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"PROPUESTA DE UN PROGRAMA DE INTELIGENCIA EMOCIONAL QUE INCENTIVE EL MANEJO DE LAS CAPACIDADES DE REALIZACIÓN EN LAS ALUMNAS DE 4o. Y 5o. MAGISTERIO PREPRIMARIA DE UN CENTRO EDUCATIVO PRIVADO." CAMPUS CENTRAL GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, NOVIEMBRE DE 2013 CLAUDIA MARÍA MORATAYA PEÑA CARNET 10251-00 TESIS DE GRADO LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA ESCOLAR FACULTAD DE HUMANIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE …biblio3.url.edu.gt/Tesario/2013/05/41/Morataya-Claudia.pdf · creciente necesidad de una formación que promueva el interés latente sobre

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"PROPUESTA DE UN PROGRAMA DE INTELIGENCIA EMOCIONAL QUE INCENTIVE EL MANEJO DE LAS CAPACIDADES DE REALIZACIÓN EN LAS ALUMNAS DE 4o. Y 5o.

MAGISTERIO PREPRIMARIA DE UN CENTRO EDUCATIVO PRIVADO."

CAMPUS CENTRAL

GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, NOVIEMBRE DE 2013

CLAUDIA MARÍA MORATAYA PEÑA

CARNET 10251-00

TESIS DE GRADO

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA ESCOLAR

FACULTAD DE HUMANIDADES

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

HUMANIDADES

TRABAJO PRESENTADO AL CONSEJO DE LA FACULTAD DE

"PROPUESTA DE UN PROGRAMA DE INTELIGENCIA EMOCIONAL QUE INCENTIVE EL MANEJO DE LAS CAPACIDADES DE REALIZACIÓN EN LAS ALUMNAS DE 4o. Y 5o.

MAGISTERIO PREPRIMARIA DE UN CENTRO EDUCATIVO PRIVADO."

EL TÍTULO DE PSICÓLOGA ESCOLAR EN EL GRADO ACADÉMICO DE LICENCIADA

PREVIO A CONFERÍRSELE

GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, NOVIEMBRE DE 2013

CAMPUS CENTRAL

CLAUDIA MARÍA MORATAYA PEÑA

POR

TESIS DE GRADO

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

FACULTAD DE HUMANIDADES

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA ESCOLAR

DR. CARLOS RAFAEL CABARRÚS PELLECER, S. J.

DRA. MARTA LUCRECIA MÉNDEZ GONZÁLEZ DE PENEDO

DR. EDUARDO VALDÉS BARRÍA, S. J.

LIC. ARIEL RIVERA IRÍAS

LIC. FABIOLA DE LA LUZ PADILLA BELTRANENA DE LORENZANA

SECRETARIA GENERAL:

VICERRECTOR ADMINISTRATIVO:

VICERRECTOR DE INTEGRACIÓN UNIVERSITARIA:

VICERRECTOR DE INVESTIGACIÓN Y PROYECCIÓN:

P. ROLANDO ENRIQUE ALVARADO LÓPEZ, S. J.

VICERRECTORA ACADÉMICA:

RECTOR:

AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES

DECANA: MGTR. MARÍA HILDA CABALLEROS ALVARADO DE MAZARIEGOS

VICEDECANO: MGTR. HOSY BENJAMER OROZCO

SECRETARIA: MGTR. LUCRECIA ELIZABETH ARRIAGA GIRÓN

DIRECTORA DE CARRERA: MGTR. GEORGINA MARÍA MARISCAL CASTILLO DE JURADO

REVISOR QUE PRACTICÓ LA EVALUACIÓN

NOMBRE DEL ASESOR DE TRABAJO DE GRADUACIÓN

MGTR. CLARA ISABEL GARCÉS DE MARCILLA DEL VALLE

LIC. ROSEMARY ROESCH ANGUIANO

AGRADECIMIENTOS

A DIOS

Porque desde pequeña he visto tantas veces resplandecer tu rostro sobre mí,

manifestando tu misericordia, sabiduría y profundo amor en mi vida. Cada uno de

mis éxitos es para honrarte y proclamar todas tus bendiciones.

A MI FAMILIA

Que en cada momento han celebrado mis logros brindándome tantos detalles de

admiración, apoyo y amor. En especial a mi tía Judith y Abuelita Elena que desde

el cielo celebran conmigo mi título universitario.

A MI FAMILIA MAZARIEGOS

Porque han sido una enorme bendición en mi vida y me han apoyado

enormemente en cada paso del final de mi carrera. Es una enorme felicidad

celebrar con ustedes esta meta y dedicárselas a todos muy especialmente.

A MI UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

Donde aprendí el profesionalismo ignaciano que me mostró la grandeza del

“magis”. Gracias a dicha noble enseñanza desarrollaré mis talentos con mayor

virtud, mayor servicio, mayor calidad, mayor entrega, mayor originalidad, mayor

misericordia y mayor amor…siempre para el servicio de Dios.

A MIS CATEDRÁTICOS

Quienes durante mi formación compartieron sin medida sus conocimientos y

personalidades ejemplares.

A MI CENTRO DE PRÁCTICA PSICOLÓGICA

Donde me brindaron oportunidades sin límites para iniciar mi trabajo profesional,

con calidad humana y grandes realizaciones.

DEDICATORIA

A MI MAMÁ

Cada meta la he emprendido con tu fortaleza, apoyo y amor incondicional por eso

siento una enorme realización dándote el sueño cumplido de mi título universitario.

A MI HERMANA

Siempre me brindaste tu mano amiga, tu compañía y tu inteligencia en el momento

que lo necesité. Eres una verdadera compañera de vida.

A MI MADRINA

Me siento muy afortunada teniendo tu amor de hermana y sobre todo al poder

compartir de manera especial contigo mi título universitario.

A MI PAPÁ Y A LUCY

Porque aún en la distancia permanecen siempre a mi lado dándome su gran amor.

Sus palabras de aliento y orgullo me dan una gran felicidad.

A MI NOVIO

“Porque en la calle codo a codo somos mucho más que dos”…Este título es una

realidad por tus palabras de aliento en el momento justo, por brindarme fortaleza,

por ser un apoyo constante y por darme tu amor incondicionalmente.

A MIS AMIGOS

Que me impulsaron y me motivaron para alcanzar mi meta con tantos detalles

invaluables que tendré siempre presentes. Mil gracias especialmente a Ceci,

Annabellita, Miriam, Fer, Ruthía, Claudia, Patty y Ale.

A MI ASESORA DE TESIS

Por brindarme sus conocimientos, experiencia, valor humano y amistad.

RESUMEN

El objetivo de la presente investigación fue establecer los aspectos que debe

contener un programa de inteligencia emocional que incentive el manejo de las

capacidades de realización en las alumnas de cuarto y quinto Magisterio

Preprimaria de un centro educativo privado. La población estuvo formada por 39

alumnas, 14 de cuarto y 25 de quinto Magisterio Preprimaria, que estudian dicha

carrera en un centro educativo privado.

Se utilizó, como instrumento, la prueba CTI (Inventario de Pensamiento

Constructivo / Una Medida de la Inteligencia Emocional), elaborada por Seymour

Epstein (2012), la cual está compuesta por tres niveles de puntuaciones divididas

en una escala global, seis escalas principales y quince facetas.

La investigación fue de tipo descriptiva, se interpretaron los punteos T, además se

calcularon las medidas de tendencia central y la desviación estándar. Por último

se elaboró el programa de inteligencia emocional, basado en los resultados

interpretados, ubicados dentro de un rango promedio y bajo, obtenidos por la

población.

El programa de inteligencia emocional que incentive el manejo de las capacidades

de realización, propuesto en el presente estudio, contiene las áreas: conciencia

emocional, regulación emocional, autonomía emocional, habilidades socio-

emocionales y habilidades de vida y bienestar.

Por último se recomienda utilizar las tablas de los punteos descriptivos que obtuvo

la población del presente estudio para desarrollar futuras investigaciones en las

cuales sean útiles como modelos de comparación.

I. INTRODUCCIÓN

Actualmente se conoce a la inteligencia emocional como la capacidad que llegan a

poseer las personas para manejar los sentimientos y emociones, tanto propios

como ajenos, con el fin de guiar efectivamente sus acciones, pensamientos y

decisiones en todos los entornos que les rodean.

Si bien es cierto que el ejemplo y proyección de la maestra parvularia perdura de

manera imborrable en la vida de cada uno de sus alumnos, se hace palpable el

reconocimiento de la relevancia que adquiere el equilibrio emocional para

desempeñar su trabajo diario porque paradójicamente a la vez del avance

intelectual generacional evidente es comprobable mundialmente la ausencia o

bajo nivel de inteligencia emocional que poseen los niños.

Dentro del ámbito escolar corresponde a las docentes, desde el inicio de su

formación, el propiciar una búsqueda continua del fortalecimiento e incremento de

su inteligencia emocional. Tomando en cuenta que esta no tiene una

predisposición genética, es propicio que se determinen oportunidades para

alcanzar a través de ella capacidades de realización que repercutan positivamente

no solo en su desempeño laboral sino en su trascendencia en otros ámbitos de su

vida.

Tomando en cuenta la realidad docente parvularia guatemalteca se identifica la

creciente necesidad de una formación que promueva el interés latente sobre el

dominio de la inteligencia emocional propia y como consecuencia se derive en el

manejo apropiado de capacidades de realización que le permitan a las educadoras

transmitir ejemplos de éxito, automotivación, solución de problemas,

perseverancia, esfuerzo y en general todo lo que implica un equilibrio. De esta

manera se estaría evitando el predominio de la educación tradicional, no

vanguardista, autoritaria, déspota y poco funcional que genera ciudadanos con un

perfil emocional bajo. Por lo tanto el objetivo del presente estudio será establecer

las áreas o aspectos que debe contener un programa de inteligencia emocional

que incremente el manejo de las capacidades de realización en las alumnas de

cuarto y quinto Magisterio de Preprimaria de un colegio privado de la ciudad

capital.

En Guatemala algunos estudios e investigaciones previos elaborados con el fin de

promover en la ciudadanía el desarrollo de la Inteligencia Emocional en varios

ámbitos son:

Hernández (2009), en su investigación experimental trabajó con ancianos

indigentes institucionalizados entre 64 y 84 años, un Programa de Inteligencia

Emocional, con el fin de visualizar una mejoría en sus habilidades sociales. El

instrumento desarrollado fue la Escala de Habilidades Sociales, que mide seis

subescalas, tomando en cuenta un pretest y postest con un total de 20 sesiones.

Al finalizar la comprobación de los datos, determinó que, se consiguieron cambios

estadísticamente significativos al 0.05, por lo que indicó que el Programa fue

positivo para todos los sujetos que participaron.

Coutiño (2008), se propuso analizar la posibilidad de fortalecer la inteligencia

emocional en niños de nivel primario en búsqueda del estímulo que eleve su

rendimiento académico y su interrelación social, para lograr una educación

integral. Consideró que los docentes de San Cristóbal Totonicapán, reconocen

superficialmente el concepto y utilidad de la Inteligencia Emocional, y que a pesar

de estar familiarizados no se identifican ni la ponen en práctica a través de

estimularla día a día en el aula. Propuso efectuar un seminario en el cual se

desarrollen métodos y estrategias enfocadas hacia una didáctica innovadora que

incluya no solo contenidos programáticos sino además aprendizajes emocionales,

que pueda generar un desarrollo integral en los alumnos.

Samayoa (2005), en su investigación llevó a cabo el programa de inteligencia

emocional IEPAF, para comprobar si mejoraba las escalas de emotividad,

autoestima, tolerancia, eficacia, pensamiento positivo y responsabilidad en un

grupo de adolescentes. Con una muestra de 30 sujetos de ambos sexos con

edades comprendidas entre 12 y 15 años en un colegio privado, su diseño fue pre-

experimental, pre-prueba y post-prueba con un solo grupo, utilizando el

instrumento CTI y al finalizar constató que no existió diferencia estadísticamente

significativa por lo cual su hipótesis fue nula.

Rosal (2005), utilizando el programa de inteligencia emocional “Conociéndome a

mi mismo” estudió la posibilidad de la mejora en el autoestima de alumnos de

quinto grado de primaria en la Escuela Americana, con 84 sujetos de 10 a 15 años

de ambos sexos, en un diseño experimental post test y grupo control. En sus

resultados encontró que no existió diferencia estadísticamente significativa en los

niños al participar en el programa, a pesar de ello, pudo observar que en varias

áreas demostraron incrementos por lo cual concluyó que dichas oportunidades

provocaron efectos positivos aunque las hipótesis se declararon nulas.

Mena (2003), desarrolló su trabajo en los clubes Municipal y Comunicaciones de

Guatemala, incluyendo sujetos que pertenecen a la categoría de jugadores de

menos de 20 años, siendo 30 en cada uno de los grupos llamados fuerzas

básicas. Midió autoestima y necesidad de logro por medio del instrumento A-E y

escala de motivación al logro de Morales (1988), con el objetivo de determinar la

organización, constancia y nivel de aspiración al éxito. Con el diseño expost-

factum de grupos estáticos pudo determinar que no existe relación entre

autoestima y necesidad de logro, de la misma forma entre autoestima y nivel de

aspiraciones o autoestima y constancia en el trabajo. Encontró una relación

estadísticamente significativa solamente entre autoestima y organización, también

en autoestima y método de trabajo. Al concluir su estudio recomendó, debido a

dichos hallazgos, la capacitación de entrenadores deportivos enfocada hacia

temas importantes en los equipos para aumentar bases individuales y grupales

como la autoestima, motivación, organización, y necesidad de logro.

Pereira (2001), en su investigación analizó cómo la inteligencia emocional de los

líderes puede ser de utilidad en cambios empresariales. Con un método

descriptivo-documental, obtuvo resultados con los cuales comprobó que el

aprovechamiento adecuado de las herramientas de la inteligencia emocional

promueve la gestión asertiva que conlleva a lograr objetivos. Esto fundamenta la

necesidad que impera en las empresas de un cambio hacia un desarrollo global

que sea competitivo y que puede darse con el logro del manejo de la inteligencia

emocional tanto en el líder como en sus colaboradores.

Dentro del ámbito internacional, sobre todo educativo, es relevante hacer mención

de numerosos estudios, ponencias y aplicaciones de programas sobre la

Inteligencia Emocional respecto a las capacidades de realización:

Cabe señalar los estudios publicados por Vargas (2008), por medio de los cuales

define que las competencias emocionales personales que un docente debe

manejar están enfocadas a su transmisión del aprendizaje de forma activa siendo

capaz de trabajar eficazmente en equipo, resolver conflictos, considerar el hecho

de proyectarse como líder, relacionarse empáticamente y alcanzar su

automotivación laboral tanto como personal. Recalca la importancia que tiene la

transmisión del interés por parte de los docentes universitarios hacia los alumnos

ya que de esa forma se alcanza eficazmente la creación de retos. En base a

estos postulados desarrolló un Seminario Taller Formativo en Inteligencia

Emocional Multidimensional en la Universidad Privada Anterior Orrego de la

Ciudad de Trujillo Perú, el cual tuvo una duración de seis semanas en las que se

trabajaron seis módulos con talleres de cuatro horas para el cuerpo docente de la

institución. Concluyó que debido a la previa aplicación y efectividad en la práctica,

de dichos talleres en Universidades de Murcia y Zaragoza en España, se

comprobó la necesidad de su continuidad. Por lo que propuso consolidar y

dimensionar dichas competencias en los docentes, de igual forma que en sus

colegas, con dos talleres de mayor duración con 18 y 24 semanas

respectivamente. Ambos con el fin de elevar la excelencia académica en los

procesos educativos y alcanzar a largo plazo la acreditación internacional

universitaria.

Pérez y Castejón (2007), hacen hincapié respecto a la intervención de la

Inteligencia Emocional en la vida estudiantil en las últimas décadas en España.

Considerando incompleta la visión de la inteligencia ya que se hace referencia

solamente al denominado cociente intelectual. Ambos coinciden en la importancia

que contiene el manejo de las emociones para darle las directrices de una vida de

carácter trascendental que los introduzca al mundo competitivo de hoy como

personas con altos grados de bienestar y éxito socioemocional que deriven en un

prometedor camino profesional. De tal manera, utilizando sus hallazgos,

concluyen que los jóvenes con alto grado emocional si se visualizan positivamente

en el futuro próximo, logran ser no solamente más asertivos sino productivos ante

la sociedad.

Extremera, Fernández-Berrocal y Durán (2003), en España evaluaron con la

medida de auto-informe (Trait Meta-Mood Scale TMMS), a profesores de

enseñanza secundaria, determinaron el papel de la inteligencia emocional,

estrategias de afrontamiento y el desajuste emocional. Encontraron que los

niveles de inteligencia emocional y la tendencia a suprimir los pensamientos

negativos eran parte de la varianza relacionada con las dimensiones del burnout,

debido a que todos aquellos profesores que evadían sus pensamientos negativos

y carecían de menor capacidad de reparación emocional en general mostraban

mayores niveles de despersonalización, baja salud mental y cansancio emocional.

Por el otro lado los educadores que tenían una capacidad elevada a la hora de

discriminar y reparar sus estados emocionales experimentaban una elevada

realización personal y emocional. Al finalizar, los dividieron en grupos extremos

de acuerdo a las dimensiones de burnout, encontrando que los docentes con

índices de cansancio emocional poseían bajo nivel de reparación y salud mental,

mientras que los de alto nivel emocional eran capaces de presentar una elevación

en su claridad y reparación emocional al desarrollar sus tareas dentro del aula.

En Estados Unidos Lopes, Salovey y Straus (2003), a través de un estudio con

las medidas de habilidad MSCEIT, en estudiantes universitarios, encontraron

evidencias acerca de la relación que existe entre la inteligencia emocional y la

calidad de las relaciones sociales. Determinaron que los estudiantes con mayor

inteligencia emocional poseían interacciones positivas respecto a sus pares, más

apoyo de sus padres y en sus informes no reportaban grandes cantidades de

conflictos amistosos. Los autores controlaron además variables de inteligencia y

personalidad; procedieron para este fin, a través de la entrevista, observando las

relaciones de amistad que ya poseían los estudiantes evaluados. Concluyeron, en

los resultados, que quienes tenían puntuaciones altas, en la dimensión de la

inteligencia emocional relacionada al manejo emocional, establecían mayores

interacciones positivas y menos interacciones negativas y proporcionaban

recíprocamente mayor apoyo emocional entre ellos a largo plazo.

Sala (2002), evaluando una muestra de futuros docentes con una medida de auto-

informe de inteligencia emocional (EQ-I), encontró que cada competencia

emocional que poseen se verá reflejada moderadamente en sus estilos

educativos, actitudes y valores transmitidos en el aula. En conclusión resaltó que

si su estilo educativo era sobreprotector estaba ligado a sus menores habilidades

intrapersonales, si su estilo educativo era punitivo denotaba sus pocas habilidades

interpersonales, respecto a su inteligencia emocional. Por el contrario, todos

aquellos, que poseían un buen estado afectivo en general, practicaban un estilo

educativo asertivo.

Por lo tanto es de gran relevancia desarrollar, no solo en el hogar, sino desde el

ámbito escolar, destinado a la convivencia alterna más extensa en la vida de los

niños, que se implementen programas que se enfoquen hacia el conocer, valorar,

asumir y proyectar asertivamente las emociones, reconociéndolas como parte

inherente de la “propia humanidad”. Para de esta manera obtener el aprendizaje

que viene de ellas para alcanzar la paz interior y el crecimiento personal que se

necesita día a día. Ya que con la inteligencia emocional todo individuo puede ser

capaz de hacer uso de los dones más importantes como la libertad y el valor de

elegir de manera excepcional, son los maestros piezas clave en la inducción de

los niños en esta “competencia de vida”, que indudablemente no puede ser

proyectada si no es captada, comprendida y utilizada en primer plano por ellos

mismos. Es concebible la idea de un concepto renovado que se apegue a la

formación trascendente de maestras parvularias que sean capaces de convertirse

en visionarias de talentos y dones a nivel individual y grupal.

1. Programa de Inteligencia Emocional

1.1 Definición: Inteligencia Emocional en la actualidad

Según Mayer y Salovey (1997), inteligencia emocional es la habilidad de percibir

los sentimientos con precisión, valorar y expresar emoción, adquirir la habilidad de

generar sentimientos si facilitan pensamientos, en general poder obtener la

habilidad de regular las emociones para alcanzar un crecimiento emocional.

Hoy dentro del contexto globalizado que vive la humanidad la inteligencia

emocional es una alternativa indispensable que debe considerarse con el fin de

comprender esta serie de riesgos y variables que afectan el desarrollo humano y

profesional adecuado desde el hogar y que subyace a la escuela y por ende a la

sociedad. Se hace preciso renovar los procesos adaptativos de vida respecto a la

educación emocional ya que poco a poco se pretende dar respuesta a un conjunto

de necesidades sociales que no quedan suficientemente atendidas en la

educación formal manejada actualmente.

En lo que respecta a la psicología la conceptualización y mirada hacia la

inteligencia se ha tornado cuantificable ya que ubica las capacidades de

razonamiento alcanzadas por los individuos en estudio, por el contrario si el

término se refiere a la inteligencia emocional se concibe la idea de la forma en que

los individuos operan con la información emocional alcanzada a lo largo de la vida.

De acuerdo a los postulados de Goleman (1997), a pesar de que en los grupos

sociales tradicionalmente se ha sobrevalorado la inteligencia de las personas

olvidando otras cualidades productivas en creces, la evidencia empírica ha

demostrado que ser cognitivamente inteligente no es suficiente desde ningún

punto de vista para garantizar el éxito académico, profesional y personal. Desde

ese punto de vista se concibe a la inteligencia emocional como parte fundamental

en el logro de un bienestar, desempeño integral y desarrollo de relaciones.

Goleman (1997), afirma que existen habilidades más importantes que la

inteligencia académica a la hora de alcanzar el equilibrio en la vida. Esta idea

posee gran relevancia en la actualidad debido a tres factores:

a. La sobrevaloración del cociente intelectual (CI) a lo largo de

todo el siglo XX, ya que ha sido el más utilizado.

b. El rechazo en la sociedad ante las personas que poseen un

alto nivel intelectual, pero no tienen habilidad social alguna.

c. El mal uso y poca orientación hacia la vida que se le otorga a

los resultados de los tests del CI en el área educativa.

Es imprescindible además de conceptualizar dicha inteligencia, el hecho de

destacar que con base en los avances en el estudio de las emociones por parte de

sus autores principales, se ha determinado que gran número de programas de

especialización y formación entre otros no logran un nivel óptimo como es

deseado debido a que no abarcan la inteligencia emocional y si se tratara puede

proyectarse como eje en el alcance de la competitividad tanto de forma individual

como grupal.

Para Goleman (1997), es básico tomar en cuenta que dentro de las exigencias de

un mundo más desarrollado que promueve nuevos tipos de productividad a todo

nivel humano, se hace necesario además de innovar, tecnológica y

estructuralmente, también prestar atención especial al alcance de un mayor grado

de inteligencia emocional. Resalta dentro de sus investigaciones el valor que

posee todo trabajador “estrella”, que cuenta con capacidades como la formación

de equipos y el poder adaptarse bien a los cambios actuando incluso como un

catalizador del cambio, además de obtener un aprovechamiento de la diversidad.

El autor indica que nuevos retos implican el surgimiento de nuevos talentos a nivel

humano en general.

Pérez y Castejón (2007), indican que una prueba de este creciente interés por

analizar la influencia de las emociones e incrementar su educación gradualmente

es que los programas que han surgido permiten visualizar guías, caminos claros y

más cercanos, que son accesibles para la comprensión del complejo

comportamiento humano. Si las personas los ponen en práctica desarrollarán la

motivación, la solución de conflictos y la perseverancia en cada tarea dentro de los

entornos inmediatos de convivencia social.

Aguiló (2010), señala respecto a esto, que Goleman (1997), denominó en su

conceptualización de inteligencia emocional a personas satisfechas consigo

mismas que rinden exitosamente de acuerdo a su talento natural pero la

problemática que hace necesaria la implementación y profundización en la

educación del corazón, como él la llama, es el sentido contrario que surge cuando

los individuos que no dominan su vida emocional padecen constantemente la

lucha interna que no les permite desenvolverse con capacidades de voluntad,

pensamiento, trabajo, incluyendo sanas relaciones interpersonales.

Debido a esto Aguiló (2010), resalta en sus aportes a la educación, en el ámbito

puramente práctico o proyectivo, que es desde ella donde puede visualizarse una

ejecución planificada y desarrollada según la visualización de fundamentos

teóricos específicos que a largo plazo propicien o fomenten nuevas competencias

“para la vida” en los alumnos.

1.2 Fundamentos de la Inteligencia Emocional vista como la educación

de los sentimientos con base en la formación de una competencia

emocional

Las personas que han logrado desarrollar asertivamente la educación de sus

sentimientos se consideran en el contexto psicológico actual poseedoras de una

alta inteligencia emocional que les permite aflorar habilidades como el

conocimiento de sí mismas, la automotivación, el autocontrol, la conducción

optimista, la comprensión de los sentimientos ajenos y en síntesis puede afirmarse

que manejan sus “talentos”.

Bisquerra (2003), acerca de lo anterior afirma que el constructo de la inteligencia

emocional se crea por medio de la formación de competencias emocionales que

no son más que el conjunto de las capacidades, habilidades o actitudes

imprescindibles en la vida para la realización de toda tarea con un grado de

calidad que implica la producción de infinidad de acciones algunas veces no

previstas. Resalta dentro de su interpretación que las competencias incluyen una

orientación prudente en el individuo para “saber, hacer y ser”, en el ámbito donde

encuentre su realización máxima.

Es por eso que actualmente, a pesar de los avances en los círculos de implicación

teórica o tecnológica, el constructo de la inteligencia emocional es un término que

reconoce la apertura continua considerando que en los individuos también las

competencias emocionales deben ser aprendidas en igual rango de importancia.

Bisquerra (2000), señala que a partir del estudio preciso de propuestas anteriores

fundamenta una estructuración de las competencias emocionales de la siguiente

manera:

Conciencia emocional: que se basa en poder captar las emociones

propias, las ajenas y aquellas que reinan en un ambiente o contexto.

Esto a su vez permite al individuo identificar sus emociones,

nombrarlas con un vocabulario adecuado, percibir distintas

perspectivas y poder comprender las emociones de los demás.

Regulación emocional: permite manejar apropiadamente las

emociones comprendiendo la interrelación de la emoción, cognición

y comportamiento. Se sustenta en la expresión madura de las

emociones, prevención y auto-regulación de estados negativos y el

auto-generar estados emocionales positivos que mejoren la calidad

de vida.

Autonomía personal (autogestión): se basa en procurar el

autoestima, automotivarse, sentir el positivismo, poseer intenciones

de bondad o justicia entre otras, asumir comportamientos positivos,

seguros, responsables ante la toma de decisiones, identificar

necesidades de apoyo, cultivar el análisis crítico y desarrollar la auto-

eficacia emocional.

Inteligencia interpersonal: se refiere a poder dominar las habilidades

sociales, respetar a los demás, atender la comunicación receptiva,

manejar la comunicación expresiva, desarrollar la comprensión,

procurar la intimidad madura al compartir emociones sinceras y

recíprocas, cultivar comportamientos de respeto y cooperación y a la

vez alcanzar un equilibrio de la mano de la asertividad al conducirse

en la vida.

Habilidades de vida y bienestar: permite el identificar, solucionar y

afrontar cada situación, fijarse objetivos no solo positivos sino

realistas, solucionar conflictos positivamente con capacidad de

negociación, alcanzar un bienestar subjetivo que pueda compartirse

con los demás y generar experiencias óptimas.

Bisquerra (2003), en resumen señala que es necesario ver como finalidad en la

educación el desarrollo de la personalidad de manera integral en cada estudiante;

pero debido a que no siempre es parte fundamental de la escolarización tanto el

desarrollo cognitivo como el desarrollo emocional esto provoca la manifestación de

altos índices de fracaso escolar, dificultades o abandono en los estudios, estrés

ante las exigencias estudiantiles, apatía y depresión entre otros. Derivado de

dichas situaciones reconoce la necesidad latente del fomento de las competencias

emocionales desde la edad inicial, de esta manera convirtiéndolo en un objetivo de

la educación se pueden alcanzar altos índices de madurez y equilibrio emocional,

además sugiere considerar a los educadores como primeros portadores y figuras

de proyección de la educación emocional en la vida de los alumnos.

Aguiló (2010), también indica sobre la educación del sentimiento inteligente, que

las personas que alcanzan a profundidad una capacidad afectiva, descubren sin el

afán de sustituir a la inteligencia racional por los sentimientos, el modo inteligente

que permite reconciliar la cabeza y el corazón en los contextos del hogar, la

escuela y la sociedad logrando relaciones humanas más apegadas a la

realización. Considera a los sentimientos como una poderosa realidad humana

olvidada en la educación, debido a que se deja relegada su fuerza de impulso en

la vida que bien podría alcanzarse si se trabajaran con constancia. Si se diera

dentro de las aulas esta orientación psicopedagógica, las riquezas en el sentido

humano tendrían un ascenso a nivel de sociedad global, ya que se favorecería

además la práctica de las virtudes porque éstas van de la mano de los

sentimientos y viceversa.

Debido a que la tarea de educar individuos tiene, en gran medida, ciertos límites

es preciso que el interés en la educación de los sentimientos y la formación

emocional tanto en la escuela como en la familia no decaiga a pesar de las

circunstancias, los problemas de la época, las influencias de la moda o la poca

reflexión sobre cada evento que se vive día a día.

Con lo anteriormente descrito surge la necesidad de que cada educador, cada

padre o guía de toda índole en la vida de los niños en la actualidad se pregunte

cómo es el modelo de equilibrio emocional que debe ser para con ellos, ¿en qué

lineamientos puede educarse y educar los sentimientos y a qué modelos se aspira

en el entorno en que se vive actualmente? Si esta ideología se hace en alguna

forma una constante, los seres humanos dejarán de ser espectadores de

problemáticas que se fundamentan en la inexistencia o poco crecimiento de las

emociones y el equilibrio afectivo.

Aguiló (2010), propone con el fin de educar desde los primeros años

constructivamente los sentimientos, los siguientes ejes principales:

Conocerse a uno mismo

Controlar los propios sentimientos

Aprender a motivarse

Reconocer los sentimientos de los demás

Modelar nuestro estilo sentimental

El temperamento no es un destino inexorable

El desarrollo emocional

Los sentimientos y el carácter

Con cada uno de ellos, la persona alcanza metas emocionales específicas que al

unificarse en el actuar de la vida diaria individual y colectiva permite convivir

superando las barreras que implican los defectos, las limitaciones y las tareas que

conllevan esfuerzos, entre otras que se presentan día a día en la cotidianeidad.

Visualizando a la vez dichos ejes como una forma de vida el autor resalta que las

personas reconocen una nueva dimensión de la existencia en general

desconocida para la mayoría, pero que resulta gratificante al ser practicada.

Con base en postulados destacados, como este, se encuentran fundamentos para

otorgar principal interés a la implementación de programas de IE en todos los

niveles educativos. En los últimos años las instituciones escolares en su mayoría

privadas, paulatinamente han proporcionado tiempo, recursos y capacitaciones

para que sus alumnos adquieran herramientas con base a la IE en búsqueda de

su desarrollo integral como personas.

1.3 Importancia de la implementación de Programas de Inteligencia

Emocional en el ambiente educativo

Extremera y Fernández-Berrocal (2003), resaltan en sus estudios y propuestas el

hecho de que poder educar la inteligencia emocional en los estudiantes se ha

convertido en una tarea necesaria en el ámbito educativo y la mayoría de los

docentes considera primordial el dominio de estas habilidades tanto en la

convivencia en sociedad, el desarrollo evolutivo, como en el logro de niveles

adecuados de ajuste psicológico en sus alumnos.

A la vez resaltan la inminente necesidad de la transmisión del equilibrio emocional

por parte del maestro con quien a diario conviven y basan su postura en dos

vertientes: la primera enfocada a la visión y el impacto en los niños de las aulas

como modelo de aprendizaje social-emocional adulto, la segunda que se refiere a

las ventajas en el manejo de contratiempos y estrés laboral éxitoso con una

adecuada inteligencia emocional.

Respecto a dichos aspectos, si se visualizan a través de distintas propuestas, es

bien sabido, tanto por educadores como por los padres de familia, que no siempre

la escuela proporciona las directrices y conocimientos imprescindibles para el

actuar emocional asertivo.

Considerando, según autores como Shapiro (2001), esto un llamado a la

renovación ideológica que forme seres humanos capacitados intelectual y

emocionalmente superiores para enfocarlos de lleno a una ubicación adaptativa y

de trascendencia social.

De acuerdo a todo lo que encierra lo antes descrito, se concibe la necesidad

actual de desarrollar a todo nivel en el ámbito educativo programas que conviertan

al maestro en un verdadero “educador emocional”. Derivado de la apertura que

significa en la vida de cada niño el aula como un espacio donde puede socializar

emocionalmente y se ubica al maestro como un agente activo de desarrollo

afectivo porque transmite no sólo sus habilidades también sus sentimientos,

actitudes, comportamientos y emociones.

A la vista de múltiples conocedores sobre el tema de la inteligencia emocional, el

hecho de contar con programas tanto para el profesorado como para el alumnado

no implica que desaparecerán en su totalidad las dificultades actuales como la

apatía estudiantil, el desajuste en las relaciones interpersonales o la burocracia de

los administradores de los centros educativos. Pero afirman que de contar con

dichos programas se permite alcanzar la inteligencia emocional que ayude tanto a

alumnos como a maestros volver a disfrutar la fascinante tarea de enseñar,

aprender y trascender a través de cada tarea.

2. Capacidades de Realización

2.1 Definición:

Goleman (1997), basado en sus estudios indica que los padres y maestros están

inmersos en el afán de aumentar las capacidades emocionales de los niños,

considerando que deben provocar en ellos a través de sus actos y abordajes, un

crecimiento de la confianza, independencia, imaginación, empatía, adaptación

social e interpersonal. Para este fin los padres y maestros deben actuar con un

rango adecuado emocionalmente y en equilibrio de liderazgo, positivismo y

estímulo.

Según Shapiro (2001), la inteligencia emocional se divide en subconjuntos o áreas

que ayudan a comprenderla y practicarla de la mejor manera. Las seis áreas que

señala son: la conciencia y comunicación emocional, las emociones morales, el

pensamiento realista y optimista, la capacidad para resolver problemas, las

capacidades sociales, la automotivación y la capacidad de realización.

En el desarrollo de su teoría sobre la automotivación y las capacidades de

realización Shapiro (2001), concretiza la idea de la influencia de las cualidades

emocionales en el logro de las satisfacciones reales con base en la determinación

y el esfuerzo. Considera correcto transmitir desde la edad infantil el encuentro útil

y la proyección constante de la capacidad de realización que se da al proponerse

metas y lograrlas.

El ser humano nace con una tendencia al esfuerzo sostenido que lo lleva a

alcanzar todo aquello que se propone de acuerdo a sus etapas evolutivas, se

evidencia desde los primeros momentos de vida como un bebé siente curiosidad

por su mundo y se esfuerza por comprenderlo. Se logra definir a través de

pequeñas hazañas infantiles inclusive que todo ser humano busca alcanzar sus

metas en forma inexorable.

De acuerdo a Aguiló (2010), puede decirse que la capacidad de automotivación

enfocada a la realización están ligadas con el motivo o como suele llamársele la

necesidad o eficacia que energiza y dirige el comportamiento hacia alguna meta.

Parece a partir de ello que la capacidad de sentirse motivado para la búsqueda de

la realización enfrentando los contratiempos normales de la vida, tiene clara

referencia en el hecho de cultivar y hacer uso de la voluntad.

Enfatiza que la educación de los sentimientos se debe hacer a través del trabajo

conjunto de la familia y los educadores, siendo ellos los que se encargan de la

enseñanza y el ejemplo que trasciende en cada niño, son llamados

particularmente a enfocarse en promover la automotivación y por ende la

búsqueda continua de la realización.

Aguiló (2010), en sus enfoques, otorga gran importancia a que los niños puedan

experimentar el éxito con eficacia, tener las oportunidades de alcanzar el

autodominio de las emociones, sentar bases para la concentración, aflorar el

talento personal, cultivar el optimismo y la seguridad que impulsan la acción,

valorar tanto la perseverancia como el esfuerzo, moldear la gratificación, poder

enfrentar y superar el fracaso. Si se desarrollan efectivamente, desde la edad

inicial, se generará por ende una valoración e importancia hacia el crecimiento

personal y el escolar como parte de sus intereses.

2.2 Componentes básicos en las capacidades de realización de la

Inteligencia Emocional

Derivado de lo antes descrito, es conveniente describir los componentes

considerados básicos para que los individuos posean capacidades de realización

de acuerdo a la inteligencia emocional. Basados en múltiples teorías,

fundamentadas y comprobadas en el área clínica y educacional, desarrolladas

principalmente por autores como: Shapiro (2001), Aguiló (2010) y Álava (2011),

pueden considerarse los siguientes:

Dominio de sí mismo y aprendizaje emocional: Desde épocas

antiguas se ha propiciado en la vida del individuo múltiples

oportunidades en las cuales es visible la necesidad del conocimiento

de si mismo llegando a múltiples conclusiones con distintas visiones.

Es necesario, para un aprendizaje emocional, concretar el

conocimiento personal iniciando con un análisis profundo de los

elementos que conforman la vida, tales como la salud, la familia, los

estudios, la profesión, las dificultades, el ambiente o las relaciones

interpersonales proporcionadas por este. No debe dejarse de lado la

iniciación de dicho aprendizaje en la infancia porque el individuo que

cuenta con él podrá desenvolverse con una luz distinta, encontrará

soluciones, será capaz de contemplar la verdad y su verdad, se

apoyará en sus puntos fuertes y tendrá la facultad por sí mismo de

contemplar la realidad de las cosas y el mundo que le rodea

actuando de manera asertiva.

La motivación: Una de las verdades más grandes del ser humano,

consideradas por la inteligencia emocional, es que si su inteligencia

va de la mano con la motivación por ende podrá contar con una

voluntad que lo hará conseguir más satisfacciones y con visiones

optimistas sobre los desafíos que a diario puede tener. Con la

motivación en cada acción realizada nace un sentimiento de eficacia

y de seguridad.

El ejemplo: En este aspecto la educación juega un papel de vital

importancia y su base primordial es la familia ya que los procesos de

imitación son eje del aprendizaje emocional. Los seres humanos

desde el inicio de sus vidas, de modo natural, son influenciados por

las transferencias anímicas, la impregnación de patrones de crianza,

de visión vital o preferencias entre otros; es por eso que los hábitos

emocionales deben ser adquiridos de modelos equilibrados y en un

clima de exigencia personal.

La resolución de problemas: Las oportunidades de obtener

experiencias conllevan la necesidad de encontrar problemas y la

solución para cada uno; por dicha razón es necesaria esa

estimulación desde el hogar y la escuela. En la vida infantil debe

proporcionársele al niño la visión concreta de problemas reales que

se resuelvan con el uso de las palabras, el tiempo, el respeto y la

comunicación.

Persistencia, esfuerzo y éxito: Dentro del grupo de expertos que han

desarrollado estas ideas se destaca la necesidad de establecer una

visión distinta en la actuación de los padres y maestros desde la

edad infantil; la cual consiste en propiciar la participación de los

niños en actividades no sólo divertidas o sencillas sino también que

impliquen un desafío. Este concepto derivará, según sus

propuestas, personas emocionalmente capaces de utilizar al máximo

su intelecto, desarrollar su creatividad, encontrar motivos para

continuar en un proyecto o tarea dando su mejor esfuerzo, potenciar

sus capacidades para alcanzar el éxito aún después de varios

intentos y encontrar así de manera intrínseca un interés.

La superación del fracaso: A pesar de que el fracaso promueve

emociones perturbadoras como la angustia, tristeza o ira, es

imprescindible mostrar alternativas de éxito al individuo a través de

un aprendizaje aplicado con constancia que incluya poder valorar el

esfuerzo, experimentar un control, iniciar tareas tomando en cuenta

las repeticiones y los intentos. En general es toda una serie de

pasos inevitables y necesarios, que desde la infancia deben

comprenderse y ponerse en práctica para alcanzar el éxito y la

realización. Así, el niño que a futuro será el adulto que sirva a la

sociedad, puede visualizar la idea interna de la superación del

fracaso de la mano de la inteligencia emocional.

Considerando los fundamentos antes descritos se hace valioso recalcar que, en

pleno siglo XXI a pesar de estar en una globalización constante que permite al

individuo tener aparentemente “todo a su alcance o disposición” no solo para

alcanzar el éxito sino para ser mejor persona, se hace difícil para el ser humano

desde que nace reconocer sus emociones, controlarlas, motivarlas o proyectarlas

de tal modo que en todo ámbito es imprescindible que utilice su inteligencia

emocional como vía para alcanzar las capacidades de realización.

2.3 Importancia de la Inteligencia Emocional respecto al desarrollo de las

capacidades de realización en todos los ámbitos humanos

Respecto a todos los aspectos expuestos, es bien sabido, tanto por educadores

como por los padres y orientadores, que no siempre la familia, la escuela y la

sociedad proporcionan las directrices imprescindibles para el actuar emocional

que conduce a la realización.

Considerando a varios autores, como Shapiro (2001), Aguiló (2010) y Cuadrado

(1998), entre otros, esto fundamenta un llamado a la renovación o en algunos

casos la reubicación del proceder ideológico, educativo y tecnológico que forme

seres humanos capacitados, intelectual y emocionalmente superiores, enfocados

hacia la realización trascendente. Visto desde este punto, los postulados de los

exponentes de la inteligencia emocional, la proyectan como una de las formas

más viables de competir en el mundo vanguardista.

Mayer y Cobb (2000), exponen sobre este enfoque productivo que las instituciones

han reconocido que además de información y formación intelectual, los niños y

adolescentes necesitan aprender otro tipo de habilidades no cognitivas. En

definitiva, debe solventarse el aprendizaje de los aspectos emocionales, para

facilitar la adaptación en un marco global. De esta manera, los ciudadanos en un

mundo cambiante, aún con constantes y peligrosos desafíos, podrán encontrar la

realización individual que los hará participar exitosamente en el ámbito de la

sociedad que sea de su interés.

Sustentando dichas exposiciones citadas existen evidencias, a su vez, de que la

inteligencia emocional, definida como la habilidad para percibir, asimilar,

comprender y regular las emociones propias y las de otras personas, puede

permitir, en el ámbito educativo sobre todo, el poder de vislumbrar una era de

cambios. Dicha era está llamada a proporcionar a los individuos, desde la edad

infantil, herramientas que los introduzcan a una convivencia sana, productiva, de

mayor calidad, no solo individualmente sino a nivel grupal, lo cual a su vez

propiciaría sociedades más desarrolladas, de mejor producción y sobre todo

menos violentas donde lejos de atentar contra la vida se trabaje en búsqueda del

bienestar común.

Es importante a su vez, según Mayer y Salovey (1997) recordar respecto a los

estudios y alcances realizados con índole proyectivo que en la actualidad las

emociones juegan un papel importante como recurso en el individuo para afrontar

situaciones de tipo laboral e inclusive en el contexto tanto académico tanto como

en el de índole personal, lo cual reitera la síntesis que se enfoca hacia un cambio.

A su vez Sternberg (2000) menciona que de la teoría de Gardner, son la

inteligencia interpersonal y la intrapersonal las que según el enfoque preliminar

interesan particularmente, ya que son las que se relacionan con la Inteligencia

Emocional. Esto debido a que en cierta forma, la inteligencia emocional está

formada por estas dos inteligencias.

Las habilidades emocionales, como se refleja en diferentes investigaciones, se

consideran predictivas de un mejor afrontamiento ante los sucesos vitales

cotidianos y de mayores niveles de bienestar proporcionando a los individuos

cada vez más un acercamiento a un ajuste psicológico.

Tomando en cuenta el ámbito educacional no puede refutarse dicha estimación

debido a la importancia que refleja el ejemplo de la docencia sobre la inteligencia

emocional de cada alumno; ya que será base en su desempeño futuro todo el

cúmulo de situaciones encuadradas en la escuela que conllevan su formación y su

proyección ante el mundo en el que se desenvuelva, sea cual sea su profesión o

camino.

En este sentido se afirma que la inteligencia emocional desde sus inicios

manifestó una vocación educativa que implica la participación de varios grupos

que repercuten socialmente y compromete en la actualidad a los participantes y

facilitadores de la educación.

Dentro de la investigación vigente se centra el poder establecer la utilidad de este

nuevo constructo en diversas áreas vitales de las personas, con el objetivo de

demostrar cómo la inteligencia emocional determina los comportamientos y en qué

áreas de la vida influye más significativamente.

Bisquerra (2003) resalta la necesidad de introducir en las aulas el constructo de

las competencias emocionales, que se integran de igual manera a las actualmente

desarrolladas tanto en el nivel cognitivo, psicomotriz y afectivo. Siendo estas

imprescindibles tanto como las profesionales habitualmente trabajadas, porque

van más allá, ya que se convierten en competencias para la vida misma y se

proyectan de una manera incomparable desde los formadores hacia los alumnos.

Álava (2011) resalta a los educadores los primeros llamados a hacer una

interiorización propia de la convergencia existente entre la emoción y la realización

alcanzada, considerando la enorme influencia de la inteligencia emocional sobre

todo aquello que el individuo logra en la vida y la visión del niño acerca de ellos

dentro y fuera del aula. Múltiples ideas, costumbres y en general competencias

derivarán de lo que el alumnado concibe a través de los quince años aproximados

que transcurren en su paso por la vida escolar obligatoria antes de obtener un

título a nivel Medio; en esta etapa los maestros son los “iniciadores de vida” o más

explícitamente los ejemplos que seguirán desde niños los educandos y que

seguramente marcarán de modo preciso los caminos de visualización que ellos a

lo largo de su existencia pueden abarcar.

2.4 Descripción y perfil de la maestra de Preprimaria basado en el CNB

La Digecade (2013), en el CNB indica, que la maestra de Preprimaria es quien

tiene el contacto directo con los niños y la función de preparar y conducir las

experiencias a través de las cuales alcanzarán las competencias a cumplir. Es de

ella que depende fundamentalmente una adecuada adaptación del niño a este

primer medio escolarizado y por consecuencia, su respuesta positiva a las

exigencias que impondrá la vida escolar futura.

A las condiciones que para el ejercicio de la docencia se le exigen a un maestro

en cualquier nivel deben agregarse, en este caso, otras de personalidad que son

imprescindibles para el trato y el manejo de los niños de tan corta edad, tales

como la salud física, el buen humor, un espíritu creador, tacto y paciencia.

La maestra ha de tener, en primer lugar, salud física y mental. El trabajo con los

niños pequeños exige una actividad continua y la maestra debe participar

directamente en mucho de lo que ellos hacen. En oportunidades deberá correr,

saltar, realizar diversos movimientos y generalmente permanecer de pie durante

horas, para lo cual deberá tener no solo buena salud sino también una

considerable resistencia a la fatiga.

Extremera y Fernández-Berrocal (2003), resaltan el dominio de sí misma y el

equilibrio emocional que son imprescindibles, ya que la maestra debe enfrentarse

permanentemente con las múltiples e intempestivas reacciones de los niños,

originadas en su natural inmadurez. La maestra es el modelo que el niño imita y,

por lo tanto, sus actitudes deben estar encuadradas naturalmente, en un marco de

estabilidad emocional. De igual modo el buen humor y el ambiente de alegría que

le pueda transmitir al grupo que maneja son factores que facilitarán su tarea.

Además, es ideal que posea rapidez mental y física porque a menudo debe

introducir cambios exigidos por situaciones del momento, pensar en varias cosas a

la vez y en general atender simultáneamente los distintos problemas que se

suscitan en los diversos grupos de juego o actividad y los que afectan a cada niño

en particular.

Según la Digecade (2013), el CNB dice, que la maestra es objeto de continua

observación por parte de los niños, por ello los detalles de su presentación,

aspecto físico, vestimenta, ademanes y la propia voz deberán reunir determinadas

condiciones ideales. Que es recomendable estar libre de defectos físicos, su

rostro ha de tener una expresión agradable y estar siempre listo para transmitirles

gestos de afecto y una sonrisa. Su ropa, sin ser llamativa, ha de ser de colores

claros y alegres, en este sentido, la gabacha o el uniforme que utilice

necesariamente reunirá esas condiciones.

En la relación con los niños, la maestra ha de cuidar especialmente su

imparcialidad ya que ellos son muy sensibles ante las actitudes o gestos que

impliquen favoritismos, porque dicha actitud despierta celos provocando en

consecuencia diversas reacciones negativas que perturban el adecuado equilibrio

emocional de los pequeños. Siempre debe estar dispuesta a manifestar y tener

sensibilidad ante los entusiasmos de los niños, evitando rechazarlos y por el

contrario, participando con ellos por igual. También si la ocasión lo exige no debe

ocultar su desaprobación a fin de imponer los límites y disciplina correspondientes.

Un factor muy importante en la buena comunicación de la maestra con los niños

es su voz, que ha de ser clara, de tono amable y poco chillona.

En la atención del grupo de niños más pequeños, una modalidad maternal y

especial paciencia, son condiciones personales que agregadas a las ya

mencionadas, también es ideal que las posea la maestra.

La maestra siempre está llamada a ampliar sus conocimientos adquiridos

mediante una continua actualización y perfeccionamiento. Nuevas experiencias,

nuevos materiales y técnicas, estudios e investigaciones, así como distintos

enfoques sobre los diversos temas que comprende el campo de la educación de

Preprimaria, no deben ser desconocidos para la maestra.

No solo debe ampliar permanentemente sus horizontes en cuanto a su

preparación pedagógica sino también en lo referido a su cultura general, ya que le

servirá como marco de referencia para responder adecuadamente ante las

diversas reacciones y actitudes de los niños como a la de los padres cuyo

contacto se da con tanta frecuencia en la educación Preprimaria.

En lo posible las educadoras deben poseer estudios universitarios para que, no

solo se eleve su nivel educativo sino su desempeño en el aula, que a largo plazo

repercutirá en el alcance de la excelencia docente deseable.

La Digecade (2013), describe en el CNB las siguientes bases para el perfil de la

maestra de Preprimaria:

Planificar según el CNB publicado en la Digecade (2013), todas las

unidades y los módulos del nivel Preprimaria

Conocer y aplicar los contenidos, actividades, técnicas, recursos propios del

nivel

Ser creativa, dinámica, activa, con disposición al cambio, asertiva, con una

clara misión, guiar y facilitar la formación de los niños

Crear los rincones de aprendizaje, hacerlos operativos y funcionales para

las edades de los niños

Realizar actividades libres y dirigidas para facilitar el logro de competencias

y aplicar el currículum espiral, además de integrar las áreas de aprendizaje

del nivel Preprimaria

Utilizar materiales vistosos que respondan a los intereses concretos,

sensoperceptivos, glósicos, lúdicos y motores de los niños y decorar el aula

por unidades

Desarrollar hábitos adaptativos, estimular las inteligencias múltiples,

favorecer el autoestima y la convivencia pacífica

Respetar las diferencias individuales, desarrollando los aspectos que

necesitan fortalecerse y estimulando aspectos positivos que ya se poseen

(en base a las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional)

Estimular el aprendizaje en forma verbal y gráfica

Desarrollar la autonomía en forma gradual de acuerdo a la edad y

características de los niños

En conclusión, siendo en la vida del niño, el maestro un eje fundamental de visión

integral, se hace implícita la necesidad actual de concebir caminos, métodos o

propuestas, entre otros, que propicien la formación emocional de los educadores

promoviendo sus capacidades de realización ya que se convertirán en una

especie de semillero, que al ser reproducido en la vida del alumnado, de manera

positiva, será imitado con estándares más altos que repercutan en la sociedad a

futuro.

En la implementación de programas que promuevan la inteligencia emocional, es

vital contemplar que dentro de ellos, sean proyectados los maestros como

“modelos emocionales” ante los alumnos. Siendo capaces de manejar aspectos

de las capacidades de realización demostrando el dominio de sí mismos, la

motivación que conlleva la voluntad de alcanzar sus desafíos, el ejemplo como

seres humanos positivos, el esfuerzo y la persistencia en cada reto para

convertirlo en éxito, y claro está, la visión emocional correcta para resolver

problemas y superar el fracaso en todo momento de la vida.

Dentro de la sociedad actual, con el enorme abanico de posibilidades de

crecimiento, no solo a nivel nacional sino mundial, para los estudiantes, el tener

cimentadas capacidades de realización basadas en la inteligencia emocional

favorecerá enormemente el desarrollo integral de sus vidas y dichas bases son

imprescindibles sobre todo si se trata de futuras maestras ya que ellas las

fortalecen en sus niños y niñas a través del ejemplo y la práctica diaria.

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La poca capacidad para asumir los desafíos con inteligencia emocional en los

diferentes ámbitos de la vida personal y profesional por parte de las adolescentes

que cursan carreras de alto perfil humano como es el Magisterio Preprimaria es en

la actualidad el eje de muchas de las problemáticas que afectan y trascienden

tanto a nivel personal como profesional.

Debido a que como hijas, las futuras docentes de párvulos, conviven pocos lapsos

de tiempo con sus padres desde la infancia, por la necesidad laboral se hace

reducida la enseñanza de fortalezas o bases emocionales que les permitan asumir

su proyección profesional y personal con un perfil ajustado hacia la lucha,

perseverancia, resolución de conflictos y permanencia entre otros.

Todo el cúmulo de sucesos que afectan a la juventud actual provocan una

tendencia frecuente hacia la desvalorización humana, la anulación de la

importancia hacia la adquisición y transmisión de las aptitudes de la inteligencia

emocional dentro de las vivencias de la vida misma, que sugiere la imperante

necesidad de que cada futura docente realice un trabajo asertivo en su dominio

personal que trascienda en su interacción cotidiana al desarrollarse

profesionalmente.

Respecto al poco acercamiento hacia estas fortalezas emocionales surge como

resultado docentes al servicio de la infancia temprana que no concentran su valor

trascendental en el “ser” sino en el “tener”, obviando la necesidad que tanto como

personas y como profesionales tienen respecto al proporcionarle al alumnado un

ejemplo y un cúmulo de experiencias enriquecedoras que los hagan a futuro,

ciudadanos comprometidos con su desarrollo integral ante la inminente cultura de

globalización que exige seres humanos competentes en todos los sentidos.

Es pertinente reconocer que los principios implicados respecto a las capacidades

de realización según la inteligencia emocional si son transmitidos a fondo desde la

formación del Magisterio Preprimaria, lograrían fortalecer a las alumnas como

futuras docentes, en la utilización de estrategias que también les permitan

enfrentar la intensidad de sus emociones de forma positiva y sobre todo

concentrarse en enfrentar la docencia de manera asertiva, vocacional,

responsable, paciente, ejemplar y constructiva.

De acuerdo a lo anterior se plantea la siguiente pregunta de investigación:

¿Qué aspectos debe contener un programa de inteligencia emocional que

incentive el manejo de las capacidades de realización en las alumnas de 4to y 5to

Magisterio de Preprimaria?

2.1 Objetivo General:

Establecer los aspectos que debe contener un programa de inteligencia

emocional que incentive el manejo de las capacidades de realización en las

alumnas de cuarto y quinto Magisterio de Preprimaria.

2.2 Objetivos Específicos:

Identificar las áreas en las cuales alumnas de cuarto y quinto magisterio

Preprimaria de un centro educativo privado poseen menor nivel de

inteligencia emocional respecto a las capacidades de realización.

Elaborar la propuesta de un programa que desarrolle las bases de la

inteligencia emocional para incentivar el manejo de las capacidades de

realización en las estudiantes de cuarto y quinto Magisterio Preprimaria de

un colegio privado de la ciudad capital.

2.3 Elementos de estudio:

Programa de Inteligencia Emocional

Capacidades de realización

2.4 Definición conceptual de los elementos de estudio:

Programa de Inteligencia Emocional:

De acuerdo a Goleman (1997), la intensa presión de la competitividad

global hace válida la introducción de programas o guías que fortalezcan a la

generación actual de docentes y padres, para que logren dominar dichas

capacidades emocionales enfocadas con trascendencia en las interacciones

diarias que tendrán con los niños. En este orden de ideas un programa es un

proyecto ordenado que contiene actividades con medios atractivos, dinámicos y

didácticos que orientan a los individuos en búsqueda de mejorar o desarrollar

ciertas habilidades que a la vez aumenten su calidad de vida.

Capacidades de realización:

Según Shapiro (2001) las capacidades de realización se refieren a que los

seres humanos en la vida pueden motivarse, asumir, enfrentar y superar todos los

obstáculos, siendo personas exitosas. Se establecen desde la infancia como

bases que permiten a todo individuo una inteligencia emocional productiva. Es por

eso que los adultos las fortalecen en los niños con el ejemplo procurando seres

con oportunidades de un aprendizaje ilimitado.

2.5 Definición operacional de los elementos de estudio:

Programa de Inteligencia Emocional: Programa de diez talleres a

realizarse en un tiempo aproximado de diez meses, que ayudará al desarrollo de

las bases de la inteligencia emocional que se relacionan con las capacidades de

realización; a través de actividades que sirvan para la regulación emocional, la

automotivación, la responsabilidad, la asertividad, el esfuerzo, el enfrentar y

superar conflictos, entre otros.

Capacidades de realización:

Para este estudio, serán los resultados en las escalas que contienen formas

básicas de pensamiento constructivo, afrontamiento emocional y conductual,

pensamiento positivo y capacidad de liderazgo, de la prueba CTI; los que

indicarán el nivel que poseen las alumnas de cuarto y quinto Magisterio

Preprimaria acerca de la inteligencia emocional enfocada a las capacidades de

realización.

2.6 Alcances y Límites:

En el desarrollo de este estudio se conocerá el nivel de inteligencia

emocional de las estudiantes enfocada a las capacidades de realización. Además

se establecerán los aspectos que deben ser incluidas en el programa que

incentive el manejo de la inteligencia emocional respecto a las capacidades de

realización.

Dicha propuesta estará enfocada específicamente para estudiantes de cuarto y

quinto Magisterio de Preprimaria de un colegio privado de la ciudad capital, por lo

que será de utilidad dentro de dicha institución y se espera que al ser conocido

pueda trabajarse también en otros alumnos de Magisterio con características

similares.

2.7 Aporte:

Dentro de la formación docente enfocada al área de Preprimaria en el

centro educativo privado en el cual se desarrollará el estudio será de gran utilidad

una propuesta en la cual se proporcione a las estudiantes la oportunidad de

alcanzar las bases del manejo de las capacidades de realización según la

inteligencia emocional.

Será una contribución al establecimiento, ya que las áreas relacionadas con la

inteligencia emocional, permitirán que las estudiantes reciban una formación más

integral y a futuro será de relevancia a nivel social lo cual a gran escala indicará

mejoras educativas en la infancia.

Permite a las alumnas la posibilidad de tener en sus estudios de Magisterio, un

programa, que las considera primordialmente para el desarrollo de las

capacidades de la inteligencia emocional, debido a que en las aulas se convierten

en modelos de aprendizaje socioemocional para todos los alumnos. Además con

ello podrán generar una mayor conciencia personal, sobre la importancia del uso

adecuado de las emociones, para afrontar el estrés laboral que se produce en

todo contexto educativo.

Uno de los indicios más significativos del éxito en el aporte de dicho estudio es

que los niños de Preprimaria cuenten en las aulas con maestras que denoten un

equilibrio emocional que trascienda en su ejemplo y se multiplique con la

formación de individuos competentes que puedan valorar el esfuerzo persistente

por el simple hecho de realizarlo.

III. MÉTODO

3.1 Sujetos

Para efectos de esta investigación se tomó como universo un centro educativo

privado de la ciudad de Guatemala, dedicado a la educación del género femenino,

el cual cuenta con nivel preprimario, primario, básico y diversificado. Dentro de las

carreras de diversificado se encuentra Magisterio Preprimaria y fue la que se

seleccionó en los grados de cuarto y quinto.

Se tomó como población total a 14 estudiantes de cuarto Magisterio Preprimaria y

25 estudiantes de quinto Magisterio Preprimaria, siendo un total de 39, todas de

género femenino. Su edad oscila entre los 15 y 18 años. El nivel socioeconómico

en que se desarrollan se encuentra en una clase media o media baja.

Tabla 1

Distribución de la población por edad y grado

Datos de alumnas de Cuarto y Quinto Magisterio Preprimaria

Rango de Edad Cuarto Quinto Totales

15 - 16 años 13 2 15

17 - 18 años 1 23 24

Total 14 25 39

3.2 Instrumento

Para efectos de esta investigación, se utilizó como instrumento la prueba CTI

(Inventario de Pensamiento Constructivo / Una Medida de la Inteligencia

Emocional), elaborada por Epstein (2012), que es autoadministrable ya sea de

manera individual o colectiva.

La prueba CTI evalúa el Pensamiento Constructivo o Inteligencia Experiencial

considerado, estrechamente ligado, a la Inteligencia Emocional y por medio de la

evaluación de los pensamientos diarios, constructivos o destructivos que poseen

las personas, facilita la predicción de su éxito académico, capacidad de liderazgo,

bienestar general físico-mental y ajuste emocional entre otros. La prueba es un

instrumento compuesto por 3 niveles de puntuaciones divididas así:

Una escala global: de pensamiento constructivo

Seis escalas principales: que contienen formas básicas de pensamiento

constructivo (de acuerdo al afrontamiento emocional y afrontamiento

conductual) y pensamiento destructivo (respecto al pensamiento mágico,

pensamiento categórico, pensamiento esotérico y optimismo ingenuo).

Quince facetas: que permiten la descripción de modos específicos tales

como pensar positivamente, pensar en formas que favorecen una actuación

eficaz, entre otros.

3.3 Procedimiento

Se planteó el problema de investigación.

Se desarrolló la estructura del marco teórico.

Se solicitó autorización a la Universidad Rafael Landívar para iniciar el

proceso del trabajo de campo entregando el anteproyecto de tesis.

Se solicitó autorización a la institución educativa para aplicar la prueba

CTI a las alumnas de cuarto y quinto Magisterio Preprimaria.

Se solicitó, al tener la autorización de la institución educativa, a las

alumnas de los grados seleccionados su colaboración para aplicarles la

prueba CTI.

Se aplicó la prueba CTI de forma colectiva, a las alumnas de cuarto y

quinto Magisterio Preprimaria en el mes de marzo 2013.

Se procedió a calificar las pruebas por medio del sistema de corrección

en línea de TEA Ediciones y la tabulación los resultados.

Se procedió por medio de los punteos T, las medidas de tendencia

central y desviación estándar, con la interpretación y el análisis

estadístico de los resultados.

Basado en los resultados obtenidos en la prueba se establecieron las

conclusiones y recomendaciones.

Con base en los datos obtenidos se desarrolló una propuesta de un

Programa de Inteligencia Emocional que incentive el manejo de las

Capacidades de Realización en alumnas de cuarto y quinto Magisterio

Preprimaria de un Centro Educativo Privado.

Se elaboró el informe final de la investigación.

3.4 Diseño

De acuerdo a Moreno (2000), esta investigación es de tipo descriptivo ya que

se determinan las variables y se pretende recopilar toda la información posible,

proporcionando características, análisis e interpretación en un marco teórico

que corresponde a los propósitos del estudio.

3.5 Metodología Estadística

La metodología estadística que se utiliza es la estadística descriptiva, con las

medidas de tendencia central y la desviación estándar, apoyándose en el

Programa Microsoft Office 7-Excel.

Johnson y Kuby (2004), señalan que medidas de tendencia central son valores

numéricos que localizan el centro de un conjunto de datos. Indican que la

media es el promedio encontrado a través de la suma de los valores dividido

entre el número de éstos. La mediana es el valor de posición central que se

distingue al ordenar los datos según su tamaño y la moda se obtiene al

verificar el valor de X que se da con frecuencia. También, Johnson y Kuby

(2004), conceptualizan que la desviación estándar muestral, S, se da al

obtener la raíz cuadrada positiva de la varianza.

Los resultados obtenidos por la población con la que se desarrolló el presente

estudio, se presentaron por medio de doce tablas que reúnen en primer lugar

los punteos T y en segundo lugar los punteos descriptivos.

IV. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

En este apartado se presentan los resultados de la aplicación del Inventario de

Pensamiento Constructivo (CTI) a las alumnas de cuarto y quinto Magisterio

Preprimaria de un centro educativo privado de la ciudad capital.

El inventario está organizado en tres niveles que se especifican a continuación:

Escala global: es el nivel más general, del cual se derivan las escalas de la

prueba.

Escalas: estas indican las formas básicas de pensamiento constructivo o

destructivo.

Facetas: es el nivel más explicito, miden los modos específicos de

pensamiento constructivo o destructivo, como poder pensar positivamente o

cómo se clasifican los hechos de modo categórico entre otros.

Tomando en cuenta lo anterior se procesó la información, se interpretaron los

resultados y fueron distribuidos para ser presentados en doce tablas, que reúnen

en primer lugar los punteos T y en segundo lugar los punteos descriptivos, que

son las medidas de tendencia central, las cuales se encuentran en los anexos.

Las cuatro escalas que carecen de facetas fueron colocadas al inicio del análisis,

en una sola tabla tanto para punteos T como para punteos descriptivos; luego de

la misma forma, cada una de las cinco escalas restantes, con las facetas que

estas desarrollan.

Como se mencionó anteriormente la prueba CTI fue calificada por medio del

sistema de corrección en línea de TEA Ediciones. Este sistema proporciona un

perfil por estudiante en el cual se presentan dos tipos de punteos. El primero es el

punteo directo (número de respuestas que van acorde a cada escala y sus

facetas) y el segundo es el punteo T. Este es un punteo transformado el cual

compara el punteo directo con los resultados de una población similar.

Al obtener los punteos T se interpretaron ubicándolos en un nivel alto, medio y

bajo. Luego se totalizó el número de estudiantes cuyo resultado se ubicó en ese

rango. Esto se presenta a continuación en la tabla 2, 3, 4, 5, 6 y 7.

Tabla 2

Interpretación de los punteos T de las escalas sin facetas

Pensamiento

constructivo

global

Pensamiento

mágico

Deseabilidad Validez

Alto 7 7 5 1

Promedio 26 25 29 21

Abajo 6 7 5 17

Totales 39 39 39 39

En la tabla #2 se muestra la interpretación, como se explicó anteriormente, de las

escalas totales que son pensamiento constructivo global, pensamiento mágico,

deseabilidad y validez; las cuales no se dividen en facetas.

Por lo tanto, al obtener un nivel promedio, de las puntuaciones transformadas T en

la escala del pensamiento constructivo global, se interpreta que son capaces de

pensar de manera flexible, aceptarse a sí mismas o a los demás y establecer

relaciones gratificantes.

Además tienen tendencia a ser supersticiosas, evitar las expectativas favorables

sobre el futuro y defenderse de las amenazas, porque presentan un nivel

promedio de las puntuaciones transformadas T en la escala de pensamiento

mágico.

En el caso de las escalas de deseabilidad y validez no aportan una información

acerca de los rasgos de la personalidad sino que se enfocan en indicar la validez

de los resultados del CTI. En dichas escalas las estudiantes demostraron que

respondieron con sinceridad, sin buscar la aprobación social.

Tabla 3

Interpretación de los punteos T de la escala de afrontamiento emocional

Afrontamien

to

emocional

Autoaceptaci

ón

Ausencia de

sobregeneraliza

ción negativa

Ausencia de

hipersensibil

idad

Ausencia

de

rumiacio

nes

Alto 5 3 6 1 5

Promedio 25 29 29 28 23

Abajo 9 7 4 10 11

Totales 39 39 39 39 39

En la tabla #3, se muestra la interpretación de la escala de afrontamiento

emocional así como de sus cuatro facetas.

Las estudiantes que muestran puntuaciones transformadas T dentro del rango

promedio, en la escala de afrontamiento emocional, demuestran ser personas que

experimentan situaciones como desafíos, no son sensibles a las críticas y afrontan

constructivamente los sentimientos negativos. Sobresale que de las 39

estudiantes evaluadas 25 cumplen con estas características, ya que su puntuación

se encuentra en dicho rango.

Continuando con la primera faceta, que es autoaceptación, igual se aprecia que el

punteo transformado T de 29 estudiantes se encontró en un rango promedio. Eso

indica que cuentan con alta autoestima y tienen una actitud favorable hacia sí

mismas.

En la faceta de ausencia de sobregeneralización negativa es interesante observar

que, de nuevo, 29 de las estudiantes están en un rango promedio lo cual indica

que pueden atribuir los errores a causas específicas y no sobregeneralizan el

significado de los acontecimientos negativos específicos.

Dentro de la faceta de ausencia de hipersensibilidad el rango promedio de punteos

transformados T sobresale con 28, pero también en este caso se observa que hay

10 estudiantes en el rango bajo. Esta faceta se refiere a que las personas son

capaces de afrontar la incertidumbre, los contratiempos, la desaprobación y el

rechazo o las críticas.

Para terminar la faceta de ausencia de rumiaciones, muestra resultados similares

a la anteriormente descrita porque en las puntuaciones transformadas T, 23

estudiantes están en un nivel promedio y 11 están abajo del promedio. En el nivel

ideal, dicha faceta indica que las personas son capaces de sobreponerse a las

situaciones desagradables, sin dar muchas vueltas o demasiada atención a algo.

Tabla 4

Interpretación de los punteos T de la escala de afrontamiento conductual

Afrontamiento

conductual

Pensamiento

positivo

Orientación a

la acción

Responsabilidad

Alto 9 10 5 10

Promedio 28 22 32 28

Abajo 2 7 2 1

Totales 39 39 39 39

En la tabla #4 se muestra la interpretación de la escala de afrontamiento

conductual así como de sus tres facetas.

Los datos de la escala de afrontamiento conductual muestran que los resultados

de 28 de las estudiantes se encuentran en promedio, lo cual indica que las

estudiantes son optimistas, entusiastas, eficaces y aceptan bien a los demás.

En la faceta de pensamiento positivo las puntuaciones transformadas T, de 22 las

estudiantes, nuevamente se encuentran en un nivel promedio, lo cual proyecta

que poseen una forma de pensar favorable y realista, así como la capacidad de

enfatizar el aspecto positivo de las situaciones.

Continuando con la faceta de orientación a la acción, se observa que, en las

puntuaciones transformadas T sobresale con 32 de 39 estudiantes el nivel

promedio, lo cual indica que tratan de poner en práctica acciones efectivas para

solucionar problemas, les gustan los desafíos e intentan aprender de la

experiencia.

Para terminar con la tabla #4, se observa en la faceta de responsabilidad que los

resultados de 28 de las estudiantes presentan un rango promedio, en las

puntuaciones transformadas T, con lo que puede interpretarse que las estudiantes

muestran tendencias hacia la planificación y la reflexión atenta.

Tabla 5

Interpretación de los punteos T de la escala de pensamiento categórico

Pensamiento

categórico

Pensamiento

polarizado

Suspicacia Intransigencia

Alto 21 19 21 2

Promedio 17 20 15 22

Abajo 1 0 3 15

Totales 39 39 39 39

En la tabla #5 se muestra la interpretación de la escala de pensamiento

categórico, así como de sus tres facetas.

Se observa que en la escala de pensamiento categórico, los punteos

transformados T de 21 estudiantes se encuentran en un nivel alto, siendo similar

respecto del nivel promedio con 17. Dichos datos indican que las estudiantes ven

el mundo en blanco y negro o en categorías extremas, poseen un pensamiento

rígido, tienden a los prejuicios y se incomodan si no cumplen sus expectativas.

Continuando con la faceta del pensamiento polarizado, los punteos transformados

T muestran similitud con los de la escala, en cuanto a que 20 de las estudiantes

están en un rango promedio y 19 en un rango alto, por lo tanto demuestran que

tienden a agrupar a las personas en categorías extremas y distinguen

especialmente a las personas pertenecientes al propio grupo.

En la faceta de suspicacia los punteos transformados T de 21 estudiantes se

encuentran en un rango alto, lo que quiere decir que suelen tener una actitud

negativa y desconfiada hacia los demás.

Terminando con la faceta de intransigencia, los punteos transformados T están en

un nivel promedio en 22 estudiantes, esto indica que generalmente no aceptan los

errores, comportamientos que consideran inadecuados en los demás, y no

siempre son tolerantes con las diferencias que presentan otras personas.

Tabla 6

Interpretación de los punteos T de la escala de pensamiento esotérico

Pensamiento

esotérico

Creencias

paranormales

Pensamiento

supersticioso

Alto 10 11 12

Promedio 29 27 27

Abajo 0 1 0

Totales 39 39 39

En la tabla #6 se muestra la interpretación de la escala de pensamiento esotérico

así como de sus dos facetas.

Dentro de la escala del pensamiento esotérico se observa que 29 de las

estudiantes están dentro del promedio en las puntuaciones transformadas T, por lo

tanto pueden creer en fenómenos extraños, mágicos o científicamente

cuestionables. Algunas tienden a carecer de pensamiento crítico y poseer

confianza en exceso en las impresiones intuitivas

Continuando con la faceta de creencias paranormales, sigue en el nivel promedio

con las puntuaciones transformadas T, en 27 estudiantes. Lo cual indica que

pueden creer en fenómenos extraños y cuestionables por la ciencia, como los

fantasmas, la lectura de la mente y la clarividencia.

En la faceta del pensamiento supersticioso, presentan en general un nivel

promedio en las puntuaciones transformadas T con 27 estudiantes, además se

observa que no se encuentra ninguna en el rango bajo. Se interpreta por lo tanto

que pueden creer en supersticiones convencionales como la astrología, el tarot,

bueno o malos agüeros, entre otros.

Tabla 7

Interpretación de los punteos T de la escala de optimismo ingenuo

Optimismo

ingenuo

Pensamiento

exagerado

Pensamiento

estereotipado

Ingenuidad

Alto 25 22 15 16

Promedio 14 17 23 23

Abajo 0 0 1 0

Totales 39 39 39 39

En la tabla #7 se muestra la interpretación de la escala de optimismo ingenuo así

como de sus tres facetas.

Con los punteos transformados T, 25 de las estudiantes muestran un nivel alto

dentro de la escala de optimismo ingenuo. Dichos datos proyectan que

demuestran un optimismo iluso, poco realista y son fuertes de espíritu. Son

capaces de caer bien a los demás, tienen una visión simplista de la vida, evitan

realidades desagradables por lo que tienden a tomar malas decisiones por carecer

de precaución. Suelen presentan una imagen positiva e irreal de sí mismas.

De nuevo, en la faceta pensamiento exagerado, 22 de las estudiantes demuestran

un nivel alto con los punteos transformados T. Esto indica que las estudiantes son

optimistas, piensan que los sucesos favorables se generalizarán y que

conseguirán todos los éxitos propuestos.

Continuando con la faceta pensamiento estereotipado los punteos transformados

T indican un nivel promedio en las estudiantes. Esto proyecta que poseen modos

de pensamiento simplistas, poco elaborados y en ellos basan sus opiniones.

Pueden tener dificultades para adaptar sus opiniones generales a situaciones

particulares que enfrentan.

Terminando la tabla #7, en la faceta ingenuidad, están en su mayoría con 23

estudiantes, dentro del nivel promedio de los punteos transformados T, lo cual

indica que esperan lo mejor de los demás y de ellas mismas, además acerca del

futuro tienen expectativas positivas frecuentemente irreales.

.

V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

Los resultados obtenidos con la prueba CTI en el estudio, demuestran que las

alumnas en general son una población que se encuentra dentro de los niveles

promedio en el manejo de las emociones. Dichos datos reflejan, tal como indica

Rosal (2005) en el estudio con el programa “Conociéndome a mi mismo”, que los

alumnos al tener dichas oportunidades a pesar de no mostrar diferencias

estadísticamente significativas logran proyectar efectos positivos. En el centro

educativo privado que colaboró con esta investigación, los catedráticos indican

que la formación del alumnado está centrada tanto en una estructura académica,

como de valores y creatividad; lo cual se ve reflejado en varios ámbitos sociales a

futuro.

Como lo indican los estudios publicados por Vargas (2008) si los docentes

manejan las competencias emocionales personales, son capaces de trabajar

eficazmente en equipo, resolver conflictos, proyectarse como líderes y estar

automotivados. Basado en ello, se puede observar que la población obtuvo en la

escala de afrontamiento conductual y sus facetas un resultado promedio y

bastante similar en número. Lo cual demuestra que al ejercer su labor docente

podrán mostrar optimismo, aceptar bien a los demás y practicar acciones efectivas

para solucionar problemas, entre otros.

La población obtuvo un nivel promedio similar, en las escalas del pensamiento

constructivo global y de deseabilidad, lo cual explica que pueden desempeñar su

tarea docente a futuro adaptadas a cualquier situación, pensando de manera

flexible, aceptándose a sí mismas y establecer relaciones gratificantes. Sala

(2002) coincide al evaluar una muestra de futuros docentes con una medida de

autoinforme de inteligencia emocional, donde encontró evidencias sobre cómo se

verá reflejada cada competencia emocional que poseen en sus estilos educativos,

actitudes y valores transmitidos en el aula. Por lo tanto, se concluye a partir

ambos análisis, que en un futuro trabajo docente emocionalmente asertivo habrán

mayores oportunidades de éxito para las alumnas.

Pérez y Castejón (2007) indican que una prueba del creciente interés por analizar

la influencia de las emociones e incrementar su educación gradualmente es que

los programas existentes permiten visualizar caminos más claros y accesibles

para la comprensión del complejo comportamiento humano, sobre todo en el

campo de la inteligencia emocional, que hoy día cobra gran relevancia en los

puestos de trabajo. Es por esta razón, que de acuerdo a los resultados, de la

población, sobre todo en la escala del optimismo ingenuo y sus facetas, que se ve

palpable la necesidad de la creación de programas con estructuras bien definidas

que orienten emocionalmente al alumnado. Las bases de esto se remiten a que

los sujetos demuestran un optimismo iluso con poco fundamento en la realidad,

presentan una visión simplista de la vida, evitando realidades desagradables,

consideran que lograrán todos los éxitos propuestos con un pensamiento

exagerado, sus opiniones se basan en modos de pensamiento simplistas poco

elaborados y pueden tener expectativas positivas frecuentemente irreales.

Cabe resaltar que la población en la escala de afrontamiento emocional y sus

cuatro facetas, obtuvo resultados promedio bastante similares en número, lo cual

es un indicador de que no siempre experimenta las situaciones estresantes como

desafíos, puede mostrarse sensible a las críticas, los errores o los rechazos,

puede tener inclinación al fracaso y solo en ocasiones será capaz de

sobreponerse a los acontecimientos desagradables. Esto concuerda con lo que

expone Aguiló (2010) sobre la importancia de la educación del sentimiento

inteligente, con el objetivo principal de lograr que las personas alcancen a

profundidad una capacidad afectiva, ya que el modo inteligente les permitirá

reconciliar la cabeza y el corazón en los contextos del hogar, la escuela y la

sociedad, logrando a largo plazo relaciones humanas más apegadas a la

realización.

Dentro de la escala de pensamiento categórico y sus tres facetas los resultados

del alumnado muestran a nivel general resultados alto o promedio, lo cual indica,

de acuerdo a lo especificado por la prueba CTI, en una visión del mundo en blanco

y negro o en categorías extremas, pensamientos rígidos, tendencia a soluciones

simplistas y sobre todo una actitud negativa y desconfiada hacia los demás. Por lo

tanto, es valioso respecto a este análisis lo postulado por Bisquerra (2003) quien

afirma que por medio de la formación de competencias emocionales como un

conjunto de las capacidades, habilidades o actitudes imprescindibles para la

realización y calidad de vida, puede desarrollarse la personalidad de manera

integral en cada estudiante. Derivado de ello se pueden alcanzar altos índices de

madurez y equilibrio emocional, si se reconoce como una necesidad latente en el

mundo actual.

Como lo afirman Mayer y Salovey (1997) en la actualidad las emociones juegan un

papel importante como recurso en el individuo tanto al tener que afrontar sus

desafíos laborales, como en el contexto académico y en la realización dentro del

ámbito personal. Se concluye en base a esto y tomando en cuenta que la

población demostró un rango promedio en los datos obtenidos a nivel general, en

la prueba aplicada, que si cuentan con las orientaciones precisas que promuevan

un crecimiento emocional, alcancen mayores niveles de bienestar psicológico y

ajuste emocional. Estas afirmaciones además, hacen evidente el hecho de que, el

alumnado que participó en el presente estudio, si participara en programas de

inteligencia emocional, contaría así con la oportunidad de desarrollarse en los

distintos ámbitos laborales de manera exitosa y alcanzaría a su vez las

expectativas planteadas desde su formación como docentes.

En la escala de afrontamiento conductual y sus facetas de pensamiento positivo y

responsabilidad con los resultados promedio, las estudiantes demuestran que son

optimistas la mayor parte del tiempo, entusiastas, de pensamientos favorables y

con tendencias a la planificación y a la reflexión. En la faceta de orientación a la

acción los resultados son aún más altos, lo cual indica, que las estudiantes

pueden poner en práctica acciones efectivas hacia los problemas, les agradan los

desafíos y aprenden de la experiencia. Aguiló (2010) coincide cuando argumenta,

que la capacidad de la automotivación enfocada a la realización está ligada con la

necesidad que dirige el comportamiento hacia una meta, pudiendo enfrentar los

contratiempos normales de la vida. Resalta en sus enfoques que los niños

puedan experimentar el éxito con eficacia, que tengan lineamientos para cultivar el

optimismo y todo ello debe desarrollarse efectivamente desde la edad inicial. Esto

fundamenta y resalta los papeles básicos que juegan tanto padres como maestros

en la educación infantil.

VI. CONCLUSIONES

1. En la escala de pensamiento constructivo global las estudiantes están en

un nivel promedio, por lo que son capaces de pensar de manera flexible,

adaptarse a situaciones, aceptándose tanto a sí mismas como a los demás.

Respecto a la escala del pensamiento mágico, estando de nuevo en un

nivel promedio, en la mayoría, demuestran poder tener inclinaciones

supersticiosas y orientación para defenderse ante las amenazas.

Obtuvieron un nivel promedio en deseabilidad y validez, lo cual proyecta

que respondieron con sinceridad la prueba sin buscar la aprobación social.

2. El nivel promedio general de las estudiantes en la escala de afrontamiento

emocional y las facetas de autoaceptación, ausencia de

sobregeneralización negativa, ausencia de hipersensibilidad y ausencia de

rumiaciones indican que generalmente pueden enfrentar situaciones

estresantes viéndolas como desafíos, afrontan de manera constructiva los

sentimientos negativos, poseen una autoestima aceptable, son capaces de

afrontar el rechazo, la crítica o la desaprobación y se sobreponen ante los

acontecimientos desagradables.

3. En la escala de afrontamiento conductual y las facetas de pensamiento

positivo y responsabilidad, las estudiantes obtuvieron un nivel promedio

(bastante similar en números), lo cual indica que pueden ser optimistas,

entusiastas, eficaces, de pensamientos favorables, con tendencias a la

planificación y la reflexión. En la faceta de orientación a la acción los

resultados del nivel promedio son más altos, por lo que se interpreta que las

estudiantes pueden poner en práctica acciones efectivas hacia los

problemas la mayor parte del tiempo, le agradan los desafíos y poder

aprender de la experiencia.

4. La escala de pensamiento categórico y las facetas de pensamiento

polarizado y suspicacia, se encuentran similares en los resultados a nivel

alto y promedio; lo cual indica que las estudiantes ven en categorías

extremas lo sucedido, poseen pensamientos rígidos, tienden a soluciones

simplistas, consideran los prejuicios, se inclinan a las categorías extremas

para agruparse e identificar grupos de personas y pueden tener actitudes

negativas y desconfiadas. En la faceta de intransigencia se encuentran en

nivel promedio, por lo cual se interpreta que, en la mayor parte del tiempo

no aceptan los errores o comportamientos inadecuados en los demás y a

veces son poco tolerantes con las diferencias de otras personas.

5. Tanto en la escala del pensamiento esotérico como en las dos facetas de

creencias paranormales y pensamiento supersticioso, las estudiantes

muestran un nivel promedio en la mayoría de los casos, así como un nivel

alto en el resto, lo cual resalta porque, solo una estudiante en la faceta de

creencias paranormales está abajo del promedio. Dichos datos indican que

la mayoría cree en fenómenos mágicos y extraños, científicamente

cuestionables y las supersticiones convencionales, sugiriendo la carencia

de pensamiento crítico y una confianza excesiva en las impresiones

intuitivas.

6. En la escala de optimismo ingenuo y su faceta pensamiento exagerado las

estudiantes sobresalen en un nivel alto, indicando con ello que pueden

mostrar un optimismo iluso poco fundamentado en la realidad, presentan

con ello una visión simplista de la vida, evitan lo desagradable y proyectan

una imagen positiva e irreal de sí mismas. Además, suelen ser muy

optimistas y consideran que los sucesos favorables se generalizarán para

poder conseguir todos los éxitos propuestos. Mientras, las facetas de

pensamiento estereotipado y de ingenuidad están en un número idéntico

dentro del promedio, por lo que se interpreta que sus opiniones están

basadas la mayoría de veces en modos de pensamiento simplistas y poco

elaborados, tienen dificultades para adaptar sus opiniones generales a las

situaciones particulares y sus expectativas positivas son frecuentemente

irreales acerca del futuro o los demás.

7. Basado en los niveles promedio y bajo que la población demostró y en las

interpretaciones respecto a ello que indica el test CTI, el cual arroja datos

generales del pensamiento constructivo y las facetas de la inteligencia

emocional; se considera que el programa de inteligencia emocional

propuesto en el presente estudio debe contener las áreas: conciencia

emocional, regulación emocional, autonomía emocional, habilidades socio-

emocionales y habilidades de vida y bienestar. Dichas áreas tratan de

forma amplia las necesidades emocionales que deben desarrollar las

estudiantes, no solo por estar próximas a la vida adulta sino por el papel

que desempeñarán en la vida de los niños que estarán a su cargo.

8. Se contemplan además en el presente estudio, las subáreas que debe

proyectar el programa de inteligencia emocional por estar orientado a

incentivar las capacidades de realización y estas son: inteligencia

emocional, conociendo mis emociones, regulación emocional, aprendiendo

a regular las emociones, automotivación, responsabilidad, enfrentar y

superar conflictos, asertividad, éxito y esfuerzo, y entusiasmo en los

objetivos.

VII. RECOMENDACIONES

Derivado de la presente investigación se recomienda lo siguiente:

1. Realizar un estudio que investigue el nivel de inteligencia emocional que

manejan en su tarea docente las maestras del nivel parvulario, que

tienen cinco o más años de experiencia.

2. Desarrollar una investigación acerca del manejo de la inteligencia

emocional en catedráticos de la URL, sobre todo en carreras

humanísticas, en las cuales ellos deben proyectar un mayor ejemplo

hacia los estudiantes.

3. Llevar a cabo una investigación experimental, que evalúe si aumenta o

disminuye el nivel de inteligencia emocional respecto a las capacidades

de realización, en estudiantes de magisterio preprimaria de otros centros

educativos privados, después de haber participado en el programa que

se propone en el presente estudio.

4. Realizar un estudio que investigue el manejo de la inteligencia

emocional que poseen los estudiantes varones de magisterio, en las

distintas disciplinas que se imparten en Guatemala.

5. Hacer un estudio comparativo de los niveles de inteligencia emocional

que posean estudiantes de magisterio, varones y mujeres, que estén

próximos a iniciar su práctica docente supervisada.

6. Utilizar las tablas de los punteos descriptivos que obtuvo la población en

el presente estudio, para desarrollar una investigación donde se ejecute

un estudio comparativo con los resultados que podría obtener otra

población con características similares. Las tablas de los punteos

descriptivos se encuentran en los anexos.

7. Considerar dentro de los pensum de las carreras universitarias cursos

sobre el conocimiento y desarrollo de la inteligencia emocional, para que

los nuevos profesionales al egresar se desenvuelvan integralmente y

presten mejores servicios a la sociedad guatemalteca.

8. Evaluar a profesionales de la salud mental sobre su nivel de inteligencia

emocional y en base a los resultados obtenidos desarrollar programas

para que incrementen el manejo de su inteligencia emocional a nivel

personal y laboral.

9. Aplicar programas de inteligencia emocional a los catedráticos de la

URL de todas las facultades, promoviendo de esa manera una mejor

calidad de vida que repercuta en su desempeño profesional.

10. Promover a nivel escolar en el área de Diversificado, la aplicación de

programas o talleres sobre inteligencia emocional en el alumnado, para

que al iniciar su vida adulta productiva se desenvuelvan con mayor

equilibrio y realización.

VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Vargas, M. (2008). Formación de Competencias en la Docencia Universitaria.

(En red). Disponible en: http://google.com.gt

ANEXOS

Tablas de los punteos descriptivos obtenidos con la prueba CTI

Tabla 8

Punteos descriptivos de las escalas sin facetas

Pensamiento

constructivo global

Pensamiento

mágico

Deseabilidad Validez

MEDIA 98.30 19.12 23.58 32.23

MEDIANA 98 18 24 32

MODA 94 16 26 35

DESV.

ESTANDARD

15.45 4.69 3.67 3.47

Tabla 9

Punteos descriptivos de la escala de afrontamiento emocional

Afrontamie

nto

emocional

Autoaceptaci

ón

Ausencia de

sobregenerali

zación

negativa

Ausencia de

hipersensibi

lidad

Ausencia de

rumiaciones

MEDIA 80.02 24.38 14.61 22.66 18.35

MEDIANA 83 25 15 23 19

MODA 81 24 15 30 22

DESV.

ESTANDARD

16.45 4.53 3.26 5.67 5.89

Tabla 10

Punteos descriptivos de la escala de afrontamiento conductual

Afrontamiento

conductual

Pensamiento

positivo

Orientación a

la acción

Responsabili

dad

MEDIA 53 15.33 26.69 15.33

MEDIANA 53 15 27 16

MODA 52 15 27 16

DESV.

ESTANDARD

6.75 2.80 3.96 2.19

Tabla 11

Punteos descriptivos de la escala de pensamiento categórico

Pensamiento

categórico

Pensamiento

polarizado

Suspicacia Intransigencia

MEDIA 52.53 22.97 17.15 8.66

MEDIANA 53 22 18 8

MODA 55 21 20 8

DESV.

ESTANDARD

6.26 2.93 3.03 2.55

Tabla 12

Punteos descriptivos de la escala de pensamiento esotérico

Pensamiento

esotérico

Creencias

paranormales

Pensamiento

supersticioso

MEDIA 34.38 14.51 20.12

MEDIANA 33 14 20

MODA 29 14 19

DESV.

ESTANDARD

7.95 5.37 4.09

Tabla 13

Punteos descriptivos de la escala de optimismo ingenuo

Optimismo

ingenuo

Pensamiento

exagerado

Pensamiento

estereotipado

Ingenuidad

MEDIA 59.23 20.30 12.38 26.53

MEDIANA 60 21 13 27

MODA 60 21 14 28

DESV.

ESTANDARD

5.73 2.70 2.05 3.27

ANEXOS

Programa de Inteligencia Emocional que incentive el manejo de las

Capacidades de Realización en alumnas de 4to. y 5to. Magisterio Preprimaria

de un Centro Educativo Privado