22
VI Congreso ALAP Dinámica de población y desarrollo sostenible con equidad Movilización indígena en Panamá, Guatemala y Costa Rica en tiempos de transformaciones sociopolíticas. A partir de los datos de la ronda censal 2000. Ana Sofía Solano Acuña Etapa 3

VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

VI Congreso ALAP Dinámica de población y desarrollo

sostenible con equidad

Movilización indígena en Panamá, Guatemala y Costa Rica en tiempos de transformaciones sociopolíticas. A partir de los datos de la ronda censal 2000. Ana Sofía Solano Acuña

Etapa 3

Page 2: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

Movilización indígena en Panamá, Guatemala y Costa Rica en tiempos de transformaciones sociopolíticas.

A partir de los datos de la ronda censal 2000.

Msc. Ana Sofía Solano Acuña1.

RESUMEN AMPLIADO

1. Antecedentes En Centroamérica la diversidad cultural y lingüística ha sido uno de los principales elementos que han marcado la dinámica de cada una de las sociedades, las diferencias étnico-culturales en la gran mayoría de los casos han sido el motor para las inequidades y la imposición. La realidad muestra que los pueblos indígenas en cada uno de estos países conforman los sectores más pobres, los que poseen menos oportunidades y donde los Estados hacen menos inversión social, económica o política. La presencia de la diversidad cultural en las ciudades y el campo, así como las relaciones interétnicas que entablan sectores culturales diferentes en condiciones de asimetría y desigualdad no es un fenómeno nuevo producido por la globalización contemporánea, aunque tal condición genera características específicas en esos procesos y posiblemente acentúa las diferencias históricas y estructurales.

Por otra parte, los pueblos indígenas se ven enfrentados a nuevas circunstancias creadas por la economía global. Si bien todavía una gran mayoría vive en áreas rurales, no es menos cierto que en algunos países los movimientos de población causados por el deterioro ambiental, la presión demográfica sobre la tierra y los recursos, los cambios tecnológicos y otros factores han producido un enorme desplazamiento hacia las ciudades en búsqueda de trabajo, seguridad y estabilidad2.

La tendencia a la convivencia, a la confrontación y a la mezcla entre culturas y etnicidades tampoco son fenómenos nuevos. Antes del siglo XVI las relaciones interétnicas asociadas directamente a un territorio estaban definidas por la expansión política, militar y económica concebida y dirigida desde un núcleo de poder. Actualmente, la expansión de capital (nacional e internacional) y la dinámica de las economías nacionales son los elementos eficientes en el rompimiento de las dinámicas sociales y económicas de las sociedades tradicionales, las cuales como consecuencia toman decisiones y echan a andar estrategias que a su vez despedazan-reconstituyen los patrones culturales de arraigo territorial, de tradición familiar, etc. 1 Antropóloga Social. Investigadora del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO), Universidad Nacional, Costa Rica. 2 Stavenhagen, Rodolfo (1996). The Challenges of Indigenous Development. En Indigenous Development: poverty, democracy and sustainability. Banco Interamericano de Desarrollo. Pp. 4-7.

Page 3: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

Históricamente ha sido trascendental la tensión entre la tendencia a la uniformidad y homogeneidad cultural propiciada desde las potencias hegemónicas y la tendencia que, a veces como respuesta, fortalece la diversidad sobre la base de la resistencia, de la resignificación de bienes culturales y/o de la adaptación y renovación de las etnicidades tradicionales.

En toda América Latina y el Caribe existen considerables poblaciones que adoptaron una cultura ajena, tanto voluntaria como involuntariamente (aculturación). Hablan su propia lengua además del idioma europeo dominante. Pueden auto-identificarse o no como indígenas dependiendo de las condiciones políticas, y pueden vivir y trabajar en las mismas condiciones que sus vecinos mestizos o no indígenas. Estos cambios conducen a una incorporación de la población indígena dentro de la sociedad convencional, pero frecuentemente dentro de los peores roles socioeconómicos, y a menudo trasladándose lejos de sus territorios3.

Se ha estimado que existen alrededor de 400 grupos indígenas en América Latina que representan de 40 a 50 millones de personas dependiendo de la fuente de información4. Centroamérica es una región rica en diversidad étnica siendo el 15 % de su población total indígena. En este contexto, la distribución de la población indígena centroamericana se compone de un 17 % de la población es indígena en Belice, un 2% en Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5.

1.1 Guatemala

Aspectos socio demográficos De acuerdo al último Censo efectuado a finales del año 2002, la población de Guatemala está conformada por 11.2 millones de habitantes pertenecientes a cuatro pueblos indígenas los cuales son maya, garífuna, xinca y ladino (término utilizado comúnmente para referirse al mestizo). El 69% de sus habitantes es maya. La diversidad cultural de este país se concreta y se evidencia en las 22 comunidades lingüísticas mayas6, una comunidad xinka, una comunidad garífuna y el español que lo convierte en uno de los países más diversos de América Latina y el más diverso de Centroamérica. A pesar de que un importante sector de la población nacional es de origen indígena, la historia de Guatemala está marcada por la discriminación, la xenofobia y el etnocidio legitimado por el Estado hacia los pueblos indígenas en diversas formas y en diversos momentos históricos. Es hasta el año de 1985 que se reconoce en la Constitución 3 Montenegro, Raúl A. y Stephens, Carolyn. (2006). Indigenous health in Latin America and the Caribbean. Lancet. 367. P. 1862. (La traducción es de las autoras). 4 PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) (2004). Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá. 5 Donato, Luz Marina; Escobar, Elsa Matilde; Escobar, Pía; Pazmiño, Aracely; Ulba, Astrid. (2007). Mujeres indígenas, territorialidad y biodiversidad en el contexto latinoamericano. Equilátero. Bogotá. Colombia. Pág. 48. 6 Achi', Akateko, Awakateko, Ch'orti', Chuj, Ixil, Itza', Kaqchikel, K'iche', Mam, Mopan, Poqomam, Poqomchi', Popti', Q'anjob'al, Q'eqchi', Sakapulteko, Sipakapense,Tektiteko, Tz'utujil y Uspanteko

Page 4: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

Política de la República de Guatemala en su artículo 66, la existencia de diferentes “grupos étnicos”, dicha situación plantea un avance a medias pues no se reconoce el status de pueblo que poseen y por lo demás se utiliza un concepto que arguye a un conglomerado sin estructura y organización. No es casualidad que las regiones con predominante población indígena reciban menos asignaciones presupuestarias y que cuenten con los más altos índices de pobreza, tal como lo refleja el mapa de la pobreza, el cual establece que la Región II (Alta y Baja Verapaz) la Región VI (Sololá, Quetzaltenango, Totonicapán, Suchitepéquez) y Región VII (Huehuetenango y Quiché) cuentan con el 74%, 69% y 79% de pobreza respectivamente; situación que también se analiza en el informe de verificación de MINUGUA de septiembre 2002. Más recientemente se han obtenido algunos avances en ciertos temas que es necesario valorarlos, en la mayoría de los casos incipientes, para cuyo efecto se pueden mencionar la firma del Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, en cuyo marco se ha impulsado la Reforma Educativa, reforma al Código Municipal y Ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural; además se ha logrado la ratificación del Convenio 169 de la OIT, la creación de la Defensoría de Pueblos Indígenas en la estructura de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Unidad Indígena en la Corte Suprema de Justicia, Unidad del Convenio 169 en el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, creación del Fondo Indígena Guatemalteco, discusión de derechos colectivos en el movimiento de Derechos Humanos, entre otros. El respeto a la identidad de los pueblos indígenas, el goce de sus derechos en pie de igualdad y la eliminación de sus diferencias económicas con relación a los demás miembros de la sociedad guatemalteca, establecidas en el artículo 2 del Convenio 169 de la OIT, no ha avanzado, pues la brecha entre ricos y pobres cada día se abre mas, de manera que la pobreza sigue siendo un problema para la mayoría de los pueblos indígenas, añadiendo la falta de estrategias eficaces para transformar esta realidad. La estrategia de combate a la pobreza lanzada en el 2001 por el actual gobierno de turno no ha sido coherente con las aspiraciones de la población guatemalteca, mucho menos de los pueblos indígenas, por lo que constantemente se incumple el artículo 4 del Convenio 169. Actualmente, Guatemala tiene las mayores tasas de natalidad comparadas en el contexto latinoamericano. La mayoría de su población es analfabeta y cerca del 80% del total de la misma vive en pobreza y pobreza extrema (ingresos diarios menores a US $2 y US $1 dólar, respectivamente)7. Tal como se muestra en el cuadro 1 las brechas en términos de educación formal entre indígenas y no indígenas son contundentes: para todos los grupos de edad la tasa de analfabetismo indígena duplica la de la población no indígena o ladina. Cabe destacar que para el grupo de edad intermedios de 25-48 años y más de 50 años la tasa de

7 Dardón, Jacobo. De la comunidad al Estado: la migración internacional una válvula de presión o loteriazo para un Estado en crisis. En: ccp.ucr.ac.cr/noticias/migraif/pdf/dardon.pdf

Page 5: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

analfabetismo es mucho más alta que el doble (78% indígena y 40 % no indígena), situación que pudo haberse visto influenciada por los periodos de guerra interna en este país. En cuanto al promedio de años de estudio de la población adulta, nuevamente se vislumbran las brechas entre la población indígena y no indígena, pues para cada uno de los grupos de edad el promedio de años de estudio es duplicado por la población no indígena.

Cuadro 1. Tasa de analfabetismo y promedio de años de estudio de la población adulta indígena y no indígena, según grupos de edad. Guatemala.

EDAD

Nivel de instrucción formal Tasa de

analfabetismo - Indígena

Tasa de analfabetismo -

No Indígena

Promedio años de estudio pob. adulta

- Indígena

Promedio años de estudio pob. adulta -

No Indígena 15 - 24 28.5 10.5 3.8 6.6 25-49 50.4 18.5 2.4 6.2 50-más 77.6 40.1 0.8 3.7 Total (15+) 47.7 20.4 2.6 5.8

Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos CELADE para pueblos indígenas y afro descendientes. Con respecto a la participación de la población indígena en la economía, en Guatemala presenta una tasa de participación menor (47%) con respecto a la población ladina o no indígena (51%), dicho dato toma en cuenta solamente aquellas actividades ligadas al mercado dejando de lado toda actividad de subsistencia o doméstica común en las formas de vida tradicionales. En lo que concierne a desempleo la tasa para la población indígena y no indígena es igual, ambas presentan un 1%, dato que debe ser ubicado en un contexto donde la población indígena tiene menos herramientas educativas y técnicas para la subsistencia. Cuadro 2. Tasas de participación económica y de desempleo de la población indígena y no

indígena, según país. Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá.

Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos CELADE para pueblos indígenas y afro descendientes. El tema de la vivienda y ciertos servicios básicos refleja la condición de vulnerabilidad de la población indígena guatemalteca, el 45% de las familias indígenas que viven el área urbana tienen problemas de hacinamiento, seguido de un 18% que tiene servicios de

PAIS

Participación economía formal

Tasa de participación económica - Indígenas

Tasa de participación

económica - No Indígenas

Tasa de desempleo - Indígenas

Tasa de desempleo -

No Indígenas

Costa Rica 53 52 5 5 Guatemala 47 51 1 1

Panamá 53 60 11 13

Page 6: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

agua inadecuados, y 47% que posee servicios sanitarios deficientes. En área rural la situación cambia un poco, el 66% de las familias viven hacinadas, de las cuales el 16% tiene problemas de abastecimiento de agua, y un 23% tiene servicios sanitarios deficientes. Cuadro 3. Condiciones de vivienda de la población indígena según zona (rural-urbano) y

país. Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá.

ZONA PAIS Porcentaje de viviendas

En situación de hacinamiento

Con abastecimiento de agua inadecuado

Con servicios sanitarios deficientes

Urbano Costa Rica 11 2 14 Guatemala 45 18 47 Panamá 32 3 13

Rural Costa Rica 24 52 8 Guatemala 66 16 23 Panamá 27 54 62

Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos CELADE para pueblos indígenas y afro descendientes. La composición de los hogares indígenas en Guatemala presenta un 65% que son nucleares, seguido de un 28% de hogares extensos y un importante 19% de hogares donde la jefatura es asumida por mujeres solas, factor que está fuertemente ligado a la vulnerabilidad de condiciones económicas precarias.

Cuadro 4. Tipo de composición de los hogares indígenas según país. Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá.

Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos CELADE para pueblos indígenas y afro descendientes. Una de las conclusiones en este sentido es que el bienestar que pueden proporcionar las familias a sus integrantes está relacionado muy estrechamente con su integración al mercado laboral, a la calidad del empleo al que pueden acceder y al tipo y cantidad de sus redes sociales, junto con el acceso a los servicios públicos situaciones todas que son particularmente negativas para los sectores indígenas.

PAIS Porcentaje de hogares

Unipersonales Nucleares Extensos Compuestos Jefatura femenina

Costa Rica 9 64 23 5 19 Guatemala 4 65 28 4 19 Panamá 7 39 47 8 17

Page 7: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

La movilización indígena Guatemala ha sido un país cuyos principales ingresos han provenido a partir de la producción agrícola de productos como la caña de azúcar, el café o el banano; sin embargo, esto ha ido cambiando y se considera que en la actualidad el principal ingreso son las remesas enviadas por guatemaltecos en el exterior muchos de los cuales provienen de comunidades o regiones indígenas. La movilización laboral temporal iniciada durante el siglo XIX, caracterizó al modelo liberal agroexportador de Guatemala que impulsó procedimientos legales para forzar los desplazamientos de trabajadores a las plantaciones en forma temporal. Estos trabajadores generalmente indígenas, utilizaban la época restante del año para cultivar granos básicos en sus propias parcelas de subsistencia8. Así mismo desde finales del siglo XIX hasta la fecha, la población campesina e indígena guatemalteca ha emigrado estacionalmente a las plantaciones del Soconusco mexicano primero hacia las cosechas de café y, últimamente, a los cultivos del banano y otros productos agropecuarios9.

Las migraciones estacionales de trabajadores agrícolas mayoritariamente indígenas y sus familias hacia las haciendas agroexportadoras son un antecedente de los actuales flujos migratorios. Corrientes de trabajadores y trabajadoras bajan, como los ríos, para las cosechas, y otras tareas agrícolas en las fincas de café, azúcar, ganado, palma africana y frutas tropicales de la costa y boca costa. Se involucran indígenas y ladinos. Pero los municipios de mayor expulsión han sido los de condiciones climáticas y de los suelos que no producen suficiente para la subsistencia. Son zonas pobladas mayoritariamente por campesinos mayas y por ladinos de oriente.

En el caso de Guatemala sobresalen las regiones fronterizas con Chiapas, comprendidas en los departamentos de San Marcos, Huehuetenango y Quiché, al oriente; la zona fronteriza con Honduras de los municipios del departamento de Chiquimula, Camotán y Jocotán; en el noroccidente, la mayor parte de Alta Verapaz y los municipios montañosos de Baja Verapaz, como Cubulco y Rabinal en el centro, el departamento de Sololá10.

Durante la segunda mitad del siglo XX se produce una nueva forma de movilización, del tipo campo-ciudad, ligada al florecimiento de la planta industrial en el centro del país, a la crisis de empleo en el campo generado por el derrocamiento de Jacobo Arbenz en 1954 y al auge de la política de sustitución de importaciones.

8 Flores, H. (1970). Proletarización del campesino en Guatemala: Estudio de la estructura agraria y del desarrollo de la economía capitalista en el sector campesino. Editorial Piedra Santa. Guatemala. 9 Dardón, Jacobo. De la comunidad al Estado: la migración internacional una válvula de presión o loteriazo para un Estado en crisis. En: ccp.ucr.ac.cr/noticias/migraif/pdf/dardon.pdf 10 Duarte, Rolando; Coello, Teresa. (2007). La decisión de Marcharse. Los pueblos indígenas migrantes de Guatemala y Chiapas. Consejería de Proyectos. Guatemala. Guatemala. Pág. 51.

Page 8: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

Para Guatemala, la ciudad capital, las cabeceras departamentales de Quetzaltenango, Huehuetenango, San Marcos, Escuintla, Retalhuleu y Alta Verapaz. En estos lugares han surgido colonias de migrantes que agregan el carácter multiétnico a las urbes11.

Para 1965 se define una estrategia de poblamiento en la franja transversal del Norte y en el Petén, alternativa a la Reforma Agraria de 1944-1954. Con esto, se abrió un proceso de movilización rural-rural que se mantiene vigente sobre todo en el Petén. El estudio de Duarte y Coello (2007) “La decisión de Marcharse. Los pueblos indígenas migrantes de Guatemala y Chiapas”, presenta de forma esquemática y ordenada una serie de referencias que tratan de explicar la experiencia de los mayas que se mueven de Guatemala a México y en algunos casos de México a Estados Unidos. Los autores analizan principalmente las movilizaciones estacionales y regionales de conglomerados mayas en busca de trabajo y mejores condiciones de vida. En este sentido y los autores escriben:

El trato inhumano de los trabajadores estacionales en Chiapas ha trascendido a la literatura en la obra de B. Travern y de Rosario Castellanos, en Chiapas, y en las ciencias sociales, en la obra de Carlos Figueroa, en Guatemala. Para el trabajador todo empieza con los enganchadores o contratistas, quienes a la vez hacen de prestamistas usureros, transportistas y guías. El transporte de las familias trabajadoras se hace acarreándolas en camiones y luego son alojadas en galeras donde conviven en hacinamiento. El caporal o patrón de campo es otro personaje importante en el maltrato laboral. Él es quien ejerce las funciones de control. Actualmente, en las haciendas de Chiapas y Guatemala se mantienen salarios bajísimos y altos riesgos de accidentes de trabajo, según testimonios de trabajadores y de centros de derechos humanos. Las pérdidas económicas derivadas de la crisis de mercado del café y el algodón fueron transferidas a los trabajadores agrícolas. Con el desplome de los precios internacionales desde mediados de los años 70 y la primera mitad de los 80 del siglo pasado quedaron inhabilitados de las empresas miles de trabajadores, disminuyendo el caudal de migración temporal al tiempo que se establecían las condiciones de ingreso al flujo global de migración. Entre los afectados por los despidos y el decrecimiento de la producción agrícola estaban las familias de los mozos o peones acasillados que por generaciones habían vivido en las haciendas o fincas en situación semi-feudal. Tras la crisis de comercialización, grandes contingentes de trabajadores fueron expulsados de sus hogares y de sus cultivos familiares en las haciendas. Como resultado, una ola migratoria se volcó sobre los centros urbanos aumentando la presión demográfica y, eventualmente, la migración externa12.

11 Ibidem. Pág. 49. 12 Ibidem. Pág. 52.

Page 9: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

Para esta primera movilización de carácter estacional y regional (fuera de Guatemala) los autores concluyen que los principales motores de movilización de los mayas fueron y son: 1) Existencia de fuentes de trabajo que escasean en Guatemala; 2) Mejores salarios y prestaciones comparadas con las ofrecidas por los finqueros; 3) Posibilidades de ampliación a otras zonas, como Veracruz; 4) Cuando los trabajadores guatemaltecos laboran para ejidatarios mexicanos encuentran un trato menos despótico (más no equitativo). En el caso de la movilización regional, en su mayoría son jóvenes, contrario a la movilización estacional en la cual se trasladan muchas familias. A mediados de los setenta en Guatemala se inician los conflictos armados, que dejaron como saldo pueblos indígenas devastados y aniquilados bajo las políticas de “Tierra arrasada” impulsadas por las altas esferas políticas, económicas y étnicas del país (particularmente para los años 1982-1983).

La participación indígena dentro de los movimientos sociales y políticos se empezó a perfilar teóricamente en la década del los años 70, pero fue después de la masacre de Panzós, Alta Verapaz, en 1978, cuando se marca el inicio de la conversión de los pueblos indígenas como protagonistas visibles de los movimientos armados y de las organizaciones populares beligerantes. Los pueblos indígenas también fueron las principales víctimas de las violaciones graves a los derechos humanos, como el genocidio, las desapariciones forzosas y la persecución, como lo señalan los informes de REMHI- Recuperación de la Memoria Histórica y la Comisión de la Verdad13.

Este hecho dio inicio a otros procesos de movilización indígena, cuyas razones fueron la sobrevivencia física y cultural. El destino de la población refugiada fue inicialmente México y luego, en menor medida, Estados Unidos. Este hecho que afectó principalmente al mundo maya, en definitiva lo transformó y lo redefinió ahora en tierras nuevas (México y Estados Unidos). Carlos Camacho Nassar (2004) sistematiza magistralmente la movilización maya asociada a los acontecimientos armados en su trabajo “Regresando desde Xibalbá: Evolución de las identificaciones en el periplo de los refugiados mayas de Guatemala”, en este trabajo el autor hace una recapitulación de los hechos que dieron origen a quizás uno de los genocidios más grandes en América Latina en los últimos años cuyos impactos se hacen sentir hasta el día de hoy. El autor analiza las condiciones de violencia obvias que hacen que la movilización estacional tradicional en la frontera México-Guatemala en aquellos años se haya convertido en un espantoso “éxodo” de asesinatos con cómplices en las altas esferas políticas-militares guatemaltecas14. En síntesis, el panorama político en deterioro, la agenda del “no-plan” del gobierno, la inseguridad pública, las pocas perspectivas de crecimiento económico en el corto plazo y la crisis de la oferta laboral formal en el campo agrícola guatemalteco como en otras

13 Ibidem. Pág. 54. 14 Carlos Camacho Nassar (2004). Regresando desde Xibalbá: Evolución de las identificaciones en el periplo de los refugiados mayas de Guatemala. En Cuadernos de Antropología Volumen 16. Escuela de antropología. Universidad de Costa Rica.

Page 10: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

ramas de la economía, causan que la emigración hacia Estados Unidos sea una estrategia en franco aumento, en el seno de las familias.

1.2 Panamá

Aspectos sociodemográficos Panamá se caracteriza por poseer una de las poblaciones indígenas más diversas pero además con niveles de organización más exitosos en términos de su reivindicación territorial, esto no quiere decir que los procesos para alcanzar dichos avances hayan sido fáciles. Actualmente los pueblos indígenas de Panamá, al igual que el resto de Centroamérica, presentan desigualdades estructurales que los han empujado al desarrollo de estrategias de sobrevivencia que incluyen la movilidad fuera del territorio ancestral. Se estima que la tasa de participación de la población indígena en la economía de Panamá es de un 53% en relación al 60% que es la tasa de participación del resto del país, con respecto al desempleo se estima que la tasa de desempleo indígena es de 11% la cual es más baja que la tasa de desempleo del sector no indígena, cabe destacar que los pueblos indígenas son buscados en ocasiones por encima de otros sectores sociales como “mano de obra barata” por lo que el hecho de que allá menos desempleo no advierte en este caso una mejora en la calidad de vida (cuadro 2). En términos de condiciones de vida un 32% de población que vive en área urbana se encuentra en condiciones de hacinamiento, seguida de un 3% que tiene problemas de abastecimiento de agua inadecuado y de un 13% que posee servicios sanitarios deficientes. En cuanto a la población en zona rural el 27% vive en condiciones de hacinamiento, en cuanto a las condiciones de agua potable y de servicios sanitarios se da una diferencia negativa con respecto a la situación documentada para la zona urbana pues el 54% de la población tiene problemas con la potabilidad del agua y un 62% tiene problemas de servicios sanitarios deficientes (cuadro 3). Dentro de la población indígena panameña se observa además un importante contingente que vive o procede de hogares extensos (47%), y un menor número cuya jefatura la ejercen solamente las mujeres (17%) (cuadro 4). En términos educativos, las diferencias entre indígenas y no indígenas son evidentes y en ocasiones los porcentajes se triplican dejando en desventaja a los pueblos indígenas. La tasa de analfabetismo indígena para los grupos de edad de 15-24 años es de 23% frente a un 1.6% no indígena, para el grupo de edad de 25-49 años es de 37% a 3%, y para el grupo de edad de 50 años y más la tasa de analfabetismo indígena es de 70% contrapuesto con un 15% no indígena. En la actualidad Panamá cuenta con siete pueblos indígenas, a saber: ngöbes (62%), kunas (19%), emberás (7,5%), buglés (6%), wounaan (1.7%), nasos (1%) y bribris

Page 11: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

(0.3%) quienes en su totalidad suman 417556 personas, representando aproximadamente el 12% de la población panameña según el censo nacional del año 201015 (cuadro 5).

Cuadro 5. Cantidad de población indígena según pueblo indígena. Panamá.

Población Datos Absolutos Datos Relativos

Ngöbe 260058 62,3% Buglé 24912 6,0% Kuna 80526 19,3% Emberá 31284 7,5% Wounaan 7279 1,7% Naso 4046 1,0% Bribri 1068 0,3% Bokotá 1959 0,5% No declarado 5967 1,4% TOTAL 417559 100%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Censo Panamá 2010.

Según Blas Quintero (2004) aproximadamente un 20% del territorio panameño se ha destinado a la conformación de comarcas indígenas, o sea 15.103.4 km2 de los 75.517 km2 que mide el país. La mayoría de esta población está en el área rural, y los principales puntos de concentración son la comarca ngöbe-buglé (Ley 10 de 1997) y comunidades aledañas fuera de la comarca; las comarcas kunas de Kuna Yala (Ley 16 de 1953), Madungandi (Ley 24 de 1996), Wargandi (Ley 34 de 2000) y dos comunidades Kunas, Pucuru y Paya (Takarkunyala), las cuales se encuentran en el Parque Nacional de Darién (Decreto Ejecutivo 21 de 1980)16. Estas tres comarcas presentan condiciones muy distintas al promedio de la población, por ejemplo el promedio nacional de habitantes por vivienda es de 3.2 personas, mientras que para las comarcas Kuna Yala, Emberá y Ngöbe-Buglé corresponde a 5.9, 4.1 y 4.8 personas respectivamente, datos que sugieren acerca de posibles escenarios de hacinamiento en la población indígena. Si se considera el acceso a bienes y servicios básico como la disposición de excretas, se tiene que del total de viviendas que declararon que la jefatura del hogar correspondía a una persona indígena, aproximadamente 40% no tiene servicio sanitario y únicamente el 29% tiene acceso a agua para consumo humano a través de un acueducto dentro de la vivienda17. A partir del censo 2010 se visualizan las características particulares de las comarcas indígenas en cuanto al abastecimiento de agua, recurso esencial para la sobrevivencia y el mantenimiento de condiciones salubres tanto en la comunidad como en la familia. Se observa que tanto en Kuna Yala como en Emberá se abastecen con mayor frecuencia de

15 Existen diferencias en cuanto a si los bokotás son un pueblo diferente a los ngöbes y bugles, en el caso de este análisis no se hará tal diferencia. En anexos se presenta el porcentaje destinados a ellos. 16 Quintero, Blas. (2004). La emigración indígena en Panamá. En: www.ministeriodesalud.go.cr/.../docLa%20Migracion%20Indigena 17 Análisis a partir de datos del Censo Panamá 2010.

Page 12: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

ríos, quebradas o lagos, mientras que en Ngöbe-Buglé lo hacen principalmente a través de un pozo superficial (cuadro 6). Al observar los porcentajes totales de Panamá se tiene que aproximadamente el 71% de la población se abastece por el acueducto público del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales, mientras que este instituto no abastece a ninguna comarca indígena. Estos datos sugieren dos reflexiones importantes: en primer lugar, son reflejo de la exclusión estructural del Estado panameño al no proveer de las condiciones óptimas e igualitarias en el acceso de determinantes de las mejores condiciones de vida. En segundo lugar, al hablar de abastecimiento de agua solamente se puede referir al agua para consumo humano sin garantizar la potabilidad de la misma, lo cual pone en evidencia las condiciones de vulnerabilidad de la población indígena panameña.

Cuadro 6. Abastecimiento de agua de la población indígena según Comarca. Panamá.

Kuna Yala Emberá Ngöbe-Buglé Total Panamá

Acueducto público del IDAAN - - - 70.84% Acueducto público de la comunidad 76.8% 26.8% 37.1% 19.85%

Acueducto particular 0.6% 0.1% 1.3% 1.10% Pozo sanitario 0.04% 1.4% 3.0% 1.56% Pozo brocal no protegido 1.7% 0.1% 5.2% 0.98% Agua lluvia 0.1% 16.9% 1.7% 0.53% Pozo superficial 1.4% - 34.6% 2.06% Río, quebrada o lago 19.0% 54.0% 16.8% 1.97% Carro cisterna - 0.1% 0.03% 0.74% Agua embotellada 0.2% 0.6% 0.1% 0.25% Otra 0.2% 0.2% 0.1% 0.13% Total 100 100 100 100

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Censo Panamá 2010.

Estas condiciones de exclusión y vulnerabilidad son históricamente dadas y construidas. Dentro de la comarca kuna, se estima que el 32% de la población no tiene agua potable, el 56% carece de saneamiento y el 78% tiene un ingreso más bajo que la canasta básica (cuadro 7).

Cuadro 7. Condiciones de vivienda de la población indígena según Comarca. Panamá.

Pueblo indígena Sin agua potable

Sin saneamiento

Ingreso bajo canasta básica

Comarca Kuna Yala 32.3% 56.1% 77.6% Comarca Emberá 89.3% 57.1% 81% Comarca Ngöbe-buglé 70% 73.2% 92.2% Promedio Panamá 2.9% 2.2% 20.7%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Censo Panamá 2000.

Page 13: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

13

Para el caso de los ngöbe-buglé, es a partir de 1969 cuando se inició un movimiento indígena frente al Estado solicitando la creación de una comarca, situación que se dilata hasta 1980 donde se crea una comisión redactora del anteproyecto presentado en 1995 a la Asamblea Nacional. Esta larga lucha da como resultado la aprobación y promulgación de la Ley 10 de 1997 por la cual se crea la comarca ngöbe-buglé. Posteriormente, se dicta la ley 28 de 1998 y el decreto Ejecutivo No. 194 de 1999. Nace así la Comarca ngöbe-buglé, que se divide en tres regiones fundamentales: Ñö Kribo, Nidrini y Kädriri, y en 7 Distritos Comarcales y 57 Corregimientos. Esta comarca fue la última en conformarse y reconocerse por el Estado panameño a partir de territorios de Bocas del Toro, Chiriquí y Veragua. Según los datos suministrados por el Censo del 2000, dentro de la comarca el 70% de la población no tiene agua potable, 73% carece de saneamiento, 92% tiene ingresos más bajos que la canasta básica estimada para todo el país (cuadro 7). La lucha para el pueblo naso ha sido igualmente difícil en cuanto a la conformación y reconocimiento de su territorio, máxime que este se ha visto envuelto en disputas por los recursos naturales que posee , mismo que fuera del mundo indígena posee un valor de mercado considerable18. La lucha por la conformación de la comarca inició en mayo de 1997 cuando el Congreso General solicita al presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares la creación de la Comarca Naso Tjer-di, sin embargo dicha solicitud no fue acogida y en su lugar el 21 de enero de 1998 se crea el corregimiento de Teribe, hecho que fue protestado por el pueblo naso que solicitó una reconsideración de esa decisión. Un nuevo intento se produce en 2002 la cual fue rechazada, hasta el día de hoy en términos legales no se ha reconocido la Comarca Naso aunque en la práctica se conoce su delimitación y su reglamentación aún continua en proceso. La misma situación de no reconocimiento del territorio sucede al pueblo bribri de Panamá, siendo su situación aún más compleja pues por la cantidad de población que es pequeña en comparación con otros pueblos indígenas y por la cercanía con la frontera con Costa Rica el Estado panameño no ha asumido de forma total a esa población, e inclusive la documentación donde aparecen como población panameña es muy limitada. Dicha situación es similar a la de los ngöbe-buglé del lado de Costa Rica. Los bribri panameños no cuentan hasta la presente con una comarca reconocida. Finalmente, el pueblo emberá- wounaan vive en la comarca del mismo nombre creada por ley del estado panameño en 1983, en Darién, específicamente de los distritos de Chepigana y Pinogana. Su capital es Unión Chocó. Al respecto para detallar más sobre la procedencia de este pueblo el antropólogo Kevin Sánchez (2009) explica:

La población emberá y wounaan territorialmente se sitúa tanto en Colombia como en Panamá. Es más, los emberá se encuentran dispersos en la vertiente del Océano Pacífico desde Panamá hasta Ecuador... Probablemente la población total de Emberá entre estos tres países sea de aproximadamente 75.000 habitantes19.

18 Entre los que destaca el proyecto hidroeléctrico Bonyic. 19 Sánchez Saavedra, Kevin. (2009). Migración trasfronteriza indígena. Los emberá y wounaan en Jaqué, Darién. Tesis sometida a la consideración de la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Antropología para optar al grado de magister scientiae en antropología. Universidad de Costa Rica. San Pedro. Costa Rica. Pág 31.

Page 14: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

14

Para el pueblo emberá- wounaan, según las estadísticas oficiales de Panamá, se estima que el 89% de la población no tiene agua potable, seguido de un 57% que carece de saneamiento y 81% cuyos ingresos están por debajo de la canasta básica (cuadro 7).

La movilización indígena Panamá concentra casi el 70% de los movilizados que viajan en busca de mejores condiciones de vida entre la población no indígena (67.3%), en cambio, la población indígena diversifica sus lugares de llega a Panamá (45.8%), Chiriquí (23%) y Bocas del Toro (13.4%). Refiriéndose a la los movilizados que llegan a ciudad de Panamá, se señalan las comarcas ngöbe-buglé y kuna como los centros de expulsión indígena más importantes20. La Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena (CONAPI) en su estudio “VIII Encuentro Nacional de Pastoral Indígena. Huellas en el camino: Esperanza de vida. Migración indígena en Panamá y la fuerza de los pequeños” (2004), plantea que la situación de pobreza extrema por la que atraviesan los pueblos indígenas en Panamá es la causa principal de la movilización, el estudio detalla además que uno de los elementos que trae consigo la movilización es la transformación de los cimientos de la cultura, principalmente a través de las concepciones de mundo y los planes de vida de las generaciones más jóvenes que al estar fuera de los territorios ancestrales construyen su identidad con referentes históricos y referentes de los lugares de acogida21. Así mismo Blas Quintero propone en su trabajo “La emigración indígena en Panamá” (2004), que la mayoría de la movilización permanente lo hace en búsqueda de educación, trabajo y atención médica. El autor plantea que existen diferencias entre los grupos étnicos, por ejemplo los ngöbe-buglé salen de su territorio ancestral generalmente en búsqueda de trabajo, los kunas y los emberá-wounan por su parte (sin descartar las necesidades de trabajo) señalan como principales razones la necesidad de educación y de salud22. Con respecto a las experiencias particulares de los pueblos indígenas y a la investigación y documentación que hay de dichas experiencias, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO)23, ofrece un recuento sobre la experiencia naso de movilización, esquematiza esa experiencia en tres momentos:

20 Valdés, Marcos. (2008). Migración interna indígena y no indígena en América Latina. Estudios Avanzados 6. Pág 120-121. 21 Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena. (2004). VIII Encuentro Nacional de Pastoral Indígena. Huellas en el camino: Esperanza de vida. Migración indígena en Panamá y la fuerza de los pequeños. Pastoral social-Cáritas Panamá. 22 Quintero, Blas. (2004). La emigración indígena en Panamá. En: www.ministeriodesalud.go.cr/.../docLa%20Migracion%20Indigena 23 Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura. Programa Hidrológico Internacional. Breve descripción del pueblo naso. En:http://www.unesco.org.uy/phi/aguaycultura/pt/paises/panama/pueblo-naso.html

Page 15: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

15

- Movimiento de refugio formando palenques en el curso alto del río Teribe. A la llegada de los españoles, ya que antes de ese evento se encontraba disperso en una extensa área que abarcaba las cuencas del Teribe, Changuinola y Sixaola, y por la cordillera de Talamanca. Por razones de supervivencia, en especial por la guerra mantenida con los Bribris, se refugian en el curso alto del río Teribe formando los palenques (fortalezas), hasta finales del siglo XIX, cuando comienzan a bajar y a formar las actuales comunidades. - Formación de las nuevas comunidades a lo largo del curso medio y bajo del río Teribe. Este movimiento comenzó alrededor de 1860 con la ubicación de algunas familias en el área de Sieyik, que constituye la comunidad más antigua de las existentes en la actualidad. Aproximadamente en 1914, comienza a formarse la comunidad de Sorí, en el área de Zegla, con motivo de que la finca del Sr. José María Sánchez Borbón constituía una fuente de trabajo en cultivos de banano, cacao y abacá. Los trabajadores Nasos y sus familias se ubicaron alrededor de la finca, formando la comunidad de Sorí. Las demás comunidades se formaron en la década de los años setenta (70): Bonyik (1970), Druy (1972), Solón (1975) y Santa Rosa (1980). - Movilización a las áreas urbanas por razones de trabajo y de estudio. Este movimiento hacia el área bananera de Changuinola, Guabito, Almirante y Silencio, se ha acrecentado en los últimos años. Entre las causas de la movilización está principalmente la necesidad de que los hijos continúen estudios secundarios, lo cual supone el traslado de toda la familia o parte de ella para conseguir empleo remunerado y poder mantener así al estudiante. Refiriendo al caso de los kunas, Blas Quintero (2004) relata que durante la segunda mitad del siglo XX y de manera creciente desde 1970, los kunas han visto en la salida de la comarca la oportunidad de continuar estudios universitarios en la ciudad de Panamá.

Pero los estudiantes no viajaron solos; algunos de sus familiares los acompañaron a la ciudad. Se funda la Secretaría Indígena, como un servicio a las familias que viajaban a la ciudad por motivos de estudios y trabajo24.

Como consecuencia de esto se crearon barriadas kunas siguiendo algunos patrones organizativos de la Comarca, son concebidas como un esfuerzo por mantener su identidad, por crear entornos de seguridad. Las autoridades tradicionales apoyaban a las familias emigrantes en los contactos con familias de la ciudad donde pudieran hospedarse hasta que consiguieran trabajo. En la década de 1990-2000 14.079 kunas cambiaron de residencia en esta década de los cuales 11.975 se fueron a vivir a Panamá. Con respecto a la experiencia emberá-wounnan, Kevin Sánchez Saavedra (2009) propone en su trabajo que, en la actualidad, el tema de la movilización indígena se enfrenta en algunos países a elementos nuevos que impulsan tal hecho como es la productividad o improductividad de las tierras, el conflicto armado, la destrucción ambiental y el narcotráfico.

24 Quintero, Blas. (2004). La emigración indígena en Panamá. En: www.ministeriodesalud.go.cr/.../docLa%20Migracion%20Indigena. Pág 3.

Page 16: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

16

En la región fronteriza de Panamá y Colombia, es reconocida la presencia de guerrilleros, paramilitares y el ejército; los conflictos y enfrentamientos (marcados por la muerte y la destrucción) que se generan entre ambos (aunados al interés político, económico y sociales que cada uno tiene), afecta directamente a las poblaciones tanto indígenas como no indígenas de Colombia. La violencia, en sus múltiples características, genera en la población sentimientos y realidades encontrados de temor por la vida, desasosiego, terror, impotencia, pero también actitudes e instintos de sobrevivencia y lucha por su futuro. La migración es una de esas actitudes y luchas sufridas25.

Con respecto a este mismo pueblo indígena, Aníbal Pastor (1998) en su artículo “Los emberá-waunana y su incorporación a la sociedad marginal urbana de Panamá”, ofrece otros elementos para esta movilización exponiendo el impacto de las reubicaciones en el Bayano, planteadas y orquestadas por el Estado panameño así como la apertura de la carretera entre Colombia y Panamá. El mismo autor aterriza una de las consecuencias de estas movilizaciones, es decir, el encarecimiento de los movilizados en las zonas pobres de las ciudades y las estrategias desarrolladas para la reorganización en el espacio de llegada, así como de sobrevivencia26.

1.3 Costa Rica

Aspectos socio demográficos Los ocho pueblos reconocidos que habitan el territorio costarricense_son los cabécares, bribris, térrabas, bruncas, huetares, malekus, chorotegas y ngöbe-buglé; están ubicados principalmente en tierras resguardadas por ley llamadas territorios indígenas. Según el Censo Nacional de Población del año 2011, los indígenas de Costa Rica representan un 2.4% del total de la población nacional. En la actualidad dichos pueblos están organizados en 24 territorios indígenas. En la ronda censal del 2011 se registraron un total de 104143 personas indígenas, de los cuales un 59.2% residen en área rural. Se documenta un 34.5% de personas indígenas nacionales asentados dentro de los territorios y 65.5% habitando fuera de los mismos. El pueblo más populoso es el bribri que representa un 17.5% de la población indígena, seguido por los cabécar que representan un 16.3%. En tercer lugar se encuentra el pueblo chorotega que representa un 11% de la población indígena (cuadro 8).

25 Sánchez Saavedra, Kevin. (2009). Migración trasfronteriza indígena. Los emberá y wounaan en Jaqué, Darién. Tesis sometida a la consideración de la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Antropología para optar al grado de magister scientiae en antropología. Universidad de Costa Rica. San Pedro. Costa Rica. 26 Pastor, Aníbal. (1998). Los emberá-waunana y su incorporación a la sociedad marginal urbana de Panamá. En Memoria Primer Congreso Científico sobre pueblos indígenas de Costa Rica y sus fronteras. UNICEF-UNED-UCR.

Page 17: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

17

Cuadro 6. Cantidad de población indígena según pueblo indígena. Costa Rica.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Censo Costa Rica 2011. De igual manera, la mayor concentración de población indígena se encuentra en la provincia de Limón (26.3%), seguido de la provincia de Puntarenas (24.3%) (cuadro 9).

Cuadro 7. Porcentaje de población indígena presente en cada uno de las provincias. Costa Rica.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Censo Costa Rica 2011.

Contrario a la distribución etárea del resto del país la pirámide poblacional presenta una base amplia, indicando que casi la mitad de la población indígena está compuesta por niños (< 12 años: 36%) y adolescentes (12-17 años: 11.6%), lo que significa que 48% de la población está formada por menores de 17 años. También es importante el 3% y 4% formado por menores de un año y adultos mayores de 65 años respectivamente, que deben ser considerados como población de alto riesgo27. El problema de la potabilidad del agua es uno de los grandes conflictos que tienen los pueblos indígenas, ya que la carencia en la calidad del agua trae serias implicaciones sobre la salud de la población. Actualmente existen 37 acueductos distribuidos en 7 pueblos indígenas, según el Laboratorio de aguas del Instituto Nacional de Acueductos y

27 Van der Laat, Carlos. (2005). Aproximación a la salud de los pueblos indígenas de Costa Rica. I foro de salud de los pueblos indígenas de Costa Rica. San José. Costa Rica. Mimeografiado. Pág. 4.

Pueblo indígena Porcentaje de población Bribrí 17.5% Brunca o Boruca 5.3% Cabécar 16.3% Chorotega 11.0% Huetar 3.3% Maleku o Guatuso 1.7% Ngöbe o Guaymí 9.2% Teribe o Térraba 2.6%

Provincia Cantidad de población indígena San José 19.3% Alajuela 7.7% Cartago 8.1% Heredia 4.3% Guanacaste 9.7% Puntarenas 24.3% Limón 26.3%

Page 18: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

18

Alcantarillados. De los mismos un 67.5% se abastecen de nacientes, 30% de aguas superficiales y un 3% aproximadamente de pozo perforado28. Aproximadamente, 22 de las 29 nacientes (76%) no cuenta con cerca que la proteja de la entrada de personas y animales; 2 de las nacientes presenta problemas con la estructura de captación, ya sea por carecer de ella o por estar en malas condiciones. Un 62% de los tanques tienen a menos de 20 metros focos de contaminación tales como letrinas, viviendas, basura, excremento animal; o actividades agrícolas. El 84% de los sistemas no cuenta con válvulas de purga en la red de distribución que permita limpiar periódicamente los finales de ramal y la tubería. El 92% de los sistemas (34 acueductos) no cuentan con sistemas de desinfección, por lo que no hay cloro residual en la red de distribución29. Existen además marcadas diferencias entre los servicios disfrutados por la población indígena en zona urbana y en zona rural, para la primera se documenta un 11% de población en condiciones de hacinamiento, un 2% con problemas de abastecimiento de agua (inadecuado) y un 14% de la población con problemas de servicios sanitarios insuficientes. Para la zona rural la situación empeora, y se registra un 24% en hacinamiento, un 52% de la población con problemas de abastecimiento de agua y 8% con servicios sanitarios deficientes (cuadro 3). En cuanto a la cobertura y servicio que se presta a la población indígena en términos de salud, han sido calificados como “descontextualizados, insuficientes y culturalmente irrespetuosos” situación que alcanza no solamente el ejercicio médico sino además la formación de los trabajadores de la salud desde su proceso de educación profesional. Las poblaciones indígenas presentan una alta tasa de mortalidad materno-infantil, dos veces mayor que la tasa promedio nacional reportada. Las principales causas son: infección de vías respiratorias–neumonía, accidentes (caídas, ahogamientos), diarrea y deshidratación, mordedura de serpientes, tipos de cáncer (leucemia, linfoma, mama, cérvix, ovario), malformación congénita, recién nacido prematuro. En cuanto a la condición nutricional demuestran niveles de desnutrición de algún grado en el 44% (32% de desnutrición leve, 11 % moderada y 1% grave), de los niños menores de 6 años30. Uno de los graves problemas de la educación formal y su enganche con la visión indígena de la vida, es el enfoque fragmentario a través del cual se aborda y se entiende la cultura. Comúnmente se comprende la identidad cultural, la cultura y lo intercultural como amarrados estrictamente a lo material y/o resumidos en lo lingüístico, elementos que son de suma importancia para la reproducción cultural, pero el problema surge cuando no se trasciende y no hay una visión, cuestionamiento y plan de los pueblos indígenas en el siglo XXI. 28 Feoli Boraschi, Héctor; Mora Alvarado, Darner. (2005). Diagnóstico sanitario de los acueductos en comunidades indígenas. I foro de salud de los pueblos indígenas de Costa Rica. San José. Costa Rica. Mimeografiado. 29 Ibidem. 30 Van der Laat, Carlos. (2005). Aproximación a la salud de los pueblos indígenas de Costa Rica. I foro de salud de los pueblos indígenas de Costa Rica. San José. Costa Rica. Mimeografiado.

Page 19: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

19

Dentro de la población indígena costarricense se ha documentado una tasa de analfabetismo mucho mayor que entre la población no indígena de los mismos grupos de edad, en general se contabiliza una tasa de analfabetismo indígena de un 20% frente a un 5% correspondiente a la población no indígena. El promedio de años de estudio entre la población indígena es de 5 años frente a 8 años entre la población no indígena (cuadro 10).

Cuadro 8. Tasa de analfabetismo y promedio de años de estudio de la población adulta indígena y no indígena, según grupos de edad. Costa Rica.

EDAD

Nivel de instrucción formal Tasa de

analfabetismo - Indígena

Tasa de analfabetismo -

No Indígena

Promedio años de estudio pob. adulta -

Indígena

Promedio años de estudio pob. adulta

- No Indígena 15 - 24 15 2 5 8 25-49 17 3 5 8

50-más 39 12 3 6 Total (15+) 20 5 5 8

Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos CELADE para pueblos indígenas y afro descendientes.

La movilización indígena En el caso de Costa Rica la movilización de los pueblos indígenas no ha sido un problema a investigar que haya sido medianamente resuelto, más bien las experiencias donde se ha considerado, han sido de una forma casual casi colateral a otras temáticas (identidad, trabajo, discriminación, etc.). Aún así, se cuentan con importantes aportes que dan luz acerca de la magnitud del fenómeno migratorio, pues la movilización en Costa Rica ha impactado a otros pueblos indígenas, además de los ngöbe-buglé, y que es un fenómeno multicausal como en el caso de Panamá y Guatemala. A continuación, se esbozan algunos de estos trabajos. Para el caso del pueblo boruca el antropólogo Federico Guevara en su trabajo “Análisis del proceso de etnicidad en el caso del pueblo brunca de Costa Rica, a partir de la teoría de los límites culturales” (2008), recapitula la importancia de las experiencias de salida, contacto y regreso de los bruncas con el resto del territorio nacional como un factor de modelaje de la etnicidad actual. Al respecto, el autor platea además que la permanencia en el espacio territorial originario de la comunidad no es un elemento imperioso para fundamentar y sostener la etnicidad brunca. Así mismo, señala la problemática de la carencia en la tenencia de tierra por parte de los pueblos indígenas, y de las consecuencias estructurales que esto trae a las familias31.

31 Guevara Víquez, Federico. (2008). Análisis del proceso de etnicidad en el caso del pueblo brunca de Costa Rica, a partir de la teoría de los límites culturales. Tesis sometida a la consideración de la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Antropología para optar al grado de magister scientiae en antropología. Universidad de Costa Rica. San Pedro. Costa Rica.

Page 20: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

20

Es realmente dificultoso hacer una tajante separación del espacio de los territorios bruncas con respecto al resto de la sociedad costarricense, por el tipo de interacción e integración con la vida nacional que desarrollan los bruncas. La gran movilidad que desarrollan gran parte de los individuos de las comunidades bruncas desdibuja constantemente los espacios de la comunidad primordial y del estado nación. Hemos visto a partir de la observación de distintos estudios de caso, que los itinerarios que han llevado a muchos fuera de los territorios originales no han impedido la adscripción étnica a la cultura brunca y al origen indígena. Las historias de vida que profundizan dos casos de estudio demuestran que la permanencia en el espacio territorial originario de la comunidad no es un elemento imperioso para fundamentar y sostener la etnicidad brunca…Las fronteras étnicas son categorías sociales, por lo que, como lo hemos visto en el caso de la etnicidad brunca, no necesariamente coinciden las fronteras étnicas con las fronteras territoriales. La etnicidad es una construcción social y los límites y disyunciones que la hacen persistente se manifiestan en el ámbito de las relaciones sociales. El territorio, al igual que cualquier otro elemento cultural, se vuelve disyuntivo y sintomático del proceso étnico solamente en el marco de las relaciones sociales, en la medida en que los individuos y los grupos así lo dispongan para la fundamentación de la categorización étnica; nunca funciona a la inversa32.

Con respecto al pueblo ngöbe-buglé, que es además el sujeto de este proceso de investigación, las referencias que existen son de diversa índole desde estudios de carácter biológico-genético hasta diagnósticos sociales que recogen el vivir en “migración”33. Cabe destacar que la presente investigación se aleja de la mayoría de estos estudios previos, pues los mismos parten de la condición de migrante de este pueblo indígena mientras que el presente proceso parte de que este es un pueblo movilizado cuyas rutas de movimiento (zona sur de Costa Rica) se encuentran dentro de los territorios ancestrales de los ngöbe-buglé, mismos que con el pasar del tiempo y las políticas no indígenas (costarricenses y panameñas) han quedado fuera de sus territorios delimitados legalmente. Carlos Camacho Nassar (1996) en su trabajo “En la frontera del siglo XX. La exclusión de los guaymíes en Costa Rica” ofrece un diagnóstico detallado para la época sobre las condiciones de organización y vida cultural del pueblo ngöbe-buglé resaltando la discriminación y la pobreza en que subsiste este pueblo. El autor plantea:

La exclusión social de los guaimíes costarricenses es el resultado de la compleja articulación de múltiples factores que pueden ser verificados empíricamente. Sin embrago, el núcleo radica en el desconocimiento del grupo por parte de las autoridades…Más sencillo es negar su existencia recurriendo a la reducción de éste y otros pueblos en aisladas reservas bajo el control de iluminados y caritativos funcionarios que conducen una empresa civilizatoria enseñando a los indígenas a gobernarse democráticamente pero también a conservar las apariencias de una cultura escenográfica adecuada para presentar al turismo34.

32 Ibidem. Pág 144. 33 En este documento se hará referencia a los trabajos más próximos al tema de investigación. 34 Camacho Nassar, Carlos. (1996). En la frontera del siglo XX. La exclusión de los guaymíes en Costa Rica. Libros del Laboratorio de Etnología. Universidad de Costa Rica. San Pedro. Costa Rica. Pág. 25.

Page 21: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

21

Dicho trabajo es un referente obligatorio tanto por lo introductorio e informativo que es acerca de la cultura y el pueblo ngöbe-buglé en Costa Rica, como por ser una faena pionera en el estudio de este pueblo indígena. Camacho Nassar realiza una acertada descripción y sentido análisis de la vida de este pueblo inmerso, sembrado y reducido en medio de las ciudades de la zona sur de Costa Rica, donde aún se les mira como extranjeros. El autor construye sobre una serie de acontecimientos que marcan el rumbo de la zona sur costarricense, y por ende de los pueblos indígenas que habitaban y habitan hoy día en estos lares. Inicia su relato recordando que fue el propio Estado costarricense quien a mediados del siglo XIX impulsa a campesinos vallecentralinos a viajar al sur del país con la finalidad de ampliar la frontera agrícola, y apropiarse de las “tierras baldías”. Este concepto de “tierras baldías” fue el motor para el despojo de los territorios indígenas, pues mediante la deslegitimación de la forma de producción y explotación de recursos manados de la tradición indígena los campesinos argumentaron al Estado que dichos terrenos no estaban poblados ni ocupados. Otro elemento resaltado por el autor que se considera tuvo influencia en la definición del actual mapa económico, geográfico y étnico de la región fue la llegada de las bananeras propiamente de la United Fruit Company a partir de 1938. Hecho que entre otras cosas impulsa la apertura de nuevos caminos, la construcción de infraestructura donde “no había nada antes”, etc.; situaciones que trajeron la migración de campesinos de otras zonas del país y la movilización de ngöbe-buglés desde Panamá a residir de forma permanente a este lado de la frontera como trabajadores de la bananera. Con respecto a este último hecho, Philipp Bourgois en su obra “Banano, etnia y lucha social en Centroamérica” (1994) reconstruye en un trabajo de gran riqueza documental y análisis, el peregrinar de los nöbe-buglé (denominados en la obra como guaymíes) en su transformación como trabajadores de la bananera. El autor destaca que no sólo los ngöbe-buglé fueron trabajadores indígenas de la bananera, la misma tomó además población bribri y kuna, además de afro descendientes. Sin embargo, dentro de la estructura de trabajo, convivencia y remuneración, los ngöbe-buglé tuvieron la parte más oscura pues en su condición de monolingües, analfabetos y con poco conocimiento del mundo no indígena capitalista fueron presa fácil para ser los peor remunerados, los que hacían las tareas de mayores dificultades, aunado a una identificación de escasa o nula posibilidad de participación en procesos de negociación35. Philipp Bourgois es quizás el primer investigador que acuña la idea de una división del trabajo basada en la procedencia étnica, ejecutada en los albores del siglo XX y que es perfectamente extrapolable a la actualidad en los cafetales de Costa Rica. Algunas reflexiones finales El estudio sobre las movilizaciones indígenas es una preocupación analítica que en Costa Rica ha sido medianamente abordado como un factor en estudios históricos, arqueológicos 35 Bourgois, Philipp. (1994). Banano, etnia y lucha social en Centroamérica. DEI. San José, Costa Rica.

Page 22: VI Congreso ALAP - alapop.orgen Costa Rica y El Salvador, un 43% en Guatemala, un 7% en Honduras, un 8% en Nicaragua y un 10% en Panamá5. 1.1 Guatemala Aspectos socio demográficos

22

o lingüísticos, pero que sin embargo, desde la antropología no ha sido tan estudiado por considerarlo más bien un estudio sociológico o demográfico. Los ejercicios censales en América Latina han dado un impulso importante al estudio de la etnicidad en la población y, por ende, a la movilización inter y extra fronteras, aún así, hay que tener claridad que dichos ejercicios no han sido exhaustivos y todavía se encuentran en franca discusión por parte de equipos interdisciplinarios, y de los mismos movimientos étnicos en cada país. ¿Qué se quiere exaltar, por qué, y cómo?, es definitivamente una faena interdisciplinaria, pero principalmente intersectorial. Evidentemente, se trata de entender y describir la migración indígena como práctica de movilidad, en la cual hay variables culturales e históricas inherentes que le son propias y que las distingue de la población no indígena. El proceso de expulsión en toda América Latina es un hecho que ha ido tomando más fuerza, y que su vez, se ha complejizando a través de las formas de movilización y las factores de las mismas, pues estas últimas unen la tradición con los procesos de globalización. La movilización indígena, como se ha mostrado en los casos que se expusieron, no se puede limitar a un mecanismo para la sobrevivencia familiar, es decir, aunque se reconoce que éste es un elemento de influencia, no se puede tomar como único motor de la salida de los territorios y las comunidades a variables económicas o de movilidad social. En la misma línea cuando se habla de pueblos indígenas movilizados, se debe de considerar que la decisión y el plan no son de carácter individual son más bien de orden familiar, clánico (en algunos casos) y /o comunal; elementos que le dan al proceso organizativo y de reconstitución cultural el cimiento necesario para la continuidad.