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Usubiaga, V_Imagenes Inestables-Indice.e.introd

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historia del arte, postdictadura argentina

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  • VIVIANA USUBIAGA

    IMGENES INESTABLES

    Artes visuales, dictadura

    y democracia en Buenos Aires

  • Diseo de coleccin: Jordi SbatRealizacin de cubierta: Eduardo Ruiz

    Imagen de tapa: Duilio Pierri, Sin direccin, 1983.

    Primera edicin en Argentina: mayo, 2012

    Viviana Usubiaga, 2012 Edhasa, 2012

    Crdoba 744 2 C, Buenos [email protected]

    http://www.edhasa.com.ar

    Avda. Diagonal, 519-521. 08029 BarcelonaE-mail: [email protected]://www.edhasa.com

    ISBN: 978-987-628-164-5

    Edhasa S.A. declara de buena fe que ha agotado los recursos para localizara los derechohabientes de las obras reproducidas, no habiendo sido posible en algunos casos.

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    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita de los titulares delCopyright bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin parcial o total

    de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografay el tratamiento informtico y la distribucin de ejemplares de ella mediante

    alquiler o prstamo pblico.

    Queda hecho el depsito que establece la ley 11.723

    Impreso por Kalifn S. A.

    Impreso en Argentina

    Usubiaga, VivianaImgenes inestables : artes visuales, dictadura

    y democracia en Argentina . - 1a ed. - BuenosAires : Edhasa, 2012.

    376 p. ; 22.5x15.5 cm. - (Historias de arte; 2)

    ISBN 978-987-628-164-5

    1. Historia del Arte Argentino. 2. Dictadura.I. Ttulo

    CDD 709.82

  • NDICE

    Abreviaturas...................................................................................... 13Introduccin ...................................................................................... 15

    Captulo 1. Circulacin de programas estticos internacionales.Ajustes y desajustes en la crtica local............................................ 21El enigmtico legado de Antonio Berni ........................................... 23Crisis de criticidad. Espritu (y demonios) de poca ...................... 32Polmicas de la posmodernidad en el mbitode las artes visuales........................................................................... 41A (nueva) imagen y semejanza ......................................................... 47

    Captulo 2. El lugar del arte en la crisis de la dictadura............... 81La soberana del arte en tiempos de guerra ..................................... 83La guerra en imgenes....................................................................... 97Proyectos alternativos a la agenda artstica internacional .............. 108

    Captulo 3. Produccin y circulacin de las artes visualesen tiempos de libertad ...................................................................... 135Juventud: divino tesoro? ................................................................. 135La pintura grupal y performtica dentroy fuera del circuito underground ..................................................... 139Acerca de la representacin del sujeto ............................................ 157Las imgenes toman la ciudad ......................................................... 168En la bsqueda de la identidad regional ......................................... 173

    Captulo 4. Cultura democrtica: nueva fisonomade los circuitos oficiales del arte ..................................................... 181El lugar de la cultura en el procesode reconstruccin democrtica......................................................... 182

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    El Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires:un multiespacio oficial y alternativo ............................................... 191

    Reavivando la llama del mecenazgo ........................................ 194Nuevos espacios en el CCCBA.................................................. 198Exposiciones individuales y el recurso de los mitos .............. 206Ecos de los aos sesenta en las no exposiciones..................... 208Convocatorias interdisciplinarias ............................................. 214Espacio joven ............................................................................. 222Tendencias de mercado. De la experimentacin al consumo ... 227

    Captulo 5. Entre el regionalismo y el internacionalismo:la participacin argentina en la Bienal de San Pablo de 1985 ..... 245La Bienal de San Pablo como espacio de circulaciny legitimacin del arte argentino...................................................... 245Programa curatorial de la 18 Bienal Internacional de San Pablo..... 247Organizacin de la representacin argentina en la Bienal ............ 249Cambios de rumbo en el envo argentino ........................................ 251Relatos expositivos en la 18 BISP ................................................... 252Vacilaciones sobre la Gran Tela contempornea ............................. 255Crticas a una Bienal polmica......................................................... 258Proyecciones del arte argentino sobre superficies homogneas ..... 262En defensa de una identidad an por definir.................................. 263Maniobras retricas........................................................................... 266Imgenes que hablan de nosotros..................................................... 273Visiones sobre el arte en 1985 .......................................................... 281

    Captulo 6. Disolucin de los modelos de interpretaciny representacin del arte de los ochenta..................................... 291El colapso de la ilusin democrtica ............................................... 291Cleptomana y crtica de arte............................................................ 293Unidos en la diversidad: el grupo Babel.......................................... 298Hacia nuevas poticas: el grupo de la X .......................................... 304El regionalismo como identidad....................................................... 315La marginalidad como identidad: el grupo Periferia ...................... 320Apertura de galeras de artes visualesen espacios institucionales ............................................................... 328

  • 11IMGENES INESTABLES

    Consideraciones finales.................................................................... 335

    Bibliografa y fuentes documentales ............................................... 343Agradecimientos ............................................................................... 365Listado de imgenes ......................................................................... 369

  • Abreviaturas ms frecuentes

    AACA: Asociacin Argentina de Crticos de ArteARB: Archivo Jorge Romero Brest, Instituto de Historia y Teora

    del Arte Julio E. Payr, Facultad de Filosofa y Letras,Universidad de Buenos Aires

    AFBSP: Archivo de la Fundao Bienal de So PauloBISP: Bienal Internacional de San PabloCAYC: Centro de Arte y Comunicacin

    CCCBA: Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires (actual CentroCultural Recoleta)

    CeDIP: Centro de Documentacin, Investigacin y Publicacionesdel Centro Cultural Recoleta

    (EA, ao): (Entrevista realizada por la autora, ao de realizacin)ICI: Centro Cultural del Instituto de Cooperacin Iberoamericana

    (actual Centro Cultural de Espaa en Buenos Aires)MAM: Museo de Arte Moderno de Buenos AiresMNBA: Museo Nacional de Bellas Artes

  • Introduccin

    En nombre de cul dolorse extiende como un leola paciencia en las formas?

    Arturo Carrera, Una noche de campo, enero 85

    Durante los aos ochenta la sociedad argentina atraves una serie deexperiencias extremas vinculadas al trnsito desde la dictadura mscruenta de su historia hacia la redefinicin del sistema democrtico.Las imgenes artsticas producidas por entonces logran ser sumamentereveladoras para comprender un perodo de sensible inestabilidad. Enun pas en pleno proceso de cambios y reacomodamientos polticos, so-ciales y culturales las producciones estticas problematizaron las nue-vas formas de representacin de una sociedad convulsionada por elacontecer histrico. Su estudio implica una trama de polmicas que in-cluye cuestiones relativas a la irrupcin de los discursos acerca de laposmodernidad, a la supuesta vuelta a la pintura, al fin de los estilosdefinidos, a la crtica de las adopciones de estticas internacionales yciertas particulares condiciones de produccin de los artistas.

    Este libro construye un relato sobre la actuacin de las artes visua-les en una trama cultural comprendida entre 1981 y 1989. Si bien enocasiones recurro a la mencin del arte de los 80 o la dcada del 80 co-mo construcciones discursivas operativas, estas no son entendidas aqucomo definiciones de un bloque monoltico de caractersticas estticasy culturales homogneas. Por el contrario, sin adecuarse a un desarro-llo cronolgico restrictivo, mi narracin se sumerge en el anlisis de di-ferentes momentos significativos por cuestiones que involucran: la ela-boracin en imagen de una memoria colectiva de la postdictadura, lacaracterizacin de los conflictos interpretativos respecto de la produc-cin artstica de los 80, la negociacin con las tradiciones locales ylas poticas internacionales que origin una formulacin particular de

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    las artes y el proceso de reconfiguracin del campo artstico durante laredemocratizacin.

    La investigacin, cuyos resultados exceden su edicin en estas pgi-nas, se centra en un conjunto de obras realizadas en Buenos Aires a tra-vs del estudio de las mismas, de los modos en que fueron exhibidas,de sus efectos inmediatos y diferidos en la crtica y de los testimoniosde los protagonistas de la escena artstica. Ha quedado fuera de este vo-lumen el anlisis sobre las productivas relaciones entre las artes visua-les y la literatura que es una de las lneas de trabajo que inici a partirde este estudio y por donde discurren mis nuevas indagaciones, reser-vadas entonces para prximas publicaciones.

    Desde inicios de la dcada se manifest el resquebrajamiento del r-gimen criminal impuesto por el golpe militar de 1976. El punto de par-tida de la historia que reconstruyo es 1981, cuando confluyen ciertasmarcas polticas y simblicas claras a la hora de vislumbrar algunas delas transformaciones que se dieron lugar en la Argentina y en particu-lar en la ciudad de Buenos Aires. Durante aquel ao, las pugnas entrelas diferentes facciones militares en el gobierno se evidenciaron en ladesignacin del general Roberto Viola como sucesor en la presidenciade Jorge Videla y su posterior reemplazo por Leopoldo Galtieri. Se or-ganizaron movilizaciones sindicales que fueron reprimidas. Las denun-cias sobre el terrorismo de Estado y los reclamos de agrupaciones deDerechos Humanos amplificaron su repercusin pblica. Se cre laMultipartidaria que agrup a los principales partidos del pas con el ob-jetivo de reclamar la apertura en la participacin poltica. Estos facto-res, sumados a una nueva crisis financiera y la posterior derrota de laguerra de las Islas Malvinas, desataron un proceso de transicin del r-gimen militar hasta la salida democrtica en 1983. Esta ltima se con-virti en el hito histrico ms relevante de la dcada no slo por la eta-pa que clausur sino por los nuevos problemas que supuso el ejerciciode la democracia para la sociedad argentina.

    En el mes de octubre de 1981 muri Antonio Berni, protagonista dela vanguardia artstica local, quien fue un referente fundamental paraalgunos artistas en los aos posteriores. Sus ltimas obras denotan unregreso a las iconografas religiosas con un repertorio dedicado a cruci-fixiones profanas. Las ideas del sacrificio humano, la espera, el duelo ylas ausencias enigmticas, latentes en los escenarios urbanos, recono-

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    cen la cercana de la tragedia vivida en la Argentina. Estas obras sonuna clara alusin a la represin y permiten avanzar sobre ciertas refe-rencias epocales de otras imgenes producidas en el perodo. Por otrolado, meses antes de su muerte, la revista especializada Artinf - ArteInforma public un artculo de Berni donde planteaba una breve apre-ciacin sobre los alcances de las vanguardias en Latinoamrica y undiagnstico corrosivo sobre la manipulacin en el medio de la produc-cin de los artistas ms jvenes. Estas reflexiones sirven de puntapipara introducir los ejes de discusin vigentes por entonces y para arti-cular los nuevos debates en torno al estado de la produccin local. Esemismo ao, Achille Bonito Oliva, autor y promotor de la Transvanguar-dia italiana, realiz el primero de sus varios e influyentes viajes a laArgentina y particip en las Jornadas Internacionales de la Crtica enBuenos Aires. Comenzaron a gestarse exposiciones que promovieron unanueva generacin de artistas. Los lenguajes expresivos elaborados en esosaos permiten establecer una dinmica particular con los modelos inter-nacionales. En efecto, Transvanguardia y neoexpresionismo fueron lasdos vertientes de las que se apropi la crtica para interpretar las artesplsticas. Si bien es innegable el impacto de las poticas europeas y nor-teamericanas en el arte producido en Buenos Aires por entonces, las im-genes estn cargadas de referencias locales y vinculadas asimismo a unnuevo regionalismo. La influencia de aquellos programas como visionesmanufacturadas e importadas de las que la crtica verncula hizo uso yabuso, es insuficiente para una comprensin acabada de la produccinartstica y constituye un lmite interpretativo para dar cuenta de los fen-menos locales cuyos efectos fueron reproducidos y transferidos a las na-rraciones posteriores, condenatorias del arte del perodo.

    Por el contrario, considero que se trata de una produccin plsticamultiforme que en ocasiones despliega la elaboracin del dolor colecti-vo tras la tragedia social; ofrece indicios de la experiencia subjetivafrente al nuevo albedro de las formas; al tiempo que condensa los de-bates que dentro de las disciplinas artsticas se llevaron adelante en tor-no a la crtica de las clasificaciones discursivas para las poticas de fi-nales del siglo XX. En este sentido, propongo definir como imgenesinestables a una serie de producciones plsticas que se caracterizan pormostrar composiciones abigarradas de elementos que niegan sus pro-pias correspondencias, espacios desequilibrados y una figuracin pre-

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    caria en cuanto a la precisin de sus formas. En momentos disruptivosy de extraordinaria conflictividad social los principios de organizacinde las imgenes se encontraban alterados: la imprecisin formal acen-ta su eficacia simblica y evoca la paradoja de representar lo irrepre-sentable. El tratamiento de los cuerpos y sus relaciones espaciales enlas obras pictricas devuelven una representacin de la figura humanaen estados confusos, frgiles e inestables, que aluden a la elaboracinde procesos conflictivos. A la vez, estas imgenes inestables han sidosusceptibles de lecturas vacilantes, en consonancia con la reactivacinde los debates culturales internos, que derivaron en una visibilidadfluctuante de las mismas a lo largo de los ltimos aos.

    El arte de los 80 ha quedado estigmatizado por lecturas estereoti-padas de la poca que lo ligan casi exclusivamente al encabalgamientooportuno sobre el rescate de la pintura en el circuito internacional. Enmenor medida, se han discutido las filiaciones locales con la NuevaFiguracin de los sesenta, la obra de Antonio Berni y la persistencia derasgos conceptuales en la pintura. Aquellas corrientes que tuvieron granxito en los centros artsticos mundiales y en sus mercados, fueron y sonreutilizadas para aglutinar y describir una produccin heterognea. Conel objetivo de matizar estas posturas, propongo pensar hasta qu puntoexisten suficientes motivos coyunturales que dan cuenta de ciertas ca-ractersticas particulares de la expresin visual. Se requiere examinar elneoexpresionismo vigente por sus potencialidades retricas que exce-den la mera intencin exaltada de cubrir las telas con rasgos subjetivosy pinceladas de alto contenido emocional. En otras palabras, indagoqu es lo que el lenguaje neoexpresionista habilit a los artistas en esemomento?, para lo cual reconstruyo la trama de sentidos que se desplie-ga en la coincidencia productiva entre un tipo de expresin especfico yun complejo de acontecimientos histricos como el que se viva en laArgentina. En efecto, fueron varios los modos de representacin queconvivieron. En consecuencia, es lcito pensar la proliferacin de moda-lidades locales de figuracin, menos definida y acabada en sus formas,en trminos opuestos a las formas ms previsibles y pautadas de la pin-tura internacional. Los caracteres inestables de los lenguajes puestos enjuego, en cuanto al tratamiento y disposicin de elementos que poblaronlas obras, constatan su permeabilidad a los cambios vertiginosos y apre-miantes. Se revelan particularmente sensibles a las circunstancias de

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    exaltacin e incertidumbre social que se experimentaban en la ciudadde Buenos Aires y nos permiten comprender la estructura de sentimien-to de una poca de tensiones entre dictadura y democracia.

    Luego de que el autoritarismo, la violencia y el Estado de sitio mo-delaran las experiencias de socializacin, el paulatino debilitamientodel sistema represivo dio lugar al regreso de algunos artistas exilia-dos. La apertura de nuevos espacios de produccin y exhibicin porfuera de las instituciones tradicionales favoreci las asociaciones es-pontneas entre creadores provenientes de diferentes disciplinas ar-tsticas. Surgi un nuevo movimiento urbano, la cultura under-ground, que propici los cruces entre las artes visuales, el teatro, lamsica, la danza y la poesa. Un ritmo compulsivo aceleraba la proli-feracin de imgenes sobre diversas superficies y con materiales noconvencionales. La pintura form parte de espectculos marginales yse incorporaron prcticas performticas que imprimieron sus huellasen la factura de las obras. Para una sociedad que por entonces propo-na liberarse de su oscuro pasado y embarcarse en la ilusin democr-tica, este momento de transformacin y redefinicin de poderes im-plicaba procesos traumticos. Tras los tiempos de silencios forzadosse evidenci la necesidad de poner en acto la palabra y el cuerpo, yde hacer visible este ltimo, incluso para delimitar su ausencia.Desde esta perspectiva, examino cmo opera la representacin delcuerpo en un tiempo de desapariciones humanas, qu papel cumplenlas imgenes o qu uso se hace de ellas y en qu medida se puede ha-blar de un duelo simblico en las obras. En relacin con este ltimopunto, han sido capitales los testimonios de los artistas activos desdeentonces. El anlisis de sus relatos de vida ha sido clave para elabo-rar una lectura de las experiencias socioculturales y de la prctica ar-tstica durante el perodo que me ocupo; incluso en sus con-tradicciones y explcitas confrontaciones de miradas y vivencias. Elconflicto de memorias es propio de un momento de efervescencia so-cial y son sntoma de las consecuencias de un campo cultural violen-tado en una comunidad que intentaba, y lo sigue intentando, definirsu existencia en la vida en democracia. En este sentido, es siempre undesafo dar cuenta de la pluralidad de estas memorias en una cadenanarrativa que busca colaborar en la generacin de nuevos testigos dis-puestos a conocer lo que ellos mismos no han vivido.

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    En sntesis, este libro no aspira a establecer una historia lineal nicompleta de la produccin de un grupo de artistas en particular, sinoque propone una reflexin sobre ciertos materiales y momentos revela-dores para el campo artstico en tanto condensan cuestiones relativas alas formas de elaboracin de la experiencia postdictatorial y permiten,desde una historia social del arte, contribuir al conocimiento de la his-toria cultural argentina reciente.