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INTRODUCCION A menudo hemos escuchado, a través de diversos medios, las consecuencias negativas que genera la violencia en nuestro país, que es esencialmente un acto agresivo ejercido por una persona o un grupo de personas. Incluso, hay distintas modalidades de estos actos violentos que han ingresado a la vida cotidiana de nuestra comunidad y casi no le hemos dado la importancia necesaria para su erradicación. Así pues, diversos actos agresivos (verbales o físicos) han generado repercusiones dañinas, no solo a quien sufrió dichos actos, ya que dependiendo de la magnitud esta puede llegar a afectar a la sociedad de formas catastróficas en la vida diaria de la población. Ahora bien, ¿conocemos realmente las consecuencias de algún acto violento o la manera de reconocer si éste se está cometiendo dentro de nuestra sociedad? El presente texto tratara de definir e identificar las distintas manifestaciones de violencias que se presentan en la sociedad. Asimismo, nos mostrará los diversos actos violentos de elevada magnitud que han ocurrido en la historia reciente de nuestro país, para de esta forma poder reconocer si un hecho similar vuelve a presentarse y tengamos la posibilidad de buscar una salida para seguir con el camino de la paz que ha idealizado nuestro pueblo. PROBLEMA

Violencia Politica

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INTRODUCCION

A menudo hemos escuchado, a través de diversos medios, las

consecuencias negativas que genera la violencia en nuestro país, que es

esencialmente un acto agresivo ejercido por una persona o un grupo de personas.

Incluso, hay distintas modalidades de estos actos violentos que han ingresado a la

vida cotidiana de nuestra comunidad y casi no le hemos dado la importancia

necesaria para su erradicación. Así pues, diversos actos agresivos (verbales o

físicos) han generado repercusiones dañinas, no solo a quien sufrió dichos actos,

ya que dependiendo de la magnitud esta puede llegar a afectar a la sociedad de

formas catastróficas en la vida diaria de la población.

Ahora bien, ¿conocemos realmente las consecuencias de algún acto violento o la

manera de reconocer si éste se está cometiendo dentro de nuestra sociedad? El

presente texto tratara de definir e identificar las distintas manifestaciones de

violencias que se presentan en la sociedad. Asimismo, nos mostrará los diversos

actos violentos de elevada magnitud que han ocurrido en la historia reciente de

nuestro país, para de esta forma poder reconocer si un hecho similar vuelve a

presentarse y tengamos la posibilidad de buscar una salida para seguir con el

camino de la paz que ha idealizado nuestro pueblo.

PROBLEMA

La violencia política obedece a un motivo específico, y es el de dirigirse contra los

opositores ideológicos, ya sea para que se abstengan de dirigirse contra el

sistema o exterminarlos, o atentar contra la política imperante.

Los medios de los que se valen quienes ejercen la violencia política, pueden ser

censura de prensa, secuestros, torturas, asesinatos o atentados. Los civiles que

realizan actos violentos para imponer sus ideas, se denominan terroristas, y

deben ser procesados, si existen sospechas fundadas, para averiguar si sus actos

coinciden con un delito, o si es un uso legítimo del derecho de resistencia a

la opresión. Muchas revoluciones triunfantes, que lograron cambiar el orden

político establecido, reivindicaron la fuerza como único modo de terminar con las

tiranías. Cuándo se justifica el uso de la violencia contra la política establecida, es

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muy difícil de precisar, y en general se lo hace cuando prosperan en sus

reclamos. La Revolución Francesa, a la que le debemos el reconocimiento de los

derechos naturales del hombre, usó la violencia extrema para imponerse.

Los Estados que reprimen las manifestaciones populares sin arreglo a las normas

legales, también son terroristas, con mayor responsabilidad, pues usan el aparato

estatal que está facultado para ejercer la violencia en casos extremos, para

dirigirlos en contra de los propios ciudadanos.

La violencia política, ejercida desde el poder, es contraria al ideario democrático,

que respeta las ideologías de sus adversarios y apuesta al diálogo para

solucionar conflictos, y frecuente en gobiernos dictatoriales.

TESIS

ARGUMENTO

Durante las dos últimas décadas del siglo xx el Perú afrontó una profunda crisis,

agravada por la generalización de la violencia política. el movimiento maoísta

sendero luminoso lanzó su guerra revolucionaria en 1980, no en un contexto de

represión o exclusión política sino en el preciso momento en que el Perú iniciaba

una transición, de un gobierno militar a uno civil, brindando nuevas oportunidades

para la participación ciudadana a través de elecciones, gobiernos locales y otros

mecanismos. Pero para sendero luminoso, la democracia electoral era meramente

una nueva fachada del capitalismo burocrático, por lo cual declinó participar en las

elecciones para la asamblea constituyente en 1978, y las elecciones generales de

1980. Así sendero luminoso se distanciaba de la mayoría de los partidos políticos

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de izquierda que se habían fortalecido en el contexto de la lucha contra el régimen

militar a fines de los años 1970 y que habían aceptado participar en las elecciones,

aunque no sin cierto grado de ambigüedad frente a lo que algunos de los grupos

más radicales percibían como una democracia meramente política. La mayoría de

otros movimientos revolucionarios latinoamericanos surgidos para combatir

sistemas políticos y socio económicos excluyentes en el Perú sendero luminoso

inició su revolución en un momento de apertura política, trajo pobreza, desigualdad

y seguía siendo profunda. Pero no obstante que el Perú era una democracia, sus

líderes se mostraban incapaces de hallar mecanismos legales y democráticos para

abordar el desafío de la violencia insurgente. La primera reacción del gobierno de

Fernando Belaúnde (1980-1985) fue restar importancia a la insurgencia, para luego

emplear el terror de estado para contrarrestar el terror de la subversión.

La respuesta del estado al creciente desafío subversivo, arraigada en

mentalidades coloniales que perciben a los campesinos indígenas como

infrahumanos y, en última instancia, prescindibles, se 7. Con la excepción de patria

roja, todos los partidos de izquierda participaron en las elecciones de 1978 y 1980,

y finalmente patria roja también se incorporó en el proceso electoral. 32 votos a la

fuerza bruta. El resultado fueron matanzas masivas, masacres y desapariciones

forzadas. Sin embargo, la violencia indiscriminada resultó contraproducente,

creando nuevos partidarios para sendero luminoso y alimentando la espiral de

violencia. así, la violencia insurgente y el terror de estado crecieron en un contexto

de democracia política —otro factor importante que diferencia la experiencia

peruana del resto de la región latinoamericana.8 es necesario, sin embargo, hacer

una aclaración importante: si bien durante los años 1980 el Perú mantuvo aspectos

importantes de una democracia —como elecciones periódicas, separación de

poderes, una prensa libre, partidos de oposición dinámicos—, grandes franjas del

territorio nacional fueron declaradas zona de emergencia y puestas bajo control

militar. Durante el auge de la guerra, los comandos político-militares controlaban un

tercio del territorio nacional y la mitad de la población. En estas zonas, los

ciudadanos no eran gobernados por autoridades elegidas sino por militares; los

funcionarios y autoridades civiles fueron dejados de lado, y las libertades civiles y

políticas fueron suspendidas.9 como era de esperar, fue en estas zonas que las

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violaciones de derechos humanos cometidas por el estado aumentaron hasta llegar

a niveles alarmantes. Américas match (1984) criticó acertadamente esta

militarización de la contrainsurgencia peruana, calificándola como una “abdicación

de la autoridad democrática”. Fue un logro importante que, en medio del conflicto

que se desarrollaba, se llevaran a cabo elecciones nacionales en abril de 1985, y

que Alan García, de la centrista alianza popular revolucionaria americana (apra),

fuese investido como presidente el 28 de julio de 1985, marcando la primera vez en

más de cuatro décadas que un gobierno 8. Con la excepción de Colombia, aunque

podría argumentarse que a pesar de su sistema político democrático, la exclusión

política mediante el pacto del frente nacional y otros métodos, incluida la violencia

política, contribuyeron al surgimiento de movimientos insurgentes. Véase, Gutiérrez

y rueda (2004). 9. en 1990, el 32 por ciento del territorio nacional —donde vivía el

49 por ciento de la población— se encontraba bajo estado de emergencia. En

1991, las cifras respectivas fueron del 30 y 45 por ciento, respectivamente. En

1990, 10 de los 24 departamentos del Perú, incluyendo lima, estaban bajo un

estado de emergencia (comisión especial de investigación y estudio sobre la

violencia y alternativas de pacificación 1992: 90-93). Introducción 33 elegido

democráticamente sustituía a otro. Los esfuerzos iniciales de García por combatir

la insurgencia empleando métodos democráticos y respetando los derechos

humanos, fueron prontamente abandonados ante la fuerte presión militar,

recurriendo el régimen a las mismas tácticas de terror y violencia que su

predecesor. Pero tal estrategia no disuadió a sendero luminoso; por el contrario, a

fines de los años 1980 sendero luminoso estaba activo en 22 de los 24

departamentos del Perú; había consolidado su presencia en importantes regiones

del área rural y en la selva, y estaba estableciendo su presencia en las extensas

barriadas que rodean a lima y donde viven dos tercios de su población. A fines de

los años 1980, y a diferencia de lo que algunos teóricos proponían, 10 las fuerzas

democráticas de diversos partidos políticos no se unieron para afianzar la incipiente

democracia peruana, y la violencia política se profundizó, exacerbando la

polarización social y política en el Perú. durante esos mismos años, y en respuesta

a la creciente amenaza de una toma del poder por parte de sendero luminoso, las

fuerzas armadas desarrollaron un plan para asumir el poder mediante un golpe de

estado y gobernar el Perú durante 20-30 años con el fin de derrotar a los

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insurgentes, restaurar la estabilidad y reestructurar las relaciones estado-sociedad,

previniendo así posteriores conflictos y una futura descomposición.11 sin embargo,

en 1992 tuvo lugar un golpe de estado de diferente magnitud, cuando el presidente

Alberto Fujimori disolvió el gobierno constitucional y concentró el poder en el

ejecutivo con el respaldo de las fuerzas armadas. (El golpe de estado de Fujimori

con frecuencia es denominado como “autogolpe”, dado que el presidente

permaneció en el poder aun cuando otras instituciones democráticas fueron

disueltas.) La coalición que apoyó a Fujimori (conformada por tecnócratas, sectores

de la élite económica y las fuerzas armadas), buscaba consolidar el poder del

estado, reafirmar el control del gobierno sobre el territorio nacional y reestructurar

las relaciones estado-sociedad bajo un concepto neoliberal del estado y del

mercado.12 10. Este argumento es desarrollado por mcclintock (1989b). 11. ello se

discute con más detalle en el capítulo ocho. Para una discusión exhaustiva de este

proyecto militar, véase rospigliosi (1996). 12. acerca de la coalición golpista de

1992, véase maicera (1995). 34 jo-marie bort de este modo, la gobernabilidad

democrática fue quebrada totalmente en un contexto de creciente violencia política,

de incapacidad (o quizá renuencia) de las élites estatales para proteger a los

ciudadanos y establecer una autoridad legítima, y del creciente deseo de la

ciudadanía de un retorno a la normalidad. Este deseo de normalidad —que los

investigadores han identificado como un rasgo común en sociedades que

atraviesan situaciones extremas de violencia, colapso económico y parálisis

estatal13— fue manipulado y explotado por las élites estatales para reforzar el

respaldo al proyecto político autoritario que prometía acabar con el terrorismo y

restaurar la estabilidad, pero a expensas de renunciar a los derechos individuales y

la gobernabilidad democrática. muchos ciudadanos aceptaron tal sacrificio como

necesario en el contexto de más de una década de fracasos de lucha

contrainsurgente y de una extrema inseguridad personal y colectiva —una reacción

similar a la observada en sociedades como la chilena y la argentina, que también

enfrentaron situaciones de conflicto y volatilidad extremos (Lachner 1992).

Simultáneamente, el régimen de Fujimori instrumentalizó el miedo para mantener a

la sociedad civil débil e incapaz de articularse en el ámbito público, al mismo

tiempo que buscaba consolidar su proyecto político autoritario y su agenda

económica neoliberal. Formación y deformación del estado en términos

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conceptuales, este libro se basa en la literatura sobre la formación del estado para

explorar las maneras en que los estados dan forma y estructuran el escenario

social en el cual diferentes actores compiten por el poder político, así como las

maneras en que los procesos sociales contenciosos forman y constituyen la acción

del estado. Parte de esta literatura, inicialmente desarrollada sobre la base de la

experiencia europea, presenta la formación del estado como un proceso casi

teleológico que avanza desde centros de poder débiles y fragmentados, hasta la

creación de instituciones estatales centralizadas. Los investigadores que analizan

las experiencias de naciones del tercer mundo han señalado que la construcción

del estado es de hecho un proceso continuo, en curso, y que la afirmación de

instituciones estatales centralizadas es 13. como , Lachner (1992) y carretón

(1992,migdal (1988, 2001) y otros han señalado, los estados constituyen uno entre

muchos conjuntos de instituciones que compiten por la dominación del estado

históricamente débil en el Perú, el libro examina las graves crisis sociales, políticas

y económicas que abrumaron a esta nación andina en los años 1980 y

contribuyeron a un dramático colapso de la autoridad pública y de la capacidad del

estado. en este contexto, a fines de los años 1980 sendero luminoso expandió sus

actividades desde las áreas remotas de los andes sur-centrales hasta el propio

centro del poder en lima. la incapacidad del estado para detener la violencia

insurgente, el uso indiscriminado del terror por parte del estado contra la población,

especialmente la rural, y la caída en picada de la economía contribuyeron, en un

proceso recurrente, a deslegitimar aún más al estado y despejaron el terreno para

poner en tela de juicio la propia naturaleza de éste. sendero luminoso sacó ventaja

de esta situación, particularmente en las barriadas de lima donde, hacia fines de los

años 1980 e inicios de 1990, expandió sus acciones y presencia de manera

impresionante. este proceso de disputa violenta por el poder estatal produjo una

reacción entre los grupos de élite, quienes eventualmente respaldaban una

solución autoritaria a la crisis bajo el liderazgo personalista de Alberto Fujimori. el

libro analiza el proceso de colapso del estado, la creciente violencia política y la

reconstitución autoritaria del estado bajo el régimen de Fujimori. el resultado es un

análisis histórico y relacional de la formación y deformación del estado, la

estructuración del conflicto social y el impacto que tuvo este conflicto, así como la

organización de la sociedad civil sobre el estado.

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Según los datos que ahora se manejan, fueron afectadas por la violencia política

entre un millón y medio y dos millones de personas. Entre 1980 y 1992 hubo 30 mil

muertos, 600 mil desplazados, 40 mil huérfanos, 20 mil viudas, 4 mil

desaparecidos, 500 mil menores de 18 años con estrés postraumático y 435

comunidades arrasadas, según los datos del promudeh. diecisiete departamentos

del país fueron afectados por la violencia política: 9 gravemente afectados (38%), 4

medianamente afectados (17%) y otros 4 con baja afectación (17%). las pérdidas

materiales se estiman en 25 mil millones de dólares, un monto equivalente al total

de la deuda externa peruana. pero los daños más profundos se sitúan en otra

dimensión.

CONCLUSION

Podemos entender que la violencia tendrá múltiples causas y factores que inciden

en que las personas asuman una conducta violenta ya sean estas dentro de sus

alcances sociales y políticos. Causas como la violencia en el seno familiar, escasa

enseñanza de valores por parte de la familia e instituciones educativas, exposición

al alcohol y drogas. Factores como el centralismo, el abandono, la postergación del

gobierno a las comunidades más alejadas y vulnerables del país, la corrupción, etc.

Darán inicios a la disconformidad por parte de la población frente a sus autoridades

que fueron aprovechados por grupos con ideologías violentistas y revolucionarias

para enlistar a sus filas a pobladores que apoyen sus medidas antidemocráticas

por obtener el poder. A todo esto sumados el mal manejo económico, la inflación,

una mala respuesta del Estado para solucionar un problema latente y la represión

militar serán y fueron los fulminantes para que nuestro país se vea envuelto en

épocas de terror, donde los más afectados fueron las poblaciones indígenas que no

sabían a donde apoyarse, y que muchos optaron apoyar a SL abrumados por los

abusos de las fuerzas Armadas del Perú.

Entendemos que a todo esto que muchos de estos factores aún siguen en lista de

espera a que nuestras autoridades den medidas y soluciones, ya que como vimos

en la lectura grupos seculares de SL se van organizando apoyados por bandas de

tráfico de drogas y toman nuevas formas para inmiscuirse en la política y los

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poderes del Estado, a su vez las olas de violencia en todas partes del Perú

acompañados de una gran dosis de corrupción dan muestra que los Derechos

Humanos se va quedando solo en los conceptos mas no se ve reflejado en la

realidad.

Añadimos también que para darle un buen sentido de dirección el Gobierno se

debe de enfocar en los pilares de la sociedad que es La Familia, acompañados de

políticas con mejoras en la educación, la salud, de empleo, vivienda, seguridad,

además de expandir los brazos de la comunicación, inversión hasta los puntos más

recónditos del país con programas de crecimiento e inversión mas no de servilismo

que crea conductas de suficiencia y conformismo. El estado debe trabajar de la

mano de los gobiernos locales propiciando lazos de inclusión en todo el país.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Tricot T. (1986). Reflexiones sobre la violencia política. Recuperado de:

http://www.blest.eu/cs/tricot86.html

Carassai S. (2013). Violencia Política y clase media. Recuperado de:

http://hahr-online.com/carassai/

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http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/251/art/

art20.pdf

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http://blog.pucp.edu.pe/blog/historiamaestros/2013/08/08/violencia-pol-tica-

en-el-per-1980-1990/