacientitos deben estar bien

entrenados en cuanto al diagnóstico, clasificación y terapéutica adecuada, de esta manera

proveer una atención excelente y prevenir complicaciones.

En este trabajo observamos que las causas más frecuente de convulsiones en éstas edades

son los síndromes febriles por infecciones en un 57% de los pacientes sobre todo en

edades tempranas, traumatismo craneoencefálico 16 %, idiopática 13 %, desequilibrio

hidroelectrolítico 10%. De acuerdo al tipo de crisis convulsivas; 70% de pacientes

presentaron crisis autolimitadas, dentro de estas el 70% eran crisis focales; mientras que

los principales síntomas fueron pérdida del conocimiento y sacudidas de los brazos, al

inicio de las crisis 70% de los pacientes se encontraban en estado de vigilia.

Palabras claves:

Crisis convulsiva, síndrome febril

 

 

 

2  

Author: Mariela Stefanía Morán Lozada

Advisor: Dr. Victor Enrique Alvarado Pérez

ABSTRACT The seizures in our country represent one of the main visits to the pediatric emergency of

a health home, so it has been tried to identify the most frequent causes that predispose to

seizures in children under 5 years of age, in order to This way to diagnose the possible

cause and avoid new crises and related complications.

The doctors who give the first attention to these patients must be well trained in

diagnosis, classification and appropriate therapy, in order to provide excellent care and

prevent complications.

In this study we observed that the most frequent causes of seizures in these ages are

febrile syndromes due to infections in 57% of the patients, especially in the early ages,

traumatic brain injury 16%, idiopathic 13%, hydroelectrolytic imbalance 10%.

According to the type of seizures; 70% of patients presented self-limited seizures, within

these 70% were focal seizures; While the main symptoms were loss of consciousness and

shaking of the arms, at the beginning of the crisis 70% of the patients were in waking

state.

Keywords:

Seizures, febrile syndrome

 

 

 

3  

1 INTRODUCCIÓN Una crisis o convulsión es una alteración paroxística de la actividad motora y/o de la

conducta limitada en el tiempo tras una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Las

crisis comiciales son frecuentes en el grupo de edad pediátrica y aparecen en un 10% de

los niños. La mayor parte de las crisis en niños se debe a trastornos somáticos que se

originan fueran del cerebro, tales como fiebre elevada, infección, traumatismo craneal,

hipoxias, toxinas o arritmias cardíacas.

Otros episodios como espasmo del sollozo y el reflujo gastroesofágico, pueden producir

fenómenos que simulan crisis comiciales. En pocos casos también se presentan

pseudocrisis de origen psiquiátrico. Menos de un tercio de las convulsiones en los niños

son causadas por epilepsia. Para establecer una clasificación epidemiológica, se

considera que el paciente sufre una epilepsia cuando tiene dos o más crisis primarias con

un intervalo de tiempo superior a 24 horas.

La tasa de prevalencia en los países latinoamericanos es más elevada a comparación de

países desarrollados, actualmente se calcula una prevalencia de 14 a 57 por cada 1 000

habitantes.

En general se acepta que el 5% de la población tendrá una crisis convulsiva a lo largo de

su vida, mientras que la frecuencia de epilepsia oscila entre el 1 y 3%.Entre niños con

epilepsia, la frecuencia de estado epiléptico es del 1 -­‐ 5%, domina en lactantes y

muestra una mortalidad del 10% en la experiencia del Hospital Infantil de México.

(HOSPITAL INFANTIL MEXICO, 2008)

Dentro de la historia natural de una convulsión, ésta puede remitir espontáneamente o

con medicación, o ingresar a status convulsivo y aquí remitir sin secuelas o dejarlas.

Entre estas últimas están la epilepsia (21%), compromiso intelectual (33%); déficit motor

(20%) o incluso llevar a la muerte. (Hospital Sbarra., 2012)

El pronóstico a largo plazo es excelente. Dentro de las convulsiones, las febriles son

generalmente benignas y la mayoría de los factores de riesgo están presentes desde que el

paciente consulta. El aspecto más relevante luego de una convulsión febril, es la

recurrencia de una o más crisis febriles, que ocurren hasta en un 30 a 40 % de los casos.

(Espinosa, 2010)

 

 

 

4  

Una convulsión (del latín convulsio) es un fenómeno paroxístico producido por

descargas anormales, excesivas e hipersincrónicas de un grupo de neuronas del sistema

nervioso central (SNC). De acuerdo con la distribución de las descargas, esta actividad

anormal del SNC se manifiesta de diferentes formas, que van desde una llamativa

actividad convulsiva hasta fenómenos de experiencia subjetiva difíciles de advertir por

un observador. Aunque una gran variedad de factores influyen en la incidencia y

prevalencia de las convulsiones, entre 5 y 10% de la población tendrá al menos una

convulsión durante su vida; la incidencia es mayor en la primera infancia y al final de la

vida adulta.

El significado del término convulsión se debe distinguir claramente del de epilepsia.

Epilepsia describe un trastorno en el que una persona tiene convulsiones recurrentes

debido a un proceso crónico subyacente. Esta definición implica que una persona que ha

sufrido una sola convulsión o convulsiones recurrentes debidas a factores corregibles o

evitables, no tiene necesariamente epilepsia. El término epilepsia hace referencia a un

fenómeno clínico más que a una sola enfermedad, puesto que existen muchas formas y

causas de epilepsia. Sin embargo, entre las muchas causas de epilepsia hay diferentes

síndromes epilépticos, cada uno con sus peculiares manifestaciones clínicas y

patológicas, que sugieren una etiología específica.

Utilizando la definición de epilepsia como dos o más convulsiones no provocadas, la

incidencia de epilepsia es de aproximadamente 0.3 a 0.5% en las distintas poblaciones de

todo el mundo, estimándose su prevalencia entre 5 y10 por 1 000 habitantes.

Las crisis comiciales son frecuentes en el grupo de edad pediátrica y aparecen en un 10%

de los niños. La mayor parte de las crisis en los niños se debe a trastornos somáticos que

se originan fuera del cerebro, tales como fiebre elevada, infección, síncope, traumatismo

craneal, hipoxia, toxinas o arritmias cardíacas. Otros episodios, como los espasmos del

sollozo y el reflujo gastroesofágico, pueden producir fenómenos que simulan crisis

comiciales.

El estado epiléptico (EE) fue definido por la Liga Internacional contra la Epilepsia

(ILAE) como una crisis que no muestra síntomas clínicos de detención después de una

duración mayor a la que abarca la gran mayoría de crisis de ese tipo en la mayoría de los

 

 

 

5  

pacientes, o crisis recurrentes sin reanudación interictal de la función base del sistema

nervioso central (SNC).

Debido al gran número de pacientes del área de pediatría del Hospital Martín Icaza de la

ciudad de Babahoyo diagnosticados como crisis convulsivas ya sean estas por fiebre de

origen infeccioso, por traumatismo craneoencefálico, o por origen desconocido, la

mayoría de los cuales llegan al área de emergencia en estado post-crítico, por lo cual es

importante saber diagnosticar y estar preparado para actuar de manera oportuna y así

evitar futuras complicaciones.

En el siguiente estudio retrospectivo realizado en el área de pediatría del Hospital Martín

Icaza de la ciudad de Babahoyo, ubicado entre las calles Malecón y Barreiro, este centro

Hospitalario ofrece servicios en Medicina General, Gineco-Obstetricia, Cardiología,

Imageniología, Cirugía, Pediatría, Traumatología, Fisiatría, Consulta externa,

emergencia, hospitalización, clínica del VIH, hemoteca, banco de leche materna y

servicio social. Se tratará de determinar las causas más frecuentes de crisis convulsivas,

así como la edad más frecuente y la relación del tipo de sexo en niños menores de 5 años

de edad en el período 2014-2015 basándose en la exploración de los expedientes clínicos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

6  

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1.1 IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

     Una atención medica no sistematizada de los menores de 5 años con crisis convulsivas

que acuden al hospital Martin Icaza de la ciudad de Babahoyo

1.1.2 JUSTIFICACIÓN

Las crisis convulsivas en los niños constituye una condición dramática de afectación de

la normalidad de los niños y de angustia para los familiares que piensan, es una situación

grave que compromete el cerebro, potencialmente mortal y discapacitante ante las que se

sienten impotentes. Es, además, un motivo frecuente de atención hospitalaria urgente que

también desconcierta y alarma a practicantes y médicos que las enfrentan, requiere en

muchos casos tecnología no disponible y de la participación de especialistas en

neurología y/o neurocirugía.

Las crisis convulsivas requieren atención inmediata con un conocimiento y aplicación

ordenada de recursos técnicos, procedimiento y fármacos que las controlen, sin retardos

que pongan en riesgo la vida y se produzcan secuelas graves. Por otra parte, no todos los

centros hospitalarios cuentan con los recursos humanos especializados y con protocolos

de atención que brinden mayor seguridad y eficacia en la solución de este tipo de

emergencia.

Con esta realidad se justifica realizar una investigación dirigida a una revisión teórica

de las crisis convulsivas en los niños, circunscrita a los menores de 5 años por ser el

grupo etario más frecuentemente afectado, y en base a la caracterización clínica de

aquellas más el soporte de la literatura médica, elaborar un protocolo de atención que

permita una acción segura, oportuna, ordenada y actualizada en favor de los pacientes y

de los profesionales que los atienden.

 

 

 

7  

1.1.3 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

La elevada frecuencia de niños con convulsiones que asisten al Hospital Martin Icaza de

la ciudad de Babahoyo y la falta de asistencia sistematizada por carecer de un protocolo

de atención que contribuya a mejores resultados.

1.1.4 DETERMINACIÓN DEL PROBLEMA

Las crisis convulsiva en los menores de 5 años representan un capítulo importante de las

emergencias que se atienden en los hospitales, sean estos generales o exclusivamente

pediátricos; en los primeros más que en los segundos no siempre se cuenta con el

personal especializado y con los recursos técnicos que permitan atender con mayor

competencia este trastorno bioeléctrico de las estructuras cerebrales generador de

angustia e incertidumbre entre familiares y cuerpo médico.

A diferencia de los especialistas neurólogos, neuropediatras o neurocirujanos que

lidian permanentemente con esta expresión clínica que responde a etiología diversas, los

médicos, residentes e internos que laboran en hospitales generales no tienen la experticia

suficiente para abordar este padecimiento complejo con la solvencia que demanda. Se

suma a esta debilidad la falta de dotación de laboratorio clínico, de imágenes y gabinete

electroencefalógrafico que facilite aproximaciones diagnosticas por lo que,

habitualmente en los hospitales generales únicamente se controla la crisis convulsiva y se

traslada los pacientes a centros de nivel superior.

Con este antecedente es oportuno señalar que siendo el control de las crisis

convulsivas la importante y vital contribución que realiza el personal médico de

hospitales generales, es necesario que sus acciones estén guiadas por fundamentales

conocimientos teóricos que les permitan caracterizar e identificar las crisis y sus posibles

relaciones causales, así como tomar las decisiones adecuadas en cuanto a intervenciones

procedimentales diagnósticas y terapéuticas. Esto será más fácil de lograr si se cuenta

con normas escritas que conserven un ordenamiento y que respondan a las

particularidades individuales de los niños con crisis convulsivas.

 

 

 

8  

1.2. OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS

2.1 OBJETIVO GENERAL

Caracterizar las crisis convulsivas en niños menores de 5 años atendidos en el Hospital

Martín Icaza de Babahoyo período 2014 – 2015 y normar su atención.

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

•   Establecer la frecuencia de niños con crisis convulsivas

•   Identificar las relaciones causales de las crisis convulsivas

•   Normar el tratamiento de las crisis convulsivas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9  

CAPITULO II

2. MARCO TEÓRICO

2.1. CRISIS CONVULSIVAS

2.1.2 ASPECTO HISTÓRICO:

Desde la antigüedad, el hombre se vió afectado por movimientos corporales no

habituales que fueron interpretados como influencias divinas. El conocimiento médico

logró explicar las convulsiones desde el punto de vista científico, así como determinar

sus causas y su tratamiento. La visión acerca de la enfermedad cambió durante el siglo

XX. (Naranjo, 2009)

A principio de siglo esta condición no era reconocida como una entidad clínica

independiente (1900-1920), en el período comprendido entre 1930 y 1950 era

considerado como una entidad benigna, sobre todo las de tipo febriles. Posteriormente se

consideró que debido a que es una condición cuya susceptibilidad desaparece

espontáneamente sin daño cerebral evidente, no requería tratamiento profiláctico.

(Naranjo, 2009)

Entre 1960 y 1980 los neurocirujanos encontraron una aparente asociación entre las crisis

febriles duraderas y la epilepsia del lóbulo temporal, aun en ausencia de estudios

epidemiológicos bien diseñados que confirmaran la hipótesis. Esto llevó a una explosión,

a nivel mundial, del uso del fenobarbital como tratamiento profiláctico mantenido por

años, incluso luego de una crisis febril simple, para evitar esta supuesta epilepsia del

lóbulo temporal. Esto constituyó un triste pero inolvidable capítulo en la terapéutica de

las crisis febriles. (Naranjo, 2009)

Los estudios recientes han documentado con claridad que estas crisis son benignas en la

mayoría de los casos, tanto en pacientes tratados profilácticamente como en aquéllos que

sólo han recibido tratamiento en el momento de la crisis. (Naranjo, 2009)

 

 

 

10  

2.1.3 CONCEPTO Convulsión es el fenómeno motor caracterizado por una contracción involuntaria de la

musculatura del cuerpo, de apariencia tónica o clónica (según que su naturaleza sea

continua o discontinua); puede ser de origen cerebral o espinal y se relaciona con muy

diversos mecanismos. (Clinica,guías de práctica, 2013)

Crisis cerebral es el episodio caracterizado por fenómenos anormales súbitos y

transitorios de tipo motor, sensitivo-sensorial, vegetativo o de afectación de la

conciencia, como resultado de una disfunción cerebral transitoria, parcial o generalizada.

(Clinica,guías de práctica, 2013)

Crisis epiléptica es la crisis cerebral resultante de la descarga excesiva de una población

neuronal hiperexcitable. Puede ser ocasional cuando acontece en una persona no

epiléptica por efecto de una causa accidental (tóxico, infección, fiebre, trastorno vascular,

etc.); se denomina única la crisis epiléptica espontánea no recurrente, son iterativas

cuando se repiten a intervalos de tiempo variables y se denominan seriadas cuando se

presentan ordenadas en series o grupos. (Clinica,guías de práctica, 2013)

La repetición de las crisis epilépticas origina la epilepsia, que es “la enfermedad crónica,

de etiología diversa, caracterizada por crisis cerebrales recurrentes, asociadas

eventualmente con diversas manifestaciones clínicas o paraclínicas”.

Epilepsia no es una enfermedad en el sentido habitual, sino un síndrome, de etiología

muy diversa (tanto orgánica como funcional), cuya expresividad clínica puede ser muy

variada (motora, psíquica, sensorial, sensitiva, vegetativa, con o sin afectación del nivel

de conciencia) y las crisis cerebrales tienen un carácter más amplio, mientras que, en las

convulsiones, lo característico es la alteración del tono y motricidad; asimismo, no toda

convulsión es una crisis epiléptica y no siempre las crisis epilépticas se manifiestan con

convulsiones propiamente dichas. (Clinica,guías de práctica, 2013)

2.2 EPIDEMIOLOGIA Las crisis representan aproximadamente el 1 a 2 % de las urgencias médicas. El 45% de

las atendidas en los servicios de urgencias médicas suponen las primeras crisis que

aparecen en un sujeto previamente sano y presenta una tasa de 4 a 6 casos/1000 niños.re

 

 

 

11  

Las crisis son muy variadas y presentan diferentes causas, entre las principales son las

crisis febriles y las epilepsias.

Las crisis febriles afectan del 2 – 5 % de la población pediátrica, aunque en algunas

poblaciones incluso pueden llegar al 15% siendo por mucho una de las principales causas

de convulsiones tónico-clónicas en la infancia.

2.3 PREDISPOSICION La incidencia de convulsiones en el niño es más elevada que en épocas posteriores de la

vida, en relación con una serie de circunstancias que concurren en esta edad, más

evidentes en el RN y lactante: inmadurez nerviosa y, en particular, de la corteza cerebral,

que se evidencia por características anatómicas (insuficiente mielinización, migración

neuronal incompleta, inmadurez de la sustancia nigra), de los neurotransmisores

(disminución de GABA, que es un inhibidor de la transmisión de las descargas

neuronales, a la manera de un antiepiléptico “fisiológico”), bioeléctricas (ondas lentas y

de elevado voltaje en el EEG, frente al trazado más rápido y de menos voltaje del adulto)

y clínicas (reflejos propios del RN y lactante pequeño). Labilidad neurovegetativa y

metabólica: fáciles y bruscas perturbaciones térmicas, vasomotoras y metabólicas, como

de la calcemia y glucemia. (Cruz-Hernández)

Incidencia más elevada de ciertos factores etiológicos: anoxia perinatal (encefalopatía

hipóxico-isquémica), meningo-encefalitis, hipovitaminosis D, complicaciones de algunas

vacunaciones, malformaciones encefálicas, enfermedades heredodegenerativas y los

“errores innatos” del metabolismo. (Cruz-Hernández)

2.4 ETIOLOGíA Las causas más frecuentes de convulsiones en función de la edad. Aun considerando

todos los grupos de edades, las convulsiones febriles son la causa más frecuente de crisis

convulsiva en la infancia; de hecho entre el 2-4% de todos los niños han tenido algún

episodio.

 

 

 

12  

Clasificación de las crisis epilépticas Crisis parciales (focales) • Crisis parciales simples (sin afectación del nivel de conciencia) - Motoras - Con signos somato-sensoriales (visuales, auditivos, olfatorios, gustativos, vertiginosos) - Con síntomas autonómicos - Con síntomas psíquicos • Crisis parciales complejas (con afectación del nivel de conciencia) • Crisis parciales que evolucionan a crisis secundariamente generalizadas

Crisis generalizadas • Ausencias • Crisis mioclónicas simples o múltiples • Crisis clónicas • Crisis tónicas • Crisis tónico-clónicas • Crisis atónicas (astáticas)

Crisis inclasificables Causas más frecuentes de convulsión según la edad Lactantes y niños • Convulsión febril • Infección sistémica y del sistema nervioso central • Alteraciones hidroelectrolíticas • Intoxicaciones • Epilepsia

 

 

 

13  

2.5 CONVULSIONES OCASIONALES DEL LACTANTE En el lactante, época en la que todavía no se ha alcanzado la maduración cerebral y

persisten la mayoría de los factores predisponentes y desencadenantes, las convulsiones

también son frecuentes, con predominio de las crisis unilaterales, parciales (secuelares)

y, menos, las generalizadas. El pediatra asistirá, en esta edad, a convulsiones esporádicas,

únicas o repetidas, pero son ya más frecuentes las recidivantes, expresión de una

verdadera epilepsia. (Cruz-Hernández)

2.5.1 Convulsiones esporádicas (sintomáticas)

En esta edad pueden presentarse en relación con situaciones como las indicadas

seguidamente:Infecciones del sistema nervioso central. Meningitis y encefalitis: la

práctica de una punción lumbar facilita el diagnóstico. Tumores intracraneales: aunque

suelen manifestarse por un síndrome de hipertensión endocraneal, en ocasiones debutan

por una crisis convulsiva. Traumatismos craneales: como a cualquier edad, pueden

originar un daño cerebral, una hemorragia o edema, susceptibles de desencadenar una

convulsión. Intoxicaciones: en raras ocasiones en relación con fármacos (atropina,

opiáceos, procaína, clorpromazina, teofilina), a veces a través de un síndrome de

hipertensión intracraneal benigna (tetraciclinas, ácido nalidíxico, sobredosificación de

vitamina A, corticoides); o bien intoxicaciones accidentales (plomo, cocaína, nicotina).

Alteraciones metabólicas: de manera similar a lo comentado en el neonato, pueden

presentarse convulsiones en relación con hipocalcemia, hipomagnesemia, hipoglucemia,

trastornos hidroelectrolíticos y del metabolismo de los principios inmediatos. Anoxia:

situaciones que originan un defecto de la oxigenación cerebral (neumopatías,

cardiopatías, laringitis estenosante, cuerpo extraño en vías respiratorias) puede originar

una convulsión. (Cruz-Hernández)

2.5.2 Crisis febriles

El trastorno convulsivo más frecuente durante la infancia son las convulsiones febriles;

suelen tener un pronóstico excelente aunque también pueden indicar la presencia de un

proceso infeccioso agudo subyacente serio como una sepsis o una meningitis bacteriana.

Por tanto, los niños con una crisis asociada a la fiebre deben ser cuidadosamente

explorados y evaluados de manera adecuada para determinar la causa de la misma en

especial cuando es la primera crisis. Las crisis febriles dependen de la edad y no son muy

 

 

 

14  

comunes antes de los 9 meses ni después de los 5 años de edad. La edad más frecuente de

inicio se sitúa alrededor de los 14-18 meses y la incidencia se aproxima al 3-4% de los

niños pequeños. Un historial de antecedentes familiares de convulsiones febriles en los

hermanos y los padres sugiere una predisposición genética. Los estudios de conexión

genética en varias familias grandes han localizado el gen de las crisis febriles en los

cromosomas 19p y 8q13-21. En algunas familias, se ha demostrado un patrón de herencia

autosómico dominante. (Robert M. Kliegman, MD, 2013)

ETIOLOGÍA Y FISIOPATOGÉNIA

Las causas de las convulsiones febriles no están identificadas. Existe una asociación

estrecha entre el desarrollo de la crisis y la temperatura corporal elevada, aunque no se

conocen las razones del desarrollo de este fenómeno. Durante la fiebre se liberan

mediadores químicos como la interleuquina 1 (IL-1), que actúan como factores pro-

econvulsivantes en personas susceptibles, así como cambios en los canales iónicos y en

el ph sanguíneo4,5. (Pascual Barán y Diego Terceiro, 2013)

Otras teorías involucran diferentes agentes infecciosos virales, como el virus herpes

simple número 6 (HVS-6)6,7 o bien el antecedente de la aplicación de vacunas como

triple bacteriana (difteria, tétanos, pertussis o DPT) y/o triple viral (sarampión, rubeóla,

paperas) la MMR8 La genética también intenta acercar respuestas. Entre el 10 y el 20%

de los familiares de primer grado de estos pacientes han tenido convulsiones febriles en

la infancia, pudiendo encontrarse en estas familias concordancia entre distintas

alteraciones cromosómicas9. Esta predisposición puede transmitirse en forma autosómica

dominante. (Pascual Barán y Diego Terceiro, 2013)

Por ejemplo, en los gemelos monocigóticos existe una presentación cuatro veces mayor

que en los dicigóticos. Por último, algunas investigaciones han documentado a través de

resonancia nuclear magnética (RNM) alteraciones del hipocampo tanto en los individuos

que han sufrido convulsiones febriles como en sus familiares. Estos hallazgos tendrían el

carácter de malformaciones que generan lesiones escleróticas, similares a las vistas en la

epilepsia del lóbulo temporal10. Sin embargo, este tipo de lesiones también ha sido

descripto en pacientes sanos. (Pascual Barán y Diego Terceiro, 2013)

FACTORES FISIOPATOLÓGICOS

 

 

 

15  

Fiebre: La temperatura más habitual en que tienen lugar las CF se sitúa entre 38-38,5°C;

sólo es mayor de 39°C en el 7%. Ocurren muy frecuente con aumentos o descensos

bruscos de temperatura. Las recidivas son más frecuentes por debajo de 38-38,5°C. La

etiopatogenia no está aclarada aún, pero se reconocen como factores precipitantes más

comunes los siguientes: (A. RIPOLL LOZANO, J. SANTOS BORBUJO, 2014)

• Infecciones virales de vías altas (60-80%). En el 25% de los casos la CF es la primera manifestación clínica.

• Gastroenteritis aguda.

• Exantema súbito.

• Otitis media aguda.

• Infección de tracto urinario.

• Reacciones febriles tras vacunaciones: difteria-tétanos (1‰), tos ferina (0,5‰), sarampión: vacunados 1,9%, no vacunados 7,7%.

Edad: 85% suceden antes de los 4 años de edad. La edad media habitual es entre 17-23

meses, con la siguiente distribución

• Menos de 6 meses . . . . . 6%

• 7-12 meses . . . . . . . . . . 20%

• 13-24 meses . . . . . . . . . . 40%

• 25-36 meses . . . . . . . . . . 18%

• 37-48 meses . . . . . . . . . . . 8%

• Más de 4 años . . . . . . . . . 6%

Factor genético: Se considera posible una herencia poligénica multifactorial. Se han

descrito genes implicados en los siguientes cromosomas: (A. RIPOLL LOZANO, J.

SANTOS BORBUJO, 2014)

• 8q13-21 (Wallace, Berkovic)

• 19p13-3 (Johnson)

• 2q24-q33: se ha identificado un nuevo locus para la epilepsia generalizada con

convulsiones febriles «plus»: en el cromosoma 2q24 - q33. Se considera un síndrome

 

 

 

16  

genéticamente heterogéneo, con herencia autosómica dominante y aproximadamente el

60% de penetrancia. Existe un predominio materno en cuanto a la transmisión de la

labilidad para padecer este tipo de procesos: el 20% de los hijos de madres con historia

de CF en su infancia presentaron CF, frente al 9% de hijos de madres no afectas

MANIFESTACIONES CLÍNICAS.

Una convulsión febril simple se suele asociar a una temperatura central que aumenta con

rapidez hasta, o por encima de los 39 °C. La crisis suele ser generalizada de inicio y de

carácter tónico-clónico, puede durar entre unos segundos y raramente supera los 15

minutos, le sigue un breve período poscrítico de somnolencia y ocurre una sola vez en 24

horas. La crisis febril se describe como atípica o complicada cuando la duración es

superior a 15 minutos, cuando aparecen convulsiones repetidas en un mismo día o

cuando el paciente presenta una actividad convulsiva focal o hallazgos neurológicos

focales durante el período poscrítico. Algunos niños tienen un trastorno crónico con

recurrencia de las crisis durante los episodios febriles. Éstas no se consideran crisis

febriles, pero suele ser referidas como crisis coincidiendo con fiebre. El estatus

convulsivo epiléptico (una crisis que se prolonga más de 30 minutos o múltiples crisis

durante más de 30 minutos sin recuperación de la consciencia) se debe con frecuencia a

una infección del sistema nervioso central (meningitis virica o bacteriana) (Robert M.

Kliegman, MD, 2013)

Alrededor del 30-50% de los niños tiene alguna crisis recurrente con episodios febriles

posteriores y una pequeña minoría sufre numerosas crisis recurrentes. Los factores que se

asocian con un mayor riesgo de recurrencia de las crisis incluyen la edad del primer

episodio antes de los 12 meses, temperatura baja antes del inicio de la crisis,

antecedentes familiares de crisis febriles y signos de crisis complicadas. Las crisis

febriles no se asocian con disminución de la capacidad intelectual evolutivamente, y la

mayoría de los niños con crisis febriles sólo tiene incrementado ligeramente el riesgo de

padecer una epilepsia que la población general. Los factores que se asocian con un

incremento significativo de desarrollar una epilepsia posterior son la presencia de signos

neurológicos focales durante la crisis o en el período postictal, antecedentes familiares

positivos de epilepsia, una primera crisis febril antes de los 12 meses de edad, retraso en

 

 

 

17  

el desarrollo psicomotor o un trastorno neurológico preexistente. (Robert M. Kliegman,

MD, 2013)

Los niños que tienen una o más crisis febriles complicadas tienen un riesgo mucho

mayor que la población general de desarrollar epilepsia. La incidencia de epilepsia es

mayor del 9% cuando existen varios factores de riesgo, en comparación con una

incidencia del 1% en niños que tienen convulsiones febriles sin factores de riesgo.

(Pascual Barán y Diego Terceiro, 2013)

Durante la evaluación en la fase aguda, la tarea más importante del médico consiste en

determinar la causa de la fiebre y descartar una encefalitis o una meningitis. Si existe

cualquier duda en relación con la posibilidad de meningitis, es necesario realizar una

punción lumbar y examinar el líquido cefalorraquídeo (LCR). Se debe considerar

especialmente la realización de una punción lumbar en los niños menores de 12 meses, y

se debe valorar entre los 12 y los 18 meses de edad, sobre todo si las crisis son

complicadas y persiste afectación del nivel de consciencia después de un breve período

poscrítico. (Juan J. Zarranz, 2013)

Las anomalías del LCR inducidas por las convulsiones no suelen aparecer en niños,

todos los pacientes que presenten un LCR anormal tras una crisis deben ser evaluados

con detenimiento para descartar otras causas. La posibilidad de una meningoencefalitis

vírica también debe tenerse en cuenta, sobre todo la causada por el herpes simple. Las

infecciones víricas de las vías respiratorias superiores, la roséola (y virus herpes humano

responsable de la 6.a y 7.a enfermedad) y la otitis media aguda son las causas más

frecuentes de las convulsiones febriles. (Juan J. Zarranz, 2013)

La determinación de la glucosa, junto con las pruebas de laboratorio tales como

electrólitos séricos y determinaciones toxicológicas específicas, deben realizarse en

función de las circunstancias clínicas individuales, como por ejemplo la presencia de

deshidratación. El electroencefalograma (EEG) no está indicado tras una convulsión

febril simple, aunque puede resultar útil para evaluar a los pacientes con crisis

complicadas o características atípicas u otros factores de riesgo que puedan ser

indicativos de una epilepsia posterior. Del mismo modo, las pruebas de neuroimagen

tampoco son útiles en los niños con convulsiones febriles simples, pero deben tenerse en

 

 

 

18  

cuenta en pacientes con hallazgos atípicos, entre los que se incluyen signos neurológicos

focales o déficit neurológicos preexistentes. (Robert M. Kliegman, MD, 2013)

2..5.3 Status Epilepticus Febril

Se define como aquella crisis clónica, tónica, atónica o tónico-clónica, generalizada o

focal, asociada a fiebre mayor de 30 minutos de duración; o como una serie de crisis

entre las cuales no hay recuperación de conciencia. El status epilepticus febril comprende

aproximadamente el 25% de todos los status epilepticus en niños. Los factores de riesgo

para que un niño presente una convulsión febril luego de un estado febril. El riesgo para

futuras crisis afebriles en un niño que ha presentado un estado febril. En el metanálisis de

Maytal y Shinnar (1990) se encontró que el riesgo de futuras crisis febriles en la

población general es del 41% y que el riesgo de futuros status epilepticus febriles es

mayor en pacientes con alteraciones neurológicas previas. Las recurrencias ocurrieron a

pesar del tratamiento con anticonvulsivantes, mientras que la terapia con diazepam

intrarrectal sí ha mostrado disminuir el riesgo de recurrencia para crisis febriles. (Juan J.

Zarranz, 2013) (Clinica,guías de práctica, 2013)

PRUEBAS COMPLEMENTARIAS

No existe ninguna indicación sistemática de pruebas complementarias en los niños que

han tenido una convulsión, su realización estará en función de la sospecha etiológica y de

las manifestaciones clínicas. (Clinica,guías de práctica, 2013)

a) Estudio metabólico. Está indicado fundamentalmente en los neonatos y en los

lactantes pequeños en los que se sospeche una causa metabólica. Deberán determinarse la

glucemia, urea, creatinina, calcio, magnesio, sodio, potasio, pH gases bicarbonato, ácido

láctico y amoniaco. Si las convulsiones ocurren en el contexto de un deterioro

neurológico progresivo es útil extraer y congelar una muestra de suero para hacer un

estudio metabólico más complejo (acidurias orgánicas, enfermedades lisosomales); en

estos casos el suero debe ir acompañado de una muestra de orina y de LCR.

(Clinica,guías de práctica, 2013)

b) Punción lumbar. Debe realizarse en todos los niños menores de 12 meses que tienen

una convulsión asociada a fiebre (ver tabla III) y en todos los niños con sospecha de

infección intracraneal (meningitis).

 

 

 

19  

c) Tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética (RM). Están indicadas

en aquellos niños que presentan: signos de hipertensión intracraneal, focalidad

neurológica, crisis parciales, focalidad en el EEG, historia de traumatismo previo, o

dificultad para controlar las crisis. La RM es más sensible para la detección e patología

relacionada con las convulsiones. (Clinica,guías de práctica, 2013)

d) Niveles sanguíneos de anticonvulsivantes. Se extraerán en los niños con tratamiento

previo. Determinación de tóxicos en sangre. Se hará en caso de sospecha de intoxicación.

(Clinica,guías de práctica, 2013)

e) Electroencefalograma (EEG). No es una prueba de urgencias excepto en aquellas

convulsiones difíciles de controlar o en los casos en los que el sensorio no se recupera en

un tiempo razonable. De forma diferida está indicado en todos los niños con una primera

convulsión afebril, en las crisis febriles atípicas y en los niños epilépticos en los que el

patrón o la frecuencia de las crisis hayan cambiado. (Clinica,guías de práctica, 2013)

TRATAMIENTO.

El tratamiento de rutina de un lactante normal con convulsiones febriles breves simples

incluye una investigación exhaustiva de la causa de la fiebre así como apoyo y educación

de los padres. Los antipiréticos no han demostrado eficacia para evitar la recurrencia de

las crisis febriles, pero la utilización de medidas activas para controlar la fiebre,

incluyendo el uso de antipiréticos, puede ayudar a mejorar el estado general del niño. El

tratamiento de primera línea para las crisis que se prologan más de 5 minutos es una

benzodiazepina, según se describe en el capítulo 593.8, siempre que en el centro se

disponga de un soporte ventilatorio adecuado. La profilaxis prolongada con

antiepilépticos para prevenir las convulsiones febriles recurrentes es una medida

controvertida y no se recomienda en la mayoría de los niños. Los antiepilépticos como la

fenitoína y la carbamazepina no son eficaces para prevenir las crisis febriles. El

fenobarbital puede ser eficaz para prevenir las crisis febriles recurrentes, pero también

puede disminuir la función cognitiva en los niños tratados en comparación con los que no

han recibido este tratamiento. El valproato sódico también es eficaz en el tratamiento de

las crisis febriles, sin embargo, los riesgos potenciales del fármaco no justifican su

utilización en un trastorno con un pronóstico excelente con independencia del

 

 

 

20  

tratamiento. La incidencia de hepatotoxicidad mortal inducida por el valproato es más

elevada en los niños menores de 2 años. (Robert M. Kliegman, MD, 2013)

Si los padres están muy angustiados, el diazepam oral puede ser un método eficaz y

seguro para reducir el riesgo de recurrencia de las crisis febriles. Se administra al inicio

de la enfermedad febril con una dosis de 0,3 mg/kg cada 8 horas (1 mg/kg/24 horas) y

durante el transcurso de la misma (generalmente 2-3 días). Los efectos secundarios

suelen ser mínimos; si aparecen síntomas de letargo, irritabilidad o ataxia, éstos pueden

reducirse ajustando la dosis. Otra medida efectiva, en pacientes seleccionados con crisis

febriles complicadas, es la administración de diazepam en forma de gel, por vía rectal, a

la dosis de 0,5 mg/kg en niños de 2 a 5 años. Habitualmente se consigue controlar la

crisis y previene la recurrencia durante 12 horas. El tratamiento antiepiléptico preventivo,

o el tratamiento antes de la crisis, no han demostrado ser efectivo para reducir el riesgo

de epilepsia en pacientes de alto riesgo. (Robert M. Kliegman, MD, 2013)

2.5.4 Convulsiones benignas en el curso de una gastroenteritis

Constituyen un proceso que, si bien se ha descrito principalmente en países asiáticos,

acontece, asimismo, en nuestro medio. Se caracteriza por la presentación en el transcurso

de una gastroenteritis leve (sobre todo originada por rotavirus –pero también por otros

gérmenes–) y en niños sanos de edades entre los 6 meses y los 3 años, de crisis

convulsivas afebriles. (Cruz-Hernández)

Su semiología variada, con predominio de las motoras generalizadas pero pueden ser

parciales –simples o complejas– y secundariamente generalizadas; son de breve duración

(generalmente menos de 5 minutos aunque pueden ser más prolongadas) y suelen

presentarse en brotes. Los estudios complementarios (EEG, LCR y bioquímica

sanguínea) son normales. (Cruz-Hernández)

El pronóstico es bueno con curso autolimitado (desaparecen en la mayoría de los casos

en 2-3 días), sin que se observen secuelas ni epilepsia posterior. Es importante reconocer

esta situación en todo paciente que asocie gastroenteritis y convulsiones con el fin de

evitar un tratamiento antiepiléptico prolongado. La administración de CBZ oral (5 mg/kg

una vez al día) durante el brote se ha mostrado eficaz para su control. Otra alternativa es

el hidrato de cloral en dosis única (40-60 mg/kg/dosis).

 

 

 

21  

2.5.5 Convulsiones en preescolar y escolar

La maduración cerebral, así como la desaparición de algunos de los factores

predisponentes observados en edades precedentes, hacen que las convulsiones sean

menos frecuentes en este grupo de edad, observándose modificaciones tanto en la

etiología (desaparición de las febriles, por ejemplo), como en la forma de manifestarse,

con aumento de las convulsiones generalizadas, parciales complejas (cada vez más

elaboradas) o simples y son más raras las unilaterales, mientras que en el adolescente y

adulto predominan las motoras generalizadas. Como en cualquier otro grupo de edad,

cabe encontrar convulsiones ocasionales, esporádicas o recidivantes, en relación con

factores etiológicos concretos (infecciones neurológicas, accidentes, intoxicaciones,

patología cardiaca). (Cruz-Hernández)

2.5.6 Crisis primarias

PRIMERA CRISIS. Aunque la aparición de una crisis en un niño sin un estímulo

primario como, por ejemplo, fiebre elevada se suele considerar como factor indicativo de

un trastorno convulsivo crónico o epilepsia, menos de la mitad de estos niños

desarrollará una segunda crisis. Es conveniente realizar una historia clínica detallada para

confirmar los posibles antecedentes familiares de epilepsia, un trastorno neurológico

previo o antecedentes de convulsiones con fiebre, lo que puede aumentar la probabilidad

de recurrencia. Al igual que sucede con las crisis febriles, las pruebas de laboratorio para

electrólitos séricos, la detección toxicológica selectiva o las pruebas metabólicas en orina

y suero se deben elegir basándose en las circunstancias individuales y no de forma

rutinaria. (Robert M. Kliegman, MD, 2013)

Se debe evaluar la glucosa sérica en la 1.ª convulsión afebril. En el niño que presenta una

primera crisis no febril, la punción lumbar tiene un valor limitado y debe utilizarse sobre

todo cuando existe la sospecha de una posible meningitis, encefalitis, sepsis, hemorragia

subaracnoidea o enfermedad desmielinizante. Se recomienda la realizar un EEG como

parte de la evaluación neurodiagnóstica del niño con una aparente primera crisis

primaria, ya que resulta útil para el diagnóstico del episodio, para predecir el riesgo de

recurrencia y para la identificación de anomalías focales y/o síndromes epilépticos

específicos. Las pruebas de neuroimagen no se suelen recomendar tras una primera

crisis primaria a menos que exista una indicación para la misma en función de la

 

 

 

22  

exploración neurológica (déficit neurológicos focales). No obstante, en este caso se

recomienda una RM cerebral con preferencia sobre la TC. La medicación antiepiléptica

generalmente no se recomienda tras una única crisis. La RM puede también estar

indicada en adolescentes y lactantes que presentan una primera crisis no provocada.

(Robert M. Kliegman, MD, 2013)

CRISIS RECURRENTES. Dos crisis primarias con más de 24 horas de separación

sugieren la presencia de un trastorno epiléptico cerebral que conducirá a futuras

recurrencias. Es importante realizar una evaluación exhaustiva para localizar la causa de

las crisis, así como para valorar la necesidad de tratamiento con fármacos antiepilépticos

y calcular el potencial de respuesta al mismo y la remisión de las crisis en el futuro. La

historia clínica puede proporcionar información importante acerca del tipo de crisis.

Algunos padres pueden representar o recrear de forma precisa la crisis. Los niños

propensos a desarrollar epilepsia pueden presentar la primera convulsión junto con una

enfermedad vírica o con fiebre no muy elevada. Las crisis que aparecen a primera hora

de la mañana o en estado de somnolencia, en concreto durante la fase inicial del sueño,

son frecuentes en la epilepsia infantil. De forma retrospectiva es frecuente detectar

irritabilidad, alteraciones del estado de ánimo, cefalea y cambios sutiles de personalidad

que pueden preceder a la crisis durante varios días. Algunos padres pueden predecir con

exactitud el momento de la siguiente crisis en función del cambio de carácter del niño.

La descripción física de la crisis que ofrecen los padres o las personas encargadas del

niño suele ser muy similar a la convulsión real y es mucho más precisa que la

descripción verbal. Además de la descripción de las características de la crisis, son

importantes la frecuencia, el momento del día, los factores desencadenantes y la

alternancia en el tipo de trastorno convulsivo. (Robert M. Kliegman, MD, 2013)

Aunque las crisis tónico-clónicas generalizadas se documentan con facilidad, la

frecuencia de las crisis de ausencia suele ser infravalorada por los padres. Un cambio de

personalidad o un deterioro cognitivo prolongados pueden sugerir un trastorno

degenerativo del SNC, mientras que los síntomas constitucionales, entre los que se

incluyen vómitos y retraso ponderoestatural, podrían indicar un trastorno metabólico

primario o una lesión estructural. Es esencial obtener los detalles de la medicación

antiepiléptica previa y la respuesta del niño al tratamiento y determinar si se han

prescrito fármacos que pueden aumentar la frecuencia de las crisis, como clorpromazina

 

 

 

23  

o metilfenidato. La descripción de la crisis junto con los antecedentes familiares pueden

proporcionar claves que sugieran la presencia de un posible síndrome epiléptico

genético. Se puede incluir la epilepsia nocturna del lóbulo frontal autosómica dominante,

convulsiones neonatales familiares benignas, convulsiones familiares benignas, crisis

febriles autosómicas dominantes, epilepsia parcial con síntomas auditivos, epilepsia

progresiva del lóbulo frontal con retraso mental autosómica dominante, epilepsia de

ausencias y crisis febriles con crisis parciales complejas tardías. (Robert M. Kliegman,

MD, 2013)

La exploración física, oftalmológica y neurológica puede aportar información acerca de

la presencia de presión intracraneal, síndromes neurocutáneos y anomalías cerebrales

estructurales, tales como malformaciones, traumatismos, infecciones o tumores.

El EEG está indicado en todos los casos de epilepsia y es útil para determinar el tipo de

epilepsia y el pronóstico. La determinación de los electrólitos séricos, incluidos el calcio

y el magnesio, no se recomienda de forma rutinaria. Las pruebas metabólicas, entre ellas

la administración de piridoxina o piridoxal fosfato, cuando se sospechen crisis

responsivas a piridoxina, los niveles de lactato y piruvato sérico y ácidos orgánicos en

orina, tampoco se recomiendan sistemáticamente, sino que deben determinarse según las

circunstancias clínicas. La punción lumbar debe considerarse en los niños con crisis

repetidas junto con alteraciones del desarrollo neurológico. (Robert M. Kliegman, MD,

2013)

Puede ser útil para detectar una disminución de la concentración de glucosa en el LCR en

el defecto del transportador de glucosa, y en otros trastornos metabólicos como

alteraciones de los aminoácidos, neurotransmisores o cofactores, o bien, como factor

indicativo de infección crónica.

Está indicado realizar un estudio de neuroimagen con RM en la evaluación de los niños

con epilepsia de diagnóstico reciente, especialmente en los que presenten deficiencias

neurológicas, crisis parciales o anomalías EEG focales que no forman parte de un

síndrome epiléptico idiopático relacionado con una localización. En algunas ocasiones se

debe realizar un electrocardiograma para descartar un síndrome de QT largo, que puede,

en raras ocasiones, producir crisis y síncope. (Robert M. Kliegman, MD, 2013)

 

 

 

24  

2.5.7 Crisis generalizadas

CRISIS DE AUSENCIA. Las crisis de ausencia (petit mal) simples (típicas) se

caracterizan por un cese súbito de la actividad motora o del habla, con aspect facial

inexpresivo y movimientos de parpadeo. Estas crisis, poco frecuentes en menores de 5

años, son más prevalentes en niñas, no se acompañan de aura, raramente duran más de 30

segundos y no se siguen de un estado poscrítico. Estas características permiten

diferenciar las crisis de ausencia de las crisis parciales complejas. Los niños con crisis de

ausencia pueden presentar numerosas crisis en un día, mientras que los que sufren crisis

parciales complejas suelen tenerlas esporádicamente.

El paciente no pierde el tono corporal, pero la cabeza puede experimentar una ligera

caída hacia delante. Inmediatamente después de la crisis, reanuda su actividad previa sin

que haya signos de afectación poscrítica. Las crisis de ausencia simples pueden

acompañarse de un automatismo de conducta. La hiperventilación durante 3-4 minutos

produce siempre una crisis de ausencia. El EEG muestra las descargas típicas de punta-

onda generalizada 3 ciclos/segundo. Las crisis de ausencia complejas (atípicas) tienen un

componente motor asociado que consiste en movimientos mioclónicos de la cara, los

dedos de las manos o las extremidades y, en ocasiones, existe una pérdida del tono

corporal. Estas crisis producen descargas en el EEG atípicas de puntaonda a 2-2,5

ciclos/segundo.

CRISIS TÓNICO-CLÓNICAS GENERALIZADAS. Estas crisis son bastante frecuentes

y pueden seguir a una crisis parcial de inicio focal (generalización secundaria) o ser

primariamente generalizadas. Pueden acompañarse de un aura, lo que sugiere un origen

focal de la descarga epiléptica.

Es importante preguntar sobre la presencia del aura, ya que su existencia y lugar de

origen pueden indicar el área de afectación patológica. El paciente pierde la conciencia

de forma súbita y en algunos casos emite un grito agudo e intenso. Hay revulsión ocular,

la musculatura corporal presenta contracciones tónicas y el paciente rápidamente se pone

cianótico por la apnea. La fase clónica de la crisis se pone de manifiesto con

contracciones clónicas rítmicas que se alternan con la relajación de todos los grupos

musculares. La fase clónica decrece al final de la crisis, que suele durar pocos minutos;

los pacientes suelen suspirar cuando la crisis cede bruscamente. Durante la crisis, el niño

 

 

 

25  

puede morderse la lengua pero raramente vomita. La pérdida del control esfinteriano,

sobre todo vesical, es frecuente durante las crisis tónicoclónicas generalizadas.

Deben aflojarse las prendas de vestir ajustadas y cualquier complemento alrededor del

cuello. Debe colocarse al paciente en decúbito lateral con el cuello y la mandíbula

hiperextendidos para facilitar la respiración. No se debe abrir la boca del paciente a la

fuerza con objetos ni con los dedos, ya que puede desprenderse algún diente y ser

aspirado, o pueden producirse lesiones graves en la cavidad orofaríngea. En la fase

poscrítica, en un principio el niño está semicomatoso y suele permanecer en un estado de

sueño profundo de 30 minutos a 2 horas. Si se explora al paciente durante la crisis o en

estado poscrítico, puede mostrar ataxia de tronco, hiperreflexia, clonus y signo de

Babinski. La fase poscrítica se asocia con frecuencia a vómitos y a una cefalea bifrontal

aguda.

El término crisis idiopática se utiliza cuando no es posible determinar la causa de una

crisis generalizada. Se conocen muchos factores que pueden precipitar las crisis tónico-

clónicas generalizadas en niños, incluida la fiebre baja asociada a infecciones que no

afectan al sistema nervioso central, la fatiga excesiva o el estrés emocional así como

varios fármacos, entre los que se incluyen medicaciones psicotrópicas, teofilina y

metilfenidato, sobre todo cuando las crisis no están bien controladas con los fármacos

antiepilépticos.

2.8 MECANISMO DE LAS CONVULSIONES MECANISMOS DE LAS CONVULSIONES

Aunque se desconocen los mecanismos exactos de las convulsiones, existen varios

factores responsables del desarrollo de una crisis. Para que se inicie una convulsión debe

existir un grupo de neuronas capaces de generar una descarga significativa y una

disfunción del sistema GABA(ácido γ-aminobutírico)-érgico inhibitorio. La transmisión

de la descarga convulsiva depende básicamente de las sinapsis excitatorias de glutamato.

Estudios recientes sugieren que los neurotransmisores aminoacídicos excitatorios

(glutamato, aspartato) pueden intervenir en la producción de la excitación neuronal al

actuar sobre receptores celulares específicos.

 

 

 

26  

Las crisis convulsivas se pueden originar en áreas de muerte neuronal y estas regiones

del cerebro pueden provocar el desarrollo de nuevas sinapsis hiperexcitables que pueden

causar convulsiones. Por ejemplo, las lesiones del lóbulo temporal (incluyendo los

gliomas de lento crecimiento, hamartomas, gliosis, esclerosis de hipocampo y

malformaciones arteriovenosas) producen crisis y cuando el tejido anormal se extirpa

mediante cirugía es probable que las crisis remitan.

Se han sugerido dos hipótesis para explicar el origen de las crisis después de una lesión

cerebral. Una de ellas apoya la idea de que se produciría un daño selectivo de las

neuronas inhibitorias, permaneciendo principalmente las neuronas excitatorias que se

convertirían en hiperexcitables. En la otra hipótesis se piensa que los circuitos

excitatorios aberrantes serían el resultado de la reorganización después de la injuria

cerebral. Se pueden provocar convulsiones en animales de experimentación mediante el

fenómeno de inducción (kindling). En este modelo, la estimulación subconvulsiva

repetida del cerebro (p. ej., la amígdala) conduce finalmente a una convulsión

generalizada por cambios en las sinapsis. Este mecanismo sináptico también puede

suceder en humanos.

Las convulsiones son más frecuentes en el lactante y en los animales de experimentación

inmaduros. Ciertas crisis de la población pediátrica son específicas de la edad (p. ej., los

espasmos infantiles), lo que sugiere que un cerebro inmaduro es más susceptible a

determinadas crisis que el cerebro de un niño mayor o un adulto. Estos hechos son

concordantes con datos científicos básicos que indican que un cerebro inmaduro es más

excitable que uno maduro, reflejando la mayor influencia excitatoria de los circuitos

glutamato-dependientes.

Las acciones del GABA, el mayor neurotransmisor inhibitorio, paradójicamente son

excitatorias en el cerebro inmaduro. Este incremento de actividad excitatoria puede

contribuir al desarrollo cerebral proporcionando una mayor capacidad para la actividad

necesaria en la plasticidad neuronal.

Un 20% de todos los casos de epilepsia se debe a factores genéticos. Gracias a los

análisis de ligamiento genético se ha identificado la localización cromosómica de varias

epilepsias familiares, como las convulsiones neonatales benignas (20q y 8q), la epilepsia

mioclónica juvenil (6p) y la epilepsia mioclónica progresiva (21q22.3). El defecto

 

 

 

27  

genético de las convulsiones neonatales familiares benignas ha sido caracterizado al

identificarse una deleción submicroscópica del cromosoma 20q13.3. El estudio del

acoplamiento de los ADNc de la región de la deleción identificó uno que codifica un

nuevo canal de potasio dependiente de voltaje, KCNQ2. La sustancia negra juega un

papel fundamental en el desarrollo de las crisis generalizadas. La actividad comicial

electroencefalográfica se extiende a la sustancia negra, lo que produce un aumento de la

captación de 2-desoxiglucosa en animales adultos, mientras que existe escasa/nula

actividad metabólica en la sustancia negra cuando los animales inmaduros experimentan

una convulsión. Se ha sugerido que la inmadurez funcional de la sustancia negra puede

tener algún papel en el aumento de la susceptibilidad a las crisis del cerebro inmaduro.

Asimismo, las neuronas de la pars reticulata de la sustancia negra sensibles al ácido γ-

aminobutírico (GABA) intervienen evitando las crisis. Es probable que los haces

eferentes de la sustancia negra modulen y regulen la propagación de las crisis, aunque no

son responsables del inicio de las mismas.

2.8 FÁRMACOS ANTICONVULSIVOS BARBITÚRICOS ANTICONVULSIVOS

FENOBARBITAL

El fenobarbital fue el fármaco anticonvulsivo orgánico más eficaz; su toxicidad es

relativamente baja y es un producto económico.

MECANISMO DE ACCIÓN. El fenobarbital posiblemente inhibe las convulsiones al

potenciar la inhibición sináptica por medio de su acción en el receptor GABAA. En

concentraciones terapéuticas, el fenobarbital incrementa la corriente mediada por el

receptor GABAA al prolongar la duración de la absorción rápida de las corrientes

mediadas por el receptor GABAA sin cambiar la frecuencia de la misma. En niveles que

rebasan las concentraciones terapéuticas, el fenobarbital también limita la descarga

repetitiva y sostenida de impulsos. En niveles que rebasan las concentraciones

terapéuticas, el barbitúrico también limita la descarga repetitiva sostenida; lo anterior

pudiera explicar algunos de los efectos anticonvulsivos de concentraciones de

fenobarbital más altas que se alcanzan durante el tratamiento del estado epiléptico.

 

 

 

28  

USOS TERAPÉUTICOS. El fenobarbital es un fármaco eficaz contra las convulsiones

tonicoclónicas y parciales generalizadas. Su eficacia, baja toxicidad y costo lo vuelven

un fármaco importante para los tipos mencionados de epilepsia. Sin embargo, ha

disminuido su uso como fármaco primario, a causa de efectos como la sedación y la

tendencia a perturbar el comportamiento en niños.

IMINOESTILBENOS

CARBAMAZEPINA

La carbamazepina es considerada un fármaco primario para tratar convulsiones parciales

y tonicoclónicas.

MECANISMO DE ACCIÓN. A semejanza del difenilhidantoinato, la carbamazepina

limita la descarga repetitiva de potenciales de acción provocada por la despolarización

sostenida, al lentificar la rapidez de recuperación de los conductos de Na+ activados por

voltaje, de la inactivación. En niveles terapéuticos de la carbamazepina, sus efectos son

selectivos en cuanto a que no ejerce influencia alguna en la actividad espontánea y en las

respuestas a GABA o glutamato aplicado por técnica iontoforética. El metabolito de

carbamazepina, 10,11-epoxicarbamazepina también limita la descarga repetitiva y

sostenida en concentraciones terapéuticamente importantes, y ello sugiere que él podría

contribuir a la eficacia anticonvulsiva de la carbamazepina.

USOS TERAPÉUTICOS. La carbamazepina es útil en personas con convulsiones

generalizadas tonicoclónicas, y parciales simples y complejas. Si se le utiliza, habrá que

medir en forma seriada y frecuente la función renal y hepática, y los parámetros

hematológicos. La carbamazepina es el fármaco primario para tratar las neuralgias del

trigémino y el glosofaríngeo; también es eficaz contra el dolor “de rayo” (“tabético”) que

acompaña a la consunción corporal. En cerca de 70% de los sujetos con neuralgia se

logra alivio continuo. La aparición de las reacciones adversas obliga a interrumpir el uso

del fármaco en 5 a 20% de los pacientes. La carbamazepina se utiliza también para tratar

trastornos afectivos bipolares.

 

 

 

29  

ÁCIDO VALPROICO

El ácido valproico produce efectos en neuronas aisladas, similares a los del

difenilhidantoinato y la etosuximida. En concentraciones terapéuticamente importantes,

el fármaco inhibe la descarga repetitiva y sostenida, por despolarización de neuronas

corticales o medulares. La acción al parecer es mediada por la recuperación duradera de

los conductos de Na+ activados por voltaje después de inactivación.

El valproato también produce disminuciones pequeñas en las corrientes de Ca2+ de tipo

T; las acciones de limitar la descarga repetitiva y sostenida y aminorar las corrientes de

tipo T pueden contribuir a la eficacia del ácido valproico contra convulsiones parciales y

tonicoclónicas y crisis de ausencia, respectivamente.

In vitro, el valproato estimula la síntesis de GABA e inhibe la degradación del mismo.

USOS TERAPÉUTICOS Y CONCENTRACIONES PLASMÁTICAS DEL

FÁRMACO. El valproato es un fármaco anticonvulsivo de amplio espectro que es eficaz

en el tratamiento de las crisis de ausencia, y de convulsiones mioclónicas, parciales y

tonicoclónicas. La dosis diaria inicial suele ser de 15 mg/kg que se aumenta a intervalos

semanales 5 a 10 mg/kg/día hasta un máximo diario de 60 mg/kg. Las concentraciones

plasmáticas que se acompañan de efectos terapéuticos están entre 30 y 100 µg/ml, con

una cifra límite o umbral de 30 a 50 mg/ml. Sin embargo, es muy poca la correlación

entre la concentración plasmática y la eficacia del fármaco.

BENZODIACEPINAS

Las benzodiacepinas se utilizan preferentemente como fármacos sedantes-ansiolíticos; su

farmacología se describe en los capítulos 14 y 17. Un gran número de ellas tiene amplias

propiedades anticonvulsivas, pero en Estados Unidos solamente se han aprobado al

clonazepam y el clorazepato para el tratamiento a largo plazo de algunos cuadros

convulsivos. El midazolam fue diseñado como un medicamento sin interés comercial

para el tratamiento intermitente de crisis de mayor actividad convulsiva en enfermos

epilépticos que no mostraban mejoría y que seguían regímenes estables con fármacos

anticonvulsivos. El diazepam y el lorazepam tienen utilidad perfectamente probada en el

tratamiento del estado epiléptico.

 

 

 

30  

MECANISMO DE ACCIÓN. Las acciones anticonvulsivas de las benzodiacepinas son

consecuencia en gran parte de su capacidad de intensificar la inhibición sináptica

mediada por GABAA. El receptor benzodiacepínico es parte integral del receptor

GABAA (figura 14-6). Las benzodiacepinas actúan en subgrupos de receptores GABAA

e incrementan la frecuencia, pero no la duración de la abertura de los conductos de Cl-

activados por GABA. El diazepam y muchas otras benzodiacepinas en concentraciones

altas reducen la descarga de alta frecuencia y sostenida de neuronas, fenómeno similar a

los efectos de la difenilhidantoinato, la carbamazepina y el valproato. Tales

concentraciones guardan equivalencia con las que se logran en individuos durante el

tratamiento del estado epiléptico con diazepam, pero son mucho mayores que las que

producen efectos anticonvulsivos o ansiolíticos en pacientes ambulatorios.

USOS TERAPÉUTICOS. El clonazepam es útil para el tratamiento de las crisis de

ausencia y también de las convulsiones mioclónicas en niños. La tolerancia a sus efectos

anticonvulsivos por lo común se gesta y surge después de uno a seis meses de la

administración, lapso después del cual algunos pacientes no reaccionarán al clonazepam

absolutamente.La dosis inicial del clonazepam de adultos no debe rebasar 1.5 mg al día,

y en niños, 0.01 a 0.3 mg/kg al día. Los efectos adversos que dependen de la dosis

disminuyen si cada día se administran dos o tres fracciones del total. La dosis se puede

aumentar cada tres días en cantidades que van de 0.25 a 0.5 mg al día en niños y 0.5 a 1

mg al día en adultos.

La dosis máxima recomendada es de 20 mg al día en adultos y 0.2 mg/kg al día en niños.

El nebulizador intranasal de clorazepam está diseñado para uso no comercial en caso de

recidiva de convulsiones repetitivas agudas. El diazepam es un fármaco eficaz para tratar

el estado epiléptico, pero su brevedad de acción es una desventaja y hace que se recurra

al uso más frecuente de lorazepam. El clorazepato es eficaz en combinación con otros

fármacos en el tratamiento de convulsiones parciales. La dosis inicial máxima del

clorazepato es de 22.5 mg al día en tres fracciones para adultos y niños > 12 años, y 15

mg al día en dos fracciones en niños de 9 a 12 años. El clorazepato no es recomendable

en niños < 9 años. En fecha reciente en Estados Unidos la FDA aprobó el uso de

clobazam para el tratamiento complementario de convulsiones propias del síndrome de

Lennox-Gastaut en niños > 2 años de edad. La dosis inicial es de 5 mg en niños < 30 kg

 

 

 

31  

de peso corporal y la dosis máxima es de 20 mg. La dosis inicial para > 30 kg de peso

corporal es de 10 mg y la máxima es de 40 mg.

2.3 HIPOTESIS

Cuál es la frecuencia de las crisis convulsivas en menores de 5 años que se atienden en el

hospital Martin Icaza de Babahoyo

Cuáles son las características y taxonomía de las crisis convulsivas en niños menores de

5 anos

¿Cuáles son las causas más frecuentes de las crisis convulsivas?

¿Cuáles son los antecedentes familiares de las crisis convulsivas

Cuáles son los factores de riesgo para las crisis convulsivas

2.4 DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES

VARIABLE INDEPENDIENTE Crisis convulsivas en niños

VARIABLES DEPENDIENTES

Caracterización de variables: edad, sexo, fiebre, desequilibrio hidroelectolitico,

traumatismos craneoencefálicos, infecciones, idiopáticas

 

 

 

32  

CAPITULO III

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1 MATERIALES

3.1.1 Lugar de la investigación La investigación se realiza en el Hospital General Martín Icaza de la ciudad de

Babahoyo, ubicado entre las calles Malecón y Barreiro. Este centro Hospitalario ofrece

servicios en Medicina General, Gineco-Obstetricia, Cardiología, Imageniología, Cirugía,

Pediatría, Traumatología, Fisiatría, Consulta externa, emergencia, hospitalización, clínica

del VIH, hemoteca, banco de leche materna y servicio social.

3.1.2 Período de la investigación La investigación se realiza en el período 2014 - 2015

3.1.3 Universo y Muestra La población del estudio está formada por pacientes pediátricos menores de 5 años de

edad que presentaron algún tipo de convulsión durante el período comprendido entre el

año 2014-2015

3.1.4 Viabilidad Este proyecto es viable debido a que la institución es un Hospital Docente que fomenta y

apoya la investigación científica, por lo que los directivos autorizan la investigación, así

como los recursos estadísticos para su realización

3.1.4.1 Recursos 3.1.4.1.1 Recursos humanos

- Investigador

-Tutor de Tesis

3.1.4.1.2 Recursos físicos

- Computadora

- Impresora

- Hojas

 

 

 

33  

- Esferográficos

- Historias Clínicas

3.2 MÉTODOS

3.2.1 Tipo de investigación Es un trabajo descriptivo

3.2.2 Diseño de investigación - Documental

- No experimental

- Transversal

- Retrospectivo

3.2.3 Criterios de inclusión y exclusión  

3.2.3.1 Criterios de inclusión

- Pacientes que asisten al Hospital Martín Icaza de Babahoyo presentando algún tipo de

convulsión en emergencia, sala y consulta externa.

- Pacientes menores de 5 años

-Historias clínicas de pacientes que experimentan crisis convulsivas

3.2.3.2 Criterios de exclusión

-Pacientes mayores de 5 años

- Pacientes con enfermedades degenerativas

- Pacientes con historias clínicas incompletas

 

 

 

34  

3.2.4 Instrumentos de Evaluación o recolección de datos

Variable Operacionalización

Indicador Escala Descripción Edad

Lactantes menores Lactante mayor Preescolares

Según la edad

% de distribución de variables

Sexo Masculino Femenino

Según sexo biológico de pertenencia

% de distribución de variables

Antecedentes familiares

Padre Madre Otros

Antecedentes de familiares con crisis convulsivas

% de distribución según tipo de crisis convulsivas

Antecedentes personales (Convulsiones anteriores)

1 vez 2 veces > 2 veces

Convulsiones anteriores a la crisis actual

% de distribución según tipo de crisis convulsivas

Duración de las crisis (minutos)

1 – 5 minutos 6-10 minutos Más de 10 minutos

Según las veces que se presenta la convulsión

% de distribución de variables

Frecuencia (veces en un día)

1-3 veces 4-6 veces Más de 6 veces

Según las veces que se presenta la convulsión

% de distribución de variables

Momento del día Mañana Tarde Noche

Según el momento del día

% de distribución de variables

Nivel de Conciencia Somnoliento Dormido Despierto

Estado del paciente después de las crisis

% de distribución de variables

Factores desencadenantes

Fiebre Fármacos Otros

Según la etiología de las crisis

% de distribución de variables

Estado post-crítico Sueño Cefalea

Estado del paciente después de la crisis

% de distribución de variables

Estado de conciencia antes de las crisis

Dormido Despierto

Estado del paciente antes de la crisis

% de distribución de variables

Valoración de conciencia

Atencion del medio Reactividad Respuesta a estímulos

Respuesta del paciente después de la crisis

% de distribución según tipo de crisis convulsivas

 

 

 

35  

RESULTADOS Tabla 1

Edad de los pacientes

EDAD Nº %

< 1 año 15 11

1 año 36 24

2 años 45 31

3 años 32 22

4 años 11 7

5 años 8 5

TOTAL 147 100

Gráfico 1

 

Análisis e interpretación: Se observa que los pacientes con mayor porcentaje que presentaron una crisis convulsiva son los de 2 años (31%) y en menor porcentaje los de 5 años (5%)

0

20

40

60

80

100

120

140

160

<  1  año 1  año 2  años 3  años 4  años 5  años TOTALNº 15 36 45 32 11 8 147

% 11 24 31 22 7 5 100

 

 

 

36  

Tabla 2

Sexo de los pacientes

SEXO Nº %

Femenino 71 48

Masculino 76 52

TOTAL 147 100

Gráfico 2

Análisis e interpretación: Se observa un mayor porcentaje en los pacientes de sexo masculino dando a entender que esta patología es más frecuente en este sexo

0

50

100

150

200

250

Femenino Masculino TOTAL% 48 52 100

Nº 71 76 147

 

 

 

37  

Tabla 3

Antecedentes familiares

VARIABLE Nº %

Padres 30 40

Hermanos 20 27

Tíos 10 13

Otros 15 20

TOTAL 75 100

Grafico 3

Análisis e interpretación: En cuanto antecedentes familiares vemos que hay mayor relevancia en cuanto a padres y hermanos

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

Padres Hermanos Tíos   Otros TOTALNº 30 20 10 15 75

% 40 27 13 20 100

 

 

 

38  

Tabla 4

Antecedentes personales

VARIABLE Nº %

Convulsiones anteriores 40 27

Antecedentes perinatales con anoxia

25 17

Sin antecedentes 82 56

TOTAL 147 100

Grafico 4

Análisis e interpretación: Los resultados nos ayudan a determinar el porcentaje que tiene un paciente de volver a presentar una crisis convulsiva (27%)

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%100%

Convulsiones  anteriores

Antecedentes  perinatales  con  

anoxia

Sin  antecedentes

TOTAL

% 27 17 56 100

Nº 40 25 82 147

 

 

 

39  

Tabla 5

Factores desencadenantes en menores de 1 año

VARIABLE Nº %

Infección 4 27

Desequilibrio químico o metabólico

2 13

Fiebre 8 53

TCE 1 7

TOTAL 15 100

Gráfico 5

Análisis e interpretación: Observamos que el factor más frecuente en estos niños para presentar una crisis convulsiva es la fiebre en 53% seguido de infecciones 27%

InfecciónDesequilibrio  químico  o  metabólico

Fiebre TCE TOTAL

% 27 13 53 7 100

Nº 4 2 8 1 15

0

20

40

60

80

100

120

140

 

 

 

40  

Tabla 6

Factores desencadenantes en niños de 1 año

VARIABLE Nº %

Infección 9 25

Desequilibrio químico o metabólico

3 8

Fiebre 21 59

TCE 3 8

TOTAL 36 100

Gráfico 6

Análisis e interpretación: Observamos que el factor más frecuente en estos niños para presentar una crisis convulsiva es la fiebre en 59% seguido de infecciones 25%

0102030405060708090100

Infección Desequilibrio  químico  o  metabólico

Fiebre TCE TOTAL

Nº 9 3 21 3 36

% 25 8 59 8 100

 

 

 

41  

Tabla 7

Factores desencadenantes en niños de 2 años

VARIABLE Nº %

Infección 15 33

Desequilibrio metabólico 3 7

Fiebre 22 49

TCE 5 11

TOTAL 45 100

Gráfico 7

Análisis e interpretación: Se observa la fiebre en el 49% siguen siendo un factor importante para el desarrollo de una crisis convulsiva, al igual que las infecciones en el 33%

0102030405060708090100

Infección Desequilibrio  metabólico

Fiebre TCE TOTAL

Nº 15 3 22 5 45

% 33 7 49 11 100

 

 

 

42  

Tabla 8

Factores desencadenantes en niños de 3 años

VARIABLE Nº %

Infecciones 15 47

Traumatismos 5 16

Fiebre 8 25

Idiopáticas 4 13

TOTAL 32 100

Gráfico 8

Análisis e interpretación: En este grupo de edad podemos observar que las infecciones toman el primer lugar como factor de riesgo en un 47% seguido de la fiebre en 25%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%100%

Infecciones Traumatismos

Fiebre Idiopáticas TOTAL

% 47 16 25 13 100

Nº 15 5 8 4 32

 

 

 

43  

Tabla 9

Factores desencadenantes en niños de 4 años

VARIABLE Nº %

Infecciones 5 45

Traumatismos 4 37

Fiebre 1 9

Idiopática 1 9

TOTAL 11 100

Gráfico 9

Análisis e interpretación: En este grupo de edad, observamos que tanto las infecciones como los traumatismos representan los principales factores de riesgo

0102030405060708090100

Infecciones Traumatismos

Fiebre Idiopática TOTAL

Nº 5 4 1 1 11

% 45 37 9 9 100

 

 

 

44  

Tabla 10

Factores desencadenantes en niños de 5 años

VARIABLE Nº %

TCE 3 38

Epilepsia 2 25

Infecciones 2 25

Fiebre 1 12

TOTAL 8 100

Gráfico 10

Análisis e interpretación: En este grupo observamos que el traumatismo craneoencefálico son uno de los principales factores de riesgo en esta edad

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

TCE Epilepsia Infecciones Fiebre TOTAL% 38 25 25 12 100

Nº 3 2 2 1 8

 

 

 

45  

Tabla 11

Estado de conciencia antes de la crisis

VARIABLE Nº %

Dormido 42 29

Despierto 105 71

TOTAL 147 100

Gráfico 11

Análisis e interpretación: Vemos que el 71 % de los pacientes que sufrieron una crisis convulsiva se encontraban despiertos antes de presentar una convulsión

%0

50

100

150

DormidoDespierto

TOTAL

Dormido Despierto TOTALNº 42 105 147

% 29 71 100

 

 

 

46  

Tabla 12

Duración de la crisis

MINUTOS Nº %

1 -5 50 34

6-10 70 48

>10 27 18

TOTAL 147 100

Gráfico 12

Análisis e interpretación: Se puede visualizar que la mayoría d las crisis duraron entre 6 a 10 minutos, mientras que en sólo el 18% duró más de 10 minutos

0

20

40

60

80

100

120

140

160

1  -­‐ 5  min 6  -­‐ 10  min >10 TOTALNº 50 70 27 147

% 34 48 18 100

 

 

 

47  

Tabla 13

Síntomas de las crisis

SINTOMAS Nº %

Mirada fija 70 48

Rigidez del cuerpo 55 37

Sacudidas del brazo y piernas

93 63

Pérdida del conocimiento 110 75

Relajación de esfínteres 47 32

Caída súbita 38 26

Somnolencia 82 56

Irritabilidad 42 29

Gráfico 13

Análisis e interpretación: Los principales síntomas que presentaron estos pacientes fueron, la pérdida del conocimiento, sacudidas de brazos y piernas, somnolencia, mientras que menos frecuentes fueron las caídas súbitas.

020406080100120140160180200

Mirada  fija

Rigidez  del  

cuerpo

Sacudidas  del  brazo  y  piernas

Pérdida  del  

conocimiento

Relajación  de  esfínter

es

Caída  súbita

Somnolencia

Irritabilidad

% 48 37 63 75 32 26 56 29

Nº 70 55 93 110 47 38 82 42

 

 

 

48  

Tabla 14

Clasificación de las crisis

CRISIS Nº %

Crisis autolimitadas 103 70

Crisis refleja 25 17

Crisis continua 19 13

TOTAL 147 100

Gráfico 14

Análisis e interpretación: La mayoría de los niños presentaron crisis autolimitadas, y en menor porcentaje tuvieron crisis contínua, dentro de este grupo.

0

20

40

60

80

100

120

140

160

Crisis  autolimitadas

Crisis  refleja Crisis  continua TOTAL

Nº 103 25 19 147

% 70 17 13 100

 

 

 

49  

Tabla 15

Crisis autolimitadas

CRISIS Nº %

Focales 73 71

Generalizadas 30 29

TOTAL 103 100

Gráfico 15

Análisis e interpretación: Dentro del grupo de las crisis autolimitadas la más frecuente fueron las focales en el 73% en contraste con las generalizadas en un 29%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%100%

Focales Generalizadas TOTAL% 71 29 100

Nº 73 30 103

 

 

 

50  

CAPITULO IV

4.1 RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En esta investigación que revisa 147 historias clínicas de menores de 5 años de edad

determinamos que las causas más frecuentes de crisis convulsivas fueron los síndromes

febriles y las infecciones, sobre todo, en el grupo etario de 1 a 3 años, también se

demostró que los traumatismos craneoencefálicos son un factor de riesgo importante en

los pacientes comprendidos en las edades de 4 y 5 años.

Se pudo observar que de los 147 pacientes cuyas historias clínicas revisamos el 52%

eran de sexo masculino, mientras que el 48% de sexo femenino. El 40% tenían

antecedentes familiares de crisis convulsivas, los padres ocupaban el primer lugar con

este antecedente, el 27% de estos pacientes habían tenido al menos una crisis previa, y

más del 50% no habían experimentado convulsivas. Se determinó que los síntomas más

frecuentes presentados por estos pacientes eran la pérdida de conocimiento, sacudidas de

brazos y piernas somnolencia y en menor porcentaje caídas súbitas.

El 70% presentaron crisis autolimitadas y en menor frecuencia eran continuas y reflejas,

de las autolimitadas el 71% de los pacientes presentaron crisis focales mientras el 29%

eran generalizadas. No se observó ninguna complicación neurológica posterior a las

crisis convulsivas, excepto en las que las causas eran por traumatismo craneoencefálico.

Con relación a la edad el grupo mas afectado son los menores de 2 años.

 

 

 

51  

CAPITULO V

CONCLUSIONES Al término de este estudio retrospectivo se pudo determinar que las causas principales

de las crisis convulsivas en menores de 5 años de edad son: síndrome febril, infecciones,

desequilibrio hidroelectrolítico, traumatismo craneoencefálico e idiopáticas.

Los niños son en frecuencia los más afectados menores de 2 años de edada.

Por lo tanto algunos de estos factores son modificables y de esta manera poder evitar ya

sea su primera crisis o crisis subsecuente.

CAPITULO VI

RECOMENDACIONES En base al estudio realizado se recomienda:

Que las autoridades del hospital elaboren y socialicen un protocolo de atención de crisis

convulsivas en niños que permita un abordaje más eficaz y eficiente en cuanto a

caracterización diagnostica, taxonómica y terapéutica de los eventos.

Que se den charlas dirigidas a la comunidad tratando de enfocar los factores de riesgo

modificables que conllevan a una crisis convulsiva.

 

 

 

52  

BIBLIOGRAFÍA  

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